Parashá 54 Vezot Habrajá (וזאת הברכה) – Aliyah 7

Aliyáh 7: (Deuteronomio 34:1-12) Moshé sube al monte Nebo, ve la tierra prometida y muere; Yehoshúa asume el liderazgo y el pueblo lamenta a Moshé.
Haftaráh: Josué 1:1-18 (La continuación del liderazgo de Israel bajo Yehoshúa).
Brit Hadasháh: Mateo 17:1-9 (La transfiguración de Yeshúa, donde aparece con Moshé y Elías).

Tema: Moshéh ve la tierra de Canaán

1. Texto Hebreo Interlineal

Pasaje: Deuteronomio 34:1-34:12

Texto Hebreo OriginalFonética TiberianaTraducción Palabra por PalabraTraducción Literal del Verso
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וַיַּעַלVa-ya-alY subió (Conjunción וַ (vav consecutivo) + verbo עָלָה (alah), Qal imperfecto consecutivo, 3ª masc. sing. Indica una acción de ascenso consecutiva a un evento previo, enfatizando el mandato divino y la obediencia de Moshéh en sus últimos momentos).Y subió וַיַּעַל Moshéh מֹשֶׁה desde מִן las estepas עַרְבֹת de Mo’av מוֹאָב a hacia אֶל el monte הַר de Nevo נְבוֹ, la cima רֹאשׁ de Pisgah הַפִּסְגָּה que cual אֲשֶׁר está enfrente עַל de Yeriḥo יְרֵחוֹ; y le mostró וַיַּרְאֵהוּ HaShem יְהוָה toda כָּל la tierra הָאָרֶץ.
מֹשֶׁהMo-šehMoshéh (El nombre propio del líder y profeta, derivado de מָשָׁה (mašah) “sacar”, en referencia a haber sido sacado de las aguas. Su figura es central como mediador de la Torah y siervo de HaShem).Y subió וַיַּעַל Moshéh מֹשֶׁה desde מִן las estepas עַרְבֹת de Mo’av מוֹאָב a hacia אֶל el monte הַר de Nevo נְבוֹ, la cima רֹאשׁ de Pisgah הַפִּסְגָּה que cual אֲשֶׁר está enfrente עַל de Yeriḥo יְרֵחוֹ; y le mostró וַיַּרְאֵהוּ HaShem יְהוָה toda כָּל la tierra הָאָרֶץ.
מֵעַרְבֹתMe-ar-votdesde las estepas (Preposición מִן (min) “desde” + nombre plural constructo עַרְבָה (aravah) “estepa, llanura árida”. Se refiere a la planicie desértica al este del Jordán, donde Bnei Yisra’el acampó antes de entrar a la Tierra Prometida).Y subió וַיַּעַל Moshéh מֹשֶׁה desde מִן las estepas עַרְבֹת de Mo’av מוֹאָב a hacia אֶל el monte הַר de Nevo נְבוֹ, la cima רֹאשׁ de Pisgah הַפִּסְגָּה que cual אֲשֶׁר está enfrente עַל de Yeriḥo יְרֵחוֹ; y le mostró וַיַּרְאֵהוּ HaShem יְהוָה toda כָּל la tierra הָאָרֶץ.
מוֹאָבMo-avMo’av (Nombre de la tierra o región al este del Mar Muerto, habitada por los moabitas, descendientes de Lot. Un lugar de transición crucial en la historia de Yisra’el).Y subió וַיַּעַל Moshéh מֹשֶׁה desde מִן las estepas עַרְבֹת de Mo’av מוֹאָב a hacia אֶל el monte הַר de Nevo נְבוֹ, la cima רֹאשׁ de Pisgah הַפִּסְגָּה que cual אֲשֶׁר está enfrente עַל de Yeriḥo יְרֵחוֹ; y le mostró וַיַּרְאֵהוּ HaShem יְהוָה toda כָּל la tierra הָאָרֶץ.
אֶלEla, hacia (Preposición direccional “hacia”, “a”. Indica el destino o la dirección del movimiento de Moshéh).Y subió וַיַּעַל Moshéh מֹשֶׁה desde מִן las estepas עַרְבֹת de Mo’av מוֹאָב a hacia אֶל el monte הַר de Nevo נְבוֹ, la cima רֹאשׁ de Pisgah הַפִּסְגָּה que cual אֲשֶׁר está enfrente עַל de Yeriḥo יְרֵחוֹ; y le mostró וַיַּרְאֵהוּ HaShem יְהוָה toda כָּל la tierra הָאָרֶץ.
הַרHarel monte (Artículo definido הַ (ha) + nombre הַר (har) “montaña, monte”. Se refiere a la elevación geográfica específica desde donde Moshéh vería la tierra).Y subió וַיַּעַל Moshéh מֹשֶׁה desde מִן las estepas עַרְבֹת de Mo’av מוֹאָב a hacia אֶל el monte הַר de Nevo נְבוֹ, la cima רֹאשׁ de Pisgah הַפִּסְגָּה que cual אֲשֶׁר está enfrente עַל de Yeriḥo יְרֵחוֹ; y le mostró וַיַּרְאֵהוּ HaShem יְהוָה toda כָּל la tierra הָאָרֶץ.
נְבוֹNe-voNevo (Nombre propio del monte en Mo’av, significativo por ser el lugar de la muerte y sepultura de Moshéh. Etimológicamente, puede estar relacionado con una deidad babilónica, pero aquí es puramente geográfico).Y subió וַיַּעַל Moshéh מֹשֶׁה desde מִן las estepas עַרְבֹת de Mo’av מוֹאָב a hacia אֶל el monte הַר de Nevo נְבוֹ, la cima רֹאשׁ de Pisgah הַפִּסְגָּה que cual אֲשֶׁר está enfrente עַל de Yeriḥo יְרֵחוֹ; y le mostró וַיַּרְאֵהוּ HaShem יְהוָה toda כָּל la tierra הָאָרֶץ.
רֹאשׁRošla cima (Nombre רֹאשׁ (roš) “cabeza, cima, principio”. En este contexto, indica la parte más alta del monte Nevo, desde donde la vista es más amplia y clara).Y subió וַיַּעַל Moshéh מֹשֶׁה desde מִן las estepas עַרְבֹת de Mo’av מוֹאָב a hacia אֶל el monte הַר de Nevo נְבוֹ, la cima רֹאשׁ de Pisgah הַפִּסְגָּה que cual אֲשֶׁר está enfrente עַל de Yeriḥo יְרֵחוֹ; y le mostró וַיַּרְאֵהוּ HaShem יְהוָה toda כָּל la tierra הָאָרֶץ.
הַפִּסְגָּהHa-pis-gahde Pisgah (Artículo definido הַ (ha) + nombre הַפִּסְגָּה (HaPisgah) “la cima, la cumbre”. A menudo usado como sinónimo o subpico de Nevo, su nombre puede implicar una “división” o “corte” en la montaña).Y subió וַיַּעַל Moshéh מֹשֶׁה desde מִן las estepas עַרְבֹת de Mo’av מוֹאָב a hacia אֶל el monte הַר de Nevo נְבוֹ, la cima רֹאשׁ de Pisgah הַפִּסְגָּה que cual אֲשֶׁר está enfrente עַל de Yeriḥo יְרֵחוֹ; y le mostró וַיַּרְאֵהוּ HaShem יְהוָה toda כָּל la tierra הָאָרֶץ.
אֲשֶׁרA-šerque, cual (Pronombre relativo “que”, “el cual”. Conecta la descripción de Pisgah con su ubicación geográfica, especificando su relación con Yeriḥo).Y subió וַיַּעַל Moshéh מֹשֶׁה desde מִן las estepas עַרְבֹת de Mo’av מוֹאָב a hacia אֶל el monte הַר de Nevo נְבוֹ, la cima רֹאשׁ de Pisgah הַפִּסְגָּה que cual אֲשֶׁר está enfrente עַל de Yeriḥo יְרֵחוֹ; y le mostró וַיַּרְאֵהוּ HaShem יְהוָה toda כָּל la tierra הָאָרֶץ.
עַלAlsobre, enfrente de (Preposición “sobre”, “encima”, “enfrente de”. Describe la posición de Pisgah en relación con la ciudad de Yeriḥo, indicando visibilidad).Y subió וַיַּעַל Moshéh מֹשֶׁה desde מִן las estepas עַרְבֹת de Mo’av מוֹאָב a hacia אֶל el monte הַר de Nevo נְבוֹ, la cima רֹאשׁ de Pisgah הַפִּסְגָּה que cual אֲשֶׁר está enfrente עַל de Yeriḥo יְרֵחוֹ; y le mostró וַיַּרְאֵהוּ HaShem יְהוָה toda כָּל la tierra הָאָרֶץ.
יְרֵחוֹYe-ri-ḥoYeriḥo (Nombre propio de una de las ciudades más antiguas de Canaán, conocida por su importancia estratégica y por ser la primera ciudad conquistada por Bnei Yisra’el al entrar en la tierra. Su nombre significa “ciudad de la luna” o “fragante”).Y subió וַיַּעַל Moshéh מֹשֶׁה desde מִן las estepas עַרְבֹת de Mo’av מוֹאָב a hacia אֶל el monte הַר de Nevo נְבוֹ, la cima רֹאשׁ de Pisgah הַפִּסְגָּה que cual אֲשֶׁר está enfrente עַל de Yeriḥo יְרֵחוֹ; y le mostró וַיַּרְאֵהוּ HaShem יְהוָה toda כָּל la tierra הָאָרֶץ.
וַיַּרְאֵהוּVa-yar-e-huy le mostró (Conjunción וַ (vav consecutivo) + verbo רָאָה (ra’ah), Hifil imperfecto consecutivo, 3ª masc. sing. con sufijo pronominal de objeto directo -הוּ (hu) “él/le”. Indica que HaShem es el que muestra a Moshéh la tierra, un acto de revelación divina).Y subió וַיַּעַל Moshéh מֹשֶׁה desde מִן las estepas עַרְבֹת de Mo’av מוֹאָב a hacia אֶל el monte הַר de Nevo נְבוֹ, la cima רֹאשׁ de Pisgah הַפִּסְגָּה que cual אֲשֶׁר está enfrente עַל de Yeriḥo יְרֵחוֹ; y le mostró וַיַּרְאֵהוּ HaShem יְהוָה toda כָּל la tierra הָאָרֶץ.
יְהוָהHaShemHaShem (El Tetragrámaton, el Nombre inefable de Elohím, aquí representado como HaShem, “El Nombre”. Es el Sujeto de la acción de mostrar, enfatizando Su soberanía y cumplimiento de Su promesa a Avraham).Y subió וַיַּעַל Moshéh מֹשֶׁה desde מִן las estepas עַרְבֹת de Mo’av מוֹאָב a hacia אֶל el monte הַר de Nevo נְבוֹ, la cima רֹאשׁ de Pisgah הַפִּסְגָּה que cual אֲשֶׁר está enfrente עַל de Yeriḥo יְרֵחוֹ; y le mostró וַיַּרְאֵהוּ HaShem יְהוָה toda כָּל la tierra הָאָרֶץ.
אֶתEt(partícula objeto directo) (Partícula que indica el objeto directo del verbo. Aquí, precede a “toda la tierra”, señalando que la tierra es lo que fue mostrado).Y subió וַיַּעַל Moshéh מֹשֶׁה desde מִן las estepas עַרְבֹת de Mo’av מוֹאָב a hacia אֶל el monte הַר de Nevo נְבוֹ, la cima רֹאשׁ de Pisgah הַפִּסְגָּה que cual אֲשֶׁר está enfrente עַל de Yeriḥo יְרֵחוֹ; y le mostró וַיַּרְאֵהוּ HaShem יְהוָה toda כָּל la tierra הָאָרֶץ.
כָּלKoltoda (Adjetivo/pronombre “todo”, “cada”. Enfatiza la totalidad de la visión que HaShem le concedió a Moshéh, una vista panorámica sin precedentes).Y subió וַיַּעַל Moshéh מֹשֶׁה desde מִן las estepas עַרְבֹת de Mo’av מוֹאָב a hacia אֶל el monte הַר de Nevo נְבוֹ, la cima רֹאשׁ de Pisgah הַפִּסְגָּה que cual אֲשֶׁר está enfrente עַל de Yeriḥo יְרֵחוֹ; y le mostró וַיַּרְאֵהוּ HaShem יְהוָה toda כָּל la tierra הָאָרֶץ.
הָאָרֶץHa-a-reṣla tierra (Artículo definido הַ (ha) + nombre אֶרֶץ (ereṣ) “tierra, país”. Se refiere específicamente a la Tierra de Canaán, prometida a los patriarcas y destino final de Bnei Yisra’el).Y subió וַיַּעַל Moshéh מֹשֶׁה desde מִן las estepas עַרְבֹת de Mo’av מוֹאָב a hacia אֶל el monte הַר de Nevo נְבוֹ, la cima רֹאשׁ de Pisgah הַפִּסְגָּה que cual אֲשֶׁר está enfrente עַל de Yeriḥo יְרֵחוֹ; y le mostró וַיַּרְאֵהוּ HaShem יְהוָה toda כָּל la tierra הָאָרֶץ.
וַיֹּאמֶרVa-yo-merY dijo (Conjunción וַ (vav consecutivo) + verbo אָמַר (amar), Qal imperfecto consecutivo, 3ª masc. sing. Introduce las palabras de HaShem a Moshéh, una declaración solemne y definitiva).Y dijo וַיֹּאמֶר HaShem יְהוָה a hacia אֵל él אֵלָיו: Esta זֹאת es la tierra הָאָרֶץ que la cual אֲשֶׁר juré נִשְׁבַּעְתִּי a hacia לְ Avraham אַבְרָהָם, a hacia לְ Yitzḥak יִצְחָק, y a hacia לְ Yaakov יַעֲקֹב, diciendo לֵאמֹר: A A לְ tu descendencia זַרְעֲךָ la daré אֶתְּנֶנָּה. Yo te hice הֶרְאֵתִיךָ ver לִרְאוֹת con tus ojos בְעֵינֶיךָ, pero allí וְשָׁמָּה no לֹא pasarás תַעֲבֹר.
יְהוָהHaShemHaShem (El Tetragrámaton, la Divinidad revelada que cumple Sus promesas y dicta los términos de la herencia).Y dijo וַיֹּאמֶר HaShem יְהוָה a hacia אֵל él אֵלָיו: Esta זֹאת es la tierra הָאָרֶץ que la cual אֲשֶׁר juré נִשְׁבַּעְתִּי a hacia לְ Avraham אַבְרָהָם, a hacia לְ Yitzḥak יִצְחָק, y a hacia לְ Yaakov יַעֲקֹב, diciendo לֵאמֹר: A A לְ tu descendencia זַרְעֲךָ la daré אֶתְּנֶנָּה. Yo te hice הֶרְאֵתִיךָ ver לִרְאוֹת con tus ojos בְעֵינֶיךָ, pero allí וְשָׁמָּה no לֹא pasarás תַעֲבֹר.
אֵלָיוE-lava él (Preposición אֶל (el) “a, hacia” + sufijo pronominal de 3ª masc. sing. “él”. Se refiere a Moshéh, siendo el destinatario del mensaje divino).Y dijo וַיֹּאמֶר HaShem יְהוָה a hacia אֵל él אֵלָיו: Esta זֹאת es la tierra הָאָרֶץ que la cual אֲשֶׁר juré נִשְׁבַּעְתִּי a hacia לְ Avraham אַבְרָהָם, a hacia לְ Yitzḥak יִצְחָק, y a hacia לְ Yaakov יַעֲקֹב, diciendo לֵאמֹר: A A לְ tu descendencia זַרְעֲךָ la daré אֶתְּנֶנָּה. Yo te hice הֶרְאֵתִיךָ ver לִרְאוֹת con tus ojos בְעֵינֶיךָ, pero allí וְשָׁמָּה no לֹא pasarás תַעֲבֹר.
זֹאתZotEsta (Pronombre demostrativo femenino “esta”. Apunta a la tierra que Moshéh acaba de ver, confirmando su identidad como la Tierra Prometida).Y dijo וַיֹּאמֶר HaShem יְהוָה a hacia אֵל él אֵלָיו: Esta זֹאת es la tierra הָאָרֶץ que la cual אֲשֶׁר juré נִשְׁבַּעְתִּי a hacia לְ Avraham אַבְרָהָם, a hacia לְ Yitzḥak יִצְחָק, y a hacia לְ Yaakov יַעֲקֹב, diciendo לֵאמֹר: A A לְ tu descendencia זַרְעֲךָ la daré אֶתְּנֶנָּה. Yo te hice הֶרְאֵתִיךָ ver לִרְאוֹת con tus ojos בְעֵינֶיךָ, pero allí וְשָׁמָּה no לֹא pasarás תַעֲבֹר.
הָאָרֶץHa-a-reṣla tierra (Artículo definido הַ (ha) + nombre אֶרֶץ (ereṣ) “tierra”. Reiteración de la Tierra Prometida, subrayando la continuidad de la Alianza).Y dijo וַיֹּאמֶר HaShem יְהוָה a hacia אֵל él אֵלָיו: Esta זֹאת es la tierra הָאָרֶץ que la cual אֲשֶׁר juré נִשְׁבַּעְתִּי a hacia לְ Avraham אַבְרָהָם, a hacia לְ Yitzḥak יִצְחָק, y a hacia לְ Yaakov יַעֲקֹב, diciendo לֵאמֹר: A A לְ tu descendencia זַרְעֲךָ la daré אֶתְּנֶנָּה. Yo te hice הֶרְאֵתִיךָ ver לִרְאוֹת con tus ojos בְעֵינֶיךָ, pero allí וְשָׁמָּה no לֹא pasarás תַעֲבֹר.
אֲשֶׁרA-šerque, la cual (Pronombre relativo. Introduce la cláusula que describe la acción de HaShem respecto a la tierra).Y dijo וַיֹּאמֶר HaShem יְהוָה a hacia אֵל él אֵלָיו: Esta זֹאת es la tierra הָאָרֶץ que la cual אֲשֶׁר juré נִשְׁבַּעְתִּי a hacia לְ Avraham אַבְרָהָם, a hacia לְ Yitzḥak יִצְחָק, y a hacia לְ Yaakov יַעֲקֹב, diciendo לֵאמֹר: A A לְ tu descendencia זַרְעֲךָ la daré אֶתְּנֶנָּה. Yo te hice הֶרְאֵתִיךָ ver לִרְאוֹת con tus ojos בְעֵינֶיךָ, pero allí וְשָׁמָּה no לֹא pasarás תַעֲבֹר.
נִשְׁבַּעְתִּיNiš-ba-tijuré (Verbo שָׁבַע (šava), Nifal perfecto, 1ª pers. sing. “jurar”. HaShem enfatiza la naturaleza inquebrantable de Su promesa, ligada a un juramento solemne a los patriarcas).Y dijo וַיֹּאמֶר HaShem יְהוָה a hacia אֵל él אֵלָיו: Esta זֹאת es la tierra הָאָרֶץ que la cual אֲשֶׁר juré נִשְׁבַּעְתִּי a hacia לְ Avraham אַבְרָהָם, a hacia לְ Yitzḥak יִצְחָק, y a hacia לְ Yaakov יַעֲקֹב, diciendo לֵאמֹר: A A לְ tu descendencia זַרְעֲךָ la daré אֶתְּנֶנָּה. Yo te hice הֶרְאֵתִיךָ ver לִרְאוֹת con tus ojos בְעֵינֶיךָ, pero allí וְשָׁמָּה no לֹא pasarás תַעֲבֹר.
לְאַבְרָהָםLe-av-ra-hama Avraham (Preposición לְ (le) “a, para” + nombre propio אַבְרָהָם (Avraham). La promesa de la tierra es rastreada hasta el pacto original con Avraham, el patriarca fundamental).Y dijo וַיֹּאמֶר HaShem יְהוָה a hacia אֵל él אֵלָיו: Esta זֹאת es la tierra הָאָרֶץ que la cual אֲשֶׁר juré נִשְׁבַּעְתִּי a hacia לְ Avraham אַבְרָהָם, a hacia לְ Yitzḥak יִצְחָק, y a hacia לְ Yaakov יַעֲקֹב, diciendo לֵאמֹר: A A לְ tu descendencia זַרְעֲךָ la daré אֶתְּנֶנָּה. Yo te hice הֶרְאֵתִיךָ ver לִרְאוֹת con tus ojos בְעֵינֶיךָ, pero allí וְשָׁמָּה no לֹא pasarás תַעֲבֹר.
לְיִצְחָקLe-yitz-ḥaka Yitzḥak (Preposición לְ (le) + nombre propio יִצְחָק (Yitzḥak). La promesa fue reiterada y confirmada a Yitzḥak, manteniendo la línea de la Alianza).Y dijo וַיֹּאמֶר HaShem יְהוָה a hacia אֵל él אֵלָיו: Esta זֹאת es la tierra הָאָרֶץ que la cual אֲשֶׁר juré נִשְׁבַּעְתִּי a hacia לְ Avraham אַבְרָהָם, a hacia לְ Yitzḥak יִצְחָק, y a hacia לְ Yaakov יַעֲקֹב, diciendo לֵאמֹר: A A לְ tu descendencia זַרְעֲךָ la daré אֶתְּנֶנָּה. Yo te hice הֶרְאֵתִיךָ ver לִרְאוֹת con tus ojos בְעֵינֶיךָ, pero allí וְשָׁמָּה no לֹא pasarás תַעֲבֹר.
וּלְיַעֲקֹבU-le-ya-a-qovy a Yaakov (Conjunción וּ (u) “y” + preposición לְ (le) + nombre propio יַעֲקֹב (Yaakov). La promesa a los tres patriarcas es la base del derecho de Bnei Yisra’el a la tierra).Y dijo וַיֹּאמֶר HaShem יְהוָה a hacia אֵל él אֵלָיו: Esta זֹאת es la tierra הָאָרֶץ que la cual אֲשֶׁר juré נִשְׁבַּעְתִּי a hacia לְ Avraham אַבְרָהָם, a hacia לְ Yitzḥak יִצְחָק, y a hacia לְ Yaakov יַעֲקֹב, diciendo לֵאמֹר: A A לְ tu descendencia זַרְעֲךָ la daré אֶתְּנֶנָּה. Yo te hice הֶרְאֵתִיךָ ver לִרְאוֹת con tus ojos בְעֵינֶיךָ, pero allí וְשָׁמָּה no לֹא pasarás תַעֲבֹר.
לֵאמֹרLe-mordiciendo (Infinitivo constructo del verbo אָמַר (amar) “decir”, precedido por la preposición לְ (le). Funciona como “para decir”, introduciendo una cita o una declaración directa).Y dijo וַיֹּאמֶר HaShem יְהוָה a hacia אֵל él אֵלָיו: Esta זֹאת es la tierra הָאָרֶץ que la cual אֲשֶׁר juré נִשְׁבַּעְתִּי a hacia לְ Avraham אַבְרָהָם, a hacia לְ Yitzḥak יִצְחָק, y a hacia לְ Yaakov יַעֲקֹב, diciendo לֵאמֹר: A A לְ tu descendencia זַרְעֲךָ la daré אֶתְּנֶנָּה. Yo te hice הֶרְאֵתִיךָ ver לִרְאוֹת con tus ojos בְעֵינֶיךָ, pero allí וְשָׁמָּה no לֹא pasarás תַעֲבֹר.
לְזַרְעֲךָLe-zar-a-khaa tu descendencia (Preposición לְ (le) + nombre זֶרַע (zera) “semilla, descendencia” + sufijo pronominal de 2ª masc. sing. “tu”. La promesa de la tierra es para la posteridad de los patriarcas, es decir, para Bnei Yisra’el).Y dijo וַיֹּאמֶר HaShem יְהוָה a hacia אֵל él אֵלָיו: Esta זֹאת es la tierra הָאָרֶץ que la cual אֲשֶׁר juré נִשְׁבַּעְתִּי a hacia לְ Avraham אַבְרָהָם, a hacia לְ Yitzḥak יִצְחָק, y a hacia לְ Yaakov יַעֲקֹב, diciendo לֵאמֹר: A A לְ tu descendencia זַרְעֲךָ la daré אֶתְּנֶנָּה. Yo te hice הֶרְאֵתִיךָ ver לִרְאוֹת con tus ojos בְעֵינֶיךָ, pero allí וְשָׁמָּה no לֹא pasarás תַעֲבֹר.
אֶתְּנֶנָּהEt-ne-nahla daré (Verbo נָתַן (natan), Qal imperfecto, 1ª pers. sing. “dar” + sufijo pronominal femenino -נָּה (ennah) “la”, refiriéndose a la tierra. Una promesa divina incondicional de entrega de la tierra).Y dijo וַיֹּאמֶר HaShem יְהוָה a hacia אֵל él אֵלָיו: Esta זֹאת es la tierra הָאָרֶץ que la cual אֲשֶׁר juré נִשְׁבַּעְתִּי a hacia לְ Avraham אַבְרָהָם, a hacia לְ Yitzḥak יִצְחָק, y a hacia לְ Yaakov יַעֲקֹב, diciendo לֵאמֹר: A A לְ tu descendencia זַרְעֲךָ la daré אֶתְּנֶנָּה. Yo te hice הֶרְאֵתִיךָ ver לִרְאוֹת con tus ojos בְעֵינֶיךָ, pero allí וְשָׁמָּה no לֹא pasarás תַעֲבֹר.
הֶרְאֵתִיךָHer-e-ti-khayo te hice ver (Verbo רָאָה (ra’ah), Hifil perfecto, 1ª pers. sing. “hacer ver” + sufijo pronominal de 2ª masc. sing. “tú/te”. Es HaShem quien otorga la capacidad a Moshéh de ver, un acto de gracia divina en medio de la restricción).Y dijo וַיֹּאמֶר HaShem יְהוָה a hacia אֵל él אֵלָיו: Esta זֹאת es la tierra הָאָרֶץ que la cual אֲשֶׁר juré נִשְׁבַּעְתִּי a hacia לְ Avraham אַבְרָהָם, a hacia לְ Yitzḥak יִצְחָק, y a hacia לְ Yaakov יַעֲקֹב, diciendo לֵאמֹר: A A לְ tu descendencia זַרְעֲךָ la daré אֶתְּנֶנָּה. Yo te hice הֶרְאֵתִיךָ ver לִרְאוֹת con tus ojos בְעֵינֶיךָ, pero allí וְשָׁמָּה no לֹא pasarás תַעֲבֹר.
לִרְאוֹתLir-otver (Infinitivo constructo del verbo רָאָה (ra’ah) “ver”, precedido por la preposición לְ (le) “para”. Complementa el verbo anterior, especificando la acción que se le concedió a Moshéh).Y dijo וַיֹּאמֶר HaShem יְהוָה a hacia אֵל él אֵלָיו: Esta זֹאת es la tierra הָאָרֶץ que la cual אֲשֶׁר juré נִשְׁבַּעְתִּי a hacia לְ Avraham אַבְרָהָם, a hacia לְ Yitzḥak יִצְחָק, y a hacia לְ Yaakov יַעֲקֹב, diciendo לֵאמֹר: A A לְ tu descendencia זַרְעֲךָ la daré אֶתְּנֶנָּה. Yo te hice הֶרְאֵתִיךָ ver לִרְאוֹת con tus ojos בְעֵינֶיךָ, pero allí וְשָׁמָּה no לֹא pasarás תַעֲבֹר.
בְּעֵינֶיךָBe-e-ne-khacon tus ojos (Preposición בְּ (be) “en, con” + nombre plural עַיִן (ayin) “ojo” + sufijo pronominal de 2ª masc. sing. “tus”. Enfatiza la experiencia personal y directa de Moshéh, aunque limitada).Y dijo וַיֹּאמֶר HaShem יְהוָה a hacia אֵל él אֵלָיו: Esta זֹאת es la tierra הָאָרֶץ que la cual אֲשֶׁר juré נִשְׁבַּעְתִּי a hacia לְ Avraham אַבְרָהָם, a hacia לְ Yitzḥak יִצְחָק, y a hacia לְ Yaakov יַעֲקֹב, diciendo לֵאמֹר: A A לְ tu descendencia זַרְעֲךָ la daré אֶתְּנֶנָּה. Yo te hice הֶרְאֵתִיךָ ver לִרְאוֹת con tus ojos בְעֵינֶיךָ, pero allí וְשָׁמָּה no לֹא pasarás תַעֲבֹר.
וְשָׁמָּהVe-ša-mahpero allí (Conjunción וְ (ve) “y, pero” + adverbio שָׁמָּה (šamah) “allí”. Introduce la restricción, el “pero” crucial, que subraya la limitación impuesta a Moshéh).Y dijo וַיֹּאמֶר HaShem יְהוָה a hacia אֵל él אֵלָיו: Esta זֹאת es la tierra הָאָרֶץ que la cual אֲשֶׁר juré נִשְׁבַּעְתִּי a hacia לְ Avraham אַבְרָהָם, a hacia לְ Yitzḥak יִצְחָק, y a hacia לְ Yaakov יַעֲקֹב, diciendo לֵאמֹר: A A לְ tu descendencia זַרְעֲךָ la daré אֶתְּנֶנָּה. Yo te hice הֶרְאֵתִיךָ ver לִרְאוֹת con tus ojos בְעֵינֶיךָ, pero allí וְשָׁמָּה no לֹא pasarás תַעֲבֹר.
לֹאLono (Partícula de negación. Afirma categóricamente que Moshéh no cruzará a la tierra).Y dijo וַיֹּאמֶר HaShem יְהוָה a hacia אֵל él אֵלָיו: Esta זֹאת es la tierra הָאָרֶץ que la cual אֲשֶׁר juré נִשְׁבַּעְתִּי a hacia לְ Avraham אַבְרָהָם, a hacia לְ Yitzḥak יִצְחָק, y a hacia לְ Yaakov יַעֲקֹב, diciendo לֵאמֹר: A A לְ tu descendencia זַרְעֲךָ la daré אֶתְּנֶנָּה. Yo te hice הֶרְאֵתִיךָ ver לִרְאוֹת con tus ojos בְעֵינֶיךָ, pero allí וְשָׁמָּה no לֹא pasarás תַעֲבֹר.
תַעֲבֹרTa-a-vorpasarás, cruzarás (Verbo עָבַר (avar), Qal imperfecto, 2ª masc. sing. “pasar, cruzar”. Se refiere al cruce del río Jordán y la entrada física a la Tierra Prometida, que le está negada a Moshéh).Y dijo וַיֹּאמֶר HaShem יְהוָה a hacia אֵל él אֵלָיו: Esta זֹאת es la tierra הָאָרֶץ que la cual אֲשֶׁר juré נִשְׁבַּעְתִּי a hacia לְ Avraham אַבְרָהָם, a hacia לְ Yitzḥak יִצְחָק, y a hacia לְ Yaakov יַעֲקֹב, diciendo לֵאמֹר: A A לְ tu descendencia זַרְעֲךָ la daré אֶתְּנֶנָּה. Yo te hice הֶרְאֵתִיךָ ver לִרְאוֹת con tus ojos בְעֵינֶיךָ, pero allí וְשָׁמָּה no לֹא pasarás תַעֲבֹר.
וַיָּמָתVa-ya-matY murió (Conjunción וַ (vav consecutivo) + verbo מוּת (mut), Qal imperfecto consecutivo, 3ª masc. sing. “morir”. Un evento abrupto y definitivo, la muerte de Moshéh, en cumplimiento de la palabra de HaShem).Y murió וַיָּמָת allí שָׁם Moshéh מֹשֶׁה, el siervo עֶבֶד de HaShem יְהוָה, en la tierra בְאֶרֶץ de Mo’av מוֹאָב, conforme עַל a la boca פִּי de HaShem יְהוָה.
שָׁםŠamallí (Adverbio de lugar “allí”. Enfatiza que Moshéh murió en el lugar que HaShem había designado para su fin, fuera de la Tierra Prometida).Y murió וַיָּמָת allí שָׁם Moshéh מֹשֶׁה, el siervo עֶבֶד de HaShem יְהוָה, en la tierra בְאֶרֶץ de Mo’av מוֹאָב, conforme עַל a la boca פִּי de HaShem יְהוָה.
מֹשֶׁהMo-šehMoshéh (El nombre del líder, cuya muerte marca el final de una era y el comienzo de otra para Bnei Yisra’el).Y murió וַיָּמָת allí שָׁם Moshéh מֹשֶׁה, el siervo עֶבֶד de HaShem יְהוָה, en la tierra בְאֶרֶץ de Mo’av מוֹאָב, conforme עַל a la boca פִּי de HaShem יְהוָה.
עֶבֶדE-vedel siervo (Nombre עֶבֶד (eved) “siervo, esclavo”. Un título de honor para Moshéh, destacando su relación íntima y obediente con HaShem. Es el más alto elogio para un profeta).Y murió וַיָּמָת allí שָׁם Moshéh מֹשֶׁה, el siervo עֶבֶד de HaShem יְהוָה, en la tierra בְאֶרֶץ de Mo’av מוֹאָב, conforme עַל a la boca פִּי de HaShem יְהוָה.
יְהוָהHaShemHaShem (El Nombre Divino. La relación de Moshéh como “siervo de HaShem” es su característica definitoria y más gloriosa).Y murió וַיָּמָת allí שָׁם Moshéh מֹשֶׁה, el siervo עֶבֶד de HaShem יְהוָה, en la tierra בְאֶרֶץ de Mo’av מוֹאָב, conforme עַל a la boca פִּי de HaShem יְהוָה.
בְּאֶרֶץBe-e-reṣen la tierra (Preposición בְּ (be) “en” + nombre אֶרֶץ (ereṣ) “tierra”. Ubica geográficamente la muerte de Moshéh).Y murió וַיָּמָת allí שָׁם Moshéh מֹשֶׁה, el siervo עֶבֶד de HaShem יְהוָה, en la tierra בְאֶרֶץ de Mo’av מוֹאָב, conforme עַל a la boca פִּי de HaShem יְהוָה.
מוֹאָבMo-avMo’av (La tierra donde se produce el final de la vida de Moshéh, un lugar que representa el umbral pero no la entrada).Y murió וַיָּמָת allí שָׁם Moshéh מֹשֶׁה, el siervo עֶבֶד de HaShem יְהוָה, en la tierra בְאֶרֶץ de Mo’av מוֹאָב, conforme עַל a la boca פִּי de HaShem יְהוָה.
עַל־פִּיAl-piconforme a la boca de (Preposición עַל (al) “sobre, conforme a” + nombre פֶּה (peh) “boca” en constructo. Indica la autoridad y el mandamiento directo de HaShem. Su muerte no fue accidental sino por decreto divino).Y murió וַיָּמָת allí שָׁם Moshéh מֹשֶׁה, el siervo עֶבֶד de HaShem יְהוָה, en la tierra בְאֶרֶץ de Mo’av מוֹאָב, conforme עַל a la boca פִּי de HaShem יְהוָה.
יְהוָהHaShemHaShem (La fuente de toda autoridad y destino, incluso en la muerte de Su siervo más fiel).Y murió וַיָּמָת allí שָׁם Moshéh מֹשֶׁה, el siervo עֶבֶד de HaShem יְהוָה, en la tierra בְאֶרֶץ de Mo’av מוֹאָב, conforme עַל a la boca פִּי de HaShem יְהוָה.
וַיִּקְבֹּרVa-yiq-borY lo sepultó (Conjunción וַ (vav consecutivo) + verbo קָבַר (qavar), Qal imperfecto consecutivo, 3ª masc. sing. “sepultar”. El sujeto implícito es HaShem mismo, un acto único de reverencia y misterio).Y lo sepultó וַיִּקְבֹּר en el valle בַּגַּיְא en la tierra בְּאֶרֶץ de Mo’av מוֹאָב, enfrente עַל de Beit בֵּית Pe’or פְּעוֹר; y no לֹא supo יָדַע ningún אִישׁ hombre su sepulcro קְבֻרָתוֹ hasta עַד hoy הַיּוֹם.
אֹתוֹO-toa él (Sufijo pronominal de objeto directo -וֹ (o) con la partícula אֵת (et). Se refiere a Moshéh, el objeto de la sepultura. La partícula אֵת (et) puede ser fusionada para crear אֹתוֹ).Y lo sepultó וַיִּקְבֹּר אֹתוֹ en el valle בַּגַּיְא en la tierra בְּאֶרֶץ de Mo’av מוֹאָב, enfrente עַל de Beit בֵּית Pe’or פְּעוֹר; y no לֹא supo יָדַע שׁ ningun אִישׁ hombre su sepulcro קְבֻרָתוֹ עד עַד hoy הַיּוֹם.
בַּגַּיְאBa-gayen el valle (Preposición בְּ (be) “en” + artículo definido הַ (ha) + nombre גַּיְא (gay) “valle”. Ubica el lugar de la sepultura, una señal de humildad y privacidad).Y lo sepultó וַיִּקְבֹּר אֹתוֹ בַּגַּיְא בְּאֶרֶץ מוֹאָב עַל־פְּנֵי בֵּית פְּעוֹר; וְלֹא יָדַע אִישׁ אֶת־קְבֻרָתוֹ עַד הַיּוֹם הַזֶּה.
בְּאֶרֶץBe-e-reṣen la tierra (Preposición בְּ (be) “en” + nombre אֶרֶץ (ereṣ) “tierra”. Reafirma la ubicación geográfica de la sepultura, reiterando que es fuera de Canaán).Y lo sepultó וַיִּקְבֹּר אֹתוֹ בַּגַּיְא בְּאֶרֶץ מוֹאָב עַל־פְּנֵי בֵּית פְּעוֹר; וְלֹא יָדַע אִישׁ אֶת־קְבֻרָתוֹ עַד הַיּוֹם הַזֶּה.
מוֹאָבMo-avMo’av (Lugar donde ocurrió su muerte y sepultura, un detalle crucial que subraya su destino de no entrar en la Tierra Prometida).Y lo sepultó וַיִּקְבֹּר אֹתוֹ בַּגַּיְא בְּאֶרֶץ מוֹאָב עַל־פְּנֵי בֵּית פְּעוֹר; וְלֹא יָדַע אִישׁ אֶת־קְבֻרָתוֹ עַד הַיּוֹם הַזֶּה.
עַל־פְּנֵיAl-pe-neyenfrente de (Preposición עַל (al) “sobre, enfrente de” + nombre פָּנִים (panim) “rostro, cara” en constructo. Indica la proximidad a Beit Pe’or).Y lo sepultó וַיִּקְבֹּר אֹתוֹ בַּגַּיְא בְּאֶרֶץ מוֹאָב עַל־פְּנֵי בֵּית פְּעוֹר; וְלֹא יָדַע אִישׁ אֶת־קְבֻרָתוֹ עַד הַיּוֹם הַזֶּה.
בֵּית פְּעוֹרBeit Pe-orBeit Pe’or (Nombre propio de un lugar asociado con la adoración a Ba’al Pe’or, donde Bnei Yisra’el pecó con las hijas de Mo’av. La sepultura de Moshéh cerca de un lugar de apostasía pasada sirve de contraste y quizás advertencia).Y lo sepultó וַיִּקְבֹּר אֹתוֹ בַּגַּיְא בְּאֶרֶץ מוֹאָב עַל־פְּנֵי בֵּית פְּעוֹר; וְלֹא יָדַע אִישׁ אֶת־קְבֻרָתוֹ עַד הַיּוֹם הַזֶּה.
וְלֹאVe-loy no (Conjunción וְ (ve) “y” + partícula de negación לֹא (lo). Enfatiza la falta de conocimiento sobre el lugar de la sepultura, un hecho milagroso y protector).Y lo sepultó וַיִּקְבֹּר אֹתוֹ בַּגַּיְא בְּאֶרֶץ מוֹאָב עַל־פְּנֵי בֵּית פְּעוֹר; וְלֹא יָדַע אִישׁ אֶת־קְבֻרָתוֹ עַד הַיּוֹם הַזֶּה.
יָדַעYa-dasupo (Verbo יָדַע (yada), Qal perfecto, 3ª masc. sing. “saber, conocer”. La permanencia de este desconocimiento es un testimonio de la acción divina).Y lo sepultó וַיִּקְבֹּר אֹתוֹ בַּגַּיְא בְּאֶרֶץ מוֹאָב עַל־פְּנֵי בֵּית פְּעוֹר; וְלֹא יָדַע אִישׁ אֶת־קְבֻרָתוֹ עַד הַיּוֹם הַזֶּה.
אִישׁhombre (Nombre אִישׁ (iš) “hombre”. Ninguna persona mortal ha tenido conocimiento del lugar de la sepultura, preservando la dignidad de Moshéh y evitando su veneración).Y lo sepultó וַיִּקְבֹּר אֹתוֹ בַּגַּיְא בְּאֶרֶץ מוֹאָב עַל־פְּנֵי בֵּית פְּעוֹר; וְלֹא יָדַע אִישׁ אֶת־קְבֻרָתוֹ עַד הַיּוֹם הַזֶּה.
אֶת־קְבֻרָתוֹEt-qe-vu-ra-tosu sepulcro (Partícula objeto directo אֵת (et) + nombre קְבֻרָה (qevurah) “sepultura” + sufijo pronominal de 3ª masc. sing. “su”. El lugar de su sepultura es mantenido en secreto por HaShem).Y lo sepultó וַיִּקְבֹּר אֹתוֹ בַּגַּיְא בְּאֶרֶץ מוֹאָב עַל־פְּנֵי בֵּית פְּעוֹר; וְלֹא יָדַע אִישׁ אֶת־קְבֻרָתוֹ עַד הַיּוֹם הַזֶּה.
עַד הַיּוֹם הַזֶּהAd ha-yom ha-zehhasta hoy (Preposición עַד (ad) “hasta” + artículo definido הַ (ha) + nombre יוֹם (yom) “día” + artículo definido הַ (ha) + pronombre demostrativo זֶה (zeh) “este”. Expresión idiomática que enfatiza la continuidad del desconocimiento a lo largo de la historia).Y lo sepultó וַיִּקְבֹּר אֹתוֹ בַּגַּיְא בְּאֶרֶץ מוֹאָב עַל־פְּנֵי בֵּית פְּעוֹר; וְלֹא יָדַע אִישׁ אֶת־קְבֻרָתוֹ עַד הַיּוֹם הַזֶּה.
וּמֹשֶׁהU-mo-šehY Moshéh (Conjunción וּ (u) “y” + nombre propio מֹשֶׁה (Mošeh). Introduce una descripción del estado físico de Moshéh en el momento de su muerte).Y Moshéh וּמֹשֶׁה tenía hijo בֶּן ciento מֵאָה y veinte עֶשְׂרִים años שָׁנָה al morir בְּמֹתוֹ; no לֹא se había debilitado כָהֲתָה su ojo עֵינוֹ, ni וְלֹא su vigor לֵחֹהּ se había extinguido נָסָה.
בֶּן־מֵאָהBen-me-ade ciento (Nombre בֶּן (ben) “hijo de” (aquí, “de la edad de”) + número מֵאָה (me’ah) “cien”. Especifica la edad avanzada de Moshéh).Y Moshéh וּמֹשֶׁה tenía hijo בֶּן ciento מֵאָה y veinte עֶשְׂרִים años שָׁנָה al morir בְּמֹתוֹ; no לֹא se había debilitado כָהֲתָה su ojo עֵינוֹ, ni וְלֹא su vigor לֵחֹהּ se había extinguido נָסָה.
וְעֶשְׂרִיםVe-es-rimy veinte (Conjunción וְ (ve) “y” + número עֶשְׂרִים (esrim) “veinte”. Completa la descripción de su edad, 120 años, una vida plena según la Torah).Y Moshéh וּמֹשֶׁה tenía hijo בֶּן ciento מֵאָה y veinte עֶשְׂרִים años שָׁנָה al morir בְּמֹתוֹ; no לֹא se había debilitado כָהֲתָה su ojo עֵינוֹ, ni וְלֹא su vigor לֵחֹהּ se había extinguido נָסָה.
שָׁנָהŠa-nahaños (Nombre שָׁנָה (šanah) “año”. La unidad de tiempo para medir su vida).Y Moshéh וּמֹשֶׁה tenía hijo בֶּן ciento מֵאָה y veinte עֶשְׂרִים años שָׁנָה al morir בְּמֹתוֹ; no לֹא se había debilitado כָהֲתָה su ojo עֵינוֹ, ni וְלֹא su vigor לֵחֹהּ se había extinguido נָסָה.
בְּמֹתוֹBe-mo-toal morir (Preposición בְּ (be) “en” + infinitivo constructo מָוֶת (mavet) “muerte” + sufijo pronominal de 3ª masc. sing. “su”. Indica el momento de su muerte).Y Moshéh וּמֹשֶׁה tenía hijo בֶּן ciento מֵאָה y veinte עֶשְׂרִים años שָׁנָה al morir בְּמֹתוֹ; no לֹא se había debilitado כָהֲתָה su ojo עֵינוֹ, ni וְלֹא su vigor לֵחֹהּ se había extinguido נָסָה.
לֹא־כָהֲתָהLo kha-ha-tahno se había debilitado (Partícula de negación לֹא (lo) + verbo כָּהָה (kahah), Qal perfecto, 3ª fem. sing. “debilitarse, opacarse”. Enfatiza la extraordinaria vitalidad de Moshéh incluso en su vejez).Y Moshéh וּמֹשֶׁה tenía hijo בֶּן ciento מֵאָה y veinte עֶשְׂרִים años שָׁנָה al morir בְּמֹתוֹ; no לֹא se había debilitado כָהֲתָה su ojo עֵינוֹ, ni וְלֹא su vigor לֵחֹהּ se había extinguido נָסָה.
עֵינוֹE-nosu ojo (Nombre עַיִן (ayin) “ojo” + sufijo pronominal de 3ª masc. sing. “su”. Su vista no estaba afectada, lo que le permitió ver la Tierra Prometida claramente).Y Moshéh וּמֹשֶׁה tenía hijo בֶּן ciento מֵאָה y veinte עֶשְׂרִים años שָׁנָה al morir בְּמֹתוֹ; no לֹא se había debilitado כָהֲתָה su ojo עֵינוֹ, ni וְלֹא su vigor לֵחֹהּ se había extinguido נָסָה.
וְלֹאVe-loni (Conjunción וְ (ve) “y” + partícula de negación לֹא (lo). Continúa la descripción de su vitalidad excepcional).Y Moshéh וּמֹשֶׁה tenía hijo בֶּן ciento מֵאָה y veinte עֶשְׂרִים años שָׁנָה al morir בְּמֹתוֹ; no לֹא se había debilitado כָהֲתָה su ojo עֵינוֹ, ni וְלֹא su vigor לֵחֹהּ se había extinguido נָסָה.
נָס לֵחֹהּNas le-ḥohse había extinguido su vigor (Verbo נָסַס (nasas), Qal perfecto, 3ª fem. sing. “desvanecerse, extinguirse” + nombre לֵחַ (leaḥ) “humedad, vigor” + sufijo pronominal de 3ª masc. sing. “su”. Su fuerza vital y energía no habían disminuido).Y Moshéh וּמֹשֶׁה tenía hijo בֶּן ciento מֵאָה y veinte עֶשְׂרִים años שָׁנָה al morir בְּמֹתוֹ; no לֹא se había debilitado כָהֲתָה su ojo עֵינוֹ, ni וְלֹא su vigor לֵחֹהּ se había extinguido נָסָה.
וַיִּבְכּוּVa-yiv-kuY lloraron (Conjunción וַ (vav consecutivo) + verbo בָּכָה (bakhah), Qal imperfecto consecutivo, 3ª masc. plural. “llorar”. Describe el duelo de Bnei Yisra’el por la pérdida de su gran líder).Y lloraron וַיִּבְכּוּ Bnei Yisra’el בְנֵי יִשְׂרָאֵל a Moshéh מֹשֶׁה en las estepas בְּעַרְבֹת de Mo’av מוֹאָב treinta שְׁלֹשִׁים días יוֹם; y se cumplieron וַיִּתְמְלְאוּ los días יְמֵי del llanto בְּכִי de duelo אֵבֶל por Moshéh מֹשֶׁה.
בְּנֵי יִשְׂרָאֵלBene Yis-ra-ellos hijos de Yisra’el (Nombre plural constructo בֵּן (ben) “hijo” + nombre propio יִשְׂרָאֵל (Yisra’el). La nación entera lamenta la muerte de Moshéh).Y lloraron וַיִּבְכּוּ Bnei Yisra’el בְנֵי יִשְׂרָאֵל a Moshéh מֹשֶׁה en las estepas בְּעַרְבֹת de Mo’av מוֹאָב treinta שְׁלֹשִׁים días יוֹם; y se cumplieron וַיִּתְמְלְאוּ los días יְמֵי del llanto בְּכִי de duelo אֵבֶל por Moshéh מֹשֶׁה.
אֶת־מֹשֶׁהEt-mo-šeha Moshéh (Partícula objeto directo אֵת (et) + nombre propio מֹשֶׁה (Mošeh). Moshéh es el objeto del lamento).Y lloraron וַיִּבְכּוּ Bnei Yisra’el בְנֵי יִשְׂרָאֵל a Moshéh מֹשֶׁה en las estepas בְּעַרְבֹת de Mo’av מוֹאָב treinta שְׁלֹשִׁים días יוֹם; y se cumplieron וַיִּתְמְלְאוּ los días יְמֵי del llanto בְּכִי de duelo אֵבֶל por Moshéh מֹשֶׁה.
בְּעַרְבֹתBe-ar-voten las estepas (Preposición בְּ (be) “en” + nombre plural constructo עַרְבָה (aravah) “estepa”. El lugar de su luto, el mismo lugar de su muerte).Y lloraron וַיִּבְכּוּ Bnei Yisra’el בְנֵי יִשְׂרָאֵל a Moshéh מֹשֶׁה en las estepas בְּעַרְבֹת de Mo’av מוֹאָב treinta שְׁלֹשִׁים días יוֹם; y se cumplieron וַיִּתְמְלְאוּ los días יְמֵי del llanto בְּכִי de duelo אֵבֶל por Moshéh מֹשֶׁה.
מוֹאָבMo-avMo’av (Lugar del luto nacional).Y lloraron וַיִּבְכּוּ Bnei Yisra’el בְנֵי יִשְׂרָאֵל a Moshéh מֹשֶׁה en las estepas בְּעַרְבֹת de Mo’av מוֹאָב treinta שְׁלֹשִׁים días יוֹם; y se cumplieron וַיִּתְמְלְאוּ los días יְמֵי del llanto בְּכִי de duelo אֵבֶל por Moshéh מֹשֶׁה.
שְׁלֹשִׁיםŠe-lo-šimtreinta (Número cardinal “treinta”. La duración tradicional del luto profundo en Yisra’el).Y lloraron וַיִּבְכּוּ Bnei Yisra’el בְנֵי יִשְׂרָאֵל a Moshéh מֹשֶׁה en las estepas בְּעַרְבֹת de Mo’av מוֹאָב treinta שְׁלֹשִׁים días יוֹם; y se cumplieron וַיִּתְמְלְאוּ los días יְמֵי del llanto בְּכִי de duelo אֵבֶל por Moshéh מֹשֶׁה.
יוֹםYomdías (Nombre יוֹם (yom) “día”. La unidad de tiempo para el período de luto).Y lloraron וַיִּבְכּוּ Bnei Yisra’el בְנֵי יִשְׂרָאֵל a Moshéh מֹשֶׁה en las estepas בְּעַרְבֹת de Mo’av מוֹאָב treinta שְׁלֹשִׁים días יוֹם; y se cumplieron וַיִּתְמְלְאוּ los días יְמֵי del llanto בְּכִי de duelo אֵבֶל por Moshéh מֹשֶׁה.
וַיִּתְמְלְאוּVa-yit-me-le-uY se cumplieron (Conjunción וַ (vav consecutivo) + verbo מָלֵא (male), Hitpael imperfecto consecutivo, 3ª masc. plural. “llenarse, cumplirse”. Indica la finalización del período de luto).Y lloraron וַיִּבְכּוּ Bnei Yisra’el בְנֵי יִשְׂרָאֵל a Moshéh מֹשֶׁה en las estepas בְּעַרְבֹת de Mo’av מוֹאָב treinta שְׁלֹשִׁים días יוֹם; y se cumplieron וַיִּתְמְלְאוּ los días יְמֵי del llanto בְּכִי de duelo אֵבֶל por Moshéh מֹשֶׁה.
יְמֵיYe-meylos días de (Nombre plural constructo יוֹם (yom) “día”. Se refiere al período específico del luto).Y lloraron וַיִּבְכּוּ Bnei Yisra’el בְנֵי יִשְׂרָאֵל a Moshéh מֹשֶׁה en las estepas בְּעַרְבֹת de Mo’av מוֹאָב treinta שְׁלֹשִׁים días יוֹם; y se cumplieron וַיִּתְמְלְאוּ los días יְמֵי del llanto בְּכִי de duelo אֵבֶל por Moshéh מֹשֶׁה.
בְכִי אֵבֶלBe-khi e-veldel llanto de duelo (Nombre בְּכִי (bekhi) “llanto” en constructo con אֵבֶל (evel) “duelo”. Describe la naturaleza del lamento, profunda tristeza y pena).Y lloraron וַיִּבְכּוּ Bnei Yisra’el בְנֵי יִשְׂרָאֵל a Moshéh מֹשֶׁה en las estepas בְּעַרְבֹת de Mo’av מוֹאָב treinta שְׁלֹשִׁים días יוֹם; y se cumplieron וַיִּתְמְלְאוּ los días יְמֵי del llanto בְּכִי de duelo אֵבֶל por Moshéh מֹשֶׁה.
מֹשֶׁהMo-šehpor Moshéh (Moshéh es la causa y el objeto del duelo nacional, su partida deja un vacío inmenso).Y lloraron וַיִּבְכּוּ Bnei Yisra’el בְנֵי יִשְׂרָאֵל a Moshéh מֹשֶׁה en las estepas בְּעַרְבֹת de Mo’av מוֹאָב treinta שְׁלֹשִׁים días יוֹם; y se cumplieron וַיִּתְמְלְאוּ los días יְמֵי del llanto בְּכִי de duelo אֵבֶל por Moshéh מֹשֶׁה.
וִיהוֹשֻׁעַVi-ho-šu-aY Yehoshúa (Conjunción וִ (vi) “y” + nombre propio יְהוֹשֻׁעַ (Yehoshúa). Introduce al sucesor de Moshéh, cuyo nombre significa “HaShem salva”).Y Yehoshúa וִיהוֹשֻׁעַ bin Nun בִּן־נוּן estaba lleno מָלֵא del espíritu רוּחַ de sabiduría חָכְמָה, porque כִּי Moshéh מֹשֶׁה había puesto סָמַךְ sus manos יָדָיו sobre עָלָיו él; y le obedecieron וַיִּשְׁמְעוּ Bnei Yisra’el בְנֵי יִשְׂרָאֵל, e hicieron וַיַּעֲשׂוּ como אֲשֶׁר había mandado צִוָּה HaShem יְהוָה a Moshéh מֹשֶׁה.
בִּן־נוּןBin-Nunhijo de Nun (Nombre בֵּן (ben) “hijo de” + nombre propio נוּן (Nun). Designa la filiación de Yehoshúa, diferenciándolo de otros con el mismo nombre).Y Yehoshúa וִיהוֹשֻׁעַ bin Nun בִּן־נוּן estaba lleno מָלֵא del espíritu רוּחַ de sabiduría חָכְמָה, porque כִּי Moshéh מֹשֶׁה había puesto סָמַךְ sus manos יָדָיו על עָלָיו él; y le obedecieron וַיִּשְׁמְעוּ Bnei Yisra’el בְנֵי יִשְׂרָאֵל, e hicieron וַיַּעֲשׂוּ como אֲשֶׁר había mandado צִוָּה HaShem יְהוָה a Moshéh מֹשֶׁה.
מָלֵאMa-leestaba lleno (Verbo מָלֵא (male), Qal perfecto, 3ª masc. sing. “estar lleno”. Describe el estado de Yehoshúa, investido de una cualidad divina).Y Yehoshúa וִיהוֹשֻׁעַ bin Nun בִּן־נוּן estaba lleno מָלֵא del espíritu רוּחַ de sabiduría חָכְמָה, porque כִּי Moshéh מֹשֶׁה había puesto סָמַךְ sus manos יָדָיו sobre עָלָיו él; y le obedecieron וַיִּשְׁמְעוּ Bnei Yisra’el בְנֵי יִשְׂרָאֵל, e hicieron וַיַּעֲשׂוּ como אֲשֶׁר había mandado צִוָּה HaShem יְהוָה a Moshéh מֹשֶׁה.
רוּחַ חָכְמָהRu-aḥ ḥakh-mahdel espíritu de sabiduría (Nombre רוּחַ (ruaḥ) “espíritu” en constructo con חָכְמָה (ḥakhmah) “sabiduría”. La sabiduría aquí es una dote divina, no meramente humana, esencial para el liderazgo).Y Yehoshúa וִיהוֹשֻׁעַ bin Nun בִּן־נוּן estaba lleno מָלֵא del espíritu רוּחַ de sabiduría חָכְמָה, porque כִּי Moshéh מֹשֶׁה había puesto סָמַךְ sus manos יָדָיו sobre עָלָיו él; y le obedecieron וַיִּשְׁמְעוּ Bnei Yisra’el בְנֵי יִשְׂרָאֵל, e hicieron וַיַּעֲשׂוּ como אֲשֶׁר había mandado צִוָּה HaShem יְהוָה a Moshéh מֹשֶׁה.
כִּיKiporque (Conjunción “porque, ya que”. Introduce la razón por la cual Yehoshúa estaba lleno de espíritu de sabiduría).Y Yehoshúa וִיהוֹשֻׁעַ bin Nun בִּן־נוּן estaba lleno מָלֵא del espíritu רוּחַ de sabiduría חָכְמָה, porque כִּי Moshéh מֹשֶׁה había puesto סָמַךְ sus manos יָדָיו sobre עָלָיו él; y le obedecieron וַיִּשְׁמְעוּ Bnei Yisra’el בְנֵי יִשְׂרָאֵל, e hicieron וַיַּעֲשׂוּ como אֲשֶׁר había mandado צִוָּה HaShem יְהוָה a Moshéh מֹשֶׁה.
סָמַךְSa-makhhabía puesto (Verbo סָמַךְ (samakh), Qal perfecto, 3ª masc. sing. “apoyar, imponer”. Se refiere a la ordenación de Yehoshúa por Moshéh a través de la imposición de manos, transmitiendo autoridad y Ruaj HaKodesh).Y Yehoshúa וִיהוֹשֻׁעַ bin Nun בִּן־נוּן estaba lleno מָלֵא del espíritu רוּחַ de sabiduría חָכְמָה, porque כִּי Moshéh מֹשֶׁה había puesto סָמַךְ sus manos יָדָיו sobre עָלָיו él; y le obedecieron וַיִּשְׁמְעוּ Bnei Yisra’el בְנֵי יִשְׂרָאֵל, e hicieron וַיַּעֲשׂוּ como אֲשֶׁר había mandado צִוָּה HaShem יְהוָה a Moshéh מֹשֶׁה.
מֹשֶׁהMo-šehMoshéh (El que impuso las manos, su último acto de liderazgo y transmisión de autoridad).Y Yehoshúa וִיהוֹשֻׁעַ bin Nun בִּן־נוּן estaba lleno מָלֵא del espíritu רוּחַ de sabiduría חָכְמָה, porque כִּי Moshéh מֹשֶׁה había puesto סָמַךְ sus manos יָדָיו sobre עָלָיו él; y le obedecieron וַיִּשְׁמְעוּ Bnei Yisra’el בְנֵי יִשְׂרָאֵל, e hicieron וַיַּעֲשׂוּ como אֲשֶׁר había mandado צִוָּה HaShem יְהוָה a Moshéh מֹשֶׁה.
יָדָיוYa-davsus manos (Nombre plural יָד (yad) “mano” + sufijo pronominal de 3ª masc. sing. “sus”. El gesto físico de la imposición de manos).Y Yehoshúa וִיהוֹשֻׁעַ bin Nun בִּן־נוּן estaba lleno מָלֵא del espíritu רוּחַ de sabiduría חָכְמָה, porque כִּי Moshéh מֹשֶׁה había puesto סָמַךְ sus manos יָדָיו sobre עָלָיו él; y le obedecieron וַיִּשְׁמְעוּ Bnei Yisra’el בְנֵי יִשְׂרָאֵל, e hicieron וַיַּעֲשׂוּ como אֲשֶׁר había mandado צִוָּה HaShem יְהוָה a Moshéh מֹשֶׁה.
עָלָיוA-lavsobre él (Preposición עַל (al) “sobre” + sufijo pronominal de 3ª masc. sing. “él”. El receptor de la imposición de manos es Yehoshúa).Y Yehoshúa וִיהוֹשֻׁעַ bin Nun בִּן־נוּן estaba lleno מָלֵא del espíritu רוּחַ de sabiduría חָכְמָה, porque כִּי Moshéh מֹשֶׁה había puesto סָמַךְ sus manos יָדָיו sobre עָלָיו él; y le obedecieron וַיִּשְׁמְעוּ Bnei Yisra’el בְנֵי יִשְׂרָאֵל, e hicieron וַיַּעֲשׂוּ como אֲשֶׁר había mandado צִוָּה HaShem יְהוָה a Moshéh מֹשֶׁה.
וַיִּשְׁמְעוּVa-yiš-me-uY le obedecieron (Conjunción וַ (vav consecutivo) + verbo שָׁמַע (šama), Qal imperfecto consecutivo, 3ª masc. plural. “escuchar, obedecer”. La respuesta de Bnei Yisra’el a la autoridad de Yehoshúa).Y Yehoshúa וִיהוֹשֻׁעַ bin Nun בִּן־נוּן estaba lleno מָלֵא del espíritu רוּחַ de sabiduría חָכְמָה, porque כִּי Moshéh מֹשֶׁה había puesto סָמַךְ sus manos יָדָיו sobre עָלָיו él; y le obedecieron וַיִּשְׁמְעוּ Bnei Yisra’el בְנֵי יִשְׂרָאֵל, e hicieron וַיַּעֲשׂוּ como אֲשֶׁר había mandado צִוָּה HaShem יְהוָה a Moshéh מֹשֶׁה.
בְנֵי יִשְׂרָאֵלBene Yis-ra-ellos hijos de Yisra’el (La nación que obedece al nuevo líder divinamente comisionado).Y Yehoshúa וִיהוֹשֻׁעַ bin Nun בִּן־נוּן estaba lleno מָלֵא del espíritu רוּחַ de sabiduría חָכְמָה, porque כִּי Moshéh מֹשֶׁה había puesto סָמַךְ sus manos יָדָיו sobre עָלָיו él; y le obedecieron וַיִּשְׁמְעוּ Bnei Yisra’el בְנֵי יִשְׂרָאֵל, e hicieron וַיַּעֲשׂוּ como אֲשֶׁר había mandado צִוָּה HaShem יְהוָה a Moshéh מֹשֶׁה.
וַיַּעֲשׂוּVa-ya-a-sue hicieron (Conjunción וַ (vav consecutivo) + verbo עָשָׂה (asah), Qal imperfecto consecutivo, 3ª masc. plural. “hacer”. La obediencia práctica a los mandatos).Y Yehoshúa וִיהוֹשֻׁעַ bin Nun בִּן־נוּן estaba lleno מָלֵא del espíritu רוּחַ de sabiduría חָכְמָה, porque כִּי Moshéh מֹשֶׁה había puesto סָמַךְ sus manos יָדָיו sobre עָלָיו él; y le obedecieron וַיִּשְׁמְעוּ Bnei Yisra’el בְנֵי יִשְׂרָאֵל, e hicieron וַיַּעֲשׂוּ como אֲשֶׁר había mandado צִוָּה HaShem יְהוָה a Moshéh מֹשֶׁה.
כַּאֲשֶׁרKa-a-šercomo (Preposición כְּ (ke) “como” + pronombre relativo אֲשֶׁר (a-šer) “que”. Indica la conformidad de sus acciones con el mandato divino).Y Yehoshúa וִיהוֹשֻׁעַ bin Nun בִּן־נוּן estaba lleno מָלֵא del espíritu רוּחַ de sabiduría חָכְמָה, porque כִּי Moshéh מֹשֶׁה había puesto סָמַךְ sus manos יָדָיו sobre עָלָיו él; y le obedecieron וַיִּשְׁמְעוּ Bnei Yisra’el בְנֵי יִשְׂרָאֵל, e hicieron וַיַּעֲשׂוּ como אֲשֶׁר había mandado צִוָּה HaShem יְהוָה a Moshéh מֹשֶׁה.
צִוָּהṢi-wahhabía mandado (Verbo צָוָה (ṣavah), Piel perfecto, 3ª masc. sing. “mandar, ordenar”. HaShem es la fuente última de la autoridad de Moshéh y ahora de Yehoshúa).Y Yehoshúa וִיהוֹשֻׁעַ bin Nun בִּן־נוּן estaba lleno מָלֵא del espíritu רוּחַ de sabiduría חָכְמָה, porque כִּי Moshéh מֹשֶׁה había puesto סָמַךְ sus manos יָדָיו sobre עָלָיו él; y le obedecieron וַיִּשְׁמְעוּ Bnei Yisra’el בְנֵי יִשְׂרָאֵל, e hicieron וַיַּעֲשׂוּ como אֲשֶׁר había mandado צִוָּה HaShem יְהוָה a Moshéh מֹשֶׁה.
יְהוָהHaShemHaShem (El Comandante supremo, cuya voluntad es transmitida a través de Sus siervos).Y Yehoshúa וִיהוֹשֻׁעַ bin Nun בִּן־נוּן estaba lleno מָלֵא del espíritu רוּחַ de sabiduría חָכְמָה, porque כִּי Moshéh מֹשֶׁה había puesto סָמַךְ sus manos יָדָיו sobre עָלָיו él; y le obedecieron וַיִּשְׁמְעוּ Bnei Yisra’el בְנֵי יִשְׂרָאֵל, e hicieron וַיַּעֲשׂוּ como אֲשֶׁר había mandado צִוָּה HaShem יְהוָה a Moshéh מֹשֶׁה.
אֶת־מֹשֶׁהEt-mo-šeha Moshéh (Partícula objeto directo אֵת (et) + nombre propio מֹשֶׁה (Mošeh). Moshéh es el instrumento a través del cual HaShem da Sus mandamientos).Y Yehoshúa וִיהוֹשֻׁעַ bin Nun בִּן־נוּן estaba lleno מָלֵא del espíritu רוּחַ de sabiduría חָכְמָה, porque כִּי Moshéh מֹשֶׁה había puesto סָמַךְ sus manos יָדָיו sobre עָלָיו él; y le obedecieron וַיִּשְׁמְעוּ Bnei Yisra’el בְנֵי יִשְׂרָאֵל, e hicieron וַיַּעֲשׂוּ como אֲשֶׁר había mandado צִוָּה HaShem יְהוָה a Moshéh מֹשֶׁה.
וְלֹאVe-loY no (Conjunción וְ (ve) “y” + partícula de negación לֹא (lo). Introduce una declaración de singularidad respecto a Moshéh).Y no וְלֹא se levantó קָם más עֹוד un profeta נָבִיא en Yisra’el בְּיִשְׂרָאֵל como כְּ Moshéh מֹשֶׁה, a quien אֲשֶׁר HaShem יְהוָה conoció יְדָעוֹ cara פָּנִים a cara אֶל־פָּנִים.
קָםQamse levantó (Verbo קוּם (qum), Qal perfecto, 3ª masc. sing. “levantarse”. Se refiere al surgimiento de un profeta).Y no וְלֹא se levantó קָם más עֹוד un profeta נָבִיא en Yisra’el בְּיִשְׂרָאֵל como כְּ Moshéh מֹשֶׁה, a quien אֲשֶׁר HaShem יְהוָה conoció יְדָעוֹ cara פָּנִים a cara אֶל־פָּנִים.
עֹודOdmás (Adverbio “todavía, aún, más”. Enfatiza que la preeminencia de Moshéh es duradera y no ha sido superada).Y no וְלֹא se levantó קָם más עֹוד un profeta נָבִיא en Yisra’el בְּיִשְׂרָאֵל como כְּ Moshéh מֹשֶׁה, a quien אֲשֶׁר HaShem יְהוָה conoció יְדָעוֹ cara פָּנִים a cara אֶל־פָּנִים.
נָבִיאNa-viun profeta (Nombre נָבִיא (navi) “profeta”. Destaca la función profética de Moshéh, que era incomparable).Y no וְלֹא se levantó קָם más עֹוד un profeta נָבִיא en Yisra’el בְּיִשְׂרָאֵל como כְּ Moshéh מֹשֶׁה, a quien אֲשֶׁר HaShem יְהוָה conoció יְדָעוֹ cara פָּנִים a cara אֶל־פָּנִים.
בְּיִשְׂרָאֵלBe-yis-ra-elen Yisra’el (Preposición בְּ (be) “en” + nombre propio יִשְׂרָאֵל (Yisra’el). La afirmación se aplica específicamente dentro del pueblo escogido).Y no וְלֹא se levantó קָם más עֹוד un profeta נָבִיא en Yisra’el בְּיִשְׂרָאֵל como כְּ Moshéh מֹשֶׁה, a quien אֲשֶׁר HaShem יְהוָה conoció יְדָעוֹ cara פָּנִים a cara אֶל־פָּנִים.
כְּמֹשֶׁהKe-mo-šehcomo Moshéh (Preposición כְּ (ke) “como” + nombre propio מֹשֶׁה (Mošeh). Establece a Moshéh como el estándar inigualable de profecía).Y no וְלֹא se levantó קָם más עֹוד un profeta נָבִיא en Yisra’el בְּיִשְׂרָאֵל como כְּ Moshéh מֹשֶׁה, a quien אֲשֶׁר HaShem יְהוָה conoció יְדָעוֹ cara פָּנִים a cara אֶל־פָּנִים.
אֲשֶׁרA-šera quien (Pronombre relativo “quien”. Introduce la cualidad única de Moshéh en su relación con HaShem).Y no וְלֹא se levantó קָם más עֹוד un profeta נָבִיא en Yisra’el בְּיִשְׂרָאֵל como כְּ Moshéh מֹשֶׁה, a quien אֲשֶׁר HaShem יְהוָה conoció יְדָעוֹ cara פָּנִים a cara אֶל־פָּנִים.
יְדָעוֹYe-da-oconoció (Verbo יָדַע (yada), Qal perfecto, 3ª masc. sing. “conocer” + sufijo pronominal de 3ª masc. sing. “él/lo”. El conocimiento íntimo y personal de HaShem hacia Moshéh es lo que lo hizo incomparable).Y no וְלֹא se levantó קָם más עֹוד un profeta נָבִיא en Yisra’el בְּיִשְׂרָאֵל como כְּ Moshéh מֹשֶׁה, a quien אֲשֶׁר HaShem יְהוָה conoció יְדָעוֹ cara פָּנִים a cara אֶל־פָּנִים.
יְהוָהHaShemHaShem (El Sujeto que conoce a Moshéh de una manera única y personal).Y no וְלֹא se levantó קָם más עֹוד un profeta נָבִיא en Yisra’el בְּיִשְׂרָאֵל como כְּ Moshéh מֹשֶׁה, a quien אֲשֶׁר HaShem יְהוָה conoció יְדָעוֹ cara פָּנִים a cara אֶל־פָּנִים.
פָּנִים אֶל־פָּנִיםPa-nim el-pa-nimcara a cara (Expresión idiomática que denota una intimidad y comunicación directa sin intermediarios, una relación única con la Divinidad).Y no וְלֹא se levantó קָם más עֹוד un profeta נָבִיא en Yisra’el בְּיִשְׂרָאֵל como כְּ Moshéh מֹשֶׁה, a quien אֲשֶׁר HaShem יְהוָה conoció יְדָעוֹ cara פָּנִים אֶל־פָּנִים.
לְכָל־Le-kholpor todo (Preposición לְ (le) “por, para” + nombre כֹּל (kol) “todo” en constructo. Introduce la segunda cualidad distintiva de Moshéh: sus obras poderosas).Por todo לְכָל־ el poder הַיָּד y por todas וּלְכֹל las señales הָאֹתוֹת y los prodigios וְהַמּוֹפְתִים que las cuales אֲשֶׁר le envió שְׁלָחוֹ HaShem יְהוָה para hacer לַעֲשׂוֹת en la tierra בְּאֶרֶץ de Mitzrayim מִצְרַיִם a Par’oh פַּרְעֹה y a todos וּלְכָל sus siervos עֲבָדָיו y a toda וּלְכָל su tierra אַרְצוֹ.
הַיָּדHa-yadel poder, la mano (Artículo definido הַ (ha) + nombre יָד (yad) “mano, poder, fuerza”. Se refiere a la capacidad de Moshéh para ejecutar los juicios divinos).Por todo לְכָל־ הַיָּד וּלְכֹל הָאֹתוֹת וְהַמּוֹפְתִים אֲשֶׁר שְׁלָחוֹ יְהוָה לַעֲשׂוֹת בְּאֶרֶץ מִצְרַיִם לְפַרְעֹה וּלְכָל־עֲבָדָיו וּלְכָל־אַרְצוֹ.
וּלְכֹלU-le-kholy por todas (Conjunción וּ (u) “y” + preposición לְ (le) “por” + nombre כֹּל (kol) “todo” en constructo. Amplía el alcance de las maravillas de Moshéh).Por todo לְכָל־ הַיָּד וּלְכֹל הָאֹתוֹת וְהַמּוֹפְתִים אֲשֶׁר שְׁלָחוֹ יְהוָה לַעֲשׂוֹת בְּאֶרֶץ מִצְרַיִם לְפַרְעֹה וּלְכָל־עֲבָדָיו וּלְכָל־אַרְצוֹ.
הָאֹתוֹתHa-o-totlas señales (Artículo definido הַ (ha) + nombre plural אֹת (ot) “señal, prodigio”. Las maravillas milagrosas que Moshéh realizó).Por todo לְכָל־ הַיָּד וּלְכֹל הָאֹתוֹת וְהַמּוֹפְתִים אֲשֶׁר שְׁלָחוֹ יְהוָה לַעֲשׂוֹת בְּאֶרֶץ מִצְרַיִם לְפַרְעֹה וּלְכָל־עֲבָדָיו וּלְכָל־אַרְצוֹ.
וְהַמּוֹפְתִיםVe-ha-mof-timy los prodigios (Conjunción וְ (ve) “y” + artículo definido הַ (ha) + nombre plural מוֹפֵת (mofet) “prodigio, maravilla”. Complementa “señales”, enfatizando la naturaleza sobrenatural de los actos).Por todo לְכָל־ הַיָּד וּלְכֹל הָאֹתוֹת וְהַמּוֹפְתִים אֲשֶׁר שְׁלָחוֹ יְהוָה לַעֲשׂוֹת בְּאֶרֶץ מִצְרַיִם לְפַרְעֹה וּלְכָל־עֲבָדָיו וּלְכָל־אַרְצוֹ.
אֲשֶׁרA-šerque, las cuales (Pronombre relativo. Conecta los milagros con la acción de HaShem).Por todo לְכָל־ הַיָּד וּלְכֹל הָאֹתוֹת וְהַמּוֹפְתִים אֲשֶׁר שְׁלָחוֹ יְהוָה לַעֲשׂוֹת בְּאֶרֶץ מִצְרַיִם לְפַרְעֹה וּלְכָל־עֲבָדָיו וּלְכָל־אַרְצוֹ.
שְׁלָחוֹŠe-la-ḥole envió (Verbo שָׁלַח (šalaḥ), Qal perfecto, 3ª masc. sing. “enviar” + sufijo pronominal de 3ª masc. sing. “él/lo”. HaShem fue quien envió a Moshéh con autoridad).Por todo לְכָל־ הַיָּד וּלְכֹל הָאֹתוֹת וְהַמּוֹפְתִים אֲשֶׁר שְׁלָחוֹ יְהוָה לַעֲשׂוֹת בְּאֶרֶץ מִצְרַיִם לְפַרְעֹה וּלְכָל־עֲבָדָיו וּלְכָל־אַרְצוֹ.
יְהוָהHaShemHaShem (El remitente y la fuente del poder de Moshéh).Por todo לְכָל־ הַיָּד וּלְכֹל הָאֹתוֹת וְהַמּוֹפְתִים אֲשֶׁר שְׁלָחוֹ יְהוָה לַעֲשׂוֹת בְּאֶרֶץ מִצְרַיִם לְפַרְעֹה וּלְכָל־עֲבָדָיו וּלְכָל־אַרְצוֹ.
לַעֲשׂוֹתLa-a-šotpara hacer (Preposición לְ (le) “para” + infinitivo constructo עָשָׂה (asah) “hacer”. Indica el propósito de su misión: realizar las acciones divinas).Por todo לְכָל־ הַיָּד וּלְכֹל הָאֹתוֹת וְהַמּוֹפְתִים אֲשֶׁר שְׁלָחוֹ יְהוָה לַעֲשׂוֹת בְּאֶרֶץ מִצְרַיִם לְפַרְעֹה וּלְכָל־עֲבָדָיו וּלְכָל־אַרְצוֹ.
בְּאֶרֶץBe-e-reṣen la tierra (Preposición בְּ (be) “en” + nombre אֶרֶץ (ereṣ) “tierra”. El escenario de las plagas y la liberación).Por todo לְכָל־ הַיָּד וּלְכֹל הָאֹתוֹת וְהַמּוֹפְתִים אֲשֶׁר שְׁלָחוֹ יְהוָה לַעֲשׂוֹת בְּאֶרֶץ מִצְרַיִם לְפַרְעֹה וּלְכָל־עֲבָדָיו וּלְכָל־אַרְצוֹ.
מִצְרָיִםMiṣ-ra-yimMitzrayim (Egipto, la nación donde HaShem manifestó Su poder a través de Moshéh para liberar a Su pueblo).Por todo לְכָל־ הַיָּד וּלְכֹל הָאֹתוֹת וְהַמּוֹפְתִים אֲשֶׁר שְׁלָחוֹ יְהוָה לַעֲשׂוֹת בְּאֶרֶץ מִצְרַיִם לְפַרְעֹה וּלְכָל־עֲבָדָיו וּלְכָל־אַרְצוֹ.
לְפַרְעֹהLe-far-oa Par’oh (Preposición לְ (le) “a, para” + nombre propio פַּרְעֹה (Par’oh). El objetivo principal de las señales y prodigios era Par’oh, para que dejara ir a Bnei Yisra’el).Por todo לְכָל־ הַיָּד וּלְכֹל הָאֹתוֹת וְהַמּוֹפְתִים אֲשֶׁר שְׁלָחוֹ יְהוָה לַעֲשׂוֹת בְּאֶרֶץ מִצְרַיִם לְפַרְעֹה וּלְכָל־עֲבָדָיו וּלְכָל־אַרְצוֹ.
וּלְכָל־U-le-kholy a todos (Conjunción וּ (u) “y” + preposición לְ (le) “a” + nombre כֹּל (kol) “todo” en constructo. Amplía el alcance de los milagros a todo el séquito de Par’oh).Por todo לְכָל־ הַיָּד וּלְכֹל הָאֹתוֹת וְהַמּוֹפְתִים אֲשֶׁר שְׁלָחוֹ יְהוָה לַעֲשׂוֹת בְּאֶרֶץ מִצְרַיִם לְפַרְעֹה וּלְכָל־עֲבָדָיו וּלְכָל־אַרְצוֹ.
עֲבָדָיוA-va-davsus siervos (Nombre plural עֶבֶד (eved) “siervo” + sufijo pronominal de 3ª masc. sing. “sus”. Los funcionarios y la corte de Par’oh).Por todo לְכָל־ הַיָּד וּלְכֹל הָאֹתוֹת וְהַמּוֹפְתִים אֲשֶׁר שְׁלָחוֹ יְהוָה לַעֲשׂוֹת בְּאֶרֶץ מִצְרַיִם לְפַרְעֹה וּלְכָל־עֲבָדָיו וּלְכָל־אַרְצוֹ.
וּלְכָל־U-le-kholy a toda (Conjunción וּ (u) “y” + preposición לְ (le) “a” + nombre כֹּל (kol) “todo” en constructo. Incluye a toda la población y el territorio de Mitzrayim).Por todo לְכָל־ הַיָּד וּלְכֹל הָאֹתוֹת וְהַמּוֹפְתִים אֲשֶׁר שְׁלָחוֹ יְהוָה לַעֲשׂוֹת בְּאֶרֶץ מִצְרַיִם לְפַרְעֹה וּלְכָל־עֲבָדָיו וּלְכָל־אַרְצוֹ.
אַרְצוֹAr-ṣosu tierra (Nombre אֶרֶץ (ereṣ) “tierra” + sufijo pronominal de 3ª masc. sing. “su”. La totalidad de Mitzrayim sufrió los juicios divinos).Por todo לְכָל־ הַיָּד וּלְכֹל הָאֹתוֹת וְהַמּוֹפְתִים אֲשֶׁר שְׁלָחוֹ יְהוָה לַעֲשׂוֹת בְּאֶרֶץ מִצְרַיִם לְפַרְעֹה וּלְכָל־עֲבָדָיו וּלְכָל־אַרְצוֹ.
וּלְכֹלU-le-kholY por toda (Conjunción וּ (u) “y” + preposición לְ (le) “por” + nombre כֹּל (kol) “todo” en constructo. Introduce la última cualidad de Moshéh: su grandeza ante Yisra’el).Y por toda וּלְכֹל la mano הַיָּד fuerte הַחֲזָקָה y por todo וּלְכֹל el gran הַגָּדוֹל terror הַמּוֹרָא que cual אֲשֶׁר hizo עָשָׂה Moshéh מֹשֶׁה a los ojos לְעֵינֵי de todo כָּל Yisra’el יִשְׂרָאֵל.
הַיָּדHa-yadla mano (Artículo definido הַ (ha) + nombre יָד (yad) “mano”. Se refiere al poder ejercido por Moshéh, una metonimia de su autoridad y capacidad de acción).Y por toda וּלְכֹל הַיָּד הַחֲזָקָה וּלְכֹל הַמּוֹרָא הַגָּדוֹל אֲשֶׁר עָשָׂה מֹשֶׁה לְעֵינֵי כָּל־יִשְׂרָאֵל.
הַחֲזָקָהHa-ḥa-za-qahfuerte (Artículo definido הַ (ha) + adjetivo חָזָק (ḥazaq) “fuerte, poderoso”. Califica la mano, enfatizando la magnitud de su fuerza y la intervención divina).Y por toda וּלְכֹל הַיָּד הַחֲזָקָה וּלְכֹל הַמּוֹרָא הַגָּדוֹל אֲשֶׁר עָשָׂה מֹשֶׁה לְעֵינֵי כָּל־יִשְׂרָאֵל.
וּלְכֹלU-le-kholy por todo (Conjunción וּ (u) “y” + preposición לְ (le) “por” + nombre כֹּל (kol) “todo” en constructo. Conecta las obras poderosas con el “gran terror” que inspiraron).Y por toda וּלְכֹל הַיָּד הַחֲזָקָה וּלְכֹל הַמּוֹרָא הַגָּדוֹל אֲשֶׁר עָשָׂה מֹשֶׁה לְעֵינֵי כָּל־יִשְׂרָאֵל.
הַמּוֹרָאHa-mo-rael terror (Artículo definido הַ (ha) + nombre מוֹרָא (mora) “terror, temor reverencial”. Se refiere al asombro y el miedo que las obras de Moshéh, respaldadas por HaShem, infundieron).Y por toda וּלְכֹל הַיָּד הַחֲזָקָה וּלְכֹל הַמּוֹרָא הַגָּדוֹל אֲשֶׁר עָשָׂה מֹשֶׁה לְעֵינֵי כָּל־יִשְׂרָאֵל.
הַגָּדוֹלHa-ga-dolel grande (Artículo definido הַ (ha) + adjetivo גָּדוֹל (gadol) “grande”. Califica el terror, magnificando su impacto y la impresión que dejó).Y por toda וּלְכֹל הַיָּד הַחֲזָקָה וּלְכֹל הַמּוֹרָא הַגָּדוֹל אֲשֶׁר עָשָׂה מֹשֶׁה לְעֵינֵי כָּל־יִשְׂרָאֵל.
אֲשֶׁרA-šerque, cual (Pronombre relativo. Introduce la acción de Moshéh).Y por toda וּלְכֹל הַיָּד הַחֲזָקָה וּלְכֹל הַמּוֹרָא הַגָּדוֹל אֲשֶׁר עָשָׂה מֹשֶׁה לְעֵינֵי כָּל־יִשְׂרָאֵל.
עָשָׂהA-sahhizo (Verbo עָשָׂה (asah), Qal perfecto, 3ª masc. sing. “hacer”. La acción de Moshéh en realizar estos poderosos actos).Y por toda וּלְכֹל הַיָּד הַחֲזָקָה וּלְכֹל הַמּוֹרָא הַגָּדוֹל אֲשֶׁר עָשָׂה מֹשֶׁה לְעֵינֵי כָּל־יִשְׂרָאֵל.
מֹשֶׁהMo-šehMoshéh (El agente humano de las obras divinas).Y por toda וּלְכֹל הַיָּד הַחֲזָקָה וּלְכֹל הַמּוֹרָא הַגָּדוֹל אֲשֶׁר עָשָׂה מֹשֶׁה לְעֵינֵי כָּל־יִשְׂרָאֵל.
לְעֵינֵיLe-e-neya los ojos de (Preposición לְ (le) “a” + nombre plural עַיִן (ayin) “ojo” en constructo. Indica que estos eventos fueron presenciados directamente por la nación).Y por toda וּלְכֹל הַיָּד הַחֲזָקָה וּלְכֹל הַמּוֹרָא הַגָּדוֹל אֲשֶׁר עָשָׂה מֹשֶׁה לְעֵינֵי כָּל־יִשְׂרָאֵל.
כָּל־יִשְׂרָאֵלKol-Yis-ra-eltodo Yisra’el (Nombre כֹּל (kol) “todo” en constructo con el nombre propio יִשְׂרָאֵל (Yisra’el). La nación entera fue testigo de la grandeza de Moshéh y el poder de HaShem a través de él).Y por toda וּלְכֹל הַיָּד הַחֲזָקָה וּלְכֹל הַמּוֹרָא הַגָּדוֹל אֲשֶׁר עָשָׂה מֹשֶׁה לְעֵינֵי כָּל־יִשְׂרָאֵל.

