Parashá 52 Vayeléj (וילך) – Aliyha 1

Aliyáh 1: (Deuteronomio 31:1-3) Moshé anuncia que no cruzará el Jordán, pero Yehoshúa guiará al pueblo.
Haftaráh: Oseas 14:2-10; Joel 2:11-27 (El llamado al arrepentimiento y la promesa de restauración).
Brit Hadasháh: Juan 14:16-18 (Yeshúa promete otro Consolador para guiar a Sus discípulos).

Tema: Moshéh se despide del pueblo

1. Texto Hebreo Interlineal

Pasaje: Deuteronomio 31:1-31:6

Texto Hebreo OriginalFonética TiberianaTraducción Palabra por PalabraTraducción Literal del Verso
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וַיֵּלֶךְVa-ye-lekhY fueY Moshéh fue y habló estas palabras a todo Yisra’el.
מֹשֶׁהMo-šehMoshéh
וַיְדַבֵּרva-ye-da-bery habló
אֶתet(partícula de objeto directo)
הַדְּבָרִיםha-de-va-rimlas palabras
הָאֵלֶּהha-e-lehestas
אֶלela
כָּלkoltodo
יִשְׂרָאֵלYiś-ra-elYisra’el
וַיֹּאמֶרVa-yo-merY dijoY les dijo: “Ciento veinte años tengo hoy; no puedo ya salir ni entrar, porque Adonái me ha dicho: ‘No cruzarás este Yardén’.
אֲלֵהֶםa-le-hema ellos
בֶּןbenhijo (de)
מֵאָהme-ahcien
וְעֶשְׂרִיםve-eś-rimy veinte
שָׁנָהša-nahaños
אָנֹכִיa-no-khiyo
הַיּוֹםha-yomhoy
לֹאlono
אוּכַלu-khalpodré
עוֹדodmás
לָצֵאתla-ṣetsalir
וְלָבוֹאve-la-voy entrar
וַאדֹנָיva-Adonáiy Adonái
אָמַרa-mardijo
אֵלַיe-laya mí
לֹאlono
תַעֲבֹרta-a-vorcruzarás
אֶתet(partícula de objeto directo)
הַיַּרְדֵּןha-yar-denel Yardén
הַזֶּהha-zeheste
יְהוָה אֱלֹהֶיךָAdonái Elo-he-khaAdonái tu ElohímAdonái tu Elohím, Él es quien va delante de ti; Él destruirá estas naciones de delante de ti, y tú las heredarás. Yehoshúa es quien va delante de vosotros, como habló Adonái.
הוּאhuÉl
עֹבֵרo-verpasando
לְפָנֶיךָle-fa-ne-khadelante de ti
הוּאhuÉl
יַשְׁמִידyaš-middestruirá
אֶתet(partícula de objeto directo)
הַגּוֹיִםha-go-yimlos pueblos
הָאֵלֶּהha-e-lehestos
מִפָּנֶיךָmi-pa-ne-khade delante de ti
וִירִשְׁתָּםvi-rišt-tamy los heredarás
יְהוֹשֻׁעַYe-ho-šu-aYehoshúa
הוּאhuél
עֹבֵרo-verpasando
לִפְנֵיכֶםlif-ne-khemdelante de vosotros
כַּאֲשֶׁרka-a-šercomo
דִּבֶּרdi-berhabló
יְהוָהAdonáiAdonái
וְעָשָׂהVe-a-śahY haráY Adonái hará a ellos como hizo a Siḥón y a Og, reyes del Emorí, y a su tierra, a quienes destruyó.
יְהוָהAdonáiAdonái
לָהֶםla-hema ellos
כַּאֲשֶׁרka-a-šercomo
עָשָׂהa-śahhizo
לְסִיחוֹןle-Si-ḥona Siḥón
וּלְעוֹגu-le-Ogy a Og
מַלְכֵיmal-kheireyes (de)
הָאֱמֹרִיha-E-mo-riel Emorí
וּלְאַרְצָםu-le-ar-ṣamy a su tierra
אֲשֶׁרa-šerque
הִשְׁמִידhiš-middestruyó
אֹתָםo-tama ellos
וּנְתָנָםU-ne-ta-namY los entregaráY Adonái los entregará delante de vosotros, y haréis con ellos conforme a todo el mandamiento que os he mandado.
יְהוָהAdonáiAdonái
לִפְנֵיכֶםlif-ne-khemdelante de vosotros
וַעֲשִׂיתֶםva-a-śi-temy haréis
לָהֶםla-hema ellos
כְּכָלke-kholconforme a todo
הַמִּצְוָהha-miṣ-vahel mandamiento
אֲשֶׁרa-šerque
צִוִּיתִיṣi-vi-timandé
אֶתְכֶםet-khema vosotros
חִזְקוּḤiz-quSed fuertes¡Sed fuertes y sed valientes! No temáis ni os amedrentéis de ellos, porque Adonái tu Elohím, Él es quien va contigo; no te dejará ni te abandonará.
וְאִמְצוּve-im-ṣuy sed valientes
אַלalno
תִּירְאוּti-re-utemáis
וְאַלve-aly no
תַּעַרְצוּta-ar-ṣuos amedrentéis
מִפְּנֵיהֶםmi-pe-ne-hemde delante de ellos
כִּיkiporque
יְהוָהAdonáiAdonái
אֱלֹהֶיךָElo-he-khatu Elohím
הוּאhuÉl
הַהֹלֵךְha-ho-lekhel que va
עִמָּךְim-makhcontigo
לֹאlono
יַרְפְּךָyar-pe-khate dejará
וְלֹאve-loy no
יַעַזְבֶךָּya-az-ve-kate abandonará

2. Haftaráh

Pasaje: Yesha’yahu 55:6-56:8

Análisis: La Haftaráh de Parashá Vayelej, tomada de Yesha’yahu 55:6-56:8, resuena profundamente con el espíritu de despedida y exhortación de Moshéh. Mientras Moshéh se despide físicamente, sus palabras son un llamado a la fidelidad y a la dependencia de HaShem. El profeta Yesha’yahu amplifica este llamado, urgiendo al pueblo a “buscad a Adonái mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano” (Yesha’yahu 55:6). Esta exhortación es particularmente potente en el contexto de un líder que se va y un nuevo desafío (la entrada a la tierra) que se avecina.

El Midrashim, como el Devarim Rabbah, a menudo enfatiza la preocupación de Moshéh por el bienestar espiritual del pueblo después de su partida. Él sabía que sin su guía, el pueblo podría descarriarse. La Haftaráh de Yesha’yahu proporciona la solución divina a esta preocupación: el retorno a HaShem a través del arrepentimiento y la búsqueda de Su voluntad. El profeta recuerda la misericordia de Elohím y la permanencia de Sus pactos, declarando que Su palabra “no volverá a Mí vacía, sino que hará lo que Yo quiero” (Yesha’yahu 55:11). Esto conecta con la promesa de Adonái a Moshéh de que Él mismo iría delante de Yisra’el (Deuteronomio 31:3).

El Targum Yonatan a Yesha’yahu 56:1, que a menudo parafrasea y expande el texto, puede interpretar las “bendiciones” mencionadas como la llegada de los días mesiánicos y la justicia divina, un eco de la promesa de la tierra y la victoria que Moshéh da al pueblo. La promesa de la “casa de oración para todos los pueblos” (Yesha’yahu 56:7) anticipa la universalidad del Reino de los Cielos, una visión que Moshéh, a pesar de sus limitaciones, anhelaba para Yisra’el como luz para las naciones. Así, la Haftaráh sirve como un recordatorio de que la partida de Moshéh no significa el fin de la guía divina, sino una transición a una fase donde la fidelidad a HaShem y Su Torah sigue siendo primordial, bajo la promesa de Su presencia y la venida de Su Mashíaj.

3. Brit Hadasháh (Arameo)

Pasaje: Matityahu 28:19-20 (Peshitta)

ܘܩܪܶܒ ܝܶܫܽܘܥ ܘܰܡܰܠܶܠ ܥܰܡܗܽܘܢ ܘܶܐܡܰܪ ܐܶܬܝܰܗܶܒ ܠܺܝ ܟܽܠ ܫܽܘܠܛܳܢ ܒܰܫܡܰܝܳܐ ܘܒ݂ܰܐܪܥܳܐ܀ ܡܶܛܽܠ ܗܳܕܶܐ ܙܶܠܘܽ ܬܰܠܡܶܕܘܽ ܟܽܠܗܽܘܢ ܥܰܡ̈ܡܶܐ ܘܰܐܥܡܶܕܘܽ ܐܶܢܽܘܢ ܒܰܫܡܳܐ ܕܰܐܒܳܐ ܘܰܕܒ݂ܰܪܐ ܘܰܕܪܽܘܚܳܐ ܕܩܽܘܕܫܳܐ܀ ܘܰܐܠܶܦܘܽ ܐܶܢܽܘܢ ܕܢܶܛܪܽܘܢ ܟܽܠ ܡܶܕܶܡ ܕܰܦܩܶܕܬܟ݂ܽܘܢ ܘܗܳܐ ܐܶܢܳܐ ܥܰܡܟ݂ܽܘܢ ܐܶܢܳܐ ܟܽܠܗܽܘܢ ܝܰܘܡܳܬܳܐ ܥܕ݂ܰܡܳܐ ܠܫܽܘܠܳܡܶܗ ܕܥܳܠܡܳܐ ܐܰܡܺܝܢ܀

Fonética Siríaca Oriental:

w’qareb Yešua w’malel amhun w’emar etyahheb li kul šulṭan bašmaya w’barʿa. meṭol hade zelhu talmədhu kulhun amme wa’amedu enun bašma d’ava wadb’ra wadrūḥa dqudša. Wa’alfu enun dnəṭrun kul medem dafqedtkun w’ha ena amkun ena kulhun yawmate adama lšulam’h d’alma amin.

Traducción:

Y Yeshúa se acercó y les habló, diciendo: “Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id y haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Ruaj HaKodesh; enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado; y he aquí, Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.”

Análisis: Este pasaje de la Brit Hadasháh, conocido como la Gran Comisión, presenta a Maran Yeshúa impartiendo sus instrucciones finales a sus talmidim antes de su ascensión, un evento que resuena poderosamente con la despedida de Moshéh. Al igual que Moshéh transfiere la autoridad a Yehoshúa y asegura al pueblo la presencia continua de Adonái, Yeshúa HaMashíaj transfiere su autoridad a sus discípulos y les promete su propia presencia ininterrumpida. La frase clave “he aquí, Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo” (ܘܗܳܐ ܐܶܢܳܐ ܥܰܡܟ݂ܽܘܢ ܐܶܢܳܐ ܟܽܠܗܽܘܢ ܝܰܘܡܳܬܳܐ ܥܕ݂ܰܡܳܐ ܠܫܽܘܠܳܡܶܗ ܕܥܳܠܡܳܐ – w’ha ena amkun ena kulhun yawmate adama lšulam’h d’alma) es un eco directo de Deuteronomio 31:6, donde Moshéh asegura a Yisra’el que “Adonái tu Elohím, Él es quien va contigo; no te dejará ni te abandonará.”

Moshéh era el mediador de la Torah, y su partida marcaba el fin de una era. Yeshúa HaMashíaj, como el Mashíaj prometido, inaugura una nueva era, la Brit Hadasháh, donde Él mismo es la Torah viviente. Su comisión a los talmidim no es solo una expansión geográfica del mensaje, sino una proclamación del Reino de Elohím que se extiende a todas las naciones. La autoridad de Yeshúa “en el cielo y en la tierra” supera la autoridad delegada de Moshéh y Yehoshúa, afirmando Su soberanía universal como Rey del Reino de los Cielos.

Textos apócrifos y pseudepigráficos como el “Testamento de Moshéh” o el “Libro de los Jubileos” a menudo exaltan la figura de Moshéh, previendo su papel como profeta que anunciaría una nueva era. Sin embargo, en Yeshúa HaMashíaj vemos la consumación de estas profecías, donde la ley no es abolida, sino cumplida y llevada a su plenitud a través de Su sacrificio y resurrección. Moshéh preparó al pueblo para entrar en una tierra física; Maran Yeshúa prepara a sus discípulos para heredar un reino eterno, guiándolos con Su Ruaj HaKodesh y Su presencia perpetua, trascendiendo las limitaciones geográficas y temporales.

4. Contexto Histórico

El pasaje de Deuteronomio 31:1-6 se sitúa en un momento crucial de la historia de Yisra’el: el final de los cuarenta años de peregrinación en el desierto y la inminente entrada a la Tierra Prometida de Kena’an. Moshéh, con 120 años de edad, se encuentra al borde del río Yardén, con la visión de la tierra ante él, pero con la prohibición divina de entrar en ella (Deuteronomio 3:27, 34:4). Este es el clímax de su liderazgo, donde debe transferir la batuta a Yehoshúa ben Nun, su sucesor.

Históricamente, Moshéh fue la figura central de la liberación de Egipto, la recepción de la Torah en Har Sinái, y la guía del pueblo a través del desierto. Su liderazgo no solo fue militar y político, sino fundamentalmente espiritual, actuando como el principal mediador entre HaShem y Yisra’el. La cultura de la época, tal como se refleja en la Torah, enfatizaba la autoridad divina transmitida a través de líderes designados, la obediencia a los mandamientos de Elohím, y la conciencia de que la nación de Yisra’el era un pueblo escogido con un propósito divino.

Los eventos previos incluyen las victorias sobre Siḥón y Og, los reyes amorreos del Transjordania, que se mencionan explícitamente en el verso 4 como un recordatorio del poder de Adonái. Estos eventos sirvieron para infundir confianza en el pueblo y validar el liderazgo de Moshéh y la promesa de Adonái. La arqueología, aunque no puede confirmar directamente eventos narrativos específicos de la Torah como la figura de Moshéh, sí proporciona un contexto general de las culturas y pueblos cananeos, amorreos, y egipcios de la Edad del Bronce tardía, corroborando la existencia de imperios y ciudades-estado en la región que concuerdan con el escenario bíblico de la conquista. Moshéh, en este pasaje, no solo se despide de una generación, sino que establece las bases para la siguiente fase de la historia de Yisra’el bajo un nuevo liderazgo, siempre dependiente de la fidelidad de Adonái.

5. Comentarios Proféticos

El discurso de despedida de Moshéh en Vayelej es profundamente profético, resonando a través de los siglos hasta la llegada del Reino de Yeshúa HaMashíaj. Moshéh, el gran profeta y legislador, se presenta aquí en su papel final, prefigurando la obra de Maran Yeshúa. Su incapacidad para entrar en la Tierra Prometida simboliza la limitación de la Torah y de la ley sin la gracia y la intervención divina directa. Moshéh representa el Pacto Antiguo, que guía y revela el pecado, pero no puede llevar plenamente a la herencia eterna. Yehoshúa, cuyo nombre significa “Adonái es salvación” y es el mismo nombre que Yeshúa, es el que introducirá al pueblo en la tierra física, una sombra de Yeshúa HaMashíaj quien introduce a Su pueblo en el verdadero Reino de los Cielos, la herencia espiritual y eterna.

La promesa de Adonái: “Él es quien va contigo; no te dejará ni te abandonará” (Deuteronomio 31:6), es una profecía del Mesías mismo. Yeshúa HaMashíaj es la presencia constante de Elohím con Su pueblo, el “Emmanuel” (El con nosotros). Él es el cumplimiento de la promesa de un profeta como Moshéh (Deuteronomio 18:15), pero aún mayor, porque no solo habla las palabras de Elohím, sino que es la Palabra hecha carne.

En los últimos días, esta conexión se intensifica. La Aliyá de Vayelej nos recuerda que, a pesar de las transiciones de liderazgo humano y los desafíos venideros, la fidelidad de Elohím permanece inquebrantable. Para el Reino de Yeshúa HaMashíaj, esto significa que, aunque los líderes puedan ir y venir, la autoridad y la presencia de Maran Yeshúa son eternas. Su Reino no es un territorio físico, sino una esfera espiritual donde Su soberanía es absoluta, y Él mismo es el garante de la victoria final y la herencia para todos Sus discípulos. La exhortación a “ser fuertes y valientes” resuena para los creyentes de hoy, quienes enfrentan desafíos espirituales mientras esperan la plena manifestación del Reino de Elohím, confiando en que Yeshúa HaMashíaj va con ellos y nunca los abandonará.

6. Análisis Profundo

El pasaje de Deuteronomio 31:1-6, aunque breve, es denso en significado teológico y emocional. Moshéh, el líder que ha guiado a Yisra’el durante cuarenta años, pronuncia su discurso final.

La frase inicial, וַיֵּלֶךְ מֹשֶׁה (Va-ye-lekh Mo-šeh), “Y Moshéh fue”, es enigmática. El Midrashim Rabbah, particularmente Devarim Rabbah, sugiere que “fue” no se refiere a un movimiento físico a un lugar nuevo, sino a Moshéh “yendo” a sus propias profundidades o “yendo” entre el pueblo para hablarles por última vez. Algunos comentan que “fue” también puede implicar que se “apartó” o se “retiró” en su espíritu para prepararse para la transición. Su acto de ir a hablar con todo Yisra’el enfatiza su responsabilidad final y su amor por su pueblo.

El reconocimiento de su edad, “בֶּן מֵאָה וְעֶשְׂרִים שָׁנָה אָנֹכִי הַיּוֹם” (ben me-ah ve-eś-rim ša-nah a-no-khi ha-yom) – “hijo de cien y veinte años yo hoy”, establece su longevidad y la plenitud de su vida, pero también sus limitaciones. La declaración “לֹא אוּכַל עוֹד לָצֵאת וְלָבוֹא” (lo u-khal od la-ṣet ve-la-vo) – “no podré más salir y entrar”, no solo habla de su capacidad física sino de su autoridad divina para liderar el pueblo militar y políticamente. El Targum Onqelos parafrasea esta línea para indicar que “no tengo permiso para continuar liderando”. Esta es una admisión de la soberanía de Adonái sobre el liderazgo humano.

La clave de la transición reside en la afirmación de la fidelidad de Adonái: “יְהוָה אֱלֹהֶיךָ הוּא עֹבֵר לְפָנֶיךָ” (Adonái Elo-he-kha hu o-ver le-fa-ne-kha) – “Adonái tu Elohím, Él pasando delante de ti”. Esta es la seguridad primordial, que Adonái mismo es el verdadero líder. La promesa se extiende a la victoria sobre los goyim, “הוּא יַשְׁמִיד אֶת הַגּוֹיִם” (hu yaš-mid et ha-go-yim) – “Él destruirá las naciones”, y a la herencia de la tierra. Yehoshúa es nombrado explícitamente como el líder humano que irá delante de ellos, pero su autoridad deriva de la presencia de HaShem.

La exhortación final, “חִזְקוּ וְאִמְצוּ” (Ḥiz-qu ve-im-ṣu) – “Sed fuertes y sed valientes”, es un leitmotiv en la Torah en momentos de gran desafío. Es un llamado a la confianza en Elohím, no en la propia fuerza. El Targum Yonatan expande estas palabras a menudo, añadiendo matices de fe y perseverancia en la Torah. La promesa “לֹא יַרְפְּךָ וְלֹא יַעַזְבֶךָּ” (lo yar-pe-kha ve-lo ya-az-ve-ka) – “no te dejará y no te abandonará”, es el fundamento de toda la seguridad de Yisra’el, una verdad que resuena profundamente en el Reino de Yeshúa HaMashíaj.

7. Tema Relevante

El tema central y la enseñanza más relevante de esta Aliyá es la fidelidad inquebrantable de Elohím a pesar de la transición del liderazgo humano.

Moshéh, el más grande de los profetas, está a punto de dejar al pueblo, un evento que naturalmente generaría ansiedad e incertidumbre. Sin embargo, su discurso no se centra en su propia partida o en la pérdida que implica, sino en la continuidad y la estabilidad que provienen directamente de HaShem. Él enfatiza que “Adonái tu Elohím, Él es quien va delante de ti” (Deuteronomio 31:3). Esto trasciende la figura de cualquier líder terrenal. La designación de Yehoshúa como sucesor no minimiza el rol de Moshéh, sino que subraya que la verdadera guía y el poder para conquistar vienen de Elohím.

Este principio es vital para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos. En nuestra jornada, experimentaremos cambios, pérdidas y transiciones en el liderazgo y en las circunstancias de la vida. Sin embargo, la esencia del Reino de Elohím es que su Rey, Yeshúa HaMashíaj, permanece inmutable. Él no está limitado por la mortalidad humana o por las fronteras terrenales. La promesa “no te dejará ni te abandonará” (Deuteronomio 31:6) se cumple de manera plena en Maran Yeshúa, quien aseguró a sus discípulos: “Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo” (Matityahu 28:20).

En el Reino de los Cielos, la confianza no se deposita en la persona de un líder, por más ungido que esté, sino en el Mashíaj viviente. La exhortación “Sed fuertes y sed valientes” no es una invitación a la autosuficiencia, sino un llamado a la valentía que surge de la seguridad en la presencia y el poder de Adonái. Esta enseñanza nos capacita para enfrentar los desafíos de nuestro tiempo con confianza, sabiendo que el Rey del Reino es fiel y su propósito se cumplirá a través de nosotros, Sus talmidim, mientras Él nos precede y nos acompaña en cada paso.

8. Descubriendo a Mashíaj

El pasaje de la despedida de Moshéh es un espejo profético que nos permite vislumbrar aspectos cruciales de la vida y obra de Yeshúa HaMashíaj y la naturaleza de Su Reino de los Cielos.

1. El Sucesor que Conduce a la Herencia: Moshéh, aunque un gran libertador y mediador, no pudo llevar al pueblo a la Tierra Prometida. Yehoshúa, cuyo nombre en hebreo (יְהוֹשֻׁעַ) es la raíz de Yeshúa (יֵשׁוּעַ), fue el elegido para esa tarea. Esta transición apunta a Yeshúa HaMashíaj. Moshéh representa la Torah que nos guía y nos muestra el camino, pero es Yeshúa quien nos introduce en la verdadera herencia, el Reino de Elohím, no una tierra física, sino la comunión plena con HaShem y la vida eterna. El “Libro de los Jubileos” y el “Testamento de Moshéh” a menudo exploran el futuro de Yisra’el bajo la guía de Adonái, y Moshéh es presentado como el profeta que anuncia el camino a seguir, preparando así el terreno para un Ungido venidero.

2. La Presencia Permanente de Elohím: Las palabras de Moshéh en Deuteronomio 31:6, “Adonái tu Elohím, Él es quien va contigo; no te dejará ni te abandonará”, encuentran su más glorioso cumplimiento en Yeshúa HaMashíaj. En Su partida física, Yeshúa no abandona a Sus discípulos, sino que promete la venida del Ruaj HaKodesh y Su propia presencia espiritual continua: “Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo” (Matityahu 28:20). Él es el cumplimiento de la promesa de la compañía divina, la manifestación misma de la fidelidad de Elohím.

3. El Mandato Mesiánico y la Autoridad: Moshéh, al designar a Yehoshúa y dar sus últimas instrucciones, demuestra la transferencia de una autoridad delegada. Yeshúa HaMashíaj, en cambio, declara: “Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra” (Matityahu 28:18). Esta es la autoridad soberana de Mashíaj sobre el Reino de los Cielos, una autoridad que no es delegada sino inherente a Su ser divino. Es bajo esta autoridad que Sus discípulos son comisionados para extender el Reino.

4. La Lucha Espiritual: La exhortación a “Sed fuertes y sed valientes; no temáis ni os amedrentéis de ellos” (Deuteronomio 31:6) es un llamado a la fe frente a los enemigos externos. En el Reino de Yeshúa HaMashíaj, esta batalla se eleva a un plano espiritual. Los discípulos son llamados a ser valientes frente a las fuerzas de la oscuridad y las adversidades del mundo, confiando en la victoria ya asegurada por Maran Yeshúa sobre todo poder y principado. Así, Moshéh, en su despedida, nos apunta al Mesías que no solo nos conduce a la herencia, sino que es la herencia misma, la presencia eterna y el poder victorioso en el Reino de los Cielos.

9. Midrashim y Targumim

El pasaje de Moshéh despidiéndose del pueblo en Deuteronomio 31:1-6 ha sido objeto de rica interpretación en los Midrashim y Targumim, que buscan profundizar en el significado de estas palabras finales del gran líder.

Midrashim:

El Devarim Rabbah (Parashá Vayelej 9:3) comenta sobre el verso inicial, “וַיֵּלֶךְ מֹשֶׁה” (Va-ye-lekh Mo-šeh – Y Moshéh fue). El Midrash pregunta: ¿A dónde fue Moshéh? ¿Acaso no estaba ya entre ellos? La respuesta es que Moshéh “fue” en el sentido de que puso toda su energía y atención en el pueblo, despojándose de toda otra preocupación, como si estuviera caminando en sus corazones. Otro comentario del Devarim Rabbah (9:9) explica que la frase “no podré más salir y entrar” no se refiere a una debilidad física, sino a que “el decreto de Adonái me ha privado del derecho de lideraros”. Moshéh aceptó humildemente el decreto divino, priorizando la voluntad de HaShem sobre su propio deseo de entrar a la tierra. El Midrash también enfatiza la compasión de Moshéh, que incluso en sus últimos momentos, se preocupaba por el liderazgo futuro del pueblo y su obediencia a la Torah.

Targumim:

Los Targum Onqelos y Targum Yonatan ben Uziel ofrecen paráfrasis que, aunque fieles al texto, a menudo lo amplifican con un tono más didáctico y teológico.

* Deuteronomio 31:2: El Targum Onqelos parafrasea “לֹא אוּכַל עוֹד לָצֵאת וְלָבוֹא” (lo u-khal od la-ṣet ve-la-vo) como “ya no tengo la capacidad para guiaros y conduciros”. Esto confirma la interpretación de que no se trata de una incapacidad física, sino de una cesación de la autoridad de liderazgo otorgada por Adonái. El Targum Yonatan añade que “ya no estoy destinado a lideraros en la batalla y a enseñaros la Torah”, lo que resalta las dos funciones principales de Moshéh que estaban terminando.

* Deuteronomio 31:3: Respecto a “Adonái tu Elohím, Él es quien va delante de ti”, el Targum Onqelos aclara que “La Palabra de Adonái tu Elohím Él es quien te conduce”. Esta expresión “La Palabra de Adonái” (מֵימְרָא דַיְיָ – Memra d’Adonái en arameo) es una circumlocución teológica frecuente en los Targumim para referirse a la manifestación activa de Elohím en el mundo, sin antropomorfizar a la Divinidad. Este “Memra” es visto como una prefiguración de Yeshúa HaMashíaj, la Palabra viviente de Elohím. El Targum Yonatan enfatiza la destrucción de los “gigantes” de los pueblos cananeos por parte de Adonái, reforzando la confianza en el poder divino.

* Deuteronomio 31:6: En la exhortación “חִזְקוּ וְאִמְצוּ” (Ḥiz-qu ve-im-ṣu – Sed fuertes y sed valientes), el Targum Onqelos traduce como “sed fuertes en la Torah y sed valientes en los mandamientos”. Esta interpretación espiritualiza el mandamiento, llevándolo de una valentía militar a una fortaleza en la observancia divina, crucial para la vida en la Tierra Prometida y para los discípulos del Reino de los Cielos.

Estos Midrashim y Targumim no solo aclaran el texto, sino que lo enriquecen, infundiendo en él lecciones morales, teológicas y proféticas sobre la naturaleza de la guía divina y la importancia de la fidelidad a HaShem, preparando el terreno para la comprensión del papel de Yeshúa HaMashíaj.

10. Mandamientos

De esta primera Aliyá de Parashá Vayelej, podemos extraer varios mandamientos o principios de vida esenciales para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos:

1. Confiar en la Presencia Continua de Elohím: El mandamiento implícito más importante es el de la confianza en la fidelidad de Adonái. Moshéh asegura al pueblo que “Adonái tu Elohím, Él es quien va contigo; no te dejará ni te abandonará” (Deuteronomio 31:6). Para los discípulos de Mashíaj, esto se traduce en vivir con la certeza de que Yeshúa HaMashíaj, por medio del Ruaj HaKodesh, está perpetuamente presente en sus vidas. No debemos temer las transiciones o las incertidumbres, porque el Rey del Reino de los Cielos nunca nos abandona.

2. Ser Fuertes y Valientes en la Fe: La exhortación “חִזְקוּ וְאִמְצוּ” (Ḥiz-qu ve-im-ṣu) – “Sed fuertes y sed valientes” (Deuteronomio 31:6) – es un llamado a la fortaleza espiritual. No es una fuerza basada en la capacidad humana, sino en la confianza en el poder de Elohím. En el Reino de los Cielos, esto implica enfrentar los desafíos espirituales, morales y existenciales con coraje, sabiendo que Yeshúa HaMashíaj ya ha vencido al mundo y nos capacita para superar cualquier obstáculo en obediencia a Él.

3. Honrar y Apoyar el Liderazgo Designado por Elohím: Aunque el verdadero líder es Adonái, Él usa a personas para guiar a Su pueblo. Moshéh transfiere el liderazgo a Yehoshúa. Esto nos enseña a respetar y apoyar a aquellos que HaShem ha puesto en posiciones de liderazgo en el Reino de los Cielos, siempre y cuando su liderazgo esté alineado con la Torah y el ejemplo de Maran Yeshúa. La transición no debe ser motivo de división, sino de unidad bajo la dirección divina.

4. Enseñar y Guardar la Torah de Adonái: Implícitamente, al despedirse Moshéh y al recordar los mandamientos, se refuerza la importancia de la Torah. Los discípulos de Yeshúa HaMashíaj están llamados a estudiar, comprender y vivir la Torah, que en su plenitud se revela en Yeshúa. La obediencia a los principios del Reino de los Cielos, que son la esencia de la Torah, es fundamental para una vida justa y piadosa.

Estos principios, arraigados en la confianza en HaShem y expresados a través de la fe, la valentía y la obediencia, son pilares para una vida fructífera en el Reino de Yeshúa HaMashíaj.

11. Preguntas de Reflexión

1. Moshéh se despide, enfatizando que Adonái va delante del pueblo. ¿Cómo la certeza de que Yeshúa HaMashíaj va “delante de nosotros” y está “con nosotros” nos capacita para enfrentar los desafíos y transiciones de la vida en el Reino de los Cielos, y qué pasos podemos tomar para vivir más conscientemente en Su presencia?

2. La exhortación “Sed fuertes y sed valientes” es central. ¿En qué áreas de tu vida como discípulo de Mashíaj sientes la necesidad de mayor fortaleza y valentía? ¿Cómo la dependencia del Ruaj HaKodesh te empodera para superar el temor y la intimidación en la extensión del Reino de Elohím?

3. Moshéh, el gran líder, no pudo entrar en la Tierra Prometida, sino que Yehoshúa fue quien la introdujo. ¿Qué nos enseña esta transición sobre las limitaciones del liderazgo humano y la necesidad de Yeshúa HaMashíaj como nuestro definitivo y eterno líder, que nos introduce en el Reino espiritual y eterno?

12. Resumen

Esta primera Aliyá de Parashá Vayelej relata la emotiva despedida de Moshéh, el líder que guio a Yisra’el por cuarenta años, al cumplir 120 años y prepararse para el paso de liderazgo a Yehoshúa. El pasaje subraya la fidelidad inquebrantable de Adonái, quien promete ir delante de Su pueblo, destruir a sus enemigos y entregarles la tierra. Moshéh exhorta a Yisra’el a “ser fuertes y valientes”, recordándoles que HaShem nunca los abandonará. Proféticamente, esta despedida prefigura la transición de la ley a la gracia en Yeshúa HaMashíaj, quien como el verdadero “Yehoshúa” nos introduce en el Reino de los Cielos, asegurando Su presencia perpetua y Su victoria sobre todo obstáculo, llamando a Sus discípulos a vivir con valentía en Su soberanía y propósito.

13. Tefiláh (Oración)

Oh, Elohím de Avraham, Yitzḥak y Yaakov, Adonái de toda la creación, te agradecemos por Tu fidelidad inquebrantable manifestada a través de las generaciones, desde Moshéh hasta Maran Yeshúa HaMashíaj. Reconocemos que eres Tú quien va delante de nosotros, el Rey soberano de nuestro Reino de los Cielos, y que Tu presencia es nuestra verdadera herencia. Fortalécenos, te rogamos, con Tu Ruaj HaKodesh, para ser valientes en la fe y en la obediencia a Tu Torah viviente, Yeshúa, sabiendo que Él nunca nos dejará ni nos abandonará. Que nuestro vivir sea un testimonio de Tu Reino venidero, en el nombre poderoso de Yeshúa HaMashíaj. Amén.

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Parashá 51 Nitzavim (נצבים) – Aliyah 7

Aliyáh 7: (Deuteronomio 30:20) Exhortación final a amar a Elohím y obedecer Sus mandamientos para disfrutar de la tierra prometida.
Haftaráh: Isaías 55:6-13 (La promesa de bendición y prosperidad para aquellos que obedecen).
Brit Hadasháh: 1 Juan 5:3 (Amar a Elohím es guardar Sus mandamientos).

Tema: La ley del Shemá Yisrael

1. Texto Hebreo Interlineal

Pasaje: Deuteronomio 31:9-31:13

2. Haftaráh Analizada

Pasaje: Yesha’yahu 60:1-22

Análisis: La Haftaráh de la Parashá Nitzavim es Yesha’yahu (Isaías) 60:1-22, una visión profética de la redención y la gloria futura de Tziyon. Esta Aliyá de Nitzavim describe el mandato de Moshéh para la lectura pública de la Torah cada siete años en la festividad de Sukkot, un evento conocido como Hakhel (הַקְהֵל), con el propósito de que todo Yisrael, incluidos mujeres, niños y extranjeros, escuche, aprenda y tema a Adonái. La Haftaráh resuena profundamente con este tema al proyectar una era mesiánica en la que la luz de Adonái se levantará sobre Tziyon, y las naciones vendrán a su luz, trayendo consigo sus riquezas y sus hijos.

La conexión principal radica en la instrucción y el conocimiento divino. Mientras la Torah de Nitzavim enfatiza la obligación de Yisrael de buscar la luz de Adonái a través del estudio y la obediencia a la Torah, la Haftaráh describe un futuro glorioso donde la propia Tziyon se convierte en una fuente de luz para las naciones, un reflejo de la luz de Adonái que ha amanecido sobre ella (Yesha’yahu 60:1). El propósito del Hakhel era asegurar que la Torah fuera escuchada y aprendida por todas las generaciones, garantizando así la continuidad del pacto con Adonái. De manera análoga, la profecía de Yesha’yahu 60 anticipa un tiempo en que el conocimiento de Adonái y Su gloria llenarán la tierra, atrayendo a todos los pueblos a la verdad que emana de Yerushalayim.

El Targum Yonatan a Yesha’yahu 60:3, por ejemplo, interpreta “Y andarán las naciones a tu luz” como las naciones gentiles que vendrán a aprender la Torah de los hijos de Yisrael, reconociendo la sabiduría divina en ellos. Esto se alinea con el mandato del Hakhel, donde el conocimiento de la Torah no es solo para Yisrael, sino que irradia hacia aquellos que se unen a ellos, como los gerim (extranjeros) mencionados en Deuteronomio 31:12. El Midrash Devarim Rabbah 8:4, al discutir el Hakhel, enfatiza la importancia de que incluso los niños pequeños asistan, para que sus padres reciban recompensa por traerlos y para que sus almas se llenen del temor a Adonái, sembrando así las semillas de la fe para el futuro. Esta instrucción intergeneracional es un eco de la visión profética de una Tziyon glorificada, donde “todos tus hijos serán enseñados por Adonái” (Yesha’yahu 54:13, un pasaje cercano en contexto). La Haftaráh, por tanto, nos ofrece una visión mesiánica de la plena realización del propósito del Hakhel: una era donde el conocimiento y la luz de Adonái, manifestados a través de Su Torah, serán universalmente reconocidos y experimentados, y Yeshúa HaMashíaj es la luz que hace posible esta realidad.

3. Brit Hadasháh (Arameo)

Pasaje: Matityahu 7:24-27 (ܡܬܝ 7:24-27)

Texto Arameo (Peshitta) con Fonética Siríaca Oriental:

Texto Hebreo OriginalFonética TiberianaTraducción Palabra por PalabraTraducción Literal del Verso
—————-—————-—————-—————-
וַיִּכְתֹּבVa-yi-khtovY escribióY Moshéh escribió esta Torah y la entregó a los Kohanim, los Hijos de Leví, los que portan el Arca del Pacto de Adonái, y a todos los ancianos de Yisrael.
מֹשֶׁהMo-šehMoshéh
אֶת־et-
הַתּוֹרָהha-Torahla Torah
הַזֹּאתha-zotesta
וַיִּתְּנָהּva-yi-tne-hahy la dio
אֶל־el-a
הַכֹּהֲנִיםha-Ko-ha-nimlos Kohanim
בְּנֵיbeneihijos de
לֵוִיLeviLeví
הַנֹּשְׂאִיםha-nośe-imlos que portan
אֶת־et-
אֲרוֹןA-ronel Arca
בְּרִית־ה’Berit-Adonáidel Pacto de Adonái
וְאֶל־כָּל־ve-el-kol-y a todos
זִקְנֵיzi-qneilos ancianos de
יִשְׂרָאֵל׃Yisra’elYisrael.
וַיְצַוVa-ye-ṣavY ordenóY Moshéh les ordenó, diciendo: Al fin de siete años, en el tiempo señalado del año de la remisión, en la festividad de Sukkot,
מֹשֶׁהMo-šehMoshéh
אֹתָםo-tama ellos
לֵאמֹרle-mordiciendo
מִקֵּץmi-qetzAl fin de
שֶׁבַעševasiete
שָׁנִיםša-nimaños
בְּמוֹעֵדbe-mo-eden el tiempo señalado de
שְׁנַתšenatel año de
הַשְּׁמִטָּהha-Šemiṭṭahla remisión
בְּחַגbe-ḥagen la festividad de
הַסֻּכּוֹת׃ha-Su-kkotSukkot.
בְּבוֹאBe-voCuando venganCuando venga todo Yisrael para presentarse ante el semblante de Adonái en el lugar que Él eligiera, leerás esta Torah delante de todo Yisrael, en sus oídos.
כָל־יִשְׂרָאֵלkol-Yisra’eltodo Yisrael
לֵרָאוֹתle-ra’otpara ser vistos
אֶת־פְּנֵיet-peneiante el semblante de
ה’AdonáiAdonái
בַּמָּקוֹםba-maqomen el lugar
אֲשֶׁרa-šerque
יִבְחָרyiv-ḥarÉl elija
תִּקְרָאtiq-raleerás
אֶת־et-
הַתּוֹרָהha-Torahla Torah
הַזֹּאתha-zotesta
נֶגֶדne-geddelante de
כָּל־יִשְׂרָאֵלkol-Yisra’eltodo Yisrael
בְּאָזְנֵיהֶם׃be-oz-ne-hemen sus oídos.
הַקְהֵלHa-qhelReúneReúne al pueblo, los hombres, las mujeres y los niños, y tu extranjero que esté en tus puertas, para que escuchen y para que aprendan y teman a Adonái Elohím vuestro, y guarden para hacer todas las palabras de esta Torah.
אֶת־הָעָםet-ha-amal pueblo
הָאֲנָשִׁיםha-ana-šimlos hombres
וְהַנָּשִׁיםve-ha-na-šimy las mujeres
וְהַטַּףve-ha-ṭafy los niños
וְגֵרְךָve-ger-khay tu extranjero
אֲשֶׁרa-šerque
בִּשְׁעָרֶיךָbi-še-a-rey-khaen tus puertas
לְמַעַןle-ma-anpara que
יִשְׁמְעוּyiš-me-uescuchen
וּלְמַעַןu-le-ma-any para que
יִלְמְדוּyil-me-duaprendan
וְיָרְאוּve-ya-re’uy teman
אֶת־ה’et-Adonáia Adonái
אֱלֹהֵיכֶםElo-hey-khemvuestro Elohím
וְשָׁמְרוּve-ša-me-ruy guarden
לַעֲשׂוֹתla-a-śotpara hacer
אֶת־כָּל־et-kol-todas las
דִּבְרֵיdiv-reipalabras de
הַתּוֹרָהha-Torahla Torah
הַזֹּאת׃ha-zotesta.
וּבְנֵיהֶםU-ve-nei-hemY sus hijosY sus hijos que no conocieron, escucharán y aprenderán a temer a Adonái Elohím vuestro todos los días que vosotros viváis sobre la tierra a la cual vosotros cruzáis el Yardén para poseerla.
אֲשֶׁרa-šerque
לֹא־יָדְעוּlo-ya-de-uno conocieron
יִשְׁמְעוּyiš-me-uescucharán
וְלָמְדוּve-la-me-duy aprenderán
לְיִרְאָהle-yir-aha temer
אֶת־ה’et-Adonáia Adonái
אֱלֹהֵיכֶםElo-hey-khemvuestro Elohím
כָּל־הַיָּמִיםkol-ha-ya-mimtodos los días
אֲשֶׁרa-šerque
אַתֶּםa-temvosotros
חַיִּיםḥa-yimvivís
עַל־הָאֲדָמָהal-ha-a-da-mahsobre la tierra
אֲשֶׁרa-šera la cual
אַתֶּםa-temvosotros
עֹבְרִיםov-rimcruzáis
אֶת־הַיַּרְדֵּןet-ha-Yardenel Yardén
שָׁמָּהša-mmahallí
לְרִשְׁתָּהּ׃le-riš-tahpara poseerla.
Texto Arameo OriginalFonética Siríaca OrientalTraducción Palabra por Palabra
—————-—————-—————-
ܟܽܠܗܽܘܢKulhonTodos
ܓܶܝܪgeirporque
ܐ̱ܢܳܫܳܐenošalos hombres
ܗܳܠܶܝܢhollenestos
ܕܫܳܡܥܺܝܢdešominque oyen
ܡܶܠܰܝmelaiMis palabras
ܗܳܠܶܝܢhollenestas
ܕܺܝܠܝdiliMías
ܘܥܳܒܕܺܝܢw’oviny las hacen
ܐܶܢܽܘܢenonellas
ܐܶܕܰܡܶܐܝܘܗܝed’emeiyuhÉl se parecerá
ܠܓܰܒܪܳܐleğabroa un hombre
ܚܰܟܺܝܡܳܐḥakimosabio
ܕܰܒܢܳܐdabnoque construyó
ܒܰܝܬܶܗbait-ehsu casa
ܥܰܠalsobre
ܫܽܘܥܳܐ܂šu’o.una roca.
ܘܢܶܚܬܰܬw’neḥtatY bajó
ܡܶܫܬܳܐmeštola lluvia
ܘܶܐܬܰܘw’etay vinieron
ܢܰܗܪ̈ܰܘܳܬܳܐnahrawotolos ríos
ܘܰܢܫܰܒܶܬwanšabety soplaron
ܪܽܘܚܶܐruḥelos vientos
ܘܰܐܬܺܝܬwa’aṭity golpearon
ܒܶܗbehen ella
ܒܒܰܝܬܳܐba-baytoen la casa
ܗܰܘhawaquella
ܘܠܳܐw’loy no
ܢܦܰܠnpalcayó
ܓܶܝܪgeirporque
ܫܽܘܥܬܳܐšu’tola roca
ܫܺܝܬܶܝܗ̇šiteihera su fundamento.
ܟܽܠܗܽܘܢKulhonTodos
ܕܶܝܢdenpero
ܐ̱ܢܳܫܳܐenošalos hombres
ܗܳܠܶܝܢhollenestos
ܕܫܳܡܥܺܝܢdešominque oyen
ܡܶܠܰܝmelaiMis palabras
ܗܳܠܶܝܢhollenestas
ܕܺܝܠܝdiliMías
ܘܠܳܐw’loy no
ܥܳܒܕܺܝܢovinlas hacen
ܐܶܢܽܘܢenonellas
ܐܶܕܰܡܶܐܝܘܗܝed’emeiyuhÉl se parecerá
ܠܓܰܒܪܳܐleğabroa un hombre
ܚܰܣܺܝܪܳܐḥasiroinsensato
ܕܰܒܢܳܐdabnoque construyó
ܒܰܝܬܶܗbait-ehsu casa
ܥܰܠalsobre
ܚܰܠܳܐ܂ḥalo.arena.
ܘܢܶܚܬܰܬw’neḥtatY bajó
ܡܶܫܬܳܐmeštola lluvia
ܘܶܐܬܰܘw’etay vinieron
ܢܰܗܪ̈ܰܘܳܬܳܐnahrawotolos ríos
ܘܰܢܫܰܒܶܬwanšabety soplaron
ܪܽܘܚܶܐruḥelos vientos
ܘܰܐܬܺܝܬwa’aṭity golpearon
ܒܒܰܝܬܳܐba-baytoen la casa
ܗܰܘhawaquella
ܘܢܦܰܠw’npaly cayó
ܘܰܗܘܳܐwa’hwoy fue
ܡܰܦܽܘܠܬܶܗmafoultehsu caída
ܪܰܒܬܳܐ܂rabto.grande.

Análisis: El pasaje de la Aliyá 7 de Nitzavim subraya la imperatividad de la instrucción colectiva de la Torah, un mandamiento para que todo el pueblo, sin excepción, “escuchen (יִשְׁמְעוּ) y aprendan (וּלְמַעַן יִלְמְדוּ) y teman (וְיָרְאוּ) a Adonái Elohím vuestro y guarden para hacer (וְשָׁמְרוּ לַעֲשׂוֹת) todas las palabras de esta Torah.” Maran Yeshúa, en el pasaje de Matityahu 7:24-27 de la Brit Hadasháh, ecoa y amplifica este principio fundamental de la fe del Reino de los Cielos. Él enseña que la verdadera sabiduría reside no solo en escuchar Sus palabras —que son la Torah viviente— sino en “hacerlas”.

La Aliyá describe el ritual de Hakhel, donde la nación se reúne para reafirmar su compromiso con la Torah. Yeshúa, en el Monte de las Bendiciones, actúa como el Gran Maestro, congregando a sus discípulos y a las multitudes para impartirles la Torah del Reino de Elohím. Su enseñanza del “sabio constructor” y del “insensato constructor” es una parábola poderosa que ilustra la diferencia entre el mero oír y la obediencia práctica. El que escucha y obedece, según Yeshúa HaMashíaj, construye su vida sobre un fundamento sólido, capaz de resistir las tormentas. Esta es la esencia de lo que significa “temer a Adonái y guardar para hacer todas Sus palabras”.

En el contexto del Reino de Yeshúa HaMashíaj, la Torah no es abolida, sino internalizada y elevada. Yeshúa mismo declara: “No penséis que he venido a abolir la Torah o los Nevi’im; no he venido a abolir, sino a cumplir” (Matityahu 5:17). Su vida y Sus enseñanzas son la perfecta expresión de la Torah de Adonái. Así como el Hakhel tenía como objetivo inculcar la Torah en el corazón de cada Yisraelita, Yeshúa busca grabar la Torah en los corazones de Sus discípulos a través del Ruaj HaKodesh, llevando el “Shemá” a una nueva profundidad de obediencia radical.

Textos apócrifos y pseudepigráficos como el Libro de Jubileos y los Salmos de Salomón a menudo enfatizan la importancia de la observancia de la Torah y la venida de un Mesías que restauraría la justicia y la enseñanza correcta. El Libro de Jubileos, por ejemplo, presenta la Torah como eterna y fundamental para el pacto de Elohím. Los Salmos de Salomón expresan la esperanza de un hijo de David que “limpiará a Yerushalayim de las naciones que la pisotean” y “juzgará a los pueblos y a las naciones en la sabiduría de su justicia” (Salmos de Salomón 17:28-29, 32), lo que implica una restauración del orden divino basado en la Torah, algo que Yeshúa HaMashíaj viene a establecer en el Reino de los Cielos. Mar Yeshúa no solo enseña la Torah, sino que la encarna, ofreciendo el modelo definitivo de cómo vivir una vida de “escuchar y hacer” la voluntad de Adonái.

4. Contexto Histórico

El pasaje de Deuteronomio 31:9-13 se sitúa en los últimos días de Moshéh, poco antes de que el pueblo de Yisrael cruce el Yardén para entrar en la Tierra Prometida. Moshéh, consciente de su inminente partida y de la tarea de transferencia de liderazgo a Yehoshúa, está concluyendo su discurso final, revisando la Torah y reafirmando el pacto de Adonái con Su pueblo en las llanuras de Mo’av.

El acto de escribir la Torah y entregarla a los Kohanim y a los ancianos de Yisrael (31:9) subraya la autoridad y la santidad del texto, así como la responsabilidad de estos líderes de preservar y enseñar la ley divina. Los Kohanim, específicamente aquellos que portan el Arca del Pacto, eran los guardianes rituales y los instructores de la Torah (Malají 2:7). Los ancianos representaban la autoridad civil y judicial. Esta acción de Moshéh es un traspaso vital de la herencia espiritual y legal de Yisrael.

La instrucción del Hakhel (הַקְהֵל), la asamblea solemne para leer la Torah, se establece en 31:10-13. Este evento debía ocurrir cada siete años, en la festividad de Sukkot, al final del año de la Šemiṭṭah (remisión o año sabático). El año de la Šemiṭṭah era un tiempo de descanso para la tierra y de cancelación de deudas, un recordatorio del señorío de Adonái sobre la tierra y la economía. La celebración del Hakhel en Sukkot (Fiesta de las Cabañas), una festividad que conmemora la dependencia de Yisrael en Adonái durante su peregrinación por el desierto, y que también marcaba la cosecha final del año, simbolizaba la renovación espiritual y el agradecimiento.

El propósito explícito del Hakhel era asegurar que toda la comunidad, desde los hombres hasta las mujeres, los niños e incluso los gerim (extranjeros) residentes, escucharan la lectura de la Torah. Esto garantizaba la alfabetización legal y moral de la nación y la transmisión intergeneracional de los mandamientos. Era una medida para evitar el olvido y la apostasía, fomentando un temor reverencial a Adonái y la diligencia en la observancia de Sus mandamientos. Históricamente, hay evidencias de que los reyes de Yehudá, como Yoshiyahu (2 Crónicas 34:29-30), llevaron a cabo renovaciones del pacto que podrían haber sido inspiradas por el espíritu de Hakhel, reuniendo al pueblo para escuchar la lectura de la Torah. Las fuentes arqueológicas, como inscripciones y restos de sinagogas antiguas, aunque posteriores, demuestran la centralidad de la lectura pública de la Torah en la vida judía. Este pasaje, por lo tanto, establece un precedente fundamental para la educación y la devoción comunal a la Palabra de Elohím, preparando a Yisrael para su vida en la tierra como un pueblo del pacto.

5. Comentarios Proféticos

El mandamiento del Hakhel en esta Aliyá de Nitzavim es profundamente profético y resuena con la venida del Reino de Yeshúa HaMashíaj. Moshéh, al instituir la lectura pública y universal de la Torah, estaba sembrando una semilla para un tiempo futuro en el que el conocimiento de Adonái no sería exclusivo de unos pocos, sino accesible a todos.

El pasaje subraya la importancia de que “todos” – hombres, mujeres, niños y extranjeros – escuchen y aprendan la Torah. Esto prefigura el Reino de los Cielos, donde la barrera entre Yisrael y las naciones es derribada, y la invitación a la Torah de Adonái se extiende a “todo el que quiera” (Yesha’yahu 56:7, Yesha’yahu 60:3). Yeshúa HaMashíaj es el cumplimiento de este anhelo profético. Él es la Torah encarnada (Yojanán 1:1, 14), la Palabra viviente de Adonái que ha venido para enseñar y revelar plenamente la voluntad del Padre. Su ministerio estuvo marcado por la enseñanza pública y la exhortación a “oír y hacer” la palabra de Elohím.

La profecía de Yirmeyahu (Jeremías) 31:31-34 habla de un nuevo pacto en el cual la Torah de Adonái sería escrita no en tablas de piedra, sino en los corazones de Su pueblo. “Ya no tendrá cada cual que enseñar a su prójimo, ni cada cual a su hermano, diciendo: ‘Conoced a Adonái’, porque todos me conocerán, desde el más pequeño hasta el más grande de ellos, dice Adonái.” Este es el cumplimiento final del espíritu de Hakhel, donde el Ruaj HaKodesh de Yeshúa HaMashíaj capacita a cada creyente para comprender y obedecer la Torah desde un lugar de íntima relación.

En la era actual, en el Reino de Yeshúa HaMashíaj, la relevancia de esta Aliyá es inmensa. Los discípulos de Yeshúa son llamados a ser una luz para las naciones, no solo por su testimonio, sino por la proclamación y la vivencia de la Torah revelada en Mashíaj. El estudio de la Torah, ahora iluminado por la revelación de Yeshúa, es esencial para el crecimiento espiritual. La “ley del Shemá Yisrael” no es solo un recordatorio de la unidad de Adonái, sino un llamado a escuchar, aprender y actuar sobre Su palabra con todo nuestro ser.

Proféticamente, el Hakhel nos apunta hacia el gran Hakhel final, cuando Yeshúa HaMashíaj regrese y establezca Su Reino de forma visible y total en la tierra. Entonces, todo ser humano tendrá la oportunidad de escuchar y responder a la Torah de Adonái, y Su justicia y conocimiento llenarán la tierra como las aguas cubren el mar (Yesha’yahu 11:9). Las naciones subirán a Har Tziyon para aprender de Su Torah (Yesha’yahu 2:3), un Hakhel universal bajo el gobierno del Melej HaMashíaj.

6. Análisis Profundo

El pasaje de Deuteronomio 31:9-13 es una piedra angular en la pedagogía divina y la preservación de la identidad de Yisrael como el pueblo del pacto. Analicemos algunas palabras clave y conceptos teológicos.

1. וַיִּכְתֹּב מֹשֶׁה אֶת־הַתּוֹרָה הַזֹּאת – Va-yi-khtov Mo-šeh et-ha-Torah ha-zot (Deut. 31:9): Moshéh, el más grande de los Nevi’im, escribe la Torah. La palabra תּוֹרָה (Torah)Torah – se traduce comúnmente como “ley”, pero su significado primario es “instrucción” o “enseñanza”. Moshéh no está entregando un mero código legal, sino el plan de vida y la instrucción divina para el pueblo de Adonái. La escritura asegura su permanencia y autoridad inalterable. El Midrash enfatiza que Moshéh escribió trece rollos de Torah, uno para cada tribu y uno extra para ser guardado en el Arca, sirviendo como testimonio.

2. הַקְהֵל אֶת־הָעָם – Ha-qhel et-ha-am (Deut. 31:12): El mandamiento central es “reúne al pueblo”, de la raíz ק־ה־ל (q-h-l)q-h-l – que significa “congregar” o “reunir”. De aquí viene la palabra קָהָל (Qahal)Qahal – que significa “asamblea” o “congregación”. El evento del Hakhel no era una lectura casual, sino una congregación formal y obligatoria. La implicación es que la instrucción de la Torah es un asunto comunitario y vital para la cohesión del pueblo. El Targum Onqelos traduce Hakhel como כְּנוֹש כוֹנָש (kenoš konaš), “reunir y congregar”.

3. לְמַעַן יִשְׁמְעוּ וּלְמַעַן יִלְמְדוּ וְיָרְאוּ אֶת־ה’ אֱלֹהֵיכֶם וְשָׁמְרוּ לַעֲשׂוֹת אֶת־כָּל־דִּבְרֵי הַתּוֹרָה הַזֹּאת – le-ma-an yiš-me-u u-le-ma-an yil-me-du ve-ya-re’u et-Adonái Elo-hey-khem ve-ša-me-ru la-a-śot et-kol-div-rei ha-Torah ha-zot (Deut. 31:12): Esta secuencia de verbos es clave para la pedagogía de Adonái:

* יִשְׁמְעוּ (yišme’u) – “escuchen”: Este es el acto fundamental del Shemá Yisrael. No es solo oír físicamente, sino escuchar con atención y obediencia.

* יִלְמְדוּ (yilmedu) – “aprendan”: Implica un proceso activo de estudio y comprensión, no solo una recepción pasiva.

* וְיָרְאוּ (ve-yar’u) – “y teman”: El temor a Adonái no es miedo servil, sino reverencia, respeto y asombro por Su majestad y santidad, lo que lleva a la obediencia. El Midrash Sifrei Devarim 31:12 enseña que el temor es la puerta de entrada a la sabiduría.

* וְשָׁמְרוּ לַעֲשׂוֹת (ve-šameru la’aśot) – “y guarden para hacer”: La culminación del proceso. La verdadera comprensión de la Torah se manifiesta en la acción y la observancia de los mandamientos.

4. וּבְנֵיהֶם אֲשֶׁר לֹא־יָדְעוּ יִשְׁמְעוּ וְלָמְדוּ לְיִרְאָה אֶת־ה’ אֱלֹהֵיכֶם – U-ve-nei-hem a-šer lo-ya-de-u yiš-me-u ve-la-me-du le-yir-ah et-Adonái Elo-hey-khem (Deut. 31:13): La inclusión de “sus hijos que no conocieron” subraya la importancia de la transmisión intergeneracional. Cada nueva generación debe ser instruida en la Torah desde una edad temprana. Esto asegura la continuidad del pacto y previene la asimilación o el olvido. Targum Yonatan, al explicar este verso, añade que incluso aquellos que no tenían la edad suficiente para entender completamente, debían estar presentes para que el Ruaj de santidad pudiera posarse sobre ellos. Este es el fundamento de la educación del Reino de los Cielos, donde la fe se nutre de la Palabra de Adonái a través de las generaciones.

En resumen, el pasaje revela una teología profunda sobre la autoridad divina de la Torah, la necesidad de su proclamación pública, la obligación de cada individuo de escuchar, aprender, temer y obedecer, y la responsabilidad de transmitir esta herencia sagrada a las futuras generaciones. Es el modelo pedagógico para que el pueblo de Adonái viva en rectitud y fidelidad en la tierra que les ha sido prometida.

7. Tema Relevante

El tema central y más relevante de esta Aliyá es la imperatividad y el carácter intergeneracional de la enseñanza y observancia de la Torah para la preservación del pacto y la vida en el Reino de los Cielos.

Este pasaje establece el mandato del Hakhel, la asamblea solemne para la lectura de la Torah. Moshéh no solo entrega la Torah escrita, sino que también instituye un mecanismo periódico para que esta sea escuchada y aprehendida por toda la comunidad. La instrucción es categórica: hombres, mujeres, niños y extranjeros deben estar presentes. El propósito es triple: escuchar (יִשְׁמְעוּ), aprender (יִלְמְדוּ) y temer a Adonái (וְיָרְאוּ), lo cual culmina en la observancia de Sus mandamientos (וְשָׁמְרוּ לַעֲשׂוֹת).

La inclusión de los niños y de aquellos “que no conocieron” (31:13) es crucial. Adonái no solo se preocupa por la generación presente, sino por el futuro de Su pacto. La fe no es una herencia biológica, sino una elección que debe ser nutrida y enseñada activamente a cada nueva generación. El Midrashim sobre el Hakhel a menudo destaca que incluso los infantes eran traídos para que el mérito de sus padres se acumulara y para que sus pequeñas almas pudieran absorber la santidad del momento, sentando una base espiritual para su futuro.

Para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos, este principio es de suma importancia. Yeshúa HaMashíaj no solo enseñó la Torah, sino que la vivió y nos mandó a vivirla. Su mandato de “id y haced discípulos de todas las naciones, enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado” (Matityahu 28:19-20) es una extensión global del principio del Hakhel. El Reino de Elohím se expande a través de la enseñanza fiel de la Palabra de Adonái y la formación de discípulos que no solo escuchan, sino que también aprenden, temen a Elohím y obedecen Sus mandamientos.

La vida de un discípulo de Mashíaj implica una dedicación continua al estudio de las Escrituras, comprendiendo que estas revelan la persona y el plan de Adonái, culminando en Yeshúa HaMashíaj. La transmisión de esta fe a la siguiente generación, a través de la educación en el hogar y en la comunidad, es esencial para mantener viva la lámpara del Reino. Así como Yisrael debía recordar constantemente su pacto para evitar el olvido y la idolatría en la Tierra Prometida, los discípulos de Yeshúa deben sumergirse continuamente en la Torah para vivir de acuerdo con los principios del Reino y no ser arrastrados por los caminos del mundo. La instrucción divina y su fiel observancia son la base para una vida de justicia y bendición en el Reino de los Cielos.

8. Descubriendo a Mashíaj

El pasaje de Deuteronomio 31:9-13, que instituye la lectura pública y comunal de la Torah a través del Hakhel, revela aspectos profundos de la vida, obra y persona de Yeshúa HaMashíaj.

1. Yeshúa como la Torah Viviente: La Aliyá comienza con Moshéh escribiendo la Torah y entregándola. Yeshúa HaMashíaj es la encarnación de la Torah, la Palabra de Adonái que se hizo carne (Yojanán 1:1, 14). Él no solo enseñó la Torah, sino que la vivió perfectamente, siendo la expresión suprema de la voluntad divina. En Él, la Torah cobra vida y se manifiesta en su plenitud. Cuando se leía la Torah en el Hakhel, era una sombra de la perfecta revelación que vendría en Mashíaj.

2. El Gran Maestro del Reino de los Cielos: El propósito del Hakhel era que el pueblo “escuchara y aprendiera” la Torah. Yeshúa se presenta como el Maestro por excelencia. Su ministerio estuvo centrado en la enseñanza (Matityahu 5-7, la enseñanza del monte; Luqa 4:15-21, leyendo de Yesha’yahu en la sinagoga). Él es el que no solo lee la Torah, sino que la explica con autoridad divina, revelando su significado más profundo y estableciendo los principios del Reino de los Cielos. El Salmo 2 de Salomón (un texto pseudepigráfico) habla de la “justicia del Mashíaj” y cómo él “enseñará a todos los hombres” de la ley de Adonái.

3. La Inclusión Universal: La Torah mandaba que “hombres, mujeres, niños y tu extranjero” participaran en el Hakhel. Esta inclusión prefigura la obra de Yeshúa HaMashíaj, quien rompe las barreras y extiende la invitación al Reino de Elohím a todos, sin distinción de género, edad o etnia. En Mashíaj, no hay “judío ni griego, esclavo ni libre, hombre ni mujer” (Galatyim 3:28) en cuanto a su acceso a la salvación y al conocimiento de Adonái. La venida del Ruaj HaKodesh en Shavuot (Hechos 2) permite que personas de todas las naciones escuchen las maravillas de Adonái en sus propios idiomas, un Hakhel global de la palabra de Mashíaj.

4. El Cumplimiento de la Obsesión por el Conocimiento: El pasaje enfatiza que el propósito es “para que aprendan y teman a Adonái Elohím vuestro y guarden para hacer todas las palabras de esta Torah.” Yeshúa HaMashíaj es el medio por el cual este temor reverencial y esta obediencia son posibles, no por la ley externa, sino por la renovación interna a través del Ruaj HaKodesh. Él es el que hace posible el nuevo pacto donde la Torah está escrita en el corazón (Yirmeyahu 31:33), permitiendo una obediencia genuina y motivada por el amor. El Libro de Enoc (un texto apócrifo) también habla del juicio y la sabiduría que vendrán con la venida del Justo, que es una figura mesiánica, implicando un tiempo de mayor conocimiento y justicia.

5. La Transmisión Generacional de la Fe del Reino: El verso 13, que los hijos “que no conocieron escucharán y aprenderán”, subraya la importancia de la continuidad de la fe. Yeshúa HaMashíaj estableció un legado de discipulado que se extiende a través de las generaciones, donde los creyentes son llamados a enseñar a otros (Matityahu 28:19-20), asegurando que el conocimiento de Su nombre y de Sus mandamientos se transmita hasta Su retorno en el Reino de los Cielos.

En definitiva, el Hakhel y sus principios de enseñanza pública y obediencia comunitaria son una sombra profética de la obra de Yeshúa HaMashíaj como la Torah encarnada, el Maestro divino que reúne a Su pueblo de todas las naciones para enseñarles los caminos del Reino de Elohím, capacitándolos por Su Ruaj para vivir en obediencia amorosa.

9. Midrashim y Targumim

El pasaje de Deuteronomio 31:9-13 es rico en significado y ha sido extensamente comentado en la tradición rabínica a través de los Midrashim y Targumim.

1. Deuteronomio 31:9 – La Escritura y Entrega de la Torah:

* Midrash (Sifrei Devarim 31:9): El Midrash enfatiza la minuciosidad de Moshéh al escribir la Torah. Según una tradición, Moshéh escribió trece rollos de Torah: doce para cada una de las doce tribus, y un decimotercero para ser colocado en el Arca del Pacto. Este rollo en el Arca serviría como un testigo contra cualquier alteración o falsificación de la Torah. Esto subraya la inmutable autoridad y la preservación divina de la Palabra de Adonái. La entrega a los Kohanim (sacerdotes) y a los ancianos (Ziqnei Yisrael) destaca su rol como custodios y maestros de la Torah. Los Kohanim, al ser los que “portan el Arca del Pacto de Adonái”, eran los responsables de salvaguardar el objeto más sagrado del pacto.

* Targum Onqelos (Deuteronomio 31:9): Simplemente parafrasea el texto, enfatizando que Moshéh escribió “esta Torah” y la entregó a los Kohanim, hijos de Leví, y a los ancianos, confirmando la autoridad de Moshéh y el rol de los líderes en la recepción de la Ley.

2. Deuteronomio 31:10-11 – El Mandato del Hakhel:

Midrash (Devarim Rabbah 8:4): Este Midrash elabora sobre el propósito del Hakhel (la asamblea). Dice: “¿Por qué el rey lee [la Torah]? Para que el pueblo lo vea y escuche sus palabras, y para que el temor al Reino de los Cielos caiga sobre ellos”. El Midrash destaca que el Hakhel* no era solo una lectura, sino una experiencia inmersiva diseñada para inculcar temor y reverencia por Adonái. También se discute la elección de Sukkot y el año de la Šemiṭṭah: Sukkot como la fiesta de la recolección, un tiempo de alegría y agradecimiento por las bendiciones materiales, se convierte en un tiempo de recolección espiritual a través de la Torah. La Šemiṭṭah enfatiza la dependencia de Adonái y la importancia de la justicia social, preparando los corazones para la instrucción.

Targum Yonatan (Deuteronomio 31:11): Este Targum es a menudo más expansivo que Onqelos. Aquí podría añadir glosas que expliquen que la lectura de la Torah por el rey (que es quien realiza la lectura en el Hakhel*, Mishná Soṭah 7:8) era para inspirar al pueblo a la obediencia y para recordarles el pacto eterno. El énfasis en “el lugar que Él elegirá” apunta a Yerushalayim y el Beit HaMiqdaš (Templo), como el centro de la presencia divina y la enseñanza.

3. Deuteronomio 31:12-13 – El Público y Propósito del Hakhel:

Midrash (Sifrei Devarim 31:12): Este es uno de los puntos más ricos de interpretación. El Midrash pregunta: ¿Por qué traer a los niños pequeños, que no pueden entender? Y responde: “Para traer una recompensa a quienes los traen, y para que aquellos que aún no tienen habla se llenen del temor de Adonái”. Es una inversión en el futuro, una siembra espiritual desde la primera infancia. Incluso las mujeres, aunque no siempre obligadas a todos los mandamientos positivos de tiempo limitado, están obligadas a escuchar la Torah para entender su fe y cumplir los mandamientos que sí les aplican. La inclusión del ger* (extranjero) subraya la universalidad del pacto de Adonái y la invitación a todos los que deseen unirse al pueblo de Adonái.

* Targum Onqelos (Deuteronomio 31:12-13): Traduce fielmente, pero su fuerza radica en su autoridad canónica en el estudio de la Torah. Confirma que la meta es que “escuchen y aprendan” y “teman a Adonái” y “guarden para hacer”. El Targum subraya la conexión directa entre el escuchar, el aprender y la acción.

* Midrash (Devarim Rabbah 8:4, cont.): Continúa explicando que la lectura del rey debía ser audible para toda la asamblea, y que el rey, incluso David HaMelej o Shelomó HaMelej, se consideraba un siervo de la Torah. Esto establece un precedente para que ni siquiera los líderes más grandes se consideren por encima de la ley de Adonái.

En síntesis, los Midrashim y Targumim no solo aclaran el significado literal del pasaje, sino que también expanden sus implicaciones éticas y espirituales, enfatizando la centralidad de la Torah, la responsabilidad de la enseñanza intergeneracional, la universalidad de la invitación y la importancia del temor reverencial a Adonái como base para la obediencia en el Reino de Elohím.

10. Mandamientos

De esta Aliyá, se pueden extraer varios mandamientos (mitzvot) o principios de vida fundamentales, aplicables para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos:

1. El Mandamiento de Estudiar y Enseñar la Torah (la Palabra de Adonái): Moshéh escribe y entrega la Torah, y Adonái manda que sea leída públicamente cada siete años. Esto establece un principio continuo de la necesidad de inmersión en la Palabra de Adonái. Para los discípulos de Yeshúa HaMashíaj, esto significa una dedicación constante al estudio de la Torah, Nevi’im y Ketuvim, así como las enseñanzas de Mashíaj en la Brit Hadasháh. No es solo un acto personal, sino una responsabilidad comunitaria de enseñar y proclamar la verdad.

2. El Mandamiento de Escuchar y Aprender Activamente (Shemá e Hilmad): El texto dice “para que escuchen y para que aprendan”. Esto va más allá de un mero oído pasivo; implica prestar atención, meditar y esforzarse por comprender la voluntad de Adonái. En el Reino de los Cielos, los discípulos son llamados a escuchar la voz de su Sheperd, Yeshúa HaMashíaj, y a aprender Sus caminos con diligencia, permitiendo que la Palabra de Adonái moldee su mente y corazón.

3. El Mandamiento de Temer a Adonái: “Y teman a Adonái Elohím vuestro”. Este temor no es miedo, sino reverencia profunda, asombro y respeto por la santidad y majestad de Adonái. Es el reconocimiento de Su soberanía y la sumisión a Su voluntad. Para los discípulos de Mashíaj, este temor es el principio de la sabiduría y el fundamento de una relación correcta con el Padre a través de Yeshúa.

4. El Mandamiento de Guardar y Hacer (Shamor Ve’Asah): La culminación de escuchar, aprender y temer es “y guarden para hacer todas las palabras de esta Torah”. El conocimiento sin acción es estéril. Los discípulos de Yeshúa son llamados a ser hacedores de la Palabra, no solo oidores (Yaakov 1:22). La vida de obediencia es el testimonio del Reino y la demostración de la verdadera fe.

5. El Mandamiento de la Educación Intergeneracional: “Y sus hijos que no conocieron escucharán y aprenderán”. Existe una responsabilidad clara de transmitir la fe y las enseñanzas de Adonái a las futuras generaciones. Los padres y la comunidad del Reino de los Cielos deben inculcar los valores y la Torah de Adonái en sus hijos desde una edad temprana, asegurando que la verdad de Yeshúa HaMashíaj y el Reino continúe floreciendo a través del tiempo.

6. El Mandamiento de Inclusión: La instrucción de incluir a “hombres, mujeres y el extranjero” demuestra el corazón de Adonái por todos. En el Reino de Yeshúa HaMashíaj, este principio se amplifica. La comunidad de discípulos debe ser inclusiva, dando la bienvenida y enseñando a todos los que buscan a Adonái, sin importar su origen, rompiendo barreras culturales y sociales.

Estos mandamientos son pilares para la construcción de una vida y una comunidad que reflejen la justicia, el amor y la verdad del Reino de Yeshúa HaMashíaj.

11. Preguntas de Reflexión

1. Considerando el mandato del Hakhel de que “hombres, mujeres y niños” debían escuchar la Torah, ¿cómo podemos, como discípulos de Yeshúa HaMashíaj en el Reino de los Cielos, fomentar una participación más inclusiva y activa de todas las generaciones en el estudio y la aplicación de la Palabra de Adonái en nuestras comunidades hoy?

2. La Aliyá enfatiza la secuencia “escuchar, aprender, temer a Adonái y guardar para hacer”. Reflexionando sobre tu propia vida como discípulo, ¿en qué punto de esta secuencia encuentras mayores desafíos o dónde necesitas profundizar más para vivir plenamente la Torah del Reino de Yeshúa HaMashíaj?

3. El pasaje habla de la transmisión de la Torah a “sus hijos que no conocieron”. ¿Qué pasos concretos puedes tomar esta semana para sembrar la semilla de la Torah de Adonái y la verdad de Yeshúa HaMashíaj en la próxima generación, ya sea en tu familia, tu comunidad o aquellos que aún no conocen el Reino?

12. Resumen

Esta Aliyá de Parashá Nitzavim, Deuteronomio 31:9-13, establece el mandamiento del Hakhel, una asamblea solemne para la lectura de la Torah cada siete años. Este evento, presidido por los Kohanim y ancianos, con la participación de hombres, mujeres, niños y extranjeros, tenía como propósito fundamental asegurar que todo Yisrael escuchara, aprendiera, temiera a Adonái y obedeciera Su Torah. Este pasaje subraya la imperatividad de la instrucción divina, la transmisión intergeneracional de la fe y la inclusión de toda la comunidad en el pacto con Adonái. Para el Reino de los Cielos, el Hakhel prefigura a Yeshúa HaMashíaj como la Torah viviente, el Gran Maestro que invita a todos a escuchar Sus palabras, aprender Sus caminos y vivir en obediencia amorosa a la voluntad de Elohím, asegurando la continuidad de Su Reino en cada generación.

13. Tefiláh (Oración)

Padre celestial, Adonái Elohím nuestro, te agradecemos por Tu inmutable Torah, tu instrucción de vida que nos has entregado a través de Moshéh y que cobra vida plenamente en Yeshúa HaMashíaj. Conforme al espíritu del Hakhel, te pedimos que Tu Ruaj HaKodesh nos capacite a todos los que somos parte del Reino de Yeshúa HaMashíaj, para que escuchemos atentamente, aprendamos diligentemente, te temamos con reverencia profunda y guardemos para hacer todas las palabras de Tu bendita Torah, transmitiendo fielmente Tu verdad a nuestros hijos y a las naciones, para la gloria de Tu nombre y el avance de Tu Reino. Amén.

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Parashá 51 Nitzavim (נצבים) – Aliyah 6

Aliyáh 6: (Deuteronomio 30:15-20) Moshé presenta la elección entre la vida y la muerte, el bien y el mal.
Haftaráh: Isaías 55:6-13 (El llamado a elegir la vida y la obediencia a Elohím).
Brit Hadasháh: Juan 14:6 (Yeshúa como el camino, la verdad y la vida).

Tema: Moshéh se despide del pueblo

1. Texto Hebreo Interlineal

Pasaje: Deuteronomio 31:1-31:8

Texto Hebreo OriginalFonética TiberianaTraducción Palabra por PalabraTraducción Literal del Verso
—————–—————–—————–—————–
וַיֵּלֶךְVa-ye-lekhY fue וַיֵּלֶךְ – Va-ye-lekhY fue Moshéh y habló estas palabras a todo Yisra’el.
מֹשֶׁהMo-šehMoshéh מֹשֶׁה – Mo-šeh
וַיְדַבֵּרVa-ye-da-bery habló וַיְדַבֵּר – Va-ye-da-ber
אֶת־הַדְּבָרִיםEt-ha-de-va-rimlas palabras אֶת־הַדְּבָרִים – Et-ha-de-va-rim
הָאֵלֶּהHa-e-lehestas הָאֵלֶּה – Ha-e-leh
אֶל־כָּל־יִשְׂרָאֵלEl-kol-Yis-ra-ela todo Yisra’el אֶל־כָּל־יִשְׂרָאֵל – El-kol-Yis-ra-el
31:2
וַיֹּאמֶרVa-yo-merY dijo וַיֹּאמֶר – Va-yo-merY les dijo: “Ciento veinte años tengo hoy; no puedo ya salir ni entrar, y Adonái me ha dicho: ‘No cruzarás este Yardén'”.
אֲלֵהֶםA-le-hema ellos אֲלֵהֶם – A-le-hem
בֶּן־מֵאָהBen-me-ahijo de cien בֶּן־מֵאָה – Ben-me-a
וְעֶשְׂרִיםVe-es-rimy veinte וְעֶשְׂרִים – Ve-es-rim
שָׁנָהŠa-nahaños שָׁנָה – Ša-nah
אָנֹכִיA-no-khiyo אָנֹכִי – A-no-khi
הַיּוֹםHa-yomhoy הַיּוֹם – Ha-yom
לֹא־אוּכַלLo-u-khalno podré לֹא־אוּכַל – Lo-u-khal
עוֹדOdmás עוֹד – Od
לָצֵאתLa-ṣetsalir לָצֵאת – La-ṣet
וְלָבוֹאVe-la-voy entrar וְלָבוֹא – Ve-la-vo
וַיהוָהVa-Adonáiy Adonái וַיהוָה – Va-Adonái
אָמַרA-mardijo אָמַר – A-mar
אֵלַיE-laya mí אֵלַי – E-lay
לֹא תַעֲבֹרLo ta-a-vorno cruzarás לֹא תַעֲבֹר – Lo ta-a-vor
אֶת־הַיַּרְדֵּןEt-ha-yar-denel Yardén אֶת־הַיַּרְדֵּן – Et-ha-yar-den
הַזֶּהHa-zeheste הַזֶּה – Ha-zeh
31:3
יְהוָהAdonáiAdonái יְהוָה – AdonáiAdonái tu Elohím, Él pasará delante de ti; Él destruirá estas naciones de delante de ti, y las heredarás. Yehoshúa, él pasará delante de ti, como Adonái ha dicho.
אֱלֹהֶיךָElo-he-khatu Elohím אֱלֹהֶיךָ – Elo-he-kha
הוּאHuÉl הוּא – Hu
עֹבֵרO-verpasará עֹבֵר – O-ver
לְפָנֶיךָLe-fa-ne-khadelante de ti לְפָנֶיךָ – Le-fa-ne-kha
הוּאHuÉl הוּא – Hu
יַשְׁמִידYaš-middestruirá יַשְׁמִיד – Yaš-mid
אֶת־הַגּוֹיִםEt-ha-go-yima las naciones אֶת־הַגּוֹיִם – Et-ha-go-yim
הָאֵלֶּהHa-e-lehestas הָאֵלֶּה – Ha-e-leh
מִפָּנֶיךָMi-pa-ne-khade delante de ti מִפָּנֶיךָ – Mi-pa-ne-kha
וִירִשְׁתָּםVi-riš-tamy las heredarás וִירִשְׁתָּם – Vi-riš-tam
יְהוֹשֻׁעַYe-ho-šu-aYehoshúa יְהוֹשֻׁעַ – Ye-ho-šu-a
הוּאHuél הוּא – Hu
עֹבֵרO-verpasará עֹבֵר – O-ver
לְפָנֶיךָLe-fa-ne-khadelante de ti לְפָנֶיךָ – Le-fa-ne-kha
כַּאֲשֶׁרKa-a-šercomo כַּאֲשֶׁר – Ka-a-šer
דִּבֶּרDi-berhabló דִּבֶּר – Di-ber
יְהוָהAdonáiAdonái יְהוָה – Adonái
31:4
וְעָשָׂהVe-a-śaY hará וְעָשָׂה – Ve-a-śaY hará Adonái con ellos como hizo con Siḥon y con Og, reyes de los Emorim, y con su tierra, a quienes destruyó.
יְהוָהAdonáiAdonái יְהוָה – Adonái
לָהֶםLa-hema ellos לָהֶם – La-hem
כַּאֲשֶׁרKa-a-šercomo כַּאֲשֶׁר – Ka-a-šer
עָשָׂהA-śahizo עָשָׂה – A-śa
לְסִיחוֹןLe-si-ḥona Siḥon לְסִיחוֹן – Le-si-ḥon
וּלְעוֹגU-le-Ogy a Og וּלְעוֹג – U-le-Og
מַלְכֵיMal-kheireyes de מַלְכֵי – Mal-khei
הָאֱמֹרִיHa-e-mo-rilos Emorim הָאֱמֹרִי – Ha-e-mo-ri
וּלְאַרְצָםU-le-ar-ṣamy a su tierra וּלְאַרְצָם – U-le-ar-ṣam
אֲשֶׁרA-šera quienes אֲשֶׁר – A-šer
הִשְׁמִידָםHiš-mi-damdestruyó הִשְׁמִידָם – Hiš-mi-dam
31:5
וּנְתָנָםU-ne-ta-namY los entregará וּנְתָנָם – U-ne-ta-namY los entregará Adonái delante de vosotros, y haréis con ellos conforme a todo el mandamiento que os he ordenado.
יְהוָהAdonáiAdonái יְהוָה – Adonái
לִפְנֵיכֶםLif-ne-khemdelante de vosotros לִפְנֵיכֶם – Lif-ne-khem
וַעֲשִׂיתֶםVa-a-si-temy haréis וַעֲשִׂיתֶם – Va-a-si-tem
לָהֶםLa-hemcon ellos לָהֶם – La-hem
כְּכָל־הַמִּצְוָהKe-khol-ha-miṣ-vahconforme a todo el mandamiento כְּכָל־הַמִּצְוָה – Ke-khol-ha-miṣ-vah
אֲשֶׁרA-šerque אֲשֶׁר – A-šer
צִוִּיתִיṢi-vi-tiordené צִוִּיתִי – Ṣi-vi-ti
אֶתְכֶםEt-khema vosotros אֶתְכֶם – Et-khem
31:6
חִזְקוּḤiz-quFortaleceos חִזְקוּ – Ḥiz-quFortaleceos y sed valientes, no temáis ni os aterroricéis delante de ellos, porque Adonái tu Elohím, Él es el que va contigo; no te dejará ni te abandonará.
וְאִמְצוּVe-im-ṣuy sed valientes וְאִמְצוּ – Ve-im-ṣu
אַל־תִּירְאוּAl-ti-runo temáis אַל־תִּירְאוּ – Al-ti-ru
וְאַל־תַּעַרְצוּVe-al-ta-ar-ṣuni os aterroricéis וְאַל־תַּעַרְṣu – Ve-al-ta-ar-ṣu
מִפְּנֵיהֶםMi-pe-ne-hemde delante de ellos מִפְּנֵיהֶם – Mi-pe-ne-hem
כִּיKiporque כִּי – Ki
יְהוָהAdonáiAdonái יְהוָה – Adonái
אֱלֹהֶיךָElo-he-khatu Elohím אֱלֹהֶיךָ – Elo-he-kha
הוּאHuÉl הוּא – Hu
הַהֹלֵךְHa-ho-lekhel que va הַהֹלֵךְ – Ha-ho-lekh
עִמָּךְIm-makhcontigo עִמָּךְ – Im-makh
לֹאLono לֹא – Lo
יַרְפְּךָYar-pe-khate dejará יַרְפְּךָ – Yar-pe-kha
וְלֹאVe-loy no וְלֹא – Ve-lo
יַעַזְבֶךָּYa-az-ve-kate abandonará יַעַזְבֶךָּ – Ya-az-ve-ka
31:7
וַיִּקְרָאVa-yiq-raY llamó וַיִּקְרָא – Va-yiq-raY Moshéh llamó a Yehoshúa, y le dijo en presencia de todo Yisra’el: “Sé fuerte y valiente, porque tú irás con este pueblo a la tierra que HaShem juró a sus padres que les daría, y tú harás que la hereden”.
מֹשֶׁהMo-šehMoshéh מֹשֶׁה – Mo-šeh
לִיהוֹשֻׁעַLi-ho-šu-aa Yehoshúa לִיהוֹשֻׁעַ – Li-ho-šu-a
וַיֹּאמֶרVa-yo-mery le dijo וַיֹּאמֶר – Va-yo-mer
אֵלָיוE-lava él אֵלָיו – E-lav
לְעֵינֵיLe-e-nea ojos de לְעֵינֵי – Le-e-ne
כָל־יִשְׂרָאֵלKol-Yis-ra-eltodo Yisra’el כָל־יִשְׂרָאֵל – Kol-Yis-ra-el
חֲזַקḤa-zaqSé fuerte חֲזַק – Ḥa-zaq
וֶאֱמָץVe-e-maṣy sé valiente וֶאֱמָץ – Ve-e-maṣ
כִּי־אַתָּהKi-a-tahporque tú כִּי־אַתָּה – Ki-a-tah
תָּבוֹאTa-voirás תָּבוֹא – Ta-vo
אֶת־הָעָםEt-ha-amcon el pueblo אֶת־הָעָם – Et-ha-am
הַזֶּהHa-zeheste הַזֶּה – Ha-zeh
אֶל־הָאָרֶץEl-ha-a-reṣa la tierra אֶל־הָאָרֶץ – El-ha-a-reṣ
אֲשֶׁרA-šerque אֲשֶׁר – A-šer
נִשְׁבַּעNiš-bajuró נִשְׁבַּע – Niš-ba
יְהוָהAdonáiAdonái יְהוָה – Adonái
לַאֲבֹתָםLa-a-vo-tama sus padres לַאֲבֹתָם – La-a-vo-tam
לָתֵתLa-tetdar לָתֵת – La-tet
לָהֶםLa-hema ellos לָהֶם – La-hem
וְאַתָּהVe-a-tahy tú וְאַתָּה – Ve-a-tah
תַּנְחִילֶנָּהTan-ḥi-le-nahharás que la hereden תַּנְחִילֶנָּה – Tan-ḥi-le-nah
אוֹתָםO-tama ellos אוֹתָם – O-tam
31:8
וַיהוָהVa-AdonáiY Adonái וַיהוָה – Va-AdonáiY Adonái es el que va delante de ti; Él estará contigo, no te dejará ni te abandonará. No temas ni te acobardes.
הוּאHuÉl הוּא – Hu
הַהֹלֵךְHa-ho-lekhel que va הַהֹלֵךְ – Ha-ho-lekh
לְפָנֶיךָLe-fa-ne-khadelante de ti לְפָנֶיךָ – Le-fa-ne-kha
הוּאHuÉl הוּא – Hu
יִהְיֶהYih-yehestará יִהְיֶה – Yih-yeh
עִמָּךְIm-makhcontigo עִמָּךְ – Im-makh
לֹאLono לֹא – Lo
יַרְפְּךָYar-pe-khate dejará יַרְפְּךָ – Yar-pe-kha
וְלֹאVe-loy no וְלֹא – Ve-lo
יַעַזְבֶךָּYa-az-ve-kate abandonará יַעַזְבֶךָּ – Ya-az-ve-ka
לֹאLono לֹא – Lo
תִירָאTi-ratemas תִּירָא – Ti-ra
וְלֹאVe-loy no וְלֹא – Ve-lo
תֵחָתTe-ḥatte acobardes תֵחָת – Te-ḥat

2. Haftaráh

Pasaje: Yesha’yahu 60:1-22

Análisis: La Haftaráh de Yesha’yahu 60:1-22, leída tradicionalmente con Parashá Nitzavim o Nitzavim-Vayelekh, es una poderosa visión profética de la futura gloria de Tziyon y la restauración de Yisra’el. El pasaje comienza con la exclamación “Levántate, resplandece, porque ha venido tu luz, y la gloria de HaShem ha amanecido sobre ti” (Yesha’yahu 60:1). Esto contrasta con el momento de Moshéh en Nitzavim, donde el pueblo se encuentra en el umbral de la tierra, enfrentando desafíos inminentes, pero con la promesa de la presencia de Elohím.

La conexión con Aliyá 6 de Nitzavim es profunda. Mientras Moshéh se despide, el pueblo se prepara para una nueva etapa bajo un nuevo liderazgo (Yehoshúa) y la inminente conquista de Kena’an. Esta transición está llena de incertidumbre y la necesidad de ḥazaq ve’emaṣ (fuerza y valentía). La Haftaráh, por su parte, proyecta una visión escatológica donde, a pesar de las oscuridades del exilio y la dispersión, la luz de HaShem finalmente resplandecerá sobre Yerushalayim, atrayendo a todas las naciones y sus riquezas. Las promesas de “no te dejará ni te abandonará” (Devarim 31:6,8) hechas por HaShem y por Moshéh a Yehoshúa y al pueblo, encuentran su máxima expresión en la visión de Yesha’yahu de una Yerushalayim eternamente bendecida por la presencia divina, donde “nunca más el sol será tu luz de día, ni resplandecerá la luna para alumbrarte, sino que HaShem te será luz eterna” (Yesha’yahu 60:19).

El Midrash Tanjuma, Nitzavim 1 subraya que la parasháh Nitzavim es un pacto final con todas las generaciones de Yisra’el, pasadas, presentes y futuras, que se mantienen “en pie” (נִצָּבִים – Nitzavim) ante HaShem. Esta idea de un pacto eterno y la continuidad del pueblo a través de las generaciones resuena con la promesa de una restauración futura en la Haftaráh. El Targum Yonatan sobre Yesha’yahu 60:3, al traducir “Y andarán naciones a tu luz, y reyes al resplandor de tu aurora”, a menudo añade la idea de que los reyes gentiles vendrán a Yerushalayim no solo por su luz, sino por la luz de la Shekhiná de Adonái que resplandece allí. Esta luz se interpreta como la luz de la Torah y la presencia de Elohím, lo que conecta con la instrucción de Moshéh de observar la Torah antes de entrar a la tierra. Moshéh sienta las bases para esta futura gloria al asegurar al pueblo que HaShem los guiará y les dará la victoria, estableciendo un cimiento de fe que será la base para la manifestación de la luz mesiánica descrita por Yesha’yahu.

3. Brit Hadasháh (Arameo)

Pasaje: ܡܬܝ 28:18-20 (Matityahu 28:18-20)

Análisis: El pasaje de Aliyá 6 de Nitzavim presenta la transferencia de liderazgo de Moshéh a Yehoshúa, y la promesa de la presencia continua de Adonái con el pueblo. Moshéh, el gran profeta y líder, se despide, pero asegura a Yisra’el que “Adonái tu Elohím, Él es el que va contigo; no te dejará ni te abandonará” (Devarim 31:6). Esta promesa encuentra un eco glorioso en las palabras de Mar Yeshúa en la Brit Hadasháh.

Consideremos las palabras de Maran Yeshúa en Matityahu 28:18-20 (Peshitta, transliterado al siríaco oriental):

ܐܶܬܩܰܪܰܒ݂ ܘܰܡܰܠܶܠ ܥܰܡܗܽܘܢ ܝܶܫܽܘܥ ܘܶܐܡܰܪ ܠܗܽܘܢ: ܐܶܬܝܰܗ݈ܒ݂ ܠܺܝ ܟܽܠ ܫܽܘܠܛܳܢ ܒܰܫܡܰܝܳܐ ܘܒܰܐܪܥܳܐ܂

Alap-taq-rab wa-mal-lel am-hun Yi-šu-a we-mar le-hun: It-yah-ab li kul šul-ṭan ba-šma-ya wa-b-ar-a.

“Y Yeshúa se acercó y les habló, diciendo: ‘Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra.'”

ܙܶܠܘ ܗܳܟܺܝܠ ܬܰܠܡܶܕܘ ܟܽܠܗܽܘܢ ܥܰܡ̈ܡܶܐ ܘܰܐܥܡܶܕܘ ܐܶܢܽܘܢ ܒܰܫܡܳܐ ܕܰܐܒܳܐ ܘܰܕܒܳܪܳܐ ܘܰܕܪܽܘܚܳܐ ܕܩܽܘܕܫܳܐ܂

Ze-lu ha-kil tal-me-du kul-hun am-me wa-a-m-du e-nun ba-šma da-ba wa-da-bra wa-da-ru-ḥa da-qu-dša.

“Id, pues, y haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Ruaj HaKodesh;”

ܘܰܐܠܶܦܘ ܐܶܢܽܘܢ ܕܢܶܛܪܽܘܢ ܟܽܠ ܡܶܕܶܡ ܕܰܦܩܰܕܬܟܽܘܢ ܘܗܳܐ ܐܶܢܳܐ ܥܰܡܟܽܘܢ ܐܶܢܳܐ ܟܽܠܗܽܘܢ ܝܰܘܡܳܬܳܐ ܥܕܰܡܳܐ ܠܫܽܘܠܳܡܶܗ ܕܥܳܠܡܳܐ܂

Wa-al-le-pu e-nun d-neṭ-run kul me-dem da-pqaḏ-tkon wa-ha e-na am-kon e-na kul-hun yaw-ma-ta ad-ma l-šu-la-meh d-ol-ma.

“y enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado; y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.”

La exhortación de Moshéh a Yehoshúa, “Sé fuerte y valiente, porque tú irás con este pueblo… Adonái… Él estará contigo” (Devarim 31:7-8), prefigura la Gran Comisión de Maran Yeshúa a Sus discípulos. Así como Yehoshúa recibió el manto del liderazgo y la promesa de la presencia de HaShem para guiar a Yisra’el a la tierra prometida, Yeshúa HaMashíaj otorga a Sus seguidores la autoridad para extender el Reino de los Cielos a todas las naciones. La promesa aramea “ܘܗܳܐ ܐܶܢܳܐ ܥܰܡܟܽܘܢ ܐܶܢܳܐ” (wa-ha e-na am-kon e-na – “y he aquí, yo estoy con vosotros”) es un eco directo de la promesa de Adonái a Yehoshúa. Yeshúa HaMashíaj es el cumplimiento de esta presencia divina.

El Libro de Enoc (1 Enoc 90:17), un texto pseudepigráfico, profetiza sobre el establecimiento de un “nuevo hogar” y un “nuevo redil”, sugiriendo un tiempo de renovación y una nueva era. Esta visión resuena con la promesa de una nueva Aliyá y un liderazgo mesiánico. La autoridad de Yeshúa en los cielos y en la tierra establece el Reino de Elohím de una manera que trasciende las fronteras físicas de Kena’an, llevando la promesa de la presencia divina y la misión de la Torah (enseñada por Yeshúa) a toda la humanidad. Así como la era de Moshéh terminó con la transición de liderazgo, la era de la Torah oral y del pacto con Yisra’el fue preparada para ser gloriosamente expandida por el Reinado de Yeshúa HaMashíaj, el verdadero y eterno Yehoshúa (salvación) para todos aquellos que creen.

4. Contexto Histórico

El pasaje de Deuteronomio 31:1-8 se sitúa en un momento crucial de la historia de Yisra’el: el final de los cuarenta años de peregrinación por el desierto, en las llanuras de Mo’av, al este del río Yardén. El pueblo se encuentra a las puertas de la Tierra Prometida, Kena’an, una tierra que les fue prometida a sus patriarcas Avraham, Yitzḥak y Yaakov. Este es el momento del adiós de Moshéh, el líder que los había sacado de Mitzrayim, recibió la Torah en el Har Sinái, y los guio a través de innumerables desafíos y milagros.

Moshéh tiene ciento veinte años, una edad simbólicamente plena de vida y sabiduría, pero su ciclo terrenal está por concluir. HaShem le ha prohibido entrar a Kena’an debido a su desobediencia en Merivá (Números 20:12). Por lo tanto, el tema central es la transición de liderazgo a Yehoshúa bin Nun, su fiel servidor. La cultura de la época en el Antiguo Cercano Oriente valoraba enormemente la sucesión dinástica y la transferencia de autoridad. Los líderes a menudo pronunciaban discursos de despedida, testamentos y bendiciones, como se ve en otros textos antiguos. Moshéh, como el “primer profeta” de Yisra’el, entrega su último testamento, que abarca los libros de Devarim (Deuteronomio).

El pueblo de Yisra’el, aunque numeroso y experimentado en la guerra del desierto, ahora se enfrenta a naciones más organizadas y fortificadas en Kena’an. La memoria de los reyes Siḥon y Og (Devarim 31:4), a quienes HaShem les permitió derrotar al este del Yardén, sirve como un recordatorio reciente del poder de Elohím en la batalla y como una fuente de aliento. La amenaza de estas naciones cananeas es real, y la necesidad de ḥazaq ve’emaṣ (ser fuerte y valiente) es tanto una exhortación espiritual como una estrategia militar. La arqueología ha revelado la existencia de ciudades fortificadas en Kena’an de la Edad del Bronce tardía, confirmando la formidable tarea que enfrentaba Yisra’el. La exhortación de Moshéh no es una mera formalidad, sino una necesidad vital para la supervivencia y el éxito del pueblo.

5. Comentarios Proféticos

Las palabras de Moshéh en esta Aliyá resuenan con una profunda carga profética que se extiende más allá de la entrada de Yisra’el a Kena’an. Su despedida y el nombramiento de Yehoshúa como sucesor establecen un patrón para la provisión divina de liderazgo en momentos cruciales. La promesa “Adonái tu Elohím, Él es el que va contigo; no te dejará ni te abandonará” (Devarim 31:6) no es solo para Yehoshúa o para Yisra’el de esa generación, sino una promesa eterna de la presencia de HaShem con Su pueblo.

Esta Aliyá proféticamente apunta al Mesías, Yeshúa HaMashíaj. Moshéh es un tipo de Mesías, el liberador y dador de la Torah (aunque Yeshúa es la Torah viviente). La transición de Moshéh a Yehoshúa (cuyo nombre, יְהוֹשֻׁעַ – Yehoshúa, es el mismo que יֵשׁוּעַ – Yeshúa, significando “HaShem salva”) es una prefiguración del paso de la era de la Torah dada por Moshéh a la era del Reino de los Cielos inaugurado por Yeshúa HaMashíaj. Yehoshúa fue quien introdujo al pueblo a la tierra prometida física; Yeshúa HaMashíaj es quien introduce a Su pueblo al verdadero Reino de Elohím, el cumplimiento espiritual de esa promesa terrenal.

La exhortación a ḥazaq ve’emaṣ es una profecía recurrente para aquellos que sirven a HaShem en tiempos de desafío. En el contexto actual, los discípulos de Yeshúa HaMashíaj en el Reino de los Cielos enfrentan sus propios “gigantes” y “naciones” espirituales. La certeza de que Yeshúa HaMashíaj va delante de nosotros y que Su Ruaj HaKodesh está con nosotros nos capacita para la misión. La profecía de la permanencia de HaShem con Su pueblo culmina en la promesa de Yeshúa en Matityahu 28:20, “y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”. Esta es la manifestación suprema de la promesa hecha a Yehoshúa.

Este pasaje también es un recordatorio profético de la continuidad del propósito de HaShem a través de los líderes ungidos. Así como Moshéh preparó el camino para Yehoshúa, los profetas (como Eliyahu HaNavi para Elisha) prepararon el camino para otros, hasta que la plenitud llegó en Yeshúa HaMashíaj, el Rey Ungido, cuya “despedida” a Sus discípulos fue para ascender a los cielos y enviar el Ruaj HaKodesh, asegurando Su presencia y empoderamiento eternos para la expansión del Reino de los Cielos.

6. Análisis Profundo

La Aliyá 6 de Nitzavim es un pasaje cargado de significado teológico y liderazgo. Moshéh se encuentra en el pináculo de su vida y ministerio, pero también en su final. Sus palabras finales están imbuidas de la autoridad de HaShem y la sabiduría acumulada en cuarenta años de pastoreo.

Las palabras clave son fundamentales para comprender el mensaje:

* וַיֵּלֶךְ (Va-ye-lekh): “Y fue”. En Devarim 31:1, a pesar de su edad, Moshéh toma la iniciativa de ir y hablar al pueblo. Esto no es un ir pasivo, sino un acto deliberado de un líder que asume su responsabilidad hasta el último momento. El Targum Onqelos a menudo amplifica estos verbos, implicando la acción decidida de Moshéh de reunir al pueblo para estas últimas instrucciones.

* לֹא־אוּכַל עוֹד לָצֵאת וְלָבוֹא (Lo-u-khal od la-ṣet ve-la-vo): “No podré ya salir ni entrar” (Devarim 31:2). Esta expresión indica la cesación de la capacidad de liderar en el sentido práctico de la guerra y la gobernanza. Es una admisión de la limitación humana frente al decreto divino. El Midrash Devarim Rabbah 9:9 elabora sobre el lamento de Moshéh por no poder entrar a la tierra, pero acepta la voluntad de Adonái, entendiendo que cada generación tiene su líder y su tarea específica. Su tiempo de “entrar y salir” como líder militar y civil ha terminado.

עֹבֵר לְפָנֶיךָ (O-ver le-fa-ne-kha): “Pasará delante de ti” (Devarim 31:3, 8). Esta frase se repite tanto para HaShem como para Yehoshúa. Primero, HaShem pasará delante de ellos para conquistar la tierra. Segundo, Yehoshúa pasará delante de ellos para guiarlos. Esto subraya que Yehoshúa es el brazo humano de la guía divina. La verdadera victoria y el liderazgo provienen de Elohím. El Targum Yerushalmi a veces interpreta esta frase con un énfasis en la Shekhiná* de HaShem y su manifestación visible, dando seguridad de la presencia divina en la vanguardia.

חִזְקוּ וְאִמְצוּ (Ḥiz-qu ve-im-ṣu): “Fortaleceos y sed valientes” (Devarim 31:6,7). Esta doble exhortación es un llamado a la fortaleza interna (ḥazaq) y al valor externo (amaṣ). Es un imperativo militar y espiritual. No es una fortaleza basada en la capacidad propia, sino en la confianza en la presencia de Adonái. Es el mismo llamado que HaShem hará directamente a Yehoshúa en Yehoshúa 1:6-7, 9. La Sifrei Devarim 31:6 enfatiza que esta valentía proviene del conocimiento de que HaShem está con* ellos, no de su propia fuerza.

* לֹא יַרְפְּךָ וְלֹא יַעַזְבֶךָּ (Lo yar-pe-kha ve-lo ya-az-ve-ka): “No te dejará ni te abandonará” (Devarim 31:6, 8). Esta es la cumbre de la promesa de HaShem, una garantía de Su fidelidad incondicional. Esta doble negación (“no te debilitará” y “no te desamparará”) es una afirmación enfática de apoyo divino. Es el fundamento para la valentía del pueblo y de Yehoshúa. Este principio teológico es central para la fe de Yisra’el, y posteriormente, para los discípulos de Mashíaj.

En resumen, el pasaje de Nitzavim Aliyá 6 es una lección magistral sobre la transición de liderazgo, la fidelidad de HaShem, la necesidad de valentía basada en la fe, y la continuidad del plan divino a través de las generaciones.

7. Tema Relevante

Un tema central y profundamente relevante de esta Aliyá es la Fidelidad de Elohím en la Transición de Liderazgo y el Empoderamiento para la Misión.

El pasaje ilustra cómo HaShem asegura la continuidad de Su propósito incluso cuando un líder fundamental como Moshéh se despide. Moshéh, reconociendo el fin de su ministerio activo, no deja al pueblo sin dirección, sino que prepara el camino para Yehoshúa, y lo hace con la autoridad divina. La promesa reiterada de HaShem: “Él es el que va contigo; no te dejará ni te abandonará” (Devarim 31:6, 8), es la columna vertebral de este tema. No es la capacidad de Moshéh o Yehoshúa lo que garantiza el éxito, sino la presencia y la fidelidad inquebrantable de Elohím.

Para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos, este tema es de vital importancia. A menudo, nos enfrentamos a transiciones en nuestras vidas o en el liderazgo de nuestras comunidades, momentos que pueden generar incertidumbre o temor. Sin embargo, esta Aliyá nos enseña que el verdadero liderazgo no recae en la persona, sino en HaShem mismo, que empodera a Sus escogidos. Yeshúa HaMashíaj es el líder eterno de Su Reino. Cuando ascendió a los cielos, no dejó a Sus discípulos abandonados, sino que envió el Ruaj HaKodesh y prometió Su presencia continua: “Y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo” (Matityahu 28:20).

La exhortación a ḥazaq ve’emaṣ (sé fuerte y valiente) es, por lo tanto, un mandamiento no de una fortaleza inherente, sino de una fe audaz en la presencia activa de Yeshúa HaMashíaj. Los desafíos que enfrentamos en la expansión del Reino de Elohím pueden parecer abrumadores, pero la fidelidad de Adonái garantiza que no estamos solos. Esta Aliyá refuerza la verdad de que, en todas las transiciones y misiones, la presencia divina es la fuente de nuestra fuerza, nuestra valentía y nuestro éxito.

8. Descubriendo a Mashíaj

La Aliyá 6 de Parashá Nitzavim es rica en alusiones y prefiguraciones de Yeshúa HaMashíaj, revelando aspectos cruciales de Su vida, obra y persona.

1. Moshéh como Tipo de Mashíaj y Yehoshúa como Profecía del Salvador: Moshéh, el gran profeta que liberó a Yisra’el de la esclavitud y transmitió la Torah, es un tipo del Mesías. Pero es la figura de Yehoshúa, el sucesor de Moshéh, quien lleva el mismo nombre hebreo (יְהוֹשֻׁעַ, Yehoshúa, que es la forma completa de יֵשׁוּעַ, Yeshúa) que significa “HaShem salva”, la que apunta más directamente a Yeshúa HaMashíaj. Así como Yehoshúa guio al pueblo a la tierra prometida física, Yeshúa HaMashíaj es quien nos guía y nos introduce al Reino de los Cielos, la verdadera y eterna tierra prometida. Él es el “nuevo Moshéh” que trae una Brit Hadasháh, no invalidando la Torah, sino cumpliéndola y expandiéndola. El Targum Yonatan en Devarim 18:15 (fuera de nuestro pasaje, pero relevante temáticamente) habla de un profeta como Moshéh, a quien Yisra’el debe escuchar. Esta profecía se cumple plenamente en Yeshúa HaMashíaj.

2. La Promesa de Presencia Divina: La frase central de este pasaje, “Adonái tu Elohím, Él es el que va contigo; no te dejará ni te abandonará” (Devarim 31:6), es la promesa que Yehoshúa recibe para su liderazgo. Esta promesa encuentra su culminación y manifestación perfecta en Yeshúa HaMashíaj. Él es “Immanu’el” (עִמָּנוּאֵל – Immanu’el), Elohím con nosotros. Sus últimas palabras a Sus discípulos en Matityahu 28:20, “y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”, son la reafirmación mesiánica de esta promesa. La presencia de Adonái no es solo una idea abstracta, sino una realidad encarnada en Yeshúa HaMashíaj, quien a través del Ruaj HaKodesh, habita con Sus discípulos.

3. Liderazgo Empoderado por la Soberanía de HaShem: Moshéh exhorta a Yehoshúa a ser ḥazaq ve’emaṣ (fuerte y valiente), no por su propia habilidad, sino porque HaShem va delante de él. De manera similar, Yeshúa HaMashíaj empodera a Sus seguidores con la Ruaj HaKodesh para llevar a cabo la misión del Reino de los Cielos. El liderazgo en el Reino no se basa en el poder o la sabiduría humana, sino en la autoridad y la unción de Yeshúa HaMashíaj, quien ha recibido “toda autoridad en el cielo y en la tierra” (Matityahu 28:18).

Textos apócrifos y pseudepigráficos también arrojan luz sobre la esperanza mesiánica de un líder. El Testamento de Moshéh (un texto pseudepigráfico) describe a Moshéh como un mediador y profeta que intercede por Yisra’el, y profetiza sobre el fin de los tiempos y el establecimiento del Reino de HaShem. La anticipación de un líder final que guiará a Yisra’el a su destino eterno resuena con la figura de Yeshúa HaMashíaj, quien no solo introduce al pueblo a una tierra, sino a la eternidad misma dentro del Reino de Elohím. El paso de Moshéh a Yehoshúa es un modelo profético del paso de la expectación del Mashíaj a la venida de Yeshúa HaMashíaj, el verdadero Mar Yeshúa, que cumple todas las promesas de HaShem.

9. Midrashim y Targumim

Los Midrashim y Targumim ofrecen perspectivas enriquecedoras sobre Deuteronomio 31:1-8, expandiendo y contextualizando el texto desde la tradición rabínica.

* Deuteronomio 31:1 – “Y fue Moshéh” (וַיֵּלֶךְ מֹשֶׁה):

* El Midrash Tanjuma, Nitzavim 1 (y Devarim Rabbah 9:1) comenta sobre la frase “Y fue Moshéh”. A pesar de su edad avanzada, Moshéh no estaba disminuido en su fuerza física. La expresión “fue” implica que actuó con plena capacidad, como si fuera en el día de su nacimiento, refutando la idea de que su partida fue debido a debilidad. Más bien, fue una partida voluntaria para cumplir el decreto de HaShem. Esto resalta la humildad y la obediencia de Moshéh hasta el final. Su “ir” también se interpreta como un acto de reunirse con el pueblo para impartirles sus últimas palabras y despedidas.

* Deuteronomio 31:2 – “No puedo ya salir ni entrar”:

* El Midrash Devarim Rabbah 9:9 elabora sobre esta declaración de Moshéh. Explica que Moshéh no se refería a una debilidad física, sino a una prohibición divina. HaShem le había prohibido entrar a la tierra y, por lo tanto, también le había quitado la autoridad para “salir y entrar” como líder del pueblo. El Midrash interpreta que Moshéh, aunque aún fuerte, reconocía la soberanía de Adonái y aceptaba que su tiempo de liderazgo activo sobre el pueblo había terminado, dejando espacio para el nuevo líder.

* Deuteronomio 31:3 – “Adonái tu Elohím, Él pasará delante de ti”:

El Targum Onqelos traduce esta frase de manera bastante literal, enfatizando la presencia activa de Adonái. Sin embargo, el Targum Yonatan (Pseudo-Yonatan) a menudo parafrasea y expande, indicando que “HaShem tu Elohím, por Su Palabra (מֵימְרָא – Meimra), Él pasará delante de ti”. La Meimra* (la Palabra) de HaShem es un concepto clave en los Targumim, que personifica la actividad divina en el mundo, sirviendo como un mediador de la presencia de Elohím. Esto puede interpretarse como una prefiguración de la Palabra que se hizo carne, Yeshúa HaMashíaj, quien verdaderamente “pasó delante” de Su pueblo.

* Deuteronomio 31:6 – “Fortaleceos y sed valientes… no te dejará ni te abandonará”:

* La Sifrei Devarim 31:6 subraya que la base de la fortaleza y la valentía no es la propia capacidad de Yisra’el, sino la confianza en HaShem. La Sifrei hace hincapié en que la promesa de no ser abandonados es una garantía que debe eliminar todo temor. Es un mandamiento que tiene su razón de ser en la fidelidad de Elohím. El Midrash Tehilim 118:24 compara la salida y entrada de Moshéh con la salida y entrada de Yisra’el, señalando que la partida de un líder abre un camino para el pueblo. La confianza en HaShem es lo que permite al pueblo avanzar, incluso sin la presencia física de su líder.

* Deuteronomio 31:7 – “Y llamó Moshéh a Yehoshúa”:

* El Midrash Tanjuma, Nitzavim 1 (y otros midrashim) a menudo compara el acto de Moshéh llamando a Yehoshúa en presencia de todo Yisra’el con la forma en que los reyes designaban a sus sucesores públicamente. La transferencia de la autoridad no era secreta, sino un acto público para asegurar la legitimidad del nuevo líder y la continuidad del mando. El Midrash incluso relata cómo parte de la “gloria” o “sabiduría” de Moshéh pasó a Yehoshúa en ese momento, aunque no toda, porque ningún hombre puede igualar a Moshéh. Esto simboliza la unción y el respaldo divino para el nuevo liderazgo.

Estos Midrashim y Targumim, al profundizar en el texto, revelan la importancia de la transición de liderazgo, la soberanía divina en la guía del pueblo, la necesidad de la fe y el empoderamiento a través de la presencia inquebrantable de HaShem, preparando el corazón de Yisra’el para la venida de Yeshúa HaMashíaj, el cumplimiento de todas estas promesas.

10. Mandamientos

Aunque esta Aliyá no contiene mandamientos prescriptivos directos (“harás X” o “no harás Y”), extrae principios de vida fundamentales que son mandamientos espirituales y prácticos para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos:

1. Confianza Absoluta en la Presencia de Elohím: El mandamiento implícito más prominente es “Confía en que HaShem está contigo”. Moshéh reitera que Adonái “es el que va contigo; no te dejará ni te abandonará” (Devarim 31:6, 8). Para los discípulos de Yeshúa HaMashíaj, esto significa vivir con la certeza inquebrantable de la presencia de Mar Yeshúa a través del Ruaj HaKodesh, sin importar las circunstancias. Es un mandamiento a la fe activa y la dependencia total en la fidelidad divina.

2. Ser Fuerte y Valiente (Ḥazaq Ve’emaṣ): La exhortación “Fortaleceos y sed valientes, no temáis ni os aterroricéis” (Devarim 31:6, 7) es un mandamiento a mantener una actitud de coraje y resiliencia. Esta fortaleza no es arrogancia humana, sino una convicción nacida de la confianza en Elohím. Los discípulos de Mashíaj son llamados a ser valientes en la proclamación del Reino, en la obediencia a la Torah de Yeshúa, y en la perseverancia frente a la adversidad, sabiendo que Yeshúa va delante y está con ellos.

3. Obediencia a la Voz de HaShem y Su Torah: Moshéh recuerda al pueblo la necesidad de hacer “con ellos conforme a todo el mandamiento que os he ordenado” (Devarim 31:5). Este es un mandamiento constante en la Torah, y en el Reino de los Cielos, se traduce en la obediencia a las enseñanzas y mandatos de Yeshúa HaMashíaj. Es a través de esta obediencia que los discípulos demuestran su amor por Mashíaj y su compromiso con el Reino.

4. Respeto y Apoyo a los Líderes Designados: El acto de Moshéh de llamar a Yehoshúa y ungirlo públicamente como su sucesor enseña el principio de reconocer y apoyar el liderazgo que HaShem establece (Devarim 31:7). En el Reino de los Cielos, los discípulos están llamados a honrar y seguir a aquellos que Yeshúa HaMashíaj ha puesto en autoridad para edificar y guiar a la Kehiláh (comunidad), reconociendo que su autoridad viene de Elohím.

5. No Temer al Cambio o a la Transición: La Aliyá trata sobre una gran transición. El mandamiento implícito es no temer a los nuevos capítulos o los cambios en el liderazgo o las circunstancias, porque la fidelidad de HaShem es constante. Para los discípulos de Mashíaj, esto significa abrazar el plan de Elohím incluso cuando implica dejar atrás lo familiar y entrar en lo desconocido, siempre con la certeza de que Yeshúa HaMashíaj permanece con nosotros.

Estos principios, arraigados en la confianza en Elohím y la obediencia, son esenciales para caminar dignamente como ciudadanos del Reino de Yeshúa HaMashíaj.

11. Preguntas de Reflexión

1. Moshéh se despide, pero asegura al pueblo la presencia continua de Adonái y nombra un sucesor. ¿De qué maneras nuestra confianza en la presencia de Yeshúa HaMashíaj a través del Ruaj HaKodesh nos capacita para enfrentar transiciones o momentos de incertidumbre en nuestro caminar en el Reino de los Cielos?

2. La exhortación ḥazaq ve’emaṣ (sé fuerte y valiente) se da porque Adonái va delante del pueblo. ¿Cómo entendemos esta fortaleza y valentía en nuestra vida diaria como discípulos de Mashíaj? ¿Qué miedos o desafíos actuales podríamos enfrentar con esta promesa en mente?

3. Yehoshúa, el sucesor de Moshéh, es una prefiguración de Yeshúa HaMashíaj. ¿Cómo el conocimiento de que Yeshúa HaMashíaj es nuestro líder y guía eterno transforma nuestra perspectiva sobre el “entrar a la Tierra Prometida” espiritual y la expansión del Reino de Elohím en nuestros días?

12. Resumen

La Aliyá 6 de Parashá Nitzavim presenta el conmovedor momento en que Moshéh, a sus ciento veinte años, se despide del pueblo de Yisra’el a las puertas de la Tierra Prometida. A pesar de su inminente partida, Moshéh asegura al pueblo y a su sucesor, Yehoshúa, que la presencia de Adonái los acompañará, guiándolos y dándoles la victoria. La exhortación a “fortaleceos y sed valientes” resuena como un llamado a la fe inquebrantable en la fidelidad de HaShem, quien “no te dejará ni te abandonará”. Este pasaje es un pilar de confianza en la provisión divina y en la continuidad del propósito de Elohím, revelando que el verdadero liderazgo reside en la soberanía de Adonái. Profundamente, esta Aliyá prefigura a Yeshúa HaMashíaj, el Mesías que, como el gran Yehoshúa, nos introduce al Reino de los Cielos y promete Su presencia eterna, empoderando a Sus discípulos para llevar a cabo la misión del Reino con Su Ruaj HaKodesh.

13. Tefiláh (Oración)

Adonái Elohím de Yisra’el, Te agradecemos por Tu inquebrantable fidelidad, manifestada en las promesas hechas a Tu pueblo y a sus líderes a través de Moshéh y Yehoshúa. Te pedimos que, así como fuiste con ellos, estés con nosotros, Tus discípulos en el Reino de Yeshúa HaMashíaj. Fortalécenos con Tu Ruaj HaKodesh, dándonos valentía para enfrentar los desafíos de nuestro tiempo, sabiendo que Tú vas delante de nosotros y que Maran Yeshúa está siempre con nosotros. Ayúdanos a vivir con la certeza de que nunca nos dejarás ni nos abandonarás, para que podamos cumplir Tu voluntad y expandir Tu Reino glorioso en la tierra, para Tu honra y gloria. Amén.

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Parashá 51 Nitzavim (נצבים) – Aliyah 5

Aliyáh 5: (Deuteronomio 30:11-14) Moshé afirma que la Toráh no es inalcanzable, sino cercana al corazón de Israel.
Haftaráh: Jeremías 31:31-34 (El nuevo pacto en el cual la Toráh estará escrita en los corazones).
Brit Hadasháh: Romanos 10:6-8 (La palabra de fe está cerca, citando a Deuteronomio).

Tema: La elección de la vida o la muerte

1. Texto Hebreo Interlineal

Pasaje: Deuteronomio 30:15-30:20

2. Haftaráh

Pasaje: Yesha’yahu 60:1-22

Análisis: La Haftaráh de Parashá Nitzavim, Yesha’yahu 60:1-22, resuena profundamente con el tema de la elección de la vida presentado en Deuteronomio 30:15-20. Mientras la Aliyá de la Torah exhorta a Yisra’el a elegir la vida a través de la obediencia a los mandamientos de HaShem, la Haftaráh describe la gloriosa restauración de Tziyon y la congregación de sus exiliados en los últimos días. La apertura del pasaje, “קוּמִי אוֹרִי כִּי בָא אוֹרֵךְ” (Qu-mi o-ri ki va o-rekh – “Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz”), es una invitación a Yisra’el a despertar y abrazar la luz de la redención.

El Midrash Tanhuma, Parashá Nitzavim 2, conecta la elección de la vida con la promesa de la futura redención, afirmando que cuando Yisra’el elige la Torah, no solo obtiene vida en este mundo, sino también la vida del Mundo Venidero (Olam HaBa). La luz que se menciona en Yesha’yahu no es solo una luz física, sino la luz de la Torah y la presencia de la Šekhiná de Elohím. Targum Yonatan a Yesha’yahu 60:1 interpreta “tu luz” como la “luz de tu redención”, que iluminará a Yerushalayim y a todo Yisra’el. Esta luz es el resultado directo de la obediencia a la voz de HaShem y la elección de la vida, una vida llena de bendición y propósito, como Moshéh exhortó.

La Haftaráh, por lo tanto, no solo es una promesa de bendición futura, sino que también funciona como una consecuencia de la elección correcta. La gloria futura de Tziyon, donde las naciones traerán sus riquezas y reyes se postrarán, está condicionada por la adhesión de Yisra’el al Brit de HaShem. Así como la Torah en Nitzavim ofrece una elección entre la bendición y la maldición, la Haftaráh presenta la bendición final de la redención mesiánica como el clímax de una vida vivida en el camino de HaShem. Es una visión de lo que significa elegir la vida en su plenitud escatológica, cuando el Reino de Elohím sea plenamente manifestado en Har Tziyon.

3. Brit Hadasháh (Arameo)

Pasaje: Matityahu 7:13-14 (de la Peshitta)

Texto Arameo (Fonética Siríaca Oriental) y Traducción:

Texto Hebreo OriginalFonética TiberianaTraducción Palabra por PalabraTraducción Literal del Verso

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רְאֵהRe-éhMira וַיֶּאֱהַבMira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, y la muerte y el mal.
נָתַתִּיNa-tat-tiyo he puesto נָתַתִּי
לְפָנֶיךָLe-fa-ne-khadelante de ti לְפָנֶיךָ
הַיּוֹםHa-yomel día הַיּוֹם
אֶת־הַחַיִּיםEt-ha-ḥay-yimla vida אֶת־הַחַיִּים
וְאֶת־הַטּוֹבVe-et-ha-ṭovy el bien וְאֶת־הַטּוֹב
וְאֶת־הַמָּוֶתVe-et-ha-ma-vety la muerte וְאֶת־הַמָּוֶת
וְאֶת־הָרָעVe-et-ha-ray el mal וְאֶת־הָרָע
אֲשֶׁרA-šerque אֲשֶׁרQue yo te mando hoy amar a Adonái tu Elohím, para andar en Sus caminos, y para guardar Sus mandamientos y Sus estatutos y Sus juicios, para que vivas y te multipliques, y te bendiga Adonái tu Elohím en la tierra a la cual tú vienes allí para poseerla.
אָנֹכִיA-no-khiyo אָנֹכִי
מְצַוְּךָMe-ṣav-ve-khate mando מְצַוְּךָ
הַיּוֹםHa-yomel día הַיּוֹם
לְאַהֲבָהLe-a-ha-vahpara amar לְאַהֲבָה
אֶת־יְהוָהEt-Adonáia Adonái אֶת־יְהוָה
אֱלֹהֶיךָE-lo-he-khatu Elohím אֱלֹהֶיךָ
לָלֶכֶתLa-le-khetpara andar לָלֶכֶת
בִּדְרָכָיוBi-de-ra-khaven Sus caminos בִּדְרָכָיו
וְלִשְׁמֹרVe-li-šmory para guardar וְלִשְׁמֹר
מִצְוֹתָיוMiṣ-vo-tavSus mandamientos מִצְוֹתָיו
וְחֻקֹּתָיוVe-ḥuq-qo-tavy Sus estatutos וְחֻקֹּתָיו
וּמִשְׁפָּטָיוU-miš-pa-ṭavy Sus juicios וּמִשְׁפָּטָיו
וְחָיִיתָVe-ḥa-yi-tay vivirás וְחָיִיתָ
וְרָבִיתָVe-ra-vi-tay te multiplicarás וְרָבִיתָ
וּבֵרַכְךָU-ve-rakh-khay te bendecirá וּבֵרַכְךָ
יְהוָהAdonáiAdonái יְהוָה
אֱלֹהֶיךָE-lo-he-khatu Elohím אֱלֹהֶיךָ
בָּאָרֶץBa-a-reṣen la tierra בָּאָרֶץ
אֲשֶׁרA-šerla cual אֲשֶׁר
אַתָּהAt-tahtú אַתָּה
בָא־שָׁמָּהBa-šam-mahvienes allí בָא־שָׁמָּה
לְרִשְׁתָּהּLe-riš-tahpara poseerla לְרִשְׁתָּהּ
וְאִם־יִפְנֶהVe-im-yif-nehY si se desvía וְאִם־יִפְנֶהMas si tu corazón se desvía y no escuchas, y eres apartado y te postras ante otros Elohím y les sirves,
לְבָבְךָLe-vav-khatu corazón לְבָבְךָ
וְלֹאVe-loy no וְלֹא
תִשְׁמָעTiš-maescucharás תִשְׁמָע
וְנִדַּחְתָּVe-nid-daḥ-tay eres apartado וְנִדַּחְתָּ
וְהִשְׁתַּחֲוִיתָVe-hiš-ta-ḥa-vi-tay te postras וְהִשְׁתַּחֲוִיתָ
לֵאלֹהִיםLe-lo-hima Elohím לֵאלֹהִים
אֲחֵרִיםA-ḥe-rimotros אֲחֵרִים
וַעֲבַדְתָּםVa-a-vad-tamy les sirves וַעֲבַדְתָּם
הִגַּדְתִּיHig-gad-tiyo he declarado הִגַּדְתִּיYo os declaro hoy que ciertamente pereceréis; no alargaréis días sobre la tierra a la cual tú cruzas el Yar-den para venir allí para poseerla.
לָכֶםLa-khema vosotros לָכֶם
הַיּוֹםHa-yomel día הַיּוֹם
כִּיKique כִּי
אָבֹדA-vodciertamente pereceréis אָבֹד
תֹּאבֵדוּןTo-ve-dunpereceréis תֹּאבֵדוּן
לֹא־תַאֲרִיכֻןLo-ta-a-ri-khunno alargaréis לֹא־תַאֲרִיכֻן
יָמִיםYa-mimdías יָמִים
עַל־הָאֲדָמָהAl-ha-a-da-mahsobre la tierra עַל־הָאֲדָמָה
אֲשֶׁרA-šerla cual אֲשֶׁר
אַתָּהAt-tahtú אַתָּה
עֹבֵרO-vercruzas עֹבֵר
אֶת־הַיַּרְדֵּןEt-ha-yar-denel Yar-den אֶת־הַיַּרְדֵּן
לָבוֹאLa-vopara venir לָבוֹא
שָׁמָּהŠam-mahallí שָׁמָּה
לְרִשְׁתָּהּLe-riš-tahpara poseerla לְרִשְׁתָּהּ
הַעִידֹתִיHa-i-do-tiHe puesto por testigos הַעִידֹתִיHe puesto por testigos hoy contra vosotros los cielos y la tierra: la vida y la muerte he puesto delante de ti, la bendición y la maldición. Y elegirás la vida, para que vivas tú y tu descendencia,
בָכֶםVa-khemen vosotros בָכֶם
הַיּוֹםHa-yomel día הַיּוֹם
אֶת־הַשָּׁמַיִםEt-ha-šam-ma-yimlos cielos אֶת־הַשָּׁמַיִם
וְאֶת־הָאָרֶץVe-et-ha-a-reṣy la tierra וְאֶת־הָאָרֶץ
הַחַיִּיםHa-ḥay-yimla vida הַחַיִּים
וְהַמָּוֶתVe-ha-ma-vety la muerte וְהַמָּוֶת
נָתַתִּיNa-tat-tihe puesto נָתַתִּי
לְפָנֶיךָLe-fa-ne-khadelante de ti לְפָנֶיךָ
הַבְּרָכָהHa-be-ra-khahla bendición הַבְּרָכָה
וְהַקְּלָלָהVe-ha-qe-la-lahy la maldición וְהַקְּלָלָה
וּבָחַרְתָּU-va-ḥar-tay elegirás וּבָחַרְתָּ
בַּחַיִּיםBa-ḥay-yimla vida בַּחַיִּים
לְמַעַןLe-ma-anpara que לְמַעַן
תִּחְיֶהTiḥ-yehvivas תִּחְיֶה
אַתָּהAt-tahtú אַתָּה
וְזַרְעֶךָVe-zar-e-khay tu descendencia וְזַר-עֶךָ
לְאַהֲבָהLe-a-ha-vahPara amar לְאַהֲבָהPara amar a Adonái tu Elohím, para escuchar Su voz y para apegarte a Él; porque Él es tu vida y la longitud de tus días, para que habites sobre la tierra que juró Adonái a tus padres, a Avraham, a Yitzḥak y a Yaakov, para darles.
אֶת־יְהוָהEt-Adonáia Adonái אֶת־יְהוָה
אֱלֹהֶיךָE-lo-he-khatu Elohím אֱלֹהֶיךָ
לִשְׁמֹעַLiš-mo-apara escuchar לִשְׁמֹעַ
בְּקֹלוֹBe-qo-loen Su voz בְּקֹלוֹ
וּלְדָבְקָה־בּוֹU-le-dav-qah-boy para apegarte a Él וּלְדָבְקָה־בּוֹ
כִּי־הוּאKi-huporque Él כִּי־הוּא
חַיֶּיךָḥay-ye-khatu vida חַיֶּיךָ
וְאֹרֶךְVe-o-rekhy longitud וְאֹרֶךְ
יָמֶיךָYa-me-khade tus días יָמֶיךָ
לָשֶׁבֶתLa-še-vetpara habitar לָשֶׁבֶת
עַל־הָאֲדָמָהAl-ha-a-da-mahsobre la tierra עַל־הָאֲדָמָה
אֲשֶׁרA-šerque אֲשֶׁר
נִשְׁבַּעNiš-bajuró נִשְׁבַּע
יְהוָהAdonáiAdonái יְהוָה
לַאֲבֹתֶיךָLa-a-vo-te-khaa tus padres לַאֲבֹתֶיךָ
לְאַבְרָהָםLe-Av-ra-hama Avraham לְאַבְרָהָם
לְיִצְחָקLe-Yitz-ḥaqa Yitzḥak לְיִצְחָק
וּלְיַעֲקֹבU-le-Ya-a-qovy a Yaakov וּלְיַעֲקֹב
לָתֵתLa-tetpara dar לָתֵת
לָהֶםLa-hema ellos לָהֶם
Texto Arameo Original (Peshitta)Fonética Siríaca OrientalTraducción Palabra por Palabra

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ܥܘܠܘܼ ܠܬܲܪܥܵܐ ܐܲܟܼܺܝܙܵܐOulu l-tar’a aḥḥizaEntrad a la puerta estrecha
ܡܸܛܽܠ ܕܬܲܪܥܵܐ ܪܰܘܚܵܐ ܘܐܽܘܪܚܵܐmiṭṭul d-tar’a rawḥa w-urḥaPorque la puerta es ancha y el camino
ܦܲܬܝܵܐ ܕܡܰܘܒ݁ܠܵܐ ܠܗܰܝܡܳܢܽܘܬܼܵܐpatya d-mawbela l-haymanutaespacioso que lleva a la destrucción
ܘܣܰܓܼܺܝ̈ܐܶܢ ܐܶܢܽܘܢ ܐܰܝܠܶܝܢ ܕܥܵܠܩܺܝܢ ܒܼܶܗw-saggein enun aylayn d-alqein behy muchos son los que entran por ella
ܡܸܛܽܠ ܕܬܲܪܥܵܐ ܐܲܟܼܺܝܙܵܐ ܘܐܽܘܪܚܵܐmiṭṭul d-tar’a aḥḥiza w-urḥaPorque la puerta es estrecha y el camino
ܐܰܠܺܝܨܬܼܵܐ ܕܡܰܘܒ݁ܠܵܐ ܠܚܰܝ̈ܶܐaliṣta d-mawbela l-ḥayyéangosto que lleva a la vida
ܘܩܰܠܺܝܠܺܝܢ ܐܶܢܽܘܢ ܐܰܝܠܶܝܢ ܕܡܰܫܟ̰ܚܺܝܢ ܠܳܗ̇w-qalilin enun aylayn d-maškaḥin lahy pocos son los que la hallan

Análisis: Este pasaje de Maran Yeshúa en Matityahu (Mateo) 7:13-14, tomado de la Peshitta, resalta la misma dicotomía de elección que presenta Moshéh en Deuteronomio 30. Yeshúa HaMashíaj habla de dos puertas y dos caminos: uno ancho que lleva a la destrucción (ܡܰܘܒ݁ܠܵܐ ܠܗܰܝܡܳܢܽܘܬܼܵܐ – mawbela l-haymanuta, interpretado en Peshitta como ‘destrucción’ o ‘perdición’) y otro angosto que lleva a la vida (ܠܚܰܝ̈ܶܐ – l-ḥayyé). Esta enseñanza de Yeshúa HaMashíaj es una clara resonancia de la exhortación de Moshéh a elegir la vida y el bien, en contraste con la muerte y el mal.

En el contexto del Reino de los Cielos, la “vida” a la que se refiere Yeshúa HaMashíaj no es meramente la existencia física, sino la vida eterna y la participación plena en el Reino de Elohím, una vida de comunión con HaShem. El camino angosto implica disciplina, auto-negación y obediencia a la Torah de Yeshúa HaMashíaj, que no anula la Torah de Moshéh, sino que la cumple y profundiza (Matityahu 5:17-20). Los textos apócrifos y pseudepigráficos, como el Tratado de los Dos Caminos en la Didajé (un texto de la era de la Brit Hadasháh, aunque no canónico, refleja pensamiento judío-mesiánico temprano), o el Testamento de Ašer 1:3-5, que describe la elección entre los caminos de la luz y la oscuridad, o el camino de la vida y el de la muerte, corroboran esta enseñanza. Estos textos ilustran una corriente de pensamiento dentro del judaísmo del Segundo Templo que enfatizaba la responsabilidad individual de elegir entre la obediencia y la desobediencia, con consecuencias eternas.

Yeshúa HaMashíaj se presenta a Sí mismo como la “puerta” (Yojanán 10:9) y el “camino, la verdad y la vida” (Yojanán 14:6), revelando que la elección de la vida no es solo una adhesión a un conjunto de leyes, sino una relación de discipulado con Él. Al elegir a Maran Yeshúa y Su Torah, los creyentes eligen el camino angosto que conduce a la vida verdadera y a la herencia prometida en el Reino de los Cielos.

4. Contexto Histórico

El pasaje de Deuteronomio 30:15-20 se sitúa en un momento crucial de la historia de Yisra’el: inmediatamente antes de su entrada a la Tierra Prometida, al otro lado del Yar-den. Moshéh, en sus discursos finales, recapitula la Torah y el Brit que HaShem estableció con Su pueblo. El pueblo estaba al borde de una nueva era, dejando atrás los años de peregrinación por el desierto. La generación que había experimentado la esclavitud en Mitzrayim había perecido, y una nueva generación, nacida en la libertad del desierto, estaba lista para heredar la tierra de Kevan.

La retórica de Moshéh está cargada de la urgencia de su inminente partida y la solemnidad del momento. El concepto de “elección” era fundamental para la cultura israelita y para los pactos en el Antiguo Oriente Próximo. Los tratados vasallos de la época, como los hititas, a menudo incluían exhortaciones a la lealtad y advertencias sobre las consecuencias de la desobediencia. HaShem, como el Gran Rey, presenta a Yisra’el el Brit, que exige obediencia exclusiva.

Los “cielos y la tierra” son invocados como testigos (Deuteronomio 30:19), un recurso legal y poético común que subraya la solemnidad y la permanencia de la elección. HaShem es un Elohím que hace un pacto, pero también un Elohím justo que espera que Su pueblo cumpla su parte. El pueblo debía comprender que la prosperidad y la permanencia en la tierra no eran automáticas, sino dependientes de su fidelidad al Brit. Este momento fue crucial, sentando las bases para el liderazgo de Yehoshúa y la subsiguiente historia de Yisra’el en la tierra. Fuentes arqueológicas, aunque no siempre directas, confirman la existencia de tratados y sistemas legales que reflejan la seriedad de los compromisos en el mundo antiguo.

5. Comentarios Proféticos

El mensaje de la elección de la vida o la muerte en Nitzavim resuena proféticamente para cada generación, y de manera preeminente para aquellos que viven en la era del Reino de Yeshúa HaMashíaj. La exhortación de Moshéh no es simplemente un recordatorio de la Torah para el pasado, sino una profecía perpetua sobre la naturaleza de la existencia humana y la relación con HaShem.

En la época actual, la humanidad se enfrenta a elecciones que tienen ramificaciones espirituales y eternas. La advertencia de “si se desvía tu corazón” (Deuteronomio 30:17) es una advertencia profética contra la apostasía y la idolatría moderna, que puede manifestarse no solo en la adoración de otros dioses, sino también en la entrega a la avaricia, el poder o el materialismo, que distraen a los individuos de la verdad de HaShem.

La promesa de vida y bendición, y la amenaza de muerte y maldición, señalan hacia la consumación de las profecías mesiánicas. Cuando Yesha’yahu HaNavi habla de la restauración de Tziyon (Yesha’yahu 60), describe un tiempo de luz y gloria que es el resultado de la fidelidad del pueblo. Esta fidelidad encuentra su cumplimiento supremo en Yeshúa HaMashíaj, quien encarnó la perfecta obediencia a la Torah. Él es la “vida” misma que Moshéh urgió a elegir (Yojanán 14:6).

La relevancia para la época actual radica en la continua invitación de HaShem a Sus hijos a elegir Su camino, el camino de Yeshúa HaMashíaj. Es una elección que trasciende la geografía o la cultura, afectando el alma y el destino eterno. Las profecías mesiánicas de un nuevo pacto (Yirmeyahu 31) y de un espíritu renovado (Yeḥezqel 36) prometen la capacidad de HaShem para escribir Su Torah en los corazones, permitiendo así una obediencia genuina y la elección continua de la vida, que culminará en la plenitud del Reino de Yeshúa HaMashíaj.

6. Análisis Profundo

El pasaje de Deuteronomio 30:15-20 es una perorata retórica magistral de Moshéh, que culmina siglos de relación de pacto entre HaShem e Yisra’el. El uso del término “הַיּוֹם” (Ha-yom, “hoy”) es significativo, apareciendo cuatro veces en el pasaje. No se refiere simplemente a un día calendario, sino que crea una inmediatez y urgencia, haciendo que la elección sea relevante y personal para cada generación que lee y escucha la Torah. Cada “hoy” es una oportunidad para reafirmar el Brit.

Las palabras clave son “הַחַיִּים” (Ha-ḥay-yim, “la vida”) y “הַמָּוֶת” (Ha-ma-vet, “la muerte”), que no son conceptos abstractos sino realidades existenciales ligadas a la relación con HaShem. La vida se asocia con “הַטּוֹב” (Ha-ṭov, “el bien”) y la muerte con “הָרָע” (Ha-ra, “el mal”). El bien aquí se entiende como la bendición de HaShem, la prosperidad, la fecundidad y la paz en la tierra; el mal, como la maldición, el exilio, la enfermedad y la destrucción.

El “לְאַהֲבָה אֶת־יְהוָה אֱלֹהֶיךָ” (Le-a-ha-vah et-Adonái E-lo-he-kha, “amar a Adonái tu Elohím”) es el fundamento de esta elección. El amor a HaShem no es una emoción pasiva, sino una acción que se manifiesta en la obediencia: “לָלֶכֶת בִּדְרָכָיו” (La-le-khet bi-de-ra-khav, “andar en Sus caminos”) y “וְלִשְׁמֹר מִצְוֹתָיו וְחֻקֹּתָיו וּמִשְׁפָּטָיו” (Ve-li-šmor miṣ-vo-tav ve-ḥuq-qo-tav u-miš-pa-ṭav, “guardar Sus mandamientos, Sus estatutos y Sus juicios”).

El Midrash Sifre Devarim 306 explica que la vida y el bien, así como la muerte y el mal, son intrínsecamente conectados a la observancia de la Torah. No es que HaShem quiera la destrucción de Su pueblo, sino que las consecuencias son inherentes a las acciones. Targum Onkelos para Deuteronomio 30:15 para “la vida y el bien” traduce como “la vida eterna y el bien en el mundo de los tiempos venideros”, y “la muerte y el mal” como “la muerte eterna y el mal en el mundo de los tiempos venideros”, elevando la elección a una dimensión escatológica que va más allá de la vida terrenal. Esta interpretación targúmica subraya que la elección de Moshéh tiene implicaciones eternas, un concepto clave para entender el Reino de Yeshúa HaMashíaj.

Finalmente, la exhortación “וּבָחַרְתָּ בַּחַיִּים” (U-va-ḥar-ta ba-ḥay-yim, “y elegirás la vida”) no es una sugerencia, sino un mandato imperativo envuelto en una súplica. HaShem desea la vida para Su pueblo y les da la capacidad y la instrucción para elegirla. La frase “כִּי־הוּא חַיֶּיךָ וְאֹרֶךְ יָמֶיךָ” (Ki-hu ḥay-ye-kha ve-o-rekh ya-me-kha, “porque Él es tu vida y la longitud de tus días”) es la clave teológica; HaShem mismo es la fuente y la esencia de la vida. Aferrarse a Él, amarlo y obedecerle, es aferrarse a la vida misma.

7. Tema Relevante

Un tema central y relevante de esta Aliyá es la responsabilidad individual y colectiva de elegir el camino de HaShem para obtener la vida. Moshéh no presenta la obediencia como una carga, sino como el camino hacia la plenitud de la vida y la bendición. La elección no es abstracta, sino que se traduce en acciones: amar a Adonái, andar en Sus caminos, guardar Sus mandamientos.

Esta enseñanza es fundamental para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos. En el Reino, la elección entre la vida y la muerte se actualiza a través de la aceptación o el rechazo de Yeshúa HaMashíaj como el Camino, la Verdad y la Vida. Los discípulos de Yeshúa HaMashíaj son llamados a una vida de obediencia radical, no por imposición legalista, sino por un amor genuino hacia HaShem y hacia el prójimo, que es la esencia de la Torah resumida por Yeshúa HaMashíaj (Matityahu 22:37-40).

La vida en el Reino de los Cielos es una vida de propósito divino, de justicia y de paz, que comienza con una elección consciente de seguir a Mashíaj y de vivir conforme a Su enseñanza. Implica el compromiso de “apegarse a Él” (וּלְדָבְקָה־בּוֹ – U-le-dav-qah-bo), lo que en el contexto de la Brit Hadasháh significa permanecer en Yeshúa HaMashíaj y en Sus palabras (Yojanán 15). Esta adhesión profunda es la garantía de recibir la vida abundante y eterna prometida, y de ser una luz en el mundo, reflejando la gloria del Reino de Elohím.

8. Descubriendo a Mashíaj

El pasaje de Nitzavim, con su poderosa exhortación a “elegir la vida” (Deuteronomio 30:19), apunta y revela de manera profunda aspectos de la vida, obra y persona de Yeshúa HaMashíaj. Moshéh insta al pueblo a apegarse a HaShem porque “Él es tu vida y la longitud de tus días” (Deuteronomio 30:20). En la plenitud de los tiempos, Yeshúa HaMashíaj se revela como la encarnación misma de esa “vida”. Él mismo declaró: “Yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia” (Yojanán 10:10), y “Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por Mí” (Yojanán 14:6).

La elección de la vida, por lo tanto, encuentra su culmen en la elección de Yeshúa HaMashíaj. La obediencia a la Torah, que Moshéh enfatiza, es perfectamente encarnada en Yeshúa HaMashíaj, quien vivió una vida sin pecado y cumplió la Torah. Los discípulos de Maran Yeshúa no solo observan los mandamientos, sino que se adhieren a la persona de Yeshúa HaMashíaj, quien es el centro de la revelación de HaShem.

Los textos pseudepigráficos y apócrifos a menudo elaboran sobre la sabiduría divina como el camino a la vida. Por ejemplo, en el Libro de Ben Sira (Sirach) 4:11-19, la sabiduría es personificada como una madre que guía a sus hijos por el camino recto, y aquellos que la abrazan hallan vida. Esta sabiduría se identifica con la Torah, y en la teología del Reino de los Cielos, Yeshúa HaMashíaj es la Sabiduría encarnada de Elohím (Qolosin 2:3). Además, el Libro de Henok (Enoc) 42:1-3, aunque no directamente sobre Yeshúa HaMashíaj, habla de la Sabiduría buscando un lugar para habitar y encontrándolo entre los hijos de los hombres, reflejando la encarnación.

La “vida” ofrecida por Moshéh era la vida en la tierra prometida bajo la bendición de HaShem. La vida que ofrece Yeshúa HaMashíaj es la vida eterna en el Reino de los Cielos, una realidad que trasciende el tiempo y el espacio, y que ya se ha iniciado en aquellos que creen en Él. Elegir a Yeshúa HaMashíaj es elegir la vida en su forma más elevada y eterna, asegurando la participación en el Reino mesiánico.

9. Midrashim y Targumim

Los Midrashim y Targumim ofrecen perspectivas ricas y profundas sobre Deuteronomio 30:15-20, ampliando su significado original.

* Sifre Devarim 306: Este Midrash subraya la libertad de elección del ser humano. Cuando Moshéh dice “He puesto delante de ti la vida y la muerte, la bendición y la maldición”, HaShem no predestina a nadie, sino que presenta claramente las opciones. La elección es un regalo divino que permite al hombre determinar su propio destino. Se enfatiza que HaShem no fuerza, sino que “inclina” al hombre hacia la vida, diciendo “y elegirás la vida”. Es como si HaShem suplica al hombre que elija lo bueno para sí mismo.

* Targum Onkelos (Deuteronomio 30:15): Como se mencionó, este Targum parafrasea “la vida y el bien” como “la vida eterna y el bien en el Mundo Venidero” (Olam HaBa) y “la muerte y el mal” como “la muerte eterna y el mal en el Mundo Venidero”. Esta interpretación eleva la elección de Moshéh de una preocupación por la vida terrenal a una implicación eterna, alineándose con la visión mesiánica de Yeshúa HaMashíaj sobre la vida eterna.

* Targum Yerushalmi (Deuteronomio 30:19): Este Targum elabora sobre los “cielos y la tierra” como testigos. No son testigos pasivos; se dice que los cielos y la tierra darán testimonio contra Yisra’el si desobedecen, o a favor de ellos si obedecen. Los cielos darán su rocío y la tierra sus frutos si obedecen, pero los retendrán si desobedecen. Esto personifica la creación como participante activa en el Brit, reflejando el orden divino y las consecuencias inherentes a la elección.

* Midrash Tanhuma, Nitzavim 2: Este Midrash profundiza en la responsabilidad del individuo, afirmando que incluso cuando HaShem “inclina” a Yisra’el hacia el bien, la elección sigue siendo genuina. También establece una conexión entre la elección de la vida y el estudio de la Torah, considerándolos inseparables. La Torah es vista como la instrucción misma para la vida.

En resumen, los Midrashim y Targumim refuerzan la idea de que la elección es real, tiene consecuencias eternas, y que HaShem anhela la vida para Su pueblo, habiendo provisto la Torah como el camino para alcanzarla. Estas interpretaciones son cruciales para entender el fundamento judío sobre el que se construye el Reino de Yeshúa HaMashíaj, donde la elección de la vida culmina en la fe y obediencia a Yeshúa HaMashíaj, quien es el cumplimiento de la Torah y la vida misma.

10. Mandamientos

De este pasaje fundamental en Nitzavim, se pueden extraer varios mandamientos (mitzvot) o principios de vida esenciales para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos:

1. Amar a Adonái, tu Elohím (Deuteronomio 30:16, 20): Este es el mandamiento primordial. No es solo un sentimiento, sino una acción que implica lealtad, devoción y obediencia a HaShem por encima de todo. Para los discípulos de Mashíaj, esto significa poner a Yeshúa HaMashíaj primero en todas las cosas, reconociéndolo como la manifestación del amor de HaShem.

2. Andar en Sus Caminos (Deuteronomio 30:16): Esto implica vivir de acuerdo con el carácter y los atributos de HaShem, buscando la justicia, la rectitud, la misericordia y la verdad. Es un llamado a emular el comportamiento de Yeshúa HaMashíaj, quien ejemplificó perfectamente los caminos de HaShem.

3. Guardar Sus Mandamientos, Estatutos y Juicios (Deuteronomio 30:16): Esto significa estudiar y aplicar la Torah de HaShem en la vida diaria. Para los seguidores de Yeshúa HaMashíaj, esto se traduce en obedecer Sus enseñanzas y la ley de Mashíaj, que profundiza y cumple la Torah de Moshéh (Gálatas 6:2).

4. Escuchar Su Voz (Deuteronomio 30:20): Implica una vida de receptividad a la Ruaj HaKodesh, la Palabra de HaShem y la guía de Yeshúa HaMashíaj. Es desarrollar una relación íntima que permite discernir la voluntad de HaShem en todas las circunstancias.

5. Apegarse a Él (Deuteronomio 30:20): El verbo hebreo “דָבַק” (da-vaq) denota una adhesión profunda y duradera. Significa mantenerse fiel a HaShem, no desviarse a otros dioses o prioridades. En el Reino de los Cielos, es un llamado a permanecer en Yeshúa HaMashíaj, como la vid y los pámpanos (Yojanán 15:4), reconociendo que de Él fluye toda vida.

6. Elegir la Vida (Deuteronomio 30:19): Este es el mandamiento culminante. Es una decisión consciente y continua de optar por el camino de HaShem y Su Mashíaj, rechazando todo lo que conduce a la separación de Él. Esta elección asegura la bendición y la vida eterna en el Reino de los Cielos.

Estos principios son la base para una vida de discipulado auténtico, llevando a los creyentes a la plenitud de la vida que HaShem desea para ellos en Su Reino.

11. Preguntas de Reflexión

1. Considerando la exhortación de Moshéh a “elegir la vida”, ¿cómo discernimos los caminos que conducen a la vida y los que conducen a la muerte en nuestro contexto cultural actual, como discípulos en el Reino de Yeshúa HaMashíaj?

2. El pasaje enfatiza el amor y la adhesión a HaShem como la fuente de vida. ¿Qué prácticas espirituales podemos cultivar para profundizar nuestro amor por HaShem y nuestra adhesión a Yeshúa HaMashíaj, asegurando que nuestra elección de vida sea constante y genuina?

3. Moshéh invoca a los cielos y la tierra como testigos de esta elección. ¿Cómo nos recuerda esta imagen la solemnidad y las implicaciones eternas de nuestras decisiones diarias, y cómo influye en nuestra forma de vivir como ciudadanos del Reino de Yeshúa HaMashíaj?

12. Resumen

La Aliyá 5 de Parashá Nitzavim, Deuteronomio 30:15-20, es una poderosa admonición de Moshéh a Yisra’el, presentándoles una elección existencial entre la vida y el bien, o la muerte y el mal. El mensaje central es que la obediencia amorosa a HaShem y a Su Torah conduce a la vida y la bendición, mientras que la desobediencia lleva a la maldición y la destrucción. Esta elección es personal y colectiva, con HaShem mismo como la fuente de toda vida. El pasaje resuena profundamente en el Reino de los Cielos, ya que Yeshúa HaMashíaj se revela como la encarnación de la Vida, el Camino para elegir la bendición eterna. Los discípulos de Yeshúa HaMashíaj son llamados a una adhesión profunda a Él, amando y obedeciendo Sus enseñanzas, lo cual constituye la verdadera elección de la vida y asegura su herencia en el Reino de Elohím.

13. Tefiláh (Oración)

Adonái Elohím nuestro, Fuente de toda vida y bendición, te agradecemos por habernos presentado la elección clara entre la vida y la muerte. Por Tu inmensa gracia, nos has revelado en Yeshúa HaMashíaj el Camino, la Verdad y la Vida. Ayúdanos, por medio de Tu Ruaj HaKodesh, a amar Tu Nombre con todo nuestro corazón, a escuchar Tu voz y a apegarnos a Maran Yeshúa con una devoción inquebrantable. Que nuestras decisiones diarias reflejen nuestra elección de la vida que Tú nos ofreces en Tu Reino, para que podamos andar en Tus caminos y manifestar Tu gloria en la tierra, mientras esperamos la plena consumación de Tu Reino. Amén.

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Parashá 51 Nitzavim (נצבים) – Aliyah 4

Aliyáh 4: (Deuteronomio 30:7-10) Elohím promete bendiciones y prosperidad si Israel vuelve a obedecerle.
Haftaráh: Isaías 61:10-62:5 (La restauración y la alegría de Israel).
Brit Hadasháh: Hechos 3:19-21 (La restauración prometida por Elohím para aquellos que se arrepienten).

Saludos en el nombre del Kadosh Baruj Hu, desde el Reino de Yeshúa HaMashíaj. Nos honra presentar un estudio profundo de la Aliyá 4 de la Parashá Nitzavim, un pasaje que resuena con la cercanía de la Divina instrucción y su implicación para todos aquellos que buscan habitar en el Reino de Elohím.

Tema: La ley (Toráh) está cerca

1. Texto Hebreo Interlineal

Pasaje: Deuteronomio 30:11-30:14

2. Haftaráh Analizada

Pasaje: Yesha’yahu 60:1-22

Análisis: La Haftaráh de Yesha’yahu 60, comúnmente asociada con la Parashá Nitzavim y Vayelech, es una vibrante profecía de redención y restauración para Tziyon. Comienza con una invitación a Yerushalayim para que se levante y resplandezca, porque su luz ha llegado y la gloria de Adonái ha amanecido sobre ella (Yesha’yahu 60:1). Este pasaje resuena profundamente con la Aliyá 4 de Nitzavim, que declara que la Torah no está lejos ni es inaccesible, sino que está “cerca de ti, en tu boca y en tu corazón”.

La luz mencionada en Yesha’yahu 60 no es solo una luz física, sino la luz de la Torah y de la presencia de Elohím. Tal como la Torah está disponible para ser internalizada y vivida, así también la gloria de HaShem está destinada a manifestarse en Su pueblo y a través de él. El Midrash Raba sobre Yesha’yahu explica que “Levántate, resplandece” se refiere a la era mesiánica, cuando la Shejináh (presencia divina) iluminará a Tziyon de una manera sin precedentes. Este brillo atrae a las naciones, trayendo sus riquezas y a los hijos dispersos de Israel de vuelta a casa (Yesha’yahu 60:3-11).

El Targum Yonatan sobre Yesha’yahu 60 amplifica esta visión, enfatizando la venida del Mesías y la reunión de los exiliados. Describe cómo las “reyes de las naciones” servirán a Tziyon en ese día, y cómo los hijos de Israel, que habían sido dispersados, serán reunidos con gran gloria. La promesa de la cercanía de la Torah en Nitzavim es la base espiritual para la capacidad de Israel de recibir y encarnar esta luz profética. Si la Torah es accesible, entonces el camino hacia la restauración y la manifestación de la gloria de Elohím es también accesible.

La Haftaráh concluye con la promesa de una Yerushalayim eterna, donde la justicia y la paz prevalecerán, y el pueblo de Elohím será una nación justa, la obra de Sus manos para Su gloria (Yesha’yahu 60:21). “El más pequeño llegará a ser un millar, y el menor una nación fuerte; yo, Adonái, a su tiempo lo apresuraré” (Yesha’yahu 60:22). Esta aceleración de la redención está intrínsecamente ligada a la obediencia y la cercanía a la Torah que Moshéh proclama en Nitzavim. La proclamación de la cercanía de la Torah es la condición previa para la realización de estas gloriosas profecías de la era mesiánica, donde el Reino de Elohím se establecerá plenamente en la tierra.

3. Brit Hadasháh (Arameo)

Pasaje: Romanos 10:6-8 (del Peshitta)

Texto Hebreo OriginalFonética TiberianaTraducción Palabra por PalabraTraducción Literal del Verso
—————–—————–—————–—————–
כִּיKiPorque כִּי KiPorque este mandamiento que yo te ordeno hoy, no es demasiado difícil para ti, ni está lejos.
הַמִּצְוָהHa-mitz-váhEl mandamiento הַמִּצְוָה Ha-mitz-váh
הַזֹּאתHa-zo’tEste הַזֹּאת Ha-zo’t
אֲשֶׁרA-šerQue אֲשֶׁר A-šer
אָנֹכִיA-no-khiYo אָנֹכִי A-no-khi
מְצַוְּךָMe-ṣa-ve-kháTe ordeno מְצַוְּךָ Me-ṣa-ve-khá
הַיּוֹםHa-yomHoy הַיּוֹם Ha-yom
לֹאLoNo לֹא Lo
נִפְלֵאתNif-le’etEs demasiado difícil נִפְלֵאת Nif-le’et
הִואHiElla הִוא Hi
מִמְּךָMi-me-kháDe ti מִמְּךָ Mi-me-khá
וְלֹאVe-loY no וְלֹא Ve-lo
רְחֹקָהRe-ḥo-qáhEstá lejos רְחֹקָה Re-ḥo-qáh
הִואHiElla הִוא Hi
לֹאLoNo לֹא LoNo está en los cielos, para que digas: “¿Quién subirá por nosotros al cielo y nos la traerá, y nos la hará oír para que la cumplamos?”
בַשָּׁמַיִםVa-ša-ma-yimEn los cielos בַשָּׁמַיִם Va-ša-ma-yim
הִואHiElla הִוא Hi
לֵאמֹרLe’morDiciendo לֵאמֹר Le’mor
מִיMi¿Quién מִי Mi
יַעֲלֶהYa-a-léhSubirá יַעֲלֶה Ya-a-léh
לָּנוּLá-nuPor nosotros לָּנוּ Lá-nu
הַשָּׁמַיְמָהHa-ša-má-ymahAl cielo הַשָּׁמַיְמָה Ha-ša-má-ymah
וְיִקָּחֶהָVe-yi-qá-ḥe-háY la tome וְיִקָּחֶהָ Ve-yi-qá-ḥe-há
לָּנוּLá-nuPara nosotros לָּנוּ Lá-nu
וְיַשְׁמִעֵנוּVe-yaš-mi-é-nuY nos la haga oír וְיַשְׁמִעֵנוּ Ve-yaš-mi-é-nu
אֹתָהּO-táhElla אֹתָהּ O-táh
וְנַעֲשֶׂנָּהVe-na-a-se-náhY la cumplamos וְנַעֲשֶׂנָּה Ve-na-a-se-náh
וְלֹאVe-loY no וְלֹא Ve-loNi está al otro lado del mar, para que digas: “¿Quién cruzará por nosotros al otro lado del mar y nos la traerá, y nos la hará oír para que la cumplamos?”
מֵעֵבֶרMe-é-verAl otro lado מֵעֵבֶר Me-é-ver
לַיָּםLa-yamDel mar לַיָּם La-yam
הִואHiElla הִוא Hi
לֵאמֹרLe’morDiciendo לֵאמֹר Le’mor
מִיMi¿Quién מִי Mi
יַעֲבָרYa-a-varCruzará יַעֲבָר Ya-a-var
לָנוּLá-nuPor nosotros לָנוּ Lá-nu
אֶלElA אֶל El
עֵבֶרÉ-verEl lado עֵבֶר É-ver
הַיָּםHa-yamEl mar הַיָּם Ha-yam
וְיִקָּחֶהָVe-yi-qá-ḥe-háY la tome וְיִקָּחֶהָ Ve-yi-qá-ḥe-há
לָנוּLá-nuPara nosotros לָנוּ Lá-nu
וְיַשְׁמִעֵנוּVe-yaš-mi-é-nuY nos la haga oír וְיַשְׁמִעֵנוּ Ve-yaš-mi-é-nu
אֹתָהּO-táhElla אֹתָהּ O-táh
וְנַעֲשֶׂנָּהVe-na-a-se-náhY la cumplamos וְנַעֲשֶׂנָּה Ve-na-a-se-náh
כִּיKiPorque כִּי KiPorque la palabra está muy cerca de ti, en tu boca y en tu corazón, para cumplirla.
קָרוֹבQa-rovCerca קָרוֹב Qa-rov
אֵלֶיךָE-lé-khaDe ti אֵלֶיךָ E-lé-kha
הַדָּבָרHa-da-varLa palabra הַדָּבָר Ha-da-var
מְאֹדMe-odMucho מְאֹד Me-od
בְּפִיךָBe-fi-kháEn tu boca בְּפִיךָ Be-fi-khá
וּבִלְבָבְךָU-vil-vav-kháY en tu corazón וּבִלְבָבְךָ U-vil-vav-khá
לַעֲשֹׂתוֹLa-a-so-toPara cumplirla לַעֲשֹׂתוֹ La-a-so-to
Texto Arameo OriginalFonética Siríaca OrientalTraducción Palabra por Palabra
—————–—————–—————–
ܗܝܕܝܢHaydanEntonces ܗܝܕܝܢ Haydan
ܕܝܢdenPero/pues ܕܝܢ den
ܙܕܝܩܘܬܐZadiqutaLa justicia ܙܕܝܩܘܬܐ Zadiquta
ܕܒܗܝܡܢܘܬܐd’bhemanutaQue es por fe ܕܒܗܝܡܢܘܬܐ d’bhemanuta
ܗܟܢܐhakanaAsí ܗܟܢܐ hakana
ܐܡܪܐamraDice ܐܡܪܐ amra
ܐܢܬantTú ܐܢܬ ant
ܠܐlaNo ܠܐ la
ܬܡܪtemarDigas ܬܡܪ temar
ܒܠܒܟb’levakEn tu corazón ܒܠܒܟ b’levak
ܕܡܢܘd’manuQuién ܕܡܢܘ d’manu
ܣܠܩsalaqSubirá ܣܠܩ salaq
ܠܫܡܝܐl’šmayaAl cielo ܠܫܡܝܐ l’šmaya
ܘܡܢܚܬw’manḥatY traerá abajo ܘܡܢܚܬ w’manḥat
ܠܡܫܝܚܐl’MašīḥaAl Mesías ܠܡܫܝܚܐ l’Mašīḥa
ܐܘawO ܐܘ aw
ܕܡܢܘd’manuQuién ܕܡܢܘ d’manu
ܢܚܬnaḥatBajará ܢܚܬ naḥat
ܠܬܗܘܡܐl’thomaAl abismo ܠܬܗܘܡܐ l’thoma
ܘܡܣܩw’masaḳY subirá ܘܡܣܩ w’masaḳ
ܠܡܫܝܚܐl’MašīḥaAl Mesías ܠܡܫܝܚܐ l’Mašīḥa
ܡܢmanDe ܡܢ man
ܒܝܬbaytEntre ܒܝܬ bayt
ܡܝܬܐmaytaLos muertos ܡܝܬܐ mayta
ܐܠܐelaSino ܐܠܐ ela
ܡܢܐmana¿Qué? ܡܢܐ mana
ܗܝhiElla ܗܝ hi
ܐܡܪܐamraDice ܐܡܪܐ amra
ܩܪܝܒqaribCerca ܩܪܝܒ qarib
ܐܝܬܝܗitayhEstá ella ܐܝܬܝܗ itayh
ܡܠܬܐmiltaLa palabra ܡܠܬܐ milta
ܠܘܬܟlutakContigo ܠܘܬܟ lutak
ܒܦܘܡܟb’pumakEn tu boca ܒܦܘܡܟ b’pumak
ܘܒܠܒܟw’b’levakY en tu corazón ܘܒܠܒܟ w’b’levak
ܗܝܕܝܢHaydan(Esta) es ܗܝܕܝܢ Haydan
ܡܠܬܐmiltaLa palabra ܡܠܬܐ milta
ܕܗܝܡܢܘܬܐd’hemanutaDe la fe ܕܗܝܡܢܘܬܐ d’hemanuta
ܕܡܟܪܙܝܢd’makhrezinQue predicamos ܕܡܟܪܙܝܢ d’makhrezin

Análisis: El Apóstol Sha’ul, en su carta a los Romanos, cita Deuteronomio 30:11-14 para ilustrar la naturaleza accesible de la justicia que se obtiene por la fe. Al parafrasear a Moshéh, Sha’ul no solo confirma la esencia de la Aliyá 4, sino que también la eleva a una nueva dimensión en el contexto de Yeshúa HaMashíaj. La “ley” o “mandamiento” (מִצְוָה – mitzváh) de la Torah, que Moshéh declara cercana, Sha’ul la identifica con la “palabra de la fe” (ܡܠܬܐ ܕܗܝܡܢܘܬܐ – milta d’hemanuta).

Sha’ul argumenta que, al igual que no era necesario ascender al cielo o cruzar el mar para encontrar la Torah, tampoco lo es para encontrar la justicia de Elohím. No es necesario buscar a Yeshúa HaMashíaj en las alturas celestiales (como si hubiera que traerlo del cielo) o en las profundidades del abismo (como si hubiera que resucitarlo de los muertos). La verdad es que Yeshúa HaMashíaj ya ha realizado la obra de ascender y descender, de morir y resucitar. La palabra de esta salvación, la palabra acerca de Yeshúa HaMashíaj, está, como la Torah, “cerca de ti, en tu boca y en tu corazón”.

Esta conexión subraya la profunda unidad entre la Torah y el Mashíaj. Yeshúa HaMashíaj mismo es la encarnación viviente del “davar” (דָּבָר – palabra/mandamiento) de Elohím. Él no vino a abolir la Torah, sino a cumplirla y hacerla accesible de una manera más íntima y transformadora (Mateo 5:17-20). A través de Él y el Ruaj HaKodesh, la Torah no solo se internaliza en el corazón, como Moshéh profetizó (Yirmeyahu 31:33), sino que se convierte en una realidad viva que capacita al creyente para vivir en el Reino de los Cielos.

Textos apócrifos y pseudepigráficos como el Libro de Jubileos y el Templo de la Sabiduría de Salomón, a menudo enfatizan la centralidad de la sabiduría divina y la ley como un don celestial, pero también como algo que requiere obediencia y compromiso humano. Sin embargo, en el pensamiento mesiánico expresado por Sha’ul, la “cercanía” se profundiza: la revelación de Elohím en Yeshúa HaMashíaj ya ha “descendido” y está “al alcance” no solo intelectualmente, sino por la fe que se declara con la boca y se cree en el corazón. La promesa de la Torah en el corazón se cumple en la Brit Hadasháh a través del Ruaj HaKodesh, haciendo posible que los discípulos de Maran Yeshúa vivan el espíritu de la Torah de una manera que las generaciones anteriores solo podían anhelar.

4. Contexto Histórico

El pasaje de Deuteronomio 30:11-14 se sitúa en los últimos discursos de Moshéh al pueblo de Israel, justo antes de su entrada a la Tierra de Kena’an. El libro de Deuteronomio, cuyo nombre en hebreo “Devarim” (דְּבָרִים) significa “palabras”, se presenta como una serie de recordatorios y exhortaciones de Moshéh. Estos discursos son una renovación del pacto (Brit) que Elohím hizo con Israel en el Har Sinai, adaptado a la nueva generación que estaba a punto de poseer la tierra prometida.

El contexto cultural de la época de Moshéh y la antigua Israel estaba profundamente influenciado por los tratados de vasallaje del Antiguo Cercano Oriente. Estos tratados, como los de los hititas o los asirios, contenían un preámbulo, un prólogo histórico, estipulaciones, provisiones para el depósito y la lectura pública del tratado, listas de testigos divinos y bendiciones/maldiciones. La estructura de Deuteronomio se alinea con este modelo, con Moshéh actuando como el mediador del pacto entre el Gran Rey (Elohím) y Su pueblo vasallo (Israel).

Específicamente, este pasaje viene después de una larga sección de bendiciones y maldiciones (Deuteronomio 28), y la exhortación a elegir la vida (Deuteronomio 30:1-10), que incluye la promesa de un retorno del exilio si el pueblo se arrepiente. En este punto, Moshéh quiere asegurar al pueblo que las exigencias de la Torah no son inalcanzables o esotéricas. No son para una élite espiritual que pueda ascender a los cielos o para un viajero intrépido que pueda cruzar los vastos mares para recuperarlas. La Torah está explícitamente presentada como accesible a todos los israelitas, al alcance de su comprensión y capacidad de obediencia.

Este mensaje era crucial para una nación a punto de establecerse en una tierra llena de culturas paganas y prácticas idolátricas. Moshéh deseaba inculcarles la convicción de que la instrucción de Elohím era clara, directa y practicable, en contraste con las misteriosas y a menudo opresivas deidades de las naciones vecinas. La arqueología ha revelado textos como los “Códigos de Leyes” de Hammurabi, Ur-Nammu o Lipit-Ishtar, que aunque contienen principios morales, carecen de la dimensión relacional y accesible de la Torah presentada por Moshéh, la cual está diseñada para una vida de pacto con Elohím. La Torah no es un conjunto de leyes inalcanzables, sino una guía de vida íntima y cercana.

5. Comentarios Proféticos

El pasaje de Nitzavim, al declarar que la Torah está “cerca de ti, en tu boca y en tu corazón”, contiene una profunda verdad profética que apunta directamente a la era de Yeshúa HaMashíaj y el Reino de los Cielos. Moshéh, en esencia, estaba prediciendo un tiempo en el que la relación de Israel con la instrucción divina iría más allá de la mera observancia externa.

La promesa de que la Torah estaría en el corazón del pueblo de Israel se amplifica en las profecías de Yirmeyahu y Yeḥezqel. Yirmeyahu 31:33-34 profetiza una Brit Hadasháh donde Elohím “pondré mi ley en su interior, y la escribiré en su corazón; y yo seré su Elohím, y ellos serán mi pueblo”. Yeḥezqel 36:26-27 complementa esto diciendo: “Les daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de ustedes… y haré que anden en mis estatutos y que guarden mis preceptos y los cumplan”. Estas profecías, al igual que el pasaje de Nitzavim, hablan de una interiorización radical de la Torah.

Yeshúa HaMashíaj es el cumplimiento de estas profecías. Él no solo ejemplificó la Torah en su vida, sino que, a través de Su sacrificio y resurrección, hizo posible el envío del Ruaj HaKodesh. El Ruaj HaKodesh, el Espíritu de Elohím, es quien escribe la Torah en los corazones de los creyentes. Esto transforma la obediencia de una tarea externa a una inclinación interna, un deseo genuino de honrar a Elohím y vivir según Sus caminos.

En la época actual, la relevancia de esta profecía para el Reino de Yeshúa HaMashíaj es inmensa. Vivimos en un tiempo donde la palabra de Elohím no está confinada a rollos o a la interpretación de unos pocos, sino que es accesible a todo aquel que cree y recibe el Ruaj HaKodesh. La “cercanía” de la Torah se manifiesta en la guía constante del Ruaj HaKodesh, que capacita a los discípulos de Mashíaj para entender y aplicar las verdades eternas de la Torah en sus vidas. La ética del Reino de los Cielos, proclamada por Yeshúa HaMashíaj, profundiza los mandamientos de la Torah, llevándolos al ámbito de las intenciones del corazón (Mateo 5:21-48).

La restauración de Israel y la reunión de las naciones en el Reino de los Cielos son posibles porque la Torah, a través de Yeshúa HaMashíaj, se ha vuelto verdaderamente universal e interna. La promesa de Moshéh es un faro profético que ilumina el camino hacia la plena realización del Reino, donde el conocimiento de HaShem llenará la tierra como las aguas cubren el mar, y la Torah se vivirá desde un corazón transformado.

6. Análisis Profundo

El pasaje de Deuteronomio 30:11-14 es una declaración poderosa sobre la naturaleza de la Torah y la relación de Elohím con Su pueblo. Desglosar las palabras clave en hebreo nos permite apreciar la profundidad de su mensaje.

1. מִצְוָה (mitzváh – mandamiento): Esta palabra no se refiere solo a una orden, sino a una conexión, un lazo. Un mandamiento divino es una invitación a entrar en una relación más profunda con el Dador. En este contexto, Moshéh asegura que esta conexión no es inalcanzable. El Midrash Tanhuma (Nitzavim 1) enfatiza que “mitzváh” es la forma en que Elohím se revela y permite que el hombre se acerque a Él.

2. נִפְלֵאת (nifle’et – demasiado difícil, maravillosa, extraordinaria): Moshéh descarta la idea de que la mitzváh sea “demasiado difícil” o “extraordinariamente compleja”. La Torah no está diseñada para ser una carga insuperable. En el uso de la palabra נִפְלֵאת, a menudo asociada con milagros o cosas maravillosas, Moshéh invierte su connotación negativa de “imposible” aquí, diciendo que la mitzváh no es de una dificultad milagrosa que impida su cumplimiento.

3. רְחֹקָה (reḥoqáh – lejos, distante): En contraste con la lejanía física o metafísica, Moshéh afirma que la Torah no está distante. La interpretación rabínica, como en Sifrei Devarim 306, a menudo compara esto con la sabiduría griega que era distante y esotérica, contrastándola con la Torah que está disponible para todos. El Targum Onkelos traduce “lejos” como algo que requiere “mucho esfuerzo y fatiga para encontrarlo”, indicando que la Torah no demanda tales extremos.

4. קָרוֹב (qarov – cerca, próximo): Esta es la antítesis de “lejos”. La Torah está “muy cerca” (מְאֹד – me’od). Esta cercanía implica accesibilidad, familiaridad e inmediatez. No hay barreras geográficas o intelectuales insuperables. La cercanía es existencial.

5. דָּבָר (davar – palabra, cosa, asunto): Aquí, דָּבָר se refiere a la “palabra” de Elohím, la Torah misma, que abarca Sus instrucciones, principios y promesas. Es una entidad activa y viva. Algunos Midrashim, como en Devarim Raba 8:6, lo interpretan como la palabra de arrepentimiento (teshuváh), que es siempre cercana al pecador.

6. בְּפִיךָ (be-fi-khá – en tu boca): La boca es el órgano de la expresión, de la confesión, del estudio y de la enseñanza. Tener la Torah en la boca significa que es objeto de constante estudio, discusión y proclamación. Es algo que se articula, se recita y se transmite.

7. וּבִלְבָבְךָ (u-vil-vav-khá – y en tu corazón): El corazón (לֵב – lev) en la concepción hebrea es el centro de la voluntad, el intelecto, las emociones y la conciencia moral. Tener la Torah en el corazón significa que no es solo una observancia externa, sino que reside en las profundidades del ser, moldeando el carácter, los deseos y las intenciones. Es el asiento de la fe y el compromiso.

Este análisis revela que Moshéh presenta la Torah no como una serie de edictos distantes, sino como un pacto íntimo y personal. La “cercanía” es tanto geográfica (no está en el cielo ni al otro lado del mar) como personal (en la boca y el corazón). Esto sienta las bases para una espiritualidad basada en la responsabilidad individual y la capacidad inherente de cada israelita para vivir en los caminos de HaShem.

7. Tema Relevante

El tema central y relevante de esta Aliyá es la accesibilidad e internalización de la Torah. Moshéh desmiente la noción de que la instrucción divina es una empresa esotérica o imposible. Por el contrario, la presenta como algo cercano, al alcance de todos. No se requiere de proezas sobrehumanas para adquirirla o comprenderla; no hay que escalar montañas celestiales ni cruzar océanos vastos. Está intrínsecamente disponible para la persona común.

Esta cercanía se manifiesta en dos esferas vitales: “en tu boca” (בְּפִיךָ – be-fi-khá) y “en tu corazón” (וּבִלְבָבְךָ – u-vil-vav-khá). La boca representa el estudio, la declaración, la enseñanza y la oración, es decir, la expresión verbal y la transmisión de la Torah. El corazón, como centro de la voluntad y la moralidad en la cosmovisión hebrea, simboliza la comprensión, la convicción interna, la fe y la motivación. La Torah no debe ser solo un conjunto de reglas externas, sino que debe arraigarse en el ser interior, transformando pensamientos y deseos.

Para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos, este tema es fundamental. Yeshúa HaMashíaj mismo enseñó que Él no vino para anular la Torah, sino para cumplirla y, de hecho, para profundizar su aplicación (Mateo 5:17-20). Él elevó el cumplimiento de la Torah del mero acto externo a la intención del corazón. Los celos, el odio, la codicia, aunque no culminen en asesinato o adulterio físicos, son violaciones de la Torah en el corazón.

La promesa de la Brit Hadasháh, tal como se encuentra en Yirmeyahu 31:33, es que Elohím escribiría Su Torah en los corazones de Su pueblo. Esta profecía se realiza a través del Ruaj HaKodesh, que Maran Yeshúa envió después de Su ascensión. El Ruaj HaKodesh capacita a los creyentes para amar y obedecer la Torah no por obligación externa, sino por un deseo intrínseco. La accesibilidad de la Torah se convierte así en la accesibilidad del Ruaj HaKodesh, quien enseña, guía y empodera.

Vivir en el Reino de los Cielos implica reconocer que la Torah está cerca; es decir, la voluntad de Elohím no es un misterio insondable, sino que ha sido revelada y se hace comprensible a través de Yeshúa HaMashíaj y el Ruaj HaKodesh. Requiere que los discípulos de Mashíaj se involucren activamente en el estudio (boca) y la meditación (corazón) de la palabra de Elohím, permitiendo que moldee su carácter y sus acciones. La Torah es el mapa del Reino, y su cercanía es una invitación a explorarlo y habitarlo plenamente.

8. Descubriendo a Mashíaj

El pasaje de Deuteronomio 30:11-14, con su enfática declaración sobre la cercanía de la Torah, apunta de manera profunda y profética a Yeshúa HaMashíaj. Moshéh prepara el terreno para la revelación definitiva de Elohím a través de Su Hijo.

1. Yeshúa HaMashíaj como la Torah Viviente: El “davar” (דָּבָר – palabra/mandamiento) que está cerca es, en el pensamiento mesiánico, Yeshúa HaMashíaj mismo. El prólogo del Evangelio de Yoḥanan (Juan) declara: “En el principio era la Palabra, y la Palabra estaba con Elohím, y la Palabra era Elohím” (Yoḥanan 1:1). Y “la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros” (Yoḥanan 1:14). Yeshúa HaMashíaj es la manifestación encarnada del “davar” de Elohím, el mandamiento cercano y accesible que Moshéh anticipó. Él no solo trae la Torah, Él es la Torah viva, el cumplimiento perfecto de todas sus intenciones y propósitos.

2. La Ruaj HaKodesh y la Internalización del Corazón: El pasaje enfatiza que la Torah está “en tu boca y en tu corazón”. Este es el ideal que solo se realiza plenamente a través de Yeshúa HaMashíaj y el Ruaj HaKodesh. Moshéh profetizó una circuncisión del corazón (Deuteronomio 30:6) que se hace efectiva a través de Mashíaj (Romanos 2:29). El Ruaj HaKodesh, enviado por Yeshúa HaMashíaj (Yoḥanan 14:16-17, 26), es quien inscribe la Torah en el corazón de los creyentes (2 Corintios 3:3), haciendo que el deseo de Elohím sea una realidad interna. De este modo, el Ruaj HaKodesh hace que la Torah, lejos de ser una carga externa, sea una fuente de vida y guía interior.

3. La Justicia de Mashíaj como la “Torah Cercana”: Como se vio en el análisis de Brit Hadasháh, Sha’ul utiliza este pasaje para explicar la justicia por fe en Yeshúa HaMashíaj. La justicia que viene de Elohím, manifestada en Yeshúa HaMashíaj, no requiere esfuerzos sobrehumanos para obtenerla (ascender al cielo o bajar al abismo), porque Yeshúa HaMashíaj ya ha realizado la obra. La confesión de boca y la creencia de corazón en Yeshúa HaMashíaj hacen que la justicia de Elohím esté “cerca” de cada individuo. Él es la puerta al Reino de los Cielos, y Su obra es la clave para la accesibilidad de la vida conforme a la Torah.

4. Conexiones con Textos Apócrifos y Pseudepigráficos: La idea de una sabiduría divina accesible, aunque a menudo personificada, aparece en la literatura sapiencial apócrifa. Por ejemplo, en la Sabiduría de Salomón (7:24-26), la Sabiduría es descrita como un espíritu sutil, puro, omnipresente e inmaculado, “un aliento del poder de Elohím, un puro efluvio de la gloria del Todopoderoso”. Aunque esta personificación no es directamente mesiánica, la noción de una sabiduría divina que no está oculta sino que se revela y es accesible al alma justa, sienta un precedente para la encarnación de la Sabiduría en Yeshúa HaMashíaj. De manera similar, algunos textos de Qumran, como el Rollo de los Himnos (1QH), hablan de un conocimiento divino revelado a los justos que es interior y transformador, anticipando la escritura de la Torah en el corazón por el Ruaj HaKodesh.

En resumen, Yeshúa HaMashíaj no solo cumple la profecía de la “Torah cercana” sino que la encarna y la hace posible para todos los que creen. Él es el medio por el cual la palabra de Elohím pasa de ser una instrucción externa a una realidad viva y transformadora en el corazón, permitiendo a los creyentes vivir en el Reino de los Cielos con una obediencia que brota del amor y la fe.

9. Midrashim y Targumim

El pasaje de Deuteronomio 30:11-14 ha sido objeto de extensas interpretaciones en los Midrashim y Targumim, que buscan elucidar la profunda declaración de Moshéh sobre la accesibilidad de la Torah.

1. Sifrei Devarim 306: Este Midrash rabínico es uno de los comentarios más importantes sobre Deuteronomio. Explica la idea de la cercanía de la Torah en contraste con la sabiduría griega, que era considerada inalcanzable para la mayoría. La sabiduría griega era para los eruditos y filósofos, y sus enseñanzas no eran para el pueblo común. En cambio, Sifrei declara: “La Torah no está en el cielo… es algo que Elohím te ha dado, y tú eres responsable de ella.” También enfatiza la responsabilidad personal: “No está en el cielo para que tengas que subir para traerla, ni está al otro lado del mar para que tengas que cruzar el mar para traerla. ¿Dónde está? ‘Está muy cerca de ti, en tu boca y en tu corazón, para cumplirla.'” Esto subraya que no hay excusa para la falta de cumplimiento, ya que la Torah no es un misterio esotérico, sino una verdad revelada y alcanzable.

2. Targum Onkelos: Esta es una de las traducciones arameas más autorizadas de la Torah. En Deuteronomio 30:11-14, el Targum Onkelos mantiene la literalidad del texto, pero su elección de palabras a menudo aclara el significado. Por ejemplo, para “demasiado difícil” (נִפְלֵאת – nifle’et), a menudo implica algo “escondido” o “inaccesible”. Al traducir que no es “escondida” de ti, Onkelos refuerza la idea de transparencia y disponibilidad. Para los versículos 12 y 13, Onkelos traduce “subirá por nosotros al cielo” y “cruzará por nosotros al otro lado del mar” con un énfasis en el esfuerzo y la dificultad, reafirmando que no es la voluntad de Elohím que el pueblo se someta a tales desafíos extremos para obtener Su instrucción. La Torah ya ha sido dada.

3. Targum Yonatan (Pseudo-Jonathan): Aunque a veces más expansivo, el Targum Yonatan también enfatiza la accesibilidad. Para Deuteronomio 30:12, Yonatan podría parafrasear, añadiendo que la Torah no requiere ascender “a los más altos cielos para aprender de los ángeles”, ni “ir más allá del gran océano para recibirla de aquellos que viven más allá de él”. Esto humaniza la instrucción divina, contrastando su cercanía con la idea de que se necesitaría una mediación angelical o una expedición épica para adquirirla.

4. Midrash Tanhuma (Nitzavim 1): Este Midrash elabora sobre la idea de “cercanía”. Una enseñanza notable es que la Torah es cercana en tres aspectos:

* Geográfico: No está en lugares remotos.

* Temporal: No es para un tiempo futuro distante, sino para el presente.

* Personal: Está en tu boca y en tu corazón.

También se interpreta que la frase “en tu boca” se refiere al estudio de la Torah, y “en tu corazón” a su cumplimiento. No es suficiente solo estudiarla; debe haber un compromiso del corazón para llevarla a la práctica. La Torá está cerca porque Elohím ya ha descendido al Har Sinai para darla, y Yeshúa HaMashíaj nos la ha hecho aun más cercana.

Estas interpretaciones rabínicas subrayan un mensaje consistente: la Torah de Elohím es un don directo y accesible, que exige el compromiso tanto intelectual como espiritual del individuo. No hay excusa por su ignorancia o incumplimiento, porque su cercanía es una manifestación de la misericordia de Elohím y Su deseo de una relación íntima con Su pueblo. La obligación de escuchar, aprender y vivirla es una responsabilidad personal e intransferible.

10. Mandamientos

De esta Aliyá, Deuteronomio 30:11-14, podemos extraer varios mandamientos (mitzvot) o principios de vida esenciales para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos:

1. Estudiar y Proclamar la Torah activamente (boca): La frase “en tu boca” (בְּפִיךָ – be-fi-khá) nos manda a no solo memorizar, sino a comprender, articular y enseñar la palabra de Elohím. Para los discípulos de Mashíaj, esto significa inmersión continua en las Escrituras, que incluyen la Torah, Nevi’im, Ketuvim y los escritos de la Brit Hadasháh. Se nos instruye a hablar de la Torah, a confesar nuestra fe en Yeshúa HaMashíaj como el cumplimiento de la Torah, y a compartir estas verdades con otros, de modo que la palabra de Elohím esté siempre en nuestros labios.

2. Internalizar la Torah en el Corazón: La instrucción “y en tu corazón” (וּבִלְבָבְךָ – u-vil-vav-khá) es un mandamiento a permitir que la Torah no solo sea conocimiento superficial, sino una convicción profunda que moldee nuestras intenciones, deseos y motivaciones. Para los que siguen a Mashíaj, esto se logra a través del Ruaj HaKodesh, quien escribe la Torah en nuestros corazones, transformando nuestra naturaleza y alineando nuestra voluntad con la de Elohím. Es un llamado a la genuina piedad y a la integridad, donde el amor por Elohím y el prójimo no son meras acciones externas, sino emanaciones de un corazón renovado.

3. Aceptar la Accesibilidad de la Voluntad de Elohím: El pasaje declara que la Torah no es “demasiado difícil” (נִפְלֵאת – nifle’et) ni “lejana” (רְחֹקָה – reḥoqáh). Este es un mandamiento implícito a no buscar excusas para la desobediencia, alegando la dificultad o la inaccesibilidad de la voluntad divina. Los discípulos de Mashíaj deben abrazar la verdad de que, a través de Yeshúa HaMashíaj, la voluntad de Elohím es clara y el poder para cumplirla es dado por el Ruaj HaKodesh. Debemos acercarnos a Elohím con fe y confianza, sabiendo que Él ha hecho Su camino manifiesto y factible.

4. Cumplir la Torah con Diligencia (hacerla): La frase final, “para cumplirla” (לַעֲשֹׂתוֹ – la-a-so-to), es un imperativo directo a la acción. La cercanía y la internalización de la Torah no son para el mero conocimiento, sino para la práctica. Para los discípulos de Mashíaj, esto significa vivir una vida de obediencia activa a los mandamientos de Elohím, interpretados y cumplidos en la luz de Yeshúa HaMashíaj. Es vivir la ética del Reino de los Cielos, buscando la justicia, la misericordia y la fidelidad en todas las áreas de la vida.

Estos principios son fundamentales para la vida en el Reino de Elohím, guiando a los discípulos a una relación de pacto con HaShem, caracterizada por la fe, el amor y la obediencia que brotan de un corazón transformado.

11. Preguntas de Reflexión

Aquí hay 3 preguntas de reflexión profunda sobre el pasaje para el estudio personal o grupal, enfocadas en la aplicación práctica en el Reino de Yeshúa HaMashíaj:

1. Moshéh afirma que la Torah no está “demasiado difícil” ni “lejos”, sino “en tu boca y en tu corazón”. ¿De qué maneras nuestra cultura o incluso nuestras propias percepciones pueden llevarnos a creer que la voluntad de Elohím es inalcanzable o demasiado compleja para nosotros hoy? ¿Cómo la realidad de Yeshúa HaMashíaj y el Ruaj HaKodesh desafía y desarraiga estas creencias limitantes, permitiéndonos vivir la Torah del Reino?

2. El pasaje enfatiza la Torah estando “en tu boca” y “en tu corazón”. ¿Cómo se manifiesta la presencia de la Torah en tu boca (estudio, proclamación, confesión) y en tu corazón (motivación, deseo, comprensión) en tu vida diaria como discípulo de Mashíaj? ¿Qué pasos concretos puedes tomar para profundizar la internalización de la palabra de Elohím en ambas esferas, permitiendo que el Ruaj HaKodesh guíe tu obediencia?

3. Sha’ul conecta esta Aliyá con la “palabra de la fe” en Yeshúa HaMashíaj. ¿Cómo la comprensión de que la “ley está cerca” a través de Mashíaj cambia tu perspectiva sobre la observancia de los mandamientos de Elohím? ¿Cómo podemos evitar caer en la trampa de buscar la justicia por obras o de considerar la Torah como una carga, en lugar de verla como una expresión liberadora de la voluntad de Elohím para la vida en el Reino?

12. Resumen

La Aliyá 4 de Parashá Nitzavim, Deuteronomio 30:11-14, proclama enfáticamente que la Torah de Elohím no es inalcanzable ni esotérica, sino que está “muy cerca de ti, en tu boca y en tu corazón, para cumplirla”. Esta declaración de Moshéh anticipa la naturaleza accesible de la instrucción divina, que no requiere hazañas celestiales o cruces oceánicos para ser comprendida y vivida. A través de Yeshúa HaMashíaj, la “palabra” se encarnó, y por medio del Ruaj HaKodesh, la Torah es inscrita en los corazones de los creyentes, capacitando a los discípulos para vivir en el Reino de los Cielos con una obediencia que brota de la fe y el amor genuino. Este pasaje, enriquecido por Midrashim y Targumim, revela la responsabilidad personal de internalizar la voluntad de Elohím y vivirla activamente, demostrando que en el Reino de Yeshúa HaMashíaj, la justicia de Elohím está siempre a nuestro alcance.

13. Tefiláh (Oración)

Adonái, nuestro Elohím y Rey del universo, te damos gracias por Tu inefable sabiduría y por la cercanía de Tu Torah. Te alabamos, Padre amado, porque en Yeshúa HaMashíaj, Tu bendita Palabra, has hecho que Tu instrucción no sea lejana ni difícil, sino una realidad viva en nuestros corazones y en nuestras bocas. Te pedimos que, por medio del Ruaj HaKodesh, nos capacites para internalizar Tu Torah profundamente, para que no solo la estudiemos y proclamemos, sino que la vivamos con pasión y obediencia genuina, reflejando así la luz de Tu Reino en cada paso de nuestras vidas, para Tu gloria eterna. Amén.

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Parashá 51 Nitzavim (נצבים) – Aliyah 3

Aliyáh 3: (Deuteronomio 30:1-6) Promesa de restauración y retorno de Israel después del exilio si se arrepienten.
Haftaráh: Ezequiel 36:24-28 (La promesa de un nuevo corazón y un nuevo espíritu).
Brit Hadasháh: Lucas 15:11-32 (La parábola del hijo pródigo y el retorno del arrepentido).

¡Shalom u’Brajá! En el nombre de Adonái, el Elohím de Avraham, Yitzḥak y Yaakov, es decir de MarYah Yeshúa HaMashíaj, nos es un honor presentar este profundo, estudio de la Aliyá 3 de la Parashá Nitzavim. Que el Ruaj HaKodesh ilumine nuestros entendimientos mientras nos sumergimos en las profundas verdades de la Torah y su cumplimiento en el Reino de los Cielos.

Tema: La promesa de restauración

1. Texto Hebreo Interlineal

Pasaje: Deuteronomio 30:7-30:10

Texto Hebreo OriginalFonética TiberianaTraducción Palabra por PalabraTraducción Literal del Verso
—————–—————–—————–—————–
וְנָתַןVe-natanY-pondráY pondrá Adonái tu Elohím todas estas maldiciones sobre tus enemigos y sobre tus aborrecedores que te persiguieron.
יְהוָהAdonáiAdonái
אֱלֹהֶיךָEloheyjatu-Elohím
אֵתet[partícula de objeto directo]
כָּל־הָאָלוֹתkol-ha-alottodas-las-maldiciones
הָאֵלֶּהha-elehestas
עַל־אֹיְבֶיךָal-oyvejasobre-tus-enemigos
וְעַל־שֹׂנְאֶיךָve-al-sone’ejay-sobre-tus-aborrecedores
אֲשֶׁרašerque
רְדָפוּךָ׃redafujate-persiguieron.
וְאַתָּהVe-atahY-túY tú volverás y escucharás la voz de Adonái, y harás todos sus mandamientos que yo te mando hoy.
תָשׁוּבtašuvvolverás
וְשָׁמַעְתָּve-šama’tay-escucharás
בְּקוֹלbe-qola-la-voz-de
יְהוָהAdonáiAdonái
וְעָשִׂיתָve-asitay-harás
אֶת־כָּל־מִצְוֺתָיוet-kol-mitzvotav[part. obj. dir.]-todos-sus-mandamientos
אֲשֶׁרašerque
אָנֹכִיanojiyo
מְצַוְּךָmetzavejate-mando
הַיּוֹם׃ha-yomhoy.
וְהוֹתִירְךָVe-hotirejaY-te-hará-prosperarY te hará prosperar Adonái tu Elohím en toda la obra de tu mano, en el fruto de tu vientre, y en el fruto de tu ganado, y en el fruto de tu tierra, para bien; porque Adonái volverá a regocijarse sobre ti para bien, como se regocijó sobre tus padres.
יְהוָהAdonáiAdonái
אֱלֹהֶיךָEloheyjatu-Elohím
בְּכֹלbe-kolen-toda
מַעֲשֵׂהma’asehla-obra-de
יָדֶךָyadejatu-mano
בִּפְרִיbi-frien-el-fruto-de
בִטְנְךָvitnejatu-vientre
וּבִפְרִיu-vi-friy-en-el-fruto-de
בְהֶמְתְּךָbehemtjatu-ganado
וּבִפְרִיu-vi-friy-en-el-fruto-de
אַדְמָתְךָadmatjatu-tierra
לְטוֹבָהle-tovahpara-bien
כִּיkiporque
יָשׁוּבyašuvvolverá
יְהוָהAdonáiAdonái
לָשׂוּשׂla-susa-regocijarse
עָלֶיךָalejasobre-ti
לְטוֹבle-tovpara-bien
כַּאֲשֶׁרka-ašercomo
שָׂשׂsasse-regocijó
עַל־אֲבֹתֶיךָ׃al-avotejasobre-tus-padres.
כִּיKiSi/CuandoCuando escuches la voz de Adonái tu Elohím, para guardar sus mandamientos y sus estatutos, los escritos en este libro de la Torah, cuando te vuelvas a Adonái tu Elohím con todo tu corazón y con toda tu alma.
תִשְׁמַעtišmaescuches
בְּקוֹלbe-qolla-voz-de
יְהוָהAdonáiAdonái
אֱלֹהֶיךָEloheyjatu-Elohím
לִשְׁמֹרlišmorpara-guardar
מִצְוֺתָיוmitzvotavsus-mandamientos
וְחֻקֹּתָיוve-ḥuqotavy-sus-estatutos
הַכְּתוּבָהha-ketuvahlos-escritos
בְּסֵפֶרbe-seferen-el-libro-de
הַתּוֹרָהha-Torahla-Torah
הַזֶּהha-zeheste
כִּיkicuando
תָשׁוּבtašuvte-vuelvas
אֶל־יְהוָהel-Adonáia-Adonái
אֱלֹהֶיךָEloheyjatu-Elohím
בְּכָל־לְבָבְךָbe-kol-levavjacon-todo-tu-corazón
וּבְכָל־נַפְשֶׁךָ׃u-ve-kol-nafšejay-con-toda-tu-alma.

2. Haftaráh

Pasaje: Yesha’yahu (Isaías) 60:1-7

Análisis:

La Haftaráh para Parashá Nitzavim es tradicionalmente Yesha’yahu 60:1-22, que es un poderoso mensaje de esperanza y restauración para Yerushalayim y el pueblo de Israel. Los versículos 1-7 que aquí analizamos, resuenan profundamente con la Aliyá 3 de Nitzavim, que promete que Adonái hará volver al pueblo y lo restaurará después del exilio.

Yesha’yahu 60:1 proclama: “קוּמִי אוֹרִי כִּי בָא אוֹרֵךְ וּכְבוֹד יְהוָה עָלַיִךְ זָרָח׃” (Qumi ori ki va orej u-jevōd Adonái alayij zāraḥ – Levántate, resplandece, porque ha llegado tu luz, y la gloria de Adonái ha amanecido sobre ti). Esta es una imagen vívida de la restauración que Elohím promete en Deuteronomio 30. Después del tiempo de dispersión y aflicción, simbolizado por las “maldiciones” del verso 7 de nuestra Aliyá, la luz y la gloria de Adonái retornarán a Su pueblo. Los versículos 2-3 de Yesha’yahu 60 continúan describiendo cómo las naciones vendrán a esta luz, lo que refleja la bendición prometida por Moshéh en Deuteronomio 30:9, donde Adonái prosperará a Su pueblo “para bien” (לְטוֹבָה – le-tovah).

El Targum Yonatan a Yesha’yahu 60 expande esta visión, interpretando la “luz” como la luz de la Torah y la presencia divina que se manifestará en Yerushalayim durante la era mesiánica. El Midrash Tanhuma, Nitzavim 2, conecta la promesa de Yesha’yahu con la fidelidad de Israel, afirmando que cuando Israel se vuelve a HaShem con un corazón perfecto (כָּל־לְבָבְךָ וּבְכָל־נַפְשֶׁךָ – be-kol-levavja u-ve-kol-nafšeja, Deut 30:10), entonces la gloria de Adonái se manifestará. El cumplimiento de la “teshuváh” (retorno/arrepentimiento) es la clave para desatar estas bendiciones.

La Haftaráh describe el retorno de los hijos de Israel, “בָּנַיִךְ מֵרָחוֹק יָבֹאוּ וּבְנוֹתַיִךְ עַל־צַד תֵּאָמַנָה׃” (Banayij me-raḥoq yavo’u u-venotayij al-ṣad te’amanah – Tus hijos vendrán de lejos, y tus hijas serán criadas en brazos, Yesha’yahu 60:4), lo cual es un eco directo de la promesa de Adonái en Deuteronomio 30:3-5 de reunir a los dispersos de Israel de todas las naciones. La riqueza y el esplendor traídos por las naciones (Yesha’yahu 60:5-7) son una manifestación externa de la prosperidad interna y espiritual prometida en Deuteronomio 30:9 (“וְהוֹתִירְךָ יְהוָה אֱלֹהֶיךָ בְּכֹל מַעֲשֵׂה יָדֶךָ” – Ve-hotireja Adonái Eloheyja be-kol ma’aseh yadeja – Y te hará prosperar Adonái tu Elohím en toda la obra de tu mano). Esta Haftaráh no solo complementa, sino que amplifica la visión de restauración y bendición que Moshéh presenta en esta Aliyá, señalando hacia un futuro glorioso bajo el Reino de Elohím.

3. Brit Hadasháh (Arameo)

Pasaje: Rōmaye (Romanos) 11:25-27, Mattityahu (Mateo) 24:31

Análisis:

La promesa de restauración en Deuteronomio 30:7-10 encuentra una poderosa resonancia en la Brit Hadasháh, particularmente en la enseñanza de Rav Sha’ul (Pablo) sobre el futuro de Israel y las palabras de Mar Yeshúa HaMashíaj sobre el Reino de los Cielos.

Rav Sha’ul, en su carta a los Rōmaye (Romanos), aborda la cuestión de la restauración de Israel. En Rōmaye 11:25-27 (usando la fonética siríaca oriental para el arameo Peshitta como base para la conceptualización de las ideas): “ܠܳܐ ܨܒܶܝܢ ܐ̱ܢܳܐ ܕܬܶܕܥܽܘܢ ܪܳܙܳܐ ܗܳܢܳܐ ܐܰܚܰܝ ܕܠܳܐ ܢܶܗܘܽܘܢ ܚܰܟܺܝܡܺܝܢ ܒܪܶܥܝܳܢ ܢܰܦܫܟܽܘܢ ܕܨܠܳܡܳܐ ܗ̱ܘܳܐ ܠܺܐܝܣܪܳܝܶܠ ܐܰܝܠܶܝܢ ܕܠܳܐ ܗܰܝܡܶܢܘ ܥܕܰܡܳܐ ܕܢܶܥܽܘܠ ܡܰܠܝܽܘܬܳܐ ܕܥܰܡܡ̈ܶܐ܂ ܘܗܳܟܰܢܳܐ ܟܽܠܶܗ ܐܺܝܣܪܳܝܶܠ ܢܶܚܕܶܐ ܘܢܶܬܦܰܪܩ ܐܰܝܟ ܕܰܟܬܺܝܒ ܕܢܺܐܬܶܐ ܡܶܢ ܨܶܝܽܘܢ ܦܳܪܽܘܩܳܐ ܘܢܰܚܙܶܝܘܗܝ ܠܥܰܘܠܳܐ ܡܶܢ ܝܰܥܩܽܘܒ܂ ܘܗܳܢܳܐ ܗ̱ܘܰܬ ܠܗܽܘܢ ܕܺܝܬܶܩܰܐ ܕܡܶܢ ܠܘܳܬܝ ܐܶܡܬܶܠܳܐ ܕܐܶܫܒܽܘܩ ܠܗܽܘܢ ܚܛܳܗܰܝܗܽܘܢ܂” (Lo ṣevin ono dat’dun rozo hōno aḥay d-lo neh’vun ḥakimin be-re’yōn nafš’kon d-ṣolōmo hwo l-Isro’yel aylēn d-lo haymenu adomo d-ne’ul malyuto d-ammē. V-hōkano kulleh Isro’yel neḥde v-netpareq ayk d-katib d-ne’te men Ṣeyun foroqo v-naḥzeyohi l-awlo men Ya’qub. V-hōno hwat l-hon dayteqa d-men l-woty emtelo d-ešboq l-hon ḥṭohayhon.)

“No quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis sabios en vuestro propio juicio: que parte de Israel ha endurecido su corazón hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles. Y así, todo Israel será salvado, como está escrito: ‘De Tziyon vendrá el Redentor, y apartará de Yaakov la impiedad. Y este será mi pacto con ellos, cuando les quite sus pecados.'”

Aquí, Rav Sha’ul cita a Yesha’yahu y Yirmeyahu, uniendo las profecías de restauración con la obra de Yeshúa HaMashíaj. La promesa de Deuteronomio 30 de que Adonái hará volver a Su pueblo (Deut 30:3) y lo reunirá, se ve culminada en la visión de Rav Sha’ul de un “todo Israel” que será salvo por el Mashíaj. Esta “salvación” es el regreso a la obediencia de la Torah con todo el corazón y toda el alma (Deut 30:10), posible por el pacto renovado, la Brit Hadasháh, que Mar Yeshúa estableció. La impiedad será quitada, y Adonái se regocijará sobre Su pueblo para bien, tal como se regocijó sobre sus padres (Deut 30:9).

Además, Mar Yeshúa mismo habla de este tiempo de reunión en Mattityahu 24:31: “ܘܗܳܝܕܶܝܢ ܢܶܫܰܕܰܪ ܡܰܠܰܐܟ̈ܰܘܗܝ ܒܰܩܪܳܢܳܐ ܪܰܒܬܳܐ ܕܩܳܠܳܐ ܘܢܶܟܢܫܽܘܢ ܠܰܓܒܰܘܳܬܶܗ ܡܶܐܪ̈ܒܰܥܬܳܐ ܪ̈ܽܘܚܳܢ ܡܶܢ ܩܰܨܘܳܝܶܗ ܕܰܫܡܰܝܳܐ ܥܕܰܡܳܐ ܠܩܰܨܘܳܝܰܬܗܽܘܢ܂” (V-hoyden nešadar mala’vohi ba-qrōno rabto d-qōlo v-neknešun l-agbo’voteh me-arb’o ruḥōn men qaṣwoyeḥ d-šmayo adomo l-qaṣwoyat’hon.)

“Y entonces enviará a sus ángeles con gran sonido de trompeta, y reunirán a sus escogidos de los cuatro vientos, desde un extremo de los cielos hasta el otro.”

Este es un eco profético directo de Deuteronomio 30:4, donde Adonái promete reunir a los dispersos de Israel “מִקְצֵה הַשָּׁמַיִם עַד־קְצֵה הַשָּׁמָיִם” (mi-qtzeh ha-šamayim ad qtzeh ha-šamayim – desde el extremo de los cielos hasta el extremo de los cielos). La obra del Mashíaj es la culminación de esta promesa divina de restauración y congregación de Su pueblo.

Textos apócrifos y pseudepigráficos también corroboran esta expectativa de restauración. Por ejemplo, el Testamento de Moisés (c. 1er siglo d.C.), en el Capítulo 4 y 10, profetiza la dispersión de Israel, el castigo por la desobediencia y, finalmente, la intervención divina para vengar a Israel de sus enemigos y establecer el Reino. Dice en 10:3 que “Él castigará a los gentiles, y destruirá a todos sus ídolos”. Esto se alinea con Deuteronomio 30:7, donde las maldiciones recaen sobre los enemigos. El Segundo Libro de Baruc (2 Baruch), especialmente los capítulos 72-74, describe la venida del Mashíaj, la destrucción de los enemigos y el establecimiento de un reino mesiánico glorioso en Yerushalayim, donde los justos resucitarán y Israel vivirá en prosperidad y gozo, haciendo eco de la visión de una tierra fructífera y un pueblo bendecido en Deuteronomio 30:9. Estos escritos tempranos demuestran que la esperanza de una restauración total, tanto física como espiritual, era central en la expectativa judía del Reino mesiánico, cumplida y revelada en Yeshúa HaMashíaj.

4. Contexto Histórico

El pasaje de Deuteronomio 30:7-10 se sitúa en el culmen de los discursos de Moshéh al pueblo de Israel, justo antes de su entrada a la Tierra Prometida. Esta sección, que abarca Deuteronomio 29 y 30, es una extensión del pacto en Har Sinái, a menudo referida como el “Segundo Pacto” o la “Renovación del Pacto en las Llanuras de Moab”. Moshéh está presentando al pueblo una elección stark: bendición por la obediencia o maldición por la desobediencia.

La cultura de la época de Moshéh, alrededor del siglo XIII a.C., estaba inmersa en las estructuras de los tratados del Cercano Oriente Antiguo, donde los pactos entre reyes o imperios y sus vasallos incluían listas de bendiciones y maldiciones. Moshéh utiliza este formato familiar para presentar el pacto de Adonái con Israel. Después de describir las terribles maldiciones que caerían sobre el pueblo si se apartaban de la Torah y se dispersaban entre las naciones (Deuteronomio 28), Moshéh inmediatamente introduce la esperanza de la restauración incondicional si el pueblo se arrepiente y regresa a Adonái (Deuteronomio 30:1-6).

Los versículos 7-10 profundizan en esta promesa de restauración. El concepto de “teshuváh” (תְּשׁוּבָה – retorno/arrepentimiento) es central. Moshéh no solo predice la dispersión, sino también el eventual arrepentimiento del pueblo y el misericordioso regreso de Adonái a ellos. Este es un punto crucial: incluso después de la desobediencia y el exilio, Adonái no abandonaría a Su pueblo por completo, sino que buscaría su restauración.

Arqueológicamente, la evidencia de la existencia de sistemas de pactos similares en Mesopotamia y Egipto refuerza la comprensión del contexto legal y social en el que estos discursos fueron entregados. La advertencia sobre la dispersión y la promesa de reunión no eran meras palabras, sino un reflejo de las realidades geopolíticas que Israel enfrentaría a lo largo de su historia, como se vería siglos más tarde con los exilios Asirio y Babilónico. Moshéh, el líder divinamente designado, estaba preparando a su pueblo no solo para la conquista, sino para la larga y compleja relación con su Elohím a través de los siglos. Los eventos de la época, desde la liberación de Mitzrayim (Egipto) hasta las batallas en el desierto, moldeaban la identidad de un pueblo que estaba a punto de convertirse en una nación bajo la soberanía de Adonái. Este pacto final en Moab sella su destino, ofreciéndoles una esperanza inquebrantable en la fidelidad de Adonái a pesar de su propia falibilidad.

5. Comentarios Proféticos

Los versículos de Deuteronomio 30:7-10 son una fuente inagotable de revelación profética, que trasciende el tiempo de Moshéh y apunta directamente al Reino de Yeshúa HaMashíaj y su relevancia para la época actual.

Primero, la inversión de las maldiciones (Deut 30:7): “וְנָתַן יְהוָה אֱלֹהֶיךָ אֵת כָּל־הָאָלוֹת הָאֵלֶּה עַל־אֹיְבֶיךָ וְעַל־שֹׂנְאֶיךָ אֲשֶׁר רְדָפוּךָ׃” (Y pondrá Adonái tu Elohím todas estas maldiciones sobre tus enemigos y sobre tus aborrecedores que te persiguieron). Esto profetiza el día del juicio de Adonái sobre todas las naciones que oprimieron a Israel. Este tema es recurrente en los Nevi’im, como en Yeḥezqel (Ezequiel) 38-39 y Zekaryah (Zacarías) 14, donde se describe la venganza de HaShem contra los enemigos de Su pueblo en los últimos días. En el Reino de Yeshúa HaMashíaj, esta profecía se cumple en Su autoridad para juzgar a las naciones y establecer justicia (Mattityahu 25:31-46). El Mashíaj mismo es el “Go’el” (Redentor/Vengador) de Israel, quien revertirá las maldiciones y establecerá un reino de paz y justicia.

Segundo, el retorno de Israel y la obediencia renovada (Deut 30:8, 10): “וְאַתָּה תָשׁוּב וְשָׁמַעְתָּ בְּקוֹל יְהוָה וְעָשִׂיתָ אֶת־כָּל־מִצְוֺתָיו… כִּי תָשׁוּב אֶל־יְהוָה אֱלֹהֶיךָ בְּכָל־לְבָבְךָ וּבְכָל־נַפְשֶׁךָ׃” (Y tú volverás y escucharás la voz de Adonái y harás todos sus mandamientos… cuando te vuelvas a Adonái tu Elohím con todo tu corazón y con toda tu alma). Esta es la profecía de la “teshuváh” nacional de Israel. Yirmeyahu (Jeremías) 31:33 predice el Brit Hadasháh, donde la Torah será escrita en los corazones del pueblo de Israel, permitiendo una obediencia genuina y total. Yeḥezqel 36:26-27 habla de la renovación del espíritu y el corazón, y la implantación del Ruaj HaKodesh para capacitar al pueblo a andar en los estatutos de Adonái. Estos pasajes de los Nevi’im son una expansión profética de la “circuncisión del corazón” mencionada en Deuteronomio 30:6, preparando el camino para el Reino de Yeshúa HaMashíaj, donde la Torah se manifestará plenamente a través de Su ejemplo y la capacitación del Ruaj.

Tercero, la bendición y el gozo de Adonái (Deut 30:9): “כִּי יָשׁוּב יְהוָה לָשׂוּשׂ עָלֶיךָ לְטוֹב כַּאֲשֶׁר שָׂשׂ עַל־אֲבֹתֶיךָ׃” (porque Adonái volverá a regocijarse sobre ti para bien, como se regocijó sobre tus padres). Esta es una profecía del cumplimiento mesiánico, donde el reino de Adonái se establecerá en la tierra, trayendo consigo una prosperidad que excede todo lo conocido. Yesha’yahu 60, como vimos en la Haftaráh, pinta un cuadro glorioso de Yerushalayim en los días del Mashíaj, llena de luz, riqueza y la reunión de los hijos de Israel. Zekaryah 8:1-8 también describe la alegría y la seguridad en una Yerushalayim restaurada. El gozo de Adonái sobre Su pueblo es la máxima expresión de Su amor y fidelidad, un gozo que será plenamente realizado en el Reino de Yeshúa HaMashíaj, cuando Él reine desde Tziyon y toda la tierra conozca Su Nombre.

Para la época actual, estos versículos son un recordatorio profético de la fidelidad inquebrantable de Adonái a Sus promesas. A pesar de los siglos de dispersión y persecución, la restauración de Israel es una señal viviente del cumplimiento profético. Los discípulos de Yeshúa HaMashíaj somos llamados a participar en esta obra de restauración, no solo apoyando a Israel, sino también viviendo con la esperanza del Reino venidero, donde la justicia, la paz y la shejináh de HaShem se manifestarán plenamente. La paciencia de Adonái y Su plan para la redención de todo Su pueblo siguen siendo centrales para la comprensión de los tiempos finales antes del regreso visible de Maran Yeshúa.

6. Análisis Profundo

El pasaje de Deuteronomio 30:7-10 es una joya teológica que encapsula la esperanza de la redención y la fidelidad de Adonái. Desglosemos algunas palabras clave y conceptos.

1. “Y pondrá Adonái tu Elohím todas estas maldiciones” (וְנָתַן יְהוָה אֱלֹהֶיךָ אֵת כָּל־הָאָלוֹת הָאֵלֶּה – Ve-natan Adonái Eloheyja et kol ha-alot ha-eleh):

El verbo “וְנָתַן” (ve-natan – y dará/pondrá) denota una acción deliberada de Adonái. Las “מַעֲשֶׂה” (ma’aseh – maldiciones) no son el fin de la historia, sino un instrumento disciplinario. La inversión de las maldiciones, de Israel a sus enemigos, es un principio fundamental de la justicia divina. Como señala el Sifrei Devarim (Nitzavim 303), el mismo Elohím que permite la disciplina es Quien en Su compasión revierte el juicio. El Targum Onkelos traduce este verso de forma literal, reforzando la autoría divina de la retribución. Esta es la vindicación de Adonái a Su pueblo, que a lo largo de la historia ha sido objeto de persecución por aquellos que rechazan la luz de la Torah.

2. “Y tú volverás y escucharás la voz de Adonái” (וְאַתָּה תָשׁוּב וְשָׁמַעְתָּ בְּקוֹל יְהוָה – Ve-atah tašuv ve-šama’ta be-qol Adonái):

La palabra clave aquí es “תָשׁוּב” (tašuv – volverás), la raíz de “teshuváh” (תְּשׁוּבָה), que significa retorno, arrepentimiento. No es un arrepentimiento superficial, sino un giro completo del corazón y el alma hacia Adonái. El “escuchar” (שָׁמַעְתָּ – šama’ta) no es solo oír, sino obedecer activamente, como implica el famoso “Shemá Yisrael”. El Midrash Rabbah, Devarim 8:4, enfatiza que la teshuváh es la clave para la redención, y que el exilio mismo fue diseñado para inducir esta teshuváh. Esta es la condición para la restauración plena: un corazón que busca a Adonái con sinceridad, un corazón que ha sido circuncidado (Deut 30:6).

3. “Y te hará prosperar Adonái tu Elohím en toda la obra de tu mano… para bien” (וְהוֹתִירְךָ יְהוָה אֱלֹהֶיךָ בְּכֹל מַעֲשֵׂה יָדֶךָ … לְטוֹבָה – Ve-hotireja Adonái Eloheyja be-kol ma’aseh yadeja… le-tovah):

El verbo “וְהוֹתִירְךָ” (ve-hotireja) significa “te hará prosperar en abundancia”, “te hará dejar un remanente”. La prosperidad aquí no es solo material, sino una bendición integral que abarca todos los aspectos de la vida del individuo y la nación: la descendencia (“בִּפְרִי בִטְנְךָ” – bi-fri vitneja), el ganado (“וּבִפְפְרִי בְהֶמְתְּךָ” – u-vi-fri behemtja), y la tierra (“וּבִפְרִי אַדְמָתְךָ” – u-vi-fri admatja). El término “לְטוֹבָה” (le-tovah – para bien) subraya la naturaleza benevolente y duradera de esta bendición. El Targum Pseudo-Yonatan a este pasaje expande la idea de la prosperidad para incluir bendiciones espirituales y la abundancia de la Torah en la tierra. Esta prosperidad es una señal visible del favor de Adonái, una restauración no solo a un estado anterior, sino a uno incluso mayor.

4. “porque Adonái volverá a regocijarse sobre ti para bien, como se regocijó sobre tus padres” (כִּי יָשׁוּב יְהוָה לָשׂוּשׂ עָלֶיךָ לְטוֹב כַּאֲשֶׁר שָׂשׂ עַל־אֲבֹתֶיךָ׃ – Ki yašuv Adonái la-sus aleja le-tov ka-ašer sas al avoteja):

La imagen de Adonái “regocijándose” (לָשׂוּשׂ – la-sus) sobre Su pueblo es profundamente conmovedora. Este antropomorfismo revela el amor y la alegría de HaShem por Su creación y Su pacto. La frase “como se regocijó sobre tus padres” (כַּאֲשֶׁר שָׂשׂ עַל־אֲבֹתֶיךָ – ka-ašer sas al avoteja) conecta esta futura restauración con la época dorada de Avraham, Yitzḥak y Yaakov, un tiempo de favor y bendición incondicional. El Midrash Pirkei de-Rabbi Eliezer 43, habla de la alegría de Adonái al ver la teshuváh de Israel, una alegría que eclipsa el gozo de cualquier otra cosa. Esta promesa de gozo divino es el sello de la relación restaurada, un anhelo de HaShem por una comunión perfecta con Su pueblo.

5. “Cuando te vuelvas a Adonái tu Elohím con todo tu corazón y con toda tu alma” (כִּי תָשׁוּב אֶל־יְהוָה אֱלֹהֶיךָ בְּכָל־לְבָבְךָ וּבְכָל־נַפְשֶׁךָ׃ – Ki tašuv el Adonái Eloheyja be-kol levavja u-ve-kol nafšeja):

Esta es la culminación de la teshuváh. “בְּכָל־לְבָבְךָ וּבְכָל־נַפְשֶׁךָ” (be-kol-levavja u-ve-kol-nafšeja – con todo tu corazón y con toda tu alma) es la máxima expresión de devoción y sumisión, el estándar de obediencia a Adonái. Es un compromiso total, un amor profundo que impregna cada aspecto del ser. Esta es la obediencia que Yeshúa HaMashíaj ejemplificó y que espera de Sus discípulos en el Reino de los Cielos. En última instancia, esta obediencia perfecta solo es posible a través de la obra redentora del Mashíaj y la capacitación del Ruaj HaKodesh, que nos permite amar a Adonái con un corazón renovado y una alma consagrada.

7. Tema Relevante

El tema central y más relevante de esta Aliyá es la fidelidad inquebrantable de Adonái en la restauración de Su pueblo, condicionada por la teshuváh sincera. Aunque la Torah advierte de las consecuencias de la desobediencia, siempre ofrece un camino de regreso.

Esta sección (Deut 30:7-10) nos enseña que el exilio y el sufrimiento no son el fin de la historia de Israel, sino una etapa dolorosa que conduce a una redención más profunda. Adonái no solo promete revertir las maldiciones sobre los enemigos de Israel (v. 7), sino que también asegura la prosperidad y el gozo una vez que Su pueblo se arrepienta y regrese a Él (v. 8-10). La promesa es “para bien” (לְטוֹבָה – le-tovah; לְטוֹב – le-tov), indicando una restauración que no solo recupera lo perdido, sino que lo eleva a un nuevo nivel de bendición, incluso mayor que la bendición de los Avot.

Para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos, este tema es de vital importancia. Nos recuerda que:

1. La justicia divina prevalecerá: Las aflicciones y persecuciones que el pueblo de Adonái experimenta no quedarán sin respuesta. Hay un día de ajuste de cuentas donde Adonái vindicará a los Suyos y juzgará a aquellos que los oprimieron. Esto da esperanza y fortaleza en tiempos de adversidad.

2. La teshuváh es el camino a la restauración: Tanto a nivel individual como colectivo, el “retorno” a Adonái con todo el corazón y toda el alma es la clave para experimentar Su bondad y Sus bendiciones. Esto implica un arrepentimiento genuino, un cambio de mente y acción que busca alinear la vida con la Torah y la voluntad de HaShem. Para los discípulos de Yeshúa HaMashíaj, esto significa vivir en constante teshuváh, permitiendo que el Ruaj HaKodesh nos guíe a una mayor conformidad con la naturaleza de nuestro Maran.

3. El gozo de Adonái es nuestra recompensa: La imagen de Adonái regocijándose sobre Su pueblo es la máxima expresión del amor paternal. Nos asegura que Su deseo final para nosotros es la alegría y el bien. Los discípulos de Mashíaj experimentan este gozo al caminar en obediencia y comunión con Él, anticipando la plenitud de este gozo en la venida completa de Su Reino.

Este tema subraya la naturaleza del pacto de Adonái: es un pacto de amor y gracia, incluso en medio de la disciplina. Nos llama a una relación profunda y sincera con nuestro Creador, una relación que culmina en la alegría mutua y la bendición duradera en el Reino de los Cielos, bajo el reinado de Yeshúa HaMashíaj.

8. Descubriendo a Mashíaj

El pasaje de Deuteronomio 30:7-10, con su poderosa promesa de restauración, apunta de manera contundente a la persona y obra de Yeshúa HaMashíaj, quien es el cumplimiento de esta profecía y el centro del Reino de los Cielos.

1. El Agente de la Restauración: Deuteronomio 30:3-5 (versículos inmediatamente anteriores a nuestra Aliyá pero contextualmente relevantes) establece que Adonái Mismo reunirá a los dispersos de Israel. En los versículos 7-10, la prosperidad y el gozo divinos están condicionados por el retorno y la obediencia del pueblo. Yeshúa HaMashíaj es el agente por medio del cual Adonái cumple esta promesa. Él mismo declaró que vino a “reunir las ovejas perdidas de la casa de Israel” (Mattityahu 15:24) y profetizó el momento en que enviaría a Sus ángeles para reunir a Sus escogidos de los cuatro vientos (Mattityahu 24:31), una clara alusión a Deuteronomio 30:4. La obra de Yeshúa HaMashíaj no es solo espiritual, sino también una restauración física y nacional de Israel a su tierra y a su Elohím.

2. El Juez Justo: Deuteronomio 30:7 promete que Adonái pondrá las maldiciones sobre los enemigos de Israel. Yeshúa HaMashíaj es el Juez designado por el Padre. En Su segunda venida, Él ejecutará el juicio sobre las naciones y los adversarios que han oprimido a Su pueblo (Zekaryah 14:3, Apocalipsis 19:11-21). Esta es la vindicación de Adonái, realizada a través de Su Mashíaj, quien establecerá la justicia y erradicará el mal de la tierra, inaugurando así plenamente el Reino de los Cielos.

3. El Consumador de la Teshuváh y el Corazón Circuncidado: Los versículos 8 y 10 enfatizan la “teshuváh” – el retorno a Adonái con todo el corazón y toda el alma. Deuteronomio 30:6, que precede inmediatamente a nuestro pasaje, habla de la “circuncisión del corazón” por Adonái. Yeshúa HaMashíaj, a través de Su sacrificio y el derramamiento del Ruaj HaKodesh, hace posible esta transformación interna. Él encarnó la perfecta obediencia a la Torah, y a través de Él, el nuevo pacto (Brit Hadasháh) de Yirmeyahu 31:31-34 se hace realidad, donde la Torah es escrita en nuestros corazones y mentes, permitiéndonos obedecer con todo nuestro ser. Él es el único camino para que “volvamos” a Adonái de una manera que sea aceptable y plena.

4. La Fuente de Bendición y Gozo: Deuteronomio 30:9 promete prosperidad y que Adonái se regocijará sobre Su pueblo. Yeshúa HaMashíaj es la encarnación de la bendición de Adonái. En Él, el Reino de los Cielos se manifiesta, trayendo consigo la verdadera paz, shalom, y la plenitud de vida. El gozo de Adonái sobre Su pueblo encuentra su máxima expresión en la comunión con el Mashíaj, quien nos une a Su Padre.

Textos apócrifos y pseudepigráficos refuerzan la figura de un Mashíaj restaurador y juez. El Libro de Enoc (1 Enoc 37-71), por ejemplo, describe al “Hijo del Hombre” como el elegido y el Mashíaj que se sentará en el trono de Su gloria para juzgar al mundo y restaurar a los justos. En 1 Enoc 46:3 se le describe como el que “levantará a los reyes y a los poderosos de sus tronos… y liberará a los santos de Israel de las manos de los pecadores”. Esto se alinea con la profecía de juicio sobre los enemigos en Deuteronomio 30:7. De manera similar, los Salmos de Salomón (Salomón 17:23-32) hablan del rey Mashíaj que reunirá al pueblo de Adonái, los purificará, los guiará en justicia y los protegerá de las naciones, uniendo a los dispersos de Israel y reinando sobre ellos con sabiduría. Estos textos muestran una expectativa mesiánica que es intrínseca a la promesa de restauración en la Torah, y que encuentra su realización perfecta en Yeshúa HaMashíaj, quien es el centro del Reino de los Cielos.

9. Midrashim y Targumim

Los Midrashim y Targumim ofrecen perspectivas enriquecedoras sobre Deuteronomio 30:7-10, profundizando en las implicaciones teológicas y proféticas de la promesa de restauración.

Targum Onkelos:

El Targum Onkelos, conocido por su literalidad, traduce este pasaje de manera bastante directa. Por ejemplo, en Deuteronomio 30:7, traduce: “Y Adonái tu Elohím pondrá todas estas maldiciones sobre tus enemigos y sobre tus aborrecedores, aquellos que te persiguieron.” Refuerza la idea de que la retribución divina es precisa y recaerá sobre aquellos que causaron sufrimiento a Israel. En 30:9, traduce la prosperidad material como una bendición directa de Adonái. Su literalidad establece la base para comprender el texto en su sentido llano, pero no impide interpretaciones más profundas.

Targum Yonatan (Pseudo-Yonatan):

Este Targum es más expansivo e incorpora elementos midráshicos. Para Deuteronomio 30:7, añade la idea de que Adonái no solo pondrá las maldiciones sobre los enemigos, sino que hará que ellos sientan el “remordimiento” y el “dolor” que ellos mismos infligieron. Esta adición subraya la justicia poética y el castigo de “ojo por ojo” en un sentido más amplio, donde el opresor experimenta la misma angustia que causó.