2. Haftaráh

Pasaje: Yehoshúa 1:1-18

Análisis según Torah Viviente:

La Haftaráh para V’Zot HaBerajá, que relata la muerte de Moshéh, es tradicionalmente Yehoshúa 1:1-18. Este pasaje es eminentemente apropiado, ya que sirve como la narrativa inmediata de la sucesión del liderazgo y la preparación para la entrada en la Tierra Prometida, la cual Moshéh solo pudo contemplar desde la distancia. La muerte de Moshéh es un umbral, y el libro de Yehoshúa es el portal.

La conexión temática es profunda: Moshéh ha muerto, el tiempo del lamento ha terminado, y HaShem comisiona a Yehoshúa bin Nun para liderar al pueblo a la tierra que Moshéh no pudo entrar. La Haftaráh comienza con las palabras de HaShem a Yehoshúa: “Moshéh mi siervo ha muerto; ahora, pues, levántate y cruza este Yarden, tú y todo este pueblo, hacia la tierra que Yo les doy a los hijos de Yisra’el” (Yehoshúa 1:2). Esto resuena directamente con Deuteronomio 34:1-4, donde Moshéh ve la tierra pero se le niega la entrada. HaShem reafirma el pacto de la tierra a Yehoshúa (Yehoshúa 1:3-4), tal como lo juró a los patriarcas, eco de Deuteronomio 34:4.

Los Midrashim a menudo exploran el lamento por Moshéh, que duró 30 días (Deuteronomio 34:8). El Targum Yonatan a Deuteronomio 34 enfatiza que la muerte de Moshéh fue “por la boca de HaShem”, una muerte por un beso divino, reflejando una relación íntima que ningún otro profeta tuvo (Deuteronomio 34:5, 10). Este mismo Targum y otros Midrashim también resaltan la transmisión del “espíritu de sabiduría” de Moshéh a Yehoshúa mediante la imposición de manos (Deuteronomio 34:9), un evento vital que prepara a Yehoshúa para su liderazgo. La Haftaráh de Yehoshúa 1:1-18 ilustra la efectividad de esta transferencia, ya que HaShem mismo insta a Yehoshúa a ser fuerte y valiente, y promete Su presencia, tal como estuvo con Moshéh.

Las conexiones mesiánicas y proféticas son evidentes. Moshéh es un tipo de la Torah, la ley que guía pero no puede llevar al pueblo a la plenitud de la herencia debido a la limitación de la carne. Yehoshúa, cuyo nombre es la forma hebrea de Yeshúa, que significa “HaShem salva”, es un tipo de Mashíaj. Moshéh lleva al pueblo hasta el umbral; Yeshúa (Yehoshúa) los introduce en la heredad. Este patrón redentor revela que la entrada a la verdadera “tierra prometida” o “descanso” no es por obras de la Torah solamente (representadas por Moshéh), sino a través del liderazgo de quien lleva el Nombre de la salvación (Yeshúa/Yehoshúa), empoderado por el Ruaj HaKodesh.

El pasaje de Yehoshúa enfatiza la necesidad de meditar en la Torah día y noche (Yehoshúa 1:8), lo que conecta con el legado de Moshéh como dador de la Torah. Sin embargo, no es solo la Torah la que garantiza el éxito, sino la obediencia a ella bajo el liderazgo divinamente ungido. Yeshúa HaMashíaj es el cumplimiento supremo de este patrón. Él es tanto la “Torah viviente” (como Moshéh la presentó) como el “Yehoshúa” que nos introduce en el Reino de los Cielos. Él es el que nos capacita para “entrar en la tierra”, no por nuestra propia fuerza, sino por Su Ruaj HaKodesh. Las promesas de HaShem a Yehoshúa de que “nadie te podrá hacer frente” y “no te desampararé ni te dejaré” (Yehoshúa 1:5) encuentran su cumplimiento definitivo en Yeshúa HaMashíaj, quien nunca nos dejará ni abandonará, y a través de quien somos más que vencedores.

3. Brit Hadasháh (Nuevo Pacto)

Pasaje: Hebreos 3:7-4:11

Análisis según Torah Viviente:

La conexión con la Brit Hadasháh es profunda y se encuentra poderosamente articulada en el libro de Hebreos, específicamente en los capítulos 3 y 4. Estos pasajes abordan el tema del “descanso” y la entrada en la “tierra prometida” de una manera teológica que ilumina el destino de Moshéh y el papel de Yeshúa HaMashíaj.

El pasaje de Hebreos 3:7-19 recuerda la desobediencia de Bnei Yisra’el en el desierto, que les impidió entrar en el descanso de HaShem. Se cita Salmos 95:7-11: “Si endurecéis vuestros corazones como en Merivá, en el día de Masáh en el desierto, donde me tentaron vuestros padres, me probaron y vieron mis obras durante cuarenta años. Por eso me irrité con esa generación, y dije: Siempre andan errados de corazón, y no han conocido mis caminos. Por tanto, juré en mi ira: No entrarán en Mi reposo”. Esta es la generación que Moshéh lideró, y su fracaso en entrar en Canaán por incredulidad se convierte en un paradigma para todos los tiempos. La prohibición a Moshéh de entrar, aunque por una razón diferente (su falta en Merivá), se alinea con este patrón general de la imposibilidad de alcanzar el “descanso” prometido por medios puramente humanos o por el liderazgo de la antigua alianza.

Hebreos 4:1-11 lleva esta enseñanza a su cumplimiento mesiánico. Argumenta que la promesa de un descanso aún permanece, y que “el descanso sabático para el pueblo de Elohím” (Hebreos 4:9) es una realidad espiritual superior a la mera entrada geográfica en Canaán. Este descanso es accesible solo a través de la fe en Yeshúa HaMashíaj. El autor de Hebreos señala que si Yehoshúa (el Josué de la Torah) hubiera dado un “descanso” perfecto, HaShem no habría hablado de “otro día” (Hebreos 4:8). Esto indica que la entrada a Canaán bajo Yehoshúa fue un tipo, una sombra del verdadero y eterno descanso que se encuentra en Yeshúa HaMashíaj.

Yeshúa es el cumplimiento de Moshéh, pero es “superior a Moshéh” (Hebreos 3:1-6). Moshéh fue fiel como siervo en la casa de HaShem, pero Yeshúa es fiel como Hijo sobre Su propia casa. Moshéh nos dio la Torah, pero no pudo introducirnos en el descanso final. Yeshúa, como el verdadero Yehoshúa (salvador), nos introduce en el Reino de los Cielos, el reposo definitivo de HaShem, por medio de Su sacrificio y Su liderazgo espiritual. La “tierra de Canaán” se convierte en un símbolo del Reino de los Cielos, y Moshéh, al verla pero no entrar, prefigura la insuficiencia de la Torah para proporcionar la salvación completa sin Mashíaj.

Textos apócrifos como el “Ascenso de Moshéh” (Testamento de Moshéh) o la “Asunción de Moshéh” (referenciado en Judas 1:9 sobre la disputa por el cuerpo de Moshéh) también realzan la figura de Moshéh, mostrando el respeto y misterio en torno a su muerte y sepultura. Aunque no directamente proféticos en el mismo sentido que el Tanakh, estos textos reflejan la reverencia judía por Moshéh y la conciencia de su singularidad, lo que hace que su “no entrada” en la tierra sea aún más significativa. Es el Mesías quien debe completar lo que Moshéh inició.

La obra redentora de Yeshúa HaMashíaj es el medio por el cual los creyentes hoy pueden entrar en este “descanso”. Él es el camino, la verdad y la vida, el que nos lleva más allá del desierto de este mundo a la herencia eterna. Yeshúa es el centro de todas las Escrituras porque Su vida, muerte y resurrección proveen la entrada y el cumplimiento de las promesas que Moshéh vislumbró pero no pudo alcanzar en su totalidad. Él nos lleva a la verdadera Canaán celestial, donde el reposo de HaShem es eterno.

4. Contexto Histórico y Arqueológico

Según Torah Viviente:

El pasaje de Deuteronomio 34:1-12 marca el clímax de los cuarenta años de peregrinación de Bnei Yisra’el en el desierto bajo el liderazgo de Moshéh. Históricamente, este es el momento en que la generación del Éxodo ha perecido, y una nueva generación, nacida en el desierto y educada en la Torah, se prepara para cruzar el río Jordán y conquistar Canaán.

Moshéh se encuentra en las estepas de Mo’av, al este del Jordán, una región geográficamente estratégica que dominaba la vista hacia la Tierra Prometida. El monte Nevo, particularmente su cima Pisgah, es un punto geográfico identificado. Aunque la ubicación exacta de la tumba de Moshéh sigue siendo desconocida (“nadie supo su sepulcro hasta hoy”, Deuteronomio 34:6), el hecho de que el texto lo mencione subraya la singularidad de su muerte y sepultura, divinamente orquestada para evitar cualquier culto a su persona, una práctica común en el antiguo Cercano Oriente donde las tumbas de héroes y fundadores a menudo se convertían en santuarios. La proximidad a Beit Pe’or (Deuteronomio 34:6) es irónica, ya que este lugar es tristemente conocido por el pecado de Bnei Yisra’el con las hijas de Mo’av y la adoración a Ba’al Pe’or (Números 25). La tumba del gran profeta, fiel hasta el final, yace cerca del lugar de una gran apostasía de su pueblo.

El período en que se sitúa esta narración corresponde al Bronce Tardío y la Transición al Hierro (aprox. 1400-1200 a.C. para el Éxodo y la Conquista, según diferentes modelos cronológicos). La “tierra de Canaán” estaba habitada por una mezcla de pueblos: cananeos, amorreos, hititas, perezeos, jevitas y jebuseos, como se menciona en los pactos de HaShem (Éxodo 3:8). La arqueología ha revelado la existencia de ciudades fortificadas y una cultura material rica en la región, aunque la evidencia directa de la conquista a gran escala descrita en Yehoshúa es compleja y debatida. Sin embargo, los textos como las cartas de Amarna (siglo XIV a.C.) ofrecen una visión de la inestabilidad política y las incursiones de grupos seminómadas (“Habiru”) en Canaán, lo que podría reflejar el contexto de la llegada de Bnei Yisra’el.

El liderazgo de Moshéh durante el Éxodo y la entrega de la Torah fue un evento transformador que forjó una identidad nacional y religiosa única para Bnei Yisra’el, contrastando con las prácticas politeístas y idolátricas de las naciones circundantes. Moshéh, a sus 120 años, con vista intacta y vigor sin disminuir (Deuteronomio 34:7), representa una vitalidad divinamente sostenida que va más allá de la experiencia humana normal. Este es un recordatorio de que su ministerio fue un milagro continuo de HaShem. Su muerte en su plenitud física, pero sin entrar en la tierra, enfatiza que su rol era el de establecer el pacto de la Torah, no de llevar a cabo su consumación en la tierra.

La imposición de manos de Moshéh sobre Yehoshúa (Deuteronomio 34:9) era un acto formal de sucesión y transmisión de autoridad espiritual, un rito que se encuentra también en otras culturas antiguas como Egipto para la investidura de funcionarios. En este contexto, se convierte en un precedente para la transmisión de autoridad en el Reino de Elohím, donde el Ruaj HaKodesh es conferido para el servicio. Esta preparación y sucesión son vitales para las conexiones mesiánicas, ya que Moshéh, el mediador del pacto de la Torah, debe dar paso a Yehoshúa, quien introduce al pueblo en la herencia prometida. Esto prefigura cómo la Torah nos prepara, pero es Yeshúa HaMashíaj quien nos capacita para entrar en la plenitud del Reino de los Cielos, no solo una tierra física, sino una realidad espiritual eterna.

5. Profecías Mesiánicas y Tipos Bíblicos

Según Torah Viviente:

El pasaje de la Aliyá 7 de V’Zot HaBerajá, que narra la despedida de Moshéh, su visión de Canaán y su muerte, está repleto de profundas profecías mesiánicas, tipos y sombras que apuntan a Yeshúa HaMashíaj.

1. Moshéh como tipo de la Torah y de la Antigua Alianza: Moshéh, el gran legislador, es el mediador de la Torah. Él guía al pueblo hasta el umbral de la Tierra Prometida, pero no puede introducirlo en ella. Esto es una poderosa sombra de la Torah misma: es santa, justa y buena, nos guía y nos muestra el camino, pero no puede darnos la entrada a la plenitud del reposo de HaShem (Gálatas 3:24, Romanos 8:3). La Torah, a través de Moshéh, revela el pecado y nuestra incapacidad para cumplirla perfectamente, lo que nos prohíbe el acceso pleno a la herencia. Yeshúa HaMashíaj, sin embargo, es la meta de la Torah para justicia a todo el que cree (Romanos 10:4).

2. Yehoshúa como tipo de Yeshúa HaMashíaj: El sucesor de Moshéh es Yehoshúa bin Nun, cuyo nombre (יְהוֹשֻׁעַ – Yehoshúa) es idéntico en su raíz y significado al nombre de Yeshúa (יֵשׁוּעַ – Yeshúa), ambos significando “HaShem salva”. Yehoshúa es el que, a diferencia de Moshéh, introduce al pueblo en la tierra prometida. Este es un tipo directo y potente de Yeshúa HaMashíaj, quien es el verdadero líder que introduce a Su pueblo en el Reino de los Cielos, el verdadero y eterno descanso de HaShem (Hebreos 4:8-10). Lo que Moshéh no pudo hacer (llevar al pueblo a la tierra por completo), Yehoshúa lo logró, y lo que la Torah no puede hacer (salvar y dar vida eterna), Yeshúa lo cumple.

3. La visión de la Tierra Prometida desde Nevo: Moshéh ve la tierra “con sus ojos”, pero no la pisa. Esta visión prefigura la realidad celestial que se nos revela a través de la fe, pero cuyo pleno disfrute espera la consumación del Reino. Para Moshéh, fue un acto de gracia de HaShem permitirle esta visión, incluso con la restricción de no entrar. Para los discípulos de Mashíaj, se nos da una “vista” de la gloria venidera del Reino de los Cielos a través del Ruaj HaKodesh y la fe, aunque todavía peregrinamos en este mundo. El Har Nevo, como punto de observación sin posesión, simboliza la perspectiva profética de la redención futura.

4. La muerte de Moshéh “por boca de HaShem” y el secreto de su tumba: La muerte de Moshéh no fue por enfermedad o debilidad, sino por un decreto divino directo, enfatizando su cercanía a HaShem. El hecho de que su sepulcro sea desconocido (Deuteronomio 34:6) es único en las Escrituras. Midrashim (como Sifre Devarim 357) sugieren que esto fue para evitar la idolatría y la veneración de su tumba. Proféticamente, esto apunta a que el foco nunca debe estar en el siervo, sino en HaShem que lo envía. Es también un contraste con Yeshúa HaMashíaj, cuyo sepulcro también quedó vacío, no por ocultación, sino por Su resurrección, revelando una victoria sobre la muerte que Moshéh no experimentó. Su cuerpo no está allí porque está glorificado.

5. El Profeta como Moshéh (Deuteronomio 18:15, 18): Deuteronomio 34:10-12 concluye con la afirmación de que “no se levantó más un profeta en Yisra’el como Moshéh, a quien HaShem conoció cara a cara”. Esto establece un estándar profético inigualable. Sin embargo, la propia Torah, en Deuteronomio 18:15 y 18, profetiza que HaShem levantaría a “un profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo; a él oiréis”. Esta profecía, interpretada mesiánicamente en la Brit Hadasháh (Hechos 3:22, 7:37), se refiere a Yeshúa HaMashíaj. Moshéh es el tipo, y Yeshúa es el antitipo, el Profeta prometido que es “mayor que Moshéh” (Hebreos 3:1-6), y a través de quien HaShem se revela de manera aún más profunda y gloriosa, no solo “cara a cara”, sino en la encarnación misma de la Divinidad. La superioridad de Yeshúa es que Él no solo conoció a HaShem cara a cara, sino que es el Rostro de HaShem revelado (2 Corintios 4:6).

Estos patrones redentores nos muestran que la historia de Moshéh no es solo un relato del pasado, sino una enseñanza profética sobre la necesidad de un Mesías, quien completaría lo que la Torah y sus siervos podían solo iniciar o prefigurar.

6. Análisis Lingüístico y Midrashim Mesiánicos

Según Torah Viviente:

El pasaje final de la Torah es lingüísticamente rico y ha sido objeto de extensos Midrashim que revelan capas profundas de significado, muchas de las cuales resuenan con la venida de Mashíaj.

1. “וַיַּעַל מֹשֶׁה” (Va-ya-al Mo-šeh) – Y subió Moshéh (Deuteronomio 34:1): La acción de “subir” (עָלָה, alah) es fundamental. Moshéh sube a una montaña para encontrarse con HaShem a lo largo de su vida (Har Sinai, etc.), y aquí, por última vez, para ver la tierra y morir. En la literatura rabínica, “subir” a HaShem a menudo implica una ascensión espiritual o una cercanía a lo divino. La visión desde la cima de Pisgah (רֹאשׁ הַפִּסְגָּה, roš HaPisgah), que significa “cabeza de la cima”, connota un punto de máxima revelación y entendimiento, aunque físicamente limitado.

* Midrash Mesiánico: Algunos Midrashim, como en el Sifre Devarim, especulan sobre la visión de Moshéh, diciendo que vio no solo las fronteras geográficas, sino también toda la historia de Yisra’el, incluyendo la destrucción de los Templos y la venida del Mesías. Esta visión panorámica que trasciende el tiempo conecta con el conocimiento omnisciente de Yeshúa HaMashíaj, quien desde la eternidad vio y ve toda la historia de la salvación.

2. “עֶבֶד יְהוָה” (E-ved HaShem) – Siervo de HaShem (Deuteronomio 34:5): Este es el título de mayor honor para Moshéh, un “siervo” en el sentido de uno totalmente dedicado a la voluntad de HaShem, un mediador especial. El uso de “עֶבֶד” contrasta con “פָּנִים אֶל־פָּנִים” (panim el-panim, cara a cara) en el versículo 10, mostrando que su servicio se basaba en una intimidad única con HaShem.

* Conexión Mesiánica: Yesha’yahu HaNavi habla del “Siervo sufriente” de HaShem (Yesha’yahu 53), una figura que es inigualable en su obediencia y sacrificio. Yeshúa HaMashíaj es el Siervo de HaShem por excelencia, cuya obediencia lo llevó hasta la muerte. Así como Moshéh fue el siervo fiel en la casa de HaShem, Yeshúa es el Hijo fiel sobre la casa de HaShem (Hebreos 3:5-6), sirviendo no solo como mediador sino como el cumplimiento y la realidad de todo lo que Moshéh prefiguró.

3. “עַל־פִּי יְהוָה” (Al-pi HaShem) – Conforme a la boca de HaShem (Deuteronomio 34:5): Esta frase indica que la muerte de Moshéh fue un acto directo de la Divinidad, no un evento natural. Targum Yonatan, conocido por sus expansiones midráshicas, interpreta esto como una “muerte por un beso de HaShem” (מִיתָה בְּנְשִׁיקָה דַיְיָ), un concepto que se encuentra también en el Talmud (Bava Batra 17a). Sugiere una muerte sin dolor, un éxtasis divino.

* Conexión Mesiánica: La muerte de Moshéh, aunque por una transgresión, es mitigada por esta intimidad divina. Contrastamos esto con la muerte de Yeshúa HaMashíaj, quien voluntariamente entregó Su vida, no por Su propio pecado, sino como el sacrificio perfecto para el pecado de Su pueblo. La resurrección de Yeshúa de entre los muertos es el cumplimiento supremo de la “vida” que trasciende la muerte, superando incluso la singularidad de la muerte de Moshéh.

4. “לֹא יָדַע אִישׁ אֶת־קְבֻרָתוֹ” (Lo ya-da iš et-qevu-ra-to) – Nadie supo su sepulcro (Deuteronomio 34:6): La tumba secreta de Moshéh es un misterio. Filón de Alejandría, en “La Vida de Moshéh”, sugiere que esto se hizo para evitar la idolatría. El libro apócrifo “La Asunción de Moshéh” (citado en Judas 1:9) narra una disputa entre Mijael el ángel y el Adversario por el cuerpo de Moshéh, lo que enfatiza el significado y la protección divina de su cuerpo.

* Conexión Mesiánica: Este misterio de la tumba de Moshéh sirve como una sombra distante al sepulcro de Yeshúa HaMashíaj. La tumba de Yeshúa también fue visitada y hallada vacía, no por ser secreta, sino porque Él había resucitado. Moshéh no fue hallado porque HaShem lo sepultó y lo ocultó; Yeshúa no fue hallado porque HaShem lo levantó y lo glorificó. La ausencia del cuerpo de Moshéh impide la veneración del siervo; la ausencia del cuerpo de Yeshúa proclama Su deidad y Su victoria sobre la muerte.

5. “רוּחַ חָכְמָה” (Ruaj Ḥakhmah) – Espíritu de Sabiduría (Deuteronomio 34:9): Yehoshúa estaba “lleno del espíritu de sabiduría” por la imposición de manos de Moshéh. Esta es una dote divina, no solo inteligencia, sino discernimiento y la capacidad de liderar conforme a la voluntad de HaShem.

* Conexión Mesiánica: Este es un tipo del Ruaj HaKodesh conferido a Yeshúa HaMashíaj sin medida (Juan 3:34) y luego a Sus discípulos. Yesha’yahu 11:2 describe el Mesías como teniendo el “Ruaj de HaShem, ruaj de sabiduría y de inteligencia, ruaj de consejo y de poder, ruaj de conocimiento y de temor de HaShem”. La transferencia del Ruaj a Yehoshúa prefigura el derramamiento del Ruaj en el Reino de los Cielos, capacitando a los creyentes para el servicio y la obediencia bajo el liderazgo del Mesías.

6. “לֹא־קָם נָבִיא עוֹד בְּיִשְׂרָאֵל כְּמֹשֶׁה אֲשֶׁר יְדָעוֹ יְהוָה פָּנִים אֶל־פָּנִים” – No se levantó más un profeta en Yisra’el como Moshéh, a quien HaShem conoció cara a cara (Deuteronomio 34:10): Esta afirmación, un epílogo editorial, eleva a Moshéh a una posición única e inigualable en la historia profética de Yisra’el. Sin embargo, como se discutió, la misma Torah profetiza un “profeta como Moshéh” (Deuteronomio 18:15).

Conexión Mesiánica: El Targum Pseudo-Jonatán para Deuteronomio 34:10 aclara que ningún profeta después de Moshéh en Yisra’el ha sido como él, pero deja la puerta abierta para un profeta “entre las naciones”, o para uno que es superior, no solo “como” Moshéh. Esto es un midrash mesiánico implícito. Yeshúa HaMashíaj es este “Profeta como Moshéh”, pero superior, ya que no solo habló con HaShem cara a cara, sino que es* el Verbo hecho carne (Juan 1:1, 14), la revelación plena del Rostro de Elohím. Su intimidad con el Padre es ontológica, no solo funcional.

Estos Midrashim y análisis lingüísticos, al conectar la singularidad de Moshéh con las expectativas del Mesías, refuerzan cómo las Escrituras de Yisra’el inherentemente apuntan a la necesidad y la gloria de Yeshúa HaMashíaj.

7. Paralelismos Temáticos y Conexiones Redentoras

Según Torah Viviente:

La Aliyá 7 de V’Zot HaBerajá concluye la Torah con una poderosa síntesis de temas recurrentes que encuentran su máxima expresión y cumplimiento en el Reino de Yeshúa HaMashíaj.

1. Liderazgo y Sucesión Divina: El pasaje marca la transición del liderazgo de Moshéh a Yehoshúa. HaShem mismo es quien orquesta esta sucesión, capacitando a Yehoshúa con el Ruaj de sabiduría (Deuteronomio 34:9). Este patrón se repite en las Escrituras: Eliyahu a Elisha, David a Shelomó. En el Reino de los Cielos, Yeshúa HaMashíaj es el líder supremo, el “Príncipe de la Paz” (Yesha’yahu 9:6), a quien HaShem ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra (Mateo 28:18). Él comisiona a Sus discípulos, impartiéndoles Su Ruaj HaKodesh para continuar Su obra (Juan 20:22, Hechos 1:8), estableciendo un linaje espiritual de liderazgo bajo Su cabeza.

2. La Promesa de la Tierra y el Reposo Verdadero: El tema central de la Torah es la promesa de HaShem a Avraham de una tierra, una descendencia y una bendición para todas las naciones. Moshéh, al ver la Tierra Prometida pero no entrar, encarna la naturaleza “no cumplida” de la primera Alianza en un sentido definitivo. La herencia física era un tipo de la herencia espiritual. El “Reino de los Cielos” que Yeshúa HaMashíaj proclama es el cumplimiento final de esta “tierra” y “reposo” prometidos (Hebreos 4:9-10). Los discípulos de Mashíaj no buscan un territorio físico primariamente, sino la ciudadanía y la herencia en el Reino de Elohím, donde Yeshúa es el Rey y el Sumo Sacerdote según el orden de Malki-Tzedek. La entrada en este Reino se logra por la fe en Yeshúa y Su obra redentora, no por la obediencia perfecta a la Torah de Moshéh, aunque esta última nos instruye y nos guía.

3. La Incomparabilidad de Moshéh y la Superioridad de Mashíaj: El epílogo de la Torah declara que “no se levantó más un profeta en Yisra’el como Moshéh” (Deuteronomio 34:10). Esta afirmación establece a Moshéh como un estándar inigualable, especialmente por su comunión “cara a cara” con HaShem y sus poderosos milagros. Sin embargo, este mismo texto implícitamente apunta a Yeshúa. La profecía de Deuteronomio 18:15-18 sobre un “profeta como Moshéh” no es para otro como Moshéh, sino para uno que lo supera en todos los aspectos. Yeshúa HaMashíaj no solo tuvo una comunión íntima con el Padre, sino que Él es el Padre revelado, el Verbo que se hizo carne y habitó entre nosotros, y vimos Su gloria (Juan 1:14). Sus milagros no fueron solo por un poder delegado, sino por Su propio poder divino. Los discípulos de Mashíaj entienden que Moshéh fue el siervo, pero Yeshúa es el Hijo sobre la casa de Elohím, el cumplimiento final de toda la promesa profética.

4. La Fidelidad de HaShem a Sus Pactos: A pesar de la transgresión de Moshéh que le impidió entrar en Canaán, HaShem sigue siendo fiel a Su promesa a los patriarcas (Deuteronomio 34:4). La tierra sería dada a la descendencia de Avraham, Yitzḥak y Yaakov. Este es un patrón redentor crucial: la fidelidad de HaShem no depende de la perfección humana, sino de Su propia naturaleza pactal. En el Reino de Yeshúa HaMashíaj, HaShem demuestra Su fidelidad suprema al enviar a Su Hijo para redimir a la humanidad de la maldición del pecado, estableciendo un Brit Hadasháh (Nuevo Pacto) fundado en mejores promesas (Jeremías 31:31-34, Hebreos 8:6-13). Los discípulos son asegurados de que las promesas de HaShem se cumplirán a través de Mashíaj, quien es el “Amén” a todas las promesas de Elohím (2 Corintios 1:20).

Estos paralelismos temáticos demuestran que la Torah, lejos de ser una narrativa aislada, es una preparación meticulosa para la venida de Yeshúa HaMashíaj y el establecimiento de Su Reino. La vida y muerte de Moshéh, el paso del liderazgo a Yehoshúa, y las promesas de la tierra y del Profeta venidero, todo confluye en Yeshúa como el centro y la culminación del plan redentor de HaShem.

8. Descubriendo a Mashíaj – Cumplimientos Tipológicos

Según Torah Viviente:

El pasaje de Deuteronomio 34, que culmina la Torah, es una mina de oro para descubrir a Yeshúa HaMashíaj a través de cumplimientos tipológicos, eventos simbólicos y patrones redentores.

1. Moshéh como tipo de Yeshúa en el Rol de Mediador y Profeta: Moshéh fue el mediador del Brit Yeshaná (Antiguo Pacto), el legislador que recibió la Torah directamente de HaShem. Los versículos 10-12 enfatizan su singularidad: “no se levantó más un profeta en Yisra’el como Moshéh, a quien HaShem conoció cara a cara”. Sin embargo, esta afirmación de la Torah misma prepara el camino para el “Profeta como Moshéh” prometido en Deuteronomio 18:15. Yeshúa es este Profeta superior.

Cumplimiento Tipológico: Yeshúa es el mediador de un Brit Hadasháh (Nuevo Pacto), fundado en mejores promesas (Hebreos 8:6). Él no solo transmitió la voluntad de HaShem, sino que Él es* la Palabra (Juan 1:1, 14), la revelación perfecta del Padre. Su comunión con HaShem no fue solo “cara a cara” sino de unidad ontológica (“Yo y el Padre uno somos”, Juan 10:30). Moshéh prefiguró el rol de Yeshúa como revelador de HaShem y guía de Su pueblo.

2. La visión de Moshéh de la Tierra Prometida (v. 1, 4): A Moshéh se le permite ver toda la tierra desde Har Nevo, pero no se le permite entrar.

* Cumplimiento Tipológico: Esta visión es un tipo de la esperanza mesiánica. La Tierra Prometida física era una sombra del verdadero y eterno descanso que HaShem tiene para Su pueblo, el Reino de los Cielos (Hebreos 4:1-11). Moshéh, representando la Torah, nos lleva hasta el umbral del Reino, mostrándonos su belleza y las promesas de HaShem, pero no puede introducirnos en él. Solo Yeshúa HaMashíaj, como el “verdadero Yehoshúa”, puede guiarnos a este descanso. Su visión de la tierra de Canaán simboliza la comprensión profética que Moshéh tuvo del plan de salvación de HaShem, que culmina en Mashíaj.

3. La muerte de Moshéh “por la boca de HaShem” y el sepulcro desconocido (v. 5-6): La muerte de Moshéh fue un acto divino, y su tumba fue mantenida en secreto por HaShem.

* Cumplimiento Tipológico: Moshéh es el único líder bíblico cuya tumba es desconocida. Esto evita la veneración de un hombre y enfoca la atención en HaShem. El libro apócrifo “La Asunción de Moshéh”, aunque no canónico, refleja una antigua tradición sobre la singularidad de la muerte de Moshéh y la protección de su cuerpo. Esto sirve como una sombra intrigante del sepulcro de Yeshúa. La tumba de Yeshúa también quedó vacía, no por el ocultamiento divino del cuerpo, sino porque Él resucitó victorioso sobre la muerte (Mateo 28:6). La “ausencia” del cuerpo de Moshéh protegió al pueblo de la idolatría; la “ausencia” del cuerpo de Yeshúa proclama Su resurrección y divinidad, el fundamento de nuestra fe y la derrota final de la muerte. La aparición de Moshéh y Eliyahu con Yeshúa en la Transfiguración (Mateo 17:1-8) sugiere que Moshéh fue levantado y sigue en comunión con HaShem, prefigurando la glorificación de los santos en Mashíaj.

4. Yehoshúa, el sucesor, lleno del Ruaj de sabiduría (v. 9): La transmisión del Ruaj de sabiduría a Yehoshúa por la imposición de manos de Moshéh es un rito de ordenación. Yehoshúa es el que guía al pueblo a la tierra prometida.

* Cumplimiento Tipológico: El nombre Yehoshúa (יְהוֹשֻׁעַ) es la misma raíz que Yeshúa (יֵשׁוּעַ). Esto hace a Yehoshúa un tipo directo de Yeshúa HaMashíaj. Yeshúa está lleno del Ruaj HaKodesh sin medida (Juan 3:34), y Él mismo impone manos y envía Su Ruaj a Sus discípulos para que continúen la obra del Reino. Yeshúa es el “verdadero Yehoshúa” que lleva a Su pueblo no solo a una tierra física, sino a la herencia eterna en el Reino de los Cielos.

En resumen, la Aliyá 7 de V’Zot HaBerajá, aunque narra la conclusión del ministerio de Moshéh, es fundamental para entender la necesidad y la gloria de Yeshúa HaMashíaj. Moshéh, como el gran siervo de HaShem, prepara el camino, pero es Yeshúa quien cumple todas las promesas y nos introduce en la plenitud del propósito redentor de HaShem.

9. Midrashim, Targumim y Textos de Qumran

Según Torah Viviente:

El pasaje final de la Torah ha generado una rica tradición exegética en el judaísmo, con Midrashim y Targumim que no solo elaboran sobre el texto, sino que a menudo revelan conexiones subyacentes que, desde una perspectiva mesiánica, apuntan a Yeshúa HaMashíaj.

1. Muerte de Moshéh “על פי יהוה” (Al-pi HaShem):

* Targum Yonatan ben Uziel (Deuteronomio 34:5): Este Targum arameo amplifica la frase “por la boca de HaShem” interpretándola como “por el beso de Su boca”. Dice: “Y Moshéh, siervo de HaShem, murió allí en la tierra de Mo’av, por decreto del Verbo de HaShem (מֵימְרָא דַיְיָ), por un beso de Su boca.” Esta es una de las interpretaciones más famosas, idealizando la muerte de Moshéh como un acto de extrema intimidad divina, una partida pacífica y exaltada.

* Midrash Mesiánico: Desde la perspectiva del Reino de Yeshúa HaMashíaj, el “Verbo de HaShem” (מֵימְרָא דַיְיָ en arameo) es una referencia precursora a Yeshúa (Juan 1:1, 14). La “muerte por un beso” otorgada por el Verbo de HaShem para Moshéh, aunque única para un ser humano, palidece en comparación con la resurrección de Yeshúa por el poder de HaShem. Moshéh experimenta una muerte dulce a manos del Verbo, pero el Verbo mismo, Yeshúa, experimenta la muerte más amarga para conquistar la muerte y traer vida a todos.

2. El Sepulcro Secreto de Moshéh:

* Targum Yonatan (Deuteronomio 34:6): “Y fue sepultado por la gloria de la Shejináh (כְבוֹד שְׁכִינְתָא) en el valle en la tierra de Mo’av, frente a Beit Pe’or, y no ha habido hombre que haya conocido el lugar de su sepulcro hasta este día.” El Targum eleva la sepultura a un acto divino realizado por la misma Presencia Divina (Shejináh).

* Midrashim: El Sifre Devarim (357) explica que HaShem ocultó la tumba de Moshéh para evitar que se convirtiera en un lugar de idolatría para Yisra’el o un lugar de veneración que llevara al pecado.

* Textos Apócrifos y Pseudepigráficos: “La Asunción de Moshéh” (o “Testamento de Moshéh”), un texto judío del siglo I d.C., contiene un pasaje (citado en Judas 1:9) que describe una disputa entre el arcángel Mijael y el Adversario por el cuerpo de Moshéh. Aunque no canónico, muestra la creencia en la especial protección divina del cuerpo de Moshéh.

* Midrash Mesiánico: La tumba secreta y divinamente protegida de Moshéh resuena con la tumba vacía de Yeshúa HaMashíaj. La primera impide la idolatría del siervo; la segunda proclama la victoria del Hijo de Elohím sobre la muerte. Si Moshéh fue digno de una protección tan misteriosa de su cuerpo, ¡cuánto más Yeshúa, quien fue levantado por HaShem!

3. Yehoshúa lleno del Ruaj de Sabiduría:

* Targum Onkelos (Deuteronomio 34:9): Simplemente traduce “estaba lleno del espíritu de sabiduría”. Sin embargo, la tradición rabínica y otros Targumim a menudo expanden el concepto de “Ruaj” como una dote divina para el liderazgo.

* Midrash Mesiánico: El Ruaj de sabiduría dado a Yehoshúa por la imposición de manos de Moshéh es un tipo claro del derramamiento del Ruaj HaKodesh sobre Yeshúa HaMashíaj y luego sobre Sus discípulos. Yesha’yahu 11:2 profetiza que el Mesías será imbuido con el “Ruaj de HaShem, Ruaj de sabiduría y de entendimiento, Ruaj de consejo y de poder, Ruaj de conocimiento y de temor de HaShem”. Yeshúa es el cumplimiento de esta profecía, siendo el portador máximo del Ruaj HaKodesh, y de Él fluye hacia los creyentes para capacitarlos para la vida y el servicio en Su Reino.

4. Incomparabilidad de Moshéh y el Profeta Venidero:

* Targum Pseudo-Jonatan (Deuteronomio 34:10): Aclara la singularidad de Moshéh: “Y no se levantó otro profeta en Yisra’el como Moshéh, a quien HaShem conoció de habla a habla, pero entre las naciones, sí, hay otro que se levantará como él…” Esta adición es notable. Algunos interpretan la “profeta entre las naciones” como una figura mesiánica, o simplemente como un reconocimiento de otros profetas gentiles como Bil’am (aunque Bil’am no fue “como Moshéh”). Sin embargo, esta apertura permite la posibilidad de un profeta superior.

* Textos de Qumran: Los Manuscritos del Mar Muerto, como el “Comentario de Habacuc” (1QpHab), muestran un profundo interés en el “Maestro de Justicia” y las figuras proféticas. También el “Testamento de Levi” (4Q213-214) habla de un sacerdote mesiánico. Mientras que no conectan directamente a Moshéh con un Mesías profético de la misma manera que la Brit Hadasháh, sí demuestran una expectativa de figuras futuras que cumplirían y superarían los roles anteriores.

* Midrash Mesiánico: La Brit Hadasháh identifica a Yeshúa HaMashíaj como el cumplimiento de la profecía de Deuteronomio 18:15 de un “Profeta como Moshéh”. Yeshúa no es solo “como” Moshéh, sino superior a Moshéh (Hebreos 3:1-6). Él es el cumplimiento definitivo que va más allá de Moshéh porque Él es el Verbo encarnado, la revelación perfecta y final de HaShem. Él es el que realmente lleva al pueblo a la Tierra Prometida celestial.

Estos análisis rabínicos, Targumim y el eco en Qumran, si bien no siempre explícitamente mesiánicos en su origen textual para Yeshúa, muestran una profunda conciencia de la necesidad de un cumplimiento futuro y de la singularidad de los eventos de la Torah, sentando las bases para la comprensión de Yeshúa HaMashíaj como el cumplimiento de todas las expectativas y tipos proféticos.

10. Mandamientos y Principios de Vida

Según Torah Viviente:

Aunque la Aliyá 7 de V’Zot HaBerajá narra el final de la vida de Moshéh, está saturada de principios de vida y enseñanzas para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos.

1. Obediencia y Fidelidad hasta el Final: Moshéh, a pesar de la prohibición de entrar en la Tierra Prometida debido a su desobediencia en Merivá (Números 20:12), obedece a HaShem y sube al monte Nevo. Su vida entera fue un modelo de obediencia, incluso en el momento de su muerte.

* Aplicación para el Reino: Los discípulos de Yeshúa HaMashíaj son llamados a una fidelidad inquebrantable a HaShem, incluso cuando los caminos de HaShem no son completamente comprendidos o cuando enfrentamos restricciones en esta vida. La obediencia a la voluntad de HaShem es un principio fundamental del Reino. Debemos permanecer fieles a la Torah de Yeshúa, no por mérito, sino como expresión de amor y sumisión a nuestro Rey. La meta no es siempre la recompensa terrenal visible, sino la aprobación de HaShem.

2. La Importancia de la Sucesión de Liderazgo: HaShem mismo instituye a Yehoshúa como el sucesor de Moshéh, investido con el Ruaj de sabiduría (Deuteronomio 34:9). Esto asegura la continuidad del liderazgo y la guía divina para el pueblo.

* Aplicación para el Reino: En el Reino de los Cielos, el liderazgo espiritual es crucial. Yeshúa HaMashíaj estableció una sucesión de líderes (Apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros) para edificar a Su Cuerpo (Efesios 4:11-12). Los discípulos deben reconocer y honrar el liderazgo divinamente establecido, y aquellos que son llamados a liderar deben buscar humildemente la unción del Ruaj HaKodesh, sabiendo que su autoridad proviene de Mashíaj y que deben guiar al pueblo en la senda de la Torah de Yeshúa.

3. Vivir con Perspectiva Eterna: Moshéh ve la Tierra Prometida con sus propios ojos, una visión de la promesa, aunque no su entrada física.

* Aplicación para el Reino: Los discípulos de Mashíaj viven con una perspectiva eterna. Aunque no hemos llegado a la plenitud del Reino de los Cielos, el Ruaj HaKodesh nos da una “vista previa” y un “anticipo” de nuestra herencia (Efesios 1:13-14). Se nos llama a poner nuestra mirada en las cosas de arriba, donde Mashíaj está sentado a la diestra de HaShem (Colosenses 3:1-2), y a vivir de tal manera que nuestras vidas reflejen los valores y principios del Reino venidero. No nos aferramos a las posesiones terrenales, sino que atesoramos lo celestial.

4. Reverencia y Duelo Apropiados: Bnei Yisra’el lloró por Moshéh durante treinta días, un período de duelo establecido. La singularidad de su sepulcro, conocido solo por HaShem, evita la idolatría.

* Aplicación para el Reino: Es justo y bueno lamentar la pérdida de líderes y seres queridos, reconociendo su impacto y el vacío que dejan. Sin embargo, el duelo debe ser equilibrado con la esperanza mesiánica y la reverencia a HaShem. Como discípulos, nuestra esperanza no está en los grandes hombres, sino en el Rey de reyes, Yeshúa HaMashíaj, quien ha vencido a la muerte. Evitamos la veneración de figuras humanas, dirigiendo toda nuestra adoración y atención a Elohím y a Su Mesías.

5. Reconocer la Insuficiencia del Antiguo Pacto y la Superioridad de Mashíaj: Moshéh, el mediador de la Torah, no puede llevar al pueblo al descanso final. Solo Yehoshúa (Yeshúa) puede hacerlo.

* Aplicación para el Reino: Este es un principio fundamental para los discípulos. La Torah de Moshéh es santa, pero no pudo dar vida ni justificación. Nos muestra el estándar de HaShem y nuestra necesidad de un Redentor. En Yeshúa HaMashíaj encontramos el cumplimiento y la vida del Brit Hadasháh. Vivimos bajo la gracia y el poder de Yeshúa, quien nos capacita para cumplir la Torah en el espíritu (Mateo 5:17, Romanos 8:4). Este principio nos llama a la humildad y a depender completamente de la obra redentora de Mashíaj para nuestra salvación y entrada al Reino.

Estos principios, extraídos de la despedida de Moshéh, guían a los discípulos de Mashíaj hacia una vida de fe, obediencia, esperanza eterna y una comprensión profunda del plan redentor de HaShem, centrado en Yeshúa.

11. Preguntas de Reflexión Mesiánica

Según Torah Viviente:

Aquí hay 3 preguntas de reflexión profunda para el estudio personal o grupal, enfocadas en la aplicación práctica en el Reino de Yeshúa HaMashíaj y las conexiones mesiánicas:

1. Moshéh vio la Tierra Prometida pero no pudo entrar. ¿De qué manera esta limitación de Moshéh (como mediador de la Antigua Alianza) nos ayuda a comprender la necesidad de Yeshúa HaMashíaj para la entrada al “verdadero descanso” o al Reino de los Cielos?

Reflexión Profunda:* Considera las implicaciones de que el hombre más cercano a HaShem bajo la Torah no pudiera completar la entrada. ¿Qué nos dice esto sobre la naturaleza de la Torah misma y la condición humana? ¿Cómo Yeshúa, como nuestro “Yehoshúa” definitivo, resuelve esta imposibilidad, no solo geográfica sino espiritual? ¿Qué “montes Nevo” experimentamos hoy, donde vemos la promesa del Reino pero aún no la experimentamos plenamente, y cómo la fidelidad de Yeshúa nos asegura que sí entraremos?

2. La transmisión del “Ruaj de sabiduría” de Moshéh a Yehoshúa por imposición de manos es fundamental para el nuevo liderazgo. ¿Cómo se manifiesta hoy esta transmisión del Ruaj HaKodesh en el Reino de Yeshúa HaMashíaj, y qué implicaciones tiene para el liderazgo y el servicio entre los discípulos?

Reflexión Profunda:* Piensa en cómo el Ruaj HaKodesh capacita a los líderes y a cada creyente en el Brit Hadasháh. ¿Qué tipo de “sabiduría” se requiere para liderar y vivir en el Reino, y cómo se obtiene? ¿Cómo la imposición de manos de Moshéh sobre Yehoshúa prefigura la obra de Yeshúa en empoderar a Sus discípulos con el Ruaj para llevar a cabo Su misión en el mundo? ¿Estamos activamente buscando y cultivando el Ruaj de sabiduría en nuestras vidas y en nuestras congregaciones?

3. El pasaje concluye afirmando que “no se levantó más un profeta en Yisra’el como Moshéh”. ¿De qué manera Yeshúa HaMashíaj es el cumplimiento supremo de esta profecía, no solo como “un profeta como Moshéh” sino como un Profeta infinitamente superior, y cómo esta verdad transforma nuestra comprensión de la revelación divina?

Reflexión Profunda: Compara la relación de Moshéh con HaShem (“cara a cara”) con la relación de Yeshúa con el Padre. ¿Qué significa que Yeshúa no solo conoció a HaShem cara a cara, sino que es* el Verbo encarnado, la imagen misma de Elohím? ¿Cómo la autoridad y los milagros de Yeshúa superan los de Moshéh? ¿Cómo esta superioridad de Yeshúa nos invita a una obediencia y adoración aún mayores, reconociéndolo como la revelación final y completa de HaShem?

12. Resumen de Conexiones Mesiánicas

La Aliyá 7 de Parashá V’Zot HaBerajá concluye la Torah con la solemne despedida de Moshéh, quien, desde el monte Nevo, contempla la Tierra Prometida que le está vedada, antes de morir por decreto de HaShem. Este pasaje final está intrínsecamente ligado al Reino de los Cielos, revelando que Moshéh, el venerable mediador de la Torah, representa una Alianza que nos guía hasta el umbral de la promesa, pero que no puede introducirnos plenamente en el verdadero “descanso” y la herencia eterna. Yeshúa HaMashíaj se erige como el cumplimiento glorioso de todo lo prefigurado: Él es el “verdadero Yehoshúa”, cuyo nombre mismo significa “HaShem salva”, el líder ungido por el Ruaj HaKodesh que no solo nos muestra el Reino, sino que nos capacita para entrar en él por medio de Su sacrificio redentor. La incomparable intimidad de Moshéh con HaShem y el misterio de su tumba apuntan hacia la deidad y la resurrección de Yeshúa, el Profeta superior que es el Verbo encarnado y la manifestación perfecta del Padre. Así, la conclusión de la Torah no es un final, sino una poderosa profecía que proclama la necesidad y la supremacía de Yeshúa HaMashíaj como el centro de todas las Escrituras y el consumador de la redención de HaShem.

13. Tefiláh (Oración)

Oh, Adonái Elohím, soberano y fiel, te agradecemos por la revelación de Tu plan redentor manifestado a lo largo de toda Tu Torah. En esta Aliyá final, contemplamos la grandeza y la humilde partida de Tu siervo Moshéh, y vemos cómo su vida y su límite al umbral de la tierra prometida apuntan con una claridad asombrosa a la necesidad y la gloria de Yeshúa HaMashíaj. Te alabamos, Rey Yeshúa, porque Tú eres el verdadero Yehoshúa, el que nos lleva a la plenitud del Reino de los Cielos, el Profeta superior que nos revela el Rostro del Padre. Gracias por Tu Ruaj HaKodesh que nos capacita para andar en Tu Torah y por la certeza de que, a través de Ti, entraremos en Tu eterno reposo. Que nuestras vidas reflejen la esperanza y la obediencia de Tu Reino, y que siempre te honremos como el cumplimiento de todas las Escrituras. Amén.

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Parashá 54 Vezot Habrajá (וזאת הברכה) – Aliyah 6

Aliyáh 6: (Deuteronomio 33:27-29) Moshé proclama la grandeza de Elohím como protector de Israel y declara la felicidad del pueblo que tiene a Elohím como su refugio.
Haftaráh: Isaías 52:7-10 (La proclamación de la paz y la redención de Israel).
Brit Hadasháh: Romanos 8:31-39 (La seguridad en la victoria y protección en Yeshúa).

Bendiciones sobre ustedes, hermanos y hermanas en el Mashíaj, desde el Reino de Yeshúa HaMashíaj. Es con reverencia y profunda reflexión que abordamos esta porción de la Torah, la Aliyá 6 de la Parashá V’Zot HaBerajá, que nos confronta con la culminación de una vida monumental: la partida de Moshéh de este mundo. Este pasaje, cargado de emoción y significado teológico, no es meramente un relato histórico, sino una profunda revelación de la soberanía de Elohím, la naturaleza del liderazgo y la preparación para la llegada de HaMashíaj. Nos sumergiremos en sus profundidades, buscando las luces que nos guían en el camino del Reino de los Cielos.

Tema: La muerte de Moshéh

1. Texto Hebreo Interlineal

Pasaje: Deuteronomio 34:1-34:12

Texto Hebreo OriginalFonética TiberianaTraducción Palabra por PalabraTraducción Literal del Verso

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וַיַּעַלVa-ya-alY ascendióY ascendió Moshéh desde las llanuras de Moáv al monte Nevo, a la cumbre del Pisgáh, que está frente a Yeriḥo; y le mostró HaShem toda la tierra, la de Gil’ad hasta Dan.
מֹשֶׁהMo-šehMoshéh
מֵעַרְבֹתMe-ar-votdesde llanuras de
מוֹאָבMo-avMoáv
אֶל-הַרel-ha-Haral monte
נְבוֹNe-voNevo
מְרוֹאשׁme-Ro-ašdesde la cabeza (cima) de
הַפִּסְגָּהha-Pis-gahel Pisgáh
אֲשֶׁרa-šerque
עַל-פְּנֵיal-pe-neisobre la faz de
יְרֵחוֹYe-ri-ḥoYeriḥo
וַיַּרְאֵהוּVa-yar-e-huY le mostró
יְהוָהAdonáiHaShem
אֶת-כָּל-הָאָרֶץet-kol-ha-A-reṣtoda la tierra
אֶת-הַגִּלְעָדet-ha-Gil-adla de Gil’ad
עַד-דָּן׃ad-Danhasta Dan.
וְאֵתve-etY todaY toda Naftalí, y la tierra de Efráyim y Menashéh, y toda la tierra de Yehudáh hasta el Mar Occidental.
כָּל-נַפְתָּלִיkol-Naf-ta-liNaftalí
וְאֶת-אֶרֶץve-et-E-reṣy la tierra de
אֶפְרַיִםEf-ra-yimEfráyim
וּמְנַשֶּׁהu-Me-na-šehy Menashéh
וְאֵתve-ety toda
כָּל-אֶרֶץkol-E-reṣla tierra de
יְהוּדָהYe-hu-dahYehudáh
עַדadhasta
הַיָּםha-Yamel mar
הָאַחֲרוֹן׃ha-a-ḥa-ronel último (Occidental).
וְאֶת-הַנֶּגֶבve-et-ha-Ne-gevY el NeguevY el Neguev, y la región, la llanura de Yeriḥo, la ciudad de las palmeras, hasta Tzo’ar.
וְאֶת-הַכִּכָּרve-et-ha-Ki-kary la región (valle/llanura)
בִּקְעַתBiq-atla llanura de
יְרֵחוֹYe-ri-ḥoYeriḥo
עִירIrciudad de
הַתְּמָרִיםha-Te-ma-rimlas palmeras
עַד-צֹעַר׃ad-Tzo-arhasta Tzo’ar.
וַיֹּאמֶרVa-yo-merY dijoY dijo HaShem a él: Esta es la tierra que juré a Avraham, a Yitzḥak y a Yaakov, diciendo: A tu descendencia la daré. Te la he hecho ver con tus ojos, pero allí no cruzarás.
יְהוָהAdonáiHaShem
אֵלָיוe-Lava él
זֹאתZotEsta
הָאָרֶץha-A-reṣla tierra
אֲשֶׁרa-šerque
נִשְׁבַּעְתִּיNiš-ba-tijuré
לְאַבְרָהָםle-Av-ra-hama Avraham
לְיִצְחָקle-Yitz-ḥaqa Yitzḥak
וּלְיַעֲקֹבu-le-Ya-a-qovy a Yaakov
לֵאמֹרle-mordiciendo
לְזַרְעֲךָle-zar-a-khaa tu descendencia
אֶתְּנֶנָּהet-ne-nala daré
הֶרְאֵיתִיךָher-e-i-ti-khaTe la he hecho ver
בְעֵינֶיךָve-e-ne-khacon tus ojos
וְשָׁמָּהve-ša-mapero allí
לֹאlono
תַעֲבֹר׃ta-a-vorcruzarás.
וַיָּמָתVa-ya-matY murióY murió allí Moshéh, siervo de HaShem, en la tierra de Moáv, según la boca de HaShem.
שָׁםšamallí
מֹשֶׁהMo-šehMoshéh
עֶבֶד-יְהוָהE-ved-Adonáisiervo de HaShem
בְּאֶרֶץbe-E-reṣen tierra de
מוֹאָבMo-avMoáv
עַל-פִּיal-Pisegún la boca de
יְהוָה׃AdonáiHaShem.
וַיִּקְבֹּרVa-yiq-borY lo sepultóY lo sepultó en el valle, en la tierra de Moáv, frente a Beit Pe’or; y ningún hombre ha conocido su sepultura hasta el día de hoy.
אֹתוֹo-toa él
בַגַּיba-Gayen el valle
בְּאֶרֶץbe-E-reṣen tierra de
מוֹאָבMo-avMoáv
מוּלMulfrente a
בֵּיתBeitcasa de
פְּעוֹרPe-orPe’or
וְלֹא-יָדַעve-lo-ya-day no conoció
אִישׁhombre
אֶת-קְבֻרָתוֹet-qe-vu-ra-tosu sepultura
עַדadhasta
הַיּוֹםha-Yomel día
הַזֶּה׃ha-Zeheste.
וּמֹשֶׁהu-Mo-šehY MoshéhY Moshéh tenía ciento veinte años cuando murió; no se había oscurecido su ojo, ni había menguado su vigor.
בֶּן-מֵאָהben-me-Ahijo de cien
וְעֶשְׂרִיםve-es-rimy veinte
שָׁנָהša-Nahaños
בְּמֹתוֹbe-mo-Toen su muerte
לֹא-כָהֲתָהlo-kha-ha-tahno se oscureció
עֵינוֹe-Nosu ojo
וְלֹא-נָסve-lo-Nasy no se agotó
לֵחֹהּ׃le-ḥosu vigor.
וַיִּבְכּוּVa-yiv-kuY lloraronY lloraron los hijos de Yisra’el a Moshéh en las llanuras de Moáv treinta días; y se cumplieron los días de llanto del luto por Moshéh.
בְנֵיbeneilos hijos de
יִשְׂרָאֵלYis-ra-elYisra’el
אֶת-מֹשֶׁהet-Mo-šeha Moshéh
בְּעַרְבֹתbe-ar-voten las llanuras de
מוֹאָבMo-avMoáv
שְׁלֹשִׁיםšlo-šimtreinta
יוֹםYomdías
וַיִּתְּמוּVa-yit-muy se cumplieron
יְמֵיye-Meilos días de
בְכִיBe-khillanto
אֵבֶלE-velde luto de
מֹשֶׁה׃Mo-šehMoshéh.
וִיהוֹשֻׁעַvi-Yho-šuaY YehoshúaY Yehoshúa ben Nun estaba lleno del Ruaj de sabiduría, porque Moshéh había puesto sus manos sobre él; y le obedecieron los hijos de Yisra’el, e hicieron como HaShem había mandado a Moshéh.
בִּן-נוּןben-Nunhijo de Nun
מָלֵאma-Lelleno
רוּחַRu-aḥdel Ruaj (espíritu) de
חָכְמָהḥokh-mahsabiduría
כִּי-סָמַךְki-sa-makhporque había puesto
מֹשֶׁהMo-šehMoshéh
אֶת-יָדָיוet-ya-Davsus manos
עָלָיוa-Lavsobre él
וַיִּשְׁמְעוּVa-yiš-me-uy le obedecieron
אֵלָיוe-Lava él
בְּנֵיbeneilos hijos de
יִשְׂרָאֵלYis-ra-elYisra’el
וַיַּעֲשׂוּVa-ya-a-sue hicieron
כַּאֲשֶׁרka-a-šercomo
צִוָּהtzi-Vahhabía mandado
יְהוָהAdonáiHaShem
אֶת-מֹשֶׁה׃et-Mo-šeha Moshéh.
וְלֹא-קָםve-lo-QamY no se levantóY no se levantó más profeta en Yisra’el como Moshéh, a quien HaShem conoció cara a cara.
נָבִיאNa-viprofeta
עוֹדOdmás
בְּיִשְׂרָאֵלbe-Yis-ra-elen Yisra’el
כְּמֹשֶׁהke-Mo-šehcomo Moshéh
אֲשֶׁרa-šera quien
יְדָעוֹye-da-Oconoció
יְהוָהAdonáiHaShem
פָּנִיםPa-nimrostros
אֶל-פָּנִים׃el-Pa-nima rostros.
לְכָל-הָאֹתֹתle-khol-ha-o-TotPor todas las señalesPor todas las señales y las maravillas que HaShem le envió a hacer en la tierra de Mitzráyim, a Paróh y a todos sus siervos y a toda su tierra.
וְהַמּוֹפְתִיםve-ha-mo-af-Timy las maravillas
אֲשֶׁרa-šerque
שְׁלָחוֹše-la-Ḥole envió
יְהוָהAdonáiHaShem
לַעֲשׂוֹתla-a-Sota hacer
בְּאֶרֶץbe-E-reṣen tierra de
מִצְרָיִםMitz-ra-yimMitzráyim
לְפַרְעֹהle-Far-oha Paróh
וּלְכָל-עֲבָדָיוu-le-khol-a-va-Davy a todos sus siervos
וּלְכָל-אַרְצוֹ׃u-le-khol-ar-Tzoy a toda su tierra.
וּלְכֹלu-le-kholY por todaY por toda la mano poderosa y por todo el gran temor que hizo Moshéh a los ojos de todo Yisra’el.
הַיָּדha-Yadla mano
הַחֲזָקָהha-ḥa-za-Qahla fuerte
וּלְכֹלu-le-kholy por todo
הַמּוֹרָאha-mo-Rael temor
הַגָּדוֹלha-Ga-dolel grande
אֲשֶׁרa-šerque
עָשָׂהa-Sahhizo
מֹשֶׁהMo-šehMoshéh
לְעֵינֵיle-e-Neia los ojos de
כָּל-יִשְׂרָאֵל׃kol-Yis-ra-eltodo Yisra’el.

Pasaje: Deuteronomio 34:1-34:12

Texto Hebreo OriginalFonética TiberianaTraducción Palabra por PalabraTraducción Literal del Verso
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וַיַּעַלVa-ya’alY subió; `וַיַּעַל` (Vav consecutiva + forma imperativa de `עָלָה` – `alah`, “subir”, en el kal imperfecto, tercera persona singular masculino). Expresa una acción consecutiva en el pasado, indicando el inicio del ascenso de Moshéh. Lingüísticamente, la Vav consecutiva es crucial para la narrativa histórica del Tanaj, conectando eventos secuencialmente.Y subió וַיַּעַל Moshéh מֹשֶׁה desde los llanos מֵעַרְבֹת de Mo’av מוֹאָב hasta אֶל־ la montaña הַר de Nevo נְבוֹ, la cumbre רֹאשׁ del Pisgah הַפִּסְגָּה que אֲשֶׁר está sobre עַל־ las caras פְּנֵי de Yeriḥo יְרֵחוֹ; y le mostró וַיַּרְאֵהוּ Adonái יְהוָה toda אֶת־כָּל־ la tierra הָאָרֶץ, el Gil’ad אֶת־הַגִּלְעָד hasta עַד־ Dan דָּן.
מֹשֶׁהMoshéhMoshéh; `מֹשֶׁה` (nombre propio). El gran líder y profeta de Yisra’el, cuyo nombre se deriva de la raíz `מָשָׁה` (mašah), “sacar” o “extraer”, refiriéndose a su rescate de las aguas del Nilo. Históricamente, Moshéh es la figura central de la salida de Egipto y la entrega de la Torah.
מֵעַרְבֹתMe-arvotdesde los llanos de; `מֵעַרְבֹת` (`מִן` – min, “desde”, + `עַרְבֹת` – arvot, “llanuras” o “estepas”, forma plural constructo de `עֲרָבָה` – aravah). Se refiere a las planicies áridas y semidesérticas, específicamente las que se encontraban al este del río Yardén. El prefijo `מֵ` (me-) indica origen o separación.
מוֹאָבMo’avMo’av; `מוֹאָב` (nombre propio). Región al este del Mar Muerto y del río Yardén, habitada por los moabitas, descendientes de Lot. Geográficamente, era el último campamento significativo de los Benei Yisra’el antes de entrar a Kena’an.
אֶל־el-hasta; `אֶל` (preposición). Indica movimiento hacia un lugar, dirección o destino.
הַרHarla montaña; `הַר` (har, “montaña”, con el artículo definido `הַ` – ha). Se refiere a una elevación topográfica, aquí específica: Har Nevo. Las montañas en las Escrituras a menudo son lugares de revelación y encuentro con Elohím.
נְבוֹNevoNevo; `נְבוֹ` (nombre propio). Una cumbre específica en la cordillera de Avarim, en Mo’av, desde donde Moshéh observó la Tierra Prometida. Su nombre puede estar relacionado con la deidad babilónica Nabu, aunque en este contexto es puramente geográfico.
רֹאשׁRo’šla cumbre de; `רֹאשׁ` (ro’š, “cabeza”, “cima”, “principio”, forma constructo). En este caso, indica la parte más alta de la montaña, la cumbre. La forma constructo lo vincula a la siguiente palabra.
הַפִּסְגָּהHa-Pisgahel Pisgah; `הַפִּסְגָּה` (ha-Pisgah, “la Pisgah”, con el artículo definido `הַ`). Un pico o una sección de la cordillera de Nevo, mencionada como el punto exacto desde donde Moshéh vio la tierra. El término `פִּסְגָּה` (pisgah) significa “cumbre” o “pico”.
אֲשֶׁרašerque; `אֲשֶׁר` (pronombre relativo). Introduce una cláusula relativa, especificando la ubicación de la cumbre.
עַל־al-sobre; `עַל` (preposición). Indica posición “sobre”, “encima de”, o en relación a.
פְּנֵיP’neilas caras de; `פְּנֵי` (p’nei, “caras”, “superficies”, forma plural constructo de `פָּנֶה` – paneh). En este contexto, se refiere a “frente a”, “mirando hacia”.
יְרֵחוֹYeriḥoYeriḥo; `יְרֵחוֹ` (nombre propio). La antigua ciudad de Yeriḥo, “Ciudad de las palmeras”, ubicada en el valle del Yardén, al oeste de Har Nevo, y la primera ciudad que los Benei Yisra’el conquistarían al entrar a Kena’an.
וַיַּרְאֵהוּVa-yar’ehuy le mostró; `וַיַּרְאֵהוּ` (Vav consecutiva + forma hiphil imperfecto, tercera persona singular masculino de `רָאָה` – ra’ah, “ver”, + sufijo pronominal `הוּ` – hu, “a él”). Significa “e hizo ver a él”, “le mostró”. La acción es divina, Elohím le mostró a Moshéh.
יְהוָהAdonáiAdonái; `יְהוָה` (tetragrammaton). El Nombre Inefable de Elohím, aquí vocalizado como Adonái, “Mi Señor”. Representa el aspecto de Elohím como el Ser Eterno y Pactante.
אֶת־כָּל־et-kol-toda; `אֶת־כָּל־` (`אֶת` – et, partícula de objeto directo + `כָּל` – kol, “todo”, “cada”). Indica la totalidad de lo que sigue.
הָאָרֶץHa-aretzla tierra; `הָאָרֶץ` (ha-aretz, “la tierra”, con el artículo definido `הַ`). Se refiere específicamente a la Tierra de Kena’an, la Tierra Prometida.
אֶת־הַגִּלְעָדet-Ha-Gil’adel Gil’ad; `אֶת־הַגִּלְעָד` (`אֶת` + `הַגִּלְעָד` – ha-Gil’ad, “el Gil’ad”). Región montañosa al este del río Yardén, parte de la heredad de Gad y Re’uven, y la mitad de la tribu de Menashéh. Moshéh ya había visto y conquistado esta parte de la tierra.
עַד־ad-hasta; `עַד` (preposición). Indica un límite espacial o temporal.
דָּן׃DanDan; `דָּן` (nombre propio). Una ciudad en el extremo norte de la Tierra de Yisra’el, conocida por su ubicación geográfica como el punto más septentrional de la tierra. (Jueces 18:29).
וְאֵתVe-ety todo; `וְאֵת` (`וְ` – ve, “y”, + `אֵת` – et, partícula de objeto directo). Conecta y añade elementos a la lista de lo que Moshéh vio.Y todo וְאֵת Naftali כָּל־נַפְתָּלִי, y la tierra וְאֶת־אֶרֶץ de Efráyim אֶפְרַיִם y Menashéh וּמְנַשֶּׁה, y toda וְאֵת כָּל־ la tierra אֶרֶץ de Yehudah יְהוּדָה hasta עַד el mar הַיָּם el último הָאַחֲרוֹן.
כָּל־נַפְתָּלִיKol-Naftalitodo Naftali; `כָּל־נַפְתָּלִי` (`כָּל` + `נַפְתָּלִי` – Naftali, nombre de una de las tribus de Yisra’el, cuya heredad estaba en el norte de Kena’an). `כָּל־` aquí significa “todo el territorio de”.
וְאֶת־אֶרֶץVe-et-eretzy la tierra de; `וְאֶת־אֶרֶץ` (`וְ` + `אֶת` + `אֶרֶץ` – eretz, “tierra”, en forma constructo).
אֶפְרַיִםEfráyimEfráyim; `אֶפְרַיִם` (nombre propio). Una de las tribus más prominentes de Yisra’el, cuya heredad se ubicaba en el centro-norte de Kena’an.
וּמְנַשֶּׁהU-Menashéhy Menashéh; `וּמְנַשֶּׁה` (`וְ` – ve, “y”, + `מְנַשֶּׁה` – Menashéh, nombre propio). Otra tribu importante, cuyo territorio se extendía a ambos lados del Yardén.
וְאֵתVe-ety todo; `וְאֵת` (`וְ` + `אֵת`). Repetición para añadir otro elemento.
כָּל־אֶרֶץKol-eretztoda la tierra de; `כָּל־אֶרֶץ` (`כָּל` + `אֶרֶץ`, en forma constructo).
יְהוּדָהYehudahYehudah; `יְהוּדָה` (nombre propio). La tribu más meridional y poderosa de Yisra’el, de la cual provendría la línea mesiánica.
עַדadhasta; `עַד` (preposición).
הַיָּםHa-yamel mar; `הַיָּם` (ha-yam, “el mar”, con artículo definido). Se refiere al Mar Mediterráneo, que formaba el límite occidental de Kena’an.
הָאַחֲרוֹן׃Ha-aḥaronel último; `הָאַחֲרוֹן` (ha-aḥaron, “el último”, con artículo definido). Calificando al mar como el límite occidental, contrastando quizás con el Mar de Kinneret (Galil) o el Yam HaMelaj (Mar Muerto).
וְאֶת־הַנֶּגֶבVe-et-Ha-NegevY el Neguev; `וְאֶת־הַנֶּגֶב` (`וְ` + `אֶת` + `הַנֶּגֶב` – ha-Negev, “el Neguev”). Región semidesértica en el sur de Kena’an.Y el Neguev וְאֶת־הַנֶּגֶב, y el Kikar וְאֶת־הַכִּכָּר, el valle בִּקְעַת de Yeriḥo יְרֵחוֹ, la ciudad עִיר de las palmeras הַתְּמָרִים, hasta עַד־ Ṣo’ar צֹעַר.
וְאֶת־הַכִּכָּרVe-et-Ha-Kikary el Kikar; `וְאֶת־הַכִּכָּר` (`וְ` + `אֶת` + `הַכִּכָּר` – ha-Kikar, “el Kikar”). La “Región del Círculo” o “La Llanura”, refiriéndose específicamente a la llanura del Yardén cerca de Yeriḥo y el Mar Muerto.
בִּקְעַתBiq’atel valle de; `בִּקְעַת` (biq’at, “valle”, “planicie”, forma constructo de `בִּקְעָה` – biq’ah).
יְרֵחוֹYeriḥoYeriḥo; `יְרֵחוֹ` (nombre propio).
עִירIrla ciudad de; `עִיר` (ir, “ciudad”, forma constructo).
הַתְּמָרִיםHa-T’marimlas palmeras; `הַתְּמָרִים` (ha-t’marim, “las palmeras”, con artículo definido, plural de `תָּמָר` – tamar). Yeriḥo era famosa por sus palmeras.
עַד־ad-hasta; `עַד` (preposición).
צֹעַר׃Ṣo’arṢo’ar; `צֹעַר` (nombre propio). Una de las ciudades de la llanura, mencionada en la historia de Lot, ubicada en el extremo sur del Mar Muerto.
וַיֹּאמֶרVa-yomerY dijo; `וַיֹּאמֶר` (Vav consecutiva + forma kal imperfecto, tercera persona singular masculino de `אָמַר` – amar, “decir”). Introduce el discurso directo de Adonái.Y dijo וַיֹּאמֶר Adonái יְהוָה a él אֵלָיו: “Esta זֹאת es la tierra הָאָרֶץ que אֲשֶׁר juré נִשְׁבַּעְתִּי a Avraham לְאַבְרָהָם, a Yitzḥak לְיִצְחָק y a Yaakov וּלְיַעֲקֹב, diciendo לֵאמֹר: ‘A tu descendencia לְזַרְעֲךָ la daré אֶתְּנֶנָּה’. Te la he hecho ver הֶרְאִיתִךָ con tus ojos בְעֵינֶיךָ, pero allí וְשָׁמָּה no לֹא pasarás תַעֲבֹר.”
יְהוָהAdonáiAdonái; `יְהוָה` (tetragrammaton).
אֵלָיוElava él; `אֵלָיו` (`אֶל` – el, “a”, “hacia”, + sufijo pronominal `יו` – av, “él”).
זֹאתZotEsta; `זֹאת` (zot, pronombre demostrativo femenino singular). Se refiere a la tierra.
הָאָרֶץHa-aretzla tierra; `הָאָרֶץ` (ha-aretz).
אֲשֶׁרašerque; `אֲשֶׁר` (pronombre relativo).
נִשְׁבַּעְתִּיNišba’tijuré; `נִשְׁבַּעְתִּי` (forma nif’al perfecto, primera persona singular de `שָׁבַע` – šava’, “jurar”). Elohím juró por Sí mismo. La voz nif’al puede indicar una acción pasiva o reflexiva, pero aquí denota la solemnidad de la acción divina.
לְאַבְרָהָםLe-Avrahama Avraham; `לְאַבְרָהָם` (`לְ` – le, “a”, “para”, + `אַבְרָהָם` – Avraham, nombre propio). El primer patriarca, a quien se le hizo la promesa original de la tierra.
לְיִצְחָקLe-Yitzḥaka Yitzḥak; `לְיִצְחָק` (`לְ` + `יִצְחָק` – Yitzḥak, nombre propio). El segundo patriarca, heredero de la promesa.
וּלְיַעֲקֹבU-le-Yaakovy a Yaakov; `וּלְיַעֲקֹב` (`וְ` – ve, “y”, + `לְ` + `יַעֲקֹב` – Yaakov, nombre propio). El tercer patriarca, cuyas doce hijos dieron origen a las doce tribus de Yisra’el.
לֵאמֹרLe’mordiciendo; `לֵאמֹר` (infinitivo constructo de `אָמַר` – amar, “decir”, precedido por `לְ` – le). Se usa comúnmente para introducir una cita o un discurso directo.
לְזַרְעֲךָLe-zar’akhaA tu descendencia; `לְזַרְעֲךָ` (`לְ` + `זֶרַע` – zera’, “descendencia”, “semilla”, forma constructo + sufijo pronominal `כָּךְ` – kha, “tu”, masculino singular). La promesa es para los descendientes de los patriarcas.
אֶתְּנֶנָּהEt’nenahla daré; `אֶתְּנֶנָּה` (forma kal imperfecto, primera persona singular de `נָתַן` – natan, “dar”, + sufijo pronominal `נָה` – nah, “a ella”, femenino singular, refiriéndose a la tierra). Es una promesa categórica de Elohím.
הֶרְאִיתִךָHer’itíkhaTe la he hecho ver; `הֶרְאִיתִךָ` (forma hiphil perfecto, primera persona singular de `רָאָה` – ra’ah, “ver”, + sufijo pronominal `כָּךְ` – kha, “a ti”). Elohím es el sujeto, Moshéh es el objeto indirecto, y la tierra es el objeto directo (implícito).
בְעֵינֶיךָBe’einékhacon tus ojos; `בְעֵינֶיךָ` (`בְּ` – be, “en”, “con”, + `עֵינַיִם` – eináyim, “ojos”, forma dual constructo + sufijo pronominal `כָּךְ` – kha, “tus”). Indica que Moshéh experimentó una visión directa y personal.
וְשָׁמָּהVe-šamahpero allí; `וְשָׁמָּה` (`וְ` – ve, “y”, “pero”, + `שָׁמָּה` – šamah, “allí”, “hacia allí”). Introduce una contraposición a la visión.
לֹאLono; `לֹא` (partícula negativa).
תַעֲבֹר׃Ta’avorpasarás; `תַעֲבֹר` (forma kal imperfecto, segunda persona singular masculino de `עָבַר` – avar, “pasar”, “cruzar”). Esta es la sentencia divina que impide a Moshéh entrar a la Tierra Prometida, debido a su acto de desobediencia en Merivah.
וַיָּמָתVa-yamatY murió; `וַיָּמָת` (Vav consecutiva + forma kal imperfecto, tercera persona singular masculino de `מוּת` – mut, “morir”). Un verbo fundamental que marca el evento central del pasaje.Y murió וַיָּמָת allí שָׁם Moshéh מֹשֶׁה, siervo עֶבֶד de Adonái יְהוָה, en la tierra בְּאֶרֶץ de Mo’av מוֹאָב, por la boca עַל־פִּי de Adonái יְהוָה.
שָׁםŠamallí; `שָׁם` (adverbio de lugar). Se refiere al Har Nevo o la región de Mo’av.
מֹשֶׁהMoshéhMoshéh; `מֹשֶׁה` (nombre propio).
עֶבֶדEvedsiervo de; `עֶבֶד` (eved, “siervo”, “esclavo”, forma constructo). Un título de honor y confianza, reservado para los más fieles servidores de Elohím, como Avraham, David, y Moshéh. Indica una relación de devoción total y obediencia a la voluntad divina.
יְהוָהAdonáiAdonái; `יְהוָה` (tetragrammaton).
בְּאֶרֶץBe-eretzen la tierra de; `בְּאֶרֶץ` (`בְּ` – be, “en”, + `אֶרֶץ` – eretz, en forma constructo).
מוֹאָבMo’avMo’av; `מוֹאָב` (nombre propio).
עַל־פִּיAl-pipor la boca de; `עַל־פִּי` (`עַל` – al, “sobre”, “por”, + `פִּי` – pi, “boca”, forma constructo de `פֶּה` – peh). Esta frase es única para la muerte de Moshéh y es interpretada tradicionalmente como una muerte por “el beso” de Elohím (mitah bi-neshiqah), una transición suave y divina, sin agonía.
יְהוָה׃AdonáiAdonái; `יְהוָה` (tetragrammaton).
וַיִּקְבֹּרVa-yiqborY lo enterró; `וַיִּקְבֹּר` (Vav consecutiva + forma kal imperfecto, tercera persona singular masculino de `קָבַר` – qavar, “enterrar”). El sujeto implícito es Adonái mismo, una acción extraordinaria.Y lo enterró וַיִּקְבֹּר Él en el valle אֹתוֹ בַגַּי en la tierra בְּאֶרֶץ de Mo’av מוּל, frente a בֵּית Pe’or פְּעוֹר; y no וְלֹא־ conoció יָדַע ningún hombre אִישׁ su sepultura אֶת־קְבֻרָתוֹ hasta עַד el día הַיּוֹם este הַזֶּה.
אֹתוֹOtoÉl; `אֹתוֹ` (partícula de objeto directo + sufijo pronominal `תוֹ` – to, “a él”). En este contexto, el `אֹתוֹ` se refiere a “a él”, Moshéh. La ambigüedad de quién lo enterró (Elohím o el narrador) se resuelve en la tradición rabínica como una acción divina.
בַגַּיBa-gayen el valle; `בַגַּי` (`בְּ` – be, “en”, + `הַגַּי` – ha-gay, “el valle”, con artículo definido). Se refiere a una garganta o un valle profundo. La ubicación precisa es desconocida.
בְּאֶרֶץBe-eretzen la tierra de; `בְּאֶרֶץ` (`בְּ` + `אֶרֶץ`, en forma constructo).
מוֹאָבMo’avMo’av; `מוֹאָב` (nombre propio).
מוּלMulfrente a; `מוּל` (preposición). Indica oposición o estar enfrente de algo.
בֵּיתBeitcasa de; `בֵּית` (beit, “casa de”, forma constructo de `בַּיִת` – bayit). Aquí forma parte del topónimo.
פְּעוֹרP’orPe’or; `פְּעוֹר` (nombre propio). Una montaña asociada con el culto a Ba’al Pe’or, donde los Benei Yisra’el cayeron en idolatría y fornicación con las hijas de Mo’av (Números 25).
וְלֹא־יָדַעVe-lo-yada’y no conoció; `וְלֹא־יָדַע` (`וְ` + `לֹא` + `יָדַע` – yada’, “conocer”, forma kal perfecto, tercera persona singular masculino). Afirma que la sepultura permaneció secreta.
אִישׁningún hombre; `אִישׁ` (, “hombre”, “persona”). Enfatiza la completa privacidad del entierro.
אֶת־קְבֻרָתוֹet-q’vuratosu sepultura; `אֶת־קְבֻרָתוֹ` (`אֶת` + `קְבֻרָתוֹ` – q’vurato, “su sepultura”, forma constructo de `קְבוּרָה` – q’vurah, “sepultura”, + sufijo pronominal `וֹ` – o, “su”, masculino singular).
עַדadhasta; `עַד` (preposición).
הַיּוֹםHa-yomel día; `הַיּוֹם` (ha-yom, “el día”, con artículo definido).
הַזֶּה׃Ha-zeheste; `הַזֶּה` (ha-zeh, “este”, pronombre demostrativo masculino singular, con artículo definido).
וּמֹשֶׁהU-MoshéhY Moshéh; `וּמֹשֶׁה` (`וְ` – ve, “y”, + `מֹשֶׁה` – Moshéh). Introduce una descripción de Moshéh al momento de su muerte.Y Moshéh וּמֹשֶׁה tenía cien בֶּן־מֵאָה y veinte וְעֶשְׂרִים años שָׁנָה cuando murió בְּמֹתוֹ; no לֹא־ se había debilitado כָהֲתָה su ojo עֵינוֹ, y no וְלֹא־ había desaparecido נָס su vigor לֵחֹהּ.
בֶּן־מֵאָהBen-me’ahhijo de cien; `בֶּן־מֵאָה` (`בֶּן` – ben, “hijo de”, forma constructo + `מֵאָה` – me’ah, “cien”). Usado para indicar la edad.
וְעֶשְׂרִיםVe-esrimy veinte; `וְעֶשְׂרִים` (`וְ` + `עֶשְׂרִים` – esrim, “veinte”).
שָׁנָהŠanahaños; `שָׁנָה` (šanah, “año”, singular, pero en este contexto se usa con números plurales).
בְּמֹתוֹBe-motoen su muerte; `בְּמֹתוֹ` (`בְּ` – be, “en”, + `מוֹת` – mot, “muerte”, infinitivo constructo de `מוּת` – mut, + sufijo pronominal `וֹ` – o, “su”, masculino singular). Literalmente, “en su morir”.
לֹא־כָהֲתָהLo-khahatahno se había debilitado; `לֹא־כָהֲתָה` (`לֹא` + `כָהֲתָה` – kahatah, forma kal perfecto, tercera persona singular femenino de `כָּהָה` – kahah, “debilitarse”, “oscurecerse”, en referencia a la vista).
עֵינוֹEinosu ojo; `עֵינוֹ` (eino, “su ojo”, forma constructo de `עַיִן` – ayin, “ojo”, + sufijo pronominal `וֹ` – o, “su”, masculino singular). Se refiere a su vista, que no estaba mermada.
וְלֹא־נָסVe-lo-nasy no había desaparecido; `וְלֹא־נָס` (`וְ` + `לֹא` + `נָס` – nas, forma kal perfecto, tercera persona singular masculino de `נוּס` – nus, “huir”, “desaparecer”).
לֵחֹהּ׃Leḥohsu vigor; `לֵחֹהּ` (leḥoh, “su vigor”, “su frescura”, “su savia vital”, forma de `לֵחַ` – leaḥ, “vigor”, “savia”, + sufijo pronominal `הּ` – oh, “su”, masculino singular). Indica su fuerza física y vitalidad no disminuidas.
וַיִּבְכּוּVa-yivkuY lloraron; `וַיִּבְכּוּ` (Vav consecutiva + forma kal imperfecto, tercera persona plural masculino de `בָּכָה` – bakha, “llorar”). Una expresión de duelo y lamento.Y lloraron וַיִּבְכּוּ los hijos בְנֵי de Yisra’el יִשְׂרָאֵל a Moshéh אֶת־מֹשֶׁה en los llanos בְּעַרְבֹת de Mo’av מוֹאָב treinta שְׁלֹשִׁים días יוֹם; y se cumplieron וַיִּתְּמוּ los días יְמֵי del llanto בְכִי de luto אֵבֶל por Moshéh מֹשֶׁה.
בְנֵיB’neilos hijos de; `בְנֵי` (b’nei, “hijos de”, forma constructo de `בָּנִים` – banim, plural de `בֵּן` – ben). Se refiere al pueblo de Yisra’el.
יִשְׂרָאֵלYisra’elYisra’el; `יִשְׂרָאֵל` (nombre propio). El pueblo de la alianza.
אֶת־מֹשֶׁהet-Moshéha Moshéh; `אֶת־מֹשֶׁה` (`אֶת` + `מֹשֶׁה`). Objeto directo del lamento.
בְּעַרְבֹתBe’arvoten los llanos de; `בְּעַרְבֹת` (`בְּ` + `עַרְבֹת`).
מוֹאָבMo’avMo’av; `מוֹאָב` (nombre propio).
שְׁלֹשִׁיםŠlošimtreinta; `שְׁלֹשִׁים` (šlošim, número cardinal, “treinta”). La duración del duelo es significativa.
יוֹםYomdías; `יוֹם` (yom, “día”, singular). En hebreo, `יוֹם` se usa a menudo con números plurales.
וַיִּתְּמוּVa-yitmuy se cumplieron; `וַיִּתְּמוּ` (Vav consecutiva + forma kal imperfecto, tercera persona plural masculino de `תָּמַם` – tamam, “terminar”, “completar”). Indica que el período de duelo llegó a su fin.
יְמֵיY’meilos días de; `יְמֵי` (y’mei, “días de”, forma constructo de `יָמִים` – yamim, plural de `יוֹם`).
בְכִיB’khillanto de; `בְכִי` (b’khi, “llanto”, forma constructo de `בֶּכִי` – bekhi).
אֵבֶלEvelluto de; `אֵבֶל` (evel, “luto”, forma constructo).
מֹשֶׁה׃MoshéhMoshéh; `מֹשֶׁה` (nombre propio).
וִיהוֹשֻׁעַVi-Yehoshúa’Y Yehoshúa; `וִיהוֹשֻׁעַ` (`וְ` – ve, “y”, + `יְהוֹשֻׁעַ` – Yehoshúa’, nombre propio). El sucesor de Moshéh, cuyo nombre significa “Adonái es salvación”.Y Yehoshúa וִיהוֹשֻׁעַ hijo בִּן־ de Nun נוּן estaba lleno מָלֵא del espíritu רוּחַ de sabiduría חָכְמָה, porque כִּי־ Moshéh סָמַךְ había puesto מֹשֶׁה sus manos אֶת־יָדָיו sobre él עָלָיו; y lo escucharon וַיִּשְׁמְעוּ a él אֵלָיו los hijos בְּנֵי־ de Yisra’el יִשְׂרָאֵל, e hicieron וַיַּעֲשׂוּ como כַּאֲשֶׁר Adonái צִוָּה había mandado יְהוָה a Moshéh אֶת־מֹשֶׁה.
בִּן־נוּןBin-Nunhijo de Nun; `בִּן־נוּן` (`בֵּן` – ben, “hijo de”, + `נוּן` – Nun, nombre propio). Identifica a Yehoshúa por su patronímico.
מָלֵאMalelleno de; `מָלֵא` (male, adjetivo, “lleno”, “colmado”). Aquí, en un sentido espiritual, “lleno del espíritu”.
רוּחַRuajespíritu de; `רוּחַ` (ruaj, “espíritu”, “viento”, “aliento”, forma constructo). Se refiere al Ruaj HaKodesh, la presencia divina que capacita.
חָכְמָהḤakhmahsabiduría; `חָכְמָה` (ḥakhmah, “sabiduría”). Una de las cualidades esenciales para el liderazgo.
כִּי־Ki-porque; `כִּי` (conjunción causal). Explica la razón por la que Yehoshúa estaba lleno de espíritu de sabiduría.
סָמַךְSamakhhabía puesto; `סָמַךְ` (samakh, forma kal perfecto, tercera persona singular masculino de `סָמַךְ` – samakh, “apoyar”, “imponer”, “ordenar”). La imposición de manos es un acto de transmisión de autoridad y bendición.
מֹשֶׁהMoshéhMoshéh; `מֹשֶׁה` (nombre propio).
אֶת־יָדָיוet-yadavsus manos; `אֶת־יָדָיו` (`אֶת` + `יָדָיו` – yadav, “sus manos”, forma dual de `יָד` – yad, “mano”, + sufijo pronominal `וֹ` – av, “su”, masculino singular). El acto físico de la imposición de manos.
עָלָיוAlavsobre él; `עָלָיו` (`עַל` + sufijo pronominal `יו` – av, “él”).
וַיִּשְׁמְעוּVa-yišm’uy lo escucharon; `וַיִּשְׁמְעוּ` (Vav consecutiva + forma kal imperfecto, tercera persona plural masculino de `שָׁמַע` – šama’, “escuchar”, “obedecer”). La obediencia del pueblo a su nuevo líder.
אֵלָיוElava él; `אֵלָיו` (`אֶל` + sufijo pronominal `יו`).
בְּנֵי־יִשְׂרָאֵלB’nei-Yisra’ellos hijos de Yisra’el; `בְּנֵי־יִשְׂרָאֵל` (forma constructo de “hijos de Yisra’el”).
וַיַּעֲשׂוּVa-ya’asue hicieron; `וַיַּעֲשׂוּ` (Vav consecutiva + forma kal imperfecto, tercera persona plural masculino de `עָשָׂה` – asah, “hacer”, “actuar”). La acción de obediencia.
כַּאֲשֶׁרKa-ašercomo; `כַּאֲשֶׁר` (`כְּ` – ke, “como”, + `אֲשֶׁר`). Conjunción comparativa.
צִוָּהṢivahhabía mandado; `צִוָּה` (ṣivah, forma pi’el perfecto, tercera persona singular masculino de `צָוָה` – ṣavah, “mandar”, “ordenar”). El pi’el intensifica la acción, denotando una orden clara y deliberada.
יְהוָהAdonáiAdonái; `יְהוָה` (tetragrammaton).
אֶת־מֹשֶׁה׃et-Moshéha Moshéh; `אֶת־מֹשֶׁה` (`אֶת` + `מֹשֶׁה`).
וְלֹא־קָםVe-lo-qamY no se levantó; `וְלֹא־קָם` (`וְ` + `לֹא` + `קָם` – qam, forma kal perfecto, tercera persona singular masculino de `קוּם` – qum, “levantarse”, “surgir”). Una declaración enfática sobre la singularidad de Moshéh.Y no וְלֹא־ se levantó קָם profeta נָבִיא más עוֹד en Yisra’el בְּיִשְׂרָאֵל como כְּמֹשֶׁה Moshéh, a quien אֲשֶׁר conoció יְדָעוֹ Adonái יְהוָה cara פָּנִים a cara אֶל־פָּנִים.
נָבִיאNaviprofeta; `נָבִיא` (navi, “profeta”). Aquel que habla por Elohím, mensajero divino.
עוֹדOdmás; `עוֹד` (adverbio). “Todavía”, “aún”, “más”.
בְּיִשְׂרָאֵלBe-Yisra’elen Yisra’el; `בְּיִשְׂרָאֵל` (`בְּ` + `יִשְׂרָאֵל`).
כְּמֹשֶׁהKe-Moshéhcomo Moshéh; `כְּמֹשֶׁה` (`כְּ` – ke, “como”, + `מֹשֶׁה`). Comparación que subraya la superioridad y singularidad de Moshéh.
אֲשֶׁרašera quien; `אֲשֶׁר` (pronombre relativo).
יְדָעוֹYeda’oconoció; `יְדָעוֹ` (yeda’o, forma kal perfecto, tercera persona singular masculino de `יָדַע` – yada’, “conocer”, + sufijo pronominal `וֹ` – o, “a él”). El conocimiento de Elohím es íntimo y personal.
יְהוָהAdonáiAdonái; `יְהוָה` (tetragrammaton).
פָּנִיםPanimcara; `פָּנִים` (panim, “rostro”, “cara”, plural, pero a menudo se traduce como singular en expresiones idiomáticas).
אֶל־פָּנִים׃el-Panima cara; `אֶל־פָּנִים` (`אֶל` + `פָּנִים`). La frase idiomática “cara a cara” denota una comunicación directa, íntima y sin intermediarios, una prerrogativa única de Moshéh.
לְכָל־הָאֹתֹתLe-khol-Ha-ototPor todas las señales; `לְכָל־הָאֹתֹת` (`לְ` – le, “por”, “en cuanto a”, + `כָּל` – kol, “todo”, + `הָאֹתֹת` – ha-otot, “las señales”, con artículo definido, plural de `אוֹת` – ot). `אוֹת` (ot) se refiere a un signo, maravilla o prodigio que demuestra el poder divino.Por todas לְכָל־ las señales הָאֹתֹת y los prodigios וְהַמּוֹפְתִים que אֲשֶׁר le envió שְׁלָחוֹ Adonái יְהוָה a hacer לַעֲשׂוֹתָם en la tierra בְּאֶרֶץ de Mitzrayim מִצְרָיִם, a Par’oh לְפַרְעֹה y a todos וּלְכָל־ sus siervos עֲבָדָיו y a toda וּלְכָל־ su tierra אַרְצוֹ.
וְהַמּוֹפְתִיםVe-ha-moftimy los prodigios; `וְהַמּוֹפְתִים` (`וְ` + `הַמּוֹפְתִים` – ha-moftim, “los prodigios”, “los portentos”, con artículo definido, plural de `מוֹפֵת` – mofet). `מוֹפֵת` (mofet) es un milagro, una maravilla que causa asombro y sirve como prueba.
אֲשֶׁרašerque; `אֲשֶׁר` (pronombre relativo).
שְׁלָחוֹŠ’laḥole envió; `שְׁלָחוֹ` (š’laḥo, forma kal perfecto, tercera persona singular masculino de `שָׁלַח` – šalaḥ, “enviar”, + sufijo pronominal `וֹ` – o, “a él”, masculino singular). El sujeto implícito es Adonái.
יְהוָהAdonáiAdonái; `יְהוָה` (tetragrammaton).
לַעֲשׂוֹתָםLa’asotama hacerlos; `לַעֲשׂוֹתָם` (`לְ` – le, “a”, + `עֲשׂוֹת` – asot, “hacer”, infinitivo constructo de `עָשָׂה` – asah, + sufijo pronominal `הֶם` – hem, “ellos”, masculino plural, refiriéndose a las señales y prodigios).
בְּאֶרֶץBe-eretzen la tierra de; `בְּאֶרֶץ` (`בְּ` + `אֶרֶץ`, en forma constructo).
מִצְרָיִםMitzrayimMitzrayim; `מִצְרָיִם` (nombre propio). Egipto, el lugar de la esclavitud y de las plagas.
לְפַרְעֹהLe-Far’oha Par’oh; `לְפַרְעֹה` (`לְ` + `פַּרְעֹה` – Par’oh, nombre propio). El faraón de Egipto, el principal antagonista.
וּלְכָל־עֲבָדָיוU-le-khol-avadavy a todos sus siervos; `וּלְכָל־עֲבָדָיו` (`וְ` + `לְ` + `כָּל` + `עֲבָדָיו` – avadav, “sus siervos”, plural de `עֶבֶד` + sufijo pronominal `יו` – av).
וּלְכָל־אַרְצוֹ׃U-le-khol-artzoy a toda su tierra; `וּלְכָל־אַרְצוֹ` (`וְ` + `לְ` + `כָּל` + `אַרְצוֹ` – artzo, “su tierra”, forma constructo de `אֶרֶץ` + sufijo pronominal `וֹ` – o).
וּלְכֹלU-le-kholY por toda; `וּלְכֹל` (`וְ` + `לְ` + `כֹּל` – kol, “todo”, “toda”). Continúa la enumeración de las proezas de Moshéh.Y por toda וּלְכֹל la mano הַיָּד la fuerte הַחֲזָקָה, y por todo וּלְכֹל el terror הַמּוֹרָא el grande הַגָּדוֹל que אֲשֶׁר hizo עָשָׂה Moshéh מֹשֶׁה ante los ojos לְעֵינֵי de todo כָל־ Yisra’el יִשְׂרָאֵל.
הַיָּדHa-yadla mano; `הַיָּד` (ha-yad, “la mano”, con artículo definido). A menudo usado en las Escrituras como metáfora del poder y la autoridad.
הַחֲזָקָהHa-ḥazaqahla fuerte; `הַחֲזָקָה` (ha-ḥazaqah, “la fuerte”, adjetivo femenino singular, con artículo definido). Califica a la “mano”, enfatizando el poder divino manifestado a través de Moshéh. “Mano fuerte” (`יָד חֲזָקָה` – yad ḥazaqah) es una frase recurrente para la liberación de Mitzrayim.
וּלְכֹלU-le-kholy por todo; `וּלְכֹל` (`וְ` + `לְ` + `כֹּל`).
הַמּוֹרָאHa-mora’el terror; `הַמּוֹרָא` (ha-mora’, “el temor”, “el terror”, con artículo definido). Se refiere al asombro y reverencia (y a veces miedo) que las obras de Elohím infundían.
הַגָּדוֹלHa-gadolel grande; `הַגָּדוֹל` (ha-gadol, “el grande”, adjetivo masculino singular, con artículo definido). Califica al terror, indicando su magnitud.
אֲשֶׁרašerque; `אֲשֶׁר` (pronombre relativo).
עָשָׂהAsahhizo; `עָשָׂה` (asah, forma kal perfecto, tercera persona singular masculino de `עָשָׂה` – asah, “hacer”).
מֹשֶׁהMoshéhMoshéh; `מֹשֶׁה` (nombre propio).
לְעֵינֵיLe’eineiante los ojos de; `לְעֵינֵי` (`לְ` + `עֵינֵי` – einei, “ojos de”, forma dual constructo de `עַיִן`). Significa “a la vista de”, “en presencia de”.
כָל־יִשְׂרָאֵל׃Kol-Yisra’eltodo Yisra’el; `כָל־יִשְׂרָאֵל` (`כָּל` + `יִשְׂרָאֵל`). Enfatiza que todo el pueblo fue testigo de sus milagros.