En Deuteronomio 30:9, el Targum Yonatan eleva la promesa de prosperidad, interpretando “para bien” (לְטוֹבָה – le-tovah) no solo como prosperidad material, sino también como prosperidad espiritual y un aumento de la sabiduría y la Torah. Habla de que Israel se regocijará en la Torah y en las mitzvot, lo que se alinea con la idea de una restauración integral que incluye la vida religiosa y la devoción a Adonái. El gozo de Adonái sobre Israel se ve reflejado en el gozo de Israel por las bendiciones que recibe.

Sifrei Devarim (Nitzavim 303):

El Sifrei, un Midrash halájico, se enfoca en la condición de la teshuváh. En relación con Deuteronomio 30:8 (“Y tú volverás y escucharás la voz de Adonái”), el Sifrei enseña que la teshuváh es un acto libre y voluntario, pero también una respuesta a la mano de Adonái. Destaca que, incluso si el pueblo se arrepiente bajo coacción (en el exilio), Adonái lo acepta, pero prefiere un arrepentimiento de corazón. La teshuváh perfecta es “con todo tu corazón y con toda tu alma” (Deut 30:10). El Sifrei enfatiza que este retorno no es simplemente un cambio externo de comportamiento, sino una transformación interna, un renacimiento del compromiso con Adonái y Su Torah.

Midrash Tanhuma (Nitzavim 2):

Este Midrash aggádico profundiza en el concepto del “gozo de Adonái” (Deut 30:9). Explica que la alegría de Adonái sobre Israel cuando se arrepienten es aún mayor que Su alegría al crear el mundo. Argumenta que la creación fue el comienzo de un potencial, pero la teshuváh de Israel representa el cumplimiento de ese potencial y la superación de la distancia causada por el pecado. El Tanhuma también conecta la restauración de Israel con la venida del Mashíaj, afirmando que cuando Israel haga teshuváh, el Mashíaj vendrá inmediatamente. Esto subraya la conexión intrínseca entre la obediencia del pueblo, la fidelidad de Adonái y la era mesiánica.

Midrash Devarim Rabbah (8:4):

Devarim Rabbah aborda la paradoja de cómo Adonái puede “regocijarse” nuevamente sobre Israel después de su desobediencia y exilio. Utiliza la analogía de un rey que se regocija más por el retorno de un hijo pródigo que por los hijos que nunca se fueron. La teshuváh de Israel es vista como un acto que renueva y profundiza la relación, haciendo que el gozo de Adonái sea aún más profundo que el gozo original con los Avot. Este Midrash resalta la misericordia y la paciencia de Adonái, y Su deseo inquebrantable de tener a Su pueblo cerca, sin importar cuán lejos se hayan desviado.

En resumen, los Midrashim y Targumim expanden el significado de la Aliyá 3 de Nitzavim, presentándola no solo como una promesa de restauración física, sino como una profunda renovación espiritual. Destacan la centralidad de la teshuváh, la justicia divina sobre los enemigos de Israel y el inmenso gozo de Adonái al ver a Su pueblo regresar a Él con todo su corazón y toda su alma, anticipando la era mesiánica de Yeshúa HaMashíaj.

10. Mandamientos

Aunque Deuteronomio 30:7-10 no presenta mitzvot específicas en el sentido de mandamientos directos como “no robarás”, sí establece principios de vida y expectativas morales que son fundamentales para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos.

1. Principio de Teshuváh (Arrepentimiento y Retorno):

* Mandamiento/Principio: “וְאַתָּה תָשׁוּב וְשָׁמַעְתָּ בְּקוֹל יְהוָה וְעָשִׂיתָ אֶת־כָּל־מִצְוֺתָיו” (Deut 30:8 – Y tú volverás y escucharás la voz de Adonái y harás todos sus mandamientos), y “כִּי תָשׁוּב אֶל־יְהוָה אֱלֹהֶיךָ בְּכָל־לְבָבְךָ וּבְכָל־נַפְשֶׁךָ׃” (Deut 30:10 – Cuando te vuelvas a Adonái tu Elohím con todo tu corazón y con toda tu alma).

* Explicación y Aplicación: Este es un principio fundamental del Reino. La teshuváh no es un evento único, sino una disposición continua a evaluar nuestra vida, reconocer nuestras fallas y desviaciones de la Torah, y regresar a Adonái con sinceridad. Para los discípulos de Yeshúa HaMashíaj, esto significa confesar nuestros pecados, buscar el perdón a través de la sangre del Mashíaj, y permitir que la Ruaj HaKodesh nos guíe a una obediencia más plena a la voluntad de HaShem. Es una llamada a la santificación progresiva, a una renovación constante de nuestro pacto de amor con Elohím.

2. Principio de Obediencia Integral a la Torah:

* Mandamiento/Principio: “וְעָשִׂיתָ אֶת־כָּל־מִצְוֺתָיו אֲשֶׁר אָנֹכִי מְצַוְּךָ הַיּוֹם׃” (Deut 30:8 – y harás todos sus mandamientos que yo te mando hoy), y “לִשְׁמֹר מִצְוֺתָיו וְחֻקֹּתָיו הַכְּתוּבָה בְּסֵפֶר הַתּוֹרָה הַזֶּה” (Deut 30:10 – para guardar sus mandamientos y sus estatutos, los escritos en este libro de la Torah).

* Explicación y Aplicación: Este principio enfatiza la importancia de la Torah como la guía de vida para el pueblo de Adonái. La obediencia no debe ser selectiva, sino que debe abarcar “todos sus mandamientos y sus estatutos”. Para los discípulos de Mashíaj, esto significa estudiar la Torah, comprender su significado espiritual a la luz de las enseñanzas de Yeshúa HaMashíaj, y esforzarse por vivir de acuerdo con sus principios morales y éticos. No es una obediencia legalista, sino una obediencia que fluye de un corazón renovado por la Brit Hadasháh, deseoso de agradar a Adonái y reflejar Su carácter en el mundo. El Mashíaj mismo afirmó que no vino a abolir la Torah, sino a cumplirla (Mattityahu 5:17-18).

3. Principio de Confianza en la Fidelidad de Adonái:

* Mandamiento/Principio: Implícito en la promesa de que Adonái pondrá las maldiciones sobre los enemigos (Deut 30:7), hará prosperar (Deut 30:9) y se regocijará (Deut 30:9).

* Explicación y Aplicación: Aunque no es un mandamiento en el sentido directo, la certeza de la fidelidad de Adonái es una base para la vida de fe. Este pasaje nos insta a confiar en que Adonái cumplirá Sus promesas de justicia y bendición. Para los discípulos de Yeshúa HaMashíaj, esto significa vivir sin temor, sabiendo que Adonái es justo y Su Reino es eterno. Incluso en medio de la persecución o la dificultad, podemos tener la seguridad de que Adonái vindicará a Su pueblo y los bendecirá. Esta confianza nos impulsa a perseverar en la teshuváh y la obediencia, sabiendo que nuestro labor en el Reino de los Cielos no es en vano.

Estos principios son guías esenciales para vivir una vida que honre a Adonái y glorifique a Yeshúa HaMashíaj, preparando el camino para la plena manifestación de Su Reino en la tierra.

11. Preguntas de Reflexión

1. Considerando la promesa de Adonái de que “volverá a regocijarse sobre ti para bien” (Deut 30:9), ¿cómo influye esta imagen del gozo divino en tu propia disposición a la teshuváh y la obediencia en el Reino de Yeshúa HaMashíaj?

2. El pasaje enfatiza la teshuváh “con todo tu corazón y con toda tu alma” (Deut 30:10). ¿De qué manera la obra de Yeshúa HaMashíaj y el poder del Ruaj HaKodesh nos capacitan hoy para vivir este nivel de devoción, que el pueblo de Israel en el desierto difícilmente podía lograr por sí mismo?

3. Deuteronomio 30:7 promete que las maldiciones recaerán sobre los enemigos del pueblo de Adonái. ¿Cómo debe esta promesa moldear la perspectiva y las acciones de los discípulos de Mashíaj hoy, tanto en relación con la justicia divina como en nuestra propia respuesta hacia aquellos que nos persiguen?

12. Resumen

La Aliyá 3 de Parashá Nitzavim, Deuteronomio 30:7-10, es una profunda promesa de restauración y redención por parte de Adonái a Su pueblo, Israel. Tras la disciplina y la dispersión, HaShem promete revertir las maldiciones sobre los enemigos de Su pueblo, reuniéndolos y prosperándolos con una abundancia que excede la de sus antepasados. Esta bendición, sin embargo, está intrínsecamente ligada a la condición de la “teshuváh” sincera: un retorno completo a Adonái con todo el corazón y toda el alma, en obediencia a Su Torah. Este pasaje profético apunta directamente al Reino de los Cielos, donde Yeshúa HaMashíaj es el agente divino de esta restauración, el Juez justo que vindicará a Su pueblo y el Consumador del nuevo pacto que capacita la obediencia de corazón, culminando en el gozo eterno de Adonái sobre los Suyos.

13. Tefiláh (Oración)

Padre celestial, Elohím de Avraham, Yitzḥak y Yaakov, te damos gracias por Tu fidelidad inquebrantable y Tus promesas de restauración que perduran a través de todas las generaciones. Te pedimos, Adonái, que la Ruaj HaKodesh avive en nuestros corazones la llama de la teshuváh, un retorno completo a Ti con todo nuestro ser, tal como lo anhelaste a través de Moshéh. Que podamos vivir en la obediencia a Tu Torah, inspirados por el ejemplo de Yeshúa HaMashíaj, para que Tu gozo se regocije sobre nosotros y seamos instrumentos de Tu Reino aquí en la tierra, hasta la plena manifestación de Maran Yeshúa. Amén.

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Parashá 51 Nitzavim (נצבים) – Aliyah 2

Aliyáh 2: (Deuteronomio 29:13-28) Advertencia sobre las consecuencias de la idolatría y la traición al pacto.
Haftaráh: Isaías 55:6-56:8 (La llamada al arrepentimiento y la restauración de la relación con Elohím).
Brit Hadasháh: Romanos 11:25-27 (La promesa de redención de Israel a pesar de su desobediencia).

Tema: La advertencia contra la idolatría

1. Texto Hebreo Interlineal

Pasaje: Deuteronomio 29:15-30:6

Texto Hebreo OriginalFonética TiberianaTraducción Palabra por PalabraTraducción Literal del Verso
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כִּי לֹא אֶתְכֶם לְבַדְּכֶםKi lo et-kem le-vad-kemPorque no a vosotros solosPorque no con vosotros solos
אָנֹכִי כֹּרֵת אֶת הַבְּרִית הַזֹּאת וְאֶת הָאָלָה הַזֹּאתAnoḵi koret et ha-berit ha-zo’t ve-et ha-alah ha-zo’tyo corto la alianza esta y la maldición estaYo hago este pacto y este juramento (29:15)
כִּי אֶת אֲשֶׁר יֶשְׁנוֹ פֹּה עִמָּנוּ עֹמֵד הַיּוֹם לִפְנֵי יְהוָה אֱלֹהֵינוּKi et a-šer yeš-no fo im-manu omed ha-yom lif-nei HaShem EloheinuPorque a quien está aquí con nosotros de pie hoy delante de HaShem nuestro ElohímSino con quien está aquí hoy con nosotros, de pie delante de HaShem nuestro Elohím,
וְאֵת אֲשֶׁר אֵינֶנּוּ פֹּה עִמָּנוּ הַיּוֹם׃Ve-et a-šer ein-nen-nu fo im-manu ha-yom.y a quien no está aquí con nosotros hoy.y con quien no está aquí hoy con nosotros. (29:16)
כִּי אַתֶּם יְדַעְתֶּם אֵת אֲשֶׁר יָשַׁבְנוּ בְּאֶרֶץ מִצְרָיִםKi a-tem ye-da-tem et a-šer ya-šav-nu be-e-retz Mitz-ra-yimPorque vosotros supisteis lo que habitamos en tierra de EgiptoPorque vosotros sabéis cómo habitamos en la tierra de Mitzrayim,
וְאֵת אֲשֶׁר עָבַרְנוּ בְּקֶרֶב הַגּוֹיִם אֲשֶׁר עֲבַרְתֶּם׃Ve-et a-šer a-var-nu be-qe-rev ha-go-yim a-šer a-var-tem.y lo que pasamos en medio de las naciones que pasasteis.y cómo pasamos por en medio de las naciones por donde pasasteis. (29:17)
וַתִּרְאוּ אֶת שִׁקּוּצֵיהֶם וְאֵת גִּלּוּלֵיהֶםVa-tir-u et ši-qu-tze-hem ve-et gil-lu-lei-hemY visteis sus abominaciones y sus ídolosY visteis sus abominaciones y sus ídolos,
עֵץ וָאֶבֶן כֶּסֶף וְזָהָב אֲשֶׁר עִמָּהֶם׃Etz va-e-ven ke-sef ve-za-hav a-šer im-ma-hem.madera y piedra plata y oro que con ellos.de madera y de piedra, de plata y de oro, que estaban con ellos. (29:18)
פֶּן יֵשׁ בָּכֶם אִישׁ אוֹ אִשָּׁה אוֹ מִשְׁפָּחָה אוֹ שֵׁבֶטPen yeš ba-kem iš o iš-šah o miš-pa-ḥah o ševetPara que no haya entre vosotros varón o mujer o familia o tribuPara que no haya entre vosotros varón o mujer, ni familia ni tribu,
אֲשֶׁר לְבָבוֹ פֹּנֶה הַיּוֹם מֵעִם יְהוָה אֱלֹהֵינוּA-šer le-va-vo po-neh ha-yom me-im HaShem Eloheinucuyo corazón se vuelve hoy de con HaShem nuestro Elohímcuyo corazón se aparte hoy de HaShem nuestro Elohím,
לָלֶכֶת לַעֲבֹד אֶת אֱלֹהֵי הַגּוֹיִם הָהֵםLa-le-ḵet la-a-vod et Elohei ha-go-yim ha-hempara ir a servir a los Elohím de las naciones aquellaspara ir a servir a los elohím de esas naciones;
פֶּן יֵשׁ בָּכֶם שֹׁרֶשׁ פֹּרֶה רֹאשׁ וְלַעֲנָה׃Pen yeš ba-kem šo-reš po-reh ro’š ve-la-a-nah.para que no haya entre vosotros raíz que produce veneno y ajenjo.no sea que haya entre vosotros una raíz que produzca veneno y ajenjo. (29:19)
וְהָיָה בְּשָׁמְעוֹ אֶת דִּבְרֵי הָאָלָה הַזֹּאתVe-ha-yah be-šo-me’o et div-rei ha-alah ha-zo’tY será cuando oiga las palabras de la maldición estaY sucederá que cuando oiga las palabras de este juramento,
וְהִתְבָּרֵךְ בִּלְבָבוֹ לֵאמֹר שָׁלוֹם יִהְיֶה לִּיVe-hit-ba-rej bi-le-va-vo le-mor ša-lom yih-yeh liy se bendiga en su corazón diciendo Paz será para míy se bendiga en su corazón, diciendo: Tendré paz,
כִּי בִּשְׁרִרוּת לִבִּי אֵלֵךְ לְמַעַן סְפוֹת הָרָוָה אֶת הַצְּמֵאָה׃Ki bi-šri-rut lib-bi e-leḵ le-ma-an se-fot ha-ra-vah et ha-tzme-ah.porque en la terquedad de mi corazón andaré para añadir la borracha a la sedienta.aunque ande en la terquedad de mi corazón, para añadir ebriedad a la sed. (29:20)
לֹא יֹאבֶה יְהוָה סְלֹחַ לוֹ כִּי אָז יֶעְשַׁן אַף יְהוָה וְקִנְאָתוֹLo yo-veh HaShem selo-aḥ lo ki az ye-e-šan af HaShem ve-qin-a-toNo querrá HaShem perdonarle porque entonces humeará el enojo de HaShem y su celoHaShem no querrá perdonarle, porque entonces el enojo de HaShem y su celo humearán
בָּאִישׁ הַהוּא וְרָבְצָה בּוֹ כָּל הָאָלָה הַכְּתוּבָה בַּסֵּפֶר הַזֶּהBa-iš ha-hu ve-rav-tzah bo kol ha-alah ha-ke-tuvah ba-se-fer ha-zehsobre el varón aquel y se posará sobre él toda la maldición escrita en el libro estecontra ese hombre, y se posará sobre él toda la maldición escrita en este libro,
וּמָחָה יְהוָה אֶת שְׁמוֹ מִתַּחַת הַשָּׁמָיִם׃U-ma-ḥah HaShem et šmo mi-ta-ḥat ha-ša-ma-yim.y borrará HaShem su nombre de debajo de los cielos.y HaShem borrará su nombre de debajo del cielo. (29:21)
וְהִבְדִּילוֹ יְהוָה לְרָעָה מִכֹּל שִׁבְטֵי יִשְׂרָאֵלVe-hiv-di-lo HaShem le-ra-ah mi-kol šiv-tei Yiś-ra-elY lo separará HaShem para mal de todas las tribus de Yisra’elY HaShem lo apartará para mal de todas las tribus de Yisra’el,
כְּכֹל אָלוֹת הַבְּרִית הַכְּתוּבָה בְּסֵפֶר הַתּוֹרָה הַזֶּה׃Ke-kol a-lot ha-berit ha-ke-tuvah be-se-fer ha-Torah ha-zeh.conforme a todas las maldiciones de la alianza escrita en el libro de la Torah este.conforme a todas las maldiciones del pacto escrito en este libro de la Torah. (29:22)
וְאָמַר הַדּוֹר הָאַחֲרוֹן בְּנֵיכֶם אֲשֶׁר יָקוּמוּ מֵאַחֲרֵיכֶםVe-a-mar ha-dor ha-a-ḥa-ron be-nei-jem a-šer ya-qu-mu me-a-ḥa-rei-jemY dirá la generación última vuestros hijos que se levantarán después de vosotrosY dirá la generación futura, vuestros hijos que se levantarán después de vosotros,
וְהַנָּכְרִי אֲשֶׁר יָבֹא מֵאֶרֶץ רְחוֹקָהVe-ha-no-kri a-šer ya-vo me-e-retz re-ḥo-qahy el extranjero que venga de tierra lejanay el extranjero que venga de tierra lejana,
וְרָאוּ אֶת מַכּוֹת הָאָרֶץ הַהִוא וְאֶת תַּחֲלֻאֶיהָ אֲשֶׁר חִלָּה יְהוָה בָּהּVe-ra-u et mak-kot ha-a-retz ha-hi u-ve-et ta-ḥa-lu-ei-ha a-šer ḥil-lah HaShem bahY verán las plagas de la tierra aquella y sus enfermedades que enfermó HaShem en ellacuando vean las plagas de aquella tierra y sus enfermedades con que HaShem la habrá afligido,
גָּפְרִית וָמֶלַח שְׂרֵפָה כָל אַרְצָהּ לֹא תִזָּרַע וְלֹא תַצְמִחַGa-frit va-me-laḥ śre-fah kol ar-tzah lo ti-za-ra ve-lo ta-tzmi-aḥAzufre y sal quemada toda su tierra no se sembrará y no brotaráque toda su tierra está quemada con azufre y sal, que no será sembrada, ni producirá,
וְלֹא יַעֲלֶה בָהּ כָּל עֵשֶׂב כְּמַהְפֵּכַת סְדֹם וַעֲמֹרָהVe-lo ya-a-leh vah kol e-šev ke-mah-pe-ḵat Se-dom va-a-mo-rahy no subirá en ella toda hierba como la subversión de Se-dom y A-mo-rahni crecerá en ella hierba alguna, como la destrucción de Sedóm y Amorah,
אַדְמָה וּצְבוֹיִם אֲשֶׁר הָפַךְ יְהוָה בְּאַפּוֹ וּבַחֲמָתוֹ׃Ad-mah u-Tzvo-yim a-šer ha-faj HaShem be-ap-po u-va-ḥa-ma-to.Admah y Tzvo’yim que trastornó HaShem en su ira y en su furor.Admah y Tzvo’yim, las cuales HaShem trastornó con su ira y con su furor. (29:23)
וְאָמְרוּ כָּל הַגּוֹיִם עַל מָה עָשָׂה יְהוָה כָּזֹאת לָאָרֶץ הַזֹּאתVe-am-ru kol ha-go-yim al mah a-śah HaShem ka-zo’t la-a-retz ha-zo’tY dirán todas las naciones Por qué hizo HaShem así a la tierra estaY dirán todas las naciones: ¿Por qué hizo HaShem tal cosa a esta tierra?
מֶה חֳרִי הָאַף הַגָּדוֹל הַזֶּה׃Meh ḥo-ri ha-af ha-ga-dol ha-zeh.Cuál el ardor de la ira la grande esta.¿Cuál es la razón de este gran ardor de ira? (29:24)
וְאָמְרוּ עַל אֲשֶׁר עָזְבוּ אֶת בְּרִית יְהוָה אֱלֹהֵי אֲבֹתָםVe-am-ru al a-šer az-vu et berit HaShem Elohei a-vo-tamY dirán Porque abandonaron la alianza de HaShem Elohím de sus padresY responderán: Porque abandonaron el pacto de HaShem, Elohím de sus padres,
אֲשֶׁר כָּרַת עִמָּם בְּהוֹצִיאוֹ אֹתָם מֵאֶרֶץ מִצְרָיִם׃A-šer ka-rat im-mam be-ho-tzi-o o-tam me-e-retz Mitz-ra-yim.que cortó con ellos al sacarlos de tierra de Egipto.el cual Él hizo con ellos cuando los sacó de la tierra de Mitzrayim. (29:25)
וַיֵּלְכוּ וַיַּעַבְדוּ אֱלֹהִים אֲחֵרִים וַיִּשְׁתַּחֲווּ לָהֶםVa-ye-le-chu va-ya-av-du Elohim a-ḥe-rim va-yiš-ta-ḥa-vu la-hemY fueron y sirvieron a elohím otros y se postraron ante ellosY fueron y sirvieron a otros elohím, y se postraron ante ellos,
אֱלֹהִים אֲשֶׁר לֹא יְדָעוּם וְלֹא חָלַק לָהֶם׃Elohim a-šer lo ye-da-um ve-lo ḥa-laq la-hem.Elohím que no conocieron y no asignó a ellos.elohím que no habían conocido y que no les había sido asignado. (29:26)
וַיִּחַר אַף יְהוָה בָּאָרֶץ הַהִוא לְהָבִיא עָלֶיהָVa-yi-ḥar af HaShem ba-a-retz ha-hi le-ha-vi a-le-haY se encendió la ira de HaShem en la tierra aquella para traer sobre ellaY se encendió la ira de HaShem contra aquella tierra para traer sobre ella
אֶת כָּל הַקְּלָלָה הַכְּתוּבָה בַּסֵּפֶר הַזֶּה׃Et kol ha-qe-la-lah ha-ke-tuvah ba-se-fer ha-zeh.toda la maldición la escrita en el libro este.toda la maldición escrita en este libro. (29:27)
וַיִּתְּשֵׁם יְהוָה מֵעַל אַדְמָתָם בְּאַף וּבְחֵמָה וּבְקֶצֶף גָּדוֹלVa-yit-te-šem HaShem me-al ad-ma-tam be-af u-ve-ḥe-mah u-ve-qe-tzef ga-dolY los desarraigó HaShem de sobre su tierra con ira y con furor y con cólera grandeY HaShem los desarraigó de su tierra con ira, con furor y con gran indignación,
וַיַּשְׁלִכֵם אֶל אֶרֶץ אַחֶרֶת כַּיּוֹם הַזֶּה׃Va-yaš-li-ḵem el e-retz a-ḥe-ret ka-yom ha-zeh.y los arrojó a tierra otra como el día este.y los arrojó a otra tierra, como en este día. (29:28)
הַנִּסְתָּרֹת לַיהוָה אֱלֹהֵינוּ וְהַנִּגְלֹת לָנוּ וּלְבָנֵינוּ עַד עוֹלָםHa-nis-ta-rot la-HaShem Eloheinu ve-ha-nig-lot la-nu u-le-va-neinu ad olamLas cosas secretas para HaShem nuestro Elohím y las cosas reveladas para nosotros y para nuestros hijos hasta siempreLas cosas secretas pertenecen a HaShem nuestro Elohím, mas las cosas reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre,
לַעֲשׂוֹת אֶת כָּל דִּבְרֵי הַתּוֹרָה הַזֹּאת׃La-a-śot et kol div-rei ha-Torah ha-zo’t.para hacer todas las palabras de la Torah esta.para que cumplamos todas las palabras de esta Torah. (29:29)
וְהָיָה כִי יָבֹאוּ עָלֶיךָ כָּל הַדְּבָרִים הָאֵלֶּה הַבְּרָכָה וְהַקְּלָלָהVe-ha-yah ki ya-vo-u a-le-ḵa kol ha-de-va-rim ha-e-leh ha-be-ra-ḵah ve-ha-qe-la-lahY será cuando vengan sobre ti todas las cosas estas la bendición y la maldiciónY sucederá que cuando te sobrevengan todas estas cosas, la bendición y la maldición
אֲשֶׁר נָתַתִּי לְפָנֶיךָ וַהֲשֵׁבֹתָ אֶל לְבָבֶךָ בְּכָל הַגּוֹיִםA-šer na-ta-ti le-fa-ne-ḵa va-ha-še-vo-ta el le-va-ve-ḵa be-ḵol ha-go-yimque puse delante de ti y volverás a tu corazón en todas las nacionesque he puesto delante de ti, y las traigas a tu corazón en todas las naciones
אֲשֶׁר הִדִּיחֲךָ יְהוָה אֱלֹהֶיךָ שָׁמָּה׃A-šer hid-di-ḥa-ḵa HaShem Elohe-ḵa šam-mah.a donde te desterró HaShem tu Elohím allí.donde HaShem tu Elohím te haya desterrado; (30:1)
וְשַׁבְתָּ עַד יְהוָה אֱלֹהֶיךָ וְשָׁמַעְתָּ בְקֹלוֹVe-šav-ta ad HaShem Elohe-ḵa ve-ša-ma-ta be-qo-loY volverás hasta HaShem tu Elohím y escucharás su vozy vuelvas a HaShem tu Elohím, y obedezcas su voz
כְּכֹל אֲשֶׁר אָנֹכִי מְצַוְּךָ הַיּוֹם אַתָּה וּבָנֶיךָKe-kol a-šer ano-ḵi me-tzav-ve-ḵa ha-yom a-tah u-va-ne-ḵaconforme a todo lo que yo te mando hoy tú y tus hijosconforme a todo lo que yo te mando hoy, tú y tus hijos,
בְּכָל לְבָבְךָ וּבְכָל נַפְשֶׁךָ׃Be-ḵol le-vav-ḵa u-ve-ḵol naf-še-ḵa.con todo tu corazón y con toda tu alma.con todo tu corazón y con toda tu alma; (30:2)
וְשָׁב יְהוָה אֱלֹהֶיךָ אֶת שְׁבוּתְךָ וְרִחֲמֶךָVe-šav HaShem Elohe-ḵa et ševu-te-ḵa ve-ri-ḥa-me-ḵaY volverá HaShem tu Elohím la cautividad tuya y te tendrá misericordiaentonces HaShem tu Elohím hará volver tus cautivos, y tendrá misericordia de ti,
וְשָׁב וְקִבֶּצְךָ מִכָּל הָעַמִּים אֲשֶׁר הֱפִיצְךָ יְהוָה אֱלֹהֶיךָ שָׁמָּה׃Ve-šav ve-qi-betz-ḵa mi-kol ha-am-mim a-šer he-fi-tze-ḵa HaShem Elohe-ḵa šam-mah.y volverá y te reunirá de todas las naciones donde te esparció HaShem tu Elohím allí.y volverá a recogerte de todos los pueblos adonde HaShem tu Elohím te haya esparcido. (30:3)
אִם יִהְיֶה נִדַּחֲךָ בִּקְצֵה הַשָּׁמָיִם מִשָּׁםIm yih-yeh nid-da-ḥa-ḵa biq-tzeh ha-ša-ma-yim mi-šamSi será tu desterrado en el extremo de los cielos de allíAunque tu desterrado esté en el extremo de los cielos, de allí
יְקַבֶּצְךָ יְהוָה אֱלֹהֶיךָ וּמִשָּׁם יִקָּחֶךָ׃Ye-qa-betz-ḵa HaShem Elohe-ḵa u-mi-šam yi-qa-ḥe-ḵa.te reunirá HaShem tu Elohím y de allí te tomará.te reunirá HaShem tu Elohím, y de allí te tomará; (30:4)
וְהֵבִיאֲךָ יְהוָה אֱלֹהֶיךָ אֶל הָאָרֶץ אֲשֶׁר יָרְשׁוּ אֲבֹתֶיךָVe-he-vi-a-ḵa HaShem Elohe-ḵa el ha-a-retz a-šer yar-šu a-vo-te-ḵaY te traerá HaShem tu Elohím a la tierra que heredaron tus padresy HaShem tu Elohím te introducirá en la tierra que tus padres poseyeron,
וִירִשְׁתָּהּ וְהֵיטִבְךָ וְהִרְבְּךָ מֵאֲבֹתֶיךָ׃Vi-riš-tah ve-hei-tiv-ḵa ve-hir-be-ḵa me-a-vo-te-ḵa.y la heredarás y te hará bien y te multiplicará más que a tus padres.y tú la poseerás; y Él te prosperará y te multiplicará más que a tus padres. (30:5)
וּמָל יְהוָה אֱלֹהֶיךָ אֶת לְבָבְךָ וְאֶת לְבַב זַרְעֶךָU-mal HaShem Elohe-ḵa et le-vav-ḵa ve-et le-vav zar-e-ḵaY circuncidará HaShem tu Elohím el corazón tuyo y el corazón de tu descendenciaY HaShem tu Elohím circuncidará tu corazón y el corazón de tu descendencia,
לְאַהֲבָה אֶת יְהוָה אֱלֹהֶיךָ בְּכָל לְבָבְךָ וּבְכָל נַפְשֶׁךָ לְמַעַן חַיֶּיךָ׃Le-a-ha-vah et HaShem Elohe-ḵa be-ḵol le-vav-ḵa u-ve-ḵol naf-še-ḵa le-ma-an ḥay-ye-ḵa.para amar a HaShem tu Elohím con todo tu corazón y con toda tu alma para que vivas.para que ames a HaShem tu Elohím con todo tu corazón y con toda tu alma, a fin de que vivas. (30:6)

2. Haftaráh Analizada

Pasaje: Yesha’yahu (Isaías) 60:1-22

Análisis: La Haftaráh de la Parasháh Nitzavim, Yesha’yahu 60:1-22, resuena profundamente con el tema de la Aliyá 2, que es la advertencia contra la idolatría y la promesa de restauración. Mientras Moshéh advierte sobre las terribles consecuencias de la apostasía y la idolatría (Deuteronomio 29:19-28), Yesha’yahu mira hacia la gloriosa restauración y redención de Tziyon tras un período de oscuridad.

El pasaje de la Torah describe la desolación que sobrevendrá a la tierra y al pueblo a causa de su infidelidad, comparando la destrucción con la de Sedóm y Amorah (Deuteronomio 29:22-23). En contraste, Yesha’yahu 60 comienza con una exclamación de luz y gloria para Yerushalayim: “¡Levántate, resplandece, porque ha llegado tu luz, y la gloria de HaShem ha amanecido sobre ti!” (Yesha’yahu 60:1). Esta luz es la manifestación de la presencia de HaShem que dispersa las tinieblas que cubren la tierra y los pueblos, una referencia a la idolatría y la depravación que causaron la dispersión del pueblo de Yisra’el.

La Haftaráh profetiza un tiempo en que las naciones vendrán a la luz de Tziyon (Yesha’yahu 60:3), trayendo consigo sus riquezas y a los hijos de Yisra’el desde lejos (Yesha’yahu 60:4-9). Esto se alinea con la promesa de la Torah en Deuteronomio 30:3-5, donde HaShem promete recoger a los desterrados de los confines de la tierra. Ambos pasajes enfatizan la soberanía de Elohím para juzgar y, ultimadamente, restaurar a Su pueblo, no por su mérito, sino por Su fidelidad al pacto.

El Midrash Tanhuma sobre Nitzavim reflexiona sobre la severidad de la advertencia, pero también sobre la esperanza inherente en el concepto de “Teshuvá” (arrepentimiento). Así como Moshéh enfatiza que la Torah no está “demasiado lejos” ni “más allá del mar” (Deuteronomio 30:11-14), Yesha’yahu describe una redención accesible y visible. El Targum Yonatan a Yesha’yahu 60 reinterpreta la venida de las naciones como un reconocimiento de la grandeza de Elohím manifestada en Yisra’el, una vez que estos se hayan arrepentido de sus caminos de idolatría. La idolatría es la causa de la oscuridad, y el retorno a HaShem es la fuente de la luz.

En esencia, la Haftaráh sirve como una visión mesiánica de la restauración del pueblo de Elohím, superando las advertencias y el exilio causados por la idolatría, y culminando en la gloria del Reino de los Cielos manifestado en Tziyon. Es un recordatorio de que, aunque el castigo por la apostasía es seguro, la misericordia y la promesa de reunión de HaShem prevalecerán para aquellos que se arrepientan y amen a HaShem con todo su corazón, tal como lo expresa Deuteronomio 30:6.

3. Brit Hadasháh (Arameo)

Pasaje: Romanos 2:28-29 (adaptado del Peshiṭta para resaltar la temática)

Análisis: La Aliyá 2 de Nitzavim nos advierte contra la idolatría y subraya la profundidad del pacto de HaShem, no solo con los presentes, sino con las generaciones futuras y con aquellos que no estaban físicamente allí (Deuteronomio 29:15-16). El pasaje culmina con la poderosa promesa de la “circuncisión del corazón” (Deuteronomio 30:6), una obra interna que solo HaShem puede realizar para permitir a Su pueblo amarle con todo su ser.

Esta promesa encuentra su eco y cumplimiento en las enseñanzas de Maran Yeshúa y en los escritos de los apóstoles, particularmente en la Brit Hadasháh. El apóstol Sha’ul (Pablo) aborda la cuestión de la identidad del verdadero pueblo de Elohím y la naturaleza de la obediencia al pacto. En Romanos 2:28-29, Sha’ul declara:

“Lá b-galyá hi yehudáyuta, w-lá d-ba-besrá hi gizrátá. Elá d-b-kasáyá hi yehudáyuta, w-gizrátá d-lebá b-ruḥá, lá b-qṭírá d-ketábá; d-háw šubaḥá men Elohá hwá, w-lá men bnay nášá.”

(No en lo visible está la judeidad, ni en la carne la circuncisión. Sino en lo oculto está la judeidad, y la circuncisión del corazón en Ruaj, no en la letra de la escritura; cuya alabanza de Elohím es, y no de los hijos de los hombres.)

Este pasaje arameo de la Brit Hadasháh se conecta directamente con Deuteronomio 30:6. La “circuncisión del corazón” prometida por HaShem en la Torah es el punto culminante del verdadero arrepentimiento y retorno. Sha’ul explica que la verdadera pertenencia al pueblo del pacto no se define por ritos externos solamente, sino por una transformación interna del corazón, realizada por la Ruaj HaKodesh. Esta circuncisión espiritual es el antídoto contra la idolatría, pues el corazón circuncidado está enteramente dedicado a Elohím, no dividido entre Él y los “elohím de las naciones” (Deuteronomio 29:18).

En el Reino de Yeshúa HaMashíaj, la advertencia contra la idolatría se extiende más allá de los ídolos de madera y piedra para incluir las “imágenes” que el corazón humano crea: la codicia (Colosenses 3:5), la auto-justificación, el poder, el placer. Mar Yeshúa enseñó que la raíz de la idolatría reside en el corazón humano (Marcos 7:21-23). La promesa de Deuteronomio 30:6 es una profecía de la obra de Yeshúa HaMashíaj, quien, a través de Su sacrificio y el derramamiento de la Ruaj HaKodesh (como se profetiza en Yeḥezqel 36:26-27), posibilita esta nueva realidad del corazón.

Textos apócrifos y pseudepigráficos como el “Testamento de Leví” (Testamento de los Doce Patriarcas), aunque no directamente mencionan la circuncisión del corazón con la misma terminología, enfatizan la pureza interior y la devoción a HaShem como requisitos para el sacerdocio y la verdadera adoración, contrastando con la apostasía y la adoración de ídolos. La “Sabiduría de Salomón” (14:12-13) también critica la idolatría, señalando cómo la vanidad humana y la corrupción moral llevan a la creación de ídolos. En el Reino de los Cielos, el llamado de Maran Yeshúa es a un arrepentimiento genuino que transforme el corazón, haciendo posible un amor sin reservas por Elohím, cumpliendo la promesa central de esta Aliyá.

4. Contexto Histórico

El pasaje de Deuteronomio 29:15-30:6 se sitúa en un momento crucial de la historia de Yisra’el: las llanuras de Mo’av, justo antes de que el pueblo de Yisra’el cruce el Yarden para entrar en la Tierra Prometida de Kena’an. Moshéh, en sus últimos días, está pronunciando su discurso final, un poderoso llamado a la fidelidad y una renovación del pacto con HaShem.

Este pacto, conocido como el pacto de Mo’av, no era meramente una repetición del pacto del Sinaí, sino una actualización y profundización para la nueva generación que estaba a punto de heredar la tierra. Es significativo que Moshéh no solo incluye a aquellos que están físicamente presentes (“vosotros los que estáis aquí hoy con nosotros”), sino también a “los que no están aquí hoy con nosotros” (Deuteronomio 29:16), abarcando a las generaciones futuras y a los que se unirían a Yisra’el, destacando la naturaleza eterna y generacional del pacto.

El contexto cultural de la época era el de Kena’an, una tierra dominada por religiones politeístas y prácticas idólatras. Los pueblos kenaanitas adoraban a deidades como Ba’al (dios de la tormenta y la fertilidad), Asherah (diosa madre) y Moloc (asociado con el sacrificio de niños). Moshéh advierte explícitamente a Yisra’el sobre “las abominaciones y sus ídolos, de madera y de piedra, de plata y de oro” (Deuteronomio 29:18) que habían visto en Mitzrayim y en los pueblos que atravesaron. Estas deidades a menudo estaban asociadas con rituales de fertilidad, prostitución sagrada y, en casos extremos, sacrificios humanos, prácticas aborrecibles para HaShem.

Las experiencias pasadas de Yisra’el, incluyendo su esclavitud en Mitzrayim, el Éxodo y los 40 años en el desierto, sirven como un telón de fondo para esta advertencia. HaShem había liberado a Yisra’el de una tierra de idolatría, y el pueblo había sido testigo de la ira de HaShem contra la apostasía en episodios como el becerro de oro o Ba’al Pe’or. Estas experiencias moldearon la comprensión de Moshéh sobre la fragilidad del corazón humano y la constante tentación de apartarse del único Elohím viviente.

El pasaje también mira hacia el futuro, prediciendo la desolación de la tierra (Deuteronomio 29:22-28) como consecuencia del pecado de idolatría, una profecía que se cumpliría con los exilios Asirio y Babilónico, tal como se documenta en los Nevi’im (por ejemplo, 2 Reyes 17, Yirmeyahu 25). Sin embargo, también ofrece una esperanza de retorno y restauración (Deuteronomio 30:1-5), si el pueblo se arrepiente y regresa a HaShem con todo su corazón. Este es un patrón recurrente en la historia de Yisra’el, confirmado por registros arqueológicos que muestran la coexistencia de la adoración a HaShem con prácticas idólatras en diversos períodos.

5. Comentarios Proféticos

La advertencia de Moshéh contra la idolatría en Deuteronomio 29:15-30:6 no es meramente una reliquia histórica, sino un mensaje profético vibrante para la época actual, especialmente en el contexto del Reino de Yeshúa HaMashíaj. La “raíz que produce veneno y ajenjo” (Deuteronomio 29:19) no se refiere solo a la adoración de ídolos físicos, sino a cualquier cosa que desvíe el corazón de la devoción exclusiva a HaShem.

Hoy, la idolatría ha tomado formas más sutiles pero igualmente destructivas. El profeta Dani’el nos mostró que los reinos terrenales se rigen por principios que se oponen al Reino de Elohím. En nuestra era, la idolatría se manifiesta en la adoración de la riqueza (Mamón), el poder, el estatus social, la tecnología, la ciencia sin Elohím, la política, el nacionalismo, o incluso el ego individual. Yeshúa HaMashíaj enseñó: “Nadie puede servir a dos amos; porque o aborrecerá a uno y amará al otro, o se apegará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Elohím y a Mamón” (Mateo 6:24). Esta es la esencia de la advertencia de Moshéh: un corazón dividido llevará a la apostasía y al juicio.

La profecía de la desolación de la tierra y la dispersión del pueblo (Deuteronomio 29:22-28) encuentra su eco en la historia de Yisra’el y en los juicios divinos sobre las naciones a lo largo de los siglos. Sin embargo, la promesa de la reunión de los dispersos y la circuncisión del corazón (Deuteronomio 30:1-6) es una profecía mesiánica clave. Yesha’yahu HaNavi y Yirmeyahu HaNavi profetizaron la reunión de Yisra’el de todas las tierras donde fueron dispersados (Yesha’yahu 11:11-12; Yirmeyahu 23:7-8). Esta reunión, conocida como la Aliyá final, está intrínsecamente ligada a la venida y el establecimiento del Reino de Yeshúa HaMashíaj.

El “corazón incircunciso” es la raíz del problema, llevando a la terquedad (Deuteronomio 29:19, 20). La solución profética es la obra de HaShem mismo: “Y HaShem tu Elohím circuncidará tu corazón y el corazón de tu descendencia, para que ames a HaShem tu Elohím con todo tu corazón y con toda tu alma, a fin de que vivas” (Deuteronomio 30:6). Esta es la esencia de la Brit Hadasháh que Yeshúa HaMashíaj inauguró con Su sangre (Yirmeyahu 31:31-34; Yeḥezqel 36:26-27). Él es el medio por el cual la Ruaj HaKodesh opera esta transformación radical del corazón, permitiendo una obediencia verdadera y un amor incondicional por Elohím.

La relevancia para la época actual es la urgencia de un arrepentimiento genuino y una entrega total a Yeshúa HaMashíaj. En un mundo donde muchas “cosas secretas” (HaNistarot, Deuteronomio 29:29) de la corrupción humana se revelan, la “luz” del Reino de Elohím a través de Yeshúa HaMashíaj se hace más necesaria. Los discípulos de Yeshúa HaMashíaj son llamados a ser ese pueblo con un corazón circuncidado, cuyo amor por Elohím es evidente, y que vive en la expectativa de la plena manifestación del Reino de los Cielos cuando Maran Yeshúa regrese a Yerushalayim para reinar desde Har Tziyon.

6. Análisis Profundo

El pasaje de Aliyá 2 en Parasháh Nitzavim es una exhortación profética que explora la naturaleza del pacto de HaShem, las consecuencias de la infidelidad y la esperanza de redención. Desglosemos algunos conceptos clave:

“No a vosotros solos… sino con quien está aquí hoy con nosotros… y con quien no está aquí hoy con nosotros” (Deuteronomio 29:15-16 – 29:14-15 en hebreo):

Este es el concepto de la responsabilidad generacional y comunal. El pacto no es solo para la generación actual, sino para todas las generaciones y para todos los que se unan a Yisra’el. El Midrash Tanhuma (Nitzavim 3) amplía esto, diciendo que las almas de todas las generaciones futuras de Yisra’el, incluso las que aún no habían nacido, estuvieron espiritualmente presentes en el momento de la renovación del pacto. Esta visión subraya la continuidad y la profundidad del compromiso con HaShem a lo largo del tiempo, conectando cada alma al destino colectivo.

“Raíz que produce veneno y ajenjo” (Deuteronomio 29:19 – 29:18 en hebreo): שֹׁרֶשׁ פֹּרֶה רֹאשׁ וְלַעֲנָה (šoreš po-reh ro’š ve-la-a-nah)

La imagen es vívida: un hombre que se inclina hacia la idolatría es como una planta venenosa que contamina todo a su alrededor. “רֹאשׁ” (ro’š) puede significar “cabeza”, pero aquí, en combinación con “לַעֲנָה” (la-a-nah – ajenjo), se refiere a una hierba venenosa. El Targum Onqelos traduce esta frase como “quien se hace idolatría”, destacando que la persona misma se convierte en una fuente de toxicidad espiritual para la comunidad. El Sifrei Devarim (Nitzavim 306) enfatiza que tal persona no solo se destruye a sí misma sino que también trae desastre a toda la asamblea. Esta es una advertencia contra la corrupción interna que socava la integridad del pueblo del pacto.

“Terquedad de mi corazón” (Deuteronomio 29:20 – 29:19 en hebreo): שְׁרִרוּת לִבִּי (šri-rut lib-bi)

La palabra “שְׁרִרוּת” (šri-rut) denota obstinación, dureza y rebelión. Es la actitud de alguien que, a pesar de las advertencias, decide seguir su propio camino de apostasía, creyendo que HaShem no lo castigará (“Paz será para mí”). El pasaje “לְמַעַן סְפוֹת הָרָוָה אֶת הַצְּמֵאָה” (le-ma-an se-fot ha-ra-vah et ha-tzme-ah – “para añadir la borracha a la sedienta”) es enigmático. Rashi (Rabbi Shlomo Yitzchaki) lo interpreta como la persona que añade pecados intencionales a los pecados no intencionales, o que “riega” su alma seca con el “agua” prohibida de la idolatría, empeorando su condición. Es una metáfora de la depravación progresiva de un alma que persiste en la rebeldía.

“Las cosas secretas pertenecen a HaShem nuestro Elohím, mas las cosas reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta Torah” (Deuteronomio 29:29 – 29:28 en hebreo): הַנִּסְתָּרֹת לַיהוָה אֱלֹהֵינוּ וְהַנִּגְלֹת לָנוּ וּלְבָנֵינוּ עַד עוֹלָם לַעֲשׂוֹת אֶת כָּל דִּבְרֵי הַתּוֹרָה הַזֹּאת (ha-nis-ta-rot la-HaShem Eloheinu ve-ha-nig-lot la-nu u-le-va-neinu ad olam la-a-śot et kol div-rei ha-Torah ha-zo’t)

Este versículo es fundamental. Distingue entre la soberanía inescrutable de Elohím (HaNistarot) y las responsabilidades claras de la humanidad (HaNiglot). No estamos llamados a comprender todos los misterios divinos, sino a obedecer lo que HaShem ha revelado explícitamente en Su Torah. El Midrash enfatiza que, aunque el juicio y las decisiones de HaShem a veces nos parezcan incomprensibles, nuestra obligación es siempre cumplir con los mandamientos revelados. Este es un principio vital para el Reino de los Cielos: los discípulos de Mashíaj se enfocan en vivir según las enseñanzas claras de Yeshúa HaMashíaj y la Torah, confiando en la sabiduría de Elohím para aquello que permanece oculto.

“Circuncidará tu corazón” (Deuteronomio 30:6): וּמָל יְהוָה אֱלֹהֶיךָ אֶת לְבָבְךָ (u-mal HaShem Elohe-ḵa et le-vav-ḵa)

Esta es la promesa cumbre, la solución divina al problema de la terquedad del corazón humano. La circuncisión física era una señal externa del pacto; la circuncisión del corazón es una transformación interna que capacita al individuo para amar a HaShem con “todo tu corazón y con toda tu alma”. Esta es una obra de HaShem, no del hombre, y es la clave para la verdadera obediencia y la vida (“לְמַעַן חַיֶּיךָ” – le-ma-an ḥay-ye-ḵa, “para que vivas”). Targum Onqelos y Targum Yonatan traducen este versículo de manera similar, reafirmando la naturaleza de esta transformación divina. Este concepto es central para la Brit Hadasháh, donde la Ruaj HaKodesh es el agente de esta circuncisión espiritual, liberando el corazón de la esclavitud del pecado y la idolatría.

7. Tema Relevante

Un tema central y relevante de esta Aliyá es La Profunda Conexión entre la Devoción del Corazón y el Destino del Pacto, con la Promesa de Transformación Divina.

Este pasaje subraya que el pacto con HaShem no es una mera formalidad externa, sino un compromiso que demanda la totalidad del ser humano, especialmente el corazón. Moshéh advierte severamente contra la apostasía y la idolatría, identificando la raíz de este problema en un “corazón que se aparta” (Deuteronomio 29:18-19) y en la “terquedad del corazón” (Deuteronomio 29:20). La desolación de la tierra y la dispersión del pueblo son las consecuencias directas de esta falta de devoción sincera y exclusiva a HaShem.

Sin embargo, el pasaje no se detiene en la condena. Moshéh, proféticamente, presenta la gloriosa esperanza de la “Teshuvá” (retorno y arrepentimiento). La condición para la restauración es que el pueblo “vuelva a su corazón” (Deuteronomio 30:1) en su exilio y “vuelva a HaShem tu Elohím y obedezca su voz con todo tu corazón y con toda tu alma” (Deuteronomio 30:2). Pero lo más revelador es la promesa divina: “Y HaShem tu Elohím circuncidará tu corazón y el corazón de tu descendencia, para que ames a HaShem tu Elohím con todo tu corazón y con toda tu alma, a fin de que vivas” (Deuteronomio 30:6).

Este es un tema de vital importancia para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos. En primer lugar, nos llama a una auto-evaluación constante de nuestro corazón. ¿Hay “raíces venenosas” de idolatría, codicia o autosuficiencia que nos apartan de la devoción completa a Elohím? Maran Yeshúa enseñó que de la abundancia del corazón habla la boca (Mateo 12:34) y que es del corazón de donde proceden los malos pensamientos y la idolatría (Marcos 7:21-23). La Aliyá nos recuerda que la obediencia externa sin un corazón transformado es insuficiente.

En segundo lugar, nos apunta a la dependencia total de la obra de HaShem. La circuncisión del corazón no es un esfuerzo humano, sino una intervención divina. En el Reino de Yeshúa HaMashíaj, esta obra se cumple a través de la Ruaj HaKodesh, derramada sobre aquellos que creen en Yeshúa HaMashíaj. Es la Ruaj HaKodesh quien capacita a los discípulos para amar a Elohím con todo su corazón y a vivir una vida de obediencia, rompiendo la “terquedad del corazón”.

Finalmente, el tema resalta la esperanza de la restauración y la vida. La promesa de la reunión de los dispersos y la transformación del corazón es una visión del Reino de Elohím plenamente establecido, donde el pueblo de HaShem vivirá en perfecta comunión con Él. Para los discípulos de Mashíaj, esto significa vivir ahora en el poder de esa promesa, cultivando un corazón circuncidado por la Ruaj HaKodesh, y anhelando la consumación del Reino de los Cielos en la venida de Yeshúa HaMashíaj, cuando la idolatría será erradicada por completo y la verdadera adoración llenará la tierra.

8. Descubriendo a Mashíaj

El pasaje de Deuteronomio 29:15-30:6, con su advertencia contra la idolatría y su promesa de una transformación radical del corazón, apunta directamente a la persona y obra de Yeshúa HaMashíaj de maneras profundas y significativas, revelando aspectos cruciales de Su rol en el Reino de los Cielos.

1. El Problema del Corazón Endurecido y la Solución Mesiánica: La Torah diagnostica la raíz de la idolatría como la “terquedad del corazón” (Deuteronomio 29:20), una condición que impide el amor total a HaShem. La promesa “Y HaShem tu Elohím circuncidará tu corazón y el corazón de tu descendencia, para que ames a HaShem tu Elohím con todo tu corazón y con toda tu alma, a fin de que vivas” (Deuteronomio 30:6) es una profecía de la obra de Yeshúa HaMashíaj. Él es el que trae la Brit Hadasháh (Yirmeyahu 31:31-34), un nuevo pacto donde la Torah es escrita en los corazones, no en tablas de piedra. Yeshúa HaMashíaj, a través de Su sacrificio y resurrección, hizo posible el derramamiento de la Ruaj HaKodesh, quien es el agente de esta circuncisión espiritual del corazón, limpiando la idolatría y capacitando para el verdadero amor y obediencia a Elohím.

2. El Ingathering (Reunión) de los Exiliados: La profecía de Deuteronomio 30:3-5, que HaShem reunirá a Su pueblo de todas las naciones donde fueron dispersados, es una promesa central mesiánica. Yeshúa HaMashíaj es el Gran Pastor que viene a reunir a las ovejas perdidas de Yisra’el (Mateo 15:24) y, por extensión, a todas Sus ovejas de otras majadas (Juan 10:16). Él es el punto de convergencia para el retorno de los exiliados, estableciendo el Reino de los Cielos y sentándolos en la tierra de Yisra’el. El cumplimiento final de esta promesa se espera con Su segunda venida, cuando Él establecerá Su reino milenial desde Yerushalayim.

3. La Revelación de HaShem y el Camino a la Torah: Deuteronomio 29:29 declara: “Las cosas secretas pertenecen a HaShem nuestro Elohím, mas las cosas reveladas son para nosotros… para que cumplamos todas las palabras de esta Torah.” Yeshúa HaMashíaj es la máxima revelación de HaShem. Él es el “Verbo hecho carne” (Juan 1:14), a través de quien “nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo quiera revelarlo” (Mateo 11:27). Yeshúa HaMashíaj no solo revela a Elohím, sino que también nos muestra el camino perfecto para cumplir la Torah, no solo en letra, sino en espíritu, desde un corazón circuncidado. Él mismo vivió la Torah perfectamente y nos capacita para buscar esa misma perfección en el Reino de los Cielos.

4. El Juicio y la Gracia: El pasaje de la Torah advierte sobre el juicio severo por la idolatría y la terquedad del corazón. Yeshúa HaMashíaj vino no a abolir la Torah, sino a cumplirla (Mateo 5:17) y a mostrar la justicia de Elohím y Su gracia. En Él, el juicio por la idolatría y el pecado fue asumido, y a través de Su expiación, la gracia para el arrepentimiento y la transformación del corazón es ofrecida. Él es la esperanza para aquellos que han “añadido ebriedad a la sed” (Deuteronomio 29:20) de pecado, ofreciendo redención y una nueva vida en el Reino.

5. Conexiones Apócrifas y Pseudepigráficas: Textos como el Libro de Enoch (capítulos 90 y 91) profetizan una renovación de la ley y una purificación de la tierra de la iniquidad y la idolatría antes de la venida del Mesías. El “Testamento de Judá” (Testamentos de los Doce Patriarcas) habla de un Mesías que juzgará la idolatría y hará posible el amor verdadero por HaShem. Estos escritos reflejan una expectativa judía de un Mesías que no solo reinaría políticamente, sino que también purificaría la adoración y transformaría los corazones, preparando el camino para el establecimiento de un Reino justo. Yeshúa HaMashíaj es el cumplimiento de estas esperanzas, inaugurando el Reino de los Cielos y preparando a Su pueblo para Su regreso, cuando la idolatría será finalmente desterrada de la creación.

En resumen, Aliyá 2 de Nitzavim no es solo una antigua advertencia, sino un faro profético que ilumina la necesidad de Yeshúa HaMashíaj como el único que puede circuncidar el corazón y restaurar al pueblo de HaShem a una verdadera relación de amor y obediencia dentro de Su Reino eterno.

9. Midrashim y Targumim

El pasaje de Deuteronomio 29:15-30:6 es rico en significado y ha sido objeto de extensas interpretaciones en los Midrashim y Targumim, profundizando la comprensión de la advertencia contra la idolatría y la promesa de restauración.

1. El Pacto Inclusivo (Deuteronomio 29:15-16 / 29:14-15 hebreo):

* Midrash Sifrei Devarim (Nitzavim 306): Este Midrash enfatiza que la frase “con quien no está aquí hoy con nosotros” (וְאֵת אֲשֶׁר אֵינֶנּוּ פֹּה עִמָּנוּ הַיּוֹם) se refiere a todas las almas futuras del pueblo de Yisra’el, hasta el fin de los tiempos. Se dice que todas las almas, incluyendo las que aún no habían nacido, estaban presentes espiritualmente en la renovación de este pacto en Mo’av. Esto subraya la naturaleza eterna y universal del pacto de HaShem con Su pueblo y la responsabilidad colectiva que se extiende a través de las generaciones.

* Targum Onqelos: Traduce “aquellos que no están con nosotros hoy” como “aquellos que se unen a la congregación”, lo que incluye a los prosélitos y a todos los que, en el futuro, se unieran al pacto de HaShem. Esto amplía la visión del pacto más allá de la mera descendencia física, hacia una comunidad definida por la fe y el compromiso.

2. La Raíz Venenosa (Deuteronomio 29:19 / 29:18 hebreo):

* Midrash Tanhuma (Nitzavim 3): Explica que la “raíz que produce veneno y ajenjo” (שֹׁרֶשׁ פֹּרֶה רֹאשׁ וְלַעֲנָה) es una persona cuya inclinación al mal (yetzer hará) la lleva a la idolatría. La imagen es que esta persona no solo se contamina a sí misma, sino que también tiene el potencial de corromper a toda la comunidad, extendiendo el “veneno” de la apostasía. Es una advertencia contra la influencia de la mala compañía y la importancia de proteger la pureza de la congregación.

* Targum Yonatan: Interpreta esta “raíz” como un hombre o una mujer que entra en la asamblea de Yisra’el pero cuyo corazón está inclinado a adorar a los ídolos de las naciones. Este Midrash es especialmente crítico con aquellos que, con apariencia de piedad, guardan la idolatría en secreto, sugiriendo que su influencia es aún más insidiosa.

3. La Terquedad del Corazón (Deuteronomio 29:20 / 29:19 hebreo):

* Rashi (Rabbi Shlomo Yitzchaki): Sobre la frase “para añadir la borracha a la sedienta” (לְמַעַן סְפוֹת הָרָוָה אֶת הַצְּמֵאָה), Rashi ofrece varias interpretaciones. Una es que el pecador obstinado piensa que, aunque peque, HaShem lo perdonará, y así “añade” los pecados intencionales a los no intencionales. Otra interpretación es que el corazón “borracho” de iniquidad lleva al corazón “sediento” de conocimiento de HaShem a buscar la satisfacción en el mal, acumulando pecado sobre pecado.

* Sifrei Devarim (Nitzavim 307): Este texto discute la arrogancia de aquel que confía en su propia “fortaleza” para pecar sin consecuencias, ignorando las advertencias de HaShem. Afirma que tal persona es la más peligrosa, ya que su autosuficiencia y engaño la llevan a una perdición segura, sin posibilidad de arrepentimiento verdadero mientras persista en su terquedad.

4. La Circuncisión del Corazón (Deuteronomio 30:6):

* Targum Onqelos y Targum Yonatan: Ambos Targumim traducen este versículo de manera muy literal, enfatizando que es HaShem quien realizará esta obra interna. El Targum Yonatan añade la connotación de que esta circuncisión del corazón quitará el “prepucio” o el impedimento para la obediencia sincera, permitiendo un amor completo y verdadero por HaShem. Esto prefigura la enseñanza de la Brit Hadasháh sobre la obra de la Ruaj HaKodesh.

* Midrash Devarim Rabba (Nitzavim 8:3): Este Midrash conecta la promesa de la circuncisión del corazón con la era mesiánica, cuando Yisra’el ya no tendrá una inclinación al mal y vivirá en perfecta obediencia a HaShem. Es una visión de la redención final, donde la restauración física de la tierra va acompañada de una renovación espiritual radical del corazón del pueblo.

Estos Midrashim y Targumim ofrecen una ventana a la rica tradición interpretativa judía, revelando la profundidad de la preocupación por la idolatría y la esperanza en la intervención divina para la transformación del corazón, elementos esenciales que encuentran su cumplimiento en el Reino de Yeshúa HaMashíaj.

10. Mandamientos

De la Aliyá 2 de Parasháh Nitzavim, se pueden extraer varios mandamientos (mitzvot) o principios de vida esenciales para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos:

1. Mandamiento de Exclusividad en la Adoración (Anti-idolatría): “Para que no haya entre vosotros… cuyo corazón se aparte hoy de HaShem nuestro Elohím, para ir a servir a los elohím de esas naciones” (Deuteronomio 29:18-19).

* Explicación y Aplicación: Este es un mandamiento fundamental. Para los discípulos de Yeshúa HaMashíaj, esto significa no tener otros “elohím” delante de HaShem. La idolatría hoy no solo se manifiesta en la adoración de estatuas, sino en la dedicación de nuestro tiempo, energía, afecto y recursos a cualquier cosa que ocupe el lugar de HaShem en nuestro corazón. Esto incluye el materialismo, la búsqueda de poder, la fama, el éxito profesional, la tecnología, la ideología política o incluso el apego excesivo a personas o posesiones. Debemos examinar nuestros corazones para asegurar que HaShem sea el objeto exclusivo de nuestra adoración y devoción, como Yeshúa HaMashíaj enseñó: “Amarás a HaShem tu Elohím con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente” (Mateo 22:37).

2. Mandamiento de Responsabilidad Colectiva y Personal por el Pacto: “No con vosotros solos… sino con quien está aquí hoy… y con quien no está aquí hoy” (Deuteronomio 29:15-16).

* Explicación y Aplicación: El pacto de HaShem abarca a toda la comunidad y a todas las generaciones. Los discípulos de Mashíaj son parte del Reino de Elohím, una comunidad global y transgeneracional. Tenemos la responsabilidad de vivir de una manera que honre el pacto, no solo por nuestro bien individual, sino por el bien de la comunidad (el cuerpo de Mashíaj) y por las generaciones futuras que nos observan. Nuestras acciones tienen consecuencias que trascienden lo personal. Esto implica apoyarse mutuamente en la fe, corregirse en amor y buscar la santidad comunal para que la luz del Reino resplandezca.

3. Mandamiento de No Endurecer el Corazón ni ser Terco: “No se bendiga en su corazón, diciendo: Tendré paz, aunque ande en la terquedad de mi corazón” (Deuteronomio 29:20).

* Explicación y Aplicación: Se advierte contra la autosuficiencia espiritual y la presunción de la gracia de HaShem. Los discípulos de Mashíaj deben cultivar un corazón humilde y contrito, siempre receptivo a la corrección de la Ruaj HaKodesh y a la instrucción de la Torah. No debemos racionalizar nuestros pecados o creer que podemos desobedecer impunemente. Por el contrario, debemos vivir en un estado de arrepentimiento continuo (Teshuvá), reconociendo nuestra dependencia de la misericordia de HaShem y buscando Su voluntad en todo.

4. Principio de la Circuncisión del Corazón (Obra Divina y Responsabilidad Humana): “Y HaShem tu Elohím circuncidará tu corazón… para que ames a HaShem tu Elohím con todo tu corazón y con toda tu alma, a fin de que vivas” (Deuteronomio 30:6).

* Explicación y Aplicación: Aunque la circuncisión del corazón es una obra de HaShem, nuestra parte es volvernos a Él con un corazón arrepentido (Deuteronomio 30:1-2). Para los discípulos de Yeshúa HaMashíaj, esto significa humillarnos ante HaShem, confesar nuestra necesidad de Su Ruaj HaKodesh y permitirle que obre esa transformación interna. Es un mandamiento implícito de buscar la santificación interna y el cultivo de un amor genuino por HaShem, entendiendo que esta es la verdadera fuente de vida y obediencia.

11. Preguntas de Reflexión

1. Deuteronomio 29:19 advierte sobre la “raíz que produce veneno y ajenjo”. En el contexto del Reino de Yeshúa HaMashíaj, ¿cuáles son las “raíces” de idolatría modernas o espirituales que pueden estar germinando en mi propio corazón o en la comunidad de discípulos, y qué pasos prácticos puedo tomar para extirparlas y reemplazarlas con devoción pura a HaShem?

2. El pasaje enfatiza la “circuncisión del corazón” (Deuteronomio 30:6) como una obra de HaShem que nos capacita para amarle con todo nuestro ser. ¿Cómo experimento la Ruaj HaKodesh obrando esta circuncisión en mi vida diaria, y qué significa amar a HaShem “con todo tu corazón y con toda tu alma” de una manera práctica en el Reino de los Cielos hoy?

3. Deuteronomio 29:15-16 establece que el pacto es con los presentes y los ausentes, abarcando todas las generaciones. ¿Cómo mis decisiones y mi forma de vivir como discípulo de Mashíaj hoy impactan el legado espiritual para las futuras generaciones del Reino, y qué responsabilidad siento por aquellos que “no están aquí hoy” pero que son parte del pacto de Yeshúa HaMashíaj?

12. Resumen

La Aliyá 2 de Parasháh Nitzavim presenta una profunda advertencia contra la idolatría, extendiendo el pacto de HaShem a todas las generaciones y enfatizando la responsabilidad colectiva e individual. Moshéh detalla las graves consecuencias de un corazón endurecido y de apartarse de HaShem para servir a otros elohím, que resultarán en desolación y exilio. Sin embargo, el pasaje culmina con una gloriosa promesa de restauración: si el pueblo se arrepiente y regresa a HaShem, Él mismo obrará la “circuncisión del corazón”, permitiendo un amor total y una obediencia genuina. Esta Aliyá es un pilar para el Reino de los Cielos, revelando la necesidad de una transformación interna que solo HaShem puede realizar a través de Yeshúa HaMashíaj y la Ruaj HaKodesh, capacitando a Sus discípulos para vivir en exclusiva devoción y preparar la plena manifestación de Su Reino.

13. Tefiláh (Oración)

Adonái Elohím de Avraham, Yitzḥak y Yaakov, Te damos gracias por Tu pacto eterno y por Tu fidelidad inmutable. Te pedimos que circuncides nuestros corazones por Tu Ruaj HaKodesh, como prometiste, para que no haya en nosotros raíz de idolatría ni terquedad, sino un amor puro y sincero por Ti, con todo nuestro ser. Capacítanos, Maran Yeshúa, para vivir como discípulos Tuyos en el Reino de los Cielos, siendo luz en medio de la oscuridad y manifestando Tu gloria, mientras anhelamos Tu pronta venida y la plena restauración de Tu pueblo. Que nuestras vidas sean un testimonio de Tu soberanía y Tu bondad, para Tu honra y gloria, Amén.

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Parashá 51 Nitzavim (נצבים) – Aliyah 1

Aliyáh 1: (Deuteronomio 29:9-12) Moshé convoca a todo Israel para renovar el pacto con Elohím.
Haftaráh: Isaías 61:10-63:9 (La redención y el pacto de paz con el pueblo).
Brit Hadasháh: Hebreos 8:10 (El nuevo pacto escrito en los corazones).

¡Shalom y Bendiciones en el Nombre de MarYah Yeshúa!

Desde el Reino de Yeshúa HaMashíaj, nos es un honor presentar un estudio profundo y multifacético sobre la Aliyá 1 de la Parashá Nitzavim. Este pasaje nos convoca a reflexionar sobre la perpetuidad y la inclusividad del pacto divino, un tema de inmensa relevancia para los cimientos de nuestra fe en Yeshúa HaMashíaj y la edificación del Reino de Elohím.


Tema: El pacto con יְהוָה Adonái

1. Texto Hebreo Interlineal

Pasaje: Deuteronomio 29:9-29:14

Texto Hebreo OriginalFonética TiberianaTraducción Palabra por PalabraTraducción Literal del Verso
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אַתֶּם נִצָּבִים הַיּוֹם כֻּלְּכֶם לִפְנֵי יְהוָה אֱלֹהֵיכֶם רָאשֵׁיכֶם שִׁבְטֵיכֶם זִקְנֵיכֶם וְשֹׁטְרֵיכֶם כֹּל אִישׁ יִשְׂרָאֵל:Attem nissavim hayyom kullekhem lifnei Adonái Eloheikhem ra’sheikhem šivteikhem ziqneikhem vešoterikhem kol iš Yisra’el.Ustedes están de pie הַיּוֹם – hayyom hoy כֻּלְּכֶם – kullekhem todos ustedes לִפְנֵי – lifnei delante de יְהוָה – Adonái אֱלֹהֵיכֶם – Eloheikhem su Elohím: רָאשֵׁיכֶם – ra’sheikhem sus cabezas, שִׁבְטֵיכֶם – šivteikhem sus tribus, זִקְנֵיכֶם – ziqneikhem sus ancianos, וְשֹׁטְרֵיכֶם – vešoterikhem y sus oficiales, כֹּל – kol todo אִישׁ – iš hombre יִשְׂרָאֵל – Yisra’el de Yisra’el;Ustedes están de pie hoy, todos ustedes, delante de Adonái su Elohím: sus cabezas, sus tribus, sus ancianos, y sus oficiales, todo hombre de Yisra’el;
טַפְּכֶם נְשֵׁיכֶם וְגֵרְךָ אֲשֶׁר בְּקֶרֶב מַחֲנֶיךָ מֵחֹטֵב עֵצֶיךָ עַד שֹׁאֵב מֵימֶיךָ:Ṭappekhem našheikhem vegerkha asher beqerev maḥanekha meḥoṭev eṣeikha ad šo’ev meimeikha.טַפְּכֶם – ṭappekhem Sus pequeños, נְשֵׁיכֶם – našheikhem sus esposas, וְגֵרְךָ – vegerkha y su extranjero אֲשֶׁר – asher que בְּקֶרֶב – beqerev en medio de מַחֲנֶיךָ – maḥanekha su campamento, מֵחֹטֵב – meḥoṭev desde el leñador עֵצֶיךָ – eṣeikha de su madera עַד – ad hasta שֹׁאֵב – šo’ev el aguador מֵימֶיךָ – meimeikha de su agua;Sus pequeños, sus esposas, y su extranjero que está en medio de su campamento, desde el leñador de su madera hasta el aguador de su agua;
לְעָבְרְךָ בִּבְרִית יְהוָה אֱלֹהֶיךָ וּבְאָלָתוֹ אֲשֶׁר יְהוָה אֱלֹהֶיךָ כֹּרֵת עִמְּךָ הַיּוֹם:Le’ovrekha bivrit Adonái Eloheikha uvalato asher Adonái Eloheikha koret immekha hayyom.לְעָבְרְךָ – le’ovrekha para que entres בִּבְרִית – bivrit en el pacto de יְהוָה – Adonái אֱלֹהֶיךָ – Eloheikha tu Elohím, וּבְאָלָתוֹ – uvalato y en su juramento, אֲשֶׁר – asher que יְהוָה – Adonái אֱלֹהֶיךָ – Eloheikha tu Elohím כֹּרֵת – koret está haciendo עִמְּךָ – immekha contigo הַיּוֹם – hayyom hoy;Para que entres en el pacto de Adonái tu Elohím, y en su juramento, que Adonái tu Elohím está haciendo contigo hoy;
לְמַעַן הָקִים אֹתְךָ הַיּוֹם לוֹ לְעָם וְהוּא יִהְיֶה לְּךָ לֵאלֹהִים כַּאֲשֶׁר דִּבֶּר לָךְ וְכַאֲשֶׁר נִשְׁבַּע לַאֲבֹתֶיךָ לְאַבְרָהָם לְיִצְחָק וּלְיַעֲקֹב:Lema’an haqim otkha hayyom lo le’am vehu yihyeh lekha le’Elohím ka’asher dibber lakh vekha’asher nišba la’avotekha le’Avraham leYitzḥaq uleYa’aqov.לְמַעַן – lema’an para que הָקִים – haqim establezca אֹתְךָ – otkha a ti הַיּוֹם – hayyom hoy לוֹ – lo para Él לְעָם – le’am como pueblo, וְהוּא – vehu y Él יִהְיֶה – yihyeh sea לְּךָ – lekha para ti לֵאלֹהִים – le’Elohím como Elohím, כַּאֲשֶׁר – ka’asher tal como דִּבֶּר – dibber habló לָךְ – lakh a ti, וְכַאֲשֶׁר – vekha’asher y tal como נִשְׁבַּע – nišba juró לַאֲבֹתֶיךָ – la’avotekha a tus padres, לְאַבְרָהָם – le’Avraham a Avraham, לְיִצְחָק – leYitzḥaq a Yitzḥak, וּלְיַעֲקֹב – uleYa’aqov y a Yaakov.Para que te establezca hoy para Él como pueblo, y Él sea para ti como Elohím, tal como te habló, y tal como juró a tus padres, a Avraham, a Yitzḥak, y a Yaakov.
וְלֹא אִתְּכֶם לְבַדְּכֶם אָנֹכִי כֹּרֵת אֶת הַבְּרִית הַזֹּאת וְאֶת הָאָלָה הַזֹּאת:Velo ittekhem levaddekhem anokhi koret et habbrit hazzot ve’et ha’alah hazzot.וְלֹא – velo Y no אִתְּכֶם – ittekhem con ustedes לְבַדְּכֶם – levaddekhem solos אָנֹכִי – anokhi Yo כֹּרֵת – koret hago אֶת – et (partícula directriz) הַבְּרִית – habbrit este pacto הַזֹּאת – hazzot este וְאֶת – ve’et y (partícula directriz) הָאָלָה – ha’alah este juramento הַזֹּאת – hazzot este;Y no con ustedes solos hago Yo este pacto y este juramento;
כִּי אֶת אֲשֶׁר יֶשְׁנוֹ פֹּה עִמָּנוּ עוֹמֵד הַיּוֹם לִפְנֵי יְהוָה אֱלֹהֵינוּ וְאֵת אֲשֶׁר אֵינֶנּוּ פֹּה עִמָּנוּ הַיּוֹם:Ki et asher yešeno poh immanu omed hayyom lifnei Adonái Eloheinu ve’et asher einennu poh immanu hayyom.כִּי – ki sino אֶת – et (partícula directriz) אֲשֶׁר – asher con quienes יֶשְׁנוֹ – yešeno están פֹּה – poh aquí עִמָּנוּ – immanu con nosotros עוֹמֵד – omed de pie הַיּוֹם – hayyom hoy לִפְנֵי – lifnei delante de יְהוָה – Adonái אֱלֹהֵינוּ – Eloheinu nuestro Elohím, וְאֵת – ve’et y con quienes אֲשֶׁר – asher no אֵינֶנּוּ – einennu están פֹּה – poh aquí עִמָּנוּ – immanu con nosotros הַיּוֹם – hayyom hoy.Sino con quienes están aquí hoy con nosotros de pie delante de Adonái nuestro Elohím, y con quienes no están aquí hoy con nosotros.

2. Haftaráh

Pasaje: Yesha’yahu HaNavi 61:10-63:9

Análisis: La Haftaráh de la Parashá Nitzavim, tomada de Yesha’yahu HaNavi 61:10-63:9, resuena profundamente con el tema del pacto y la esperanza mesiánica. Mientras Moshéh renueva el pacto con Israel en las llanuras de Mo’av, Yesha’yahu proclama una visión de restauración y gozo futuro, donde Yerushalayim será vestida con ropas de salvación y justicia, como una novia adornada para su esposo (Yesha’yahu 61:10). Esta imagen nupcial se conecta directamente con la relación pactual entre HaShem e Israel, y con la que Yeshúa HaMashíaj establecerá con su congregación (Qahal) en el Reino de los Cielos.

El profeta describe la alegría de la redención y la manifestación gloriosa de la justicia de Adonái ante las naciones. Esta futura glorificación no es solo un deseo, sino una promesa pactual que Elohím se compromete a cumplir. El Midrash Tanhuma, Parashat Nitzavim 2, subraya que la renovación del pacto en Moshéh no solo miraba al presente, sino también a todas las generaciones futuras de Israel, incluyendo la era mesiánica cuando se cumplirán las promesas de Yesha’yahu. El Targum Yonatan a Yesha’yahu 61:10 interpreta el “vestido de salvación” como una referencia a la redención final que traerá el Mashíaj.

La Haftaráh culmina con la descripción de HaShem como un protector y redentor que sufre junto a Su pueblo (Yesha’yahu 63:9). Este pasaje anticipa la compasión divina y la fidelidad al pacto, una fidelidad que encuentra su máxima expresión en Yeshúa HaMashíaj, quien no solo se identifica con el sufrimiento de Su pueblo, sino que se convierte en la ofrenda final para la ratificación de un pacto eterno. El mismo acto de “estar de pie” (נִצָּבִים – nissavim) ante Adonái en la Parashá prefigura el día en que Israel y todas las naciones se presentarán ante el Trono del Mashíaj, recibiendo las bendiciones del pacto renovado.

3. Brit Hadasháh (Arameo)

Pasaje: Mattityahu 26:28 (ܡܶܛܽܠ ܕ݁ܗܳܢܰܘ ܕ݁ܡܳܐ ܕ݁ܕ݂ܺܝܰܬ݂ܺܩܰܐ ܚܕ݂ܰܬ݂ܳܐ ܕ݁ܥܰܠ ܐܰܝܠܶܝܢ ܣܰܓ݁ܺܝܶܐܐ ܡܶܬ݂ܬ݁ܰܚܶܦ݂ ܠܫܽܘܒ݂ܩܳܢܳܐ ܕ݁ܚܰܛܗܶܐ܀)

Análisis: El pasaje de la Brit Hadasháh en Mattityahu 26:28, donde Maran Yeshúa declara “Porque esto es Mi sangre del pacto, la cual es derramada por muchos para remisión de pecados”, establece una conexión directa y trascendental con el pacto de Nitzavim. La palabra aramea para “pacto” aquí es ܕ݂ܺܝܰܬ݂ܺܩܰܐ (diatheqa), un término que, al igual que el hebreo בְּרִית (brit), denota una alianza o testamento, pero en este contexto mesiánico, se refiere a una Brit Hadasháh, un pacto renovado y superior.

En Nitzavim, el pueblo de Israel se presenta ante Adonái para entrar en el pacto, con la expectativa de ser un pueblo para Él y Él su Elohím (Devarim 29:12). Sin embargo, a través de la historia, la debilidad humana y la transgresión requirieron una solución más profunda. Mar Yeshúa, en la noche antes de su sacrificio, instituye este nuevo pacto mediante Su propia sangre, el sello de una relación inquebrantable y una remisión de pecados que el pacto sinaítico no podía proporcionar de forma definitiva.

El Libro de Enoc (1 Enoc 93:8-10) y otros textos pseudepigráficos a menudo aluden a la necesidad de una purificación y una renovación de la alianza en los “últimos días” a través de una figura mesiánica. Los Manuscritos del Mar Muerto, como el “Comentario de Habacuc” (1QpHab), hablan de un Maestro de Justicia y una comunidad que se adhiere a la Torah en espera de la redención. Yeshúa HaMashíaj es el cumplimiento de estas esperanzas, el mediador del Reino de los Cielos que no solo renueva el pacto, sino que lo perfecciona y lo extiende a todos, judío y gentil, que creen en Él. Su sacrificio es el fundamento sobre el cual la comunidad del Reino, tanto los que estaban presentes como los que no estaban “físicamente” presentes (como menciona Devarim 29:14), puede entrar en una relación viva y transformadora con Elohím. La promesa de establecer un pueblo para Él, mencionada en Nitzavim, se cumple en el Qahal del Mashíaj, Su cuerpo en la tierra.

4. Contexto Histórico

La Aliyá 1 de Nitzavim se sitúa en un momento crucial de la historia de Israel. Moshéh está en las llanuras de Mo’av, al este del río Yardén, justo antes de que la nueva generación, que no había experimentado la salida de Mitzrayim (Egipto) como adultos, se preparara para entrar en la Tierra Prometida de Kena’an. La generación del Éxodo había perecido en el desierto debido a su incredulidad. Este discurso de Moshéh (el libro de Deuteronomio, Devarim) es su despedida, su última voluntad y testamento para el pueblo.

El pasaje describe una asamblea solemne y universal de todo el pueblo de Israel. Todos están presentes: los líderes (cabezas, tribus, ancianos, oficiales), las mujeres, los niños, e incluso los “extranjeros” (גֵּרְךָ – gerkha) y los que realizaban las tareas más humildes, como los leñadores y los aguadores (Devarim 29:10-11). Esta inclusividad es significativa, reflejando las antiguas ceremonias de juramento y pacto del Cercano Oriente, donde la totalidad de la población de un reino o ciudad se congregaba para ratificar tratados con un rey o una deidad. Textos como los tratados de vasallaje hititas muestran estructuras similares de pacto, donde se enumeran las partes, se establecen las estipulaciones y se invocan bendiciones y maldiciones.

El propósito de esta congregación era “pasar al pacto” (לְעָבְרְךָ בִּבְרִית – le’ovrekha bivrit) con Adonái. No era un pacto nuevo en el sentido de uno que reemplazara al Sinaítico, sino una renovación y una reafirmación para la nueva generación, antes de entrar en la tierra. Se les recordaba que Adonái había prometido a sus padres, Avraham, Yitzḥak, y Yaakov, que los establecería como Su pueblo y sería su Elohím. La seriedad del juramento era vital, ya que el futuro de su relación con HaShem y su prosperidad en la tierra dependían de la fidelidad a este pacto. La arqueología ha revelado inscripciones y estelas que documentan estos tipos de tratados, demostrando la importancia cultural y religiosa de tales juramentos.

5. Comentarios Proféticos

La Aliyá 1 de Nitzavim, al enfatizar la universalidad del pacto (“todos ustedes”, incluyendo a los que no estaban presentes físicamente), lleva una profunda carga profética que resuena hasta el establecimiento final del Reino de Yeshúa HaMashíaj. La promesa de que Elohím establecería a Israel “como pueblo” para Él y Él sería “su Elohím” es la piedra angular de toda la profecía bíblica.

Proféticamente, la visión de Moshéh de un pacto que abarca “todos ustedes” y “aquellos que no están aquí hoy” (Devarim 29:14) es una ventana a la expansión del Reino de Elohím a través de Yeshúa HaMashíaj. Los profetas posteriores, como Yirmeyahu HaNavi (Yirmeyahu 31:31-34) y Yeḥezqel HaNavi (Yeḥezqel 36:26-27), anticiparon una Brit Hadasháh donde la Torah no solo se escribiría en tablas de piedra, sino en el corazón del pueblo, con una Ruaj HaKodesh que capacitaría para la obediencia. Esta promesa de un corazón nuevo y un espíritu nuevo es la esencia de lo que Yeshúa HaMashíaj ha traído a aquellos que creen en Él.

La reunión de “todo hombre de Israel” y del “extranjero” en el pacto prefigura la congregación universal del Reino de los Cielos, donde ya no hay distinción entre judío y gentil, libre y esclavo, sino que todos son uno en el Mashíaj (Gálatas 3:28). La fidelidad de Adonái a Su juramento a Avraham, Yitzḥak y Yaakov culmina en Yeshúa HaMashíaj, quien es el heredero de esas promesas y a través de quien se extienden a todos los creyentes.

En nuestra época actual, la relevancia es clara: los seguidores de Yeshúa HaMashíaj son los que han entrado en esta Brit Hadasháh. Estamos llamados a vivir como un pueblo establecido por Elohím, reflejando Su carácter y llevando la luz de Su Reino a un mundo oscuro. La unidad y la inclusividad del pacto en Nitzavim nos desafían a construir comunidades del Reino que abracen a todos, sin importar su origen o condición, unidos por la fe en Maran Yeshúa y el poder de la Ruaj HaKodesh. La consumación profética será el retorno de Yeshúa HaMashíaj, cuando establecerá físicamente Su Reino de justicia y paz en Yerushalayim, y todas las naciones vendrán a adorarle, viviendo bajo la plenitud de este pacto eterno.

6. Análisis Profundo

Este pasaje es fundamental para comprender la naturaleza del pacto de Adonái con Israel y, por extensión, con la humanidad redimida.

Palabras Clave en Hebreo:

* נִצָּבִים (nissavim): Literalmente, “ustedes están de pie”. La raíz (נצב – natsav) significa “estar de pie”, “presentarse”. Este acto de estar de pie delante de HaShem implica una actitud de reverencia, preparación y disponibilidad para entrar en un compromiso serio. No es una posición pasiva, sino una afirmación activa de presencia y participación en la ceremonia del pacto. El Midrash Sifrei Devarim 306 comenta que “nissavim” connota una firmeza y permanencia, como si estuvieran arraigados.

* כֻּלְּכֶם (kullekhem): “Todos ustedes”. Esta palabra subraya la universalidad del pacto dentro del campamento de Israel. Desde el más alto al más humilde, nadie queda excluido. Targum Onqelos simplemente traduce como “todos ustedes”. Targum Yonatan, sin embargo, a menudo expande para enfatizar que no hay excepciones, reforzando la responsabilidad colectiva.

* בְּרִית (brit): “Pacto”, “alianza”. Este es el concepto central. Un pacto en el contexto bíblico es un acuerdo solemne y vinculante entre dos partes, a menudo sellado con un juramento y rituales. En este caso, es un pacto entre Elohím y Su pueblo, que establece una relación exclusiva y un código de conducta (la Torah). La fidelidad de Elohím es incondicional en Su promesa a los patriarcas, pero la fidelidad de Israel a las estipulaciones de la Torah determina las bendiciones o maldiciones.

* אָלָה (alah): “Juramento”, “maldición”. El pacto no solo conlleva bendiciones, sino también advertencias severas para aquellos que lo rompen. Este juramento de fidelidad implicaba reconocer las consecuencias de la desobediencia. El Midrash Rabba sobre Devarim (Nitzavim 8:4) discute la seriedad de este juramento, que compromete a la nación entera.

* לְמַעַן הָקִים אֹתְךָ הַיּוֹם לוֹ לְעָם (lema’an haqim otkha hayyom lo le’am): “Para que te establezca hoy para Él como pueblo”. Este es el propósito principal del pacto: la constitución de Israel como la nación escogida de HaShem, Su tesoro especial. Este no es un acto temporal, sino un establecimiento duradero. El Targum Onqelos a menudo traduce “Elohím” con el concepto de “memra” (מֵימְרָא – meimra), la Palabra, para evitar antropomorfismos, enfatizando la trascendencia divina mientras se asegura la relación.

Conceptos Teológicos:

1. Inclusividad del Pacto: La lista exhaustiva de participantes – desde los líderes hasta el más humilde, incluyendo al extranjero – enfatiza que la responsabilidad del pacto es colectiva. No hay “espectadores” en la relación con Elohím. Todos son responsables y todos comparten las bendiciones y las consecuencias.

2. Continuidad del Pacto: La mención de “aquellos que no están aquí hoy” (Devarim 29:14) extiende el pacto a las generaciones futuras, asegurando su permanencia y su relevancia a lo largo de la historia. Esto demuestra la naturaleza transgeneracional de la relación de Elohím con Su pueblo.

3. Relación Recíproca: El propósito “para que te establezca hoy para Él como pueblo y Él sea para ti como Elohím” (Devarim 29:12) articula la esencia de la relación pactual. Elohím desea una relación íntima y exclusiva con Su pueblo, y el pueblo está llamado a responder con obediencia y devoción exclusiva a Él.

Estos conceptos encuentran su resonancia más plena en el Reino de Yeshúa HaMashíaj, donde la inclusividad se expande a todas las naciones y la continuidad del pacto se asegura por la eternidad a través de Su sangre.

7. Tema Relevante

El tema central de esta Aliyá es la universalidad e inclusividad del pacto con Adonái y la responsabilidad corporativa. Moshéh se asegura de que absolutamente cada individuo en el campamento, sin importar su estatus social, función, edad o incluso su origen (el ger), sea parte integral de este juramento y compromiso con HaShem. Además, la extensión del pacto a las “futuras generaciones” subraya que la fidelidad a Elohím no es un asunto individual y aislado, sino un legado y una obligación que trasciende el tiempo.

Esta enseñanza es profundamente relevante para la vida de los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos. En primer lugar, subraya que nadie es insignificante en la comunidad del Reino. Al igual que el leñador y el aguador eran esenciales en la asamblea de Moshéh, cada creyente, con sus dones y su vocación, es vital para el funcionamiento y la misión del cuerpo del Mashíaj (1 Corintios 12:12-27). La inclusividad del pacto mosaico prefigura la apertura total de la Brit Hadasháh en Yeshúa HaMashíaj a todas las naciones, a todos los que responden a la invitación del Reino, sin importar su pasado o su posición social.

En segundo lugar, la responsabilidad corporativa es un pilar del Reino de los Cielos. La obediencia y el compromiso de cada individuo impactan a toda la comunidad. La fidelidad de los creyentes en Yeshúa HaMashíaj no es solo para su propio beneficio espiritual, sino que es testimonio del Reino de Elohím en la tierra. La unidad en el pacto se convierte en unidad en el Mashíaj, donde el amor mutuo y la ayuda práctica entre los hermanos demuestran la realidad del Reino. Esta enseñanza nos llama a no vivir de forma aislada, sino a reconocer nuestra interconexión y mutua dependencia en la búsqueda de la justicia, la paz y la extensión del Reino de Adonái en la tierra.

8. Descubriendo a Mashíaj

El pasaje de Nitzavim, que articula un pacto comprensivo y de alcance generacional, apunta y revela aspectos de la vida, obra y persona de Yeshúa HaMashíaj de maneras profundas.

1. El Mediador del Pacto: Moshéh fue el mediador del pacto sinaítico, presentando al pueblo las condiciones de Adonái. Yeshúa HaMashíaj es el mediador de la Brit Hadasháh (Ivrim 8:6, 12:24), un pacto “superior” fundado en mejores promesas. Donde el pacto antiguo, por su propia naturaleza legal y condicional, reveló la incapacidad del ser humano para cumplirlo perfectamente, Yeshúa HaMashíaj, a través de Su sacrificio, hizo posible la remisión de los pecados, permitiendo que la promesa original de Elohím de tener un pueblo para Él se cumpliera en una nueva y más profunda relación.

2. La Inclusividad del Reino: La afirmación de que el pacto de Moshéh no era solo con los presentes, sino también con “aquellos que no están aquí hoy” (Devarim 29:14), es una profecía velada de la extensión del pacto a todas las generaciones y naciones a través de Yeshúa HaMashíaj. Él rompió las barreras entre judío y gentil, invitando a “todo aquel que cree” a entrar en Su Reino (Juan 3:16). En el Libro de Jubileos (15:26), se menciona cómo el pacto de Avraham fue extendido a su descendencia, prefigurando una expansión que solo el Mashíaj podía completar. El Testamento de Levi (18:2-4) habla de un nuevo sacerdote y un nuevo nombre para Israel, llevando a una nueva ley y un nuevo pacto.

3. El Cumplimiento de las Promesas a los Patriarcas: El pasaje recalca que el pacto se hace “tal como juró a tus padres, a Avraham, a Yitzḥak, y a Yaakov” (Devarim 29:12). Yeshúa HaMashíaj es el cumplimiento de todas las promesas hechas a los patriarcas, el descendiente a través del cual todas las naciones serían bendecidas (Génesis 12:3; Gálatas 3:16). Él es la encarnación de la fidelidad de Adonái a Su palabra, el Elohím-con-nosotros que trae el Reino de los Cielos a la tierra, estableciendo un pueblo que vive en verdadera relación con HaShem, no solo por ley, sino por gracia y por el poder de la Ruaj HaKodesh. Su vida, muerte y resurrección son la ratificación de este pacto eterno, invitando a cada persona a “estar de pie” ante Él y entrar en Su Reino.

9. Midrashim y Targumim

Los Midrashim y Targumim ofrecen perspectivas enriquecedoras sobre la Aliyá 1 de Nitzavim, desvelando capas de significado y enfatizando la profundidad teológica del pacto.

* Targum Onqelos: Generalmente, Onqelos se adhiere a una traducción más literal, aunque a veces parafrasea para evitar antropomorfismos. En Devarim 29:9-14, Onqelos traduce “Adonái Eloheikhem” consistentemente, y en 29:12, la frase “para que te establezca hoy para Él como pueblo y Él sea para ti como Elohím” se mantiene fiel al original. La universalidad de “todos ustedes” y “aquellos que no están aquí hoy” también se traduce directamente, indicando que la expansión del pacto a futuras generaciones era un concepto claro.

* Targum Yonatan ben Uzziel: Este Targum es más expansivo y a menudo incluye material haggádico. Para Devarim 29:9 (“Ustedes están de pie hoy, todos ustedes…”), Yonatan podría expandir, como lo hace en otros lugares, para enfatizar que la asamblea incluía las almas de las futuras generaciones que aún no habían nacido, implicando una participación metafísica en el pacto. Esta interpretación resalta la atemporalidad y la permanencia del compromiso de Israel con la Torah y con HaShem. Sobre Devarim 29:14 (“y con quienes no están aquí hoy con nosotros”), Yonatan podría inferir la inclusión de todos los conversos que se unirían a Israel a lo largo de las generaciones, prefigurando la universalidad del pacto.

* Midrashim Rabínicos (Sifrei Devarim y Tanhuma):

* Sifrei Devarim 306: Este Midrash a menudo comenta sobre la frase “nissavim hayyom” (נִצָּבִים הַיּוֹם – de pie hoy). Un tema recurrente es que cada día el pacto debe ser considerado como si fuera renovado, y cada uno debe “estar de pie” en él con un compromiso renovado. Esto enfatiza la actualidad y la relevancia constante del pacto en la vida del creyente. Sifrei también podría discutir la importancia de la unidad nacional en este compromiso, tal como lo hicieron las diversas tribus juntas.

* Tanhuma, Parashat Nitzavim 2: Este Midrash probablemente se centra en la inclusión de todos los estratos de la sociedad (“desde el leñador… hasta el aguador”) para subrayar que la Torah y sus mandamientos son para todos, sin exclusiones. La dignidad de cada labor y la igualdad de todos ante el pacto divino son temas importantes. También podría interpretar “aquellos que no están aquí hoy” como una referencia a las almas de todos los judíos que han existido y existirán, todos ellos “presentes” en ese momento inaugural del pacto en Mo’av, o incluso a las almas de los justos de las naciones que se unirán al pueblo de Elohím.

* Berakhot 28a (Talmud Bavli): Aunque no es un Midrash directo sobre Nitzavim, el concepto de “todos ustedes” y “aquellos que no están aquí hoy” a menudo se conecta con la idea de que la entrega de la Torah fue para todas las generaciones, y que el alma de cada judío y cada converso justo estuvo metafísicamente presente en el Sinaí (y, por extensión, en Mo’av). Esto solidifica la idea de la responsabilidad colectiva e intergeneracional por el cumplimiento del pacto.

En resumen, los Midrashim y Targumim amplifican la profunda universalidad y la seriedad del pacto, enfatizando que es un compromiso que abarca a todo el pueblo de Israel en el tiempo y el espacio, un legado sagrado que se renueva y se vive en cada generación.

10. Mandamientos

De esta Aliyá, podemos extraer varios mandamientos (mitzvot) o principios de vida fundamentales para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos:

1. Entrar y Permanecer en el Pacto: El mandamiento principal es “entrar en el pacto de Adonái Elohím” (Devarim 29:11). Para los discípulos de Mashíaj, esto significa aceptar a Yeshúa HaMashíaj como Maran y entrar en la Brit Hadasháh a través de Él. Implica una entrega total y una vida de fidelidad a los principios del Reino, no solo por convicción intelectual, sino con el corazón y el espíritu transformados por la Ruaj HaKodesh.

2. Vivencia de la Inclusividad del Reino: La instrucción de que “todos ustedes” (כֻּלְּכֶם – kullekhem), incluyendo a los pequeños, las mujeres, los extranjeros y los más humildes, participen del pacto (Devarim 29:9-10) nos enseña a valorar y a incluir a cada miembro de la comunidad del Reino. No debe haber distinción ni exclusión basada en estatus social, género, origen étnico o cualquier otra característica mundana. Todos somos iguales ante Maran Yeshúa y todos tenemos un papel vital en el Reino.

3. Asumir la Responsabilidad Corporativa: El pacto no es un asunto individualista. La interconexión de “todos” en el compromiso con Elohím implica que la responsabilidad es colectiva. Para los discípulos de Mashíaj, esto se traduce en una vida de apoyo mutuo, intercesión y colaboración para edificar el Reino. La santidad de uno contribuye a la santidad de la comunidad; la caída de uno afecta al todo. Debemos vivir conscientes de que somos “un cuerpo en Mashíaj” (Romanos 12:5).

4. Enseñar y Transmitir el Legado del Pacto a las Generaciones Futuras: El hecho de que el pacto se extendiera a “aquellos que no están aquí hoy” (Devarim 29:14) enfatiza la obligación de las generaciones actuales de preservar y transmitir el conocimiento y la vivencia del pacto a las generaciones venideras. Los discípulos de Mashíaj tienen la responsabilidad de discipular a los nuevos creyentes, criar a sus hijos en los caminos del Reino y asegurar que el mensaje de Yeshúa HaMashíaj perdure hasta Su regreso.

11. Preguntas de Reflexión

1. Considerando que el pacto de Nitzavim incluye a “todos”, desde los líderes hasta el más humilde, y aún a los que “no están presentes hoy”, ¿cómo se manifiesta esta inclusividad radical en nuestra comunidad del Reino de Yeshúa HaMashíaj, y qué pasos podemos tomar para asegurar que nadie se sienta excluido o insignificante?

2. La Aliyá enfatiza que el pacto de Adonái es tanto con los presentes como con las futuras generaciones. ¿Cómo estamos viviendo y transmitiendo hoy el legado de la Brit Hadasháh en Yeshúa HaMashíaj a nuestros hijos y a las nuevas generaciones de discípulos, de manera que puedan “estar de pie” firmemente en él?

3. Si el propósito del pacto es que Elohím nos establezca “como pueblo” para Él y Él sea “nuestro Elohím”, ¿cómo se evidencia esta relación exclusiva y transformadora en nuestra vida diaria como individuos y como comunidad del Reino, y qué áreas necesitan una mayor alineación con Su voluntad?

12. Resumen

La Aliyá 1 de Parashá Nitzavim presenta la renovación solemne del pacto entre Adonái y todo el pueblo de Israel en las llanuras de Mo’av. Este pasaje destaca la universalidad e inclusividad del compromiso divino, abarcando desde los líderes hasta los más humildes, y extendiéndose a las generaciones futuras. Subraya la responsabilidad corporativa de cada individuo en la nación de vivir en fidelidad a Elohím, Quien jura establecerlos como Su pueblo. Este pacto anticipa el Reino de Yeshúa HaMashíaj, donde la Brit Hadasháh perfecciona la relación con Elohím a través de Su sacrificio, extendiendo la promesa de un pueblo redimido a todas las naciones y reafirmando que todos los discípulos de Mashíaj están “de pie” en esta relación eterna, siendo participantes activos y vitales en la edificación del Reino de los Cielos.

13. Tefiláh (Oración)

Adonái Eloheinu, HaShem bendito de Avraham, Yitzḥak y Yaakov, Te damos gracias por Tu fidelidad eterna y por la grandeza de Tus pactos. Hoy, al reflexionar sobre Nitzavim, reconocemos que nos has llamado a “estar de pie” ante Ti, no por nuestros méritos, sino por Tu inmensa gracia manifestada en Yeshúa HaMashíaj. Te rogamos, Ruaj HaKodesh, que nos concedas un espíritu de unidad y una profunda conciencia de nuestra responsabilidad corporativa en el Reino de los Cielos. Que, como Tu pueblo establecido, vivamos vidas dignas de Tu llamado, reflejando la inclusividad de Tu amor a cada alma y transmitiendo el legado de la Brit Hadasháh a las generaciones venideras, hasta que Maran Yeshúa regrese y Tu Reino se manifieste en plenitud. Amén.


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Parashá 50 Ki Tavo (כי תבוא) – Aliyah 7

Aliyáh 7: (Deuteronomio 29:1-8) Moshé repasa las victorias de Israel sobre Sijón y Og y los insta a recordar la fidelidad de Elohím.
Haftaráh: Isaías 61:10-62:3 (La esperanza de redención y el futuro glorioso de Israel).
Brit Hadasháh: 1 Corintios 10:11 (Los eventos en el desierto como ejemplo para nosotros).

Tema: La responsabilidad del pueblo

1. Texto Hebreo Interlineal

Pasaje: Deuteronomio 29:9-14 (Para un estudio significativo de la “responsabilidad del pueblo” dentro de la Aliyá 7 de Ki Tavó, que comúnmente abarca temas de pacto y generaciones futuras, hemos extendido el texto más allá de la referencia “29:9-29:8” a los versículos 29:9-14. Esta sección establece el fundamento del pacto con todas las generaciones. La Aliyá 7 completa tradicionalmente se extiende hasta 30:20).

2. Haftaráh Analizada

Pasaje: Yesha’yahu 60:1-3

Análisis: La Haftaráh de Parashá Ki Tavó se encuentra en Yesha’yahu 60:1-22, un pasaje de consuelo y profecía de redención gloriosa para Tziyon. Los versículos 1-3, en particular, proclaman: “¡Levántate, resplandece, pues ha llegado tu luz, y la gloria de Adonái ha amanecido sobre ti! Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y densa oscuridad a los pueblos; mas sobre ti amanecerá Adonái, y Su gloria se verá sobre ti. Y las naciones andarán a tu luz, y los reyes al resplandor de tu amanecer.”

Esta profecía resuena poderosamente con el mensaje de Deuteronomio 29. Mientras Moshéh advierte a las generaciones presentes y futuras sobre la responsabilidad del pacto y las consecuencias de la desobediencia, Yesha’yahu anticipa un tiempo en que, a pesar de las tinieblas y los exilios resultantes de la infidelidad, HaShem cumplirá Su promesa de restauración. La Aliyá 7 de Ki Tavó enfatiza la naturaleza eterna e intergeneracional del pacto de Elohím con Yisra’el, incluyendo a aquellos “que no están con nosotros hoy” (Deuteronomio 29:14). La Haftaráh de Yesha’yahu nos muestra la culminación de este pacto: la luz de Tziyon resplandeciendo para todas las naciones, un cumplimiento de la promesa a Avraham de que por medio de su descendencia serían bendecidas todas las familias de la tierra (Bereshit 12:3).

El Targum Yonatan sobre Yesha’yahu 60:1, por ejemplo, interpreta “tu luz” como la luz de la Torah y de la profecía, la cual iluminará a Yisra’el en los días del Mashíaj. Conecta la gloria venidera de Yerushalayim con la presencia divina y la manifestación del Reino de los Cielos. De manera similar, Midrash Tanhuma, Parashá Noah 13, enseña que la luz de la Toráh, que fue dada a Yisra’el, será la luz por la cual las naciones se acercarán a HaShem en los últimos días. La responsabilidad del pueblo, tal como se presenta en Deuteronomio, es mantener este pacto para que la luz pueda finalmente irradiar desde ellos, atrayendo a toda la humanidad al conocimiento de HaShem. Así, la Haftaráh no solo consuela sino que también eleva la comprensión de la responsabilidad del pacto a un nivel mesiánico y universal.

3. Brit Hadasháh (Arameo)

Pasaje: Mattityahu 7:24-27 (del Sermón del Monte)

Análisis: En la Brit Hadasháh, Maran Yeshúa profundiza en el concepto de la responsabilidad del pueblo de Elohím, no solo en la observancia externa de la Torah, sino en la obediencia del corazón. En Mattityahu 7:24-27, leemos en el Arameo (con fonética Siríaca Oriental):

Texto Hebreo OriginalFonética TiberianaTraducción Palabra por PalabraTraducción Literal del Verso
————–————–————–————–
אַתֶּםatemVosotrosVosotros estáis hoy todos en pie
נִצָּבִיםniṣavimestáis en piedelante de Adonái Elohím vuestro.
הַיּוֹםha-yomhoy
כֻּלְּכֶםkul-le-khemtodos vosotros
לִפְנֵיlif-neydelante de
יְהוָהAdonáiAdonái
אֱלֹהֵיכֶם׃Elohey-khemvuestro Elohím.
רָאשֵׁיכֶםra’a-še-khemVuestras cabezasVuestras cabezas, vuestras tribus,
שִׁבְטֵיכֶםšiv-ṭey-khemvuestras tribusvuestros ancianos y vuestros oficiales,
זִקְנֵיכֶםziq-ney-khemvuestros ancianostodos los hombres de Yisra’el;
וְשֹׁטְרֵיכֶםve-šoṭ-rey-khemy vuestros oficiales
כֹּלkoltodos
אִישׁhombres
יִשְׂרָאֵל׃Yisra’elde Yisra’el.
טַפְּכֶםṭap-pe-khemVuestros niñosVuestros niños, vuestras mujeres,
נְשֵׁיכֶםne-šey-khemvuestras mujeresy el extranjero que está en medio de vuestro campamento,
וְגֵרְךָve-ger-khay tu extranjerodesde el leñador de tus maderas
אֲשֶׁרa-šerquehasta el sacador de tus aguas;
בְּקֶרֶבbe-qe-reven medio de
מַחֲנֶיךָma-ḥa-ney-khatu campamento
מֵחֹטֵבme-ḥo-ṭevdesde el cortador de madera
עֵצֶיךָe-ṣey-khade tus maderas
עַדadhasta
שֹׁאֵבšo-evel sacador de
מֵימֶיךָ׃mey-mey-khatus aguas.
לְעָבְרְךָle-av-re-khaPara que entresPara que entres en el pacto de Adonái Elohím tu,
בִּבְרִיתbiv-riten el pactoy en su juramento, que Adonái Elohím tu
יְהוָהAdonáiAdonái
אֱלֹהֶיךָElohey-khatu Elohím
וּבְאָלָתוֹu-ve-a-la-toy en su juramentohace hoy contigo;
אֲשֶׁרa-šerque
יְהוָהAdonáiAdonái
אֱלֹהֶיךָElohey-khatu Elohím
כֹּרֵתko-rethace
עִמְּךָim-me-khacontigo
הַיּוֹם׃ha-yomhoy.
לְמַעַןle-ma-anPara quePara que te establezca hoy
הָקִיםha-qimestablezcacomo pueblo para Él,
אֹתְךָot-khaa tiy Él sea para ti Elohím,
הַיּוֹםha-yomhoycomo te prometió,
לוֹlopara Ély como juró a tus padres,
לְעָםle-amcomo puebloa Avraham, a Yitzḥak y a Yaakov.
וְהוּאve-huy Él
יִהְיֶהyih-yehsea
לְךָle-khapara ti
לֵאלֹהִיםle-lo-himcomo Elohím
כַּאֲשֶׁרka-a-šercomo
דִּבֶּרdib-berprometió
לָךְlakha ti
וְכַאֲשֶׁרve-kha-a-šery como
נִשְׁבַּעniš-bajuró
לַאֲבֹתֶיךָla-a-vo-tey-khaa tus padres
לְאַבְרָהָםle-Avrahama Avraham
לְיִצְחָקle-Yitzḥaqa Yitzḥak
וּלְיַעֲקֹב׃u-le-Yaakovy a Yaakov.
וְלֹאve-loY noY no solamente contigo hago este pacto
אִתְּכֶםit-te-khemcontigo
לְבַדְּכֶםle-vad-de-khemsolamente
כֹּרֵתko-rethago
אֶת־הַבְּרִיתet-hab-beritel pacto
הַזֹּאתhaz-zoteste
וְאֶת־הָאָלָהve-et-ha-a-lahy el juramento
הַזֹּאת׃haz-zoteste.
כִּיkiSinoSino con el que está aquí con nosotros
אֶת־אֲשֶׁרet-a-šercon el que
יֶשְׁנוֹyeš-noestá
פֹּהpoaquí
עִמָּנוּim-ma-nucon nosotros
עֹמֵדo-meden pie
הַיּוֹםha-yomhoy
לִפְנֵיlif-neydelante de
יְהוָהAdonáiAdonái
אֱלֹהֵינוּEloheynunuestro Elohím
וְאֵתve-ety también
אֲשֶׁרa-šercon el que
אֵינֶנּוּey-nen-nuno está
פֹּהpoaquí
עִמָּנוּim-ma-nucon nosotros
הַיּוֹם׃ha-yomhoy.
Texto Arameo OriginalFonética Siríaca OrientalTraducción Palabra por PalabraTraducción Literal del Verso
————–————–————–————–
ܟܠkulTodoTodo aquel que escucha
ܗܟܝܠhakhilaquelestas palabras Mías
ܕܫܡܥda-šmaʿque escuchay las hace,
ܡܠܝmelipalabrasserá comparado a un hombre sabio
ܗܠܝܢhaleynestasque edificó su casa sobre la roca.
ܘܥܒܕwa-ʿvady hace
ܐܢܝܢaninellas
ܢܬܕܡܐnet-dam-maserá comparado
ܠܓܒܪܐle-gavraa un hombre
ܚܟܝܡܐḥak-kimasabio
ܕܒܢܐda-vnaque edificó
ܒܝܬܗbayt-ehsu casa
ܥܠʿalsobre
ܫܘܥܐšuʿ-aroca
ܟܠkulTodoY todo aquel que escucha
ܕܝܢdeynperoestas palabras Mías
ܕܫܡܥda-šmaʿque escuchay no las hace,
ܡܠܝmelipalabrasserá comparado a un hombre insensato
ܗܠܝܢhaleynestasque edificó su casa sobre la arena.
ܘܠܐw-lay no
ܥܒܕʿvadhace
ܐܢܝܢaninellas
ܢܬܕܡܐnet-dam-maserá comparado
ܠܓܒܪܐle-gavraa un hombre
ܫܛܝܐšaṭ-ṭyainsensato
ܕܒܢܐda-vnaque edificó
ܒܝܬܗbayt-ehsu casa
ܥܠʿalsobre
ܚܠܐḥallaarena

Este pasaje es una poderosa conexión con la Aliyá 7 de Ki Tavó. Moshéh, en Deuteronomio, exhorta al pueblo a entrar en el pacto y a ser diligentes en la obediencia a la Torah, advirtiendo sobre las consecuencias de la desobediencia. Yeshúa, como el Dador de la Nueva Alianza y el Moshéh mayor, reitera esta exigencia de responsabilidad. Él no anula la Torah, sino que la intensifica (Mattityahu 5:17), llamando a una obediencia que surge de un corazón transformado.

El “hombre sabio” que edifica sobre la roca es análogo al pueblo que guarda fielmente el pacto de HaShem, mientras que el “hombre insensato” que edifica sobre la arena representa a aquellos que escuchan pero no obedecen, similar a quienes rompen el pacto descrito en Deuteronomio 29. Mar Yeshúa enseña que la verdadera responsabilidad no es solo oír las palabras de HaShem, sino practicarlas, construyendo así una vida firme que resista las pruebas. Esto es fundamental para la vida en el Reino de los Cielos.

Textos pseudepigráficos como el Libro de Jubileos enfatizan la importancia de la obediencia al pacto como base para la bendición y la vida eterna. El Testamento de Levi, por ejemplo, subraya la responsabilidad sacerdotal y la necesidad de una vida recta para mantener la santidad del pacto. Ambos reflejan una preocupación por la fidelidad a la Alianza que Yeshúa eleva a un nuevo nivel de compromiso interno y acción. La enseñanza de Mar Yeshúa es una invitación a la responsabilidad del pacto, no solo para la nación de Yisra’el en su conjunto, sino para cada individuo dentro del Reino de Elohím, para asegurar su parte en la edificación que perdura por la eternidad.

4. Contexto Histórico

El pasaje de Deuteronomio 29:9-14 se sitúa en un momento crucial de la historia de Yisra’el: las llanuras de Mo’av, en la víspera de la entrada a la Tierra Prometida de Kana’an. Moshéh, al final de su vida, se dirige a la nueva generación de Yisra’el, aquellos que crecieron en el desierto y que están a punto de heredar la tierra que Elohím juró a sus padres Avraham, Yitzḥak y Yaakov. La generación que salió de Mitzrayim (Egipto) y que fue testigo de la revelación en Har Sinai ya había fallecido en el desierto, con la excepción de Yehoshúa y Kalev.

Este discurso, conocido como el “Segundo Pacto” o la “Renovación del Pacto de Mo’av,” no es simplemente una repetición del Pacto del Sinaí, sino una actualización y una aplicación para esta nueva generación que enfrentará los desafíos de establecerse en la tierra. La cultura de la época estaba marcada por la lealtad tribal, la memoria colectiva de los eventos fundacionales de la nación (éxodo, Sinaí) y una profunda conciencia de la relación única con HaShem. Los pactos eran instrumentos legales y religiosos comunes en el Antiguo Cercano Oriente, a menudo formalizados con juramentos, bendiciones y maldiciones, como se ve claramente en Deuteronomio.

El pasaje enfatiza que “todos” están presentes: los líderes (cabezas de tribus, ancianos, oficiales), los hombres, las mujeres, los niños e incluso el “ger” (extranjero o residente forastero) y los más humildes sirvientes (leñadores y aguadores). Esta inclusión de “todos” subraya la naturaleza colectiva y universal del pacto dentro de la comunidad de Yisra’el. Arqueológicamente, textos como los tratados de vasallaje hititas muestran estructuras similares de pacto, donde el soberano establece términos con sus súbditos, con bendiciones por la fidelidad y maldiciones por la deslealtad. Deuteronomio, sin embargo, eleva esto a una esfera teológica, donde el “Soberano” es HaShem mismo, y la “constitución” es la Torah.

Moshéh está sentando las bases para la gobernanza divina de Yisra’el en su tierra, y la responsabilidad de cada individuo y de la nación en su conjunto para mantener este pacto. Es una llamada a la memoria, a la fidelidad y a la conciencia de las consecuencias de sus acciones.

5. Comentarios Proféticos

El pasaje de Deuteronomio 29:9-14 es una fuente de profunda visión profética, resonando a través de los siglos hasta la consumación del Reino de Yeshúa HaMashíaj. La solemnidad del momento en Mo’av, donde todo el pueblo se presenta ante Adonái para entrar en el pacto, prefigura la congregación escatológica del pueblo de Elohím. La inclusión de “los que no están con nosotros hoy” (Deuteronomio 29:14) es una profecía clave: habla de las generaciones futuras de Yisra’el, pero también, en una expansión mesiánica, de aquellos de todas las naciones que serían injertados en el olivo de Yisra’el por medio de Yeshúa HaMashíaj.

Las advertencias y las bendiciones del pacto en Ki Tavó apuntan directamente a la trayectoria histórica de Yisra’el: sus exilios por la desobediencia y su eventual redención por la fidelidad de HaShem a Su promesa. Los Nevi’im como Yirmeyahu y Yeḥezqel profetizaron un nuevo pacto (Yirmeyahu 31:31-34) donde la Torah no solo sería escrita en piedra, sino en los corazones del pueblo de Elohím. Yeshúa HaMashíaj es el mediador de este Brit Hadasháh, el que cumple la Torah perfectamente y a través de cuya obra la Ruaj HaKodesh capacita a Sus discípulos para la obediencia desde el corazón.

El Reino de Yeshúa HaMashíaj es la realización definitiva de este pacto. La “responsabilidad del pueblo” se transforma en la responsabilidad de los discípulos de Mashíaj de vivir de acuerdo con los principios del Reino, llevando su luz al mundo. La profecía de Yesha’yahu sobre Yerushalayim como una luz para las naciones se cumple en Yeshúa, la “luz del mundo,” y en Su cuerpo, que difunde el mensaje del Reino.

Hoy, la relevancia es inmensa. Vivimos en una era donde las promesas proféticas de la restauración de Yisra’el y la reunión de las naciones en el Reino de Elohím están en curso. La responsabilidad sigue siendo la misma: fidelidad al pacto de Yeshúa, obediencia a Su Torah (instrucción), y la proclamación del Evangelio del Reino. Los creyentes en Mashíaj, tanto de Yisra’el como de las naciones, son llamados a ser un pueblo santo, a cumplir su parte en el pacto, preparándose para el retorno de Maran Yeshúa y la plena manifestación de Su Reino en la tierra. Las bendiciones de fidelidad y las advertencias de desobediencia siguen siendo principios eternos de HaShem para Su pueblo.

6. Análisis Profundo

El pasaje en Deuteronomio 29:9-14 es una declaración fundacional sobre la naturaleza del pacto de HaShem con Yisra’el, enfatizando su carácter colectivo e intergeneracional. Desglosemos algunas palabras clave y conceptos teológicos:

* נִצָּבִים (niṣavim) – “Está en pie / Permaneciendo”: Esta palabra, que abre el pasaje, no es meramente descriptiva; implica una postura de presencia y disposición. El Midrash Sifrei Devarim 306 enfatiza que “estar de pie” aquí significa estar listo y dispuesto a recibir y aceptar el pacto. No es una congregación pasiva, sino una afirmación de su participación activa y voluntaria en la Alianza. En la interpretación rabínica, esto implica una disposición moral y espiritual para comprometerse con los términos del pacto.

* בְּרִית (berit) – “Pacto / Alianza”: Esta es la palabra central. No es un contrato meramente bilateral entre iguales, sino un pacto de soberanía donde Adonái, el Soberano, establece los términos con Su pueblo. La naturaleza del pacto en este pasaje es eterna y abarcadora. El Targum Onqelos a menudo traduce `berit` como קְיָם (qeyam), que significa “establecimiento” o “firmeza”, subrayando la permanencia y la inmutabilidad de la Alianza de HaShem. Para el pueblo de Elohím, entrar en `berit` es entrar en una relación vinculante de lealtad y obediencia.

* אָלָה (alah) – “Juramento / Maldición”: El pasaje menciona explícitamente el `berit` “y en su juramento”. La `alah` es el componente vinculante del pacto, que invoca consecuencias divinas por la infidelidad. Es lo que hace que el `berit` sea sagrado e inquebrantable desde la perspectiva de HaShem, y sumamente serio desde la perspectiva humana. Los Midrashim como Sifrei Devarim 306 explican que estas `alot` (maldiciones) no son para destruir, sino para purificar y traer de vuelta al pueblo al arrepentimiento, una manifestación de la disciplina de Elohím para restaurar Su relación con Yisra’el.

* לְעָם (le-am) – “Como pueblo”: Adonái establece a Yisra’el “como pueblo para Él.” Esto denota una relación de propiedad y exclusividad. Yisra’el es elegido no solo para recibir bendiciones, sino para ser un instrumento de la voluntad de HaShem en la tierra. Es un pueblo sacerdotal (Šemot 19:6). Esta elección conlleva una inmensa responsabilidad moral y espiritual.

* וְאֵת אֲשֶׁר אֵינֶנּוּ פֹּה עִמָּנוּ הַיּוֹם (ve-et ašer eynen-nu po immanu ha-yom) – “y también con el que no está aquí con nosotros hoy”: Esta frase es teológicamente profunda. El Midrash Tanhuma, Nitzavim 3, interpreta esto de diversas maneras: a) las generaciones futuras de Yisra’el aún no nacidas; b) las almas de los justos que ya habían fallecido; c) incluso los conversos (guerim) de todas las épocas que se unirán al pueblo de HaShem. Esto extiende la responsabilidad del pacto a través del tiempo y el espacio, haciendo de la Alianza de HaShem un acto que trasciende la inmediatez de la presencia física. Cada alma de Yisra’el, pasada, presente y futura, estaba metafísicamente presente en el momento de la renovación del pacto.

La intergeneracionalidad del pacto significa que las decisiones tomadas por una generación tienen implicaciones para las siguientes. La responsabilidad es colectiva: los pecados de uno pueden afectar a toda la comunidad, y la fidelidad de uno puede traer bendición a muchos.

7. Tema Relevante

El tema central y más relevante de esta Aliyá es la naturaleza intergeneracional del pacto y la responsabilidad colectiva del pueblo de Elohím. El pasaje deja claro que la Alianza establecida en Mo’av no era exclusiva para aquellos físicamente presentes en ese momento, sino que se extendía a “los que no están con nosotros hoy” (Deuteronomio 29:14), es decir, a todas las generaciones futuras de Yisra’el.

Este concepto tiene profundas implicaciones para el Reino de los Cielos. En primer lugar, subraya que la relación de HaShem con Su pueblo es duradera y abarcadora. No es un mero acuerdo contractual temporal, sino una conexión perpetua. Para los discípulos de Mashíaj, esto significa que somos herederos de las promesas hechas a Avraham, Yitzḥak y Yaakov, y participantes de un pacto que se extiende desde la antigüedad hasta la consumación del Reino. Mar Yeshúa mismo dijo que no vino a abolir la Torah o los Nevi’im, sino a cumplirlos (Mattityahu 5:17), demostrando que el pacto de HaShem es continuo y se renueva en Él.

La responsabilidad colectiva implica que las acciones individuales tienen un impacto en la comunidad. La fidelidad de cada discípulo contribuye a la salud y el testimonio del cuerpo de Mashíaj. Así como en la antigua Yisra’el, el pecado de uno podía traer consecuencias para todos (Yehoshúa 7:1-5), la santidad y obediencia de los discípulos traen bendición y expansión al Reino. Esta solidaridad en el pacto fomenta un sentido de unidad y propósito mutuo. Los discípulos de Mashíaj están llamados a vivir no solo para su propia salvación, sino para el honor del Nombre de HaShem y el avance de Su Reino en la tierra, educando a las próximas generaciones en los caminos de la Torah de Mashíaj y asegurando que la luz del Evangelio del Reino se siga extendiendo.

8. Descubriendo a Mashíaj

El pasaje de Deuteronomio 29:9-14, con su énfasis en el pacto y la responsabilidad, apunta y revela aspectos cruciales de la vida, obra y persona de Yeshúa HaMashíaj de varias maneras:

1. El Mediador del Pacto: Moshéh es el mediador del pacto entre Adonái y Yisra’el en Deuteronomio. Esta función prefigura a Yeshúa HaMashíaj como el Mediador del Brit Hadasháh (Hebreos 8:6). Yeshúa no solo presenta los términos del pacto, sino que Él mismo es el garante y el cumplimiento de ese pacto, a través de Su sangre. Donde Moshéh solo podía mediar, Yeshúa encarna el pacto.

2. El Cumplidor de la Torah: La Aliyá 7 establece la demanda de fidelidad a la Torah. Sin embargo, la historia de Yisra’el muestra una incapacidad persistente para cumplir plenamente este requisito. Yeshúa HaMashíaj es el único que vivió una vida de perfecta obediencia a la Torah de Elohím, sin mancha ni pecado. Él cumplió las justas demandas de la Torah en nuestro lugar (Mattityahu 5:17), y a través de Su Ruaj HaKodesh, nos capacita para andar en Sus caminos, escribiendo la Torah en nuestros corazones (Yirmeyahu 31:33).

3. La Inclusión Universal del Pacto: La frase “los que no están con nosotros hoy” (Deuteronomio 29:14) se extiende proféticamente en Yeshúa. Si bien en su contexto inmediato se refiere a las futuras generaciones de Yisra’el, el Reino de los Cielos, revelado y establecido por Yeshúa HaMashíaj, expande este concepto para incluir a todas las naciones. Mediante la fe en Yeshúa, los de las naciones son injertados en el pacto de Avraham y se convierten en coherederos con Yisra’el (Romanos 11). Él es la luz que atrae a aquellos que estaban fuera, a aquellos “que no estaban allí”.

4. El Establecimiento del Pueblo de Elohím: Deuteronomio 29:13 dice que HaShem establece a Yisra’el “como pueblo para Él.” Yeshúa HaMashíaj, a través de Su sacrificio y resurrección, establece el nuevo pueblo de Elohím, compuesto por judíos y gentiles que creen en Él, y que forman el cuerpo de Mashíaj, el verdadero Israel de Elohím.

5. Advertencia y Juicio: Las maldiciones del pacto en Deuteronomio son un recordatorio de la justicia de Elohím y las consecuencias de la desobediencia. Yeshúa también advirtió sobre el juicio venidero (Mattityahu 7:24-27, el constructor sabio y necio). Sin embargo, Él también ofrece el camino de la salvación y el perdón, redimiéndonos de la maldición de la Torah (Gálatas 3:13) para que podamos experimentar las bendiciones del Reino de los Cielos.

Textos pseudepigráficos como el Libro de Enoc, con sus visiones de un “Elegido” o “Hijo del Hombre” que es el juez de toda la humanidad y el mediador de la justicia divina, ofrecen un trasfondo judío que resuena con la figura de Yeshúa. Del mismo modo, el Libro de los Jubileos, al enfatizar la eternidad del pacto de Elohím con Yisra’el y la necesidad de una observancia fiel, crea un marco donde la venida de un Mashíaj que perfeccione y renueve este pacto sería la solución definitiva a la incapacidad humana de mantenerlo. Yeshúa HaMashíaj es la respuesta a estas expectativas, el cumplimiento de la responsabilidad del pacto de Elohím con Su pueblo, y el Rey del Reino de los Cielos que trae a todos los que creen en Él a una relación viva con HaShem.

9. Midrashim y Targumim

El pasaje de Deuteronomio 29:9-14 ha sido objeto de extensas interpretaciones en los Midrashim y Targumim, profundizando en el significado de la responsabilidad del pacto.

1. Sifrei Devarim 306 sobre Deuteronomio 29:9 (“Vosotros estáis en pie hoy todos vosotros”):

* Este Midrash enfatiza la universalidad de la obligación. No solo los líderes, sino cada individuo, sin importar su estatus social o género, estaba presente y se comprometió con el pacto. La frase “hoy” es significativa; no es solo un evento histórico, sino una renovación constante de la obligación ante cada generación. “Cuando la Torah fue dada, estaba en pie el cielo y la tierra, y todo Yisra’el, los hombres, las mujeres y los niños”. Esta interpretación subraya que la obligación es fresca y pertinente en cada momento.

2. Targum Onqelos y Yerushalmi sobre Deuteronomio 29:10 (“Vuestras cabezas, vuestras tribus…”):

* Ambos Targumim, en su traducción, a menudo expanden la idea de las diferentes categorías de personas para asegurar que nadie sea excluido. El Targum Onqelos generalmente se mantiene cerca del texto original, pero su misma existencia como traducción autorizada al arameo para el pueblo ya subraya la importancia de hacer accesible este pacto a todos.

* El Targum Yerushalmi (Pseudo-Yonatan) a veces ofrece más paráfrasis. En este versículo, la descripción detallada de las “cabezas, tribus, ancianos y oficiales” resalta la estructura ordenada del pueblo y la responsabilidad jerárquica dentro de la comunidad, donde cada nivel tiene su rol en la observancia del pacto.

3. Midrash Tanhuma, Nitzavim 3 sobre Deuteronomio 29:14 (“y también con el que no está aquí con nosotros hoy”):

* Esta es quizás una de las interpretaciones más profundas y célebres. El Midrash expande la comprensión de esta frase más allá de las generaciones futuras de Yisra’el. Enseña que no solo las almas de todos los judíos que vivirían en el futuro estuvieron presentes metafísicamente en el Sinaí y en Mo’av, sino también las almas de los guerrim (conversos) que se unirían al pueblo de Yisra’el en cualquier momento de la historia. Esto significa que el pacto es tan abarcador que incluye incluso a aquellos que no tienen una conexión ancestral directa, pero que eligen unirse a Adonái y Su pueblo. Esto establece un fundamento para la inclusión de los creyentes de las naciones en el Reino de los Cielos, mostrando que la extensión del pacto es una verdad antigua en el pensamiento judío.

4. Targum Onqelos sobre Deuteronomio 29:12 (“Para que te establezca hoy como pueblo para Él”):

* Onqelos traduce `le-am` (como pueblo) con el sentido de “para hacerte pueblo santo delante de Él”. Esto no es solo una designación demográfica, sino una cualificación moral y espiritual. La responsabilidad del pueblo es vivir de una manera que refleje esta santidad.

En resumen, los Midrashim y Targumim expanden el pasaje para enfatizar la universalidad del pacto (todos los presentes y ausentes, incluidos los guerrim), la seriedad de la obligación (mediante juramento y maldición) y el propósito del pacto (para ser un pueblo santo y exclusivo de HaShem). Estas interpretaciones enriquecen nuestra comprensión de la profunda responsabilidad que el pueblo de Elohím tiene en todas las generaciones.

10. Mandamientos

De esta Aliyá, podemos extraer varios mandamientos o principios de vida esenciales para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos:

1. Compromiso Activo con el Pacto: El pueblo está “en pie” (נִצָּבִים – niṣavim) ante Adonái, lo que implica una postura de presencia, disposición y compromiso activo. Para los discípulos de Mashíaj, esto significa no ser oyentes pasivos de la Torah o las enseñanzas de Yeshúa, sino comprometerse activamente con los términos del Brit Hadasháh, buscando activamente comprender y aplicar Sus mandatos en la vida diaria.

2. Responsabilidad Intergeneracional: El pacto se extiende a “los que no están con nosotros hoy.” Esto nos manda a ser conscientes de nuestro legado espiritual y a asumir la responsabilidad de transmitir las verdades del Reino a las futuras generaciones. Los discípulos de Mashíaj tienen el deber de educar a sus hijos y a los nuevos creyentes en la fe, asegurando que el conocimiento de HaShem y de Yeshúa HaMashíaj no se pierda.

3. Inclusión Radical: El pacto incluye a todos: líderes, hombres, mujeres, niños, y el “extranjero” (ger), desde el más alto al más humilde. Este principio nos manda a practicar una inclusión radical en el Reino de los Cielos, valorando a cada persona, independientemente de su estatus, trasfondo o condición, y dándole la bienvenida a la comunidad de creyentes. Yeshúa mismo modeló esta inclusión, alcanzando a todos los marginados.

4. Ser un Pueblo Apartado para Elohím: El objetivo del pacto es que HaShem establezca al pueblo “como pueblo para Él.” Esto nos manda a vivir como un pueblo santo y apartado para HaShem, reflejando Su carácter y valores en el mundo. Los discípulos de Mashíaj son llamados a ser sal y luz, a vivir de una manera que distinga al Reino de los Cielos de las costumbres del mundo, siendo un testimonio vivo del poder transformador de Adonái.

5. Reconocer la Santidad de los Juramentos y Votos: El pacto está ligado a un “juramento” (אָלָה – alah). Aunque los discípulos de Mashíaj son instruidos a no jurar a la ligera (Mattityahu 5:33-37), este principio subraya la seriedad de nuestras promesas y compromisos con HaShem. Nuestras palabras deben ser “sí, sí” y “no, no,” reflejando la fidelidad y veracidad que HaShem espera de Su pueblo en el pacto.

11. Preguntas de Reflexión

1. La Aliyá enfatiza que el pacto incluye a “los que no están con nosotros hoy.” ¿Cómo podemos, como discípulos de Mashíaj, vivir de una manera que honre este pacto intergeneracional, asegurando que las futuras generaciones dentro del Reino de los Cielos hereden una fe vibrante y una comprensión profunda de la Torah de Yeshúa?

2. El pasaje enumera explícitamente a todas las categorías del pueblo, desde los líderes hasta los más humildes, incluidos los extranjeros. ¿Cómo se manifiesta esta “inclusión radical” en nuestras comunidades del Reino de Yeshúa HaMashíaj hoy, y qué pasos adicionales podríamos tomar para asegurar que nadie se sienta excluido de la responsabilidad y las bendiciones del pacto?

3. La Aliyá 7 de Ki Tavó subraya la seriedad del pacto y sus implicaciones. Reflexionando sobre la enseñanza de Yeshúa sobre edificar sobre la roca (Mattityahu 7:24-27), ¿cómo se traduce nuestra “responsabilidad del pueblo” en acciones concretas de obediencia a las palabras de Maran Yeshúa en nuestra vida cotidiana, individual y colectivamente, para construir un fundamento firme para el Reino de los Cielos?

12. Resumen

La Aliyá 7 de Parashá Ki Tavó, Deuteronomio 29:9-14, establece la profunda y duradera responsabilidad del pueblo de Yisra’el de mantener el pacto con Adonái. Este pasaje subraya la naturaleza inclusiva de la Alianza, abarcando a todas las categorías sociales y, proféticamente, a todas las generaciones, incluso a aquellos que no estaban físicamente presentes en Mo’av. A través de la lente del Reino de Yeshúa HaMashíaj, comprendemos que este llamado a la fidelidad del pacto se cumple en Maran Yeshúa, quien es el mediador del Brit Hadasháh, y extiende esta responsabilidad a todos Sus discípulos, capacitándolos por la Ruaj HaKodesh para vivir en obediencia, ser un pueblo santo para Elohím y transmitir la luz de Su Reino a las generaciones futuras.

13. Tefiláh (Oración)

Adonái Elohím nuestro, te agradecemos por el honor de ser Tu pueblo, llamado a entrar en Tus pactos eternos. Te pedimos que grabes Tu Torah profundamente en nuestros corazones, como prometiste en el Brit Hadasháh a través de Yeshúa HaMashíaj. Ayúdanos, por Tu Ruaj HaKodesh, a comprender y vivir nuestra responsabilidad colectiva e intergeneracional en el Reino de los Cielos, para que la luz de Tu verdad brille a través de nosotros, uniendo a Tu pueblo y trayendo gloria a Tu Nombre hasta que Maran Yeshúa regrese. Amén.

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Parashá 50 Ki Tavo (כי תבוא) – Aliyah 6

Aliyáh 6: (Deuteronomio 28:7-69) Las maldiciones que vendrán sobre Israel si desobedecen los mandamientos de Elohím, incluyendo la dispersión y la aflicción.
Haftaráh: Jeremías 16:19-17:14 (La advertencia de las consecuencias de la desobediencia).
Brit Hadasháh: Lucas 19:41-44 (Yeshúa profetiza la destrucción de Jerusalén por la desobediencia).

Tema: La renovación del pacto


1. Texto Hebreo Interlineal

Pasaje: Deuteronomio 29:1-29:8

Texto Hebreo OriginalFonética TiberianaTraducción Palabra por PalabraTraducción Literal del Verso

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אֵלֶּה דִבְרֵי הַבְּרִית אֲשֶׁר צִוָּה יְהוָה אֶת־מֹשֶׁה לִכְרֹת אֶת־בְּנֵי יִשְׂרָאֵל בְּאֶרֶץ מוֹאָב מִלְּבַד הַבְּרִית אֲשֶׁר כָּרַת אִתָּם בְּחֹרֵב׃E-leh div-rey ha-be-rit a-šer ṣi-vah Adonái et-Moshéh li-khrot et-be-ney Yis-ra-el be-e-reṣ Mo-av mi-le-vad ha-be-rit a-šer ka-rat i-tam be-Ḥo-rev.Estas las palabras del pacto que mandó Adonái a Moshéh hacer con los hijos de Yisra’el en la tierra de Mo’av, además del pacto que hizo con ellos en Horev.Estas son las palabras del pacto que Adonái ordenó a Moshéh establecer con los hijos de Yisra’el en la tierra de Mo’av, además del pacto que Él había hecho con ellos en Horev.
וַיִּקְרָא מֹשֶׁה אֶל־כָּל־יִשְׂרָאֵל וַיֹּאמֶר אֲלֵהֶם אַתֶּם רְאִיתֶם אֵת כָּל־אֲשֶׁר עָשָׂה יְהוָה לְעֵינֵיכֶם בְּאֶרֶץ מִצְרַיִם לְפַרְעֹה וּלְכָל־עֲבָדָיו וּלְכָל־אַרְצוֹ׃Va-yiq-ra Moshéh el-kol-Yis-ra-el va-yo-mer a-le-hem a-tem re-i-tem et kol-a-šer a-sah Adonái le-ey-ney-khem be-e-reṣ Miṣ-ra-yim le-Far-oh u-le-khol-a-va-dav u-le-khol-ar-ṣo.Y llamó Moshéh a todo Yisra’el, y dijo a ellos: Vosotros visteis todo lo que hizo Adonái ante vuestros ojos en la tierra de Mitzrayim a Faraón y a todos sus siervos y a toda su tierra.Y Moshéh llamó a todo Yisra’el y les dijo: Vosotros mismos visteis todo lo que Adonái hizo ante vuestros propios ojos en la tierra de Mitzrayim a Faraón, a todos sus siervos y a toda su tierra.
הַמַּסּוֹת הַגְּדֹלֹת אֲשֶׁר רָאוּ עֵינֶיךָ הָאֹתֹת וְהַמֹּפְתִים הַגְּדֹלִים הָהֵם׃Ha-ma-sot ha-ge-do-lot a-šer ra-u ey-ney-kha ha-o-tot ve-ha-mof-tim ha-ge-do-lim ha-hem.Las grandes pruebas que vieron tus ojos, las señales y los prodigios grandes aquellos.Las grandes pruebas que vieron tus ojos, las grandes señales y los prodigios aquellos.
וְלֹא־נָתַן יְהוָה לָכֶם לֵב לָדַעַת וְעֵינַיִם לִרְאוֹת וְאָזְנַיִם לִשְׁמֹעַ עַד הַיּוֹם הַזֶּה׃Ve-lo-na-tan Adonái la-khem lev la-da-at ve-ey-na-yim lir-ot ve-oz-na-yim liš-mo-a ad ha-yom ha-zeh.Y no dio Adonái a vosotros corazón para saber y ojos para ver y oídos para oír hasta el día este.Pero Adonái no os ha dado un corazón para entender, ni ojos para ver, ni oídos para escuchar, hasta el día de hoy.
וָאוֹלֵךְ אֶתְכֶם אַרְבָּעִים שָׁנָה בַּמִּדְבָּר לֹא־בָלוּ שַׂלְמֹתֵיכֶם מֵעֲלֵיכֶם וְנַעֲלֶיךָ לֹא־בָלְתָה מֵעַל רַגְלֶךָ׃Va-o-lekh et-khem ar-ba-im ša-nah ba-mid-bar lo-va-lu sal-mo-tey-khem me-a-ley-khem ve-na-a-ley-kha lo-val-tah me-al rag-le-kha.Y os conduje a vosotros cuarenta años en el desierto; no se gastaron vuestras vestiduras de sobre vosotros y vuestras sandalias no se gastó de sobre tu pie.Y os he conducido por el desierto cuarenta años; vuestras vestiduras no se han gastado sobre vosotros, ni vuestras sandalias sobre vuestros pies.
לֶחֶם לֹא אֲכַלְתֶּם וְיַיִן וְשֵׁכָר לֹא שְׁתִיתֶם לְמַעַן תֵּדְעוּן כִּי אֲנִי יְהוָה אֱלֹהֵיכֶם׃Le-ḥem lo a-khal-tem ve-ya-yin ve-še-khar lo šti-tem le-ma-an te-de-un ki a-ni Adonái Elohey-khem.Pan no comisteis y vino y bebida fuerte no bebisteis, para que sepáis que yo Adonái vuestro Elohím.Pan no comisteis, ni bebisteis vino ni bebida fuerte, para que supierais que yo soy Adonái vuestro Elohím.
וַתָּבֹאוּ אֶל־הַמָּקוֹם הַזֶּה וַיֵּצֵא סִיחֹן מֶלֶךְ חֶשְׁבּוֹן וְעוֹג מֶלֶךְ הַבָּשָׁן לִקְרָאתֵנוּ לַמִּלְחָמָה וַנַּכֵּם׃Va-ta-vo-u el-ha-ma-qom ha-zeh va-ye-ṣe Si-ḥon me-lekh Ḥeš-bon ve-Og me-lekh ha-Ba-šan liq-ra-te-nu la-mil-ḥa-mah va-na-kem.Y llegasteis al lugar este, y salió Siḥón rey de Ḥešbón y Og rey de HaBašán a nuestro encuentro para la guerra, y los herimos.Y llegasteis a este lugar, y salió Siḥón rey de Ḥešbón y Og rey de HaBašán a nuestro encuentro para la guerra, y los derrotamos.
וַנִּקַּח אֶת־אַרְצָם וַנִּתְּנָהּ נַחֲלָה לָראוּבֵנִי וְלַגָּדִי וְלַחֲצִי שֵׁבֶט הַמְנַשִּׁי׃Va-ni-qaḥ et-ar-ṣam va-ni-te-nah na-ḥa-lah la-Re-u-ve-ni ve-la-Ga-di ve-la-ḥa-ṣi še-veṭ ha-Me-na-ši.Y tomamos su tierra y la dimos en heredad al Re’uveni y al Gadi y a la mitad de la tribu de HaMenaši.Y tomamos su tierra y la dimos en heredad a los Re’uveni, a los Gadi y a la media tribu de HaMenaši.

2. Haftaráh

Pasaje: Yesha’yahu 60:1-3 (Fragmento representativo de Yesha’yahu 60:1-22)

“קוּמִי אוֹרִי כִּי בָא אוֹרֵךְ וּכְבוֹד יְהוָה עָלַיִךְ זָרָח׃ כִּי־הִנֵּה הַחֹשֶׁךְ יְכַסֶּה־אֶרֶץ וַעֲרָפֶל לְאֻמִּים וְעָלַיִךְ יִזְרַח יְהוָה וּכְבוֹדוֹ עָלַיִךְ יֵרָאֶה׃ וְהָלְכוּ גוֹיִם לְאוֹרֵךְ וּמְלָכִים לְנֹגַהּ זַרְחֵךְ׃”

Análisis: La Haftaráh de la Parasháh Ki Tavó es Yesha’yahu 60:1-22. Este pasaje profético es una poderosa visión de la futura redención y restauración de Tziyon y Yerushalayim, marcando un tiempo de glorioso resplandor después de un período de oscuridad. El verso inicial “Qu-mi o-ri ki va o-rekh u-khvod Adonái a-la-yikh za-raḥ” (¡Levántate, resplandece, porque ha llegado tu luz, y la gloria de Adonái ha amanecido sobre ti!) resuena profundamente con el tema de la “renovación del pacto” en Deuteronomio 29.

Mientras que en Deuteronomio 29, Moshéh está renovando un pacto condicional que enfatiza la obediencia y advierte sobre las consecuencias del quebrantamiento, Yesha’yahu 60 proyecta la visión de una fidelidad divina inquebrantable que culminará en la restauración final. La renovación del pacto en Mo’av es un recordatorio de las responsabilidades de Yisra’el; la visión de Yesha’yahu 60 es una promesa de la fidelidad de Elohím que finalmente hará que Su pueblo resplandezca.

El Midrashim, como el Midrash Tanḥuma (Ki Tavó 3), conecta la gloria futura de Yisra’el con la observancia de la Torah y el cumplimiento del pacto. La luz que amanece sobre Tziyon en Yesha’yahu no es solo una luz física, sino la luz de la Torah y la presencia divina restaurada, consecuencia de la renovación y observancia del pacto. El Targum Yonatan a Yesha’yahu 60:1 interpreta “tu luz” como la “luz de tu redención” (nehora de-puraqanaʾikh), implicando que esta gloria es el resultado de la intervención divina para cumplir las promesas del pacto, especialmente en los días del Mashíaj. Esta redención mesiánica, anticipada por el profeta, es la culminación de los pactos iniciados con Avraham y renovados con Moshéh. La Haftaráh, por tanto, nos eleva desde la advertencia de la responsabilidad del pacto a la esperanza de su cumplimiento definitivo en el Reino de Elohím, donde Yerushalayim será la capital espiritual para todas las naciones, un reflejo de la soberanía de HaShem manifestada a través del pacto.


3. Brit Hadasháh (Arameo)

Pasaje: Markos 14:24 (מַרְקוֹס יד:כד)

Texto Arameo (Siríaco Oriental Fonética):

“ܘܐܡܪ ܠܗܘܢ: ܗܢܘ ܕܡܝ ܕܕܝܬܩܐ ܚܕܬܐ ܕܚܠܦ ܣܓܝܐܐ ܡܬܐܫܕ.”

(w-amar lehōn: hanaw demī d-daytēqa ḥdatā da-ḥlāp sagīʾā mtʾaššad.)

Traducción Literal: “Y dijo a ellos: Este es mi sangre del pacto nuevo que por muchos es derramada.”

Análisis: Este pasaje de Maran Yeshúa en Markos 14:24, donde instituye la Brit Hadasháh con Su propia sangre, es el anclaje fundamental para entender la culminación del tema de la “renovación del pacto” en Ki Tavó. En Deuteronomio 29, Moshéh presenta una renovación del pacto sinaítico con una nueva generación en las llanuras de Mo’av, antes de entrar a Kena’an. Este pacto, aunque fundamental, era condicional y dependía de la obediencia de Yisra’el. La historia demostró la dificultad del pueblo para mantener esa obediencia.

Yeshúa HaMashíaj, al declarar “Este es mi sangre del pacto nuevo,” señala un cambio monumental. Él no está simplemente renovando el pacto mosaico, sino estableciendo una “brit ḥdatā” (ܕܝܬܩܐ ܚܕܬܐ – daytēqa ḥdatā) profetizada por Yirmeyahu HaNavi (Yirmeyahu 31:31-34). Este nuevo pacto se basa en Su sacrificio, no en la observancia perfecta de leyes escritas en piedra, sino en una transformación interna. Yeshúa HaMashíaj es el mediador de este pacto, y Su sangre derramada es la ratificación, proveyendo la expiación necesaria para que Elohím escriba Su Torah en los corazones y mentes de Su pueblo (Ivrim 8:10).

El Reino de los Cielos, proclamado por Yeshúa HaMashíaj, se funda en esta Brit Hadasháh. Aquellos que creen en Él y viven bajo Su autoridad son los participantes de este pacto renovado, donde el Espíritu de Ruaj HaKodesh capacita la obediencia y la comunión con Elohím. Textos pseudepigráficos como el Libro de Jubileos y el Documento de Damasco (Qumran), aunque no con la misma teología mesiánica, sí hablan de la importancia de mantener el pacto y anhelan una renovación o un “nuevo pacto” con significados escatológicos. El Documento de Damasco (CD-A 6:19) menciona una “Brit Hadasháh” en la tierra de Damasco, aunque con un enfoque en la rectitud y el exilio, reflejando el anhelo judío de una restauración del pacto con Elohím. Yeshúa HaMashíaj cumple este anhelo al ofrecer el verdadero y eterno pacto, que no solo perdona el pecado sino que transforma el corazón para vivir en la plenitud del Reino de Elohím. Su obra es la perfecta renovación y cumplimiento de todas las promesas del pacto hechas a Avraham, Yitzḥak y Yaakov.


4. Contexto Histórico

La Aliyá 6 de Ki Tavó se sitúa en un momento crucial de la historia de Yisra’el: el final de los cuarenta años de peregrinación por el desierto, en las llanuras de Mo’av, justo antes de cruzar el río Yardén para entrar en la Tierra Prometida de Kena’an. Moshéh está dirigiéndose a la segunda generación de Yisra’el, aquellos que crecieron en el desierto y que están a punto de heredar la tierra, mientras que la generación que salió de Mitzrayim, exceptuando a Yehoshúa y Kalev, había perecido debido a su incredulidad.

Moshéh, consciente de su inminente partida, recapitula la historia de Yisra’el desde el Éxodo, recordándoles las obras milagrosas de Adonái en Mitzrayim, los prodigios en el desierto (como la provisión de maná y la preservación de sus vestiduras) y las victorias sobre reyes poderosos como Siḥón y Og. Este recuento no es meramente histórico, sino didáctico: busca inculcar en esta nueva generación la importancia de la fidelidad al pacto de Adonái.

El pacto que se renueva aquí (Deuteronomio 29:1) se presenta como una adición o una reiteración del pacto hecho en Ḥorev (el Monte Sinaí). En el antiguo Cercano Oriente, era común que los suzeranos (reyes poderosos) establecieran tratados de vasallaje con sus vasallos (reinos menores). Estos tratados a menudo incluían un preámbulo histórico, estipulaciones, bendiciones y maldiciones, y la renovación periódica. El libro de Deuteronomio, con su estructura de tratado suzerano-vasallo, refleja esta práctica. Moshéh actúa como el mediador de Adonái, el gran Suzerano, para renovar este pacto con Yisra’el, Su nación vasalla, enfatizando las obligaciones del pueblo y las consecuencias de la desobediencia, pero también la fidelidad inquebrantable de Elohím. El pasaje busca asegurar que la nueva generación comprenda la seriedad de su relación con HaShem antes de enfrentar las tentaciones y los desafíos de la vida en la Tierra Prometida.


5. Comentarios Proféticos

El pasaje de Deuteronomio 29:1-8, al abordar la renovación del pacto, sienta las bases para una comprensión profunda de la fidelidad de Elohím y la responsabilidad de Yisra’el, temas que resuenan proféticamente hasta el establecimiento del Reino de Yeshúa HaMashíaj. La afirmación de Moshéh de que Adonái no les había dado “corazón para saber, ni ojos para ver, ni oídos para escuchar” (Devarim 29:3) hasta ese día, es una poderosa declaración que anticipa una obra espiritual futura. Esta ceguera y sordera espiritual son obstáculos que la obra de Mashíaj superará.

Los profetas posteriores como Yirmeyahu y Yeḥezqel se refieren a esta condición del corazón. Yirmeyahu HaNavi profetiza una Brit Hadasháh (Yirmeyahu 31:31-34) donde la Torah de Adonái sería escrita no en tablas de piedra, sino en el “corazón” del pueblo, implicando una transformación interna que superaría la incapacidad mencionada en Deuteronomio. Yeḥezqel HaNavi (Yeḥezqel 36:26-27) va más allá, prometiendo un “corazón nuevo” y un “espíritu nuevo,” la eliminación del “corazón de piedra” y la infusión del Ruaj HaKodesh, que permitiría al pueblo andar en los decretos de HaShem.

Estas profecías se cumplen en Yeshúa HaMashíaj. Él es el Rey del Reino de los Cielos que no solo renueva el pacto, sino que lo perfecciona. A través de Su sacrificio, Él establece la Brit Hadasháh, posibilitando la circuncisión del corazón por el Ruaj HaKodesh, como enseña Sha’ul (Romanos 2:29). La “luz” que Yesha’yahu 60 predice para Tziyon es la luz de Yeshúa HaMashíaj, quien ilumina a aquellos que estaban ciegos espiritualmente. Su venida y el derramamiento del Ruaj HaKodesh en Shavuot capacitaron a los discípulos para comprender verdaderamente y vivir el pacto de Elohím, algo que la generación del desierto, a pesar de los prodigios, no había logrado plenamente. Así, este pasaje de Deuteronomio, con su enfoque en la renovación del pacto y la necesidad de un entendimiento profundo, proféticamente apunta a la obra redentora de Yeshúa HaMashíaj, quien no solo trae una nueva ley, sino un nuevo corazón para cumplirla en el Reino eterno de Elohím.


6. Análisis Profundo

La Aliyá 6 de Ki Tavó inicia con la declaración “E-leh div-rey ha-be-rit a-šer ṣi-vah Adonái et-Moshéh li-khrot et-be-ney Yis-ra-el be-e-reṣ Mo-av mi-le-vad ha-be-rit a-šer ka-rat i-tam be-Ḥo-rev” (Devarim 29:1). Esta frase es clave: establece que lo que sigue es una “renovación del pacto” (בְּרִית – brit) más allá de lo establecido en Ḥorev. El término “brit” (בְּרִית) denota un acuerdo solemne y vinculante, un compromiso entre dos partes, en este caso, entre Adonái y Yisra’el. Esta no es una repetición idéntica, sino una contextualización para una nueva generación a punto de entrar en la tierra, enfatizando su compromiso. El Midrash Devarim Rabbah 7:1 enfatiza que esta segunda ratificación en Mo’av era esencial porque el pacto de Sinaí se hizo con aquellos que salieron de Mitzrayim, muchos de los cuales perecieron; por lo tanto, la generación que estaba por entrar a la tierra necesitaba hacer su propio compromiso.

Moshéh les recuerda los “prodigios” (הָאֹתֹת – ha-o-tot) y “grandes juicios” (הַמַּסּוֹת הַגְּדֹלֹת – ha-ma-sot ha-ge-do-lot) que Adonái realizó en “Eretz Mitzrayim” (אֶרֶץ מִצְרַיִם). Sin embargo, a pesar de estas demostraciones de poder divino, el verso 29:3 (“Ve-lo-na-tan Adonái la-khem lev la-da-at ve-ey-na-yim lir-ot ve-oz-na-yim liš-mo-a ad ha-yom ha-zeh”) es un punto crítico. Moshéh afirma que, hasta ese día, Adonái no les había dado un “corazón para entender” (לֵב לָדַעַת – lev la-da-at), “ojos para ver” (עֵינַיִם לִרְאוֹת – ey-na-yim lir-ot), ni “oídos para escuchar” (וְאָזְנַיִם לִשְׁמֹעַ – ve-oz-na-yim liš-mo-a). Esta declaración no significa que Elohím retuvo intencionadamente la capacidad, sino que, a pesar de las maravillas, la generación anterior y en parte la presente, no había asimilado espiritualmente la magnitud de los actos divinos.

El Targum Onqelos traduce este verso de forma bastante literal, manteniendo la idea de la falta de “corazón y ojos y oídos.” Sin embargo, el Targum Yonatan ofrece una expansión interpretativa, sugiriendo que “no pusisteis vuestro corazón para entender,” transfiriendo la responsabilidad a la agencia humana, aunque la declaración original parece enfatizar una gracia divina necesaria para la verdadera comprensión. La frase “ad ha-yom ha-zeh” (עַד הַיּוֹם הַזֶּה – hasta el día de hoy) implica que Moshéh esperaba que ese momento de la renovación del pacto fuera un punto de inflexión, donde la comprensión espiritual se haría posible.

El pasaje continúa recordando la provisión milagrosa de Adonái durante los cuarenta años en el desierto: las vestiduras y sandalias que no se gastaron, la ausencia de pan y vino comunes, todo “le-ma-an te-de-un ki a-ni Adonái Elohey-khem” (לְמַעַן תֵּדְעוּן כִּי אֲנִי יְהוָה אֱלֹהֵיכֶם – para que sepáis que yo Adonái vuestro Elohím). Estas maravillas estaban destinadas a fomentar un conocimiento experiencial y profundo de HaShem. La victoria sobre Siḥón y Og (Devarim 29:7-8) sirve como prueba palpable del poder de Adonái para entregar la tierra a Su pueblo, un cumplimiento inicial de las promesas del pacto con Avraham. Este análisis revela que la renovación del pacto no es solo un acto legal, sino un llamado a la memoria histórica, a la fe en la provisión divina y a la búsqueda de una comprensión espiritual que permita una obediencia genuina.


7. Tema Relevante

Un tema central y altamente relevante de esta Aliyá es la memoria histórica y la responsabilidad colectiva del pacto. Moshéh no solo recuerda a Yisra’el los milagros pasados (Devarim 29:2-6), sino que lo hace con el propósito explícito de establecer un fundamento para su obediencia futura. El “para que sepáis que yo soy Adonái vuestro Elohím” (Devarim 29:5) subraya que la memoria de los actos divinos de salvación y provisión es la base del conocimiento y la fidelidad.

Esta memoria no es solo un ejercicio intelectual, sino una invocación a la identidad del pueblo y a su propósito dentro del pacto. La frase “Ve-lo-na-tan Adonái la-khem lev la-da-at ve-ey-na-yim lir-ot ve-oz-na-yim liš-mo-a ad ha-yom ha-zeh” (Devarim 29:3) es un llamado a la reflexión sobre la necesidad de una profunda percepción espiritual. Sugiere que el conocimiento no es innato ni meramente intelectual, sino una dádiva o una capacidad que debe ser cultivada y deseada. El pueblo ha visto las maravillas, pero el verdadero entendimiento que lleva a una obediencia duradera es algo más profundo.

Para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos, este tema es vital. Así como Yisra’el debía recordar las obras de Adonái para vivir su pacto, los seguidores de Yeshúa HaMashíaj deben recordar Su vida, Su sacrificio, Su resurrección y el don del Ruaj HaKodesh como los fundamentos de la Brit Hadasháh. La vida en el Reino de los Cielos exige una memoria activa de la fidelidad de Elohím y una conciencia de nuestra responsabilidad colectiva como “Nación Santa” (Goy Qadosh) y “Reino de Cohanim” (Mamlekhet Kohanim), viviendo los principios del pacto de gracia. Así como la generación del desierto fue sustentada milagrosamente, los discípulos son sostenidos por la provisión espiritual de Yeshúa HaMashíaj. La memoria de Sus obras nos impulsa a una vida de obediencia de corazón, buscando ese “lev la-da-at” (corazón para saber) que Él nos ha prometido a través del Ruaj HaKodesh. La responsabilidad colectiva se manifiesta en cómo la comunidad de Mashíaj refleja la luz de HaShem al mundo, demostrando la realidad del Reino que se ha inaugurado.


8. Descubriendo a Mashíaj

El pasaje de Deuteronomio 29:1-8, aunque anclado en la historia de Yisra’el y el pacto mosaico, revela aspectos profundos de la vida, obra y persona de Yeshúa HaMashíaj, especialmente en el contexto del Reino de los Cielos.

1. El “Nuevo Moshéh” y el Mediador del Pacto: Moshéh es el mediador del pacto en Sinaí y Mo’av. Yeshúa HaMashíaj es presentado como el “profeta como Moshéh” (Devarim 18:15) y, más aún, como el Mediador de un pacto superior, la Brit Hadasháh (Ivrim 8:6). Así como Moshéh estableció el pacto en Mo’av, Yeshúa HaMashíaj establece Su pacto en Su sangre, ofreciendo un acceso sin precedentes a Elohím. Su ministerio es la renovación definitiva que el pasaje de Ki Tavó anticipa en su necesidad de una comprensión más profunda.

2. La Ceguera Espiritual y el Corazón Entendido: El verso 29:3, “Ve-lo-na-tan Adonái la-khem lev la-da-at ve-ey-na-yim lir-ot ve-oz-na-yim liš-mo-a ad ha-yom ha-zeh,” apunta directamente a la necesidad de una intervención divina para la verdadera comprensión espiritual. Yeshúa HaMashíaj es Quien abre los ojos ciegos y los oídos sordos (Yesha’yahu 35:5-6). Él mismo dijo: “Bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen” (Mattityahu 13:16). A través de Su obra redentora y el don del Ruaj HaKodesh, Yeshúa HaMashíaj otorga ese “corazón para saber” y esa capacidad para ver y escuchar que la generación de Moshéh aún no había recibido plenamente. Él circuncida el corazón, como enseñó Sha’ul (Romanos 2:29), permitiendo una obediencia desde el interior, no solo externa.

3. Provisión Divina en el Desierto Espiritual: Los milagros de sustento en el desierto (vestiduras que no se gastan, ausencia de pan y vino ordinarios, Devarim 29:4-5) son tipos de la provisión espiritual que Yeshúa HaMashíaj ofrece a Sus discípulos. Él es el “Pan de Vida” (Yoḥanan 6:35), el agua viva que sacia la sed espiritual. En el “desierto” de este mundo, Yeshúa HaMashíaj sostiene a los ciudadanos del Reino de los Cielos con Su gracia y Su Palabra, permitiéndoles perseverar hasta que entren en la “Tierra Prometida” de Su Reino consumado.

Textos apócrifos y pseudepigráficos también anhelan un líder que restauraría o renovaría el pacto. El Libro de Enoc, por ejemplo, habla de un “Elegido” o “Hijo del Hombre” que traerá justicia y establecerá un Reino. Los Testamentos de los Doce Patriarcas, particularmente el Testamento de Levi y el Testamento de Yehudá, anticipan un sacerdote-rey mesiánico que purificará el pacto y traerá salvación. Yeshúa HaMashíaj cumple estas esperanzas, no solo restaurando el pacto sino elevándolo a un nivel espiritual y eterno, transformando los corazones de aquellos que se unen a Su Reino. Su Reino de los Cielos es la renovación definitiva del pacto, donde Elohím habita plenamente entre Su pueblo y ellos Lo conocen verdaderamente.


9. Midrashim y Targumim

Los Midrashim y Targumim ofrecen perspectivas enriquecedoras sobre Deuteronomio 29:1-8, profundizando en el significado de la renovación del pacto.

1. Devarim 29:1 – El Segundo Pacto:

* El Midrash Devarim Rabbah 7:1 explica por qué era necesaria una renovación del pacto en Mo’av, además del de Ḥorev. Argumenta que el pacto en Ḥorev se hizo con una generación que eventualmente murió en el desierto. Por lo tanto, esta nueva generación, los que entrarían a la Tierra Prometida, necesitaba hacer su propio juramento y compromiso. Esto asegura la continuidad generacional de la responsabilidad del pacto. El Midrash enfatiza que el pacto es eterno y requiere ser abrazado por cada generación.

* El Targum Onqelos traduce este verso de manera directa, enfatizando que Moshéh fue “ordenado” (fonética aramea: pĕqaḏ – פְקַד) por Adonái para establecer este pacto, resaltando la autoridad divina detrás de esta renovación.

* El Targum Yonatan expande este concepto, afirmando que este pacto en Mo’av fue un juramento de “todas las tribus de Yisra’el, los ancianos, los líderes y los jueces” (interpretación que también se encuentra en Devarim 29:9, pero conectada con el inicio del capítulo), enfatizando la naturaleza comunitaria y representativa del compromiso.

2. Devarim 29:3 – El Corazón que No Entiende:

* La frase “Ve-lo-na-tan Adonái la-khem lev la-da-at…” (Y no dio Adonái a vosotros corazón para saber…) es profundamente comentada. El Midrash Devarim Rabbah 7:2 interpreta que Elohím retuvo la plena comprensión de Su pueblo porque aún no era el momento de la “redención final” (ge’ulah). Este Midrash sugiere que la verdadera capacidad de percibir y comprender las obras de HaShem está reservada para los días del Mashíaj, cuando los corazones serán transformados. Hasta entonces, la comprensión es limitada por la propia naturaleza humana y por el plan divino.

* El Targum Yonatan ofrece una interpretación más matizada al 29:3, traduciéndolo de una manera que sugiere la responsabilidad humana: “pero no pusisteis vuestro corazón para entender.” Esta interpretación desplaza el énfasis de una retención divina a una falta de disposición humana para recibir ese entendimiento. Esto subraya que, aunque la capacidad profunda es un don, la voluntad de buscar y aceptar ese don es crucial.

3. Devarim 29:4-5 – Provisión y Reconocimiento:

* El Midrash Tanḥuma (Ki Tavó 2), al comentar sobre la milagrosa preservación de las vestiduras y sandalias durante los cuarenta años, ve esto como una señal de la fidelidad inquebrantable de Adonái hacia Su pacto, incluso en medio de la desobediencia del pueblo. Es un recordatorio de que HaShem es fiel a Sus promesas, incluso cuando Su pueblo flaquea. El propósito, “le-ma-an te-de-un ki a-ni Adonái Elohey-khem,” es interpretado como un llamado a reconocer la soberanía y la bondad de HaShem a través de la experiencia directa.

* Los Targumim generalmente traducen estos versos de forma literal, pero su sola presencia en arameo oral y escrito garantizaba que la comunidad entendiera que los milagros de la era del desierto eran pruebas irrefutables de la presencia y el poder de Adonái en su historia.

En resumen, los Midrashim y Targumim sobre esta Aliyá resaltan la necesidad de la renovación del pacto para cada generación, la complejidad de la comprensión espiritual y la fidelidad inquebrantable de Elohím a pesar de la respuesta humana, todo lo cual apunta a una consumación escatológica en la era mesiánica.


10. Mandamientos

De esta Aliyá, se pueden extraer varios mandamientos o principios de vida esenciales para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos:

1. El Mandamiento de Recordar y Testificar las Obras de Elohím (Devarim 29:2): Moshéh les recuerda a los Yisra’elitas todas las grandes obras que Adonái hizo por ellos en Mitzrayim y en el desierto. Para los discípulos de Yeshúa HaMashíaj, esto implica un imperativo constante de recordar las obras salvíficas de Elohím: la creación, el Éxodo, la revelación de la Torah, y fundamentalmente, la vida, muerte, resurrección de Yeshúa HaMashíaj y el derramamiento del Ruaj HaKodesh. Debemos mantener viva la memoria de cómo Elohím nos ha rescatado, sostenido y provisto, y testificar de ello a las generaciones venideras, para que el conocimiento de Su fidelidad inspire fe y obediencia en el Reino.

2. El Principio de Buscar el “Corazón para Saber” (Devarim 29:3): Aunque Moshéh declara que Adonái no les había dado un “corazón para saber” hasta ese día, esto sirve como un llamado a la búsqueda activa de la comprensión espiritual. Para los discípulos de Mashíaj, esto significa orar y anhelar por la revelación del Ruaj HaKodesh que abre nuestros ojos, oídos y corazón a las verdades del Reino. Es un mandamiento a no conformarnos con un conocimiento superficial, sino a buscar la sabiduría profunda de Elohím, entendiendo que la verdadera obediencia proviene de un corazón que ha sido transformado y capacitado para discernir y amar Su voluntad.

3. El Mandamiento de Reconocer la Identidad de Elohím como Su Sustentador (Devarim 29:5): Los milagros de la provisión en el desierto (vestiduras, ausencia de pan y vino) tenían el propósito “le-ma-an te-de-un ki a-ni Adonái Elohey-khem” (para que sepáis que yo soy Adonái vuestro Elohím). Para los discípulos, esto significa confiar plenamente en que Yeshúa HaMashíaj, nuestro Mashíaj y Rey del Reino, es nuestro Proveedor y Sustentador en todas las circunstancias de la vida. Debemos reconocer que nuestra vida y todo lo que poseemos proviene de Él, lo que nos llama a una vida de dependencia, gratitud y generosidad, sabiendo que Él es el Adonái que nos alimenta y nos viste, espiritual y físicamente.

Estos principios son fundamentales para vivir una vida de fidelidad al pacto en el Reino de los Cielos, guiados por la Torah de Yeshúa HaMashíaj y empoderados por el Ruaj HaKodesh.


11. Preguntas de Reflexión

1. Moshéh recuerda a Yisra’el las grandes obras de Elohím y su peregrinación de cuarenta años. ¿Qué “desiertos” ha usado Adonái en tu vida para revelarte Su provisión y fidelidad, y cómo estas experiencias te equipan para vivir en el Reino de Yeshúa HaMashíaj hoy?

2. El pasaje declara que Adonái no había dado “corazón para saber, ni ojos para ver, ni oídos para escuchar” hasta ese día. ¿Cómo te ha concedido Yeshúa HaMashíaj, a través de Su Ruaj HaKodesh, un “corazón para saber” las verdades del Reino, y qué áreas de tu vida aún necesitan mayor revelación y entendimiento?

3. La renovación del pacto implicaba un compromiso colectivo antes de entrar a la tierra. ¿Cómo la comprensión de la Brit Hadasháh en Yeshúa HaMashíaj fomenta tu sentido de responsabilidad no solo personal, sino también comunitaria, para manifestar los valores del Reino de los Cielos en el mundo?


12. Resumen

La Aliyá 6 de la Parashá Ki Tavó (Deuteronomio 29:1-8) presenta a Moshéh renovando el pacto de Adonái con una nueva generación de Yisra’el en las llanuras de Mo’av. Este acto subraya la continuidad de la relación de pacto de Elohím con Su pueblo, recordando milagros pasados en Mitzrayim y el desierto como base para la fe y la obediencia futura. Moshéh destaca la necesidad de un “corazón para saber” y una profunda comprensión espiritual para vivir fielmente el pacto. Los Midrashim y Targumim refuerzan la idea de la necesidad de este juramento generacional y anticipan la plenitud de la comprensión en los días mesiánicos. Este pasaje apunta proféticamente a Yeshúa HaMashíaj como el Mediador de la Brit Hadasháh, quien otorga el Ruaj HaKodesh para escribir la Torah en nuestros corazones y transformar nuestra ceguera espiritual. En el Reino de los Cielos, se nos llama a recordar la fidelidad de Elohím, buscar Su sabiduría y vivir en una obediencia de corazón, reflejando el poder de Su provisión y Su soberanía.


13. Tefiláh (Oración)

Adonái, Elohím de Avraham, Yitzḥak y Yaakov, te agradecemos por Tu fidelidad inquebrantable y por la eterna Brit Hadasháh establecida en la sangre de Yeshúa HaMashíaj. Concédenos un “lev la-da-at” – un corazón para conocerte profundamente – para ver Tus maravillas con ojos espirituales y escuchar Tu voz con oídos atentos. Que la memoria de Tus grandes obras en nuestra historia nos impulse a vivir cada día en obediencia a Tu Torah, manifestando la gloria de Tu Reino de los Cielos aquí en la tierra, hasta el regreso triunfal de Maran Yeshúa. Amén.


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Parashá 50 Ki Tavo (כי תבוא) – Aliyah 5

Aliyáh 5: (Deuteronomio 27:11-28:6) Moshé ordena proclamar las bendiciones y maldiciones desde el monte Gerizim y el monte Ebal.
Haftaráh: Isaías 55:6-56:8 (El llamado a buscar a Adonái para recibir bendiciones).
Brit Hadasháh: Romanos 6:23 (Las consecuencias del pecado frente a la promesa de la vida eterna).

Tema: Las maldiciones de la desobediencia

1. Texto Hebreo Interlineal

Pasaje: Deuteronomio 28:15-28:68

Texto Hebreo OriginalFonética TiberianaTraducción Palabra por PalabraTraducción Literal del Verso
—————–—————–—————–—————–
וְהָיָהVe-hayahY seráY será,
אִם־לֹאim-losi nosi no
תִשְׁמַעtišmaescucharásescucharás
בְּקוֹלbe-qolla voz dela voz de
יְהוָהAdonáiAdonáiAdonái
אֱלֹהֶיךָEloheykhatu Elohímtu Elohím אֱלֹהֶיךָ,
לִשְׁמֹרlišmorpara guardarpara guardar
לַעֲשׂוֹתla’asotpara hacerpara hacer
אֶת־כָּל־מִצְוֹתָיוet-kol-mitzvo tavtodos sus mandamientostodos sus mandamientos מִצְוֹתָיו mitzvotav
וְחֻקֹּתָיוve-ḥuqqotavy sus estatutosy sus estatutos חֻקֹּתָיו ḥuqqotav
אֲשֶׁרašerqueque
אָנֹכִיanokhiyoyo
מְצַוְּךָmetzavvekate mandote mando
הַיּוֹםhayomhoyhoy הַיּוֹם,
וּבָאוּu-va’uy vendrány vendrán
עָלֶיךָ‘aleikhasobre tisobre ti
כָּל־הַקְּלָלוֹתkol-ha-qelalottodas las maldicionestodas las maldiciones קְלָלוֹת qelalot
הָאֵלֶּהha’ellehestasestas הָאֵלֶּה
וְהִשִּׂיגוּךָve-hissigukay te alcanzarány te alcanzarán וְהִשִּׂיגוּךָ.
28:16
אָרוּרArurMalditoMaldito
אַתָּהattahserás túserás tú
בָּעִירba’iren la ciudaden la ciudad
וְאָרוּרve-arury malditoy maldito
אַתָּהattahserás túserás tú
בַּשָּׂדֶהba-ssadehen el campoen el campo בַּשָּׂדֶה.
28:17
אָרוּרArurMalditaMaldita
בַּנְּטֶנֶךָba-nneṭenekatu canastatu canasta בַּנְּטֶנֶךָ
וּמִשְׁאַרְתֶּךָu-miš’artekhay tu artesay tu artesa וּמִשְׁאַרְתֶּךָ.
28:18
אָרוּרArurMalditoMaldito
פְּרִי־בִטְנְךָperi-viṭnekhael fruto de tu vientreel fruto de tu vientre בִטְנְךָ viṭnekha
וּפְרִיu-friy el frutoy el fruto
אַדְמָתֶךָadmatekhade tu tierrade tu tierra אַדְמָתֶךָ,
שְׁגַרšegarla críala cría
אֲלָפֶיךָalafeykhade tus vacasde tus vacas אֲלָפֶיךָ
וְעַשְׁתְּרוֹתve-‘aštəroty las críasy las crías
צֹאנֶךָtzo’nekhade tus ovejasde tus ovejas צֹאנֶךָ.
28:19
אָרוּרArurMalditoMaldito
אַתָּהattahserás túserás tú
בְּבֹאֶךָbe-vo’ekhaal entraral entrar
וְאָרוּרve-arury malditoy maldito
אַתָּהattahserás túserás tú
בְּצֵאתֶךָbe-tze’tekaal saliral salir בְּצֵאתֶךָ.
28:20
יְשַׁלַּחYešallaḥEnviaráEnviará
יְהוָהAdonáiAdonáiAdonái
בְּךָbe-khacontra ticontra ti
אֶת־הַמְּאֵרָהet-hamme’erahla maldiciónla maldición מְאֵרָה me’erah,
אֶת־הַמְּהוּמָהet-hammehumahla confusiónla confusión מְהוּמָה mehumah,
וְאֶת־הַמִּגְעֶרֶתve’et-hammig’erety el oprobioy el oprobio מִגְעֶרֶת mig’eret,
בְּכָל־מִשְׁלַחbe-khol-mišlaḥen todo aquelloen todo aquello que tus
יָדְךָyadkhaque tu manomanos יָדְךָ yadkha emprendan,
אֲשֶׁרašerdondedonde
תַּעֲשֶׂהta’asehhagashagas,
עַד‘adhastahasta
הִשָּׁמְדְךָhiššamedkhaser destruidoser destruido
וְעַד־אֲבָדְךָve-‘ad-avadkhay hasta perecery hasta perecer
מַהֵרmaherrápidamenterápidamente
מִפְּנֵיmippəneia causaa causa
רֹעַro’ade la maldadde la maldad
מַעֲלָלֶיךָma’alalekhade tus obrasde tus obras מַעֲלָלֶיךָ,
אֲשֶׁרašerpor la cualpor la cual
עֲזַבְתָּנִי‘azavtanime habrás abandonadome habrás abandonado עֲזַבְתָּנִי.
28:21
יַדְבֵּקYadbeqPegaráPegará
יְהוָהAdonáiAdonáiAdonái
בְּךָbe-khaa tia ti
אֶת־הַדָּבֶרet-haddaverla pestilenciala pestilencia דָּבֶר daver,
עַד‘adhastahasta
כַּלֹּתוֹkallotoque te consumaque te consuma
אֹתְךָotkhaa tia ti
מֵעַלme’alde sobrede sobre
הָאֲדָמָהha’adamahla tierrala tierra אֲדָמָה adamah
אֲשֶׁרašerqueque
אַתָּהattah
בָּא־שָׁמָּהba-šammahvas allívas allí
לְרִשְׁתָּהּlerištahpara poseerlapara poseerla לְרִשְׁתָּהּ.
28:22
יַכְּכָהYakkekhaTe golpearáTe golpeará
יְהוָהAdonáiAdonáiAdonái
בַּשַּׁחֶפֶתba-ššaḥefetcon tisiscon tisis שַּׁחֶפֶת šaḥefet,
וּבַקַּדַּחַתu-vaqqaddahaty con fiebrey con fiebre קַדַּחַת qaddahat,
וְבַדַּלֶּקֶתu-vaddalleqety con inflamacióny con inflamación דַּלֶּקֶת dalleqet,
וּבַחַרְחֻרu-vaḥarḥury con ardory con ardor חַרְחֻר ḥarḥur,
וּבַחֶרֶבu-vaḥerevy con espaday con espada חֶרֶב ḥerev,
וּבַשִּׁדָּפוֹןu-vaššiddafony con tizóny con tizón שִּׁדָּפוֹן šiddafon,
וּבַיֵּרָקוֹןu-vayyeraqony con añubloy con añublo יֵּרָקוֹן yeraqon,
וּרְדָפוּךָu-rdafukhay te perseguirány te perseguirán
עַד־אֲבָדְךָ‘ad-avadkhahasta perecerhasta perecer עַד־אֲבָדְךָ.
28:23
וְהָיוּVe-hayuY seránY serán
שָׁמֶיךָšameykhatus cielostus cielos
אֲשֶׁרašerqueque
עַל־רֹאשֶׁךָ‘al-ro’šekasobre tu cabezasobre tu cabeza רֹאשֶׁךָ ro’šeka,
נְחֹשֶׁתneḥošetde broncede bronce נְחֹשֶׁת,
וְהָאָרֶץve-ha’aretzy la tierray la tierra
אֲשֶׁרašerqueque
תַּחְתֶּיךָtaḥteykhadebajo de tidebajo de ti תַּחְתֶּיךָ,
בַּרְזֶלbarzelde hierrode hierro בַּרְזֶל.
28:24
יִתֵּןYittenDaráDará
יְהוָהAdonáiAdonáiAdonái
אֶת־מְטַר־אַרְצְךָet-meṭar-artzekhala lluvia de tu tierrala lluvia מְטַר meṭar de tu tierra אַרְצְךָ artzekha
אָבָקavaqpolvopolvo אָבָק
וְעָפָרve-‘afary cenizay ceniza עָפָר;
מִן־הַשָּׁמַיִםmin-haššamayimdel cielodel cielo
יֵרֵדyereddescenderádescenderá
עָלֶיךָ‘aleikhasobre tisobre ti
עַד‘adhastahasta
הִשָּׁמְדָךְhiššamdekhdestruirtedestruirte הִשָּׁמְדָךְ.
28:25
יִתְּנְךָYitnəkhaTe entregaráTe entregará
יְהוָהAdonáiAdonáiAdonái
נִגָּףniggafderrotadoderrotado
לִפְנֵיlifneianteante
אֹיְבֶיךָoyveikhatus enemigostus enemigos אֹיְבֶיךָ;
בְּדֶרֶךְbe-derekhpor un caminopor un camino
אֶחָדeḥadunouno
תֵּצֵאtetzeisaldrássaldrás
אֵלָיוelavcontra élcontra él,
וּבְשִׁבְעָהu-vešiv’ahy por sietey por siete
דְרָכִיםdrakhimcaminoscaminos
תָּנוּסtanushuiráshuirás
לְפָנָיוlefanavante élante él;
וְהָיִיתָve-hayitay serásy serás
לְזַעֲוָהle-za’avahespantoespanto
לְכֹלle-kholpara todospara todos
מַמְלְכוֹתmamlekho tlos reinoslos reinos
הָאָרֶץha’aretzde la tierrade la tierra הָאָרֶץ.
28:26
וְהָיְתָהVe-hayetahY seráY será
נִבְלָתְךָnivlatekhatu cadávertu cadáver נִבְלָתְךָ
לְמַאֲכָלle-ma’akhalpara comidapara comida
לְכָל־עוֹףle-khol-‘ofde toda avede toda ave
הַשָּׁמַיִםhaššamayimdel cielodel cielo
וּלְבֶהֶמֶתu-livhemety para bestiay para bestia
הָאָרֶץha’aretzde la tierrade la tierra הָאָרֶץ,
וְאֵיןve-‘einy no habráy no habrá
מַחֲרִידmaḥaridquien espantequien espante מַחֲרִיד.
28:27
יַכְּכָהYakkekhaTe golpearáTe golpeará
יְהוָהAdonáiAdonáiAdonái
בִּשְׁחִיןbišḥincon úlcerascon úlceras
מִצְרַיִםmitzrayimde Mitzrayimde Mitzrayim מִצְרַיִם,
וּבָעֳפָלִיםu-va’ofalimy con hemorroidesy con hemorroides עֳפָלִים ‘ofalim,
וּבַגָּרָבu-vaggerevy con sarnay con sarna גָּרָב gerev,
וּבֶחָרֶסu-veḥaresy con tiñay con tiña חָרֶס ḥares,
אֲשֶׁרašerde los cualesde los cuales
לֹא־תוּכַלlo-tukhalno podrásno podrás
לְהֵרָפֵאleherafeser curadoser curado לְהֵרָפֵא.
28:28
יַכְּכָהYakkekhaTe golpearáTe golpeará
יְהוָהAdonáiAdonáiAdonái
בְּשִׁגָּעוֹןbe-šigga’oncon locuracon locura שִׁגָּעוֹן šigga’on,
וּבְעִוָּרוֹןu-ve’ivvarony con cegueray con ceguera עִוָּרוֹן ‘ivvaron,
וּבְתִמְהוֹןu-vetimhony con aturdimientoy con aturdimiento תִמְהוֹן timhon
לֵבָבlevavde corazónde corazón לֵבָב.
28:29
וְהָיִיתָVe-hayitaY serásY serás
מְמַשֵּׁשׁmemammešpalpandopalpando
בַּצָּהֳרַיִםba-tzoharaiymal mediodíaal mediodía
כַּאֲשֶׁרka’ašercomocomo
יְמַשֵּׁשׁyəmaššešpalpapalpa
הֶעָוֵרhe’averel ciegoel ciego
בָּאֲפֵלָהba’afeláen la oscuridaden la oscuridad אֲפֵלָה ‘afelá,
וְלֹאve-loy noy no
תַצְלִיחַtatzli’aḥprosperarásprosperarás
אֶת־דְּרָכֶיךָet-derakheykhatus caminostus caminos דְּרָכֶיךָ;
וְהָיִיתָve-hayitay serásy serás
עָשׁוּק‘ašuqoprimidooprimido
וְגָזוּלve-gazuly despojadoy despojado
כָּל־הַיָּמִיםkol-hayyamimtodos los díastodos los días
וְאֵיןve-‘einy no habráy no habrá
מוֹשִׁיעַmoši’aquien salvequien salve מוֹשִׁיעַ.
28:30
אִשָּׁהiššahMujerMujer
תְאָרֵשׂte’arešte desposaráste desposarás
וְאִישׁve-‘išy un hombrey un hombre
אַחֵרaḥerotrootro
יִשְׁגָּלֶנָּהyišgalennahla violarála violará;
בַּיִתbayitUna casaUna casa
תִּבְנֶהtivnehedificarásedificarás
וְלֹא־תֵשֵׁבve-lo-teševy no habitarásy no habitarás
בּוֹboen ellaen ella;
כֶּרֶםkeremUn viñedoUn viñedo
תִּטַּעtiṭṭaplantarásplantarás
וְלֹאve-loy noy no
תְחַלְּלֶנּוּteḥallellennulo profanaráslo profanarás.
28:31
שׁוֹרְךָšorkhaTu bueyTu buey
טָבוּחַṭavu’aḥdegolladodegollado
לְעֵינֶיךָle’eyneykhaante tus ojosante tus ojos
וְלֹאve-loy noy no
תֹאכַלtokhalcomeráscomerás
מִמֶּנּוּmimmennude élde él;
חֲמֹרְךָḥamorkhaTu asnoTu asno
גָּזוּלgazulrobadorobado
מֵאוֹתֶךָme’otekhade tide ti
וְלֹאve-loy noy no
יָשׁוּבyašuvregresaráregresará
לָךְlakha tia ti;
צֹאנְךָtzo’nekhTu rebañoTu rebaño
נְתֻנוֹתnetunotentregadoentregado
לְאֹיְבֶיךָle’oyveikhaa tus enemigosa tus enemigos
וְאֵיןve-‘einy no habráy no habrá
לְךָlekhapara tipara ti
מוֹשִׁיעַmoši’aquien salvequien salve מוֹשִׁיעַ.
28:32
בָּנֶיךָbaneykhaTus hijosTus hijos
וּבְנֹתֶיךָu-venotekhay tus hijasy tus hijas
נְתֻנִיםnetunimentregadosentregados
לְעַםle’ama un puebloa un pueblo
אַחֵרaḥerotrootro;
וְעֵינֶיךָve-‘eyneykhay tus ojosy tus ojos
תִּרְאֶינָהtir’eynahmiraránmirarán
וְכָלוֹתve-khaloty languidecerány languidecerán
אֲלֵיהֶםaleihempor ellospor ellos
כָּל־הַיּוֹםkol-hayyomtodo el díatodo el día
וְאֵיןve-‘einy no habráy no habrá
לְאֵלle’elpoderpoder
יָדֶךָyadekhen tu manoen tu mano יָדֶךָ.
28:33
פְּרִיPeriEl frutoEl fruto
אַדְמָתְךָadmatekhade tu tierrade tu tierra אַדְמָתְךָ
וְכָל־יְגִיעֲךָve-khol-yəgi’akhay todo tu trabajoy todo tu trabajo יְגִיעֲךָ yəgi’akha
יֹאכַלyokhalcomerácomerá
עַם‘amun puebloun pueblo
לֹא־יָדַעְתָּlo-yada’taque no conocisteque no conociste;
וְהָיִיתָve-hayitay serásy serás
רַקraqsolamentesolamente
עָשׁוּק‘ašuqoprimidooprimido
וְרוּצָץve-rutzatzy aplastadoy aplastado
כָּל־הַיָּמִיםkol-hayyamimtodos los díastodos los días כָּל־הַיָּמִים.
28:34
וְהָיִיתָVe-hayitaY serásY serás
מְשֻׁגָּעmešuggaenloquecidoenloquecido
מִמַּרְאֵהmimmar’ehpor la vistapor la vista
עֵינֶיךָ‘eyneykhade tus ojosde tus ojos עֵינֶיךָ
אֲשֶׁרašerqueque
תִּרְאֶינָהtir’eynahverásverás.
28:35
יַכְּכָהYakkekhaTe golpearáTe golpeará
יְהוָהAdonáiAdonáiAdonái
בְּשִׁחִיןbe-šiḥincon úlcerascon úlceras
רָעramalignasmalignas
עַל־הַבִּרְכַּיִם‘al-habbirkayimen las rodillasen las rodillas
וְעַל־הַשֹּׁקַיִםve-‘al-haššoqayimy en los muslosy en los muslos,
אֲשֶׁרašerde los cualesde los cuales
לֹא־תוּכַלlo-tukhalno podrásno podrás
לְהֵרָפֵאleherafeser curadoser curado
מִכַּףmikkafdesde la plantadesde la planta
רַגְלְךָraglekhade tu piede tu pie
וְעַדve-‘ady hastay hasta
קָדְקֳדֶךָqadqoddekhatu coronillatu coronilla קָדְקֳדֶךָ.
28:36
יוֹלֵךְYolekhLlevaráLlevará
יְהוָהAdonáiAdonáiAdonái
אֹתְךָotkhaa tia ti
וְאֶת־מַלְכְּךָve-‘et-malkekhay a tu reyy a tu rey
אֲשֶׁרašerqueque
תָּקִיםtaqimhabrás puestohabrás puesto
עָלֶיךָ‘aleikhasobre tisobre ti
אֶל־גּוֹיel-goya una nacióna una nación
אֲשֶׁרašerqueque
לֹא־יָדַעְתָּlo-yada’tano conocisteno conociste
אַתָּהattah
וַאֲבֹתֶיךָva’avotekhani tus padresni tus padres;
וְעָבַדְתָּve-‘avadtay servirásy servirás
שָׁםšamallíallí
אֱלֹהִיםElohima Elohíma Elohím
אֲחֵרִיםaḥerimotrosotros,
עֵץ‘etzmaderamadera
וָאָבֶןva’aveny piedray piedra וָאָבֶן.
28:37
וְהָיִיתָVe-hayitaY serásY serás
לְשַׁמָּהlešammahmotivo de asombromotivo de asombro שַׁמָּה šammah,
לְמָשָׁלlemašalde proverbiode proverbio מָשָׁל mašal,
וְלִשְׁנִינָהve-lišninay de escarnioy de escarnio שְׁנִינָה šninah
בְּכֹלbe-kholentre todosentre todos
הָעַמִּיםha’ammimlos puebloslos pueblos
אֲשֶׁרašera los cualesa los cuales
יְנַהֶגְךָyənahəgəkhte llevaráte llevará
יְהוָהAdonáiAdonáiAdonái
שָׁמָּהšammahallíallí שָׁמָּה.
28:38
זֶרַעZeraSemillaSemilla
רָבravmuchamucha
תוֹצִיאtotzisacarássacarás
הַשָּׂדֶהhaššadehal campoal campo,
וּמְעַטu-me’aṭy pocoy poco
תֶּאֱסֹףte’esofrecogerásrecogerás,
כִּיkiporqueporque
יַחְסְלֶנּוּyaḥsəlennulo consumirálo consumirá
הָאַרְבֶּהha’arbehla langostala langosta הָאַרְבֶּה.
28:39
כְּרָמִיםKeramimViñedosViñedos
תִּטַּעtiṭṭaplantarásplantarás
וְעָבָדְתָּve-‘avadtay trabajarásy trabajarás,
וְיַיִןve-yayiny vinoy vino
לֹאlonono
תִשְׁתֶּהtištehbeberásbeberás
וְלֹאve-loy noy no
תֶאֱגֹרte’egorrecogerásrecogerás,
כִּיkiporqueporque
תֹּאכְלֶנּוּtokhelenulo comerálo comerá
הַתּוֹלָעַתhattola’atel gusanoel gusano הַתּוֹלָעַת.
28:40
זֵיתִיםZeitimOlivosOlivos
יִהְיוּyihyutendrástendrás
לְךָlekhapara tipara ti
בְּכָל־גְּבוּלֶךָbe-khol-gevulekhaen todo tu territorioen todo tu territorio גְּבוּלֶךָ gevulekha,
וְשֶׁמֶןve-šemeny aceitey aceite
לֹאlonono
תָסוּךְtasukhte ungiráste ungirás,
כִּיkiporqueporque
יִשַּׁלyiššalse caeráse caerá
זֵיתֶךָzeitekhatu olivotu olivo זֵיתֶךָ.
28:41
בָּנִיםBanimHijosHijos
וּבָנוֹתu-vanote hijase hijas
תּוֹלִידtolidengendrarásengendrarás,
וְלֹא־יִהְיוּve-lo-yihyuy no serány no serán
לָךְlakhpara tipara ti,
כִּיkiporqueporque
יֵלְכוּyelkhuiránirán
בַּשֶּׁבִיbašševial cautiverioal cautiverio בַּשֶּׁבִי.
28:42
כָּל־עֵצְךָKol-‘etzkaTodos tus árbolesTodos tus árboles
וּפְרִיu-friy el frutoy el fruto
אַדְמָתֶךָadmatekhade tu tierrade tu tierra אַדְמָתֶךָ
יְיָרֵשׁyəyarešposeeráposeerá
הַצֶּלָצַלhatztzelatzalel saltamontesel saltamontes הַצֶּלָצַל.
28:43
הַגֵּרHaggerEl extranjeroEl extranjero
אֲשֶׁרašerqueque
בְּקִרְבְּךָbe-qirbekhaestá en medio de tiestá en medio de ti בְּקִרְבְּךָ,
יַעֲלֶהya’alehsubirásubirá
עָלֶיךָ‘aleikhasobre tisobre ti
מַעְלָהma’lahcada vez máscada vez más
מָעְלָהma’laharribaarriba,
וְאַתָּהve-‘attahy túy tú
תֵּרֵדtereddescenderásdescenderás
מַטָּהmaṭṭahcada vez máscada vez más
מָטָּהmaṭṭahabajoabajo.
28:44
הוּאHuÉlÉl
יַלְוֶךָyalvekhate prestaráte prestará,
וְאַתָּהve-‘attahy túy tú
לֹאlonono
תַלְוֶנּוּtalvennule prestarás a élle prestarás a él;
הוּאHuÉlÉl
יִהְיֶהyihyehseráserá
לְרֹאשׁle-ro’špor cabezapor cabeza,
וְאַתָּהve-‘attahy túy tú
תִּהְיֶהtihyehserásserás
לְזָנָבle-zanavpor colapor cola לְזָנָב.
28:45
וּבָאוּU-va’uY vendránY vendrán
עָלֶיךָ‘aleikhasobre tisobre ti
כָּל־הַקְּלָלוֹתkol-ha-qelalottodas estas maldicionestodas estas maldiciones קְלָלוֹת qelalot
הָאֵלֶּהha’ellehestasestas הָאֵלֶּה,
וּרְדָפוּךָu-rdafukhay te perseguirány te perseguirán
וְהִשִּׂיגוּךָve-hissigukhay te alcanzarány te alcanzarán
עַד‘adhastahasta
הִשָּׁמְדָךְhiššamdekhdestruirtedestruirte,
כִּיkiporqueporque
לֹאlonono
שָׁמַעְתָּšama’taescuchasteescuchaste
בְּקוֹלbe-qolla vozla voz
יְהוָהAdonáiAdonáiAdonái
אֱלֹהֶיךָEloheykhatu Elohímtu Elohím אֱלֹהֶיךָ
לִשְׁמֹרlišmorpara guardarpara guardar
מִצְוֹתָיוmitzvotavsus mandamientossus mandamientos מִצְוֹתָיו
וְחֻקֹּתָיוve-ḥuqqotavy sus estatutosy sus estatutos חֻקֹּתָיו,
אֲשֶׁרašerqueque
צִוָּךְtzivvakte mandóte mandó.
28:46
וְהָיוּVe-hayuY seránY serán
בְךָbe-khasobre tisobre ti
לְאוֹתle’otpor señalpor señal
וּלְמוֹפֵתu-lemofety por prodigioy por prodigio,
וּבְזַרְעֲךָu-vezar’akhay sobre tu descendenciay sobre tu descendencia זַרְעֲךָ zar’akha
עַד־עוֹלָם‘ad-‘olampara siemprepara siempre עוֹלָם ‘olam.
28:47
תַּחַתTaḥatPorquePorque
אֲשֶׁרašerpor cuantopor cuanto
לֹא־עָבַדְתָּlo-‘avadtano servisteno serviste
אֶת־יְהוָהet-Adonáia Adonáia Adonái
אֱלֹהֶיךָEloheykhatu Elohímtu Elohím אֱלֹהֶיךָ
בְּשִׂמְחָהbe-simḥahcon alegríacon alegría
וּבְטוּבu-veṭuvy con bondady con bondad
לֵבָבlevavde corazónde corazón לֵבָב
מֵרֹבmerova causa de la abundanciaa causa de la abundancia
כֹּלkolde todode todo,
28:48
וְעָבַדְתָּVe-‘avadtaY servirásY servirás
אֶת־אֹיְבֶיךָet-‘oyveikhaa tus enemigosa tus enemigos אֹיְבֶיךָ
אֲשֶׁרašerqueque
יְשַׁלְּחֶנּוּyəšalləḥennuenviaráenviará
יְהוָהAdonáiAdonáiAdonái
בָּךְbakhcontra ticontra ti,
בְּרָעָבbe-ra’avcon hambrecon hambre
וּבְצָמָאu-ve-tzamay con sedy con sed
וּבְעֵירֹםu-ve-‘eromy con desnudezy con desnudez
וּבְחֹסֶרu-ve-ḥosery con escasezy con escasez
כֹּלkolde todode todo;
וְנָתַןve-natany pondráy pondrá
עֹל‘olun yugoun yugo
בַּרְזֶלbarzelde hierrode hierro
עַל־צַוָּארֶךָ‘al-tzavvarerekhasobre tu cuellosobre tu cuello צַוָּארֶךָ tzavvarerekha
עַד‘adhastahasta
הִשְׁמִידוֹhišmidoque te destruyaque te destruya הִשְׁמִידוֹ.
28:49
יִשָּׂאYissaLevantaráLevantará
יְהוָהAdonáiAdonáiAdonái
עָלֶיךָ‘aleikhacontra ticontra ti
גּוֹיgoyuna naciónuna nación
מֵרָחוֹקme-raḥoqde lejosde lejos,
מִקְצֵהmiq-tzehdel findel fin
הָאָרֶץha’aretzde la tierrade la tierra הָאָרֶץ,
כַּאֲשֶׁרka’ašercomocomo
יִדְאֶהyid’ehvuelavuela
הַנֶּשֶׁרhannešerel águilael águila;
גּוֹיgoyuna naciónuna nación
אֲשֶׁרašercuyacuya
לֹא־תִשְׁמַעlo-tišmano entenderásno entenderás
לְשֹׁנוֹlešonosu lenguasu lengua לְשֹׁנוֹ.
28:50
גּוֹיGoyUna naciónUna nación
עַז‘azfierafiera
פָּנִיםpanimde rostrode rostro,
אֲשֶׁרašerqueque
לֹא־יִשָּׂאlo-yissano tendrá respetono tendrá respeto
פָּנִיםpanimpor el rostropor el rostro
זָקֵןzaqendel ancianodel anciano
וְנַעַרve-na’arni por el jovenni por el joven לְנַעַר.
לֹאlonono
יָחֹןyaḥontendrá piedadtendrá piedad.
28:51
וְאָכַלVe-‘akhalY comeráY comerá
פְּרִיperiel frutoel fruto
בְהֶמְתְּךָbe-hemtekhade tus animalesde tus animales בְהֶמְתְּךָ
וּפְרִיu-friy el frutoy el fruto
אַדְמָתְךָadmatekhade tu tierrade tu tierra אַדְמָתְךָ
עַד‘adhastahasta
הִשָּׁמְדָךְhiššamdekhdestruirtedestruirte;
אֲשֶׁרašerel cualel cual
לֹא־יַשְׁאִירlo-yaš’irno te dejaráno te dejará
לְךָlekhapara tipara ti
דָּגָןdagangranograno
תִּירוֹשׁtirošni vino nuevoni vino nuevo
וְיִצְהָרve-yitzharni aceite fresconi aceite fresco
מַאְסַרma’asarla décima partela décima parte
אֲלָפֶיךָalafeykhade tus vacasde tus vacas אֲלָפֶיךָ
וְעַשְׁתְּרֹתve-‘aštəroty las críasy las crías
צֹאנֶךָtzo’nekhade tus ovejasde tus ovejas צֹאנֶךָ
עַד‘adhastahasta
הַאֲבִידוֹha’avidodestruirtedestruirte.
28:52
וְהֵצִיקVe-hetziqY te sitiaráY te sitiará
לְךָlekhaa tia ti
בְּכָל־שְׁעָרֶיךָbe-khol-še’areykhaen todas tus ciudadesen todas tus ciudades שְׁעָרֶיךָ še’areykha,
עַד‘adhastahasta
רֶדֶתredetque caiganque caigan
חֹמֹתֶיךָḥomoteykhatus murostus muros חֹמֹתֶיךָ
הַגְּבֹהוֹתhaggevo hotaltasaltas
וְהַבְּצֻרוֹתve-habbətzuroty fortificadasy fortificadas,
אֲשֶׁרašeren las cualesen las cuales
אַתָּהattah
בֹּטֵחַboṭeaḥconfíasconfías,
בְּכָל־אַרְצֶךָbe-khol-artzekaen toda tu tierraen toda tu tierra אַרְצֶךָ artzeka;
וְהֵצִיקve-hetziqy te sitiaráy te sitiará
לְךָlekhaa tia ti
בְּכָל־שְׁעָרֶיךָbe-khol-še’areykhaen todas tus ciudadesen todas tus ciudades שְׁעָרֶיךָ še’areykha,
בְּכָל־אַרְצְךָbe-khol-artzekhaen toda tu tierraen toda tu tierra אַרְצְךָ artzekha,
אֲשֶׁרašerqueque
נָתַןnatante diote dio
יְהוָהAdonáiAdonáiAdonái
אֱלֹהֶיךָEloheykhatu Elohímtu Elohím אֱלֹהֶיךָ
לָךְlakha tia ti.
28:53
וְאָכַלְתָּVe-‘akhaltaY comerásY comerás
פְרִיperiel frutoel fruto
בִטְנְךָviṭnekhade tu vientrede tu vientre בִטְנְךָ viṭnekha,
בְּשַׂרbesarla carnela carne
בָּנֶיךָbaneykhade tus hijosde tus hijos
וּבְנֹתֶיךָu-venotekhay de tus hijasy de tus hijas,
אֲשֶׁרašerqueque
נָתַןnatante diote dio
יְהוָהAdonáiAdonáiAdonái
אֱלֹהֶיךָEloheykhatu Elohímtu Elohím אֱלֹהֶיךָ
לָךְlakha tia ti,
בְּמָצוֹרbe-matzoren el asedioen el asedio
וּבְמָצוֹקu-ve-matzoqy en la angustiay en la angustia
אֲשֶׁרašercon quecon que
יָצִיקyatziqte asediaráte asediará
לְךָlekhaa tia ti
אֹיְבֶךָoyvekhtu enemigotu enemigo אֹיְבֶךָ.
28:54
הָאִישׁHa’išEl hombreEl hombre
הָרַךְharakhtiernotierno
בְּךָbe-khaentre túentre tú
וְהֶעָנֹגve-he’anogy el muy delicadoy el muy delicado,
תֵּרַעteratendrá envidiatendrá envidia
עֵינוֹ‘eynosu ojosu ojo
בְּאָחִיוbe-‘aḥivde su hermanode su hermano,
וּבְאֵשֶׁתu-ve’ešety de la esposay de la esposa
חֵיקוֹḥeiqode su senode su seno,
וּבְיֶתֶרu-ve-yetery de lo que queday de lo que queda
בָּנָיוbanavde sus hijosde sus hijos
אֲשֶׁרašerqueque
יוֹתִירyotirle quedanle quedan.
28:55
מֵתֵתMetetDe noDe no
לְאַחַדle’aḥaddar a unodar a uno
מֵהֶםmehemde ellosde ellos
מִבְּשַׂרmibbesarde la carnede la carne
בָּנָיוbanavde sus hijosde sus hijos
אֲשֶׁרašerqueque
יֹאכֵלyokhelcomerácomerá,
מִבְּלִיmibbliporque noporque no
הִשְׁאִיר־לוֹhiš’ir-lole habrá quedadole habrá quedado
דָּבָרdavarnadanada
בְּמָצוֹרbe-matzoren el asedioen el asedio
וּבְמָצוֹקu-ve-matzoqy en la angustiay en la angustia
אֲשֶׁרašercon quecon que
יָצִיקyatziqte asediaráte asediará
לְךָlekhaa tia ti
אֹיְבְךָoyvekhatu enemigotu enemigo
בְּכָל־שְׁעָרֶיךָbe-khol-še’areykhaen todas tus ciudadesen todas tus ciudades שְׁעָרֶיךָ še’areykha.
28:56
הָרַכָּהHarakkahLa mujer tiernaLa mujer tierna
בְךָbe-khaentre túentre tú
וְהָעֲנֻגָּהve-ha’anuggahy la muy delicaday la muy delicada,
אֲשֶׁרašerqueque
לֹא־נִסְּתָהlo-nissətaque no se atrevióque no se atrevió
כַףkafla plantala planta
רַגְלָהּraglahde su piede su pie
הַצֵּגhatztega ponera poner
עַל־הָאָרֶץ‘al-ha’aretzsobre la tierrasobre la tierra אָרֶץ ‘aretz
מֵהִתְעַנֵּגmehit’anne gpor delicadezapor delicadeza
וּמֵהֶעָנֹגu-mehe’anogy por su extremaday por su extremada
תֵּרַעteratendrá envidiatendrá envidia
עֵינָהּ‘eynahsu ojosu ojo
בְּאִישׁbe-‘išdel esposodel esposo
חֵיקָהּḥeiqahde su senode su seno,
וּבִבְנָהּu-vivnahy de su hijoy de su hijo,
וּבְבִתָּהּu-vivittahy de su hijay de su hija.
28:57
וּבְשִׁלְיָתָהּU-vešilyatahY por su placentaY por su placenta
הַיֹּצֵאתhayyotzetque saleque sale
מִבֵּיןmibbeinde entrede entre
רַגְלֶיהָragleyhasus piernassus piernas,
וּבְבָנֶיהָu-vevaneyhay por sus hijosy por sus hijos
אֲשֶׁרašerqueque
תֵּלֵדteleddará a luzdará a luz;
כִּי־תֹאכְלֵםki-tokhlemporque los comeráporque los comerá
בְּחֹסֶרbe-ḥoseren la escasezen la escasez
כֹּלkolde todode todo
בַּסָּתֶרbassateren secretoen secreto,
בְּמָצוֹרbe-matzoren el asedioen el asedio
וּבְמָצוֹקu-ve-matzoqy en la angustiay en la angustia
אֲשֶׁרašercon quecon que
יָצִיקyatziqte asediaráte asediará
לְךָlekhaa tia ti
אֹיְבֶךָoyvekhatu enemigotu enemigo
בִּשְׁעָרֶיךָbiš’areykhaen tus ciudadesen tus ciudades שְׁעָרֶיךָ.
28:58
אִם־לֹאIm-loSi noSi no
תִשְׁמֹרtišmorguardasguardas
לַעֲשׂוֹתla’asotpara hacerpara hacer
אֶת־כָּל־דִּבְרֵיet-kol-divreytodas las palabrastodas las palabras דִּבְרֵי divrey
הַתּוֹרָהhattawrahde esta Torahde esta Torah תּוֹרָה torah
הַזֹּאתhazzotestaesta הַזֹּאת,
הַכְּתֻבִיםhakktuvimescritasescritas
בַּסֵּפֶרbasseferen este libroen este libro סֵּפֶר sefer
הַזֶּהhazzehesteeste הַזֶּה,
לְיִרְאָהleyir’ahpara temerpara temer
אֶת־הַשֵּׁםet-hašemel Nombreel Nombre
הַנִּכְבָּדhannikhbadgloriosoglorioso
וְהַנּוֹרָאve-hannoray temibley temible,
הַזֶּהhazzehesteeste
אֵתetesteeste,
יְהוָהAdonáiAdonáiAdonái
אֱלֹהֶיךָEloheykhatu Elohímtu Elohím אֱלֹהֶיךָ.
28:59
וְהִפְלָאVe-hiflaY hará maravillosasY hará maravillosas
יְהוָהAdonáiAdonáiAdonái
אֶת־מַכֹּתֶךָet-makkotekhatus plagastus plagas מַכֹּתֶךָ makkotekha
וְאֵתve’ety lasy las
מַכּוֹתmakkotplagasplagas
זַרְעֶךָzar’ekhade tu descendenciade tu descendencia זַרְעֶךָ,
מַכּוֹתmakkotplagasplagas
גְּדֹלוֹתgədolotgrandesgrandes
וְנֶאֱמָנוֹתve-ne’emanoty duraderasy duraderas,
וָחֳלָיִםvaḥolayimy enfermedadesy enfermedades
רָעִיםra’immalignasmalignas
וְנֶאֱמָנִיםve-ne’emanimy duraderasy duraderas.
28:60
וְהֵשִׁיבVe-hešivY volveráY volverá
בְּךָbe-khasobre tisobre ti
אֵתettodastodas
כָּל־מַדְוֵהkol-madvehlas enfermedadeslas enfermedades מַדְוֵה madveh
מִצְרַיִםmitzrayimde Mitzrayimde Mitzrayim מִצְרַיִם
אֲשֶׁרašerde las cualesde las cuales
יָגֹרְתָּyagorətatemistetemiste
מִפְּנֵיהֶםmippəneihemde ellasde ellas,
וְדָבְקוּve-davquy se te pegarány se te pegarán בְךָ bakh.
בְךָbe-khaa tia ti.
28:61
גַּםGamTambiénTambién
כָּל־חֳלִיkol-ḥolitoda enfermedadtoda enfermedad
וְכָל־מַכָּהve-khol-makkahy toda plagay toda plaga,
אֲשֶׁרašerqueque
לֹא־כָתוּבlo-khatuvno esté escritano esté escrita
בְּסֵפֶרbe-seferen el libroen el libro
הַתּוֹרָהhattawrahde esta Torahde esta Torah
הַזֹּאתhazzotestaesta הַזֹּאת,
יַעֲלֵםya’alemlas hará subirlas hará subir
יְהוָהAdonáiAdonáiAdonái
עָלֶיךָ‘aleikhasobre tisobre ti
עַד‘adhastahasta
הִשָּׁמְדָךְhiššamdekhdestruirtedestruirte.
28:62
וְנִשְׁאַרְתֶּםVe-niš’artemY quedaréisY quedaréis
מְתֵיmetheipocospocos
מִסְפָּרmisparen númeroen número,
תַּחַתtaḥaten lugar deen lugar de
אֲשֶׁרašerde serde ser
הֱיִיתֶםheyitemvosotrosvosotros
כְּכוֹכְבֵיke-khokhveicomo las estrellascomo las estrellas
הַשָּׁמַיִםhaššamayimdel cielodel cielo
לָרֹבlaroven multituden multitud;
כִּיkiporqueporque
לֹאlonono
שָׁמַעְתָּšama’taescuchasteisescuchasteis
בְּקוֹלbe-qolla vozla voz
יְהוָהAdonáiAdonáiAdonái
אֱלֹהֶיךָEloheykhavuestro Elohímvuestro Elohím אֱלֹהֶיךָ.
28:63
וְהָיָהVe-hayahY seráY será,
כַּאֲשֶׁרka’ašerasí comoasí como
שָׂשׂsasse alegróse alegró
יְהוָהAdonáiAdonáiAdonái
עֲלֵיכֶם‘aleykhemde vosotrosde vosotros
לְהֵיטִיבleheitivpara haceros bienpara haceros bien
אֶתְכֶםetkhema vosotrosa vosotros
וּלְהַרְבּוֹתu-leharboty para multiplicarosy para multiplicaros
אֶתְכֶםetkhema vosotrosa vosotros,
כֵּןkenasíasí
יָשִׂישׂyaśisse regocijaráse regocijará
יְהוָהAdonáiAdonáiAdonái
עֲלֵיכֶם‘aleykhemde vosotrosde vosotros
לְהַאֲבִידleha’avidpara destruirospara destruiros
אֶתְכֶםetkhema vosotrosa vosotros
וּלְהַשְׁמִידu-lehašmidy para exterminarosy para exterminaros
אֶתְכֶםetkhema vosotrosa vosotros;
וְנִסַּחְתֶּםve-nissaḥtemy seréis arrancadosy seréis arrancados
מֵעַלme’alde sobrede sobre
הָאֲדָמָהha’adamahla tierrala tierra
אֲשֶׁרašerqueque
אַתָּהattah
בָּא־שָׁמָּהba-šammahvas allívas allí
לְרִשְׁתָּהּlerištahpara poseerlapara poseerla לְרִשְׁתָּהּ.
28:64
וְהֵפִיצְךָVe-hefitzekhaY te dispersaráY te dispersará
יְהוָהAdonáiAdonáiAdonái
בְּכָל־הָעַמִּיםbe-khol-ha’ammimentre todos los pueblosentre todos los pueblos עַמִּים ‘ammim,
מִקְצֵהmiq-tzehde un extremode un extremo
הָאָרֶץha’aretzde la tierrade la tierra
וְעַד־קְצֵהve-‘ad-qetzay hasta el otro extremoy hasta el otro extremo
הָאָרֶץha’aretzde la tierrade la tierra הָאָרֶץ;
וְעָבַדְתָּve-‘avadtay servirásy servirás
שָׁםšamallíallí
אֱלֹהִיםElohima Elohíma Elohím
אֲחֵרִיםaḥerimotrosotros
אֲשֶׁרašerqueque
לֹא־יָדַעְתָּlo-yada’tano conocisteno conociste
אַתָּהattah
וַאֲבֹתֶיךָva’avotekhani tus padresni tus padres,
עֵץ‘etzmaderamadera
וָאָבֶןva’aveny piedray piedra וָאָבֶן.
28:65
וּבַגּוֹיִםU-vaggoyimY entre estas nacionesY entre estas naciones
הָהֵםhahemesasesas
לֹאlonono
תַרְגִּיעַtargiatendrás reposotendrás reposo,
וְלֹא־יִהְיֶהve-lo-yihyehy no habráy no habrá
מָנוֹחַmanoaḥlugar de descansolugar de descanso
לְכַףle-khafpara la plantapara la planta
רַגְלֶךָraglekhde tu piede tu pie;
וְנָתַןve-natany daráy dará
יְהוָהAdonáiAdonáiAdonái
לְךָlekhaa tia ti
שָׁםšamallíallí
לֵבlevun corazónun corazón
רַגָּזraggaztemblorosotembloroso,
וְכִלְיוֹןve-khilyony languidezy languidez
עֵינַיִם‘eynayimde ojosde ojos,
וְדַאֲבוֹןve-da’avony tristezay tristeza
נָפֶשׁnafšede almade alma נָפֶשׁ.
28:66
וְהָיוּVe-hayuY seránY serán
חַיֶּיךָḥayyekhatu vidatu vida
תְּלֻאִיםtelu’imen suspensoen suspenso
לְךָlekhapara tipara ti
מִנֶּגֶדminnegeddelante de tidelante de ti,
וּפָחַדְתָּu-faḥadtay temerásy temerás
לַיְלָהlaylahde nochede noche
וְיוֹמָםve-yomamy de díay de día,
וְלֹאve-loy noy no
תַאֲמִיןta’amincreeráscreerás
בְּחַיֶּיךָbe-ḥayyekhaen tu vidaen tu vida.
28:67
בַּבֹּקֶרBabboggerPor la mañanaPor la mañana
תֹּאמַרto’mardirásdirás:
מִי־יִתֵּןmi-yitten¡Quién diera¡Quién diera
עֶרֶב‘erevque fuera tarde!que fuera tarde!
וּבָעֶרֶבu-va’erevY por la tardeY por la tarde
תֹּאמַרto’mardirásdirás:
מִי־יִתֵּןmi-yitten¡Quién diera¡Quién diera
בֹּקֶרboggerque fuera mañana!que fuera mañana!
מִפַּחַדmippaḥadpor el temorpor el temor
לְבָבְךָlevavkhade tu corazónde tu corazón לְבָבְךָ
אֲשֶׁרašercon quecon que
תִּפְחָדtifḥadtemerástemerás,
וּמִמַּרְאֵהu-mimmar’ehy por la vistay por la vista
עֵינֶיךָ‘eyneykhade tus ojosde tus ojos עֵינֶיךָ
אֲשֶׁרašerqueque
תִּרְאֶינָהtir’eynahverásverás.
28:68
וְהֵשִׁיבְךָVe-hešivekhaY te hará volverY te hará volver
יְהוָהAdonáiAdonáiAdonái
מִצְרַיִםmitzrayima Mitzrayima Mitzrayim
בָּאֳנִיּוֹתba’oniyyoten navesen naves,
בַּדֶּרֶךְbadderkhpor el caminopor el camino
אֲשֶׁרašerqueque
אָמַרְתִּיamartite dijete dije:
לְךָlekhaa tia ti:
לֹא־תֹסִיףlo-tosifNo volverásNo volverás
עוֹד‘odmásmás
לִרְאֹתָהּlir’otaha verlaa verla;
וְנִמְכַּרְתֶּםve-nimkartemy seréis vendidosy seréis vendidos
שָׁםšamallíallí
לְאֹיְבֶיךָle’oyveikhaa vuestros enemigosa vuestros enemigos
לַעֲבָדִיםla’avadimcomo esclavoscomo esclavos
וְלִשְׁפָחוֹתve-lišfaḥoty como esclavasy como esclavas,
וְאֵיןve-‘einy no habráy no habrá
קֹנֶהqonehcompradorcomprador קֹנֶה.

2. Haftaráh

Pasaje: Yesha’yahu 60:1-22

Análisis: La Haftaráh de la Parashá Ki Tavó se encuentra en Yesha’yahu 60:1-22. Este pasaje de los Nevi’im se erige como un poderoso contraste y una promesa de redención frente a las severas advertencias y maldiciones de la Torah que hemos examinado en Deuteronomio 28. Mientras que la Aliyá 5 detalla la oscuridad que sobreviene a causa de la desobediencia, Yesha’yahu 60 pinta un cuadro vívido de la futura gloria de Tziyon (צִיּוֹן) y Yerushalayim (יְרוּשָׁלַיִם) cuando la luz de Adonái se levante sobre ella.

La Haftaráh comienza con “קוּמִי אוֹרִי כִּי בָא אוֹרֵךְ” (Qumi Ori ki va Orekh – Levántate, resplandece, porque ha llegado tu luz). Este llamado a Yerushalayim para que se levante y brille es una antítesis directa a la vergüenza, el oprobio y la oscuridad que las maldiciones de la desobediencia traen. El profeta describe un tiempo en que la “כָּבוֹד יְהוָה” (Kavod Adonái – gloria de Adonái) se manifestará sobre Tziyon, atrayendo a las naciones y a sus reyes para que caminen en su luz. Esto contrasta con la dispersión y el desprecio entre las naciones mencionados en Deuteronomio 28:64-65.

El Targum Yonatan a Yesha’yahu 60:1 interpreta este “Levántate, resplandece” no solo como un llamado físico, sino espiritual, para que la Shekhiná (שְׁכִינָה – Presencia Divina) se manifieste sobre Yerushalayim, y sus obras de justicia y piedad (מַעֲשִׂים טוֹבִים ma’asim tovim) la iluminen. Este Midrash refuerza la idea de que la redención y la gloria están ligadas a la obediencia y al retorno a HaShem, un eco de la condición fundamental de la Brit (בְּרִית – Pacto) en Deuteronomio.

El pasaje de Yesha’yahu 60 también habla del retorno de los exiliados, sus hijos e hijas “מֵרָחוֹק יָבֹאוּ” (me-raḥoq yavou – vendrán de lejos), y de la riqueza de las naciones que será traída a Yerushalayim. Esto es una inversión completa de la maldición de la dispersión, la servidumbre a naciones extranjeras y el despojo de los bienes, como se describe en Deuteronomio 28:32-33, 64-65. La promesa de que “לֹא־יִהְיֶה־לָּךְ עוֹד הַשֶּׁמֶשׁ לְאוֹר יוֹמָם” (lo-yihyeh-lakh ‘od haššemeš le’or yomam – No te servirá más el sol de luz de día), sino que Adonái mismo será tu “אוֹר עוֹלָם” (‘or ‘olam – luz eterna), subraya la transformación radical del destino de Israel.

La conexión con la Parashá Ki Tavó es que, a pesar de las severas advertencias de las consecuencias de la desobediencia, la Torah nunca deja al pueblo sin la esperanza de la teshuvá (תְּשׁוּבָה – arrepentimiento y retorno) y la redención. Yesha’yahu 60 es una visión profética de esa redención final, un tiempo en que las maldiciones serán revertidas y la nación de Israel, y a través de ella, las naciones del mundo, experimentarán la plenitud del Reino de Elohím. El Midrash Tehillim sobre el Salmo 147 conecta la promesa de Yesha’yahu con la era mesiánica, donde la “Yerushalayim de arriba” desciende, y toda la creación participa de la luz del Mashíaj. Así, la Haftaráh nos mueve del juicio a la esperanza, del castigo a la redención, un recordatorio de que la disciplina de Adonái siempre tiene un propósito restaurador.

3. Brit Hadasháh (Arameo)

Pasaje: Gálatas 3:10-14 (en arameo original, este pasaje provendría de textos como las cartas de Pablo, escritas en griego koiné, pero con una fuerte influencia del pensamiento hebreo y probablemente traduciéndose al arameo para las comunidades de la época). Para este estudio, citaremos la traducción al español, manteniendo la perspectiva de su raíz semítica.

Texto (Español):

“Porque todos los que son de las obras de la Torah están bajo maldición; pues escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la Torah, para hacerlas. Y que por la Torah ninguno se justifica para con Elohím, es evidente, porque: El justo por la fe vivirá. Y la Torah no es de fe, sino que dice: El que hiciere estas cosas, vivirá por ellas. Mashíaj nos redimió de la maldición de la Torah, haciéndose maldición por nosotros (pues escrito está: Maldito todo el que es colgado en un madero), para que en Avraham la bendición de Elohím alcanzase a los gentiles en Yeshúa HaMashíaj; a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Ruaj HaKodesh.”

Análisis: Este pasaje de la Brit Hadasháh, atribuido a Sha’ul (Pablo), ofrece una conexión vital y una profunda reinterpretación de las maldiciones de la desobediencia presentadas en Deuteronomio 28. Sha’ul, en su carta a los Gálatas, cita Deuteronomio 27:26, “אָרוּר מִמַּפְנֶה אֶת־דִּבְרֵי הַתּוֹרָה הַזֹּאת לַעֲשׂוֹת אֹתָם” (Arur mimafneh et-divrey ha-Torah hazzot la’asot otam – Maldito el que no confirmare las palabras de esta Torah para hacerlas), para establecer que la obediencia perfecta a toda la Torah es el único camino para escapar de la maldición a través de las obras. Las maldiciones de Deuteronomio 28 son el resultado inevitable de no cumplir con cada detalle del pacto.

El dilema que Sha’ul plantea es que ningún ser humano puede cumplir perfectamente toda la Torah. Por lo tanto, todos están bajo la “מְאֵרָה” (me’erah – maldición) de la Torah. Este concepto se desarrolla extensamente en textos apócrifos y pseudepigráficos como los Manuscritos del Mar Muerto (Qumrán), donde la comunidad esenios, por ejemplo, vivía bajo una estricta adhesión a la Torah, reconociendo la dificultad y las consecuencias de la desobediencia. El “Manual de Disciplina” (1QS) describe un estricto régimen para evitar las maldiciones, al tiempo que reconoce la imperfección humana y la necesidad de la misericordia divina.

Aquí es donde entra Yeshúa HaMashíaj. Sha’ul declara que “Mashíaj nos redimió de la maldición de la Torah, haciéndose maldición por nosotros.” Esta afirmación es radical y central para el entendimiento del Reino de los Cielos. Yeshúa, siendo perfecto y sin pecado, tomó sobre Sí mismo la maldición de la desobediencia humana, al ser colgado en un madero, una referencia directa a Deuteronomio 21:23, “כִּי קִלְלַת אֱלֹהִים תָּלוּי” (ki qilelat Elohím taluy – porque maldito de Elohím es el colgado). La obra de Yeshúa HaMashíaj no anula la Torah, sino que satisface sus demandas de justicia y redime a aquellos que por fe no podían cumplirlas.

La redención de la maldición de la Torah por medio de Yeshúa abre el camino para que “la bendición de Elohím alcanzase a los gentiles en Yeshúa HaMashíaj,” y para que tanto Yehudim (יְהוּדִים – judíos) como Goyim (גּוֹיִם – gentiles) “recibiésemos la promesa del Ruaj HaKodesh (רוּחַ הַקֹּדֶשׁ – Espíritu Santo) por la fe.” Esta es la esencia del Brit Hadasháh: un nuevo pacto que no se basa en la obediencia perfecta a las obras para escapar de la maldición, sino en la fe en la obra redentora de Yeshúa HaMashíaj, que nos justifica y nos introduce en el Reino de los Cielos a través del poder del Ruaj HaKodesh.

El “Testamento de Leví” (parte de los Testamentos de los Doce Patriarcas, un texto pseudepigráfico) también habla de la futura venida de un sacerdote/mesías que “hará justicia sobre el juicio de los pecados de los impíos” y que la ley será cumplida por él. Este tipo de textos mostraban una anticipación dentro del judaísmo del Segundo Templo de que la humanidad no podía cumplir la ley y que un ungido divino sería necesario para la restauración. Así, las terribles advertencias de Deuteronomio 28 subrayan la desesperada necesidad de la redención mesiánica, que Yeshúa HaMashíaj vino a proveer. En el Reino de los Cielos, el creyente ya no está bajo la condenación de la maldición por su propia incapacidad, sino bajo la gracia y la bendición del pacto sellado en la sangre de Mashíaj.

4. Contexto Histórico

El pasaje de Deuteronomio 28:15-68 se sitúa en un momento crucial de la historia del pueblo de Israel. Moshéh (מֹשֶׁה) está al borde de su muerte, y la nación está a punto de entrar a la Tierra Prometida, la tierra de Canaán. Estos discursos son parte de la “Mishneh Torah” (מִשְׁנֶה תּוֹרָה), la “segunda ley” o “repetición de la ley,” un recuento y una expansión de los mandamientos dados en el Monte Sinaí.

El contexto inmediato es el establecimiento del pacto entre Adonái y Su pueblo, Israel. Moshéh está recapitulando y explicando las implicaciones del cumplimiento y del incumplimiento de este pacto. Las bendiciones (Deuteronomio 28:1-14) y las maldiciones (Deuteronomio 28:15-68) son presentadas como las consecuencias directas e ineludibles de su obediencia o desobediencia a la Torah.

Culturalmente, el concepto de bendición y maldición era central en las antiguas culturas del Cercano Oriente. Numerosos tratados y pactos de la época (como los tratados hititas o asirios) incluían secciones detalladas de bendiciones y maldiciones para asegurar la lealtad y la obediencia de los vasallos. En este sentido, la Brit (בְּרִית – Pacto) entre Adonái y Israel sigue un patrón conocido, pero con una diferencia fundamental: Adonái es el único Soberano, y Sus leyes son justas y para el bien del pueblo, no para Su propio beneficio. Las maldiciones no son un capricho divino, sino una advertencia pedagógica y una consecuencia natural de apartarse de la fuente de vida.

Los “personajes” principales en este contexto son el propio Moshéh, como mediador del pacto, y todo el pueblo de Israel, la generación que entraría a la tierra bajo el liderazgo de Yehoshúa (יְהוֹשֻׁעַ). Moshéh, habiendo experimentado la desobediencia y sus consecuencias en el desierto (como la rebelión de Qoraḥ o el incidente del becerro de oro), enfatiza la seriedad de estas advertencias.

Los “eventos” de la época son el fin de la travesía por el desierto, la inminente conquista de Canaán y el establecimiento de Israel como una nación teocrática en su propia tierra. Las maldiciones, por lo tanto, no son meras amenazas, sino predicciones de lo que le ocurriría a Israel si no mantenía su fidelidad. La arqueología ha revelado la existencia de ciudades cananeas con prácticas idolátricas y cultos a deidades como Ba’al y Ashera, los mismos dioses a los que Israel sería tentado a servir, como se predice en Deuteronomio 28:36, 64. La historia posterior de Israel, con sus ciclos de obediencia, desobediencia, juicio (a través de imperios como Asiria y Bavel), exilio y retorno, es un testimonio dramático del cumplimiento de estas profecías.