2. Haftaráh

Pasaje: Yehoshúa 1:1-18

Análisis:

La Haftaráh para V’Zot HaBerajá, que a menudo se lee en Simḥat Torah, es tradicionalmente Yehoshúa 1:1-18. Este pasaje es una elección profundamente significativa y directamente ligada a la Aliyá 6 de la Parashá, ya que narra la transición de liderazgo de Moshéh a Yehoshúa y el encargo divino para la conquista de la Tierra Prometida.

El pasaje de la Haftaráh comienza con las palabras de HaShem a Yehoshúa después de la muerte de Moshéh, Su siervo: “Moshéh, Mi siervo, ha muerto; ahora, pues, levántate y pasa este Yardén, tú y todo este pueblo, a la tierra que Yo les doy a los hijos de Yisra’el” (Yehoshúa 1:2). Esto establece una continuidad ininterrumpida de la misión divina, a pesar de la ausencia del líder más grande. La muerte de Moshéh no significa el fin de la promesa, sino el paso a una nueva fase de su cumplimiento.

El tema central de la Haftaráh es el llamado a la obediencia a la Torah y la promesa de la presencia constante de Elohím. HaShem instruye a Yehoshúa: “Sé fuerte y valiente; solo sé muy fuerte y valiente, para que cuides de hacer conforme a toda la Torah que te mandó Moshéh Mi siervo; no te apartes de ella ni a la derecha ni a la izquierda, para que seas prosperado en todo lo que emprendas” (Yehoshúa 1:7). Este eco resuena con la vida de Moshéh, quien dedicó su existencia a la entrega y enseñanza de la Torah. La Haftaráh subraya que, aunque el líder cambia, la fuente de la autoridad y la guía divina (la Torah) permanece inalterable.

Desde la perspectiva de los Midrashim, la conexión es aún más profunda. El Midrash Tanḥuma (Vayiqrá 10) y el Midrash Devarim Rabá (11:6) a menudo enfatizan que, si bien Moshéh no entró a la tierra físicamente, su “Torah” sí lo hizo y guía a Yehoshúa. La fuerza de Yehoshúa proviene de la Torah de Moshéh. El Targum Yonatan ben Uziel sobre Deuteronomio 34:9 destaca que Yehoshúa fue “lleno del Ruaj de sabiduría” debido a la imposición de manos de Moshéh, lo que lo capacitó para liderar. Esto resalta la transmisión del Ruaj HaKodesh y de la autoridad, un tema crucial en la teología del Reino.

La Haftaráh y la Aliyá 6 nos enseñan que el liderazgo en el Reino de Elohím es un servicio y una administración de la voluntad divina. Moshéh prepara el camino y Yehoshúa lo continúa, ambos bajo la autoridad de HaShem y Su Torah. Esta transición es un modelo profético de cómo HaShem levanta líderes en diferentes eras, siempre manteniendo Su pacto y Su propósito.

3. Brit Hadasháh (Arameo)

Pasaje: Mattityahu 17:1-8

Análisis:

El pasaje de Mattityahu 17:1-8, que describe la Transfiguración de Yeshúa HaMashíaj, ofrece una conexión profunda y reveladora con la Aliyá 6 de V’Zot HaBerajá, y con la persona y obra de Maran Yeshúa.

ܘܠܘܟܐ ܕܟܐܦܐ ܐܬܚܙܝ ܠܗܘܢ ܐܝܠܝܐ ܘܡܘܫܐ – `u-lu-ka da-Kaf-a et-ḥzay l-hon i-li-ya u-Mu-še`

“Y, he aquí, aparecieron ante ellos Eliyahu y Moshéh” (Mattityahu 17:3a)

En esta escena gloriosa, Moshéh, el más grande de los profetas y legislador de Yisra’el, aparece junto a Eliyahu HaNavi (el arquetipo de los profetas que anuncian al Mashíaj) hablando con Yeshúa. La presencia de Moshéh en la Transfiguración no es casualidad; simboliza la Ley (Torah) y los Profetas (Nevi’im), los pilares de la revelación de Elohím a Yisra’el, ahora en conversación con Yeshúa HaMashíaj.

La Aliyá 6 describe la muerte de Moshéh y su sepultura desconocida, marcando el fin de su ministerio terrenal. Sin embargo, su reaparición gloriosa en el Har (monte) de la Transfiguración demuestra que su legado y su persona tienen una relevancia eterna en el plan de Elohím. Moshéh, que no pudo entrar en la Tierra Prometida, ahora aparece en la presencia del Rey del Reino de los Cielos dentro de esa misma tierra, validando la obra de Yeshúa HaMashíaj como la consumación de todo lo que la Torah y los Profetas anunciaron.

La voz de Elohím desde la nube, proclamando: “ܗܢܐ ܗܘ ܒܪܝ ܚܒܝܒܐ ܕܒܗ ܐܬܒܨܪܬ” – `ha-na hu b-ri ḥa-bi-ba d-beh et-ba-ṣrat` (“Este es Mi Hijo, el amado, en quien tengo Mi complacencia; a Él escuchad”) (Mattityahu 17:5), es el punto culminante. Esta declaración no solo exalta a Yeshúa sobre Moshéh y Eliyahu, sino que también establece que la autoridad final reside en Maran Yeshúa. Moshéh trajo la Torah, pero Yeshúa trae la plenitud de esa Torah, la gracia y la verdad. El mandamiento “a Él escuchad” resuena con Deuteronomio 18:15, donde Moshéh profetizó sobre un profeta como él a quien debían escuchar. Yeshúa es ese Profeta.

Textos apócrifos y pseudepigráficos como la Asunción de Moshéh (fragmentos latinos y griegos) relatan una disputa entre el arcángel Mijael y el acusador sobre el cuerpo de Moshéh. Aunque no canonizado, este texto refleja la gran reverencia y el significado místico atribuido al cuerpo y la sepultura de Moshéh. Su sepultura oculta por Elohím mismo (Deuteronomio 34:6) es un tema de especulación en el judaísmo y añade un velo de misterio a su final. Esta especulación se resuelve en la Transfiguración, donde Moshéh aparece en cuerpo glorioso, sugiriendo que Elohím no solo lo sepultó, sino que también lo preservó para un propósito mayor en el Reino de los Cielos.

La aparición de Moshéh con Yeshúa HaMashíaj subraya que el Reino de los Cielos no abroga la Torah, sino que la eleva y la cumple a través de Yeshúa. Él es el “objetivo” (telos) de la Torah, como nos enseña la Brit Hadasháh. La muerte de Moshéh marcó el fin de una era de mediación por medio de un profeta terrenal, pero su reaparición gloriosa apunta al Mediador celestial, Yeshúa HaMashíaj, quien es superior a Moshéh y cuya mediación abre el camino a una relación más íntima con Elohím en el Reino.

4. Contexto Histórico

El pasaje de Deuteronomio 34:1-12 marca el final de los cuarenta años de peregrinación de los hijos de Yisra’el por el desierto, un período que comenzó con la liberación de Mitzráyim. Moshéh, el líder que HaShem levantó para sacar a Su pueblo de la esclavitud, darles la Torah en el Har Sinay, y guiarlos a las puertas de la Tierra Prometida, está a punto de concluir su vida.

El pueblo de Yisra’el se encuentra en las llanuras de Moáv, frente a Yeriḥo, al este del Yardén. Esta ubicación es estratégica, ya que desde allí se puede divisar la tierra que les ha sido prometida a sus padres, Avraham, Yitzḥak y Yaakov. HaShem había prohibido a Moshéh entrar en la tierra debido a su desobediencia en Merivá (Números 20:12), donde golpeó la roca en lugar de hablarle, aparentemente quitando algo de la gloria a Elohím.

La cultura de la época de Moshéh y de los hijos de Yisra’el en el desierto se caracterizaba por una teocracia en formación, donde la Torah era la ley suprema y la relación con HaShem era central. Moshéh era la figura de autoridad incuestionable, el mediador entre Elohím y el pueblo. La muerte de un líder de tal magnitud era un evento trascendental que requería una transición ordenada y divinamente orquestada, para asegurar la continuidad del pacto y la misión.

Arqueológicamente, los sitios mencionados como las llanuras de Moáv (Transjordania) y la región del Har Nevo son consistentes con la geografía bíblica. El Har Nevo, en la actual Jordania, ofrece vistas panorámicas de la Tierra de Kena’an, corroborando la descripción de Moshéh viendo la tierra desde allí. La ausencia de la tumba de Moshéh es un hecho narrativo único que refuerza la intervención divina en su final.

El período era de consolidación nacional y preparación para la guerra de conquista. Los hijos de Yisra’el estaban a punto de pasar de una vida nómada a una sedentaria, con las implicaciones culturales, sociales y espirituales que esto conllevaba. La vida de Moshéh en su totalidad, y su muerte en particular, sirvieron como un testimonio de obediencia, fe y las consecuencias de la desobediencia, incluso para el más grande de los hombres.

5. Comentarios Proféticos

La muerte de Moshéh no es simplemente un evento histórico, sino un acto profundamente profético que resuena a lo largo de las eras y apunta directamente al Reino de Yeshúa HaMashíaj.

En primer lugar, el hecho de que Moshéh, el dador de la Torah, no pueda entrar en la Tierra Prometida es una poderosa lección profética. Simboliza que la Ley por sí sola no puede llevar al pueblo de Elohím a su herencia final. La Torah es santa y justa, pero revela el pecado y no puede otorgar la vida eterna ni la entrada plena al Reino de los Cielos. Se necesita una obra mayor, un “nuevo” Moshéh que sí pueda introducir al pueblo en la herencia. Este es Yeshúa HaMashíaj. Moshéh fue el “primer redentor”, pero Maran Yeshúa es el Redentor final, quien nos introduce no en una tierra terrenal, sino en el Reino celestial.

La elección de Yehoshúa como sucesor también es profética. Su nombre, יְהוֹשֻׁעַ (Yehoshúa), significa “HaShem es salvación”, y es una forma arcaica del nombre יֵשׁוּעַ (Yeshúa). Esta similitud nominal no es una coincidencia. Yehoshúa llevó al pueblo a la tierra, pero Yeshúa HaMashíaj lleva a Su pueblo a la verdadera herencia del Reino. En cierto sentido, Yehoshúa prefigura a Yeshúa, siendo el líder que finalmente cumple la promesa de Avraham de una tierra, aunque de manera imperfecta y temporal.

El verso 10, “Y no se levantó más profeta en Yisra’el como Moshéh, a quien HaShem conoció cara a cara”, es una declaración definitiva sobre la singularidad de Moshéh. Sin embargo, esta declaración proféticamente anticipa a Aquel que sería más grande que Moshéh: Yeshúa HaMashíaj. Moshéh conoció a HaShem “cara a cara” en el sentido de una revelación y comunicación directas y profundas, pero Yeshúa es la “imagen exacta” de Elohím (Ivrim 1:3), Aquel que es Elohím manifestado en carne. Él no solo conoce a Elohím “cara a cara”, sino que es el Rostro de Elohím. Su relación con el Padre es ontológica, no solo de mediación.

Para nuestra época actual, la muerte de Moshéh nos recuerda la necesidad de ceder el paso a la nueva obra de Elohím. Los líderes terrenales tienen un tiempo y un propósito, pero el liderazgo supremo es de Yeshúa HaMashíaj. El Ruaj HaKodesh nos capacita, como Yehoshúa fue capacitado, para continuar la misión del Reino. Debemos permanecer firmes en la Torah de Elohím, entendida a través de la lente de Yeshúa HaMashíaj, mientras avanzamos hacia el cumplimiento final de las profecías mesiánicas, cuando Maran Yeshúa establezca plenamente Su Reino sobre toda la tierra desde Yerushalayim. La lección es clara: el camino de la salvación y la entrada al Reino no es por la Ley de Moshéh (que nos señala nuestro pecado), sino por la fe en Yeshúa HaMashíaj, quien es el cumplimiento y la realidad de todas las promesas de Elohím.

6. Análisis Profundo

El pasaje de la muerte de Moshéh es rico en significado y conceptos teológicos profundos.

Har Nevo (הַר נְבוֹ): La ascensión de Moshéh a este monte simboliza el punto final de su peregrinación y el pináculo de su revelación. Desde allí, HaShem le permite ver “toda la tierra” (כָּל-הָאָרֶץ – kol-ha-A-reṣ*). Este acto es tanto una recompensa por su servicio como un recordatorio de la promesa hecha a los Patriarcas (Avraham, Yitzḥak, Yaakov). El Midrash Devarim Rabá (11:3) compara esta visión con la visión profética de Yesha’yahu o Yeḥezqel, una vista que abarca el pasado, presente y futuro de Yisra’el. HaShem revela a Moshéh no solo la geografía sino el destino de Su pueblo.

“Sobre la boca de HaShem” (עַל-פִּי יְהוָה – al-Pi Adonái): Esta frase en el versículo 5 sobre la muerte de Moshéh es única. Normalmente, se refiere a una orden o un decreto divino. En este contexto, el Targum Onqelos lo traduce como “con un beso de la boca de HaShem”. Esta interpretación, adoptada por muchos Midrashim (como el Midrash Sifré Devarim 339), sugiere una muerte sin dolor, un tránsito directo del Ruaj a la presencia de Elohím, un privilegio que solo Moshéh poseía. Es una metáfora de la intimidad suprema entre Moshéh y su Creador, una “muerte por beso” (mitat neshiká*), que es la forma más elevada de partida de este mundo. Esto subraya la relación sin precedentes de Moshéh con Elohím.

Sepultura Secreta (וְלֹא-יָדַע אִישׁ אֶת-קְבֻרָתוֹ – ve-lo-ya-da iš et-qe-vu-ra-to*): El ocultamiento de la tumba de Moshéh por HaShem mismo (Deuteronomio 34:6) es un misterio con múltiples interpretaciones rabínicas. El Midrash Pirkei de-Rabbi Eliezer (17) sugiere que HaShem quería evitar que su tumba se convirtiera en un lugar de idolatría o de peregrinación para aquellos que pudieran rendirle culto. Otra interpretación (Targum Yonatan ben Uziel) postula que fue para evitar que Yisra’el se lamentara excesivamente o que las naciones se burlaran de ellos. Teológicamente, subraya que la gloria pertenece solo a Elohím, y que Moshéh, por grandioso que fuera, era solo un siervo. Además, esta tumba oculta contribuye a la leyenda y a la reverencia en torno a su figura.

Vigor Inalterado (לֹא-כָהֲתָה עֵינוֹ וְלֹא-נָס לֵחֹהּ – lo-kha-ha-tah e-No ve-lo-Nas le-ḥo*): El versículo 7 enfatiza que a los 120 años, Moshéh murió con su vista intacta y su vigor sin menguar. Esto es un testimonio de la gracia divina y de su devoción inquebrantable. El Targum Neofiti expande esto, diciendo que su mente estaba tan clara como cuando era joven. Esto no es solo una descripción física, sino un símbolo de su plenitud espiritual y mental hasta el último momento, contrastando con la degeneración natural que acompaña a la vejez. Su muerte no fue por debilidad, sino por un decreto divino y por la voluntad de HaShem.

Transmisión del Ruaj (וִיהוֹשֻׁעַ בִּן-נוּן מָלֵא רוּחַ חָכְמָה – vi-Yho-šua ben-Nun ma-Le Ru-aḥ ḥokh-mah*): El versículo 9 destaca que Yehoshúa fue lleno del “Ruaj de sabiduría” debido a la imposición de manos de Moshéh. Este es un momento crucial de sucesión apostólica. Moshéh no solo transfiere autoridad, sino también la unción y la capacidad espiritual necesarias para el liderazgo. El Ruaj HaKodesh, que habitaba en Moshéh, ahora reside en Yehoshúa para capacitarlo. Esto es un principio fundamental del Reino de los Cielos, donde la autoridad y la unción se transmiten a través de la imposición de manos y la manifestación del Ruaj HaKodesh.

Singularidad Profética (וְלֹא-קָם נָבִיא עוֹד בְּיִשְׂרָאֵל כְּמֹשֶׁה – ve-lo-Qam Na-vi Od be-Yis-ra-el ke-Mo-šeh): El versículo 10 sella la incomparable posición de Moshéh como profeta. Su relación “cara a cara” (פָּנִים אֶל-פָּנִים – Pa-nim el-Pa-nim*) con HaShem, su capacidad de realizar señales y maravillas, y su rol como dador de la Torah lo hicieron único. Este elogio final es un reconocimiento de su papel central en la historia de la salvación de Yisra’el, y un punto de referencia para cualquier profeta posterior, hasta la llegada de Aquel que superaría incluso a Moshéh: Yeshúa HaMashíaj.

7. Tema Relevante

Un tema central y relevante de esta Aliyá es la transición del liderazgo y la continuidad de la promesa divina a través de la obediencia a la Torah.

La muerte de Moshéh es el epílogo de una era y el prólogo de otra. El gran líder, el mediador del Pacto de Sinay, se va, pero la obra de Elohím no se detiene. Este pasaje nos enseña que el Reino de los Cielos no depende de un solo individuo, por más ungido y poderoso que sea, sino de la soberanía de Elohím y de la obediencia de Su pueblo a Su voluntad revelada en la Torah.

Moshéh completó su parte, fielmente, hasta el final. Su visión de la Tierra Prometida, aunque sin entrada física, simboliza la culminación de su misión: preparar al pueblo y presentarle el destino que Elohím había dispuesto. La transición a Yehoshúa no es un reemplazo de la Torah o de la promesa, sino una continuación de la misma bajo un nuevo liderazgo, con el mismo Ruaj de sabiduría. La obediencia del pueblo a Yehoshúa es, en última instancia, obediencia a la voluntad de HaShem tal como fue revelada a Moshéh.

Para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos, este tema es vital. Nos recuerda que:

1. El liderazgo es un servicio temporal: Los líderes son levantados por Elohím para propósitos específicos y por tiempos determinados. Su influencia es profunda, pero su tiempo en la tierra es finito. Esto nos invita a honrar a los líderes, pero a poner nuestra fe última en Yeshúa HaMashíaj, la cabeza eterna del Reino.

2. La Palabra de Elohím permanece: Aunque los siervos de Elohím puedan partir, Su Palabra, Su Torah, y Sus promesas son eternas. La guía del Ruaj HaKodesh para la aplicación de la Torah en nuestras vidas es constante. La “Torah de Moshéh” es el fundamento sobre el cual Yehoshúa construyó y sobre el cual Yeshúa HaMashíaj ha establecido Su Reino de los Cielos.

3. La sucesión del Ruaj: El Ruaj de sabiduría que capacitó a Yehoshúa mediante la imposición de manos de Moshéh es un modelo de cómo Elohím equipa a Sus siervos. Los discípulos de Mashíaj son llenos del Ruaj HaKodesh para llevar a cabo la misión del Reino, cada uno en su tiempo y función.

4. Enfocarse en el destino final: Moshéh vio la tierra. Nosotros, por fe, vemos el Reino de los Cielos, la Nueva Yerushalayim. Debemos mantener la mirada fija en nuestra verdadera herencia, sabiendo que Yeshúa HaMashíaj nos guiará a ella.

En esencia, la Aliyá 6 es un testimonio de la fidelidad de Elohím a Su pacto, de la necesidad de la obediencia humana, y de cómo, a pesar de los cambios de liderazgo, el propósito divino avanza inexorablemente hacia su gloriosa consumación en el Reino de Yeshúa HaMashíaj.

8. Descubriendo a Mashíaj

La Aliyá 6 de V’Zot HaBerajá, que narra la muerte de Moshéh, está intrínsecamente ligada a la vida, obra y persona de Yeshúa HaMashíaj, revelando profundos aspectos mesiánicos.

1. Moshéh como tipo de Yeshúa: Moshéh fue el mediador del pacto, el legislador y el libertador de Mitzráyim. En Deuteronomio 18:15, Moshéh mismo profetizó: “Un profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, levantará HaShem tu Elohím; a él escucharéis.” Yeshúa HaMashíaj es el cumplimiento de esta profecía. Él es el Profeta definitivo, superior a Moshéh. Moshéh condujo a Yisra’el a la frontera de la Tierra Prometida, pero Yeshúa conduce a Su pueblo al Reino de los Cielos, a la verdadera herencia que dura para siempre. Moshéh no pudo introducir al pueblo, lo que proféticamente indica que la Torah, aunque santa, no puede dar acceso a la vida eterna; se requiere un Mediador mayor.

2. La muerte de Moshéh y el velo de la Torah: La muerte de Moshéh y su sepultura desconocida sugieren un misterio divino. Es como si HaShem estuviera ocultando el fin del “régimen” del legislador para que nadie se aferrara a él como el fin en sí mismo. En el Reino de los Cielos, la muerte de Moshéh es un símbolo de que el pacto antiguo, aunque glorioso, debía dar paso a algo mayor. Yeshúa HaMashíaj es el cumplimiento de la Torah, y a través de Él, el velo que cubría la faz de Moshéh y que representaba la gloria que se desvanecía, es quitado (2 Corintios 3:13-16). En Yeshúa, la gloria permanece y es accesible para todos.

3. La Transfiguración como revelación post-mortem de Moshéh: Como vimos en la sección de Brit Hadasháh, la aparición de Moshéh con Eliyahu junto a Yeshúa en la Transfiguración (Mattityahu 17:1-8) es crucial. Moshéh, que murió y fue sepultado por Elohím, aparece en gloria. Esto no solo valida la resurrección y la vida después de la muerte, sino que también establece la autoridad de Yeshúa HaMashíaj sobre la Torah y los Profetas. La voz de Elohím dice “a Él escuchad”, elevando a Yeshúa por encima de Moshéh y Eliyahu. Yeshúa es la revelación final del Padre, y la entrada al Reino de los Cielos se logra a través de Él.

4. Yehoshúa (יְהוֹשֻׁעַ) prefigura a Yeshúa (יֵשׁוּעַ): La sucesión de Yehoshúa, cuyo nombre tiene la misma raíz de “salvación” que Yeshúa, es una poderosa prefiguración. Yehoshúa fue el que finalmente introdujo al pueblo en Kena’an, cumpliendo la promesa terrenal. Yeshúa HaMashíaj es el que introduce a Su pueblo en la salvación eterna y en el Reino espiritual de los Cielos. En el Libro de Jubileos (1:26), Moshéh se lamenta de no entrar a la tierra, pero se le asegura una “buena memoria” y una “corona de vida” en el futuro. Esta esperanza es cumplida y trascendida en Yeshúa HaMashíaj, quien ofrece vida eterna y una herencia celestial. El Testamento de Moshéh (1:14) también habla de la ascensión de Moshéh a la presencia de Elohím, mostrando una continuidad de su vida más allá de su muerte terrenal, un concepto que encuentra su plenitud en la victoria de Yeshúa sobre la muerte.

5. La Muerte de Moshéh y la Muerte de Yeshúa: Ambas muertes fueron bajo la soberanía divina. Moshéh murió “sobre la boca de HaShem”; Yeshúa entregó Su Ruaj al Padre. Ambas fueron muertes con un propósito redentor, una preparando el camino para una herencia terrenal, y la otra abriendo la puerta al Reino de los Cielos. La muerte de Moshéh marca el fin de la era de la Ley, la muerte y resurrección de Yeshúa marcan el comienzo de la era de la gracia y el establecimiento del Reino de los Cielos.

En definitiva, la partida de Moshéh no es un final sombrío, sino una señal profética que apunta con claridad hacia Yeshúa HaMashíaj como el Mediador superior, el verdadero Líder que introduce a Su pueblo en la vida abundante y la herencia eterna del Reino de los Cielos.

9. Midrashim y Targumim

Los Midrashim y Targumim ofrecen perspectivas ricas y a menudo místicas sobre la muerte de Moshéh, destacando la singularidad de este evento y su protagonista.

Targum Onqelos (Deuteronomio 34:5): Este Targum arameo es uno de los más autorizados y traduce “על-פי יהוה” (al-Pi Adonái, “según la boca de HaShem”) como “בנשיקה דייי” (b’neshiká di-Adonái*, “con un beso de HaShem”). Esta interpretación ha sido fundamental para la idea rabínica de “Mitat Neshiká” (מִיתַת נְשִׁיקָה – “muerte por beso”), una muerte sin dolor y en íntima comunión con Elohím, reservada solo para los justos más eminentes. Esta exégesis resalta la profunda relación personal de Moshéh con HaShem.

* Targum Yonatan ben Uziel (Deuteronomio 34:6): Sobre la sepultura desconocida, este Targum especula que fue HaShem mismo quien sepultó a Moshéh, en compañía de los ángeles. Menciona que el cuerpo de Moshéh fue cubierto por los ángeles de gloria y que su sepulcro no sería conocido para evitar que los hijos de Yisra’el lo veneraran y cayeran en idolatría. Esta interpretación se alinea con la teología de la exclusividad del culto a Elohím.

* Midrash Sifré Devarim (339): Este Midrash elabora sobre la idea de la “muerte por beso”, explicando que Moshéh murió de la boca de HaShem, lo que significa que su Ruaj fue tomada por un beso divino. Compara esta muerte con una vela cuya llama se apaga suavemente, sin resistencia. También describe a Moshéh suplicando a HaShem para entrar en la tierra, pero la decisión de Elohím era inamovible, enfatizando la soberanía divina incluso sobre el mayor de los profetas.

* Midrash Devarim Rabá (11:1-10): Este Midrash ofrece una narrativa dramática sobre la muerte de Moshéh. Relata que Moshéh se resistió a morir, argumentando que había servido fielmente a Elohím y que deseaba entrar a la tierra. HaShem tuvo que “persuadirlo” con palabras de consuelo, mostrándole su recompensa en el Mundo Venidero. Se narra que HaShem mismo descendió con los ángeles Mijael, Gavri’el y Zagzagel para llevarse el alma de Moshéh, y que HaShem secó las lágrimas de los ojos de Moshéh. Esta narrativa subraya la inmensa pena por la partida de Moshéh, incluso para los seres celestiales. También menciona que el Har Nevo se le reveló a Moshéh en su totalidad, dándole una visión profética de todas las generaciones de Yisra’el, hasta el tiempo de Mashíaj.

Talmud Bavli, Sotah 14a: El Talmud comenta sobre la imposibilidad de que Moshéh entrara a la tierra, a pesar de sus ruegos. También menciona la disputa sobre el cuerpo de Moshéh, que se hace eco de la tradición apócrifa de la Asunción de Moshéh*, donde el arcángel Mijael disputa con Sama’el (el acusador) por el cuerpo de Moshéh. Esto refuerza el carácter especial y único de Moshéh, incluso en su muerte.

* Targum Yerushalmí (Deuteronomio 34:7): Sobre el vigor inalterado de Moshéh, este Targum enfatiza que sus ojos no estaban nublados y que su boca no había cesado de hablar palabras de Torah y profecía, y que su corazón no había cesado de entender el conocimiento de la sabiduría. Esto recalca que su sabiduría y claridad mental no disminuyeron, siendo un testimonio de su capacidad de liderazgo hasta el último aliento.

En resumen, los Midrashim y Targumim no solo explican el texto literal, sino que lo enriquecen con capas de significado teológico y narrativo, elevando la figura de Moshéh a un estatus casi celestial y preparando el terreno para la comprensión de un Mediador aún mayor que vendría: Yeshúa HaMashíaj, quien no solo vería la Tierra Prometida, sino que traería el Reino de los Cielos a la tierra.

10. Mandamientos

Aunque este pasaje describe la muerte de Moshéh, podemos extraer principios de vida y mandamientos que son profundamente aplicables para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos:

1. Honra el legado del liderazgo piadoso (Deuteronomio 34:7-8): Los hijos de Yisra’el lloraron a Moshéh por treinta días, un período de luto prolongado que refleja su profundo respeto y dolor por la pérdida de un líder tan extraordinario. Para los discípulos de Yeshúa HaMashíaj, esto nos enseña a honrar y apreciar a aquellos líderes que Elohím ha puesto en nuestras vidas, quienes nos han enseñado la Torah y nos han guiado. Reconocemos que el liderazgo piadoso es un don del Reino de los Cielos.

2. Acepta la voluntad soberana de Elohím (Deuteronomio 34:4-5): Moshéh no pudo entrar en la Tierra Prometida a pesar de su deseo y suplicación. Aprendemos que, incluso los siervos más fieles, deben someterse a la voluntad soberana de HaShem. Hay propósitos divinos que no siempre entendemos, pero debemos confiar en la sabiduría de Elohím. Esto es crucial en el Reino de los Cielos, donde la voluntad del Padre es la ley suprema, y a menudo requiere que renunciemos a nuestras propias ambiciones por el plan mayor de Elohím.

3. Prepárate para la transición y la continuidad (Deuteronomio 34:9): Moshéh puso sus manos sobre Yehoshúa, transmitiéndole el Ruaj de sabiduría, asegurando la continuidad del liderazgo y la misión. Como discípulos de Mashíaj, somos llamados a preparar a la próxima generación de líderes y siervos. Esto implica mentoría, discipulado y la transmisión de conocimiento y unción (Ruaj HaKodesh) para asegurar que la obra del Reino de los Cielos continúe con fidelidad. No somos dueños de la obra, sino administradores.

4. Permanece fiel a la Palabra de Elohím (Deuteronomio 34:9b): Los hijos de Yisra’el escucharon a Yehoshúa e hicieron “como HaShem había mandado a Moshéh”. Esto subraya la autoridad inmutable de la Torah. Aunque el líder cambie, la Palabra de Elohím es eterna. Para los seguidores de Yeshúa HaMashíaj, esto significa una adhesión constante a las enseñanzas de la Torah y los Profetas, entendidas y vividas a través de la revelación de Yeshúa. La obediencia a la Torah es la base para vivir en el Reino de los Cielos.

5. Reconoce la singularidad del Mashíaj (Deuteronomio 34:10-12): La declaración de que “no se levantó más profeta como Moshéh” en Yisra’el, sirve para exaltar la figura de Moshéh, pero también para establecer un estándar insuperable hasta la llegada del Mashíaj. Para nosotros, esto es un mandamiento a reconocer la supremacía de Yeshúa HaMashíaj, quien no solo es como Moshéh, sino superior a él. Él es el cumplimiento de todas las profecías y la máxima revelación de Elohím. Debemos centrar nuestra fe y obediencia en Él, el Rey del Reino de los Cielos.

Estos principios nos guían a vivir una vida de sumisión a HaShem, honrando a los que nos han precedido y preparando a los que nos seguirán, siempre anclados en la Palabra de Elohím y en la persona de Yeshúa HaMashíaj.

11. Preguntas de Reflexión

1. ¿Cómo la imposibilidad de Moshéh de entrar en la Tierra Prometida, a pesar de su fidelidad, nos enseña sobre la naturaleza de la gracia y la ley en el Reino de los Cielos de Yeshúa HaMashíaj?

2. Considerando la transición de Moshéh a Yehoshúa, ¿qué responsabilidades tenemos como discípulos de Mashíaj en la preparación y el apoyo de la próxima generación de líderes en el Reino de Elohím?

3. La Aliyá destaca que “no se levantó más profeta como Moshéh”. ¿De qué manera Yeshúa HaMashíaj supera y cumple la singularidad profética de Moshéh, y cómo esta comprensión fortalece nuestra fe en Él como el Rey del Reino de los Cielos?

12. Resumen

La Aliyá 6 de la Parashá V’Zot HaBerajá narra el conmovedor final de la vida terrenal de Moshéh, el más grande profeta de Yisra’el. Desde el Har Nevo, HaShem le permite vislumbrar la Tierra Prometida antes de que muera “sobre la boca de HaShem”, siendo sepultado en un lugar desconocido. El pasaje destaca su vigor inalterado, el luto de Yisra’el y la unción de Yehoshúa ben Nun con el Ruaj de sabiduría, asegurando la continuidad del liderazgo. Este relato no solo marca el fin de una era, sino que proféticamente subraya la insuficiencia de la Ley para introducir la herencia final y apunta hacia Yeshúa HaMashíaj, quien es el Profeta superior, el cumplimiento de la Torah, y el verdadero Guía que introduce a Su pueblo en la plenitud del Reino de los Cielos, donde Su autoridad supera la de Moshéh, como se reveló en la Transfiguración.

13. Tefiláh (Oración)

Adonái Elohím, soberano del Reino de los Cielos, te alabamos por Tu fidelidad inquebrantable a través de todas las generaciones. Agradecemos por la vida y el servicio de Moshéh, Tu siervo, cuya partida nos recuerda que Tu Palabra y Tu propósito son eternos. Capacítanos, por el Ruaj HaKodesh, para honrar los legados piadosos, someternos a Tu perfecta voluntad, y preparar el camino para las futuras generaciones, siempre con nuestros ojos fijos en Maran Yeshúa HaMashíaj, el Rey de Tu Reino, en cuyo Nombre oramos. Amén.

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Parashá 54 Vezot Habrajá (וזאת הברכה) – Aliyah 5

Aliyáh 5: (Deuteronomio 33:22-26) Moshé bendice a Dan, Naftalí y Aser, destacando su fuerza y la abundancia en su territorio.
Haftaráh: Isaías 54:1-17 (La promesa de Elohím de bendición y prosperidad para Israel).
Brit Hadasháh: Efesios 1:3 (La bendición espiritual en Yeshúa).

Tema: La bendición de las tribus de Asher y Naftalí

1. Texto Hebreo Interlineal

Pasaje: Deuteronomio 33:24-33:29

Texto Hebreo OriginalFonética TiberianaTraducción Palabra por PalabraTraducción Literal del Verso
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וּלְאָשֵׁרu-le-AšerY a AsherY a Asher וּלְאָשֵׁר dijo אָמַר: Bendito בָּרוּךְ entre los hijos מִבָּנִים sea Asher אָשֶׁר; sea יְהִי favorecido רְצוּי de sus hermanos אֶחָיו, y moje וְטֹבֵל su pie רַגְלוֹ en aceite בַּשֶּׁמֶן.
אָמַרamardijoY a Asher וּלְאָשֵׁר dijo אָמַר: Bendito בָּרוּךְ entre los hijos מִבָּנִים sea Asher אָשֶׁר; sea יְהִי favorecido רְצוּי de sus hermanos אֶחָיו, y moje וְטֹבֵל su pie רַגְלוֹ en aceite בַּשֶּׁמֶן.
בָּרוּךְbarukhBenditoY a Asher וּלְאָשֵׁר dijo אָמַר: Bendito בָּרוּךְ entre los hijos מִבָּנִים sea Asher אָשֶׁר; sea יְהִי favorecido רְצוּי de sus hermanos אֶחָיו, y moje וְטֹבֵל su pie רַגְלוֹ en aceite בַּשֶּׁמֶן.
מִבָּנִיםmi-banimde los hijosY a Asher וּלְאָשֵׁר dijo אָמַר: Bendito בָּרוּךְ entre los hijos מִבָּנִים sea Asher אָשֶׁר; sea יְהִי favorecido רְצוּי de sus hermanos אֶחָיו, y moje וְטֹבֵל su pie רַגְלוֹ en aceite בַּשֶּׁמֶן.
אָשֶׁרAšerAsherY a Asher וּלְאָשֵׁר dijo אָמַר: Bendito בָּרוּךְ entre los hijos מִבָּנִים sea Asher אָשֶׁר; sea יְהִי favorecido רְצוּי de sus hermanos אֶחָיו, y moje וְטֹבֵל su pie רַגְלוֹ en aceite בַּשֶּׁמֶן.
יְהִיyehiseaY a Asher וּלְאָשֵׁר dijo אָמַר: Bendito בָּרוּךְ entre los hijos מִבָּנִים sea Asher אָשֶׁר; sea יְהִי favorecido רְצוּי de sus hermanos אֶחָיו, y moje וְטֹבֵל su pie רַגְלוֹ en aceite בַּשֶּׁמֶן.
רְצוּיretzuifavorecido/aceptadoY a Asher וּלְאָשֵׁר dijo אָמַר: Bendito בָּרוּךְ entre los hijos מִבָּנִים sea Asher אָשֶׁר; sea יְהִי favorecido רְצוּי de sus hermanos אֶחָיו, y moje וְטֹבֵל su pie רַגְלוֹ en aceite בַּשֶּׁמֶן.
אֶחָיוeḥavsus hermanosY a Asher וּלְאָשֵׁר dijo אָמַר: Bendito בָּרוּךְ entre los hijos מִבָּנִים sea Asher אָשֶׁר; sea יְהִי favorecido רְצוּי de sus hermanos אֶחָיו, y moje וְטֹבֵל su pie רַגְלוֹ en aceite בַּשֶּׁמֶן.
וְטֹבֵלve-ṭovely mojaráY a Asher וּלְאָשֵׁר dijo אָמַר: Bendito בָּרוּךְ entre los hijos מִבָּנִים sea Asher אָשֶׁר; sea יְהִי favorecido רְצוּי de sus hermanos אֶחָיו, y moje וְטֹבֵל su pie רַגְלוֹ en aceite בַּשֶּׁמֶן.
בַּשֶּׁמֶןba-šemenen aceiteY a Asher וּלְאָשֵׁר dijo אָמַר: Bendito בָּרוּךְ entre los hijos מִבָּנִים sea Asher אָשֶׁר; sea יְהִי favorecido רְצוּי de sus hermanos אֶחָיו, y moje וְטֹבֵל su pie רַגְלוֹ en aceite בַּשֶּׁמֶן.
רַגְלוֹraglosu pieY a Asher וּלְאָשֵׁר dijo אָמַר: Bendito בָּרוּךְ entre los hijos מִבָּנִים sea Asher אָשֶׁר; sea יְהִי favorecido רְצוּי de sus hermanos אֶחָיו, y moje וְטֹבֵל su pie רַגְלוֹ en aceite בַּשֶּׁמֶן.
בַּרְזֶלbarzelHierroHierro בַּרְזֶל y bronce וּנְחֹשֶׁת tus cerrojos מִנְעָלֶיךָ; y como וְכַיָּמֶיךָ tus días, así דָּבְאֶךָ será tu vigor.
וּנְחֹשֶׁתu-neḥošety bronceHierro בַּרְזֶל y bronce וּנְחֹשֶׁת tus cerrojos מִנְעָלֶיךָ; y como וְכַיָּמֶיךָ tus días, así דָּבְאֶךָ será tu vigor.
מִנְעָלֶיךָmin’alékhatus cerrojos/sandaliasHierro בַּרְזֶל y bronce וּנְחֹשֶׁת tus cerrojos מִנְעָלֶיךָ; y como וְכַיָּמֶיךָ tus días, así דָּבְאֶךָ será tu vigor.
וְכַיָּמֶיךָve-kha-yamékhaY como tus díasHierro בַּרְזֶל y bronce וּנְחֹשֶׁת tus cerrojos מִנְעָלֶיךָ; y como וְכַיָּמֶיךָ tus días, así דָּבְאֶךָ será tu vigor.
דָּבְאֶךָdav’ekhatu vigor/fuerzaHierro בַּרְזֶל y bronce וּנְחֹשֶׁת tus cerrojos מִנְעָלֶיךָ; y como וְכַיָּמֶיךָ tus días, así דָּבְאֶךָ será tu vigor.
אֵיןenNo hayNo hay אֵין como K-El כָּאֵל, oh Yeshurun יְשֻׁרוּן, que cabalga רֹכֵב los cielos שָׁמַיִם en tu ayuda בְּעֶזְרֶךָ, y en בְּגַאֲוָתוֹ Su majestad, las nubes שְׁחָקִים.
כָּאֵלka-Elcomo K-ElNo hay אֵין como K-El כָּאֵל, oh Yeshurun יְשֻׁרוּן, que cabalga רֹכֵב los cielos שָׁמַיִם en tu ayuda בְּעֶזְרֶךָ, y en בְּגַאֲוָתוֹ Su majestad, las nubes שְׁחָקִים.
יְשֻׁרוּןYešurunYeshurunNo hay אֵין como K-El כָּאֵל, oh Yeshurun יְשֻׁרוּן, que cabalga רֹכֵב los cielos שָׁמַיִם en tu ayuda בְּעֶזְרֶךָ, y en בְּגַאֲוָתוֹ Su majestad, las nubes שְׁחָקִים.
רֹכֵבrokhevque cabalgaNo hay אֵין como K-El כָּאֵל, oh Yeshurun יְשֻׁרוּן, que cabalga רֹכֵב los cielos שָׁמַיִם en tu ayuda בְּעֶזְרֶךָ, y en בְּגַאֲוָתוֹ Su majestad, las nubes שְׁחָקִים.
שָׁמַיִםšamayimlos cielosNo hay אֵין como K-El כָּאֵל, oh Yeshurun יְשֻׁרוּן, que cabalga רֹכֵב los cielos שָׁמַיִם en tu ayuda בְּעֶזְרֶךָ, y en בְּגַאֲוָתוֹ Su majestad, las nubes שְׁחָקִים.
בְּעֶזְרֶךָbe-ezrekhaen tu ayudaNo hay אֵין como K-El כָּאֵל, oh Yeshurun יְשֻׁרוּן, que cabalga רֹכֵב los cielos שָׁמַיִם en tu ayuda בְּעֶזְרֶךָ, y en בְּגַאֲוָתוֹ Su majestad, las nubes שְׁחָקִים.
וּבְגַאֲוָתוֹu-ve-ga’avatoy en Su majestadNo hay אֵין como K-El כָּאֵל, oh Yeshurun יְשֻׁרוּן, que cabalga רֹכֵב los cielos שָׁמַיִם en tu ayuda בְּעֶזְרֶךָ, y en בְּגַאֲוָתוֹ Su majestad, las nubes שְׁחָקִים.
שְׁחָקִיםšḥaqimlas nubes/cielosNo hay אֵין como K-El כָּאֵל, oh Yeshurun יְשֻׁרוּן, que cabalga רֹכֵב los cielos שָׁמַיִם en tu ayuda בְּעֶזְרֶךָ, y en בְּגַאֲוָתוֹ Su majestad, las nubes שְׁחָקִים.
מְעֹנָהme’onahMorada/RefugioMorada מְעֹנָה es Elohím אֱלֹהֵי de los tiempos antiguos קֶדֶם, y debajo וּמִתַּחַת están los brazos זְרֹעֹת eternos עוֹלָם; y expulsó וַיְגָרֶשׁ de delante מִפָּנֶיךָ de ti al enemigo אוֹיֵב, y dijo וַיֹּאמֶר: Destruye הַשְׁמֵד.
אֱלֹהֵיEloheElohím deMorada מְעֹנָה es Elohím אֱלֹהֵי de los tiempos antiguos קֶדֶם, y debajo וּמִתַּחַת están los brazos זְרֹעֹת eternos עוֹלָם; y expulsó וַיְגָרֶשׁ de delante מִפָּנֶיךָ de ti al enemigo אוֹיֵב, y dijo וַיֹּאמֶר: Destruye הַשְׁמֵד.
קֶדֶםqedemde los tiempos antiguosMorada מְעֹנָה es Elohím אֱלֹהֵי de los tiempos antiguos קֶדֶם, y debajo וּמִתַּחַת están los brazos זְרֹעֹת eternos עוֹלָם; y expulsó וַיְגָרֶשׁ de delante מִפָּנֶיךָ de ti al enemigo אוֹיֵב, y dijo וַיֹּאמֶר: Destruye הַשְׁמֵד.
וּמִתַּחַתu-mi-táḥaty debajoMorada מְעֹנָה es Elohím אֱלֹהֵי de los tiempos antiguos קֶדֶם, y debajo וּמִתַּחַת están los brazos זְרֹעֹת eternos עוֹלָם; y expulsó וַיְגָרֶשׁ de delante מִפָּנֶיךָ de ti al enemigo אוֹיֵב, y dijo וַיֹּאמֶר: Destruye הַשְׁמֵד.
זְרֹעֹתzro’otbrazosMorada מְעֹנָה es Elohím אֱלֹהֵי de los tiempos antiguos קֶדֶם, y debajo וּמִתַּחַת están los brazos זְרֹעֹת eternos עוֹלָם; y expulsó וַיְגָרֶשׁ de delante מִפָּנֶיךָ de ti al enemigo אוֹיֵב, y dijo וַיֹּאמֶר: Destruye הַשְׁמֵד.
עוֹלָםolameternosMorada מְעֹנָה es Elohím אֱלֹהֵי de los tiempos antiguos קֶדֶם, y debajo וּמִתַּחַת están los brazos זְרֹעֹת eternos עוֹלָם; y expulsó וַיְגָרֶשׁ de delante מִפָּנֶיךָ de ti al enemigo אוֹיֵב, y dijo וַיֹּאמֶר: Destruye הַשְׁמֵד.
וַיְגָרֶשׁva-ye-garešy expulsóMorada מְעֹנָה es Elohím אֱלֹהֵי de los tiempos antiguos קֶדֶם, y debajo וּמִתַּחַת están los brazos זְרֹעֹת eternos עוֹלָם; y expulsó וַיְגָרֶשׁ de delante מִפָּנֶיךָ de ti al enemigo אוֹיֵב, y dijo וַיֹּאמֶר: Destruye הַשְׁמֵד.
מִפָּנֶיךָmi-panékhade delante de tiMorada מְעֹנָה es Elohím אֱלֹהֵי de los tiempos antiguos קֶדֶם, y debajo וּמִתַּחַת están los brazos זְרֹעֹת eternos עוֹלָם; y expulsó וַיְגָרֶשׁ de delante מִפָּנֶיךָ de ti al enemigo אוֹיֵב, y dijo וַיֹּאמֶר: Destruye הַשְׁמֵד.
אוֹיֵבoyeval enemigoMorada מְעֹנָה es Elohím אֱלֹהֵי de los tiempos antiguos קֶדֶm, y debajo וּמִתַּחַת están los brazos זְרֹעֹת eternos עוֹלָם; y expulsó וַיְגָרֶשׁ de delante מִפָּנֶיךָ de ti al enemigo אוֹיֵב, y dijo וַיֹּאמֶר: Destruye הַשְׁמֵד.
וַיֹּאמֶרva-yo’mery dijoMorada מְעֹנָה es Elohím אֱלֹהֵי de los tiempos antiguos קֶדֶם, y debajo וּמִתַּחַת están los brazos זְרֹעֹת eternos עוֹלָם; y expulsó וַיְגָרֶשׁ de delante מִפָּנֶיךָ de ti al enemigo אוֹיֵב, y dijo וַיֹּאמֶר: Destruye הַשְׁמֵד.
הַשְׁמֵדhašmedDestruyeMorada מְעֹנָה es Elohím אֱלֹהֵי de los tiempos antiguos קֶדֶם, y debajo וּמִתַּחַת están los brazos זְרֹעֹת eternos עוֹלָם; y expulsó וַיְגָרֶשׁ de delante מִפָּנֶיךָ de ti al enemigo אוֹיֵב, y dijo וַיֹּאמֶר: Destruye הַשְׁמֵד.
וַיִּשְׁכֹּןva-yiškônY habitaráY habitará וַיִּשְׁכֹּן Israel יִשְׂרָאֵל seguro בֶּטַח, solo בָּדָד, la fuente עֵין de Yaakov יַעֲקֹב, en una tierra אֶרֶץ de grano דָּגָן y vino nuevo וְתִירוֹשׁ; también אַף sus cielos שָׁמָיו destilarán יַעַרְפוּ rocío טָל.
יִשְׂרָאֵלYiśraelIsraelY habitará וַיִּשְׁכֹּן Israel יִשְׂרָאֵל seguro בֶּטַח, solo בָּדָד, la fuente עֵין de Yaakov יַעֲקֹב, en una tierra אֶרֶץ de grano דָּגָן y vino nuevo וְתִירוֹשׁ; también אַף sus cielos שָׁמָיו destilarán יַעַרְפוּ rocío טָל.
בֶּטַחbetaḥseguroY habitará וַיִּשְׁכֹּן Israel יִשְׂרָאֵל seguro בֶּטַח, solo בָּדָד, la fuente עֵין de Yaakov יַעֲקֹב, en una tierra אֶרֶץ de grano דָּגָן y vino nuevo וְתִירוֹשׁ; también אַף sus cielos שָׁמָיו destilarán יַעַרְפוּ rocío טָל.
בָּדָדbadadsolo/apartadoY habitará וַיִּשְׁכֹּן Israel יִשְׂרָאֵל seguro בֶּטַח, solo בָּדָד, la fuente עֵין de Yaakov יַעֲקֹב, en una tierra אֶרֶץ de grano דָּגָן y vino nuevo וְתִירוֹשׁ; también אַף sus cielos שָׁמָיו destilarán יַעַרְפוּ rocío טָל.
עֵיןeinfuente/ojoY habitará וַיִּשְׁכֹּן Israel יִשְׂרָאֵל seguro בֶּטַח, solo בָּדָד, la fuente עֵין de Yaakov יַעֲקֹב, en una tierra אֶרֶץ de grano דָּגָן y vino nuevo וְתִירוֹשׁ; también אַף sus cielos שָׁמָיו destilarán יַעַרְפוּ rocío טָל.
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אֶרֶץeretztierraY habitará וַיִּשְׁכֹּן Israel יִשְׂרָאֵל seguro בֶּטַח, solo בָּדָד, la fuente עֵין de Yaakov יַעֲקֹב, en una tierra אֶרֶץ de grano דָּגָן y vino nuevo וְתִירוֹשׁ; también אַף sus cielos שָׁמָיו destilarán יַעַרְפוּ rocío טָל.
דָּגָןdagangranoY habitará וַיִּשְׁכֹּן Israel יִשְׂרָאֵל seguro בֶּטַח, solo בָּדָד, la fuente עֵין de Yaakov יַעֲקֹב, en una tierra אֶרֶץ de grano דָּגָן y vino nuevo וְתִירוֹשׁ; también אַף sus cielos שָׁמָיו destilarán יַעַרְפוּ rocío טָל.
וְתִירוֹשׁve-tirošy vino nuevoY habitará וַיִּשְׁכֹּן Israel יִשׂרָאֵל seguro בֶּטַח, solo בָּדָד, la fuente עֵין de Yaakov יַעֲקֹב, en una tierra אֶרֶץ de grano דָּגָן y vino nuevo וְתִירוֹשׁ; también אַף sus cielos שָׁמָיו destilarán יַעַרְפוּ rocío טָל.
אַףaftambiénY habitará וַיִּשְׁכֹּן Israel יִשְׂרָאֵל seguro בֶּטַח, solo בָּדָד, la fuente עֵין de Yaakov יַעֲקֹב, en una tierra אֶרֶץ de grano דָּגָן y vino nuevo וְתִירוֹשׁ; también אַף sus cielos שָׁמָיו destilarán יַעַרְפוּ rocío טָל.
שָׁמָיוšamavsus cielosY habitará וַיִּשְׁכֹּן Israel יִשׂרָאֵל seguro בֶּטַח, solo בָּדָד, la fuente עֵין de Yaakov יַעֲקֹב, en una tierra אֶרֶץ de grano דָּגָן y vino nuevo וְתִירוֹשׁ; también אַף sus cielos שָׁמָיו destilarán יַעַרְפוּ rocío טָל.
יַעַרְפוּya’arfudestilaránY habitará וַיִּשְׁכֹּן Israel יִשׂרָאֵל seguro בֶּטַח, solo בָּדָד, la fuente עֵין de Yaakov יַעֲקֹב, en una tierra אֶרֶץ de grano דָּגָן y vino nuevo וְתִירוֹשׁ; también אַף sus cielos שָׁמָיו destilarán יַעַרְפוּ rocío טָל.
טָלṭalrocíoY habitará וַיִּשְׁכֹּן Israel יִשׂרָאֵל seguro בֶּטַח, solo בָּדָד, la fuente עֵין de Yaakov יַעֲקֹב, en una tierra אֶרֶץ de grano דָּגָן y vino nuevo וְתִירוֹשׁ; también אַף sus cielos שָׁמָיו destilarán יַעַרְפוּ rocío טָל.
אַשְׁרֶיךָašrékha¡Cuán feliz eres!¡Cuán feliz eres אַשְׁרֶיךָ, Israel יִשְׂרָאֵל! ¿Quién מִי como כָמוֹךָ tú, pueblo עַם salvado נוֹשַׁע por Adonái בַּיהוָה, el escudo מָגֵן de tu ayuda עֶזְרֶךָ, y Aquel וַאֲשֶׁר que es la espada חֶרֶב de tu majestad גַּאֲוָתֶךָ? Y se someterán וְיִכָּחֲשׁוּ tus enemigos אֹיְבֶיךָ a ti לָךְ, y tú וְאַתָּה sobre עַל sus alturas בָּמוֹתֵימוֹ pisarás תִדְרֹךְ.
יִשְׂרָאֵלYiśraelIsrael¡Cuán feliz eres אַשְׁרֶיךָ, Israel יִשְׂרָאֵל! ¿Quién מִי como כָמוֹךָ tú, pueblo עַם salvado נוֹשַׁע por Adonái בַּיהוָה, el escudo מָגֵן de tu ayuda עֶזְרֶךָ, y Aquel וַאֲשֶׁר que es la espada חֶרֶב de tu majestad גַּאֲוָתֶךָ? Y se someterán וְיִכָּחֲשׁוּ tus enemigos אֹיְבֶיךָ a ti לָךְ, y tú וְאַתָּה sobre עַל sus alturas בָּמוֹתֵימוֹ pisarás תִדְרֹךְ.
מִיmi¿Quién?¡Cuán feliz eres אַשְׁרֶיךָ, Israel יִשְׂרָאֵל! ¿Quién מִי como כָמוֹךָ tú, pueblo עַם salvado נוֹשַׁע por Adonái בַּיהוָה, el escudo מָגֵן de tu ayuda עֶזְרֶךָ, y Aquel וַאֲשֶׁר que es la espada חֶרֶב de tu majestad גַּאֲוָתֶךָ? Y se someterán וְיִכָּחֲשׁוּ tus enemigos אֹיְבֶיךָ a ti לָךְ, y tú וְאַתָּה sobre עַל sus alturas בָּמוֹתֵימוֹ pisarás תִדְרֹךְ.
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נוֹשַׁעnošasalvado¡Cuán feliz eres אַשְׁרֶיךָ, Israel יִשְׂרָאֵל! ¿Quién מִי como כָמוֹךָ tú, pueblo עַם salvado נוֹשַׁע por Adonái בַּיהוָה, el escudo מָגֵן de tu ayuda עֶזְרֶךָ, y Aquel וַאֲשֶׁר que es la espada חֶרֶב de tu majestad גַּאֲוָתֶךָ? Y se someterán וְיִכָּחֲשׁוּ tus enemigos אֹיְבֶיךָ a ti לָךְ, y tú וְאַתָּה sobre עַל sus alturas בָּמוֹתֵימוֹ pisarás תִדְרֹךְ.
בַּיהוָהba-Adonáipor Adonái¡Cuán feliz eres אַשְׁרֶיךָ, Israel יִשְׂרָאֵל! ¿Quién מִי como כָמוֹךָ tú, pueblo עַם salvado נוֹשַׁע por Adonái בַּיהוָה, el escudo מָגֵן de tu ayuda עֶזְרֶךָ, y Aquel וַאֲשֶׁר que es la espada חֶרֶב de tu majestad גַּאֲוָתֶךָ? Y se someterán וְיִכָּחֲשׁוּ tus enemigos אֹיְבֶיךָ a ti לָךְ, y tú וְאַתָּה sobre עַל sus alturas בָּמוֹתֵימוֹ pisarás תִדְרֹךְ.
מָגֵןmagenescudo¡Cuán feliz eres אַשְׁרֶיךָ, Israel יִשְׂרָאֵל! ¿Quién מִי como כָמוֹךָ tú, pueblo עַם salvado נוֹשַׁע por Adonái בַּיהוָה, el escudo מָגֵן de tu ayuda עֶזְרֶךָ, y Aquel וַאֲשֶׁר que es la espada חֶרֶב de tu majestad גַּאֲוָתֶךָ? Y se someterán וְיִכָּחֲשׁוּ tus enemigos אֹיְבֶיךָ a ti לָךְ, y tú וְאַתָּה sobre עַל sus alturas בָּמוֹתֵימוֹ pisarás תִדְרֹךְ.
עֶזְרֶךָezrekhade tu ayuda¡Cuán feliz eres אַשְׁרֶיךָ, Israel יִשְׂרָאֵל! ¿Quién מִי como כָמוֹךָ tú, pueblo עַם salvado נוֹשַׁע por Adonái בַּיהוָה, el escudo מָגֵן de tu ayuda עֶזְרֶךָ, y Aquel וַאֲשֶׁר que es la espada חֶרֶב de tu majestad גַּאֲוָתֶךָ? Y se someterán וְיִכָּחֲשׁוּ tus enemigos אֹיְבֶיךָ a ti לָךְ, y tú וְאַתָּה sobre עַל sus alturas בָּמוֹתֵימוֹ pisarás תִדְרֹךְ.
וַאֲשֶׁרva-ašery Aquel que¡Cuán feliz eres אַשְׁרֶיךָ, Israel יִשְׂרָאֵל! ¿Quién מִי como כָמוֹךָ tú, pueblo עַם salvado נוֹשַׁע por Adonái בַּיהוָה, el escudo מָגֵן de tu ayuda עֶזְרֶךָ, y Aquel וַאֲשֶׁר que es la espada חֶרֶב de tu majestad גַּאֲוָתֶךָ? Y se someterán וְיִכָּחֲשׁוּ tus enemigos אֹיְבֶיךָ a ti לָךְ, y tú וְאַתָּה sobre עַל sus alturas בָּמוֹתֵימוֹ pisarás תִדְרֹךְ.
חֶרֶבḥerevespada¡Cuán feliz eres אַשְׁרֶיךָ, Israel יִשְׂרָאֵל! ¿Quién מִי como כָמוֹךָ tú, pueblo עַם salvado נוֹשַׁע por Adonái בַּיהוָה, el escudo מָגֵן de tu ayuda עֶזְרֶךָ, y Aquel וַאֲשֶׁר que es la espada חֶרֶב de tu majestad גַּאֲוָתֶךָ? Y se someterán וְיִכָּחֲשׁוּ tus enemigos אֹיְבֶיךָ a ti לָךְ, y tú וְאַתָּה sobre עַל sus alturas בָּמוֹתֵימוֹ pisarás תִדְרֹךְ.
גַּאֲוָתֶךָga’avatékhade tu majestad¡Cuán feliz eres אַשְׁרֶיךָ, Israel יִשְׂרָאֵל! ¿Quién מִי como כָמוֹךָ tú, pueblo עַם salvado נוֹשַׁע por Adonái בַּיהוָה, el escudo מָגֵן de tu ayuda עֶזְרֶךָ, y Aquel וַאֲשֶׁר que es la espada חֶרֶב de tu majestad גַּאֲוָתֶךָ? Y se someterán וְיִכָּחֲשׁוּ tus enemigos אֹיְבֶיךָ a ti לָךְ, y tú וְאַתָּה sobre עַל sus alturas בָּמוֹתֵימוֹ pisarás תִדְרֹךְ.
וְיִכָּחֲשׁוּve-yikkhaḥašuY se someterán¡Cuán feliz eres אַשְׁרֶיךָ, Israel יִשְׂרָאֵל! ¿Quién מִי como כָמוֹךָ tú, pueblo עַם salvado נוֹשַׁע por Adonái בַּיהוָה, el escudo מָגֵן de tu ayuda עֶזְרֶךָ, y Aquel וַאֲשֶׁר que es la espada חֶרֶב de tu majestad גַּאֲוָתֶךָ? Y se someterán וְיִכָּחֲשׁוּ tus enemigos אֹיְבֶיךָ a ti לָךְ, y tú וְאַתָּה sobre עַל sus alturas בָּמוֹתֵימוֹ pisarás תִדְרֹךְ.
אֹיְבֶיךָoyvekhatus enemigos¡Cuán feliz eres אַשְׁרֶיךָ, Israel יִשְׂרָאֵל! ¿Quién מִי como כָמוֹךָ tú, pueblo עַם salvado נוֹשַׁע por Adonái בַּיהוָה, el escudo מָגֵן de tu ayuda עֶזְרֶךָ, y Aquel וַאֲשֶׁר que es la espada חֶרֶב de tu majestad גַּאֲוָתֶךָ? Y se someterán וְיִכָּחֲשׁוּ tus enemigos אֹיְבֶיךָ a ti לָךְ, y tú וְאַתָּה sobre עַל sus alturas בָּמוֹתֵימוֹ pisarás תִדְרֹךְ.
לָךְlakha ti¡Cuán feliz eres אַשְׁרֶיךָ, Israel יִשְׂרָאֵל! ¿Quién מִי como כָמוֹךָ tú, pueblo עַם salvado נוֹשַׁע por Adonái בַּיהוָה, el escudo מָגֵן de tu ayuda עֶזְרֶךָ, y Aquel וַאֲשֶׁר que es la espada חֶרֶב de tu majestad גַּאֲוָתֶךָ? Y se someterán וְיִכָּחֲשׁוּ tus enemigos אֹיְבֶיךָ a ti לָךְ, y tú וְאַתָּה sobre עַל sus alturas בָּמוֹתֵימוֹ pisarás תִדְרֹךְ.
וְאַתָּהve-atahy tú¡Cuán feliz eres אַשְׁרֶיךָ, Israel יִשְׂרָאֵל! ¿Quién מִי como כָמוֹךָ tú, pueblo עַם salvado נוֹשַׁע por Adonái בַּיהוָה, el escudo מָגֵן de tu ayuda עֶזְרֶךָ, y Aquel וַאֲשֶׁר que es la espada חֶרֶב de tu majestad גַּאֲוָתֶךָ? Y se someterán וְיִכָּחֲשׁוּ tus enemigos אֹיְבֶיךָ a ti לָךְ, y tú וְאַתָּה sobre עַל sus alturas בָּמוֹתֵימוֹ pisarás תִדְרֹךְ.
עַלalsobre¡Cuán feliz eres אַשְׁרֶיךָ, Israel יִשְׂרָאֵל! ¿Quién מִי como כָמוֹךָ tú, pueblo עַם salvado נוֹשַׁע por Adonái בַּיהוָה, el escudo מָגֵן de tu ayuda עֶזְרֶךָ, y Aquel וַאֲשֶׁר que es la espada חֶרֶב de tu majestad גַּאֲוָתֶךָ? Y se someterán וְיִכָּחֲשׁוּ tus enemigos אֹיְבֶיךָ a ti לָךְ, y tú וְאַתָּה sobre עַל sus alturas בָּמוֹתֵימוֹ pisarás תִדְרֹךְ.
בָּמוֹתֵימוֹbamotéymosus alturas¡Cuán feliz eres אַשְׁרֶיךָ, Israel יִשְׂרָאֵל! ¿Quién מִי como כָמוֹךָ tú, pueblo עַם salvado נוֹשַׁע por Adonái בַּיהוָה, el escudo מָגֵן de tu ayuda עֶזְרֶךָ, y Aquel וַאֲשֶׁר que es la espada חֶרֶב de tu majestad גַּאֲוָתֶךָ? Y se someterán וְיִכָּחֲשׁוּ tus enemigos אֹיְבֶיךָ a ti לָךְ, y tú וְאַתָּה sobre עַל sus alturas בָּמוֹתֵימוֹ pisarás תִדְרֹךְ.
תִדְרֹךְtidrokhpisarás¡Cuán feliz eres אַשְׁרֶיךָ, Israel יִשְׂרָאֵל! ¿Quién מִי como כָמוֹךָ tú, pueblo עַם salvado נוֹשַׁע por Adonái בַּיהוָה, el escudo מָגֵן de tu ayuda עֶזְרֶךָ, y Aquel וַאֲשֶׁר que es la espada חֶרֶב de tu majestad גַּאֲוָתֶךָ? Y se someterán וְיִכָּחֲשׁוּ tus enemigos אֹיְבֶיךָ a ti לָךְ, y tú וְאַתָּה sobre עַל sus alturas בָּמוֹתֵימוֹ pisarás תִדְרֹךְ.

Análisis Gramatical y Lingüístico Detallado para cada palabra del Pasaje (Deuteronomio 33:24-33:29):

Deuteronomio 33:24

* וּלְאָשֵׁר (u-le-Ašer):

* וּ (u-): Conjunción copulativa. Significa “y”, conectando esta bendición con las anteriores. Su uso es esencial para mantener la cohesión discursiva de las bendiciones de Moshéh.

* לְ (le-): Preposición. Significa “a”, “para”, “en cuanto a”. Indica el objeto o destinatario de la acción o declaración. En este contexto, introduce al receptor de la bendición.

* אָשֵׁר (Ašer): Nombre propio. Asher, el octavo hijo de Yaakov y Zilpá. El nombre significa “feliz”, “bendecido”, del verbo אָשַׁר (a-šar) “ser feliz”, “ir directo”. Moshéh juega con el significado del nombre para bendecir a la tribu con abundancia y favor. Este nombre es fonéticamente similar a אַשְׁרֶיךָ (ašrékha) “¡cuán feliz eres!”, que aparece en el versículo 29, creando un eco temático de bendición.

* אָמַר (amar):

* Verbo, Qal perfecto, 3ª persona masculina singular. Significa “dijo”. Es la forma estándar para introducir una declaración o discurso directo, indicando que Moshéh está pronunciando estas palabras. La raíz א-מ-ר (A-M-R) es fundamental en hebreo para la comunicación divina y humana.

* בָּרוּךְ (barukh):

* Adjetivo, participio pasivo Qal, masculino singular. Significa “bendito”, “el que es bendecido”. Proviene de la raíz ב-ר-ך (B-R-K), que connota doblar la rodilla y, por extensión, otorgar o recibir favor divino. Aquí, se declara la condición bendita de Asher.

* מִבָּנִים (mi-banim):

* מִ (mi-): Preposición. Significa “de”, “entre”, “más que”. Aquí, de uso comparativo o de distinción, “entre los hijos”.

* בָּנִים (banim): Sustantivo masculino plural. Significa “hijos”, “descendientes”. Deriva de בֵּן (ben), “hijo”. La frase implica que Asher será excepcionalmente bendecido en comparación con o entre los demás hijos/tribus de Israel.

* אָשֶׁר (Ašer):

* Nombre propio. Repetición de “Asher”, sirviendo como sujeto de la bendición o enfatizando la identidad del bendecido. Algunos comentaristas lo ven como un juego de palabras que también podría significar “que” o “quien”, pero el contexto favorece el nombre propio.

* יְהִי (yehi):

* Verbo, Qal imperfecto, 3ª persona masculina singular de הָיָה (hayah), “ser”, “existir”. En este contexto, funciona como un yussivo, expresando un deseo o una orden, “que sea”. Es una fórmula de bendición común.