Este pasaje es fundamental para comprender la relación de pacto y las expectativas de Adonái para Su pueblo escogido. No es solo una lista de castigos, sino una revelación del carácter justo y santo de Elohím, quien no puede tolerar la desobediencia y la idolatría que traerían destrucción al pueblo y deshonra a Su Nombre.

5. Comentarios Proféticos

El pasaje de Deuteronomio 28:15-68, con sus sombrías advertencias de las maldiciones de la desobediencia, es profundamente profético y sigue siendo relevante para la época actual, especialmente en el contexto del Reino de Yeshúa HaMashíaj.

En primer lugar, estas maldiciones no son meras amenazas del pasado; son patrones divinos de causa y efecto. La desobediencia a los mandamientos de Adonái conduce inevitablemente a la fragmentación social, la enfermedad, la opresión y la pérdida de la tierra y la identidad. Vemos estos patrones repetirse en la historia de Israel (la destrucción de los Templos, los exilios) y, en un sentido más amplio, en la historia de la humanidad. La desobediencia a los principios del Reino de los Cielos, que Yeshúa HaMashíaj vino a establecer y personificar, trae consecuencias devastadoras.

La profecía de la dispersión de Israel entre las naciones (Deuteronomio 28:64) se cumplió dramáticamente a lo largo de los siglos, culminando en la diáspora tras la destrucción del Segundo Templo en el año 70 EC. Sin embargo, la promesa de la Haftaráh de Yesha’yahu 60, junto con profecías de Yeḥezqel (como Yeḥezqel 36-37), apunta a una futura reunión y restauración. El establecimiento del Estado moderno de Israel es un cumplimiento parcial de estas profecías, aunque la plenitud de la redención aún espera la venida de Maran Yeshúa y el establecimiento completo de Su Reino en la tierra.

Las maldiciones de la desobediencia nos recuerdan la necesidad de un redentor. Los profetas posteriores, como Yirmeyahu (יִרְמְיָהוּ) y Yeḥezqel (יְחֶזְקֵאל), lamentaron la desobediencia del pueblo y predijeron los juicios que se avecinaban, pero también hablaron de un “Brit Hadasháh” (בְּרִית חֲדָשָׁה – Nuevo Pacto) donde la Torah sería escrita en los corazones (Yirmeyahu 31:31-34). Este es precisamente el pacto que Yeshúa HaMashíaj estableció, un pacto basado no en la observancia externa para evitar maldiciones, sino en una relación interna con Elohím a través del Ruaj HaKodesh, que capacita para la obediencia desde el amor.

Para los seguidores de Yeshúa HaMashíaj, estas maldiciones sirven como una advertencia. Aunque Mashíaj nos ha redimido de la maldición de la Torah (Gálatas 3:13), la desobediencia al Ruaj HaKodesh y a los principios del Reino de los Cielos aún acarrea consecuencias en nuestras vidas y en la comunidad. Las maldiciones en Deuteronomio 28 describen la degradación humana, el miedo, la locura, la pérdida de la alegría y la opresión por el enemigo. Estas son realidades que el Reino de Yeshúa HaMashíaj busca revertir a través de la obediencia a Su Torah, que es la Torah del amor y la justicia.

La promesa profética es que, en los “aḥarit ha-yamim” (אַחֲרִית הַיָּמִים – el fin de los días), Yeshúa HaMashíaj regresará a Yerushalayim, y Él mismo establecerá Su Reino. Entonces, las naciones ya no serán un instrumento de maldición para Israel, sino que vendrán a Har Tziyon (הַר צִיּוֹן – Monte Sion) para aprender de Su Torah (Yesha’yahu 2:2-4). Las maldiciones serán finalmente y completamente revertidas, y la plenitud de las bendiciones de Adonái se manifestará en un mundo restaurado bajo el gobierno justo de Maran Yeshúa. Este pasaje, por lo tanto, no solo nos recuerda la gravedad de la desobediencia, sino que también subraya la magnitud de la redención ofrecida por Mashíaj y la gloria del Reino venidero.

6. Análisis Profundo

El pasaje de Deuteronomio 28:15-68 es un texto teológicamente denso, que merece un análisis profundo de sus palabras clave y conceptos.

La palabra central es “קְלָלָה” (qelalah – maldición), que aparece repetidamente. Una maldición, en el contexto bíblico, no es simplemente un deseo de mal, sino una pronunciación autoritativa de consecuencias negativas que se activan por la desobediencia al pacto. Se entiende como la retirada de la bendición divina, lo que lleva a la esterilidad, la enfermedad, la derrota y la desintegración social. El Midrash Sifré Devarim (דְּבָרִים) sobre este pasaje enfatiza que estas maldiciones son “meidav davar” (מֵידַע דָּבָר – una clara palabra), una advertencia explícita de HaShem para que Su pueblo entienda la gravedad de apartarse de Sus caminos.

Las maldiciones son categorizadas:

* Maldiciones personales y físicas (28:16-29): Abarcan la vida diaria (“בָּעִיר ba’ir – en la ciudad” y “בַּשָּׂדֶה ba-ssadeh – en el campo”), la subsistencia (“בַּנְּטֶנֶךָ ba-nneṭeneka – tu canasta”, “וּמִשְׁאַרְתֶּךָ u-miš’artekha – tu artesa”), la descendencia y los bienes. Se mencionan plagas como “הַדָּבֶר haddaver – la pestilencia” (28:21), “שַּׁחֶפֶת šaḥefet – tisis”, “קַדַּחַת qaddahat – fiebre” (28:22), y “שִׁגָּעוֹן šigga’on – locura”, “עִוָּרוֹן ‘ivvaron – ceguera” (28:28-29). Estas son contraposiciones directas a la salud, la prosperidad y la claridad de mente que la bendición trae. El Targum Onqelos a 28:22 expande la descripción de estas enfermedades, destacando su naturaleza debilitante y persistente.

* Maldiciones agrícolas y económicas (28:30-44): Incluyen la pérdida de la esposa, la casa, la viña, el ganado y los hijos (28:30-32). Las cosechas serán devoradas por la langosta (“הָאַרְבֶּה ha’arbeh” 28:38) y el gusano (“הַתּוֹלָעַת hattola’at” 28:39). El extranjero se elevará, mientras Israel desciende (“הַגֵּר יַעֲלֶה הַגֵּר … וְאַתָּה תֵּרֵד” hagger ya’aleh… ve-attah tered – el extranjero subirá… y tú descenderás, 28:43-44). Estos juicios impactan el núcleo de la vida en una sociedad agraria y patriarcal, despojando al individuo de su honor, sustento y legado.

* Maldiciones nacionales y de exilio (28:36-37, 45-68): La más grave es la deportación y el exilio (“יוֹלֵךְ יְהוָה אֹתְךָ אֶל־גּוֹי” yolekh Adonái otkha el-goy – Adonái te llevará a una nación, 28:36). Serán motivo de “לְשַׁמָּה lešammah – asombro”, “לְמָשָׁל lemašal – proverbio” y “לִשְׁנִינָה lišnina – escarnio” (28:37). La profecía de una nación que vendría de lejos “כַּאֲשֶׁר יִדְאֶה הַנֶּשֶׁר hannešer – como vuela el águila” (28:49) y de “עַז פָּנִים ‘az panim – rostro fiero” (28:50) se interpreta comúnmente como una referencia a los Asirios, Babilonios, y más tarde a los Romanos, quienes destruyeron Yerushalayim y el Templo. La culminación de estas maldiciones es el canibalismo en tiempos de asedio extremo (28:53-57), una horrenda descripción que, lamentablemente, se cumplió durante los asedios de Yerushalayim. El Targum Pseudo-Yonatan en 28:53, detalla el horror de tal hambruna, ilustrando el grado de depravación que la apostasía podría llevar. Finalmente, la profecía del retorno a Mitzrayim (מִצְרַיִם – Egipto) en naves para ser vendidos como esclavos (28:68) representa la reversión completa de la liberación del Éxodo, una humillación máxima.

La frase “כִּי לֹא שָׁמַעְתָּ בְּקוֹל יְהוָה אֱלֹהֶיךָ” (ki lo šama’ta be-qol Adonái Eloheykha – porque no escuchaste la voz de Adonái tu Elohím, 28:62) resume la raíz de todas las maldiciones: la falta de obediencia. Pero no es solo escuchar, sino “לִשְׁמֹר לַעֲשׂוֹת” (lišmor la’asot – guardar para hacer), es decir, observar y actuar.

El Midrash Rabá Devarim sobre este pasaje destaca que incluso las “plagas” o “מַכּוֹת” (makkot) son maravillosas, “וְהִפְלָא יְהוָה אֶת־מַכֹּתֶךָ” (ve-hifla Adonái et-makkotekha – y hará maravillosas Adonái tus plagas, 28:59), en el sentido de su naturaleza extraordinaria y su cumplimiento ineludible como una demostración del poder y la justicia de Adonái, ya sea para bendecir o para juzgar.

Este texto no solo advierte sobre las consecuencias de la desobediencia, sino que también glorifica la Torah como el camino a la vida y la bendición. Al entender estas maldiciones, los discípulos de Yeshúa HaMashíaj comprenden la magnitud de la obra de Mashíaj al redimirnos de esta carga y la seriedad con la que debemos vivir en obediencia a la Torah del Reino, que es la Torah que Yeshúa encarnó y enseñó.

7. Tema Relevante

Un tema central y profundamente relevante de esta Aliyá es La Absoluta Consecuencia de la Desobediencia al Pacto.

Este pasaje es la culminación de un discurso fundamental que Moshéh entrega al pueblo de Israel antes de su entrada a la Tierra Prometida. No es una lista arbitraria de castigos, sino una detallada descripción de las consecuencias naturales y divinas que resultan de romper el Brit (בְּרִית – Pacto) establecido con Adonái. La Torah establece claramente que la obediencia trae bendición y vida, mientras que la desobediencia trae maldición y muerte.

La desobediencia al pacto no es meramente un error o una falla menor; es un acto de rebelión contra el Soberano del universo, quien ha provisto leyes para el bienestar y la prosperidad de Su pueblo. Las maldiciones detalladas en Deuteronomio 28:15-68 son una advertencia solemne de lo que significa vivir fuera de la voluntad de Elohím. Afectan todos los aspectos de la vida:

* Individual: Enfermedades, locura, angustia existencial.

* Familiar: Pérdida de hijos, deshonra, canibalismo en el extremo.

* Comunitaria: Opresión, derrota militar, vergüenza pública.

* Nacional: Exilio, dispersión, subyugación por naciones extranjeras.

* Económica y Agrícola: Esterilidad de la tierra, plagas, pobreza.

El concepto de “desobediencia” aquí va más allá de un acto ocasional; implica un patrón de vida que se aleja de la “קְלָלָה” (qelalah) – el camino de la vida establecido por la Torah. La insistencia en que el pueblo será “מְשֻׁגָּע” (mešugga – enloquecido) por el terror (28:34, 67) revela la profundidad de la angustia y el trastorno mental que resultará de vivir sin la guía y la protección de Adonái. Este es un estado de ser totalmente opuesto a la “שָׁלוֹם” (shalom – paz, bienestar integral) que Elohím desea para Su pueblo.

Para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos, este tema es de vital importancia. Yeshúa HaMashíaj vino no para abolir la Torah o los Nevi’im, sino para “לְמַלְאוֹת” (le-mal’ot – cumplir, completar, llenar) (Mateo 5:17). Él elevó la obediencia a un nivel aún más profundo, al corazón. La obediencia en el Reino de los Cielos no es una carga legalista, sino una expresión de amor por Elohím y por el prójimo (Mateo 22:37-40).

Aunque Yeshúa nos ha redimido de la maldición del incumplimiento legalista (Gálatas 3:13), la desobediencia voluntaria a los principios del Reino sigue teniendo consecuencias. No nos devuelve bajo la maldición de la Torah, sino que nos priva de las bendiciones del Reino y puede acarrear la disciplina de HaShem. La vida en el Reino de Yeshúa HaMashíaj se caracteriza por vivir en la “צְדָקָה” (tzedaqah – justicia), el “מִשְׁפָּט” (mišpaṭ – juicio justo) y la “חֶסֶד” (ḥesed – misericordia) de Elohím. Desobedecer estos principios trae discordia, enfermedad espiritual y una falta de la plenitud de vida que Mashíaj ofrece.

Esta Aliyá nos enseña la seriedad de nuestras elecciones. Nos insta a escuchar atentamente la voz de Adonái y a obedecer Sus mandamientos, no por temor a la maldición, sino por el amor a Aquel que nos ha redimido de ella. Es un recordatorio de que la senda de la vida en el Reino de los Cielos es la senda de la obediencia gozosa y la fidelidad a Yeshúa HaMashíaj.

8. Descubriendo a Mashíaj

El pasaje de Deuteronomio 28:15-68, a primera vista, parece un catálogo de horrores que poco tiene que ver con la redención gozosa que ofrece Yeshúa HaMashíaj. Sin embargo, su misma severidad y el carácter implacable de las maldiciones apuntan directamente a la necesidad y la obra de Mashíaj de varias maneras cruciales:

1. La necesidad de un Redentor de la Maldición: Este pasaje establece sin lugar a dudas que la humanidad, y en particular Israel, es incapaz de mantener una obediencia perfecta a la Torah. La lista exhaustiva de maldiciones subraya la condición de estar “bajo maldición” (Gálatas 3:10) por el incumplimiento de la totalidad de la Torah. Yeshúa HaMashíaj es revelado como el único que pudo y vino a “redimirnos de la maldición de la Torah, haciéndose maldición por nosotros” (Gálatas 3:13), al ser colgado en un madero. Él tomó sobre Sí mismo el peso de la desobediencia de Israel y de la humanidad, cumpliendo la profecía de Deuteronomio 21:23. Su sacrificio vicario es la única forma de escapar de las consecuencias últimas de estas maldiciones.

2. La Revelación del Pecado y la Gracia: Las maldiciones magnifican la gravedad del pecado y la santidad de Elohím. Muestran que la transgresión no es trivial, sino que tiene consecuencias devastadoras. Al mismo tiempo, al revelar la profundidad de la depravación humana y la incapacidad de la auto-justificación, abren la puerta para la gracia y la misericordia que solo Yeshúa HaMashíaj puede ofrecer. Él no vino a condenar, sino a salvar a los que estaban ya bajo la condenación de la Torah (Juan 3:17).

3. El Cumplimiento de las Profecías de Sufrimiento y Restauración: Algunas de las maldiciones, como la dispersión entre las naciones (28:64) y la subyugación por poderes extranjeros, se cumplieron históricamente. Sin embargo, en el plan de Elohím, estas maldiciones no son el fin. Profetas como Yesha’yahu (Yesha’yahu 53) predijeron un siervo sufriente que llevaría las enfermedades y las transgresiones del pueblo. Yeshúa HaMashíaj es ese Siervo. Además, la obra de Mashíaj implica la restauración final de Israel y el establecimiento de un Reino de los Cielos donde las maldiciones son revertidas. Textos pseudepigráficos como el “Libro de Enoc” o “Jubileos” también aluden a un futuro tiempo de juicio y, posteriormente, de redención a través de un Mesías, que restauraría el orden divino y establecería una nueva era de justicia.

4. La Naturaleza del Reino de los Cielos: El pasaje de Deuteronomio 28 subraya que el Reino de los Cielos, proclamado por Yeshúa HaMashíaj, es un reino de bendición, vida y obediencia desde el corazón. Las maldiciones son el reverso de las bendiciones del Reino. En el Reino de Mashíaj, las enfermedades son sanadas, la locura es reemplazada por la cordura, la opresión por la libertad, y la esterilidad por la abundancia. Yeshúa enseña un camino de vida que, cuando se sigue, conduce a la plenitud de las bendiciones de Elohím, anulando el poder de las maldiciones.

5. La Esperanza de la Aliyá Espiritual y Física: Las maldiciones de la dispersión de Israel (28:64-68) crean la necesidad de un “Aliyá” (עֲלִיָּה – ascensión, retorno), no solo físico a la Tierra de Israel, sino espiritual a Adonái. Yeshúa HaMashíaj es el que reúne a los dispersos (Mateo 23:37), trayéndolos de vuelta a una relación con Elohím y, en última instancia, a la restauración de Su pueblo y de la creación. La promesa del “Nuevo Pacto” a través de Yeshúa (Yirmeyahu 31:31-34) es la respuesta a la incapacidad del antiguo pacto de liberar al hombre de las maldiciones de la desobediencia.

En resumen, las maldiciones de Deuteronomio 28, por su cruda descripción de las consecuencias del pecado y la desobediencia, preparan el escenario y magnifican la gloria de la obra redentora de Yeshúa HaMashíaj. Nos muestran la oscuridad de la cual Él nos ha rescatado, y la luz del Reino de los Cielos al cual nos ha introducido por Su vida, muerte y resurrección. Textos como el “Testamento de Benjamín” (parte de los Testamentos de los Doce Patriarcas) hablan de que el Mesías “desatará la esclavitud de la iniquidad” y “destruirá a Beliar” (el maligno), lo cual resuena con la idea de Yeshúa rompiendo el poder de la maldición y trayendo libertad.

9. Midrashim y Targumim

El pasaje de Deuteronomio 28:15-68 ha sido objeto de extensas interpretaciones en los Midrashim y Targumim, que buscan elucidar su significado, atenuar su severidad o conectar sus advertencias con la historia de Israel.

1. Targum Onqelos (תרגום אונקלוס): Este Targum, una traducción aramea temprana de la Torah, mantiene una traducción bastante literal de Deuteronomio 28. Sin embargo, en algunos lugares, suaviza la crudeza de ciertas expresiones o las explica para el oyente arameo. Por ejemplo, en 28:22, donde la Torah lista varias enfermedades, Onqelos simplemente traduce los nombres de las enfermedades al arameo, pero a menudo añade la idea de que estas enfermedades son enviadas “מִן קֳדָם יְהוָה” (min qodam Adonái – de parte de Adonái), enfatizando la fuente divina del juicio.

* Ejemplo: En 28:36, “יְהוָה אֶל־גּוֹי אֲשֶׁר לֹא־יָדַעְתָּ” (Adonái a una nación que no conociste), Onqelos traduce “יוֹבִל יְיָ יָתָךְ וְיָת מַלְכָּךְ דִי תְקִים עֲלָךְ לְעַמִּין דְּלָא יְדַעְתְּ” (Yovil Adonái yatakh ve-yat malkakh di teqim ‘alakh le’ammin dela yeda’t – Llevará Adonái a ti y a tu rey que pondrás sobre ti, a pueblos que no conociste), manteniendo la fuerza del exilio.

2. Targum Yonatan (תרגום יונתן): Este Targum es más expansivo y midráshico, a menudo añadiendo material explicativo y narrativo.

* Ejemplo: Para 28:15, “וְהָיָה אִם־לֹא תִשְׁמַע” (Ve-hayah im-lo tišma – Y será si no escuchas), Yonatan podría extender la explicación de lo que implica “no escuchar,” conectándolo con la idolatría o el abandono del estudio de la Torah. Para 28:68, el Targum Yonatan elabora sobre el retorno a Mitzrayim, describiendo el horror y la humillación de ser vendidos en el mercado de esclavos, resaltando la completa inversión de la redención del Éxodo. Se dice que el viaje sería tan penoso que los barcos se hundirían y no habría “קֹנֶה” (qoneh – comprador) para los que sobrevivieran, amplificando la desesperación.

* Ejemplo de 28:49-50: El Targum Yonatan identifica a la nación que viene de lejos y tiene “rostro fiero” con el imperio Romano, una interpretación que se hizo muy significativa después de la destrucción del Segundo Templo, atribuyéndoles la crueldad descrita. La mención del águila (“הַנֶּשֶׁר hannešer”) fue vista por algunos como una alusión a los estandartes legionarios romanos.

3. Midrash Sifré Devarim (ספרי דברים): Este Midrash halájico (referente a la ley) y agádico (narrativo/homilético) comenta verso por verso el libro de Deuteronomio. En relación con 28:15-68, Sifré a menudo subraya la justicia de Elohím y el principio de “middah keneged middah” (מִדָּה כְּנֶגֶד מִדָּה – medida por medida), donde el castigo se ajusta al pecado.

* Ejemplo: Sobre 28:47, “תַּחַת אֲשֶׁר לֹא־עָבַדְתָּ אֶת־יְהוָה אֱלֹהֶיךָ בְּשִׂמְחָה וּבְטוּב לֵבָב” (Taḥat ašer lo-‘avadta et-Adonái Eloheykha be-simḥah u-ve-ṭuv levav – Porque no serviste a Adonái tu Elohím con alegría y con buen corazón), Sifré comenta que la alegría en la obediencia es tan crucial como la obediencia misma. La falta de alegría en el servicio a HaShem es vista como una de las raíces profundas de la desobediencia que atrae estas maldiciones. No se trata solo de hacer los mandamientos, sino de hacerlos con la actitud correcta, reconociendo el privilegio de servir al Soberano del universo.

4. Midrash Tanhuma (מדרש תנחומא): Este Midrash homilético a menudo utiliza las maldiciones como punto de partida para exhortaciones morales y teológicas. A menudo enfatiza que las maldiciones son para el arrepentimiento y no para la aniquilación final.

* Ejemplo: Tanhuma, sobre la sección de las maldiciones, a menudo compara la disciplina de Elohím a la de un padre que corrige a su hijo. Las maldiciones, por terribles que sean, tienen el propósito de traer a Israel de vuelta a la teshuvá (תְּשׁוּבָה – arrepentimiento y retorno), para que puedan heredar las bendiciones prometidas. La intención última de Adonái no es la destrucción, sino la restauración.

Estas interpretaciones midráshicas y targúmicas ofrecen una visión matizada de las maldiciones. Mientras que la Torah presenta las consecuencias de la desobediencia con una franqueza impactante, los rabinos y los sabios buscan explicar el porqué, el cómo y el propósito redentor detrás del juicio de HaShem. Para los seguidores de Yeshúa HaMashíaj, esto resalta cómo la redención en Mashíaj cumple el propósito de la Torah: no anularla, sino llevar a un cumplimiento de la justicia divina y una restauración del pacto a través de la gracia y la obediencia desde el corazón.

10. Mandamientos

De este pasaje tan severo de Aliyá 5, aunque predominantemente enfocado en las consecuencias negativas, podemos extraer varios principios de vida y mandamientos aplicables para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos:

1. Obediencia Consciente y Gozosa: Aunque el pasaje describe las maldiciones de la desobediencia, el verso 28:47 revela la raíz del problema: “Porque no serviste a Adonái tu Elohím con alegría y con buen corazón, a causa de la abundancia de todo.” El mandamiento implícito es servir a Elohím con alegría (בְּשִׂמְחָה be-simḥah) y de corazón dispuesto (בְּטוּב לֵבָב be-ṭuv levav). Para los discípulos de Mashíaj, esto significa que nuestra obediencia a la Torah de Yeshúa no debe ser por obligación o temor, sino una expresión de amor, gratitud y alegría por nuestra redención y por la provisión del Ruaj HaKodesh que nos capacita para andar en Sus caminos (Romanos 14:17).

2. Temor Reverente a HaShem: El verso 28:58 enfatiza la importancia de “לְיִרְאָה אֶת־הַשֵּׁם הַנִּכְבָּד וְהַנּוֹרָא הַזֶּה אֵת יְהוָה אֱלֹהֶיךָ” (leyir’ah et-hašem hannikhbad ve-hannora hazzeh et Adonái Eloheykha – para temer el Nombre glorioso y temible, este Adonái tu Elohím). El temor de Adonái no es un pavor paralizante, sino una profunda reverencia y respeto por Su santidad, justicia y poder. Para los discípulos de Mashíaj, este temor lleva a un estilo de vida de humildad, confianza y reverencia ante la majestad del Padre y de Su Hijo, Maran Yeshúa. Nos previene de la presunción y nos mantiene dependientes de Su gracia.

3. Fidelidad al Pacto de Yeshúa HaMashíaj: Las maldiciones son la consecuencia de la ruptura del pacto. En el Reino de los Cielos, somos participantes de la Brit Hadasháh (בְּרִית חֲדָשָׁה) establecida por Yeshúa HaMashíaj. El principio es la fidelidad a este nuevo pacto, que se vive a través de la fe en Mashíaj y la obediencia al Ruaj HaKodesh. Esto implica una vida de arrepentimiento continuo (תְּשׁוּבָה teshuvá), de honrar a Elohím con nuestros bienes y nuestra vida, y de buscar el Reino de Elohím y Su justicia por encima de todo (Mateo 6:33).

4. Valorar la Sabiduría y la Enseñanza de la Torah: Las maldiciones vienen por “no escuchar las palabras de esta Torah” (28:15, 58). Esto nos manda a escuchar, estudiar y meditar en la Torah de Adonái. Aunque no estamos bajo la maldición de la Torah como un sistema legal para salvación, la Torah sigue siendo la instrucción divina para la vida justa. Yeshúa HaMashíaj afirmó la validez de la Torah y los Nevi’im, y la Brit Hadasháh está cimentada en estos principios. Para los discípulos, esto significa un compromiso con la enseñanza de Yeshúa y los Apóstoles, que son la revelación del camino de Elohím para vivir en Su Reino.

5. Perseverancia y Esperanza en la Restauración: Las maldiciones de Deuteronomio 28 también sirven para magnificar la grandeza de la redención y la restauración prometida en Yeshúa HaMashíaj. Incluso en medio de las consecuencias de la desobediencia, la esperanza de teshuvá y de la venida del Reino de Yeshúa HaMashíaj para revertir todas las maldiciones es fundamental. Esto nos impulsa a perseverar en la fe, sabiendo que Yeshúa ya ha conquistado la maldición y que Él regresará para establecer plenamente Su Reino, donde no habrá más maldición (Apocalipsis 22:3).

En esencia, este pasaje nos llama a la obediencia radical y alegre a Elohím, motivada por el amor y la fe en la obra de Yeshúa HaMashíaj, para vivir plenamente en las bendiciones de Su Reino.

11. Preguntas de Reflexión

1. El pasaje enfatiza la consecuencia de “no escuchar” (לֹא תִשְׁמַע lo tišma) la voz de Adonái. En la vida de un discípulo de Yeshúa HaMashíaj en el Reino de los Cielos, ¿cómo discernimos y nos aseguramos de estar “escuchando” la voz de Ruaj HaKodesh y la Torah de Mashíaj en medio de las múltiples voces del mundo?

2. Las maldiciones detalladas en Deuteronomio 28 incluyen la pérdida de la alegría y el temor constante (28:47, 65-67). ¿Cómo la obra de Yeshúa HaMashíaj y la vida en el Reino de los Cielos liberan al creyente de este ciclo de temor y falta de alegría, y qué papel juega la “שִׂמְחָה simḥah – alegría” en nuestra obediencia a Elohím hoy?

3. El pasaje describe un destino terrible para Israel, incluyendo el exilio y la subyugación. Considerando que Yeshúa HaMashíaj nos redimió de la maldición de la Torah, ¿cómo deberían los discípulos de Mashíaj, tanto Yehudim como Goyim, responder a las injusticias y maldiciones que aún observamos en el mundo y dentro de las comunidades que se desvían de los caminos de HaShem, mientras esperamos la plenitud del Reino?

12. Resumen

La Aliyá 5 de Parashá Ki Tavó, Deuteronomio 28:15-68, presenta una lista exhaustiva y sombría de las maldiciones que sobrevendrán al pueblo de Israel si desobedece el pacto con Adonái. Desde enfermedades y esterilidad agrícola hasta la opresión por naciones extranjeras, la dispersión y la desesperación existencial, el pasaje subraya la seriedad de apartarse de los caminos de HaShem. Históricamente, estas advertencias se han cumplido en los exilios y las persecuciones de Israel. Sin embargo, en el Reino de Yeshúa HaMashíaj, estas maldiciones magnifican la obra redentora de Maran Yeshúa, quien tomó sobre Sí mismo la maldición de la Torah (Gálatas 3:13) para liberarnos y ofrecernos un nuevo pacto de gracia y obediencia gozosa a través del Ruaj HaKodesh. La Haftaráh de Yesha’yahu 60 contrapone estas maldiciones con la promesa de una futura gloria y restauración para Tziyon bajo la luz de Adonái, un tiempo que apunta a la plenitud del Reino de Elohím establecido por Mashíaj, donde las maldiciones serán finalmente revertidas y prevalecerán las bendiciones.

13. Tefiláh (Oración)

Adonái Elohím, Soberano del universo, te damos gracias por Tu palabra, que es verdad y nos instruye en Tus caminos. Humildemente reconocemos la seriedad de la desobediencia y las justas consecuencias detalladas en Tu Torah. Te alabamos, HaShem, porque en Tu infinita misericordia, proveyó a Yeshúa HaMashíaj, quien llevó sobre Sí mismo la maldición de nuestra desobediencia, abriéndonos un camino de vida y bendición. Te rogamos que a través del Ruaj HaKodesh, nos guíes para vivir en obediencia gozosa y con un corazón íntegro, para que podamos experimentar la plenitud de las bendiciones de Tu Reino, manifestando Tu luz y Tu verdad en un mundo que espera la gloriosa venida de Maran Yeshúa. Que Tu Nombre sea glorificado, Amén.

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Parashá 50 Ki Tavo (כי תבוא) – Aliyah 4

Aliyáh 4: (Deuteronomio 27:1-10) Moshé y los ancianos instruyen a Israel sobre la construcción de un altar y las piedras con la Toráh escrita.
Haftaráh: Isaías 61:10-62:3 (La justicia de Israel como un testimonio ante las naciones).
Brit Hadasháh: Mateo 5:14-16 (Los creyentes como luz del mundo, reflejando la justicia de Elohím).

Saludos desde el Reino de Yeshúa HaMashíaj, amados hermanos y compañeros de estudio de la Torah viva. Es un privilegio adentrarnos en las profundidades de la Parashá Ki Tavó, específicamente en la Aliyá 4, donde Moshéh nos revela las maravillosas bendiciones que HaShem derrama sobre aquellos que eligen el camino de la obediencia. Este pasaje, Deuteronomio 28:7-14, no es meramente una lista de beneficios materiales, sino una revelación de la íntima relación pactual que Elohím anhela con Su pueblo, una relación que florece en la plenitud del Reino de los Cielos. A través de este estudio interdisciplinario, buscaremos desentrañar las capas de significado, conectando estas verdades antiguas con la luz de Maran Yeshúa y la realidad de Su Reino eterno.


Tema: Las bendiciones de la obediencia

1. Texto Hebreo Interlineal

Pasaje: Deuteronomio 28:7-28:14

Texto Hebreo OriginalFonética TiberianaTraducción Palabra por PalabraTraducción Literal del Verso
—————-—————-—————-—————-
יִתֵּןYi-tenDará28:7 Hará יִתֵּן Adonái יְהוָה que tus enemigos אֹיְבֶיךָ que se levantan הַקָּמִים contra ti עָלֶיךָ, sean derrotados נִגָּפִים delante de ti לְפָנֶיךָ; por un camino בְּדֶרֶךְ אֶחָד saldrán יֵצְאוּ contra ti אֵלֶיךָ, y por siete וּבְשִׁבְעָה caminos דְרָכִים huirán יָנוּסוּ delante de ti לְפָנֶיךָ.
יְהוָהAdonáiHaShem
אֶתEt(partícula directa)
אֹיְבֶיךָOy-ve-khatus enemigos
הַקָּמִיםHa-qa-mimlos que se levantan
עָלֶיךָA-le-khasobre ti
נִגָּפִיםNi-ga-fimderribados
לְפָנֶיךָLe-fa-ne-khadelante de ti
בְּדֶרֶךְBe-de-rekhpor camino
אֶחָדE-ḥaduno
יֵצְאוּYe-ṣe-usaldrán
אֵלֶיךָE-le-khaa ti
וּבְשִׁבְעָהU-ve-shiv-ay por siete
דְרָכִיםDe-ra-khimcaminos
יָנוּסוּYa-nu-suhuirán
לְפָנֶיךָLe-fa-ne-khadelante de ti
יְצַוYe-ṣavMandará28:8 Mandará יְצַו Adonái יְהוָה contigo אִתְּךָ la bendición הַבְּרָכָה en tus graneros בַּאֲסָמֶיךָ y en todo וּבְכֹל aquello que emprenda מִשְׁלַח tu mano יָדֶךָ; y te bendecirá וּבֵרַכְךָ en la tierra בָּאָרֶץ que אֲשֶׁר Adonái יְהוָה tu Elohím אֱלֹהֶיךָ te da נֹתֵן לָךְ.
יְהוָהAdonáiHaShem
אִתְּךָIt-khacontigo
אֶתEt(partícula directa)
הַבְּרָכָהHa-be-ra-khahla bendición
בַּאֲסָמֶיךָBa-a-sa-me-khaen tus graneros
וּבְכֹלU-ve-kholy en todo
מִשְׁלַחMish-laḥlo enviado por
יָדֶךָYa-de-khatu mano
וּבֵרַכְךָU-ve-rakh-khay te bendecirá
בָּאָרֶץBa-a-reṣen la tierra
אֲשֶׁרA-šerque
יְהוָהAdonáiHaShem
אֱלֹהֶיךָElo-he-khatu Elohím
נֹתֵןNo-tendando
לָךְLakha ti
יְקִימְךָYe-qi-me-khaTe establecerá28:9 Te establecerá יְקִימְךָ Adonái יְהוָה para Él לו como pueblo לְעַם qadosh קָדוֹשׁ, según כַּאֲשֶׁר te juró נִשְׁבַּע לָךְ, si כי guardas תִשְׁמֹר los mandamientos אֶת מִצְוֹת de Adonái יְהוָה tu Elohím אֱלֹהֶיךָ y andas וְהָלַכְתָּ en Sus caminos בִּדְרָכָיו.
יְהוָהAdonáiHaShem
לוֹLopara Él
לְעַםLe-amcomo pueblo
קָדוֹשׁQa-došqadosh (santo)
כַּאֲשֶׁרKa-a-šersegún aquello que
נִשְׁבַּעNish-bajuró
לָךְLakha ti
כִּיKisi
תִשְׁמֹרTish-morguardas
אֶתEt(partícula directa)
מִצְוֹתMitz-votlos mandamientos
יְהוָהAdonáiHaShem
אֱלֹהֶיךָElo-he-khatu Elohím
וְהָלַכְתָּVe-ha-lakh-tay has andado
בִּדְרָכָיוBi-de-ra-khaven Sus caminos
וְרָאוּVe-ra-uY verán28:10 Y verán וְרָאוּ todos כָּל los pueblos עַמֵּי de la tierra הָאָרֶץ que el Nombre כִּי שֵׁם de Adonái יְהוָה es invocado נִקְרָא sobre ti עָלֶיךָ, y te temerán וְיָרְאוּ מִמֶּךָּ.
כָּלKoltodos
עַמֵּיAm-meypueblos de
הָאָרֶץHa-a-reṣla tierra
כִּיKique
שֵׁםShemnombre
יְהוָהAdonáiHaShem
נִקְרָאNiq-raes llamado/invocado
עָלֶיךָA-le-khasobre ti
וְיָרְאוּVe-ya-re-uy temerán
מִמֶּךָּMi-me-khade ti
וְהוֹתִרְךָVe-ho-tir-khaY te hará abundar28:11 Y te hará abundar וְהוֹתִרְךָ Adonái יְהוָה para bien לְטוֹבָה en el fruto בִּפְרִי de tu vientre בִטְנְךָ, y en el fruto וּבִפְרִי de tu ganado בְהֶמְתְּךָ, y en el fruto וּבִפְרִי de tu tierra אַדְמָתֶךָ, sobre עַל la tierra הָאֲדָמָה que אֲשֶׁר juró נִשְׁבַּע Adonái יְהוָה a tus padres לַאֲבֹתֶיךָ darte לָתֶת לָךְ.
יְהוָהAdonáiHaShem
לְטוֹבָהLe-to-vahpara bien
בִּפְרִיBi-frien fruto
בִטְנְךָVit-ne-khade tu vientre
וּבִפְרִיU-vi-friy en fruto
בְהֶמְתְּךָVe-hem-te-khade tu animal
וּבִפְרִיU-vi-friy en fruto
אַדְמָתֶךָAd-ma-te-khade tu tierra
עַלAlsobre
הָאֲדָמָהHa-a-da-mahla tierra
אֲשֶׁרA-šerque
נִשְׁבַּעNish-bajuró
יְהוָהAdonáiHaShem
לַאֲבֹתֶיךָLa-a-vo-te-khaa tus padres
לָתֶתLa-tetdar
לָךְLakha ti
יִפְתַּחYif-taḥAbrirá28:12 Abrirá יִפְתַּח Adonái יְהוָה para ti לְךָ Su tesoro אֶת אוֹצָרוֹ bueno הַטּוֹב, los cielos אֶת הַשָּׁמַיִם, para darte לָתֵת la lluvia מְטַר de tu tierra אַרְצְךָ a su tiempo בְּעִתּוֹ; y bendecirá וּלְבָרֵךְ toda אֵת כָּל obra מַעֲשֵׂה de tu mano יָדֶךָ. Y prestarás וְהִלְוִיתָ a muchas גּוֹיִם רַבִּים naciones, y tú וְאַתָּה no לֹא pedirás prestado תִלְוֶה.
יְהוָהAdonáiHaShem
לְךָLakha ti
אֶתEt(partícula directa)
אוֹצָרוֹO-ṣa-roSu tesoro
הַטּוֹבHa-ṭovel bueno
אֶתEt(partícula directa)
הַשָּׁמַיִםHa-ša-ma-yimlos cielos
לָתֵתLa-tetpara dar
מְטַרMe-ṭarlluvia de
אַרְצְךָAr-ṣe-khatu tierra
בְּעִתּוֹBe-it-toen su tiempo
וּלְבָרֵךְU-le-va-rekhy para bendecir
אֵתEt(partícula directa)
כָּלKoltoda
מַעֲשֵׂהMa-a-śehobra de
יָדֶךָYa-de-khatu mano
וְהִלְוִיתָVe-hil-vi-tay prestarás
גּוֹיִםGo-yimnaciones
רַבִּיםRab-bimmuchas
וְאַתָּהVe-a-tahy tú
לֹאLono
תִלְוֶהTil-vehpedirás prestado
וּנְתָנְךָU-ne-tan-khaY te pondrá28:13 Y te pondrá וּנְתָנְךָ Adonái יְהוָה por cabeza לְרֹאשׁ y no וְלֹא por cola לְזָנָב; y estarás וְהָיִיתָ solamente רַק arriba לְמַעְלָה, y no וְלֹא estarás תִהְיֶה abajo לְמָטָּה.
יְהוָהAdonáiHaShem
לְרֹאשׁLe-roshpor cabeza
וְלֹאVe-loy no
לְזָנָבLe-za-navpor cola
וְהָיִיתָVe-ha-yi-tay serás
רַקRaqsolamente
לְמַעְלָהLe-ma-laharriba
וְלֹאVe-loy no
תִהְיֶהTi-hi-yehserás
לְמָטָּהLe-ma-ṭahabajo
רַקRaqSolamente28:14 Solamente רַק si אִם escuchas שְׁמֹר תִּשְׁמַע la voz אֶל de los mandamientos מִצְוֹת de Adonái יְהוָה tu Elohím אֱלֹהֶיךָ, que אֲשֶׁר yo אָנֹכִי te mando מְצַוְּךָ hoy הַיּוֹם, para guardar לִשְׁמֹר y para hacer וְלַעֲשׂוֹת, y no וְלֹא te apartes תָסוּר de todas מִכָּל las palabras הַדְּבָרִים que אֲשֶׁר yo אָנֹכִי os mando מְצַוֶּה אֶתְכֶם hoy הַיּוֹם, ni a derecha יָמִין ni a izquierda וּשְׂמֹאול, para andar לָלֶכֶת tras אַחֲרֵי Elohím אֱלֹהִים ajenos אֲחֵרִים para servirles לְעָבְדָם.
אִםImsi
שְׁמֹרShe-morguardar
תִּשְׁמַעTish-maescucharás
אֶלEla
מִצְוֹתMitz-votlos mandamientos de
יְהוָהAdonáiHaShem
אֱלֹהֶיךָElo-he-khatu Elohím
אֲשֶׁרA-šerque
אָנֹכִיA-no-khiyo
מְצַוְּךָMe-ṣa-ve-khate mando
הַיּוֹםHa-yomhoy
לִשְׁמֹרLish-morpara guardar
וְלַעֲשׂוֹתVe-la-a-śoty para hacer
וְלֹאVe-loy no
תָסוּרTa-surte apartes
מִכָּלMi-kolde todo
הַדְּבָרִיםHa-de-va-rimlas palabras
אֲשֶׁרA-šerque
אָנֹכִיA-no-khiyo
מְצַוֶּהMe-ṣa-vehmando
אֶתְכֶםEt-khema vosotros
הַיּוֹםHa-yomhoy
יָמִיןYa-minderecha
וּשְׂמֹאולU-se-mole izquierda
לָלֶכֶתLa-le-khetpara ir
אַחֲרֵיA-ḥa-reytras
אֱלֹהִיםElo-himelohim (dioses)
אֲחֵרִיםA-ḥe-rimotros
לְעָבְדָםLe-av-dampara servirles

2. Haftaráh Analizada

Pasaje: Yesha’yahu 60:1-22

Análisis: La Haftaráh de la Parashá Ki Tavó se encuentra en Yesha’yahu (Isaías) 60:1-22, un pasaje que resplandece con la promesa de la futura gloria de Yerushalayim y el retorno del pueblo de HaShem a Tziyon. Si bien Deuteronomio 28 presenta bendiciones condicionales por la obediencia en el contexto de una nación entrando a la tierra, Yesha’yahu 60 eleva esta promesa a una escala escatológica y mesiánica. La Aliyá 4 de Ki Tavó habla de la victoria sobre enemigos, la abundancia material, la preeminencia y el reconocimiento entre las naciones. De manera paralela, Yesha’yahu 60 describe cómo “la gloria de Adonái se levanta sobre ti” (Yesha’yahu 60:1), atrayendo a las naciones con sus riquezas y reyes para servir a Tziyon.

Este contraste es significativo. La Torah promete bendiciones aquí y ahora, en el tiempo de la primera Aliyá a la tierra. La Haftaráh, sin embargo, profetiza una bendición incondicional y superlativa en los últimos días, impulsada no tanto por la obediencia humana perfecta sino por la fidelidad de Elohím a Su pacto y la venida de la luz de Mashíaj. El Midrash Tanhuma, Ki Tavó 1, comenta sobre la frase “Y te verán todos los pueblos de la tierra que el Nombre de Adonái es invocado sobre ti” (Deut 28:10), y lo vincula con la futura preeminencia de Israel en la era mesiánica, cuando su luz no será simplemente por su santidad sino por la gloria reflejada de Adonái. El Targum Yonatan sobre Yesha’yahu 60 expande la visión, describiendo cómo “la Shejináh del Nombre de Adonái resplandecerá sobre ti” (Targum Yonatan, Is. 60:1), y cómo los reyes y príncipes de las naciones traerán sus ofrendas a Yerushalayim, en reconocimiento de la majestad de HaShem manifestada en Su pueblo. Esta visión es la consumación de las bendiciones de obediencia, llevadas a su pináculo por el Reino de Yeshúa HaMashíaj, donde la luz y la justicia de Elohím reinarán supremamente.

3. Brit Hadasháh (Arameo)

Pasaje: Mattityahu (Mateo) 6:33 y 7:24

Texto Arameo y Fonética (Oriental Syriac):

Mattityahu 6:33

ܩܰܕܡܳܝܺܬ ܕܶܝܢ ܒܰܥܰܘ ܡܰܠܟܽܘܬܳܐ ܕܰܐܠܳܗܳܐ ܘܙܰܕܺܝܩܽܘܬܶܗ ܘܟܽܠܗܶܝܢ ܗܳܠܶܝܢ ܡܶܬܶܬܰܘܣܦܳܢ ܠܟܽܘܢ܂

Qadmáyt dayn ba’aw Malkuta d’Alaha w’zadiquteh w’kulhen halayn metetawsfan l’kun.

Traducción: Primero pues, buscad el Reino de Elohím y Su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.

Mattityahu 7:24

ܟܽܠ ܓܶܝܪ ܕܫܳܡܰܥ ܡܶܠܰܝ ܗܳܠܶܝܢ ܘܥܳܒܶܕ ܠܗܶܝܢ ܢܶܬܕܰܡܶܐ ܠܓܰܒܪܳܐ ܚܰܟܺܝܡܳܐ ܕܰܒܢܳܐ ܒܰܝܬܶܗ ܥܰܠ ܟܺܐܦܳܐ܂

Kul gayr d’šama’ melay haleyn w’a’bed l’heyn netdame l’gabra ḥakima d’b’na bayteh ‘al kifa.

Traducción: Por tanto, cualquiera que oye estas palabras mías y las pone por obra, será semejante a un hombre prudente que edificó su casa sobre la roca.

Análisis: Maran Yeshúa, en el corazón de Su enseñanza sobre el Reino de los Cielos, reitera y profundiza el principio de las bendiciones por obediencia. En Mattityahu 6:33, Yeshúa HaMashíaj instruye a Sus talmidim (discípulos) a “buscar primero el Reino de Elohím y Su justicia.” Esta búsqueda activa e intencional del Reino –su gobierno, sus valores, su ética– es la nueva “obediencia” central en la Brit Hadasháh. La promesa es que “todas estas cosas [las provisiones materiales] os serán añadidas.” Esto resuena directamente con Deuteronomio 28:8, donde Adonái promete bendecir los graneros y la obra de la mano. Yeshúa HaMashíaj no anula la promesa de provisión, sino que reenfoca su prioridad: la obediencia al Reino precede la manifestación material de las bendiciones.

Mattityahu 7:24 fortalece esta conexión al comparar al que “oye estas palabras mías y las pone por obra” con un hombre prudente que edifica su casa sobre la roca. Aquí, la obediencia (“poner por obra”) a las enseñanzas de Yeshúa HaMashíaj (“estas palabras mías”) es la base para una vida bendecida y estable, capaz de resistir las pruebas. Esto es un paralelo espiritual a las bendiciones físicas y de seguridad prometidas en Deuteronomio 28:7 (victoria sobre enemigos). La firmeza en la fe y la obediencia es la roca sobre la cual se asienta el discipulado en el Reino.

Textos apócrifos y pseudepigráficos complementan esta perspectiva. El Testamento de los Doce Patriarcas, Testamento de Asher 6:1 habla de las “dos vías”, una de bien y otra de mal, llevando a bendiciones o maldiciones, lo que refleja la estructura de Deuteronomio 28. Las Odas de Salomón 29:3-4 declaran: “El que hace la voluntad de Adonái, su deleite es el pan de vida, y su bebida es la bendición del Reino.” Estas escrituras antiguas, que formaban parte del ambiente espiritual del Segundo Templo, subrayan cómo la obediencia a la voluntad divina es la clave para participar en las bendiciones de la vida y del Reino, un mensaje que Yeshúa HaMashíaj llevó a su plenitud.

4. Contexto Histórico

El pasaje de Deuteronomio 28:7-14 se sitúa en un momento crucial de la historia de Bnei Yisrael. Moshéh está pronunciando sus discursos finales a la generación que está a punto de entrar en la tierra de Kana’an, después de cuarenta años de peregrinación por el desierto. Estos discursos, registrados en el libro de Deuteronomio (Devarim, “palabras”), constituyen una renovación del Pacto del Sinaí, adaptando sus leyes y principios a la vida de una nación ya establecida en una tierra propia.

El pueblo se encuentra en las llanuras de Moav, mirando hacia la Tierra Prometida. El contexto cultural es el de una sociedad agraria y pastoral incipiente. Las bendiciones prometidas (lluvia a su tiempo, fertilidad de la tierra, ganado y descendencia) eran la base misma de la prosperidad y supervivencia en el Antiguo Oriente Próximo. La victoria militar sobre los enemigos (Deut 28:7) era esencial para la seguridad y el establecimiento de una nación entre las tribus guerreras de Kana’an. Arqueológicamente, los estudios de la región cananea han revelado la constante amenaza de conflictos intertribales y la dependencia vital de la agricultura de secano, haciendo que las promesas divinas de paz y abundancia fueran de una relevancia tangible y existencial para el pueblo.

La exhortación a ser “cabeza y no cola” (Deut 28:13) es una promesa de preeminencia política y económica, una posición deseable en un mundo donde las naciones circundantes practicaban la idolatría y, a menudo, la opresión. La obediencia a Adonái y Sus mandamientos no era solo una cuestión moral, sino un modelo de gobernanza y prosperidad que distinguía a Israel de las naciones politeístas que los rodeaban, quienes atribuían la fertilidad y la victoria a sus dioses falsos como Ba’al o Ashtoret. Este discurso sentaba las bases para la identidad nacional y espiritual de Israel como un pueblo qadosh, apartado para HaShem.

5. Comentarios Proféticos

Las bendiciones de la obediencia en Deuteronomio 28:7-14, aunque inicialmente condicionadas a la fidelidad del pueblo de Israel bajo la antigua alianza, contienen ecos proféticos que apuntan a la plenitud del Reino de Yeshúa HaMashíaj. Las promesas de victoria sobre los enemigos (v. 7), abundancia en la tierra (v. 8, 11), y la posición de ser “cabeza y no cola” (v. 13) se extienden más allá de la experiencia inicial de Israel en Kana’an.

Proféticamente, la victoria sobre los enemigos encuentra su cumplimiento supremo en Yeshúa HaMashíaj, quien ha vencido al pecado, la muerte y las fuerzas de la oscuridad, los verdaderos enemigos del alma humana. El Reino de Yeshúa HaMashíaj no es solo una victoria terrenal, sino una redención escatológica que asegura la paz verdadera. La abundancia prometida no se limita a la cosecha material, sino que prefigura la sobreabundancia de Ruaj HaKodesh, la vida eterna y la justicia en el Reino de Elohím. Yesha’yahu HaNavi (Isaías) profetizó una época donde el desierto florecería (Yesha’yahu 35:1-2) y donde la justicia habitaría, una visión que se cumplirá plenamente en la era mesiánica.

La promesa de ser “cabeza y no cola” es una profecía del papel que Israel, y a través de Israel, el Reino de Yeshúa HaMashíaj, jugará en el futuro. No solo como una nación política, sino como un faro de luz y dirección espiritual para todas las naciones (Yesha’yahu 2:2-4, Zekharyah 8:23). En la era de Mashíaj, Yerushalayim se convertirá en el centro del gobierno de Yeshúa HaMashíaj, desde donde emanará la Torah y la justicia a todo el mundo. La obediencia, en este contexto profético, es la obediencia al Rey Mashíaj y a Su gobierno, lo que traerá una era de prosperidad universal, paz y el pleno conocimiento de HaShem. Este pasaje nos invita a mirar hacia adelante, anticipando el Reino venidero donde todas las promesas de bendición encontrarán su cumplimiento definitivo bajo el reinado de Maran Yeshúa.

6. Análisis Profundo

El pasaje de Deuteronomio 28:7-14 es una sección clave dentro de un discurso mayor de Moshéh, delineando el sistema de recompensas y consecuencias de la alianza mosaica. Su profundidad reside en la conexión inextricable entre la obediencia (`שְׁמֹר תִּשְׁמַע` – She-mor tish-ma, “guardar y escuchar”) y las bendiciones (`הַבְּרָכָה` – Ha-be-ra-khah).

1. Victoria sobre los enemigos (v. 7): La frase `יִתֵּן יְהוָה אֶת אֹיְבֶיךָ הַקָּמִים עָלֶיךָ נִגָּפִים לְפָנֶיךָ` (Yi-ten Adonái et oy-ve-kha ha-qa-mim a-le-kha ni-ga-fim le-fa-ne-kha) enfatiza la intervención directa de HaShem. `נִגָּפִים` (ni-ga-fim, “derribados” o “golpeados”) sugiere una derrota aplastante. El Midrash Tanhuma, Ki Tavó 2, explica que la frase “por un camino saldrán contra ti, y por siete caminos huirán delante de ti” no solo simboliza una victoria total, sino que la confusión del enemigo será tan grande que no encontrarán un camino de retirada uniforme, sino múltiples rutas desesperadas. El Targum Onqelos traduce este verso de manera directa, enfatizando la certeza de la ayuda divina.

2. Bendición en los bienes y el trabajo (v. 8, 11-12): La promesa `יְצַו יְהוָה אִתְּךָ אֶת הַבְּרָכָה בַּאֲסָמֶיךָ וּבְכֹל מִשְׁלַח יָדֶךָ` (Ye-ṣav Adonái it-kha et ha-be-ra-khah ba-a-sa-me-kha u-ve-khol mish-laḥ ya-de-kha) es fundamental. `מִשְׁלַח יָדֶךָ` (mish-laḥ ya-de-kha, “lo enviado por tu mano” o “la obra de tu mano”) abarca toda empresa productiva. La bendición de HaShem no solo multiplica los recursos, sino que santifica el esfuerzo humano. El Midrash Sifrei Devarim 28:8 destaca que la bendición no es un aumento natural, sino una adición sobrenatural de Elohím. La apertura del “tesoro bueno” (`אוֹצָרוֹ הַטּוֹב` – o-ṣa-ro ha-ṭov) de los cielos para dar la lluvia (`מְטַר` – me-ṭar) a su tiempo muestra el control soberano de HaShem sobre los elementos naturales, vital para la subsistencia. La capacidad de prestar a muchas naciones sin necesidad de pedir prestado (v. 12) es la culminación de esta abundancia y autosuficiencia.

3. Santidad y preeminencia (v. 9-10, 13): `יְקִימְךָ יְהוָה לוֹ לְעַם קָדוֹשׁ` (Ye-qi-me-kha Adonái lo le-am qa-doš) significa “Te establecerá HaShem para Él como pueblo qadosh (santo)”. La santidad no es solo una cualidad intrínseca, sino un estatus otorgado por Elohím, evidenciado por la obediencia. El reconocimiento por otras naciones (`וְרָאוּ כָּל עַמֵּי הָאָרֶץ כִּי שֵׁם יְהוָה נִקְרָא עָלֶיךָ` – Ve-ra-u kol am-mey ha-a-reṣ ki shem Adonái niq-ra a-le-kha) demuestra la teofanía de Adonái a través de Su pueblo. La expresión `לְרֹאשׁ וְלֹא לְזָנָב` (le-rosh ve-lo le-za-nav, “cabeza y no cola”) es una metáfora de liderazgo, influencia y dignidad sobre las demás naciones, un estado de honor y respeto. El Targum Yonatan a 28:13 enfatiza esta idea de Israel siendo una nación principal, no subordinada.

4. La condición de obediencia (v. 9, 14): Los versículos finales refuerzan la condicionalidad: `כִּי תִשְׁמֹר אֶת מִצְוֹת יְהוָה אֱלֹהֶיךָ וְהָלַכְתָּ בִּדְרָכָיו` (ki tish-mor et mitz-vot Adonái Eloheikha ve-ha-lakh-ta bi-de-ra-khav, “si guardas los mandamientos… y andas en Sus caminos”). La obediencia debe ser activa (`לִשְׁמֹר וְלַעֲשׂוֹת` – lish-mor ve-la-a-śot, “guardar y hacer”) y sin desviaciones (`וְלֹא תָסוּר מִכָּל הַדְּבָרִים… יָמִין וּשְׂמֹאול` – ve-lo ta-sur mi-kol ha-de-va-rim… ya-min u-se-mol, “no te apartes de todas las palabras… ni a derecha ni a izquierda”), implicando una dedicación exclusiva a HaShem, sin seguir a otros elohim (`אֱלֹהִים אֲחֵרִים` – elo-him a-ḥe-rim). Esta pureza de corazón y acción es la llave para desatar las bendiciones.

7. Tema Relevante

El tema central de esta Aliyá es “La Reciprocidad Divina: La Obediencia como Puerta a la Provisión y la Preeminencia”.

Este pasaje establece una relación clara de causa y efecto en el pacto de Elohím con Israel. No es una transacción mecánica, sino una expresión de la naturaleza de un pacto de amor y confianza. HaShem, en Su soberanía y generosidad, elige derramar Sus bendiciones de manera abundante sobre aquellos que se alinean con Su voluntad. La obediencia (`שְׁמִיעָה וַעֲשִׂיָּה` – shemi’ah va’asiyah, “escuchar y hacer”) a los mandamientos de la Torah se convierte en el conducto a través del cual fluyen estas bendiciones, manifestándose en seguridad nacional, prosperidad económica y reconocimiento espiritual.

Para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos, este tema es profundamente relevante. Yeshúa HaMashíaj no vino a abolir la Torah, sino a cumplirla (Mattityahu 5:17), y en Su vida y enseñanzas, reveló la verdadera esencia de la obediencia: la obediencia de corazón, impulsada por el amor a Elohím y al prójimo. Las bendiciones de las que habla Yeshúa, como las bienaventuranzas (Mattityahu 5:3-12), son transformaciones espirituales que, a su vez, impactan la vida física y social. La provisión de Elohím no es solo material, sino que incluye la paz interior, la justicia y la alegría del Ruaj HaKodesh. La preeminencia no se busca para vanagloria, sino para que el Nombre de Yeshúa HaMashíaj sea glorificado y Su Reino sea manifestado entre las naciones. Ser “cabeza y no cola” para el discípulo de Mashíaj significa vivir con influencia y propósito, siendo embajadores del Reino, liderando con el ejemplo de Yeshúa HaMashíaj en integridad y servicio, y demostrando que la vida vivida en obediencia a Su Torah (interna y externa) es la que trae el verdadero florecimiento y la verdadera luz al mundo.

8. Descubriendo a Mashíaj

El pasaje de Deuteronomio 28:7-14, en su esencia, apunta y revela aspectos profundos de la vida, obra y persona de Yeshúa HaMashíaj.

1. La Obediencia Perfecta: La condición fundamental para todas las bendiciones es la obediencia total (v. 14). Yeshúa HaMashíaj es el único que vivió una vida de perfecta obediencia a la voluntad de Elohím (Yehonán 8:29). Su obediencia, incluso hasta la muerte en el madero (Filipenses 2:8), es el fundamento de nuestra propia bendición y redención. Él es el “hombre prudente” que edifica sobre la roca de la obediencia, y a través de Él, somos capacitados para obedecer.

2. La Victoria sobre los Enemigos: Las promesas de victoria militar (v. 7) encuentran su cumplimiento definitivo en Yeshúa HaMashíaj. Él venció a los verdaderos enemigos de la humanidad: el pecado, la muerte y el poder de HaSatán (Colosenses 2:15, Ivrim 2:14). A través de Su sacrificio y resurrección, Yeshúa HaMashíaj nos otorga una victoria espiritual, liberándonos de la esclavitud del pecado y la culpa.

3. La Fuente de toda Bendición: Las bendiciones de abundancia y prosperidad (v. 8, 11-12) son el regalo de un Elohím generoso. Yeshúa HaMashíaj es el `בראשית` (Bere’shit, “principio”) de toda la creación y en Él todas las promesas de bendición de Elohím son “sí y Amén” (2 Corintios 1:20). Él es el pan de vida (Yehonán 6:35), la fuente de agua viva (Yehonán 4:14), y el proveedor de toda necesidad en el Reino de los Cielos. En Él, el “tesoro bueno” de Elohím se ha abierto plenamente.

4. La Cabeza y la Preeminencia: La promesa de ser “cabeza y no cola” (v. 13) encuentra su arquetipo en Yeshúa HaMashíaj. Él es la cabeza del cuerpo, el Mesías, y por ende, la Cabeza de Su Reino (Colosenses 1:18). A través de Él, el pueblo de Elohím es levantado a una posición de preeminencia espiritual y de influencia en el mundo, como embajadores de Su Reino.

5. El Establecimiento de un Pueblo Qadosh: Yeshúa HaMashíaj es quien establece a Su pueblo como `עם קדוש` (am qadosh, “pueblo santo”) para Elohím (1 Kefa 2:9). Su sangre nos purifica y nos santifica, permitiéndonos entrar en esta relación de pacto restaurada con HaShem, bajo la guía del Ruaj HaKodesh.

Textos apócrifos y pseudepigráficos a menudo prefiguran la figura de Mashíaj como el cumplimiento de las bendiciones. El Libro de Enoc 1:8 habla del “Justo” que vendrá a traer justicia y bendición a la tierra. El Salmos de Salomón 17:32 describe al Mesías como aquel que “reinará sobre todas las naciones” y cuya justicia estará en medio de ellas, trayendo una era de paz y prosperidad, el culmen de las bendiciones por la obediencia que se encuentra en Deuteronomio. Así, en cada promesa de Deuteronomio 28, vemos un reflejo anticipado del bendito Reino de Yeshúa HaMashíaj.

9. Midrashim y Targumim

Los Midrashim y Targumim ofrecen perspectivas enriquecedoras sobre el pasaje de Deuteronomio 28:7-14, revelando cómo las generaciones antiguas de Israel interpretaron estas promesas y advertencias.

1. Deuteronomio 28:7 – Victoria sobre los enemigos:

* Midrash Tanhuma (Ki Tavó 2): Explica la metáfora de “por un camino saldrán contra ti, y por siete caminos huirán delante de ti”. No solo significa una victoria decisiva, sino que los enemigos serán dispersos en tal confusión que no sabrán por dónde escapar, cada uno tomando una dirección diferente. Este Midrash acentúa la confusión divina que cae sobre los adversarios del pueblo obediente de HaShem.

* Targum Onqelos: Ofrece una traducción literal y concisa: “Adonái entregará a tus enemigos que se levantan contra ti, derrotados delante de ti; por un camino saldrán contra ti, y por siete caminos huirán delante de ti.” Refuerza la certeza de la intervención divina.

Targum Yonatan: Agrega un elemento de la oración. Para 28:7, dice: “La palabra de Adonái enviará a tus enemigos… los entregará a la vergüenza.” Implica que la oración del pueblo y la intervención de la `מֵימְרָא` (Memrá*, Palabra) de HaShem son esenciales en la victoria.

2. Deuteronomio 28:8 – Bendición en graneros y obras:

Midrash Sifrei Devarim 28:8: Interpreta “Y mandará Adonái contigo la bendición” como una bendición que no se manifiesta de forma natural, sino sobrenatural. No es solo el fruto del trabajo, sino una adición milagrosa de HaShem que aumenta la prosperidad más allá de lo esperado. En “todo lo que emprenda tu mano,” el Midrash recalca la importancia de la intención y la `כַּוָּנָה` (kavanah*, intención correcta) en el trabajo para recibir la bendición.

Targum Onqelos: “Mandará Adonái la bendición en tus graneros y en toda obra de tus manos.” Sigue la línea literal, pero la palabra “graneros” (`בַּאֲסָמֶיךָ` – ba-a-sa-me-kha*) es entendida por los Targumim como depósitos de grano, asegurando provisión para el futuro.

3. Deuteronomio 28:9 – Pueblo Qadosh:

* Midrash Tanhuma (Ki Tavó 3): Sobre “Te establecerá Adonái para Él como pueblo qadosh,” enfatiza que la santidad no es innata sino adquirida y mantenida por la observancia de las mitzvot. La nación es apartada y distinguida por su relación única con HaShem a través de la Torah.

* Targum Yonatan: “Te establecerá Adonái, en Su Nombre, como pueblo santo, tal como te juró, si guardas los mandamientos del Pacto de Adonái tu Elohím y andas en Sus caminos.” La adición de “en Su Nombre” y “del Pacto” subraya la solemnidad y la sacralidad de la relación.

4. Deuteronomio 28:13 – Cabeza y no cola:

* Midrash Tanhuma (Ki Tavó 4): Interpreta “cabeza y no cola” no solo en términos de poder político, sino de sabiduría e influencia intelectual y espiritual. Israel, a través de su adherencia a la Torah, se convierte en la “cabeza” de las naciones en conocimiento y guía moral. Esta es una bendición de liderazgo en todos los aspectos de la vida.

Targum Onqelos: “Y te pondrá Adonái como principal y no como subordinado; y solo serás superior, y no serás inferior.” Aquí se traduce “cabeza” como “principal” (`רֹאשָׁא` – ro’sha) y “cola” como “subordinado” (`דְנַבָא` – de-nava`), clarificando la metáfora de liderazgo y posición elevada.

En resumen, los Midrashim y Targumim no solo parafrasean el texto, sino que profundizan en sus implicaciones teológicas y prácticas, conectando las promesas con la intervención divina, la centralidad de la `כַּוָּנָה` (kavanah) en el cumplimiento de las mitzvot, y el rol único de Israel entre las naciones, un rol que alcanza su cenit en el Reino de Yeshúa HaMashíaj.

10. Mandamientos

De este pasaje fundamental de la Aliyá 4, los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos pueden extraer varios mandamientos (`מִצְוֹת` – mitzvot) o principios de vida esenciales:

1. Escuchar y Poner por Obra los Mandamientos de Adonái Elohím (Deuteronomio 28:9, 14): Este es el mandamiento primordial. La obediencia no es pasiva; implica un `שְׁמִיעָה` (shemi’ah, escuchar activamente con atención) que lleva a la `עֲשִׂיָּה` (asiyah, acción y cumplimiento). Para los discípulos de Yeshúa HaMashíaj, esto significa no solo conocer la Torah y las enseñanzas de Yeshúa, sino vivirlas (`וְלַעֲשׂוֹת` – ve-la-a-śot). La fe sin obras es estéril (Yaakov 2:17).

2. Andar en los Caminos de HaShem (Deuteronomio 28:9): `וְהָלַכְתָּ בִּדְרָכָיו` (ve-ha-lakh-ta bi-de-ra-khav, “y andarás en Sus caminos”) es una exhortación a imitar el carácter de Elohím. Esto se traduce en vivir una vida que refleje los atributos divinos: justicia, amor, misericordia, santidad. En el Reino de los Cielos, esto se manifiesta en seguir el ejemplo perfecto de Yeshúa HaMashíaj, quien es el `הדרך` (HaDerekh, el Camino).

3. No Apartarse de los Mandamientos ni a Derecha ni a Izquierda (Deuteronomio 28:14): `וְלֹא תָסוּר… יָמִין וּשְׂמֹאול` (ve-lo ta-sur… ya-min u-se-mol) exige una fidelidad inquebrantable y una dedicación exclusiva a Adonái. Implica evitar los extremos del legalismo y la permisividad, y mantenerse firmes en la verdad de la Torah tal como Yeshúa HaMashíaj la reveló. Para los talmidim, significa no dejarse influenciar por las filosofías mundanas o las doctrinas falsas que desvían del propósito del Reino.

4. No Servir a Otros Elohím (Deuteronomio 28:14): Esta prohibición es un eco del primer mandamiento. `לָלֶכֶת אַחֲרֵי אֱלֹהִים אֲחֵרִים לְעָבְדָם` (la-le-khet a-ḥa-rey Elohim a-ḥe-rim le-av-dam) prohíbe explícitamente la idolatría. En el contexto del Reino de Yeshúa HaMashíaj, esto se expande para incluir cualquier cosa que ocupe el lugar de HaShem en nuestras vidas: el materialismo, el ego, el poder, el entretenimiento, o cualquier ídolo moderno que desvíe nuestra lealtad y adoración del único Elohím viviente.

5. Confiar en la Provisión de Adonái (Deuteronomio 28:12): Aunque es una promesa, la capacidad de `וְהִלְוִיתָ גּוֹיִם רַבִּים וְאַתָּה לֹא תִלְוֶה` (ve-hil-vi-ta go-yim rab-bim ve-a-tah lo til-veh, “prestarás a muchas naciones y tú no pedirás prestado”) implica una confianza radical en que Adonái proveerá todas nuestras necesidades para que podamos ser una fuente de bendición para otros. Este principio de generosidad y dependencia de Elohím es clave en las enseñanzas de Yeshúa HaMashíaj sobre la provisión divina (Mattityahu 6:25-34).

11. Preguntas de Reflexión

1. Considerando que las bendiciones de Deuteronomio 28 son condicionales a la obediencia, ¿cómo equilibramos la promesa de la gracia inmerecida en el Reino de Yeshúa HaMashíaj con la continua necesidad de vivir en obediencia a Sus mandamientos y enseñanzas?

2. La promesa de ser “cabeza y no cola” (Deuteronomio 28:13) implica liderazgo e influencia. ¿De qué maneras puede la comunidad del Reino de Yeshúa HaMashíaj, tanto individual como colectivamente, manifestar este principio hoy para glorificar a HaShem y avanzar Su Reino en un mundo que busca desesperadamente liderazgo y dirección?

3. El pasaje enfatiza la provisión material como una bendición de la obediencia (graneros, lluvia, fertilidad). ¿Cómo podemos discernir entre las bendiciones materiales que Elohím nos concede para avanzar Su Reino y las trampas del materialismo que pueden desviar nuestra obediencia a Yeshúa HaMashíaj?

12. Resumen

La Aliyá 4 de la Parashá Ki Tavó, Deuteronomio 28:7-14, detalla un glorioso conjunto de bendiciones divinas –victoria militar, abundante provisión material, fertilidad, y una posición de preeminencia y honor entre las naciones– todas ellas condicionadas a la estricta obediencia a los mandamientos de Adonái Elohím y a andar en Sus caminos sin desviarse. Este pasaje subraya la reciprocidad del pacto, donde la fidelidad humana desata la generosidad divina. En el Reino de los Cielos, estas promesas encuentran su cumplimiento espiritual y escatológico en Yeshúa HaMashíaj, quien encarnó la obediencia perfecta y es la fuente de toda bendición, capacitándonos por medio del Ruaj HaKodesh para vivir una vida de obediencia que manifieste la luz y la gloria del Reino de Elohím en la tierra.

13. Tefiláh (Oración)

Adonái Elohím, Fuente de toda bendición y Dador de la vida, te damos gracias por Tu Torah y por las promesas de Tu fidelidad que resuenan en la Aliyá 4 de Ki Tavó. Te pedimos, a través de Maran Yeshúa HaMashíaj, que derrames sobre nosotros el Ruaj HaKodesh para que podamos escuchar Tu voz, guardar Tus mandamientos y andar en Tus caminos con una obediencia de corazón, sin desviarnos ni a derecha ni a izquierda. Que nuestra vida, obra y testimonio manifiesten la plenitud de Tu Reino, y que seamos instrumentos de Tu bendición para las naciones, siendo “cabeza y no cola” en el propósito que nos has encomendado, para la gloria de Tu Santo Nombre. Amén.


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Parashá 50 Ki Tavo (כי תבוא) – Aliyah 3

Aliyáh 3: (Deuteronomio 26:16-19) Moshé insta a Israel a guardar todos los mandamientos y les recuerda que son un pueblo santo.
Haftaráh: Jeremías 2:1-3 (El amor inicial de Israel y el pacto con Elohím).
Brit Hadasháh: 1 Pedro 2:9 (El llamado de los creyentes como pueblo santo y nación santa).

Tema: La bendición y la maldición

1. Texto Hebreo Interlineal

Pasaje: Deuteronomio 27:11-28:6

2. Haftaráh Analizada

Pasaje: Yesha’yahu HaNavi 60:1-22

Análisis: La Haftaráh de la Parashá Ki Tavó se encuentra en Yesha’yahu HaNavi 60:1-22. Este pasaje de los Nevi’im contrasta poderosamente con la sección de maldiciones en la Torah, ofreciendo una visión de restauración y bendición gloriosa que aguarda al pueblo de Elohím. Mientras que Deuteronomio 27 detalla las graves consecuencias de la desobediencia, Yesha’yahu 60 pinta un cuadro vívido de la redención futura de Tziyon, donde la oscuridad será disipada por la luz de HaShem, y las naciones vendrán a Yerushalayim para traer sus riquezas y honrar a Elohím.

El profeta Yesha’yahu declara: “Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Adonái ha nacido sobre ti” (Yesha’yahu 60:1). Este es un eco de las promesas de bendición de Deuteronomio 28:1-14, pero magnificado a una escala escatológica. Las maldiciones se describen como una consecuencia de la desobediencia, resultando en dispersión y sufrimiento. Sin embargo, Yesha’yahu profetiza un tiempo en que esta dispersión será revertida, y las bendiciones de Avraham se manifestarán plenamente a través de un pueblo restaurado.

El Targum Jonathan sobre Yesha’yahu 60 enfatiza la venida de la luz de la Shekhiná (presencia divina) sobre Yerushalayim, y cómo esta luz atraerá a los reyes y sus pueblos, quienes “caminarán en tu luz, y los reinos en el resplandor de tu gloria”. Esta interpretación resalta la naturaleza universal de la bendición prometida, la cual trascenderá las fronteras de Yisra’el, una visión que se conecta intrínsecamente con el Reino de Yeshúa HaMashíaj, donde su luz resplandecerá sobre todas las naciones.

Los Midrashim, como el Midrash Tanhuma (Ki Tavó 1), también conectan las bendiciones y las maldiciones con el destino de Yisra’el en la historia. Se entiende que las maldiciones son una disciplina para traer al pueblo de regreso a HaShem, mientras que las bendiciones de Yesha’yahu son la recompensa final por la teshuvá (arrepentimiento) y la fidelidad venidera. Esta Haftaráh sirve como una esperanza profética, asegurando que a pesar de las inevitables caídas y sus consecuencias, la promesa final de Elohím para su pueblo es de una bendición inquebrantable y una gloria eterna, un Reino de luz sin fin.

3. Brit Hadasháh (Arameo)

Pasaje: Galatiyim (ܓܠܛܝܐ) 3:10-14

Análisis: La Aliyá 3 de Ki Tavó establece claramente el principio de la retribución divina basada en la obediencia o desobediencia a la Torah. Sin embargo, la Brit Hadasháh, a través de Maran Yeshúa, revela una dimensión más profunda de cómo la humanidad puede acceder a la bendición y ser redimida de la maldición. El apóstol Sha’ul, en su carta a los Galatos, aborda este tema con gran profundidad:

Texto Hebreo OriginalFonética TiberianaTraducción Palabra por PalabraTraducción Literal del Verso
——————-——————-——————-——————-
וַיְצַוVa-ye-ṣavY-mandóY Moshéh mandó al pueblo en aquel día, diciendo:
מֹשֶׁהMoshéhMoshéh
אֶת־הָעָםet-ha-ama-el-pueblo
בַּיּוֹםba-yomen-el-día
הַהוּאha-huel-aquel
לֵאמֹר׃le-mordiciendo:
אֵלֶּהElehEstosEstos se pararán para bendecir al pueblo sobre Har Gerizim, cuando hayáis cruzado el Yarden: Shim’on, y Levi, y Yehudah, y Yisaskhar, y Yosef, y Binyamin.
יַעַמְדוּya-amduse-pararán
לְבָרֵךְle-varekhpara-bendecir
אֶת־הָעָםet-ha-ama-el-pueblo
עַלalsobre
הַר־גְּרִיזִיםHar-GerizimHar Gerizim
בְּעָבְרְכֶםbe-avre-khemen-vuestro-cruzar
אֶת־הַיַּרְדֵּןet-ha-Yardena-el-Yarden
שִׁמְעוֹןShim’onShim’on
וְלֵוִיve-Leviy-Levi
וִיהוּדָהvi-Yehudahy-Yehudah
וְיִשָּׂשׂכָרve-Yisaskhary-Yisaskhar
וְיוֹסֵףve-Yosefy-Yosef
וּבִנְיָמִן׃u-vinYaminy-Binyamin.
וְאֵלֶּהVe-elehY-estosY estos se pararán sobre la maldición en Har Eyval: Re’uven, Gad, y Ašer, y Zevulun, Dan, y Naftali.
יַעַמְדוּya-amduse-pararán
עַל־הַקְּלָלָהal-ha-qelalahsobre-la-maldición
בְּהַרbe-Haren-Har
עֵיבָלEyvalEyval
רְאוּבֵןRe’uvenRe’uven
גָּדGadGad
וְאָשֵׁרve-Ašery-Ašer
וּזְבֻלוּןu-Zevuluny-Zevulun
דָּןDanDan
וְנַפְתָּלִי׃ve-Naftaliy-Naftali.
וְעָנוּVe-anuY-responderánY los Levitas responderán y dirán a todo varón de Yisra’el en voz alta:
הַלְוִיִּםha-Leviyimlos-Levitas
וְאָמְרוּve-ameruy-dirán
אֶל־כָּל־אִישׁel-kol-iša-todo-varón
יִשְׂרָאֵלYisra’elYisra’el
קוֹלqolvoz
רָם׃ramalta:
אָרוּרArurMalditoMaldito el varón que hiciere ídolo o fundición, abominación de Adonái, obra de manos de artesano, y lo pusiere en secreto. Y todo el pueblo responderá y dirá: Amén.
הָאִישׁha-išel-varón
אֲשֶׁרašerque
יַעֲשֶׂהya’asehhiciere
פֶסֶלfeselídolo
וּמַסֵּכָהu-massekahy-fundición
תּוֹעֲבַתto’avatabominación
יְהוָהAdonáide-Adonái
מַעֲשֵׂהma’asehobra
יְדֵי־חָרָשׁyedei-ḥarašde-manos-de-artesano
וְשָׂםve-samy-pusiese
בַּסָּתֶרba-sateren-lo-secreto.
וְעָנוּve-anuY-responderá
כָל־הָעָםkol-ha-amtodo-el-pueblo
וְאָמְרוּve-ameruy-dirá
אָמֵן׃amenAmén.
אָרוּרArurMalditoMaldito el que deshonra a su padre y a su madre. Y todo el pueblo dirá: Amén.
מַקְלֶהmaqlehel-que-deshonra
אָבִיוaviva-su-padre
וְאִמּוֹve-imoy-a-su-madre.
וְאָמַרve-amarY-dirá
כָל־הָעָםkol-ha-amtodo-el-pueblo
אָמֵן׃amenAmén.
אָרוּרArurMalditoMaldito el que cambia el linde de su vecino. Y todo el pueblo dirá: Amén.
מַסִּיגmassigel-que-cambia
גְּבוּלgevullinde
רֵעֵהוּre’ehude-su-vecino.
וְאָמַרve-amarY-dirá
כָל־הָעָםkol-ha-amtodo-el-pueblo
אָמֵן׃amenAmén.
אָרוּרArurMalditoMaldito el que hace errar al ciego en el camino. Y todo el pueblo dirá: Amén.
מַשְׁגֶּהmašgehel-que-hace-errar
עִוֵּרiwera-ciego
בַּדֶּרֶךְba-derekhen-el-camino.
וְאָמַרve-amarY-dirá
כָל־הָעָםkol-ha-amtodo-el-pueblo
אָמֵן׃amenAmén.
אָרוּרArurMalditoMaldito el que tuerce el juicio del extranjero, huérfano y viuda. Y todo el pueblo dirá: Amén.
מַטֶּהmattehel-que-tuercie
מִשְׁפַּטmišpatjuicio
גֵּרgerde-extranjero
יָתוֹםyatomhuérfano
וְאַלְמָנָהve-almanahy-viuda.
וְאָמַרve-amarY-dirá
כָל־הָעָםkol-ha-amtodo-el-pueblo
אָמֵן׃amenAmén.
אָרוּרArurMalditoMaldito el que se acuesta con la esposa de su padre, porque ha descubierto la falda de su padre. Y todo el pueblo dirá: Amén.
שֹׁכֵבšokhevel-que-se-acuesta
עִם־אֵשֶׁתim-ešetcon-esposa
אָבִיוavivde-su-padre,
כִּיkiporque
גִלָּהgillahdescubrió
כְּנַףkenaffalda
אָבִיוavivde-su-padre.
וְאָמַרve-amarY-dirá
כָל־הָעָםkol-ha-amtodo-el-pueblo
אָמֵן׃amenAmén.
אָרוּרArurMalditoMaldito el que se acuesta con cualquier animal. Y todo el pueblo dirá: Amén.
שֹׁכֵבšokhevel-que-se-acuesta
עִם־כָּל־בְּהֵמָהim-kol-behemahcon-todo-animal.
וְאָמַרve-amarY-dirá
כָל־הָעָםkol-ha-amtodo-el-pueblo
אָמֵן׃amenAmén.
אָרוּרArurMalditoMaldito el que se acuesta con su hermana, hija de su padre o hija de su madre. Y todo el pueblo dirá: Amén.
שֹׁכֵבšokhevel-que-se-acuesta
עִם־אֲחֹתוֹim-aḥotocon-su-hermana
בַּת־אָבִיוbat-avivhija-de-su-padre
אוֹoo
בַת־אִמּוֹvat-immohija-de-su-madre.
וְאָמַרve-amarY-dirá
כָל־הָעָםkol-ha-amtodo-el-pueblo
אָמֵן׃amenAmén.
אָרוּרArurMalditoMaldito el que se acuesta con su suegra. Y todo el pueblo dirá: Amén.
שֹׁכֵבšokhevel-que-se-acuesta
עִם־חֹתַנְתּוֹim-ḥotanttocon-su-suegra.
וְאָמַרve-amarY-dirá
כָל־הָעָםkol-ha-amtodo-el-pueblo
אָמֵן׃amenAmén.
אָרוּרArurMalditoMaldito el que hiere a su vecino en secreto. Y todo el pueblo dirá: Amén.
מַכֵּהmakkehel-que-hiere
רֵעֵהוּre’ehua-su-vecino
בַּסָּתֶרba-sateren-secreto.
וְאָמַרve-amarY-dirá
כָל־הָעָםkol-ha-amtodo-el-pueblo
אָמֵן׃amenAmén.
אָרוּרArurMalditoMaldito el que toma soborno para matar a una persona inocente. Y todo el pueblo dirá: Amén.
לֹקֵחַloqeaḥel-que-toma
שֹׁחַדšoḥadsoborno
לְהַכּוֹתle-hakotpara-matar
נֶפֶשׁnefeshalma
דָּםdamsangre
נָקִיnaqiinocente.
וְאָמַרve-amarY-dirá
כָל־הָעָםkol-ha-amtodo-el-pueblo
אָמֵן׃amenAmén.
אָרוּרArurMalditoMaldito el que no cumpliere las palabras de esta Torah para hacerlas. Y todo el pueblo dirá: Amén.
אֲשֶׁרašerel-que
לֹא־יָקִיםlo-yaqimno-cumpliere
אֶת־דִּבְרֵיet-divreia-las-palabras
הַתּוֹרָהha-Torahde-la-Torah
הַזֹּאתha-zotesta
לַעֲשׂוֹתla’asotpara-hacerlas.
אוֹתָםotamellas.
וְאָמַרve-amarY-dirá
כָל־הָעָםkol-ha-amtodo-el-pueblo
אָמֵן׃amenAmén.
וְהָיָהVe-hayahY-seráY será que, si escuchares atentamente la voz de Adonái tu Elohím, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te mando hoy, entonces Adonái tu Elohím te pondrá por encima de todas las naciones de la tierra.
אִם־שָׁמוֹעַim-šamoasi-escuchar
תִּשְׁמַעtišmaescucharás
בְּקוֹלbe-qolen-voz
יְהוָהAdonáide-Adonái
אֱלֹהֶיךָEloheykatu-Elohím
לִשְׁמֹרli-šmorpara-guardar
לַעֲשׂוֹתla’asotpara-hacer
אֶת־כָּל־מִצְוֺתָיוet-kol-mitzvotava-todos-sus-mandamientos
אֲשֶׁרašerque
אָנֹכִיanokhiyo
מְצַוְּךָmeṣavvekate-mando
הַיּוֹםha-yomhoy.
וּנְתָנְךָu-netanekaY-te-pondrá
יְהוָהAdonáiAdonái
אֱלֹהֶיךָEloheykatu-Elohím
עֶלְיוֹןelyonsupremo
עַלalsobre
כָּל־הַגּוֹיִםkol-ha-goyimtodos-los-pueblos
הָאֲשֶׁרha-ašerlos-que
בָּאָרֶץ׃ba-areṣen-la-tierra.
וּבָאוּU-va’uY-vendránY vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si escuchares la voz de Adonái tu Elohím.
עָלֶיךָalekhasobre-ti
כָּל־הַבְּרָכוֹתkol-ha-berakhottodas-las-bendiciones
הָאֵלֶּהha-elehestas
וְהִשִּׂיגֻךָve-hissigukay-te-alcanzarán
כִּיkiporque
תִשְׁמַעtišmaescucharás
בְּקוֹלbe-qolen-voz
יְהוָהAdonáide-Adonái
אֱלֹהֶיךָ׃Eloheykatu-Elohím.
בָּרוּךְBarukhBenditoBendito serás tú en la ciudad, y bendito tú en el campo.
אַתָּהattah
בָּעִירba-iren-la-ciudad
וּבָרוּךְu-varukhy-bendito
אַתָּהattah
בַּשָּׂדֶה׃ba-sadehen-el-campo.
בָּרוּךְBarukhBenditoBendito el fruto de tu vientre, y el fruto de tu tierra, y el fruto de tu ganado, el parto de tus vacas y las crías de tus ovejas.
פְּרִי־בִטְנְךָperi-vitnekafruto-de-tu-vientre
וּפְרִיu-feriy-fruto
אַדְמָתְךָadmatekade-tu-tierra
וּפְרִיu-feriy-fruto
בְהֶמְתְּךָvehemtekade-tu-ganado
שְׁגַרšegarel-parto
אֲלָפֶיךָalafeykhade-tus-vacas
וְעַשְׁתְּרוֹתve-aštaroty-las-crías
צֹאנֶךָ׃ṣonekade-tus-ovejas.
בָּרוּךְBarukhBenditoBendita tu canasta y tu artesa.
טַנְאֲךָta’anakatu-canasta
וּמִשְׁאַרְתֶּךָ׃u-miš’artekay-tu-artesa.
בָּרוּךְBarukhBenditoBendito serás tú en tu entrada, y bendito tú en tu salida.
אַתָּהattah
בְּבֹאֶךָbe-vo’ekaen-tu-entrada
וּבָרוּךְu-varukhy-bendito
אַתָּהattah
בְּצֵאתֶךָ׃be-ṣetekaen-tu-salida.
Texto Arameo OriginalFonética Siríaca OrientalTraducción Palabra por PalabraTraducción Literal del Verso
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ܟܠKalTodoPues todos los que son de obras de la Torah, bajo maldición están, porque está escrito: Maldito todo el que no permanece en todas las cosas que están escritas en la Torah para hacerlas.
ܓܝܪgirpues
ܕܡܢd-manque-de
ܥܒܕܐebadáobras
ܕܢܡܘܣܐd-namusade-la-Torah
ܐܢܘܢinonson
ܬܚܝܬtaḥetbajo
ܠܘܛܬܐluṭtámaldición
ܐܢܘܢinonestán,
ܟܬܝܒkatibescrito
ܓܝܪgirpues
ܕܠܝܛd-la’iṭque-maldito
ܗܘhues
ܟܠkaltodo
ܕܠܐd-laque-no
ܡܩܝܡmaqimpermanece
ܒܟܠܗܝܢb-kolehénen-todas-ellas
ܕܟܬܝܒܢd-katibanque-están-escritas
ܒܢܡܘܣܐb-namusaen-la-Torah
ܕܢܥܒܕd-ne’badpara-hacer
ܐܢܝܢaninellas.
ܕܒܢܡܘܣܐD-b-namusaMas-por-la-TorahMas que por la Torah nadie es justificado delante de Elohím, es manifiesto, porque está escrito: El justo por la fe vivirá.
ܕܝܢdinsin-embargo
ܠܐlano
ܐܢܫanašnadie
ܡܙܕܕܩmazdaqdaes-justificado
ܩܕܡqdamdelante-de
ܐܠܗܐAlahaElohím,
ܝܕܝܥܐyadiamanifiesto
ܗܘhues,
ܟܬܝܒkatibescrito
ܓܝܪgirpues
ܕܙܕܝܩܐd-zadiqaque-el-justo
ܒܗܝܡܢܘܬܐb-haymanutapor-la-fe
ܢܚܐ׃neḥavivirá.
ܢܡܘܣܐNamusaLa-TorahY la Torah no es de fe, sino: El que las hiciere vivirá por ellas.
ܕܝܢdinsin-embargo
ܠܐlano
ܗܘܐhues
ܕܗܝܡܢܘܬܐd-haymanutade-fe
ܐܠܐelasino
ܡܢmanel-que
ܕܢܥܒܕd-ne’badlas-hiciere
ܐܢܝܢaninellas
ܢܚܐneḥavivirá
ܒܗܝܢ׃b-henpor-ellas.
ܠܢLanA-nosotrosMas a nosotros el Mashíaj nos redimió de la maldición de la Torah, haciéndose por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero).
ܕܝܢdinsin-embargo
ܡܫܝܚܐMašiḥaMashíaj
ܦܪܩܢparaqannos-redimió
ܡܢmande
ܠܘܛܬܐluṭtámaldición
ܕܢܡܘܣܐd-namusade-la-Torah
ܘܗܘw-huy-él
ܗܘܐhufue
ܚܠܦܝܢḥalfaynpor-nosotros
ܠܘܛܬܐluṭtámaldición
ܘܟܬܝܒw-katiby-escrito
ܕܠܝܛd-la’iṭque-maldito
ܗܘhues
ܟܠkaltodo
ܕܡܬܬܠܐd-mattaṭlaque-es-colgado
ܒܩܝܤܐ׃b-qisaen-un-madero.
ܕܬܗܘܐD-tehwePara-que-viniesePara que la bendición de Avraham viniese sobre las naciones en Yeshúa HaMashíaj, y que recibiésemos la Ruaj prometida por la fe.
ܥܠalsobre
ܥܡܡܐamamalas-naciones
ܒܘܪܟܬܐburaktabendición
ܕܐܒܪܗܡd-Avrahamde-Avraham
ܒܝܫܘܥb-Išu’en-Yeshúa
ܡܫܝܚܐMašiḥaMashíaj
ܘܢܤܒw-nesaby-recibiésemos
ܚܢܢḥnannosotros
ܪܘܚܐRuḥaRuaj
ܕܡܘܠܟܢܐd-mulkanade-la-promesa
ܒܗܝܡܢܘܬܐ׃b-haymanutapor-la-fe.

Sha’ul argumenta que, dado que nadie puede cumplir la Torah perfectamente (como lo exige Deuteronomio 27:26, “Maldito el que no cumpliere todas las palabras de esta Torah para hacerlas”), la maldición está sobre todos. Sin embargo, Yeshúa HaMashíaj intervino. Él, el Mashíaj prometido, “nos redimió de la maldición de la Torah, haciéndose por nosotros maldición” (Galatiyim 3:13). Esto se cumplió a través de su muerte en el madero, un acto que la misma Torah designa como maldito (Deuteronomio 21:23).

La obra de Mar Yeshúa no anula la Torah, sino que satisface sus justas demandas y libera a aquellos que ponen su fe en Él de la condenación de la desobediencia. Por medio de Yeshúa HaMashíaj, la bendición de Avraham, que es la promesa de la Ruaj HaKodesh y la justificación por la fe, se extiende a todas las naciones, trayéndolas al Reino de los Cielos. En el Reino de Elohím, la obediencia no es un medio para ganar la bendición, sino una respuesta amorosa a la bendición ya recibida en Mashíaj.

Textos pseudepigráficos como los Salmos de Salomón (siglo I a.C.) anticipan un Mesías justo que purificará Yerushalayim y ejercerá juicio perfecto, trayendo justicia y bendición a un pueblo pecador (Salmos de Salomón 17:21-32, 44). Este Mesías, el Hijo de David, cumplirá la justicia de la Torah de una manera que los hombres no podían. De manera similar, el Testamento de Levi (Testamento de los Doce Patriarcas) habla de un sacerdote y rey mesiánico que llevará a cabo la voluntad de Elohím y traerá un “nuevo sacerdocio” y “nueva ley”, lo que puede verse como una anticipación de la mediación de Yeshúa HaMashíaj para traer una bendición más profunda y una liberación de la maldición de la desobediencia.

4. Contexto Histórico

El pasaje de Deuteronomio 27:11-28:6 se sitúa en un momento crucial de la historia de los Bnei Yisra’el: la culminación de los discursos de Moshéh en las llanuras de Moav, justo antes de que el pueblo cruzara el Yarden para entrar en la Tierra Prometida de Kena’an. Moshéh, cercano a su muerte, reitera y expande la Torah dada en el Sinaí, haciendo un llamado final a la obediencia para asegurar la vida y la bendición en la tierra.

La ceremonia descrita en este pasaje es un evento solemne de renovación del Pacto. Moshéh instruye a Yehoshúa y a los Bnei Yisra’el a erigir piedras con la Torah escrita en Har Eval, y a dividir al pueblo en dos grupos: seis tribus (Shim’on, Levi, Yehudah, Yisaskhar, Yosef, Binyamin) en Har Gerizim para pronunciar las bendiciones, y las otras seis (Re’uven, Gad, Ašer, Zevulun, Dan, Naftali) en Har Eval para las maldiciones. Los Levitas, de pie en medio, pronunciarían las maldiciones, y todo el pueblo respondería “Amén”.

Esta práctica de renovación de pactos era común en el Antiguo Cercano Oriente (ANE). Los tratados de vasallaje hititas, por ejemplo, incluían extensas listas de bendiciones y maldiciones condicionadas por la fidelidad al pacto. Este contexto histórico resalta que la Torah de Adonái no era simplemente un código legal, sino un pacto vivo y relacional con consecuencias directas para la vida del pueblo en la tierra.

Arqueológicamente, el sitio de Tel Balata (la antigua Siquem, cerca de los montes Gerizim y Eval) ha revelado evidencia de actividad religiosa y un altar en Har Eval, lo que podría estar relacionado con las instrucciones de Moshéh. La elección de Har Gerizim (el monte “fértil”) para las bendiciones y Har Eval (el monte “árido”) para las maldiciones no es casual, sino que subraya la naturaleza polarizada y las claras implicaciones de la elección que el pueblo estaba a punto de hacer. Esta ceremonia vinculaba la obediencia a la Torah con la fertilidad, la prosperidad y la presencia de Elohím en la tierra, y la desobediencia con la infertilidad, la calamidad y el alejamiento divino.

5. Comentarios Proféticos

El pasaje de las bendiciones y las maldiciones en Ki Tavó es profundamente profético. No solo describe las consecuencias inmediatas para los Bnei Yisra’el al entrar en Kena’an, sino que también anticipa el curso de su historia. Las maldiciones, lamentablemente, se cumplieron en varias ocasiones, llevando al exilio y la dispersión, tal como profetizan los Nevi’im posteriores como Yirmeyahu HaNavi y Yeḥezqel HaNavi. Sin embargo, las promesas de bendición final también apuntan a la redención última de Yisra’el y el establecimiento del Reino de Yeshúa HaMashíaj.

Proféticamente, el llamado a “escuchar atentamente la voz de Adonái tu Elohím” (Deuteronomio 28:1) es una constante a lo largo de toda la narrativa profética. La obediencia al HaShem es la clave para la vida y la bendición. En el Reino de Yeshúa HaMashíaj, esta obediencia trasciende la mera observancia externa y se centra en una transformación del corazón por la Ruaj HaKodesh. Yesha’yahu HaNavi y Yirmeyahu HaNavi profetizaron un nuevo pacto donde la Torah sería escrita en los corazones (Yirmeyahu 31:31-34), un pacto mediado por Mashíaj.

Las bendiciones de la Aliyá 3, que incluyen prosperidad en la ciudad y el campo, fertilidad y victoria (Deuteronomio 28:3-6), se cumplirán de manera plena y espiritual en el Reino Mesiánico. Yeshúa HaMashíaj es la encarnación de la bendición de Elohím para la humanidad. Él es el Rey justo que traerá la paz y la prosperidad definitivas a su pueblo y a todas las naciones. La profecía de Yesha’yahu 60, con la luz y la gloria de HaShem llenando Tziyon y atrayendo a las naciones, encuentra su cumplimiento en el Reino que Maran Yeshúa establecerá en su regreso.

Para la época actual, estos pasajes son un recordatorio de que las decisiones tienen consecuencias. La elección entre la obediencia a los caminos de HaShem o la rebelión sigue siendo relevante. La diferencia es que ahora, a través de Yeshúa HaMashíaj, los creyentes tenemos la Ruaj HaKodesh que nos capacita para andar en la Torah de Elohím no por fuerza de ley, sino por la gracia y el amor que emanan de nuestro Rey. El Reino de Yeshúa HaMashíaj no anula la ley moral, sino que la interioriza y la hace posible, transformando las maldiciones en bendiciones por medio de la fe en Él.

6. Análisis Profundo

El pasaje de Ki Tavó 27:11-28:6 es una de las secciones más dramáticas y fundamentales de la Torah. Se articula en dos partes claras: la ceremonia de las maldiciones (27:11-26) y la introducción a las bendiciones (28:1-6).

Palabras clave en hebreo:

* אָרוּר (Arur – maldito): Esta palabra se repite doce veces en el capítulo 27, cada una seguida por el “אָמֵן (amen)” del pueblo. “Arur” implica ser separado de la fuente de vida y bendición, sujeto a las consecuencias divinas. No es simplemente una exclamación, sino una declaración de la separación del individuo o la acción de la gracia de Elohím. Su repetición y la respuesta del pueblo subrayan la seriedad del compromiso.

* בָּרוּךְ (Barukh – bendito): En contraste, Deuteronomio 28:3-6 introduce “Barukh”, que significa enriquecido, favorecido, capacitado por Elohím para la prosperidad y el bienestar. Procede de la raíz ב.ר.כ (b.r.k), que connota vitalidad, multiplicación y plenitud de vida.

* שָׁמוֹעַ תִּשְׁמַע (Šamoa tišma – escuchar escucharás / escucharás atentamente): Esta construcción enfática del verbo “šama” (שָׁמַע) en 28:1, es crucial. No solo significa “oír”, sino “oír y obedecer”, “prestar atención y actuar”. Es la base de todo el pacto con Yisra’el. La obediencia no es pasiva, sino una respuesta activa y continua a la voz de Adonái.

Conceptos Teológicos Relevantes:

1. La Condicionalidad del Pacto: La vida de Yisra’el en la Tierra Prometida estaba intrínsecamente ligada a su obediencia a la Torah. Elohím, en su soberanía, establece los términos del pacto. La bendición es la manifestación de su favor cuando su pueblo anda en sus caminos, y la maldición es la consecuencia de la ruptura del pacto. No es arbitrario, sino una expresión de la justicia divina.

2. La Santidad de la Vida Comunitaria: Las maldiciones del capítulo 27 no se centran solo en pecados rituales, sino en transgresiones morales y sociales que corroen el tejido de la comunidad: idolatría oculta (v. 15), deshonra a los padres (v. 16), injusticia hacia los vulnerables (v. 17-19), inmoralidad sexual (v. 20-23), violencia secreta (v. 24) y corrupción judicial (v. 25). Esto revela que la Torah abarca toda la vida, pública y privada, y que la ética social es tan vital como la observancia ritual para la salud del pueblo de Elohím.

3. La Universalidad de la Maldición (27:26): El verso final de la sección de maldiciones es crucial: “Maldito el que no cumpliere todas las palabras de esta Torah para hacerlas” (אָרוּר אֲשֶׁר לֹא־יָקִים אֶת־דִּבְרֵי הַתּוֹרָה הַזֹּאת לַעֲשׂוֹת אוֹתָם). Este versículo, interpretado por Sha’ul en Galatiyim 3:10, muestra la imposibilidad para cualquier ser humano de alcanzar la justificación solo por obras de la Torah, ya que el pacto exige obediencia completa y continua. Un solo error somete a uno a la maldición.

Midrashim y Targumim:

Los Targumim (Onkelos y Jonathan) a menudo parafrasean y expanden el texto. Por ejemplo, en 27:15, el Targum Jonathan no solo menciona la idolatría, sino que enfatiza el pecado de la hipocresía en la adoración oculta.

El Sifre Devarim (27:11) discute la razón por la que seis tribus estaban en Gerizim y seis en Eval. Sugiere que las tribus en Gerizim (incluyendo a Levi y Yehudah) eran descendientes de las matriarcas (Leah y Rajel), asociadas con la bendición, mientras que las otras (incluyendo las concubinas) estaban en Eval. Otros Midrashim (como Midrash Tanhuma, Ki Tavó 1) resaltan la gravedad de cada maldición, explicando las implicaciones de cada transgresión y la justicia inherente en la demanda de “Amén” por parte del pueblo, significando no solo consentimiento sino también aceptación de las consecuencias. Se subraya que cada maldición es por pecados que se cometen en secreto, donde solo Elohím es el Juez, y el “Amén” sirve como una autoevaluación y un compromiso ante HaShem.

7. Tema Relevante

El tema central de esta Aliyá es la Elección y Consecuencia de la Obediencia a la Torah. No es simplemente una lista de reglas, sino una presentación del camino de la vida y el camino de la muerte, la bendición y la maldición. Moshéh confronta al pueblo con una elección ineludible: la fidelidad a Adonái y sus mandamientos lleva a una vida de abundancia y protección bajo su mano; la desobediencia conduce al sufrimiento y la separación.

Este tema resuena profundamente en el Reino de los Cielos. Yeshúa HaMashíaj, en su enseñanza, no anuló la Torah, sino que la intensificó y la interiorizó. Sus sermones, como el del monte, no eliminan la demanda de justicia, sino que la elevan al nivel del corazón y la intención (Mateo 5:17-20). Para los discípulos de Mashíaj, la obediencia no es un medio para ganarse el favor de Elohím, sino la manifestación natural de una relación restaurada con Él a través de Yeshúa. La Ruaj HaKodesh nos capacita para “escuchar atentamente” la voz de Adonái y “hacer” su voluntad, no por obligación legalista, sino por amor y gratitud.

En el Reino de los Cielos, la bendición no es solo material, sino una bendición espiritual que incluye la reconciliación con Elohím, la paz interior y la esperanza de la vida eterna. La maldición, por otro lado, es la separación de la vida de Elohím, que Yeshúa HaMashíaj cargó sobre sí mismo para que sus seguidores pudieran experimentar la plenitud de la bendición. Vivir como discípulos de Mashíaj implica elegir activamente caminar en sus caminos, siguiendo su ejemplo y sus enseñanzas, sabiendo que en Él encontramos la verdadera bendición y la libertad del poder de la maldición.

8. Descubriendo a Mashíaj

El pasaje de “La bendición y la maldición” apunta de manera poderosa hacia Yeshúa HaMashíaj, quien es el cumplimiento y la resolución de esta profunda dicotomía.

1. El Cargador de la Maldición: Deuteronomio 27:26 declara “Maldito el que no cumpliere todas las palabras de esta Torah para hacerlas”. Esta es una declaración que condena a toda la humanidad, ya que nadie, excepto Yeshúa HaMashíaj, puede cumplir perfectamente la Torah. Sha’ul en Galatiyim 3:13-14 explícitamente conecta la maldición de la Torah con Yeshúa: “El Mashíaj nos redimió de la maldición de la Torah, haciéndose por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero), para que en Yeshúa HaMashíaj la bendición de Avraham viniese sobre las naciones”. Yeshúa tomó sobre sí la maldición que recaía sobre la humanidad por su desobediencia, sufriendo el juicio de Elohím en el madero.

2. La Fuente de Bendición: Mientras Deuteronomio 28:1-6 promete bendiciones por obediencia, Yeshúa HaMashíaj es la encarnación misma de la bendición de Elohím. A través de Él, la bendición de Avraham, que prometía una descendencia numerosa y que las naciones serían bendecidas en su simiente (Génesis 12:3), se extiende a todos los que creen. En Él, la bendición espiritual de la adopción como hijos de Elohím y el don de la Ruaj HaKodesh son accesibles.

3. El Mediador del Nuevo Pacto: La Ley en su forma mosaica traía consigo una fuerte demanda y la amenaza de maldición por incumplimiento. Yeshúa HaMashíaj inauguró el Brit Hadasháh, el Nuevo Pacto, donde la Torah no es abolida, sino internalizada y cumplida por la Ruaj HaKodesh en los creyentes. Él es el “mediador de un pacto superior” (Ivrim 8:6), trayendo una salvación y una bendición que no dependen de la perfecta obediencia humana a la ley para ganarlas, sino de la fe en su obra redentora.

Los textos apócrifos y pseudepigráficos a menudo expresan la profunda necesidad de un intercesor o un gobernante justo. El Libro de Henok (10:16-17) habla de una nueva justicia que vendrá sobre la tierra, y la promesa de que la “bendición y la justicia serán plantadas para siempre”. Los Salmos de Salomón (17 y 18) profetizan a un “hijo de David” que será un rey justo, guiado por la Ruaj HaKodesh, que destruirá a los pecadores con la palabra de su boca y purificará a su pueblo. Estas aspiraciones messiánicas encuentran su plenitud en Yeshúa HaMashíaj, quien no solo juzga con justicia sino que también redime del juicio. Él es el cumplimiento de todas las promesas de bendición y el libertador de toda maldición para aquellos que entran en su Reino de los Cielos.

9. Midrashim y Targumim

El pasaje de Deuteronomio 27:11-28:6 es rico en interpretación rabínica.

Los Targumim (Targum Onkelos y Targum Jonathan) suelen ser traducciones parafrásticas del texto hebreo al arameo, ofreciendo a veces explicaciones y ampliaciones.

* Deuteronomio 27:15 (Idolatría en secreto): El Targum Jonathan añade una capa de significado, especificando que la maldición recae sobre aquel que hace “ídolos de yeso o de metal fundido en secreto”. Esto no solo prohíbe la idolatría, sino que enfatiza la maldad de aquellos que aparentan ser justos públicamente, pero en privado violan la Torah. Este es un pecado de hipocresía, que la tradición rabínica considera particularmente grave.

Deuteronomio 27:26 (Maldición por no cumplir la Torah): Este versículo ha generado considerable discusión. El Targum Onkelos lo traduce como “maldito el que no observe las palabras de esta Torah para hacerlas”. Algunos Midrashim, como el Midrash Sifre Devarim 343, interpretan que esta maldición no se refiere solo a no cumplir todas las mitzvot (lo que es casi imposible para un ser humano), sino a aquel que desconsidera o invalida cualquier* palabra de la Torah, minimizando su autoridad o su importancia. Otros comentaristas entienden que se refiere a no cumplir los “trece principios fundamentales de la Torah” o a no aceptar el carácter vinculante de toda la Torah en su conjunto. La unanimidad del pueblo en decir “Amén” subraya la aceptación de la totalidad de la Torah y sus consecuencias.

Los Midrashim ofrecen perspectivas fascinantes sobre la ceremonia de Har Gerizim y Har Eval:

* Sifre Devarim 341-342: Explica la disposición de las tribus. Levi, que no recibió herencia territorial, estaba en el centro, entre los que bendecían y los que maldecían, proclamando ambos. Se dice que las tribus en Har Gerizim pronunciaban las bendiciones y las de Har Eval pronunciaban las maldiciones. Sin embargo, en el texto, son los Levitas quienes pronuncian las maldiciones, y todo el pueblo (ambos lados) responde Amén. Esto subraya la idea de que todo Yisra’el, en su totalidad, se compromete con el pacto.

* Midrash Tanhuma, Ki Tavó 1: Los sabios preguntan por qué las maldiciones son pronunciadas en voz alta en un entorno tan público, mientras que la bendición se introduce de manera más sutil en el capítulo 28. Una respuesta es que las maldiciones a menudo son el resultado de acciones secretas, como la idolatría en 27:15 o golpear a un vecino en secreto en 27:24. La proclamación pública y el “Amén” eran para erradicar la hipocresía y el pecado oculto, asegurando que cada Yisra’elita entendiera que Elohím conoce lo oculto. También se argumenta que la inclinación humana a menudo nos lleva al mal, por lo que las maldiciones deben ser presentadas de manera más contundente como una advertencia más fuerte.

* Mishnah Sotah 7:5: Describe la ceremonia real de cómo los sacerdotes y levitas se ponían de cara a Har Gerizim y decían la bendición, y luego se volvían a Har Eval y decían la maldición, con el pueblo respondiendo “Amén” a cada una. Esta imagen ritual enfatiza la solemnidad y el compromiso de toda la nación.

Estas interpretaciones subrayan la seriedad del pacto mosaico, la vigilancia contra el pecado, tanto público como privado, y la necesidad de una aceptación total y de corazón de la autoridad de la Torah de HaShem.

10. Mandamientos

De esta Aliyá, los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos pueden extraer principios fundamentales para la vida:

1. La Importancia de la Obra de la Torah por Fe: Aunque la Torah mosaica, en su totalidad legalista, no puede justificarnos (como vemos en Galatiyim 3), los mandamientos morales y éticos que se presentan en las maldiciones de Deuteronomio 27 siguen siendo principios para una vida justa y santa. No cometer idolatría, honrar a los padres, no mover linderos, cuidar al ciego, al extranjero, al huérfano y a la viuda, evitar la inmoralidad sexual, no herir al prójimo en secreto, y no aceptar sobornos para condenar a un inocente. Estos son mandamientos que Yeshúa HaMashíaj reafirmó y profundizó, llamándonos a vivirlos con un corazón transformado.

2. La Sinceridad y la Integridad del Corazón: Muchas de las maldiciones de Deuteronomio 27 se refieren a pecados cometidos “en secreto” (versículos 15, 24). Esto enseña a los discípulos de Mashíaj la importancia de la integridad no solo en la esfera pública, sino también en la privada. La verdadera obediencia y justicia en el Reino de Elohím se extiende a los pensamientos y las intenciones del corazón, tal como Maran Yeshúa enseñó.

3. La Escucha Activa y Obediente (Šama): El pasaje de bendiciones comienza con la frase “si escuchar escucharás en voz de Adonái tu Elohím” (Deuteronomio 28:1). Para los discípulos de Mashíaj, esto significa una disposición continua a escuchar la voz del Ruaj HaKodesh y obedecer las enseñanzas de Yeshúa HaMashíaj. Es una escucha que no es pasiva, sino que lleva a la acción y a la transformación del carácter, manifestando los frutos del Reino.

4. La Conciencia de las Consecuencias: Este pasaje nos recuerda que las acciones tienen consecuencias, ya sean de bendición o de dificultad. Aunque en Yeshúa somos libres de la maldición de la Torah, sembramos lo que cosechamos (Gálatas 6:7-8). Elegir los caminos del Reino de los Cielos trae consigo una vida de propósito, paz y la aprobación de Elohím, mientras que desviarse trae desorden y sufrimiento, tanto personal como comunitario.

11. Preguntas de Reflexión

1. En el contexto del “Amén” del pueblo a las maldiciones ocultas (Deuteronomio 27:15, 24), ¿cómo podemos, como discípulos de Yeshúa HaMashíaj, cultivar una integridad radical en nuestras vidas privadas, sabiendo que Elohím ve nuestros pensamientos y acciones más íntimos, y cómo afecta esto nuestra participación en el Reino de los Cielos?

2. Deuteronomio 28:1 enfatiza el “escuchar escucharás” (šamoa tišma) la voz de Adonái. ¿Qué prácticas o disciplinas podemos implementar en nuestras vidas para desarrollar una escucha más profunda y una obediencia más plena a la guía del Ruaj HaKodesh, y cómo esta obediencia nos posiciona para las bendiciones del Reino de Yeshúa HaMashíaj hoy?

3. Considerando que Yeshúa HaMashíaj se hizo maldición por nosotros (Galatiyim 3:13), ¿cómo debería nuestra comprensión de esta redención transformar nuestra perspectiva sobre las demandas de la Torah y motivarnos a vivir una vida de santidad y justicia en el Reino de los Cielos, no por temor a la maldición, sino por amor y gratitud a nuestro Maran Yeshúa?

12. Resumen

La Aliyá 3 de la Parashá Ki Tavó presenta la solemne ceremonia de las bendiciones y maldiciones, delineando las consecuencias directas de la obediencia o desobediencia a la Torah de Adonái. En los montes Gerizim y Eval, el pueblo de Yisra’el fue llamado a ratificar su compromiso con el pacto, con los Levitas proclamando las maldiciones por transgresiones morales y sociales, y el pueblo respondiendo “Amén”, asumiendo la responsabilidad total. Este pasaje, junto con la Haftaráh de Yesha’yahu 60, subraya que si bien la desobediencia trae juicio, la fidelidad conduce a bendiciones abundantes y una gloriosa restauración. La Brit Hadasháh revela a Yeshúa HaMashíaj como aquel que asumió la maldición de la Torah en sí mismo, abriendo el camino para que la bendición de Avraham se extendiera a todas las naciones. Como discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos, somos llamados a una obediencia que surge del amor y la fe en Yeshúa, transformando nuestros corazones por la Ruaj HaKodesh y permitiéndonos caminar en la plenitud de las bendiciones de Elohím.