* רְצוּי (retzui):

* Adjetivo, participio pasivo Qal, masculino singular. Significa “favorecido”, “aceptado”, “deseado”, “agradable”. Procede de la raíz רָצָה (ratzah), “complacer”, “estar contento con”. Implica que Asher gozará del favor y la aceptación de sus hermanos, lo cual es crucial para la cohesión tribal.

* אֶחָיו (eḥav):

* אֶחָיו (eḥav): Sustantivo masculino plural, en estado constructo. Significa “hermanos”, con el sufijo pronominal de 3ª persona masculina singular “-av”, “sus”. De אָח (aḥ), “hermano”. Se refiere a las otras tribus de Israel. La bendición de ser favorecido por los hermanos sugiere paz y reconocimiento inter-tribal.

* וְטֹבֵל (ve-ṭovel):

* וְ (ve-): Conjunción “y”.

* טֹבֵל (ṭovel): Verbo, Qal participio activo, masculino singular. Significa “mojará”, “sumergirá”. Procede de la raíz טָבַל (ṭaval), “sumergir”, “bañar”. El uso del participio sugiere una acción continua o una característica inherente, es decir, que la tribu de Asher estará constantemente en una situación de abundancia tal que su pie, o incluso su tierra, estará empapado.

* בַּשֶּׁמֶן (ba-šemen):

* בַּ (ba-): Preposición “en” con el artículo definido asimilado.

* שֶּׁמֶן (šemen): Sustantivo masculino singular. Significa “aceite”, “grasa”. Históricamente, el aceite (especialmente de oliva) era un símbolo de riqueza, sustento, lujo, medicina y anointing. La región asignada a Asher era conocida por su producción de olivos.

* רַגְלוֹ (raglo):

* רַגְלוֹ (raglo): Sustantivo femenino singular, con el sufijo pronominal de 3ª persona masculina singular “-o”, “su”. De רֶגֶל (regel), “pie”. La imagen de mojar el pie en aceite es una hipérbole que denota una riqueza y abundancia extraordinarias, que no solo el aceite se produce en grandes cantidades, sino que es tan común que se puede usar de manera despreocupada.

Deuteronomio 33:25

* בַּרְזֶל (barzel):

* Sustantivo masculino singular. Significa “hierro”. Metal precioso y duradero, símbolo de fuerza, seguridad y recursos valiosos.

* וּנְחֹשֶׁת (u-neḥošet):

* וּ (u-): Conjunción “y”.

* נְחֹשֶׁת (neḥošet): Sustantivo femenino singular. Significa “bronce” o “cobre”. Otro metal valioso, utilizado para herramientas, armas y fortificaciones. La combinación de hierro y bronce indica gran riqueza mineral y capacidad de defensa.

* מִנְעָלֶיךָ (min’alékha):

* Sustantivo masculino plural, con sufijo pronominal de 2ª persona masculina singular “-ékha”, “tus”. Procede de מַנְעוּל (man’ul) “cerrojo” o מִנְעָל (min’al) “sandalia”. Ambas interpretaciones son posibles y ricas en significado.

* Si es “cerrojos”: Significa que las puertas o fortificaciones de Asher serán de hierro y bronce, indicando una seguridad inexpugnable.

Si es “sandalias”: Implica que las sandalias de Asher estarán hechas de estos metales, simbolizando una durabilidad, resistencia y capacidad para viajar por terrenos difíciles o la protección en la batalla. El Targum Onkelos* favorece “cerrojos”. Mesiánicamente, esto apunta a la protección y fortaleza que Yeshúa HaMashíaj otorga a Su pueblo.

* וְכַיָּמֶיךָ (ve-kha-yamékha):

* וְ (ve-): Conjunción “y”.

* כַּ (ka-): Preposición “como”, “según”.

* יָּמֶיךָ (yamékha): Sustantivo masculino plural, en estado constructo, con sufijo pronominal de 2ª persona masculina singular “-ékha”, “tus”. De יוֹם (yom), “día”. Literalmente, “y como tus días”. Esto establece una relación de correspondencia.

* דָּבְאֶךָ (dav’ekha):

Sustantivo masculino singular, con sufijo pronominal de 2ª persona masculina singular “-ékha”, “tu”. De la raíz דָּבָא (dava’), “estar debilitado”, pero en el Nifal puede significar “estar abatido”. En este contexto, con la preposición כַּ (ka-), se interpreta comúnmente como “tu vigor”, “tu fortaleza” o “tu seguridad”. El Targum Onkelos* traduce como “tu fuerza”. La frase “como tus días, así será tu vigor” promete que la fuerza y el vigor de Asher no disminuirán con la edad o el paso del tiempo, sino que serán constantes y duraderos. Mesiánicamente, en el Reino de Yeshúa, se nos promete una fuerza y resistencia que no decae.

Deuteronomio 33:26

* אֵין (en):

* Partícula de negación, también utilizada como “no hay”, “no existe”. Introduce una declaración de singularidad absoluta.

* כָּאֵל (ka-El):

* כָּ (ka-): Preposición “como”.

* אֵל (El): Sustantivo masculino singular, uno de los nombres de la Divinidad, “Elohím”, “Deidad”. Aquí, con un artículo implícito, “el Elohím”. La frase “No hay como K-El” proclama la incomparable grandeza de Elohím.

* יְשֻׁרוּן (Yešurun):

* Nombre poético y laudatorio para Israel. Derivado de יָשָׁר (yašar), “recto”, “íntegro”. Significa “el pueblo recto” o “el amado”. Es un término de cariño y un recordatorio del ideal de rectitud al que Israel debe aspirar. Moshéh lo usa para elevar la perspectiva de la nación.

* רֹכֵב (rokhev):

* Verbo, Qal participio activo, masculino singular. Significa “que cabalga”, “el que monta”. Procede de la raíz רָכַב (rakhav), “cabalgar”. En este contexto, Elohím es retratado como cabalgando sobre los cielos.

* שָׁמַיִם (šamayim):

* Sustantivo masculino plural. Significa “cielos”. En la cosmovisión hebrea, el lugar de la morada de Elohím y el firmamento. La imagen de Elohím cabalgando los cielos denota Su soberanía, poder y omnipresencia.

* בְּעֶזְרֶךָ (be-ezrekha):

* בְּ (be-): Preposición “en”, “para”.

* עֶזְרֶךָ (ezrekha): Sustantivo femenino singular, con sufijo pronominal de 2ª persona masculina singular “-ékha”, “tu”. De עֵזֶר (ezer), “ayuda”, “socorro”. Significa “en tu ayuda”, “para tu socorro”. Elohím es el auxiliador activo de Israel.

* וּבְגַאֲוָתוֹ (u-ve-ga’avato):

* וּ (u-): Conjunción “y”.

* בְּ (be-): Preposición “en”.

* גַאֲוָתוֹ (ga’avato): Sustantivo femenino singular, con sufijo pronominal de 3ª persona masculina singular “-o”, “Su”. De גַּאֲוָה (ga’avah), “majestad”, “orgullo”, “gloria”. Aquí se refiere a la majestuosidad o gloria de Elohím.

* שְׁחָקִים (šḥaqim):

* Sustantivo masculino plural. Significa “nubes”, “firmamento”, “cielos”. Sinónimo poético de שָׁמַיִם (šamayim). La imagen de Elohím en Su majestad sobre las nubes refuerza Su dominio trascendente.

Deuteronomio 33:27

* מְעֹנָה (me’onah):

* Sustantivo femenino singular. Significa “morada”, “refugio”, “habitación”. Aquí, en referencia a Elohím, Él es el lugar de refugio y seguridad para Israel.

* אֱלֹהֵי (Elohe):

* Sustantivo masculino plural, en estado constructo. Significa “Elohím de”.

* קֶדֶם (qedem):

* Sustantivo masculino singular. Significa “antiguo”, “eternidad”, “origen”. La frase “Elohím de los tiempos antiguos” enfatiza Su existencia eterna y Su relación inmutable con Israel desde el principio.

* וּמִתַּחַת (u-mi-táḥat):

* וּ (u-): Conjunción “y”.

* מִ (mi-): Preposición “de”, “desde”.

* תַּחַת (táḥat): Preposición “debajo de”. La combinación significa “y desde debajo”, o simplemente “y debajo”.

* זְרֹעֹת (zro’ot):

* Sustantivo femenino plural. Significa “brazos”, “fuerzas”. Los brazos son un símbolo de poder y protección.

* עוֹלָם (olam):

* Sustantivo masculino singular. Significa “eternidad”, “mundo”, “para siempre”. “Brazos eternos” es una poderosa metáfora de la protección constante e inextinguible de Elohím.

* וַיְגָרֶשׁ (va-ye-gareš):

* וַ (va-): Conjunción “y” con ‘Vav’ consecutiva, invirtiendo el imperfecto a perfecto.

* יְגָרֶשׁ (ye-gareš): Verbo, Pi’el imperfecto, 3ª persona masculina singular. Significa “expulsará”, “echará fuera”. La forma Pi’el indica una acción intensa o causativa.

* מִפָּנֶיךָ (mi-panékha):

* מִ (mi-): Preposición “de”, “desde”.

* פָּנֶיךָ (panékha): Sustantivo masculino plural (aunque con significado singular de “rostro”), en estado constructo, con sufijo pronominal de 2ª persona masculina singular “-ékha”, “tu”. Significa “de delante de ti”.

* אוֹיֵב (oyev):

* Sustantivo masculino singular. Significa “enemigo”, “adversario”. Se refiere a las naciones hostiles que Israel encontraría en Kena’an.

* וַיֹּאמֶר (va-yo’mer):

* וַ (va-): Conjunción “y” con ‘Vav’ consecutiva.

* יֹּאמֶר (yo’mer): Verbo, Qal imperfecto, 3ª persona masculina singular, con ‘Vav’ consecutiva. Significa “y dijo”. Introducción al mandato divino.

* הַשְׁמֵד (hašmed):

* Verbo, Hif’il infinitivo absoluto. Significa “destruir”, “exterminar”. Utilizado como un imperativo enfático. Es una orden divina para erradicar a los enemigos.

Deuteronomio 33:28

* וַיִּשְׁכֹּן (va-yiškôn):

* וַ (va-): Conjunción “y” con ‘Vav’ consecutiva.

* יִשְׁכֹּן (yiškôn): Verbo, Qal imperfecto, 3ª persona masculina singular, con ‘Vav’ consecutiva. Significa “y habitará”, “y residirá”. De la raíz שָׁכַן (šakhan), “habitar”, “morar”. Describe la condición de paz y seguridad para Israel.

* יִשְׂרָאֵל (Yiśrael):

* Nombre propio. “Israel”, el pueblo del pacto.

* בֶּטַח (betaḥ):

* Sustantivo masculino singular. Significa “seguridad”, “confianza”. Se usa adverbialmente aquí, “con seguridad”, “confiadamente”.

* בָּדָד (badad):

* Adverbio. Significa “solo”, “apartado”, “aislado”. Puede connotar exclusividad en su relación con Elohím y protección divina que los separa de otras naciones, o su morada singular en su propia tierra.

* עֵין (ein):

* Sustantivo femenino singular, en estado constructo. Significa “fuente”, “manantial”, “ojo”. Aquí se refiere a la “fuente de Yaakov”, simbolizando quizás el origen del pueblo, su vitalidad o la bendición que emana de él.

* יַעֲקֹב (Yaakov):

* Nombre propio. “Yaakov”, el patriarca, cuyo nombre fue cambiado a Israel.

* אֶל (el):

* Preposición. Significa “hacia”, “a”, “en”. Indica dirección o ubicación.

* אֶרֶץ (eretz):

* Sustantivo femenino singular. Significa “tierra”, “país”.

* דָּגָן (dagan):

* Sustantivo masculino singular. Significa “grano”, “cereal”. Uno de los productos agrícolas básicos de Kena’an.

* וְתִירוֹשׁ (ve-tiroš):

* וְ (ve-): Conjunción “y”.

* תִירוֹשׁ (tiroš): Sustantivo masculino singular. Significa “vino nuevo”, “mosto”. Otro producto esencial y símbolo de prosperidad.

* אַף (af):

* Adverbio. Significa “incluso”, “también”, “además”.

* שָׁמָיו (šamav):

* Sustantivo masculino plural, con sufijo pronominal de 3ª persona masculina singular “-av”, “sus”. De שָׁמַיִם (šamayim), “cielos”. Se refiere a “sus propios cielos” de la tierra de Israel.

* יַעַרְפוּ (ya’arfu):

* Verbo, Qal imperfecto, 3ª persona masculina plural. Significa “destilarán”, “gotearán”. De la raíz עָרַף (araf), “destilar”, “gotear”.

* טָל (ṭal):

* Sustantivo masculino singular. Significa “rocío”. El rocío era vital para la agricultura en Kena’an, especialmente durante los meses secos, y es un símbolo de bendición divina.

Deuteronomio 33:29

* אַשְׁרֶיךָ (ašrékha):

* Interjección. Exclamación que significa “¡Cuán feliz eres!”, “¡Bienaventurado eres!”. Procede de la misma raíz אָשַׁר (a-šar) que Asher, conectando temáticamente con el versículo 24 y el significado de “bendecido”.

* יִשְׂרָאֵל (Yiśrael):

* Nombre propio. “Israel”.

* מִי (mi):

* Pronombre interrogativo. Significa “¿Quién?”. Aquí, en un sentido retórico, implicando “nadie”.

* כָמוֹךָ (kamokha):

* כָמוֹ (kamo): Preposición “como”, “similar a”.

* ךָ (kha): Sufijo pronominal de 2ª persona masculina singular, “tú”. Significa “como tú”.

* עַם (am):

* Sustantivo masculino singular. Significa “pueblo”, “nación”.

* נוֹשַׁע (noša):

* Verbo, Nifal participio pasivo, masculino singular. Significa “salvado”, “librado”. De la raíz יָשַׁע (yaša’), “salvar”, “librar”. Enfatiza que la salvación de Israel proviene de una fuente externa y divina.

* בַּיהוָה (ba-Adonái):

* בַּ (ba-): Preposición “en”, “por”.

* יְהוָה (Adonái): El Tetragrámaton, el Nombre de pacto de Elohím. Aquí se pronuncia como Adonái. Significa “por Adonái”, “en Adonái”. Identifica a Adonái como la fuente de la salvación de Israel.

* מָגֵן (magen):

* Sustantivo masculino singular. Significa “escudo”, “protector”. Metáfora de la defensa divina.

* עֶזְרֶךָ (ezrekha):

* Sustantivo femenino singular, con sufijo pronominal de 2ª persona masculina singular “-ékha”, “tu”. Significa “tu ayuda”, “tu socorro”.

* וַאֲשֶׁר (va-ašer):

* וַ (va-): Conjunción “y”.

* אֲשֶׁר (ašer): Pronombre relativo “que”, “quien”. Introduce una cláusula descriptiva adicional.

* חֶרֶב (ḥerev):

* Sustantivo femenino singular. Significa “espada”. Símbolo de autoridad, poder y victoria militar.

* גַּאֲוָתֶךָ (ga’avatékha):

* Sustantivo femenino singular, con sufijo pronominal de 2ª persona masculina singular “-ékha”, “tu”. De גַּאֲוָה (ga’avah), “majestad”, “orgullo”, “gloria”. Aquí se refiere a la espada como símbolo de la majestad o victoria gloriosa de Israel.

* וְיִכָּחֲשׁוּ (ve-yikkhaḥašu):

* וְ (ve-): Conjunción “y”.

* יִכָּחֲשׁוּ (yikkhaḥašu): Verbo, Nifal imperfecto, 3ª persona masculina plural. De la raíz כָּחַשׁ (kaḥaš), “mentir”, “negar”, “someterse falsamente”. En Nifal, significa “ser negado”, “ser sometido por coacción”, “fingir sumisión”. Aquí, los enemigos se someterán a Israel.

* אֹיְבֶיךָ (oyvekha):

* Sustantivo masculino plural, con sufijo pronominal de 2ª persona masculina singular “-ékha”, “tus”. De אוֹיֵב (oyev), “enemigos”.

* לָךְ (lakh):

* לָ (la-): Preposición “a”, “para”.

* ךְ (kh): Sufijo pronominal de 2ª persona masculina singular, “tí”. Significa “a ti”.

* וְאַתָּה (ve-atah):

* וְ (ve-): Conjunción “y”.

* אַתָּה (atah): Pronombre personal de 2ª persona masculina singular. “tú”. Enfatiza la agencia de Israel.

* עַל (al):

* Preposición. Significa “sobre”, “encima de”.

* בָּמוֹתֵימוֹ (bamotéymo):

* Sustantivo femenino plural, en estado constructo, con sufijo pronominal de 3ª persona masculina plural “-eymo”, “sus”. De בָּמָה (bamah), “altura”, “lugar alto”. A menudo se refiere a los lugares altos donde se realizaban cultos paganos. Aquí, significa las alturas de sus enemigos, es decir, sus fortalezas o símbolos de su poder.

* תִדְרֹךְ (tidrokh):

* Verbo, Qal imperfecto, 2ª persona masculina singular. Significa “pisarás”, “hollarás”. De la raíz דָּרַךְ (darakh), “caminar”, “pisar”, “pisotear”. Simboliza la conquista y la dominación sobre los enemigos.

El profundo detalle de cada palabra, su raíz, su forma gramatical y su implicación contextual no solo enriquece la comprensión del texto, sino que también revela la precisión y riqueza del idioma hebreo para comunicar las bendiciones divinas y las promesas de seguridad para Israel, todo lo cual apunta, en última instancia, a la magnificencia del Reino de Yeshúa HaMashíaj.

2. Haftaráh

Pasaje: Yehoshúa 1:1-18

Análisis según Torah Viviente:

La Haftaráh para la Parashá V’Zot HaBerajá, que narra las últimas palabras de Moshéh antes de su ascensión al Reino de los Cielos, es tradicionalmente Yehoshúa 1:1-18. Este pasaje de los Nevi’im establece la transición de liderazgo de Moshéh a Yehoshúa y el encargo divino para la conquista de la tierra prometida. Aunque la Aliyá 5 se enfoca en las bendiciones de Asher y la prosperidad general de Israel, la Haftaráh proporciona el marco redentor para el cumplimiento de estas promesas.

Conexión con el tema de la Aliyá y la Parashá:

La Aliyá 5 detalla las bendiciones de abundancia para Asher (“mojará su pie en aceite”, “hierro y bronce tus cerrojos”) y la seguridad inigualable de Israel bajo la protección de Elohím (“No hay como K-El, oh Yeshurun”, “debajo están los brazos eternos”). La Haftaráh en Yehoshúa 1 presenta el contexto inmediato para la realización de estas bendiciones. Moshéh, quien pronunció estas bendiciones, ha muerto, y Yehoshúa asume el liderazgo para introducir a Israel en la tierra donde estas promesas se harán realidad. La Haftaráh enfatiza la continuidad de la presencia y la promesa de Elohím, asegurando a Yehoshúa: “Como estuve con Moshéh, estaré contigo” (Yehoshúa 1:5). Esta misma presencia divina es la garantía de las bendiciones para Asher y la seguridad para todo Israel.

Midrashim y Targumim relevantes:

Los Midrashim a menudo conectan la valentía y obediencia de Yehoshúa con el cumplimiento de las promesas hechas a los padres. Por ejemplo, el Midrash Tanhuma, Vayelech 3, discute la importancia de la continuidad del liderazgo y la transmisión de la Torah, lo que es esencial para que las bendiciones territoriales se mantengan. El Targum Onkelos y Targum Yerushalmi en Deuteronomio 33:24-25, al expandir sobre la abundancia de Asher, la vinculan directamente con la heredad en la tierra. La capacidad de Asher para gozar de “hierro y bronce” se interpreta como la posesión de recursos vitales para la seguridad de la nación, una seguridad que Yehoshúa debe establecer militarmente. El Midrash Rabba Bamidbar 21:18 resalta que Elohím nunca abandona a Su pueblo, un tema central en Yehoshúa 1, donde Elohím reitera su compromiso: “No te desampararé, ni te dejaré” (Yehoshúa 1:5). Este eco de la protección divina es el fundamento para las promesas de “brazos eternos” y “refugio” en Deuteronomio 33:27.

Conexiones mesiánicas y proféticas:

1. Liderazgo Mesiánico: Yehoshúa es un tipo notable de Yeshúa HaMashíaj. Así como Yehoshúa lleva al pueblo a la herencia prometida, Yeshúa HaMashíaj nos introduce en el Reino de los Cielos y en nuestra herencia espiritual eterna. La orden a Yehoshúa de “sé fuerte y valiente” (Yehoshúa 1:6-7, 9) se refleja en el llamado de Mashíaj a Sus discípulos a ser valientes y perseverantes en la fe.

2. Victoria sobre Enemigos: Elohím promete a Yehoshúa: “Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida” (Yehoshúa 1:5). Esto se alinea con la promesa en Deuteronomio 33:27 de que Elohím “expulsó de delante de ti al enemigo y dijo: ¡Destruye!” y que los enemigos de Israel “se someterán” (33:29). Yeshúa HaMashíaj es el General que obtiene la victoria definitiva sobre los enemigos espirituales: ha-Satan, el pecado y la muerte. Su obra en la cruz y resurrección es el cumplimiento supremo de esta promesa de erradicación del enemigo.

3. La Torah como Guía: Yehoshúa es instruido a meditar en la Torah “día y noche” y a “hacer conforme a todo lo que en él está escrito” (Yehoshúa 1:8). Las bendiciones de Moshéh, incluyendo las de Asher, son condicionales a la obediencia a la Torah. Yeshúa HaMashíaj no solo enseñó la Torah, sino que la encarnó perfectamente, siendo Él mismo la Torah viviente. En Él, el cumplimiento de la Torah trae las bendiciones prometidas de una manera espiritual y eterna.

Patrones redentores y tipos bíblicos:

El patrón de un líder ungido por Elohím para guiar a Su pueblo a la herencia prometida es un tipo recurrente que culmina en Yeshúa HaMashíaj. Yehoshúa es el sucesor de Moshéh, quien dio la Torah; Yeshúa HaMashíaj es el cumplimiento de la Torah y el inaugurador del nuevo pacto. La promesa de una tierra de abundancia para Asher y de seguridad para Israel tipifica la abundancia espiritual y la seguridad eterna que los discípulos de Mashíaj encuentran en el Reino de los Cielos. El “rocío de los cielos” (Dt 33:28) que bendecirá la tierra de Israel prefigura el derramamiento de la Ruaj HaKodesh sobre el pueblo de Mashíaj, trayendo fertilidad espiritual.

Conexión con Yeshúa HaMashíaj como centro de todas las Escrituras:

Yeshúa HaMashíaj es el verdadero Yehoshúa (el mismo nombre hebreo, que significa “Adonái salva”). Él es quien nos guía a la verdadera tierra prometida, el Reino de Elohím. Las bendiciones físicas de abundancia y seguridad prometidas a las tribus, como Asher, son sombras de la plenitud y la paz que los creyentes experimentan en Mashíaj. Él es el “Elohím de los tiempos antiguos” (Dt 33:27) con “brazos eternos” que nos sustenta. En Yeshúa, la promesa de la victoria sobre el enemigo es una realidad consumada. La obediencia a la Torah, mandada a Yehoshúa, encuentra su expresión más plena en seguir a Yeshúa, quien es el fin y cumplimiento de la Torah para justicia a todo aquel que cree. Así, la Haftaráh, al igual que las bendiciones de Moshéh, nos dirige infaliblemente hacia Maran Yeshúa, el centro de la redención.

3. Brit Hadasháh (Nuevo Pacto)

Pasaje: Mateo 6:25-34, Filipenses 4:19, Hebreos 13:5-6

Análisis según Torah Viviente:

Los pasajes de la Brit Hadasháh que resuenan con la Aliyá 5 de V’Zot HaBerajá, especialmente las bendiciones de Asher (Deuteronomio 33:24-25) y las promesas generales de seguridad y provisión para Israel (Deuteronomio 33:26-29), revelan cómo Yeshúa HaMashíaj es el cumplimiento de estas verdades divinas en un nivel superior y espiritual.

Conexión del pasaje de la Brit Hadasháh con el tema de esta Aliyá:

La bendición de Asher enfatiza la abundancia material (“mojará su pie en aceite”) y la seguridad (“hierro y bronce tus cerrojos”). El pasaje de Deuteronomio 33:26-29 extiende esta idea a todo Israel, describiendo a Elohím como su inigualable protector, su refugio con “brazos eternos”, y el proveedor de una tierra de grano y vino.

1. Mateo 6:25-34 (La provisión de Elohím): Yeshúa HaMashíaj enseña a Sus discípulos a no afanarse por la comida, la bebida o el vestido, sino a buscar “primeramente el Reino de Elohím y su justicia”. Esta enseñanza es un eco directo de las bendiciones de Moshéh. La confianza en Elohím para la provisión (“todas estas cosas os serán añadidas”) encuentra su tipo en la bendición de Asher, donde la fertilidad de la tierra y la riqueza mineral eran una señal de la provisión divina. La preocupación de Yeshúa por las necesidades de Sus discípulos refleja el cuidado de Elohím por Israel, a quien Moshéh bendijo con prosperidad.

2. Filipenses 4:19 (La abundancia en Mashíaj): “Mi Elohím, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Yeshúa HaMashíaj.” Este pasaje encapsula la esencia de la bendición de Asher en el contexto de la Brit Hadasháh. La abundancia de aceite, hierro y bronce para Asher es una sombra de la provisión inagotable que los discípulos de Mashíaj reciben en gloria. Yeshúa HaMashíaj no solo suple nuestras necesidades materiales, sino también las espirituales, derramando sobre nosotros las riquezas de Su Reino. La “gloria” aquí es la verdadera riqueza que excede cualquier bendición terrenal.

3. Hebreos 13:5-6 (La seguridad en Elohím): “Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré; de manera que podemos decir confiadamente: El Adonái es mi socorro, y no temeré lo que me pueda hacer el hombre.” Este pasaje resuena poderosamente con Deuteronomio 33:26-29. La promesa de “No te desampararé, ni te dejaré” es la base de la seguridad que Moshéh proclama para Israel, viviendo “seguro, solo, la fuente de Yaakov”. Los “brazos eternos” de Elohím (Dt 33:27) se manifiestan en la fidelidad de Yeshúa HaMashíaj, que nunca nos abandona. Esta seguridad en Maran Yeshúa elimina el temor y permite a los creyentes confiar en Elohím como su “socorro” y “escudo”.

Cumplimiento mesiánico en Yeshúa HaMashíaj:

Yeshúa HaMashíaj es el cumplimiento supremo de todas estas bendiciones.

* Abundancia y Anointing: El “aceite” de Asher simboliza el anointing. Yeshúa es el Mashíaj, el “Ungido”. En Él, recibimos la plenitud de la Ruaj HaKodesh, la unción divina que nos capacita y nos trae verdadera prosperidad espiritual (Lucas 4:18-19, Hechos 10:38). La riqueza material de Asher es una sombra de la riqueza espiritual en el Reino de los Cielos.

* Seguridad y Protección: Los “cerrojos de hierro y bronce” y los “brazos eternos” de Elohím para Israel encuentran su plenitud en Yeshúa. Él es nuestra fortaleza inexpugnable, nuestro refugio seguro (Salmos 91:2). Su victoria sobre el pecado y la muerte (Colosenses 2:15) nos asegura una protección que ningún enemigo puede penetrar. Él es quien echa fuera a los adversarios de nuestra alma.

* Provisión Completa: En Yeshúa, todas nuestras necesidades son suplidas (Filipenses 4:19). Él es el Pan de Vida (Juan 6:35) y el Agua Viva (Juan 7:37-38), el dador del “grano y vino nuevo” espiritual.

Análisis de tipos, sombras y patrones redentores:

Las bendiciones de Moshéh son tipológicas. La tierra de Kena’an, con su abundancia y seguridad, es una sombra del Reino de los Cielos. La tribu de Asher, bendecida con una heredad rica, tipifica a aquellos que heredan las promesas de Elohím en Mashíaj. El patrón de Elohím proveyendo y protegiendo a Su pueblo se repite y se perfecciona en la obra redentora de Yeshúa HaMashíaj. Él es el “Elohím de los tiempos antiguos” manifestado en la carne, Quien demuestra Sus “brazos eternos” al sostenernos y llevarnos a Su Reino.

Referencias a textos apócrifos y pseudepigráficos relevantes:

Textos como el Testamento de Asher (parte de los Testamentos de los Doce Patriarcas) amplían las características morales de Asher, aunque no directamente relacionadas con las bendiciones materiales. Sin embargo, en el Testamento de Aser 1:6-7, se habla de la doble cara de la vida, y la necesidad de discernimiento, lo que puede vincularse con la bendición de Asher de ser “favorecido por sus hermanos”, implicando que la verdadera felicidad viene de la rectitud y la paz interior, un tema que Yeshúa HaMashíaj exalta en las bienaventuranzas. El Libro de Enoc o Jubileos a menudo enfatizan la soberanía de Elohím y Su cuidado sobre el mundo y los elegidos, reforzando la imagen de Elohím como el supremo protector y proveedor que se ve en Deuteronomio 33. Estas obras, aunque no canónicas, reflejan la cosmovisión de la época que esperaba la plena manifestación de la justicia y bendición divina, algo que Yeshúa HaMashíaj trajo.

Conexión con el Reino de los Cielos y la obra redentora:

Las bendiciones de Asher y de Israel prefiguran las bendiciones del Reino de los Cielos. En el Reino de los Cielos, la seguridad no es solo territorial, sino espiritual y eterna. La provisión no es solo material, sino el acceso a toda la plenitud de Elohím en Yeshúa (Colosenses 2:9-10). La obra redentora de Yeshúa HaMashíaj establece este Reino, donde Sus discípulos son el “pueblo salvado por Adonái” (Dt 33:29), que mora en Él con plena confianza, con “hierro y bronce” espirituales que los capacitan para la batalla espiritual y los protegen en todo momento. Yeshúa es el centro de todas las Escrituras, y Sus palabras y obra son el cumplimiento más glorioso de estas promesas antiguas.

4. Contexto Histórico y Arqueológico

Según Torah Viviente:

El pasaje de Aliyá 5, Deuteronomio 33:24-29, se inserta en el discurso final de Moshéh al pueblo de Israel, justo antes de su muerte y de la entrada de la nación a la tierra de Kena’an. Este contexto es crucial para entender la naturaleza de las bendiciones y las promesas. El pueblo estaba a punto de enfrentar los desafíos de la conquista y el establecimiento en una tierra nueva y hostil, lo que hacía que las garantías de provisión y protección divina fueran particularmente pertinentes.

La Bendición de Asher (33:24-25):

* Asher y la Geografía de Kena’an: La tribu de Asher estaba destinada a heredar una porción de tierra en la fértil llanura costera del norte de Kena’an, extendiéndose desde la región del Carmelo hacia el norte, incluyendo partes de la llanura de Akko (Acre) y hasta la frontera fenicia. Esta región era famosa por su extraordinaria fertilidad agrícola.

* “Mojará su pie en aceite” (בַּשֶּׁמֶן רַגְלוֹ): La arqueología y los registros históricos confirman que la llanura de Akko y la Alta Galilea, áreas asociadas con el territorio de Asher, fueron centros primarios de cultivo de olivos y producción de aceite en la antigüedad. Excavaciones en sitios como Akko, Tel Dan y Hazor han revelado extensas prensas de aceite de oliva que datan de la Edad del Bronce y del Hierro. El historiador judío Josefo, en su obra “Guerras de los Judíos” (Libro 2, Capítulo 21, Párrafo 2), describe la abundancia de la región de Galilea en aceite de oliva. Esta bendición, por lo tanto, no era solo una figura retórica, sino una profecía de la riqueza agrícola real y específica de su herencia territorial. La producción de aceite era un pilar económico y un bien de exportación valioso.

“Hierro y bronce tus cerrojos/sandalias” (בַּרְזֶל וּנְחֹשֶׁת מִנְעָלֶיךָ): La interpretación de “cerrojos” (como en el Targum Onkelos*) se alinea con la necesidad de fortificaciones robustas en una región estratégica, con vías de comunicación importantes. El hierro y el bronce eran metales esenciales para la construcción de herramientas, armas y elementos defensivos en la Edad del Hierro, que estaba amaneciendo. La posesión de estos metales o el acceso a ellos implicaba poder militar y seguridad. Si se interpreta como “sandalias” de hierro y bronce, esto denotaría una durabilidad excepcional y capacidad de resistencia en el combate o en viajes difíciles. La región de Kena’an no era rica en hierro, pero el comercio con civilizaciones vecinas como los hititas (conocidos por su metalurgia del hierro) y la propia habilidad metalúrgica fenicia, cerca de Asher, podría haber sido la fuente de estos recursos. Arqueológicamente, se han encontrado artefactos de hierro y bronce en sitios de la Edad del Hierro en la región, testificando su valor y uso.

La Bendición General a Israel (33:26-29):

El Pueblo en el Desierto y la Promesa de la Tierra: Moshéh se dirige a una generación que ha vivido 40 años en el desierto, dependiente de la provisión milagrosa de Elohím. Ahora, a las puertas de una tierra “que mana leche y miel”, la promesa de seguridad y abundancia (“tierra de grano y vino nuevo”, “cielos destilarán rocío”) era una confirmación de la fidelidad de Elohím. La agricultura en Kena’an dependía críticamente de las lluvias estacionales y del rocío abundante, especialmente en los meses de verano. El rocío, tal* (טָל), era visto como una bendición directa del cielo (Zacarías 8:12).

* Elohím como Guerrero y Refugio: La descripción de Elohím como “el que cabalga los cielos” (33:26) y el que “expulsó al enemigo” (33:27) es una imaginería bélica y protectora, muy apropiada para un pueblo a punto de entrar en batalla. Las civilizaciones de Kena’an (como los jebuseos, heteos, amorreos, etc.) eran militarmente organizadas, y sus ciudades a menudo fortificadas. La victoria de Israel no sería por su propia fuerza, sino por la intervención divina. Este concepto es fundamental en los libros de Yehoshúa y Jueces.

“Morará Israel seguro, solo” (וַיִּשְׁכֹּן יִשְׂרָאֵל בֶּטַח בָּדָד): La idea de “morar solo” (badad*) en seguridad era un ideal para Israel, distinguiéndolo de las naciones paganas y sus conflictos constantes. Implicaba no solo aislamiento geográfico (como el Mar Muerto y el desierto en sus fronteras), sino una singularidad cultural y religiosa, donde su seguridad dependía de su pacto con Elohím, no de alianzas humanas. Esto contrasta con las alianzas políticas de la Edad del Bronce Tardío en Kena’an, como se documenta en las cartas de Amarna.

En resumen, la Aliyá 5 se enmarca en un momento pivotante de la historia de Israel. Las bendiciones de Moshéh no son meras palabras poéticas, sino pronósticos con fundamentos geo-económicos y estratégicos claros, respaldados por la historia y la arqueología, y que encuentran su cumplimiento supremo en la provisión y protección de Yeshúa HaMashíaj para Su pueblo en el Reino de los Cielos.

5. Profecías Mesiánicas y Tipos Bíblicos

Según Torah Viviente:

El pasaje de Deuteronomio 33:24-29, con sus bendiciones de Asher y la proclamación de la grandeza de Elohím para Israel, está saturado de profecías mesiánicas, tipos y sombras que apuntan a la persona y obra de Yeshúa HaMashíaj. Moshéh, como profeta por excelencia, ve más allá de las bendiciones temporales hacia la redención eterna.

Identificando Tipos, Sombras y Patrones Redentores:

1. La Abundancia de Asher – Sombra de la Unción de Mashíaj (33:24):

* “Mojará su pie en aceite” (וְטֹבֵל בַּשֶּׁמֶן רַגְלוֹ): El aceite es un potente símbolo de la unción divina, la plenitud de la Ruaj HaKodesh y la prosperidad espiritual. Mientras que Asher gozaría de una riqueza material de aceite de oliva en su territorio, esto es una sombra de la unción de Yeshúa HaMashíaj, cuyo nombre mismo significa “Ungido”. En Él, la Ruaj HaKodesh es derramada sin medida (Juan 3:34), y Sus discípulos participan de esta unción (1 Juan 2:20, 27). La abundancia de Asher prefigura la sobreabundancia de gracia y bendición espiritual disponible en el Reino de los Cielos a través de Yeshúa.

2. Fuerza y Protección – Tipo de la Seguridad en Yeshúa (33:25):

* “Hierro y bronce tus cerrojos/sandalias; y como tus días, así tu vigor” (בַּרְזֶל וּנְחֹשֶׁת מִנְעָלֶיךָ וְכַיָּמֶיךָ דָּבְאֶךָ): La fuerza y la durabilidad de los metales, ya sea como defensas o como calzado, tipifican la seguridad y la fortaleza inquebrantable que Yeshúa HaMashíaj provee a Su pueblo. Él es nuestra Roca y Fortaleza. La promesa de vigor que no decae es una sombra de la vida eterna y la fuerza renovada que se halla en Mashíaj (Yesha’yahu 40:31). Sus discípulos, calzados con la preparación del evangelio de paz (Efesios 6:15), están protegidos y capacitados para resistir cualquier adversidad espiritual, y su fuerza en Él no mengua.

3. Elohím Inigualable y el Rey Mesiánico (33:26):

* “No hay como K-El, oh Yeshurun, el que cabalga los cielos en tu ayuda” (אֵין כָּאֵל יְשֻׁרוּן רֹכֵב שָׁמַיִם בְּעֶזְרֶךָ): Esta exaltación de Elohím como inigualable y como el guerrero celestial de Israel es una profecía de Yeshúa HaMashíaj. Él es el Rey de Gloria que cabalga sobre las nubes (Dani’el 7:13, Mateo 24:30), viniendo en ayuda de Su pueblo. La imagen de “cabalgando los cielos” es una descripción majestuosa del poder divino, que se manifestaría plenamente en la segunda venida de Mashíaj. Yeshurun, el “recto” o “amado”, es un título que Yeshúa HaMashíaj encarna perfectamente y confiere a aquellos que están en Él.

4. Refugio Eterno y los Brazos de Mashíaj (33:27):

* “Morada es Elohím de los tiempos antiguos, y debajo están los brazos eternos” (מְעֹנָה אֱלֹהֵי קֶדֶם וּמִתַּחַת זְרֹעֹת עוֹלָם): Esta poderosa imagen profetiza la naturaleza eterna y protectora de Yeshúa HaMashíaj. Él es “Elohím de los tiempos antiguos”, preexistente y eterno (Juan 1:1, Apocalipsis 1:8). Sus “brazos eternos” son el símbolo de Su inagotable amor, sostenimiento y refugio para Su pueblo. En Él, encontramos un descanso y una seguridad que trascienden el tiempo y las circunstancias, una verdad que se hace eco en la promesa de Yeshúa: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mateo 11:28).

* “Y expulsó de delante de ti al enemigo y dijo: ¡Destruye!” (וַיְגָרֶשׁ מִפָּנֶיךָ אוֹיֵב וַיֹּאמֶר הַשְׁמֵד): Esta es una clara profecía de la victoria de Mashíaj sobre las fuerzas del mal. Los enemigos de Israel en Kena’an eran una sombra del verdadero enemigo, ha-Satan, y sus huestes espirituales. Yeshúa HaMashíaj ha “despojado a los principados y a las potestades, y los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz” (Colosenses 2:15). Su mandato de “destruir” al enemigo culmina en Su victoria definitiva sobre la muerte y el infierno.

5. Pueblo Salvado y Dominio Mesiánico (33:29):

* “¡Cuán feliz eres, Israel! ¿Quién como tú, pueblo salvado por Adonái, el escudo de tu ayuda y Aquel que es la espada de tu majestad?” (אַשְׁרֶיךָ יִשְׂרָאֵל מִי כָמוֹךָ עַם נוֹשַׁע בַּיהוָה מָגֵן עֶזְרֶךָ וַאֲשֶׁר חֶרֶב גַּאֲוָתֶךָ): Este clamor profético sobre la felicidad y la salvación de Israel encuentra su plenitud en el Reino de Yeshúa HaMashíaj. Él es la salvación de Adonái (el nombre Yeshúa significa “Adonái salva”). Él es el verdadero Escudo y la Espada de Su pueblo, quien nos libra y nos da la victoria. Los discípulos de Mashíaj son el “pueblo salvado por Adonái”, una nación santa y real sacerdocio (1 Pedro 2:9).

* “Y se someterán tus enemigos a ti, y tú sobre sus alturas pisarás” (וְיִכָּחֲשׁוּ אֹיְבֶיךָ לָךְ וְאַתָּה עַל בָּמוֹתֵימוֹ תִדְרֹךְ): Esta profecía de sometimiento de los enemigos y de dominio sobre sus “alturas” (símbolo de poder y autoridad) tiene un cumplimiento escatológico en Yeshúa HaMashíaj. Él someterá a todos Sus enemigos bajo Sus pies (1 Corintios 15:25), y Sus discípulos, a través de Él, comparten esta autoridad para “pisotear serpientes y escorpiones” (Lucas 10:19) y para reinar con Él en Su Reino.

En síntesis, esta Aliyá no solo bendice a las tribus con promesas terrenales, sino que, a través de un lenguaje rico en simbolismo profético, teje un tapiz glorioso de la obra redentora de Yeshúa HaMashíaj, Quien es la plenitud de toda bendición, seguridad, fortaleza y victoria para Su pueblo en el Reino de los Cielos.

6. Análisis Lingüístico y Midrashim Mesiánicos

Según Torah Viviente:

Un análisis profundo de Deuteronomio 33:24-29 revela capas de significado lingüístico y exegético que los Midrashim y Targumim, y más tarde las perspectivas mesiánicas, han explorado, conectando estas bendiciones con la era de Mashíaj.

Desglose de palabras clave en hebreo y conceptos teológicos:

אָשֵׁר (Ašer – Dt 33:24): El nombre “Asher” significa “feliz”, “bendito”. Moshéh bendice a Asher para que su existencia sea un cumplimiento de su nombre. La raíz א-ש-ר (A-Š-R) connota rectitud, bendición y felicidad. En la Brit Hadasháh, Yeshúa HaMashíaj declara las “bienaventuranzas” (Mateo 5:3-12), utilizando la palabra griega makarioi*, que significa “felices” o “benditos”, resonando con el significado de Asher. La verdadera felicidad y bendición se encuentran en el Reino de Elohím a través de Yeshúa.

* וְטֹבֵל בַּשֶּׁמֶן רַגְלוֹ (ve-ṭovel ba-šemen raglo – Dt 33:24): “Y mojará su pie en aceite”.

* טֹבֵל (ṭovel): El participio activo sugiere una acción continua o un estado inherente. La raíz ט-ב-ל (Ṭ-B-L) significa “sumergir”, “mojar”. Implica una abundancia tal que el aceite es omnipresente.

שֶּׁמֶן (šemen): “Aceite”. Más allá de su valor material, el aceite es un símbolo bíblico de anointing (designación divina), la Ruaj HaKodesh, y prosperidad espiritual. El Midrash Tanhuma, Vayelech 1* dice que la porción de Asher sería tan rica en aceite de oliva que proveería a todo Israel para el encendido del Templo y para ungüentos.

* Conexión Mesiánica: Este derramamiento de aceite prefigura el derramamiento de la Ruaj HaKodesh sobre Yeshúa HaMashíaj y luego sobre Sus discípulos. Yeshúa es el “Ungido” por excelencia (הַמָּשִׁיחַ – HaMashíaj), y a través de Él, la unción (Juan 14:16-17, Hechos 2:1-4) es la “abundancia” espiritual que empapa la vida del creyente. Cada “paso” (pie) en el Reino de los Cielos está guiado y sostenido por la Ruaj HaKodesh.

* בַּרְזֶל וּנְחֹשֶׁת מִנְעָלֶיךָ (barzel u-neḥošet min’alékha – Dt 33:25): “Hierro y bronce tus cerrojos/sandalias”.

* מִנְעָלֶיךָ (min’alékha): Como se mencionó, puede ser “cerrojos” o “sandalias”.

Si “cerrojos”: Simboliza seguridad inexpugnable. El Targum Yerushalmi* lo interpreta como “fuertes torres y puertas de hierro y bronce”.

Si “sandalias”: Representa durabilidad, protección y preparación para el camino o la batalla. El Midrash Sifre Devarim 356* menciona la fortaleza física que Asher poseería.

* Conexión Mesiánica: En Yeshúa HaMashíaj, encontramos la verdadera “seguridad” y “protección”. Él es nuestra fortaleza. Espiritualmente, los discípulos de Mashíaj están equipados con la “preparación del evangelio de paz” como calzado (Efesios 6:15), lo que les da la firmeza y la capacidad para avanzar en el Reino, protegidos por el poder de Elohím contra las asechanzas del maligno.

* יְשֻׁרוּן (Yešurun – Dt 33:26): “Yeshurun”, un término poético para Israel que significa “el recto” o “el justo”. Deriva de la raíz יָשָׁר (yašar), “ser recto”, “ir en línea recta”.

Los Midrashim (como Devarim Rabba 3:12*) interpretan Yeshurun como una referencia a Israel en su estado ideal de rectitud. Es un nombre de cariño, una exhortación a la fidelidad.

* Conexión Mesiánica: Yeshúa HaMashíaj es el único que ha vivido una vida perfectamente “recta” y “justa” (1 Pedro 2:22). Él es el modelo de “Yeshurun”. A través de Su obra, Él imparte Su justicia a Sus discípulos, haciéndolos parte del verdadero “Israel de Elohím” (Gálatas 6:16), el pueblo “recto” y “justo” en Él.

* זְרֹעֹת עוֹלָם (zro’ot olam – Dt 33:27): “Brazos eternos”. Una metonimia poderosa para la fuerza, el apoyo y la protección inagotable de Elohím.

Los Targumim a menudo enfatizan la permanencia de esta protección. El Targum Onkelos* lo traduce como “poder eterno”.

* Conexión Mesiánica: Yeshúa HaMashíaj es la manifestación de estos “brazos eternos” de Elohím. Él es el mismo ayer, hoy y por los siglos (Hebreos 13:8). En Él, los discípulos encuentran un refugio inquebrantable y un sostén constante, sabiendo que Él nunca los soltará de Su mano (Juan 10:28-29).

* נוֹשַׁע בַּיהוָה (noša ba-Adonái – Dt 33:29): “Salvado por Adonái”.

* נוֹשַׁע (noša): Participio Nifal, de la raíz י-ש-ע (Y-Š-ʿ), “salvar”, “liberar”. El Nifal indica que la salvación es una acción recibida, no generada por uno mismo.

* Conexión Mesiánica: El nombre Yeshúa (יֵשׁוּעַ) significa “Adonái salva” o “Adonái es salvación”. Este verso es una proclamación directa de la identidad y misión de Yeshúa HaMashíaj. Él es la encarnación de la salvación de Adonái. Los discípulos de Mashíaj son el “pueblo salvado por Adonái” por excelencia, habiendo recibido la liberación definitiva del pecado, la muerte y el juicio a través de Yeshúa.

* עַל בָּמוֹתֵימוֹ תִדְרֹךְ (al bamotéymo tidrokh – Dt 33:29): “Sobre sus alturas pisarás”.

* בָּמוֹתֵימוֹ (bamotéymo): “Sus alturas” o “lugares altos”. A menudo asociados con centros de idolatría y poder pagano. Pisar sobre ellos significa victoria y dominación completa.

* Conexión Mesiánica: Yeshúa HaMashíaj ha logrado la victoria definitiva sobre los poderes de la oscuridad y los principados espirituales. Él tiene toda autoridad en el cielo y en la tierra (Mateo 28:18). Sus discípulos, unidos a Él, participan de esta victoria y autoridad, siendo capacitados para “pisotear serpientes y escorpiones” (Lucas 10:19), es decir, para vencer las fuerzas espirituales enemigas, manifestando el Reino de los Cielos aquí y ahora.

Los Midrashim, como el Sifre Devarim 356, expanden sobre la prosperidad de Asher, viendo en su aceite y metales una señal de la benevolencia divina para sustentar al pueblo de Israel. Estas interpretaciones, aunque enfocadas en lo terrenal, sentaron las bases para una comprensión más profunda de la provisión y protección que Elohím otorgaría, un puente natural hacia las bendiciones celestiales y la autoridad espiritual que se cumplirían en el Mesías. La riqueza mesiánica de estos pasajes es innegable, mostrando cómo cada promesa y descripción de la grandeza de Elohím en la Torah encuentra su eco y cumplimiento en Yeshúa HaMashíaj.

7. Paralelismos Temáticos y Conexiones Redentoras

Según Torah Viviente:

La Aliyá 5 de Parashá V’Zot HaBerajá (Deuteronomio 33:24-29) es rica en paralelismos temáticos y conexiones redentoras que se extienden a través de todas las Escrituras, revelando cómo estos principios de bendición y seguridad se manifiestan en el Reino de Yeshúa HaMashíaj y en la vida de Sus discípulos.

Paralelismos Temáticos:

1. La Bendición de la Fertilidad y Abundancia:

* Torah (Dt 33:24, 28): Asher es bendecido con abundancia de aceite (“mojará su pie en aceite”), y toda Israel con una tierra de “grano y vino nuevo” con rocío de los cielos. Este tema de fertilidad y provisión divina se remonta a Génesis, con las bendiciones a Avraham (Génesis 12:2-3) y el Jardín del Edén (Génesis 2:9-10).

* Nevi’im/Ketuvim: El Rey David alaba a Elohím como el Pastor que provee y el que nos unge con aceite (Salmos 23:5). El profeta Yoel habla de la restauración de las cosechas y el derramamiento del Espíritu (Yoel 2:23-29), vinculando la abundancia material con la espiritual.

* Reino de los Cielos: Yeshúa HaMashíaj enseña a buscar primero el Reino de Elohím, y todo lo demás será añadido (Mateo 6:33). Él mismo multiplica panes y peces (Mateo 14:13-21) y convierte el agua en vino (Juan 2:1-11), demostrando la sobreabundancia de Su Reino. La verdadera abundancia para los discípulos de Mashíaj es espiritual, la plenitud de la Ruaj HaKodesh, que produce el “fruto del Espíritu” (Gálatas 5:22-23).

2. La Seguridad y Protección Divina:

* Torah (Dt 33:25, 27-29): Asher tiene “hierro y bronce” para sus defensas; Elohím es el “refugio” con “brazos eternos” que expulsa al enemigo, permitiendo a Israel morar seguro y solo.

* Nevi’im/Ketuvim: David proclama a Adonái como su “roca, fortaleza y libertador” (Salmos 18:2), y el que “hace que mis pies sean como de ciervas, y me afianza sobre mis alturas” (Salmos 18:33). Yesha’yahu profetiza que la paz de Mashíaj será eterna y no tendrá fin (Yesha’yahu 9:6-7).

* Reino de los Cielos: Yeshúa HaMashíaj ofrece una paz que sobrepasa todo entendimiento (Filipenses 4:7) y asegura a Sus discípulos que nadie los arrebatará de Su mano (Juan 10:28-29). Él venció al mundo, y en Él tenemos paz (Juan 16:33). Los “cerrojos de hierro y bronce” se transforman en la armadura de Elohím (Efesios 6:10-18), que protege al creyente de los ataques espirituales, y los “brazos eternos” son el amor incondicional y el poder de Yeshúa que nos sustenta cada día.

3. La Singularidad del Pueblo de Elohím:

Torah (Dt 33:26, 29): Israel es llamado “Yeshurun” (el recto) y se le pregunta “¿Quién como tú, pueblo salvado por Adonái?”. La instrucción de morar “solo” (badad*) destaca su identidad única.

* Nevi’im/Ketuvim: Oseas habla de Israel como “Mi pueblo” (Oseas 2:23). Yesha’yahu describe al pueblo de Elohím como “una nación santa, un pueblo peculiar” (Yesha’yahu 62:12).

* Reino de los Cielos: En Yeshúa HaMashíaj, los creyentes son “linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Elohím” (1 Pedro 2:9). Ya no somos definidos por etnia o geografía, sino por nuestra relación con Mashíaj. Somos llamados a vivir vidas rectas, reflejando el carácter de Yeshúa, siendo el “Yeshurun” espiritual.

Conexiones Redentoras:

* Moshéh como Profeta y Yeshúa como Profeta Supremo: Las bendiciones de Moshéh son sus últimas palabras proféticas. Él mismo fue un tipo de Mashíaj (Deuteronomio 18:15-18). Yeshúa HaMashíaj es el Profeta que Elohím levantaría, cuya voz debemos escuchar. Sus bendiciones son el cumplimiento y la expansión de las bendiciones dadas por Moshéh, trayendo no solo bienes materiales, sino la vida eterna y la Ruaj HaKodesh.

* La Tierra Prometida y el Reino de los Cielos: La herencia de Asher en una tierra fértil y segura es una imagen terrenal de la herencia que los redimidos de Yeshúa HaMashíaj tienen en el Reino de los Cielos, un lugar de perfecta paz, justicia y provisión divina.

* La Victoria sobre los Enemigos: La promesa de que Elohím “expulsó de delante de ti al enemigo” (33:27) culmina en la victoria de Yeshúa HaMashíaj sobre ha-Satan y el pecado. Sus discípulos participan de esta victoria, siendo capacitados para vencer el mal y vivir una vida de triunfo en Él.

* El Pacto y la Nueva Alianza: Las bendiciones de Moshéh se dan en el contexto del pacto del Sinaí. Yeshúa HaMashíaj establece una Nueva Alianza (Brit Hadasháh) con Su sangre (Lucas 22:20), a través de la cual todas estas promesas de provisión, protección y felicidad se hacen accesibles de una manera más profunda y permanente. La fidelidad de Elohím al pacto es la base de toda redención.

En cada uno de estos paralelismos, la visión se expande de lo terrenal a lo celestial, de lo temporal a lo eterno, siempre encontrando su vértice y plenitud en la obra redentora de Yeshúa HaMashíaj, quien es el centro de todas las Escrituras y el dador de la vida abundante en Su Reino.

8. Descubriendo a Mashíaj – Cumplimientos Tipológicos

Según Torah Viviente:

La Aliyá 5 de Parashá V’Zot HaBerajá, que comprende Deuteronomio 33:24-29, ofrece una rica veta para descubrir a Yeshúa HaMashíaj a través de cumplimientos tipológicos, eventos simbólicos y patrones redentores. Moshéh, en sus últimas palabras, eleva la visión de Israel más allá de las bendiciones inmediatas para prefigurar la obra del Mesías.

1. Yeshúa HaMashíaj, el Ungido de Elohím – El Aceite de Asher (33:24):

* Tipología: La bendición de Asher, “mojará su pie en aceite” (וְטֹבֵל בַּשֶּׁמֶן רַגְלוֹ), es una vívida imagen de abundancia y anointing. El aceite era usado para ungir a sacerdotes, profetas y reyes en Israel, simbolizando la capacitación divina por la Ruaj HaKodesh.

* Cumplimiento en Mashíaj: Yeshúa HaMashíaj es el “Ungido” por excelencia. Su nombre mismo, Mashíaj (מָשִׁיחַ), significa “ungido”. Él fue ungido por la Ruaj HaKodesh sin medida (Juan 3:34, Hechos 10:38) para llevar a cabo Su misión profética, sacerdotal y real. La abundancia de aceite en Asher es un tipo de la plenitud del Espíritu de Elohím que reside en Yeshúa. Los que le siguen son también “ungidos” con el Espíritu, participando de esta unción para el servicio en Su Reino (2 Corintios 1:21-22).

2. Yeshúa HaMashíaj, nuestra Fortaleza Inexpugnable – Los Cerrojos de Hierro y Bronce (33:25):

* Tipología: La promesa a Asher de “hierro y bronce tus cerrojos/sandalias” (בַּרְזֶל וּנְחֹשֶׁת מִנְעָלֶיךָ) simboliza una seguridad impenetrable y una fuerza duradera.

* Cumplimiento en Mashíaj: Yeshúa HaMashíaj es la verdadera fortaleza y protección para Su pueblo. Él es la Roca inquebrantable (1 Corintios 10:4) contra la cual las puertas del Hades no prevalecerán (Mateo 16:18). La seguridad que ofrece supera cualquier fortaleza física. Los discípulos de Mashíaj están equipados con la armadura de Elohím, incluyendo la preparación del evangelio como calzado de paz (Efesios 6:15), que representa la firmeza y resistencia que tienen en Él para el combate espiritual. Su fuerza no es temporal, sino “como tus días, así tu vigor” (33:25), una fuerza eterna y siempre presente.

3. Yeshúa HaMashíaj, el Jinete de los Cielos y Refugio Eterno (33:26-27):

* Tipología: La descripción de Elohím como “el que cabalga los cielos en tu ayuda” (רֹכֵב שָׁמַיִם בְּעֶזְרֶךָ) y la “morada” con “brazos eternos” (זְרֹעֹת עוֹלָם) que expulsa al enemigo, es una poderosa imagen del guerrero divino y protector.

* Cumplimiento en Mashíaj: Yeshúa HaMashíaj es el que cabalga los cielos, no solo en Su ascensión y regreso glorioso (Hechos 1:9-11, Apocalipsis 1:7), sino también en Su soberanía continua para ayudar a Su pueblo. Él es el “Elohím de los tiempos antiguos” (33:27), el Eterno Hijo de Elohím. Sus “brazos eternos” son la manifestación de Su amor inquebrantable y Su poder para sostener a los Suyos. Él es el refugio y la fortaleza que nunca falla. Yeshúa HaMashíaj es el que “expulsó” al enemigo ha-Satan (Colosenses 2:15, 1 Juan 3:8), logrando la victoria definitiva sobre las fuerzas de la oscuridad y dando la autoridad a Sus discípulos para vencerlas (Lucas 10:19).

4. Yeshúa HaMashíaj, la Salvación de Adonái (33:29):

Tipología: La exclamación “¿Quién como tú, pueblo salvado por Adonái?” (מִי כָמוֹךָ עַם נוֹשַׁע בַּיהוָה) es una pregunta retórica que apunta a la singularidad de la salvación que Elohím ofrece. El término “salvado” (noša*) es clave.

* Cumplimiento en Mashíaj: El nombre de Yeshúa (יֵשׁוּעַ) significa precisamente “Adonái salva” o “Adonái es salvación”. Él es la encarnación misma de esta salvación. Mateo 1:21 declara que Él “salvará a su pueblo de sus pecados”. Él es el único camino a la salvación y la vida eterna. Los discípulos de Mashíaj son el pueblo que ha experimentado esta salvación incomparable a través de Él.

5. Yeshúa HaMashíaj, la Victoria y Autoridad sobre los Enemigos (33:29):

* Tipología: La promesa “y tú sobre sus alturas pisarás” (וְאַתָּה עַל בָּמוֹתֵימוֹ תִדְרֹךְ) profetiza la victoria completa y la dominación sobre los enemigos, incluyendo los centros de su poder e idolatría.

* Cumplimiento en Mashíaj: Yeshúa HaMashíaj ya ha logrado la victoria definitiva sobre todo principado y potestad espiritual (Efesios 1:20-23). En Su resurrección y ascensión, Él ha pisado sobre las “alturas” del enemigo. Él delega esta autoridad a Sus discípulos, capacitándolos para vencer las obras de la oscuridad (Lucas 10:19, Marcos 16:17-18). La victoria de Israel sobre sus enemigos físicos en la tierra prometida es una sombra de la victoria espiritual de los creyentes en Mashíaj.

En cada una de estas bendiciones y declaraciones, el Espíritu del HaMashíaj revela cómo Yeshúa no solo cumple las promesas terrenales de abundancia y seguridad para Israel, sino que las eleva a un plano espiritual y eterno, manifestando que Él es el centro y la plenitud de toda bendición y redención, el verdadero Rey y Salvador en el Reino de los Cielos.

9. Midrashim, Targumim y Textos de Qumran

Según Torah Viviente:

La Aliyá 5 de Parashá V’Zot HaBerajá (Deuteronomio 33:24-29) ha sido objeto de profunda exégesis en las tradiciones rabínicas, en los Targumim y, potencialmente, en los textos de Qumran, revelando diversas capas de significado que, al ser examinadas bajo la luz mesiánica del Reino de Yeshúa HaMashíaj, enriquecen nuestra comprensión.

Interpretación en Midrashim:

1. Bendición de Asher (Dt 33:24-25):

“Mojará su pie en aceite” (וְטֹבֵל בַּשֶּׁמֶן רַגְלוֹ): El Sifre Devarim 356 y el Midrash Tanhuma, Vayelech 1* explican esta bendición en términos de la extraordinaria riqueza de aceite de oliva en el territorio de Asher. Se decía que la tierra de Asher era tan fértil que sus olivos goteaban aceite como manantiales. Algunas interpretaciones sugieren que Asher era tan próspero que su aceite se usaba para las lámparas del Templo en Yerushalayim y se exportaba a otras naciones, incluso a Roma. Esto era visto como una gran bendición económica y un testimonio de la provisión de Elohím.

* Conexión Mesiánica: Desde una perspectiva mesiánica, esta abundancia física es una sombra de la unción de la Ruaj HaKodesh. Yeshúa HaMashíaj es la fuente inagotable de este “aceite” espiritual, que nos capacita para el servicio y nos llena de gozo. La prosperidad de Asher prefigura la riqueza espiritual de los discípulos en el Reino de los Cielos, donde la unción del Espíritu es constante y abundante.

“Hierro y bronce tus cerrojos” (בַּרְזֶל וּנְחֹשֶׁת מִנְעָלֶיךָ): Los Midrashim, como el Sifre Devarim*, interpretan esto como una indicación de la fuerza y seguridad de las fronteras de Asher, o la abundancia de minas de hierro y cobre en su territorio que les permitiría fabricar armamentos y fortificaciones. Esto era crucial para la defensa.

* Conexión Mesiánica: Esta fortaleza material se convierte en un tipo de la inexpugnable seguridad espiritual que los discípulos de Mashíaj tienen en Él. Él es nuestra defensa contra todo enemigo espiritual, y nos provee la “armadura de Elohím” (Efesios 6:10-18), que es de una resistencia mucho mayor que el hierro y el bronce.

2. Exaltación de Elohím y Yeshurun (Dt 33:26-29):

“No hay como K-El, oh Yeshurun” (אֵין כָּאֵל יְשֻׁרוּן): El Midrash Rabba Devarim 11:3* sobre Yeshurun (ישׁרון) lo interpreta como “el perfecto” o “el recto”. Este nombre es un apelativo de cariño y una exhortación a Israel para vivir de acuerdo con su llamado. La declaración de que “no hay como K-El” enfatiza la unicidad y el poder incomparable de Elohím.

* Conexión Mesiánica: Yeshúa HaMashíaj es el “Yeshurun” perfecto, el único verdaderamente recto y justo. La incomparabilidad de Elohím se manifiesta en Yeshúa, que es la imagen del Elohím invisible (Colosenses 1:15). En Él, el pueblo de la Brit Hadasháh es hecho justo y perfecto, compartiendo Su rectitud.

“Brazos eternos” (זְרֹעֹת עוֹלָם): El Midrash Tanhuma, Nitzavim 1* y otros Midrashim a menudo reflexionan sobre la eternidad de Elohím y Su providencia constante. Los “brazos eternos” son vistos como una fuente inagotable de consuelo y apoyo.

* Conexión Mesiánica: Esta imagen se cumple en Yeshúa HaMashíaj, quien es el Eterno y nos sostiene con Su poder constante. Él nos abraza con amor incondicional y nos da seguridad que dura para siempre, pues “no nos desamparará, ni nos dejará” (Hebreos 13:5), eco de la promesa de los brazos eternos.

* “Pueblo salvado por Adonái” (עַם נוֹשַׁע בַּיהוָה): Los rabinos enfatizan la singularidad de la relación de Elohím con Israel y la naturaleza milagrosa de Su salvación a lo largo de la historia.

* Conexión Mesiánica: Este es uno de los títulos centrales de Yeshúa HaMashíaj. Su nombre mismo, Yeshúa, significa “Adonái salva”. En Él, la salvación de Elohím es plenamente manifestada, liberando a Su pueblo de la esclavitud del pecado y la muerte. Los discípulos de Mashíaj son el “pueblo salvado” por excelencia, redimidos por Su sangre.

Interpretación en Targumim:

Los Targumim (traducciones y paráfrasis arameas del Tanakh) a menudo amplifican los significados y añaden detalles explicativos:

* Targum Onkelos (Dt 33:24-25): Para “mojará su pie en aceite”, Onkelos dice “sus tierras producirán aceite en abundancia como un arroyo”. Para “hierro y bronce tus cerrojos”, lo interpreta como “fuertes torres y puertas de hierro y bronce” o “las barras de tus puertas serán de hierro y bronce”, enfatizando la seguridad física.

Targum Yerushalmi (Dt 33:24-25): Similar a Onkelos, pero a veces con más detalles aggádicos, describiendo la riqueza de Asher como proveyendo aceite a todos y siendo una tribu protegida de sus enemigos. También para Dt 33:27, “brazos eternos” se traduce a menudo como “la palabra de Su fuerza por la eternidad”, un preámbulo a la manifestación de la Memrá* (la Palabra) de Elohím.

Conexión Mesiánica: Esta idea de la Memrá* o “Palabra” de Elohím como la fuerza y el sostén de los brazos eternos es una profunda conexión con Yeshúa HaMashíaj, quien es la Palabra hecha carne (Juan 1:1, 14), a través de quien Elohím ejerce Su poder y provisión.

Textos de Qumran:

Los textos de Qumran, aunque no tienen comentarios versículo por versículo de Deuteronomio 33 publicados extensamente, reflejan las expectativas mesiánicas y la comprensión de la provisión y protección de Elohím para Su pueblo. La comunidad de Qumran se veía a sí misma como el verdadero Israel, el “Yeshurun” que vivía en rectitud, esperando al Mashíaj de Israel y al Mashíaj de Aarón. Su énfasis en la pureza y la observancia de la Torah se alinea con la idea de “Yeshurun” y la necesidad de fidelidad para recibir las bendiciones divinas. Aunque no hay exégesis directa de estos versículos sobre Asher, el tema general de la victoria divina sobre los enemigos y la protección de Elohím para Sus elegidos (como se ve en sus escritos de guerra y salmos) es coherente con las proclamaciones de Moshéh en Dt 33:26-29. La esperanza de un nuevo “aceite” (unción) o una plenitud del Espíritu también era parte de su escatología.

En resumen, las tradiciones rabínicas, los Targumim y la cosmovisión de Qumran, si bien enfatizan las bendiciones materiales y la relación única de Elohím con Israel, sin darse cuenta, construyen un marco teológico que los discípulos del Reino de Yeshúa HaMashíaj pueden usar para ver cómo estas profecías se cumplen en Yeshúa de manera espiritual y eterna, revelando la gloria de Su Reino.

10. Mandamientos y Principios de Vida

Según Torah Viviente:

La Aliyá 5 de Parashá V’Zot HaBerajá, a través de las bendiciones de Asher y la sublime declaración de la grandeza de Elohím, ofrece principios vitales y mandamientos implícitos para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos, transformando las promesas terrenales en aplicaciones espirituales.

1. Confianza Absoluta en la Provisión de Elohím (Dt 33:24-25, 28):

* Principio: La bendición de Asher con “aceite” y una tierra de “grano y vino nuevo” con “rocío” enseña una profunda lección de confianza en la generosidad de Elohím.

* Aplicación para el Reino: Los discípulos de Yeshúa HaMashíaj están llamados a vivir sin ansiedad por las necesidades materiales, buscando primero el Reino de Elohím y Su justicia, sabiendo que Él suplirá todo (Mateo 6:25-34, Filipenses 4:19). Este mandamiento es confiar en el proveedor, no en la provisión misma. Significa que, como Asher, debemos esperar una abundancia que no se basa en nuestros propios esfuerzos, sino en la bendición de Elohím que excede toda expectativa.

2. Vivir en Armonía y Ser Agradable a los Hermanos (Dt 33:24):

* Principio: Asher fue bendecido para ser “favorecido de sus hermanos” (רְצוּי אֶחָיו). Esto resalta la importancia de las relaciones interpersonales y la cohesión tribal.

* Aplicación para el Reino: En la comunidad de Mashíaj, se nos insta a amar a nuestros hermanos (Juan 13:34-35), a vivir en paz los unos con los otros (Romanos 12:18), y a ser de ánimo unánime. Yeshúa HaMashíaj nos manda a buscar la reconciliación y a ser pacificadores (Mateo 5:9, 23-24). Ser “favorecido” no es buscar la aprobación humana egoístamente, sino cultivar relaciones basadas en el amor de Mashíaj, sirviendo y edificando a los demás para la gloria de Elohím.

3. Reconocer la Incomparable Grandeza de Elohím y Su Protección (Dt 33:26-27):

* Principio: La declaración “No hay como K-El, oh Yeshurun” y la imagen de Elohím como “morada” con “brazos eternos” establece Su soberanía y Su rol como protector.

* Aplicación para el Reino: Un mandamiento implícito es la adoración exclusiva a Elohím y la total dependencia de Él para nuestra seguridad. Los discípulos de Mashíaj deben poner su confianza en Él como su único refugio y fortaleza (Salmos 91:1-2). Esto implica vivir sin temor, sabiendo que los “brazos eternos” de Yeshúa HaMashíaj nos sostienen y que Él ha vencido a todo enemigo (Romanos 8:31-39).

4. Vivir con Integridad como “Yeshurun” (Dt 33:26):

* Principio: El nombre poético “Yeshurun” (“el recto” o “el justo”) para Israel sirve como un recordatorio del carácter ideal que Elohím espera de Su pueblo.

* Aplicación para el Reino: Los discípulos de Yeshúa HaMashíaj están llamados a vivir una vida de justicia y rectitud, no por la ley para ganar salvación, sino como una respuesta a la salvación recibida por gracia. Yeshúa nos instruyó a “sed perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto” (Mateo 5:48). Esto es un llamado a la santidad, a reflejar el carácter de Mashíaj en todas nuestras acciones, siendo el “Yeshurun” espiritual en el mundo.

5. Aceptar la Identidad de Pueblo Salvado y Victorioso en Mashíaj (Dt 33:29):

* Principio: La pregunta retórica “¿Quién como tú, pueblo salvado por Adonái?” y la promesa de “sobre sus alturas pisarás” infunden una identidad de pueblo redimido y victorioso.

* Aplicación para el Reino: Los creyentes en Yeshúa HaMashíaj deben abrazar su identidad como un pueblo elegido y comprado por Su sangre (1 Pedro 2:9). Este mandamiento es vivir con la confianza de la victoria en Mashíaj, sabiendo que Él nos ha dado autoridad sobre todas las fuerzas del enemigo (Lucas 10:19). Esto no es arrogancia, sino la fe en que la victoria de Yeshúa sobre el pecado y la muerte nos capacita para superar cualquier obstáculo y manifestar Su Reino en la tierra.

Estos principios de vida son mandamientos para el discipulado en el Reino de los Cielos, llevando a los creyentes a una dependencia más profunda en Yeshúa HaMashíaj como la fuente de toda provisión, protección, justicia y victoria, capacitándolos para vivir vidas que glorifican a Elohím.

11. Preguntas de Reflexión Mesiánica

Según Torah Viviente:

Estas preguntas están diseñadas para fomentar una reflexión profunda sobre la Aliyá 5 de Parashá V’Zot HaBerajá, explorando sus conexiones mesiánicas y su aplicación práctica en la vida de los discípulos en el Reino de Yeshúa HaMashíaj.

1. Pregunta 1: La Plenitud del “Aceite” y la Seguridad del “Hierro y Bronce”

* Deuteronomio 33:24-25 bendice a Asher con una tierra tan rica que “mojará su pie en aceite” y con “hierro y bronce” como cerrojos o sandalias, simbolizando abundancia y seguridad. ¿Cómo estas imágenes de prosperidad y protección física se transforman y se cumplen de manera espiritual en la vida de los discípulos de Yeshúa HaMashíaj hoy? Reflexione sobre cómo la unción de la Ruaj HaKodesh es nuestro “aceite” y cómo Yeshúa mismo es nuestra “fortaleza de hierro y bronce” contra las asechanzas del enemigo, y qué implicaciones prácticas tiene esto en nuestra experiencia diaria en el Reino de los Cielos.

2. Pregunta 2: El Incomparable Elohím de “Yeshurun” y Nuestra Identidad en Mashíaj

* El pasaje proclama la inigualable grandeza de Elohím, Quien “cabalga los cielos en tu ayuda” para “Yeshurun” (Dt 33:26), y culmina con la pregunta retórica: “¿Quién como tú, pueblo salvado por Adonái?” (Dt 33:29). Considerando que “Yeshurun” significa “el recto” o “el justo”, ¿cómo Yeshúa HaMashíaj, a través de Su sacrificio y resurrección, no solo nos salva, sino que nos capacita para ser parte de este “Yeshurun” espiritual? ¿Cómo esta identidad única y redimida en Mashíaj debe influir en nuestra forma de vivir, pensar y relacionarnos con el mundo en el contexto del Reino de Elohím?

3. Pregunta 3: Los “Brazos Eternos” de Elohím y la Victoria sobre el Enemigo

* Deuteronomio 33:27 describe a Elohím como la “morada” con “brazos eternos” que “expulsó de delante de ti al enemigo”. Esta poderosa imagen de sostén y victoria es fundamental para la seguridad de Israel. ¿De qué manera la persona y obra de Yeshúa HaMashíaj encarnan y extienden esta verdad de los “brazos eternos” de Elohím, proveyéndonos un refugio inquebrantable y asegurando nuestra victoria sobre todo enemigo espiritual? ¿Cómo podemos apoyarnos más plenamente en estos “brazos eternos” en medio de las adversidades, viviendo con la confianza de que Mashíaj ya ha asegurado nuestra victoria en Su Reino?

12. Resumen de Conexiones Mesiánicas

Según Torah Viviente:

Aliyá 5 de Parashá V’Zot HaBerajá (Deuteronomio 33:24-29) es un faro que ilumina la obra redentora de Yeshúa HaMashíaj. Las bendiciones otorgadas a Asher, que profetizan una tierra de inmensa abundancia y seguridad con “aceite” y “hierro y bronce”, son una sombra gloriosa de la plenitud espiritual que se encuentra en Yeshúa. Él es el Ungido (Mashíaj) por excelencia, Quien derrama el “aceite” de la Ruaj HaKodesh sobre Sus discípulos, capacitándolos con Su unción y proveyéndoles la inexpugnable “fortaleza de hierro y bronce” contra todo adversario espiritual. La exaltación de Elohím como el incomparable “que cabalga los cielos en tu ayuda”, el “refugio” con “brazos eternos” que expulsa al enemigo, culmina en la persona de Yeshúa HaMashíaj. Él es el Rey de Gloria que viene en nuestra ayuda, nuestro refugio eterno, y el conquistador que ha sometido a los principados y potestades, garantizando a Su pueblo la victoria y la autoridad para “pisar sobre las alturas” del enemigo. En Yeshúa, nos convertimos en el verdadero “Yeshurun”, el pueblo recto y justo, salvado por Adonái, viviendo una vida de seguridad, provisión y triunfo en el Reino de los Cielos, demostrando que Él es el cumplimiento y el centro de todas las Escrituras.

13. Tefiláh (Oración)

Según Torah:

Adonái Elohím, Te damos gracias por Tu inquebrantable fidelidad y Tu abundante provisión, que se revela en las bendiciones a la tribu de Asher y a todo Israel en la Torah de Moshéh. Agradecemos que en Maran Yeshúa HaMashíaj, nuestro Ungido, encontramos la plenitud del “aceite” de Tu Ruaj HaKodesh, que nos unge para Tu servicio y nos llena de Tu gozo. Te alabamos porque Él es nuestra fortaleza de “hierro y bronce”, nuestra segura morada con “brazos eternos” que nos sostiene en todo tiempo. Te rogamos, oh Elohím, que sigas manifestando Tu poder para echare de delante de nosotros a todo enemigo, permitiéndonos morar seguros en Yeshúa y vivir como un pueblo que ha sido salvado por Ti, reflejando la justicia de Tu Reino. Que cada paso de nuestra vida esté empapado en Tu bendición y que Tu Nombre sea glorificado a través de nosotros, Tu pueblo redimido en Yeshúa HaMashíaj, nuestro Salvador, Escudo y Rey. Amén.

Más Recursos del Reino de Yeshúa HaMashíaj

+Recursos del Ministerio Judío Mesiánico de Biblia Toráh Viviente Para Maestros, Traductores y Estudiantes:

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Parashá 54 Vezot Habrajá (וזאת הברכה) – Aliyah 4

Aliyáh 4: (Deuteronomio 33:18-21) Moshé bendice a Zabulón y a Isajar por su labor y devoción, y a Gad por su valentía.
Haftaráh: Isaías 33:17-24 (La bendición de la prosperidad en el reino de Elohím).
Brit Hadasháh: Mateo 5:3-12 (Las bienaventuranzas de Yeshúa y la promesa de bendición)

Tema: La bendición de las tribus de Zvulún, Yisajar y Gad

1. Texto Hebreo Interlineal

Pasaje: Deuteronomio 33:18-33:23

Texto Hebreo OriginalFonética TiberianaTraducción Palabra por PalabraTraducción Literal del Verso

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וּלְזְבוּלֻןU-le-ZevulunY a Zvulún: וּ (u-) – Conjunción copulativa “y”, “además”. Introduce una adición o continuación de las bendiciones. לְ (le-) – Preposición “a”, “para”, “perteneciente a”. Indica el destinatario de la bendición o la dirección del discurso. זְבוּלֻן (Zevulun) – Sustantivo propio, nombre de la tribu. Derivado de la raíz זבל (ZBL), que significa “morar”, “habitar” o “elevar”, “honrar”. En Génesis 30:20, Leá lo nombra, diciendo: “Elohím me ha dado una buena porción; ahora mi esposo morará conmigo” (זְבָלַנִי אֱלֹהִים זֵבֶד טוֹב הַפַּעַם יִזְבְּלֵנִי אִישִׁי). La bendición subraya su vocación mercantil y marítima, así como su asentamiento.Y a Zvulún dijo: Alégrate, Zvulún, en tu salida, y Yisajar en tus tiendas.
אָמַרAmarÉl dijo: אָמַר (amar) – Verbo qal perfecto 3ra persona masculino singular de la raíz א-מ-ר (A-M-R), “decir”, “hablar”, “ordenar”. Aquí, se refiere a Moshéh pronunciando las bendiciones divinas en nombre de HaShem.
שְׂמַחSmaḥAlégrate: שְׂמַח (smaḥ) – Verbo qal imperativo masculino singular de la raíz ש-מ-ח (S-M-Ḥ), “alegrarse”, “regocijarse”. Es una exhortación directa a la alegría y la prosperidad. La alegría en la Torah a menudo se asocia con el cumplimiento de los mandamientos y la manifestación de las bendiciones de Elohím.
זְבוּלֻןZevulunZvulún: זְבוּלֻן (Zevulun) – Repetición del nombre de la tribu, enfatizando al receptor directo de esta exhortación y bendición. Su significado de “morada” puede estar ligado a la alegría de su hogar y territorio.
בְּצֵאתֶךָBe-tze-te-khaEn tu salida: בְּ (be-) – Preposición “en”, “con”, “a causa de”, “cuando”. Aquí, en el contexto de la acción de salir. צֵאתֶךָ (tze-te-kha) – Sustantivo verbal (infinitivo constructo) de la raíz י-צ-א (Y-Ṣ-A), “salir”, “partir”, “ir”. El sufijo posesivo 2da persona masculino singular “-ֶךָ” (-ekha) significa “tu”. Literalmente, “en tu salir”. Esto alude a las actividades comerciales y marítimas de Zvulún, que implicaban viajes y partidas de sus puertos costeros.
וְיִשָׂשכָרVe-YisaskharY Yisajar: וְ (ve-) – Conjunción copulativa “y”. יִשָׂשכָר (Yisaskhar) – Sustantivo propio, nombre de la tribu. Etimológicamente relacionado con ש-כ-ר (S-K-R), “salario”, “recompensa”, “arrendamiento” (Génesis 30:18), reflejando su naturaleza de erudición o laboriosidad. La bendición a menudo se interpreta en el sentido de su rol en el estudio de la Torah.
בְּאֹהָלֶיךָBe-o-ha-le-khaEn tus tiendas: בְּ (be-) – Preposición “en”. אֹהָלֶיךָ (o-ha-le-kha) – Sustantivo אֹהֶל (ohel), “tienda”, en plural constructo אֹהָלֵי (ohalei), “tiendas de”, con el sufijo posesivo 2da persona masculino singular “-ֶךָ” (-ekha), “tu”. “Tus tiendas” alude a sus moradas, sus asentamientos, y se interpreta tradicionalmente como una referencia a su dedicación al estudio de la Torah, lo que los mantenía en sus hogares, a menudo en contraste con la actividad externa de Zvulún.
עַמִּיםAmimPueblos: עַמִּים (amim) – Sustantivo עַם (am), “pueblo”, en plural. Se refiere a las naciones o a otros grupos de personas.Pueblos, el monte convocarán allí, sacrificarán sacrificios de justicia, porque la abundancia de los mares mamarán y tesoros escondidos de la arena.
הַרHarMonte: הַר (har) – Sustantivo “monte”, “montaña”. A menudo simboliza un lugar de encuentro con Elohím o un centro de autoridad espiritual.
יִקְרָאוּYiqra’uConvocará(n): יִקְרָאוּ (yiqra’u) – Verbo qal imperfecto 3ra persona plural de la raíz ק-ר-א (Q-R-A), “llamar”, “convocar”, “proclamar”, “leer”. Indica una acción futura por parte de “ellos” (los pueblos).
שָׁםShamAllí: שָׁם (sham) – Adverbio de lugar, “allí”, “en ese lugar”. Se refiere al monte mencionado anteriormente.
יִזְבְּחוּYizbeḥuSacrificarán: יִזְבְּחוּ (yizbeḥu) – Verbo qal imperfecto 3ra persona plural de la raíz ז-ב-ח (Z-B-Ḥ), “sacrificar”. Indica una acción futura de realizar sacrificios.
זִבְחֵיZivḥeiSacrificios de: זִבְחֵי (zivḥei) – Sustantivo זֶבַח (zevaḥ), “sacrificio”, en forma constructa plural, “sacrificios de”.
צֶדֶקṢedeqJusticia: צֶדֶק (ṣedeq) – Sustantivo “justicia”, “rectitud”, “equidad”. Estos sacrificios serán ofrecidos con intenciones puras y conformes a la voluntad de Elohím.
כִּיKiPorque: כִּי (ki) – Conjunción causal “porque”, “pues”, “cuando”. Introduce la razón o explicación.
שֶׁפַעShefaAbundancia de: שֶׁפַע (shefa) – Sustantivo “abundancia”, “riqueza”, “flujo”.
יַמִּיםYamimMares: יַמִּים (yamim) – Sustantivo יָם (yam), “mar”, en plural. Refiere a los recursos y riquezas provenientes del mar.
יִינָקוּYinaquEllos mamarán/extraerán: יִינָקוּ (yinaqu) – Verbo qal imperfecto 3ra persona plural de la raíz י-נ-ק (Y-N-Q), “mamar”, “chupar”, “extraer”. Simboliza la obtención de riqueza y sustento de los recursos marinos.
וּשְׂפֻנֵיU-sefuneiY tesoros escondidos de: וּ (u-) – Conjunción “y”. שְׂפֻנֵי (sefunei) – Participio pasivo plural constructo de la raíz ס-פ-ן (S-F-N), “esconder”, “ocultar”. Significa “lo escondido de”, “tesoros”.
טְמוּנֵיTemuneiEscondidos de: טְמוּנֵי (temunei) – Participio pasivo plural constructo de la raíz ט-מ-ן (Ṭ-M-N), “esconder”, “enterrar”. Refuerza el concepto de “tesoros ocultos” o “riquezas subterráneas”.
חוֹלḤolArena: חוֹל (ḥol) – Sustantivo “arena”. Se refiere a los tesoros o recursos encontrados en la costa o bajo la arena.
וּלְגָדU-le-GadY a Gad: וּ (u-) – Conjunción copulativa “y”. לְ (le-) – Preposición “a”, “para”. גָּד (Gad) – Sustantivo propio, nombre de la tribu. Su nombre significa “fortuna” o “tropa”.Y a Gad dijo: Bendito el que ensancha a Gad; como leona habitará y desgarrará el brazo, incluso la cabeza.
אָמַרAmarÉl dijo: אָמַר (amar) – Verbo qal perfecto 3ra persona masculino singular, “decir”.
בָּרוּךְBarukhBendito: בָּרוּךְ (barukh) – Participio pasivo “bendito”, “el que es bendecido”. Indica una declaración de bendición y prosperidad.
מַרְחִיבMarḥivEl que ensancha: מַרְחִיב (marḥiv) – Participio presente piel de la raíz ר-ח-ב (R-Ḥ-B), “ensanchar”, “ampliar”. Se refiere a Elohím, quien expandirá el territorio o la influencia de Gad.
גָּדGadGad: גָּד (Gad) – Nombre de la tribu, aquí como objeto directo de la acción de ensanchar.
כְּלָבִיאKe-laviaComo leona: כְּ (ke-) – Preposición “como”, “cual”. לָבִיא (lavia) – Sustantivo “leona”, hembra del león, símbolo de fuerza, ferocidad y protección.
שָׁכֵןShakhenÉl habitará: שָׁכֵן (shakhen) – Verbo qal perfecto 3ra persona masculino singular de la raíz ש-כ-ן (Sh-K-N), “habitar”, “morar”, “establecerse”. Implica su asentamiento seguro y protector en su territorio.
וְטָרַףVe-ṭarafY él desgarrará: וְ (ve-) – Conjunción “y”. טָרַף (ṭaraf) – Verbo qal perfecto 3ra persona masculino singular de la raíz ט-ר-ף (Ṭ-R-F), “desgarrar”, “raptar”, “devorar”. Esta imagen evoca la ferocidad guerrera de Gad.
זְרוֹעַZeroaBrazo: זְרוֹעַ (zeroa) – Sustantivo “brazo”, “hombro”. Símbolo de fuerza y poder. Aquí, se refiere al poder militar o a los adversarios.
אַףAfIncluso/También: אַף (af) – Adverbio “incluso”, “también”, “aún más”. Enfatiza la acción.
קָדְקֹדQodqodLa cabeza: קָדְקֹד (qodqod) – Sustantivo “coronilla de la cabeza”, “cabeza”. Refiere a la parte superior, la autoridad o el liderazgo de los enemigos.
וַיַּרְאVa-yarY él vio: וַיַּרְא (va-yar) – Verbo vayiqtol 3ra persona masculino singular de la raíz ר-א-ה (R-A-H), “ver”, “mirar”, “percibir”. Describe la acción de Gad de seleccionar su porción.Y él vio la primicia para sí, porque allí la porción del legislador está escondida; y él vino a los jefes del pueblo, la justicia de Adonái hizo, y sus juicios con Yisra’el.
רֵאשִׁיתReshitPrimicia/Comienzo: רֵאשִׁית (reshit) – Sustantivo “comienzo”, “primicia”, “lo primero”, “lo principal”. Se refiere a la mejor parte del botín o a una porción especial.
לוֹLoPara él: לוֹ (lo) – Preposición לְ (le-), “para”, con el sufijo pronominal 3ra persona masculino singular “-וֹ” (-o), “él”.
כִּיKiPorque: כִּי (ki) – Conjunción causal “porque”.
שָׁםShamAllí: שָׁם (sham) – Adverbio de lugar, “allí”, “en ese lugar”.
חֶלְקַתḤelqatPorción de: חֶלְקַת (ḥelqat) – Sustantivo חֶלְקָה (ḥelqah), “porción”, “campo”, “terreno”, en forma constructa, “porción de”.
מְחֹקֵקMeḥoqeqLegislador: מְחֹקֵק (meḥoqeq) – Participio qal de la raíz ח-ק-ק (Ḥ-Q-Q), “legislar”, “decretar”, “grabar”. Aquí, se refiere a Moshéh como el dador de la Torah, o a un líder que establece leyes.
סָפוּןSafunEscondido/Reservado: סָפוּן (safun) – Participio pasivo de la raíz ס-פ-ן (S-F-N), “esconder”, “cubrir”, “reservar”. Indica que la porción del legislador está guardada o designada.
וַיֵּתֵאVa-yeteY él vino: וַיֵּתֵא (va-yete) – Verbo vayiqtol 3ra persona masculino singular de la raíz א-ת-ה (A-T-H), “venir”, “llegar”. Se refiere a Gad uniéndose a las otras tribus.
רָאשֵׁיRasheiJefes de: רָאשֵׁי (rashei) – Sustantivo רֹאשׁ (rosh), “cabeza”, “jefe”, en forma constructa plural, “jefes de”.
עַםAmPueblo: עַם (am) – Sustantivo “pueblo”, “gente”. Aquí, se refiere al pueblo de Yisra’el.
צִדְקַתṢidqatJusticia de: צִדְקַת (ṣidqat) – Sustantivo צְדָקָה (ṣedaqah), “justicia”, “rectitud”, en forma constructa, “justicia de”.
יְהוָהAdonáiAdonái: יְהוָה (Adonái) – El Tetragrámaton, el Nombre Bendito de Elohím, pronunciado tradicionalmente como Adonái (o HaShem) por respeto.
עָשָׂהAsahÉl hizo: עָשָׂה (asah) – Verbo qal perfecto 3ra persona masculino singular de la raíz ע-ש-ה (A-S-H), “hacer”, “obrar”, “realizar”. Refiere a la acción de Gad de cumplir la justicia de Adonái.
וּמִשְׁפָּטָיוU-mishpaṭavY sus juicios: וּ (u-) – Conjunción “y”. מִשְׁפָּטָיו (mishpaṭav) – Sustantivo מִשְׁפָּט (mishpaṭ), “juicio”, “decreto”, “ley”, en plural con el sufijo posesivo 3ra persona masculino singular “-ָיו” (-av), “sus” (de Elohím).
עִםImCon: עִם (im) – Preposición “con”, “junto a”.
יִשְׂרָאֵלYisra’elYisra’el: יִשְׂרָאֵל (Yisra’el) – Sustantivo propio, nombre del pueblo y la nación de Yisra’el.
וּלְדָןU-le-DanY a Dan: וּ (u-) – Conjunción copulativa “y”. לְ (le-) – Preposición “a”, “para”. דָּן (Dan) – Sustantivo propio, nombre de la tribu. Su nombre significa “juzgar”.Y a Dan dijo: Dan es cachorro de león, saltará desde el Bashán.
אָמַרAmarÉl dijo: אָמַר (amar) – Verbo qal perfecto 3ra persona masculino singular, “decir”.
דָּןDanDan: דָּן (Dan) – Nombre de la tribu.
גּוּרGurCachorro: גּוּר (gur) – Sustantivo “cachorro”, específicamente de león. Símbolo de juventud y potencial fuerza.
אַרְיֵהAryehLeón: אַרְיֵה (aryeh) – Sustantivo “león”. Símbolo de poder y realeza.
יְזַנֵּקYezaneqÉl saltará/lanzará: יְזַנֵּק (yezaneq) – Verbo piel imperfecto 3ra persona masculino singular de la raíz ז-נ-ק (Z-N-Q), “saltar”, “lanzarse”, “lanzar”. Refiere a un ataque súbito y poderoso.
מִןMinDesde/De: מִן (min) – Preposición “de”, “desde”.
הַבָּשָׁןHa-BashanEl Bashán: הַ (ha-) – Artículo definido “el”, “la”. בָּשָׁן (Bashan) – Sustantivo propio, región fértil y montañosa al este del Yam HaKinneret, conocida por sus pastos y toros robustos, lo que refuerza la imagen de fuerza.
וּלְנַפְתָּלִיU-le-NaftaliY a Naftali: וּ (u-) – Conjunción copulativa “y”. לְ (le-) – Preposición “a”, “para”. נַפְתָּלִי (Naftali) – Sustantivo propio, nombre de la tribu. Su nombre significa “mi lucha” (Génesis 30:8).Y a Naftali dijo: Naftali, saciado de favor y lleno de la bendición de Adonái; el mar y el sur él heredará.
אָמַרAmarÉl dijo: אָמַר (amar) – Verbo qal perfecto 3ra persona masculino singular, “decir”.
נַפְתָּלִיNaftaliNaftali: נַפְתָּלִי (Naftali) – Nombre de la tribu.
שְׂבַעSevaSaciado de/colmado de: שְׂבַע (seva) – Sustantivo “saciado”, “lleno”. Indica plenitud y satisfacción.
רָצוֹןRaṣonFavor/Voluntad: רָצוֹן (raṣon) – Sustantivo “favor”, “buena voluntad”, “deseo”, “deleite”. Se refiere al favor divino.
וּמָלֵאU-maleY lleno: וּ (u-) – Conjunción “y”. מָלֵא (male) – Adjetivo o participio “lleno”, “colmado”. Refuerza la idea de abundancia.
בִּרְכַּתBirkhatBendición de: בִּרְכַּת (birkhat) – Sustantivo בְּרָכָה (berakhah), “bendición”, en forma constructa, “bendición de”.
יְהוָהAdonáiAdonái: יְהוָה (Adonái) – El Tetragrámaton, el Nombre Bendito de Elohím.
יָםYamMar: יָם (yam) – Sustantivo “mar”. Se refiere al Yam HaKinneret (Mar de Galilea) y su región.
וְדָרוֹםVe-daromY sur: וְ (ve-) – Conjunción “y”. דָּרוֹם (darom) – Sustantivo “sur”, “mediodía”. Se refiere a la región sur de su territorio.
יְרָשָׁהYerashaÉl heredará: יְרָשָׁה (yerasha) – Verbo qal imperfecto 3ra persona masculino singular de la raíz י-ר-ש (Y-R-Sh), “heredar”, “poseer”. Indica la posesión futura de la tierra.

2. Haftaráh

Pasaje: Yehoshúa (Joshua) 1:1-9

Análisis según Torah Viviente:

La Haftaráh para V’Zot HaBerajá, que usualmente se lee en Simḥat Torah, es tradicionalmente de Yehoshúa 1:1-9. Este pasaje es sumamente apropiado, ya que conecta directamente con el final de la vida de Moshéh y la transición de liderazgo a Yehoshúa, que culmina en la entrada a la Tierra Prometida. Justo como Moshéh bendice a las tribus antes de su partida en Deuteronomio 33, en Yehoshúa 1, HaShem encomienda a Yehoshúa la tarea de guiar al pueblo a la heredad prometida, reiterando la importancia de la Torah.

Conexiones con el tema de la Aliyá y la Parashá:

La Aliyá 4, con las bendiciones a Zvulún, Yisajar y Gad (y Dan y Naftali), describe las características y la herencia territorial de estas tribus. La Haftaráh de Yehoshúa 1 resalta la importancia de la obediencia a la Torah para poder poseer y disfrutar de esta herencia. Las bendiciones de Moshéh en V’Zot HaBerajá no son meras palabras, sino declaraciones proféticas sobre el futuro y el destino de cada tribu, condicionado por su fidelidad. Yehoshúa 1:7-8 enfatiza: “Solamente sé fuerte y muy valiente, para que cuides de hacer conforme a toda la Torah que Moshéh mi siervo te mandó… No se apartará de tu boca este libro de la Torah, sino que de día y de noche meditarás en él, para que cuides de hacer conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y entonces todo te saldrá bien.” Esto resuena con la bendición de Zvulún y Yisajar, donde Yisajar es alabado por su estudio en “sus tiendas” (בְּאֹהָלֶיךָ), una referencia directa a la dedicación a la Torah. La prosperidad y el éxito prometidos en las bendiciones tribales están intrínsecamente ligados a la observancia de los mandamientos divinos.

Midrashim y Targumim relevantes:

El Targum Onqelos y el Targum Yonatan ben Uziel interpretan las bendiciones de Moshéh con un enfoque en la sabiduría y el rol de Yisajar como eruditos de la Torah. El Midrash Sifré sobre Deuteronomio 33:18-19 destaca la asociación entre Zvulún y Yisajar: Zvulún, el comerciante marítimo, provee los medios materiales para que Yisajar, el estudioso, se dedique plenamente a la Torah. Esta es una simbiosis crucial: “Zvulún se dedica a sus naves, e Yisajar se sienta en sus tiendas para estudiar Torah” (Sifré Devarim 354). La Haftaráh refuerza esta relación al poner la Torah como la base de toda prosperidad. Gad, descrito como un león feroz en la Aliyá, recibe su heredad a través de su fuerza y compromiso con el pacto. El Midrash Tannaim sobre Deuteronomio 33:20-21 describe la valentía de Gad al liderar la vanguardia de Yisra’el en la conquista, cumpliendo así su promesa a Moshéh. La Haftaráh con Yehoshúa llamando a la valentía (Yehoshúa 1:6-7) sirve como un eco profético de esta característica de Gad.

Conexiones mesiánicas y proféticas:

El liderazgo de Yehoshúa es un “tipo” (sombra) poderoso de Yeshúa HaMashíaj. Yehoshúa (יְהוֹשֻׁעַ) comparte la misma raíz y significado que Yeshúa (יֵשׁוּעַ), ambos significan “HaShem salva”. Justo como Yehoshúa llevó al pueblo a su heredad, Yeshúa HaMashíaj guía a Su pueblo, el Yisra’el de Elohím, a la heredad eterna en el Reino de los Cielos. Las promesas de “todo lugar que pisen las plantas de vuestros pies” (Yehoshúa 1:3) y la promesa de que “nadie te podrá hacer frente” (Yehoshúa 1:5) encuentran su cumplimiento definitivo en Yeshúa. Él es el verdadero Legislador (מְחֹקֵק) y el Gran Capitán que nos introduce en la verdadera “Tierra Prometida”, la nueva Yerushalayim celestial. La exhortación a meditar en la Torah día y noche (Yehoshúa 1:8) es una profecía del deseo de HaShem de que Su pueblo internalice Su Palabra, un deseo que Yeshúa encarna perfectamente como la Torah viviente.

Patrones redentores y tipos bíblicos:

El patrón de un líder que sucede a otro (Moshéh a Yehoshúa) es un patrón redentor que apunta a la soberanía de Elohím sobre la historia de la salvación. Las bendiciones de Moshéh para las tribus son una sombra de las bendiciones espirituales que Yeshúa HaMashíaj derrama sobre Su congregación, el Yisra’el espiritual. La promesa de la tierra es un tipo de la heredad espiritual que tenemos en Yeshúa, que incluye la paz, la prosperidad espiritual y la presencia de Elohím. La bendición a Gad, como “león”, prefigura la fuerza que los discípulos de Mashíaj reciben para combatir las fuerzas del mal y heredar el Reino. La obediencia a la Torah, central en Yehoshúa 1, es un reflejo de la vida en Mashíaj, quien no vino a abolir la Torah sino a cumplirla y mostrar cómo vivirla en el Ruaj HaKodesh.

Conecta con Yeshúa HaMashíaj como cumplimiento:

Yeshúa HaMashíaj es el cumplimiento de todas estas promesas. Él es el verdadero Legislador (מְחֹקֵק) cuya justicia (צִדְקַת יְהוָה) ha sido revelada. Él es quien trae a los pueblos (עַמִּים) al “monte” de Elohím, Su Reino, donde se ofrecerán “sacrificios de justicia” (זִבְחֵי צֶדֶק) de alabanza y obediencia de corazón. Las riquezas de Zvulún y Yisajar, ya sean materiales o espirituales, hallan su fuente y propósito en Mashíaj. Él es quien nos da la verdadera “salida” (בְּצֵאתֶךָ) de la esclavitud y la entrada (como Yehoshúa) a la libertad y la heredad. La fuerza de Gad es la fuerza que Yeshúa imparte a Sus talmidim para vencer. La instrucción a Yehoshúa “solamente sé fuerte y valiente” (Yehoshúa 1:7) se cumple en la fortaleza que Yeshúa nos da para vivir una vida de Torah, no por obras muertas, sino por el poder del Ruaj HaKodesh que Él nos ha dado.

3. Brit Hadasháh (Nuevo Pacto)

Pasaje: Revelación (Jizayon) 7:4-8

Análisis según Torah Viviente:

El pasaje de Revelación 7:4-8, que lista el sellamiento de 144,000 de las doce tribus de Yisra’el, ofrece una conexión profunda con las bendiciones tribales de Moshéh en V’Zot HaBerajá. Este pasaje de la Brit Hadasháh muestra la continuidad del plan redentor de Elohím para Yisra’el, incluso en los tiempos finales. Las bendiciones de Moshéh son una prefiguración de la gracia y el favor divinos que se extenderán a las tribus de Yisra’el en la era mesiánica.

Conexión con el tema de esta Aliyá:

Mientras Deuteronomio 33:18-23 bendice a las tribus de Zvulún, Yisajar y Gad (junto con Dan y Naftali) con promesas de prosperidad, territorio y fuerza, Revelación 7 muestra una bendición de protección y redención en los últimos días. La inclusión de “todos los hijos de Yisra’el” en el plan final de Elohím, con su sellamiento, subraya que las promesas hechas a las tribus antiguas no han sido olvidadas, sino que encontrarán su cumplimiento último. Zvulún y Yisajar, con su sinergia de comercio y Torah, y Gad con su espíritu guerrero, tienen un lugar en este Yisra’el redimido, aunque la lista en Revelación 7 tiene variaciones significativas (omite a Dan y añade a Manaséh y Levi/Yosef, mostrando una reconfiguración simbólica).

Cumplimiento mesiánico en Yeshúa HaMashíaj:

Yeshúa HaMashíaj es el que sella a los 144,000. Él es el León de la tribu de Yehudá (Revelación 5:5), y en Él se encuentra el cumplimiento de las bendiciones y la protección de Elohím para Su pueblo. Las bendiciones de Moshéh apuntan a la soberanía de Elohím sobre el destino de Yisra’el, y en Yeshúa se garantiza la salvación y la seguridad eterna para aquellos que son escogidos de entre las tribus. La fuerza de Gad, el sustento de Zvulún, y la sabiduría de Yisajar, son cualidades que se canalizan a través de Yeshúa para el establecimiento de Su Reino. Él es quien otorga el verdadero “favor” (רָצוֹן) y la “bendición de Adonái” (בִּרְכַּת יְהוָה) a los Suyos.

Tipos, sombras y patrones redentores:

El sellamiento en Revelación 7 es un tipo de la protección divina en tiempos de juicio. Así como las bendiciones de Moshéh fueron una declaración de favor y una guía para la vida de las tribus, el sellamiento es una marca de pertenencia a Mashíaj y una promesa de preservación. El patrón de Elohím escogiendo y apartando un remanente fiel se repite desde los días de Noaj, Avraham, y la formación de Yisra’el. Las tribus físicas son una sombra de la asamblea espiritual de los redimidos, donde “no hay judío ni griego” en cuanto a la salvación, pero donde la identidad de Yisra’el permanece relevante en el plan escatológico de Elohím.

Referencias a textos apócrifos y pseudepigráficos:

Algunos textos pseudepigráficos como el Testamento de los Doce Patriarcas, aunque no canónicos, exploran las características y destinos de las tribus. Por ejemplo, el Testamento de Zabulón y el Testamento de Isacar, aunque enfocados en la moralidad y la relación fraternal, complementan las descripciones del Tanaj sobre sus roles. El Testamento de Gad enfatiza la piedad y el amor, contrastando con la ferocidad guerrera en Deuteronomio 33, pero mostrando la dualidad de un líder tribal. Estas obras demuestran el interés continuo en el significado de las bendiciones y los roles de las tribus en la historia de la salvación, prefigurando la importancia de la identidad tribal en el libro de Revelación y el Reino de los Cielos.

Conexión con el Reino de los Cielos y la obra redentora:

Las bendiciones en Deuteronomio 33 no son solo para la tierra física, sino que tienen implicaciones para la vida en el Reino de los Cielos. Las riquezas de los mares para Zvulún y los tesoros escondidos de la arena (Deut 33:19) pueden ser vistos como una sombra de las riquezas espirituales y el conocimiento de la Torah que Yisajar busca. En el Reino de los Cielos, todas estas bendiciones se perfeccionan en Yeshúa HaMashíaj. Él es la fuente de la verdadera abundancia y la sabiduría eterna. La obra redentora de Yeshúa asegura que no solo individuos, sino también la estructura de Yisra’el (simbolizada por las tribus) tiene un lugar en el plan final de Elohím, manifestado en el sellamiento de Revelación 7.

Yeshúa como centro de todas las Escrituras:

Yeshúa HaMashíaj es el cumplimiento de todas las promesas y bendiciones de las Escrituras. En Él, las tribus de Yisra’el encuentran su verdadero propósito y su herencia eterna. Él es el Rey que viene de Yehudá, a quien todas las tribus se unirán. Las bendiciones de Moshéh son un testimonio profético de la gracia de Elohím, y Revelación 7 es una confirmación de que esta gracia culmina en la protección y salvación ofrecidas por Yeshúa a Su pueblo escogido de todas las tribus, preparando el camino para el establecimiento completo de Su Reino en la tierra.

4. Contexto Histórico y Arqueológico

Según Torah Viviente:

El contexto histórico de la Parashá V’Zot HaBerajá se sitúa en el umbral de la Tierra Prometida, con Moshéh a punto de ascender al Har Nevó para ver la tierra y morir. Es un momento crucial de transición, donde el líder veterano está transmitiendo las últimas instrucciones y bendiciones antes de que el pueblo, liderado por Yehoshúa, entre a poseer su heredad. Las bendiciones tribales en Deuteronomio 33 son una declaración de su destino y características en la tierra que están a punto de conquistar.

Cultura y Eventos de la Época:

En este período, las tribus estaban cohesionadas por la experiencia del desierto, el pacto en el Har Sinái y la Torah. Sin embargo, cada tribu ya había desarrollado ciertas características y tendencias. Las bendiciones de Moshéh reflejan estas tendencias y también profetizan su futuro geográfico y económico.

* Zvulún y Yisajar (Deut 33:18-19): Se les bendice con prosperidad y la capacidad de convocar a los pueblos al “monte” para ofrecer “sacrificios de justicia”, beneficiándose de la “abundancia de los mares” y “tesoros escondidos de la arena”. Históricamente, el territorio de Zvulún se extendía hacia la costa del Yam HaGadol (Mar Mediterráneo), lo que le permitía participar en el comercio marítimo. La conexión con Yisajar se interpreta como una simbiosis: Zvulún, el mercader, apoyaba económicamente a Yisajar, el erudito, quien se dedicaba al estudio de la Torah. Esta relación se menciona en el Talmud Yerushalmi (Pesajim 4:2), ilustrando una división de roles que enriquecía a ambos. La mención de “sacrificios de justicia” en un monte podría referirse a un centro espiritual o comercial que atraería a las naciones, quizás aludiendo al futuro Beit HaMiqdash en Yerushalayim, al que las naciones acudirían.

* Gad (Deut 33:20-21): Es bendecido con la imagen de un león feroz que “desgarrará el brazo, incluso la cabeza” y por haber “visto la primicia para sí” en la porción del “legislador” (מְחֹקֵק). Gad, junto con Reuvén y la mitad de Menashéh, pidió establecerse al este del río Yardén (Números 32). Su disposición a cruzar el Yardén para luchar con las otras tribus antes de asentarse en su propia heredad demuestra su espíritu guerrero y su fidelidad al pacto. La frase “primicia para sí” (רֵאשִׁית לוֹ) se refiere a que Gad fue el primero en asegurar su territorio al este del Yardén, una tierra rica y estratégica. El “legislador” (מְחֹקֵק) es Moshéh, y la porción “escondida” o “reservada” (סָפוּן) se refiere a su lealtad a los decretos de Moshéh, especialmente su compromiso de vanguardia en la conquista.

Fuentes Históricas y Arqueológicas Relevantes:

Las descripciones de las bendiciones se alinean con la geografía y los patrones económicos y militares que se desarrollarían en la era de los Jueces y la Monarquía.

* Zvulún: Su territorio, aunque no directamente costero, tenía acceso a puertos. Evidencia arqueológica de sitios fenicios y cananeos a lo largo de la costa sugiere una intensa actividad comercial en la región, en la que Zvulún pudo haber participado indirectamente o directamente en el interior.

* Yisajar: Su territorio, al sur del Kinneret, era fértil y estratégico, lo que permitiría una vida más estable y dedicada al estudio, como sugiere la tradición. No hay evidencia arqueológica directa de “tiendas de estudio” pero la estabilidad agrícola permitiría tal desarrollo cultural.

* Gad: Los asentamientos de Gad al este del Yardén (como en el Golán y Galaad) se caracterizan por ser fronterizos y expuestos a incursiones. Esto requería un espíritu guerrero constante, como lo demuestran las fortificaciones y ciudades estratégicas encontradas en Transjordania. Su descripción como “león” encaja con la necesidad de defensa y belicosidad en esa región. La estela de Mesha de Moav (siglo IX a.C.) menciona a Gad, atestiguando su presencia y relevancia histórica en Transjordania.

Conexiones Mesiánicas:

El contexto de herencia y conquista apunta a Yeshúa HaMashíaj como el que distribuye las verdaderas heredades espirituales. Las bendiciones de Moshéh son una sombra del favor de Elohím a Su pueblo en el Reino de los Cielos. El “monte” al que los pueblos son convocados por Zvulún y Yisajar es una prefiguración del Har Tziyon mesiánico, donde todas las naciones se reunirán para adorar a Adonái y aprender de Su Torah. Gad, el guerrero, prefigura a los discípulos de Mashíaj, que deben ser fuertes y valientes en la batalla espiritual, “desgarrando” las obras del adversario a través del poder de Yeshúa HaMashíaj. La “porción del legislador” reservada para Gad puede también señalar la fidelidad a la Torah de Yeshúa HaMashíaj.

5. Profecías Mesiánicas y Tipos Bíblicos

Según Torah Viviente:

Las bendiciones de Moshéh a las tribus en Deuteronomio 33 no son solo palabras de despedida, sino pronunciamientos proféticos que se extienden más allá de la mera asignación territorial. Son promesas divinas que contienen tipos y sombras del Reino de Yeshúa HaMashíaj.

Profecías Mesiánicas en las Bendiciones:

* Zvulún y Yisajar (Deut 33:18-19):

* “Alégrate, Zvulún, en tu salida, y Yisajar en tus tiendas.” Esta dualidad profetiza una sinergia en el Reino de los Cielos. Zvulún, asociado con el comercio marítimo, y Yisajar, con el estudio de la Torah, representan dos aspectos cruciales de la misión mesiánica: la extensión del evangelio (salida) y la profunda inmersión en la Palabra de Elohím (tiendas/estudio). Yeshúa HaMashíaj llama a Sus discípulos a “salir” a todas las naciones (Mateo 28:19) y a “morar” en Su Palabra (Juan 15:7).

* “Pueblos, el monte convocarán allí, sacrificarán sacrificios de justicia.” Esto es una clara profecía del período mesiánico, cuando las naciones (עַמִּים) ascenderán al Har Tziyon para adorar a Adonái. Yesha’yahu HaNavi 2:2-3 y Miḥah 4:1-2 describen cómo “en los postreros días… todos los gentiles fluirán a él… y subirán al monte de Adonái”. Estos “sacrificios de justicia” (זִבְחֵי צֶדֶק) no son sacrificios de animales, sino la adoración verdadera, la obediencia y las ofrendas espirituales de corazones rendidos a Elohím, tal como lo enseña Yeshúa (Mateo 5:23-24, Romanos 12:1).

* “Porque la abundancia de los mares mamarán y tesoros escondidos de la arena.” Profetiza la provisión abundante en el Reino de Mashíaj. No solo riqueza material, sino también espiritual. Los “tesoros escondidos” pueden referirse a las verdades ocultas de la Torah que son reveladas en Mashíaj (Colosenses 2:2-3). La “abundancia de los mares” simboliza la multitud de gentiles que vendrán a la luz de Yeshúa, trayendo sus riquezas culturales y espirituales al Reino.

* Gad (Deut 33:20-21):

* “Bendito el que ensancha a Gad; como leona habitará y desgarrará el brazo, incluso la cabeza.” La bendición de Gad como un león feroz es una profecía de la fuerza y la autoridad que Elohím otorga a Su pueblo para superar a sus adversarios. En el contexto mesiánico, esta “leona” representa el poder que Yeshúa HaMashíaj confiere a Sus discípulos para vencer las fuerzas espirituales de maldad. “Desgarrar el brazo, incluso la cabeza” es una imagen de victoria completa sobre los enemigos, que en el Reino de los Cielos se refiere a la derrota final de Satanás y sus huestes (Romanos 16:20). El que “ensancha” (מַרְחִיב) a Gad es Elohím mismo, el que expande el territorio de Su Reino.

* “Y él vio la primicia para sí, porque allí la porción del legislador está escondida.” Esto apunta a la sabiduría y perspicacia para elegir lo mejor. La “porción del legislador” (חֶלְקַת מְחֹקֵק) es una sombra de la herencia que se obtiene por la obediencia a la Torah de Mashíaj. Yeshúa es el verdadero Legislador (מְחֹקֵק) que revela la Torah viviente. La “primicia” (רֵאשִׁית) puede ser un tipo de aquellos que son los primeros en responder al llamado de Mashíaj, recibiendo una heredad especial en Su Reino.

Tipos, Sombras y Patrones Redentores:

* La Tierra como Tipo del Reino: Las bendiciones territoriales son una sombra del Reino espiritual de Elohím, que se expande por toda la tierra y eventualmente se manifestará en la Nueva Yerushalayim. La prosperidad prometida no es solo material, sino espiritual, de gozo y paz en el Ruaj HaKodesh.

* Tribus como Tipo del Pueblo de Elohím: Las tribus físicas de Yisra’el son un tipo del Yisra’el de Elohím redimido, compuesto tanto por judíos como por gentiles que han sido injertados en el olivo (Romanos 11). Cada tribu, con su característica única, prefigura los diversos dones y ministerios dentro del Cuerpo de Mashíaj.

* El Monte como Centro de Adoración: El “monte” al que las naciones subirán para ofrecer sacrificios de justicia es un tipo del centro de adoración universal que se establecerá con la venida del Reino de Mashíaj. Este es un patrón recurrente en los Nevi’im.

* El León como Símbolo Mesiánico: La imagen del león para Gad es un eco del “León de la tribu de Yehudá”, Yeshúa HaMashíaj (Revelación 5:5). La fuerza y la victoria de Gad son una prefiguración de la victoria final de Yeshúa sobre todos Sus enemigos y el establecimiento de Su dominio.

Nombres y Títulos Proféticos:

* מְחֹקֵק (Meḥoqeq – Legislador): Este título, que en el contexto de la Aliyá se refiere a Moshéh, es proféticamente aplicado a Yeshúa HaMashíaj en la Brit Hadasháh. Él no solo dio la Torah, sino que la vive y la explica en su plenitud (Mateo 5:17-20). Él es el dador de la ley que escribe la Torah en los corazones (Yirmeyahu 31:33, Hebreos 8:10).

* זְבוּלֻן (Zevulun – Morada/Elevación): El nombre de Zvulún puede ser visto como una profecía de la morada de Elohím entre Su pueblo en la era mesiánica, y de la “elevación” de Su Reino sobre todas las naciones.

* גָּד (Gad – Fortuna/Tropa): El nombre de Gad y su bendición guerrera profetizan la “buena fortuna” espiritual y la victoria que la “tropa” de Mashíaj experimentará bajo Su liderazgo.

Cumplimientos Tipológicos:

Las bendiciones de Moshéh anticipan la plenitud de las bendiciones de Elohím en Yeshúa HaMashíaj. La cooperación entre Zvulún y Yisajar, donde el comercio apoya el estudio de la Torah, es un tipo de la manera en que el Reino de los Cielos se expande a través de la evangelización (salida) y la edificación espiritual (tiendas/estudio), con el apoyo mutuo de los dones y recursos. La ferocidad de Gad es un tipo del celo y la fuerza espiritual que los discípulos de Mashíaj deben poseer para avanzar el Reino, derrotando las fortalezas espirituales del enemigo.

6. Análisis Lingüístico y Midrashim Mesiánicos

Según Torah Viviente:

Un examen profundo del lenguaje y las interpretaciones midráshicas de Deuteronomio 33:18-23 revela capas de significado que resuenan con la visión mesiánica del Reino de Yeshúa HaMashíaj.

Análisis Lingüístico de Palabras Clave:

* שְׂמַח (Smaḥ – Alégrate): Esta es una exhortación imperativa a la alegría. En la Torah, la alegría no es solo una emoción, sino un estado de ser asociado con la bendición de HaShem y el cumplimiento de Sus mandamientos (Deuteronomio 16:11-15). La alegría en Mashíaj es un pilar del Reino de los Cielos (Romanos 14:17), una alegría que Yeshúa promete (Juan 15:11) y que es un fruto del Ruaj HaKodesh (Gálatas 5:22).

* בְּצֵאתֶךָ (Be-tze-te-kha – En tu salida): La raíz י-צ-א (Y-Ṣ-A), “salir”, tiene connotaciones de partida, expedición, liberación. Para Zvulún, se asocia con el comercio y la exploración. Mesiánicamente, esto apunta a la misión de los talmidim de Yeshúa de “salir” y proclamar las Buenas Nuevas (Marcos 16:15), así como a la libertad del exilio espiritual y la entrada a la heredad de Elohím.

* בְּאֹהָלֶיךָ (Be-o-ha-le-kha – En tus tiendas): El sustantivo אֹהֶל (ohel – tienda) evoca el nomadismo, pero también un lugar de residencia y estudio. Para Yisajar, “sus tiendas” simbolizan la vida de estudio y meditación en la Torah. En el Reino de los Cielos, esto subraya la importancia de “habitar” en la Palabra de Elohím (Juan 8:31), cultivando una vida de devoción y conocimiento de Mashíaj, quien es la Torah viviente.

* זִבְחֵי צֶדֶק (Zivḥei Ṣedeq – Sacrificios de justicia): Estos sacrificios no son meros rituales, sino ofrendas hechas con rectitud de corazón y conforme a la voluntad de Elohím. El profeta Hoshea 14:3 habla de “los sacrificios de nuestros labios”, y Tehilim (Salmos) 51:19 de “sacrificios de justicia”. En Yeshúa HaMashíaj, los creyentes son llamados a ofrecer “sacrificios espirituales, aceptables a Elohím por medio de Yeshúa HaMashíaj” (1 Pedro 2:5), que incluyen la alabanza, el servicio y la vida piadosa (Romanos 12:1).

* מְחֹקֵק (Meḥoqeq – Legislador): Este término se refiere a un dador de leyes, un juez o un gobernante. Mientras Moshéh fue el legislador de Yisra’el, la promesa en Génesis 49:10 (“No se apartará de Yehudá cetro, ni legislador de entre sus pies, hasta que venga Shiloh”) apunta a un futuro legislador mesiánico. Yeshúa HaMashíaj es el definitivo “Meḥoqeq”, no solo como el autor de la Torah (que Él es), sino como quien la revela en su sentido más profundo y vive de acuerdo con ella, estableciendo los mandamientos del Reino de los Cielos.

Midrashim Mesiánicos y Targumim:

* Zvulún y Yisajar: El Midrash Rabá sobre Deuteronomio (Devarim Rabá 11:7) y el Targum Yonatan ben Uziel interpretan la asociación de Zvulún y Yisajar como un pacto: Zvulún (el comerciante) provee el sustento para Yisajar (el erudito de la Torah). Este Midrash ve en esta relación un modelo para la comunidad mesiánica, donde diferentes dones y llamados se apoyan mutuamente para el avance del Reino y el estudio de la Torah de Mashíaj. Esta “asociación” es una sombra de cómo los diferentes miembros del Cuerpo de Mashíaj colaboran, algunos “saliendo” a predicar y otros “habitando en las tiendas” para orar y estudiar.

* “Pueblos, el monte convocarán allí”: Targum Onqelos y Targum Yonatan traducen “el monte” como “el monte del santuario” o “el monte del Beit HaMiqdash”, lo que indica una clara expectativa de que las naciones gentiles vendrían a adorar a HaShem en Yerushalayim. Esta es una profecía que los sabios judíos aplicaron a la era mesiánica, y que los discípulos de Yeshúa ven cumplida en Él, pues Él es el verdadero Beit HaMiqdash, y a Él vendrán todas las naciones (Juan 4:21-24).

* Gad como “leona” y el “Meḥoqeq”: El Targum Yonatan ben Uziel describe a Gad como un líder valiente y victorioso. La “porción del legislador” (חֶלְקַת מְחֹקֵק) es interpretada en Midrashim como la porción de la Torah que Moshéh les dio, o la porción de la tierra que Moshéh designó para ellos más allá del Yardén. Mesiánicamente, esto apunta a que los discípulos de Mashíaj son aquellos que han aceptado la “porción” de la Torah de Yeshúa y que son valientes en la fe.

* Textos de Qumran: Aunque no hay comentarios directos sobre Deuteronomio 33:18-23 en los Rollos del Mar Muerto, la comunidad de Qumran enfatizaba la pureza de los “sacrificios de justicia” y la importancia del estudio de la Torah para la preparación mesiánica. Su visión de una comunidad apartada dedicada a la Torah y a la justicia de Elohím resuena con la vida de Yisajar en sus tiendas y los “sacrificios de justicia” en el monte, anticipando una era de rectitud en la venida del Mashíaj y Su Reino.

7. Paralelismos Temáticos y Conexiones Redentoras

Según Torah Viviente:

Las bendiciones de Moshéh a Zvulún, Yisajar y Gad en Deuteronomio 33:18-21 revelan patrones temáticos y conexiones redentoras que se entrelazan a través de todas las Escrituras, culminando en el Reino de Yeshúa HaMashíaj.

Paralelismos Temáticos:

* La Dualidad de Acción y Contemplación: La sinergia entre Zvulún (“en tu salida”, enfocada en el comercio y la interacción con el mundo exterior) e Yisajar (“en tus tiendas”, dedicada al estudio y la contemplación de la Torah) establece un patrón temático que se repite en el plan de Elohím. Esta dualidad es fundamental en el Reino de los Cielos, donde los discípulos son llamados tanto a “ir y hacer discípulos de todas las naciones” (actividad misionera, como Zvulún) como a “permanecer en Su palabra” y “meditar en la Torah” (contemplación y estudio, como Yisajar). No hay una dicotomía, sino una complementariedad esencial para el crecimiento y la expansión del Reino. Yeshúa mismo enseñó y actuó, encarnando ambos aspectos.

* La Convocatoria de las Naciones a Tziyon: La profecía de que Zvulún e Yisajar “Pueblos, el monte convocarán allí, sacrificarán sacrificios de justicia” establece un paralelismo directo con las profecías mesiánicas en los Nevi’im (Yesha’yahu 2:2-4, Miḥah 4:1-3, Zekharyah 8:20-23) que describen cómo las naciones acudirán a Yerushalayim y al Har Tziyon en la era mesiánica para adorar a HaShem y aprender Su Torah. Esta es una visión central del Reino de los Cielos, donde Yeshúa HaMashíaj es el centro de atracción para todas las etnias.

* La Fuerza y Victoria sobre los Enemigos: La bendición de Gad, comparándolo con una “leona” que “desgarrará el brazo, incluso la cabeza”, establece un patrón de la victoria de Elohím a través de Su pueblo. Este tema resuena desde la promesa del Proto-evangelio en Génesis 3:15 sobre la simiente de la mujer que aplastaría la cabeza de la serpiente, hasta la victoria final de Yeshúa HaMashíaj en Revelación. El creyente en Mashíaj está llamado a ser valiente y fuerte en la batalla espiritual, confiando en el poder de Yeshúa para vencer.

* La Sabiduría y la Porción Divina: La “porción del legislador” (חֶלְקַת מְחֹקֵק) para Gad y la dedicación de Yisajar a sus tiendas para el estudio, resaltan el valor de la sabiduría divina y la obediencia a la Torah. Este es un patrón constante en las Escrituras, donde la bendición y la vida están ligadas a la Palabra de Elohím (Deuteronomio 30:19-20, Tehilim 1:2-3).

Conexiones Redentoras:

* Redención del Comercio y el Conocimiento: En el Reino de los Cielos, incluso las actividades mundanas como el comercio (Zvulún) y la búsqueda del conocimiento (Yisajar) son redimidas y santificadas para la gloria de Elohím. Las riquezas “de los mares” y los “tesoros escondidos” se convierten en recursos para el avance del Reino y la difusión de la sabiduría divina.

* La Adoración Universal: La promesa de que las naciones “sacrificarán sacrificios de justicia” en el monte apunta a la redención de la humanidad de la idolatría y su retorno a la adoración monoteísta del único Elohím verdadero, a través de Yeshúa HaMashíaj. Este es un aspecto clave de la obra redentora de Yeshúa, que rompe las barreras entre judíos y gentiles, uniéndolos en un solo cuerpo para adorar a HaShem.

* La Victoria de Mashíaj: La imagen de Gad como león victorioso se conecta con el cumplimiento redentor de Yeshúa como el “León de la tribu de Yehudá” (Revelación 5:5), quien ha obtenido la victoria definitiva sobre el pecado, la muerte y el adversario. Los discípulos de Mashíaj participan en esta victoria a través de Su sangre y el testimonio de Su Palabra.

* La Herencia Mesiánica: Las bendiciones territoriales de las tribus son una sombra de la heredad espiritual mucho mayor que se otorga en Yeshúa HaMashíaj. Esta herencia no se limita a una tierra física, sino que incluye la vida eterna, la comunión con Elohím y la participación en Su Reino glorioso. La justicia y los juicios de Adonái (Deuteronomio 33:21) se cumplen plenamente en la gobernanza justa de Yeshúa HaMashíaj en Su Reino.

Estos patrones se repiten a través de las Escrituras, demostrando que Elohím tiene un plan redentor cohesivo para Su pueblo y para todas las naciones, un plan que encuentra su centro y cumplimiento en la persona y obra de Yeshúa HaMashíaj. Las características de Zvulún, Yisajar y Gad se transforman y se magnifican en el contexto del Reino de los Cielos, donde cada creyente contribuye con sus dones y su vocación al propósito eterno de Elohím.

8. Descubriendo a Mashíaj – Cumplimientos Tipológicos

Según Torah Viviente:

El pasaje de Deuteronomio 33:18-23, con las bendiciones de Moshéh a Zvulún, Yisajar y Gad, revela aspectos profundos de la vida, obra y persona de Yeshúa HaMashíaj, actuando como una “sombra” profética de Su Reino.

Conexiones con Yeshúa HaMashíaj:

* Yeshúa como el Centro de la Alegría y la Salida (Zvulún): La exhortación a Zvulún, “Alégrate, Zvulún, en tu salida” (שְׂמַח זְבוּלֻן בְּצֵאתֶךָ), apunta a Yeshúa. Él es la fuente de la verdadera alegría para Su pueblo (Juan 15:11). Su “salida” (exodús, en un sentido espiritual) es Su misión de redención, que culmina en Su muerte, resurrección y ascensión, abriendo el camino para que Sus discípulos “salgan” a proclamar el Reino (Mateo 28:19). Él es el que nos llama a la acción, a la evangelización global, reflejando el espíritu “saliente” de Zvulún, pero con un propósito redentor.

* Yeshúa, la Torah Viviente y la Morada (Yisajar): Yisajar, bendecido “en tus tiendas” (בְּאֹהָלֶיךָ) por su dedicación a la Torah, prefigura a Yeshúa HaMashíaj como la encarnación de la Torah. Él es la Palabra de Elohím que se hizo carne y “habitó entre nosotros” (Juan 1:14), el Tabernáculo viviente. La “morada” de Yisajar para el estudio de la Torah halla su máxima expresión en “morar en Yeshúa” y en Su palabra (Juan 15:4-7), lo que conduce a la verdadera sabiduría y entendimiento del Reino de los Cielos. En Él se encuentran todos los tesoros de la sabiduría y el conocimiento (Colosenses 2:3).

* Yeshúa como el Convocador de las Naciones y el Sacrificio Perfecto: La profecía de que Zvulún e Yisajar “Pueblos, el monte convocarán allí, sacrificarán sacrificios de justicia” (Deut 33:19) es un claro cumplimiento en Yeshúa. Él es quien, a través de Su sacrificio perfecto en el Calvario, ha atraído a todas las naciones (Juan 12:32) al verdadero “monte” de adoración, que es Él mismo y el Reino de los Cielos. Los “sacrificios de justicia” son ahora las vidas transformadas por Su Ruaj HaKodesh, dedicadas a la rectitud y la alabanza (Romanos 12:1, Hebreos 13:15-16).

* Yeshúa como la Abundancia y los Tesoros Escondidos: “La abundancia de los mares mamarán y tesoros escondidos de la arena” (Deut 33:19) se cumple en Yeshúa, quien es la fuente de toda bendición y provisión abundante (Filipenses 4:19). Él revela los “tesoros escondidos” del Reino de los Cielos (Mateo 13:44), el conocimiento de Elohím y la vida eterna, que son más valiosos que cualquier riqueza material.

* Yeshúa como el León Victorioso (Gad): La bendición de Gad, como un “león” que “desgarrará el brazo, incluso la cabeza” (Deut 33:20), es un cumplimiento tipológico de Yeshúa HaMashíaj, el “León de la tribu de Yehudá” (Revelación 5:5). Él es el guerrero definitivo que ha vencido a todas las fuerzas de la oscuridad, “desgarrando” el poder de Satanás y sus dominios. Su victoria en la cruz y resurrección es el desgarramiento final de la “cabeza” de la serpiente (Génesis 3:15). Los discípulos de Mashíaj participan de esta victoria a través de Su poder.

* Yeshúa como el Legislador y la Primicia de la Herencia: La “porción del legislador [מְחֹקֵק] está escondida” para Gad (Deut 33:21) apunta a Yeshúa. Él es el verdadero Legislador que ha revelado la plenitud de la Torah. La “primicia” (רֵאשִׁית) que Gad ve para sí, se cumple en Yeshúa, quien es las primicias de los que durmieron (1 Corintios 15:20) y la primicia de toda la creación de Elohím (Revelación 3:14). Él asegura nuestra herencia en el Reino de los Cielos, el lugar donde la verdadera “justicia de Adonái” se obra (Deut 33:21).

Eventos Simbólicos y Patrones Redentores:

La muerte y resurrección de Yeshúa son el evento simbólico central que permite la “salida” espiritual y la “entrada” al Reino. Las características de las tribus se convierten en expresiones de la vida mesiánica: la alegría en la misión, la morada en la Palabra, la fuerza espiritual en la batalla y la participación en la herencia prometida. El patrón de bendición y herencia se redime y se eleva a un nivel espiritual y eterno en Yeshúa HaMashíaj.

Referencias a textos apócrifos y pseudepigráficos relevantes:

El Libro de Enoc y los Jubileos, aunque no canónicos, expresan la expectativa de una era de justicia perfecta y la venida de un Mesías que establecería la ley de Elohím en toda su plenitud. Las bendiciones de Moshéh, en este contexto, serían vistas como una prefiguración de las bendiciones escatológicas que el Mesías traería, donde la justicia y la Torah serían universalmente observadas, y las tribus de Yisra’el restauradas en su propósito divino.

9. Midrashim, Targumim y Textos de Qumran

Según Torah Viviente:

Las interpretaciones rabínicas tradicionales, especialmente los Midrashim y Targumim, ofrecen una rica perspectiva sobre Deuteronomio 33:18-23, que a menudo contiene semillas de conexiones mesiánicas o patrones que resuenan con la fe en Yeshúa HaMashíaj.

Interpretaciones Rabínicas Tradicionales:

* Zvulún y Yisajar: La Alianza de la Torah y el Comercio (Deut 33:18-19):

* Midrash Tanjuma (Vayiqra 25): Explica la simbiosis entre Zvulún e Yisajar. Zvulún, al estar cerca del mar, se dedicaba al comercio y la navegación, lo que le permitía sostener a Yisajar, quien se dedicaba al estudio de la Torah en sus tiendas. Este Midrash destaca una alianza espiritual-económica: “Zvulún se dedicó a la Torah de Yisajar y a los estudiantes de Torah, para que Yisajar se dedicara a la Torah.” Esta relación se ve como ideal para el pueblo de Yisra’el: algunos proveen los medios materiales mientras otros profundizan en la sabiduría divina.

* Targum Onqelos y Yonatan ben Uziel: Traducen “sacrificios de justicia” (זִבְחֵי צֶדֶק) como “sacrificios de rectitud” o “sacrificios aceptables” que se ofrecerán en el Templo de Yerushalayim. Destacan que Yisajar, por su sabiduría, enseñaría a las naciones a conocer a HaShem y a observar Sus mandamientos. Esto ya apunta a una era mesiánica donde la luz de Yisra’el (la Torah de Mashíaj) iluminaría a los gentiles.

* Conexión Mesiánica: Este Midrash prefigura la congregación mesiánica, donde hay una diversidad de dones y roles. Algunos tienen el llamado de “salir” al mundo (Zvulún) para el sustento y la misión, mientras otros se dedican al estudio profundo y la enseñanza de la Palabra de Elohím (Yisajar). Yeshúa HaMashíaj es el Maestro de la Torah, y Él encarga a Sus discípulos la doble tarea de ir y hacer discípulos (Zvulún) y de enseñarles todo lo que Él ha mandado (Yisajar), con el apoyo mutuo del Cuerpo.

* Gad: El Guerrero y el Legislador (Deut 33:20-21):

* Midrash Sifré Devarim 356: Interpreta la ferocidad de Gad (“como leona habitará y desgarrará el brazo, incluso la cabeza”) como su valentía en la batalla. Gad, al igual que Reuvén y la mitad de Menashéh, prometió liderar la vanguardia en la conquista de la tierra antes de asentarse en su propia heredad al este del Yardén. Esta interpretación subraya su lealtad al pacto y su cumplimiento de la palabra dada a Moshéh.

* Targum Yonatan ben Uziel: “La porción del legislador [מְחֹקֵק] está escondida” se refiere a que Moshéh fue enterrado en el territorio de Gad. Aunque la ubicación de la tumba de Moshéh está oculta (Deuteronomio 34:6), la tradición midráshica sugiere una conexión con el territorio de Gad. Esto honra la fidelidad de Gad a Moshéh, el legislador.

* Conexión Mesiánica: Gad como “leona” conecta con Yeshúa HaMashíaj, el “León de la tribu de Yehudá” (Revelación 5:5), que muestra la victoria del Reino de los Cielos sobre el mal. La “porción del legislador” puede ser vista como la obediencia y la herencia de la Torah de Yeshúa, que es revelada pero también “escondida” para aquellos que no tienen ojos para verla (Mateo 13:11). Los talmidim de Mashíaj, como Gad, son llamados a ser valientes guerreros espirituales, guardando los mandamientos del Legislador mesiánico.

* Textos de Qumran:

* Aunque no se han encontrado comentarios específicos de Qumran sobre Deuteronomio 33:18-23, la comunidad de Qumran estaba profundamente preocupada por la pureza de los sacrificios y la observancia de la Torah. Su énfasis en la “justicia” (צֶדֶק) y la “ley” (מִשְׁפָּט) resuena con los “sacrificios de justicia” y los “juicios de Adonái” mencionados en el pasaje. La comunidad esperaba la venida del “Maestro de Justicia” y un Mesías sacerdotal y regio que restauraría la justicia perfecta y el culto puro. Las bendiciones de Moshéh para las tribus, con su enfoque en la rectitud y la heredad, habrían sido vistas por ellos como promesas de la era mesiánica.

En resumen, los Midrashim y Targumim, al explorar las dimensiones éticas, geográficas y espirituales de estas bendiciones, abren la puerta a una comprensión más profunda de los patrones de Elohím para Su pueblo. Estas interpretaciones, a menudo, prefiguran la misión integral del Reino de Yeshúa HaMashíaj, donde la Torah es central, la misión se extiende a las naciones y la victoria de Elohím es segura.

10. Mandamientos y Principios de Vida

Según Torah Viviente:

El pasaje de Deuteronomio 33:18-23, aunque es una bendición profética de Moshéh, encierra principios de vida y mandamientos implícitos que son altamente aplicables para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos.

Mandamientos y Principios de Vida para el Reino de Yeshúa HaMashíaj:

1. Principio de Complementariedad y Apoyo Mutuo (Zvulún y Yisajar):

* Deuteronomio 33:18: “Alégrate, Zvulún, en tu salida, y Yisajar en tus tiendas.” Este pasaje subraya el principio de que dentro del pueblo de Elohím, hay diversos llamados y funciones, y deben complementarse y apoyarse mutuamente. Zvulún, el “hombre de negocios” o el “misionero saliente”, y Yisajar, el “erudito” o el “contemplativo que mora en la Palabra”, no están en conflicto, sino que forman una alianza.

* Aplicación Mesiánica: Los discípulos de Mashíaj son llamados a vivir en unidad, valorando los diferentes dones y ministerios. Aquellos que “salen” al mundo para el sustento, la labor secular o la evangelización, deben apoyar a aquellos que están más dedicados al estudio y la oración, y viceversa. Esta interdependencia refleja el funcionamiento del Cuerpo de Mashíaj (1 Corintios 12:12-27), donde cada miembro es vital y debe buscar la edificación del otro para el avance del Reino.

2. Principio de la Rectitud en la Adoración y la Provisión Divina (Zvulún y Yisajar):

* Deuteronomio 33:19: “Pueblos, el monte convocarán allí, sacrificarán sacrificios de justicia, porque la abundancia de los mares mamarán y tesoros escondidos de la arena.” Este versículo establece que la prosperidad y la provisión de Elohím deben llevar a la adoración y a la enseñanza de la justicia. La riqueza no es un fin en sí misma, sino un medio para glorificar a HaShem y atraer a otros a Él. Los “sacrificios de justicia” implican una vida de rectitud y una adoración sincera, no meros rituales.

* Aplicación Mesiánica: Los discípulos de Yeshúa HaMashíaj deben reconocer que todas las bendiciones, ya sean materiales o espirituales, provienen de Elohím (Yaakov 1:17). Nuestra prosperidad debe ser utilizada para el Reino, trayendo a otros al “monte” de Mashíaj a través de la proclamación del evangelio. La adoración verdadera en el Reino de los Cielos se caracteriza por el Ruaj y la verdad (Juan 4:24), y por una vida de obediencia que es un “sacrificio vivo y santo” (Romanos 12:1).

3. Principio de la Valentía Espiritual y la Fidelidad (Gad):

* Deuteronomio 33:20-21: “Bendito el que ensancha a Gad; como leona habitará y desgarrará el brazo, incluso la cabeza… la justicia de Adonái hizo y sus juicios con Yisra’el.” Gad es bendecido por su fuerza guerrera y su cumplimiento de la justicia de HaShem. Esto implica el mandamiento de ser valientes, defender la verdad y cumplir la voluntad divina.

* Aplicación Mesiánica: Los discípulos de Mashíaj son llamados a ser valientes y fuertes en la fe (Yehoshúa 1:9), no para la conquista física de tierras, sino para la batalla espiritual contra las fuerzas de la oscuridad (Efesios 6:12). La “leona” de Gad simboliza la autoridad y el poder que Yeshúa HaMashíaj ha dado a Sus seguidores para “desgarrar” las obras del adversario (Lucas 10:19). Este principio nos llama a vivir conforme a la “justicia de Adonái” y Sus “juicios” (la Torah de Mashíaj), mostrando fidelidad incluso en la lucha.

Contexto Práctico y Aplicable Detallado:

Estos principios nos enseñan que la vida en el Reino de Yeshúa HaMashíaj es una vida de propósito dual: una inmersión profunda en la Palabra de Elohím y una extensión activa de Su Reino. La prosperidad y los recursos deben ser canalizados hacia la gloria de HaShem y el bien común, atrayendo a las naciones a la luz del Mashíaj. Además, el discipulado en Yeshúa requiere valentía inquebrantable, una disposición a enfrentar desafíos y una firmeza en la justicia y los mandamientos de Elohím, sabiendo que Él es quien “ensancha” y nos da la victoria.

11. Preguntas de Reflexión Mesiánica

Según Torah Viviente:

Para profundizar en la aplicación de esta Aliyá y sus conexiones mesiánicas en nuestras vidas como discípulos de Yeshúa HaMashíaj, consideremos las siguientes preguntas:

1. La Simbiosis de Zvulún e Yisajar: Las bendiciones de Moshéh a Zvulún y Yisajar describen una profunda interdependencia entre la acción en el mundo (“tu salida”) y la inmersión en la Torah (“tus tiendas”). En el Reino de los Cielos, ¿cómo podemos, como individuos y como comunidad, fomentar esta simbiosis de actividad misionera y estudio de la Palabra de Elohím, asegurando que uno alimente y fortalezca al otro? ¿Qué papel juega Yeshúa HaMashíaj como el puente perfecto entre la acción y la contemplación divina en nuestras vidas?

* Análisis Reflexivo: Esta pregunta invita a los discípulos a evaluar su equilibrio personal y comunitario entre el servicio práctico y la vida de devoción. Se explora cómo Yeshúa modeló esta simbiosis: Su vida activa de ministerio estuvo siempre anclada en Su profunda comunión con el Padre y Su conocimiento de las Escrituras. Se busca aplicar esto a la propia vida, para que la “salida” no esté vacía de contenido espiritual y las “tiendas” no se aíslen de la necesidad del mundo.

2. Los “Sacrificios de Justicia” en el Monte Mesiánico: La profecía de que las naciones “sacrificarán sacrificios de justicia” en el monte (Deuteronomio 33:19) se cumple en el Reino de Yeshúa HaMashíaj. ¿Cómo se manifiestan hoy estos “sacrificios de justicia” en la vida de un discípulo de Mashíaj y en la congregación? ¿De qué manera nuestras vidas diarias, nuestras acciones y nuestra adoración atraen a las naciones al “monte” de Elohím, y cómo Yeshúa es el centro de esta atracción?

* Análisis Reflexivo: Esta pregunta profundiza en el significado de la adoración y la vida piadosa en el contexto del Reino. Se reflexiona sobre cómo la justicia de Elohím, manifestada en Yeshúa, transforma la adoración de ritual a una ofrenda de vida. Se explora la responsabilidad de los discípulos de ser luz y sal, atrayendo a otros no por imposición, sino por el testimonio de vidas que reflejan la justicia y el amor de Mashíaj.

3. La Fortaleza del “León de Gad” en la Batalla Espiritual: La imagen de Gad como una “leona” feroz y victoriosa (Deuteronomio 33:20) nos habla de la fuerza y la autoridad para superar a los adversarios. Considerando que Yeshúa es el “León de la tribu de Yehudá”, ¿cómo podemos, como discípulos de Mashíaj, manifestar la valentía y la fuerza espiritual de Gad en nuestra lucha contra el mal, manteniendo la “justicia de Adonái” y Sus “juicios” como nuestro estandarte? ¿Qué significa “desgarrar el brazo, incluso la cabeza” del enemigo en nuestra era, y cómo lo logramos a través del poder de Yeshúa?

* Análisis Reflexivo: Esta pregunta aborda la guerra espiritual que enfrentan los discípulos de Yeshúa. Se analiza cómo la fortaleza no proviene de la carne, sino del Ruaj HaKodesh y de la autoridad delegada por Yeshúa. Se invita a reflexionar sobre las “armas” espirituales (Efesios 6:10-18) y cómo la obediencia a la Torah de Mashíaj y la fidelidad a Su Reino son fundamentales para la victoria. Se explora la confianza en Yeshúa, el verdadero León, para desarmar las fortalezas del adversario.

12. Resumen de Conexiones Mesiánicas

Según Torah Viviente:

Esta Aliyá 4 de Parashá V’Zot HaBerajá, que presenta las bendiciones de Moshéh a las tribus de Zvulún, Yisajar y Gad, es un tapiz profético que apunta inconfundiblemente al Reino de Yeshúa HaMashíaj. Las bendiciones de Zvulún e Yisajar, con su sinergia de actividad y estudio, prefiguran la misión integral de los discípulos de Mashíaj, que consiste tanto en proclamar el evangelio a las naciones (“su salida”) como en morar profundamente en la Torah viviente de Yeshúa (“sus tiendas”). La promesa de que las naciones vendrán al “monte” para ofrecer “sacrificios de justicia” es una clara profecía del cumplimiento mesiánico, donde Yeshúa es el centro de adoración y Su Reino atrae a toda la humanidad. La bendición de Gad como una “leona” victoriosa se cumple en Yeshúa HaMashíaj, el “León de la tribu de Yehudá”, quien ha desarmado al adversario y otorga a Sus seguidores la fuerza para superar las pruebas espirituales, viviendo en la “justicia de Adonái” que Él ha revelado. Así, cada faceta de estas bendiciones ancestrales se transforma y se perfecciona en Yeshúa, quien es el centro de todas las Escrituras y la plenitud del Reino de los Cielos.

13. Tefiláh (Oración)

Según Torah Viviente:

Padre Celestial, Elohím de Avraham, Yitzḥak y Yaakov, te damos gracias por la profunda revelación contenida en la Aliyá de V’Zot HaBerajá, que nos muestra la sabiduría y el amor de Tu plan redentor para Tu pueblo Yisra’el y para todas las naciones. Agradecemos por las conexiones mesiánicas que descubrimos en las bendiciones de Zvulún, Yisajar y Gad, revelando a Yeshúa HaMashíaj como el cumplimiento de toda promesa y la fuente de toda bendición. Te pedimos, Adonái, que nos des la sabiduría de Yisajar para meditar en Tu Torah y en la vida de Yeshúa, y la pasión de Zvulún para “salir” y proclamar Su Reino con alegría. Fortalécenos, como a Gad, con la valentía de Tu Ruaj HaKodesh, para enfrentar las batallas espirituales, sabiendo que Yeshúa, el León de Yehudá, ya ha obtenido la victoria. Que nuestras vidas sean “sacrificios de justicia” que atraigan a los pueblos a Tu “monte” santo, para que Tu Nombre sea glorificado en toda la tierra a través de Yeshúa HaMashíaj, nuestro Rey y Redentor. Amén.

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Parashá 54 Vezot Habrajá (וזאת הברכה) – Aliyah 3

Aliyáh 3: (Deuteronomio 33:13-17) Moshé bendice a Yosef (Efraín y Menashé) con abundancia y fuerza.
Haftaráh: Ezequiel 37:15-28 (La unificación de las tribus de Efraín y Yehudá bajo un solo rey).
Brit Hadasháh: Juan 10:16 (Yeshúa, el buen pastor, une a Sus ovejas).

Desde el centro de estudios del Reino de Yeshúa HaMashíaj, inmersos en la profundidad de las Escrituras Sagradas, y con el Ruaj HaKodesh como guía en este sagrado estudio. Nos adentramos en la Parashá V’Zot HaBerajá, la última porción de la Torah, que resuena con las bendiciones finales de Moshéh a las tribus de Yisra’el antes de su ascenso a la presencia de Adonái. En esta Aliyá 3, enfocaremos nuestra atención en la bendición otorgada a la tribu de Yosef, un pasaje cargado de significado profético y tipológico que apunta inequívocamente a Yeshúa HaMashíaj, el centro y cumplimiento de toda la Torah y los Profetas. Que HaShem nos conceda discernimiento y revelación para desentrañar Sus verdades ocultas.

Tema: La bendición de la tribu de Yosef

1. Texto Hebreo Interlineal

Pasaje: Deuteronomio 33:13-33:17

Texto Hebreo OriginalFonética TiberianaTraducción Palabra por PalabraTraducción Literal del Verso
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וּלְיוֹסֵף אָמַרU-le-yosef amarY a Yosef אָמַר (amar – verbo, Qal perfecto, 3ra persona singular masculino, “dijo” o “habló”). Gramaticalmente, “y dijo a Yosef”. Connotación de pronunciamiento solemne y autoritativo.Y a Yosef dijo: “Bendita por Adonái su tierra,”
מְבֹרֶכֶת יְהוָהMe-vorekhet AdonáiBendita מְבֹרֶכֶת (me-vorekhet – participio pasivo, singular femenino, “bendecida”). Procede de la raíz ברך (barakh), significando “arrodillarse”, “bendecir”. Denota una acción divina de conferir favor y prosperidad. Por Adonái יְהוָה (Adonái – el Tetragramatón, pronunciado Adonái, el Nombre inefable de Elohím). Indica que la bendición tiene su origen y poder en el Creador mismo.Y a Yosef dijo: “Bendita por Adonái su tierra,”
אַרְצוֹAr-ṣosu tierra אַרְצוֹ (ar-ṣo – sustantivo, singular femenino, “tierra”; sufijo posesivo, 3ra persona singular masculino, “su”). Se refiere al territorio y la herencia de la tribu de Yosef, que incluye a Efrayim y Menasheh.Y a Yosef dijo: “Bendita por Adonái su tierra,”
מִמֶּגֶד שָׁמַיִםMi-me-ged šamayimpor lo precioso מִמֶּגֶד (mi-me-ged – preposición מִן (min), “de/por”; sustantivo מֶגֶד (meged), “lo precioso”, “excelencia”, “fruto selecto”). Implica lo más excelente o lo mejor. De los cielos שָׁמַיִם (šamayim – sustantivo, plural, “cielos”, “firmamento”). Fuente de las lluvias y el rocío, símbolo de la provisión divina desde arriba.por lo precioso de los cielos, del rocío, y del abismo que yace debajo,
מִטַּל וּמִתְּהוֹםMi-ṭal u-mi-te-homdel rocío מִטַּל (mi-ṭal – preposición מִן (min), “de”; sustantivo טַל (ṭal), “rocío”). Representa la fertilidad, la frescura y la provisión sutil pero constante de Elohím. Y del abismo וּמִתְּהוֹם (u-mi-te-hom – conjunción וְ (ve), “y”; preposición מִן (min), “de”; sustantivo תְּהוֹם (tehom), “abismo”, “profundidad”). Se refiere a las aguas subterráneas, manantiales y fuentes, indicando la fertilidad de la tierra desde sus profundidades.por lo precioso de los cielos, del rocío, y del abismo que yace debajo,
רֹבֶצֶת תָּחַת׃Ro-vetzeṭ taḥatque yace רֹבֶצֶת (ro-vetzeṭ – participio activo, singular femenino, “que yace”, “que reposa”). Describe la presencia de las aguas subterráneas. Debajo תָּחַת (taḥat – preposición, “debajo”, “bajo”). Indica la posición del abismo en relación con la superficie de la tierra.por lo precioso de los cielos, del rocío, y del abismo que yace debajo,
וּמִמֶּגֶד תְּבוּאֹתU-mi-me-ged te-vu’otY por lo precioso וּמִמֶּגֶד (u-mi-me-ged – conjunción וְ (ve), “y”; preposición מִן (min), “de/por”; sustantivo מֶגֶד (meged), “lo precioso”). Reitera la excelencia. De los frutos תְּבוּאֹת (te-vu’ot – sustantivo, plural femenino, “frutos”, “productos”, “cosechas”). Se refiere a los productos agrícolas de la tierra.Y por lo precioso de los frutos del sol, y por lo precioso de las producciones de la luna,
שֶׁמֶשׁšemešdel sol שֶׁמֶשׁ (šemeš – sustantivo, singular masculino, “sol”). Fuente de calor y luz esencial para el crecimiento de las plantas, simbolizando la energía vital.Y por lo precioso de los frutos del sol, y por lo precioso de las producciones de la luna,
וּמִמֶּגֶד גֶּרֶשׁU-mi-me-ged gerešY por lo precioso וּמִמֶּגֶד (u-mi-me-ged – conjunción וְ (ve), “y”; preposición מִן (min), “de/por”; sustantivo מֶגֶד (meged), “lo precioso”). De las producciones גֶּרֶשׁ (gereš – sustantivo, singular masculino, “producción”, “lo que brota”). Se refiere a los brotes y el crecimiento vegetal.Y por lo precioso de los frutos del sol, y por lo precioso de las producciones de la luna,
יְרָחִים׃Ye-ra-ḥimde la luna יְרָחִים (ye-ra-ḥim – sustantivo, plural masculino, “meses”, “lunas”). La luna influye en los ciclos agrícolas y las mareas, y por extensión, en la fertilidad estacional de la tierra.Y por lo precioso de los frutos del sol, y por lo precioso de las producciones de la luna,
וּמֵרֹאשׁ הַרְרֵיU-me-ro’š ha-re-reiY de lo mejor וּמֵרֹאשׁ (u-me-ro’š – conjunción וְ (ve), “y”; preposición מִן (min), “de”; sustantivo רֹאשׁ (ro’š), “cabeza”, “cima”, “lo mejor”). Refiere a la cumbre o la excelencia de algo. De las montañas הַרְרֵי (ha-re-rei – sustantivo, plural constructo, “montañas de”). Las montañas son símbolos de permanencia, fuerza y, a menudo, lugares de bendición y santidad.Y de lo mejor de las montañas antiguas, y por lo precioso de las colinas eternas,
קֶדֶםqedemantiguas קֶדֶם (qedem – sustantivo, “antigüedad”, “oriente”, “eternidad”). Aquí, se refiere a las montañas que existen desde tiempos inmemoriales, simbolizando su estabilidad y las bendiciones duraderas asociadas con ellas.Y de lo mejor de las montañas antiguas, y por lo precioso de las colinas eternas,
וּמִמֶּגֶד גִּבְעוֹתU-mi-me-ged giv’otY por lo precioso וּמִמֶּגֶד (u-mi-me-ged – conjunción וְ (ve), “y”; preposición מִן (min), “de/por”; sustantivo מֶגֶד (meged), “lo precioso”). De las colinas גִּבְעוֹת (giv’ot – sustantivo, plural femenino, “colinas”). Elevaciones menores, también fuentes de recursos y tierras fértiles.Y de lo mejor de las montañas antiguas, y por lo precioso de las colinas eternas,
עוֹלָם׃O-lameternas עוֹלָם (olam – sustantivo, singular masculino, “eternidad”, “larga duración”). En este contexto, describe la longevidad y la permanencia de las bendiciones asociadas con las características geográficas.Y de lo mejor de las montañas antiguas, y por lo precioso de las colinas eternas,
וּמִמֶּגֶד אֶרֶץU-mi-me-ged ereṣY por lo precioso וּמִמֶּגֶד (u-mi-me-ged – conjunción וְ (ve), “y”; preposición מִן (min), “de/por”; sustantivo מֶגֶד (meged), “lo precioso”). De la tierra אֶרֶץ (ereṣ – sustantivo, singular femenino, “tierra”, “país”). Se refiere a la productividad general de la tierra.Y por lo precioso de la tierra y su plenitud, y la buena voluntad de Aquel que mora en la zarza.
וּמְלֹאָהּU-me-lo’ahy su plenitud וּמְלֹאָהּ (u-me-lo’ah – conjunción וְ (ve), “y”; sustantivo מְלֹא (melo’), “plenitud”; sufijo posesivo, 3ra persona singular femenino, “su”). Implica la abundancia de recursos naturales y la riqueza que la tierra proporciona.Y por lo precioso de la tierra y su plenitud, y la buena voluntad de Aquel que mora en la zarza.
וּרְצוֹן שֹׁכְנִיU-re-ṣon šokh-niY la buena voluntad וּרְצוֹן (u-re-ṣon – conjunción וְ (ve), “y”; sustantivo רָצוֹן (raṣon), “voluntad”, “favor”, “deleite”). La aprobación y el favor divinos. De Aquel que mora שֹׁכְנִי (šokh-ni – participio activo, singular masculino, “que mora”, “que habita”; sufijo posesivo, 1ra persona singular, “Mi” o “de Mí”). Se refiere a la presencia de Adonái.Y por lo precioso de la tierra y su plenitud, y la buena voluntad de Aquel que mora en la zarza.
סְנֶה׃Senehen la zarza סְנֶה (seneh – sustantivo, singular masculino, “zarza”, “espino”). Referencia directa a la revelación de Adonái a Moshéh en el Horev (Éxodo 3). Simboliza la presencia santa y milagrosa de Elohím.Y por lo precioso de la tierra y su plenitud, y la buena voluntad de Aquel que mora en la zarza.
תָּבוֹאתָה לְרֹאשׁTa-vo’tah le-ro’šVenga תָּבוֹאתָה (ta-vo’tah – verbo, Qal imperfecto, 3ra persona singular femenino, con un sufijo de dirección, “que venga”, “que llegue”). A la cabeza לְרֹאשׁ (le-ro’š – preposición לְ (le), “a/para”; sustantivo רֹאשׁ (ro’š), “cabeza”, “cima”). Que estas bendiciones se posen sobre Yosef, otorgándole preeminencia.Venga a la cabeza de Yosef, y a la coronilla del que fue distinguido de entre sus hermanos.
יוֹסֵףYosefde Yosef יוֹסֵף (Yosef – nombre propio, “Yosef”).Venga a la cabeza de Yosef, y a la coronilla del que fue distinguido de entre sus hermanos.
וּלְקָדְקֹד נְזִירU-le-qod-qod ne-zirY a la coronilla וּלְקָדְקֹד (u-le-qod-qod – conjunción וְ (ve), “y”; preposición לְ (le), “a/para”; sustantivo קָדְקֹד (qodqod), “coronilla”, “parte superior de la cabeza”). Símbolo de autoridad, dignidad y santidad. Del que fue distinguido נְזִיר (ne-zir – sustantivo, singular masculino, “nazareo”, “consagrado”, “distinguido”). Aquí, se refiere a Yosef como alguien apartado o especial entre sus hermanos, lo que recuerda su pureza y su papel único.Venga a la cabeza de Yosef, y a la coronilla del que fue distinguido de entre sus hermanos.
אֶחָיו׃E-ḥavde sus hermanos אֶחָיו (e-ḥav – sustantivo, plural constructo, “hermanos de”; sufijo posesivo, 3ra persona singular masculino, “sus”). Resalta la posición singular de Yosef en relación con el resto de la familia.Venga a la cabeza de Yosef, y a la coronilla del que fue distinguido de entre sus hermanos.
בְּכוֹר שׁוֹרוֹBe-khor šo-roEl primogénito בְּכוֹר (be-khor – sustantivo, singular masculino, “primogénito”, “primer nacido”). Refiriéndose a Efrayim, quien recibió la bendición de Yaakov por encima de Menasheh. De su toro שׁוֹרוֹ (šo-ro – sustantivo, singular masculino, “toro”, “buey”; sufijo posesivo, 3ra persona singular masculino, “su”). El toro o buey es un símbolo de fuerza, trabajo, fertilidad y poder en la antigüedad.Su primogénito es como el toro, su hermosura, y sus cuernos son cuernos de re’em.
הָדָר לוֹHa-dar losu hermosura הָדָר (ha-dar – sustantivo, singular masculino, “esplendor”, “majestad”, “hermosura”). Describe la grandeza y el honor. De él לוֹ (lo – preposición לְ (le), “a/para”; pronombre, 3ra persona singular masculino, “él”). Las cualidades del toro se atribuyen a Yosef (Efrayim).Su primogénito es como el toro, su hermosura, y sus cuernos son cuernos de re’em.
וְקַרְנֵי רְאֵםVe-qar-nei re’emY cuernos וְקַרְנֵי (ve-qar-nei – conjunción וְ (ve), “y”; sustantivo, plural constructo, “cuernos de”). Los cuernos son símbolos de poder, fuerza, dominio y victoria. De re’em רְאֵם (re’em – sustantivo, singular masculino, “re’em”, “buey salvaje”, “unicornio”). Un animal poderoso y formidable, conocido por su fuerza indomable y su capacidad de embestir.Su primogénito es como el toro, su hermosura, y sus cuernos son cuernos de re’em.
קַרְנָיוQar-navsus cuernos קַרְנָיו (qar-nav – sustantivo, plural, “cuernos”; sufijo posesivo, 3ra persona singular masculino, “sus”). Reafirma la imagen de poder.Su primogénito es como el toro, su hermosura, y sus cuernos son cuernos de re’em.
בָּהֶם עַמִּיםBa-hem amimCon ellos בָּהֶם (ba-hem – preposición בְּ (be), “en/con”; pronombre, 3ra persona plural masculino, “ellos”). Se refiere a los cuernos. Pueblos עַמִּים (amim – sustantivo, plural masculino, “pueblos”, “naciones”).Con ellos corneará a los pueblos, todos juntos hasta los confines de la tierra.
יְנַגַּח יַחְדָּוYe-na-gaḥ yaḥ-davcorneará יְנַגַּח (ye-na-gaḥ – verbo, Piel imperfecto, 3ra persona singular masculino, “él corneará”, “él empujará”, “él atacará”). Representa la acción de someter o conquistar. Juntos יַחְדָּו (yaḥ-dav – adverbio, “juntos”, “unidos”). Refiere a la acción colectiva o completa.Con ellos corneará a los pueblos, todos juntos hasta los confines de la tierra.
אַפְסֵי אָרֶץAf-sei areṣlos confines אַפְסֵי (af-sei – sustantivo, plural constructo, “confines de”, “extremos de”). Indica los límites o las fronteras. De la tierra אָרֶץ (areṣ – sustantivo, singular femenino, “tierra”, “mundo”). Denota la vasta extensión del alcance de su poder.Con ellos corneará a los pueblos, todos juntos hasta los confines de la tierra.
וְהֵם רִבְבוֹתVe-hem riv-votY ellos וְהֵם (ve-hem – conjunción וְ (ve), “y”; pronombre, 3ra persona plural masculino, “ellos”). Se refiere a los descendientes de Efrayim y Menasheh. Son miríadas רִבְבוֹת (riv-vot – sustantivo, plural femenino, “miríadas”, “decenas de millares”, “multitudes”). Significa una inmensa cantidad, gran número.Y ellos son las miríadas de Efrayim, y ellos son los millares de Menasheh.
אֶפְרָיִםE-frayimde Efrayim אֶפְרָיִם (Efrayim – nombre propio, “Efrayim”). El hijo menor de Yosef, pero bendecido por Yaakov como el primogénito.Y ellos son las miríadas de Efrayim, y ellos son los millares de Menasheh.
וְהֵם אַלְפֵיVe-hem al-feiY ellos וְהֵם (ve-hem – conjunción וְ (ve), “y”; pronombre, 3ra persona plural masculino, “ellos”). Son los millares אַלְפֵי (al-fei – sustantivo, plural constructo, “millares de”, “miles de”). Un gran número, aunque menor que las “miríadas”.Y ellos son las miríadas de Efrayim, y ellos son los millares de Menasheh.
מְנַשֶּׁה׃Me-na-šehde Menasheh מְנַשֶּׁה (Menasheh – nombre propio, “Menasheh”). El hijo mayor de Yosef. La diferencia en la cantidad (miríadas vs. millares) refleja la bendición de Yaakov en Génesis 48.Y ellos son las miríadas de Efrayim, y ellos son los millares de Menasheh.

2. Haftaráh

Pasaje: Yehoshúa (Josué) 1:1-18

Análisis según Torah Viviente:

La Haftaráh para la Parashá V’Zot HaBerajá tradicionalmente se toma de Yehoshúa 1:1-18. Aunque esta Aliyá se enfoca específicamente en la bendición de Yosef, la Haftaráh conecta magistralmente con el tema general de las bendiciones de Moshéh y la transición de liderazgo, que en sí mismo es una bendición profética para Yisra’el. La bendición de Yosef en Deuteronomio 33:13-17 enfatiza la fertilidad, la abundancia de la tierra y la fuerza militar para “cornear a los pueblos hasta los confines de la tierra” (Devarim 33:17). Esta promesa de posesión territorial y victoria resuena directamente con la comisión de Yehoshúa en la Haftaráh.

En Yehoshúa 1, Adonái instruye a Yehoshúa a ser fuerte y valiente, asegurándole que la tierra prometida será suya y que Él estará con él, así como estuvo con Moshéh. La instrucción de Adonái a Yehoshúa: “Sé fuerte y valiente, porque tú harás que este pueblo herede la tierra que juré a sus padres que les daría” (Yehoshúa 1:6), es un eco directo de las bendiciones dadas a las tribus. La bendición de Yosef, con su énfasis en la riqueza agrícola (“lo precioso de los cielos”, “del rocío”, “del abismo”, “frutos del sol y la luna”) y la capacidad de dominio militar (“cuernos de re’em”), encuentra su cumplimiento inicial en la era de Yehoshúa. Las tribus de Efrayim y Menasheh, descendientes de Yosef, recibirían una porción significativa de la tierra y jugarían un papel crucial en su conquista y establecimiento.

El Targum Yonatan sobre Devarim 33:17 interpreta los “cuernos de re’em” como una alusión a los líderes militares que surgirían de Yosef, específicamente a Yehoshúa, que era de la tribu de Efrayim. Este Midrash mesiánico ve en Yehoshúa el cumplimiento parcial de la fuerza y la conquista prometidas a Yosef. Adonái le dice a Yehoshúa: “Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida” (Yehoshúa 1:5), lo que directamente resuena con la promesa de la fuerza de Yosef.

Las conexiones mesiánicas son profundas. Yehoshúa (Josué) es un tipo del Maran Yeshúa HaMashíaj, cuyo nombre es idéntico en hebreo y arameo. Así como Yehoshúa llevó a Yisra’el a la herencia terrenal, Yeshúa HaMashíaj nos guía a la herencia espiritual del Reino de Elohím. La promesa de que Adonái no abandonaría ni desampararía a Yehoshúa (Yehoshúa 1:5) es una sombra de la fidelidad eterna de Elohím a Su Mashíaj y a Su pueblo redimido. El énfasis en la meditación de la Torah “día y noche” (Yehoshúa 1:8) para prosperar y tener éxito, establece un patrón redentor para el discípulo de Yeshúa, quien encuentra la verdadera vida y prosperidad en la obediencia a la Torah de Mashíaj y a Sus enseñanzas. La fuerza y valentía para la conquista de la tierra prometida son patrones de la fuerza espiritual que los discípulos necesitan para vivir y expandir el Reino de los Cielos, “corneando” espiritualmente las fortalezas del enemigo bajo la autoridad de Yeshúa.