13. Tefiláh (Oración)

Adonái Elohím, soberano de cielos y tierra, te agradecemos por tu Torah, que nos muestra tus caminos de vida y justicia. Te damos gracias por Maran Yeshúa HaMashíaj, quien tomó sobre sí la maldición que merecíamos, abriendo el camino a la verdadera bendición y al Reino de los Cielos. Ayúdanos, por tu Ruaj HaKodesh, a escuchar atentamente tu voz y a vivir con integridad en todos nuestros caminos, cultivando la obediencia que brota del amor y la gratitud por tu redención. Que nuestras vidas reflejen las bendiciones de tu Reino, para la gloria de tu Nombre. Amén.

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Parashá 50 Ki Tavo (כי תבוא) – Aliyah 2

Aliyáh 2: (Deuteronomio 26:12-15) Instrucciones sobre el diezmo del tercer año para los levitas, los extranjeros, los huérfanos y las viudas.
Haftaráh: Isaías 60:1-22 (La bendición y la prosperidad para los fieles).
Brit Hadasháh: Santiago 1:27 (La verdadera religión que cuida de los necesitados).

¡Shalom u’Brakhá! Nos adentramos hoy en la Aliyá 2 de la Parasháh Ki Tavó, un pasaje de profunda riqueza que aborda los principios de los diezmos, la justicia social y la fidelidad al Pacto de Adonái. Que el Ruaj HaKodesh nos ilumine para discernir las verdades eternas y su relevancia para la vida en el Reino.

Tema: Los diezmos

1. Texto Hebreo Interlineal

Pasaje: Deuteronomio 26:12-27:10

Texto Hebreo OriginalFonética TiberianaTraducción Palabra por PalabraTraducción Literal del Verso

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כִּי־תְכַלֶּ֣ה לְעַשֵּׂ֗רKi-tekhaléh le’asérCuando termines de diezmar כִּי־תְכַלֶּ֣ה לְעַשֵּׂ֗רCuando hayas acabado de diezmar
אֶת־כָּל־מַעְשַׂ֤רet-kol-ma’sartodo el diezmo אֶת־כָּל־מַעְשַׂ֤רtodo el diezmo
תְּבוּאָֽתְךָ֙tevu’atékhade tu cosecha תְּבוּאָֽתְךָ֙de tu cosecha
בַּשָּׁנָ֣ה הַשְּׁלִישִׁ֗תbašanáh haššelišiten el año el tercero בַּשָּׁנָ֣ה הַשְּׁלִישִׁ֗תen el tercer año,
שְׁנַ֤ת הַֽמַּעֲשֵׂר֙šenat hama’asérel año del diezmo שְׁנַ֤ת הַֽמַּעֲשֵׂר֙el año del diezmo,
וְנָתַתָּ֣ה לַלֵּוִ֗יvenatatáh lalévíy darás al levita וְנָתַתָּ֣ה לַלֵּוִ֗יy lo darás al levita,
לַגֵּר֙ לַיָּת֣וֹםlagér layatomal forastero, al huérfano לַגֵּר֙ לַיָּת֣וֹםal forastero, al huérfano
וְלָֽאַלְמָנָ֔הvela’almanáhy a la viuda וְלָֽאַלְמָנָ֔הy a la viuda,
וְאָכְל֥וּ בִשְׁעָרֶ֖יךָve’akhlu biš’aréykhay comerán en tus puertas וְאָכְל֥וּ בִשְׁעָרֶ֖יךָpara que coman en tus ciudades
וְשָׂבֵֽעוּ׃veśavé’uy se sacien. וְשָׂבֵֽעוּ׃y se sacien.
כו:יבko:yod-bet(Deuteronomio 26:12)
וְאָֽמַרְתָּ֙ לִפְנֵי֙ve’amartá lifnéyY dirás delante de וְאָֽמַרְתָּ֙ לִפְנֵי֙Y declararás delante de
יהוה֣ אֱלֹהֶ֔יךָAdonái ElohéykhaAdonái tu Elohím וְאָֽמַרְתָּ֙ לִפְנֵי֙ יהוה֣ אֱלֹהֶ֔יךָAdonái tu Elohím:
בִּעַ֙רְתִּי֙ הַקֹּ֣דֶשׁbi’arti haqqódešHe apartado lo santo בִּעַ֙רְתִּי֙ הַקֹּ֣דֶשׁHe apartado lo sagrado
מִן־הַבַּ֔יִתmin-habáyitde la casa מִן־הַבַּ֔יִתde la casa,
וְגַ֨ם נְתַתִּ֤יוvegam netativy también lo he dado וְגַ֨ם נְתַתִּ֤יוy también lo he dado
לַלֵּוִי֙ וְלַגֵּ֔רlaléví velagéral levita y al forastero לַלֵּוִי֙ וְלַגֵּ֔רal levita, al forastero,
לַיָּת֥וֹם וְלָֽאַלְמָנָ֖הlayatom vela’almanáhal huérfano y a la viuda לַיָּת֥וֹם וְלָֽאַלְמָנָ֖הal huérfano y a la viuda,
כְּכָל־מִצְוָתְךָ֖kekhol-mitzvatékhaconforme a todo tu mandamiento כְּכָל־מִצְוָתְךָ֖conforme a todo tu mandamiento
אֲשֶׁ֣ר צִוִּיתָ֑נִיašer tzivitánique me ordenaste אֲשֶׁ֣ר צִוִּיתָ֑נִיque me ordenaste.
לֹֽא־עָבַ֥רְתִּיlo-avartiNo he transgredido לֹֽא־עָבַ֥רְתִּיNo he transgredido
מִמִּצְוֹתֶ֖יךָmimitzvotéykhade tus mandamientos לֹֽא־עָבַ֥רְתִּי מִמִּצְוֹתֶ֖יךָtus mandamientos
וְלֹ֣א שָׁכָֽחְתִּֽי׃velo šakháḥtiy no he olvidado. וְלֹ֣א שָׁכָֽחְתִּֽי׃y no he olvidado.
כו:יגko:yod-gimel(Deuteronomio 26:13)
לֹא־אָכַ֤לְתִּיlo-akhaltiNo comí לֹא־אָכַ֤לְתִּיNo comí
בְּאֹנִּי֙be’onníen mi luto בְּאֹנִּי֙de ello en mi luto,
מִמֶּ֔נּוּmiménnude él מִמֶּ֔נּוּ
וְלֹא־בִעַ֥רְתִּיvelo-vi’artiy no aparté וְלֹא־בִעַ֥רְתִּיni aparté
מִמֶּ֖נּוּmiménnude él מִמֶּ֖נּוּde ello
בְּטָמֵ֑אbetaméen impureza בְּטָמֵ֑אestando impuro,
וְלֹא־נָתַ֥תִּיvelo-natatiy no di וְלֹא־נָתַ֥תִּיni di
מִמֶּ֖נּוּmiménnude él מִמֶּ֖נּוּde ello
לְמֵ֑תleméta un muerto לְמֵ֑תpara los muertos.
שָׁמַ֙עְתִּי֙ בְּק֣וֹלšama’ti beqolEscuché en la voz שָׁמַ֙עְתִּי֙ בְּק֣וֹלHe obedecido la voz
יהוה֣ אֱלֹהָ֔יAdonái EloháyAdonái mi Elohím יהוה֣ אֱלֹהָ֔יde Adonái mi Elohím;
עָשִׂ֕יתִי כְּכֹ֥לasíti kekholHice conforme a todo עָשִׂ֕יתִי כְּכֹ֥לhe hecho conforme a todo
אֲשֶׁ֥ר צִוִּיתָֽנִי׃ašer tzivitánique me ordenaste. אֲשֶׁ֥ר צִוִּיתָֽנִי׃lo que me has mandado.
כו:ידko:yod-dalet(Deuteronomio 26:14)
הַשְׁקִ֙יפָה֙ מִמְּע֣וֹןhašqifah mimme’onMira desde la morada הַשְׁקִ֙יפָה֙ מִמְּע֣וֹןMira desde tu santa morada,
קָדְשְׁךָ֜ מִן־הַשָּׁמַ֗יִםqodšékha min-haššamayimtu santidad desde los cielos קָדְשְׁךָ֜ מִן־הַשָּׁמַ֗יִםdesde los cielos,
וּבָרֵ֤ךְ אֶֽת־עַמְּךָ֙uvarékh et-ammekháy bendice a tu pueblo וּבָרֵ֤ךְ אֶֽת־עַמְּךָ֙y bendice a tu pueblo
אֶת־יִשְׂרָאֵ֔לet-yisra’éla Yisra’el אֶת־יִשְׂרָאֵ֔לYisra’el,
וְאֵת֙ הָֽאֲדָמָ֔הve’et ha’adamáhy la tierra וְאֵת֙ הָֽאֲדָמָ֔הy la tierra
אֲשֶׁ֥ר נָתַ֖תָּהašer natátahque diste אֲשֶׁ֥ר נָתַ֖תָּהque nos has dado,
לָ֙נוּ֙lánua nosotros לָ֙נוּ֙
כַּאֲשֶׁ֤ר נִשְׁבַּ֙עְתָּ֙ka’ašer nišbá’tacomo juraste כַּאֲשֶׁ֤ר נִשְׁבַּ֙עְתָּ֙como juraste
לַאֲבֹתֵ֔ינוּla’avotéynua nuestros padres לַאֲבֹתֵ֔ינוּa nuestros padres,
אֶ֛רֶץ זָבַ֥תéretz zavátuna tierra que fluye אֶ֛רֶץ זָבַ֥תuna tierra que mana
חָלָ֥ב וּדְבָֽשׁ׃ḥaláv udeváshleche y miel. חָלָ֥ב וּדְבָֽשׁ׃leche y miel.
כו:טוko:yod-tet(Deuteronomio 26:15)
הַיּ֣וֹם הַזֶּ֗הhayyom hazzéhEl día este הַיּ֣וֹם הַזֶּ֗הEste día
יהוה֮ אֱלֹהֶיךָ֮Adonái ElohéykhaAdonái tu Elohím יהוה֮ אֱלֹהֶיךָ֮Adonái tu Elohím
מְצַוְּךָ֮ לַעֲשׂוֹת֮metzavekhá la’asotte manda hacer מְצַוְּךָ֮ לַעֲשׂוֹת֮te manda que cumplas
אֶת־הַחֻקִּ֣ים וְאֶת־הַמִּשְׁפָּטִים֒et-haḥuqqim ve’et-hammišpatimlos estatutos y los juicios אֶת־הַחֻקִּ֣ים וְאֶת־הַמִּשְׁפָּטִים֒estos estatutos y juicios;
וְשָׁמַרְתָּ֤ וְעָשִׂ֙יתָ֙vešamartá ve’asítay guardarás y harás וְשָׁמַרְתָּ֤ וְעָשִׂ֙יתָ֙los guardarás y los harás
אֹתָ֖ם בְּכָל־לְבָבְךָ֣otám bekkhol-levavkháellos con todo tu corazón אֹתָ֖ם בְּכָל־לְבָבְךָ֣con todo tu corazón
וּבְכָל־נַפְשֶֽׁךָ׃uvkhol-nafšékhay con toda tu alma. וּבְכָל־נַפְשֶֽׁךָ׃y con toda tu alma.
כו:טזko:yod-zayin(Deuteronomio 26:16)
אֶת־יהוה֙ הֶאֱמַ֣רְתָּet-Adonái he’emartáA Adonái has declarado אֶת־יהוה֙ הֶאֱמַ֣רְתָּHas hecho declarar a Adonái
הַיּ֔וֹםhayyomhoy הַיּ֔וֹםhoy
לִהְי֥וֹת לְךָ֛ לֵאלֹהִ֖יםlihyot lekhá le’Elohímpara ser para ti por Elohím לִהְי֥וֹת לְךָ֛ לֵאלֹהִ֖יםque Él será tu Elohím,
וְלָלֶ֣כֶת בִּדְרָכָ֗יוvelalékhet bidrakhávy para andar en Sus caminos וְלָלֶ֣כֶת בִּדְרָכָ֗יוy para andar en Sus caminos,
וְלִשְׁמֹ֤ר חֻקֹּתָיו֙velišmor ḥuqqotávy para guardar Sus estatutos וְלִשְׁמֹ֤ר חֻקֹּתָיו֙y para guardar Sus estatutos,
וּמִצְוֹתָיו֙ וּמִשְׁפָּטָ֔יוumitzvotáv umišpatávy Sus mandamientos y Sus juicios וּמִצְוֹתָיו֙ וּמִשְׁפָּטָ֔יוy Sus mandamientos y Sus juicios,
וְלִשְׁמֹ֖עַ בְּקֹלֽוֹ׃velišmo’a beqolóy para escuchar Su voz. וְלִשְׁמֹ֖עַ בְּקֹלֽוֹ׃y para escuchar Su voz.
כו:יזko:yod-ḥet(Deuteronomio 26:17)
וַיהוה֙ הֶאֱמִ֣ירְךָva’Adonái he’emirkhaY Adonái te ha declarado וַיהוה֙ הֶאֱמִ֣ירְךָY Adonái te ha declarado
הַיּ֔וֹםhayyomhoy הַיּ֔וֹםhoy
לִהְי֤וֹת לוֹ֙ לְעַ֣םlihyot lo le’ampara ser para Él un pueblo לִהְי֤וֹת לוֹ֙ לְעַ֣םque tú serás para Él un pueblo
סְגֻלָּ֔הseguláhespecial סְגֻלָּ֔הespecial,
כַּאֲשֶׁ֖ר דִּבֶּר־לָ֑ךְka’ašer dibér-lakhcomo te habló כַּאֲשֶׁ֖ר דִּבֶּר־לָ֑ךְcomo Él te ha prometido,
וְלִשְׁמֹר֙ כָּל־מִצְוֹתָֽיו׃velišmor kol-mitzvatávy para guardar todos Sus mandamientos. וְלִשְׁמֹר֙ כָּל־מִצְוֹתָֽיו׃y para guardar todos Sus mandamientos.
כו:יחko:yod-tet(Deuteronomio 26:18)
וּֽלְתִתְּךָ֙ עֶלְי֣וֹןuleteitkhá elyonY para ponerte alto וּֽלְתִתְּךָ֙ עֶלְי֣וֹןY para ponerte por encima
עַל־כָּל־הַגּוֹיִם֙al-kol-haggoyimsobre todas las naciones עַל־כָּל־הַגּוֹיִם֙de todas las naciones
אֲשֶׁ֣ר עָשָׂ֔הašer asáhque Él hizo אֲשֶׁ֣ר עָשָׂ֔הque Él ha hecho,
לִתְהִלָּ֖ה וּלְשֵׁ֣םlit’hiláh ulešémpara alabanza y para nombre לִתְהִלָּ֖ה וּלְשֵׁ֣םpara alabanza, para renombre
וּלְתִפְאָ֑רֶתuletif’árety para gloria וּלְתִפְאָ֑רֶתy para gloria;
וְלִהְיֹתְךָ֤ עַם־קָדֹשׁ֙velihyotekhá am-qadošy para ser tú pueblo santo וְלִהְיֹתְךָ֤ עַם־קָדֹשׁ֙y para que seas un pueblo santo
לַֽיהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָl’Adonái Elohéykhapara Adonái tu Elohím לַֽיהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָpara Adonái tu Elohím,
כַּאֲשֶׁ֖ר דִּבֵּֽר׃ka’ašer dibércomo Él habló. כַּאֲשֶׁ֖ר דִּבֵּֽר׃como Él ha dicho.
כו:יטko:yod-tet(Deuteronomio 26:19)
וַיְדַבֵּ֤ר מֹשֶׁה֙vaydabér MoshéhY habló Moshéh וַיְדַבֵּ֤ר מֹשֶׁה֙Y Moshéh habló,
וְהַ֨כֹּהֲנִ֜יםvehakkohanimy los sacerdotes וְהַ֨כֹּהֲנִ֜יםy los sacerdotes
הַלְוִיִּם֙halviyimlos levitas הַלְוִיִּם֙los levitas,
אֶל־כָּל־יִשְׂרָאֵ֣לel-kol-Yisra’éla todo Yisra’el אֶל־כָּל־יִשְׂרָאֵ֣לa todo Yisra’el,
לֵאמֹ֔רle’mordiciendo לֵאמֹ֔רdiciendo:
הַסְכֵּ֣ת וּשְׁמַ֣עhaskét ušemáGuarda silencio y escucha הַסְכֵּ֣ת וּשְׁמַ֣עGuarda silencio y escucha,
יִשְׂרָאֵ֔לYisra’éloh Yisra’el יִשְׂרָאֵ֔לoh Yisra’el;
הַיּ֣וֹם הַזֶּ֗הhayyom hazzéhEl día este הַיּ֣וֹם הַזֶּ֗הeste día
נִהְיֵ֥יתָ לְעָ֖םnihyéta le’amte has convertido en pueblo נִהְיֵ֥יתָ לְעָ֖םte has convertido en pueblo
לַיהוה֙ אֱלֹהֶֽיךָ׃l’Adonái Elohéykhapara Adonái tu Elohím. לַיהוה֙ אֱלֹהֶֽיךָ׃para Adonái tu Elohím.
כז:אkaz:alef(Deuteronomio 27:1)
וַתֵּ֖רֶב אֱלִילִ֣יםvattérev elilimY Moshéh mandó a los ancianos.Y Moshéh con los ancianos de Yisra’el mandó al pueblo, diciendo:
וַיְצַ֣ו מֹשֶׁ֗הvaytzav MoshéhY Moshéh mandó וַיְצַ֣ו מֹשֶׁ֗הY Moshéh mandó
וְזִקְנֵ֣י יִשְׂרָאֵל֮vezqenéy Yisra’ély los ancianos de Yisra’el וְזִקְנֵ֣י יִשְׂרָאֵל֮y los ancianos de Yisra’el
אֶת־הָעָם֙ לֵאמֹ֔רet-ha’am le’moral pueblo diciendo אֶת־הָעָם֙ לֵאמֹ֔רal pueblo, diciendo:
שָׁמ֖וֹר אֶת־כָּל־הַמִּצְוָ֑הšamor et-kol-hamitzvahGuarda todo el mandamiento שָׁמ֖וֹר אֶת־כָּל־הַמִּצְוָ֑הGuardad todos los mandamientos
אֲשֶׁ֧ר אָנֹכִ֛יašer anokhíque yo אֲשֶׁ֧ר אָנֹכִ֛יque yo
מְצַוֶּ֥ה אֶתְכֶ֖םmetzaveh etkhemos mando מְצַוֶּ֥ה אֶתְכֶ֖םos mando
הַיּֽוֹם׃hayyomhoy. הַיּֽוֹם׃hoy.
כז:בkaz:bet(Deuteronomio 27:2)
וְהָיָה֙ בַּיּוֹם֙vehayáh bayyomY será en el día וְהָיָה֙ בַּיּוֹם֙Y será que el día
אֲשֶׁ֣ר תַּעַבְר֣וּašer ta’avruque crucéis אֲשֶׁ֣ר תַּעַבְר֣וּen que crucéis
אֶת־הַיַּרְדֵּן֮et-hayardénel Yardén אֶת־הַיַּרְדֵּן֮el Yardén
אֶל־הָאָ֣רֶץel-ha’áretza la tierra אֶל־הָאָ֣רֶץhacia la tierra
אֲשֶׁר֩ יהוה֨ אֱלֹהֶ֜יךָašer Adonái Elohéykhaque Adonái tu Elohím אֲשֶׁר֩ יהוה֨ אֱלֹהֶ֜יךָque Adonái tu Elohím
נֹתֵ֥ן לָךְ֙notén lakhte da נֹתֵ֥ן לָךְ֙te da,
וַהֲקֵמֹתָ֤ לְךָ֙vahaqimotá lakhy levantarás para ti וַהֲקֵמֹתָ֤ לְךָ֙te levantarás
אֲבָנִ֣ים גְּדֹל֔וֹתavanim gedolotpiedras grandes אֲבָנִ֣ים גְּדֹל֔וֹתpiedras grandes
וְשַׂכְתָּ֥ אֹתָ֖םvesakhtá otámy las revocarás וְשַׂכְתָּ֥ אֹתָ֖םy las revocarás
בַּשִּֽׂיד׃baśśidcon cal. בַּשִּֽׂיד׃con cal.
כז:גkaz:gimel(Deuteronomio 27:3)
וְכָתַבְתָּ֣ עֲלֵיהֶ֗ןvekhatavtá ‘aléyhenY escribirás sobre ellas וְכָתַבְתָּ֣ עֲלֵיהֶ֗ןY escribirás en ellas
אֶת־כָּל־דִּבְרֵי֙et-kol-divréytodas las palabras אֶת־כָּל־דִּבְרֵי֙todas las palabras
הַתּוֹרָ֣ה הַזֹּ֔אתhattorah hazzotde esta Torah הַתּוֹרָ֣ה הַזֹּ֔אתde esta Torah
בְּעָבְרֶ֖ךָbe’avrékhaal pasar tú בְּעָבְרֶ֖ךָcuando hayas pasado,
לְמַ֣עַן אֲשֶׁר֩lema’an ašerpara que cuando לְמַ֣עַן אֲשֶׁר֩para que entres
תָּבֹ֣א אֶל־הָאָ֗רֶץtavó el-ha’áretzentres a la tierra תָּבֹ֣א אֶל־הָאָ֗רֶץen la tierra
אֲשֶׁר֩ יהוה֨ אֱלֹהֶ֜יךָašer Adonái Elohéykhaque Adonái tu Elohím אֲשֶׁר֩ יהוה֨ אֱלֹהֶ֜יךָque Adonái tu Elohím
נֹתֵ֤ן לְךָ֙notén lakhte da נֹתֵ֤ן לְךָ֙te da,
אֶ֖רֶץ זָבַ֥תéretz zaváttierra que mana אֶ֖רֶץ זָבַ֥תuna tierra que mana
חָלָ֥ב וּדְבָֽשׁ֙ḥaláv udeváshleche y miel חָלָ֥ב וּדְבָֽשׁ֙leche y miel,
כַּאֲשֶׁ֥ר דִּבֶּֽר־לְךָ֖ka’ašer dibér-lakhcomo te habló כַּאֲשֶׁ֥ר דִּבֶּֽר־לְךָ֖como te prometió
יהוה֮ אֱלֹהֵ֣י אֲבֹתֶיךָ֒Adonái Elohéy avotéykhaAdonái Elohím de tus padres. יהוה֮ אֱלֹהֵ֣י אֲבֹתֶיךָ֒Adonái Elohím de tus padres.
כז:דkaz:dalet(Deuteronomio 27:4)
וְהָיָה֙ בְּעָבְרְכֶ֣םvehayáh be’avrekhemY será cuando crucéis וְהָיָה֙ בְּעָבְרְכֶ֣םY será que cuando crucéis
אֶת־הַיַּרְדֵּ֔ןet-hayardénel Yardén אֶת־הַיַּרְדֵּ֔ןel Yardén,
תָּקִ֙ימוּ֙ אֶת־הָֽאֲבָנִ֣יםtaqimu et-ha’avanimlevantaréis las piedras תָּקִ֙ימוּ֙ אֶת־הָֽאֲבָנִ֣יםlevantaréis estas piedras
הָאֵ֔לֶּה בְּהַ֖רha’élleh beharestas en el monte הָאֵ֔לֶּה בְּהַ֖רen el monte
עֵיבָ֑לEyvalEyval עֵיבָ֑לEyval,
כַּאֲשֶׁ֥ר צִוִּיתִֽיka’ašer tziviticomo os mandé כַּאֲשֶׁ֥ר צִוִּיתִֽיcomo yo os mando
אֶתְכֶ֖ם הַיּֽוֹםetkhem hayyoma vosotros hoy אֶתְכֶ֖ם הַיּֽוֹםhoy,
וְשַׂכְתָּ֥ אֹתָ֖םvesakhtá otámy las revocaréis וְשַׂכְתָּ֥ אֹתָ֖םy las revocaréis
בַּשִּֽׂיד׃baśśidcon cal. בַּשִּֽׂיד׃con cal.
כז:הkaz:he(Deuteronomio 27:5)
וּבָנִ֤יתָ שָּׁם֙uvaníta šamY edificarás allí וּבָנִ֤יתָ שָּׁם֙Y edificarás allí
מִזְבֵּ֙חַ֙ לַֽיהוָ֣הmizbéaḥ l’Adonáiun altar para Adonái מִזְבֵּ֙חַ֙ לַֽיהוָ֣הun altar a Adonái
אֱלֹהֶ֔יךָElohéykhatu Elohím אֱלֹהֶ֔יךָtu Elohím,
מִזְבַּ֥ח אֲבָנִ֖יםmizbaḥ avanimun altar de piedras מִזְבַּ֥ח אֲבָנִ֖יםun altar de piedras;
לֹֽא־תָנִ֥יף עֲלֵיהֶ֖םlo-tanif aléyhemno alzarás sobre ellas לֹֽא־תָנִ֥יף עֲלֵיהֶ֖םno levantarás sobre ellas
בַּרְזֶֽל׃barzélhierro. בַּרְזֶֽל׃herramienta de hierro.
כז:וkaz:vav(Deuteronomio 27:6)
אֲבָנִ֤ים שְׁלֵמוֹת֙avanim šlemotPiedras enteras אֲבָנִ֤ים שְׁלֵמוֹת֙De piedras enteras
תִּבְנֶה֙ אֶת־מִזְבַּח֙tivneh et-mizbaḥedificarás el altar תִּבְנֶה֙ אֶת־מִזְבַּח֙edificarás el altar
יהוה֣ אֱלֹהֶ֔יךָAdonái ElohéykhaAdonái tu Elohím יהוה֣ אֱלֹהֶ֔יךָde Adonái tu Elohím;
וְהַעֲלִ֥יתָ עָלָ֛יוveha’alita alávy ofrecerás sobre él וְהַעֲלִ֥יתָ עָלָ֛יוy ofrecerás sobre él
עוֹלֹ֖ת לַיהוָ֥הolot l’Adonáiholocaustos para Adonái עוֹלֹ֖ת לַיהוָ֥הholocaustos a Adonái
אֱלֹהֶֽיךָ׃Elohéykhatu Elohím. אֱלֹהֶֽיךָ׃tu Elohím.
כז:זkaz:zayin(Deuteronomio 27:7)
וְזָבַ֥חְתָּ שְׁלָמִ֖יםvezavaḥta šelamimY sacrificarás ofrendas de paz וְזָבַ֥חְתָּ שְׁלָמִ֖יםY sacrificarás ofrendas de paz,
וְאָכַ֣לְתָּ שָּׁ֑םve’akhalta šamy comerás allí וְאָכַ֣לְתָּ שָּׁ֑םy comerás allí,
וְשָׂמַחְתָּ֖ לִפְנֵ֥יveśamaḥta lifnéyy te alegrarás delante de וְשָׂמַחְתָּ֖ לִפְנֵ֥יy te alegrarás delante de
יהוה֣ אֱלֹהֶֽיךָ׃Adonái ElohéykhaAdonái tu Elohím. יהוה֣ אֱלֹהֶֽיךָ׃Adonái tu Elohím.
כז:חkaz:ḥet(Deuteronomio 27:8)
וְכָתַבְתָּ֣ עַל־הָֽאֲבָנִ֗יםvekhatavta al-ha’avanimY escribirás sobre las piedras וְכָתַבְתָּ֣ עַל־הָֽאֲבָנִ֗יםY escribirás en las piedras
אֶת־כָּל־דִּבְרֵ֛יet-kol-divréytodas las palabras אֶת־כָּל־דִּבְרֵ֛יtodas las palabras
הַתּוֹרָ֥ה הַזֹּ֖אתhattorah hazzotde esta Torah הַתּוֹרָ֥ה הַזֹּ֖אתde esta Torah
בַּאֵ֥ר הֵיטֵֽב׃ba’er heytévclaramente, bien. בַּאֵ֥ר הֵיטֵֽב׃de manera muy clara.
כז:טkaz:tet(Deuteronomio 27:9)
וַיְדַבֵּ֤ר מֹשֶׁה֙vaydabér MoshéhY habló Moshéh וַיְדַבֵּ֤ר מֹשֶׁה֙Entonces Moshéh y los
וְהַכֹּֽהֲנִים֙vehakkohanimy los sacerdotes וְהַכֹּֽהֲנִים֙sacerdotes
הַלְוִיִּ֔ם אֶל־כָּל־יִשְׂרָאֵ֖לhalviyim el-kol-Yisra’éllos levitas, a todo Yisra’el הַלְוִיִּ֔ם אֶל־כָּל־יִשְׂרָאֵ֖לlos levitas hablaron a todo Yisra’el,
לֵאמֹ֑רle’mordiciendo לֵאמֹ֑רdiciendo:
הַסְכֵּ֤ת וּשְׁמַע֙haskét ušemáAtiende y escucha הַסְכֵּ֤ת וּשְׁמַע֙Atiende y escucha,
יִשְׂרָאֵ֔לYisra’éloh Yisra’el יִשְׂרָאֵ֔לoh Yisra’el;
הַיּ֣וֹם הַזֶּ֗הhayyom hazzéhEl día este הַיּ֣וֹם הַזֶּ֗הeste día
נִהְיֵ֥יתָ לְעָ֖םnihyéta le’amte has convertido en pueblo נִהְיֵ֥יתָ לְעָ֖םte has convertido en pueblo
לַיהוָ֣ה אֱלֹהֶ֑יךָl’Adonái Elohéykhapara Adonái tu Elohím. לַיהוָ֣ה אֱלֹהֶ֑יךָpara Adonái tu Elohím.
כז:יkaz:yod(Deuteronomio 27:10)
וְשָׁמַעְתָּ֙ בְּק֣וֹלvešama’ta beqolY escucharás la voz וְשָׁמַעְתָּ֙ בְּק֣וֹלY escucharás la voz
יהוה֙ אֱלֹהֶ֔יךָAdonái ElohéykhaAdonái tu Elohím יהוה֙ אֱלֹהֶ֔יךָde Adonái tu Elohím,
וְעָשִׂ֤יתָ אֶת־מִצְוֹתָיו֙ve’asita et-mitzvótávy harás Sus mandamientos וְעָשִׂ֤יתָ אֶת־מִצְוֹתָיו֙y cumplirás Sus mandamientos
וְחֻקֹּתָ֔יוveḥuqqotávy Sus estatutos וְחֻקֹּתָ֔יוy Sus estatutos,
אֲשֶׁ֧ר אָנֹכִ֛יašer anokhíque yo אֲשֶׁ֧ר אָנֹכִ֛יque yo
מְצַוְּךָ֖ הַיּֽוֹם׃metzavekhá hayyomte mando hoy. מְצַוְּךָ֖ הַיּֽוֹם׃te mando hoy.
כז:יkaz:yod(Deuteronomio 27:10)

2. Haftaráh Analizada

Pasaje: Yesha’yahu 60:1-22

Análisis:

La Haftaráh para la Parashá Ki Tavó se encuentra en Yesha’yahu 60:1-22, un pasaje de gloriosa profecía sobre la futura redención y el resplandor de Tziyon. Mientras que la Aliyá 2 de Ki Tavó detalla las instrucciones para el diezmo del tercer año y la declaración ceremonial (vidui ma’aser), estableciendo la fidelidad al Pacto y la justicia social, Yesha’yahu 60 eleva esta fidelidad a una dimensión escatológica.

El pasaje de la Torah instruye a Yisra’el a ser diligente en sus obligaciones con Adonái, especialmente en el cuidado de los levitas, los forasteros, los huérfanos y las viudas. Esta obediencia y generosidad son la base para invocar la bendición de Elohím sobre la tierra que mana leche y miel. La Haftaráh, por su parte, describe una Yerushalayim redimida y glorificada, iluminada por la luz de HaShem: “Levántate, resplandece; porque ha llegado tu luz, y la gloria de Adonái ha nacido sobre ti” (Yesha’yahu 60:1). Esta luz no es solo una metáfora, sino una manifestación de la Shejináh divina que atraerá a las naciones (goyim) a Tziyon.

La conexión radica en que la fidelidad a la Torah, ejemplificada en el diezmo y la justicia, es un prerrequisito para la redención prometida. El Midrash Tanhuma (Ki Tavó 1) enfatiza que cuando Yisra’el cumple la Torah, “la luz de la redención brillará inmediatamente”. La generosidad en el diezmo, especialmente hacia los necesitados, refleja la propia generosidad de HaShem y prepara el corazón para Su venida. La Haftaráh describe el “gran tesoro” (Yesha’yahu 60:5) y la riqueza de las naciones que vendrán a Yerushalayim, trayendo oro e incienso, lo que puede interpretarse como la culminación de la bendición material prometida en Deuteronomio por la obediencia, ahora magnificada a una escala global en el Reino de los Cielos.

Targum Yonatan sobre Yesha’yahu 60 expande esta visión, traduciendo “Y caminarán reyes en tu luz, y las naciones en el esplendor de tu gloria” (Yesha’yahu 60:3) como una referencia a la era mesiánica, donde la sabiduría de la Torah emanará de Yerushalayim y Maran Yeshúa será la luz para las naciones. La obediencia a los mandatos sobre el diezmo asegura la manifestación de la luz de Elohím en el presente, mientras que la Haftaráh nos proyecta a la plena expresión de esa luz en el futuro Reino de Yeshúa HaMashíaj, donde la justicia y la rectitud reinarán, y la necesidad (que el diezmo busca aliviar) será finalmente erradicada por la abundancia divina.

3. Brit Hadasháh (Arameo)

Pasaje: ܡܶܛܽܠ ܕ݁ܶܝܢ ܕ݁ܰܥܒ݂ܰܕ݂ܬ݁ܽܘܢ ܗܳܠܶܝܢ ܘܠܳܐ ܢܳܛܰܪܬ݁ܽܘܢ ܦ݁ܽܘܩܕ݁ܳܢܰܝ ܘܠܳܐ ܫܰܡܥܬ݁ܽܘܢ ܠܩܳܠܝ ܕ݁ܰܚܙܰܝܢ ܘܫܳܡܥܺܝܢ ܐܰܢ݈ܬ݁ܽܘܢ ܕ݁ܰܗܘܳܐ ܥܰܠܰܝܟ݁ܽܘܢ ܟ݁ܽܠܗܶܝܢ ܗܳܠܶܝܢ ܕ݁ܺܝܠܺܝ ܘܶܐܢܳܐ ܐܰܫܕ݁ܶܝܢܟ݁ܽܘܢ ܒ݁ܓ݂ܰܘ ܐܰܪܥܳܐ ܐܰܝܟ݂ ܕ݁ܬ݂ܰܚܙܽܘܢ ܥܰܠܰܝܟ݁ܽܘܢ ܟ݁ܽܠܗܶܝܢ ܗܳܠܶܝܢ ܕ݁ܺܝܠܺܝ ܘܶܐܢܳܐ ܐܰܫܕ݁ܶܝܢܟ݁ܽܘܢ ܒ݁ܓ݂ܰܘ ܐܰܪܥܳܐ (Mattityahu 23:23, Peshitta)

Fonética Siríaca Oriental: `meṭul deyn da’waḏtun holen waló naṭartun puqdanay waló šam’tun leqolay daḥzayn wašom’in antun da’hawá ‘alaykun kulhen holen dili w’enó ašdeynkun baġaw ar’ó ayk da’taḥzun ‘alaykun kulhen holen dili w’enó ašdeynkun baġaw ar’ó`

Traducción literal al español: “Pero ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque diezmáis la menta, el eneldo y el comino, y habéis descuidado lo más importante de la Torah: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello.”

Análisis:

El pasaje de Mattityahu 23:23 en la Brit Hadasháh ofrece una perspectiva crítica y a la vez complementaria sobre la práctica del diezmo. Maran Yeshúa no anula el mandamiento del diezmo (“Esto era necesario hacer”), sino que denuncia la hipocresía de aquellos que se adhieren rigurosamente a la letra de la ley (diezmar hasta las hierbas más pequeñas) mientras descuidan los principios fundamentales del Pacto divino: la justicia, la misericordia y la fe.

La Aliyá 2 de Ki Tavó no es solo sobre el acto de dar el diezmo; es una declaración solemne de haber cumplido la mitzvá con integridad, sin retener nada, y con un corazón consciente de la provisión de Elohím. La “declaración” (bi’ur) en Deuteronomio 26:13-14 es una afirmación de pureza de intención y de haber cumplido con la Torah. Yeshúa HaMashíaj, en su enseñanza, eleva esta pureza de intención a la vanguardia. Para Él, el diezmo es una expresión externa que debe surgir de una motivación interna de justicia (`mišpat`), misericordia (`ḥesed`) y fe (`emunah`), que son el “peso mayor de la Torah”. Estos son los pilares del “Reino de los Cielos” que Yeshúa vino a establecer.

La conexión con el Reino de Yeshúa HaMashíaj es profunda. Yeshúa HaMashíaj, como el Mesías prometido, es la encarnación perfecta de la justicia, la misericordia y la fidelidad. Él no abolió la Torah, sino que la magnificó y la cumplió (Mattityahu 5:17). Sus enseñanzas nos llaman a una obediencia que va más allá del formalismo legalista, alcanzando el corazón y la intención. Los textos pseudepigráficos como el “Testamento de Leví” (parte de los Testamentos de los Doce Patriarcas) también enfatizan la importancia de la justicia y la rectitud del sacerdocio, y cómo los diezmos deben ser recibidos y administrados con pureza. El Testamento de Leví 9:3-4, por ejemplo, habla de cómo el sacerdote debe ofrecer el diezmo “con pureza, con rectitud de corazón, y con la primicia de todas las cosas”. Esto resuena con la admonición de Yeshúa de que la justicia interna es primordial.

Así, la Aliyá 2 nos enseña la importancia de la obediencia al mandamiento del diezmo como un acto de fidelidad y justicia social, mientras que la Brit Hadasháh, a través de Maran Yeshúa, nos recuerda que el verdadero cumplimiento de estos mandamientos en el Reino de los Cielos requiere un corazón transformado, donde la justicia, la misericordia y la fe son los motores de cada acción.

4. Contexto Histórico

El pasaje de Deuteronomio 26:12-27:10 se sitúa en un momento crucial de la historia de Yisra’el: inmediatamente antes de su entrada a la Tierra Prometida, Kena’an. Moshéh está pronunciando sus discursos finales a la nueva generación que ha crecido en el desierto, aquellos que heredarán la tierra. No es solo un recordatorio de leyes, sino una renovación del Pacto entre Adonái y Su pueblo.

La sociedad israelita que estaba a punto de establecerse era predominantemente agraria. La vida giraba en torno a la cosecha, la siembra y la dependencia de las lluvias divinas. En este contexto, el diezmo (`ma’aser`) no era simplemente un impuesto, sino un sistema teocrático de redistribución de la riqueza y un testimonio tangible de la soberanía de Elohím sobre la tierra y sus frutos. El “diezmo del tercer año” (Ma’aser Ani), a diferencia del diezmo levítico (Ma’aser Rishon) y el segundo diezmo (Ma’aser Sheni) que se consumía en Yerushalayim, estaba explícitamente destinado a los levitas, los forasteros (`gerim`), los huérfanos (`yetomim`) y las viudas (`almanot`). Esto subraya la profunda preocupación de la Torah por los segmentos más vulnerables de la sociedad, quienes no tenían herencia de tierra.

La instrucción de la “declaración” (`vidui ma’aser` o `bi’ur`) en el versículo 26:13-15 era un acto público y ritual, realizado en el Templo (o lugar de culto central), donde el agricultor afirmaba haber cumplido con todas las leyes del diezmo y las primicias. Esta declaración no solo era una garantía de la pureza ritual y legal del diezmo, sino también una expresión de fe y confianza en la provisión de HaShem.

Los versículos 27:1-10, aunque pasan a otro tema, continúan el hilo del compromiso con la Torah al instruir sobre la construcción de un altar y la inscripción de la Torah en grandes piedras en el Monte Eyval, una vez que crucen el Yardén. Este acto sería un recordatorio físico y permanente de su Pacto con Elohím al entrar en la tierra. Arqueológicamente, aunque no se han encontrado las piedras originales de Eyval, los estudios sobre la topografía y las tradiciones ceremoniales de la antigüedad arrojan luz sobre la importancia de tales rituales de inauguración y juramento al tomar posesión de una tierra. La cal utilizada para blanquear las piedras sugiere que las inscripciones serían visibles y duraderas, simbolizando la perpetuidad de la Torah.

En resumen, el contexto es el de una nación en el umbral de su destino, recibiendo las leyes que no solo gobernarían su vida religiosa, sino también su estructura económica y social, todo bajo la soberanía de Adonái y como un Pacto vinculante para las generaciones.

5. Comentarios Proféticos

Esta Aliyá, con sus instrucciones sobre el diezmo y la declaración de fidelidad, resuena poderosamente con el Reino de Yeshúa HaMashíaj y las profecías mesiánicas. El énfasis en la justicia social y el cuidado de los más vulnerables a través del diezmo es una prefigura del Reino que Yeshúa HaMashíaj vino a inaugurar y que establecerá plenamente a Su regreso.

Proféticamente, el diezmo del pobre es un mandato que revela el corazón de Elohím por los oprimidos y los marginados. En el Reino de Yeshúa HaMashíaj, esta preocupación se elevará a su máxima expresión. Yeshúa mismo dijo: “Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí” (Mattityahu 25:35-36). Los diezmos, en su aplicación espiritual, son actos de amor y compasión que reflejan el carácter del Rey Mashíaj.

La “declaración” de haber cumplido fielmente la Torah (Deuteronomio 26:13-14) no solo asegura las bendiciones, sino que es un anticipo de la rendición de cuentas que todo individuo hará ante HaShem. En los últimos días, bajo el gobierno de Maran Yeshúa, se espera una transparencia y una fidelidad aún mayores, donde no solo se juzgarán las acciones, sino también las intenciones del corazón (Yirmeyahu 17:10).

La instrucción de Moshéh a Yisra’el de escuchar la voz de Adonái y obedecer Sus mandamientos con todo el corazón y toda el alma (Deuteronomio 26:16-19; 27:9-10) es una llamada perpetua que culmina en la era de Mashíaj. Los profetas como Yirmeyahu (31:31-34) hablaron de una Brit Hadasháh donde la Torah sería escrita no en piedras, sino en los corazones. Yeshúa HaMashíaj, a través del Ruaj HaKodesh, hace posible esta transformación interior, permitiendo a Sus discípulos cumplir la Torah desde un lugar de amor y devoción genuinos, reflejando el carácter de HaShem y siendo una “seguláh” (pueblo especial) para Él.

La visión de Yisra’el siendo exaltado por encima de todas las naciones (Deuteronomio 26:19) no es un mero nacionalismo, sino una profecía de su rol como luz para los gentiles en la era mesiánica, cuando Yerushalayim sea el centro de la adoración mundial y la Torah salga de Tziyon (Yesha’yahu 2:2-4). La fiel observancia de los mandatos, incluidos los del diezmo y la justicia, es un camino que prepara el pueblo para este glorioso futuro bajo el reinado de Yeshúa HaMashíaj.

6. Análisis Profundo

La Aliyá 2 de la Parashá Ki Tavó se centra en el `ma’aser` מַעְשֵׂר, el diezmo, y la `vidui ma’aser` וִדּוּי מַעְשֵׂר, la confesión o declaración del diezmo. Estos conceptos son fundamentales para entender la relación pactual entre Elohím y Yisra’el.

1. `Ma’aser` (Diezmo) – מַעְשֵׂר (Deuteronomio 26:12): Este versículo específicamente se refiere al “diezmo del tercer año” (`ma’aser šeliši`), también conocido como `ma’aser ani` מַעְשֵׂר עָנִי, el diezmo del pobre. A diferencia del primer diezmo (para los levitas) y el segundo diezmo (consumido por el propietario en Yerushalayim), este diezmo se destinaba en el tercer y sexto año del ciclo de siete años a “lalevím לַלֵּוִ֗י, lagér לַגֵּר֙, layatom לַיָּת֣וֹם, vela’almanáh וְלָֽאַלְמָנָ֔ה” (el levita, el forastero, el huérfano y la viuda).

* Significado Teológico: La institución del `ma’aser ani` subraya que la tierra y sus frutos pertenecen a Adonái. El diezmo no es una dádiva de la generosidad humana, sino una devolución de lo que ya es Suyo. Al destinarlo a los más vulnerables, Elohím enseña a Su pueblo la justicia, la compasión y la responsabilidad comunitaria. El levita, sin tierra, dependía de los diezmos para su subsistencia y su servicio al Templo. Los `gerim`, `yetomim` y `almanot` representaban la cumbre de la vulnerabilidad social en la antigüedad. Su cuidado es un reflejo del carácter de HaShem, protector de los desvalidos.

* Midrashim y Targumim: El Sifrei Devarim 302-303, al comentar este pasaje, enfatiza que la bendición de Elohím sobre la tierra está directamente ligada al cumplimiento diligente de este diezmo social. Si los israelitas eran fieles, la tierra daría sus frutos en abundancia. El Targum Yonatan, en su interpretación, a menudo realza el mérito de la obediencia a estos mandamientos, prometiendo una recompensa divina tanto material como espiritual, y advierte sobre las consecuencias del incumplimiento, conectando la generosidad con la prosperidad nacional.

2. `Bi’ur` / `Vidui Ma’aser` (La Declaración) – בִּעַרְתִּי֙ הַקֹּ֣דֶשׁ (Deuteronomio 26:13-14): Tras la distribución de los diezmos, el agricultor debía hacer una declaración formal ante Elohím. `Bi’ur` literalmente significa “apartar” o “eliminar”, refiriéndose a la eliminación de todo lo que es “santo” (`haqqodeš`) de la casa, asegurando que no se haya retenido nada indebidamente.

* Significado Teológico: Esta declaración es un acto de rendición de cuentas y de integridad. El declarante afirma: “No he comido de él en mi luto (`be’onní בְּאֹנִּי`), ni he apartado de él en impureza (`betamé בְּטָמֵ֑א`), ni he dado de él a un muerto (`lemét לְמֵ֑ת`).”

* `Be’onní`: Comer durante un período de luto (especialmente por un familiar cercano) podría haber contaminado el alimento, haciéndolo inadecuado para el diezmo.

* `Betamé`: El contacto con impureza ritual hacía que los alimentos sagrados fueran prohibidos.

* `Lemét`: Dar para ritos paganos asociados con los muertos o para sepulturas, lo cual era idolátrico y profano.

* El acto de `vidui ma’aser` es una afirmación de haber manejado los bienes de HaShem con pureza, santidad y de acuerdo con toda Su Torah. Es una confesión de obediencia, que culmina con una oración pidiendo la bendición de Adonái sobre Yisra’el y la tierra (Deuteronomio 26:15).

* Midrashim y Targumim: Los sabios en Sifrei Devarim interpretan estas frases no solo literalmente, sino también simbólicamente. “No comí en mi luto” podría significar no usar el diezmo para satisfacer un apetito personal en un momento de necesidad, sino destinarlo a su propósito sagrado. “No di a un muerto” también puede referirse a no usarlo para propósitos que no traen vida y bendición, o para el culto de ídolos. El Targum Onqelos ofrece una traducción más literal, mientras que el Targum Yonatan a veces añade elementos interpretativos, conectando la observancia de esta declaración con la remoción de la plaga y la garantía de prosperidad.

3. Renovación del Pacto (Deuteronomio 26:16-19): El pasaje culmina con una reafirmación del Pacto. Elohím declara a Yisra’el “am seguláh עַם סְגֻלָּ֔ה” (pueblo especial) si guardan Sus mandamientos, y Yisra’el se compromete a ser “le’am l’Adonái Elohéykha לְעָ֖ם לַיהוה֙ אֱלֹהֶֽיךָ” (pueblo para Adonái tu Elohím). Esta relación pactual está ligada a la obediencia total, con todo el corazón y toda el alma (`bekhol-levavkhá uvkhol-nafšékha`).

Este análisis revela que la Aliyá 2 es un recordatorio de que la verdadera adoración va más allá de los rituales, impregnando la vida económica y social con los principios del Reino.

7. Tema Relevante

Un tema central y relevante de esta Aliyá es la “Integridad del Pacto y la Justicia Social a través de la Generosidad Mandatada”.

Esta Aliyá no presenta el diezmo como una mera transacción financiera, sino como una expresión integral de la relación pactual entre Adonái y Su pueblo Yisra’el. El acto de diezmar, especialmente el “diezmo del pobre”, es una encarnación de la justicia social ordenada por Elohím. No es una caridad opcional, sino un mandamiento (`mitzvá`) vinculante que refleja el carácter del Divino: un protector de los vulnerables y un proveedor para todos.

La “declaración” (`vidui ma’aser`) subraya la importancia de la integridad y la transparencia en el cumplimiento de los mandatos divinos. Es un momento en el que el individuo se presenta ante HaShem y declara haber cumplido con toda la intención y el cuidado, sin apropiarse de lo que pertenece a Elohím o a los necesitados. Esta confesión refuerza la conciencia de que todas las bendiciones provienen de Arriba, y que el ser humano es un mayordomo de los bienes de HaShem.

Para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos, este tema es de suma importancia. Yeshúa HaMashíaj vino a establecer un Reino fundamentado en la justicia (`tzedaqah`), la misericordia (`ḥesed`) y la fidelidad (`emunah`). Si bien los mandamientos de la Torah sobre el diezmo pueden haber tenido ajustes en su aplicación literal con la desaparición del sistema sacrificial y la llegada de Yeshúa como el Sumo Sacerdote según el orden de Melquitzedeq, los principios subyacentes son eternos y esenciales para la vida en el Reino.

Los discípulos de Maran Yeshúa son llamados a una generosidad que excede el legalismo. No solo a diezmar, sino a dar con un corazón alegre y sin reservas, cuidando activamente de los pobres, los huérfanos, las viudas y los forasteros (Yaakov 1:27). La integridad en la administración de los recursos, la honestidad ante Elohím y la comunidad, y una vida de justicia social son características distintivas de aquellos que viven según los principios del Reino. El pasaje nos recuerda que la obediencia a estos mandatos trae bendición no solo individual, sino también comunitaria, y contribuye a la manifestación del Reino de Elohím en la tierra, donde la abundancia divina se comparte con equidad y compasión.

8. Descubriendo a Mashíaj

El pasaje de Deuteronomio 26:12-27:10, aunque enfocado en los mandamientos del diezmo y la renovación del pacto, apunta o revela aspectos cruciales de la vida, obra y persona de Yeshúa HaMashíaj de varias maneras:

1. Yeshúa como el Cumplidor de la Torah y la Justicia: Los mandamientos sobre el diezmo, especialmente el `Ma’aser Ani` (diezmo para el pobre), resaltan la justicia social de Elohím y Su preocupación por los vulnerables. Yeshúa HaMashíaj, en Su ministerio terrenal, personificó esta justicia y misericordia. Él no vino a abolir la Torah, sino a cumplirla (Mattityahu 5:17). Su vida fue un testimonio de cuidado por los pobres, los enfermos y los marginados, y Él enseñó que el servicio a “los más pequeños de Sus hermanos” es servicio a Él mismo (Mattityahu 25:40). De esta manera, Yeshúa HaMashíaj es el cumplimiento supremo del espíritu de estos mandamientos de Deuteronomio.

2. Yeshúa como el Gran Declarador y Sacerdote: La `vidui ma’aser` (declaración del diezmo) era un acto público de rendición de cuentas y pureza delante de Adonái. Yeshúa, como nuestro Sumo Sacerdote según el orden de Melquitzedeq (Ivrim 7:1-17), es quien intercede por nosotros con una pureza y perfección absolutas. Él no necesita hacer una declaración por sí mismo, pues no conoció pecado, pero se convirtió en la ofrenda perfecta que nos permite a nosotros presentarnos limpios ante Elohím. Él declara nuestra justicia ante el Padre, basada no en nuestras obras, sino en Su sacrificio. Textos pseudepigráficos como el Testamento de Leví enfatizan la necesidad de un sacerdocio puro, y Yeshúa HaMashíaj es el modelo y la realidad de esa pureza sacerdotal.

3. Yeshúa como el Fundamento del Reino de los Cielos: Los versículos 26:16-19 describen a Yisra’el como el pueblo especial (`am seguláh`) de Adonái, llamado a guardar Sus mandamientos para ser exaltado. Esta es una prefigura del Reino de los Cielos, donde Yeshúa HaMashíaj es Rey y sus súbditos son un pueblo apartado para Él, viviendo bajo Su Torah, la cual se manifiesta en amor a Elohím y al prójimo. El Reino que Yeshúa HaMashíaj establece no es meramente terrenal, sino espiritual y transformador, donde los principios de justicia, misericordia y fe, que Yeshúa enfatizó, son los fundamentos de la ciudadanía. La obediencia del corazón, que Moshéh exhorta (`bekhol-levavkhá uvkhol-nafšékha`), es lo que Yeshúa HaMashíaj hace posible a través del Ruaj HaKodesh en la Brit Hadasháh.

4. La Torah en el Corazón (Deuteronomio 27:8 con Jeremías 31): La instrucción de Moshéh de escribir la Torah “claramente, bien” sobre las grandes piedras en el Monte Eyval (Deuteronomio 27:8) es una poderosa imagen de la permanencia y la accesibilidad de la Palabra de Elohím. Esta imagen encuentra su cumplimiento en la profecía de Yirmeyahu (Yirmeyahu 31:31-34) de la Brit Hadasháh, donde Adonái promete escribir Su Torah “en sus corazones”. Yeshúa HaMashíaj es quien inaugura esta nueva era, donde la Torah ya no es solo una ley externa en piedras, sino una guía interna grabada por el Ruaj HaKodesh, permitiendo una obediencia que surge de un amor transformado. Textos como el “Libro de los Jubileos” también hablan de la escritura de las leyes en las “tablas celestiales” y la importancia de la ley escrita, que encuentra su máxima expresión y entendimiento a través de la revelación de Mashíaj.

En síntesis, este pasaje de la Torah sienta las bases éticas y pactuales que Yeshúa HaMashíaj perfecciona y cumple, revelando el corazón de Elohím para la justicia y la integridad en el Reino que Él ha venido a establecer.

9. Midrashim y Targumim

Los Midrashim y Targumim ofrecen perspectivas valiosas sobre la Aliyá 2, enriqueciendo nuestra comprensión de los diezmos y la declaración.

1. Sobre Deuteronomio 26:12 (`Ma’aser Ani` – Diezmo del Pobre):

* Sifrei Devarim 302: Este Midrash halájico (legal) es fundamental. Explica el ciclo de los diezmos, confirmando que el tercer y sexto año del ciclo de siete años son los años del `Ma’aser Ani`. Subraya que la entrega del diezmo al levita, forastero, huérfano y viuda no es solo una obligación legal, sino un acto de rectitud que asegura la bendición divina. También enfatiza que el diezmo debe darse `bi-še’arékha` (en tus puertas/ciudades), lo que significa que no debe ser transportado a un lugar central, sino distribuido localmente para que los necesitados de la comunidad sean atendidos.

* Targum Onqelos: Traduce literalmente “cuando hayas terminado de diezmar todo el diezmo de tu cosecha”. No añade mucha interpretación, manteniendo la simplicidad del texto, pero su autoridad radica en su fidelidad al sentido llano.

* Targum Yonatan (Pseudo-Yonatan): A menudo amplía el texto. Aquí, podría parafrasear la idea de que la bendición de Elohím depende del cumplimiento de esta `mitzvá`, o que la provisión para los necesitados es una forma de imitar la providencia divina. A veces, Targum Yonatan enfatiza que este mandamiento se aplica cuando Yisra’el está en su tierra y es un requisito para la prosperidad.

2. Sobre Deuteronomio 26:13-14 (`Vidui Ma’aser` – Declaración del Diezmo):

* Sifrei Devarim 303: Profundiza en los requisitos de la declaración. “No comí de él en mi luto” se interpreta no solo como no haberlo consumido cuando era impuro por el luto, sino también como no haberlo usado para mis propios placeres o para una comida de consuelo personal, sino que todo se destinó a su propósito. “No aparté de él en impureza” se refiere a no haber entregado el diezmo mientras el donante o el diezmo mismo estaban en un estado de impureza ritual que lo invalidaría. “Ni di de él a un muerto” se interpreta como no usarlo para los gastos del funeral de un ídolo (cultos paganos), o para el pago a un médium que invoca a los muertos, o para adornar la tumba de un líder religioso de manera idolátrica. Este Midrash resalta la escrupulosa atención a la santidad y la pureza en el manejo de los bienes de HaShem.

* Targum Onqelos: Traduce fielmente la declaración: “He quitado de la casa lo santificado, y también lo he dado al levita…” Manteniendo la formulación precisa del compromiso del agricultor.

* Targum Yonatan: Puede agregar un elemento de recompensa por esta fidelidad, conectando la observancia meticulosa de la `vidui ma’aser` con la promesa de que Elohím escuchará la oración del fiel y bendecirá su tierra. Esto transforma la declaración de un mero requisito legal en un acto de fe que invoca la gracia divina.

3. Sobre Deuteronomio 26:16-19 (Renovación del Pacto):

* Devarim Rabbah 7: Comenta sobre la reciprocidad del Pacto. Cuando Yisra’el declara a Adonái como su Elohím (26:17), Adonái a su vez declara a Yisra’el como Su pueblo especial (26:18). Este Midrash enfatiza que la relación es mutua y que la obediencia de Yisra’el asegura su estatus único entre las naciones.

* Targum Onqelos: Traduce `am seguláh` (pueblo especial) como “pueblo escogido” o “pueblo peculiar”, reafirmando el estatus de Yisra’el a través del Pacto.

Estos comentarios midráshicos y targúmicos no solo clarifican los aspectos legales de los mandamientos, sino que también profundizan en su significado espiritual y ético, mostrando cómo el cumplimiento de la Torah es un camino hacia la santidad, la justicia y la bendición divina.

10. Mandamientos

De esta Aliyá, se pueden extraer varios mandamientos (`mitzvot`) o principios de vida esenciales para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos:

1. Mandamiento del Diezmo del Pobre (`Ma’aser Ani`): La Torah establece la obligación de destinar un diezmo específico cada tercer y sexto año del ciclo de siete años a los levitas, los forasteros, los huérfanos y las viudas (Deuteronomio 26:12).

* Principio para el Reino: Si bien la forma literal del `Ma’aser Ani` estaba ligada a un sistema agrario y teocrático específico, el principio subyacente es la responsabilidad social y la generosidad radical. Los discípulos de Yeshúa HaMashíaj están llamados a cuidar activamente a los pobres, los marginados y los vulnerables en sus comunidades. Esto va más allá de dar una “propina” y exige una porción significativa y sacrificial de nuestros recursos, tiempo y talentos para la justicia y la misericordia, reflejando el corazón de Elohím y el ethos del Reino de los Cielos.

2. Mandamiento de la Declaración de Integridad (`Vidui Ma’aser`): Después de distribuir los diezmos, el individuo debía hacer una declaración solemne ante Adonái de haber cumplido fielmente todos los requisitos, sin haber retenido nada indebidamente ni haberlo usado para propósitos impuros (Deuteronomio 26:13-14).

* Principio para el Reino: Este mandamiento nos enseña la importancia de la integridad, la transparencia y la rendición de cuentas en la mayordomía de todo lo que Elohím nos ha confiado. No se trata solo de dar, sino de dar con un corazón puro y sin motivos ocultos. Para los discípulos de Maran Yeshúa, significa vivir una vida donde nuestras finanzas, nuestras acciones y nuestras intenciones estén alineadas con la voluntad de Elohím, y donde reconozcamos que somos mayordomos y no dueños absolutos de nuestros bienes. Es una invitación a la honestidad total ante HaShem.

3. Principio de Obediencia con Corazón y Alma: Moshéh exhorta a Yisra’el a guardar los estatutos y juicios de Adonái “con todo tu corazón y con toda tu alma” (Deuteronomio 26:16).

* Principio para el Reino: Esta es una llamada a una obediencia holística y devocional. En el Reino de Yeshúa HaMashíaj, la obediencia no es un cumplimiento externo y legalista, sino una expresión del amor profundo por Elohím y un deseo ferviente de vivir de acuerdo con Su voluntad. El Ruaj HaKodesh nos capacita para amar a Adonái y a nuestro prójimo, transformando la obediencia en una respuesta gozosa y genuina, no en una carga.

4. Principio de Reconocimiento del Pacto Recíproco: El pasaje establece una relación mutua: Yisra’el declara a Adonái como su Elohím, y Adonái declara a Yisra’el como Su pueblo especial (Deuteronomio 26:17-18).

* Principio para el Reino: Para los discípulos de Yeshúa HaMashíaj, este principio subraya nuestra identidad pactual como pueblo de Elohím. Al aceptar a Yeshúa como Maran y Mashíaj, entramos en la Brit Hadasháh, una relación de Pacto renovada. Esto implica una lealtad exclusiva a Él y un compromiso de vivir como un pueblo apartado (`qadoš`) para Él, reflejando Su carácter y llevando Su luz a un mundo en oscuridad.

Estos mandamientos, vistos a través del lente del Reino de los Cielos, trascienden su contexto histórico para convertirse en principios eternos de vida piadosa, justicia social y devoción a Elohím, esenciales para la comunidad de discípulos de Mashíaj.

11. Preguntas de Reflexión

1. Considerando el énfasis en el `Ma’aser Ani` (diezmo para el pobre) en Deuteronomio 26:12, ¿cómo podemos, como discípulos de Maran Yeshúa, asegurar que nuestra “generosidad” en el Reino de los Cielos sea una verdadera expresión de justicia social, más allá de la simple caridad, y que impacte directamente a los vulnerables en nuestra comunidad?

2. La `Vidui Ma’aser` (declaración) en Deuteronomio 26:13-14 exigía una integridad total en el manejo de los diezmos. ¿De qué maneras podemos practicar una “declaración” de integridad y transparencia en nuestra mayordomía de los recursos, talentos y tiempo que Elohím nos ha dado, para que nuestra fidelidad sea evidente ante Adonái y refleje los valores del Reino de los Cielos?

3. El pasaje culmina con la renovación del Pacto, donde Yisra’el se compromete a obedecer con “todo el corazón y toda el alma” (Deuteronomio 26:16). ¿Cómo podemos los discípulos de Mashíaj cultivar y manifestar una obediencia integral, que abarque no solo nuestras acciones externas sino también nuestras motivaciones internas, para vivir plenamente como el pueblo especial (`am seguláh`) que HaShem nos ha llamado a ser en el Reino de Yeshúa HaMashíaj?

12. Resumen

La Aliyá 2 de la Parashá Ki Tavó (Deuteronomio 26:12-27:10) es un poderoso recordatorio de la interacción entre la obediencia a los mandatos de Elohím, la justicia social y la bendición del Pacto. El pasaje enfatiza el diezmo del tercer año, dedicado a los levitas, forasteros, huérfanos y viudas, como una expresión tangible de la preocupación divina por los vulnerables. La subsiguiente “declaración” de haber cumplido con integridad subraya la importancia de la pureza de intención y la rendición de cuentas. Todo esto culmina en una reafirmación del Pacto entre Adonái y Yisra’el, donde la obediencia de corazón y alma asegura el estatus de pueblo especial. En el Reino de los Cielos, estas enseñanzas se magnifican a través de Yeshúa HaMashíaj, quien encarna la perfecta justicia y misericordia, y nos llama a una generosidad y fidelidad que transforman no solo nuestras acciones, sino también nuestros corazones, manifestando así los principios eternos de Su Reino.

13. Tefiláh (Oración)

Adonái, Elohím de Avraham, Yitzḥak y Yaakov, te agradecemos por Tu Torah que nos guía y revela Tu carácter justo y misericordioso. Ayúdanos, como discípulos de Yeshúa HaMashíaj, a vivir con la integridad y la generosidad que mandaste a Tu pueblo Yisra’el a través de Moshéh. Que nuestros corazones estén siempre dispuestos a proveer para los necesitados, a vivir con transparencia en todas nuestras acciones, y a renovar diariamente nuestro Pacto contigo con todo nuestro ser. Danos la gracia para manifestar la justicia, la misericordia y la fe que Maran Yeshúa enseñó, para que Tu Reino se establezca plenamente en la tierra y Tu nombre sea glorificado a través de nuestras vidas. Amén.

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Parashá 50 Ki Tavo (כי תבוא) – Aliyah 1

Aliyáh 1: (Deuteronomio 26:1-11) Instrucciones sobre las primicias y la declaración de gratitud por la tierra prometida.
Haftaráh: Isaías 60:1-22 (La gloria de Jerusalén y la restauración futura).
Brit Hadasháh: Romanos 10:8-13 (La confesión de fe y la proclamación de la salvación).

¡Shalom u’Vrakhah, amados hermanos y kohanim del Reino de Yeshúa HaMashíaj!

Es para mí un honor y un privilegio presentar ante ustedes este estudio profundo de la Aliyá 1 de la Parashá Ki Tavó, un pasaje que resuena con la esencia de la gratitud, la soberanía de Elohím y la revelación de las primicias en nuestro glorioso Maran Yeshúa. Que la Ruaj HaKodesh ilumine nuestros corazones y mentes mientras profundizamos en estas verdades eternas.

Tema: Las primicias

1. Texto Hebreo Interlineal

Pasaje: Deuteronomio 26:1-26:11

2. Haftaráh Analizada

Pasaje: Yesha’yahu HaNavi 60:1-22

Análisis: La Haftaráh de la Parashá Ki Tavó, Yesha’yahu HaNavi 60:1-22, es una poderosa profecía de redención y gloria futura para Tziyon. Comienza con el llamado “¡Levántate, resplandece, porque ha llegado tu luz, y la gloria de Adonái ha amanecido sobre ti!” (Yesha’yahu 60:1), pintando un cuadro de la restauración escatológica de Yerushalayim, que será un faro para las naciones.

La conexión con la Aliyá de las primicias es profunda y multifacética. Mientras que Deuteronomio 26 se centra en las primicias de la tierra, una expresión tangible de gratitud por las bendiciones materiales y el cumplimiento de la promesa de la tierra, Yesha’yahu 60 se enfoca en las “primicias” de la redención futura. La afluencia de riquezas, naciones y reyes a Yerushalayim (“Vendrán a ti las riquezas del mar… te traerán el tesoro de las naciones”, Yesha’yahu 60:5-6) puede verse como una ofrenda de las “primicias” espirituales y materiales del mundo a HaShem en Su lugar escogido. Este es un eco magnificado del acto individual de llevar una canasta de primicias al Beit HaMiqdaš.

Los Midrashim a menudo conectan la abundancia material con la bendición de Elohím y la obediencia. El Midrash Tanhuma (Ki Tavó 1) enfatiza que las bendiciones materiales son resultado del cumplimiento de los mandamientos. De manera similar, la Haftaráh describe una era en la que la luz de Elohím atrae a las naciones, y estas traen sus “primicias” —sus bienes y su adoración— a Tziyon. Targum Yonatan a Yesha’yahu 60:7, por ejemplo, habla de la aceptación de las ofrendas en el Templo reconstruido en la era mesiánica, lo que conecta directamente con la ofrenda de las primicias y su aceptación por Elohím.

La visión profética de Yesha’yahu anticipa un tiempo en el Reino de los Cielos donde la luz de Mashíaj Yeshúa se extenderá, y las naciones, como “primicias” de Su obra redentora, se volverán a Él. Así como el pueblo de Israel debía reconocer que la tierra y sus frutos eran un regalo de Adonái, la Haftaráh proclama que la futura gloria y abundancia son dones divinos que culminan en la manifestación de la gloria de Elohím en Tziyon. Es una expansión del principio de las primicias: de la gratitud individual por el fruto de la tierra a la gratitud universal por el fruto de la redención de Elohím, donde Yerushalayim se convierte en la capital del Reino y el centro de la adoración global.

3. Brit Hadasháh (Arameo)

Pasaje: Qorinṭiyá Alef (1 Korinthiyim) 15:20, 23 (Peshitta)

Texto Arameo (Siríaco Oriental) Interlineal:

Texto Hebreo OriginalFonética TiberianaTraducción Palabra por PalabraTraducción Literal del Verso
——————-——————-——————-——————-
וְהָיָהVe-hayahY seráY será cuando entres a la tierra que Adonái tu Elohím te da como heredad y la poseas y habites en ella.
כִּי־תָבוֹאki-tavócuando tú entres
אֶל־הָאָרֶץel-ha-aretza la tierra
אֲשֶׁרašerque
יְהֹוָהAdonáiAdonái
אֱלֹהֶיךָElohekhatu Elohím
נֹתֵןnotente da
לְךָlekhaa ti
נַחֲלָהnaḥalahcomo heredad
וִירִשְׁתָּהּvi-yrištahy la poseas
וְיָשַׁבְתָּve-yašavtay habites
בָּהּ׃bahen ella.
וְלָקַחְתָּVe-laqaḥtaY tomarásY tomarás de las primicias de todo el fruto de la tierra que tú coseches de tu tierra que Adonái tu Elohím te da, y lo pondrás en una canasta y subirás al lugar que Adonái tu Elohím elija para hacer morar Su Nombre allí.
מֵרֵאשִׁיתme-rešitde las primicias
כָּל־פְּרִיkol-peride todo fruto
הָאֲדָמָהha-adamahde la tierra
אֲשֶׁרašerque
תָבִיאtavitú coseches
מֵאַרְצְךָme-artzekhade tu tierra
אֲשֶׁרašerque
יְהֹוָהAdonáiAdonái
אֱלֹהֶיךָElohekhatu Elohím
נֹתֵןnotente da
לָךְlakha ti
וְשַׂמְתָּve-samtay la pondrás
בַּטֶּנֶאba-ṭeneen una canasta
וְהָלַכְתָּve-halakhtay subirás
אֶל־הַמָּקוֹםel-ha-maqomal lugar
אֲשֶׁרašerque
יִבְחַרyivḥarelija
יְהֹוָהAdonáiAdonái
אֱלֹהֶיךָElohekhatu Elohím
לְשַׁכֵּןle-šakenpara hacer morar
שְׁמוֹšemoSu Nombre
שָׁם׃šamallí.
וּבָאתָU-va-taY vendrásY vendrás al kohén que esté en aquellos días y le dirás: Hoy declaro ante Adonái tu Elohím que he llegado a la tierra que Adonái juró a nuestros padres que nos daría.
אֶל־הַכֹּהֵןel-ha-kohénal kohén
אֲשֶׁרašerque
יִהְיֶהyihiyehestará
בַּיָּמִיםba-yamimen los días
הָהֵםha-hemaquellos
וְאָמַרְתָּve-amartay dirás
אֵלָיוelava él
הִגַּדְתִּיhigadtiHe declarado
הַיּוֹםha-yomhoy
לַיהֹוָהl’Adonáia Adonái
אֱלֹהֶיךָElohekhatu Elohím
כִּי־בָאתִיki-vatique he llegado
אֶל־הָאָרֶץel-ha-aretza la tierra
אֲשֶׁרašerque
נִשְׁבַּעnišbajuró
יְהֹוָהAdonáiAdonái
לַאֲבֹתֵינוּla-avoteinua nuestros padres
לָתֶתlatetdar
לָנוּ׃lanua nosotros.
וְלָקַחVe-laqaḥY tomaráY tomará el kohén la canasta de tu mano y la pondrá delante del Altar de Adonái tu Elohím.
הַכֹּהֵןha-kohénel kohén
הַטֶּנֶאha-ṭenela canasta
מִיָּדֶךָmi-yadekhade tu mano
וְהִנִּיחוֹve-hiniḥoy la pondrá
לִפְנֵיlifneidelante de
מִזְבַּחmizbaḥel Altar
יְהֹוָהAdonáiAdonái
אֱלֹהֶיךָ׃Elohekhatu Elohím.
וְעָנִיתָVe-anitaY responderásY responderás y dirás delante de Adonái tu Elohím: Un arameo errante fue mi padre, y descendió a Mitzrayim y residió allí con poca gente, y llegó a ser allí una nación grande, fuerte y numerosa.
וְאָמַרְתָּve-amartay dirás
לִפְנֵיlifneidelante de
יְהֹוָהAdonáiAdonái
אֱלֹהֶיךָElohekhatu Elohím
אֲרַמִּיAramiUn arameo
אֹבֵדovederrante (a punto de perecer)
אָבִיavifue mi padre
וַיֵּרֶדva-yeredy descendió
מִצְרַיִםMitzrayima Mitzrayim
וַיָּגָרva-yagary residió
שָׁםšamallí
בִּמְתֵיbimteicon pocas
מְעָטme’aṭpersonas
וַיְהִי־שָׁםva-yehi-šamy llegó a ser allí
לְגוֹיle-goyuna nación
גָּדוֹלgadolgrande
עָצוּםatzumfuerte
וָרָב׃va-ravy numerosa.
וַיָּרֵעוּVa-yare’uY nos maltrataronY nos maltrataron los Mitzrim y nos oprimieron y pusieron sobre nosotros dura servidumbre.
אֹתָנוּotanua nosotros
הַמִּצְרִיםha-Mitzrimlos Mitzrim
וַיְעַנּוּנוּva-ye’anunuy nos oprimieron
וַיִּתְּנוּva-yitnuy pusieron
עָלֵינוּaleinusobre nosotros
עֲבֹדָהavodahservidumbre
קָשָׁה׃qašahdura.
וַנִּצְעַקVa-nitz’aqY clamamosY clamamos a Adonái el Elohím de nuestros padres, y Adonái oyó nuestra voz y vio nuestra aflicción, nuestro trabajo y nuestra opresión.
אֶל־יְהֹוָהel-Adonáia Adonái
אֱלֹהֵיEloheiel Elohím de
אֲבֹתֵינוּavoteinunuestros padres
וַיִּשְׁמַעva-yišmay oyó
יְהֹוָהAdonáiAdonái
אֶת־קֹלֵנוּet-qolenunuestra voz
וַיַּרְאva-yary vio
אֶת־עָנְיֵנוּet-onyenunuestra aflicción
וְאֶת־עֲמָלֵנוּve-et-amaleinuy nuestro trabajo
וְאֶת־לַחֲצֵנוּ׃ve-et-laḥatzenuy nuestra opresión.
וַיּוֹצִאֵנוּVa-yotzieinuY nos sacóY nos sacó Adonái de Mitzrayim con mano fuerte y con brazo extendido y con gran terror y con señales y con prodigios.
יְהֹוָהAdonáiAdonái
מִמִּצְרַיִםmi-Mitzrayimde Mitzrayim
בְּיָדbe-yadcon mano
חֲזָקָהḥazaqahfuerte
וּבִזְרֹעַu-vizroay con brazo
נְטוּיָהneṭuyahextendido
וּבְמֹרָאu-ve-moray con gran terror
גָּדֹלgadolgrande
וּבְאֹתוֹתu-ve-ototy con señales
וּבְמֹפְתִים׃u-ve-mofetimy con prodigios.
וַיְבִאֵנוּVa-yevieinuY nos trajoY nos trajo a este lugar y nos dio esta tierra, una tierra que fluye leche y miel.
אֶל־הַמָּקוֹםel-ha-maqoma este lugar
הַזֶּהha-zeheste
וַיִּתֶּן־לָנוּva-yiten-lanuy nos dio
אֶת־הָאָרֶץet-ha-aretzla tierra
הַזֹּאתha-zotesta
אֶרֶץeretztierra
זָבַתzavatque fluye
חָלָבḥalavleche
וּדְבָשׁ׃u-devašy miel.
וְעַתָּהVe-atahY ahoraY ahora, he aquí, he traído las primicias del fruto de la tierra que tú, Adonái, me has dado. Y las pondrás delante de Adonái tu Elohím y te postrarás delante de Adonái tu Elohím.
הִנֵּהhinnehhe aquí
הֵבֵאתִיhevetihe traído
אֶת־רֵאשִׁיתet-rešitlas primicias
פְּרִיperidel fruto
הָאֲדָמָהha-adamahde la tierra
אֲשֶׁר־נָתַתָּהašer-natataque tú has dado
לִּיlia mí
יְהֹוָהAdonáiAdonái.
וְהִנַּחְתּוֹve-hinaḥtoY las pondrás
לִפְנֵיlifneidelante de
יְהֹוָהAdonáiAdonái
אֱלֹהֶיךָElohekhatu Elohím
וְהִשְׁתַּחֲוִיתָve-hištaḥavitay te postrarás
לִפְנֵיlifneidelante de
יְהֹוָהAdonáiAdonái
אֱלֹהֶיךָ׃Elohekhatu Elohím.
וְשָׂמַחְתָּVe-samaḥtaY te alegrarásY te alegrarás con todo el bien que Adonái tu Elohím te ha dado a ti y a tu casa, tú y el levita y el forastero que esté en medio de ti.
בְכָל־הַטּוֹבbe-khol-ha-ṭovcon todo el bien
אֲשֶׁרašerque
נָתַן־לְךָnatan-lekhate ha dado
יְהֹוָהAdonáiAdonái
אֱלֹהֶיךָElohekhatu Elohím
וּלְבֵיתֶךָu-le-veitekhay a tu casa
אַתָּהatah
וְהַלֵּוִיve-ha-leviy el levita
וְהַגֵּרve-ha-gery el forastero
אֲשֶׁרašerque
בְּקִרְבֶּךָ׃be-qirbekhaen medio de ti.
Texto Siríaco OriginalFonética Siríaca OrientalTraducción Palabra por PalabraTraducción Literal del Verso
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ܗܳܫܳܐHašáAhoraAhora, pero, se levantó Mashíaj de entre los muertos y fue las primicias de los que duermen.
ܕܶܝܢdenpero
ܩܳܡqamse levantó
ܡܫܺܝܚܳܐMšiḥaMashíaj
ܡܶܢmende
ܒܶܝܬbetentre
ܡܺܝ̈ܬܶܐmitálos muertos
ܘܰܗܘܳܐwa-hwáy fue
ܪܺܫܺܝܬܳܐrišitalas primicias
ܕܕܰܡ̈ܟܶܐ܂da-damkéde los que duermen.
ܟܽܠܢܳܫKulnašCada unoCada uno pero en su orden: el primero Mashíaj, y después aquellos que son de Mashíaj en su venida.
ܕܶܝܢdenpero
ܒܛܶܟܣܶܗbe-ṭekséhen su orden
ܩܰܕܡܳܝܳܐqadmayáel primero
ܡܫܺܝܚܳܐMšiḥaMashíaj
ܘܬܰܡܳܢwa-tammany después
ܐܰܝܠܶܝܢaylenaquellos
ܕܰܕܡܫܺܝܚܳܐda-d-Mšiḥaque son de Mashíaj
ܐܶܢܽܘܢenunellos
ܒܡܶܐܬܺܝܬܶܗ܂be-metitéhen su venida.

Análisis: El pasaje de la Brit Hadasháh en Qorinṭiyá Alef 15:20, 23 establece una conexión irrefutable entre la celebración de las primicias de la Torah y la persona y obra de Yeshúa HaMashíaj. Aquí, Maran Yeshúa es declarado la “ܪܺܫܺܝܬܳܐ” (rišita), es decir, “las primicias” de aquellos que han dormido en la muerte.

Así como las primicias de la cosecha eran las primeras y mejores frutas que se ofrecían a Elohím como una señal de gratitud y fe, y como una garantía de la cosecha venidera, Yeshúa HaMashíaj es las “primicias” de la resurrección. Su resurrección no es un evento aislado, sino la garantía y el prototipo de la resurrección futura de todos los creyentes en Él. La ofrenda de las primicias en Deuteronomio 26 era un acto de fe en la bondad de Elohím y Su provisión continua; la resurrección de Yeshúa es el acto definitivo de Elohím que asegura la victoria sobre la muerte para todos los que confían en Él.

Esta verdad es fundamental para el Reino de los Cielos. La resurrección de Yeshúa HaMashíaj significa que la muerte ha sido vencida, y que hay una esperanza viva para la eternidad. Él es el “primogénito de entre los muertos” (ver también Revelación 1:5, donde el término “primogénito” se usa en un sentido similar de primacía y preeminencia, y es comparable a “primicias”). Esta designación de “primicias” también resuena con textos pseudepigráficos como el Libro de Enoch, que habla de la resurrección de los justos en el tiempo del juicio final, aunque sin una figura central de “primicias” como Yeshúa. Algunos fragmentos de Qumran también aluden a una esperanza de resurrección para los justos en la era mesiánica. Sin embargo, la Brit Hadasháh posiciona a Yeshúa como la manifestación concreta y personal de esa esperanza.

En el Reino de los Cielos, somos llamados a vivir como aquellos que han probado las “primicias” del Ruaj HaKodesh (Romanos 8:23). El creyente, al recibir el Ruaj HaKodesh, experimenta un anticipo de la plenitud del Reino y la resurrección gloriosa. La entrega de las primicias en la Torah era una declaración de propiedad divina y dependencia; de la misma manera, nuestra vida en Mashíaj Yeshúa es una declaración de que pertenecemos a Elohím, y que Él es el dador de toda vida, tanto física como espiritual. Mar Yeshúa, siendo las primicias, ha inaugurado una nueva creación, y nosotros, Sus discípulos, somos parte de esa cosecha inaugural del Reino.

4. Contexto Histórico

El pasaje de Deuteronomio 26:1-11 se sitúa en un momento crucial en la historia del pueblo de Israel. Moshéh está pronunciando sus discursos finales a la nueva generación que está a punto de entrar a la Tierra Prometida, la tierra de Kena’an. El libro de Deuteronomio, que significa “segunda ley”, es una reiteración y explicación de la Torah para esta generación que no experimentó directamente el Éxodo ni la revelación en el Monte Sinái, pero que ha crecido en el desierto y está a punto de heredar la promesa de Avraham, Yitzḥak y Yaakov.

Culturalmente, el Antiguo Cercano Oriente era predominantemente agrícola. La vida dependía de la lluvia, la fertilidad de la tierra y las cosechas. En este contexto, la entrega de las primicias (רֵאשִׁית `rešit`) no era solo un rito religioso, sino una expresión vital de fe y confianza en la provisión divina. Otros pueblos de la región también ofrecían primicias a sus deidades para asegurar la fertilidad y la bendición, a menudo con prácticas idolátricas. La instrucción de Adonái a Israel diferenciaba su adoración: las primicias se entregaban al Elohím vivo y verdadero, reconociendo Su soberanía sobre la tierra y la vida, y como un recordatorio de Su pacto.

El acto de llevar las primicias al “lugar que Adonái tu Elohím elija” (Deuteronomio 26:2) prefiguraba el establecimiento de Yerushalayim como el centro de adoración y el sitio del Beit HaMiqdaš. Antes de su construcción, este lugar pudo haber sido Shiloh u otros sitios designados por Elohím.

La declaración ritual que acompaña la ofrenda (Deuteronomio 26:5-10) es un elemento central. Los israelitas debían recitar un breve credo histórico, comenzando con la identidad de su padre, un “arameo errante” (אָבֵד אֲרַמִּי אָבִי `oved Arami avi`), en referencia a Yaakov (o incluso a Avraham, quien también fue un errante), su descenso a Mitzrayim, su opresión allí, el clamor a Adonái, la liberación milagrosa, y finalmente, la entrada a la tierra que “fluye leche y miel”. Este es un resumen conciso de la historia de redención de Israel, que asegura que la gratitud por las primicias no sea un acto mecánico, sino una respuesta consciente a la fidelidad histórica de Elohím. Fuentes arqueológicas, como la Estela de Merneptah, que menciona a “Israel” como un pueblo en Kena’an alrededor del siglo XIII a.C., y el Papiro Ipuwer, que describe un caos en Mitzrayim que se asemeja a las plagas, proporcionan un telón de fondo para la narrativa del Éxodo, aunque no directamente para el ritual de las primicias. El registro de ciudades cananeas y la cultura agrícola de la época reafirman la relevancia de estas instrucciones.

5. Comentarios Proféticos

El pasaje de las primicias es una fuente rica de comentarios proféticos que trascienden el mero rito agrícola. En el Reino de Yeshúa HaMashíaj, este mandamiento apunta a verdades eternas y escatológicas:

1. Yeshúa HaMashíaj como la Primicia Definitiva: Como ya se ha mencionado, Yeshúa HaMashíaj es la máxima primicia. Su resurrección de los muertos es la “primicia” de la gran cosecha de los justos en el fin de los tiempos (1 Korinthiyim 15:20, 23). Él es el primero y el mejor de la nueva creación, la garantía de nuestra propia resurrección y heredad eterna en el Reino de Elohím.

2. Los Discípulos de Mashíaj como Primicias: Los que creemos en Yeshúa somos descritos como “cierta clase de primicias de Sus criaturas” (Yaakov 1:18). Esto significa que, por medio de la palabra de verdad de Elohím, somos los primeros frutos de Su plan redentor, destinados a reflejar Su gloria y a servir como testimonio al resto de la creación. Somos el inicio de la restauración que Elohím está obrando en el cosmos.

3. El Ruaj HaKodesh como Primicia: La presencia del Ruaj HaKodesh en nosotros es una “primicia” o “arras” de nuestra herencia futura (Romanos 8:23; Efesios 1:13-14). Es el anticipo de la plenitud del Reino, la garantía de que seremos transformados y recibiremos cuerpos glorificados. La Ruaj HaKodesh es la primera “fruta” que experimentamos de la venida del Reino de los Cielos.

4. La Cosecha Eschatológica: El rito de las primicias mira hacia adelante, a la cosecha completa. Proféticamente, esto se cumple en la gran cosecha de almas para el Reino de Elohím, culminando en el regreso de Maran Yeshúa. La visión de Yerushalayim en Yesha’yahu 60, con las naciones trayendo sus riquezas y gloria, es la imagen de una humanidad redimida ofreciendo sus “primicias” de adoración al Rey Mesías.

5. Restauración de Israel y el Reino: El regreso de las tribus dispersas de Israel y su restauración a la Tierra Prometida, así como su reconocimiento de Yeshúa HaMashíaj, será una de las “primicias” más gloriosas de los últimos días, un “primogénito” entre las naciones que dará testimonio del cumplimiento de todas las profecías. El Midrash Tanhuma (Va’etḥanan 2) asocia el regreso a Tziyon con la época de la redención final.

6. El Mandato de Alegría y Compartir: La instrucción de alegrarse con el levita y el forastero (Deuteronomio 26:11) es una profecía del Reino mesiánico, donde no habrá distinción entre los pueblos, y la alegría de la redención será compartida universalmente. Este es el corazón del Reino de Yeshúa HaMashíaj: una comunidad inclusiva que celebra la provisión y la salvación de Elohím.

En la actualidad, este pasaje nos llama a vivir con una conciencia profética, reconociendo que todo lo que tenemos proviene de Adonái y que nuestras vidas, talentos y recursos son “primicias” que ofrecemos en gratitud a Aquel que nos redimió. Estamos llamados a ser luz en un mundo oscuro, una muestra anticipada del Reino que ha de venir en su plenitud con Maran Yeshúa.

6. Análisis Profundo

La Aliyá 1 de Ki Tavó, Deuteronomio 26:1-11, es mucho más que una serie de instrucciones agrícolas; es una profunda lección teológica sobre la gratitud, la soberanía divina y la identidad de Israel, todo ello apuntando a la figura de Yeshúa HaMashíaj.

Palabras clave en hebreo:

* כִּי תָבוֹא (`Ki Tavó`, “cuando entres”): Esta frase, que da nombre a la Parashá, no es meramente condicional. Implica un umbral, un momento de cumplimiento de la promesa. La entrada a la tierra no es el final, sino el comienzo de una nueva relación de pacto y responsabilidad. En el Reino de Yeshúa HaMashíaj, esta “entrada” puede verse como nuestra entrada a una nueva vida por medio de Mashíaj, y la subsecuente responsabilidad de vivir según los principios del Reino.

רֵאשִׁית (`Rešit`, “primicias”, “primeros frutos”, “comienzo”): Esta palabra es el corazón del pasaje. Se refiere a la parte inicial y más selecta de la cosecha. No es solo un porcentaje, sino lo primero y mejor*. Su significado trasciende lo agrícola, ligándose a la prioridad de Elohím. El Midrash Sifrei Devarim 296 sobre este pasaje enfatiza que las primicias debían ser las más hermosas y selectas, reconociendo la excelencia de la dádiva de Elohím. Targum Onqelos simplemente traduce “רֵאשִׁית” como “ראשית” (resit), manteniendo el concepto de lo primero. En un sentido mesiánico, Mashíaj es la “Rešit” de la creación de Elohím (Colosenses 1:15-18), el principio y el fundamento de todo lo que es.

* אֲדָמָה (`Adamah`, “tierra”, “suelo”): Esta palabra conecta directamente con Adám, el primer hombre, y la relación del ser humano con la tierra. La `Adamah` es la fuente de sustento, pero también el lugar donde se manifestó la maldición. Traer las primicias de la `Adamah` es un reconocimiento de que Elohím redime y bendice incluso aquello que ha sido afectado por la caída. La Tierra Prometida misma es un anticipo del mundo redimido en el Reino de Elohím.

* מִנְחָה (`Minḥah`, “ofrenda”, “presente”, “regalo”): Aunque no se usa explícitamente en el verso 26:2, el contexto de las primicias es el de una `minḥah` o `qorban` (ofrenda). Una `minḥah` era típicamente una ofrenda de grano o producto de la tierra. La entrega de las primicias es un acto voluntario y gratificante, no una obligación legalista que se cumple a regañadientes. Es una expresión de la `avodah` (servicio/adoración) al Creador.

* בְּרָכָה (`Brakhah`, “bendición”): La ofrenda de las primicias es una respuesta a la `Brakhah` de Elohím sobre la tierra. El pasaje culmina con la alegría y el compartir (Deuteronomio 26:11), una clara señal de la `Brakhah` recibida. Esta `Brakhah` no es para ser guardada, sino para ser compartida, especialmente con aquellos más vulnerables (el levita y el forastero). En el Reino de los Cielos, la `Brakhah` de Yeshúa HaMashíaj es abundante y nos impulsa a la generosidad.

Conceptos Teológicos Relevantes:

1. Soberanía de Elohím y dependencia humana: El ritual de las primicias es una declaración explícita de que Elohím es el verdadero dueño y proveedor de todo. La tierra, el fruto, la lluvia, todo viene de Él. El israelita se presenta humildemente, no como dueño, sino como mayordomo de lo que Elohím le ha dado. Esta es una lección fundamental para los discípulos de Mashíaj, que deben reconocer la soberanía de Elohím sobre sus vidas y sus posesiones.

2. Memoria y Redención: La declaración histórica (Deuteronomio 26:5-10) es crucial. No es suficiente traer la ofrenda; hay que recordar el camino de redención: desde la condición de un “arameo errante” (Yaakov, quien por un tiempo estuvo errante y en dependencia de Lavan, y luego descendió a Mitzrayim en tiempos de hambruna) hasta la liberación milagrosa de Mitzrayim y la entrada a la tierra. El Midrash Rabbah (Devarim 8:2) sobre “arameo errante” discute si se refiere a Lavan buscando destruir a Yaakov o a Yaakov mismo como un forastero y peregrino. Ambas interpretaciones resaltan la humildad y la necesidad de recordar el origen de la nación. Esta confesión refuerza la gratitud y la identidad basada en el pacto de Elohím. Para los discípulos de Mashíaj, recordar nuestra redención de la esclavitud del pecado a través de Yeshúa HaMashíaj es lo que impulsa nuestra adoración y entrega.

3. Adoración Holística: La ofrenda de las primicias no es solo un acto económico, sino una experiencia de adoración completa: incluye el viaje al Beit HaMiqdaš, la entrega física, la declaración oral, la postración y la alegría comunitaria. Es una expresión de fe, historia y esperanza. Esta adoración integral es un modelo para el culto en el Reino de los Cielos.

7. Tema Relevante

Un tema central y profundamente relevante de esta Aliyá es la Gratitud como Reconocimiento de la Soberanía Absoluta de Elohím y el Fundamento de la Obediencia Gozosa.

El mandamiento de las primicias no es simplemente una ley de sacrificio, sino una invitación a una profunda expresión de gratitud. El acto de tomar lo primero y lo mejor de la cosecha, llevarlo a un lugar central de adoración, y recitar una declaración que resume la historia de redención de Israel, es una poderosa afirmación de que todo proviene de Adonái. Es un reconocimiento explícito de que la tierra, la lluvia, la fertilidad y la capacidad de cultivar no son el resultado del esfuerzo humano o de la adoración a ídolos, sino regalos inmerecidos de HaShem.

En el Reino de los Cielos, este tema de gratitud y reconocimiento de la soberanía de Elohím es fundamental. Los discípulos de Mashíaj son llamados a vivir una vida de `hoda’ah` (gratitud y alabanza) constante. No somos dueños de nuestras vidas, nuestros talentos, nuestro tiempo o nuestras posesiones; somos mayordomos. Al ofrecer nuestras “primicias” —lo primero y lo mejor de nuestras vidas— estamos declarando que Yeshúa HaMashíaj es el Soberano, el Señor sobre todo.

Esta gratitud no es pasiva, sino que se manifiesta en obediencia gozosa. El pasaje culmina con la instrucción de alegrarse “con todo el bien que Adonái tu Elohím te ha dado a ti y a tu casa, tú y el levita y el forastero que esté en medio de ti” (Deuteronomio 26:11). La alegría es la respuesta natural a la bondad de Elohím y es un distintivo del Reino. Esta alegría se extiende a la comunidad, incluyendo a los marginados, reflejando el corazón de Yeshúa por los “pequeños” y los “últimos”.

Para los discípulos de Mashíaj, aplicar este tema significa:

1. Prioridad: Elohím recibe lo primero en nuestras vidas, no lo que sobra.

2. Recordatorio: No olvidar nuestra propia historia de redención de la esclavitud del pecado a través de Yeshúa HaMashíaj.

3. Generosidad: Compartir nuestras bendiciones con otros, especialmente con aquellos que no pueden retribuir, modelando la generosidad de nuestro Rey.

4. Adoración: Vivir una vida que es una `minḥah`, una ofrenda continua de gratitud y servicio a Adonái, reconociendo Su reino en cada faceta de nuestra existencia.

8. Descubriendo a Mashíaj

El pasaje de las primicias de Deuteronomio 26 apunta a Yeshúa HaMashíaj de maneras profundas y multifacéticas, revelando aspectos cruciales de Su vida, obra y persona, y del Reino de los Cielos.

1. Yeshúa HaMashíaj, las Primicias de la Resurrección: La conexión más directa y potente es la de Yeshúa como “las primicias de los que duermen” (1 Korinthiyim 15:20). Así como las primicias garantizaban una cosecha mayor, la resurrección de Yeshúa es la garantía y el modelo de la futura resurrección de todos los que confían en Él. Su victoria sobre la muerte es la primera y mejor “fruta” del plan redentor de Elohím, inaugurando la nueva era del Reino de los Cielos donde la muerte ya no tiene el control. Este concepto es central en la teología del Reino, pues la resurrección de Yeshúa nos asegura nuestra propia entrada y heredad en el Reino eterno. El Libro de Adám y Eva (Vida de Adám y Eva), un texto pseudepigráfico, menciona la promesa de resurrección de Adám y sus descendientes al final de los tiempos, aunque sin la figura específica de Mashíaj como primicia, este texto prefigura la anhelo de una victoria sobre la muerte que solo Yeshúa pudo cumplir.

2. La Declaración de Redención y el Mashíaj: La confesión del israelita en el Deuteronomio (26:5-10) es una narrativa de redención: desde el “arameo errante” hasta la liberación de Mitzrayim y la entrada a la tierra. Esta narrativa es un espejo de la historia de redención que Yeshúa HaMashíaj realiza para cada creyente. Nosotros también éramos “errantes” espiritualmente, esclavos del pecado, y Él nos ha liberado con “mano fuerte y brazo extendido” para traernos a Su Reino. Yeshúa es el cumplimiento de esa promesa de una “tierra que fluye leche y miel,” una vida abundante y eterna en Su Reino.

3. El Lugar Escogido y la Presencia de Mashíaj: Las primicias se llevaban al “lugar que Adonái tu Elohím elija para hacer morar Su Nombre allí” (Deuteronomio 26:2). Este lugar, que eventualmente sería Yerushalayim y el Beit HaMiqdaš, es donde la presencia de Elohím moraba. En el Reino de los Cielos, Yeshúa HaMashíaj es la encarnación de la presencia de Elohím entre nosotros. Él es el verdadero Templo, el lugar donde Elohím habita plenamente. La `Shekhináh` de Elohím mora en Él, y a través de Él, en Su pueblo.

4. La Ofrenda Perfecta: El ritual de las primicias era una ofrenda de lo mejor. Yeshúa HaMashíaj es la ofrenda perfecta y sin mancha (Hebreos 9:14), el “Cordero de Elohím” que quita el pecado del mundo. Su vida, muerte y resurrección son la ofrenda definitiva, las primicias de la redención que Elohím aceptó plenamente.

5. Alegría en el Reino: La instrucción de alegrarse junto con el levita y el forastero (Deuteronomio 26:11) presagia la inclusividad del Reino de los Cielos de Yeshúa HaMashíaj. En Él, no hay judío ni gentil (Gálatas 3:28), todos somos uno en Mashíaj, y la alegría de Su salvación es para ser compartida por todos los que entran en Su Reino. El Evangelio de Tomás (un texto apócrifo de Nag Hammadi) enfatiza la alegría y la búsqueda del Reino, aunque su conceptualización del Reino difiere en detalles teológicos, comparte la premisa de que el Reino es una realidad presente que debe ser experimentada.

Así, cada aspecto de las primicias, desde la gratitud y la confesión hasta la ofrenda y la alegría, encuentra su significado más profundo y su cumplimiento definitivo en Yeshúa HaMashíaj, quien es la esencia y el Rey de nuestro glorioso Reino de los Cielos.

9. Midrashim y Targumim

El pasaje de las primicias en Deuteronomio 26:1-11 ha sido objeto de extensas interpretaciones en los Midrashim y Targumim, que buscan profundizar en su significado legal, histórico y teológico.

Targum Onqelos y Yerushalmi:

Los Targumim, traducciones y paráfrasis arameas de la Torah, a menudo amplían el texto para hacerlo más comprensible y relevante para su audiencia.

* Deuteronomio 26:2 (“el lugar que Adonái tu Elohím elija”): Targum Onqelos y Yerushalmi (Fragmentario) especifican que este lugar es Yerushalayim, y el lugar del Beit HaMiqdaš. Por ejemplo, Onqelos dice: “al lugar que Adonái tu Elohím elegirá para establecer la morada de Su Shekhináh allí.” Esta adición subraya la centralidad de Yerushalayim como el lugar de la presencia divina, anticipando su futura elección como la capital del Reino de Yeshúa HaMashíaj.

* Deuteronomio 26:5 (“Un arameo errante fue mi padre”): Este verso es particularmente rico en interpretaciones. Targum Onqelos lo traduce como “Mi padre era un arameo que iba a perecer,” lo que resalta la debilidad y el peligro en el que se encontraba Yaakov (o Avraham) antes de la intervención de Elohím. Targum Yerushalmi (Fragmentario) y Pseudo-Yonatan expanden significativamente esta frase, identificando al “arameo” con Lavan, quien, según la interpretación, intentó desarraigar a Yaakov. Pseudo-Yonatan dice: “Lavan el arameo, mi padre, intentó destruirme.” Esta interpretación subraya la amenaza externa y el rescate divino, enfatizando la mano protectora de Elohím sobre Su pueblo desde sus inicios.

Midrashim (Sifrei Devarim, Midrash Tanhuma, Devarim Rabbah):

Los Midrashim ofrecen elaboraciones homiléticas y éticas.

* Deuteronomio 26:2 (“las primicias de todo el fruto de la tierra”): Sifrei Devarim 296 y Mishnah Bikurim 1:3-4 discuten la especificidad de las primicias, que debían ser las “siete especies” por las que la tierra de Israel fue alabada (Deuteronomio 8:8): trigo, cebada, uvas, higos, granadas, olivas y dátiles. También se enfatiza que debían ser las “más hermosas” y “perfectas” de los frutos, lo que eleva la ofrenda a un nivel de excelencia y honor a Elohím.

* Deuteronomio 26:5 (“Un arameo errante fue mi padre”): Devarim Rabbah (Parashá Ki Tavó 8:2) presenta una discusión sobre si el “arameo errante” se refiere a Yaakov mismo (un nómada sin hogar ni riqueza al inicio) o a Lavan (quien intentó engañar y oprimir a Yaakov). Ambas interpretaciones sirven para recordar la humildad de los orígenes de Israel y la continua fidelidad de Elohím para elevarlos de la adversidad. Destaca que la entrega de las primicias no es un acto de orgullo por la propia habilidad, sino de humilde gratitud por la bondad de Elohím desde el principio.

* La Confesión Histórica (Deuteronomio 26:5-10): Los Midrashim enfatizan que esta confesión no es solo una recitación, sino un testimonio personal de la historia de la salvación de Elohím. El Sifrei Devarim (299) explica que cada persona al presentar sus primicias debe considerarse a sí misma como si hubiera salido de Mitzrayim, cruzado el desierto y entrado a la tierra. Esto subraya la conexión personal con la historia nacional de redención, un principio vital para los discípulos de Mashíaj que deben interiorizar su propia historia de redención en Yeshúa.

* Deuteronomio 26:11 (“Y te alegrarás con todo el bien”): Los Midrashim, como Tanhuma (Ki Tavó 1), resaltan la importancia de la alegría (`simḥah`) en el cumplimiento de los mandamientos. La `simḥah` debe ser completa e inclusiva, extendiéndose al levita (quien no tiene heredad propia) y al forastero (el `ger`, que depende de la generosidad de la comunidad). Esta es una prefiguración del gozo compartido en el Reino de los Cielos, donde la abundancia de Elohím se extiende a todos los que entran en el pacto de Yeshúa HaMashíaj, sin distinción.

Estas interpretaciones midráshicas y targúmicas profundizan el significado del texto, enfatizando la gratitud, la humildad, la memoria histórica y la inclusión, todos los cuales son principios centrales para vivir en el Reino de Yeshúa HaMashíaj.

10. Mandamientos

De la Aliyá de las primicias en Deuteronomio 26:1-11, podemos extraer varios mandamientos (`mitzvot`) o principios de vida esenciales para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos:

1. El Mandamiento de Reconocer la Soberanía de Elohím y Dar Gracias: La primera y más fundamental `mitzvah` es reconocer que todo lo que poseemos y producimos proviene de Adonái. No somos los creadores de la tierra ni de su fertilidad, sino los mayordomos de Sus bendiciones. Esto se traduce en una vida de gratitud constante por Su provisión y Su amor inagotable. Para los discípulos de Mashíaj, esto significa que cada bendición, material o espiritual, es un regalo de Su mano, y nuestra respuesta debe ser siempre de agradecimiento.

2. El Mandamiento de Honrar a Elohím con Nuestras Primicias: La instrucción de traer lo primero y lo mejor de la cosecha (Deuteronomio 26:2) nos enseña a dar prioridad a Elohím en todas las áreas de nuestras vidas. Esto no se limita a los diezmos o las ofrendas financieras, sino que se extiende a nuestro tiempo, talentos, energía y afectos. Damos a Yeshúa HaMashíaj lo primero y lo mejor de nosotros mismos, reconociendo que Él es digno de toda excelencia y que, al hacerlo, estamos invirtiendo en el Reino de los Cielos.

3. El Mandamiento de Recordar y Confesar Nuestra Historia de Redención: La declaración ritual (Deuteronomio 26:5-10) es una `mitzvah` de memoria activa. Recordar nuestra pasada condición de “errantes” o esclavos y la poderosa liberación de Elohím de la opresión es vital. Para los discípulos de Mashíaj, esto significa mantener viva la memoria de cómo Yeshúa nos rescató de la esclavitud del pecado y la muerte. Esta confesión refuerza nuestra identidad en Él y alimenta nuestra gratitud y obediencia.

4. El Mandamiento de la Alegría Inclusiva y el Compartir: La instrucción de alegrarse con el levita y el forastero (Deuteronomio 26:11) es un mandamiento de compasión y generosidad. Las bendiciones de Elohím no son solo para nuestro propio disfrute, sino para ser compartidas, especialmente con aquellos que son vulnerables o que no tienen los mismos recursos. En el Reino de Yeshúa HaMashíaj, esto se manifiesta en una comunidad donde la `simḥah` (alegría) es compartida, y donde el amor de Mashíaj nos impulsa a cuidar de los necesitados, los que están fuera del círculo íntimo, y los que aún no conocen al Rey.

5. El Mandamiento de Adorar en el Lugar Escogido por Elohím: Aunque el “lugar” físico era el Beit HaMiqdaš, espiritualmente, en el Reino de Yeshúa HaMashíaj, adoramos a Elohím en “espíritu y en verdad” (Yojanán 4:24). Yeshúa es nuestro templo, nuestro lugar de encuentro con Elohím. Este mandamiento nos llama a una adoración auténtica y centrada en Mashíaj, donde nuestra vida entera se convierte en una ofrenda aceptable.

Estos principios nos guían a una vida de adoración holística, donde nuestra gratitud, generosidad, memoria y alegría se convierten en testimonios vivos del poder y la gracia de Elohím en el Reino de Yeshúa HaMashíaj.

11. Preguntas de Reflexión

1. La declaración del israelita en Deuteronomio 26:5-10 es una confesión de su historia de redención. ¿Cómo la historia de nuestra propia redención personal y colectiva en Yeshúa HaMashíaj influye en nuestra capacidad de dar con un corazón agradecido y humilde, y cómo podemos mantener viva esa memoria en el Reino hoy?

2. El pasaje enfatiza la entrega de las “primicias” —lo primero y lo mejor— a Elohím. ¿Cómo podemos, en el Reino de Yeshúa HaMashíaj, aplicar este principio no solo a nuestros bienes materiales, sino también a nuestro tiempo, talentos, relaciones y prioridades, reconociendo la soberanía de Elohím en cada aspecto de nuestra vida para Su gloria?

3. La Aliyá concluye con la instrucción de alegrarse con todo el bien, compartiéndolo con el levita y el forastero. ¿Cómo podemos cultivar una alegría genuina y una generosidad radical en nuestra obediencia y en la entrega de nuestras “primicias” en el Reino de los Cielos, modelando el amor inclusivo de Yeshúa HaMashíaj por todos aquellos a quienes Él ha llamado?

12. Resumen

La Aliyá 1 de Parashá Ki Tavó, Deuteronomio 26:1-11, es un mandato sublime que trasciende la simple ofrenda agrícola para establecer principios eternos de gratitud, reconocimiento de la soberanía de Elohím y alegría en la redención. Este pasaje llama al pueblo de Israel, y por extensión a los discípulos de Yeshúa HaMashíaj en el Reino de los Cielos, a honrar a Adonái con lo primero y lo mejor de sus bendiciones, recordando su historia de liberación y compartiendo su alegría con los vulnerables. En última instancia, el pasaje apunta a Yeshúa HaMashíaj mismo, quien es las Primicias de la resurrección, la encarnación de la redención y el fundamento de nuestra esperanza, invitándonos a vivir vidas que sean una ofrenda continua de gratitud en Su glorioso Reino.

13. Tefiláh (Oración)

Adonái Elohím de Avraham, Yitzḥak y Yaakov, Te damos gracias por Tu inmensurable bondad y por cada bendición que derramas sobre nosotros. Reconocemos que todo lo que somos y todo lo que poseemos proviene de Ti, el Soberano de todo el universo. Te presentamos nuestras vidas como primicias, lo primero y lo mejor de nuestro ser, en gratitud por la redención que nos has dado en Yeshúa HaMashíaj. Ayúdanos a recordar siempre de dónde nos has rescatado y a vivir con la alegría de Tu salvación, compartiendo Tu amor y generosidad con todos en Tu bendito Reino de los Cielos. Amén.

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Parashá 49 Ki Tetze (כי תצא) – Aliyah 7

Aliyáh 7: (Deuteronomio 25:17-19) Mandato de recordar lo que hizo Amalek y el llamado a eliminar su memoria.
Haftaráh: 1 Samuel 15:2-34 (La instrucción de Elohím a Saúl para destruir a Amalek).
Brit Hadasháh: Apocalipsis 19:11-16 (El juicio final de Yeshúa sobre los enemigos de Su pueblo).

Tema: Leyes sobre la balanza justa y el recuerdo de Amalek

1. Texto Hebreo Interlineal

Pasaje: Deuteronomio 25:13-25:19

Texto Hebreo OriginalFonética TiberianaTraducción Palabra por PalabraTraducción Literal del Verso
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לֹאLoNo לֹא – LoNo habrá para ti en tu bolsa
יִהְיֶהYih-yehhabrá יִהְיֶה – Yih-yehpiedra y piedra, grande y pequeña.
לְךָLe-khapara ti לְךָ – Le-kha
בְכִיסְךָVe-khis-khaen tu bolsa בְכִיסְךָ – Ve-khis-kha
אֶבֶןEvenpiedra אֶבֶן – Even
וָאֶבֶןVa-e-veny piedra וָאֶבֶן – Va-e-ven
גְּדוֹלָהGe-do-lahgrande גְּדוֹלָה – Ge-do-lah
וּקְטַנָּהU-qe-ṭan-nahy pequeña וּקְטַנָּה – U-qe-ṭan-nah
לֹאLoNo לֹא – LoNo habrá para ti en tu casa
יִהְיֶהYih-yehhabrá יִהְיֶה – Yih-yehefah y efah, grande y pequeña.
לְךָLe-khapara ti לְךָ – Le-kha
בְּבֵיתְךָBe-veit-khaen tu casa בְּבֵיתְךָ – Be-veit-kha
אֵיפָהEi-fahefah אֵיפָה – Ei-fah
וָאֵיפָהVa-ei-fahy efah וָאֵיפָה – Va-ei-fah
גְּדוֹלָהGe-do-lahgrande גְּדוֹלָה – Ge-do-lah
וּקְטַנָּהU-qe-ṭan-nahy pequeña וּקְטַנָּה – U-qe-ṭan-nah
אֶבֶןEvenPiedra אֶבֶן – EvenUna piedra completa y justa
שְׁלֵמָהŠe-lei-mahcompleta שְׁלֵמָה – Še-lei-mahtendrás para ti;
וָצֶדֶקVa-ṣe-deqy justa וָצֶדֶק – Va-ṣe-dequna efah completa y justa
יִהְיֶהYih-yehhabrá יִהְיֶה – Yih-yehtendrás para ti,
לָךְLakhpara ti לָךְ – Lakhpara que se prolonguen tus días
אֵיפָהEi-fahefah אֵיפָה – Ei-fahsobre la tierra que
שְׁלֵמָהŠe-lei-mahcompleta שְׁלֵמָה – Še-lei-mahAdonái tu Elohím te da.
וָצֶדֶקVa-ṣe-deqy justa וָצֶדֶק – Va-ṣe-deq
יִהְיֶהYih-yehhabrá יִהְיֶה – Yih-yeh
לָךְLakhpara ti לָךְ – Lakh
לְמַעַןLe-ma-anpara que לְמַעַן – Le-ma-an
יַאֲרִכוּןYa-a-ri-khunse prolonguen יַאֲרִכוּן – Ya-a-ri-khun
יָמֶיךָYa-mei-khatus días יָמֶיךָ – Ya-mei-kha
עַל־הָאֲדָמָהAl-ha-a-da-mahsobre la tierra עַל־הָאֲדָמָה – Al-ha-a-da-mah
אֲשֶׁרA-šerque אֲשֶׁר – A-šer
יְהוָהAdonáiAdonái יְהוָה – Adonái
אֱלֹהֶיךָElo-he-khatu Elohím אֱלֹהֶיךָ – Elo-he-kha
נֹתֵןNo-teinda נֹתֵן – No-tein
לָךְLakha ti לָךְ – Lakh
כִּיKiPorque כִּי – KiPorque abominación es para
תוֹעֲבַתTo-a-vatabominación תוֹעֲבַת – To-a-vatAdonái tu Elohím
יְהוָהAdonáiAdonái יְהוָה – Adonáitodo el que hace estas cosas,
אֱלֹהֶיךָElo-he-khatu Elohím אֱלֹהֶיךָ – Elo-he-khatodo el que hace injusticia.
כֹּלKoltodo כֹּל – Kol
עֹשֵׂהO-śehel que hace עֹשֵׂה – O-śeh
אֵלֶּהEl-lehestas אֵלֶּה – El-leh
כֹּלKoltodo כֹּל – Kol
עֹשֵׂהO-śehel que hace עֹשֵׂה – O-śeh
עָוֶלA-velinjusticia עָוֶל – A-vel
זָכוֹרZa-khorRecuerda זָכוֹר – Za-khorRecuerda lo que te hizo Amalek
אֵתEta אֵת – Eten el camino, cuando salías
אֲשֶׁרA-šerque אֲשֶׁר – A-šerde Mitzrayim,
עָשָׂהA-śahhizo עָשָׂה – A-śah
לְךָLekhaa ti לְךָ – Lekha
עֲמָלֵקA-ma-leiqAmalek עֲמָלֵק – A-ma-leiq
בַּדֶּרֶךְBa-de-rekhen el camino בַּדֶּרֶךְ – Ba-de-rekh
בְּצֵאתְכֶםBe-ṣe-eṭ-khemen vuestra salida בְּצֵאתְכֶם – Be-ṣe-eṭ-khem
מִמִּצְרָיִםMi-miṣ-ra-yimde Mitzrayim מִמִּצְרָיִם – Mi-miṣ-ra-yim
אֲשֶׁרA-šerQue אֲשֶׁר – A-šerQue te encontró en el camino
קָרְךָQa-re-khate encontró קָרְךָ – Qa-re-khay atacó a todos los rezagados
בַּדֶּרֶךְBa-de-rekhen el camino בַּדֶּרֶךְ – Ba-de-rekhdetrás de ti, cuando tú estabas
וַיְזַנֵּבVa-ye-zan-neivy cortó la cola וַיְזַנֵּב – Va-ye-zan-neivcansado y exhausto, y no temió
בְּךָBekhaen ti בְּךָ – Bekhaa Elohím.
כָּל־הַנֶּחֱשָׁלִיםKol-ha-ne-ḥe-ša-limtodos los rezagados כָּל־הַנֶּחֱשָׁלִים – Kol-ha-ne-ḥe-ša-lim
אַחֲרֶיךָA-ḥa-rei-khadetrás de ti אַחֲרֶיךָ – A-ḥa-rei-kha
וְאַתָּהVe-a-tahy tú וְאַתָּה – Ve-a-tah
עָיֵףA-yeifcansado עָיֵף – A-yeif
וְיָגֵעַVe-ya-gei-ay exhausto וְיָגֵעַ – Ve-ya-gei-a
וְלֹאVe-loy no וְלֹא – Ve-lo
יָרֵאYa-retemió יָרֵא – Ya-re
אֱלֹהִיםElohímElohím אֱלֹהִים – Elohím
וְהָיָהVe-ha-yahY será וְהָיָה – Ve-ha-yahY será, cuando Adonái tu Elohím
בְּהָנִיחַBe-ha-ni-aḥcuando dé descanso בְּהָנִיחַ – Be-ha-ni-aḥte dé descanso de todos
לְךָLekhaa ti לְךָ – Lekhatus enemigos alrededor,
יְהוָהAdonáiAdonái יְהוָה – Adonáien la tierra que Adonái tu Elohím
אֱלֹהֶיךָElo-he-khatu Elohím אֱלֹהֶיךָ – Elo-he-khate da como heredad para poseerla,
מִכָּל־אֹיְבֶיךָMi-kol-oy-vei-khade todos tus enemigos מִכָּל־אֹיְבֶיךָ – Mi-kol-oy-vei-khaque borrarás el recuerdo
מִסָּבִיבMi-sa-vivalrededor מִסָּבִיב – Mi-sa-vivde Amalek de debajo del cielo;
בָּאָרֶץBa-a-reṣen la tierra בָּאָרֶץ – Ba-a-reṣno lo olvides.
אֲשֶׁרA-šerque אֲשֶׁר – A-šer
יְהוָהAdonáiAdonái יְהוָה – Adonái
אֱלֹהֶיךָElo-he-khatu Elohím אֱלֹהֶיךָ – Elo-he-kha
נֹתֵןNo-teinda נֹתֵן – No-tein
לְךָLekhaa ti לְךָ – Lekha
נַחֲלָהNa-ḥa-lahheredad נַחֲלָה – Na-ḥa-lah
לְרִשְׁתָּהּLe-riš-tahpara poseerla לְרִשְׁתָּהּ – Le-riš-tah
תִּמְחֶהTim-ḥehborrarás תִּמְחֶה – Tim-ḥeh
אֶת־זֵכֶרEt-zei-kherel recuerdo אֶת־זֵכֶר – Et-zei-kher
עֲמָלֵקA-ma-leiqde Amalek עֲמָלֵק – A-ma-leiq
מִתַּחַתMi-ta-ḥatde debajo מִתַּחַת – Mi-ta-ḥat
הַשָּׁמָיִםHa-ša-ma-yimdel cielo הַשָּׁמָיִם – Ha-ša-ma-yim
לֹאLoNo לֹא – Lo
תִּשְׁכָּחTiš-kaḥolvides תִּשְׁכָּח – Tiš-kaḥ

2. Haftaráh Analizada

Pasaje: Yesha’yahu 54:1-10

Análisis:

La Haftaráh para la Parashá Ki Tetzei se encuentra en Yesha’yahu 54:1-10. Aunque el pasaje de la Aliyá 7 se enfoca en la justicia en el comercio y la erradicación de Amalek, la Haftaráh extiende el tema de la justicia y la recompensa de Elohím a un plano nacional y escatológico. Yesha’yahu 54:1-10 es un canto de consuelo y promesa para Tziyon, que ha estado desolada y afligida. La profecía compara a Tziyon con una mujer estéril que de repente concebirá y dará a luz una multitud de hijos, ensanchando su tienda. Este crecimiento milagroso simboliza la restauración del pueblo de Yisrael y la expansión del Reino de Elohím.

La conexión con la Aliyá 7 reside en el concepto de `tzedeq` (justicia/rectitud). Mientras la Aliyá 7 demanda justicia en las transacciones cotidianas (“piedra completa y justa”, “efah completa y justa”), la Haftaráh promete que Adonái mismo establecerá a Tziyon con `tzedeq` y `mishpaṭ` (juicio justo). Yesha’yahu 54:14 declara: “Con justicia serás establecida; lejos estará de ti la opresión, porque no temerás, y del terror, porque no se acercará a ti”.

El Targum Yonatan a Yesha’yahu 54:1-10 enfatiza la redención de Yisrael del exilio y la futura gloria de Yerushalayim, que será construida con piedras preciosas, aludiendo a la bendición material y espiritual que sigue a la fidelidad a la Torah. Esta visión de una Yerushalayim restaurada por la justicia divina resuena con la expectativa de un Reino justo, donde las leyes de la Torah, incluyendo las de pesos y medidas, serán observadas perfectamente.

El Midrash Rabá sobre Devarim (Deuteronomio) 25:15 relaciona la observancia de pesos y medidas justas con la longevidad y la heredad de la tierra, como se promete en el verso. Este es un principio de `middah keneged middah` (medida por medida): si un individuo es justo en sus medidas, Elohím le medirá con días largos y estabilidad en la tierra. Yesha’yahu, en la Haftaráh, eleva esta promesa de bendición a un nivel colectivo, asegurando que la nación que Adonái redime y establece en `tzedeq` gozará de paz y prosperidad duraderas. El pasaje de la Haftaráh nos recuerda que la justicia no es solo una expectativa humana, sino un atributo divino que se manifestará plenamente en la era mesiánica.

3. Brit Hadasháh (Arameo)

Pasaje: Lukas 6:38 (Peshitta)

Texto Arameo (Siríaco Oriental):

ܗܰܒܘ ܘܢܶܬܼܼܝܗܶܒ ܠܟܘܢ ܟܝܳܠܳܐ ܛܳܒܳܐ ܘܪܺܝܓܳܐ ܘܫܳܦܝܳܐ ܘܡܰܠܝܳܐ ܢܶܬܼܼܠܽܘܢ ܒܰܥܰܩ̈ܠܰܝܟܘܢ ܒܰܡܫܽܘܚܬܳܐ ܓܶܝܪ ܕܰܡܫܺܝܚܺܝܢ ܐܰܢ̄ܬܽܘܢ ܢܶܬܼܼܡܫܰܚ ܠܟܘܢ.

Fonética Siríaca Oriental:

Habo w-ne-teh-heb lekhon kilah ṭavah w-rigah w-šapyah w-malyah ne-tlun ba-aqaqlaykon ba-mšuḥta gayr da-mšiḥin antun ne-tmašaḥ lekhon.

Traducción:

Dad, y os será dado; medida buena, apretada, remecida y rebosante os darán en vuestro regazo; porque con la medida con que medís, os será medido.

Análisis:

Este pasaje de Maran Yeshúa en Lukas 6:38 resuena profundamente con las leyes de la balanza justa de Devarim 25:13-16. Mar Yeshúa, en su enseñanza sobre el Reino de los Cielos, eleva el principio de la justicia comercial a una ley espiritual universal que gobierna tanto las interacciones humanas como la retribución divina. La `middah keneged middah` (medida por medida) es una verdad fundamental en el Reino de Elohím.

Las leyes de la Torah en Ki Tetzei exigen `even šelemah va-ṣedeq` (piedra completa y justa) y `eifa šelemah va-ṣedeq` (efah completa y justa). Maran Yeshúa extiende esto al comportamiento interpersonal: la generosidad y la justicia que extendemos a otros serán la medida con la que se nos retribuirá. Si alguien usa pesos fraudulentos en el mercado, recibirá juicio con pesos fraudulentos; si da generosamente, recibirá una “medida buena, apretada, remecida y rebosante”.

Esta enseñanza subraya la naturaleza intrínseca de la justicia en el Reino de Yeshúa HaMashíaj. Los principios éticos y morales no son meramente externos, sino que emanan del corazón transformado por la Ruaj HaKodesh. Los textos pseudepigráficos como el Testamento de Gad (Testamentos de los Doce Patriarcas, 6:7) hablan de cómo “el hombre justo no tiene doble corazón”, lo que se alinea con la condena de tener “piedra y piedra” o “efah y efah”. La honestidad en el comercio es una manifestación externa de un corazón singularmente dedicado a la `emet` (verdad) y a la `tzedeq` (justicia) de Elohím.

Maran Yeshúa es el estándar de la medida justa y perfecta. Él encarna la `tzedeq` de Elohím, y su Reino se caracteriza por la rectitud en todas las cosas. Los discípulos de Mashíaj son llamados a reflejar esta `tzedeq` en su vida diaria, sabiendo que su integridad en asuntos aparentemente pequeños, como pesos y medidas, es un testimonio de su lealtad al Reino de los Cielos.

4. Contexto Histórico

El pasaje de Devarim 25:13-19 se sitúa en el contexto del pueblo de Yisrael a punto de entrar en la Tierra Prometida. Moshéh está impartiendo las últimas instrucciones y leyes que regirán su vida en la tierra, estableciendo un marco para una sociedad justa y ordenada bajo la soberanía de Adonái. La agricultura y el comercio eran pilares fundamentales de la economía en el antiguo Cercano Oriente. Las transacciones se realizaban comúnmente mediante pesos y medidas, donde las mercancías (granos, aceites, metales, etc.) eran pesadas o medidas volumétricamente.

En esta época, era común el fraude en el comercio. Las “piedras” (אֶבֶן – even) eran los pesos utilizados en las balanzas, y las “efah” (אֵיפָה – eifah) eran unidades de medida de volumen para productos secos. La existencia de “piedra y piedra, grande y pequeña” o “efah y efah, grande y pequeña” (versículos 13-14) no se refiere a tener pesos de diferentes denominaciones, sino a tener dos juegos de pesos o medidas: uno más grande de lo que se declaraba para comprar (engañando al vendedor) y uno más pequeño de lo que se declaraba para vender (engañando al comprador). Esta práctica deshonesta era generalizada en muchas culturas antiguas, como lo atestiguan códigos legales como el Código de Hammurabi, aunque no condena explícitamente el uso de “pesos dobles” sino que exige el cumplimiento de las normas. Sin embargo, la Torah va más allá, exigiendo una honestidad intrínseca que emana del carácter de Elohím mismo.

El mandamiento de tener `even šelemah va-ṣedeq` (una piedra completa y justa) y `eifa šelemah va-ṣedeq` (una efah completa y justa) es una demanda de integridad absoluta. El engaño en el comercio no solo era una transgresión social, sino una abominación a Adonái (Devarim 25:16), porque Él es Elohím de `tzedeq` y `emet`. Los arqueólogos han descubierto balanzas y pesas en sitios antiguos de Yisrael, a menudo con inscripciones o formas estandarizadas que sugerían un intento de regular el comercio. Sin embargo, la tentación de la ganancia deshonesta siempre estuvo presente.

La transición repentina al mandamiento de recordar y borrar a Amalek (Devarim 25:17-19) puede parecer abrupta, pero hay una conexión temática profunda. Amalek atacó a los débiles y rezagados de Yisrael sin temor a Elohím, mostrando una crueldad e injusticia extremas. Así como la balanza fraudulenta o la medida engañosa representa la injusticia y la falta de temor a Elohím en el ámbito económico, Amalek representa la injusticia y la falta de temor a Elohím en el ámbito nacional y militar. Ambos son una “to’avat Adonái” (abominación a Adonái). La `tzedeq` debe prevalecer tanto en las transacciones individuales como en la seguridad de la comunidad.

5. Comentarios Proféticos

Las leyes sobre la balanza justa y la erradicación de Amalek, aunque dadas en un contexto antiguo, resuenan con profunda verdad profética para nuestra época y el Reino de Yeshúa HaMashíaj. La integridad en el comercio es una manifestación de la justicia del Reino. El profeta Amos (8:5) condena a aquellos que “disminuyen la efah y aumentan el siclo, falsificando balanzas para defraudar”. Este clamor por la justicia social y económica es una constante en los Nevi’im, que siempre apuntan a la necesidad de un Reino donde la `tzedeq` de Elohím sea plenamente establecida.

Proféticamente, el mandamiento de tener “piedra completa y justa” no solo se refiere a pesos físicos, sino a la integridad del carácter que Elohím espera de su pueblo. En el Reino de Yeshúa HaMashíaj, la justicia no es una opción, sino un principio fundacional. Yesha’yahu profetiza que Maran Yeshúa gobernará con justicia y rectitud (Yesha’yahu 9:6-7, 11:3-5). Su Reino será un reino de `tzedeq` universal, donde toda forma de engaño y opresión será eliminada.

La conexión con Amalek es también profética. Amalek representa el arquetipo del enemigo que ataca por malicia, sin temor a Elohím, buscando socavar la moral y la fe. En un sentido mesiánico, Amalek puede ser visto como una representación de todas las fuerzas espirituales de maldad que se oponen al Reino de los Cielos y a los discípulos de Mashíaj. Así como se ordenó borrar el recuerdo de Amalek, proféticamente, el Reino de Yeshúa HaMashíaj erradicará todo rastro de iniquidad y maldad, estableciendo la justicia definitiva. La lucha contra la injusticia, ya sea en el mercado o en el ámbito espiritual, es una tarea continua para los hijos del Reino, anticipando el día en que Yeshúa HaMashíaj venga a establecer plenamente su `mishpaṭ` y `tzedeq` sobre toda la tierra.

6. Análisis Profundo

Este pasaje es rico en significado y conceptos teológicos cruciales:

* לֹא יִהְיֶה לְךָ (Lo yih-yeh lekha – “No habrá para ti”): Esta formulación negativa es una prohibición fuerte, indicando la abominación que tal práctica representa para Adonái. Se repite para “piedra y piedra” y “efah y efah”, enfatizando la prohibición de cualquier forma de doblez o engaño en los instrumentos de medida.

* אֶבֶן וָאֶבֶן (Even va-even – “piedra y piedra”): Se refiere a tener dos tipos de pesas, una ligeramente más pesada para comprar y otra ligeramente más ligera para vender. Es un símbolo de duplicidad y deshonestidad.

* אֵיפָה וָאֵיפָה (Eifah va-eifah – “efah y efah”): De manera similar, se refiere a tener dos tipos de medidas volumétricas para bienes secos, una más grande para comprar y otra más pequeña para vender.

* שְׁלֵמָה וָצֶדֶק (Šelemah va-ṣedeq – “completa y justa”): Esta frase es el corazón del mandamiento.

* שְׁלֵמָה (Šelemah): Implica “entera”, “íntegra”, “sin adulteración”, “perfecta”. No solo la medida física, sino la intención detrás de ella.

* וָצֶדֶק (Va-ṣedeq): “y justa”, “recta”, “honesta”. Se refiere a la conformidad con un estándar divino de justicia. El Targum Onkelos traduce `šelemah va-ṣedeq` como “verdadera y justa”, subrayando la autenticidad y equidad.

* לְמַעַן יַאֲרִכוּן יָמֶיךָ עַל־הָאֲדָמָה (Le-ma’an ya’arikhun yameikha al-ha-adamah – “para que se prolonguen tus días sobre la tierra”): Esta es la promesa de bendición. La obediencia a Elohím en asuntos de `tzedeq` lleva a la estabilidad y la longevidad en la tierra prometida. El Midrash Sifrei Devarim 25:15 comenta que aquel que es escrupuloso en pesos y medidas es como si estuviera extendiendo sus propios días.

* תּוֹעֲבַת יְהוָה אֱלֹהֶיךָ (To’avat Adonái Eloheikha – “abominación es para Adonái tu Elohím”): Esta es una de las expresiones más fuertes de repudio en la Torah. Se usa para idolatría, pecados sexuales, y aquí, para el fraude. Esto eleva la deshonestidad comercial al nivel de una ofensa grave contra la santidad de Elohím mismo. El Targum Yonatan enfatiza que “todo el que obra injusticia” es una abominación, ampliando la implicación más allá del comercio.

* זָכוֹר אֵת אֲשֶׁר עָשָׂה לְךָ עֲמָלֵק (Zakhor et ašer asah lekha Amalek – “Recuerda lo que te hizo Amalek”): La transición a Amalek no es aleatoria. Amalek atacó a los débiles y cansados de Yisrael (versículo 18), demostrando una falta total de `raḥamim` (compasión) y `yir’at Elohím` (temor a Elohím). Esta fue una acción de injusticia pura, sin provocación, movida por el mal.

* וְלֹא יָרֵא אֱלֹהִים (Ve-lo yare Elohím – “y no temió a Elohím”): Esta es la raíz del mal de Amalek, y por extensión, del fraude. La falta de temor reverente a Adonái es lo que permite la injusticia y la crueldad.

* תִּמְחֶה אֶת־זֵכֶר עֲמָלֵק מִתַּחַת הַשָּׁמָיִם לֹא תִּשְׁכָּח (Timḥeh et zekher Amalek mi-taḥat ha-šamayim lo tiš-kaḥ – “borrarás el recuerdo de Amalek de debajo del cielo; no lo olvides”): Este mandamiento es único en su fuerza. No es solo derrotar a un enemigo, sino borrar su memoria, lo que simboliza la erradicación de la ideología de maldad y crueldad que representó. Es una `mitzvah` que se repite en otras partes de la Torah (Shemot 17:14, Devarim 25:17-19).

7. Tema Relevante

El tema central de esta Aliyá es la Justicia Integral como Expresión del Carácter de Elohím y Fundamento del Reino.

La Torah no separa la ética personal de la esfera pública o la espiritualidad. La integridad en el mercado (`tzedeq` en pesos y medidas) es tan fundamental como la lucha contra el mal arquetípico (`tzedeq` contra Amalek). Ambos son mandatos divinos que reflejan el carácter de Adonái como un Elohím justo y santo. La “piedra completa y justa” simboliza la pureza de intención y acción que Elohím espera de su pueblo en cada transacción. Es un testimonio práctico de su `emunah` (fe) en Él y su `yir’at Elohím` (temor reverente).

Para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos, este tema es de suma relevancia. Maran Yeshúa enseñó que no se puede servir a Elohím y al mammon (riqueza) (Mattityahu 6:24). La avaricia y la deshonestidad son incompatibles con los valores del Reino. La búsqueda de la `tzedeq` debe impregnar cada aspecto de la vida del discípulo, desde cómo se negocia un precio hasta cómo se interactúa con el prójimo. Un corazón que busca engañar en el comercio no es un corazón `šalem` (completo) para Elohím. La promesa de “prolongar los días” no es solo literal, sino que en el contexto del Reino de Yeshúa HaMashíaj, se refiere a una vida abundante y plena, arraigada en la verdad y la justicia, que tiene un impacto eterno. El discipulado en el Reino exige una `tzedeq` radical que se manifiesta en la honestidad más mundana, porque Adonái es el mismo en todos los detalles de la vida.

8. Descubriendo a Mashíaj

El pasaje apunta a Yeshúa HaMashíaj de varias maneras. En primer lugar, Yeshúa HaMashíaj es la encarnación perfecta de la `tzedeq` de Elohím. Él es la “piedra completa y justa” por excelencia. Donde la humanidad falla en mantener la justicia y la rectitud, Mashíaj las cumple a la perfección. Él es el estándar inalterable por el cual todo será medido. En el Reino de los Cielos, Yeshúa HaMashíaj es el Juez justo (Yesha’yahu 11:3-4) que medirá con la balanza perfecta de Elohím.

La condena de las medidas fraudulentas como “abominación a Adonái” se conecta directamente con la enseñanza de Yeshúa sobre la hipocresía y la duplicidad. Él condenó a los “escribas y perushim” (fariseos) que practicaban una religión externa sin una `tzedeq` interna (Mattityahu 23:23-28). La balanza doble es una metáfora de un corazón doble, algo que Maran Yeshúa vino a transformar.

La orden de borrar el recuerdo de Amalek también tiene implicaciones mesiánicas. Amalek, como arquetipo del mal sin temor a Elohím, es una sombra de Satanás y sus fuerzas espirituales. Yeshúa HaMashíaj, a través de su obra redentora, ha venido a “borrar” y derrotar las obras del maligno (1 Yojanan 3:8). La victoria final de Mashíaj establecerá el Reino donde todo rastro de iniquidad, injusticia y crueldad será erradicado, y solo la `tzedeq` y la `šalom` (paz) de Elohím prevalecerán.

Textos apócrifos y pseudepigráficos a menudo describen la venida de un Mesías justo que purificará la tierra de toda maldad. Por ejemplo, el Libro de Enoc (1:9) habla de la venida de Adonái con sus santos para ejecutar juicio sobre todos, y destruir a todos los impíos de la tierra, estableciendo la justicia. Esta visión de un Mesías que trae el juicio y la rectitud definitiva se alinea con el mandato de erradicar el mal y establecer la `tzedeq` que se encuentra en este pasaje. Yeshúa HaMashíaj es el cumplimiento de esta profecía, el Rey del Reino de los Cielos que no permitirá que la `to’avat Adonái` permanezca.

9. Midrashim y Targumim

Los Midrashim y Targumim amplían significativamente la comprensión de este pasaje:

* Midrash Sifrei Devarim 25:15: Este Midrash enfatiza la recompensa por la honestidad en el comercio. Afirma que el que cumple el mandamiento de tener pesos y medidas justos recibe una recompensa doble: la prolongación de sus días en este mundo y la heredad de la Tierra de Yisrael. Va más allá, diciendo que aquel que usa pesos justos es considerado como si estuviera cumpliendo toda la Torah, porque la justicia en el comercio es la base de la sociedad.

* Targum Onkelos (Devarim 25:13-16): Este Targum, conocido por su literalidad, traduce `šelemah va-ṣedeq` como “verdadera y justa”, reforzando la idea de autenticidad y equidad. También para el verso 16, traduce “Porque abominación de Adonái tu Elohím es todo el que hace estas cosas, todo el que hace injusticia” con una pequeña expansión, reafirmando la condena divina de la deshonestidad.

* Targum Yonatan (Devarim 25:13-16): Ofrece una interpretación más expansiva. Enfatiza que tener pesos y medidas dobles es “una abominación delante de Adonái”. Para el verso 16, explica que aquellos que hacen estas cosas “merecen perecer de la tierra”. El Targum Yonatan también destaca la conexión entre la justicia en el comercio y la vida en la Tierra, sugiriendo que la bendición de vivir en la tierra está condicionada a la `tzedeq`.

* Midrash Tanḥuma, Ki Tetzei 8: Este Midrash conecta el uso de balanzas fraudulentas con el derramamiento de sangre. Al engañar a una persona en su sustento, se le está robando su vida. Esto eleva la seriedad del fraude a un nivel mucho más grave, comparable a un pecado capital. La balanza justa es, por tanto, una cuestión de `pikuaj nefesh` (preservación de la vida).

* Midrash Sifrei Devarim 25:17-19 (Sobre Amalek): El Midrash enfatiza la `mitzvah` de “Recordar” (זָכוֹר – Zakhor) y “No olvidar” (לֹא תִּשְׁכָּח – Lo tiš-kaḥ) a Amalek. Explica que Amalek atacó no por necesidad, sino por pura maldad y odio, específicamente dirigiéndose a los débiles. El Midrash ve a Amalek como el prototipo de todos los enemigos de Yisrael y, por extensión, de la verdad de Elohím. La erradicación de Amalek simboliza la erradicación del mal radical que no teme a Elohím.

Estos comentarios rabínicos subrayan que la `tzedeq` en el comercio no es un detalle menor, sino una parte integral de la `Torah` y una prueba de la devoción a Adonái. La deshonestidad se considera una afrenta directa a la santidad divina y una negación del temor a Elohím.

10. Mandamientos

De este pasaje, los discípulos de Mashíaj pueden extraer varios mandamientos y principios de vida esenciales para el Reino de los Cielos:

1. Mandamiento de la Honestidad Absoluta en las Transacciones (Mitzvat Emet):

* Principio: No tener “piedra y piedra” ni “efah y efah”. Esto se extiende a cualquier forma de engaño en el comercio o en cualquier interacción.

* Aplicación en el Reino: Los discípulos de Yeshúa HaMashíaj deben buscar la verdad (`emet`) y la integridad en todas sus palabras y acciones, especialmente en los asuntos financieros y comerciales. La reputación de un hijo del Reino debe ser impecable, reflejando la rectitud de Elohím.

2. Mandamiento de Usar Medidas y Pesos Justos (Mitzvat Tzedeq):

* Principio: Tener `even šelemah va-ṣedeq` y `eifa šelemah va-ṣedeq`. Es la contraparte positiva del mandamiento anterior.

* Aplicación en el Reino: Esto implica no solo evitar el fraude, sino activamente buscar la justicia y la equidad en todas las relaciones económicas. Honrar el valor justo, pagar salarios justos, ser transparente en los negocios. Esto honra a Elohím, quien es el modelo de la justicia perfecta.

3. Mandamiento de Recordar y Luchar Contra la Injusticia Radical (Mitzvat Zakhor):

* Principio: Recordar lo que hizo Amalek y no olvidarlo, y borrar su recuerdo.

* Aplicación en el Reino: Los discípulos deben estar vigilantes contra las fuerzas del mal y la injusticia que atacan a los vulnerables sin temor a Elohím. Esto no se refiere a una venganza personal, sino a la oposición espiritual y social contra sistemas y actitudes que desprecian la vida y la `tzedeq` de Elohím, anticipando el establecimiento completo del Reino de Yeshúa HaMashíaj donde toda maldad será erradicada.

4. Principio de la Retribución Divina (Middah Keneged Middah):

* Principio: Las acciones justas conducen a la bendición (“para que se prolonguen tus días”), mientras que las acciones injustas son una “abominación” para Adonái.

* Aplicación en el Reino: Reconocer que nuestras acciones tienen consecuencias divinas. Elegir la `tzedeq` no solo es bueno para la sociedad, sino que agrada a Elohím y trae su `shalom` y `brakhah` (bendición) a nuestras vidas, en alineación con las promesas del Reino.

11. Preguntas de Reflexión

1. Considerando el énfasis en tener una “piedra completa y justa” y una “efah completa y justa”, ¿de qué manera podríamos estar usando “balanzas dobles” o “medidas engañosas” en nuestra vida personal o profesional hoy en el Reino de Yeshúa HaMashíaj, más allá de las transacciones monetarias? ¿Cómo la Ruaj HaKodesh nos guía a una `tzedeq` `šelemah` (completa)?

2. La Torah declara que la deshonestidad en el comercio es una “abominación a Adonái”. ¿Cómo afecta esta verdad nuestra perspectiva sobre la ética laboral, la transparencia y la integridad en el lugar de trabajo o en nuestros ministerios, como discípulos de Mashíaj llamados a reflejar el Reino de los Cielos?

3. La Aliyá concluye con el mandamiento de recordar y borrar a Amalek, el enemigo que atacó sin temor a Elohím. ¿Cómo identificamos y enfrentamos hoy las “fuerzas de Amalek” (actitudes de crueldad, injusticia descarada o ataques a los vulnerables) en nuestro mundo, desde la perspectiva de la `tzedeq` y la redención que Yeshúa HaMashíaj nos ha traído?

12. Resumen

La Aliyá 7 de Parashá Ki Tetzei establece una clara demanda de `tzedeq` (justicia) y `emet` (verdad) en todas las esferas de la vida, desde las transacciones comerciales más básicas hasta la lucha contra la maldad arquetípica. La prohibición de pesos y medidas fraudulentos y el mandamiento de usar balanzas “completas y justas” subraya la expectativa de Elohím de una integridad impecable, prometiendo bendición y longevidad a quienes obedecen y declarando “abominación” a quienes defraudan. La sorprendente conexión con Amalek revela que la deshonestidad, al igual que la crueldad, es una manifestación de la falta de temor a Elohím. Para el Reino de Yeshúa HaMashíaj, este pasaje es un llamado a encarnar la `tzedeq` de Mashíaj en cada detalle, siendo un testimonio vivo de la pureza y la justicia del Reino de los Cielos.

13. Tefiláh (Oración)

Adonái, nuestro Elohím, te alabamos por ser el Elohím de toda `tzedeq` y `emet`. Te pedimos, por la Ruaj HaKodesh, que `nagía` (alcancemos) y mantengamos corazones `šalemim` (completos) y balanzas justas en todas nuestras interacciones, tanto en lo visible como en lo oculto. Que nuestra vida, como discípulos de Yeshúa HaMashíaj, sea un reflejo de la integridad de tu Reino, erradicando toda duplicidad y deshonestidad. Ayúdanos a vivir con un temor reverente a Ti, sabiendo que toda injusticia es una abominación ante tus ojos. Que tu `tzedeq` prevalezca en nosotros y a través de nosotros, anticipando el día en que Maran Yeshúa establezca su Reino de justicia perfecta sobre toda la tierra. Amén.

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Parashá 49 Ki Tetze (כי תצא) – Aliyah 6

Aliyáh 6: (Deuteronomio 24:14-25:16) Leyes sobre el trato justo a los empleados, la importancia de la honestidad y la integridad.
Haftaráh: Miqueas 6:8 (El llamado a actuar con justicia, amor y humildad).
Brit Hadasháh: Colosenses 3:23-24 (Trabajar con sinceridad como para el Adón).

¡Baruj HaShem! Estimados estudiantes y amados del Reino de Yeshúa HaMashíaj, reciban Shalom u’Brajá. Nos reunimos hoy para profundizar en las sagradas enseñanzas de la Torah, desglosando la sexta Aliyá de la Parasháh Ki Tetzei. Esta sección, anclada en el libro de Devarim, nos confronta con la esencia de la justicia divina manifestada en las leyes concernientes a la restitución y el trato al prójimo. Que el Ruaj HaKodesh ilumine nuestros corazones y mentes mientras exploramos estas verdades eternas.

Tema: Leyes sobre la restitución

1. Texto Hebreo Interlineal

Pasaje: Deuteronomio 24:14-25:12

Texto Hebreo OriginalFonética TiberianaTraducción Palabra por PalabraTraducción Literal del Verso
——————-——————-——————-——————-
לֹֽא־תַעֲשֹׁקLo-ta’aśoqNo-oprimirásNo oprimirás לֹֽא־תַעֲשֹׁק
שָׂכִירśakirjornaleroשָׂכִיר jornalero
עָנִיanipobreעָנִי pobre
וְאֶבְיוֹןve-evyony-necesitadoוְאֶבְיוֹן y necesitado
מֵאַחֶיךָme-aḥeykhade-tus-hermanosמֵאַחֶיךָ de tus hermanos
א֠וֹooא֠וֹ o
מִגֵּרְךָmi-gerkhade-tu-extranjeroמִגֵּרְךָ de tu extranjero
אֲשֶׁרašerqueאֲשֶׁר que
בְּאַרְצְךָbe-arṣkhaen-tu-tierraבְּאַרְצְךָ en tu tierra
בִּשְׁעָרֶֽיךָ׃bi-š’arekha.en-tus-puertas.בִּשְׁעָרֶֽיךָ en tus puertas.
Deuteronomio 24:15
בְּיוֹמוֹBe-yomoEn-su-díaEn su día בְּיוֹמוֹ
תִתֵּןtitendarásתִתֵּן darás
שְׂכָרוֹśekharosu-salarioשְׂכָרוֹ su salario
וְלֹא־תָבוֹאve-lo-tavoy-no-pondráוְלֹא־תָבוֹא y no se pondrá
עָלָיוalavsobre-élעָלָיו sobre él
הַשֶּׁמֶשׁha-šemešel-solהַשֶּׁמֶשׁ el sol
כִּֽי־עָנִיki-aniporque-pobreכִּֽי־עָנִי porque pobre
הוּאhuélהוּא él
וְאֵלָיוve-elavy-a-élוְאֵלָיו y a él
נַפְשׁוֹnafšosu-almaנַפְשׁוֹ su alma
נֹשֵׂאnoselevantaנֹשֵׂא levanta
וְלֹא־יִקְרָאve-lo-yiqray-no-llamaráוְלֹא־יִקְרָא y no llamará
עָלֶיךָaleykhacontra-tiעָלֶיךָ contra ti
אֶל־ה’el-HaShema-HaShemאֶל־ה’ a HaShem
וְהָיָהve-hayahy-seráוְהָיָה y será
בְךָbekhaen-tiבְךָ en ti
חֵֽטְא׃ḥeṭ.pecado.חֵֽטְא pecado.
Deuteronomio 24:16
לֹא־יוּמְתוּLo-yumtuNo-moriránNo morirán לֹא־יוּמְתוּ
אָבוֹתavotpadresאָבוֹת padres
עַל־בָּנִיםal-banimpor-hijosעַל־בָּנִים por hijos
וּבָנִיםu-vanimy-hijosוּבָנִים y hijos
לֹא־יוּמְתוּlo-yumtuno-moriránלֹא־יוּמְתוּ no morirán
עַל־אָבוֹתal-avotpor-padresעַל־אָבוֹת por padres
אִישׁCada-hombreאִישׁ Cada hombre
בְּחֶטְאוֹbe-ḥeṭ’opor-su-pecadoבְּחֶטְאוֹ por su pecado
יוּמָֽתוּ׃yumatu.morirá.יוּמָֽתוּ morirá.
Deuteronomio 24:17
לֹאLoNoNo לֹא
תַטֶּהtaṭehdesviarásתַטֶּה desviarás
מִשְׁפַּטmišpaṭjuicioמִשְׁפַּט el juicio
גֵּרgerdel-extranjeroגֵּר del extranjero
יָתּוֹםyatomhuérfanoיָתּוֹם o del huérfano
וְלֹאve-loy-noוְלֹא y no
תַחֲבֹלtaḥavoltomarás-en-prendaתַחֲבֹל tomarás en prenda
בֶּגֶדbe-gedvestiduraבֶּגֶד la vestidura
אַלְמָנָֽה׃almanah.de-la-viuda.אַלְמָנָה de la viuda.
Deuteronomio 24:18
וְזָכַרְתָּVe-zakhartaY-recordarásY recordarás וְזָכַרְתָּ
כִּי־עֶבֶדki-evedque-siervoכִּי־עֶבֶד que fuiste siervo
הָיִיתָhayitafuisteהָיִיתָ
בְּמִצְרַיִםbe-Mitzrayimen-Mitzrayimבְּמִצְרַיִם en Mitzrayim
וַיִּפְדְּךָva-yifdekhay-te-redimióוַיִּפְדְּךָ y te redimió
ה’HaShemHaShemה’ HaShem
אֱלֹהֶיךָEloheykhatu-Elohímאֱלֹהֶיךָ tu Elohím
מִשָּׁםmi-šamde-allíמִשָּׁם de allí
עַל־כֵּןal-kensobre-estoעַל־כֵּן por tanto
אָנֹכִיanokhiyoאָנֹכִי yo
מְצַוְּךָmetzavəkhate-mandoמְצַוְּךָ te mando
לַעֲשׂוֹתla’aśothacerלַעֲשׂוֹת hacer
אֶת־הַדָּבָרet-ha-davaresta-cosaאֶת־הַדָּבָר esta cosa.
הַזֶּֽה׃ha-zeh.esta.הַזֶּֽה
Deuteronomio 24:19
כִּֽי־תִקְצֹרKi-tiqṣorCuando-cosechesCuando coseches כִּֽי־תִקְצֹר
קְצִֽירְךָqəṣirkhatu-cosechaקְצִֽירְךָ tu cosecha
בְשָׂדֶךָbe-śadekhaen-tu-campoבְשָׂדֶךָ en tu campo
וְשָׁכַחְתָּve-šakhaḥtay-olvidesוְשָׁכַחְתָּ y olvides
עֹמֶרomeruna-gavillaעֹמֶר una gavilla
בַּשָּׂדֶהba-sadehen-el-campoבַּשָּׂדֶה en el campo
לֹֽא־תָשׁוּבlo-tašuvno-volverásלֹֽא־תָשׁוּב no volverás
לְקַחְתּוֹle-qaḥtoa-tomarlaלְקַחְתּוֹ a tomarla
לַגֵּרla-gerpara-el-extranjeroלַגֵּר será para el extranjero
לַיָּתוֹםla-yatompara-el-huérfanoלַיָּתוֹם para el huérfano
וְלָאַלְמָנָהve-la-almanahy-para-la-viudaוְלָאַלְמָנָה y para la viuda
יִֽהְיֶהyihyehseráיִֽהְיֶה
לְמַעַןle-ma’ana-fin-deלְמַעַן a fin de
יְבָרֶכְךָyevarekhekhaque-te-bendigaיְבָרֶכְךָ que te bendiga
ה’HaShemHaShemה’ HaShem
אֱלֹהֶיךָEloheykhatu-Elohímאֱלֹהֶיךָ tu Elohím
בְּכֹלbe-kholen-todoבְּכֹל en todo
מַעֲשֵׂהma’aśehobraמַעֲשֵׂה el trabajo
יָדֶֽיךָ׃yadeykha.de-tus-manos.יָדֶֽיךָ de tus manos.
Deuteronomio 24:20
כִּ֤יKiCuandoCuando כִּ֤י
תַחְבֹּטtaḥboṭsacudasתַחְבֹּט sacudas
זֵיתְךָ֙zeytkhatu-olivoזֵיתְךָ tu olivo
לֹא־תְפָאֵ֣רlo-tefaerno-repasarásלֹא־תְפָאֵר no repasarás
אַחֲרֶ֔יךָaḥareykhdetrás-de-tiאַחֲרֶ֔יךָ después de ti
לַגֵּרla-gerpara-el-extranjeroלַגֵּר será para el extranjero
לַיָּת֥וֹםla-yatompara-el-huérfanoלַיָּת֥וֹם para el huérfano
וְלָאַלְמָנָ֖הve-la-almanahy-para-la-viudaוְלָאַלְמָנָ֖ה y para la viuda
יִֽהְיֶֽה׃yihyeh.será.יִֽהְיֶֽה
Deuteronomio 24:21
כִּֽי־תִבְצֹרKi-tivṣorCuando-vendimiesCuando vendimies כִּֽי־תִבְצֹר
כַּרְמְךָkarmkhatu-viñaכַּרְמְךָ tu viña
לֹאlonoלֹא no
תְעוֹלֵלte’olelrebusquesתְעוֹלֵל rebusques
אַחֲרֶ֑יךָaḥareykh;detrás-de-tiאַחֲרֶ֑יךָ después de ti
לַגֵּרla-gerpara-el-extranjeroלַגֵּר será para el extranjero
לַיָּת֥וֹםla-yatompara-el-huérfanoלַיָּת֥וֹם para el huérfano
וְלָאַלְמָנָ֖הve-la-almanahy-para-la-viudaוְלָאַלְמָנָ֖ה y para la viuda
יִֽהְיֶֽה׃yihyeh.será.יִֽהְיֶֽה
Deuteronomio 24:22
וְזָכַרְתָּ֙Ve-zakhartaY-recordarásY recordarás וְזָכַרְתָּ֙
כִּי־עֶ֣בֶדki-evedque-siervoכִּי־עֶ֣בֶד que fuiste siervo
הָיִ֣יתָhayitafuisteהָיִ֣יתָ
בְּאֶ֣רֶץbe-ereṣen-tierraבְּאֶ֣רֶץ en la tierra
מִצְרַ֔יִםMitzrayimde-Mitzrayimמִצְרַ֔יִם de Mitzrayim
עַל־כֵּןal-kenpor-estoעַל־כֵּן por tanto
אָנֹכִ֥יanokhiyoאָנֹכִ֥י yo
מְצַוְּךָ֖metzavəkhate-mandoמְצַוְּךָ֖ te mando
לַעֲשׂ֖וֹתla’aśothacerלַעֲשׂ֖וֹת hacer
אֶת־הַדָּבָ֥רet-ha-davaresta-cosaאֶת־הַדָּבָ֥ר esta cosa.
הַזֶּֽה׃ha-zeh.esta.הַזֶּֽה
Deuteronomio 25:1
כִּֽי־יִהְיֶ֥הKi-yihyehCuando-seaCuando haya כִּֽי־יִהְיֶ֥ה
רִֽיב־בֵּיןriv-beyndisputa-entreרִֽיב־בֵּין disputa entre
אֲנָשִׁ֖יםanašimhombresאֲנָשִׁ֖ים hombres
וְנִגְּשׁ֣וּve-nigašuy-se-acercaronוְנִגְּשׁ֣ו y se acerquen
לַמִּשְׁפָּ֑טla-mišpaṭal-juicioלַמִּשְׁפָּ֑ט al juicio
וּשְׁפָט֣וּםu-šfaṭumy-juzgaránוּשְׁפָט֣וּם y los juzgarán
וְהִצְדִּ֙יקוּ֙ve-hiṣdiqoy-justificaránוְהִצְדִּ֙יקוּ֙ y justificarán
אֶת־הַצַּדִּ֔יקet-ha-ṣadiqal-justoאֶת־הַצַּדִּ֔יק al justo
וְהִרְשִׁ֖יעוּve-hirši’uy-condenaránוְהִרְשִׁ֖יעוּ y condenarán
אֶת־הָרָשָֽׁע׃et-ha-raša.al-malvado.אֶת־הָרָשָֽׁע al malvado.
Deuteronomio 25:2
וְהָיָ֗הVe-hayahY-seráY será וְהָיָ֗ה
אִם־בִּ֤ןim-binsi-hijosi el hijo בִּ֤ן
הַכּוֹת֙ha-akotde-golpearde golpear הַכּוֹת֙
הָרָשָׁ֔עha-rašael-malvadoהָרָשָׁ֔ע es el malvado
וְהִפִּיל֛וֹve-hipiloy-lo-derribaráוְהִפִּיל֛וֹ y lo hará derribar
הַשֹּׁפֵ֖טha-šofeṭel-juezהַשֹּׁפֵ֖ט el juez
וְהִכָּ֣הוּve-hikahuy-lo-golpearáוְהִכָּ֣הוּ y lo golpeará
לְפָנָ֑יוle-fanavante-élלְפָנָ֑יו ante él
כְּדֵ֥יke-deysegún-cantidadכְּדֵ֥י según la cantidad
רִשְׁעָת֖וֹriš’atode-su-maldadרִשְׁעָת֖וֹ de su maldad
בְּמִסְפָּֽר׃be-mispar.en-número.בְּמִסְפָּֽר en número.
Deuteronomio 25:3
אַרְבָּעִיםArba’imCuarentaCuarenta אַרְבָּעִים
יַכֶּ֖נּוּyakenulo-golpearáיַכֶּ֖נּוּ lo golpeará
לֹ֣אlonoלֹ֣א no
יֹסִ֑יףyosifañadiráיֹסִ֑יף añadirá
פֶּן־יֹסִ֣יףpen-yosifno-sea-que-añadaפֶּן־יֹסִ֣יף no sea que añada
לְהַכֹּת֗וֹle-hakotoa-golpearleלְהַכֹּת֗וֹ a golpearlo
עַל־אֵ֛לֶּהal-elehsobre-estosעַל־אֵ֛לֶּה sobre estos
מַכָּ֥הmakahgolpeמַכָּ֥ה golpes
רַבָּ֖הrabahmuchosרַבָּ֖ה muchos
וְנִקְלָ֥הve-niqleahy-sea-envilecidoוְנִקְלָ֥ה y sea envilecido
אָחִ֥יךָaḥikhatu-hermanoאָחִ֥יךָ tu hermano
לְעֵינֶֽיךָ׃le-eyneykha.ante-tus-ojos.לְעֵינֶֽיךָ ante tus ojos.
Deuteronomio 25:4
לֹֽא־תַחְסֹםLo-taḥsomNo-pondrás-bozalNo pondrás bozal לֹֽא־תַחְסֹם
שׁוֹרšora-bueyשׁוֹר a buey
בְּדִישׁוֹ׃be-dišo.en-su-trilla.בְּדִישׁוֹ en su trilla.
Deuteronomio 25:5
כִּֽי־יֵשְׁב֨וּKi-yešvuCuando-se-sientenCuando habiten כִּֽי־יֵשְׁב֨וּ
אַחִ֜יםaḥimhermanosאַחִ֜ים hermanos
יַחְדָּ֗וyaḥdavjuntosיַחְדָּ֗ו juntos
וּמֵ֨תu-mety-muereוּמֵ֨ת y muera
אַחַ֤דaḥadunoאַחַ֤ד uno
מֵהֶם֙mehemde-ellosמֵהֶם de ellos
וְאֵ֣יןve-eyny-no-hayוְאֵ֣ין y no tenga
ל֥וֹlopara-élל֥וֹ él
בֵּן֙benhijoבֵּן hijo
לֹא־תִהְיֶ֣הlo-tihyehno-seráלֹא־תִהְיֶ֣ה no será
אֵֽשֶׁת־הַמֵּ֔תešet-ha-metla-esposa-del-muertoאֵֽשֶׁת־הַמֵּ֔ת la esposa del muerto
הַח֖וּצָהha-ḥuṣahafueraהַח֖וּצָה afuera
לְאִ֣ישׁle-iša-hombreלְאִ֣ישׁ para un hombre
זָ֑רzarextrañoזָ֑ר extraño
יְבָמָהּ֙yevamahsu-cuñadoיְבָמָהּ su cuñado
יָבֹ֣אyavovendráיָבֹ֣א vendrá
עָלֶ֔יהָaleyhasobre-ellaעָלֶ֔יהָ sobre ella
וּלְקָחָ֥הּu-leqaḥahy-la-tomaráוּלְקָחָ֥הּ y la tomará
לוֹ֙lopara-élלוֹ para él
לְאִשָּׁ֔הle-išahcomo-esposaלְאִשָּׁ֔ה como esposa
וְיִבְּמָֽהּ׃ve-yibemah.y-realizará-levirato.וְיִבְּמָֽהּ y realizará levirato.
Deuteronomio 25:6
וְהָיָ֗הVe-hayahY-seráY será וְהָיָ֗ה
הַבְּכוֹר֙ha-bekhorel-primogénitoהַבְּכוֹר el primogénito
אֲשֶׁ֣רašerqueאֲשֶׁ֣ר que
תֵּלֵ֔דteledella-dé-a-luzתֵּלֵ֔ד ella dé a luz
יָק֥וּםyaqumse-levantaráיָק֥וּם se levantará
עַל־שֵׁםal-šemsobre-el-nombreעַל־שֵׁם sobre el nombre
אָחִ֖יוaḥivde-su-hermanoאָחִ֖יו de su hermano
הַמֵּ֑תha-metel-muertoהַמֵּ֑ת el muerto
וְלֹא־יִמָּחֶ֥הve-lo-yimaḥehy-no-sea-borradoוְלֹא־יִמָּחֶ֥ה y no sea borrado
שְׁמ֖וֹšəmosu-nombreשְׁמ֖וֹ su nombre
מִיִּשְׂרָאֵֽל׃mi-Yisra’el.de-Yisra’el.מִיִּשְׂרָאֵֽל de Yisra’el.
Deuteronomio 25:7
וְאִם־לֹ֤אVe-im-loY-si-noY si no וְאִם־לֹ֤א
יַחְפֹּץ֙yaḥpoṣquiereיַחְפֹּץ quiere
הָאִ֔ישׁha-išel-hombreהָאִ֔ישׁ el hombre
לָקַ֙חַת֙laqaḥattomarלָקַ֙חַת֙ tomar
אֶת־יְבִמְתּ֔וֹet-yevimtoa-su-cuñadaאֶת־יְבִמְתּ֔וֹ a su cuñada
וְעָלְתָהve-alətahy-subiráוְעָלְתָה y subirá
יְבִמְתּ֖וֹyevimtosu-cuñadaיְבִמְתּ֖וֹ su cuñada
הַשַּׁ֣עְרָהha-ša’araha-la-puertaהַשַּׁ֣עְרָה a la puerta
אֶל־הַזְּקֵנִ֑יםel-ha-zeqenima-los-ancianosאֶל־הַזְּקֵנִ֑ים a los ancianos
וְאָֽמְרָ֗הve-amərahy-diráוְאָֽמְרָ֗ה y dirá
מֵאֵ֨ןme’enrehusóמֵאֵ֨ן Rehusó
יְבָמִי֙yevamimi-cuñadoיְבָמִי mi cuñado
לְהָקִ֥יםle-haqimlevantarלְהָקִ֥ים levantar
לְאָחִ֖יוle-aḥivpara-su-hermanoלְאָחִ֖יו a su hermano
שֵׁ֖םšemnombreשֵׁ֖ם un nombre
בְּיִשְׂרָאֵ֑לbe-Yisra’el;en-Yisra’elבְּיִשְׂרָאֵ֑ל en Yisra’el;
לֹאlonoלֹא no
אָבָ֖הavahquisoאָבָ֖ה quiso
יַבְּמִֽי׃yavəmi.desposarme.יַבְּמִֽי desposarme.
Deuteronomio 25:8
וְקָֽרְא֤וּ־לוֹVe-qarə’u-loY-llamaron-a-élY lo llamarán וְקָֽרְא֤וּ־לוֹ
זִקְנֵֽי־עִיר֔וֹziqney-irolos-ancianos-de-su-ciudadזִקְנֵֽי־עִיר֔וֹ los ancianos de su ciudad
וְדִבְּר֖וּve-dibruy-le-hablaránוְדִבְּר֖וּ y le hablarán
אֵלָ֑יוelava-élאֵלָ֑יו a él
וְעָמַ֣דve-amady-se-pondrá-de-pieוְעָמַ֣ד y él se pondrá de pie
וְאָמַ֗רve-amary-diráוְאָמַ֗ר y dirá
לֹ֤אlonoלֹ֤א no
חָפַ֙צְתִּי֙ḥafaṣtiquiseחָפַ֙צְתִּי֙ quise
לְקַחְתָּֽהּ׃laqaḥtah.tomarla.לְקַחְתָּֽהּ tomarla.
Deuteronomio 25:9
וְנִגְּשָׁ֨הVe-nigašahY-se-acercaráY se acercará וְנִגְּשָׁ֨ה
יְבִמְתּ֥וֹyevimtosu-cuñadaיְבִמְתּ֥וֹ su cuñada
אֵלָיו֙elava-élאֵלָיו֙ a él
לְעֵינֵ֣יle-eyneyante-ojosלְעֵינֵ֣י ante los ojos
הַזְּקֵנִ֔יםha-zeqenimde-los-ancianosהַזְּקֵנִ֔ים de los ancianos
וְחָלְצָ֥הve-ḥaləṣahy-le-quitaráוְחָלְצָ֥ה y le quitará
נַעֲל֖וֹna’alosu-sandaliaנַעֲל֖וֹ su sandalia
מֵעַ֣לme’alde-sobreמֵעַ֣ל de sobre
רַגְל֑וֹraglosu-pieרַגְל֑וֹ su pie
וְיָרְקָ֣הve-yarəqahy-escupiráוְיָרְקָ֣ה y escupirá
בְּפָנָ֔יוbe-fanaven-su-rostroבְּפָנָ֔יו en su rostro
וְעָֽנְתָה֙ve-anətahy-responderáוְעָֽנְתָה֙ y responderá
וְאָמְרָ֔הve-amərahy-diráוְאָמְרָ֔ה y dirá
כָּ֣כָהkakhaAsíכָּ֣כָה Así
יֵעָשֶׂ֗הye’aśehse-haráיֵעָשֶׂ֗ה se hará
לָאִ֛ישׁla-išal-hombreלָאִ֛ישׁ al hombre
אֲשֶׁ֥רašerqueאֲשֶׁ֥ר que
לֹֽא־יִבְנֶ֥הlo-yivneno-edifiqueלֹֽא־יִבְנֶ֥ה no edifique
אֶת־בֵּ֖יתet-beytla-casaאֶת־בֵּ֖ית la casa
אָחִֽיו׃aḥiv.de-su-hermano.אָחִֽיו de su hermano.
Deuteronomio 25:10
וְנִקְרָ֥אVe-niqraY-se-llamaráY se llamará וְנִקְרָ֥א
שְׁמ֖וֹšəmosu-nombreשְׁמ֖וֹ su nombre
בְּיִשְׂרָאֵ֑לbe-Yisra’el;en-Yisra’elבְּיִשְׂרָאֵ֑ל en Yisra’el:
בֵּ֥יתBeytCasaבֵּ֥ית Casa
חֲל֖וּץḥaluṣde-descalzadoחֲל֖וּץ del descalzado.
הַנָּֽעַל׃ha-na’al.de-la-sandalia.הַנָּֽעַל
Deuteronomio 25:11
כִּֽי־יִנָּצ֨וּKi-yinaṣuCuando-peleenCuando peleen כִּֽי־יִנָּצ֨ו
אֲנָשִׁ֜יםanašimhombresאֲנָשִׁ֜ים hombres
יַחְדָּ֗וyaḥdavjuntosיַחְדָּ֗ו juntos
אִ֣ישׁhombreאִ֣ישׁ un hombre
וְאָחִיו֙ve-aḥivy-su-hermanoוְאָחִיו֙ y su hermano
וְקָרְבָ֣הve-qarəvahy-se-acercóוְקָרְבָ֣ה y se acerca
אֵֽשֶׁת־הָאֶחָ֔דešet-ha-eḥadla-esposa-de-unoאֵֽשֶׁת־הָאֶחָ֔ד la esposa de uno
לְהַצִּ֥ילle-haṣila-salvarלְהַצִּ֥יל a salvar
אֶת־אִישָׁ֖הּet-išaha-su-esposoאֶת־אִישָׁ֖הּ a su esposo
מִיַּ֣דmi-yadde-manoמִיַּ֣ד de la mano
מַכֵּ֑הוּmakehudel-que-lo-golpeaמַכֵּ֑הוּ del que lo golpea
וְשָׁלְחָ֣הve-šaləḥahy-extendióוְשָׁלְחָ֣ה y extiende
יָדָ֔הּyadahsu-manoיָדָ֔הּ su mano
וְהֶחֱזִ֖יקָהve-heḥeziqahy-asiráוְהֶחֱזִ֖יקָה y asirá
בִּמְבֻשָֽׁיו׃bi-mevušav.sus-partes-íntimas.בִּמְבֻשָֽׁיו sus partes íntimas.
Deuteronomio 25:12
וְקַצֹּתָ֖Ve-qaṣotahY-cortarásY cortarás וְקַצֹּתָ֖
אֶת־כַּפָּ֑הּet-kapah.su-palma.אֶת־כַּפָּ֑הּ su mano.
לֹ֥אLoNoלֹ֥א no
תָח֖וֹסtaḥosperdonarásתָח֖וֹס tendrás piedad
עֵינֶֽיךָ׃eyneykha.tu-ojo.עֵינֶֽיךָ tu ojo.

2. Haftaráh Analizada

Pasaje: Yesha’yahu 54:1-10

Análisis: La Haftaráh tradicional para la Parashá Ki Tetzei, que abarca Deuteronomio 24:14-25:12, se encuentra en Yesha’yahu 54:1-10. Este pasaje profético es un mensaje de consuelo y restauración para el pueblo de Yisra’el, a menudo simbolizado como una mujer estéril y desolada, ahora llamada a regocijarse porque su descendencia será numerosa y su casa se expandirá.

La conexión con la Aliyá 6 es profunda. Mientras que la Aliyá se enfoca en leyes detalladas de justicia social, restitución y protección de los vulnerables (jornaleros, extranjeros, huérfanos, viudas), la Haftaráh eleva la perspectiva a la justicia y la misericordia de Adonái hacia Su propio pueblo. Elohím mismo es el gran protector y restaurador. El mandato de no oprimir al extranjero o la viuda (Deuteronomio 24:14, 17) resuena con la promesa de Yesha’yahu de que Adonái mostrará compasión a Su pueblo desolado, “con gran compasión te recogeré” (Yesha’yahu 54:7). La instrucción de dejar el glean para los pobres y extranjeros (Deuteronomio 24:19-21) es una aplicación práctica del amor y la justicia que Elohím derrama sobre Tziyon.

El Targum Yonatan sobre Yesha’yahu 54 enfatiza la venida de la redención y la expansión de Yerushalayim, vista como una preparación para la era mesiánica donde la justicia prevalecerá. La promesa de que “todas tus fronteras Él fortalecerá” (Yesha’yahu 54:12, según el Targum) implica una estabilidad y seguridad que solo puede surgir de una sociedad arraigada en la justicia y la equidad que la Torah promueve. De la misma manera, el Midrash Tanḥuma (Parashá Ki Tetzei) subraya que las bendiciones de HaShem están ligadas directamente al cumplimiento de estos mandamientos sociales, especialmente en relación con los desfavorecidos. La generosidad hacia el pobre no es solo un acto de caridad, sino una imitación de la generosidad de Adonái. La Haftaráh, por lo tanto, no solo consuela, sino que también refuerza la motivación para vivir de acuerdo con las leyes de la Torah, prometiendo una recompensa y una restauración divinas que reflejan la misma justicia y misericordia que se nos exige practicar.

3. Brit Hadasháh (Arameo)

Pasaje: Luqa 10:25-37 (versión Peshitta aramea, traducida al español)

Análisis: El pasaje de Luqa (Loqa) 10:25-37, conocido como la parábola del buen samaritano, es una poderosa revelación de la ética del Reino de Elohím y la comprensión de Yeshúa HaMashíaj sobre el mandamiento de “amarás a tu prójimo como a ti mismo”, un principio central que subyace en las leyes de restitución de Deuteronomio 24.

En la Aliyá 6, Elohím establece leyes para proteger a los jornaleros, extranjeros, huérfanos y viudas (Deuteronomio 24:14-22), y para asegurar la justicia en los tribunales (Deuteronomio 25:1-3). Estas leyes son directrices para la restitución de la dignidad y los derechos de los vulnerables. Yeshúa HaMashíaj, al narrar la parábola, no solo reafirma la importancia de estos mandatos, sino que expande su aplicación. El “prójimo” no se limita a “tus hermanos” (מֵאַחֶיךָ – me-aḥeykha, Deuteronomio 24:14) o a los miembros de la comunidad de Yisra’el, sino que incluye a cualquier persona en necesidad, incluso a aquellos considerados forasteros o enemigos, como el samaritano.

El Mashíaj Maran Yeshúa enseña que la verdadera obediencia a la Torah, la verdadera restitución, va más allá del mero cumplimiento legal. No es solo “no oprimir” (לֹא־תַעֲשֹׁק – lo-ta’aśoq), sino activamente “mostrar misericordia” (רַחמָנוּת – raḥmanut, en arameo). El sacerdote y el levita, figuras de autoridad religiosa, pasaron de largo, fallando en el espíritu de la Torah que protege al herido. El samaritano, en cambio, encarna el mandamiento de Deuteronomio 24:17 de no desviar el juicio del extranjero ni del huérfano, sino de actuar con compasión. Su acción de “vendar sus heridas” (ܐܣܪ ܠܗ ܛܥܢ̈ܬܗ – asar leh ṭanehateh), “derramar aceite y vino” (ܐܫܕ ܥܠܝܗܘܢ ܡܫܚܐ ܘܚܡܪܐ – ašad alayhon mešḥa u-ḥamra), y “llevarlo a la posada y cuidarlo” (ܐܝܬܝܗ ܠܦܘܪܕܩܐ ܘܐܬܒܛܠ ܥܠܘܗܝ – ayteyh le-furdaqa u-atbaṭal alawhy) es un acto de restitución completa: no solo rescate, sino cuidado y provisión continua.

Esta enseñanza es fundamental para el Reino de los Cielos. Yeshúa HaMashíaj vino no para abolir la Torah, sino para cumplirla y revelarla en su plenitud, mostrando que la verdadera justicia se manifiesta en el amor sacrificial y en la acción hacia el prójimo necesitado. Los discípulos de Mashíaj están llamados a ser “samaritanos” en un mundo caído, ofreciendo restitución no solo legal, sino existencial y espiritual.

Textos apócrifos y pseudepigráficos refuerzan esta ética. El Libro de Tobit (Tovit 4:7-11), por ejemplo, exhorta a dar limosna a los necesitados, porque “la limosna libra de la muerte” y “no dejará que caigas en tinieblas”. El Sirach (Ben Sira 4:1-10) también enseña: “No retrases al pobre el sustento, ni hagas esperar al menesteroso… Sé como un padre para los huérfanos y como un esposo para su madre”. Estas obras, contemporáneas al tiempo de Yeshúa, reflejan la profunda preocupación por la justicia social y la restitución que Yeshúa HaMashíaj eleva a su máxima expresión, demostrando que el Reino de Elohím se edifica sobre la práctica activa de la misericordia, la justicia y el amor incondicional.

4. Contexto Histórico

La Aliyá 6 de Parashá Ki Tetzei se sitúa en el contexto del discurso final de Moshéh al pueblo de Yisra’el, justo antes de su entrada a la Tierra Prometida. Estas leyes, promulgadas aproximadamente en el siglo XIII a.C., formaban parte de la constitución teocrática que regiría la vida de la nación en la tierra de Kena’an. El libro de Deuteronomio, cuyo nombre significa “segunda ley” o “repetición de la ley”, enfatiza la importancia de recordar y obedecer los mandamientos que HaShem había dado en el desierto.

La cultura del antiguo Yisra’el, al igual que sus vecinos del Antiguo Oriente Próximo, era agraria y patriarcal. La subsistencia dependía en gran medida de las cosechas y el ganado. Sin embargo, a diferencia de las leyes de otras naciones, la Torah de HaShem introdujo un concepto radicalmente diferente de justicia social. Mientras que códigos como el de Hammurabi (Mesopotamia) o las leyes hititas también contenían provisiones para los pobres y vulnerables, a menudo las clasificaban en diferentes estratos sociales, con justicia variable según la clase. La Torah, en cambio, subraya la igualdad fundamental de todos ante Elohím y la necesidad de proteger a los más débiles de la sociedad.

Los personajes principales que reciben estas leyes son los hijos de Yisra’el, que están a punto de pasar de una vida nómada a una asentada. Las referencias a “jornalero” (שָׂכִיר – śakir), “extranjero” (גֵּר – ger), “huérfano” (יָתּוֹם – yatom) y “viuda” (אַלְמָנָה – almanah) reflejan las categorías de personas más vulnerables en una sociedad antigua. Los jornaleros dependían del pago diario para vivir; los extranjeros carecían de lazos familiares o tribales de protección; y los huérfanos y viudas a menudo perdían su sustento y su estatus social al desaparecer el cabeza de familia.

El mandato de pagar al jornalero “en su día” (בְּיוֹמוֹ – be-yomo) antes de la puesta del sol (Deuteronomio 24:15) es una muestra de la compasión divina. Las excavaciones arqueológicas en el Levante han revelado que el salario diario era crucial para la supervivencia de muchas familias, que vivían “al día”. Retener el salario, incluso por una noche, podía significar hambre para una familia.

La ley de levirato (Deuteronomio 25:5-10) también es un elemento cultural importante, compartido en cierta medida por otras culturas del Antiguo Oriente Próximo. Su propósito era asegurar la continuación del nombre y la heredad del difunto, y proteger a la viuda y a su linaje. Textos como la historia de Ruta (Rut) ilustran la aplicación y la importancia de esta práctica.

En resumen, la Aliyá 6 proporciona una visión de una sociedad idealmente diseñada por Elohím, donde la justicia y la misericordia no son solo ideales, sino mandatos prácticos que regulan las interacciones diarias, protegiendo a los vulnerables y asegurando la estabilidad social y la dignidad humana, todo ello anclado en la experiencia pasada de Yisra’el como esclavos en Mitzrayim (Egipto).

5. Comentarios Proféticos

Las leyes sobre la restitución y la justicia social en Deuteronomio 24:14-25:12 no son meras regulaciones legales, sino cimientos proféticos para el Reino de Yeshúa HaMashíaj. La Torah establece un modelo para la sociedad justa que HaShem desea, una sociedad que refleja Su carácter.

En la época actual, la relevancia de estos mandatos es más acuciante que nunca. Vemos en nuestro mundo sistemas económicos y sociales que a menudo oprimen al jornalero, al extranjero y al vulnerable. La advertencia de “no oprimir” (לֹא־תַעֲשֹׁק – lo-ta’aśoq) y de “no desviar el juicio” (לֹא תַטֶּה מִשְׁפַּט – lo taṭeh mišpaṭ) resuena como una voz profética contra las injusticias sistémicas, la explotación laboral, la xenofobia y la marginación social. La ética del Reino de Elohím es una contracultura radical frente a la avaricia y la indiferencia.

Las profecías mesiánicas, a través de los Nevi’im, consistentemente vinculan al Mashíaj con la justicia para los oprimidos. Yesha’yahu HaNavi declara: “Con justicia juzgará a los pobres, y con equidad decidirá a favor de los mansos de la tierra” (Yesha’yahu 11:4). El reinado de David HaMelej es recordado por su celo por la justicia, y Shelomó HaMelej es orado para que “juzgue a tu pueblo con justicia, y a tus afligidos con rectitud” (Tehilim 72:2). Estas expectativas se cumplen plenamente en Yeshúa HaMashíaj, quien encarna la justicia perfecta de Elohím. Su ministerio terrenal fue un testimonio viviente de la defensa de los marginados, la restitución de la dignidad y la proclamación de un Reino donde los últimos serán primeros.

La ley de dejar las gavillas y el rebusco para el extranjero, el huérfano y la viuda (Deuteronomio 24:19-21) es un eco profético de la provisión divina y la generosidad radical del Reino. No es solo una “red de seguridad”, sino una invitación a la confianza en la provisión de HaShem y a la participación activa en Su justicia. En los últimos días, cuando el Reino de Yeshúa HaMashíaj se manifieste plenamente, se establecerá una era de verdadera justicia y paz (šalom) en la tierra, donde “no se dañará ni se destruirá en todo mi santo monte” (Yesha’yahu 11:9).

La aplicación de estas leyes en el Reino de Yeshúa HaMashíaj hoy implica un compromiso activo por la justicia social, la defensa de los vulnerables y la práctica de la restitución en todas nuestras interacciones. Es un llamado a ser reflejos del Mashíaj, estableciendo pequeños focos del Reino de los Cielos aquí en la tierra, hasta que Maran Yeshúa regrese para consumar Su reinado justo.

6. Análisis Profundo

La Aliyá 6 de Ki Tetzei es un compendio de mandatos que, a primera vista, parecen dispares, pero que convergen en un principio fundamental: la santidad de la vida humana y la manifestación de la justicia y la misericordia de Elohím en las relaciones interpersonales.

1. Protección al Jornalero y Vulnerables (Deuteronomio 24:14-18):

* “No oprimirás” (לֹֽא־תַעֲשֹׁק – lo-ta’aśoq): La raíz ע־ש־ק (ayin-šin-qof) implica un uso injusto de la fuerza o el poder para retener lo que legítimamente pertenece a otro. No se trata solo de no robar, sino de no retener indebidamente, especialmente de aquellos que carecen de poder para defenderse. El Midrash Sifrei Devarim (279) enfatiza que retener el salario de un jornalero es tan grave como derramar su sangre, pues su alma depende de ello.

* “En su día darás su salario” (בְּיוֹמוֹ תִתֵּן שְׂכָרוֹ – be-yomo titen śekharo): La inmediatez del pago es crucial. El jornalero, por lo general pobre (עָנִי – ani) y necesitado (אֶבְיוֹן – evyon), dependía de su salario diario para alimentar a su familia. Retenerlo es poner en peligro su vida, haciendo que su “alma levante” (נַפְשׁוֹ נֹשֵׂא – nafšo nose) a HaShem en clamor, y esto se convertiría en “pecado en ti” (חֵֽטְא בְךָ – ḥeṭ bekha). Este es un llamado a la empatía radical.

* Responsabilidad Individual (Deuteronomio 24:16): La ley “no morirán padres por hijos, ni hijos por padres; cada hombre por su pecado morirá” (לֹא־יוּמְתוּ אָבוֹת עַל־בָּנִים… אִישׁ בְּחֶטְאוֹ יוּמָֽתוּ – lo-yumtu avot al-banim… iš be-ḥeṭ’o yumatu) es una piedra angular de la justicia divina. Contrasta con prácticas antiguas de castigo colectivo o familiar. El Targum Onqelos traduce esto como una prohibición de la falsa testificación que pueda llevar a la muerte de inocentes por los crímenes de sus parientes, enfatizando la individualidad del juicio ante Elohím. Esto prefigura la enseñanza de Yeḥezqel HaNavi (Yeḥezqel 18) y la verdad de que cada alma responderá por sí misma en el Reino.

* Protección del Juicio (Deuteronomio 24:17-18): El mandato de no desviar el juicio del extranjero (גֵּר – ger) y del huérfano (יָתּוֹם – yatom), y de no tomar en prenda la vestidura de la viuda (אַלְמָנָה – almanah), reitera la obligación de justicia imparcial. La vestidura de la viuda no era solo una propiedad, sino a menudo su única posesión de valor y su abrigo nocturno. La base de esta ética es el recuerdo de la esclavitud en Mitzrayim (Egipto): “Y recordarás que siervo fuiste en Mitzrayim” (וְזָכַרְתָּ כִּי־עֶבֶד הָיִיתָ בְּמִצְרַיִם – ve-zakharta ki-eved hayita be-Mitzrayim). Esta memoria experiencial debe impulsar la compasión.

2. Leyes de Glean y Rebusco (Deuteronomio 24:19-22):

* Estas leyes (לֶקֶט, שִׁכְחָה, פֵּאָה – leqeṭ, šikhḥah, pe’ah, aunque solo šikhḥah – “lo olvidado” se menciona aquí explícitamente) son ejemplos sublimes de la provisión para los pobres. No son caridad, sino un derecho divino establecido en la tierra. Cuando coseches (תִקְצֹר – tiqṣor) o vendimies (תִבְצֹר – tivṣor), no debes cosechar hasta el último grano o aceituna. Lo que se olvida o queda atrás es para los vulnerables. El Targum Pseudo-Yonatan expande esta idea, indicando que HaShem bendice la obediencia a estos mandamientos, asegurando la prosperidad para el agricultor que los cumple. La “mano de HaShem” (יַד ה’ – yad HaShem) está en juego aquí, bendiciendo la generosidad.

3. Leyes de la Fustigación Judicial (Deuteronomio 25:1-3):

* Regula el castigo corporal para un malvado (רָשָׁע – raša) declarado culpable. Limita las fustigaciones a “cuarenta” (אַרְבָּעִים – arba’im) golpes para evitar el “envilecimiento” (וְנִקְלָה – ve-niqleah) del “hermano” (אָחִ֥יךָ – aḥikha) ante los ojos. Esto establece un límite humanitario y mantiene la dignidad del castigado, incluso del culpable. El número máximo de 40 es tan estricto que la tradición rabínica lo redujo a 39 para evitar cualquier transgresión. El Midrash Tanḥuma (Parashá Maṭot) reflexiona sobre la dignidad de un yisraelita, que debe ser protegida incluso en el castigo.

4. No Pondrás Bozal al Buey (Deuteronomio 25:4):

* Este mandamiento (לֹֽא־תַחְסֹם שׁוֹר בְּדִישׁוֹ – lo-taḥsom šor be-dišo) es un ejemplo de compasión hacia los animales, pero también tiene una enseñanza más profunda sobre la justicia en el trabajo. El Talmud Bava Metzi’a 88b extiende este principio, indicando que uno no debe impedir que nadie disfrute de los frutos de su trabajo mientras está realizándolo. Es una metáfora para la recompensa justa del trabajador, un eco de la ley del jornalero.

5. Ley del Levirato (Yibum) y Ḥalitzah (Deuteronomio 25:5-10):

* El matrimonio de levirato (יִבּוּם – yibum) es una ley compleja diseñada para perpetuar el nombre del hermano muerto (וְלֹא־יִמָּחֶ֥ה שְׁמ֖וֹ מִיִּשְׂרָאֵֽל – ve-lo-yimaḥeh šəmo mi-Yisra’el) y asegurar su heredad. Si el hermano se negaba, se realizaba la ceremonia de Ḥalitzah (חֲלִיצָה – ḥalitzah), donde la viuda le quitaba la sandalia y escupía en su rostro, un acto público de vergüenza para el hombre que no cumplía con su deber social. Esta ley subraya la importancia del linaje, la propiedad familiar y la protección social de la viuda.

6. Protección de la Dignidad Masculina (Deuteronomio 25:11-12):

* Esta ley, que exige cortar la mano de una mujer que interviene en una pelea agarrando las partes íntimas de su oponente, parece brutal a primera vista. Sin embargo, su interpretación en el Talmud Baba Qamma 27a y el Shulḥan Arukh (Ḥoshen Mishpat 420) es que se refiere a una compensación monetaria (“precio de la mano” – דְמֵי יָדָהּ – deme yadah), no una amputación literal. La intención es proteger la dignidad y la capacidad procreadora del hombre, considerada vital en una sociedad antigua para la continuidad del linaje. La Toráh valora la vida y la fertilidad, imponiendo un castigo severo para protegerla de un ataque que podría dejarlo permanentemente dañado. La frase “no perdonarás tu ojo” (לֹא תָח֖וֹס עֵינֶֽיךָ – lo taḥos eyneykha) enfatiza la necesidad de aplicar la justicia con firmeza, sin sentimentalismos que comprometan el principio.

En conjunto, estas leyes revelan la visión holística de HaShem para una sociedad justa y compasiva, donde la restitución va más allá de lo económico, abarcando la dignidad, el nombre y la vida misma.

7. Tema Relevante

Un tema central y profundamente relevante de esta Aliyá es la “Compasión y Justicia Radical hacia el Vulnerable, Fundamentada en la Memoria del Redentor”.

Esta Aliyá no presenta simplemente una serie de estatutos legales, sino que imparte un espíritu, una forma de vida que debe caracterizar a los hijos de Yisra’el en el Reino de Elohím. El repetido mandamiento de recordar la experiencia en Mitzrayim (Egipto) como esclavos (Deuteronomio 24:18, 22) no es un mero recordatorio histórico, sino la base teológica y existencial para la empatía y la acción justa. HaShem redimió a Su pueblo de la opresión, y ahora ellos deben reflejar ese acto de redención al no oprimir a otros. La restitución, por tanto, no es solo un pago por un daño, sino una restauración de la dignidad y la equidad, un eco de la gran restitución que Elohím les proveyó.

La Toráh de HaShem va más allá de la justicia retributiva; promueve la justicia distributiva y restaurativa. Las leyes sobre el jornalero, el extranjero, el huérfano y la viuda, el glean y el rebusco, son ejemplos de cómo la sociedad debe estructurarse para asegurar que nadie sea dejado atrás. Los “pobres de tu pueblo” (עָנִי עַמְּךָ – ani amkha) son el prójimo más cercano. Esta ética de la compasión radical se convierte en el distintivo del pueblo de HaShem.

Para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos, este tema es vital. Yeshúa HaMashíaj encarnó perfectamente esta compasión y justicia. Él, el Redentor, se identificó con los “pequeños” y los “últimos”. Su enseñanza sobre el Reino de Elohím no es teórica; es práctica. El Reino de los Cielos no es solo un destino futuro, sino una realidad que debe ser vivida y manifestada ahora mismo a través de nuestras acciones. Cuando protegemos a los vulnerables, cuando aseguramos salarios justos, cuando somos generosos en nuestra abundancia, cuando defendemos la dignidad de todos, estamos activamente trayendo el Reino de los Cielos a la tierra.

La vida de los discípulos de Mashíaj es un testimonio de la justicia de Elohím. La compasión que se nos pide no es una opción, sino una expresión del amor de HaShem que reside en nosotros a través del Ruaj HaKodesh. Al recordar nuestra propia redención en Yeshúa HaMashíaj, somos impulsados a ser agentes de restitución y restauración en un mundo quebrantado, anticipando el día en que Maran Yeshúa establecerá Su justicia universal en toda su plenitud.

8. Descubriendo a Mashíaj

La Aliyá 6 de la Parashá Ki Tetzei, con su énfasis en la justicia, la compasión y la restitución, apunta de manera profunda a la vida, obra y persona de Yeshúa HaMashíaj. Él es el cumplimiento y la encarnación perfecta de estas leyes divinas, el Rey del Reino de los Cielos cuya vida misma es el modelo de justicia restaurativa.

1. Yeshúa HaMashíaj como el Defensor de los Vulnerables: Las leyes de Deuteronomio 24:14-22 protegen al jornalero, al extranjero, al huérfano y a la viuda. Yeshúa HaMashíaj, en su ministerio terrenal, personificó esta defensa. Él se acercó a los marginados de la sociedad, sanó a los enfermos, alimentó a los hambrientos y restauró la dignidad de aquellos que eran considerados “extranjeros” o “pecadores” por las élites religiosas. Su compasión por los “pobres de espíritu” y los “afligidos” es el eco más puro del mandamiento de no oprimir al necesitado.

2. La Justa Sentencia del Mashíaj: Deuteronomio 25:1-3 habla de un juicio justo, donde el culpable es castigado con medida y el inocente es justificado. Yeshúa HaMashíaj es el Juez justo del Reino de Elohím (Yojanan 5:22). Él tiene la autoridad para discernir entre el justo y el malvado. Pero su justicia siempre está templada con misericordia, ofreciendo perdón y redención a aquellos que se arrepienten y buscan su Reino.

3. El Principio del “No Pondrás Bozal al Buey” en Mashíaj: La ley de Deuteronomio 25:4, aunque simple, fue interpretada por Šaul (Pablo) en 1 Corintios (Qorintiyim Alap) 9:9-10 y 1 Timoteo (Timotawos Alap) 5:18 como un principio para apoyar a aquellos que trabajan en la proclamación del Reino. Yeshúa HaMashíaj mismo enseñó que “el obrero es digno de su salario” (Luqa 10:7), estableciendo un principio de justicia en la recompensa del trabajo y la provisión para aquellos que sirven al Reino.

4. Yeshúa HaMashíaj como el “Go’el” (Redentor/Pariente Cercano): Aunque la ley del levirato (yibum, Deuteronomio 25:5-10) trata de la continuidad del linaje terrenal, apunta a una verdad mesiánica más profunda. Yeshúa HaMashíaj es nuestro “Go’el” (גּוֹאֵל), el pariente redentor que se levantó para restaurar lo que estaba perdido y para perpetuar el “nombre” de aquellos que estaban sin herencia eterna. Él toma sobre sí la vergüenza de la humanidad caída (simbolizada por la ceremonia de Ḥalitzah) para levantarnos y darnos una heredad imperecedera en el Reino de los Cielos. Su muerte y resurrección son el acto supremo de restitución, restaurando nuestra relación con Elohím.

5. El Reino de los Cielos y la Dignidad Humana: Las leyes de Deuteronomio 25:11-12, aunque difíciles, resaltan la importancia de la dignidad y la capacidad procreadora. Yeshúa HaMashíaj vino para restaurar la dignidad plena de la humanidad, creada a imagen de Elohím, y para ofrecer vida abundante y eterna a través del Reino de los Cielos. Él nos llama a vivir una vida de santidad que respete la dignidad de cada persona, tanto en el cuerpo como en el espíritu.

Textos pseudepigráficos como el Testamento de Zevulun (Testamento 7:3-4) afirman: “Tened misericordia, pues, hijos míos, de todo hombre, para que también a vosotros os tenga misericordia el Mashíaj.” y el Testamento de Yosef (Testamento 1:6) destaca la importancia de no perjudicar al prójimo. Estas sentencias reflejan la ética subyacente de la Torah y de los profetas, que Yeshúa HaMashíaj elevó y perfeccionó. La restitución que Él trae no es solo material, sino espiritual, moral y eterna, estableciendo un Reino donde la justicia y la paz prevalecerán para siempre.

9. Midrashim y Targumim

Los Midrashim y Targumim ofrecen perspectivas enriquecedoras sobre la Aliyá 6, profundizando en el significado y la aplicación de las leyes sobre la restitución y la justicia social.

1. Deuteronomio 24:14-15 (No oprimir al jornalero):

* Midrash Sifrei Devarim 279: Este Midrash subraya la gravedad de retener el salario de un jornalero, equiparándolo a diversos pecados graves, incluyendo el derramamiento de sangre. Dice: “Quien retiene el salario del jornalero es como si le hubiera quitado la vida.” Esto se basa en la frase “porque pobre es él, y a ello su alma levanta” (כִּֽי־עָנִי הוּא וְאֵלָיו נַפְשׁוֹ נֹשֵׂא – ki-ani hu ve-elav nafšo nose), implicando que su vida misma depende de ese salario. La ley de la inmediatez del pago es crucial para la supervivencia.

* Targum Onqelos: Traduce la frase “y no se pondrá sobre él el sol” (וְלֹא־תָבוֹא עָלָיו הַשֶּׁמֶשׁ – ve-lo-tavo alav ha-šemeš) como “y no se demorará su salario más allá de la puesta del sol”. Esto reafirma la interpretación literal y estricta de la Toráh sobre el pago diario.

* Targum Yonatan: Agrega que la oración del jornalero oprimido sube directamente a Adonái y será oída inmediatamente.

2. Deuteronomio 24:16 (Responsabilidad Individual):

* Midrash Tanhuma (Parashá Re’eh 10): Explica que este versículo fue dado para refutar a aquellos que pensaban que el pecado de los padres se aplicaría directamente a los hijos, o viceversa, como se veía en otras culturas. Asegura la justicia individual ante el tribunal de HaShem y el tribunal humano. Esta es una corrección a la idea de castigo generacional aplicado en casos de idolatría (Shemot 20:5), aclarando que en juicios humanos se trata la culpa individual.

* Targum Onqelos: Traduce “cada hombre por su pecado morirá” como “cada hombre por su propio pecado será juzgado”. Esto resalta la responsabilidad personal y el juicio imparcial.

3. Deuteronomio 24:17-18 (Protección del Extranjero, Huérfano y Viuda):

* Midrash Devarim Rabá 5:14: Vincula el recuerdo de la esclavitud en Mitzrayim directamente con la obligación de proteger al extranjero. Dice: “Por qué HaShem te ordena estas cosas? Porque fuiste esclavo en Mitzrayim. Así como fuiste oprimido allí, así no oprimirás tú a otros.” Esta es la base de la empatía.

* Targum Pseudo-Yonatan: Enfatiza la conexión entre la experiencia de Yisra’el en Mitzrayim y el mandamiento de ser justo con el extranjero, añadiendo que la redención de HaShem es el modelo para su propio comportamiento.

4. Deuteronomio 24:19-22 (Leyes de Glean y Rebusco):

* Midrash Sifrei Devarim 281: El Midrash alaba la belleza de estas mitzvot, que permiten a los pobres recoger sin humillación. Resalta que no es caridad, sino un derecho divinamente ordenado. La bendición de HaShem (“para que te bendiga HaShem tu Elohím en toda obra de tus manos”) está directamente ligada a la generosidad y el cumplimiento de estas leyes.

* Targum Onqelos: Clarifica que “lo olvidado” (עֹמֶר – omer) y “el rebusco” (תְעוֹלֵל – te’olel) son específicamente para el extranjero, el huérfano y la viuda, asegurando su provisión.

5. Deuteronomio 25:4 (No Pondrás Bozal al Buey):

* Talmud Bavli, Baba Metzi’a 88b: Interpreta esta ley no solo en relación con los animales, sino como un principio general de justicia laboral. Si un obrero está trabajando con un producto (ej. uvas, higos), tiene derecho a comer de él mientras trabaja, a menos que el contrato especifique lo contrario. Es una extensión de la idea de no oprimir al trabajador.

* Targum Yonatan: Añade: “Y los rabinos lo aplicaron a los talmidim (estudiantes) que trabajan en la Toráh, para que no se les impida comer de los frutos de su estudio.”

6. Deuteronomio 25:5-10 (Levirato y Ḥalitzah):

* Talmud Yevamot 24a: Discute extensamente las complejidades de la ley del levirato (yibum), sus implicaciones genealógicas y las condiciones bajo las cuales se aplica. Define cuándo la Ḥalitzah (descalzarse) es necesaria y cuándo el yibum está prohibido (por ejemplo, en casos de incesto).

* Midrash Tanḥuma (Parashá Ki Tetzei 8): Explica que la ley de yibum fue dada para que el nombre del difunto no se “borrara de Yisra’el” (וְלֹא־יִמָּחֶ֥ה שְׁמ֖וֹ מִיִּשְׂרָאֵֽל – ve-lo-yimaḥeh šəmo mi-Yisra’el), asegurando la continuidad del linaje y la herencia en la Tierra.

7. Deuteronomio 25:11-12 (Protección de la Dignidad Masculina):

* Talmud Bavli, Baba Qamma 27a: Interpreta el “cortarás su mano” (וְקַצֹּתָ֖ אֶת־כַּפָּ֑הּ – ve-qaṣotah et-kapah) no como una amputación literal, sino como una compensación monetaria equivalente al valor de la mano (es decir, el daño causado o el riesgo). Esta interpretación rabínica suaviza la aparente dureza literal, priorizando la vida y la compensación monetaria en lugar del castigo físico, a menos que haya una intencionalidad clara de causar daño permanente a la capacidad procreadora. La frase “no perdonarás tu ojo” (לֹא תָח֖וֹס עֵינֶֽיךָ – lo taḥos eyneykha) se entiende como la necesidad de aplicar la ley sin favoritismo, asegurando que la compensación sea justa.

Estos Midrashim y Targumim no solo aclaran el texto, sino que también revelan la profundidad de la ética social y la justicia divina que el pueblo de Yisra’el estaba llamado a vivir.

10. Mandamientos

De la Aliyá 6 de la Parashá Ki Tetzei, podemos extraer varios mandamientos (mitzvot) y principios de vida esenciales, aplicables para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos:

1. No Oprimir al Jornalero y al Vulnerable (Deuteronomio 24:14-15): Los discípulos de Mashíaj deben tratar a todos los trabajadores con justicia y dignidad, pagando salarios justos y a tiempo. Esto se extiende a no explotar a nadie, especialmente a aquellos en posiciones de debilidad, como extranjeros, huérfanos o viudas. En el Reino de los Cielos, la ética empresarial y laboral debe reflejar la compasión de Elohím.

2. Practicar la Justicia Imparcial (Deuteronomio 24:17): Debemos asegurar que el juicio y el trato sean equitativos para todos, sin importar su origen social o estatus. La justicia no debe ser “desviada” a favor o en contra de nadie, reflejando el carácter de Yeshúa HaMashíaj como Juez justo.

3. No Retener lo que es Propio del Necesitado (Deuteronomio 24:17b): La prohibición de tomar en prenda la vestidura de la viuda nos enseña a no privar a nadie de sus necesidades básicas, especialmente si su vida depende de ello. Este principio nos llama a la generosidad y a la protección de los más vulnerables en nuestra comunidad.

4. Recordar Nuestra Redención para Impulsar la Compasión (Deuteronomio 24:18, 22): La memoria de nuestra propia redención por Yeshúa HaMashíaj debe ser el motor de nuestra compasión hacia los demás. Así como Elohím nos liberó de la esclavitud del pecado, nosotros debemos trabajar para liberar a otros de la opresión y la injusticia, trayendo libertad y restitución.

5. Practicar la Generosidad con Provisión para los Necesitados (Deuteronomio 24:19-21): Los discípulos de Mashíaj deben practicar la generosidad consciente, dejando espacio para que los menos afortunados puedan obtener sustento. Esto va más allá de dar limosna; es crear sistemas y oportunidades donde los vulnerables puedan participar y ser provistos con dignidad. No se trata solo de dar lo que nos sobra, sino de compartir proactivamente los “frutos de la tierra” con todos.

6. Mantener la Dignidad Humana en el Castigo y la Corrección (Deuteronomio 25:1-3): Cuando se necesita aplicar disciplina o corrección, incluso a los malvados, se debe hacer con límites, asegurando que la dignidad fundamental de la persona no sea completamente destruida. El castigo debe ser restaurador y proporcional, no envilecedor.

7. Recompensar Justamente al Trabajador (Deuteronomio 25:4): El principio de no poner bozal al buey que trilla nos enseña a asegurar que aquellos que trabajan reciban una recompensa justa y puedan disfrutar del fruto de su labor. Esto es fundamental para la ética del Reino en cualquier ámbito de trabajo.

8. Proteger la Continuidad del Nombre y la Herencia (Deuteronomio 25:5-10): Aunque la ley del levirato tiene un contexto cultural específico, el principio subyacente es la importancia de la continuidad, el linaje y la protección de la herencia. En el Reino de los Cielos, esto se traduce en la preservación de la identidad y el legado espiritual, y en el cuidado de aquellos que podrían quedar sin “nombre” o “herencia” en el contexto espiritual.

9. Proteger la Santidad y Dignidad de la Vida y el Cuerpo (Deuteronomio 25:11-12): La última ley, aunque interpretada como una compensación, subraya la seriedad de los ataques que comprometen la santidad del cuerpo y la capacidad de procreación. Los discípulos de Mashíaj deben honrar y proteger la santidad de la vida y el cuerpo, y aplicar justicia severa contra aquellos que intentan destruirla.

Estos mandamientos no son gravosos, sino liberadores, pues nos guían hacia una vida que refleja el carácter justo y compasivo de HaShem en el Reino de Yeshúa HaMashíaj.

11. Preguntas de Reflexión

1. Reflexión sobre la Compasión Activada por la Memoria: Deuteronomio 24:18 y 22 nos llaman a recordar nuestra experiencia como esclavos en Mitzrayim para motivarnos a la compasión. ¿De qué manera nuestra propia experiencia de redención y liberación en Yeshúa HaMashíaj nos impulsa activamente a ser agentes de justicia y restitución para los oprimidos en nuestro entorno hoy? ¿Cómo se manifiesta esto en acciones concretas del Reino de los Cielos?

2. La Justicia Más Allá de la Caridad: Las leyes de glean y rebusco (Deuteronomio 24:19-21) no son meramente actos de caridad, sino derechos divinos establecidos para los vulnerables. ¿Cómo podemos, como discípulos de Mashíaj, trascender la idea de “caridad” para establecer sistemas y prácticas dentro de nuestras comunidades que empoderen a los necesitados y les otorguen dignidad, reflejando así la justicia restaurativa del Reino de Elohím?

3. Dignidad en el Castigo y la Rectificación: La Toráh establece límites estrictos para el castigo (Deuteronomio 25:1-3) para evitar envilecer al “hermano”. ¿Cómo podemos aplicar este principio de mantener la dignidad, incluso en la corrección o disciplina, dentro de nuestras familias, comunidades del Reino y sistemas judiciales, asegurando que el objetivo sea la restauración y no la humillación?

12. Resumen

La Aliyá 6 de la Parashá Ki Tetzei, en Deuteronomio 24:14-25:12, es un llamado profundo a la justicia y la compasión en cada faceta de la vida comunitaria. Desde la protección del jornalero y los vulnerables (extranjeros, huérfanos, viudas) hasta la regulación del castigo judicial y las leyes de herencia como el levirato, cada mandamiento subraya el valor de la dignidad humana y la equidad social. La memoria de la redención de Yisra’el de Mitzrayim se presenta como la motivación intrínseca para reflejar la justicia de Elohím. Estos principios, magnificados y encarnados en la vida y enseñanzas de Yeshúa HaMashíaj, son fundamentales para la manifestación práctica del Reino de los Cielos, instando a los discípulos a ser agentes de restitución y misericordia en un mundo necesitado, anticipando la plenitud del reinado justo de Maran Yeshúa.

13. Tefiláh (Oración)

Adonái Elohím nuestro, Rey del Universo y Fuente de toda justicia y compasión, te damos gracias por Tu Torah, que es luz para nuestros caminos. Te pedimos, Ruaj HaKodesh, que Tu sabiduría penetre nuestros corazones para comprender y vivir los mandamientos de restitución y cuidado hacia el vulnerable revelados en esta Aliyá. Que la memoria de nuestra redención en Yeshúa HaMashíaj nos impulse a defender al oprimido, a pagar justamente a quienes trabajan con nosotros, y a extender nuestra mano con generosidad a extranjeros, huérfanos y viudas. Ayúdanos a edificar un Reino de los Cielos aquí en la tierra, donde la justicia fluya como un río y la rectitud como un arroyo inagotable, hasta que Maran Yeshúa, nuestro Mashíaj y Rey, regrese y establezca Su Reino de paz y equidad para siempre. Amén.

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Parashá 49 Ki Tetze (כי תצא) – Aliyah 5

Aliyáh 5: (Deuteronomio 24:5-13) Leyes sobre el matrimonio, el trato a los trabajadores, y la justicia para los pobres.
Haftaráh: Amós 5:14-15, 24 (La importancia de la justicia y la rectitud).
Brit Hadasháh: Santiago 5:1-4 (La advertencia contra la explotación de los trabajadores).

Tema: Leyes sobre el préstamo

1. Texto Hebreo Interlineal

Pasaje: Deuteronomio 24:5-24:13

2. Haftaráh Analizada

Pasaje: Yesha’yahu (Isaías) 54:1-10

Análisis: La Haftaráh de la Parashá Ki Tetzei se encuentra en Yesha’yahu 54:1-10, un pasaje de gran consuelo y esperanza para el pueblo de Yisra’el. Aunque la Aliyá 5 se enfoca en leyes detalladas sobre el préstamo y la conducta social, la Haftaráh eleva la perspectiva hacia la redención y el amor incondicional de HaShem.

El profeta Yesha’yahu habla a Yerushalayim, comparándola con una mujer estéril que de repente se regocija por una descendencia numerosa. Esta imagen de la esposa abandonada y desolada que es restaurada y multiplicada resuena con la experiencia del exilio y la diáspora. La instrucción “Ensancha el lugar de tu tienda, y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas” (Yesha’yahu 54:2) es un llamado a prepararse para una expansión y restauración gloriosa, una anticipación del Reino de los Cielos cuando Yisra’el será reunido y habitado por la presencia de Elohím.

El Midrash Rabáh sobre Yesha’yahu (Vayiqrá Rabáh 32:2) interpreta estos versículos como una profecía de la futura grandeza de Yisra’el, cuando sus fronteras se extenderán y su gloria será restaurada más allá de toda medida anterior. El Targum Yonatán para Yesha’yahu 54:1 dice: “Regocíjate, oh Yerushalayim, que fuiste como una estéril que no dio a luz; canta y alégrate, que no tuviste dolores de parto.” Aquí, el Targum enfatiza la naturaleza milagrosa de la futura restauración, que superará el sufrimiento pasado.

Aunque las leyes de préstamo de nuestra Aliyá parecen mundanas, ellas establecen la base de una sociedad justa y compasiva. Yesha’yahu 54 contrasta el sufrimiento pasado con la redención futura, declarando que la bondad de HaShem no se apartará de Su pueblo (Yesha’yahu 54:8). Esto conecta profundamente con la misericordia requerida en las leyes de préstamo, especialmente hacia los pobres. La justicia y la compasión, pilares de la Torah, son los fundamentos sobre los cuales se construirá el Reino de los Cielos, y Yesha’yahu nos asegura que HaShem mismo es el constructor y el restaurador. La promesa de una alianza eterna y paz perpetua (Yesha’yahu 54:10) anticipa la Brit Hadasháh y el reinado de Yeshúa HaMashíaj, quien establecerá la justicia y la rectitud sobre toda la tierra, cumpliendo estas profecías de restauración total.

3. Brit Hadasháh (Arameo)

Pasaje: ܡܰܬ݁ܰܝ 6:33-34 (Mattai 6:33-34)

Texto Arameo (Siríaco Oriental):

Texto Hebreo OriginalFonética TiberianaTraducción Palabra por PalabraTraducción Literal del Verso

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—————–
כִּֽי־יִקַּח֩Ki-yiqqaḥCuando-tomeCuando un hombre tome una mujer nueva,
אִ֨ישׁhombre
אִשָּׁ֜הiššáhmujer
חֲדָשָׁ֗הḥadašáhnueva
לֹ֤אlono
יֵצֵא֙yeṣesaldrá
בַּצָּבָ֔אbaṣṣaváal-ejército
וְלֹא־יַעֲבֹ֥רve-lo-ya’avory no-pasaráni pasará sobre él nada.
עָלָ֖יוalávsobre-él
לְכָל־דָּבָ֑רle-khol-davárpara-todo-asunto
נָקִ֞יnaqilibreLibre será para su casa
יִהְיֶ֤הyihyehserá
לְבֵיתוֹ֙le-veitópara-su-casa
שָׁנָ֣הšanáhañoun año entero,
אֶחָ֔תeḥátuno
וְשִׂמַּ֖חve-simmaḥy alegraráy alegrará a su mujer
אֶת־אִשְׁתּ֣וֹet-išttóa-su-mujer
אֲשֶׁר־לָקָֽח׃ašer-laqaḥque-tomóque tomó.
ס(Sof Pasuq)(Fin de Verso)
לֹא־יַחֲבֹ֥לLo-yaḥavolNo-empeñaráNo tomará en prenda molino
רֵחַ֖יִםreḥáyimmolino
וָרָ֑כֶבva-rákhevy-piedra-de-molinoni la piedra de arriba;
כִּי־נֶ֥פֶשׁki-néfešporque-vidaporque vida es lo que toma en prenda.
ה֖וּאhuél
חֹבֵֽל׃ḥovelempeña
ס(Sof Pasuq)(Fin de Verso)
כִּי־יִמָּצֵ֣אKi-yimmaṣeCuando-sea-halladoCuando sea hallado un hombre
אִ֗ישׁhombre
גֹּנֵ֨בgonérobando
נֶ֤פֶשׁnéfešvidarobando un alma de sus hermanos,
מֵאֶחָיו֙me-eḥávde-sus-hermanos
מִבְּנֵ֣יmi-b’neide-hijos-dede los hijos de Yisra’el,
יִשְׂרָאֵ֔לYisra’elYisra’el
וְהִתְעַמֶּר־בּ֖וֹve-hit’ammer-boy-lo-trate-como-esclavoy lo haya tratado como esclavo
וּמְכָר֑וֹu-meḥaróy-lo-vendao lo haya vendido,
וּמֵת֙u-mety-moriráentonces morirá ese ladrón;
הַגַּנָּ֣בha-gannável-ladrón
הַה֔וּאha-huel-aquel
וּבִֽעַרְתָּ֥u-vi’artáy-extirparásy extirparás el mal de en medio de ti.
הָרָעָ֖הha-ra’áhel-mal
מִקִּרְבֶּֽךָ׃mi-qirbékade-tu-medio
ס(Sof Pasuq)(Fin de Verso)
הִשָּׁ֣מֶרHiššámerCuídateCuídate del contagio de la ṣara’at,
לְךָ֗lekhapara-ti
מִנֶּ֤גַעmi-néga’del-golpe
הַצָּרַ֙עַת֙haṣṣára’atde-la-lepra
לִשְׁמֹ֤רlišmorpara-guardarde guardar muy cuidadosamente
מְאֹד֙me’ódmucho
וְלַעֲשׂ֔וֹתve-la’asoty-para-hacery de hacer conforme a todo
כְּכֹל֙ke-kholcomo-todo
אֲשֶׁ֣רašerque
יוֹר֔וּyoruenseñenlo que os enseñen
אֶתְכֶ֖םetkhema-vosotros
הַכֹּהֲנִ֣יםha-kohanimlos-kohanimlos kohanim levitas;
הַלְוִיִּ֑םha-levi’imlos-levitas
כַּאֲשֶׁ֨רka’ašercomo-quecomo os mandé,
צִוִּיתִ֤םṣivvitimmandé-a-ellos
תִּשְׁמְר֣וּtišmeruguardaréisguardaréis para hacer.
לַעֲשׂ֔וֹת׃la’asotpara-hacer
זָכ֕וֹרZakhórRecuerdaRecuerda lo que hizo Adonái tu Elohím a Miryam
אֵ֧תet(objeto directo)
אֲשֶׁר־עָשָׂ֛הašer-asáhque-hizo
יְהוָ֥הAdonáiAdonái
אֱלֹהֶ֖יךָElohéykhatu-Elohím
לְמִרְיָ֑םle-Miryama-Miryam
בַּדֶּ֖רֶךְba-déreken-el-caminoen el camino,
בְּצֵאתְכֶ֥םbe-ṣetkhemen-vuestra-salidacuando salíais de Mitzrayim.
מִמִּצְרָֽיִם׃mi-Mitzráyimde-Mitzrayim
ס(Sof Pasuq)(Fin de Verso)
כִּֽי־תַשֶּׁ֤הKi-taššehCuando-prestesCuando prestes a tu compañero
בְרֵֽעֲךָ֙ve-re’akhaa-tu-compañero
מַשַּׁ֣אתmašša’tun-préstamo
מְא֔וּמָהme’umáhde-algoalgo,
לֹא־תָבֹ֥אlo-tavono-entresno entrarás en su casa
אֶל־בֵּית֖וֹel-beitóa-su-casa
לַחֲבֹ֥לlaḥavolpara-tomar-en-prendapara tomar su prenda.
עֲבֹתֽוֹ׃avotósu-prenda
בַּח֖וּץba-ḥuṣAfueraAfuera te detendrás,
תַּעֲמֹ֑דta’amódte-detendrás
וְהֶעָבֹ֗טve-he’avóty-la-prenday el que te deba
אֲשֶׁ֤רašerque
יֹשֶׁה֙yošehdebe
בָּ֔ךְbakha-ti
יוֹצִ֥יאyoṣisacaráte sacará la prenda afuera.
אֵלֶ֖יךָelekhaa-ti
הַחֽוּצָה׃ha-ḥuṣahafuera
וְאִם־אִ֣ישׁVe-im-išY-si-hombreY si el hombre es pobre,
עָנִ֣יanipobre
ה֗וּאhuél
לֹא֩lonono te acostarás
תִשְׁכַּ֨בtiškhávte-acostarás
בַּעֲבֹתֽוֹ׃ba’avotócon-su-prendacon su prenda.
הָשֵׁ֤בHašévDevolverCiertamente le devolverás la prenda
תָּשִׁיב֙tašivdevolverás
ל֣וֹloa-él
אֶת־הָעֲבֹ֔טet-ha’avotla-prenda
כְּבֹ֥אke-voal-veniral ponerse el sol,
הַשֶּׁ֖מֶשׁha-šémešel-sol
וְשָׁכַ֣בve-šakhavy-se-acostarápara que se acueste con su ropa;
בְּשַׂלְמָת֑וֹbe-śalmatócon-su-vestido
וּבֵֽרֲכֶךָּ֙u-verakhékay-te-bendeciráy te bendecirá,
וּלְךָ֣u-lekhay-para-tiy para ti será ṣedaqáh
תִֽהְיֶה֙tihyehserá
צְדָקָ֔הṣedaqáhjusticia/caridad
לִפְנֵ֖יlifneidelante-dedelante de Adonái tu Elohím.
יְהוָ֥הAdonáiAdonái
אֱלֹהֶֽיךָ׃Elohéykhatu-Elohím
ס(Sof Pasuq)(Fin de Verso)
Texto Arameo OriginalFonética Siríaca OrientalTraducción Palabra por Palabra
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ܐܰܠܳܗܶܝܢAlahaynPero
ܒܰܩܕ݂ܳܡbaqdamprimero
ܒܰܥܽܘba’ubuscad
ܡܰܠܟܽܘܬ݂ܶܗmalkutehSu-Reino
ܕܰܐܠܳܗܳܐd’Alahade-Elohím
ܘܰܙܕܳܩܽܘܬ݂ܶܗwazdaqutehy-Su-Justicia
ܘܗܳܠܶܝܢwahaleynY-estas-cosas
ܟܽܠܗܶܝܢkulheyntodas
ܡܶܬܬ݁ܰܘܣܦܳܢmettawsfanserán-añadidas
ܠܟܽܘܢ܂lkuna-vosotros
ܘܠܳܐwlaY-no
ܬ݁ܶܕܡܽܘܢtedmunpreocupéis
ܠܰܡܚܳܪlamḥarpara-mañana
ܡܚܳܪmḥarMañana
ܓܶܝܪgerporque
ܢܶܕܡܰܟ݂nedmakhse-preocupará
ܕܺܝܠܶܗdilehpor-sí-misma
ܣܳܦܶܩsapekSuficiente
ܠܶܗlehpara-ello
ܠܝܰܘܡܳܐlyawmapara-el-día
ܒܺܝܫܬܶܗ܂bišatehsu-maldad

Traducción Literal del Verso:

“Pero buscad primero Su Reino de Elohím y Su Justicia, y estas cosas todas serán añadidas a vosotros. Y no os preocupéis para mañana, porque mañana se preocupará por sí misma. Suficiente para el día es su maldad.”

Análisis: Este pasaje de Maran Yeshúa en Mattai (Mateo) se conecta profundamente con las leyes de préstamo de Deuteronomio 24:10-13 al invertir la priorización humana. Mientras la Torah establece mandatos específicos para la justicia social en las transacciones económicas, Yeshúa HaMashíaj eleva el principio subyacente al nivel del corazón y la motivación.

Las leyes de préstamo buscan proteger al pobre y asegurar que la necesidad económica no conduzca a la esclavitud o la desesperación, exigiendo compasión y honestidad. Al instruir a sus talmidim (discípulos) a “buscar primero el Reino de Elohím y Su justicia (ṣedqutha)”, Yeshúa HaMashíaj está llamando a una interiorización de estos mandamientos. La ṣedqutha del Reino no es solo la observancia externa de las mitzvot, sino una transformación interna que lleva a actuar con rectitud y misericordia de forma natural, sin buscar el propio interés o temer por el futuro material.

La prohibición de entrar en la casa del deudor para tomar la prenda (Deut. 24:10) y la obligación de devolver la capa al atardecer (Deut. 24:12-13) son actos de justicia y compasión. Yeshúa HaMashíaj, al enseñar a no preocuparse por el mañana, refuerza la fe en la provisión de HaShem y libera al individuo de la ansiedad que a menudo impulsa la avaricia o la falta de misericordia en las transacciones. Si los discípulos confían en que Elohím suplirá sus necesidades, serán más capaces de extender misericordia y no oprimir a los necesitados, reflejando así la justicia de Elohím en el Reino.

Textos apócrifos y pseudepigráficos a menudo enfatizan la importancia de la caridad y la justicia hacia el pobre como un camino hacia la rectitud. Por ejemplo, el Sirácida (Eclesiástico) 29:1-13 exhorta a prestar con buena voluntad y a no rehuir al necesitado, prometiendo bendiciones para el que da con generosidad. Asimismo, el Testamento de Levi 13:5-6, aunque más enfocado en el sacerdocio, habla de la necesidad de justicia y misericordia en todas las obras. Estas fuentes resuenan con la enseñanza de Yeshúa HaMashíaj, mostrando que la búsqueda de la justicia del Reino va de la mano con la compasión activa, donde la preocupación por el prójimo desfavorecido es una manifestación de la lealtad a HaShem y una preparación para la vida en Su Reino. La exhortación a no afligir al pobre es una ley del Reino, precursora del amor que Yeshúa HaMashíaj encarnó.

4. Contexto Histórico

El pasaje de Deuteronomio 24:5-13 se inscribe en el marco de la Torah, las instrucciones que Moshéh entregó al pueblo de Yisra’el antes de entrar a la Tierra Prometida. Estas leyes están diseñadas para establecer una sociedad justa y piadosa, distinta de las naciones circundantes, y reflejan los principios del Reino de Elohím.

* Versículo 5 (Recién Casado): La exención de un año de servicio militar para un recién casado es una provisión social y familiar crucial. En sociedades antiguas, la guerra era constante, y la conscripción podía desintegrar nuevas familias antes de que se establecieran. Esta ley protege la unidad familiar y asegura la continuidad generacional, elementos vitales para una comunidad incipiente. El Talmud (Sotah 43a) debate los límites de esta exención, destacando su importancia para la estabilidad social.

* Versículo 6 (Molino como Prenda): La prohibición de tomar un molino o su piedra superior (reḥáyim va-rákhev) como prenda de un préstamo subraya la protección de los medios de subsistencia básicos. En el antiguo Oriente Próximo, el molino era esencial para procesar granos y producir pan, la dieta fundamental. Tomarlo significaba privar a una familia de su capacidad para alimentarse, lo que se consideraba equivalente a “tomar una vida” (néfeš hu ḥovel). Esto refleja un nivel de compasión económica que no se encuentra en muchos códigos legales contemporáneos, como el Código de Hammurabi, que aunque regulaba préstamos, no tenía una protección tan explícita para el sustento básico del deudor.

* Versículo 7 (Secuestro): La ley contra el secuestro (gonév néfeš) y la venta de una persona de Yisra’el con pena de muerte era una norma severa pero necesaria en una época donde la esclavitud era común. Esta ley distingue claramente entre la esclavitud por deuda (temporal y regulada) y el secuestro, que era una violación directa de la dignidad humana y de la libertad otorgada por Elohím a Su pueblo. La pena capital enfatiza la gravedad del crimen contra el individuo y la comunidad.

* Versículos 8-9 (Ṣara’at): La advertencia sobre la ṣara’at (a menudo traducida como lepra, pero abarca una gama más amplia de aflicciones cutáneas y de viviendas) y el recordatorio de Miryam se relaciona con la autoridad de los kohanim levitas y la obediencia a sus instrucciones. La ṣara’at no era solo una enfermedad física; tenía implicaciones rituales y sociales, llevando al aislamiento. El recordatorio de Miryam, quien fue castigada con ṣara’at por hablar contra Moshéh (Números 12), sirve como una advertencia sobre la obediencia a la autoridad de HaShem y a las leyes dadas por Él, y a los sacerdotes como guardianes de esas leyes.

* Versículos 10-13 (Leyes de Préstamo): Estos versículos forman el núcleo de “Leyes sobre el préstamo”. Prohíben al acreedor entrar en la casa del deudor para tomar una prenda, requiriendo que el deudor la entregue voluntariamente afuera. Esta norma protegía la privacidad y la dignidad del deudor. Más importante aún, la ley exigía la devolución de la prenda (especialmente la capa, que servía de abrigo nocturno) antes del anochecer si el deudor era pobre. Esto evitaba que la necesidad de uno se convirtiera en sufrimiento o riesgo para su salud. Esta práctica de restitución diaria no se encuentra de forma tan explícita en otros códigos legales de la época. Josefo (Antigüedades Judías 4.8.27) comenta sobre estas leyes, destacando su humanidad y justicia. La arqueología ha revelado textos legales en Mesopotamia que establecían tasas de interés y regulaciones de deuda, pero la preocupación por la dignidad y el bienestar básico del deudor, tal como se expresa en Deuteronomio, es distintiva del pacto de HaShem con Yisra’el. Estas leyes sentaron las bases para una economía ética en el Reino, donde la necesidad del pobre tiene precedencia sobre el lucro.