3. Brit Hadasháh (Nuevo Pacto)

Pasaje: Efesios 1:3-6

Análisis según Torah Viviente:

El pasaje de Efesios 1:3-6 establece una conexión profunda y gloriosa con la bendición de Yosef y el Reino de los Cielos. Moshéh bendice a Yosef con “todo lo precioso de los cielos, del rocío, y del abismo que yace debajo… de las montañas antiguas… de la tierra y su plenitud” (Devarim 33:13-16), prometiendo una abundancia material y una fecundidad inmensa. Sha’ul, en Efesios 1:3, eleva esta promesa a una esfera espiritual, declarando: “Bendito sea el Elohím y Padre de nuestro Maran Yeshúa HaMashíaj, que nos ha bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Mashíaj”.

Aquí, el cumplimiento mesiánico es vívido. La “tierra” y su “plenitud” de la bendición de Yosef se expanden a “los lugares celestiales” en Mashíaj Yeshúa. Las bendiciones de Adonái no se limitan a lo terrenal y temporal, sino que se magnifican en lo espiritual y eterno a través de Yeshúa. La fertilidad prometida a Yosef (“miríadas de Efrayim, y millares de Menasheh”) encuentra su tipo en la multiplicación espiritual de los discípulos de Mashíaj, que son innumerables y provienen de todas las naciones, bendecidos con una herencia que supera cualquier posesión terrenal.

Los textos apócrifos y pseudepigráficos, como el Testamento de los Doce Patriarcas (especialmente el Testamento de Yosef), a menudo magnifican la figura de Yosef como un ejemplo de rectitud, paciencia y provisión. Estas obras, aunque no canónicas, reflejan la alta estima en que se tenía a Yosef, lo que intensifica su papel como un tipo de Mashíaj. Yeshúa es el supremo “nazareo” (Ne-zir), el apartado y consagrado por excelencia, sobre quien reposa toda la buena voluntad de Adonái (como “Aquel que mora en la zarza”), y a quien le ha sido dado toda autoridad en el cielo y en la tierra.

La bendición de ser “escogidos en él antes de la fundación del mundo” (Efesios 1:4) se conecta con la idea de una bendición que precede a la existencia, una provisión divina que va más allá de lo meramente material para abrazar la redención misma. Así como la bendición de Yosef fue una promesa de abundancia para sus descendientes, la bendición en Mashíaj es una promesa de santidad, sin culpa y amor para todos los que están en Él, preordenada por la voluntad de Adonái. Yeshúa HaMashíaj es el cumplimiento supremo de esta bendición de Yosef, siendo Él la fuente de toda riqueza espiritual, la vid verdadera de donde procede todo fruto espiritual, y el Ungido que “corneará” a las potestades de la oscuridad hasta los confines del Reino, extendiendo la herencia de Elohím a todos los que creen. En Él, los discípulos reciben la doble porción de la herencia del Ruaj HaKodesh, la primogenitura espiritual y la victoria sobre las naciones del pecado.

4. Contexto Histórico y Arqueológico

La bendición de Moshéh a Yosef se pronuncia en un momento crucial de la historia de Yisra’el: al final de los cuarenta años de peregrinación por el desierto, con la Tierra Prometida a la vista y el liderazgo a punto de pasar a Yehoshúa. Las palabras de Moshéh no son meras felicitaciones, sino una declaración profética que moldearía la identidad y el destino de la tribu de Yosef, a través de sus hijos Efrayim y Menasheh.

Históricamente, Yosef fue el hijo favorito de Yaakov y jugó un papel central en la preservación de su familia durante la hambruna en Mitzrayim. Su historia es un paradigma de sufrimiento que conduce a la salvación y la exaltación. La bendición de Moshéh refleja esta preeminencia, otorgándole a Yosef (Efrayim y Menasheh) una porción doble de la tierra, simbolizada por sus dos tribus. Geográficamente, estas tribus heredarían algunas de las tierras más fértiles del centro de Kena’an, incluyendo el monte Efrayim, una región de colinas ricas en agricultura y bien regadas.

Arqueológicamente, los hallazgos en sitios como Shejem, Silo y Betel, ubicados dentro del territorio asignado a Efrayim, confirman una ocupación temprana y significativa por parte de los israelitas. Estos sitios revelan evidencia de prácticas agrícolas intensivas que se alinean con la descripción de la bendición: “lo precioso de los cielos, del rocío… del abismo que yace debajo… de los frutos del sol… de las montañas antiguas… y las colinas eternas”. La presencia de sistemas de irrigación, terrazas agrícolas en las laderas de las colinas y depósitos de agua subterráneos demuestran la explotación de los recursos naturales de la región tal como la bendición lo anticipaba. La fertilidad de estas tierras era crucial para la subsistencia y el crecimiento demográfico de las tribus de Yosef.

Además, la bendición menciona “cuernos de re’em” y la capacidad de “cornear a los pueblos”, indicando una fuerte capacidad militar. Históricamente, Efrayim se convirtió en una de las tribus más poderosas y dominantes en el Reino del Norte (Yisra’el). La fortaleza de su ejército y su liderazgo se evidencian en episodios de la historia temprana de Yisra’el, donde Efrayim a menudo tomó la delantera en batallas y asuntos políticos. La arqueología ha revelado fortificaciones y evidencias de conflictos militares en la región central, confirmando la naturaleza estratégica y a menudo belicosa de estas tribus. La “buena voluntad de Aquel que mora en la zarza” conecta la bendición directamente con la presencia y el favor divinos, recordando la teofanía en el Sinaí y la continua guía de Adonái a Su pueblo, un elemento esencial en la cosmovisión israelita para la prosperidad y la victoria.

5. Profecías Mesiánicas y Tipos Bíblicos

La bendición de Yosef es un tesoro de profecías mesiánicas y tipos bíblicos que apuntan directamente a Yeshúa HaMashíaj. Yosef mismo es, en muchos aspectos, el prototipo más claro de Mashíaj en los Nevi’im.

1. Yosef como Tipo de Mashíaj:

* Rechazo y Exaltación: Yosef fue odiado por sus hermanos, vendido por veinte piezas de plata (Génesis 37:28), y falsamente acusado, lo que lo llevó a la prisión. Sin embargo, Adonái lo exaltó a la mano derecha del Faraón, convirtiéndolo en el salvador de su propia familia y de muchas naciones. De la misma manera, Yeshúa HaMashíaj fue rechazado por Su propio pueblo, vendido por treinta piezas de plata, sufrió y fue crucificado, pero Elohím lo resucitó y lo sentó a Su diestra, haciéndolo el Salvador del mundo entero.

* Provisión y Sustento: Yosef proveyó pan para su familia y Mitzrayim, salvándolos de la hambruna. Yeshúa es el “Pan de Vida” (Yoḥanan 6:35), que da vida eterna y sustento espiritual a todos los que vienen a Él.

* Reconciliación: Yosef se reconcilió con sus hermanos, perdonándolos y restaurando la unidad familiar. Yeshúa HaMashíaj, a través de Su sacrificio, reconcilia a la humanidad con Elohím y une a Yisra’el y a las naciones en un nuevo pacto.

2. Abundancia y Fecundidad Mesiánica: La bendición de Yosef describe una tierra de abundancia incomparable: “lo precioso de los cielos, del rocío… de los frutos del sol… de las montañas… de la tierra y su plenitud”. Esto tipifica la inmensa riqueza espiritual que Yeshúa HaMashíaj trae a Su Reino. Él es la fuente de toda bendición celestial, de la lluvia tardía del Ruaj HaKodesh, y de la plenitud de vida en la presencia de Elohím. La “plenitud” de la tierra se traduce en la “plenitud de Mashíaj” (Efesios 4:13) que habita en Sus discípulos, capacitándolos para llevar mucho fruto espiritual (Yoḥanan 15:5).

3. La Fuerza del Re’em y el Triunfo de Mashíaj: La frase “Su primogénito es como el toro, su hermosura, y sus cuernos son cuernos de re’em; con ellos corneará a los pueblos, todos juntos hasta los confines de la tierra” (Devarim 33:17) es una poderosa profecía mesiánica. El re’em, a menudo traducido como “buey salvaje” o incluso “unicornio” en algunas versiones antiguas, simboliza una fuerza indomable y un poder conquistador.

* Yeshúa, el Toro Primogénito: Efrayim (el primogénito simbólico de Yosef por bendición de Yaakov) es comparado con un “toro”. Yeshúa es el primogénito de toda la creación (Colosenses 1:15), el “Toro” o “Buey” sacrificial que por Su fuerza llevó el pecado y por Su resurrección nos da vida. Su “hermosura” (הָדָר, hadar) es Su majestad y gloria divina.

* Cuernos de Re’em: Los cuernos son símbolos universales de poder y autoridad. Los “cuernos de re’em” representan la autoridad y el poder invencible de Yeshúa HaMashíaj. Con esta autoridad, Él “corneará” o someterá a todas las naciones. Esto no es una conquista física literal en el contexto del Reino de los Cielos, sino una conquista espiritual de los corazones, derribando fortalezas demoníacas y extendiendo Su dominio redentor a todas las etnias “hasta los confines de la tierra” a través de Su Ruaj y Sus emisarios. Esta es una imagen de la autoridad soberana de Mashíaj sobre todo poder terrenal y espiritual, y del triunfo final de Su Reino.

4. Miríadas y Millares: La promesa de “miríadas de Efrayim, y millares de Menasheh” prefigura la multitud innumerable de creyentes de todas las naciones que formarán parte del Reino de Elohím bajo Yeshúa HaMashíaj, tal como se describe en Revelación (Ḥazon) 7:9. La extensión de Su influencia no tiene límites geográficos ni étnicos.

En esencia, la bendición de Yosef es un lienzo profético que pinta la imagen de un salvador que surge del sufrimiento para traer abundancia, fuerza y dominio, culminando en la figura de Yeshúa HaMashíaj, quien es el verdadero primogénito y el conquistador por excelencia, estableciendo un Reino de bendiciones espirituales que se extienden a toda la creación.

6. Análisis Lingüístico y Midrashim Mesiánicos

La riqueza de la bendición de Yosef en Deuteronomio 33:13-17 se revela profundamente a través de un análisis lingüístico minucioso y la exploración de los Midrashim relevantes, los cuales a menudo anticipan verdades mesiánicas.

Análisis Lingüístico Clave:

מֶגֶד (Meged): Esta palabra, repetida varias veces (vv. 13, 14, 15, 16), significa “lo precioso”, “excelencia”, “fruto selecto”. Su recurrencia enfatiza la cualidad superior y la abundancia de las bendiciones para Yosef. No se trata de cualquier cosa, sino de lo mejor de cada categoría. Espiritualmente, esto apunta a que en Yeshúa HaMashíaj, recibimos la excelencia* de las bendiciones de Elohím, no solo las básicas, sino la plenitud de Su Ruaj, Su gracia y Su verdad. Es la porción más rica de Su Reino.

* רֹבֶצֶת תָּחַת (Ro-vetzeṭ taḥat): “Que yace debajo” (v. 13). Describe el “abismo que yace debajo”, refiriéndose a las aguas subterráneas. La raíz רבץ (ravatz) a menudo se usa para animales que reposan o se echan, sugiriendo una imagen de calma y abundancia perpetua de agua. Es una provisión pasiva pero constante y profunda, que contrasta con la provisión activa de la lluvia del cielo. En Mashíaj, tenemos fuentes de agua viva que brotan desde lo profundo de nuestro ser (Yoḥanan 7:38).

* גֶּרֶשׁ יְרָחִים (Gereš Ye-ra-ḥim): “Producciones de la luna” (v. 14). גֶּרֶשׁ (gereš) significa “lo que brota”, “producción”. La luna (יְרָחִים, ye-ra-ḥim, plural de “mes”) influye en los ciclos de crecimiento. Esto subraya la idea de una fertilidad estacional y cíclica, mostrando que las bendiciones de Yosef son constantes a lo largo del tiempo, no solo en un momento. Yeshúa HaMashíaj es el que controla los ciclos de siembra y cosecha espiritual, asegurando el fruto a su debido tiempo.

* נְזִיר אֶחָיו (Ne-zir e-ḥav): “El que fue distinguido/consagrado de entre sus hermanos” (v. 16). נְזִיר (ne-zir) a menudo se traduce como “nazareo” o “consagrado”. Aquí no se refiere al voto de nazareo como en Números 6, sino a la idea de alguien “apartado” o “distinguido” por su pureza y su llamado especial. Yosef fue apartado por Elohím para un propósito único, sufriendo por ello. Esto es un tipo poderoso de Yeshúa HaMashíaj, quien fue “apartado” y “consagrado” por Elohím desde antes de la fundación del mundo para ser el Mesías y Salvador, llevando una vida sin mancha y sufriendo por la redención de Su pueblo. Él es el Nazareo por excelencia.

* רְאֵם (Re’em): “Re’em” (v. 17), comúnmente traducido como “buey salvaje” o “unicornio” en algunas tradiciones (por la referencia a “un cuerno” o “dos cuernos”), es un animal de inmensa fuerza y poder. Simboliza la invencibilidad y la capacidad de dominio. La Targum de Onkelos traduce רְאֵם como “בּוּדֵי”, un término para el buey salvaje, enfatizando su ferocidad y fuerza. Los Targumim como el Targum Yerushalmi y el Targum Pseudo-Yonatan interpretan los “cuernos del re’em” en Devarim 33:17 como una alusión a los dos hijos de Yosef (Efrayim y Menasheh), de quienes surgirán líderes militares poderosos. Específicamente, el Targum Yonatan, aludiendo a este pasaje, conecta la fuerza de Yosef con Yehoshúa ben Nun, quien era de la tribu de Efrayim, y quien llevó a Yisra’el a la conquista de Kena’an. Esta interpretación rabínica temprana ya ve un cumplimiento de poder y liderazgo en los descendientes de Yosef.

Midrashim Mesiánicos:

Los Midrashim a menudo exploran el concepto del “Mashíaj ben Yosef” (Mesías hijo de Yosef). Este concepto, que se desarrolló en la literatura rabínica, describe un Mesías sufriente que precede al Mashíaj ben David. Mashíaj ben Yosef se enfrenta a la guerra y la batalla (a menudo contra las fuerzas del mal en el fin de los tiempos, simbolizadas por Gog y Magog) y es un líder militar que prepara el camino para el reino eterno. La bendición de Yosef, con su énfasis en la fuerza militar (“corneará a los pueblos con los cuernos de re’em”), es citada como una base para esta tradición. Yeshúa HaMashíaj cumple esta figura de Mashíaj ben Yosef en Su primera venida como el siervo sufriente, quien padeció y conquistó el pecado y la muerte. Su segunda venida lo verá como Mashíaj ben David, el Rey glorioso que establecerá Su Reino eterno con poder y autoridad, “corneando” a Sus enemigos en el sentido de someter toda iniquidad y establecer justicia en la tierra.

Los textos de Qumran, si bien no abordan directamente esta bendición de Yosef con una interpretación mesiánica explícita, sí enfatizan las expectativas mesiánicas duales (un Mesías de Aarón y un Mesías de Yisra’el, o un Mesías de Judá y un Mesías de Efrayim en algunas lecturas). La bendición de Yosef, que exalta la fuerza y la multitud de sus descendientes, podría ser vista como un fundamento bíblico para la autoridad militar y demográfica de un Mesías o líder tribal. La conexión entre la prosperidad de la tierra y el favor divino, tan prominente en la bendición de Yosef, también resuena con la ética comunitaria y las expectativas de renovación que se encuentran en los rollos del Mar Muerto.

En resumen, el análisis lingüístico y los Midrashim revelan que la bendición de Yosef no es solo una declaración de prosperidad material, sino una profunda profecía que prefigura la obra y persona de Yeshúa HaMashíaj como el Salvador sufriente y exaltado, el Ungido apartado, la fuente de toda bendición espiritual y el Conquistador que establece Su Reino con poder y autoridad hasta los confines de la tierra.

7. Paralelismos Temáticos y Conexiones Redentoras

La bendición de Yosef en Devarim 33:13-17 está repleta de paralelismos temáticos y conexiones redentoras que se extienden a través de toda la Escritura, culminando en el Reino de los Cielos y la vida de los discípulos de Mashíaj.

1. Abundancia y Fecundidad Divina: El tema dominante es la superabundancia de bendiciones: “lo precioso de los cielos, del rocío… del abismo… frutos del sol y la luna… montañas… colinas… la tierra y su plenitud”. Este patrón de fertilidad y prosperidad, que Adonái otorga, comienza en Bereshit (Génesis) con la bendición a Adán y Javah de ser fructíferos y multiplicarse. Se repite con Avraham, Yitzḥak y Yaakov, prometiendo innumerables descendientes y una tierra abundante. Esta bendición física y material es un tipo de la fecundidad espiritual en el Reino de Yeshúa HaMashíaj. Los discípulos de Mashíaj son llamados a ser fructíferos, no solo en hijos, sino en el fruto del Ruaj (Gálatas 5:22-23), en buenas obras (Efesios 2:10) y en la multiplicación de discípulos (Mateo 28:19). La plenitud de la tierra se refleja en la plenitud de vida que Yeshúa promete (Yoḥanan 10:10).

2. La Doble Porción y la Herencia Espiritual: Yosef recibió una doble porción en Yisra’el a través de sus dos hijos, Efrayim y Menasheh, lo que lo distinguió de sus hermanos. Esta doble porción prefigura la herencia abundante que los creyentes en Yeshúa HaMashíaj reciben. En lugar de una herencia terrenal limitada, se nos ha dado una “herencia incorruptible, inmaculada e imperecedera, reservada en los cielos para vosotros” (1 Kefa 1:4). Yeshúa, como nuestro primogénito (Colosenses 1:15), nos otorga una parte de Su propia herencia como coherederos de Elohím (Romanos 8:17), una porción espiritual que trasciende las fronteras físicas y el tiempo.

3. Provisión de lo Alto y de lo Profundo: La bendición de Yosef proviene tanto de los “cielos” (lluvia, rocío) como del “abismo que yace debajo” (aguas subterráneas). Esto ilustra el patrón redentor de la provisión completa de Adonái. Él provee tanto las bendiciones visibles como las invisibles, las superficiales y las profundas, las que vienen de arriba y las que emanan de la misma tierra. En el Reino de los Cielos, Yeshúa HaMashíaj es la fuente de “todo bien y todo don perfecto” que desciende del Padre de las luces (Yaakov 1:17). Él satisface nuestra sed espiritual con el agua viva que fluye de Su Ruaj HaKodesh, y nos sustenta con el maná celestial de Su palabra.

4. Fuerza y Protección Divina: La imagen de los “cuernos de re’em” para “cornear a los pueblos” simboliza fuerza, autoridad y victoria sobre los enemigos. Este patrón de la fuerza de Adonái para proteger y capacitar a Su pueblo se ve a lo largo de las Escrituras, desde la liberación de Mitzrayim hasta las victorias de David HaMelej. En el Reino de Yeshúa HaMashíaj, esta fuerza se manifiesta como la autoridad espiritual para vencer las obras de la oscuridad. Los discípulos no luchan con armas carnales, sino con el poder de Elohím (2 Corintios 10:4-5) para derribar fortalezas espirituales y extender el Reino de los Cielos. La fuerza de Yosef es un tipo de la autoridad dada a Yeshúa para someter todo poder y de la autoridad delegada a Sus seguidores para cumplir la Gran Comisión.

5. La “Buena Voluntad de Aquel que Mora en la Zarza”: Esta frase (v. 16) conecta la bendición directamente con la teofanía de Adonái a Moshéh en la zarza ardiente, un momento fundacional en la redención de Yisra’el. Subraya que la bendición no es resultado de mérito humano, sino del favor y la gracia divinos. En el Reino de los Cielos, todas las bendiciones fluyen de la buena voluntad (רָצוֹן, raṣon) de Elohím, revelada y hecha accesible a través de Yeshúa HaMashíaj. Es por Su gracia que somos salvos (Efesios 2:8) y que recibimos Su favor inmerecido. Esta es una conexión redentora fundamental, recordándonos que la iniciativa de bendecir y redimir siempre proviene de Adonái.

En resumen, la bendición de Yosef establece un modelo divino de abundancia, herencia, provisión y poder que encuentra su culminación y significado más profundo en Yeshúa HaMashíaj y en la vida de Sus discípulos en el Reino de los Cielos. Es un testimonio de que Elohím desea bendecir a Su pueblo con lo mejor de lo celestial y lo terrenal, todo ello centrado en la persona y obra de Su Hijo.

8. Descubriendo a Mashíaj – Cumplimientos Tipológicos

La bendición de Yosef es un mapa profético y tipológico rico en revelaciones sobre Yeshúa HaMashíaj. Cada elemento de esta bendición, pronunciada por Moshéh, nos guía a comprender aspectos cruciales de la vida, obra y persona de nuestro Maran Yeshúa.

1. Yosef como el Tipo más Completo de Mashíaj en los Nevi’im:

* El Hijo Amado y Rechazado: Yosef, el hijo amado de Yaakov, fue rechazado y vendido por sus hermanos (Génesis 37). Yeshúa, el Hijo amado de Elohím, fue rechazado por Su propio pueblo y traicionado.

* Sufriente Exaltado: Yosef sufrió injustamente en la cárcel, pero fue elevado a la más alta posición en Mitzrayim, convirtiéndose en salvador y proveedor. Yeshúa sufrió la crucifixión, pero fue resucitado y exaltado a la diestra de Elohím, convirtiéndose en el Salvador y Sustentador de toda la humanidad.

* Proveedor y Sustentador: Yosef proveyó pan y vida a Mitzrayim y a su familia durante la hambruna. Yeshúa es el verdadero “Pan de Vida” (Yoḥanan 6:35), que sacia el hambre espiritual y da vida eterna.

* Reconciliador: Yosef perdonó a sus hermanos y los reconcilió consigo mismo, restaurando la unidad familiar. Yeshúa, a través de Su sacrificio, reconcilia a la humanidad pecadora con Elohím y derriba las barreras entre judíos y gentiles, creando un solo pueblo en Él.

2. Las “Preciosas Cosas de los Cielos y la Plenitud de la Tierra” en Yeshúa: La bendición de Yosef promete “mê-meged šamayim” (lo precioso de los cielos) y “mê-meged ereṣ u-melo’ah” (lo precioso de la tierra y su plenitud). Estas son promesas de abundancia material y fertilidad. En Yeshúa, estas promesas alcanzan su cumplimiento espiritual y eterno.

* Bendiciones Celestiales: En Él, recibimos “toda bendición espiritual en los lugares celestiales” (Efesios 1:3). La lluvia y el rocío de los cielos son un tipo del Ruaj HaKodesh que Él derrama sobre Sus discípulos, trayendo vida, fertilidad espiritual y renovación.

* Plenitud Terrenal y Espiritual: La “plenitud de la tierra” apunta a la plenitud de Yeshúa mismo, en quien “habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad” (Colosenses 2:9). Él es la fuente de toda la plenitud de Elohím para nosotros, dándonos una vida abundante (Yoḥanan 10:10).

3. La “Buena Voluntad de Aquel que Mora en la Zarza”: Esta referencia (v. 16) es crucial. “Aquel que mora en la zarza” es Adonái, quien se reveló a Moshéh en el Horev (Éxodo 3). La “buena voluntad” (רָצוֹן, raṣon) de Elohím es la fuente de la bendición de Yosef. Yeshúa HaMashíaj es la manifestación suprema de la buena voluntad de Elohím hacia la humanidad. Por Su sacrificio, la buena voluntad de Adonái para salvar y bendecir se hizo efectiva, y a través de Él, tenemos acceso al Padre (Efesios 2:18). La zarza que arde pero no se consume es un símbolo de la presencia divina inextinguible y de la pureza de Elohím, una pureza que Yeshúa encarnó perfectamente.

4. El “Primogénito de su Toro” y los “Cuernos de Re’em”:

* Yeshúa, el Primogénito: La descripción de Efrayim (el primogénito por bendición de Yaakov) como “el primogénito de su toro” (בְּכוֹר שׁוֹרוֹ, bekhor šoro) es una imagen de fuerza y primacía. Yeshúa es el “Primogénito de toda la creación” (Colosenses 1:15), el “Primogénito de los muertos” (Colosenses 1:18) y el Primogénito entre muchos hermanos (Romanos 8:29). Su toro simboliza Su fuerza, Su labor sacrificial y Su realeza.

* Poder y Autoridad del Re’em: Los “cuernos de re’em” para “cornear a los pueblos hasta los confines de la tierra” (v. 17) son una poderosa tipología de la autoridad mesiánica y el poder de Yeshúa HaMashíaj. Los cuernos simbolizan el poder real y la capacidad de juicio. Yeshúa posee “toda autoridad en el cielo y en la tierra” (Mateo 28:18). Él es el que “corneará” o someterá a todas las naciones no con violencia carnal, sino a través de la proclamación de Su Reino, la obra de Su Ruaj HaKodesh y Su juicio final, estableciendo Su dominio eterno sobre toda la tierra. Él está extendiendo Su Reino a través de Sus emisarios, transformando corazones y derribando fortalezas espirituales.

5. Las Miríadas y Millares del Reino: La promesa de “miríadas de Efrayim y millares de Menasheh” prefigura la vasta e incontable multitud de redimidos de todas las tribus, lenguas y naciones que se reunirán en el Reino de Yeshúa HaMashíaj, como se describe en Revelación (Ḥazon) 7:9. La bendición de Yosef en su alcance demográfico anticipa la inclusión de gentiles en la comunidad de Elohím a través de Yeshúa.

Los textos apócrifos como el Testamento de Yosef, aunque no inspirados, refuerzan la imagen de Yosef como un hombre de justicia, paciencia y piedad, virtudes que Yeshúa encarnó perfectamente. Estas tradiciones subrayan la reverencia por Yosef, lo que naturalmente eleva su figura como un modelo para el Mashíaj venidero. En cada aspecto de la bendición de Yosef, podemos descubrir un reflejo glorioso y una anticipación de la persona y obra inigualables de Yeshúa HaMashíaj, quien es el centro y cumplimiento de todas las promesas de Elohím.

9. Midrashim, Targumim y Textos de Qumran

La bendición de Yosef en Devarim 33:13-17 ha sido objeto de rica interpretación en la tradición judía, con Midrashim y Targumim que revelan profundidades mesiánicas y contextuales.

Targum Onkelos:

Este Targum, el más autorizado y literal, traduce el pasaje de manera bastante directa, pero con algunas adiciones que clarifican el sentido. Por ejemplo, en el v. 13, “por lo precioso de los cielos, del rocío” lo traduce como “con la bendición de los cielos por el rocío”. En el v. 16, la frase “nazir eḥav” (נְזִיר אֶחָיו – el que fue distinguido de entre sus hermanos) es traducida como “príncipe de sus hermanos”, realzando el estatus de realeza y liderazgo que Yosef tuvo. El “re’em” (v. 17) es transliterado o traducido como “buey salvaje” o “búfalo”, enfatizando su poder físico.

Targum Yonatan (Pseudo-Yonatan):

Este Targum es mucho más expansivo y midráshico. Proporciona interpretaciones que van más allá de la literalidad.

* V. 13-16 (Bendiciones de Abundancia): El Targum Yonatan elabora sobre las fuentes de bendición, detallando que “lo precioso de los cielos” se refiere a “lluvias, rocío y bendiciones”, y “del abismo” como “fuentes profundas que brotan de la tierra”. Esto subraya la idea de una provisión completa y exuberante por parte de Adonái, un tema que, para un lector mesiánico, prefigura la provisión total de Yeshúa para el cuerpo del Mashíaj.

* V. 16 (“El que mora en la zarza”): Este Targum es enfático al identificar “Aquel que mora en la zarza” como el “Shejináh” (presencia divina) de Adonái que habló con Moshéh. Esto eleva la bendición de Yosef a una promesa que emana directamente de la presencia personal de Elohím, lo cual es de gran significado mesiánico. Yeshúa HaMashíaj es la encarnación misma de la Shejináh de Elohím, la presencia divina manifestada entre nosotros (Yoḥanan 1:14).

* V. 17 (“Cuernos de Re’em” y Conquista): Aquí es donde el Targum Yonatan se vuelve explícitamente mesiánico o al menos prototípicamente mesiánico. Interpreta los “cuernos de re’em” como “el poder del Mashíaj de Efrayim” (es decir, Mashíaj ben Yosef) y de Yehoshúa ben Nun. La frase “con ellos corneará a los pueblos” se interpreta como la capacidad de destruir a los enemigos y heredar las naciones. Específicamente, el Targum identifica a los “millones de Efrayim” como el líder de la tribu de Efrayim, Yehoshúa, que vendría a heredar la tierra, y los “millares de Menasheh” a Gedeón, otro juez poderoso. Esta interpretación ve en Yosef el origen de grandes líderes militares y salvadores para Yisra’el, prefigurando la figura del Mesías guerrero. Desde una perspectiva del Reino de Yeshúa HaMashíaj, Yeshúa es el supremo líder que, a través de Su sacrificio y resurrección, ha “corneado” (derrotado) a las fuerzas del pecado y la muerte, y que en Su segunda venida, con los cuernos de Su poder, establecerá Su Reino final y perfecto sobre todas las naciones.

Midrashim Rabínicos:

* Sifrei Devarim 347: Este Midrash también se centra en la preeminencia de Yosef y sus hijos. Destaca que la bendición de Yosef es una de las más extensas y ricas, subrayando su importancia. Enfatiza que “el que fue distinguido de entre sus hermanos” se refiere a la rectitud y fidelidad de Yosef en Mitzrayim, que lo hizo merecedor de estas bendiciones. Esto conecta con la justicia de Yeshúa, que lo hace digno de toda bendición y autoridad.

* Bereshit Rabbah: En varios pasajes, Bereshit Rabbah compara a Yosef con el Mashíaj. La historia de Yosef siendo vendido y luego ascendiendo al poder para salvar a su pueblo es vista como un paradigma del Mashíaj que sufre y luego es exaltado para redimir. La doble porción de Yosef es interpretada como la doble porción de honor y bendición que Mashíaj traerá.

* Mashíaj ben Yosef: La figura del Mashíaj ben Yosef, presente en el Talmud y en Midrashim posteriores, es un Mesías que sufrirá y morirá en la batalla antes de la llegada del Mashíaj ben David. Este concepto encuentra un fundamento en la bendición de Yosef y su historia de sufrimiento, y es un reflejo sorprendente de la primera venida de Yeshúa HaMashíaj como el siervo sufriente. Los “cuernos de re’em” pueden ser vistos tanto como símbolo de batalla y muerte, como de victoria final.

Textos de Qumran:

Mientras que los Rollos del Mar Muerto no ofrecen un Midrash explícito sobre Devarim 33:13-17, el concepto de la bendición de la tierra, la abundancia y la fuerza militar era central para las expectativas escatológicas de Qumran. La Comunidad de Qumran, con su énfasis en la pureza y la piedad, esperaba una era de abundancia y el establecimiento de un Reino justo. La bendición de Yosef, que une el favor divino con la prosperidad terrenal y el poder, resuena con sus ideales mesiánicos de una era de redención y victoria, a menudo visualizada en términos de la lucha contra los “hijos de las tinieblas”. Aunque no directamente interpretada en sus textos, la esencia de la bendición de Yosef encaja con el panorama mesiánico que esperaban, un tiempo de restauración y triunfo bajo un Mesías poderoso.

En resumen, los Targumim y Midrashim enriquecen nuestra comprensión de la bendición de Yosef, revelando capas de significado que apuntan a la soberanía de Adonái en la provisión, la exaltación de un líder apartado y la profecía de un Mesías poderoso, aspectos que se cumplen plenamente en Yeshúa HaMashíaj.

10. Mandamientos y Principios de Vida

La bendición de Yosef en Devarim 33:13-17, aunque no es un conjunto de mandamientos directos, está impregnada de principios de vida esenciales para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos. Refleja la naturaleza de Elohím y cómo debemos responder a Su carácter y a Sus promesas.

1. Principio de Confianza en la Provisión Divina (Emunáh): La bendición detalla una abundancia que proviene de todas las fuentes: los cielos (rocío), las profundidades (abismo), los ciclos celestes (sol y luna), y la tierra misma (montañas, colinas, plenitud). Esto nos enseña a confiar plenamente en Adonái como nuestro único y suficiente proveedor. Los discípulos de Yeshúa HaMashíaj aprenden a no afanarse por las cosas materiales, sino a buscar primeramente el Reino de los Cielos y Su justicia, sabiendo que todas estas cosas nos serán añadidas (Mateo 6:33). Este principio es un mandamiento implícito a vivir en fe y dependencia de Elohím para todas nuestras necesidades.

2. Principio de Gratitud y Reconocimiento de la Fuente de Bendición: El pasaje constantemente atribuye las bendiciones a Adonái y a Su “buena voluntad”. Este principio nos llama a la gratitud constante y a reconocer que cada don bueno y perfecto viene de arriba, del Padre de las luces (Yaakov 1:17). Para el discípulo de Yeshúa, esto se traduce en una vida de adoración y agradecimiento, reconociendo que Yeshúa es el mediador de todas las bendiciones espirituales. Debemos dar gracias en todo, sabiendo que todo procede de Su mano generosa.

3. Principio de la Fecundidad y Multiplicación Espiritual: La bendición de Yosef es una de fecundidad, que se traduce en “miríadas de Efrayim y millares de Menasheh”. Para los discípulos de Mashíaj, esto es un llamado a la fecundidad espiritual. Somos llamados a llevar “mucho fruto” (Yoḥanan 15:8), que incluye el fruto del Ruaj HaKodesh (Gálatas 5:22-23), la multiplicación de discípulos a través de la evangelización (Mateo 28:19) y el crecimiento en conocimiento de Mashíaj. Este principio nos motiva a ser diligentes en nuestra vida espiritual, permitiendo que el Ruaj de Elohím obre a través de nosotros para la expansión de Su Reino.

4. Principio de la Autoridad y Resistencia Espiritual: La imagen de los “cuernos de re’em” para “cornear a los pueblos” habla de fuerza y dominio. Si bien no se interpreta como agresión física para los discípulos, sí representa la autoridad espiritual que Adonái nos ha dado en Yeshúa HaMashíaj. Es un principio para resistir las asechanzas del enemigo (Efesios 6:10-18), para derribar argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Elohím (2 Corintios 10:4-5). Nos llama a ejercer la autoridad del Reino en la oración, en la proclamación de la verdad y en la vida de santidad, para ver el avance del Reino de los Cielos.

5. Principio de Consagración (Nazareo) y Distinción: Yosef es llamado “el que fue distinguido/consagrado de entre sus hermanos” (נְזִיר אֶחָיו). Este es un principio de vida para los creyentes en Yeshúa. Somos llamados a ser apartados, santos y distintos del mundo (1 Kefa 2:9-10), viviendo una vida consagrada a Adonái. Nuestra identidad como discípulos de Mashíaj implica vivir de una manera que refleje los valores del Reino de los Cielos, sin conformarnos a este siglo, sino transformándonos por medio de la renovación de nuestro entendimiento (Romanos 12:2).

Estos principios, extraídos de la bendición de Yosef, guían a los discípulos de Mashíaj hacia una vida de fe abundante, obediencia gozosa y un testimonio poderoso en el Reino de los Cielos, siempre con Yeshúa como el centro y el modelo supremo de todas estas virtudes y bendiciones.

11. Preguntas de Reflexión Mesiánica

Para un estudio personal o grupal que profundice en la Aliyá 3 de Parashá V’Zot HaBerajá, aquí hay tres preguntas de reflexión mesiánica, enfocadas en la aplicación práctica en el Reino de Yeshúa HaMashíaj:

1. La bendición de Yosef enfatiza una superabundancia de bendiciones materiales (de cielos, tierra, sol, luna, abismo). ¿Cómo nos desafía esta descripción a reevaluar nuestra comprensión de la “abundancia” en el Reino de Yeshúa HaMashíaj? De qué manera Yeshúa nos enseña que la verdadera plenitud va más allá de lo material, y cómo podemos cultivar una perspectiva de abundancia espiritual en nuestra vida diaria como Sus discípulos?

* Esta pregunta invita a reflexionar sobre la naturaleza de las bendiciones divinas. Mientras Yosef recibió una bendición material inmensa, Yeshúa enseña sobre un Reino donde la “riqueza” se mide en fruto espiritual, justicia, paz y gozo en el Ruaj HaKodesh. La reflexión podría explorar cómo la confianza en la provisión de Elohím se traduce en contentamiento, generosidad y una búsqueda primordial de las cosas celestiales, en lugar de acumular tesoros en la tierra. ¿Cómo el discipulado de Mashíaj nos libera del afán por lo material y nos enfoca en la verdadera herencia que Yeshúa nos ha ganado?

2. Yosef fue llamado “nazir eḥav” (el que fue distinguido o consagrado de entre sus hermanos), prefigurando la singularidad de Yeshúa HaMashíaj. ¿De qué manera esta distinción de Yosef (y su historia de sufrimiento y exaltación) nos ayuda a comprender mejor el camino del discipulado en Yeshúa? ¿Qué implica para nosotros ser “distinguidos” o “apartados” en el Reino de los Cielos, y cómo nuestra obediencia y carácter deben reflejar esta consagración a Mashíaj en un mundo que a menudo nos presiona a conformarnos?

* Esta pregunta explora el concepto de consagración. Yeshúa mismo fue el “apartado” por excelencia, y Sus discípulos también son llamados a ser un pueblo santo. La reflexión puede considerar cómo la distinción de Yosef llevó tanto a la envidia como a la exaltación. ¿Cómo podemos abrazar nuestra identidad como “apartados” para Mashíaj, incluso si eso conlleva incomprensión o rechazo, y cómo nuestra vida de fe debe manifestar las virtudes del Reino, haciendo una clara distinción entre la luz y la oscuridad?

3. La bendición de Yosef termina con la poderosa imagen de los “cuernos de re’em” para “cornear a los pueblos hasta los confines de la tierra”, simbolizando gran fuerza y dominio. ¿Cómo se cumple esta profecía en Yeshúa HaMashíaj, y cómo somos nosotros, como Sus seguidores, capacitados para participar en esta “conquista” espiritual? ¿Qué “fuerzas” o “pueblos” (en un sentido espiritual) estamos llamados a “cornear” o vencer hoy con la autoridad que Yeshúa nos ha otorgado, y qué herramientas nos da el Reino para ello?

* Esta pregunta profundiza en la autoridad y el poder espiritual. El “cornear a los pueblos” se cumple en la victoria de Yeshúa sobre el pecado, la muerte y las potestades de la oscuridad. Los discípulos, empoderados por el Ruaj HaKodesh, participan en esta misión de establecer el Reino. La reflexión puede enfocarse en cómo la oración, la proclamación del mensaje del Reino, la vida de justicia y el amor son las “armas” espirituales para derribar fortalezas mentales y espirituales. ¿Cómo podemos ejercer con fe y valentía la autoridad de Yeshúa para traer libertad, sanidad y salvación a nuestras esferas de influencia, extendiendo el “dominio” redentor del Mashíaj?

12. Resumen de Conexiones Mesiánicas

La Aliyá 3 de Parashá V’Zot HaBerajá, la bendición de Moshéh a Yosef (Devarim 33:13-17), es un vívido lienzo profético que entrelaza la promesa de abundancia material y fuerza terrenal con las verdades eternas del Reino de los Cielos, encontrando su cumplimiento central en Yeshúa HaMashíaj. Yosef, como tipo del Mashíaj sufriente y exaltado, prefigura a Yeshúa, quien, rechazado por los suyos, fue elevado para ser el Salvador y el Pan de Vida. Las “preciosas cosas de los cielos y la plenitud de la tierra” prometidas a Yosef se transforman en Yeshúa en “toda bendición espiritual en los lugares celestiales”, la fuente inagotable de la vida del Ruaj HaKodesh y la manifestación de la “buena voluntad de Aquel que mora en la zarza”. La poderosa imagen del “primogénito de su toro” con “cuernos de re’em” que “corneará a los pueblos hasta los confines de la tierra” apunta a Yeshúa como el Primogénito y el Conquistador definitivo, quien, con autoridad divina, somete toda iniquidad y extiende el Reino de Elohím. Las “miríadas y millares” de Efrayim y Menasheh son una sombra de la multitud innumerable de discípulos de Mashíaj de todas las naciones, que reciben una herencia abundante y eterna en Yeshúa. Así, este pasaje exalta a Yeshúa HaMashíaj como el cumplimiento glorioso de las promesas de Elohím, el centro de todas las Escrituras y la fuente de toda verdadera bendición y victoria para Su pueblo en el Reino.

13. Tefiláh (Oración)

Adonái Elohím de Yisra’el, Padre de nuestro Maran Yeshúa HaMashíaj, te damos gracias por la profunda revelación que nos ofreces en la bendición de Yosef. Agradecemos que a través de este pasaje, el Ruaj HaKodesh nos ilumine para ver a Yeshúa HaMashíaj como el cumplimiento de toda abundancia celestial y terrenal. Te pedimos que, así como la tierra de Yosef fue bendecida con lo precioso de los cielos y de las profundidades, nuestras vidas estén llenas de las bendiciones espirituales que Tú nos has dado en Yeshúa. Concede que vivamos con la fe y la confianza en Tu provisión ilimitada, buscando primero Tu Reino y Tu justicia. Ayúdanos a manifestar el fruto de Tu Ruaj, a ser “distinguidos” y consagrados para Ti, y a ejercer la autoridad que Yeshúa nos ha dado para “cornear” (vencer) las fortalezas de la oscuridad, llevando Tu luz y Tu verdad hasta los confines de la tierra. Que nuestra vida sea un testimonio vibrante de la buena voluntad de Aquel que mora en la zarza, manifestada plenamente en nuestro amado Yeshúa HaMashíaj. Amén.

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Parashá 54 Vezot Habrajá (וזאת הברכה) – Aliyah 2

Aliyáh 2: (Deuteronomio 33:8-12) Bendición a Leví por su servicio en el Mishkán y a Benjamín, el amado de Elohím.
Haftaráh: 1 Samuel 12:6-25 (La fidelidad de Elohím al pueblo de Israel).
Brit Hadasháh: Hebreos 7:1-10 (Yeshúa como el sumo sacerdote según el orden de Melquisedec).

Tema: La bendición de la tribu de Leví y Benjamín

Saludos cordiales desde el Reino de Yeshúa HaMashíaj. Es con profundo gozo y reverencia que nos adentramos en la luz de la Torah, desvelando los ricos misterios de la Aliyá 2 de la Parashá V’Zot HaBerajá. Esta sección nos presenta la majestuosa bendición que Moshéh, el fiel siervo de HaShem, pronuncia sobre la tribu de Leví, y brevemente sobre Benjamín. Cada palabra de esta bendición está cargada de significado profético y tipológico, resonando a través de las edades y encontrando su cumplimiento más sublime en la persona y obra de Yeshúa HaMashíaj, el Gran Sumo Sacerdote según el orden de Malki-Tzedeq.

1. Texto Hebreo Interlineal

Pasaje: Deuteronomio 33:8-33:12

Texto Hebreo OriginalFonética TiberianaTraducción Palabra por PalabraTraducción Literal del Verso
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וּלְלֵוִיU-le-LeviY para LevíY para Leví וּלְלֵוִי
אָמַרa-mardijodijo אָמַר:
תֻּמֶּיךָTu-me-khaTus TumimTus Tumim תֻּמֶּיךָ
וְאוּרֶיךָve-U-re-khay tus Urimy tus Urim וְאוּרֶיךָ
לְאִישׁle-išpara hombrepara el hombre לְאִישׁ
חֲסִידֶךָḥa-si-de-khatu piadoso (fiel)tu fiel חֲסִידֶךָ,
אֲשֶׁרa-šerquienquien אֲשֶׁר
נִסִּיתוֹni-si-totú lo probastetú lo probaste נִסִּיתוֹ
בְּמַסָּהbe-ma-sahen Masáen Masá בְּמַסָּה;
תְּרִיבֵהוּte-ri-ve-hutú contendiste con éltú contendiste con él תְּרִיבֵהוּ
עַלalsobresobre עַל
מֵיmelas aguaslas aguas מֵי
מְרִיבָה׃me-ri-vahde Meriváde Merivá מְרִיבָה.
Análisis Detallado:Deuteronomio 33:8
וּלְלֵוִי (U-le-Levi):Esta es una conjunción (וְ – u, “y”) seguida de la preposición (לְ – le, “para” o “a”) y el nombre propio לֵוִי (Levi). El prefijo `ו` es el waw conjuntivo, indicando una adición a las bendiciones anteriores, marcando el inicio de la bendición específica para Leví. `ל` es la preposición que indica la dirección o el destinatario de la acción, en este caso, la bendición. לֵוִי es el nombre de la tribu, que significa “unido” o “adherido”, un significado que se explorará en su lealtad a HaShem.
אָמַר (a-mar):Es la forma Qal perfecto, tercera persona singular masculino de la raíz אָמַר (amar), que significa “decir” o “hablar”. Aquí, el sujeto implícito es Moshéh, quien es el que pronuncia la bendición. Gramaticalmente, es una acción completada, ya dicha por Moshéh.
תֻּמֶּיךָ (Tu-me-kha):Esta palabra es תֻּמִּים (Tumim) con el sufijo posesivo de segunda persona singular masculino (-ךָ – kha, “tu/tus”). Tumim, junto con Urim, son objetos misteriosos asociados con el pectoral del sumo sacerdote. Derivados de la raíz תָּמַם (tamam), que significa “ser completo”, “perfecto” o “inocente”, los Tumim representaban la perfección moral y la integridad necesaria para el juicio divino. Históricamente, se usaban para discernir la voluntad de Elohím.
וְאוּרֶיךָ (ve-U-re-kha):Similarmente, es la conjunción (וְ – ve, “y”) seguida de אוּרִים (Urim) con el sufijo posesivo (-ךָ – kha, “tu/tus”). Urim, de la raíz אוֹר (or), que significa “luz”, representaban la iluminación divina y la revelación. Juntos, Urim y Tumim significan “luces y perfecciones”, indicando la capacidad sacerdotal de obtener guía divina clara y sin errores. La referencia aquí implica que la tribu de Leví, a través de su sacerdocio, era la custodio de estos medios de revelación divina.
לְאִישׁ (le-iš):Preposición (לְ – le, “para” o “a”) seguida de אִישׁ (iš), que significa “hombre”. En este contexto, se refiere a un individuo específico o al cuerpo sacerdotal en general, destacando la personificación de la tribu a través de sus líderes.
חֲסִידֶךָ (ḥa-si-de-kha):Es el sustantivo חָסִיד (ḥasid), que significa “piadoso”, “leal”, “fiel” o “santo”, con el sufijo posesivo de segunda persona singular masculino (-ךָ – kha, “tu/tuyo”). Se refiere al hombre que es fiel a HaShem, aquel que guarda el pacto. La raíz חָסַד (ḥasad) implica misericordia, lealtad y bondad del pacto. La tribu de Leví se ganó este título por su lealtad durante el incidente del becerro de oro.
אֲשֶׁר (a-šer):Partícula relativa que significa “quien”, “el cual”, “que”. Introduce una cláusula relativa que describe o califica al “hombre piadoso”.
נִסִּיתוֹ (ni-si-to):Del verbo נָסָה (nasah), “probar”, “tentar”. Está en forma Piel perfecto, segunda persona singular masculino con el sufijo pronominal de tercera persona singular masculino (-וֹ – o, “él/lo”). Significa “tú lo probaste”. La referencia es a la prueba a la que HaShem sometió a la tribu de Leví, especialmente en Masá y Merivá, o quizás a la prueba de lealtad durante el becerro de oro.
בְּמַסָּה (be-ma-sah):Preposición (בְּ – be, “en”) seguida de מַסָּה (masah), que es un nombre propio, “Masá”, que significa “prueba” o “tentación”. Este lugar es conocido por la murmuración del pueblo contra HaShem y Moshéh por falta de agua (Éxodo 17:7).
תְּרִיבֵהוּ (te-ri-ve-hu):Del verbo רִיב (riv), “contender”, “disputar”. Está en forma Hifil imperfecto, segunda persona singular masculino con el sufijo pronominal de tercera persona singular masculino (-הוּ – hu, “él/lo”). Significa “tú contendiste con él”. Se refiere a la contención que HaShem tuvo con la tribu o con el pueblo a través de la tribu en el lugar de Merivá.
עַל (al):Preposición que significa “sobre”, “acerca de”, “contra”.
מֵי (me):Es la forma constructo de מַיִם (mayim), “agua”. Aquí significa “las aguas de”.
מְרִיבָה׃ (me-ri-vah):Nombre propio, “Merivá”, que significa “contención” o “disputa”. Al igual que Masá, es un lugar donde el pueblo contendió con HaShem y Moshéh por el agua (Números 20:13). Estos eventos son cruciales para entender el contexto de la “prueba” y “contención” de Levi.
הָאֹמֵרha-o-merEl que diceEl que dice הָאֹמֵר
לְאָבִיוle-a-viva su padrea su padre לְאָבִיו,
וּלְאִמּוֹu-le-i-moy a su madrey a su madre וּלְאִמּוֹ:
לֹאloNoNo לֹא
רְאִיתִיוre-i-tivyo lo he vistoyo lo he visto רְאִיתִיו;
וְאֶתve-ety ay a וְאֶת
אֶחָיוe-ḥavsus hermanossus hermanos אֶחָיו
לֹאlonono לֹא
הִכִּירhi-kirél conoció (reconoció)él reconoció הִכִּיר;
וְאֶתve-ety ay a וְאֶת
בָּנָיוba-navsus hijossus hijos בָּנָיו
לֹאlonono לֹא
יָדָעya-daél conocióél conoció יָדָע.
כִּיkiPorquePorque כִּי
שָׁמְרוּšam-ruellos guardaronellos guardaron שָׁמְרוּ
אִמְרָתֶךָim-ra-te-khatu palabratu palabra אִמְרָתֶךָ,
וּבְרִיתְךָu-ve-rit-khay tu pactoy tu pacto וּבְרִיתְךָ
יִנְצֹרוּ׃yin-ṣo-ruellos guardan (observan)ellos guardan יִנְצֹרוּ.
Análisis Detallado:Deuteronomio 33:9
הָאֹמֵר (ha-o-mer):Es el artículo definido (הַ – ha, “el”) más el participio activo masculino singular de אָמַר (amar), “decir”. Significa “el que dice”. Aquí se refiere a la disposición de los levitas de poner la lealtad a HaShem por encima de los lazos familiares más íntimos.
לְאָבִיו (le-a-viv):Preposición (לְ – le, “a”) más אָב (av, “padre”) con el sufijo posesivo de tercera persona singular masculino (-יו – iv, “su”). Significa “a su padre”.
וּלְאִמּוֹ (u-le-i-mo):Conjunción (וְ – u, “y”) más preposición (לְ – le, “a”) más אֵם (em, “madre”) con el sufijo posesivo de tercera persona singular masculino (-וֹ – o, “su”). Significa “y a su madre”.
לֹא (lo):Partícula de negación, “no”.
רְאִיתִיו (re-i-tiv):Del verbo רָאָה (ra’ah), “ver”. Está en forma Qal perfecto, primera persona singular (“yo he visto”) con el sufijo pronominal de tercera persona singular masculino (-יו – iv, “él/lo”). Literalmente, “yo no lo he visto”. En este contexto, no significa ceguera literal, sino una negación de reconocimiento o identificación, poniendo la obligación divina por encima de los lazos de parentesco.
וְאֶת (ve-et):Conjunción (וְ – ve, “y”) más la partícula de objeto directo (אֶת – et).
אֶחָיו (e-ḥav):Es el sustantivo אָח (aḥ, “hermano”) con el sufijo posesivo de tercera persona singular masculino (-יו – av, “sus”). Significa “sus hermanos”.
לֹא (lo):Partícula de negación, “no”.
הִכִּיר (hi-kir):Del verbo נָכַר (nakar), “reconocer”, “conocer”. Está en forma Hifil perfecto, tercera persona singular masculino. Significa “él no conoció” o “él no reconoció”. Esto refuerza la idea de desapego familiar en aras de la obediencia divina.
וְאֶת (ve-et):Conjunción (וְ – ve, “y”) más la partícula de objeto directo (אֶת – et).
בָּנָיו (ba-nav):Es el sustantivo בֵּן (ben, “hijo”) en plural (בָּנִים – banim) con el sufijo posesivo de tercera persona singular masculino (-יו – av, “sus”). Significa “sus hijos”.
לֹא (lo):Partícula de negación, “no”.
יָדָע (ya-da):Del verbo יָדַע (yada), “saber”, “conocer”. Está en forma Qal perfecto, tercera persona singular masculino. Significa “él no conoció” o “él no supo”. Este verso describe la radical lealtad de los Levitas a HaShem, incluso cuando esto significaba actuar contra sus propios parientes, como en el incidente del becerro de oro (Éxodo 32:26-29).
כִּי (ki):Conjunción que significa “porque”, “que”, “ciertamente”. Introduce la razón de su lealtad.
שָׁמְרוּ (šam-ru):Del verbo שָׁמַר (šamar), “guardar”, “observar”, “custodiar”. Está en forma Qal perfecto, tercera persona plural masculino. Significa “ellos guardaron”. Se refiere a la acción pasada y continuada de la tribu de Leví.
אִמְרָתֶךָ (im-ra-te-kha):Es el sustantivo אִמְרָה (imrah), “palabra”, “dicho”, con el sufijo posesivo de segunda persona singular masculino (-ךָ – kha, “tu/tuyo”). Significa “tu palabra”, refiriéndose a los mandatos de HaShem.
וּבְרִיתְךָ (u-ve-rit-kha):Conjunción (וְ – u, “y”) más בְּרִית (berit), “pacto”, con el sufijo posesivo de segunda persona singular masculino (-ךָ – kha, “tu/tuyo”). Significa “y tu pacto”. Los Levitas no solo guardaron las palabras, sino el pacto completo.
יִנְצֹרוּ׃ (yin-ṣo-ru):Del verbo נָצַר (naṣar), “guardar”, “vigilar”, “preservar”. Está en forma Qal imperfecto, tercera persona plural masculino. Significa “ellos guardarán” o “ellos observarán”. El uso del imperfecto indica una acción continua o habitual, un compromiso perpetuo con el pacto de HaShem.
יוֹרוּyo-ruEllos enseñaránEllos enseñarán יוֹרוּ
מִשְׁפָּטֶיךָmiš-pa-te-khatus juiciostus juicios מִשְׁפָּטֶיךָ
לְיַעֲקֹבle-Ya-a-qova Yaakova Yaakov לְיַעֲקֹב,
וְתוֹרָתְךָve-To-ra-te-khay tu Torahy tu Torah וְתוֹרָתְךָ
לְיִשְׂרָאֵלle-Yis-ra-ela Israela Israel לְיִשְׂרָאֵל;
יָשִׂימוּya-si-muellos pondrán (colocarán)ellos pondrán יָשִׂימוּ
קְטוֹרָהqe-ṭo-rahinciensoincienso קְטוֹרָה
בְּאַפֶּךָbe-a-pe-khaen tu nariz (ira)en tu nariz בְּאַפֶּךָ,
וְכָלִילve-kha-lily ofrenda quemaday ofrenda quemada וְכָלִיל
עַלalsobresobre עַל
מִזְבְּחֶךָ׃miz-be-ḥe-khatu altartu altar מִזְבְּחֶךָ.
Análisis Detallado:Deuteronomio 33:10
יוֹרוּ (yo-ru):Del verbo יָרָה (yarah), en forma Hifil imperfecto, tercera persona plural masculino. Significa “ellos enseñarán”, “ellos instruirán” o “ellos lanzarán” (como una flecha para mostrar el camino). La instrucción y la enseñanza de la Torah son funciones primordiales del sacerdocio levítico.
מִשְׁפָּטֶיךָ (miš-pa-te-kha):Es el sustantivo מִשְׁפָּט (mišpat), “juicio”, “sentencia”, “derecho”, con el sufijo posesivo de segunda persona singular masculino (-ךָ – kha, “tu/tuyo”). Significa “tus juicios” o “tus estatutos”. Los levitas eran los encargados de interpretar y aplicar la ley divina.
לְיַעֲקֹב (le-Ya-a-qov):Preposición (לְ – le, “a” o “para”) seguida del nombre propio יַעֲקֹב (Yaakov). Aquí se refiere a la nación de Israel, descendientes de Yaakov.
וְתוֹרָתְךָ (ve-To-ra-te-kha):Conjunción (וְ – ve, “y”) más תּוֹרָה (Torah), “ley”, “instrucción”, “enseñanza”, con el sufijo posesivo de segunda persona singular masculino (-ךָ – kha, “tu/tuyo”). Significa “y tu Torah”. La Torah es el corazón de la revelación de HaShem.
לְיִשְׂרָאֵל (le-Yis-ra-el):Preposición (לְ – le, “a” o “para”) seguida del nombre propio יִשְׂרָאֵל (Yisra’el). Sinónimo de Yaakov en este contexto.
יָשִׂימוּ (ya-si-mu):Del verbo שׂוּם (sum), “poner”, “colocar”, “establecer”. Está en forma Qal imperfecto, tercera persona plural masculino. Significa “ellos pondrán” o “ellos colocarán”. Se refiere a la función sacerdotal de ofrecer sacrificios.
קְטוֹרָה (qe-ṭo-rah):Sustantivo femenino que significa “incienso” o “humo de sacrificio”. El incienso era una parte esencial del servicio del Templo, simbolizando las oraciones que ascienden a Elohím y la dulzura de la presencia divina.
בְּאַפֶּךָ (be-a-pe-kha):Preposición (בְּ – be, “en”) más אַף (af), que puede significar “nariz” o “ira”, con el sufijo posesivo de segunda persona singular masculino (-ךָ – kha, “tu/tuyo”). En este contexto de ofrendas, se refiere a la “nariz” de HaShem, es decir, un aroma agradable a HaShem, aplacando Su ira o provocando Su favor.
וְכָלִיל (ve-kha-lil):Conjunción (וְ – ve, “y”) más כָּלִיל (kalil), “todo”, “completo”, usado como sustantivo significa “ofrenda quemada totalmente”, un holocausto. Este tipo de ofrenda era enteramente consumida en el altar, simbolizando la dedicación completa a HaShem.
עַל (al):Preposición que significa “sobre”.
מִזְבְּחֶךָ׃ (miz-be-ḥe-kha):Es el sustantivo מִזְבֵּחַ (mizbeaḥ), “altar”, con el sufijo posesivo de segunda persona singular masculino (-ךָ – kha, “tu/tuyo”). El altar era el centro del culto sacrificial y el lugar de encuentro entre Elohím y Su pueblo.
בָּרֵךְba-rekhBendiceBendice בָּרֵךְ
יְהוָהYHVHYHVHYHVH יְהוָה
חֵילוֹḥe-losu fuerza (riqueza)su fuerza חֵילוֹ,
וּפֹעַלu-fo-aly la obray la obra וּפֹעַל
יָדָיוya-davde sus manosde sus manos יָדָיו
תִּרְצֶהtir-ṣehtú acepta (aprueba)tú aprueba תִּרְצֶה.
מְחַץme-ḥaṣAplastaAplasta מְחַץ
מָתְנַיִםmat-na-yimlos lomoslos lomos מָתְנַיִם
קָמָיוqa-mavde sus adversariosde sus adversarios קָמָיו,
וּמְשַׂנְאָיוu-me-san-a-vy de sus aborrecedoresy de sus aborrecedores וּמְשַׂנְאָיו,
מִןmindepara que no
יִקוּמוּן׃yi-qu-munque se levantense levanten מִן יִקוּמוּן.
Análisis Detallado:Deuteronomio 33:11
בָּרֵךְ (ba-rekh):Del verbo בָּרַךְ (barakh), “bendecir”. Está en forma Qal imperativo, segunda persona singular masculino. Es una súplica directa de Moshéh a HaShem para que bendiga a Leví.
יְהוָה (YHVH):El Tetragrammaton, el Nombre inefable de Elohím, aquí representado como Adonái. Es el Nombre del pacto, que indica Su fidelidad y poder soberano.
חֵילוֹ (ḥe-lo):Es el sustantivo חַיִל (ḥayil), que significa “fuerza”, “poder”, “riqueza”, “ejército” o “virtud”, con el sufijo posesivo de tercera persona singular masculino (-וֹ – o, “su”). Significa “su fuerza” o “su prosperidad”. Moshéh ora por la prosperidad y fortaleza de la tribu de Leví en su servicio a HaShem.
וּפֹעַל (u-fo-al):Conjunción (וְ – u, “y”) más פֹּעַל (po’al), “obra” o “trabajo”.
יָדָיו (ya-dav):Es el sustantivo יָד (yad), “mano”, en dual (יָדַיִם – yadaim), con el sufijo posesivo de tercera persona singular masculino (-יו – av, “sus”). Significa “de sus manos”. La obra de sus manos se refiere a todo el trabajo sacerdotal y de servicio que realizaban los levitas.
תִּרְצֶה (tir-ṣeh):Del verbo רָצָה (raṣah), “agradar”, “aceptar”, “aprobar”. Está en forma Qal imperfecto, segunda persona singular masculino. Significa “tú aceptarás” o “tú aprobarás”. Es la esperanza y la oración de que HaShem acepte con agrado el servicio de los levitas.
מְחַץ (me-ḥaṣ):Del verbo מָחַץ (maḥaṣ), “aplastar”, “herir”, “romper”. Está en forma Qal imperativo, segunda persona singular masculino. Es una súplica para que HaShem destruya a los enemigos de Leví.
מָתְנַיִם (mat-na-yim):Es el sustantivo מָתְנַיִם (motnaim), “lomos”, en dual. Los lomos son una parte vital del cuerpo, símbolo de fuerza y poder. Aplastar los lomos de los enemigos significa despojarlos de su fuerza y poder.
קָמָיו (qa-mav):Es el participio activo masculino plural de קוּם (qum), “levantarse”, usado como sustantivo que significa “adversarios” o “los que se levantan contra” con el sufijo posesivo de tercera persona singular masculino (-יו – av, “sus”). Significa “de sus adversarios”.
וּמְשַׂנְאָיו (u-me-san-a-v):Conjunción (וְ – u, “y”) más el participio activo masculino plural de שָׂנֵא (sane), “odiar”, usado como sustantivo que significa “los que odian” o “sus aborrecedores” con el sufijo posesivo de tercera persona singular masculino (-יו – av, “sus”). Significa “y de sus aborrecedores”.
מִן (min):Preposición que significa “de” o “desde”, pero aquí tiene un sentido negativo o de propósito, “para que no”.
יִקוּמוּן׃ (yi-qu-mun):Del verbo קוּם (qum), “levantarse”, “surgir”. Está en forma Qal imperfecto, tercera persona plural masculino, con un nun paragogicum, que enfatiza la acción. Significa “ellos se levanten”. La oración es que los enemigos sean tan completamente destruidos que no puedan volver a levantarse.
לְבִנְיָמִןle-Vin-ya-minY para BenjamínY para Benjamín לְבִנְיָמִן
אָמַרa-mardijodijo אָמַר:
יְדִידye-didAmadoAmado יְדִיד
יְהוָהYHVHde YHVHde YHVH יְהוָה
יִשְׁכֹּןyiš-konél habitaráél habitará יִשְׁכֹּן
לָבֶטַחla-ve-ṭaḥcon seguridadcon seguridad לָבֶטַח
עָלָיוa-lavsobre élsobre él עָלָיו;
חֹפֵףḥo-fefÉl lo cubrirá (protegerá)Él lo cubrirá חֹפֵף
עָלָיוa-lavsobre élsobre él עָלָיו
כָּלkoltodotodo כָּל
הַיּוֹםha-yomel díael día הַיּוֹם;
וּבֵיןu-veny entrey entre וּבֵין
כְּתֵפָיוke-te-favsus hombrossus hombros כְּתֵפָיו
שָׁכֵן׃ša-khenÉl moraÉl mora שָׁכֵן.
Análisis Detallado:Deuteronomio 33:12
לְבִנְיָמִן (le-Vin-ya-min):Preposición (לְ – le, “a” o “para”) seguida del nombre propio בִּנְיָמִן (Binyamin), “Benjamín”, que significa “hijo de mi diestra”.
אָמַר (a-mar):Forma Qal perfecto, tercera persona singular masculino de אָמַר (amar), “decir”. El sujeto implícito es Moshéh.
יְדִיד (ye-did):Sustantivo que significa “amado”, “querido”. Es un término de afecto y favor divino.
יְהוָה (YHVH):El Tetragrammaton, Adonái, indicando que Benjamín es amado por HaShem mismo.
יִשְׁכֹּן (yiš-kon):Del verbo שָׁכַן (šakan), “habitar”, “morar”. Está en forma Qal imperfecto, tercera persona singular masculino. Significa “él habitará”. Esta es una promesa de residencia segura para Benjamín.
לָבֶטַח (la-ve-ṭaḥ):Preposición (לְ – la, “a”) más בֶּטַח (betaḥ), “seguridad”, “confianza”. Significa “con seguridad” o “en confianza”.
עָלָיו (a-lav):Preposición (עַל – al, “sobre”) con el sufijo pronominal de tercera persona singular masculino (-יו – av, “él”). Significa “sobre él”.
חֹפֵף (ḥo-fef):Del verbo חָפַף (ḥafaf), “cubrir”, “proteger”, “cernirse sobre”. Está en forma Qal participio activo masculino singular. Significa “cubriendo” o “protegiendo”. Se describe a HaShem como aquel que protege continuamente a Benjamín.
עָלָיו (a-lav):Preposición (עַל – al, “sobre”) con el sufijo pronominal de tercera persona singular masculino (-יו – av, “él”). Significa “sobre él”.
כָּל (kol):Adjetivo o sustantivo que significa “todo”, “cada”.
הַיּוֹם (ha-yom):Artículo definido (הַ – ha, “el”) más יוֹם (yom), “día”. Significa “todo el día”, indicando una protección constante.
וּבֵין (u-ven):Conjunción (וְ – u, “y”) más בֵּין (ben), “entre”. Significa “y entre”.
כְּתֵפָיו (ke-te-fav):Es el sustantivo כָּתֵף (katef), “hombro”, en dual (כְּתֵפַיִם – ketefayim), con el sufijo posesivo de tercera persona singular masculino (-יו – av, “sus”). Significa “sus hombros”. La expresión “entre sus hombros” a menudo se refiere a la ubicación del Templo en Yerushalayim, que estaba en el territorio de Benjamín, o en la frontera entre Benjamín y Yehudá.
שָׁכֵן׃ (ša-khen):Del verbo שָׁכַן (šakan), “habitar”, “morar”. Está en forma Qal participio activo masculino singular. Significa “morando” o “el que mora”. Aquí se refiere a la Shejináh, la presencia de HaShem, que habitaría en medio del territorio de Benjamín, un honor supremo.

2. Haftaráh

Pasaje: Yehoshúa (Joshua) 1:1-18

Análisis según Torah Viviente:

La Haftaráh para Parashá V’Zot HaBerajá, que se encuentra en Yehoshúa 1:1-18, establece una conexión vital y profunda con la bendición de Leví y el espíritu de la Parashá. V’Zot HaBerajá concluye la Torah con la muerte de Moshéh y el traspaso del liderazgo a Yehoshúa. La Haftaráh inicia precisamente con HaShem comisionando a Yehoshúa después de la muerte de Moshéh, enfatizando la continuidad de la dirección divina y la importancia de la fidelidad a la Torah.

La bendición de Leví en Deuteronomio 33:8-11 subraya la dedicación inquebrantable de esta tribu a HaShem, su papel como maestros de la Torah y su servicio sacerdotal. Se les elogia por su lealtad, incluso por encima de los lazos familiares, y por su función de “enseñar tus juicios a Yaakov y tu Torah a Yisra’el” (Deuteronomio 33:10). Esta dedicación a la palabra de HaShem es el eje central de la comisión de Yehoshúa. HaShem le instruye repetidamente: “Solamente sé fuerte y muy valiente para tener cuidado de hacer conforme a toda la Torah que te mandó Moshéh mi siervo; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra” (Yehoshúa 1:7). Esta es la misma fidelidad que HaShem demandó de Leví y que Yehoshúa ahora encarna como nuevo líder.

Los Targumim, como el Targum Onqelos y el Targum Yonatan, a menudo amplifican la narrativa bíblica, y en este caso, recalcan la obediencia de Yehoshúa a Moshéh y, por extensión, a la Torah. Reconocen en Yehoshúa la figura de un siervo justo y un líder piadoso, cualidades que Moshéh bendijo en Leví. El Midrashim sobre Deuteronomio 33, como el Sifrei Devarim, resalta que la bendición de Leví no era solo por su servicio sacerdotal, sino por su celo en la aplicación de la justicia divina, incluso en el incidente del becerro de oro, donde “no conoció a su padre ni a su madre, ni reconoció a sus hermanos ni a sus hijos” (Deuteronomio 33:9). Este celo por HaShem es un tipo profético del liderazgo que Yehoshúa debía ejercer.

Las conexiones mesiánicas son profundas. Yehoshúa ben Nun, cuyo nombre significa “HaShem es salvación” (la misma raíz que Yeshúa), es un tipo de Yeshúa HaMashíaj. Así como Yehoshúa asumió el liderazgo para guiar a Yisra’el a la Tierra Prometida, Yeshúa HaMashíaj es el líder que guía a Su pueblo al Reino de los Cielos, el cumplimiento final de la Tierra Prometida. El énfasis en la meditación de la Torah “día y noche” (Yehoshúa 1:8) es un patrón redentor que prefigura a Mashíaj mismo, quien es la Torah viviente, la encarnación de la Palabra de Elohím. Yeshúa HaMashíaj no solo enseñó la Torah, sino que la vivió y la cumplió perfectamente (Mateo 5:17-18).

La Haftaráh, al presentar a Yehoshúa como el sucesor divinamente nombrado, quien debe ser fuerte y obediente a la Torah, establece un patrón de liderazgo bajo la autoridad divina. Este patrón culmina en Yeshúa HaMashíaj, quien es el Sacerdote-Rey definitivo, el cumplimiento de las expectativas de un líder que enseñaría la Torah de HaShem con autoridad y que ofrecería una expiación perfecta. Los Levitas servían en el Templo terrenal, pero Yeshúa es el Templo mismo, y Su sacerdocio es eterno. Por lo tanto, el llamado a la lealtad y al servicio desinteresado de Leví, y el liderazgo firme y dependiente de la Torah de Yehoshúa, convergen en Yeshúa HaMashíaj como el cumplimiento supremo de estos roles. La promesa de que HaShem estará con Yehoshúa “como estuve con Moshéh” (Yehoshúa 1:5) es una sombra de la promesa de que HaShem siempre está con Yeshúa HaMashíaj, Su Hijo amado, en quien mora toda la plenitud de la Divinidad.

3. Brit Hadasháh (Nuevo Testamento)

Pasaje: Hebreos 7:11-28

Análisis según Torah Viviente:

El pasaje de Hebreos 7:11-28 proporciona una conexión mesiánica fundamental y el cumplimiento definitivo de la bendición de Leví en Yeshúa HaMashíaj. La bendición de Moshéh a Leví en Deuteronomio 33:8-11 celebra el sacerdocio levítico, su dedicación a la Torah y su papel mediador para Yisra’el. Sin embargo, Hebreos revela la insuficiencia de este sacerdocio para lograr la perfección y presenta el sacerdocio superior de Yeshúa HaMashíaj.

La bendición de Leví menciona los Urim y Tumim (Deuteronomio 33:8), símbolos de la revelación divina y el discernimiento que solo los sacerdotes podían acceder. Yeshúa HaMashíaj es el cumplimiento de estos símbolos, pues Él es la luz del mundo (Yojanán/Juan 8:12) y la verdad absoluta (Yojanán 14:6), la perfecta revelación de Elohím (Colosenses 2:9). Su sacerdocio no depende de una genealogía terrenal (Hebreos 7:13-14) o de sacrificios repetidos (Hebreos 7:27), sino de un poder de vida indestructible (Hebreos 7:16), estableciéndose según el orden de Malki-Tzedeq (Hebreos 7:11, 17).

El texto de Hebreos argumenta que si la perfección pudiera alcanzarse a través del sacerdocio levítico, no habría necesidad de que se levantara “otro sacerdote, según el orden de Malki-Tzedeq, y no según el orden de Aarón” (Hebreos 7:11). Esto demuestra que el sacerdocio levítico era una sombra, un tipo temporal, que apuntaba a un cumplimiento mayor. El Midrashim sobre el sacerdocio levítico a menudo enfatiza su santidad y su papel indispensable en el Templo, pero no lo presenta como una realidad final. Sin embargo, textos pseudepigráficos como el Testamento de Leví, aunque con sus propias particularidades, hablan de un futuro sacerdote-rey ideal, un ungido que traerá salvación y juicio, lo que, en su esencia, apunta a la figura de Yeshúa.

Yeshúa HaMashíaj, como el “sacerdote para siempre según el orden de Malki-Tzedeq” (Hebreos 7:17, citando Salmos 110:4), encarna la perfección y la eternidad que el sacerdocio levítico no podía ofrecer. Su sacrificio único y perfecto (Hebreos 7:27) anula la necesidad de los sacrificios diarios de los levitas, trayendo un acceso directo y eterno al Reino de los Cielos para aquellos que creen. La obediencia radical de Leví a HaShem (Deuteronomio 33:9), al elegir a Elohím por encima de los lazos familiares, es bellamente tipificada y superada por la obediencia perfecta de Yeshúa HaMashíaj hasta la muerte en el madero, por la cual “aprendió obediencia por lo que padeció” (Hebreos 5:8).

En el Reino de los Cielos, el sacerdocio de Yeshúa HaMashíaj no es una mera función, sino una realidad esencial. Él es el intercesor perpetuo, que vive “siempre para interceder por ellos” (Hebreos 7:25). Esta intercesión es el cumplimiento máximo del papel mediador de los sacerdotes levitas. La ley levítica era “débil e inútil” (Hebreos 7:18) para perfeccionar a los hombres, pero Yeshúa, por medio de su sangre, nos ha hecho “reino y sacerdotes para nuestro Elohím” (Ḥizqayon/Apocalipsis 5:10), permitiéndonos entrar con confianza al trono de la gracia (Hebreos 4:16). Por lo tanto, la bendición de Leví, con su énfasis en el servicio, la instrucción de la Torah y la mediación, encuentra su glorioso y eterno cumplimiento en Maran Yeshúa, el centro de todas las Escrituras, quien nos ha constituido en un sacerdocio real para Elohím.

4. Contexto Histórico y Arqueológico

Según Torah Viviente: La Aliyá 2 de V’Zot HaBerajá, que abarca la bendición de Leví (Deuteronomio 33:8-11) y Benjamín (33:12), está enmarcada en los últimos momentos de Moshéh antes de su muerte y la entrada de Yisra’el a la tierra de Kena’an. Este contexto es crucial para comprender la significancia de estas bendiciones. Las tribus estaban a punto de heredar la tierra, y sus roles y bendiciones, profetizadas por Moshéh, delineaban sus funciones futuras en la teocracia israelita.

La tribu de Leví, a diferencia de las otras, no recibió una herencia territorial fija, sino ciudades dispersas y un rol sagrado y exclusivo. Esta particularidad histórica se remonta al incidente del becerro de oro (Éxodo 32), donde los levitas se mantuvieron fieles a HaShem mientras el resto del pueblo apostataba. Este acto de lealtad radical, descrito en Deuteronomio 33:9 (“el que dijo a su padre y a su madre: ‘No los he visto’; y a sus hermanos no reconoció, ni a sus hijos conoció”), les valió el privilegio de ser los sacerdotes y ministros del Santuario. La arqueología ha revelado la importancia central del culto en las sociedades antiguas del Cercano Oriente, y Yisra’el no era una excepción. Los descubrimientos de altares y lugares de culto en asentamientos israelitas de la Edad del Hierro, como Tel Dan y Beersheva (aunque estos eran periféricos al culto central), subrayan la existencia de un sistema sacerdotal activo. Los levitas, por lo tanto, no eran meros funcionarios, sino el pilar religioso y social de la nación.

La mención de los Urim y Tumim (Deuteronomio 33:8) conecta con las prácticas de adivinación y discernimiento divino en el antiguo Cercano Oriente. Aunque los detalles de su funcionamiento no se describen explícitamente, su presencia en el pectoral del sumo sacerdote (Éxodo 28:30) está documentada, y su función era obtener la voluntad de HaShem. Textos egipcios y mesopotámicos mencionan prácticas oraculares que involucraban objetos sagrados, aunque el uso y significado de los Urim y Tumim eran únicos para la relación de pacto de HaShem con Yisra’el. La fidelidad de Leví en Masá y Merivá (Deuteronomio 33:8), donde el pueblo contendió con HaShem, solidificó su rol como guardianes de la Torah y mediadores.

En cuanto a Benjamín (Deuteronomio 33:12), la bendición lo presenta como el “amado de YHVH” que habitaría “con seguridad” y sobre cuyos hombros HaShem moraría. Históricamente, el territorio de Benjamín era estratégico, al norte de Yehudá, e incluía sitios vitales como Yerushalayim (o al menos sus límites, como la colina de la ciudad de David y el Templo, que se encontraban en la frontera entre Benjamín y Yehudá). La promesa de que HaShem “moraría entre sus hombros” se interpreta como la Shejináh, la presencia divina, que residiría en el Templo, ubicado en parte del territorio de Benjamín. La arqueología en Yerushalayim ha confirmado la antigüedad y la centralidad de este lugar para el culto israelita desde los tiempos de David HaMelej y Shelomó HaMelej. La bendición de Benjamín, por lo tanto, profetiza el honor de ser la sede de la presencia divina entre Yisra’el. Ambas bendiciones, la de Leví y la de Benjamín, destacan el plan redentor de HaShem para su pueblo, a través del sacerdocio y la residencia de Su gloria, todo lo cual apunta, en última instancia, al Reino de Yeshúa HaMashíaj.

5. Profecías Mesiánicas y Tipos Bíblicos

Según Torah Viviente: La bendición de Leví y Benjamín en Deuteronomio 33:8-12 está cargada de profundas profecías mesiánicas, tipos y patrones redentores que encuentran su glorioso cumplimiento en Yeshúa HaMashíaj. La tribu de Leví, consagrada al servicio de HaShem, es un tipo del sacerdocio de Yeshúa, pero también del sacerdocio espiritual de todos los creyentes en el Reino de los Cielos.

Los “Tumim y Urim” (Deuteronomio 33:8), símbolos de la luz y la perfección, eran el medio por el cual el sumo sacerdote discernía la voluntad de HaShem. Yeshúa HaMashíaj es el definitivo Urim y Tumim. Él es la “luz verdadera que alumbra a todo hombre” (Yojanán 1:9) y la encarnación perfecta de la verdad y la justicia de Elohím. En Él, no hay oscuridad ni imperfección. Él es la revelación suprema de HaShem, el “resplandor de Su gloria y la imagen misma de Su sustancia” (Hebreos 1:3). La búsqueda de la guía divina a través del sacerdote levítico era una sombra de la guía que ahora obtenemos directamente a través de nuestra relación con Yeshúa.

El “hombre piadoso” (חֲסִידֶךָ, ḥa-si-de-kha) a quien se le confía esta tarea proféticamente apunta a Yeshúa. Él es el “Santo de Elohím” (Yojanán 6:69), el Ḥasid por excelencia, cuya vida de perfecta obediencia y devoción a HaShem superó la lealtad de cualquier levita. El pasaje destaca la lealtad radical de Leví, que “no conoció a su padre ni a su madre” (Deuteronomio 33:9), poniendo a HaShem por encima de los lazos familiares. Este celo tipifica el llamamiento de Yeshúa a Sus discípulos a amar a Elohím por encima de todo, incluso de la familia (Mateo 10:37, Lucas 14:26), y, más profundamente, prefigura la obediencia sin par de Yeshúa mismo a la voluntad de Su Padre, incluso hasta la muerte, para establecer el Reino.

La función levítica de “enseñar tus juicios a Yaakov y tu Torah a Yisra’el” (Deuteronomio 33:10) se cumple de manera suprema en Yeshúa HaMashíaj, el Gran Maestro. Él no solo enseñó la Torah, sino que la interpretó con una autoridad sin precedentes (Mateo 7:29) y la encarnó plenamente. Su vida fue la Torah viva, y Su enseñanza reveló el corazón y el espíritu de los mandamientos de HaShem. Él es el Divino Maestro que guía a Yisra’el y a todas las naciones al conocimiento de HaShem.

Los sacrificios y el incienso ofrecidos por Leví (Deuteronomio 33:10) son tipos claros del sacrificio único y perfecto de Yeshúa en el madero y de Su intercesión perpetua. Él es el “Cordero de Elohím que quita el pecado del mundo” (Yojanán 1:29), y Su sacrificio es la ofrenda que verdaderamente agrada a HaShem y que aplaca Su ira. El incienso simboliza las oraciones que ascienden a Elohím, y Yeshúa HaMashíaj es nuestro sumo sacerdote que presenta nuestras oraciones y es nuestro intercesor ante el Padre (Hebreos 7:25).

La bendición de Benjamín (Deuteronomio 33:12), “el amado de YHVH”, y la promesa de que HaShem “morará entre sus hombros” (refiriéndose a la ubicación del Templo en Yerushalayim), es una poderosa sombra de la presencia del Ruaj HaKodesh que habita en los creyentes en Yeshúa HaMashíaj. Nuestro cuerpo es templo del Ruaj HaKodesh (1 Corintios 6:19), y Yeshúa prometió que Él y el Padre vendrían a morar en aquellos que le aman y guardan Su palabra (Yojanán 14:23). Así, la promesa de la morada divina, inicialmente ligada a un lugar físico, se expande proféticamente para incluir la morada espiritual de Elohím en cada discípulo de Mashíaj. Todos estos elementos apuntan inexorablemente a Yeshúa HaMashíaj como el cumplimiento escatológico y el centro de la redención.

6. Análisis Lingüístico y Midrashim Mesiánicos

Según Torah Viviente: El análisis lingüístico de Deuteronomio 33:8-12 revela capas de significado que enriquecen nuestra comprensión de las conexiones mesiánicas.

El término תֻּמֶּיךָ וְאוּרֶיךָ (Tu-me-kha ve-U-re-kha), “Tus Tumim y tus Urim”, del v. 8 es crucial. תֻּמִּים (Tumim) viene de la raíz תָּמַם (tamam), “ser completo, perfecto, inocente”. אוּרִים (Urim) de אוֹר (or), “luz”. Juntos, significan “luces y perfecciones”. El Midrashim, como el Sifrei Devarim, a menudo discute la naturaleza misteriosa de estos objetos, asociándolos con la capacidad del sumo sacerdote de obtener una respuesta clara de HaShem. En el contexto mesiánico, Yeshúa HaMashíaj es el verdadero Urim y Tumim. Él es la luz perfecta de HaShem que ilumina toda verdad (Yojanán 1:9, 8:12), y en Él mora toda la plenitud y perfección de Elohím (Colosenses 2:9). No necesitamos objetos mediadores, porque Yeshúa es la mediación perfecta.