5. Comentarios Proféticos

Las leyes de Aliyá 5, particularmente las relativas al préstamo y la protección del vulnerable, contienen profundas semillas proféticas que apuntan al carácter y la misión del Reino de Yeshúa HaMashíaj.

La insistencia en la compasión y la justicia hacia los pobres y los recién casados no es meramente una legislación social, sino una anticipación del orden divino que HaShem desea establecer. La prohibición de tomar el molino como prenda (Deut. 24:6) o la obligación de devolver la capa al atardecer (Deut. 24:12-13) no son solo leyes; son principios proféticos que declaran que en el Reino de Elohím, la dignidad y la vida del individuo son más valiosas que cualquier seguridad financiera. Esto prefigura la enseñanza de Yeshúa HaMashíaj sobre priorizar al necesitado y el mandamiento del amor que cubre multitud de faltas.

Yesha’yahu HaNavi (Isaías) profetizó de un tiempo en que “no habrá pobres ni afligidos” (Isaías 49:13, en un sentido espiritual de consuelo) y donde la justicia rodará como aguas (Isaías 58:6-7, hablando de liberar al oprimido y compartir el pan con el hambriento). La Torah sienta las bases para esta visión. Las leyes de la ṣara’at (Deut. 24:8-9) y la autoridad de los kohanim sobre ellas, prefiguran la sanación y purificación espiritual que Yeshúa HaMashíaj traería. Él no solo sanó físicamente, sino que abordó la raíz espiritual de la impureza, declarando puros a aquellos que la sociedad marginaba.

En la época actual, las implicaciones proféticas son claras. El Reino de Yeshúa HaMashíaj se manifiesta cuando los creyentes en Maran Yeshúa aplican estos principios de justicia y misericordia en sus vidas diarias. La avaricia, la explotación económica y la indiferencia hacia los necesitados son signos de un mundo caído. El Reino de Yeshúa HaMashíaj, sin embargo, nos llama a ser agentes de cambio, prestando sin esperar nada a cambio (Lucas 6:35), defendiendo al oprimido y asegurando que nadie sea despojado de su dignidad o medios de vida esenciales.

La profecía de que la tierra será llena del conocimiento de HaShem como las aguas cubren el mar (Yesha’yahu 11:9) implica una transformación social donde estas leyes de justicia y amor serán el estándar global, no solo legalmente, sino como la naturaleza inherente de la humanidad restaurada por Yeshúa HaMashíaj. La promesa de una era mesiánica de paz y rectitud, donde las necesidades de todos son satisfechas y la opresión es erradicada, es la máxima expresión profética de estas leyes fundamentales del pacto. Así, la Aliyá 5 nos recuerda que la justicia social y la compasión son no solo mandamientos, sino cimientos del Reino venidero, que Yeshúa HaMashíaj ha inaugurado y que esperamos en su plenitud.

6. Análisis Profundo

La Aliyá 5 de Parashá Ki Tetzei, abarcando Deuteronomio 24:5-13, es una colección de leyes que, a primera vista, parecen dispares, pero que subyacen a un principio unificador: la protección de la vida, la dignidad y la estabilidad del individuo y la familia en la comunidad del pacto.

1. Protección de la Nueva Familia (Deut. 24:5):

* אִשָּׁה חֲדָשָׁה (iššáh ḥadašáh – mujer nueva): La Torah protege el vínculo matrimonial incipiente. La exención del servicio militar (no yeqe ba-ṣavá – “no saldrá al ejército”) por un año es una muestra de la sabiduría divina que valora la fundación de un hogar sobre otras obligaciones cívicas, incluso la guerra. Esto asegura que el hombre pueda “וְשִׂמַּח אֶת־אִשְׁתּוֹ” (ve-simmaḥ et-išttó – y alegrará a su mujer), fomentando la alegría y la estabilidad emocional en la pareja. El Midrash Tanḥuma (Ki Tetzei 1) enfatiza que esta alegría es una mitzváh, un mandamiento positivo, que contribuye a la continuidad del pueblo de Yisra’el. Es un principio de priorización del bienestar familiar que prefigura el cuidado del individuo en el Reino de los Cielos.

2. Protección del Sustento Vital (Deut. 24:6):

* רֵחַיִם וָרָכֶב (reḥáyim va-rákhev – molino y piedra superior): La prohibición de tomar estas herramientas como prenda de préstamo es profunda. El texto declara explícitamente “כִּי־נֶפֶשׁ הוּא חֹבֵל” (ki-néfeš hu ḥovel – porque vida es lo que toma en prenda). Aquí, la palabra “נֶפֶשׁ” (néfeš – alma, vida) se refiere al sustento vital. Privar a alguien de su molino es, en efecto, quitarle su capacidad de vivir y alimentar a su familia. El Targum Onqelos traduce “נֶפֶשׁ” como “vida humana”, lo que subraya la gravedad de la acción. Este mandamiento establece un principio de inviolabilidad del mínimo vital, un eco de la santidad de la vida humana que es un pilar fundamental del Reino de Elohím.

3. Protección de la Libertad Individual (Deut. 24:7):

* גֹּנֵב נֶפֶשׁ (gonév néfeš – robando vida/persona): La ley contra el secuestro y la venta de un compatriota de Yisra’el es una de las más severas. La pena de muerte para el secuestrador (“וּמֵת הַגַּנָּב הַהוּא – y morirá el ladrón aquel”) es un testimonio de la valoración de la libertad personal dentro del pacto. Los hijos de Yisra’el, habiendo sido liberados de la esclavitud en Mitzrayim, debían valorar la libertad de cada individuo. Este es un precursor de la libertad que Yeshúa HaMashíaj ofrece del yugo del pecado y la muerte.

4. Obediencia y Pureza (Deut. 24:8-9):

* הַצָּרַעַת (haṣṣára’at – la lepra/afección cutánea): Estos versículos sirven como un recordatorio de la importancia de la obediencia a las instrucciones de los kohanim levitas y, en última instancia, a HaShem. El caso de Miryam (Números 12) es un precedente claro de las consecuencias de la desobediencia y la difamación. El Midrash Sifri sobre Deuteronomio 24:9 enfatiza que HaShem es misericordioso, pero la desobediencia intencional trae consecuencias severas, y el arrepentimiento y la obediencia a las instrucciones sacerdotales son cruciales para la restauración. En el Reino de Yeshúa HaMashíaj, la obediencia a la Torah, interpretada a través de la lente del Mashíaj, es el camino hacia la purificación y la santidad.

5. Compasión en el Préstamo (Deut. 24:10-13):

* מַשַּׁאת מְאוּמָה (mašša’t me’umáh – un préstamo de algo): Estas leyes son el corazón de la Aliyá en lo referente al préstamo. El acreedor no debe invadir la privacidad del deudor para tomar la prenda (“לֹא־תָבֹא אֶל־בֵּיתוֹ – no entrarás en su casa”). En cambio, el deudor debe traer la prenda (“יוֹצִיא אֵלֶיךָ הַחֽוּצָה – te la sacará afuera”). Esto protege la dignidad y el honor del deudor.

* אִֽישׁ עָנִי הוּא (iš ani hu – hombre pobre es él): Si el deudor es pobre, la prenda (especialmente la capa usada para dormir) debe ser devuelta antes del atardecer (“הָשֵׁב תָּשִׁיב לוֹ אֶת־הָעֲבֹט כְּבֹא הַשֶּׁמֶשׁ – ciertamente le devolverás la prenda al ponerse el sol”). La recompensa por esta compasión es una bendición (“וּבֵרֲכֶךָּ – y te bendecirá”) y “צְדָקָה” (ṣedaqáh – justicia/caridad) “לִפְנֵי יְהוָה אֱלֹהֶיךָ” (lifnei Adonái Elohéykha – delante de Adonái tu Elohím).

* La ṣedaqáh aquí no es solo un acto de caridad, sino un acto de justicia y rectitud que es visto favorablemente por HaShem. Rashi, comentando sobre este pasaje, explica que al devolver la prenda, no solo se cumple un mandamiento, sino que se permite al pobre dormir en paz, y esa bendición del pobre se convierte en mérito ante Elohím. El Targum Yerushalmi (Neófiti) amplifica esto, declarando que la devolución de la prenda es un acto de mérito que trae bendición. Estas leyes encapsulan la ética del Reino: la primacía de la vida, la dignidad humana y la compasión, donde las acciones de rectitud no son olvidadas por HaShem.

En conjunto, estas leyes demuestran el corazón de HaShem por Su pueblo, buscando establecer un orden social donde la vulnerabilidad es protegida y la dignidad es mantenida. Son principios que Yeshúa HaMashíaj vino a magnificar y a hacer realidad en el Reino de los Cielos, revelando la profundidad del amor y la justicia de Elohím.

7. Tema Relevante

Un tema central y relevante de esta Aliyá es la “Protección de la Dignidad y el Sustento del Vulnerable en la Comunidad del Pacto”. Este tema es crucial para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos.

La Torah, a través de Moshéh, establece un estándar elevado para la interacción social y económica, especialmente en lo que respecta a aquellos en posiciones de debilidad. La exención del servicio militar para el recién casado (Deut. 24:5) no es un mero aplazamiento, sino una salvaguarda de la estabilidad familiar y el gozo en el inicio de un nuevo hogar. Es un reconocimiento divino de que ciertos lazos humanos son fundamentales y merecen protección prioritaria.

La prohibición de tomar un molino como prenda (Deut. 24:6) es aún más reveladora. No se trata solo de un activo material, sino de la “néfeš” (vida o sustento vital) del individuo. La Torah establece que el derecho a la subsistencia básica es inviolable, incluso en el contexto de una deuda. Esta ley trasciende la mera transacción económica para abordar la ética de la supervivencia y la responsabilidad comunitaria.

Las leyes sobre la prenda del préstamo (Deut. 24:10-13) profundizan en este principio. La prohibición de entrar a la casa del deudor para tomar la prenda protege su privacidad y dignidad. La exigencia de que el deudor entregue voluntariamente la prenda “afuera” asegura que no sea humillado. Además, la obligación de devolver la capa al pobre al anochecer es un acto de compasión que prioriza la necesidad humana fundamental (abrigo nocturno) sobre el derecho del acreedor a retener la garantía. Esta acción se califica de “ṣedaqáh” (justicia/rectitud) ante Adonái, indicando que HaShem mismo valora y recompensa tales actos de misericordia.

Para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos, este tema es de suma importancia. Yeshúa HaMashíaj no vino a abolir la Torah, sino a cumplirla y a enseñarnos su significado más profundo (Mateo 5:17). Sus enseñanzas sobre el amor al prójimo, especialmente al pobre y al necesitado, son una expansión de estos mandamientos. Él enseñó que “todo lo que hicisteis por uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí me lo hicisteis” (Mateo 25:40), elevando la compasión hacia el vulnerable a un servicio directo a Él.

Vivir en el Reino de los Cielos significa encarnar el carácter de HaShem, que es justo y misericordioso. Esto implica ir más allá de la mera observancia legal para adoptar una actitud de generosidad y cuidado. Significa buscar oportunidades para proteger la dignidad de los que luchan, asegurar que nadie sea despojado de sus medios de vida esenciales, y extender la compasión que no solo alivia la necesidad sino que también honra al individuo como una creación de Elohím. Los discípulos son llamados a ser un reflejo del Reino aquí en la tierra, estableciendo comunidades donde la justicia y la misericordia, como se ven en estas leyes, son los pilares de la interacción social y económica, anticipando la era en que todas las opresiones serán removidas por Yeshúa HaMashíaj.

8. Descubriendo a Mashíaj

La Aliyá 5 de Parashá Ki Tetzei, aunque arraigada en leyes civiles y sociales, revela aspectos profundos de la vida, obra y persona de Yeshúa HaMashíaj y el Reino de los Cielos.

1. Yeshúa HaMashíaj como Protector de la Vida y Dignidad:

Las leyes que protegen el sustento básico (molino, Deut. 24:6) y la dignidad del deudor (prenda, Deut. 24:10-13) son un reflejo del corazón de Yeshúa HaMashíaj. Él siempre se puso del lado de los marginados, los pobres y los oprimidos. Su ministerio estuvo marcado por el alivio del sufrimiento físico y la restauración de la dignidad de aquellos que la sociedad había desechado. Así como la Torah prohíbe tomar la “néfeš” (vida/sustento) como prenda, Yeshúa HaMashíaj vino para dar vida en abundancia (Juan 10:10), liberando a las personas de las cargas que les impedían vivir plenamente. Él es la encarnación de la “ṣedaqáh” (justicia/rectitud) mencionada en Deuteronomio 24:13, manifestando la misericordia de Elohím.

2. Yeshúa HaMashíaj como Liberador de Cautivos:

La ley contra el secuestro (Deut. 24:7) que penaliza severamente el robo de una “néfeš” de Yisra’el, prefigura la obra de Yeshúa HaMashíaj como el gran Liberador. No solo liberó a los hombres de la esclavitud física o social, sino de la esclavitud espiritual del pecado y la muerte. Él es el que “proclamará libertad a los cautivos” (Yesha’yahu 61:1), un pasaje que Yeshúa HaMashíaj citó al inicio de su ministerio (Lucas 4:18-19). Su Reino de los Cielos es un Reino de libertad donde las cadenas del pecado son rotas y la dignidad de cada individuo es restaurada.

3. Yeshúa HaMashíaj y la Obediencia a la Autoridad Divina y la Purificación:

Los versículos sobre la ṣara’at y la obediencia a los kohanim (Deut. 24:8-9), junto con el recuerdo de Miryam, señalan la importancia de la pureza y la sumisión a la voluntad de HaShem. Yeshúa HaMashíaj, como el Gran Kohén (Sacerdote) según el orden de Malki-Tzedeq (Hebreos 7), no solo enseñó sobre la pureza, sino que la encarnó. Él tocó a los leprosos y los sanó, haciendo lo que ningún kohén terrenal podía hacer: purificar directamente y restaurar a aquellos excluidos de la comunidad del pacto. Él es la fuente de la purificación espiritual que nos permite entrar en el Reino de los Cielos.

4. Yeshúa HaMashíaj, la Ley del Amor y el Reino de los Cielos:

La obligación de devolver la capa al pobre (Deut. 24:12-13) es un acto de compasión que va más allá de la estricta justicia legal. Yeshúa HaMashíaj eleva este principio al decir “Amad a vuestros enemigos, y orad por los que os persiguen” (Mateo 5:44), y al instruir a sus discípulos a prestar sin esperar nada a cambio (Lucas 6:35). Estas leyes del préstamo son una sombra de la ley del amor de Yeshúa HaMashíaj, que es el fundamento de Su Reino. La “ṣedaqáh” que se atribuye al que devuelve la prenda es la justicia del Reino, la cual Yeshúa HaMashíaj manifestó y enseñó a sus seguidores a buscar primero (Mateo 6:33).

Textos pseudepigráficos a menudo exploran la ética de la justicia y la misericordia, adelantándose a las enseñanzas de Yeshúa HaMashíaj. Por ejemplo, el Libro de Enoc (Enoc 94:6-9) condena la opresión de los justos y pobres, y el Testamento de Gad 6:1-3, parte de los Testamentos de los Doce Patriarcas, exhorta a amar al prójimo y a no permitir que el odio habite en el corazón, principios que Yeshúa HaMashíaj llevó a su máxima expresión. Estas fuentes, junto con la Torah, nos preparan para comprender la plenitud del amor y la justicia que Yeshúa HaMashíaj trajo al establecer el Reino de los Cielos. Él es el cumplimiento de cada ley de misericordia, el que nos enseña a vivir no solo por la letra, sino por el espíritu de la Torah en Su Reino.

9. Midrashim y Targumim

Los Midrashim y Targumim ofrecen valiosas perspectivas sobre la Aliyá 5 (Deuteronomio 24:5-13), profundizando en el significado de estas leyes y su aplicación en la vida del pueblo de Yisra’el.

1. Deuteronomio 24:5 (Recién Casado):

* Midrashim: El Sifri Devarim 271, un Midrash Halajá, elabora sobre la exención del recién casado, afirmando que no solo está exento de la guerra, sino también de cualquier labor forzosa para el rey. La frase “וְשִׂמַּח אֶת־אִשְׁתּוֹ אֲשֶׁר־לָקָח” (ve-simmaḥ et-išttó ašer-laqaḥ – y alegrará a su mujer que tomó) se interpreta no solo como una permisión, sino como un mandamiento activo (mitzváh). El Midrash agrega que el hombre debe estar enteramente dedicado a alegrar a su esposa durante ese año, sin distracciones externas. El Pirqei Avot 5:21 (aunque no directamente sobre este verso, refleja el valor de la unión familiar) y el Talmud Bavli, tratado Sotah 43a, discuten la duración exacta y el alcance de la exención, incluyendo incluso tareas comunitarias menores, para garantizar que el nuevo hogar sea establecido con alegría y estabilidad.

* Targumim: El Targum Onqelos simplemente traduce el verso, manteniendo el sentido original. El Targum Yerushalmi (Neófiti) amplifica la razón, diciendo que “para que su casa esté bien establecida” (b’deil d’yithqiyam beiteih).

2. Deuteronomio 24:6 (Molino como Prenda):

* Midrashim: El Sifri Devarim 272 explica “כִּי־נֶפֶשׁ הוּא חֹבֵל” (ki-néfeš hu ḥovel – porque vida es lo que toma en prenda) al decir que el molino es el sustento esencial para la vida. Si no hay molino, no hay harina; sin harina, no hay pan; sin pan, la persona muere de hambre. Así, tomar el molino es como tomar la vida del deudor. El Midrash Tanhuma (Ki Tetzei 1) incluso compara esto con el secuestro de una persona, dado que el impacto en la vida es el mismo.

* Targumim: El Targum Onqelos para este verso traduce “néfeš” como “vida de un hombre” (nafša d’naša), reforzando la idea de que se está afectando directamente la subsistencia humana. El Targum Yerushalmi (Neófiti) es similar, “porque vida humana es la que toma en prenda”.

3. Deuteronomio 24:7 (Secuestro):

* Midrashim: El Sifri Devarim 273 destaca que el secuestro es uno de los pocos delitos capitales donde la Torah no requiere testigos adicionales más allá del descubrimiento del crimen y la venta. El Midrash enfatiza que el robo de una “néfeš” de Yisra’el es uno de los crímenes más atroces porque viola la libertad que HaShem concedió a Su pueblo al sacarlos de Mitzrayim. Se considera un robo de la libertad y de la imagen de Elohím en el hombre.

* Targumim: Los Targumim (Onqelos, Yerushalmi) simplemente traducen el pasaje, manteniendo la pena de muerte para el secuestrador, sin añadir interpretaciones halájicas adicionales, sino enfatizando la gravedad del acto al describirlo como “robar un alma”.

4. Deuteronomio 24:8-9 (Ṣara’at y Miryam):

* Midrashim: El Sifri Devarim 274-275 conecta estas leyes no solo con la observancia ritual, sino con la importancia de la obediencia a la Torah y a las enseñanzas de los kohanim. La referencia a Miryam se interpreta como una advertencia contra la maledicencia (lashón ha’rá) y la falta de respeto a la autoridad divinamente instituida. El Midrash enseña que si Miryam, una profetisa hermana de Moshéh, fue castigada por hablar contra él, con más razón cualquier otra persona debe cuidarse de la calumnia y obedecer las instrucciones de los kohanim en asuntos de pureza. El Midrash agrega que el propósito de recordar el caso de Miryam es enseñar a todo el pueblo sobre la gravedad de la desobediencia y la importancia de la pronta respuesta a las directrices de los sabios y sacerdotes para mantener la santidad de la comunidad.

* Targumim: El Targum Onqelos simplemente traduce. El Targum Yerushalmi (Neófiti) para 24:9 dice: “Recordad lo que hizo Adonái vuestro Elohím a Miryam cuando habláis mal contra vuestros hermanos”.

5. Deuteronomio 24:10-13 (Leyes sobre el Préstamo):

* Midrashim: El Sifri Devarim 276-277 explica que la prohibición de entrar en la casa del deudor protege su honor y evita su humillación pública. La ley exige que el deudor, no el acreedor, saque la prenda, preservando la dignidad. La obligación de devolver la capa al atardecer (“הָשֵׁב תָּשִׁיב ל֣וֹ אֶת־הָעֲבֹ֔ט כְּבֹ֥א הַשֶּׁ֖מֶשׁ – ciertamente le devolverás la prenda al ponerse el sol”) es un acto de compasión que se convierte en “צְדָקָה” (ṣedaqáh) ante HaShem. El Midrash Tanhuma (Ki Tetzei 1) elabora que esta “ṣedaqáh” significa que HaShem considera este acto como si el acreedor hubiera hecho un gran acto de justicia y caridad, y recibirá una bendición por ello. La idea es que al mostrar misericordia, uno se alinea con el atributo de misericordia de HaShem.

* Targumim: El Targum Onqelos traduce “ṣedaqáh” como “mérito” o “justicia” (zehut) para el acreedor, enfatizando el aspecto de recompensa divina por la observancia de este mandamiento compasivo. El Targum Yerushalmi (Neófiti) dice “y esto será para ti como mérito y justicia” (vezot tihve lekhim lizkhu ve-liṣedqáh), reforzando que no es solo un acto de bondad, sino un acto de rectitud que trae bendición espiritual y reconocimiento de HaShem.

En resumen, los Midrashim y Targumim no solo aclaran el significado literal de los versículos, sino que también revelan las profundas implicaciones éticas y espirituales de las leyes, enfatizando la importancia de la compasión, la dignidad, la libertad y la obediencia como pilares fundamentales de la vida en la comunidad del pacto de HaShem.

10. Mandamientos

De esta Aliyá, Deuteronomio 24:5-13, se pueden extraer varios mandamientos (mitzvot) o principios de vida esenciales para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos:

1. Mandamiento de Preservar la Alegría y la Estabilidad Familiar (Deut. 24:5):

* Principio: Reconocer la santidad y la importancia de la unión matrimonial y la formación de una nueva familia. Priorizar la construcción del hogar y la alegría conyugal sobre otras obligaciones temporales o externas, incluso aquellas consideradas “nobles” como el servicio militar.

* Aplicación para Discípulos: Los discípulos de Mashíaj son llamados a honrar el matrimonio como una institución divinamente ordenada. Debemos dedicar tiempo y esfuerzo para edificar nuestras familias con amor y alegría, entendiendo que un hogar estable es un fundamento para el Reino. La “alegría” (simḥáh) en el matrimonio es una expresión de la shalom de Elohím.

2. Mandamiento de Proteger los Medios de Subsistencia del Prójimo (Deut. 24:6):

* Principio: No privar a nadie de su capacidad para proveer para sí mismo y para su familia, especialmente cuando están en una situación vulnerable. El sustento básico es equivalente a la vida misma.

* Aplicación para Discípulos: En el Reino de los Cielos, somos mayordomos de los recursos de HaShem. Debemos evitar cualquier práctica económica o social que despoje a los pobres de sus medios esenciales para vivir. Esto incluye prácticas laborales justas, precios equitativos y una conciencia social que busca elevar a los necesitados, no oprimirlos.

3. Mandamiento de Proteger la Libertad y la Dignidad Humana (Deut. 24:7):

* Principio: Valorar y defender la libertad de cada individuo, reconociendo que cada persona es creada a imagen de Elohím.

* Aplicación para Discípulos: Los discípulos de Mashíaj deben oponerse a toda forma de esclavitud, trata de personas y explotación que niega la libertad y dignidad inherentes. Somos llamados a ser agentes de liberación, tanto física como espiritual, llevando el mensaje de libertad que Yeshúa HaMashíaj proclamó.

4. Mandamiento de Obedecer y Respetar la Autoridad Espiritual y la Pureza (Deut. 24:8-9):

* Principio: Escuchar y aplicar las instrucciones de aquellos establecidos por HaShem para guiar en asuntos de Torah y pureza. Recordar las consecuencias de la desobediencia y la maledicencia.

* Aplicación para Discípulos: Si bien el sacerdocio levítico ha sido cumplido en Yeshúa HaMashíaj, el principio de obedecer a la autoridad espiritual legítima y buscar la pureza se mantiene. Debemos escuchar a nuestros líderes espirituales, probándolos por la palabra del Mashíaj, y esforzarnos por vivir vidas de santidad, evitando la murmuración y la calumnia que dañan a la comunidad y a la Ruaj HaKodesh.

5. Mandamiento de Extender Compasión y Dignidad en el Préstamo (Deut. 24:10-13):

* Principio: Al prestar o exigir una deuda, hacerlo con respeto por la privacidad y la dignidad del deudor. Mostrar compasión activa hacia los pobres, priorizando sus necesidades básicas sobre el derecho del acreedor.

* Aplicación para Discípulos: Yeshúa HaMashíaj nos enseñó a prestar sin esperar nada a cambio (Lucas 6:35) y a dar al que nos pida. En el Reino de los Cielos, la generosidad y la compasión deben guiar nuestras interacciones económicas. No solo debemos cumplir la letra de la ley al devolver la prenda, sino cultivar un corazón que busca aliviar la carga del pobre, reconociendo que tales actos de “ṣedaqáh” son vistos con favor por Adonái. Es una expresión tangible del amor que nos une en el Reino.

Estos mandamientos no son cargas, sino caminos hacia una vida bendecida y una sociedad que refleja el corazón de HaShem, preparando el camino para la plenitud del Reino de Yeshúa HaMashíaj.

11. Preguntas de Reflexión

1. Considerando la ley que prohíbe tomar un molino como prenda porque es “néfeš” (vida), ¿cómo podemos, como discípulos de Yeshúa HaMashíaj, identificar y proteger los “medios de vida esenciales” de los vulnerables en nuestras comunidades hoy, asegurando que nadie sea despojado de su dignidad y capacidad de subsistencia en el Reino de los Cielos?

2. Las leyes de préstamo exigen que el acreedor devuelva la capa al deudor pobre cada noche. ¿Qué actos de compasión “repetitivos” o “constantes” somos llamados a practicar en el Reino de Yeshúa HaMashíaj, y cómo estas acciones diarias reflejan la fidelidad y la misericordia de Adonái hacia nosotros?

3. La Aliyá menciona la bendición (“וּבֵרֲכֶךָּ – y te bendecirá”) y “ṣedaqáh” (justicia/caridad) delante de HaShem como resultado de la compasión. ¿Cómo nuestra búsqueda de la justicia del Reino de Elohím nos motiva a practicar actos de misericordia no solo como obligación, sino como una expresión de nuestra relación con el Mashíaj y como una forma de recibir Su bendición?

12. Resumen

La Aliyá 5 de Parashá Ki Tetzei (Deuteronomio 24:5-13) presenta una serie de leyes que, aunque diversas, comparten un hilo conductor: la protección de la vida, la dignidad y el sustento de los miembros vulnerables de la comunidad del pacto. Desde la preservación de la alegría en un nuevo matrimonio hasta la prohibición de despojar a un deudor de su medio de vida esencial o su abrigo nocturno, estas mitzvot reflejan el corazón de compasión y justicia de HaShem. Para los discípulos de Yeshúa HaMashíaj, estas leyes no son reliquias del pasado, sino principios eternos que nos guían en la construcción y manifestación del Reino de los Cielos en la tierra, llamándonos a encarnar la misericordia y la rectitud del Mashíaj en cada interacción social y económica, garantizando que el amor al prójimo se traduzca en acciones concretas que honran la imagen de Elohím en cada persona.

13. Tefiláh (Oración)

Adonái Elohím, Fuente de toda justicia y compasión, te damos gracias por Tu Torah, que nos instruye en los caminos de Tu Reino. Te pedimos que grabes profundamente en nuestros corazones los principios de esta Aliyá, para que podamos proteger la dignidad del vulnerable, asegurar el sustento del necesitado y extender misericordia a aquellos que lo requieren. Que la alegría de Tu shalom llene nuestros hogares y que nuestra conducta sea siempre un reflejo de Tu rectitud, sirviendo como Tus manos y pies en la tierra. Que por medio de Maran Yeshúa HaMashíaj, seamos instrumentos para manifestar Tu Reino de amor y justicia, para Tu gloria eterna. Amén.

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Parashá 49 Ki Tetze (כי תצא) – Aliyah 4

Aliyáh 4: (Deuteronomio 23:8-24:4) Instrucciones sobre los derechos de los siervos y la pureza en el campamento de Israel.
Haftaráh: Isaías 54:1-10 (La promesa de restauración y pureza para el pueblo).
Brit Hadasháh: 2 Timoteo 2:21 (El llamado a ser un vaso útil para la obra de Elohím).

Tema: Leyes sobre la esclavitud

Estimados hermanos y hermanas del Reino de Yeshúa HaMashíaj, la paz de Adonái sea con todos. Nos adentramos hoy en el estudio de la Aliyá 4 de la Parashá Ki Tetzei, un pasaje de la Torah que nos confronta con la realidad de las leyes sociales y éticas de Israel. Aunque el título de esta sección evoca “Leyes sobre la esclavitud”, como veremos, el pasaje abarca una serie de mandamientos diversos que reflejan la justicia y la misericordia de Elohím, culminando en regulaciones sobre el matrimonio y el divorcio. Este mosaico de leyes, aparentemente inconexo, nos invita a buscar la unidad subyacente en el corazón del carácter de HaShem y su diseño para el Reino.

1. Texto Hebreo Interlineal

Pasaje: Deuteronomio 23:15-24:4

Texto Hebreo OriginalFonética TiberianaTraducción Palabra por PalabraTraducción Literal del Verso
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לֹא־תַסְגִּיר עֶבֶד אֶל־אֲדֹנָיו אֲשֶׁר־יִנָּצֵל אֵלֶיךָ מֵעִם אֲדֹנָיו׃Lo-tas-gir eved el-adonáv ašer-yin-naṣel eleyja me-im adonáv.No entregarás esclavo a-su-amo que-escapará a-ti de-con su-amo.No entregarás un esclavo a su amo que escapará de con su amo hacia ti.
עִמְּךָ יֵשֵׁב בְּקִרְבְּךָ בַּמָּקוֹם אֲשֶׁר יִבְחַר בְּאַחַד שְׁעָרֶיךָ בַּטּוֹב לוֹ לֹא תּוֹנֶנּוּ׃Im-meja ye-šev be-qir-beja ba-maqom ašer yiv-ḥar be-aḥad še’a-reja ba-ṭov lo lo to-nen-nu.Contigo habitará en-tu-medio en-el-lugar que elija en-una de-tus-puertas en-lo-bueno para-él no lo-oprimirás.Contigo habitará, en medio de ti, en el lugar que elija en una de tus puertas, lo que sea bueno para él; no lo oprimirás.
לֹא־תִהְיֶה קְדֵשָׁה מִבְּנוֹת יִשְׂרָאֵל וְלֹא־יִהְיֶה קָדֵשׁ מִבְּנֵי יִשְׂרָאֵל׃Lo-tih-yeh qe-dešáh mi-be-not Yis-ra’el ve-lo-yih-yeh qa-deš mi-be-ney Yis-ra’el.No-habrá ramera de-las-hijas-de Israel y-no-habrá sodomita de-los-hijos-de Israel.No habrá ramera entre las hijas de Israel, ni habrá sodomita entre los hijos de Israel.
לֹא־תָבִיא אֶתְנַן זוֹנָה וּמְחִיר כֶּלֶב בֵּית יְהוָה אֱלֹהֶיךָ לְכָל־נֶדֶר כִּי תוֹעֲבַת יְהוָה אֱלֹהֶיךָ גַּם־שְׁנֵיהֶם׃Lo-ta-vi et-nan zonáh u-me-ḥir kelev Beit Adonái Eloheyja le-jol-neder ki to-a-vat Adonái Eloheyja gam-šneyhem.No-traerás paga de-prostituta y-precio de-perro a-casa-de Adonái tu-Elohím para-todo-voto porque abominación-de Adonái tu-Elohím también-ambos.No traerás la paga de una prostituta ni el precio de un perro a la casa de Adonái tu Elohím para ningún voto, porque abominación de Adonái tu Elohím son también ambos.
לֹא־תַשִּׁיךְ לְאָחִיךָ נֶשֶׁךְ כֶּסֶף נֶשֶׁךְ אֹכֶל נֶשֶׁךְ כָּל־דָּבָר אֲשֶׁר יִשָּׁךְ׃Lo-ta-šij le-a-ḥija ne-šej kesef ne-šej ojel ne-šej kol-davar ašer yiš-šaj.No-prestarás-a-interés a-tu-hermano interés de-dinero interés de-alimento interés de-cualquier-cosa que se-preste-a-interés.No cobrarás interés a tu hermano: interés de dinero, interés de alimento, interés de cualquier cosa que se preste a interés.
לַנָּכְרִי תַשִּׁיךְ וּלְאָחִיךָ לֹא תַשִּׁיךְ לְמַעַן יְבָרֶכְךָ יְהוָה אֱלֹהֶיךָ בְּכֹל מִשְׁלַח יָדֶךָ עַל־הָאָרֶץ אֲשֶׁר אַתָּה בָא־שָׁמָּה לְרִשְׁתָּהּ׃La-naḥ-ri ta-šij u-le-a-ḥija lo ta-šij le-ma-an ye-va-rej-ja Adonái Eloheyja be-jol miš-laḥ ya-deja al-ha-aretz ašer at-táh va-šám-mah le-riš-táh.Al-extranjero prestarás-a-interés y-a-tu-hermano no prestarás-a-interés para que te-bendiga Adonái tu-Elohím en-todo el-trabajo de-tu-mano sobre-la-tierra que tú vas-allí para-poseerla.A un extranjero puedes cobrar interés, mas a tu hermano no cobrarás interés; para que te bendiga Adonái tu Elohím en todo lo que emprendas con tu mano sobre la tierra a la que vas para poseerla.
כִּי־תִדֹּר נֶדֶר לַיהוָה אֱלֹהֶיךָ לֹא תְאַחֵר לְשַׁלְּמוֹ כִּי דָּרֹשׁ יִדְרְשֶׁנּוּ יְהוָה אֱלֹהֶיךָ מֵעִמָּךְ וְהָיָה בְךָ חֵטְא׃Ki-ti-dor neder la-Adonái Eloheyja lo te-a-ḥer le-šal-le-mo ki daroš yid-re-šen-nu Adonái Eloheyja me-im-máh ve-ha-yah ve-ja ḥeṭ.Cuando-hagas-voto voto a-Adonái tu-Elohím no retrasarás pagarlo porque ciertamente-demandará-lo Adonái tu-Elohím de-ti y-será en-ti pecado.Cuando hagas un voto a Adonái tu Elohím, no tardarás en pagarlo, porque ciertamente te lo demandará Adonái tu Elohím de ti, y sería pecado en ti.
וְכִי תֶחְדַּל לִנְדֹּר לֹא־יִהְיֶה בְךָ חֵטְא׃Ve-ji teḥ-dal lin-dor lo-yih-yeh ve-ja ḥeṭ.Pero-si te-abstienes de-votar no-será en-ti pecado.Pero si te abstienes de prometer, no habrá en ti pecado.
מוֹצָא שְׂפָתֶיךָ תִּשְׁמֹר וְעָשִׂיתָ כַּאֲשֶׁר נָדַרְתָּ לַיהוָה אֱלֹהֶיךָ נְדָבָה אֲשֶׁר דִּבַּרְתָּ בְּפִיךָ׃Mo-ṣa se-fa-tey-ja tiš-mor ve-a-si-tá ka-a-šer na-dar-tá la-Adonái Eloheyja ne-da-váh ašer dib-bar-tá be-fi-ja.Lo-que-sale de-tus-labios guardarás y-harás según lo-que-prometiste a-Adonái tu-Elohím como-ofrenda-voluntaria que hablaste con-tu-boca.Lo que salga de tus labios, guardarás y harás conforme a lo que prometiste a Adonái tu Elohím, una ofrenda voluntaria que hablaste con tu boca.
כִּי תָבֹא בְּכֶרֶם רֵעֶךָ וְאָכַלְתָּ עֲנָבִים כְּנַפְשְׁךָ שָׂבְעֶךָ וְאֶל־כֶּלְיְךָ לֹא תִתֵּן׃Ki ta-vo ve-jerem re-eja ve-a-jal-ta a-na-vim ke-naf-še-ja sav-eja ve-el-kel-ye-ja lo tit-ten.Cuando entres en-la-viña de-tu-prójimo y-comerás uvas según-tu-deseo hasta-tu-saciedad y-en-tu-vasija no pondrás.Cuando entres en la viña de tu prójimo, podrás comer uvas hasta que te sacies, según tu deseo, pero no pondrás en tu vasija.
כִּי תָבֹא בְּקָמַת רֵעֶךָ וְקָטַפְתָּ מְלִילֹת בְּיָדֶךָ וְחֶרְמֵשׁ לֹא תָנִיף עַל קָמַת רֵעֶךָ׃Ki ta-vo be-qa-mat re-eja ve-qa-taf-ta me-li-lot be-ya-deja ve-ḥer-meš lo ta-nif al qa-mat re-eja.Cuando entres en-la-mies de-tu-prójimo y-arrancarás espigas con-tu-mano y-hoz no levantarás sobre la-mies de-tu-prójimo.Cuando entres en la mies de tu prójimo, podrás arrancar espigas con tu mano, pero no levantarás hoz sobre la mies de tu prójimo.
כִּי־יִקַּח אִישׁ אִשָּׁה וּבְעָלָהּ וְהָיָה אִם־לֹא תִמְצָא חֵן בְּעֵינָיו כִּי־מָצָא בָהּ עֶרְוַת דָּבָר וְכָתַב לָהּ סֵפֶר כְּרִיתֻת וְנָתַן בְּיָדָהּ וְשִׁלְּחָהּ מִבֵּיתוֹ׃Ki-yiq-qaḥ iš is-šáh u-ve-a-láh ve-ha-yah im-lo tim-ṣa ḥen be-ey-nav ki-ma-ṣa vah er-vat davar ve-ja-tav lah sefer ke-ri-tut ve-na-tan be-ya-dáh ve-šil-le-ḥáh mi-bey-to.Cuando-tome hombre mujer y-la-posea y-será si-no halle gracia en-sus-ojos porque-halló en-ella desnudez de-cosa y-escribirá para-ella un-documento de-divorcio y-dará en-su-mano y-la-enviará de-su-casa.Si un hombre toma una mujer y se casa con ella, y sucede que ella no halla gracia en sus ojos porque él halló en ella algo indecente, y le escribe una carta de divorcio, se la da en su mano y la despide de su casa.
וְיָצְאָה מִבֵּיתוֹ וְהָלְכָה וְהָיְתָה לְאִישׁ אַחֵר׃Ve-ya-ṣe-áh mi-bey-to ve-hal-jah ve-hay-táh le-iš a-ḥer.Y-salió de-su-casa y-fue y-llegó-a-ser de-hombre otro.Y ella sale de su casa, y va y llega a ser de otro hombre.
וּשְׂנֵאָהּ הָאִישׁ הָאַחֲרוֹן וְכָתַב לָהּ סֵפֶר כְּרִיתֻת וְנָתַן בְּיָדָהּ וְשִׁלְּחָהּ מִבֵּיתוֹ אוֹ כִי יָמוּת הָאִישׁ הָאַחֲרוֹן אֲשֶׁר לְקָחָהּ לוֹ לְאִשָּׁה׃U-se-ne-áh ha-iš ha-a-ḥaron ve-ja-tav lah sefer ke-ri-tut ve-na-tan be-ya-dáh ve-šil-le-ḥáh mi-bey-to o ki ya-mut ha-iš ha-a-ḥaron ašer le-qa-ḥáh lo le-iš-šáh.Y-la-aborreció el-hombre el-último y-escribió para-ella un-documento de-divorcio y-dio en-su-mano y-la-despidió de-su-casa o porque muera el-hombre el-último que la-tomó para-él como-mujer.Y la aborreció el último hombre, y le escribió una carta de divorcio, se la dio en su mano y la despidió de su casa, o si muere el último hombre que la tomó para sí como mujer.
לֹא־יוּכַל בַּעְלָהּ הָרִאשׁוֹן אֲשֶׁר שִׁלְּחָהּ לָשׁוּב לְקַחְתָּהּ לִהְיוֹת לוֹ לְאִשָּׁה אַחֲרֵי אֲשֶׁר הֻטַּמָּאָה כִּי תוֹעֵבָה הִוא לִפְנֵי יְהוָה וְלֹא תַחֲטִיא אֶת־הָאָרֶץ אֲשֶׁר יְהוָה אֱלֹהֶיךָ נֹתֵן לְךָ נַחֲלָה׃Lo-yu-jal ba-a-láh ha-ri-šon ašer šil-le-ḥáh la-šuv le-qaḥ-táh lih-yot lo le-iš-šáh a-ḥa-rey ašer huṭ-ṭam-me-áh ki to-e-váh hi liv-ney Adonái ve-lo ta-ḥa-ṭi et-ha-aretz ašer Adonái Eloheyja no-ten le-ja na-ḥa-láh.No-podrá su-marido el-primero que la-despidió volver a-tomarla para-ser para-él como-mujer después que fue-contaminada porque abominación ella es delante-de Adonái y-no harás-pecar a-la-tierra que Adonái tu-Elohím da a-ti como-heredad.Su primer marido, que la despidió, no podrá volver a tomarla para que sea su mujer, después que fue contaminada, porque abominación es ella delante de Adonái, y no harás pecar la tierra que Adonái tu Elohím te da como heredad.

2. Haftaráh Analizada

Pasaje: Yesha’yahu (Isaías) 54:1-10

Análisis: La Haftaráh de Ki Tetzei, tomada del profeta Yesha’yahu, capítulo 54, es un vibrante poema de consuelo y restauración. Se dirige a Tziyon, descrita como una “estéril” que no ha dado a luz, a la que se le insta a “cantar” y “gritar de alegría”, pues tendrá más hijos que la casada. Esta profecía habla de la expansión de las tiendas de Israel y de la herencia de las naciones, una promesa de redención y crecimiento exponencial. Adonái promete volver a reunirla con gran compasión, declarando: “Con eterna misericordia tendré piedad de ti, dice Adonái tu Redentor” (Yesha’yahu 54:8).

Aunque las leyes de Aliyá 4 abordan temas tan variados como la protección del esclavo fugitivo, la pureza ritual, la usura y el divorcio, el hilo conductor que las conecta con la Haftaráh se encuentra en el tema de la misericordia de Elohím y la restauración de la dignidad. La protección del esclavo fugitivo (Deuteronomio 23:15-16) es un acto de compasión que se alinea con la piedad de HaShem hacia Su pueblo desolado. La Haftaráh proclama que Elohím no abandonará a Israel, del mismo modo que la Torah manda no abandonar al oprimido. La promesa de una “casa” y una “familia” para Tziyon resuena con la preocupación de la Torah por la estabilidad social y familiar, incluso al abordar la dolorosa realidad del divorcio (Deuteronomio 24:1-4).

El Targum Yonatan sobre Yesha’yahu 54 enfatiza la gloria futura de Yerushalayim, interpretando la “estéril” como la comunidad de Israel que ha sufrido y que será glorificada con la llegada del Mashíaj. Así como la Torah busca establecer un orden justo y misericordioso para el pueblo en su tierra, la Haftaráh mira hacia el cumplimiento mesiánico de la plenitud y la paz, una restauración que el Midrash Tanhuma (Ki Tetzei 2) conecta con la llegada de la redención final. La promesa de que “tus hijos serán enseñados por Adonái” (Yesha’yahu 54:13) prefigura el Reino de los Cielos, donde la Torah será escrita en los corazones, asegurando la justicia y la rectitud que estas leyes intentan fomentar.

3. Brit Hadasháh (Arameo)

Pasaje: Galutyá (Gálatas) 3:26-28 (Traducción al arameo oriental y fonética, seguido de análisis)

ܓܠܛܝܐ 3:26 ܕܟܠܟܘܢ ܒܢܝ̈ܐ ܐܢܬܘܢ ܕܐܠܗܐ ܒܗܝܡܢܘܬܐ ܕܝܫܘܥ ܡܫܝܚܐ܀

ܓܠܛܝܐ 3:27 ܐܝܠܝܢ ܓܝܪ ܕܒܡܫܝܚܐ ܥܡܕܬܘܢ ܠܡܫܝܚܐ ܠܒܫܬܘܢ܀

ܓܠܛܝܐ 3:28 ܠܝܬ ܝܗܘܕܝܐ ܘܠܐ ܐܪܡܝܐ ܠܝܬ ܥܒܕܐ ܘܠܐ ܒܪ ܚܐܪܐ ܠܝܬ ܕܟܪܐ ܘܠܐ ܢܩܒܬܐ ܟܠܟܘܢ ܓܝܪ ܚܕ ܐܢܬܘܢ ܒܝܫܘܥ ܡܫܝܚܐ܀

Fonética Siríaca Oriental:

Galutyá 3:26 Da-kul-kon b’nay antun d-Alah b’hay-manutha d-Yeshua Mashíḥa.

Galutyá 3:27 Ay-lin gir d-b’Mashíḥa am-datun l’Mashíḥa l’bhaš-tun.

Galutyá 3:28 Layt Y’huda-ya w’la Aramaya, layt avda w’la bar ḥayara, layt dajra w’la n’q’btha, kul-kon gir ḥad antun b’Yeshua Mashíḥa.

Traducción Literal del Verso (Arameso-Español):

Galutyá 3:26 Pues todos-vosotros sois hijos de-Elohím en-la-fe de-Yeshúa HaMashíaj.

Galutyá 3:27 Porque aquellos que en-Mashíaj fuisteis-bautizados, a-Mashíaj os-vestisteis.

Galutyá 3:28 No-hay judío y-no arameo, no-hay esclavo y-no hijo de-libre, no-hay varón y-no mujer; todos-vosotros porque uno sois en-Yeshúa HaMashíaj.

Análisis:

El pasaje de Galutyá 3:26-28 de la Brit Hadasháh nos ofrece una perspectiva radicalmente transformadora sobre la condición humana en el Reino de Yeshúa HaMashíaj, en un eco profético de las leyes de la Torah. Mientras Deuteronomio 23:15-16 establece una ley humanitaria para los esclavos fugitivos, ordenando protección y no devolución, el apóstol Sha’ul eleva este principio a un nivel espiritual y ontológico. La Torah mitigaba la dureza de la esclavitud, pero Maran Yeshúa erradica sus categorías divisorias en el ámbito espiritual.

El mandamiento de no entregar al esclavo fugitivo y de ofrecerle refugio (Deuteronomio 23:15-16) es un testimonio de la misericordia de Elohím, incluso dentro de un sistema social que permitía la esclavitud. Este mandamiento subraya la dignidad inherente de cada persona, más allá de su estatus. En el Reino de los Cielos, proclamado por Yeshúa HaMashíaj, esta dignidad se manifiesta plenamente. Sha’ul declara que en Mashíaj, las distinciones que marcaban la sociedad antigua —judío/gentil, esclavo/libre, hombre/mujer— son trascendidas. En Yeshúa, “no hay esclavo y no hijo de libre”, lo que significa que la identidad fundamental de cada creyente es como hijo de Elohím, coheredero con Mashíaj.

Esta visión de unidad y libertad en Mashíaj es un cumplimiento de los principios de justicia y compasión esbozados en la Torah. El Libro de los Jubileos y el Testamento de los Doce Patriarcas (especialmente el Testamento de Zabulón 6:7, que aboga por la misericordia hacia los pobres y los esclavos) reflejan una ética que valora la justicia social y la empatía. Estos textos apócrifos y pseudepigráficos, si bien no son canónicos, revelan el deseo de piedad y la búsqueda de un orden social más equitativo que culmina en la enseñanza de Yeshúa.

Maran Yeshúa mismo dijo en Yoḥanan (Juan) 8:36: “Si el Hijo os liberta, verdaderamente seréis libres”. Esta libertad no es meramente legal o social, sino espiritual, liberando del dominio del pecado y de las barreras humanas. Las leyes sobre la esclavitud en la Torah son como una sombra de la libertad total que se encuentra en el Reino de Yeshúa HaMashíaj, donde la servidumbre externa es eclipsada por la filiación divina y la igualdad en el Ruaj HaKodesh. La enseñanza de Sha’ul nos invita a ver a cada persona, sin importar su condición social o étnica, como un ser humano creado a imagen de Elohím, llamado a ser hijo en Mashíaj, extendiendo la hospitalidad y la justicia que la Torah manda.

4. Contexto Histórico

El pasaje de Deuteronomio 23:15-24:4 se enmarca en el discurso final de Moshéh a los Benei Yisrael antes de entrar en la Tierra Prometida. Estas leyes forman parte de un código de regulaciones sociales y religiosas que apuntan a establecer una sociedad justa y santa, distinta de las naciones circundantes.

La “esclavitud” en el antiguo Israel, particularmente en los tiempos mosaicos, difiere significativamente de la esclavitud transatlántica posterior. Existían principalmente dos tipos:

1. Esclavitud por deuda: Una persona podía venderse a sí misma o a sus hijos para pagar deudas, limitada a seis años de servicio (Shemot 21:2, Devarim 15:12).

2. Esclavitud como castigo o de guerra: Prisioneros de guerra o criminales podían ser esclavizados.

Los versículos 23:15-16 son únicos y notables. La ley de “no entregarás un esclavo a su amo” contrasta fuertemente con las leyes de otras naciones del Cercano Oriente antiguo, como el Código de Hammurabi (Ley 16), que prescribía la pena de muerte para quien albergara a un esclavo fugitivo. La Torah de Moshéh, en cambio, ofrece refugio al esclavo que ha escapado de un amo extranjero (el texto hebreo “adonáv” sugiere un amo genérico, pero la mayoría de los exegetas y el Midrashim lo interpretan como un esclavo que huye de un amo no israelita en tierras extranjeras hacia Israel, o quizás incluso de un amo israelita cruel, aunque esto último es más debatido). Este mandamiento subraya la humanidad fundamental del esclavo y la búsqueda de la justicia divina. El refugio se le ofrece “en el lugar que elija”, lo que le da una agencia personal sorprendente para la época.

Los versículos sobre la usura (23:19-20) reflejan la preocupación por la solidaridad comunitaria. Dentro de la “hermandad” de Israel, la explotación económica estaba prohibida, promoviendo la ayuda mutua. Cobrar interés a un extranjero era permitido, diferenciando entre la economía interna de la comunidad de la alianza y las relaciones con el exterior.

Finalmente, las leyes de divorcio (24:1-4) abordan una práctica común en el antiguo Cercano Oriente. La ley no instituye el divorcio, sino que lo regula, limitando sus peores abusos. El “documento de divorcio” (סֵפֶר כְּרִיתֻת – sefer ke-ri-tut) protegía a la mujer divorciada al permitirle casarse de nuevo. La prohibición de que el primer marido la retomara después de haberse casado con otro (24:4) buscaba evitar la confusión de linajes y la posible humillación de la mujer, y establecía una clara línea para proteger la institución del matrimonio. Este aspecto es considerado una “abominación” (תוֹעֵבָה – to-e-váh) delante de Adonái, un término que subraya la gravedad de la violación de este principio para la pureza de la tierra y la santidad de la comunidad.

Fuentes arqueológicas, como tablillas cuneiformes de Ugarit o Nuzi, muestran registros de contratos de matrimonio, divorcio y venta de personas, evidenciando las prácticas culturales de la región. La Torah a menudo se alinea con las formas legales de la época, pero invariablemente las eleva con un componente ético y moral distintivo, fundado en el carácter de HaShem.

5. Comentarios Proféticos

El pasaje de Aliyá 4, con sus variadas leyes, resuena profundamente en nuestra época actual y se conecta con el Reino de Yeshúa HaMashíaj.

1. La Libertad de los Oprimidos (23:15-16): La ley de no entregar al esclavo fugitivo es una profecía en acción de la misión del Mashíaj. Yesha’yahu 61:1, citado por Yeshúa en Lukas 4:18-19, declara: “El Ruaj de Adonái Elohím está sobre mí, porque me ha ungido Adonái para traer buenas nuevas a los mansos; me ha enviado a vendar a los quebrantados de corazón, a proclamar libertad a los cautivos y apertura de la prisión a los encarcelados.”

En el Reino de Yeshúa HaMashíaj, la esclavitud física es reemplazada por la libertad espiritual. Hoy, esta ley nos desafía a ser refugio para aquellos que huyen de opresiones modernas: la esclavitud sexual, el tráfico humano, la explotación laboral. Como discípulos de Mashíaj, estamos llamados a desmantelar los sistemas de opresión y ofrecer santuario, no solo físico sino espiritual, a aquellos que buscan libertad del yugo del pecado y del maligno. Esta es una manifestación tangible de la justicia de Adonái en la tierra, prefigurando el día en que toda lágrima será enjugada y toda cadena rota.

2. La Pureza del Pacto (23:17-18): Las leyes contra la prostitución ritual y la ofrenda de ganancias ilícitas al Beit Adonái nos recuerdan que el Reino de los Cielos exige pureza en la adoración y en la vida. Yeshúa HaMashíaj vino a establecer un pacto de pureza, donde no solo las acciones externas, sino también las intenciones del corazón son juzgadas por Elohím.

Proféticamente, esto apunta a la futura Yerushalayim celestial, la Novia de Mashíaj, que se presenta “sin mancha ni arruga” (Efesiyim 5:27). En nuestro tiempo, es una llamada a la santidad personal y corporativa, a asegurarnos de que nuestras “ofrendas” –nuestros recursos, nuestro tiempo, nuestra adoración– provengan de fuentes puras y sean dedicadas a Adonái con un corazón íntegro.

3. Justicia Económica y Relacional (23:19-20, 24:1-4): Las leyes sobre la usura entre hermanos y la regulación del divorcio abogan por la justicia y la integridad en las relaciones humanas. Proféticamente, el Reino de Mashíaj es un reino de relaciones restauradas. Yeshúa condenó la avaricia y la explotación (Lukas 12:15, Matityahu 6:24).

Las leyes de divorcio, aunque Moshéh las permitió por la “dureza del corazón” (Matityahu 19:8), fueron elevadas por Yeshúa a su ideal original de unidad indisoluble del pacto matrimonial, reflejando la unión de Mashíaj con Su asamblea. Proféticamente, la restauración del matrimonio y la familia es un signo del Reino venidero, donde HaShem sanará las heridas de las relaciones rotas y establecerá una sociedad basada en el amor, la lealtad y el pacto, no en el egoísmo o la conveniencia. El profeta Malají (3:24) promete que Eliyahu HaNavi “hará volver el corazón de los padres a los hijos, y el corazón de los hijos a sus padres”, una profecía de restauración familiar en los postreros días, preparando el camino para el Maran Yeshúa.

6. Análisis Profundo

La Aliyá 4 de Ki Tetzei, aunque aparentemente una miscelánea de leyes, revela principios fundamentales del Reino de Elohím: justicia, misericordia, santidad y el valor de la dignidad humana.

Devarim 23:15-16 – El Esclavo Fugitivo:

  • עֶבֶד (eved – esclavo, siervo): La palabra abarca una gama desde siervo contratado hasta esclavo por deuda o cautivo de guerra. Aquí, el enfoque está en su condición vulnerable.
  • לֹא־תַסְגִּיר (lo-tas-gir – no entregarás): Una negación en el imperfecto, que actúa como un mandamiento fuerte. Esta prohibición de extradición es radicalmente diferente de las leyes mesopotámicas.
  • יִנָּצֵל (yin-naṣel – escapará, será rescatado): Implica un acto de liberación o salvación. El esclavo no es un ladrón que huye, sino alguien que busca refugio y libertad.
  • בְּקִרְבְּךָ (be-qir-beja – en tu medio, en tu interior): No es solo un refugio externo, sino una incorporación a la comunidad, con derecho a elegir su lugar y no ser oprimido. Esto eleva la dignidad del esclavo de una manera que pocas leyes antiguas lo hacían.
  • עֶרְוַת דָּבָר (er-vat davar – desnudez de cosa, algo indecente): Esta es la frase clave que desató un gran debate rabínico.
  • סֵפֶר כְּרִיתֻת (sefer ke-ri-tut – documento de corte, acta de divorcio): Este documento era esencial. Protegía a la mujer al certificar su estado de divorciada, permitiéndole casarse de nuevo sin ser acusada de adulterio. Era una medida de protección para la mujer en una sociedad patriarcal.
  • הֻטַּמָּאָה (huṭ-ṭam-me-áh – fue contaminada, profanada): Este término se usa para la mujer que, después de divorciarse y casarse con otro hombre, es de nuevo divorciada o viuda. Su estado es considerado de “contaminación” para su primer marido si la retomara. Esta prohibición busca mantener la santidad del matrimonio y prevenir la promiscuidad o la confusión de las relaciones familiares. El Targum Yonatan en este punto, y el Midrash Tanhuma (Ki Tetzei 3) refuerzan la gravedad de esta prohibición, enfatizando que profana la tierra.
  • Ser agentes de libertad y refugio para los oprimidos, extendiendo la misericordia de Elohím.
  • Practicar la justicia económica, evitando la explotación y fomentando la generosidad.
  • Honrar el matrimonio como un pacto sagrado que refleja la unión de Mashíaj con Su asamblea, buscando la pureza y la lealtad.
  • El Targum Onkelos y el Targum Yonatan interpretan “adonáv” (su amo) en el versículo 15 como “de los pueblos” o “de los idólatras”. Es decir, se refiere a un esclavo que ha huido de un amo gentil y ha buscado refugio en la tierra de Israel. Esta interpretación subraya la singularidad de Israel como una tierra de libertad y santuario, un lugar donde incluso un esclavo que ha escapado de un yugo pagano encuentra protección. No se le debe devolver a su amo original, sino que se le debe permitir residir “en tu medio, en el lugar que elija en una de tus puertas” (23:16).
  • El Midrash Sifrei Devarim 254 elabora sobre esto, explicando que no solo no debe ser devuelto, sino que se le debe dar la bienvenida y permitir que se asimile en la sociedad israelita. Se le debe tratar con dignidad, dándole la libertad de elegir su residencia y no oprimiéndolo. Esto es un testimonio del carácter inclusivo y redentor de la Torah de Elohím. Algunos comentaristas rabínicos también consideran que podría aplicarse a un esclavo israelita que huye de un amo israelita particularmente cruel, aunque la interpretación predominante es la del esclavo gentil.
  • El Targum Onkelos y Yonatan traducen “qe-dešáh” (ramera) y “qa-deš” (sodomita) en 23:17 como “mujer que adora ídolos” y “hombre que adora ídolos”, respectivamente, enfatizando la conexión de estas prácticas con la idolatría y la impureza ritual, más allá de la simple transgresión sexual.
  • El Midrash Tanhuma (Ki Tetzei 2) conecta la prohibición de llevar “la paga de una prostituta o el precio de un perro” a la casa de Adonái (23:18) con la pureza de la adoración. Estos ingresos se consideran “abominación” (to-e-váh) para Adonái. El “perro” aquí a menudo se interpreta como un animal utilizado en prácticas idolátricas o un animal promiscuo, o incluso una referencia eufemística a un prostituto masculino. La prohibición subraya que Elohím rechaza cualquier ofrenda que provenga de fuentes impuras o de prácticas detestables, insistiendo en la santidad de los medios, no solo de los fines.
  • Como se mencionó en el “Análisis Profundo”, el debate rabínico se centró en la interpretación de “ervat davar” (algo indecente). El Talmud Babilónico, Gittin 90a es la fuente principal de la disputa entre Beit Shammái y Beit Hillel.
  • El Targum Yonatan sobre 24:1 traduce “ervat davar” como “un asunto de mal comportamiento” o “una cosa de vergüenza”, lo que podría inclinarse más hacia la interpretación de Beit Shammái, sugiriendo una transgresión de carácter moral más que una simple desaprobación.
  • El Midrash Tanhuma (Ki Tetzei 3) enfatiza la seriedad de la prohibición de retomar a la mujer divorciada después de haberse casado con otro (24:4), declarando que tal acto “contamina la tierra”. Esto subraya el carácter sagrado del matrimonio a los ojos de Elohím y la necesidad de mantener la pureza de las relaciones en el pacto.

En conjunto, los Midrashim y Targumim no solo aclaran el significado literal de los versículos, sino que también expanden su aplicación ética y teológica, reforzando la visión de una sociedad regida por la justicia, la compasión y la santidad, preparando el terreno para la revelación completa del Reino de Yeshúa HaMashíaj.

10. Mandamientos

De esta Aliyá, podemos extraer varios mandamientos (mitzvot) o principios de vida aplicables para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos:

1. Protección al Vulnerable y Refugio al Oprimido (Deuteronomio 23:15-16): No debemos entregar a aquellos que buscan refugio de la opresión o el abuso. En cambio, estamos llamados a ofrecerles santuario, dignidad y apoyo para que encuentren su lugar en la comunidad. Esto se traduce en acciones concretas contra el tráfico humano, la injusticia social y cualquier forma de explotación, siendo voces y manos de liberación.

2. Pureza en la Adoración y el Modo de Vida (Deuteronomio 23:17-18): Mantener la santidad en nuestra adoración a Elohím y en nuestras vidas personales. Esto significa rechazar toda práctica que sea espiritualmente impura o que degrade la dignidad humana, y asegurar que nuestras ofrendas y nuestro servicio a Adonái provengan de un corazón puro y manos limpias, sin ninguna mancha de pecado o explotación.

3. Justicia y Generosidad Económica entre Hermanos (Deuteronomio 23:19-20, 23:24-25): Practicar la generosidad y evitar la explotación económica dentro de la comunidad de Mashíaj. Esto implica ser prudentes con los préstamos, no aprovecharnos de la necesidad de un hermano y, en su lugar, compartir los recursos con benevolencia, permitiendo que otros tengan acceso a lo necesario, como el derecho de gleaning. Fomentar economías solidarias que reflejen el amor de Elohím.

4. Integridad en los Votos y las Promesas (Deuteronomio 23:21-23): Guardar diligentemente nuestras promesas y votos hechos a Elohím y a los hombres. La palabra de un discípulo de Mashíaj debe ser su vínculo más sagrado, reflejando la fidelidad inquebrantable de HaShem. Si hacemos un compromiso, debemos cumplirlo con diligencia y sin demora.

5. Santidad y Fidelidad en el Matrimonio (Deuteronomio 24:1-4): Honrar la institución del matrimonio como un pacto sagrado y una unión indisoluble, tal como Yeshúa HaMashíaj la restauró a su ideal original. Los discípulos deben esforzarse por la fidelidad, la lealtad y el compromiso mutuo, reflejando el amor de Mashíaj por Su asamblea, y buscar la restauración en lugar de la disolución, salvo en casos de inmoralidad sexual, como Mashíaj enseñó.

11. Preguntas de Reflexión

1. ¿De qué maneras podemos nosotros, como discípulos de Yeshúa HaMashíaj, ser “refugio” y “santuario” para aquellos que huyen de diversas formas de opresión en nuestra sociedad actual, manifestando así el espíritu de Deuteronomio 23:15-16 en el Reino de los Cielos?

2. Considerando las leyes sobre la usura y el respeto por la propiedad ajena (gleaning), ¿cómo podemos aplicar los principios de justicia económica y generosidad en nuestras propias vidas y comunidades, buscando el bienestar de nuestros hermanos en el Reino de Elohím antes que el beneficio personal desmedido?

3. Reflexionando sobre la enseñanza de Yeshúa HaMashíaj acerca del matrimonio en contraste con las regulaciones de Moshéh sobre el divorcio, ¿cómo podemos, como comunidad del Reino, apoyar y fortalecer el matrimonio como un reflejo del pacto entre Mashíaj y Su asamblea, y qué papel juega el perdón y la restauración en este proceso?

12. Resumen

La Aliyá 4 de la Parashá Ki Tetzei, Deuteronomio 23:15-24:4, nos presenta un mosaico de leyes que, aunque diversas, convergen en el establecimiento de un estándar ético y moral elevado para el pueblo de Israel. Desde la radical protección del esclavo fugitivo, pasando por la pureza en la adoración, la justicia económica y la integridad en los votos, hasta las regulaciones sobre el divorcio, cada precepto revela el corazón de Elohím para una sociedad justa y santa. Estas leyes prefiguran la plenitud del Reino de Yeshúa HaMashíaj, donde la libertad, la dignidad del individuo, la santidad y la restauración de las relaciones son valores centrales, guiando a Sus discípulos a vivir una vida que honre a Adonái y manifieste Su amor y justicia en la tierra.

13. Tefiláh (Oración)

Adonái Elohím de Avraham, Yitzḥak y Yaakov, Te damos gracias por Tu Torah, que es luz para nuestro sendero y verdad para nuestra vida. Te pedimos, HaShem, que Tu Ruaj HaKodesh nos capacite para encarnar los principios de justicia y misericordia revelados en esta Aliyá. Ayúdanos a ser un refugio seguro para los oprimidos, a practicar la generosidad y la integridad en todas nuestras interacciones, y a honrar el pacto matrimonial como un reflejo de la unión de Yeshúa HaMashíaj con Su asamblea. Que Tu Reino de los Cielos se manifieste poderosamente a través de nuestras vidas, para la gloria de Tu Santo Nombre, en el nombre de Maran Yeshúa. Amén.

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Parashá 49 Ki Tetze (כי תצא) – Aliyah 3

Aliyáh 3: (Deuteronomio 22:8-23:7) Leyes sobre la pureza sexual y la exclusión de ciertos grupos del Kahal (congregación).
Haftaráh: Isaías 55:6-56:8 (El llamado a la pureza y la promesa para los extranjeros que se unen a Adonái).
Brit Hadasháh: 1 Corintios 6:18-20 (La importancia de la pureza sexual para los creyentes).

Shalom en el nombre bendito de Yeshúa HaMashíaj, la Luz del Reino de los Cielos, desde el seno de la academia del Reino de Yeshúa HaMashíaj. Es para mí un honor y un privilegio desentrañar los tesoros de la Torah, revelando su profunda sabiduría y su conexión ineludible con la manifestación del Reino de Elohím. Nos adentramos hoy en la Aliyá 3 de la Parashá Ki Tetzei, un pasaje que, a primera vista, puede parecer una colección dispar de mandatos, pero que, al ser iluminado por el Ruaj HaKodesh, revela principios fundamentales para la santidad del pueblo de HaShem y la preparación de un camino para el Rey Mashíaj.

Tema: Leyes sobre el matrimonio (Contexto de Pureza Comunitaria y Linaje)

1. Texto Hebreo Interlineal

Pasaje: Deuteronomio 23:2-23:14 (Numeración Hebrea)

2. Haftaráh Analizada

Pasaje: Yesha’yahu (Isaías) 54:1-10

Análisis: La Haftaráh de la Parashá Ki Tetzei, tomada de Yesha’yahu 54:1-10, resuena profundamente con el tema de la Aliyá 3, aunque de manera alegórica. Yesha’yahu 54 es una profecía de consuelo y restauración para Tziyon, descrita como una mujer estéril y desolada que Adonái ha abandonado por un breve momento, pero a quien ahora promete una expansión gloriosa y un pacto eterno de paz. El profeta declara: “Canta, oh estéril, la que no dio a luz; levanta canción y da voces de júbilo, la que nunca estuvo de parto; porque más son los hijos de la desamparada que los de la casada, ha dicho Adonái” (Yesha’yahu 54:1).

Mientras que nuestra Aliyá se enfoca en leyes que regulan la pureza de la asamblea de Israel y el linaje, excluyendo a aquellos que son impuros o resultado de uniones ilícitas (como el mamzer), la Haftaráh habla de la restauración de la nación a un estado de fructificación y bendición bajo el pacto de Adonái. La “mujer desamparada” (Israel) es el paralelo mesiánico del pueblo de Elohím que espera la redención. La impureza en la Aliyá, que excluye a individuos de la asamblea, simboliza cualquier cosa que impida la plena comunión con HaShem y con el cuerpo del pueblo del pacto. El Midrash Konen (Bet HaMidrash 1:29) y el Targum Yonatan ben Uziel a Yesha’yahu 54:1 interpretan la “estéril” como Yerushalayim, que en el futuro verá a sus hijos reunirse de todas las naciones. Esta reunificación es posible solo a través de la purificación y la restauración del pacto, que Yeshúa HaMashíaj vino a establecer en toda su plenitud.

La fidelidad de Adonái, enfatizada en Yesha’yahu 54:10 (“Porque los montes se moverán, y los collados temblarán; pero no se apartará de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz se romperá, dijo Adonái, el que tiene misericordia de ti”), contrasta con las acciones humanas que pueden llevar a la impureza y la exclusión. El amor de Adonái es el fundamento sobre el cual se construye un pueblo puro y santo, capaz de recibir las bendiciones del Reino. Las leyes de nuestra Aliyá, al establecer límites para la entrada en la congregación, buscan proteger esta santidad, preparando un pueblo digno de la promesa de expansión y paz eterna descrita en la Haftaráh. De esta manera, las leyes sobre la pureza del matrimonio y el linaje son piedras angulares para la edificación de la “esposa” de Adonái, es decir, el pueblo de Israel, que un día se unirá con Yeshúa HaMashíaj en las bodas celestiales.

3. Brit Hadasháh (Arameo)

Pasaje: MatitYahu (Mateo) 19:3-9

Texto Arameo (Siríaco Oriental – Pshitta) y Traducción Literal:

Texto Hebreo OriginalFonética TiberianaTraducción Palabra por PalabraTraducción Literal del Verso
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לֹא יָבֹא פְּצוּעַ דַּכָּאLo ya-vo fiẓu’a dakáNo entrará herido aplastadoNo entrará en la asamblea de Adonái el que tenga los testículos aplastados.
וּכְרוּת שָׁפְכָה בִּקְהַל יְהוָהU-jerut šafjá bi-qahal Adonáiy-cortado órgano-genital en-asamblea de-AdonáiNo entrará el que tenga su órgano viril cortado en la asamblea de Adonái.
לֹא יָבֹא מַמְזֵר בִּקְהַל יְהוָהLo ya-vo mamzer bi-qahal AdonáiNo entrará ilegítimo en-asamblea de-AdonáiNo entrará un hijo ilegítimo en la asamblea de Adonái.
גַּם דּוֹר עֲשִׂירִי לֹא יָבֹא לוֹ בִּקְהַל יְהוָהGam dor asirí lo ya-vo lo bi-qahal AdonáiTambién generación décima no entrará a-él en-asamblea de-AdonáiIncluso la décima generación de él no entrará en la asamblea de Adonái.
לֹא יָבֹא עַמּוֹנִי וּמוֹאָבִי בִּקְהַל יְהוָהLo ya-vo Amoní u-Mo’aví bi-qahal AdonáiNo entrará amonita y-moabita en-asamblea de-AdonáiNo entrará un amonita ni un moabita en la asamblea de Adonái.
גַּם דּוֹר עֲשִׂירִי לֹא יָבֹא לָהֶם בִּקְהַל יְהוָה עַד עוֹלָםGam dor asirí lo ya-vo la-hem bi-qahal Adonái ad olamTambién generación décima no entrará a-ellos en-asamblea de-Adonái hasta siempreIncluso la décima generación de ellos no entrará en la asamblea de Adonái para siempre.
עַל דְּבַר אֲשֶׁר לֹא קִדְּמוּ אֶתְכֶם בַּלֶּחֶם וּבַמַּיִםAl devar ašer lo qidemu et-jem ba-léḥem u-va-máyimPor causa de-que no salieron-a-vuestro-encuentro a-vosotros con-el-pan y-con-el-aguaPor cuanto no salieron a vuestro encuentro con pan y con agua
בַּדֶּרֶךְ בְּצֵאתְכֶם מִמִּצְרָיִם וַאֲשֶׁר שָׂכַר עָלֶיךָBa-dérej be-ẓet-jem mi-Miẓrayim va-ašer sajár aléjaen-el-camino al-salir-vosotros de-Mitzrayim y-que contrató contra-tien el camino cuando salisteis de Mitzrayim, y por cuanto contrataron contra ti
אֶת בִּלְעָם בֶּן בְּעוֹר מִפְּתוֹר אֲרַם נַהֲרַיִם לְקַלְלֶךָּEt Bilam ben Beor mi-Petor Aram Naharayim le-qalelékjaa Bilam hijo de Beor de Petor Aram de-dos-ríos para-maldecirtea Bilam ben Beor de Petor de Aram Naharayim para maldecirte.
וְלֹא אָבָה יְהוָה אֱלֹהֶיךָ לִשְׁמֹעַ אֶל בִּלְעָםVe-lo avá Adonái Elohéja li-šmo’a el BilamY-no quiso Adonái tu-Elohím escuchar a BilamPero Adonái tu Elohím no quiso escuchar a Bilam;
וַיַּהֲפֹךְ יְהוָה אֱלֹהֶיךָ לְךָ אֶת הַקְּלָלָה לִבְרָכָהVa-yahafój Adonái Elohéja le-já et ha-qelalá li-vrajáy-volvió Adonái tu-Elohím para-ti la maldición en-bendicióny Adonái tu Elohím convirtió para ti la maldición en bendición,
כִּי אֲהֵבְךָ יְהוָה אֱלֹהֶיךָKi ahevjá Adonái Elohéjaporque te-amó Adonái tu-Elohímporque Adonái tu Elohím te amó.
לֹא תִדְרֹשׁ שְׁלֹמָם וְטוֹבָתָם כָּל יָמֶיךָ לְעוֹלָםLo tidróš šelomam ve-tovatam kol yaméja le-olamNo buscarás su-paz y-su-bienestar todos tus-días para-siempreNo buscarás su paz ni su bienestar todos tus días para siempre.
לֹא תְתַעֵב אֲדֹמִי כִּי אָחִיךָ הוּאLo tetab Adomí ki aḥíja huNo aborrecerás edomita porque tu-hermano élNo aborrecerás al edomita, porque es tu hermano.
לֹא תְתַעֵב מִצְרִי כִּי גֵר הָיִיתָ בְאַרְצוֹLo tetab Miẓrí ki ger hayíta be-arẓoNo aborrecerás egipcio porque extranjero fuiste en-su-tierraNo aborrecerás al egipcio, porque extranjero fuiste en su tierra.
בָּנִים אֲשֶׁר יִוָּלְדוּ לָהֶם דּוֹר שְׁלִישִׁי יָבֹא לָהֶם בִּקְהַל יְהוָהBanim ašer yi-vávldu la-hem dor šeliší ya-vo la-hem bi-qahal AdonáiHijos que nacerán a-ellos generación tercera entrará a-ellos en-asamblea de-AdonáiLos hijos que les nazcan, la tercera generación, podrán entrar en la asamblea de Adonái.
כִּי תֵצֵא מַחֲנֶה עַל אֹיְבֶיךָ וְנִשְׁמַרְתָּ מִכֹּל דָּבָר רָעKi tetzé maḥané al oyvéja ve-nišmarta mi-kol davar raCuando salgas campamento contra tus-enemigos y-te-guardarás de-toda cosa malaCuando salgas con el ejército contra tus enemigos, te guardarás de toda cosa mala.
כִּי יִהְיֶה בְךָ אִישׁ אֲשֶׁר לֹא יִהְיֶה טָהוֹר מִקְרֵה לָיְלָהKi yihyé ve-já iš ašer lo yihyé tahor mi-qeré layláCuando haya en-ti hombre que no sea puro por-emisión de-nocheSi hubiere en ti hombre que no estuviere puro por causa de alguna emisión nocturna,
וְיָצָא אֶל מִחוּץ לַמַּחֲנֶה לֹא יָבֹא אֶל תּוֹךְ הַמַּחֲנֶהVe-yaẓa el mi-ḥutz la-maḥané lo ya-vo el toj ha-maḥanéy-saldrá fuera del-campamento no entrará dentro del-campamentosaldrá fuera del campamento; no entrará en medio del campamento.
וְהָיָה לִפְנוֹת עֶרֶב יִרְחַץ בַּמָּיִםVe-hayá li-fnot érev yirḥaẓ ba-máyimY-será al-caer la-tarde se-lavará con-aguaY será que al caer la tarde se lavará con agua,
וּכְבֹא הַשֶּׁמֶשׁ יָבֹא אֶל תּוֹךְ הַמַּחֲנֶהU-je-vo ha-šémeš ya-vo el toj ha-maḥanéy-al-entrar el-sol entrará dentro del-campamentoy al ponerse el sol podrá entrar en medio del campamento.
וְיָד תִּהְיֶה לְךָ מִחוּץ לַמַּחֲנֶה וְיָצָאתָ שָׁמָּה חוּץVe-yad tihyé le-já mi-ḥutz la-maḥané ve-yaẓáta šáma ḥutzY-pala habrá para-ti fuera del-campamento y-saldrás allí fueraY tendrás una pala contigo fuera del campamento; y cuando salgas afuera,
וְכָפַתָּ אֶת צֵאתֶךָVe-jafáta et ẓetéjay-cubrirás a tus-excrementosy cubrirás tus excrementos.
Texto Arameo OriginalFonética Siríaca OrientalTraducción Palabra por Palabra

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ܘܩܪܒܘ ܠܘܬܗ ܦܪܝܫܐ ܘܡܢܣܝܢ ܗܘܘ ܠܗWa-qrabu lawteh pariše w-mnassîn hwau lehY-se-acercaron a-él fariseos y-tentaban estaban a-él
ܘܐܡܪܝܢ ܐܢܫ ܠܐ ܫܠܝܛ ܠܡܫܒܩ ܐܢܬܬܗW-amrîn anaš la šlîṭ l-mešbaq antattehy-decían ¿Es-lícito a-un-hombre dejar a-su-mujer
ܥܠ ܟܠ ܥܠܬܐ ܗܘAl kul illtâ hûpor toda causa ella?
ܗܘ ܕܝܢ ܐܡܪ ܠܗܘܢ ܠܐ ܩܪܝܬܘܢ ܕܗܘ ܕܥܒܕ ܒܪܫܝܬHû dên amar lehôn la qrîton da-hwâ da-`bad b-rêšîtÉl pues dijo a-ellos ¿No leísteis que Él el-que-hizo en-el-principio
ܕܟܪܐ ܘܢܩܒܬܐ ܥܒܕ ܐܢܘܢDḵarâ w-nqaḇtâ `bad annônvarón y-hembra los-hizo a-ellos?
ܘܐܡܪ ܥܠ ܗܕܐ ܢܫܒܘܩ ܓܒܪܐ ܠܐܒܘܗܝ ܘܠܐܡܗW-amar al hadâ nešboq gaḇrâ l-abûhy w-l-immehY-dijo Por esto dejará hombre a-su-padre y-a-su-madre
ܘܢܩܦ ܠܐܢܬܬܗ ܘܢܗܘܘܢ ܬܪܝܗܘܢ ܚܕ ܒܣܪW-nešqaq l-antatteh w-nehwôn trêhôn ḥad bsary-se-unirá a-su-mujer y-serán ambos una carne
ܗܟܝܠ ܠܐ ܗܘܘ ܬܪܝܢ ܐܠܐ ܚܕ ܒܣܪHākîl la hwau trêyn ella ḥad bsarAsí que no son dos sino una carne
ܡܕܡ ܗܟܝܠ ܕܐܠܗܐ ܙܓܗ ܐܢܫ ܠܐ ܢܦܪܫMîdêm hākîl da-Allaha zaḡeh anaš la nefrašLo-que pues que-Elohím unió hombre no separe
ܐܡܪܝܢ ܠܗ ܟܕ ܕܝܢ ܡܘܫܐ ܦܩܕ ܕܢܬܠAmrîn leh kad dên Môšâ paqad da-netelDicen a-él ¿Por qué pues Moshéh ordenó dar
ܟܬܒܐ ܕܫܘܒܩܢܐ ܘܢܫܒܩܝܗKṭābâ d-šubbqānâ w-nešbaqîh?un-escrito de-divorcio y-la-dejara?
ܐܡܪ ܠܗܘܢ ܡܘܫܐ ܠܘܩܒܠ ܩܫܝܘܬ ܠܒܟܘܢAmar lehôn Môšâ lwâqbal qašyût leḇkônDijo a-ellos Moshéh por-causa-de la-dureza de-vuestro-corazón
ܐܢܦܩ ܠܟܘܢ ܕܬܫܒܩܘܢ ܢܫܝܟܘܢAnpeq l-kôn da-tešbqun našaykônpermitió a-vosotros dejar a-vuestras-mujeres
ܠܐܪܫܝܬܐ ܕܝܢ ܠܐ ܗܘܐ ܗܟܢܐL-rešîtâ dên la hwâ hākannâPero en-el-principio no fue así
ܐܡܪ ܐܢܐ ܠܟܘܢ ܕܟܠ ܡܢ ܕܫܒܩ ܐܢܬܬܗAmar ana l-kôn da-kul man da-šbaq antattehDigo yo a-vosotros que-todo aquel que-deja a-su-mujer
ܠܐ ܒܥܠܬ ܙܢܝܘܬܐ ܘܢܣܒ ܐܚܪܬܐ ܓܐܪLa b-illtâ zanyûtâ w-nesab aḥertâ gê’arno por-causa-de fornicación y-toma otra adultera
ܘܡܢ ܕܫܒܩܬܐ ܢܣܒ ܐܦ ܗܘ ܓܐܪW-man da-šbaqtâ nesab af hû gê’ary-quien a-la-dejada toma también él adultera

Análisis: Este pasaje de la Brit Hadasháh, con Maran Yeshúa abordando la cuestión del divorcio, ofrece una perspectiva vital para entender la Aliyá 3. Aunque la Aliyá 3 no trata directamente sobre el divorcio, sino sobre quién puede y no puede entrar en la asamblea de Adonái (Deuteronomio 23:2-9) y sobre la pureza del campamento (Deuteronomio 23:10-14), ambos textos comparten un hilo conductor: la santidad y la pureza en el contexto del pueblo del pacto de Elohím.

Maran Yeshúa, en MatitYahu 19:3-9, eleva el estándar de la ley mosaica sobre el divorcio al llevarla de regreso al propósito original de la creación, la unión “una carne” de un hombre y una mujer (Bereshit/Génesis 2:24). Él enfatiza que lo que Elohím ha unido, el hombre no debe separarlo. Esta enseñanza subraya la importancia de la fidelidad y la pureza en las relaciones matrimoniales, reflejando el estándar de santidad esperado en el Reino de los Cielos.

La exclusión del mamzer (el hijo nacido de una unión ilícita) de la asamblea de Adonái hasta la décima generación en Deuteronomio 23:3 es una ley que resalta las consecuencias de las uniones que no están en línea con el diseño Divino. Esta ley no es solo sobre el castigo del individuo, sino sobre la preservación de la pureza del linaje de Israel, la nación sacerdotal. En el Reino de los Cielos, el énfasis se traslada de la pureza ceremonial exterior a la pureza del corazón y la intención. Sin embargo, los principios subyacentes de la santidad del matrimonio y la importancia del linaje (espiritual en el Brit Hadasháh) siguen siendo primordiales. Yeshúa HaMashíaj vino a establecer un Reino donde la pureza moral y espiritual es el sello distintivo de sus ciudadanos.

Textos apócrifos y pseudepigráficos como el Libro de Jubileos (por ejemplo, Jubileos 30:7-10) también enfatizan la santidad del matrimonio y la prohibición de la mezcla con gentiles o de uniones ilícitas, mostrando una preocupación continua en el Segundo Templo por la pureza del linaje de Israel. El Testamento de Leví 9:9-10, parte de los Testamentos de los Doce Patriarcas, habla de un sacerdocio puro que no se contaminará con mujeres extrañas o fornicación, lo que resalta la conexión entre la pureza sexual y la capacidad de servir a Elohím. Estas obras reflejan la preocupación de que la pureza del pueblo esté ligada a la pureza de sus uniones, una preocupación que Yeshúa HaMashíaj no abolió, sino que profundizó y espiritualizó para el Reino de Elohím. Mar Yeshúa nos enseña que la santidad de las relaciones es fundamental para ser parte de la comunidad de fe que refleja el carácter del Santo de Israel.

4. Contexto Histórico

La Aliyá 3 de Ki Tetzei se enmarca dentro del discurso final de Moshéh a los hijos de Israel en las llanuras de Moav, justo antes de su entrada a la Tierra Prometida. Deuteronomio, o Devarim (Palabras), es esencialmente una recapitulación y una clarificación de la Torah, con un énfasis particular en la observancia de los mandatos al entrar en la tierra.

El pasaje 23:2-14 aborda la pureza y la santidad de la qahal Adonái (קהל יהוה), la “asamblea de Adonái”, que se refiere tanto a la congregación de Israel como al ámbito de la presencia Divina. En este contexto, el tema “Leyes sobre el matrimonio” se interpreta de manera amplia para incluir leyes que definen quiénes son considerados miembros plenos del pacto y, por extensión, aptos para las relaciones matrimoniales dentro de la comunidad, así como la pureza física y moral necesaria para la vida en la presencia de HaShem.

Las prohibiciones de entrada a la asamblea (23:2-9) reflejan las preocupaciones culturales y teológicas de la época:

1. Impotencia o Castración (23:2): En el antiguo Oriente Próximo, la capacidad de procrear era fundamental para la continuidad familiar y tribal. La castración, a menudo resultado de heridas de guerra o prácticas paganas, era vista como una alteración de la creación Divina y una incapacidad para cumplir el mandato de “fructificad y multiplicaos” (Bereshit 1:28).

2. Mamzer (ilegítimo) (23:3): La ley sobre el mamzer destaca la importancia del matrimonio legítimo y la pureza sexual. Un mamzer es un niño nacido de una relación sexual prohibida por la Torah, específicamente incesto o adulterio de una mujer casada con un hombre que no es su esposo (según la interpretación rabínica posterior). Su exclusión de la asamblea protegía la santidad de las relaciones familiares y el orden social de Israel, enfatizando la fidelidad conyugal como piedra angular de la sociedad teocrática. El Midrash Sifrei Devarim 247 comenta extensamente sobre la gravedad de la unión que produce un mamzer.

3. Amonitas y Moabitas (23:4-7): Su exclusión se basa en su hostilidad histórica hacia Israel durante el Éxodo, negándoles provisiones y contratando a Bilam para maldecirlos. Esta prohibición resalta la necesidad de fidelidad al pacto y la memoria histórica de la nación.

4. Edomitas y Egipcios (23:8-9): A diferencia de los amonitas y moabitas, se permite la entrada de sus descendientes en la tercera generación. Esto se debe a la relación de parentesco (Edom como descendiente de Esav, hermano de Yaakov) y la gratitud por la hospitalidad pasada de Egipto, a pesar de la opresión. Estas leyes muestran un matiz en las relaciones exteriores y la posibilidad de redención y asimilación a través del tiempo, que indirectamente afectaría las uniones matrimoniales y la integración en el pueblo del pacto.

Las leyes sobre la pureza del campamento (23:10-14) eran cruciales para una nación en guerra y en proceso de establecerse. La presencia de Adonái en medio de su pueblo requería un ambiente de santidad ceremonial y física. La contaminación nocturna o los excrementos corporales debían ser manejados de manera que no profanaran la morada Divina, una manifestación de la Torá que se extiende a cada aspecto de la vida. Esta preocupación por la higiene y la santidad es única entre las naciones antiguas y subraya la naturaleza especial del pueblo de Israel como “un reino de sacerdotes y una nación santa” (Shemot/Éxodo 19:6). Arqueológicamente, se han encontrado campamentos militares antiguos con disposiciones para la higiene, pero la motivación teológica expresada aquí es distintiva.

5. Comentarios Proféticos

El pasaje de Deuteronomio 23:2-14, aunque arraigado en el contexto de Israel en el desierto, posee una resonancia profética profunda para el Reino de Yeshúa HaMashíaj. Las leyes sobre la pureza de la asamblea y la santidad del campamento son sombras proféticas de la pureza que HaShem demanda para su Reino venidero.

1. La Pureza del Reino: Las exclusiones de la asamblea de Adonái (el mamzer, el eunuco, ciertas naciones) apuntan a la naturaleza santa e inmaculada del Reino de los Cielos. En el Mashíaj, las barreras físicas y las impurezas por nacimiento son trascendidas por la fe y el nuevo nacimiento por el Ruaj HaKodesh. Sin embargo, el principio de una asamblea santa permanece. Maran Yeshúa enseña que solo los de corazón puro verán a Elohím (MatitYahu 5:8). Este no es un llamado a la perfección humana, sino a una entrega y transformación del corazón por el poder del Mashíaj.

2. El Mamzer y la Redención de Linaje: La ley del mamzer habla de las consecuencias del pecado generacional y las uniones ilícitas. Proféticamente, Yeshúa HaMashíaj vino a redimir los linajes rotos y las consecuencias del pecado. Aunque las leyes ceremoniales de exclusión ya no rigen de la misma manera en el Brit Hadasháh, el principio de la santidad del matrimonio y la importancia de la procreación dentro de los límites del pacto Divino sigue siendo un ideal. Mar Yeshúa dignificó el matrimonio y lo restauró a su diseño original (MatitYahu 19), mostrando que la gracia puede restaurar lo que la transgresión ha dañado.

3. Inclusión y Exclusión en el Reino Mesiánico: La diferenciación entre amonitas/moabitas (excluidos para siempre) y edomitas/egipcios (aceptados en la tercera generación) es profética de la manera en que el Reino de los Cielos se expandiría. Si bien el antiguo Israel tenía límites étnicos y de pacto específicos, el Reino de Yeshúa HaMashíaj es para “todo el que crea” (Yohanan 3:16). Sin embargo, hay un estándar de obediencia y conversión genuina. La paciencia de Elohím para con edomitas y egipcios prefigura la inclusión de gentiles en el pueblo del pacto a través del Mashíaj, demostrando que la animosidad puede ser superada por el amor Divino y la fidelidad a HaShem.

4. Santidad del Campamento y la Shejiná del Mashíaj: Las leyes de pureza del campamento (Deuteronomio 23:10-14), con la necesidad de manejar la inmundicia física y ritual, son una prefiguración de la pureza espiritual y moral que debe caracterizar a los discípulos de Yeshúa HaMashíaj. “Porque Adonái tu Elohím anda en medio de tu campamento” (Deuteronomio 23:15, aunque fuera de nuestro rango directo, es el contexto). Esta realidad de la presencia Divina requiere santidad. En el Reino Mesiánico, la presencia del Ruaj HaKodesh habita en cada creyente, haciendo de nuestro cuerpo un Templo (1 Corintios 6:19) y de la comunidad de creyentes un santuario. La pureza física y moral sigue siendo vital porque reflejamos la santidad de HaShem. Maran Yeshúa, el Mashíaj, es quien nos purifica y nos capacita para andar en santidad, preparando a Su pueblo para Su gloriosa venida y el establecimiento completo del Reino de los Cielos en la tierra.

6. Análisis Profundo

El pasaje 23:2-14 de Deuteronomio es una sección compleja que subraya el concepto central de la qedušah (קְדֻשָּׁה – qedušáh), santidad, dentro de la comunidad de Israel. La “asamblea de Adonái” (קְהַל יְהוָה – qahal Adonái) no es meramente un grupo social o político, sino una congregación sagrada, un cuerpo de pacto que debe reflejar el carácter de su Elohím.

1. Implicaciones del “Pezu’a Daka” (פְּצוּעַ דַּכָּא) y “Kerut Shafja” (כְּרוּת שָׁפְכָה) (23:2): Estas condiciones se refieren a la incapacidad reproductiva masculina, ya sea por daño físico (testículos aplastados) o castración. La exclusión no es un juicio moral sobre la persona, sino una designación de su incapacidad para participar plenamente en el mandato de la procreación y la continuación del linaje de Israel. En una sociedad teocrática, la línea familiar era crucial para la herencia de la tierra y la preservación del pacto. La Torah busca preservar la integridad física y funcional del pueblo. Midrashim como el Sifrei Devarim 247 discuten las diversas condiciones que califican bajo estas categorías, enfatizando la visión de la Torah de la persona completa y su capacidad para la vida familiar.

2. El Mamzer (מַמְזֵר) (23:3): Este término, a menudo traducido como “bastardo” o “hijo ilegítimo”, es más específico en hebreo. La Halajáh rabínica lo define como el producto de relaciones sexuales prohibidas por la Torah, específicamente aquellas que llevarían a la pena de karet (exclusión del pueblo), como el incesto o el adulterio. La severidad de su exclusión (“hasta la décima generación”) subraya la gravedad de la violación del matrimonio y la pureza familiar. No es un castigo sobre el niño inocente, sino una advertencia a la comunidad sobre la importancia crítica de la santidad marital. El Targum Onkelos traduce mamzer como “hijo de una mujer prostituida”, o “hijo de una unión ilícita”, destacando la transgresión sexual detrás de su origen. La Mishnah Yevamot 4:13 discute la categoría de mamzer extensamente, subrayando su origen en relaciones prohibidas por la Torah.

3. Amonitas y Moabitas (23:4-7) vs. Edomitas y Egipcios (23:8-9): La distinción entre estas naciones revela los principios Divinos de justicia, misericordia y memoria histórica. Los amonitas y moabitas son excluidos perpetuamente debido a su hostilidad activa (no ofrecieron agua y pan) y su intento de socavar a Israel a través de Bilam. Su genealogía también es problemática, siendo descendientes de la unión incestuosa de Lot y sus hijas (Bereshit 19). El Midrash Tanhuma Buber, Balak 17, relata la maldad de Moav y Amón en la historia de Bilam.

Por otro lado, Edom, siendo descendiente de Esav, es considerado un “hermano” (אָחִיךָ – aḥíja), y Egipto, a pesar de la esclavitud, ofreció refugio a Avraham y su familia en tiempos de hambruna y sirvió como lugar de exilio para Yaakov. La posibilidad de que sus descendientes entren en la asamblea después de tres generaciones demuestra la posibilidad de arrepentimiento y asimilación gradual, enfatizando la gracia de HaShem. Esta discriminación no es por racismo, sino por un patrón histórico de relación con HaShem y su pueblo, lo que influye en la idoneidad para la plena membresía del pacto.

4. Pureza del Campamento (23:10-14): Las leyes de pureza ritual y física para el campamento (incluyendo la emisión nocturna y la eliminación de excrementos) son fundamentales. “Porque Adonái tu Elohím anda en medio de tu campamento” (23:15). La presencia Divina demanda un ambiente de santidad. Estas leyes enseñan que la santidad no es solo para el Tabernáculo, sino para cada aspecto de la vida del pueblo del pacto. La palabra “cosa mala” (דָבָר רָע – davar ra) en 23:10 no solo se refiere a la inmundicia física, sino también a la maldad moral que debe evitarse para mantener un campamento santo. El Targum Yonatan ben Uziel a 23:10 para “davar ra” incluye también el “mal del pecado”, ampliando la aplicación de la pureza a lo moral.

En síntesis, la Aliyá 3, bajo el título “Leyes sobre el matrimonio” en un sentido amplio, establece los requisitos de pureza y santidad para la comunidad de Israel, tanto en su linaje como en su vida diaria, porque Adonái reside en medio de ellos. Estas leyes sientan las bases para un pueblo que puede entrar en relaciones de pacto santas con Elohím y unos con otros, incluyendo el matrimonio, que es la unión más íntima de dos seres humanos.

7. Tema Relevante

Un tema central y relevante de esta Aliyá es la “Santidad de la Comunidad del Pacto y la Pureza del Linaje”.

Esta Aliyá no solo regula quién puede ser parte de la qahal Adonái (קהל יהוה – qahal Adonái), la asamblea de Adonái, sino que también establece estándares para mantener la santidad necesaria para que HaShem habite en medio de su pueblo. La pureza en el matrimonio y el linaje son elementos fundamentales para esta santidad.

La ley del mamzer (ilegítimo) es un testimonio de la seriedad con la que HaShem considera la institución del matrimonio. Una unión ilícita no solo tiene consecuencias para los involucrados, sino también para su descendencia, afectando la identidad de la comunidad. Esto no es un acto de crueldad, sino una advertencia y una salvaguarda para la pureza del pueblo que llevaría la promesa mesiánica. Es un recordatorio de que la forma en que se forman las familias impacta directamente la santidad del Reino.

La inclusión diferenciada de las naciones (amonitas/moabitas versus edomitas/egipcios) refleja el compromiso de HaShem con la justicia y la misericordia, pero siempre dentro de los límites de Su pacto. La memoria histórica y el comportamiento hacia Israel son criterios para la integración en la comunidad del pacto.

Finalmente, las leyes de pureza del campamento (Deuteronomio 23:10-14) extienden el concepto de santidad más allá de las relaciones matrimoniales y el linaje a la vida cotidiana de todo el pueblo. La limpieza física y ritual es una manifestación externa de un estado interno de reverencia por la presencia de Adonái. El campamento era una imagen en miniatura de la nación, y la nación era un templo para la Shejiná de Elohím. La santidad no es una opción, sino un requisito para un pueblo que tiene a su Elohím caminando entre ellos.

Para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos, este tema es de profunda relevancia. Aunque las prohibiciones literales sobre quién puede entrar en la asamblea se interpretan de manera diferente en la Brit Hadasháh (Gálatas 3:28, Colosenses 3:11), el principio de la santidad de la comunidad y la pureza moral permanece. La asamblea de los creyentes es el cuerpo de Mashíaj, y cada miembro es un templo del Ruaj HaKodesh. La pureza en las relaciones matrimoniales (1 Corintios 7, Efesios 5), la integridad moral y la evitación de la “cosa mala” (davar ra) son esenciales para la vida en el Reino de Elohím. Yeshúa HaMashíaj llama a Sus discípulos a una santidad de corazón y espíritu que supera con creces las demandas de la ley externa, capacitando a Su pueblo para vivir vidas que reflejen la presencia santa de HaShem en medio de ellos.

8. Descubriendo a Mashíaj

El pasaje de Deuteronomio 23:2-14, aparentemente centrado en leyes de pureza y exclusión, apunta o revela aspectos profundos de la vida, obra y persona de Yeshúa HaMashíaj de varias maneras.

1. Yeshúa HaMashíaj, el que Purifica la Asamblea: La preocupación central de la Aliyá es la santidad de la qahal Adonái. Yeshúa HaMashíaj es el sumo sacerdote y el Rey que ha venido a establecer un Reino donde la asamblea de Elohím es verdaderamente santa. Él no solo elimina las barreras físicas y ceremoniales, sino que limpia el corazón. Donde la Torah excluía al mamzer y a otros por linaje o condición física, Maran Yeshúa ofrece redención y una nueva identidad en Él, abriendo el Reino de los Cielos a todos los que creen, purificándolos por Su sangre y por el Ruaj HaKodesh. Él mismo es el “eunuco” voluntario que se hizo incapaz de procrear físicamente para traer multitud de hijos espirituales (Yesha’yahu 56:3-5, donde se promete una “mejor porción” a los eunucos fieles). En el Reino de los Cielos, la incapacidad física para procrear no excluye de la comunión, sino que la fidelidad a HaShem abre la puerta a una herencia eterna.

2. La Redención de Linajes y la Inclusión del Gentil: Las leyes de exclusión de amonitas, moabitas y la inclusión limitada de edomitas y egipcios prefiguran la obra de Yeshúa HaMashíaj en romper las barreras entre judíos y gentiles. Él es la “Luz de las Naciones” (Yesha’yahu 49:6), quien derriba el muro de separación. En Mar Yeshúa, no hay amonita ni moabita que sea excluido si confía en Él. Rut, una moabita, se convirtió en parte del linaje de David HaMelej y, por ende, en el linaje de Yeshúa HaMashíaj, mostrando que la gracia de HaShem puede trascender incluso las prohibiciones de la Torah cuando hay una genuina conversión y fidelidad. El Midrash Rut Rabbah 4:6 ya debatía cómo se podía interpretar la prohibición para que Rut pudiera ser aceptada, viendo una conexión con la “décima generación”. La obra de Mashíaj supera estas limitaciones, haciendo posible la plena inclusión.

3. Santidad del Campamento y la Presencia del Mashíaj: Las leyes de pureza del campamento se cumplen y elevan en Yeshúa HaMashíaj. Él es el verdadero Templo de Elohím (Yohanan 2:21), y Su presencia entre Sus discípulos hace que cada lugar, y especialmente Sus seguidores, sea un “campamento santo”. El “davar ra” (cosa mala) que debía ser evitado no es solo la impureza física, sino el pecado en todas sus formas. Yeshúa HaMashíaj nos libera del poder del pecado y nos capacita para vivir vidas santas, porque el Reino de los Cielos está entre nosotros. La exhortación a la pureza de vida en 1 Pedro 1:15-16, “Sed santos, porque Yo soy santo”, es la esencia de esta verdad mesiánica.

4. Matrimonio y Alianzas en el Reino: Aunque el pasaje es de “Leyes sobre el matrimonio” en un sentido amplio, la pureza y la legitimidad del linaje son cruciales. Yeshúa HaMashíaj, al enfatizar la santidad original del matrimonio (MatitYahu 19:3-9), revela la importancia de las alianzas hechas bajo HaShem. Él es el Esposo fiel, y Su relación con Su pueblo es una relación de pacto matrimonial, las Bodas del Cordero. Él vino a establecer la Brit Hadasháh (Nueva Alianza) donde la fidelidad a Él es la esencia de la pureza y la santidad del creyente, preparándonos como Su novia para el Reino venidero.

Textos pseudepigráficos como el Libro de Enoc (Enoc 108:7-8) hablan de los justos que “serán la luz y la gloria de sus generaciones para siempre” y de cómo “el espíritu del Ruaj HaKodesh estará sobre ellos”, reflejando el ideal de una comunidad santa y un linaje puro que Yeshúa HaMashíaj cumple. El Testamento de Judá 20:2 también exhorta a la pureza para que no haya “ninguna mezcla de pecado en el pueblo de Adonái”, eco de la necesidad de mantener el campamento y la asamblea libres de contaminación. Yeshúa HaMashíaj es la encarnación perfecta de la santidad que la Torah demandaba y es el medio por el cual los ciudadanos del Reino de los Cielos pueden alcanzar esa santidad, por gracia, y vivir en una asamblea que refleje el esplendor de Su Padre.

9. Midrashim y Targumim

Los Midrashim y Targumim ofrecen interpretaciones ricas y expansivas del pasaje de Deuteronomio 23:2-14, a menudo llenando lagunas y proporcionando justificaciones teológicas y halájicas para las leyes.

1. Deuteronomio 23:2 (23:1 English) – Eunuco o Dañado Físicamente:

Midrash Sifrei Devarim 247: Este Midrash aclara que la prohibición se aplica a aquellos que fueron dañados de forma intencional o accidental, o a aquellos que nacieron con tales defectos. Se debate si la prohibición es solo para la qahal* (asamblea del pueblo) o también para el matrimonio. La interpretación general es que no pueden casarse con una hija de Israel. El énfasis es en la integridad física necesaria para la continuidad del linaje de Israel.

* Targum Onkelos: Traduce “פְּצוּעַ דַּכָּא” (peẓu’a daká) como “el que tiene testículos aplastados” y “כְּרוּת שָׁפְכָה” (jerut šafjá) como “el que tiene el órgano genital cortado”. La traducción es directa y literal, confirmando la comprensión de la condición física.

2. Deuteronomio 23:3 (23:2 English) – El Mamzer:

Midrash Sifrei Devarim 248: Este Midrash elabora sobre la identidad del mamzer. Sifrei aclara que el mamzer es el hijo de una unión cuya prohibición implica karet* (exclusión o corte del pueblo de Israel por HaShem), como el incesto, el adulterio o ciertas uniones prohibidas. No es el hijo de una unión ilícita cualquiera, sino de una de las más graves. Se discute la severidad de la prohibición hasta la décima generación, enfatizando la permanencia de la contaminación del linaje. Es una de las leyes más duras de la Torah, diseñada para proteger la santidad del matrimonio y del linaje de Israel.

* Targum Yonatan ben Uziel: Para “מַמְזֵר” (mamzer), ofrece una interpretación más descriptiva: “aquel que nace de un matrimonio prohibido por la Torah”. Destaca que la prohibición se basa en el origen de la unión que HaShem ha declarado como anatema.

3. Deuteronomio 23:4-7 (23:3-6 English) – Amonitas y Moabitas:

* Midrash Tanhuma, Balak 17: Este Midrash expande sobre la hostilidad de Amón y Moav, detallando cómo no solo se negaron a dar agua y pan a Israel, sino que también incitaron a Bilam a maldecirlos. Este Midrash y el Sifrei Devarim 249-250 enfatizan que su exclusión se debió a su crueldad y a su falta de hospitalidad, incluso cuando sabían que Israel era el pueblo de HaShem. Además, se añade la razón de su linaje incestuoso (Bereshit 19) como una causa de su inherente impureza y, por tanto, exclusión.

* Targum Onkelos: Subraya la ingratitud y la hostilidad de estas naciones como la razón de su exclusión perpetua, mientras que el Targum Yonatan ben Uziel añade la idea de que “ni siquiera buscarás su paz” como una prohibición activa de amistad.

4. Deuteronomio 23:8-9 (23:7-8 English) – Edomitas y Egipcios:

* Midrash Sifrei Devarim 251: Este Midrash profundiza en la razón de la distinción. Para Edom, la fraternidad (כי אחיך הוא – ki aḥíja hu, “porque es tu hermano”) se refiere a la descendencia común de Yitzḥak. Para Egipto, la razón es la hospitalidad ofrecida en tiempos de hambruna (כי גר היית בארצו – ki ger hayíta be-arẓo, “porque extranjero fuiste en su tierra”), a pesar de la posterior opresión. La tercera generación (דור שלישי – dor šeliší) se interpreta como el tiempo suficiente para que una nueva identidad se establezca, libre de las implicaciones del pasado.

* Targum Yonatan ben Uziel: Resalta que la razón para la inclusión después de tres generaciones para Edom es el parentesco con Yaakov, y para Egipto es que “fuisteis forasteros en su tierra”, y que deben recordar el bien que les hicieron en un principio.

5. Deuteronomio 23:10-14 (23:9-13 English) – Pureza del Campamento:

* Midrash Sifrei Devarim 254-259: Los Midrashim sobre esta sección enfatizan la profunda conexión entre la pureza física y la presencia Divina. La impureza ritual (como la emisión nocturna) y la suciedad física se consideran ofensivas a la Shejiná (שְׁכִינָה – Šejináh), la presencia de Elohím. Se debate la exactitud de los ritos de purificación. La pala (יָד – yad) en 23:14 se interpreta como un símbolo de humildad y diligencia en mantener la santidad del entorno.

* Targum Onkelos y Targum Yonatan ben Uziel: Ambos traducen fielmente las instrucciones de pureza, haciendo hincapié en la importancia de la limpieza para no provocar la ira Divina. El Targum Yonatan ben Uziel, en particular, interpreta “מִכֹּל דָּבָר רָע” (mi-kol davar ra – de toda cosa mala) en 23:10 no solo como impureza física, sino también como “cualquier palabra o pensamiento maligno”, extendiendo el concepto de pureza a la esfera moral y espiritual, anticipando la enseñanza del Mashíaj sobre la pureza del corazón.

En resumen, los Midrashim y Targumim no solo aclaran el significado literal de los versículos, sino que también profundizan en las razones teológicas detrás de los mandamientos, destacando la santidad de Israel como pueblo de pacto, la importancia del matrimonio y el linaje, y la necesidad de una vida pura en todas sus facetas debido a la inminente presencia de HaShem.

10. Mandamientos

De esta Aliyá, podemos extraer varios mandamientos (mitzvot) y principios de vida aplicables para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos:

1. Mantener la Pureza de la Comunidad (Espiritual y Moral): Aunque las exclusiones de linaje y condición física ya no aplican de la misma manera en el Reino de los Cielos (Gálatas 3:28), el principio subyacente es que la asamblea de los creyentes, el cuerpo de Mashíaj, debe ser santa. Los discípulos de Mashíaj están llamados a la pureza moral, evitando el pecado sexual y toda forma de inmundicia que pueda profanar la congregación y entristecer al Ruaj HaKodesh. La pureza de corazón es primordial para ver a Elohím y participar plenamente en Su Reino.

2. Valorar la Santidad del Matrimonio: La ley del mamzer es una dura advertencia sobre las consecuencias de las uniones ilícitas. Para los discípulos de Mashíaj, esto significa honrar el matrimonio como una institución Divina, manteniendo la fidelidad dentro de los lazos matrimoniales y viviendo en pureza antes del matrimonio. El matrimonio es un reflejo de la unión de Mashíaj con Su asamblea.

3. Evitar la Hostilidad y Practicar la Misericordia: La distinción entre amonitas/moabitas y edomitas/egipcios nos enseña sobre las consecuencias de la hostilidad persistente y la importancia de la misericordia. Los discípulos de Mashíaj están llamados a amar a sus enemigos y a mostrar misericordia, abriendo el camino para la reconciliación y la inclusión, tal como HaShem mostró paciencia con los descendientes de Edom y Egipto. Debemos ser agentes de paz y reconciliación, no de división.

4. Mantener la Santidad del Cuerpo y del Entorno Personal: Las leyes de pureza del campamento, aunque físicas, tienen una aplicación espiritual para los discípulos de Mashíaj. Nuestro cuerpo es templo del Ruaj HaKodesh (1 Corintios 6:19-20), y debemos mantenerlo puro, tanto física como moralmente. Además, debemos esforzarnos por mantener un entorno de vida que honre a HaShem, libre de inmundicia y desorden, reflejando el orden y la santidad del Reino de los Cielos. Este principio se extiende a la pureza de nuestros pensamientos y acciones, como enseñó Maran Yeshúa.

5. Recordar la Presencia de Adonái: El fundamento de todas estas leyes es la realidad de que “Adonái tu Elohím anda en medio de tu campamento”. Para los discípulos de Mashíaj, esto significa vivir cada día conscientes de la presencia del Ruaj HaKodesh en nosotros y entre nosotros. Esta conciencia nos impulsa a vivir en santidad, sabiendo que estamos en la presencia de nuestro Rey.

11. Preguntas de Reflexión

1. Considerando las leyes de exclusión de la qahal Adonái y la enseñanza de Maran Yeshúa sobre la pureza de corazón, ¿cómo deben los discípulos de Mashíaj equilibrar la necesidad de pureza en la comunidad con la compasión y la inclusión hacia aquellos que han sido marginados o afectados por las consecuencias del pecado en el Reino de los Cielos?

2. La ley del mamzer enfatiza la gravedad de las uniones ilícitas y sus consecuencias generacionales. En el contexto del Reino de Yeshúa HaMashíaj, ¿cómo podemos honrar la santidad del matrimonio y la pureza sexual de una manera que sea redentora y restauradora, en lugar de condenatoria, para aquellos que han experimentado o son el resultado de tales uniones?

3. Las leyes de pureza del campamento nos recuerdan que la presencia de Adonái requiere santidad en nuestro entorno. ¿Cómo se traduce esto en la vida práctica de un discípulo de Mashíaj en el siglo XXI, no solo en términos de pureza moral, sino también en cómo cuidamos nuestro cuerpo, nuestro hogar y nuestro ambiente, reflejando así la santidad del Reino de Elohím?

12. Resumen

La Aliyá 3 de la Parashá Ki Tetzei, Deuteronomio 23:2-14, establece leyes cruciales sobre la pureza y la santidad de la asamblea de Adonái, abarcando quién puede entrar en ella, las consecuencias de uniones ilícitas (el mamzer), las relaciones con naciones extranjeras y la pureza del campamento. Aunque tradicionalmente titulada “Leyes sobre el matrimonio” en un sentido amplio, estas regulaciones construyen un fundamento para la santidad del pueblo de Israel, esencial para su identidad como nación del pacto y morada de la Shejiná. Para el Reino de Yeshúa HaMashíaj, estas leyes trascienden lo literal para señalar la pureza moral y espiritual que Yeshúa HaMashíaj establece y que el Ruaj HaKodesh infunde en Sus discípulos, preparando a Su pueblo para una plena comunión con Elohím y la manifestación gloriosa de Su Reino.

13. Tefiláh (Oración)

Adonái Elohím de Israel, Te agradecemos por la profunda sabiduría de Tu Torah, que nos guía hacia la santidad y la pureza, preparando nuestros corazones y nuestras vidas para el Reino de Yeshúa HaMashíaj. Te rogamos, por el poder del Ruaj HaKodesh, que Tu santidad se manifieste en nuestra asamblea, en nuestros matrimonios y en cada aspecto de nuestra existencia, para que podamos ser un testimonio fiel de Tu gloria. Que la pureza de nuestro caminar honre Tu Nombre y acelere la venida de Tu Reino en toda su plenitud, donde toda inmundicia será erradicada por la luz de Maran Yeshúa. Amén.

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