La frase לְאִישׁ חֲסִידֶךָ (le-iš ḥa-si-de-kha), “para el hombre tu piadoso/fiel”, en el v. 8 se refiere al sumo sacerdote levítico. La palabra חָסִיד (ḥasid), “piadoso, leal, fiel”, de la raíz חָסַד (ḥasad), que evoca la misericordia y la lealtad del pacto. El Targum Onqelos traduce esto como “el hombre que es fiel a Ti”, enfatizando la devoción. Este título es el epítome de Yeshúa HaMashíaj. Él es el Ḥasid de Elohím por excelencia, el “Santo de Elohím” (Yojanán 6:69), quien cumplió perfectamente toda la voluntad de HaShem, incluso ofreciéndose a sí mismo como el sacrificio final.

El v. 9 subraya la lealtad radical de Leví: “El que dice a su padre y a su madre: ‘No los he visto’; y a sus hermanos no reconoció, ni a sus hijos conoció.” Este pasaje alude al celo levítico en el incidente del becerro de oro (Éxodo 32:26-29) y quizás también a las pruebas en Masá y Merivá. El verbo רָאָה (ra’ah), “ver”, y נָכַר (nakar), “reconocer”, y יָדַע (yada), “conocer”, se utilizan aquí metafóricamente para denotar una renuncia a los lazos familiares cuando estos entran en conflicto con la lealtad a HaShem. El Midrash Raba sobre este pasaje enfatiza la elección de Elohím por encima de los afectos terrenales como la razón de su santificación. Mesiánicamente, esto prefigura a Yeshúa HaMashíaj, quien enseñó la primacía del Reino de Elohím sobre todo lo demás, incluyendo la familia, y cuya propia vida demostró una obediencia absoluta al Padre, incluso en el abandono aparente. Los Manuscritos del Mar Muerto, especialmente textos como 1QSa (la Regla de la Congregación) o el Documento de Damasco, a menudo enfatizan una dedicación comunitaria a la Torah que podría implicar un desapego similar a las lealtades externas para aquellos que se unían al “verdadero” sacerdocio o comunidad.

El v. 10 describe las funciones de Leví: יוֹרוּ מִשְׁפָּטֶיךָ לְיַעֲקֹב וְתוֹרָתְךָ לְיִשְׂרָאֵל (yo-ru miš-pa-te-kha le-Ya-a-qov ve-To-ra-te-kha le-Yis-ra-el), “Ellos enseñarán tus juicios a Yaakov y tu Torah a Yisra’el”. El verbo יוֹרוּ (yoru) de la raíz יָרָה (yarah) significa “enseñar, instruir”, la misma raíz que תּוֹרָה (Torah). Esta es la función central del sacerdocio. En Yeshúa HaMashíaj, tenemos al gran Maestro que no solo enseña la Torah, sino que es la personificación de la misma, trayendo una enseñanza viva y transformadora que revela el corazón de Elohím.

Finalmente, la bendición de Benjamín en el v. 12, יְדִיד יְהוָה יִשְׁכֹּן לָבֶטַח עָלָיו… וּבֵין כְּתֵפָיו שָׁכֵן (ye-did YHVH yiš-kon la-ve-ṭaḥ a-lav… u-ven ke-te-fav ša-khen), “Amado de YHVH, habitará seguro sobre él… y entre sus hombros morará”. La palabra שָׁכֵן (ša-khen), “morar”, está conectada con la שְׁכִינָה (Shejináh), la presencia gloriosa de HaShem. El Midrash Tanhuma y el Zohar asocian esta promesa con la ubicación del Templo en el territorio de Benjamín. Mesiánicamente, Yeshúa es el “Amado de Elohím” (Mateo 3:17, 17:5), y Él promete que la Shejináh, el Ruaj HaKodesh, morará en Sus discípulos, haciendo de cada creyente un templo viviente de Elohím (1 Corintios 6:19). Él es el lugar donde la presencia divina habita entre nosotros.

7. Paralelismos Temáticos y Conexiones Redentoras

Según Torah Viviente: Esta Aliyá 2 de V’Zot HaBerajá, con la bendición a Leví y Benjamín, establece varios paralelismos temáticos y conexiones redentoras que resuenan a través de todas las Escrituras y culminan en el Reino de Yeshúa HaMashíaj y la vida de Sus discípulos.

Un tema central es la lealtad incondicional a HaShem. La tribu de Leví es bendecida por su celo ardiente en el servicio a Elohím, incluso si eso significaba desatender los lazos familiares, como se observa en el incidente del becerro de oro. Este es un patrón redentor que se repite: la primacía de Elohím sobre cualquier otra lealtad. Yeshúa HaMashíaj modeló esta lealtad suprema, enseñando que “el que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; y el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí” (Mateo 10:37). Los discípulos de Mashíaj son llamados a una lealtad similar, poniendo el Reino de los Cielos como su máxima prioridad, demostrando que seguir a Yeshúa a menudo requiere un desapego de las comodidades y seguridades terrenales, incluso familiares.

Otro paralelismo es la función de mediación y enseñanza. Leví fue apartado para enseñar la Torah y los juicios de HaShem a Yisra’el y para interceder por el pueblo a través de los sacrificios y el incienso. Este es un patrón redentor de mediación divina. En el Reino de los Cielos, Yeshúa HaMashíaj es el único y perfecto Mediador entre Elohím y la humanidad (1 Timoteo 2:5). Su sacrificio en el madero es la expiación definitiva, y Él es nuestro Sumo Sacerdote que intercede continuamente por nosotros (Hebreos 7:25). Además, los discípulos de Mashíaj son llamados a ser un “sacerdocio real” (1 Kefa/Pedro 2:9), llevando las buenas nuevas del Reino a todas las naciones y enseñando los mandamientos de Yeshúa. Así, el rol levítico de enseñanza y mediación se cumple y se expande en Mashíaj y en Su cuerpo.

La morada de la presencia divina es otro tema poderoso. La bendición de Benjamín prometió que HaShem “morará entre sus hombros”, una clara referencia a la ubicación del Templo en Yerushalayim. Este patrón de la Shejináh, la presencia de Elohím habitando entre Su pueblo, se desarrolla desde el Mishkán (Tabernáculo) hasta el Beit HaMikdash (Templo). La conexión redentora es evidente en Yeshúa HaMashíaj, quien es “Emanu-El” (Elohím con nosotros) (Mateo 1:23), la morada viviente de Elohím. Él prometió enviar el Ruaj HaKodesh, la misma presencia de Elohím, para morar en los corazones de Sus discípulos (Yojanán 14:16-17, 23). De este modo, cada creyente en Yeshúa se convierte en un templo viviente del Ruaj HaKodesh, y la comunidad de creyentes es el Templo espiritual donde Elohím mora (Efesios 2:21-22). Este es un cumplimiento glorioso que transforma la geografía de la presencia divina en una realidad personal y comunitaria en el Reino.

Finalmente, la victoria sobre los adversarios (Deuteronomio 33:11) es un patrón mesiánico. La oración de Moshéh por la destrucción de los enemigos de Leví prefigura la victoria de Yeshúa HaMashíaj sobre todos los poderes de la oscuridad, el pecado y la muerte. A través de Su resurrección, Yeshúa “despojó a los principados y a las autoridades, y los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz” (Colosenses 2:15). En el Reino de los Cielos, los discípulos de Mashíaj también participan en esta victoria, a través del poder de Yeshúa, para vencer al maligno y avanzar el Reino de Elohím en la tierra.

8. Descubriendo a Mashíaj – Cumplimientos Tipológicos

Según Torah Viviente: La Aliyá 2 de V’Zot HaBerajá es un tesoro de cumplimientos tipológicos que revelan aspectos profundos de la vida, obra y persona de Yeshúa HaMashíaj. Cada elemento de la bendición a Leví y Benjamín apunta a Él como el centro de todas las Escrituras.

El sacerdocio levítico, con sus Tumim y Urim (Deuteronomio 33:8), era un tipo del sacerdocio de Yeshúa. Yeshúa no necesitó de objetos externos para discernir la voluntad de HaShem, porque Él es la Sabiduría y la Verdad encarnada (1 Corintios 1:30, Yojanán 14:6). Él es la fuente de toda luz y revelación perfecta (Yojanán 1:4-5), superando los símbolos. El sacerdote levítico ofrecía sacrificios que cubrían temporalmente los pecados, pero Yeshúa es el Gran Sumo Sacerdote según el orden de Malki-Tzedeq (Hebreos 7:11-28), cuyo sacrificio único y eterno logró la purificación completa y perfecta de una vez por todas (Hebreos 9:11-14). El incienso y las ofrendas quemadas (Deuteronomio 33:10) eran sombras de Su propia vida perfecta y de Su muerte como una ofrenda fragante a Elohím (Efesios 5:2).

La descripción del levita como “el hombre tu piadoso (ḥa-sid-ekha)” (Deuteronomio 33:8) es un título que, tipológicamente, se aplica de manera superlativa a Yeshúa HaMashíaj. Él es el Ḥasid por excelencia, el Santo de Elohím, quien vivió una vida de perfecta santidad, sin pecado (Hebreos 4:15). Su fidelidad a HaShem fue absoluta, incluso hasta el punto de la cruz, demostrando el amor y la lealtad del pacto de Elohím en Su persona.

La lealtad radical de Leví (Deuteronomio 33:9), al poner a HaShem por encima de los lazos familiares más íntimos, es un evento simbólico que prefigura la devoción sin compromiso de Yeshúa a la voluntad de Su Padre. Más aún, Yeshúa llamó a Sus discípulos a una lealtad similar, a dejar todo para seguirle (Lucas 14:26). Este es un patrón redentor que se repite en la vida de los que entran en Su Reino. Yeshúa mismo enseñó que Su verdadera familia son aquellos que hacen la voluntad de Su Padre (Marcos 3:31-35).

La función de enseñanza de Leví (“enseñarán tus juicios… y tu Torah a Yisra’el”, Deuteronomio 33:10) encuentra su cumplimiento en Yeshúa como el Maestro por excelencia. Él no solo enseñó la Torah con autoridad (Mateo 7:29), sino que fue la personificación viviente de la Torah, revelando su verdadero significado y espíritu. Su enseñanza es la que lleva a la vida eterna y la que establece el fundamento del Reino de los Cielos.

La bendición de Benjamín como “el amado de YHVH” y la promesa de que la presencia de HaShem “morará entre sus hombros” (Deuteronomio 33:12) son cumplimientos tipológicos de la manifestación de la Shejináh. Yerushalayim, con el Templo, estaba en la frontera del territorio de Benjamín, simbolizando la morada física de Elohím. Este es un tipo del hecho de que Yeshúa HaMashíaj es la morada de la plenitud de la Divinidad corporalmente (Colosenses 2:9). Además, Yeshúa prometió y envió el Ruaj HaKodesh para morar en Sus discípulos (Yojanán 14:16-17, 23), haciendo de cada creyente un templo viviente del Ruaj HaKodesh (1 Corintios 6:19). Los textos apócrifos y pseudepigráficos, como los rollos de Qumran que hablan de un “Maestro de Justicia” o de un sacerdocio ideal, aunque con matices propios, expresan la expectativa de una figura que restauraría la verdadera enseñanza y el sacerdocio, expectativa que Yeshúa superó y cumplió divinamente.

Así, desde los sacerdotes levitas que buscaban la voluntad de HaShem, hasta la morada de Su presencia en el Templo, cada aspecto de esta Aliyá señala a Yeshúa HaMashíaj, quien es la perfecta luz, la verdad encarnada, el Sumo Sacerdote fiel, el Maestro divino, el sacrificio sin mancha y la morada eterna de Elohím entre Su pueblo.

9. Midrashim, Targumim y Textos de Qumran

Según Torah Viviente: La bendición de Leví y Benjamín en Deuteronomio 33:8-12 ha sido objeto de una rica exégesis en la tradición judía, con Midrashim y Targumim que, aunque no siempre explícitamente mesiánicos en el sentido de Yeshúa, ofrecen interpretaciones que preparan el terreno para el entendimiento de los cumplimientos en Mashíaj.

Los Midrashim (como Sifrei Devarim 346 y Tanhuma B, Va’etḥanan 6) sobre el v. 8 (תֻּמֶּיךָ וְאוּרֶיךָ לְאִישׁ חֲסִידֶךָ, “Tus Tumim y tus Urim para el hombre tu piadoso”) enfatizan que HaShem escogió a Leví por su santidad y su dedicación a la Torah. Reconocen que los Tumim y Urim eran un medio sobrenatural para el discernimiento divino, un oráculo viviente a través del cual la presencia de Elohím se manifestaba. Algunos Midrashim sugieren que estos eran los nombres de Elohím escritos en el pectoral. La frase “tu piadoso” (ḥa-si-de-kha) es aplicada no solo a Aarón, sino a toda la tribu por su compromiso. Este énfasis en la revelación y la santidad del mediador es clave para entender a Yeshúa HaMashíaj como la revelación perfecta y el Sumo Sacerdote sin mancha.

El v. 9, que describe la lealtad de Leví al decir “no conocieron a su padre ni a su madre”, es uno de los pasajes más comentados. El Midrash Tanhuma (Ki Tissa 19) y el Sifrei Devarim interpretan esto como la acción de los levitas durante el incidente del becerro de oro (Éxodo 32:26-29), cuando Moshéh los llamó a “ponerse del lado de HaShem” y castigar a los idólatras, sin distinción de parentesco. Esta fue una elección radical de HaShem sobre la familia, lo que santificó a la tribu. Rabí Shimon bar Yoḥai, citado en el Midrash, llega a decir que los levitas se ganaron el sacerdocio por esta acción. Aunque la tradición rabínica no lo vincula directamente con Yeshúa, esta “lealtad suprema” es una cualidad mesiánica por excelencia. Yeshúa mismo declaró la primacía de la voluntad de Elohím sobre los lazos familiares, y Su vida ejemplificó una obediencia total a Su Padre celestial.

Los Targumim (Targum Onqelos y Targum Yonatan) sobre el v. 10 ( “Ellos enseñarán tus juicios a Yaakov y tu Torah a Yisra’el”) amplían el papel de Leví como maestros. El Targum Yonatan, por ejemplo, destaca que los levitas serían los “escribas y maestros” que “enseñarían a Israel la Ley”. También enfatizan que los levitas “ofrecerán la ofrenda de incienso delante de Ti para un aroma de paz y ofrendas quemadas completas sobre Tu altar”. Esta función de enseñanza y mediación cultual, con el propósito de traer paz y agrado a HaShem, prepara la comprensión del Gran Maestro y Sumo Sacerdote, Yeshúa, quien es nuestra paz y nuestra ofrenda.

La bendición de Benjamín en el v. 12, donde se dice que HaShem “morará entre sus hombros”, es consistentemente interpretada en la tradición rabínica como una referencia a la ubicación del Beit HaMikdash (Templo) en el territorio de Benjamín. El Talmud Bavlí (Yoma 12b) y el Midrash Raba (Devarim 11:2) discuten cómo la mayor parte del Templo, incluido el Lugar Santísimo, estaba en el territorio de Benjamín, mientras que el altar y el atrio de las mujeres estaban en el territorio de Yehudá, uniendo así a las dos tribus. Esta morada de la Shejináh en un lugar geográfico es un tipo de la morada de Elohím en Yeshúa HaMashíaj (Colosenses 2:9) y, a través de Él, en cada creyente por medio del Ruaj HaKodesh (1 Corintios 6:19).

En cuanto a los Textos de Qumran, aunque no comentan directamente sobre este pasaje de Deuteronomio 33, sus escritos, como la Regla de la Comunidad (1QS) y el Documento de Damasco (CD), revelan una profunda preocupación por un sacerdocio puro y una interpretación correcta de la Torah. La comunidad de Qumran esperaba la venida de un “Maestro de Justicia” y, en algunos casos, dos Mesías: uno davídico (rey) y otro aarónico (sacerdote). Esto refleja una expectativa de un sacerdocio y una enseñanza mesiánicos que superarían las fallas del sacerdocio existente. Aunque sus interpretaciones son distintas, la sed de un sacerdocio y una guía divinas, perfectamente fieles a la Torah, se cumple en Yeshúa HaMashíaj como el Rey y Sumo Sacerdote que encarna la verdadera justicia y luz.

10. Mandamientos y Principios de Vida

Según Torah Viviente: De la bendición de la tribu de Leví y Benjamín en Deuteronomio 33:8-12, se desprenden principios de vida y mandamientos profundos para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos, que reflejan la esencia de la vida en Yeshúa.

1. Prioridad Absoluta de Elohím y Su Palabra: El celo de Leví, que los llevó a poner la lealtad a HaShem por encima de los lazos familiares (Deuteronomio 33:9), establece un principio fundamental del Reino. Yeshúa HaMashíaj enseñó: “El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; y el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí” (Mateo 10:37). El mandamiento implícito es: Amarás a Adonái tu Elohím con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente (Mateo 22:37). Para los discípulos, esto significa una devoción inquebrantable a Yeshúa, dispuestos a dejarlo todo por Su causa y por el avance de Su Reino. La Palabra de HaShem, Su Torah, debe ser nuestra máxima autoridad, y nuestra obediencia a ella debe ser sin reservas, tal como Leví “guardaron tu palabra y tu pacto” (Deuteronomio 33:9).

2. Servicio Fiel y Enseñanza de la Verdad: La función de Leví de “enseñar tus juicios a Yaakov y tu Torah a Yisra’el” (Deuteronomio 33:10) subraya la importancia del servicio dedicado y la transmisión fiel de la verdad divina. Los discípulos de Mashíaj son un “sacerdocio real” (1 Kefa/Pedro 2:9), llamados a participar en la misión de Yeshúa de hacer discípulos de todas las naciones, enseñándoles “todo lo que os he mandado” (Mateo 28:19-20). El principio es claro: debemos ser custodios diligentes de la verdad de la Palabra de Elohím, viviendo según ella y compartiéndola con integridad y pasión. Nuestro “trabajo de manos” (Deuteronomio 33:11), nuestro servicio y ministerio, debe ser hecho con excelencia y pureza, para que HaShem lo acepte con agrado.

3. Dependencia de la Protección y Presencia Divina: La bendición de Benjamín como el “amado de YHVH” que habitará “con seguridad” y sobre quien HaShem “morará” (Deuteronomio 33:12) nos enseña a vivir en plena dependencia de la protección y presencia de Elohím. Yeshúa HaMashíaj nos asegura: “Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo” (Mateo 28:20). El mandamiento y el principio es confiar en la provisión y el cuidado de HaShem, buscando Su presencia en todo momento. Nuestra seguridad no reside en las circunstancias terrenales, sino en que somos los amados de Yeshúa HaMashíaj y Él, a través del Ruaj HaKodesh, mora en nosotros. Esta conciencia de Su morada debe guiarnos a una vida de santidad y comunión constante, sabiendo que somos el templo viviente de Elohím.

Estos principios, arraigados en la bendición de Moshéh a las tribus, encuentran su expresión más plena y su poder transformador en la vida de los que han sido llamados al Reino de Yeshúa HaMashíaj, capacitándolos para vivir una vida de propósito y fidelidad que honra a Elohím y extiende Su gloria en la tierra.

11. Preguntas de Reflexión Mesiánica

Según Torah Viviente: Para un estudio personal o grupal profundo, las siguientes preguntas nos invitan a reflexionar sobre la Aliyá 2 de Parashá V’Zot HaBerajá a la luz de Yeshúa HaMashíaj:

1. La radical lealtad de Leví (Deuteronomio 33:9) fue el fundamento de su sacerdocio. En el Reino de Yeshúa HaMashíaj, ¿cómo se manifiesta esta “lealtad suprema” en nuestra vida diaria, poniendo a Mashíaj y Su Reino por encima de los lazos familiares, las comodidades personales o las ambiciones mundanas? ¿Qué ídolos contemporáneos compiten por nuestra lealtad hoy, y cómo Yeshúa nos capacita para superarlos?

* Esta pregunta busca que el estudiante examine su propia escala de valores y cómo la primacía de Mashíaj debe impactar decisiones prácticas y relaciones. Se espera una reflexión sobre el costo del discipulado y cómo el Ruaj HaKodesh nos empodera para vivir con esa misma radicalidad que caracterizó a Leví, pero con la motivación del amor de Mashíaj. Invita a identificar los “becerros de oro” modernos (materialismo, reputación, éxito, etc.) que pueden desviar la devoción a HaShem.

2. Los Tumim y Urim de Leví (Deuteronomio 33:8) representaban la luz y la perfección para discernir la voluntad de HaShem. Si Yeshúa HaMashíaj es el cumplimiento perfecto de los Urim y Tumim, ¿cómo buscamos Su guía y revelación en nuestras vidas? ¿De qué manera la lectura de las Escrituras, la oración y la comunión con el Ruaj HaKodesh nos permiten experimentar Su “luz y perfección” para vivir conforme a la voluntad del Reino hoy?

* Esta pregunta invita a una reflexión sobre la práctica espiritual del creyente. Profundiza en cómo Yeshúa, como la Palabra encarnada y la Luz del mundo, nos ofrece un acceso directo a la sabiduría divina que antes requería mediadores y objetos sagrados. Se busca conectar la bendición levítica con la experiencia de la guía divina personal a través de Yeshúa y el Ruaj HaKodesh, y cómo esta guía se aplica en situaciones concretas.

3. La promesa de la morada de HaShem “entre los hombros” de Benjamín (Deuteronomio 33:12) tipificaba la presencia divina en el Templo. Considerando que en el Reino de Yeshúa HaMashíaj, cada creyente es un templo del Ruaj HaKodesh, ¿cómo esta verdad impacta nuestra identidad, nuestras acciones y nuestra responsabilidad de vivir vidas santas que reflejen la gloria de Mashíaj? ¿Cómo vivimos conscientemente como portadores de la Shejináh en un mundo secular?

* Esta pregunta se centra en la aplicación de la verdad teológica de la morada del Ruaj HaKodesh en el creyente. Anima a la reflexión sobre la identidad en Mashíaj y las implicaciones prácticas de ser un templo viviente. Se espera que el estudiante considere cómo su comportamiento, sus elecciones y su testimonio diario deben ser un reflejo de la santidad y la presencia de Elohím que mora en él, y cómo esto difiere del sacerdocio levítico enfocado en un lugar físico.

12. Resumen de Conexiones Mesiánicas

Esta Aliyá 2 de la Parashá V’Zot HaBerajá, que contiene la bendición de Moshéh a Leví y Benjamín, es un tapiz rico en conexiones con el Reino de los Cielos, revelando que Yeshúa HaMashíaj es el centro inmutable de todas las Escrituras. La lealtad radical de Leví, su rol de enseñanza de la Torah y su servicio sacerdotal con los Urim y Tumim, encuentran su glorioso cumplimiento en Yeshúa: Él es el Sumo Sacerdote perfecto según el orden de Malki-Tzedeq, la encarnación de la Luz y la Verdad de Elohím, quien vivió una vida de obediencia suprema a Su Padre y ofreció el sacrificio único y eterno que nos reconcilia con HaShem. Asimismo, la bendición de Benjamín, con la promesa de la morada divina en su territorio a través del Templo, prefigura la venida de Yeshúa como “Emanu-El”, Elohím con nosotros, y el don del Ruaj HaKodesh que permite a la Shejináh morar en cada creyente, transformándonos en templos vivientes. Así, esta porción de la Torah no solo celebra el pasado, sino que proféticamente revela la obra redentora de Mashíaj y la expansión de Su Reino, donde todos Sus discípulos son llamados a una lealtad, servicio y comunión divinos.

13. Tefiláh (Oración)

Oh, Adonái, Elohím de Avraham, Yitzḥak y Yaakov, te damos gracias por la profunda revelación de Tu Palabra en la Aliyá 2 de V’Zot HaBerajá. Nos maravillamos ante la fidelidad de la tribu de Leví, su celo por Tu Torah y su servicio consagrado, que fueron una sombra gloriosa del sacerdocio perfecto de Yeshúa HaMashíaj. Agradecemos que en Maran Yeshúa tenemos el cumplimiento de los Urim y Tumim, la Luz y la Perfección de Tu voluntad, y que Él es nuestro Gran Sumo Sacerdote que intercede perpetuamente por nosotros. Bendito seas, HaShem, por haber hecho de Yeshúa el “Amado de YHVH”, y por Su Espíritu, el Ruaj HaKodesh, morar no en un solo lugar, sino en los corazones de todos Tus discípulos, haciendo de nosotros templos vivientes de Tu Shejináh. Concédenos, por el poder de Yeshúa, vivir con la misma lealtad radical, la pasión por enseñar Tu verdad y la conciencia de Tu santa presencia, para que nuestro “trabajo de manos” sea aceptable ante Ti y avancemos Tu Reino con poder y gloria. ¡Baruj HaShem, por Yeshúa HaMashíaj, nuestro Rey y Redentor! Amén.

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Parashá 54 Vezot Habrajá (וזאת הברכה) – Aliyah 1

Aliyáh 1: (Deuteronomio 33:1-7) Moshé bendice a las tribus de Israel antes de su muerte, comenzando con la bendición a Rubén y Yehudá (Judá).
Haftaráh: Josué 1:1-18 (La transición de liderazgo a Yehoshúa y la promesa de la presencia de Elohím).
Brit Hadasháh: Lucas 2:25-32 (Simeón bendice a Yeshúa en el Templo).

¡Shalom a todos los estudiantes e indagadores de las profundidades de la Torah y el Reino de Yeshúa HaMashíaj! es un honor y un privilegio desvelar las riquezas contenidas en la sagrada escritura. Nos adentramos hoy en la Parashá V’Zot HaBerajá (וְזֹאת הַבְּרָכָה), la porción final de la Torah, específicamente en su primera Aliyá, donde Moshéh, el más grande de los profetas, imparte sus últimas bendiciones a las tribus de Israel. Prepárense para un viaje de descubrimiento que conecta el pasado, el presente y la eternidad, centrado en la persona y obra de nuestro MarYah Yeshúa.

Tema: La bendición de Moshéh a las tribus de Israel

1. Texto Hebreo Interlineal

Pasaje: Deuteronomio 33:1-33:7

Texto Hebreo OriginalFonética TiberianaTraducción Palabra por PalabraTraducción Literal del Verso
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וְזֹאתVe-zotY estaY esta וְזֹאת la bendición הַבְּרָכָה que אֲשֶׁר bendijo בֵּרַךְ Moshéh מֹשֶׁה, varón אִישׁ de HaElohím הָאֱלֹהִים, a אֶת־ los hijos בְּנֵי de Israel יִשְׂרָאֵל antes לִפְנֵי de su muerte מוֹתוֹ.
(El prefijo וְ (ve) significa “y”, un conectivo. La palabra זֹאת (zot) es un pronombre demostrativo femenino singular, “esta”. Gramaticalmente, introduce el tema principal de la sección, la “bendición” que sigue. Su uso aquí sugiere una culminación, un resumen final de las palabras de Moshéh antes de su partida. Este “y” es más que una simple conjunción; es un enlace con todo lo precedente, las palabras de exhortación y advertencia que Moshéh pronunció.)
הַבְּרָכָהHa-berakhahla bendiciónY esta וְזֹאת la bendición הַבְּרָכָה que אֲשֶׁר bendijo בֵּרַךְ Moshéh מֹשֶׁה, varón אִישׁ de HaElohím הָאֱלֹהִים, a אֶת־ los hijos בְּנֵי de Israel יִשְׂרָאֵל antes לִפְנֵי de su muerte מוֹתוֹ.
(El artículo definido הַ (ha) significa “la”. בְּרָכָה (berakhah) es un sustantivo femenino, “bendición”. Procede de la raíz ב-ר-ך (B-R-K), que significa “arrodillarse”, y por extensión, “bendecir”. Una bendición en hebreo no es solo un deseo, sino una declaración con poder intrínseco que imparte favor o prosperidad. Es una impartición divina que se materializa. La “bendición” de Moshéh es su legado final y una profecía sobre el futuro de Israel.)
אֲשֶׁרAsherqueY esta וְזֹאת la bendición הַבְּרָכָה que אֲשֶׁר bendijo בֵּרַךְ Moshéh מֹשֶׁה, varón אִישׁ de HaElohím הָאֱלֹהִים, a אֶת־ los hijos בְּנֵי de Israel יִשְׂרָאֵל antes לִפְנֵי de su muerte מוֹתוֹ.
(Una conjunción relativa que significa “que”, “quien”, “el cual”. Conecta la bendición con el acto de Moshéh de pronunciarla. Su función es especificar el sujeto y la acción de la bendición, señalando a Moshéh como el agente divinamente comisionado para este acto.)
בֵּרַךְBerakhbendijoY esta וְזֹאת la bendición הַבְּרָכָה que אֲשֶׁר bendijo בֵּרַךְ Moshéh מֹשֶׁה, varón אִישׁ de HaElohím הָאֱלֹהִים, a אֶת־ los hijos בְּנֵי de Israel יִשְׂרָאֵל antes לִפְנֵי de su muerte מוֹתוֹ.
(Verbo en forma Pi’el, perfecto, tercera persona masculino singular, de la raíz ב-ר-ך (B-R-K). El Pi’el intensifica la acción, indicando un acto deliberado y poderoso de bendecir. Moshéh no solo deseó bien, sino que activamente impartió bendiciones, un eco de la bendición patriarcal, pero con la autoridad del pacto de HaShem. Históricamente, este es el último acto profético y pastoral de Moshéh.)
מֹשֶׁהMoshéhMoshéhY esta וְזֹאת la bendición הַבְּרָכָה que אֲשֶׁר bendijo בֵּרַךְ Moshéh מֹשֶׁה, varón אִישׁ de HaElohím הָאֱלֹהִים, a אֶת־ los hijos בְּנֵי de Israel יִשְׂרָאֵל antes לִפְנֵי de su muerte מוֹתוֹ.
(Nombre propio, el líder y profeta de Israel. Etimológicamente, se asocia con la raíz מ-ש-ה (M-Š-H), “sacar de las aguas” (Éxodo 2:10). La mención de su nombre aquí subraya la autoridad única que poseía como el mediador del pacto entre Elohím y su pueblo, y el que entregó la Torah. Su acto final de bendecir es coherente con su rol de siervo fiel.)
אִישׁIshvarónY esta וְזֹאת la bendición הַבְּרָכָה que אֲשֶׁר bendijo בֵּרַךְ Moshéh מֹשֶׁה, varón אִישׁ de HaElohím הָאֱלֹהִים, a אֶת־ los hijos בְּנֵי de Israel יִשְׂרָאֵל antes לִפְנֵי de su muerte מוֹתוֹ.
(Sustantivo masculino singular, “varón”, “hombre”. En este contexto, no solo se refiere a un ser humano, sino a una persona de notable carácter y propósito. Es una designación de honor que enfatiza la relación especial de Moshéh con HaShem. Lingüísticamente, denota una posición de autoridad y distinción.)
הָאֱלֹהִיםHa-Elohímde HaElohímY esta וְזֹאת la bendición הַבְּרָכָה que אֲשֶׁר bendijo בֵּרַךְ Moshéh מֹשֶׁה, varón אִישׁ de HaElohím הָאֱלֹהִים, a אֶת־ los hijos בְּנֵי de Israel יִשְׂרָאֵל antes לִפְנֵי de su muerte מוֹתוֹ.
(El artículo definido הַ (ha) “el/la” más אֱלֹהִים (Elohím), uno de los nombres más comunes para la Divinidad en las Escrituras hebreas. אֱלֹהִים es una forma plural majestática, que expresa la plenitud y la grandeza de su poder y soberanía. “Varón de HaElohím” es un título profético y honorífico, aplicado también a otros profetas como Samuel y David, indicando que Moshéh era un siervo escogido, íntimamente conectado y empoderado por el Todopoderoso.)
אֶת־Et-aY esta וְזֹאת la bendición הַבְּרָכָה que אֲשֶׁר bendijo בֵּרַךְ Moshéh מֹשֶׁה, varón אִישׁ de HaElohím הָאֱלֹהִים, a אֶת־ los hijos בְּנֵי de Israel יִשְׂרָאֵל antes לִפְנֵי de su muerte מוֹתוֹ.
(Partícula que marca el objeto directo. No tiene una traducción directa a menudo, pero aquí indica “a”, señalando a quién se dirige la acción de bendecir.)
בְּנֵיBeneilos hijosY esta וְזֹאת la bendición הַבְּרָכָה que אֲשֶׁר bendijo בֵּרַךְ Moshéh מֹשֶׁה, varón אִישׁ de HaElohím הָאֱלֹהִים, a אֶת־ los hijos בְּנֵי de Israel יִשְׂרָאֵל antes לִפְנֵי de su muerte מוֹתוֹ.
(Sustantivo masculino plural en estado constructo, “hijos de”. Proviene de בֵּן (ben), “hijo”. En este contexto, “los hijos de Israel” se refiere a la nación, la descendencia de Yaakov, las doce tribus. Refleja la identidad colectiva del pueblo del pacto, que es el receptor de estas bendiciones finales.)
יִשְׂרָאֵלYisraelIsraelY esta וְזֹאת la bendición הַבְּרָכָה que אֲשֶׁר bendijo בֵּרַךְ מֹשֶׁה מֹשֶׁה, varón אִישׁ de HaElohím הָאֱלֹהִים, a אֶת־ los hijos בְּנֵי de Israel יִשְׂרָאֵל antes לִפְנֵי de su muerte מוֹתוֹ.
(Nombre propio, “Israel”, el nombre que Elohím dio a Yaakov (Génesis 32:28), significando “el que lucha con Elohím” o “Elohím lucha”. Representa la identidad teocrática de la nación, su relación de pacto con HaShem, y su destino redentor. La bendición de Moshéh es para esta entidad espiritual y física.)
לִפְנֵיLifneiantes deY esta וְזֹאת la bendición הַבְּרָכָה que אֲשֶׁר bendijo בֵּרַךְ מֹשֶׁה מֹשֶׁה, varón אִישׁ de HaElohím הָאֱלֹהִים, a אֶת־ los hijos בְּנֵי de Israel יִשְׂרָאֵל antes לִפְנֵי de su muerte מוֹתוֹ.
(Preposición compuesta, “antes de”. El prefijo לְ (le) significa “a/para”, y פְּנֵי (penei) es la forma constructo de פָּנִים (panim), “rostro”, “presencia”. Literalmente “a la presencia de”, significando “antes de” o “en la faz de”. Marca el momento crucial de estas palabras, justo antes de la transición y la entrada a la Tierra Prometida.)
מוֹתוֹ׃Motosu muerteY esta וְזֹאת la bendición הַבְּרָכָה que אֲשֶׁר bendijo בֵּרַךְ מֹשֶׁה מֹשֶׁה, varón אִישׁ de HaElohím הָאֱלֹהִים, a אֶת־ los hijos בְּנֵי de Israel יִשְׂרָאֵל antes לִפְנֵי de su muerte מוֹתוֹ.
(Sustantivo masculino singular, “muerte”, con el sufijo posesivo ־וֹ (o), “su” (de él). Proviene de la raíz מ-ו-ת (M-W-T), “morir”. Este es el punto final de la vida terrenal de Moshéh, dándole un peso profético y testamentario a sus bendiciones. Es un momento de legado, donde el líder entrega su último mensaje, sellando su ministerio con una palabra de esperanza y destino.)
וַיֹּאמַרVa-yomarY dijoY dijo וַיֹּאמַר HaShem יְהוָה: “De Sinái מִסִּינַי Él vino בָּא y resplandeció וְזָרַח desde Seír מִשֵּׂעִיר para ellos לָמוֹ; Él apareció הוֹפִיעַ desde el Monte מֵהַר Parán פָּארָן, y vino וְאָתָה con miríadas מֵרִבְבֹת de santidad קֹדֶשׁ; a su diestra מִימִינוֹ fuego אֵשׁ de ley דָּת para ellos לָמוֹ.”
(El prefijo וַ (va) es un waw consecutivo, que convierte el verbo imperfecto en una acción pasada y narrativa (“y él hizo”). יֹּאמַר (yomar) es un verbo en la forma Imperfecto, tercera persona masculino singular, de la raíz א-מ-ר (A-M-R), “decir”. El waw consecutivo aquí es crucial, marcando la secuencia narrativa. Moshéh, en su capacidad profética, no habla sus propias palabras, sino que introduce una declaración de Elohím, lo que se convertirá en la bendición.)
יְהוָהAdonáiHaShemY dijo וַיֹּאמַר HaShem יְהוָה: “De Sinái מִסִּינַי Él vino בָּא y resplandeció וְזָרַח desde Seír מִשֵּׂעִיר para ellos לָמוֹ; Él apareció הוֹפִיעַ desde el Monte מֵהַר Parán פָּארָן, y vino וְאָתָה con miríadas מֵרִבְבֹת de santidad קֹדֶשׁ; a su diestra מִימִינוֹ fuego אֵשׁ de ley דָּת para ellos לָמוֹ.”
(El Tetragrámaton, el nombre inefable de Elohím. Por reverencia, se lee como Adonái (אֲדֹנָי) o HaShem (הַשֵּׁם) “El Nombre”. Representa la naturaleza personal, relacional y de pacto de Elohím. Su presencia aquí subraya que la bendición no es meramente humana, sino de origen divino, impartida a través de Moshéh.)
מִסִּינַיMi-SinaiDe SináiY dijo וַיֹּאמַר HaShem יְהוָה: “De Sinái מִסִּינַי Él vino בָּא y resplandeció וְזָרַח desde Seír מִשֵּׂעִיר para ellos לָמוֹ; Él apareció הוֹפִיעַ desde el Monte מֵהַר Parán פָּארָן, y vino וְאָתָה con miríadas מֵרִבְבֹת de santidad קֹדֶשׁ; a su diestra מִימִינוֹ fuego אֵשׁ de ley דָּת para ellos לָמוֹ.”
(El prefijo מִ (mi) significa “de” o “desde”. סִּינַי (Sinai) es el monte donde HaShem reveló la Torah a Israel. Es el lugar de la teofanía, donde la gloria de Elohím se manifestó de forma imponente. Mencionar Sinái es evocar la fundación del pacto y la identidad de Israel como el pueblo escogido por HaShem para recibir su instrucción divina.)
בָּאBaÉl vinoY dijo וַיֹּאמַר HaShem יְהוָה: “De Sinái מִסִּינַי Él vino בָּא y resplandeció וְזָרַח desde Seír מִשֵּׂעִיר para ellos לָמוֹ; Él apareció הוֹפִיעַ desde el Monte מֵהַר Parán פָּארָן, y vino וְאָתָה con miríadas מֵרִבְבֹת de santidad קֹדֶשׁ; a su diestra מִימִינוֹ fuego אֵשׁ de ley דָּת para ellos לָמוֹ.”
(Verbo en forma Qal, perfecto, tercera persona masculino singular, de la raíz ב-ו-א (B-W-A), “venir”, “entrar”. Describe la manifestación de HaShem en Sinái. Este “venir” implica una presencia activa y poderosa, no solo en un lugar físico, sino en la historia de Israel para establecer su pacto. Su llegada es un acto redentor y legislativo.)
וְזָרַחVe-zarajy resplandecióY dijo וַיֹּאמַר HaShem יְהוָה: “De Sinái מִסִּינַי Él vino בָּא y resplandeció וְזָרַח desde Seír מִשֵּׂעִיר para ellos לָמוֹ; Él apareció הוֹפִיעַ desde el Monte מֵהַר Parán פָּארָן, y vino וְאָתָה con miríadas מֵרִבְבֹת de santidad קֹדֶשׁ; a su diestra מִימִינוֹ fuego אֵשׁ de ley דָּת para ellos לָמוֹ.”
(El prefijo וְ (ve) “y”, más el verbo en forma Qal, perfecto, tercera persona masculino singular, de la raíz ז-ר-ח (Z-R-Ḥ), “resplandecer”, “salir el sol”. Esta imagen de resplandor o amanecer es una metáfora de la manifestación gloriosa de HaShem. Sugiere una revelación de luz y verdad, disipando la oscuridad, trayendo claridad a su pueblo. Conecta con el concepto de luz divina guiando a Israel.)
מִשֵּׂעִירMi-Se’irdesde SeírY dijo וַיֹּאמַר HaShem יְהוָה: “De Sinái מִסִּינַי Él vino בָּא y resplandeció וְזָרַח desde Seír מִשֵּׂעִיר para ellos לָמוֹ; Él apareció הוֹפִיעַ desde el Monte מֵהַר פָּארָן וְאָתָה מֵרִבְבֹת קֹדֶשׁ; a su diestra מִימִינוֹ fuego אֵשׁ דָּת לָמוֹ.”
(El prefijo מִ (mi) “desde”, más שֵּׂעִיר (Se’ir), una región montañosa al sureste del Mar Muerto, asociada con Edom. Su mención aquí, junto con Sinái y Parán, describe una trayectoria geográfica de la manifestación divina. Simboliza que la gloria de HaShem no estaba confinada a un solo lugar, sino que su presencia se extendía, involucrando a las naciones alrededor, aunque la revelación principal era para Israel.)
לָמוֹLamopara ellosY dijo וַיֹּאמַר HaShem יְהוָה: “De Sinái מִסִּינַי Él vino בָּא y resplandeció וְזָרַח desde Seír מִשֵּׂעִיר para ellos לָמוֹ; Él apareció הוֹפִיעַ desde el Monte מֵהַר Parán פָּארָן, y vino וְאָתָה con miríadas מֵרִבְבֹת de santidad קֹדֶשׁ; a su diestra מִימִינוֹ fuego אֵשׁ de ley דָּת para ellos לָמוֹ.”
(Preposición לְ (le) “para”, más el sufijo pronominal -מוֹ (mo), una forma arcaica de “ellos/as”. Significa “para ellos”, refiriéndose a las tribus de Israel. Es un recordatorio de que todas estas manifestaciones divinas y el resplandor de su gloria tenían un propósito específico y benéfico para su pueblo.)
הוֹפִיעַHófiaÉl aparecióY dijo וַיֹּאמַר HaShem יְהוָה: “De Sinái מִסִּינַי Él vino בָּא y resplandeció וְזָרַח desde Seír מִשֵּׂעִיר para ellos לָמוֹ; Él apareció הוֹפִיעַ desde el Monte מֵהַר Parán פָּארָן, y vino וְאָתָה con miríadas מֵרִבְבֹת de santidad קֹדֶשׁ; a su diestra מִימִינוֹ fuego אֵשׁ de ley דָּת para ellos לָמוֹ.”
(Verbo en forma Hif’il, perfecto, tercera persona masculino singular, de la raíz י-פ-ע (Y-F-A), “aparecer”, “mostrar”, “brillar”. El Hif’il denota causación, “hacer que aparezca”. Es una manifestación aún más explícita de la presencia divina, una revelación visual y poderosa de la gloria de HaShem. Refuerza la idea de una teofanía palpable.)
מֵהַרMe-hardesde el MonteY dijo וַיֹּאמַר HaShem יְהוָה: “De Sinái מִסִּינַי Él vino בָּא y resplandeció וְזָרַח desde Seír מִשֵּׂעִיר para ellos לָמוֹ; Él apareció הוֹפִיעַ desde el Monte מֵהַר Parán פָּארָן, y vino וְאָתָה con miríadas מֵרִבְבֹת de santidad קֹדֶשׁ; a su diestra מִימִינוֹ fuego אֵשׁ de ley דָּת para ellos לָמוֹ.”
(El prefijo מֵ (me) “desde”, más הַר (har), “montaña”, “monte”. La montaña es un lugar recurrente en las Escrituras como sitio de encuentro con Elohím y de revelación divina, enfatizando la sublimidad y la trascendencia de HaShem. También puede simbolizar estabilidad y fuerza.)
פָּארָןPa’ranParánY dijo וַיֹּאמַר HaShem יְהוָה: “De Sinái מִסִּינַי Él vino בָּא y resplandeció וְזָרַח desde Seír מִשֵּׂעִיר para ellos לָמוֹ; Él apareció הוֹפִיעַ desde el Monte מֵהַר Parán פָּארָן, y vino וְאָתָה con miríadas מֵרִבְבֹת de santidad קֹדֶשׁ; a su diestra מִימִינוֹ fuego אֵשׁ דָּת לָמוֹ.”
(Nombre propio, “Parán”, un desierto ubicado al sur de Canaán. Es otro punto geográfico en la travesía de Israel, asociado con la revelación y la provisión divina durante los cuarenta años en el desierto. La secuencia Sinái, Seír, Parán, muestra el viaje de Israel bajo la guía y manifestación de HaShem.)
וְאָתָהVe-atahy vinoY dijo וַיֹּאמַר HaShem יְהוָה: “De Sinái מִסִּינַי Él vino בָּא y resplandeció וְזָרַח desde Seír מִשֵּׂעִיר para ellos לָמוֹ; Él apareció הוֹפִיעַ desde el Monte מֵהַר Parán פָּארָן, y vino וְאָתָה con miríadas מֵרִבְבֹת de santidad קֹדֶשׁ; a su diestra מִימִינוֹ fuego אֵשׁ דָּת לָמוֹ.”
(El prefijo וְ (ve) “y”, más el verbo en forma Qal, perfecto, tercera persona masculino singular, de la raíz א-ת-ה (A-T-H), “venir”. Simboliza la continuidad de la presencia y la acción de HaShem con su pueblo. Este es un verbo de movimiento que subraya la iniciativa divina en acercarse a Israel.)
מֵרִבְבֹתMe-rivavotcon miríadas deY dijo וַיֹּאמַר HaShem יְהוָה: “De Sinái מִסִּינַי Él vino בָּא y resplandeció וְזָרַח desde Seír מִשֵּׂעִיר para ellos לָמוֹ; Él apareció הוֹפִיעַ desde el Monte מֵהַר Parán פָּארָן, y vino וְאָתָה con miríadas מֵרִבְבֹת de santidad קֹדֶשׁ; a su diestra מִימִינוֹ fuego אֵשׁ דָּת לָמוֹ.”
(El prefijo מֵ (me) “desde” o “con”, más רִבְבֹת (rivavot), sustantivo femenino plural, “miríadas”, “decenas de miles”. Denota una gran multitud, refiriéndose a los ejércitos celestiales o a los ángeles que acompañaron a HaShem en su manifestación en Sinái, como se describe en Salmo 68:17. Esto realza la magnificencia y el poder de la teofanía.)
קֹדֶשׁQodeshsantidadY dijo וַיֹּאמַר HaShem יְהוָה: “De Sinái מִסִּינַי Él vino בָּא y resplandeció וְזָרַח desde Seír מִשֵּׂעִיר para ellos לָמוֹ; Él apareció הוֹפִיעַ desde el Monte מֵהַר Parán פָּארָן, y vino וְאָתָה con miríadas מֵרִבְבֹת de santidad קֹדֶשׁ; a su diestra מִימִינוֹ fuego אֵשׁ דָּת לָמוֹ.”
(Sustantivo masculino, “santidad”. La raíz ק-ד-שׁ (Q-D-Š) significa “apartar”, “ser santo”. Indica la naturaleza de HaShem y la de sus acompañantes. La presencia de santidad abruma, exige reverencia y establece la separación entre lo divino y lo profano. La bendición es impartida desde esta esfera de absoluta santidad.)
מִימִינוֹMi-yiminoa su diestraY dijo וַיֹּאמַר HaShem יְהוָה: “De Sinái מִסִּינַי Él vino בָּא y resplandeció וְזָרַח desde Seír מִשֵּׂעִיר para ellos לָמוֹ; Él apareció הוֹפִיעַ desde el Monte מֵהַר Parán פָּארָן, y vino וְאָתָה con miríadas מֵרִבְבֹת de santidad קֹדֶשׁ; a su diestra מִימִינוֹ fuego אֵשׁ דָּת לָמוֹ.”
(El prefijo מִ (mi) “desde/de”, más יָמִין (yamin), “diestra”, con el sufijo posesivo ־וֹ (o) “su”. La “diestra” es un símbolo de poder, autoridad, bendición y favor en las Escrituras hebreas. Sugiere que la ley que se dio no fue por debilidad, sino por la fuerza y soberanía de HaShem. De su diestra, Él otorga aquello que es poderoso.)
אֵשׁEshfuegoY dijo וַיֹּאמַר HaShem יְהוָה: “De Sinái מִסִּינַי Él vino בָּא y resplandeció וְזָרַח desde Seír מִשֵּׂעִיר para ellos לָמוֹ; Él apareció הוֹפִיעַ desde el Monte מֵהַר Parán פָּארָן, y vino וְאָתָה con miríadas מֵרִבְבֹת de santidad קֹדֶשׁ; a su diestra מִימִינוֹ fuego אֵשׁ דָּת לָמוֹ.”
(Sustantivo femenino, “fuego”. El fuego es un motivo recurrente en la teofanía de Sinái (Éxodo 19:18), simbolizando la santidad, la presencia, el juicio y la purificación de HaShem. Aquí, se asocia con la Torah, lo que sugiere que la ley es viva, poderosa y purificadora.)
דָּתDatde leyY dijo וַיֹּאמַר HaShem יְהוָה: “De Sinái מִסִּינַי Él vino בָּא y resplandeció וְזָרַח desde Seír מִשֵּׂעִיר para ellos לָמוֹ; Él apareció הוֹפִיעַ desde el Monte מֵהַר Parán פָּארָן, y vino וְאָתָה con miríadas מֵרִבְבֹת de santidad קֹדֶשׁ; a su diestra מִימִינוֹ fuego אֵשׁ דָּת לָמוֹ.”
(Sustantivo femenino, “ley”, “decreto”, “estatuto”. Es una palabra de origen persa, aunque también se usa en hebreo bíblico (Ester, Esdras, Daniel). Aquí, se refiere a la Torah misma, la instrucción divina dada en Sinái. “Fuego de ley” o “una ley de fuego” es una expresión que recalca la naturaleza ardiente, poderosa e inmutable de la Torah. Históricamente, el Midrash la interpreta como la Torah escrita con fuego negro sobre fuego blanco.)
לָמוֹ׃Lamopara ellosY dijo וַיֹּאמַר HaShem יְהוָה: “De Sinái מִסִּינַי Él vino בָּא y resplandeció וְזָרַח desde Seír מִשֵּׂעִיר para ellos לָמוֹ; Él apareció הוֹפִיעַ desde el Monte מֵהַר Parán פָּארָן, y vino וְאָתָה con miríadas מֵרִבְבֹת de santidad קֹדֶשׁ; a su diestra מִימִינוֹ fuego אֵשׁ דָּת לָמוֹ.”
(Preposición לְ (le) “para”, más el sufijo pronominal -מוֹ (mo), forma arcaica de “ellos/as”. Repetido para énfasis, subraya que la entrega de la ley de fuego es exclusivamente para el beneficio y guía de Israel. Es un don precioso de HaShem a su pueblo, una muestra de su amor pactual.)
אַף־חֹבֵבAf-ḥovevCiertamente amaCiertamente אַף־חֹבֵב ama עַמִּים a los pueblos; todos כָּל־ sus santos קְדֹשָׁיו están en tu mano בְּיָדֶךָ, y ellos וְהֵם se arrodillan תֻּכּוּ a tus pies לְרַגְלֶךָ; Él recibe יִשָּׂא de tus palabras מִדַּבְּרֹתֶיךָ.
(אַף (af) es una partícula que significa “ciertamente”, “también”, “además”. Añade énfasis. חֹבֵב (ḥovev) es un participio activo Qal, masculino singular, de la raíz ח-ב-ב (Ḥ-B-B), “amar”, “apreciar”. Describe a HaShem como el que ama. Es un atributo esencial de Elohím, revelado a través de su relación con Israel y, más allá, con toda la humanidad.)
עַמִּיםAmima los pueblosCiertamente אַף־חֹבֵב ama עַמִּים a los pueblos; todos כָּל־ sus santos קְדֹשָׁיו están en tu mano בְּיָדֶךָ, y ellos וְהֵם se arrodillan תֻּכּוּ a tus pies לְרַגְלֶךָ; Él recibe יִשָּׂא de tus palabras מִדַּבְּרֹתֶיךָ.
(Sustantivo masculino plural, “pueblos”, “naciones”. En este contexto, algunos Midrashim interpretan “los pueblos” como las tribus de Israel, que son “los pueblos” de HaShem. Otros lo ven como una referencia a la humanidad en general. Esta dualidad es rica en significado, mostrando el amor de HaShem tanto por su pueblo del pacto como por la creación entera.)
כָּל־Kol-todosCiertamente אַף־חֹבֵב ama עַמִּים a los pueblos; todos כָּל־ sus santos קְדֹשָׁיו están en tu mano בְּיָדֶךָ, y ellos וְהֵם se arrodillan תֻּכּוּ a tus pies לְרַגְלֶךָ; Él recibe יִשָּׂא de tus palabras מִדַּבְּרֹתֶיךָ.
(Sustantivo en estado constructo, “todo”, “todos”. Sirve como un cuantificador, incluyendo cada individuo o grupo dentro de la categoría que sigue. En este caso, cada uno de los “santos”.)
קְדֹשָׁיוQedoshayvsus santosCiertamente אַף־חֹבֵב ama עַמִּים a los pueblos; todos כָּל־ sus santos קְדֹשָׁיו están en tu mano בְּיָדֶךָ, y ellos וְהֵם se arrodillan תֻּכּוּ a tus pies לְרַגְלֶךָ; Él recibe יִשָּׂא de tus palabras מִדַּבְּרֹתֶיךָ.
(Sustantivo masculino plural, “santos”, con el sufijo posesivo ־ָיו (ayv) “sus” (de Él). Proviene de la raíz ק-ד-שׁ (Q-D-Š). Estos “santos” pueden referirse a los ángeles que acompañaron a HaShem en Sinái, o a los mismos hijos de Israel, quienes son llamados a ser un pueblo santo. La interpretación tradicional rabínica a menudo lo refiere a Israel como un pueblo santificado por HaShem.)
בְּיָדֶךָBe-yadekhaen tu manoCiertamente אַף־חֹבֵב ama עַמִּים a los pueblos; todos כָּל־ sus santos קְדֹשָׁיו están en tu mano בְּיָדֶךָ, y ellos וְהֵם se arrodillan תֻּכּוּ a tus pies לְרַגְלֶךָ; Él recibe יִשָּׂא de tus palabras מִדַּבְּרֹתֶיךָ.
(Preposición בְּ (be) “en”, más יָד (yad) “mano”, con el sufijo posesivo ־ֶךָ (ekha) “tu” (masculino singular). La “mano” de HaShem es un símbolo de su poder, protección, control y guía. Estar en su mano significa estar bajo su soberanía y cuidado providencial. Es una expresión de seguridad y confianza en la omnipotencia divina.)
וְהֵםVe-hemy ellosCiertamente אַף־חֹבֵב ama עַמִּים a los pueblos; todos כָּל־ sus santos קְדֹשָׁיו están en tu mano בְּיָדֶךָ, y ellos וְהֵם se arrodillan תֻּכּוּ a tus pies לְרַגְלֶךָ; Él recibe יִשָּׂא de tus palabras מִדַּבְּרֹתֶיךָ.
(El prefijo וְ (ve) “y”, más הֵם (hem), pronombre personal masculino plural, “ellos”. Se refiere a los “santos” de HaShem, sea Israel o los ángeles. Introduce la acción de reverencia y sumisión que sigue.)
תֻּכּוּTukkuse arrodillanCiertamente אַף־חֹבֵב ama עַמִּים a los pueblos; todos כָּל־ sus santos קְדֹשָׁיו están en tu mano בְּיָדֶךָ, y ellos וְהֵם se arrodillan תֻּכּוּ a tus pies לְרַגְלֶךָ; Él recibe יִשָּׂא de tus palabras מִדַּבְּרֹתֶיךָ.
(Verbo en forma Hof’al, perfecto, tercera persona plural, de la raíz ת-כ-ה (T-K-H) o ד-כ-א (D-K-A), que significa “abatirse”, “arrodillarse”, “ser oprimido”. La interpretación tradicional favorece “se arrodillan” o “se postran”, implicando sumisión y adoración. La forma Hof’al indica una acción pasiva-causativa, “fueron hechos arrodillarse” o “se someten”. Es una imagen de reverencia ante la majestad divina.)
לְרַגְלֶךָLe-raglekhaa tus piesCiertamente אַף־חֹבֵב ama עַמִּים a los pueblos; todos כָּל־ sus santos קְדֹשָׁיו están en tu mano בְּיָדֶךָ, y ellos וְהֵם se arrodillan תֻּכּוּ a tus pies לְרַגְלֶךָ; Él recibe יִשָׂא de tus palabras מִדַּבְּרֹתֶיךָ.
(Preposición לְ (le) “a”, más רֶגֶל (regel) “pie”, con el sufijo posesivo ־ֶךָ (ekha) “tu” (masculino singular). Postrarse a los pies de alguien es un gesto de extrema humildad, sumisión y devoción. Sugiere que Israel, o los ángeles, se someten por completo a la autoridad de HaShem, siguiendo su liderazgo.)
יִשָּׂאYisaÉl recibeCiertamente אַף־חֹבֵב ama עַמִּים a los pueblos; todos כָּל־ sus santos קְדֹשָׁיו están en tu mano בְּיָדֶךָ, y ellos וְהֵם se arrodillan תֻּכּוּ a tus pies לְרַגְלֶךָ; Él recibe יִשָּׂא de tus palabras מִדַּבְּרֹתֶיךָ.
(Verbo en forma Qal, imperfecto, tercera persona masculino singular, de la raíz נ-ש-א (N-Š-A), que tiene múltiples significados como “levantar”, “llevar”, “soportar”, “perdonar”, “recibir”. Aquí, el contexto sugiere “recibir”, “llevar” o “soportar”. Puede implicar que HaShem recibe su palabra o que el pueblo las soporta/entiende. El Targum Onkelos traduce “יקבלון על מלכותיה”, “aceptarán Su reinado”, lo que encaja con “recibir” su palabra.)
מִדַּבְּרֹתֶיךָ׃Mi-dabberotekhade tus palabrasCiertamente אַף־חֹבֵב ama עַמִּים a los pueblos; todos כָּל־ sus santos קְדֹשָׁיו están en tu mano בְּיָדֶךָ, y ellos וְהֵם se arrodillan תֻּכּוּ a tus pies לְרַגְלֶךָ; Él recibe יִשָּׂא de tus palabras מִדַּבְּרֹתֶיךָ.
(El prefijo מִ (mi) “de/desde”, más דַּבְּרֹת (dabberot), sustantivo femenino plural, “palabras”, “dichos”, “declaraciones”, con el sufijo posesivo ־ֶיךָ (ekha) “tu” (masculino singular). Se refiere a las palabras de HaShem, es decir, su Torah, sus mandamientos y sus decretos. La idea es que el pueblo (o los santos) escucha y recibe las palabras divinas, sometiéndose a ellas. Es el fundamento de la relación pactual.)
תּוֹרָהTorahTorahTorah תּוֹרָה nos mandó צִוָּה־לָנוּ Moshéh מֹשֶׁה, una heredad מוֹרָשָׁה de la congregación קְהִלַּת de Yaakov יַעֲקֹב.
(Sustantivo femenino, “Torah”, que significa “instrucción”, “enseñanza”, “ley”. Derivado de la raíz י-ר-ה (Y-R-H), “enseñar”, “dirigir”. Es el cuerpo de la revelación divina dada a Moshéh en Sinái, que guía a Israel en su vida de pacto. La Torah es el corazón de la identidad judía y la base de la relación con HaShem.)
צִוָּה־לָנוּṢivah-lanunos mandóTorah תּוֹרָה nos mandó צִוָּה־לָנוּ Moshéh מֹשֶׁה, una heredad מוֹרָשָׁה de la congregación קְהִלַּת de Yaakov יַעֲקֹב.
(Verbo en forma Pi’el, perfecto, tercera persona masculino singular, de la raíz צ-ו-ה (Ṣ-W-H), “mandar”, “ordenar”, con el sufijo pronominal לָנוּ (lanu) “a nosotros/nos”. El Pi’el intensifica el mandato, mostrando la fuerza y la autoridad del comando. Es Moshéh el instrumento por el cual HaShem “nos mandó” la Torah, enfatizando su papel mediador.)
מֹשֶׁהMoshéhMoshéhTorah תּוֹרָה nos mandó צִוָּה־לָנוּ Moshéh מֹשֶׁה, una heredad מוֹרָשָׁה de la congregación קְהִלַּת de Yaakov יַעֲקֹב.
(Nombre propio, “Moshéh”. Su nombre se repite para recordar su autoridad y el origen divino-mediado de la Torah. Él fue el receptor y el transmisor fiel de la instrucción de HaShem a Israel.)
מוֹרָשָׁהMorashahuna heredadTorah תּוֹרָה nos mandó צִוָּה־לָנוּ Moshéh מֹשֶׁה, una heredad מוֹרָשָׁה de la congregación קְהִלַּת de Yaakov יַעֲקֹב.
(Sustantivo femenino, “heredad”, “posesión heredada”, “legado”. Derivado de la raíz י-ר-שׁ (Y-R-Š), “heredar”, “poseer”. La Torah no es una carga, sino un regalo invaluable, una herencia transmitida de generación en generación. Es el patrimonio espiritual y cultural más preciado de Israel, un recordatorio del pacto eterno.)
קְהִלַּתQehillatde la congregaciónTorah תּוֹרָה nos mandó צִוָּה־לָנוּ Moshéh מֹשֶׁה, una heredad מוֹרָשָׁה de la congregación קְהִלַּת de Yaakov יַעֲקֹב.
(Sustantivo femenino en estado constructo, “congregación”, “asamblea”, “comunidad”. Procede de la raíz ק-ה-ל (Q-H-L), “reunir”, “convocar”. Se refiere al pueblo de Israel como una asamblea unida por un propósito común y por su pacto con HaShem. La Torah es la posesión de esta comunidad pactual.)
יַעֲקֹב׃Yaakovde YaakovTorah תּוֹרָה nos mandó צִוָּה־לָנוּ Moshéh מֹשֶׁה, una heredad מוֹרָשָׁה de la congregación קְהִלַּת de Yaakov יַעֲקֹב.
(Nombre propio, “Yaakov”, el patriarca, cuyo nombre fue cambiado a Israel. Aquí se usa Yaakov para enfatizar la continuidad genealógica y pactual desde los patriarcas hasta la nación de Israel. La Torah es la heredad de la descendencia de Yaakov, un cumplimiento de las promesas hechas a los padres.)
וַיְהִיVa-yehiY Él fueY Él fue וַיְהִי rey מֶלֶךְ en Yeshurún בִישֻׁרוּן, cuando se reunieron בְּהִתְאַסֵּף las cabezas רָאשֵׁי del pueblo עָם juntas יַחַד las tribus שִׁבְטֵי de Israel יִשְׂרָאֵל.
(El prefijo וַ (va) es un waw consecutivo, más el verbo en forma Qal, imperfecto, tercera persona masculino singular, de la raíz ה-ו-ה (H-W-H), “ser”, “llegar a ser”. En este contexto, a menudo se traduce como “y sucedió que”, o “y fue”. Aquí, se refiere a HaShem siendo rey. Este waw consecutivo avanza la narrativa, conectando el reinado de HaShem con la unidad de Israel.)
בִישֻׁרוּןBi-Yeshurunen YeshurúnY Él fue וַיְהִי rey מֶלֶךְ en Yeshurún בִישֻׁרוּן, cuando se reunieron בְּהִתְאַסֵּף las cabezas רָאשֵׁי del pueblo עָם juntas יַחַד las tribus שִׁבְטֵי de Israel יִשְׂרָאֵל.
(Preposición בְּ (be) “en”, más יְשֻׁרוּן (Yeshurun), un nombre poético y honorífico para Israel, que significa “el recto” o “el justo”. Es un término de afecto y aliento de HaShem hacia su pueblo, resaltando su vocación a la justicia y la rectitud. En este contexto, se refiere a la nación de Israel en su ideal.)
מֶלֶךְMelejreyY Él fue וַיְהִי rey מֶלֶךְ en Yeshurún בִישֻׁרוּן, cuando se reunieron בְּהִתְאַסֵּף las cabezas רָאשֵׁי del pueblo עָם juntas יַחַד las tribus שִׁבְטֵי de Israel יִשְׂרָאֵל.
(Sustantivo masculino singular, “rey”. Se refiere a HaShem, quien es el soberano de Yeshurún. La monarquía divina es central en el pensamiento de Israel, donde HaShem es el verdadero gobernante, y cualquier rey humano es meramente su viceregente. Esta declaración reafirma la teocracia de Israel.)
בְּהִתְאַסֵּףBe-hit’assefcuando se reunieronY Él fue וַיְהִי rey מֶלֶךְ en Yeshurún בִישֻׁרוּן, cuando se reunieron בְּהִתְאַסֵּף las cabezas רָאשֵׁי del pueblo עָם juntas יַחַד las tribus שִׁבְטֵי de Israel יִשְׂרָאֵל.
(Preposición בְּ (be) “en/cuando”, más el verbo en forma Hitpa’el, infinitivo constructo, de la raíz א-ס-ף (A-S-F), “reunir”, “juntar”. El Hitpa’el tiene un sentido reflexivo o recíproco, “reunirse a sí mismos”. Describe el acto de las cabezas del pueblo congregándose, lo que es un preámbulo para la manifestación del reinado de HaShem. La unidad es clave para la teocracia.)
רָאשֵׁיRasheilas cabezasY Él fue וַיְהִי rey מֶלֶךְ en Yeshurún בִישֻׁרוּן, cuando se reunieron בְּהִתְאַסֵּף las cabezas רָאשֵׁי del pueblo עָם juntas יַחַד las tribus שִׁבְטֵי de Israel יִשְׂרָאֵל.
(Sustantivo masculino plural en estado constructo, “cabezas”, “líderes”, “principales”. Procede de רֹאשׁ (rosh), “cabeza”. Se refiere a los ancianos y líderes tribales de Israel, aquellos que representaban al pueblo. Su reunión en unidad es esencial para el buen orden del pueblo bajo el reinado divino.)
עָםAmdel puebloY Él fue וַיְהִי rey מֶלֶךְ en Yeshurún בִישֻׁרוּן, cuando se reunieron בְּהִתְאַסֵּף las cabezas רָאשֵׁי del pueblo עָם juntas יַחַד las tribus שִׁבְטֵי de Israel יִשְׂרָאֵל.
(Sustantivo masculino singular, “pueblo”. Se refiere a la nación de Israel en su conjunto, la comunidad pactual de HaShem. La unidad de los líderes y del pueblo es fundamental para la estabilidad y la identidad de Israel como “Yeshurún”.)
יַחַדYaḥadjuntasY Él fue וַיְהִי rey מֶלֶךְ en Yeshurún בִישֻׁרוּן, cuando se reunieron בְּהִתְאַסֵּף las cabezas רָאשֵׁי del pueblo עָם juntas יַחַד las tribus שִׁבְטֵי de Israel יִשְׂרָאֵל.
(Adverbio, “juntas”, “unidas”, “al mismo tiempo”. Enfatiza la unidad y la cohesión de las tribus y sus líderes al congregarse. Esta unidad es una condición para la bendición y para la manifestación del reinado de HaShem en medio de ellos.)
שִׁבְטֵיShivteilas tribusY Él fue וַיְהִי rey מֶלֶךְ en Yeshurún בִישֻׁרוּן, cuando se reunieron בְּהִתְאַסֵּף las cabezas רָאשֵׁי del pueblo עָם juntas יַחַד las tribus שִׁבְטֵי de Israel יִשְׂרָאֵל.
(Sustantivo masculino plural en estado constructo, “tribus de”. Procede de שֵׁבֶט (shevet), “tribu”, “vara”. Se refiere a las divisiones clánicas y políticas de Israel, descendientes de los hijos de Yaakov. La mención de las tribus subraya la diversidad dentro de la unidad de la nación.)
יִשְׂרָאֵל׃Yisraelde IsraelY Él fue וַיְהִי rey מֶלֶךְ en Yeshurún בִישֻׁרוּן, cuando se reunieron בְּהִתְאַסֵּף las cabezas רָאשֵׁי del pueblo עָם juntas יַחַד las tribus שִׁבְטֵי de Israel יִשְׂרָאֵל.
(Nombre propio, “Israel”. Repite el nombre de la nación para consolidar la idea de que este reinado divino y la unidad de los líderes y tribus son para el beneficio de todo Israel, el pueblo del pacto de HaShem. La cohesión tribal bajo el rey divino es la imagen ideal de Israel.)
יְחִיYeḥi¡Que viva!¡Que viva! יְחִי Reubén רְאוּבֵן y no וְאַל־ muera יָמֹת, y que sus hombres וִיהִי מְתֵיו sean un número מִסְפָּר.
(Verbo en forma Qal, Imperfecto Cohortativo, tercera persona masculino singular, de la raíz ח-י-ה (Ḥ-Y-H), “vivir”, “permanecer vivo”. El cohortativo expresa un deseo, una súplica o una bendición. Es una bendición directa para la vida y la existencia continua de la tribu de Reubén. Es la primera bendición individual tribal.)
רְאוּבֵןRe’uvenReubén¡Que viva! יְחִי Reubén רְאוּבֵן y no וְאַל־ muera יָמֹת, y que sus hombres וִיהִי מְתֵיו sean un número מִסְפָּר.
(Nombre propio, “Reubén”, el primogénito de Yaakov y Leáh. El nombre significa “mira, un hijo” o “ha visto mi aflicción”. A pesar de su transgresión (Génesis 35:22), Moshéh bendice a la tribu, asegurando su continuidad. La bendición a Reubén es clave porque la primogenitura había sido comprometida.)
וְאַל־יָמֹתVe-al-yamoty no muera¡Que viva! יְחִי Reubén רְאוּבֵן y no וְאַל־ muera יָמֹת, y que sus hombres וִיהִי מְתֵיו sean un número מִסְפָּר.
(El prefijo וְ (ve) “y”, más אַל (al), una partícula negativa para prohibiciones o súplicas negativas, “no”, más יָמֹת (yamot), verbo en forma Qal, imperfecto, tercera persona masculino singular, de la raíz מ-ו-ת (M-W-T), “morir”. Es una súplica enfática para la preservación de la vida de la tribu, un contrapunto a la posibilidad de que la tribu desapareciera debido a su pecado. Se busca la supervivencia demográfica.)
וִיהִיVi-hiy que sea¡Que viva! יְחִי Reubén רְאוּבֵן y no וְאַל־ muera יָמֹת, y que sus hombres וִיהִי מְתֵיו sean un número מִסְפָּר.
(El prefijo וְ (ve) “y”, más el verbo en forma Qal, imperfecto, tercera persona masculino singular, de la raíz ה-ו-ה (H-W-H), “ser”, “llegar a ser”. En este contexto, tiene un sentido de deseo o resultado, “y que sea”. Continuidad de la bendición.)
מְתֵיוMetayvsus hombres¡Que viva! יְחִי Reubén רְאוּבֵן y no וְאַל־ muera יָמֹת, y que sus hombres וִיהִי מְתֵיו sean un número מִסְפָּר.
(Sustantivo masculino plural en estado constructo, “hombres”, “varones”, con el sufijo posesivo ־ָיו (ayv) “sus” (de él). Procede de מֵת (met), que a veces significa “hombre” en el sentido de “mortal”. Aquí se refiere a los miembros de la tribu, enfatizando su existencia y vitalidad.)
מִסְפָּר׃Misparun número¡Que viva! יְחִי רְאוּבֵן y no וְאַל־ muera יָמֹת, y que sus hombres וִיהִי מְתֵיו sean un número מִסְפָּר.
(Sustantivo masculino singular, “número”, “cantidad”. Significa que la tribu no será extinta, sino que mantendrá una población, aunque quizás no sea grande. Algunos Midrashim interpretan “que sus hombres sean un número” como “que sean contables”, es decir, que no sean tan pocos que no se puedan contar, pero tampoco tan numerosos como otras tribus. Es una bendición de supervivencia mínima, pero segura.)
וְזֹאתVe-zotY estaY esta וְזֹאת para Judá לִיהוּדָה. Y dijo וַיֹּאמַר: “Escucha שְׁמַע, HaShem יְהוָה, la voz קוֹל de Judá יְהוּדָה, y a su pueblo וְאֶל־עַמּוֹ tráelo תְּבִיאֶנּוּ. Sus manos יָדָיו son muchas רָב para él לוֹ, y ayuda וְעֵזֶר de sus adversarios מִצָּרָיו sé תִּהְיֶה.”
(El prefijo וְ (ve) “y”, más זֹאת (zot) “esta”. De nuevo, una partícula introductoria que une la bendición de Judá con las anteriores y con el contexto general de las palabras de Moshéh. Es una transición a la siguiente bendición tribal.)
לִיהוּדָהLi-Yehudahpara JudáY esta וְזֹאת para Judá לִיהוּדָה. Y dijo וַיֹּאמַר: “Escucha שְׁמַע, HaShem יְהוָה, la voz קוֹל de Judá יְהוּדָה, y a su pueblo וְאֶל־עַמּוֹ tráelo תְּבִיאֶנּוּ. Sus manos יָדָיו son muchas רָב para él לוֹ, y ayuda וְעֵזֶר de sus adversarios מִצָּרָיו sé תִּהְיֶה.”
(Preposición לְ (le) “para”, más יְהוּדָה (Yehudah), nombre propio, “Judá”, el cuarto hijo de Yaakov y Leáh. El nombre significa “alabado sea HaShem”. Esta tribu es central en la historia de Israel, de ella surgirían reyes como David y, finalmente, el Mashíaj. Su bendición es de especial importancia profética.)
וַיֹּאמַרVa-yomarY dijoY esta וְזֹאת para Judá לִיהוּדָה. Y dijo וַיֹּאמַר: “Escucha שְׁמַע, HaShem יְהוָה, la voz קוֹל de Judá יְהוּדָה, y a su pueblo וְאֶל־עַמּוֹ tráelo תְּבִיאֶנּוּ. Sus manos יָדָיו son muchas רָב para él לוֹ, y ayuda וְעֵזֶר de sus adversarios מִצָּרָיו sé תִּהְיֶה.”
(El prefijo וַ (va) es un waw consecutivo, más el verbo en forma Imperfecto, tercera persona masculino singular, de la raíz א-מ-ר (A-M-R), “decir”. Aquí se refiere a Moshéh diciendo la bendición específica para Judá. Su intercesión por Judá es significativa.)
שְׁמַעShemaEscuchaY esta וְזֹאת para Judá לִיהוּדָה. Y dijo וַיֹּאמַר: “Escucha שְׁמַע, HaShem יְהוָה, la voz קוֹל de Judá יְהוּדָה, y a su pueblo וְאֶל־עַמּוֹ tráelo תְּבִיאֶנּוּ. Sus manos יָדָיו son muchas רָב para él לוֹ, y ayuda וְעֵזֶר de sus adversarios מִצָּרָיו sé תִּהְיֶה.”
(Verbo en forma Qal, Imperativo, segunda persona masculino singular, de la raíz ש-מ-ע (Š-M-A), “escuchar”, “oír”, “obedecer”. Es una súplica directa a HaShem para que atienda la oración o el clamor de Judá. En el contexto hebreo, “escuchar” a menudo implica “responder” o “actuar”.)
יְהוָהAdonáiHaShemY esta וְזֹאת para Judá לִיהוּדָה. Y dijo וַיֹּאמַר: “Escucha שְׁמַע, HaShem יְהוָה, la voz קוֹל de Judá יְהוּדָה, y a su pueblo וְאֶל־עַמּוֹ tráelo תְּבִיאֶנּוּ. Sus manos יָדָיו son muchas רָב para él לוֹ, y ayuda וְעֵזֶר de sus adversarios מִצָּרָיו sé תִּהְיֶה.”
(El Tetragrámaton, leído como Adonái o HaShem. La invocación directa del nombre de pacto de Elohím subraya la naturaleza de la oración de Moshéh y la relación especial que HaShem tiene con Judá, el linaje real.)
קוֹלQolla vozY esta וְזֹאת para Judá לִיהוּדָה. Y dijo וַיֹּאמַר: “Escucha שְׁמַע, HaShem יְהוָה, la voz קוֹל de Judá יְהוּדָה, y a su pueblo וְאֶל־עַמּוֹ tráelo תְּבִיאֶנּוּ. Sus manos יָדָיו son muchas רָב para él לוֹ, y ayuda וְעֵזֶר de sus adversarios מִצָּרָיו sé תִּהְיֶה.”
(Sustantivo masculino singular, “voz”, “sonido”, “clamor”. Aquí se refiere a las súplicas, oraciones o quizás el clamor de guerra de la tribu de Judá. La importancia de la voz de Judá se relaciona con su liderazgo y su papel profético.)
יְהוּדָהYehudahde JudáY esta וְזֹאת para Judá לִיהוּדָה. Y dijo וַיֹּאמַר: “Escucha שְׁמַע, HaShem יְהוָה, la voz קוֹל de Judá יְהוּדָה, y a su pueblo וְאֶל־עַמּוֹ tráelo תְּבִיאֶנּוּ. Sus manos יָדָיו son muchas רָב para él לוֹ, y ayuda וְעֵזֶר מִצָּרָיו sé תִּהְיֶה.”
(Nombre propio, “Judá”. La bendición se enfoca en su capacidad para clamar a HaShem y obtener una respuesta favorable, indicando su importancia en el liderazgo y la intercesión.)
וְאֶל־עַמּוֹVe-el-ammoy a su puebloY esta וְזֹאת para Judá לִיהוּדָה. Y dijo וַיֹּאמַר: “Escucha שְׁמַע, HaShem יְהוָה, la voz קוֹל de Judá יְהוּדָה, y a su pueblo וְאֶל־עַמּוֹ tráelo תְּבִיאֶנּוּ. Sus manos יָדָיו son muchas רָב para él לוֹ, y ayuda וְעֵזֶר de sus adversarios מִצָּרָיו sé תִּהְיֶה.”
(El prefijo וְ (ve) “y”, más אֶל (el) “a”, “hacia”, más עַם (am) “pueblo”, con el sufijo posesivo ־וֹ (o) “su”. Se refiere al pueblo de Judá, o quizás a Israel en general, indicando una súplica para que HaShem una a Judá con su gente, o lo traiga de vuelta a su tierra o a la unidad. Es una oración por la restauración y la prosperidad de la tribu.)
תְּבִיאֶנּוּTevi’ennutráeloY esta וְזֹאת para Judá לִיהוּדָה. Y dijo וַיֹּאמַר: “Escucha שְׁמַע, HaShem יְהוָה, la voz קוֹל de Judá יְהוּדָה, y a su pueblo וְאֶל־עַמּוֹ tráelo תְּבִיאֶנּוּ. Sus manos יָדָיו son muchas רָב para él לוֹ, y ayuda וְעֵזֶר de sus adversarios מִצָּרָיו sé תִּהְיֶה.”
(Verbo en forma Hif’il, imperfecto, segunda persona masculino singular (dirigido a HaShem), de la raíz ב-ו-א (B-W-A), “venir”, con el sufijo pronominal ־ֶנּוּ (ennu) “él” (se refiere al pueblo de Judá). El Hif’il significa “hacer venir”, “traer”. Moshéh ora para que HaShem traiga a Judá a su pueblo, es decir, lo restaure a su lugar o lo libere.)
יָדָיוYadayvSus manosY esta וְזֹאת para Judá לִיהוּדָה. Y dijo וַיֹּאמַר: “Escucha שְׁמַע, HaShem יְהוָה, la voz קוֹל de Judá יְהוּדָה, y a su pueblo וְאֶל־עַמּוֹ tráelo תְּבִיאֶנּוּ. Sus manos יָדָיו son muchas רָב para él לוֹ, y ayuda וְעֵזֶר de sus adversarios מִצָּרָיו sé תִּהְיֶה.”
(Sustantivo femenino plural, “manos”, con el sufijo posesivo ־ָיו (ayv) “sus” (de él). Se refiere a las manos de Judá, símbolo de su fuerza, trabajo y capacidad militar. La bendición es que sus esfuerzos sean fructíferos y poderosos.)
רָבRavson muchasY esta וְזֹאת para Judá לִיהוּדָה. Y dijo וַיֹּאמַר: “Escucha שְׁמַע, HaShem יְהוָה, la voz קוֹל de Judá יְהוּדָה, y a su pueblo וְאֶל־עַמּוֹ tráelo תְּבִיאֶנּוּ. Sus manos יָדָיו son muchas רָב para él לוֹ, y ayuda וְעֵזֶר de sus adversarios מִצָּרָיו sé תִּהְיֶה.”
(Adjetivo, “mucho”, “grande”, “numeroso”. Describe la abundancia y la fuerza de las manos de Judá, implicando que tendrá poder y éxito en sus acciones, especialmente en la guerra o en la expansión territorial. Esta es una bendición de capacidad y efectividad.)
לוֹLopara élY esta וְזֹאת para Judá לִיהוּדָה. Y dijo וַיֹּאמַר: “Escucha שְׁמַע, HaShem יְהוָה, la voz קוֹל de Judá יְהוּדָה, y a su pueblo וְאֶל־עַמּוֹ tráelo תְּבִיאֶנּוּ. Sus manos יָדָיו son muchas רָב para él לוֹ, y ayuda וְעֵזֶר de sus adversarios מִצָּרָיו sé תִּהְיֶה.”
(Preposición לְ (le) “para”, más el sufijo pronominal ־וֹ (o) “él”. Indica que esta fortaleza y abundancia de manos son para el propio Judá, para su beneficio y su éxito como tribu. Afirma su liderazgo y su papel vital en Israel.)
וְעֵזֶרVe-ezery ayudaY esta וְזֹאת para Judá לִיהוּדָה. Y dijo וַיֹּאמַר: “Escucha שְׁמַע, HaShem יְהוָה, la voz קוֹל de Judá יְהוּדָה, y a su pueblo וְאֶל־עַמּוֹ tráelo תְּבִיאֶנּוּ. Sus manos יָדָיו son muchas רָב para él לוֹ, y ayuda וְעֵזֶר de sus adversarios מִצָּרָיו sé תִּהְיֶה.”
(El prefijo וְ (ve) “y”, más עֵזֶר (ezer), sustantivo masculino, “ayuda”, “socorro”. Es una oración o promesa de asistencia divina. Judá necesitará ayuda, y HaShem la proporcionará. Esto resalta la dependencia de la tribu en la intervención de HaShem para su éxito, a pesar de su propia fuerza.)
מִצָּרָיוMi-ṣarayvde sus adversariosY esta וְזֹאת para Judá לִיהוּדָה. Y dijo וַיֹּאמַר: “Escucha שְׁמַע, HaShem יְהוָה, la voz קוֹל de Judá יְהוּדָה, y a su pueblo וְאֶל־עַמּוֹ tráelo תְּבִיאֶנּוּ. Sus manos יָדָיו son muchas רָב para él לוֹ, y ayuda וְעֵזֶר de sus adversarios מִצָּרָיו sé תִּהְיֶה.”
(El prefijo מִ (mi) “de/desde”, más צָר (ṣar), sustantivo masculino singular, “adversario”, “enemigo”, “opresor”, con el sufijo posesivo ־ָיו (ayv) “sus” (de él). La bendición de ayuda está específicamente dirigida contra los enemigos de Judá, prometiendo liberación y victoria en las batallas que enfrentará. Esto apunta al papel de Judá como una tribu guerrera y líder.)
תִּהְיֶה׃TihyehY esta וְזֹאת para Judá לִיהוּדָה. Y dijo וַיֹּאמַר: “Escucha שְׁמַע, HaShem יְהוָה, la voz קוֹל de Judá יְהוּדָה, y a su pueblo וְאֶל־עַמּוֹ tráelo תְּבִיאֶנּוּ. Sus manos יָדָיו son muchas רָב para él לוֹ, y ayuda וְעֵזֶר de sus adversarios מִצָּרָיו sé תִּהְיֶה.”
(Verbo en forma Qal, imperfecto, segunda persona masculino singular, de la raíz ה-ו-ה (H-W-H), “ser”, “llegar a ser”. En este contexto, dirigido a HaShem, es una súplica o una declaración profética: “que seas” o “sé”. Moshéh ora para que HaShem mismo sea la ayuda para Judá contra sus enemigos, una reafirmación de la dependencia de la tribu en la providencia divina.)

2. Haftaráh

Pasaje: Yehoshúa 1:1-1:18

Análisis según Torah Viviente:

La Haftaráh para V’Zot HaBerajá tradicionalmente se encuentra en Yehoshúa 1:1-18. Esta elección es profundamente significativa, ya que la Parashá V’Zot HaBerajá cierra la Torah con la muerte de Moshéh, mientras que el libro de Yehoshúa comienza con el liderazgo de su sucesor. Esta Haftaráh sirve como un eslabón vital que conecta la era de Moshéh y la entrega de la Torah con la era de Yehoshúa y la entrada a la Tierra Prometida, la cual está marcada por la obediencia a esa misma Torah.

En Deuteronomio 33, Moshéh bendice a las tribus, impartiendo la autoridad divina y el destino de Israel. En Yehoshúa 1, HaShem le encarga a Yehoshúa continuar el trabajo, enfatizando la importancia de la Torah. El versículo 7 de Deuteronomio 33 es un ruego por Judá para que HaShem escuche su voz y sea su ayuda contra los adversarios, una anticipación del papel de liderazgo y batalla que Judá desempeñaría. La Haftaráh resuena con esto, ya que Yehoshúa lidera a todas las tribus en la conquista, un esfuerzo que requerirá la unidad de todas las tribus, un eco del versículo 5 de nuestra Aliyá (“cuando se reunieron las cabezas del pueblo juntas las tribus de Israel”).

El tema central de la Haftaráh es la sucesión del liderazgo y la continuidad de la Torah. HaShem asegura a Yehoshúa su presencia, tal como estuvo con Moshéh, y le encarga meditar en la Torah día y noche. Este mandato (“Solo sé fuerte y muy valiente, para que cuides de hacer conforme a toda la Torah que te mandó Moshéh mi siervo; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que tengas buen éxito en todas las cosas que emprendas”, Yehoshúa 1:7) es un recordatorio directo de la bendición de la Torah como heredad de Yaakov (Deut 33:4). No es un nuevo plan, sino la continuación del plan divino establecido a través de Moshéh.

Conexiones Mesiánicas y Proféticas:

La figura de Yehoshúa ben Nun es un tipo claro de Yeshúa HaMashíaj. El nombre “Yehoshúa” (יְהוֹשֻׁעַ) es el mismo nombre que Yeshúa (יֵשׁוּעַ), que significa “HaShem salva” o “HaShem es salvación”. Así como Yehoshúa llevó a Israel a la tierra prometida, Yeshúa HaMashíaj lleva a su pueblo al “descanso” mesiánico y al Reino de los Cielos. La promesa a Yehoshúa de que “nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida” (Yehoshúa 1:5) resuena con la victoria final de Yeshúa sobre todas las fuerzas del mal.

El Targum Yonatan a Deuteronomio 33:1, al referirse a Moshéh como “varón de HaElohím”, a menudo lo vincula con la idea del profeta fiel que anuncia las palabras divinas. Yehoshúa continúa esta cadena profética. El Midrash Sifrei Devarim, al comentar sobre la entrega de la Torah con “fuego de ley” (Deut 33:2), lo ve como la intensidad de la revelación divina. Yehoshúa no añade a la Torah, sino que la aplica con la misma autoridad divina, reflejando que la palabra de HaShem sigue siendo “fuego” en la vida de su pueblo.

Patrones Redentores:

El patrón redentor aquí es la fidelidad de HaShem a su pacto a través de la provisión de liderazgo. Moshéh prepara a Israel para el futuro, Yehoshúa lo guía a ese futuro. Este patrón culmina en Yeshúa HaMashíaj, el líder definitivo que no solo nos guía a la Tierra Prometida espiritual (el Reino de los Cielos), sino que es Él mismo la puerta y el camino. La bendición de Moshéh (Deut 33) y el encargo a Yehoshúa (Yehoshúa 1) prefiguran a Yeshúa, quien es el gran Bendecidor y el Conquistador. La oración de Moshéh por Judá (“ayuda de sus adversarios”) se cumple en la victoria del Mashíaj de la tribu de Judá sobre todo enemigo.

3. Brit Hadasháh (Nuevo Pacto)

Pasaje: Hebreos 3:1-6 y Mateo 17:1-8

Análisis según Torah Viviente:

El pasaje de Deuteronomio 33, en su introducción, honra a Moshéh como “varón de HaElohím” y resalta su papel fundamental en la entrega de la Torah y las bendiciones a Israel. En la Brit Hadasháh, encontramos a Yeshúa HaMashíaj presentado como una figura superior a Moshéh, aunque en continuidad con su misión. Hebreos 3:1-6 establece esta comparación explícitamente, afirmando que Moshéh fue fiel en toda la casa de Elohím como siervo, pero Yeshúa es fiel como Hijo sobre su propia casa. Esta “casa” es el pueblo de Elohím. Yeshúa no solo es el portador de la bendición, sino la bendición encarnada, y no solo el mediador de la Torah, sino su cumplimiento viviente.

El pasaje de Mateo 17:1-8, que narra la Transfiguración, es una conexión mesiánica extraordinaria. Allí, Yeshúa se transfigura en una montaña, brillando con una luz gloriosa, y aparecen con Él Moshéh y Eliyahu HaNavi. Esto evoca directamente el versículo de Deuteronomio 33:2: “HaShem… resplandeció desde Seír… Él apareció desde el Monte Parán, y vino con miríadas de santidad”. La manifestación gloriosa de HaShem en Sinái, asociada con Moshéh y la entrega de la Torah con “fuego de ley”, encuentra su eco y su cumplimiento en la Transfiguración. Yeshúa, en su gloria mesiánica, es el centro de esta manifestación divina, ratificando su autoridad sobre la Torah (Moshéh) y los Nevi’im (Eliyahu HaNavi). La voz de Elohím que declara: “Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a Él escuchad” (Mateo 17:5), eleva la autoridad de Yeshúa por encima de Moshéh, indicando que Yeshúa es el profeta como Moshéh (Deut 18:15) pero con una dignidad mayor: el mismo Hijo de Elohím.

Cumplimiento Mesiánico en Yeshúa HaMashíaj:

Yeshúa es el cumplimiento de la bendición de Moshéh. Donde Moshéh bendice a las tribus con promesas territoriales y de prosperidad, Yeshúa trae la bendición de la salvación eterna y el acceso al Reino de los Cielos. La oración de Moshéh por Judá en Deuteronomio 33:7, “Escucha, HaShem, la voz de Judá… Sus manos son muchas para él, y ayuda de sus adversarios sé”, encuentra su máxima expresión en Yeshúa HaMashíaj, quien es de la tribu de Judá (Apocalipsis 5:5). Su “voz” es la intercesión por su pueblo, y sus “manos” son las que ejecutan la salvación y la victoria sobre los adversarios espirituales. Él es la ayuda divina que viene de HaShem mismo.

Los “tipos y sombras” se hacen evidentes. Moshéh, el libertador y legislador, es una sombra de Yeshúa. La Torah, descrita como “fuego de ley” (Deut 33:2) y “heredad” (Deut 33:4), es completamente encarnada y explicada por Yeshúa. Él no vino a abolir la Torah, sino a cumplirla (Mateo 5:17). A través de Él, la promesa de la “heredad” se extiende a todos los que creen, tanto de Israel como de las naciones.

Textos pseudepigráficos como el “Ascensión de Moshéh” o el “Testamento de Moshéh” a menudo elevan a Moshéh a una figura casi mesiánica, pero la Brit Hadasháh aclara que Yeshúa es la culminación de todas las profecías y el cumplimiento de la era mosaica. La transfiguración es la demostración visual de esta supremacía y continuidad. Yeshúa es el centro, el rey de Yeshurún (Israel), cuya congregación (קהילה) se une no solo por linaje, sino por fe en Él.

4. Contexto Histórico y Arqueológico

El pasaje de Deuteronomio 33:1-7 se sitúa en un momento crucial de la historia de Israel: la víspera de la muerte de Moshéh y la inminente entrada a la Tierra Prometida. Históricamente, este es el último testamento de Moshéh, una figura que dominó la narrativa de la liberación y la formación de Israel como nación.

Cultura y Eventos:

En este punto, Israel ha pasado cuarenta años en el desierto, un período de maduración y de forja de su identidad como pueblo del pacto. La generación que salió de Egipto ha fallecido, y una nueva generación, nacida en el desierto, está a punto de conquistar Canaán. Moshéh ha guiado al pueblo a través de desafíos monumentales, ha recibido la Torah en el Monte Sinái, y ha establecido las leyes y los principios que gobernarán a Israel.

La bendición de Moshéh es similar a las bendiciones patriarcales de Yaakov a sus hijos en Génesis 49, pero con un matiz diferente. Mientras que las de Yaakov son más predictivas de la suerte de las tribus, las de Moshéh son pronunciamientos autoritativos que buscan asegurar el favor divino y la estabilidad para cada tribu en la tierra que están a punto de heredar. Son una mezcla de bendición, intercesión y profecía.

Arqueología y Lingüística:

Las referencias a Sinái, Seír y Parán (Deut 33:2) delinean un mapa de la travesía del desierto y las teofanías de HaShem. Si bien el sitio exacto del Monte Sinái es objeto de debate arqueológico, su significado como lugar de encuentro divino es innegable. Las menciones de Seír (Edom) y Parán (península del Sinaí) son geográficamente consistentes con las rutas de viaje de los israelitas registradas en la Torah. La imagen de HaShem viniendo de estas regiones con “miríadas de santidad” es un eco de la visión de la hueste celestial, una creencia común en el Antiguo Oriente Próximo que se encuentra en textos como Ugarit, pero aquí imbuida de la teología monoteísta de Israel, con HaShem como el único soberano.

El título “אִישׁ הָאֱלֹהִים” (Ish HaElohím), “varón de HaElohím” (Deut 33:1), era un título de gran honor en el antiguo Israel, aplicado a profetas y hombres de Elohím excepcionales. Lo encontramos también para Samuel (1 Sam 9:6), David (2 Cro 30:6), Eliyahu HaNavi (1 Reyes 17:18) y Elisha (2 Reyes 4:7). Este título no solo indica una relación íntima con HaShem, sino también una autoridad delegada para hablar y actuar en Su nombre. Moshéh fue el prototipo de esta designación.

La mención de “fuego de ley” (אֵשׁ דָּת, esh dat) en Deuteronomio 33:2 es notable. La palabra דָּת (dat) para “ley” es de origen persa, lo que algunos eruditos han utilizado para fechar partes de Deuteronomio. Sin embargo, su uso aquí puede ser poético y arcaico, o bien, una indicación de la antigüedad de la interacción de los semitas con culturas mesopotámicas, o incluso una palabra hebrea más antigua con un significado similar que se superpuso con el término persa en épocas posteriores. Su presencia aquí enfatiza la naturaleza ardiente y poderosa de la Torah de HaShem, dada en medio de fuego y gloria.

La arqueología no puede “probar” la revelación divina, pero puede confirmar el trasfondo cultural y geográfico que hace que los relatos bíblicos sean plausibles y contextualizados. Los textos de las naciones vecinas a menudo describen a sus dioses con características de poder y teofanía, pero la diferencia radica en el monoteísmo y la moralidad de la revelación del HaShem de Israel.

5. Profecías Mesiánicas y Tipos Bíblicos

El pasaje de Deuteronomio 33:1-7, aunque es una bendición final de Moshéh a las tribus, está impregnado de profecías mesiánicas, tipos y sombras que apuntan directamente a Yeshúa HaMashíaj y su Reino.

Moshéh como Tipo de Mashíaj:

El título de Moshéh como “אִישׁ הָאֱלֹהִים” (Ish HaElohím), “varón de HaElohím”, lo establece como un prototipo del profeta por excelencia. La propia Torah profetiza que HaShem levantará un profeta “como Moshéh” (Deuteronomio 18:15-18). Yeshúa HaMashíaj es el cumplimiento supremo de esta profecía. Él es el “varón de Elohím” definitivo, el Hijo de Elohím, quien no solo trae la revelación de HaShem, sino que es la propia revelación encarnada. Como Moshéh fue el mediador del Antiguo Pacto, Yeshúa es el Mediador del Brit Hadasháh.

La Teofanía en el Desierto y la Luz del Mashíaj:

El versículo 2 describe la venida de HaShem desde Sinái, Seír y Parán, con un lenguaje de “resplandor” (וְזָרַח) y “aparición” (הוֹפִיעַ), acompañado de “miríadas de santidad” y “fuego de ley”. Esta teofanía, una manifestación gloriosa de la presencia divina, es una sombra de la venida de Yeshúa HaMashíaj. Él es la “Luz del mundo” (Yojanán 8:12), el resplandor de la gloria de Elohím (Hebreos 1:3). Su primera venida fue en humildad, pero su segunda venida será con gran poder y gloria, acompañado de sus “miríadas de santidad” (los ángeles y los santos), para establecer plenamente su Reino. La “ley de fuego” (אֵשׁ דָּת) es la Torah viviente en Yeshúa, que Él no abolió sino que magnificó y cumplió.

La Torah como Heredad y el Reino de los Cielos:

Deuteronomio 33:4 declara: “Torah nos mandó Moshéh, una heredad de la congregación de Yaakov”. La Torah, como heredad preciada, es una profecía del don más grande que HaShem da a su pueblo. En el Reino de los Cielos, Yeshúa es la “heredad” (נחלה, naḥalah) de su pueblo, el tesoro más grande. Él es el que no solo enseña la Torah, sino que la escribe en los corazones de sus discípulos por medio del Ruaj HaKodesh (Jeremías 31:33). La “congregación de Yaakov” (קְהִלַּת יַעֲקֹב) se expande en la era mesiánica para incluir a todos los que por fe pertenecen a Yeshúa, formando la “Qehiláh de Mashíaj”, la asamblea redimida de Israel y las naciones.

El Reinado en Yeshurún:

El versículo 5, “Y Él fue rey en Yeshurún, cuando se reunieron las cabezas del pueblo juntas las tribus de Israel”, profetiza el reinado de HaShem sobre su pueblo ideal, Yeshurún, “el recto”. Este reinado encuentra su consumación en Yeshúa HaMashíaj. Él es el verdadero Rey de Israel, el Melej HaMashíaj, quien unirá a todas las tribus de Israel y a los redimidos de todas las naciones bajo su soberanía. La “reunión de las cabezas del pueblo juntas” apunta a la unidad mesiánica bajo el liderazgo de Yeshúa, donde toda división será superada.

La Bendición de Judá:

La bendición a Judá en Deuteronomio 33:7 es profundamente mesiánica: “Escucha, HaShem, la voz de Judá… y ayuda de sus adversarios sé”. Judá es la tribu de donde provendría la realeza (Génesis 49:10) y el Mashíaj. La súplica para que HaShem escuche la voz de Judá y sea su ayuda es una profecía del papel redentor del linaje de Judá, culminando en Yeshúa. Él es quien intercede por su pueblo, y Él es la victoria de HaShem sobre todos los adversarios, tanto físicos como espirituales. La profecía de la “diestra” de HaShem en el versículo 2, que entrega la “ley de fuego”, se conecta con la “diestra” de Yeshúa HaMashíaj en los Salmos y en la Brit Hadasháh, desde donde Él ejerce toda autoridad y poder.

6. Análisis Lingüístico y Midrashim Mesiánicos

La riqueza del hebreo bíblico y las interpretaciones midráshicas nos abren ventanas a las conexiones mesiánicas inherentes en el pasaje.

Análisis Lingüístico Profundo:

* וְזֹאת הַבְּרָכָה (Ve-zot Ha-berakhah – Y esta la bendición): El uso de זֹאת (zot), “esta”, en lugar de otros pronombres demostrativos, a menudo apunta a algo que se va a presentar en su totalidad y con gran peso. No es solo “una” bendición, sino “la” bendición final y definitiva.

* אִישׁ הָאֱלֹהִים (Ish HaElohím – varón de HaElohím): Ya discutido como un título de profeta, el término אִישׁ (ish) puede connotar “hombre de carácter”, “hombre de destino”. Moshéh, en este papel, es el arquetipo del siervo de HaShem que es empoderado por lo Divino. Esto prefigura a Yeshúa, quien es el Hijo del Hombre, pero también el Hijo de Elohím, el máximo “varón de HaElohím”.

* מִסִּינַי בָּא וְזָרַח מִשֵּׂעִיר לָמוֹ הוֹפִיעַ מֵהַר פָּארָן וְאָתָה מֵרִבְבֹת קֹדֶשׁ מִימִינוֹ אֵשׁ דָּת לָמוֹ (Mi-Sinai ba ve-zaraj mi-Se’ir lamo hófia me-har Pa’ran ve-atah me-rivavot qodesh mi-yimino esh dat lamo – De Sinái Él vino y resplandeció desde Seír para ellos, Él apareció desde el Monte Parán, y vino con miríadas de santidad; a su diestra fuego de ley para ellos): Esta descripción poética de la teofanía no solo es una evocación histórica, sino que su lenguaje de “venir”, “resplandecer” y “aparecer” es el mismo lenguaje usado para describir la venida de HaShem en juicio y salvación, y se aplica directamente a la manifestación del Mashíaj. El “fuego de ley” (אֵשׁ דָּת, esh dat) es crucial. El Midrash Tanhuma (Bereshit 16) interpreta que la Torah fue dada con “fuego blanco y letras de fuego negro”. Esto indica la naturaleza trascendente y eterna de la Torah. Yeshúa, quien dijo: “Yo soy la luz del mundo”, es el cumplimiento viviente de esta “luz” y “fuego” que trajo la revelación divina.

Midrashim Mesiánicos:

* Targum Onkelos y Yerushalmi: Estos Targumim a menudo parafrasean y amplifican el texto. En Deuteronomio 33:2, el Targum Onkelos dice: “Y dijo: HaShem se reveló en Sinái para dar su ley a su pueblo Israel”. El Targum Yerushalmi (Pseudo-Jonathan) es más expansivo, describiendo a HaShem descendiendo con carrozas de gloria y miríadas de ángeles, mostrando la magnificencia de la entrega de la Torah. Estos Midrashim elevan la teofanía de Sinái a un evento cósmico que prefigura la venida del Mashíaj con poder y gloria.

* Midrash Sifrei Devarim: Este Midrash, al comentar sobre “HaShem vino de Sinái”, conecta la revelación no solo con Israel, sino con todas las naciones. Dice que HaShem se ofreció la Torah a las naciones, pero solo Israel la aceptó. Esta universalidad, aunque rechazada al principio, encuentra su cumplimiento mesiánico en Yeshúa, quien extiende la salvación y la Torah (su enseñanza) a todas las naciones. La “congregación de Yaakov” (Deut 33:4) no es una entidad cerrada, sino el núcleo del plan redentor de HaShem para toda la humanidad.

* El Mesías como Rey de Yeshurún: El Midrash Rabá a Deuteronomio (Parashá V’Zot HaBerajá 11:2) discute el término “Yeshurún” (Deut 33:5) como un nombre idealizado para Israel. Afirma que el Mashíaj es el rey sobre este Yeshurún. La afirmación de que HaShem “fue rey en Yeshurún” es una declaración de la teocracia divina, que se perfecciona en el reinado del Mashíaj. Yeshúa es el verdadero “rey” que une a “las cabezas del pueblo” y a “las tribus de Israel” bajo un solo gobierno justo y recto.

Estos Midrashim, al magnificar la gloria de la entrega de la Torah y la visión de un Israel idealizado, sientan las bases para comprender cómo Yeshúa HaMashíaj es la culminación de estas expectativas y el centro de la revelación divina.

7. Paralelismos Temáticos y Conexiones Redentoras

La Aliyá 1 de V’Zot HaBerajá establece temas poderosos que resuenan a lo largo de las Escrituras y se magnifican en el Reino de los Cielos a través de Yeshúa HaMashíaj.

Liderazgo y Sucesión Divina:

El pasaje comienza con la bendición final de Moshéh, el líder por excelencia, al borde de su partida. Este tema de liderazgo y la necesidad de una continuidad divinamente ordenada se repite a lo largo de las Escrituras. HaShem siempre provee un líder para su pueblo. Desde Avraham, Yitzḥak, Yaakov, pasando por Yosef, Moshéh, Yehoshúa, los Jueces, los profetas y los reyes, hasta David HaMelej. El patrón redentor culmina en Yeshúa HaMashíaj, el Rey de Reyes y Adonái de Adonáim, el Pastor Fiel que nunca nos dejará. Los discípulos de Mashíaj son llamados a reconocer esta cadena de liderazgo, con Yeshúa como la cabeza suprema, y a emular la fidelidad de Moshéh al servir en el Reino.

La Torah como el Fundamento del Pacto:

Deuteronomio 33:2 y 33:4 enfatizan la Torah como “fuego de ley” y “heredad de la congregación de Yaakov”. Este es un tema recurrente: la instrucción divina es la base de la vida pactual de Israel. Sin la Torah, el pueblo carece de dirección y propósito. En el Brit Hadasháh, Yeshúa afirma no haber venido a anular la Torah sino a cumplirla (Mateo 5:17). Él mismo es la Torah viviente. Para los discípulos de Mashíaj, la “Torah” se transforma y se cumple en las enseñanzas de Yeshúa, en su vida ejemplar y en su Espíritu que escribe la ley en nuestros corazones. Vivir según los principios del Reino es vivir la Torah en su plenitud mesiánica.

La Unidad de Israel y la Comunidad del Reino:

El versículo 5, que habla de HaShem siendo “rey en Yeshurún, cuando se reunieron las cabezas del pueblo juntas las tribus de Israel”, destaca la importancia de la unidad tribal. La visión ideal de Israel es un pueblo unificado bajo el reinado divino. Este patrón de unidad es vital para el Reino de los Cielos. Yeshúa oró por la unidad de sus discípulos (Yojanán 17:21), reflejando la unidad de la Deidad misma. En el Reino de Yeshúa HaMashíaj, la “congregación de Yaakov” se extiende para incluir a judíos y gentiles, unidos en un solo cuerpo por el Ruaj HaKodesh, formando una comunidad mesiánica que trasciende las divisiones terrenales, con Yeshúa como el único Rey.

La Bendición y el Favor Divino:

El acto de Moshéh de bendecir a las tribus es una transferencia de favor y un pronunciamiento profético del futuro. Las bendiciones de HaShem son un tema central en todas las Escrituras, desde Avraham hasta la era mesiánica. En Yeshúa, todas las bendiciones espirituales se nos han dado (Efesios 1:3). Él es la fuente de toda bendición. El patrón redentor nos enseña que las bendiciones no son solo para la prosperidad material, sino para la vida espiritual, la santidad y la comunión con HaShem. Como discípulos, somos bendecidos para ser una bendición para el mundo, llevando el mensaje del Reino de Yeshúa.

La Intercesión y la Victoria sobre Adversarios:

La oración de Moshéh por Judá en el versículo 7, pidiendo a HaShem que “escuche la voz de Judá” y sea su “ayuda de sus adversarios”, establece un patrón de intercesión profética y dependencia divina en la batalla contra el mal. Moshéh, como intercesor, prefigura a Yeshúa, el Gran Sumo Cohén y Mediador que vive siempre para interceder por su pueblo (Hebreos 7:25). La victoria sobre los adversarios, una promesa fundamental para Judá, es asegurada a través de Yeshúa HaMashíaj, quien ha despojado a las potestades y autoridades espirituales, triunfando sobre ellas en el madero (Colosenses 2:15).

8. Descubriendo a Mashíaj – Cumplimientos Tipológicos

En cada línea de la Torah, y en esta bendición final de Moshéh, podemos descubrir los hilos de oro que nos conducen a Yeshúa HaMashíaj, el cumplimiento y la esencia de todas las Escrituras.

Moshéh, el Profeta Como Yeshúa:

El pasaje presenta a Moshéh como “אִישׁ הָאֱלֹהִים” (Ish HaElohím), el profeta y legislador por excelencia. Esta descripción es un tipo directo de Yeshúa. La expectativa de un “profeta como Moshéh” (Deuteronomio 18:15) es una profecía clave que se cumple en Yeshúa. Como Moshéh, Yeshúa habló cara a cara con HaShem, fue el mediador de un pacto (uno superior), y liberó a su pueblo de la esclavitud (del pecado). Sin embargo, Yeshúa es mayor que Moshéh (Hebreos 3:1-6), siendo el Hijo sobre la casa de Elohím, mientras Moshéh fue siervo.

La Teofanía de Sinái y la Manifestación de Yeshúa:

El vívido lenguaje del versículo 2, que describe a HaShem “viniendo de Sinái”, “resplandeciendo desde Seír”, y “apareciendo desde el Monte Parán con miríadas de santidad” y “fuego de ley”, es una sombra de la revelación de Yeshúa. La Luz de HaShem que brilló en Sinái se encarnó en Yeshúa HaMashíaj, la “Luz verdadera que alumbra a todo hombre” (Yojanán 1:9). Su primera venida fue una manifestación humilde, pero llena de la gloria de Elohím. Su segunda venida será la culminación de esta teofanía, cuando regrese con sus miríadas de santos y ángeles, en un fuego consumidor de juicio y gloria, para establecer su Reino eterno. El “fuego de ley” simboliza la pureza y el poder de la Torah; Yeshúa no solo trajo la Torah, sino que la vivió perfectamente y nos capacitó para guardarla a través del Ruaj HaKodesh.

La Torah como Heredad Mesiánica:

Cuando Deuteronomio 33:4 declara la Torah como “מוֹרָשָׁה קְהִלַּת יַעֲקֹב” (morashah qehillat Yaakov – heredad de la congregación de Yaakov), apunta a Yeshúa. Él es la encarnación de la Torah de HaShem. En Él, los mandamientos de Elohím son revelados en su espíritu y verdad. Los discípulos de Mashíaj no solo reciben la Torah como un conjunto de leyes, sino que reciben a Yeshúa, quien es la Torah viviente. La verdadera heredad espiritual del creyente en el Reino de los Cielos no son las promesas de la tierra solamente, sino la vida eterna en Yeshúa, la perfecta obediencia a la voluntad de HaShem revelada en Él.

El Rey en Yeshurún:

El versículo 5 proclama a HaShem como “מֶלֶךְ בִישֻׁרוּן” (melej bi-Yeshurun – rey en Yeshurún). Este es un claro patrón redentor del reinado de Yeshúa. Él es el verdadero Rey de Israel, el Mashíaj, quien reinará sobre la nación idealizada, Yeshurún, y de hecho sobre todo el mundo. La unificación de las “cabezas del pueblo juntas las tribus de Israel” prefigura la congregación mesiánica de todas las naciones, liderada por Yeshúa, donde todas las divisiones son sanadas y Él es el único soberano.

La Bendición y el Liderazgo de Judá:

La bendición a Judá en Deuteronomio 33:7 es una de las profecías mesiánicas más significativas. La promesa de que HaShem “escucharía la voz de Judá” y sería su “ayuda de sus adversarios” se cumple de manera suprema en Yeshúa HaMashíaj, el “León de la tribu de Judá” (Apocalipsis 5:5). Yeshúa, de la línea de David, es el Rey y Salvador que intercede por su pueblo y les concede la victoria final sobre el pecado, la muerte y todo adversario espiritual. Su reinado eterno es la consumación de la bendición a Judá.

Los textos apócrifos y pseudepigráficos, como los Testamentos de los Doce Patriarcas, a menudo magnifican el papel de Judá como el portador del cetro y el sacerdote, uniendo en él realeza y sacerdocio. Esto, aunque con variaciones, apunta a la figura del Mashíaj quien sería Rey y Sumo Cohén, Yeshúa, quien es Sumo Cohén según el orden de Malki-Tzedek, y Rey eterno.

9. Midrashim, Targumim y Textos de Qumran

El estudio de los Midrashim, Targumim y textos de Qumran revela cómo las generaciones de Israel interpretaron este pasaje, y cómo estas interpretaciones, a menudo, prepararon el camino para la comprensión mesiánica.

Midrashim:

* Midrash Rabá Deuteronomio (Parashá V’Zot HaBerajá):

* Sobre Deuteronomio 33:2 (“HaShem vino de Sinái”): El Midrash (Devarim Rabá 11:3) enseña que HaShem se manifestó no solo en Sinái, sino que también ofreció la Torah a todas las naciones antes de que Israel la aceptara. El Midrash dice que HaShem apareció “en Seír” para los descendientes de Esav, y “en Parán” para los hijos de Yishma’el. Ambas naciones rechazaron la Torah. Esto subraya la idea de que la revelación de HaShem es universal en su alcance, aunque su pacto particular fue con Israel. Esta universalidad prefigura el alcance global del mensaje de Yeshúa HaMashíaj, que se extiende a “todas las naciones”, cumpliendo lo que las naciones una vez rechazaron.

* Sobre “fuego de ley para ellos” (אֵשׁ דָּת לָמוֹ): El Midrash (Devarim Rabá 12:15) interpreta esto como que la Torah fue dada con fuego, y está “escrita con fuego negro sobre fuego blanco”. Esta imagen enfatiza la naturaleza divina, eterna e inmutable de la Torah. Yeshúa, quien es la Torah viviente, es el cumplimiento de esta “ley de fuego”, ya que su enseñanza es pura, poderosa y consume todo lo que se opone a la santidad.

* Midrash Tanhuma (Bereshit 16): Refuerza la idea del “fuego de ley” como un regalo invaluable y poderoso de HaShem a Israel.

Targumim:

* Targum Onkelos:

* En Deuteronomio 33:1, Onkelos traduce “varón de HaElohím” como “hombre de la profecía de HaShem”, enfatizando el rol profético de Moshéh. Esta interpretación refuerza la conexión con Yeshúa como el Profeta por excelencia.

* Para Deuteronomio 33:5, “Y fue rey en Yeshurún”, Onkelos dice: “Y Elohím hizo reinar a Israel en justicia”. Esto vincula el reinado divino con la rectitud, lo que es central en el Reino de Yeshúa HaMashíaj, donde la justicia y la rectitud son los cimientos de su gobierno.

* Targum Yonatan (Pseudo-Jonathan):

* En Deuteronomio 33:2, el Targum Yonatan expande la teofanía, diciendo: “HaShem se reveló de Sinái y la gloria de su Shekhináh resplandeció sobre ellos desde Seír, y Él se manifestó desde Har Parán, y con Él miríadas de carros celestiales y miríadas de ángeles santos”. Esta descripción elaborada de la manifestación de HaShem, con la Shekhináh y la hueste celestial, es una imagen de la majestad de la primera venida de HaShem para dar la Torah, y prefigura la segunda venida de Yeshúa con sus “ejércitos celestiales” y “gloria”.

* Para la bendición de Judá en 33:7, Yonatan añade: “Escucha, HaShem, la voz de Judá, cuando salga a la guerra y lo traigas victorioso sobre sus enemigos”. Esto subraya el papel militar y de liderazgo de Judá, un claro anticipo del “León de la tribu de Judá” que conquistará a todos los enemigos de Elohím.

Textos de Qumran:

Los textos de Qumran (los Manuscritos del Mar Muerto) a menudo muestran una profunda reverencia por la figura de Moshéh y la Torah.

* El Mesías-Sacerdote y Mesías-Rey: Algunos textos de Qumran (como 1QM, el Rollo de la Guerra) hablan de un Mesías de Aarón y un Mesías de Israel (Mesías de David), prefigurando una doble función sacerdotal y real para el ungido. Esto se conecta con la bendición de Moshéh a las tribus, que incluyen tanto al sacerdocio (Leví, no en esta Aliyá pero en las siguientes) como a la realeza (Judá). Yeshúa HaMashíaj cumple ambos roles, siendo nuestro Sumo Cohén y nuestro Rey eterno.

* La Comunidad del Pacto: La comunidad de Qumran se veía a sí misma como la verdadera “congregación de Yaakov” (Deut 33:4), los fieles que vivían la Torah de manera estricta. Su énfasis en la pureza y la obediencia a la Torah para prepararse para la venida del Mashíaj resuena con la ética del Reino de los Cielos, donde los discípulos de Yeshúa son llamados a vivir en santidad y justicia, esperando su regreso.

Estas interpretaciones judías antiguas, lejos de ser ajenas a Yeshúa, a menudo magnifican los aspectos de la revelación divina, el liderazgo mesiánico y la centralidad de la Torah que encuentran su plenitud y verdad en Yeshúa HaMashíaj.

10. Mandamientos y Principios de Vida

La Aliyá 1 de V’Zot HaBerajá, aunque es una bendición profética, contiene principios fundamentales de vida para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos.

1. Reconocer el liderazgo divinamente establecido y su legado (Deuteronomio 33:1, 4):

* Principio: Moshéh es presentado como “varón de HaElohím” quien imparte las bendiciones y la Torah. Este principio nos enseña a valorar y honrar a aquellos que HaShem ha levantado como líderes espirituales, reconociendo la autoridad que les ha sido delegada para instruir y bendecir al pueblo.

* Aplicación en el Reino de Yeshúa HaMashíaj: Como discípulos, reconocemos a Yeshúa HaMashíaj como nuestro Mashíaj, Rey y Profeta supremo. Honramos su autoridad sobre toda la creación y sobre su Qehiláh. Aprendemos de su vida y sus enseñanzas, sabiendo que Él es el cumplimiento de Moshéh y la revelación final de HaShem. También honramos a los líderes que Él ha establecido en su Reino, que enseñan su Torah y guían al rebaño.

2. Vivir en obediencia a la Torah de HaShem como nuestra heredad más preciada (Deuteronomio 33:2, 4):

* Principio: La Torah es descrita como “fuego de ley” y una “heredad de la congregación de Yaakov”. No es una carga, sino un regalo divino que guía, protege y da vida. Su entrega con gloria y poder desde Sinái subraya su importancia.

* Aplicación en el Reino de Yeshúa HaMashíaj: La Torah, en su esencia, se cumple en Yeshúa. Para los discípulos, esto significa vivir de acuerdo con los principios del Reino revelados por Yeshúa HaMashíaj. Sus enseñanzas, como las del Sermón del Monte, magnifican y profundizan la Torah. Nuestra heredad no es solo la tierra, sino la vida abundante y el Reino eterno a través de Yeshúa. Debemos amar la “Torah” de Yeshúa, meditar en ella y aplicarla, permitiendo que el Ruaj HaKodesh la escriba en nuestros corazones, transformándonos a su imagen. Esto implica una vida de santidad y justicia que emana de un corazón transformado.

3. Buscar la unidad en la comunidad mesiánica y la dependencia de HaShem para la victoria (Deuteronomio 33:5, 7):

* Principio: El reinado de HaShem en Yeshurún se asocia con la reunión “juntas” de las cabezas y las tribus de Israel. La bendición a Judá incluye una súplica por ayuda contra los adversarios. Esto enfatiza la importancia de la unidad interna y la dependencia externa de HaShem.

* Aplicación en el Reino de Yeshúa HaMashíaj: La unidad de los creyentes es una oración clave de Yeshúa (Yojanán 17). En el Reino, los discípulos son llamados a superar divisiones y a trabajar juntos en amor y propósito, bajo la soberanía de Yeshúa. Reconocemos que nuestra fuerza no reside en nuestra propia capacidad, sino en la ayuda que proviene de HaShem, nuestro Padre Celestial, a través de Yeshúa. Oramos por la ayuda divina en nuestras batallas espirituales, sabiendo que la victoria es de HaShem y que Él es nuestro defensor y libertador contra todos los adversarios, espirituales y terrenales. Vivimos en interdependencia, fortaleciéndonos unos a otros y buscando el reino y su justicia en unidad.

11. Preguntas de Reflexión Mesiánica

Aquí hay 3 preguntas de reflexión profunda para el estudio personal o grupal, enfocadas en la aplicación práctica en el Reino de Yeshúa HaMashíaj y las conexiones mesiánicas:

1. Considerando que Moshéh es llamado “varón de HaElohím” (Deuteronomio 33:1) y es un tipo de Yeshúa HaMashíaj, ¿cómo nuestra comprensión de la fidelidad y el servicio de Moshéh en la Torah profundiza nuestra apreciación por la fidelidad y la obra de Yeshúa como el Hijo sobre la casa de Elohím? ¿De qué manera la autoridad de Yeshúa eclipsa y cumple la de Moshéh, y cómo vivimos bajo esa autoridad superior en nuestra vida diaria como discípulos?

* Esta pregunta invita a reflexionar sobre la continuidad y superioridad de Yeshúa en comparación con Moshéh, explorando cómo la lealtad al Mesías supera y perfecciona la observancia de la Torah, llevando a una obediencia no solo legalista sino de corazón, empoderada por el Ruaj HaKodesh. Busca entender la implicación práctica de que Yeshúa es el “gran profeta como Moshéh”.

2. El versículo 2 describe la gloriosa teofanía de HaShem en el desierto con “fuego de ley” y “miríadas de santidad”. ¿Cómo este lenguaje profético anticipa la venida de Yeshúa HaMashíaj, tanto en su primera manifestación como la Luz del mundo, como en su segunda venida con poder y gloria? ¿De qué manera el “fuego de ley” de la Torah encuentra su cumplimiento y significado más profundo en las enseñanzas y el carácter de Yeshúa en nuestras vidas?

* Esta pregunta anima a conectar las manifestaciones históricas de HaShem con las venidas de Yeshúa, explorando el concepto de la Torah como “fuego” y cómo Yeshúa, como la Torah viviente, moldea y purifica nuestra existencia. Invita a considerar cómo la santidad de HaShem, manifestada en Sinái, se encarna en Yeshúa y debe reflejarse en la vida de sus seguidores.

3. La Torah es llamada una “heredad de la congregación de Yaakov” (Deuteronomio 33:4), y HaShem es Rey en Yeshurún cuando el pueblo está unido (Deuteronomio 33:5). ¿De qué manera el concepto de la Torah como heredad se transforma y se cumple en el Reino de Yeshúa HaMashíaj, y cómo la unidad de la Qehiláh (la congregación mesiánica) es esencial para la manifestación plena del reinado de Yeshúa hoy? ¿Qué pasos concretos podemos tomar para fomentar esta unidad y vivir plenamente nuestra heredad mesiánica?

* Esta pregunta se enfoca en la aplicación de la Torah como una heredad espiritual en el Reino de Yeshúa, y la importancia vital de la unidad para la soberanía del Mashíaj. Invita a una reflexión práctica sobre cómo la comunidad mesiánica debe operar, promoviendo la cohesión y la obediencia a la Torah de Yeshúa como un tesoro compartido.

12. Resumen de Conexiones Mesiánicas

La Aliyá 1 de Parashá V’Zot HaBerajá sirve como un majestuoso preludio a la consumación de la Torah y una poderosa plataforma para el entendimiento del Reino de los Cielos. En ella, Moshéh, el “varón de HaElohím” y mediador del pacto, imparte bendiciones proféticas que se entrelazan directamente con la persona y la obra de Yeshúa HaMashíaj. La gloriosa teofanía en Sinái, con su “fuego de ley” y “miríadas de santidad”, es una vívida sombra de la manifestación de Yeshúa, la Luz y la Verdad encarnada, cuya venida y regreso refulgen con la gloria de HaShem. La Torah, declarada como la “heredad de la congregación de Yaakov”, encuentra su plenitud en Yeshúa, quien no solo cumple cada letra y cada espíritu de la Ley, sino que es la Ley viviente que se escribe en los corazones. El reinado de HaShem en Yeshurún, marcado por la unidad de las tribus, prefigura la soberanía de Yeshúa sobre una Qehiláh mesiánica unificada de judíos y gentiles. Finalmente, la bendición y la intercesión por Judá, prometiendo ayuda contra sus adversarios, culmina en Yeshúa HaMashíaj, el León de Judá, quien intercede por su pueblo y les otorga la victoria final sobre todo enemigo. Así, esta Aliyá nos revela inequívocamente cómo Yeshúa HaMashíaj es el centro indiscutible de todas las Escrituras, el cumplimiento de las promesas y el fundamento de nuestro gozo en el Reino de los Cielos.

13. Tefiláh (Oración) Mesiánica

Adonái Elohím, Padre Celestial, te damos gracias por la profunda revelación de tu Torah y por la vida y el legado de tu siervo Moshéh, el varón de HaElohím. Agradecemos que a través de sus últimas bendiciones en V’Zot HaBerajá, nos permites vislumbrar la majestad de tu venida y la promesa de tu Reino, todo cumplido en nuestro Maran Yeshúa HaMashíaj. Te alabamos porque Yeshúa es el profeta mayor que Moshéh, la Torah viviente, y la manifestación de tu gloria resplandeciente. Oramos para que sigamos tu instrucción, la Torah de Yeshúa, como nuestra heredad más preciada, y que vivamos en unidad como la congregación de tu Mashíaj, Yeshurún. Escucha nuestra voz, HaShem, como Moshéh oró por Judá, y sé nuestra ayuda contra todos los adversarios, para que el nombre de Yeshúa sea exaltado y tu Reino venga en plenitud. Amén.

Más Recursos del Reino de Yeshúa HaMashíaj

Recursos según Torah Viviente:

  • Sitio web: https://laparashadelasemana.torahviviente.com/
  • Biblia Torah Viviente: https://torahviviente.com
  • Recursos adicionales: https://bibliatorahviviente.github.io/recursos/
  • Ministerio Judío Mesiánico con la Porción diaria del estudio de la Torah, Haftaráh y Brit Hadasháh

Parashá 53 Haazinu (האזינו) – Aliyah 7

Aliyáh 7: (Deuteronomio 32:44-52) Moshé concluye el cántico y recibe la instrucción de subir al monte Nebo para ver la tierra prometida antes de su muerte.
Haftaráh: Oseas 14:2-10; Miqueas 7:18-20 (El llamado al arrepentimiento y la misericordia de Elohím).
Brit Hadasháh: Hebreos 11:24-26 (La fe de Moshé y su esperanza en las promesas de Elohím).

Tema: La muerte de Moshéh

1. Texto Hebreo Interlineal

Pasaje: Deuteronomio 32:52-32:52

2. Haftaráh

Pasaje: 2 Samuel 22:1-51 (el cántico de David)

Análisis: La Haftaráh de Parashá Haazinu es el majestuoso cántico de David HaMelej, registrado en 2 Samuel 22:1-51 (y Salmo 18). Este cántico es una oda de alabanza a Elohím por Su salvación y liberación de todos sus enemigos, especialmente de Sha’ul. Aunque la Aliyá 7 se centra en la inminente muerte de Moshéh y su exclusión de la tierra prometida, la Haftaráh ofrece un contrapunto esencial desde la perspectiva del Reino de Elohím.

Moshéh, el fiel siervo de HaShem, es castigado por su acto de desobediencia en Merivah, viendo la tierra pero sin poder entrar en ella físicamente. Su muerte marca el fin de una era de liderazgo profético directo y el comienzo de la conquista bajo Yehoshúa. En contraste, el cántico de David, un líder posterior del pueblo de Yisra’el, celebra la fidelidad inquebrantable de Elohím a Su pacto con David, prometiéndole un reinado eterno y una descendencia mesiánica.

El Midrashim, como el Midrash Tanḥuma (Haazinu 6), a menudo compara y contrasta a los líderes de Yisra’el. Mientras Moshéh es un pastor que llevó a su rebaño al umbral de la tierra, David es un rey que reinó en ella y su descendencia reinará eternamente. La Haftaráh resalta la mano poderosa de Elohím que sostiene a Sus ungidos, un tema que resuena con la canción de Moshéh en Haazinu, que advierte a Yisra’el sobre la fidelidad de Elohím y su propia infidelidad.

El Targum Yonatan sobre 2 Samuel 22 a menudo expande la naturaleza divina de la liberación de David, conectándola con la justicia y el juicio de Elohím, lo cual es un eco directo de la canción de Moshéh, que detalla la justicia de HaShem hacia Su pueblo y las naciones. La Haftaráh, por lo tanto, no solo es una meditación sobre la salvación personal de David, sino una profecía del Mesías, quien como el “Hijo de David” (Ben David) conducirá a Su pueblo a la plena posesión de la herencia del Reino de los Cielos, una posesión más allá de la tierra física que Moshéh vio. Así, Moshéh, al ver la tierra pero no entrar, prefigura la necesidad de un liderazgo mesiánico que complete la obra.

3. Brit Hadasháh (Arameo)

Pasaje: Ivrim 3:1-6 (ܚֶܒ݂ܪ̈ܳܝܶܐ ܓ:ܐ-ܘ)

Texto Arameo (Siríaco Oriental – Pshitta):

Texto Hebreo OriginalFonética TiberianaTraducción Palabra por PalabraTraducción Literal del Verso
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וְכִיVe-khiY ciertamenteY ciertamente desde la distancia verás la tierra, pero allí no entrarás en ella, la tierra que Yo doy a los hijos de Yisra’el.
מִנֶּגֶדmin-negeddesde-frente-a / desde-opuesto
תִּרְאֶהtir’etú-verás
אֶתet[partícula de objeto directo]
הָאָרֶץha’aretzla-tierra
וְשָׁמָּהve-šammahy-allí
לֹאlono
תָבֹאtavotú-entrarás
שָׁםšamallí
אֶלelhacia
הָאָרֶץha’aretzla-tierra
אֲשֶׁרašerque
אֲנִיaniYo
נֹתֵןnotendoy
לִבְנֵיlivneia-los-hijos-de
יִשְׂרָאֵלYisra’elYisra’el
Texto Arameo OriginalFonética Siríaca OrientalTraducción Palabra por PalabraTraducción Literal del Pasaje
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ܗܳܕ݂ܶܐhadeAsíAsí pues, hermanos santos, partícipes del llamamiento celestial, considerad al Enviado y Sumo Sacerdote de nuestra confesión, Mar Yeshúa, que fue fiel a quien lo constituyó, como también lo fue Moshéh en toda Su casa.
ܐܚܰܝ̈aḥayhermanos
ܩܰܕ݁ܺܝܫܶܐqaddišesantos
ܫܰܘܬ݁ܳܦ݂ܶܐšawwtapepartícipes
ܕ݁ܩܳܪܽܘܝܳܐde-qaruyadel-llamamiento
ܕ݁ܡܶܢde-menque-desde
ܫܡܰܝܳܐšmayyalos-cielos
ܐܰܬ݂ܰܚܙܰܘatḥzawmirad/considerad
ܠܰܫܠܺܝܚܳܐla-šliḥaal-enviado
ܘܠܪܰܒ݁wal-raby-al-gran
ܟܳܗܢܳܐkahnasacerdote
ܕܬ݂ܰܘܕ݁ܺܝܬ݂ܰܢd-tawditẖande-nuestra-confesión
ܡܳܪܰܢMaranNuestro-Señor
ܝܶܫܽܘܥYešuaYeshúa
ܕ݁ܗܘܳܐd-hwaque-fue
ܡܗܰܝܡܢܳܐmhaymanafiel
ܠܡܰܢl-mana-quien
ܕ݁ܓ݂ܰܡܪܶܗd-gamrehlo-constituyó
ܐܰܝܟ݂aykcomo
ܕ݁ܐܳܦ݂dafque-también
ܡܽܘܫܶܐMušeMoshéh
ܒ݁ܟܽܠܶܗb-kulleen-toda-su
ܒ݁ܰܝܬ݁ܶܗbaytecasa
ܘܗܽܘw-huY-ÉlY Él es digno de más honra que Moshéh, así como el constructor de la casa tiene más honra que la casa misma.
ܫܘܳܐšwaes-digno
ܠܺܐܝܩܳܪܳܐl-iqaarade-honra
ܣܰܓ݁ܺܝܳܐܐsaggiyamucha
ܝܰܬ݁ܺܝܪyattirmás
ܡܶܢmenque
ܡܽܘܫܶܐMušeMoshéh
ܐܰܝܟ݂aykcomo
ܡܳܐmaaquel
ܕ݁ܺܝܩܳܪܳܐd-iqaarala-honra
ܕ݁ܰܒ݂ܢܳܝܳܐd-bnayadel-constructor
ܝܰܬ݁ܺܝܪyattires-mayor
ܡܶܢmenque
ܒ݁ܰܝܬ݁ܳܐbaytala-casa
ܟܽܠkulTodaPorque toda casa es construida por alguien, pero el que construyó todas las cosas es Elohím.
ܒ݁ܰܝܬ݁ܳܐbaytacasa
ܒ݁ܰܢܳܝܳܐbnayaconstructor
ܐܺܝܬ݂ithay
ܠܶܗlepara-ella
ܘܗܰܘwa-hawY-aquel
ܕ݁ܒ݂ܰܢܳܐd-bnanaque-construyó
ܟܽܠkultodas
ܐܰܠܳܗܳܐAlahaElohím
ܗܽܘhues
ܘܡܽܘܫܶܐwa-MušeY-MoshéhY Moshéh fue fiel en toda Su casa como siervo, para testimonio de las cosas que habían de ser dichas.
ܒ݁ܟܽܠܶܗb-kulleen-toda-Su
ܒ݁ܰܝܬ݁ܶܗbaytecasa
ܡܗܰܝܡܢܳܐmhaymanafiel
ܗܘܳܐhwafue
ܐܰܝܟ݂aykcomo
ܥܰܒ݂ܕ݁ܳܐavdasiervo
ܠܣܳܗܕ݁ܽܘܬ݂ܳܐl-sahdutapara-testimonio
ܕ݁ܡܶܠܶܐd-melede-palabras
ܕ݁ܥܰܬ݁ܺܝܕ݂ܳܢd-attidanque-iban-a-ser
ܕ݁ܢܶܬ݂ܡܰܠܠܳܢd-netmallandichas
ܡܫܺܝܚܳܐMašiḥaEl-MesíasPero Maran Yeshúa fue fiel como Hijo sobre Su casa, y nosotros somos Su casa, si es que retenemos firmemente la confianza y el gozo de nuestra esperanza.
ܕ݁ܶܝܢdenpero
ܐܰܝܟ݂aykcomo
ܒ݁ܪܳܐbraHijo
ܥܰܠalsobre
ܒ݁ܰܝܬ݁ܶܗbayteSu-casa
ܘܒ݂ܰܝܬ݁ܶܗw-bayteY-Su-casa
ܚܢܰܢḥnannosotros
ܐܶܢensi
ܢܶܚܕ݁ܰܩneḥdaqmantendremos
ܦ݁ܰܘܗܳܪܳܐpawharael-brillo
ܘܚܰܕ݂ܘܰܬ݂w-ḥadwaty-el-gozo
ܣܰܒ݂ܪܰܢsabrande-nuestra-esperanza
ܥܕ݂ܰܡܳܐadmahasta
ܠܚܰܪܬ݂ܳܐl-ḥartael-fin

Análisis: El pasaje de Ivrim 3:1-6 establece una conexión profunda con la muerte de Moshéh y su exclusión de la tierra. La epístola presenta a Yeshúa HaMashíaj como superior a Moshéh. Moshéh, aunque fiel como siervo en la casa de Elohím, no pudo completar la entrada de Yisra’el a la herencia plena de la tierra física, sirviendo como testimonio de lo que vendría (Deuteronomio 32:52). Su vida y muerte señalan la necesidad de un mediador mayor.

Maran Yeshúa, sin embargo, es presentado como el Hijo sobre la casa de Elohím, el constructor mismo. Su fidelidad no es la de un siervo que cumple un mandato, sino la del Hijo que posee y administra la casa. Esto es crucial para entender la Aliyá 7. Moshéh vio la tierra prometida, el símbolo de la herencia de Elohím para Su pueblo, pero no pudo entrar. Esto representa la naturaleza incompleta de la primera alianza y la incapacidad de la Torah para llevar a la posesión plena sin la redención.

Yeshúa HaMashíaj, en contraste, no solo ve la tierra, sino que es la puerta de entrada a una herencia mucho mayor: el Reino de los Cielos, una realidad espiritual y escatológica que supera con creces los límites geográficos de Kena’an. A través de Yeshúa, los discípulos son la “casa” de Mashíaj, y entran en un “descanso” espiritual (como se desarrolla más adelante en Ivrim 4) que la generación de Moshéh y Yehoshúa no pudo lograr plenamente.

Textos apócrifos y pseudepigráficos como el Testamento de Moisés (o Asunción de Moisés), aunque no canónicos, resaltan la santidad de Moshéh y su papel único, pero también su fin mortal. Estos escritos a menudo idealizan a Moshéh, pero la Brit Hadasháh lo sitúa dentro de un plan divino más grande que culmina en Yeshúa. La exclusión de Moshéh de la tierra física prefigura la verdad de que la entrada al verdadero y eterno Reino de los Cielos no es por obras de la Torah (la ley de Moshéh), sino por la fe en Yeshúa HaMashíaj, quien es el verdadero Yehoshúa (salvación) que nos lleva a la herencia prometida.

4. Contexto Histórico

El pasaje de Deuteronomio 32:52 se sitúa en un momento crucial de la historia de Yisra’el, en los llanos de Moav, al borde mismo de la Tierra de Kena’an. Es el final de los 40 años de peregrinación por el desierto, y la generación que salió de Mitzrayim (excepto Yehoshúa ben Nun y Kalev ben Yefunneh) ha fallecido. Moshéh, el líder carismático, profeta y legislador de Yisra’el, se prepara para su propia muerte. Este versículo es la culminación de la canción de Haazinu, una profecía y un testimonio que Moshéh recita a todo el pueblo.

Culturalmente, el concepto de “ver la tierra” sin entrar en ella habría sido una profunda vergüenza y dolor para Moshéh. La tierra, Kena’an, era la encarnación de la promesa de Elohím a Avraham, Yitzḥak y Yaakov. Entrar en ella significaba el cumplimiento de la alianza, el descanso de la errancia y el establecimiento como nación de HaShem. Para Moshéh, su exclusión es el resultado directo de su desobediencia en las aguas de Merivah (Números 20:2-13), donde golpeó la roca en lugar de hablarle, mostrando impaciencia y una falta de santificación del Nombre de HaShem ante los ojos de Yisra’el. Esta acción tuvo consecuencias definitivas para él.

Los eventos previos incluyen el censo de Yisra’el, la asignación de las tribus y la unción de Yehoshúa como sucesor de Moshéh (Deuteronomio 31:7-8). Moshéh ha pasado sus últimos días dando instrucción final a Yisra’el, reiterando la Torah y advirtiéndoles de las bendiciones y maldiciones que seguirán a su obediencia o desobediencia. Su muerte simboliza el fin del viaje del desierto y el comienzo de una nueva fase en la historia de Yisra’el, bajo un nuevo liderazgo y en un nuevo entorno.

Fuentes arqueológicas de la región de Moav y el Néguev atestiguan la presencia de pueblos y las dinámicas geopolíticas de la Edad del Bronce Tardío y la Edad del Hierro Temprano, proporcionando un telón de fondo para las narrativas de la conquista. La “Tierra Prometida” no era un vacío, sino una región habitada por diversas culturas, como los kena’anitas, jebuseos, hititas, amorreos, perezeos y hivitas, cada uno con sus propias deidades y prácticas. La entrada de Yisra’el significaría un conflicto de culturas y religiones, y la visión de Moshéh desde el Monte Nevo no solo sería física sino simbólica de esta vasta empresa que su pueblo estaba a punto de emprender.

5. Comentarios Proféticos

Deuteronomio 32:52, aunque aparentemente una declaración de juicio final sobre Moshéh, resuena con profundas implicaciones proféticas para el Reino de Yeshúa HaMashíaj. Moshéh, el mayor de los profetas que conoció Elohím cara a cara (Deuteronomio 34:10), se encuentra en el umbral de la tierra prometida, una figura liminar. Esta situación proféticamente señala la naturaleza de la Torah misma y la alianza sinaítica. La Torah, dada por Moshéh, puede llevar al pueblo de HaShem al borde de la salvación, a la visión de la promesa, pero no puede introducirlos completamente en ella.

El “no entrarás” de Moshéh es un eco profético de la limitación de la ley. La ley revela el pecado y guía hacia la justicia de Elohím, pero no puede justificar plenamente ni otorgar el “descanso” mesiánico. El profeta Yesha’yahu HaNavi (Yesha’yahu 42:1-4, 49:6) y Yirmeyahu HaNavi (Yirmeyahu 31:31-34) anticiparon una nueva era, una Brit Hadasháh, donde un “Siervo” o “Mesías” no solo mostraría el camino, sino que sería el Camino.

La figura de Moshéh que ve la tierra pero no la posee, prefigura a aquellos que, bajo la antigua alianza, anhelaron el Reino de Elohím pero no pudieron entrar en su plenitud por falta del cumplimiento de la promesa en Mashíaj. Su exclusión subraya la necesidad de un “segundo Moshéh”, un profeta como él (Deuteronomio 18:15), quien no solo guiaría a Yisra’el al umbral, sino que los conduciría a la verdadera tierra prometida: el Reino de los Cielos.

Este Mesías es Yeshúa HaMashíaj. Él no solo ve la tierra, sino que la encarna y es el medio de entrada a ella. La muerte de Moshéh en el umbral simboliza el fin de una dispensación y el comienzo de otra, donde Yeshúa, como el verdadero Yehoshúa (Josué significa “HaShem salva”), lleva a Su pueblo a través del Jordán espiritual hacia la herencia eterna. El “Reino de Yeshúa HaMashíaj” es el cumplimiento de la promesa de la tierra, no como un lugar geográfico, sino como una realidad de comunión con Elohím y una transformación del corazón, donde el verdadero “descanso” se encuentra.

6. Análisis Profundo

El versículo Deuteronomio 32:52 es conciso pero teológicamente denso. Desglosemos las palabras clave y sus implicaciones:

וְכִי מִנֶּגֶד (Ve-khi min-neged): “Y ciertamente desde la distancia / desde lo opuesto”. La partícula וְכִי (Ve-khi) a menudo introduce una declaración de certeza o énfasis. מִנֶּגֶד (min-neged) es crucial. No es solo “desde lejos”, sino “desde el lado opuesto”, una posición de separación. Moshéh no está en la tierra, sino enfrentado* a ella, una barrera invisible pero infranqueable lo separa. El Midrash Devarim Rabbah (10:11) describe cómo Moshéh suplicó y suplicó para entrar, pero la decisión divina fue irrevocable, destacando esta separación impuesta.

* תִּרְאֶה (tir’e): “Tú verás”. La acción de ver es central. Moshéh no solo la ve, sino que Elohím se lo permite y se lo ordena. Es un privilegio y una tortura. Ve la promesa, la meta de toda su vida y el peregrinaje de su pueblo, pero no puede participar en su posesión física. Esta visión es la cumbre de su ministerio, pero también su límite. El Targum Onqelos traduce este verso de manera muy literal, enfatizando la orden divina de la visión y la prohibición de la entrada.

* אֶת הָאָרֶץ (et ha’aretz): “la tierra”. La referencia es clara a la Tierra de Kena’an, la posesión prometida a los patriarcas. Esta tierra no es solo geografía; es el símbolo concreto de la fidelidad de Elohím a Su pacto, el lugar donde se establecerá Su reino terrenal. Para Moshéh, la tierra representa la culminación de su misión de liberar y guiar a Yisra’el. Su exclusión de ella es la manifestación de que, incluso el más grande de los hombres, debe rendir cuentas a la santidad de Elohím.

* וְשָׁמָּה לֹא תָבֹא שָׁם אֶל הָאָרֶץ (ve-šammah lo tavo šam el ha’aretz): “y allí no entrarás allí en la tierra”. La repetición de “allí” (שָׁמָּה y שָׁם) enfatiza la absoluta prohibición. No hay resquicio, no hay excepción. El decreto de Elohím es definitivo. Esto subraya el principio de la justicia divina: la desobediencia, incluso por parte de un líder tan devoto como Moshéh, tiene consecuencias. Sin embargo, no es solo un castigo; también es un acto didáctico. La nación debe aprender la seriedad de santificar a HaShem en todo momento.

Los Midrashim, como el Sifre Devarim 339, a menudo reflexionan sobre la paradoja de Moshéh. Fue el mediador de la Torah, llevó al pueblo a la libertad, los nutrió en el desierto, pero no pudo completar el último paso. Esto llevó a interpretaciones que sugieren que su muerte fuera de la tierra fue para el beneficio de Yisra’el, ya que su intercesión por ellos en el desierto fue tan poderosa que si hubiera entrado, su presencia constante podría haber sido un recordatorio del pecado. Otra perspectiva es que Elohím deseaba que el pueblo viera que la entrada a la tierra no dependía de la persona de Moshéh, sino de la fidelidad de Elohím y el liderazgo de Yehoshúa, que prefigura a Mashíaj.

En el contexto del Reino de Yeshúa HaMashíaj, este pasaje subraya que la salvación y la entrada a la verdadera herencia no dependen de la ley o de los grandes profetas, sino de la gracia y la obra perfecta del propio Mashíaj. La imperfección de Moshéh y su exclusión se convierten en un testimonio profético de la necesidad de un mediador sin pecado.

7. Tema Relevante

Un tema central y profundamente relevante de esta Aliyá es la “Visión sin Posesión” (Seeing without Possessing). Moshéh, en la cúspide de su vida y ministerio, tiene el privilegio de ver la Tierra Prometida, la meta de cuarenta años de peregrinación, pero se le prohíbe entrar y poseerla. Este tema va más allá de un simple castigo personal y se convierte en una enseñanza fundamental para el Reino de los Cielos.

La visión sin posesión encarna la tensión entre la promesa de Elohím y la responsabilidad humana. Elohím es fiel a Sus promesas, pero la desobediencia tiene consecuencias, incluso para Sus siervos más grandes. Moshéh experimenta un cumplimiento parcial: ve la tierra, lo que confirma la veracidad de HaShem, pero no la posee físicamente, lo que reafirma la santidad y la justicia divina.

Para los discípulos de Mashíaj, este tema tiene varias aplicaciones:

1. La Naturaleza del Reino: El Reino de los Cielos es a menudo visible por la fe y anticipado por la esperanza, pero su plena posesión es escatológica. Vemos “como en un espejo oscuramente” (1 Corintios 13:12) la realidad del Reino, pero no lo poseemos plenamente en su estado final. La vida del discípulo es una peregrinación hacia esa plena posesión.

2. Liderazgo Humano vs. Liderazgo de Mashíaj: Moshéh simboliza los límites del liderazgo humano y de la ley para llevar a la plenitud de la promesa. Los discípulos de Mashíaj entienden que la entrada al verdadero “descanso” y a la herencia no es por obras humanas o por la observancia de la ley, sino por la gracia a través de la fe en Yeshúa HaMashíaj. Él es el único que verdaderamente puede conducirnos a la posesión completa del Reino.

3. Fe y Paciencia: Moshéh, con su visión, tuvo que ejercitar una fe profunda en la promesa de Elohím, confiando que, aunque él no entraría, el pueblo de HaShem sí lo haría bajo el liderazgo de Yehoshúa. Del mismo modo, los discípulos son llamados a una paciencia y fe similares, sabiendo que el Reino de los Cielos, aunque ya está aquí “entre nosotros”, está por venir en su plenitud. A menudo, vemos los frutos y el poder del Reino, pero la batalla aún no ha terminado, y la posesión total de la herencia está en el futuro de Elohím.

4. Humildad y Obediencia: La experiencia de Moshéh nos recuerda que la obediencia incondicional a la voluntad de HaShem es primordial, y que incluso pequeños actos de desobediencia pueden tener grandes consecuencias. Nos insta a la humildad, reconociendo que nuestras vidas están en las manos de Elohím, y que Él es quien da y quita, quien concede la visión y la posesión.

En resumen, la “Visión sin Posesión” de Moshéh nos enseña a valorar la herencia que tenemos en Yeshúa HaMashíaj, la importancia de la fe en la promesa de Elohím y la humilde sumisión a Su voluntad, mientras anhelamos la plena manifestación del Reino de los Cielos.

8. Descubriendo a Mashíaj

El pasaje de Deuteronomio 32:52, que narra la exclusión de Moshéh de la Tierra Prometida, apunta o revela aspectos cruciales de la vida, obra y persona de Yeshúa HaMashíaj de varias maneras significativas:

1. Moshéh como Tipo Incompleto de Mashíaj: Moshéh es un gran profeta y líder, quien liberó a Yisra’el de la esclavitud y los condujo al umbral de la tierra. En este sentido, es un tipo (sombra o figura) de Yeshúa HaMashíaj. Sin embargo, su incapacidad para entrar en la tierra física, debido a su propia imperfección, subraya que él era un tipo incompleto. Necesitábamos un “profeta como Moshéh” (Deuteronomio 18:15) pero sin pecado, que pudiera llevar a Su pueblo hasta el final a la verdadera y definitiva herencia. Yeshúa es ese profeta que cumple perfectamente el rol.

2. El Verdadero Yehoshúa: La entrada de Yisra’el a la tierra se completó bajo Yehoshúa ben Nun, cuyo nombre es la forma hebrea del nombre “Yeshúa” (salvación). La tradición midráshica y las interpretaciones posteriores vieron en el traspaso de liderazgo de Moshéh a Yehoshúa una prefiguración del cambio de dispensación de la Torah a la gracia. Moshéh nos lleva a ver la promesa; Yeshúa nos lleva a poseerla. Yeshúa HaMashíaj es el verdadero Yehoshúa, el que introduce a los hijos de Elohím en el Reino de los Cielos.

3. El Acceso al Descanso Mesiánico: La carta a los Hebreos (Ivrim) explora extensamente cómo la generación del desierto no pudo entrar en el “descanso” de Elohím debido a su incredulidad (Ivrim 3-4). Moshéh, aunque un líder fiel, también cayó bajo este juicio. Yeshúa HaMashíaj, en contraste, es el que ofrece el verdadero descanso mesiánico. Él es la puerta de entrada no a una tierra física, sino a una relación plena con Elohím y a la participación en el Reino de los Cielos. La exclusión de Moshéh de la tierra física enfatiza que la herencia última no es terrenal, sino celestial y espiritual, alcanzable solo a través del Mesías.

4. La Pureza del Mediador: La razón de la exclusión de Moshéh fue su pecado en Merivah. Esto resalta la necesidad de un mediador que sea sin mancha, perfectamente justo, para poder introducir a Su pueblo en la presencia de HaShem y en la plenitud de Su promesa. Yeshúa HaMashíaj es ese mediador perfecto, el Cordero sin tacha, cuya pureza permite la entrada al Reino de Elohím.

5. La Nueva Alianza y el Nuevo Jordán: La muerte de Moshéh antes de cruzar el Jordán simboliza el final de la Antigua Alianza (Torah) y la necesidad de una Brit Hadasháh. Yeshúa HaMashíaj inauguró esta nueva alianza con Su sangre. Él es quien nos permite “cruzar el Jordán” espiritual hacia la vida eterna y la ciudadanía en el Reino de los Cielos, una realidad que Moshéh solo pudo ver desde lejos.

Textos apócrifos y pseudepigráficos como el Testamento de Moisés, aunque no canónicos, a menudo reflejan la profunda reverencia por Moshéh y la expectación de un futuro líder. En algunas interpretaciones, la ascensión de Moshéh, como se discute en el Midrash de la Asunción de Moisés (perdido en gran parte, pero referenciado en Judas 1:9), donde el arcángel Mijael contiende con HaSatán por el cuerpo de Moshéh, muestra la dignidad y la importancia de Moshéh incluso en la muerte. Este tipo de narrativa, al elevar la figura de Moshéh, paradójicamente también subraya la majestuosidad aún mayor de Yeshúa HaMashíaj, quien no solo fue llevado a la presencia de Elohím, sino que resucitó y ascendió como el Hijo de Elohím, el Rey del Reino de los Cielos. Su victoria sobre la muerte es la clave para nuestra entrada.

9. Midrashim y Targumim

El pasaje de Deuteronomio 32:52 ha sido objeto de extensas interpretaciones en los Midrashim y Targumim, que buscan comprender la justicia divina y el significado de la muerte de Moshéh.

Midrashim:

Los Midrashim a menudo se centran en el dolor y la súplica de Moshéh para entrar en la Tierra Prometida, y la inquebrantable decisión de HaShem.

* Devarim Rabbah (10:10): Este Midrash describe con detalle las innumerables oraciones de Moshéh, rogando a Elohím que le permitiera entrar en Kena’an. Moshéh argumenta su valía, sus años de servicio y los milagros que realizó. Sin embargo, Elohím le responde: “Basta ya de ti; no me hables más de este asunto” (Deuteronomio 3:26), indicando que el decreto es final. El Midrash explica que Moshéh suplicó 515 veces, correspondiente al valor numérico (guematria) de la palabra “tefiláh” (oración) si se omitiera la última letra. Esta intensidad de la oración subraya la importancia de la tierra para Moshéh y la gravedad de la desobediencia que llevó a su exclusión.

* Sifre Devarim 339: El Sifre también aborda la súplica de Moshéh, explicando que su deseo era no solo de vivir en la tierra, sino de morir allí y ser enterrado con los patriarcas. Además, quería participar en la observancia de las mitzvot que solo podían cumplirse en la tierra, como la ofrenda del diezmo y los sacrificios específicos. La imposibilidad de esto se convierte en una pena adicional. HaShem le dice: “Verás la tierra, pero no entrarás en ella”, como una muestra de misericordia parcial, permitiéndole al menos la visión.

* Midrash Tanḥuma, Parashá Va’etḥanan 6: Este Midrash conecta la exclusión de Moshéh con su acto en Merivah, donde golpeó la roca en lugar de hablarle. La razón principal dada es la santificación del Nombre de HaShem. Elohím dijo: “Si Yo hubiera permitido a Moshéh entrar a la tierra, dirían: ‘Los que pecaron no fueron castigados’. Pero ahora que Moshéh, el más grande de los profetas, no entra, sabrán que no hay favoritismo ante Mí, y que Mi juicio es verdadero”. Esto enfatiza que el propósito de la exclusión no era solo el castigo individual, sino una lección para todo Yisra’el sobre la justicia de Elohím.

Targumim:

Los Targumim, traducciones y paráfrasis arameas, tienden a ser más literales en Deuteronomio 32:52, pero a veces añaden un ligero matiz o explicación.

* Targum Onqelos: Este Targum es conocido por su literalidad. Traduce el verso muy fielmente al arameo: “Min-qadam tir’e yata’ ara’, u-latan lo ta’ul ta’m l’ara’ di ani yavev l’bnei Yisra’el.” Simplemente reitera la instrucción de Elohím a Moshéh de ver la tierra pero no entrar en ella. La fidelidad de Onqelos a la letra hebrea subraya la autoridad inmutable del decreto divino.

* Targum Yonatan (Pseudo-Jonathan): Aunque generalmente más expansivo, en este versículo particular, Targum Yonatan también mantiene una traducción bastante literal, similar a Onqelos. Sin embargo, su contexto más amplio en el Parashá Haazinu y otros pasajes a menudo incluye detalles adicionales o interpretaciones mesiánicas. La no-entrada de Moshéh sirve indirectamente para preparar al lector para el liderazgo de Yehoshúa y, en última instancia, del Mashíaj, quien sí completaría la entrada espiritual. A veces se insinúa que la muerte de Moshéh fue también un acto de misericordia para el pueblo, para que no dependieran de un líder humano inmortal.

En conjunto, los Midrashim y Targumim proporcionan una rica tapicería de significado alrededor de la muerte de Moshéh, enfatizando la justicia divina, la santidad de HaShem y la preparación para la próxima etapa del viaje de Yisra’el. Subrayan que la visión de Moshéh fue un privilegio final, pero la posesión de la tierra estaba reservada para la siguiente generación bajo un nuevo liderazgo, un principio que el Reino de Yeshúa HaMashíaj cumple espiritualmente.

10. Mandamientos

Aunque Deuteronomio 32:52 no es un mandamiento prescriptivo directo, contiene principios de vida y enseñanzas profundas que son mandamientos espirituales para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos:

1. Obediencia Inquebrantable a la Voz de Elohím: La exclusión de Moshéh de la tierra fue una consecuencia directa de su desobediencia en Merivah. Esto nos enseña que la obediencia completa y sin reservas a la voz de HaShem es esencial. Para los discípulos de Mashíaj, esto significa vivir de acuerdo con la Torah de Yeshúa HaMashíaj, no solo en la letra, sino en el espíritu, y someterse a Su Ruaj HaKodesh. Es un recordatorio de que, incluso los líderes más ungidos, no están exentos de las consecuencias de la desobediencia.

2. Santificar el Nombre de HaShem: La razón principal de la exclusión de Moshéh fue que no “santificó” a Elohím ante los ojos de los hijos de Yisra’el (Números 20:12). Este es un mandamiento de vida fundamental: en todas nuestras acciones, especialmente en el liderazgo, debemos honrar y glorificar el Nombre de HaShem. Los discípulos de Yeshúa HaMashíaj son llamados a vivir de tal manera que su vida sea un testimonio de la santidad y el carácter de Elohím, reflejando la luz del Reino de los Cielos.

3. Aceptar la Voluntad Soberana de Elohím: Moshéh tuvo que aceptar la voluntad de Elohím, aunque no era lo que él deseaba. Este principio nos enseña a someternos a la soberanía de HaShem, incluso cuando Sus planes difieren de nuestras expectativas o deseos más profundos. Los discípulos deben aprender a decir “hágase Tu voluntad” (Mateo 6:10), confiando en que Elohím obra todas las cosas para bien de aquellos que le aman y que son llamados conforme a Su propósito en el Reino.

4. Preparación para la Sucesión y el Nuevo Liderazgo: El pasaje resalta el traspaso de liderazgo de Moshéh a Yehoshúa. Este principio enseña a los discípulos de Mashíaj la importancia de preparar y empoderar a la próxima generación de líderes. En el Reino de los Cielos, el liderazgo no es una posesión personal, sino un mayordomazgo que debe ser transmitido, siempre bajo la guía y la autoridad final de Yeshúa HaMashíaj, el Rey de reyes.

Estos principios, aunque extraídos de un evento de juicio, son faros para una vida de fidelidad, humildad y propósito en el Reino de Yeshúa HaMashíaj, preparando el camino para la plena posesión de la herencia eterna.

11. Preguntas de Reflexión

1. Moshéh tuvo el privilegio de ver la Tierra Prometida, pero no de entrar. ¿Cómo se manifiesta en nuestra vida de discípulos de Yeshúa HaMashíaj el principio de “ver el Reino de los Cielos” a través de la fe, pero aún anhelar su plena manifestación? ¿Qué nos enseña esto sobre la paciencia y la esperanza en el contexto del Reino?

2. La exclusión de Moshéh fue el resultado de una desobediencia específica en Merivah. ¿Cómo nos recuerda esto la importancia de la obediencia detallada a la voz de HaShem, incluso para aquellos en posiciones de gran liderazgo, y cómo podemos aplicar esta lección en nuestra búsqueda de la santidad en el Reino de Elohím?

3. Moshéh preparó a Yehoshúa para tomar su lugar y llevar al pueblo a la tierra. ¿Cómo podemos nosotros, como discípulos de Mashíaj, emular este ejemplo de desapego personal y de preparación de la próxima generación de líderes y obreros del Reino, reconociendo que el propósito de HaShem trasciende nuestras vidas individuales?

12. Resumen

La Aliyá 7 de Parashá Haazinu, Deuteronomio 32:52, marca el solemne momento en que Elohím le informa a Moshéh que, aunque verá la Tierra Prometida desde la distancia, no entrará en ella. Este versículo encapsula la justicia divina por la desobediencia de Moshéh y el fin de su incomparable liderazgo. Profundamente arraigado en Midrashim y Targumim, este evento subraya la santidad inquebrantable de HaShem y la obediencia requerida de Sus siervos. Desde la perspectiva del Reino de Yeshúa HaMashíaj, la exclusión de Moshéh prefigura la insuficiencia de la Torah para introducir la salvación completa y apunta a la necesidad de Yeshúa como el verdadero Maran, quien guía a Sus discípulos no solo a ver, sino a poseer plenamente la herencia del Reino de los Cielos, el descanso eterno prometido, demostrando así la supremacía de Su liderazgo como Hijo sobre la casa de Elohím.

13. Tefiláh (Oración)

Adonái, Elohím de Yisra’el y Padre de nuestro Maran Yeshúa HaMashíaj, te damos gracias por Tu justicia y Tu misericordia reveladas en la vida de Moshéh. Reconocemos Tu santidad inquebrantable y la profunda verdad de que toda desobediencia tiene consecuencias, incluso para Tus siervos más fieles. Concédenos, por medio de Tu Ruaj HaKodesh, la sabiduría para obedecer Tus mandamientos con un corazón íntegro, y la humildad para someternos a Tu soberana voluntad, incluso cuando nuestros deseos difieran de Tus caminos. Ayúdanos a vivir como dignos ciudadanos de Tu Reino de los Cielos, siempre con los ojos fijos en Yeshúa HaMashíaj, nuestro verdadero Guía y Rey, quien nos ha abierto la puerta a la plena posesión de Tu herencia eterna. Amén.

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Parashá 53 Haazinu (האזינו) – Aliyah 6

Aliyáh 6: (Deuteronomio 32:40-43) Moshé declara que Elohím vengará la sangre de Su pueblo y restaurará a la tierra.
Haftaráh: Jeremías 50:17-34 (La promesa de Elohím de vengar a Israel de sus enemigos).
Brit Hadasháh: Apocalipsis 19:1-2 (La justicia de Elohím en la venganza de la sangre de Sus siervos).

desde el centro de estudios del Reino de Yeshúa HaMashíaj, nos complace presentar un estudio profundo y detallado de la Aliyá 6 de la Parashá Haazinu. Esta porción de la Torah es un testamento de la fidelidad de Elohím y un recordatorio perpetuo de Sus mandamientos, que son vida para el pueblo de Adonái.

Tema: El mandamiento de Adonái

1. Texto Hebreo Interlineal

Pasaje: Deuteronomio 32:44-32:52

Texto Hebreo OriginalFonética TiberianaTraducción Palabra por PalabraTraducción Literal del Verso
—————–—————–—————–—————–
וַיָּבֹאVa-ya-voY vinoY vino Moshéh y habló todas las palabras de este cántico en los oídos del pueblo, él y Yehoshúa hijo de Nun.
מֹשֶׁהMo-šehMoshéh
וַיְדַבֵּרVa-ye-dab-bery habló
אֶת-כָּל-דִּבְרֵיet-kol-div-reiel todas las palabras de
הַשִּׁירָהha-ši-rahel cántico
הַזֹּאתha-zotesta
בְּאָזְנֵיbe-az-neien oídos de
הָעָםha-amel pueblo
הוּאhuél
וְהוֹשֵׁעַve-ho-še-ay Hošéa (Yehoshúa)
בִּן-נוּןbin-nunhijo de Nun
(32:45) וַיְכַלVa-ye-khalY acabóY acabó Moshéh de hablar todas estas palabras a todo Yisra’el.
מֹשֶׁהMo-šehMoshéh
לְדַבֵּרle-dab-berde hablar
אֶת-כָּל-הַדְּבָרִיםet-kol-ha-de-va-rimel todas las palabras
הָאֵלֶּהha-el-lehestas
אֶל-כָּל-יִשְׂרָאֵלel-kol-yis-ra-ela todo Yisra’el
(32:46) וַיֹּאמֶרVa-yo-merY dijoY les dijo: Poned vuestro corazón a todas las palabras que yo os testifico hoy, las cuales mandaréis a vuestros hijos, para que guarden y hagan todas las palabras de esta Torah.
אֲלֵהֶםa-le-hema ellos
שִׂימוּsi-muPoned
לְבַבְכֶםle-vav-khemvuestro corazón
לְכָל-הַדְּבָרִיםle-khol-ha-de-va-rima todas las palabras
אֲשֶׁרa-šerque
אָנֹכִיa-no-khiyo
מֵעִידme-idtestifico
בָּכֶםba-khemen vosotros
הַיּוֹםha-yomhoy
אֲשֶׁרa-šerque
תְּצַוֻּםte-ṣav-vummandaréis
אֶת-בְּנֵיכֶםet-be-nei-khema vuestros hijos
לִשְׁמֹרli-šmorpara guardar
לַעֲשׂוֹתla-a-sotpara hacer
אֶת-כָּל-דִּבְרֵיet-kol-div-reiel todas las palabras de
הַתּוֹרָהha-to-rahla Torah
הַזֹּאתha-zotesta
(32:47) כִּיKiPorquePorque no es palabra vacía para vosotros, sino que es vuestra vida, y por esta palabra prolongaréis días sobre la tierra a la cual vosotros cruzáis el Yardén para poseerla.
לֹא-דָבָרlo-da-varno palabra
רֵקreqvacía
הוּאhuella
מִכֶּםmi-kemde vosotros
כִּי-הוּאki-huporque ella
חַיֵּיכֶםḥay-yei-khemvuestra vida
וּבַדָּבָרu-va-da-vary en la palabra
הַזֶּהha-zehesta
תַּאֲרִיכוּta-a-ri-khuprolongaréis
יָמִיםya-mimdías
עַל-הָאֲדָמָהal-ha-a-da-mahsobre la tierra
אֲשֶׁרa-šerque
אַתֶּםat-temvosotros
עֹבְרִיםov-rimcruzáis
אֶת-הַיַּרְדֵּןet-ha-yar-denel Yardén
שָׁמָּהšam-mahallí
לְרִשְׁתָּהּle-riš-tahpara poseerla
(32:48) וַיְדַבֵּרVa-ye-dab-berY hablóY habló Adonái a Moshéh en ese mismo día, diciendo:
יְהוָהAdonáiAdonái
אֶל-מֹשֶׁהel-mo-šeha Moshéh
בְּעֶצֶםbe-e-ṣemen la esencia de
הַיּוֹםha-yomel día
הַזֶּהha-zeheste
לֵאמֹרle-mordiciendo
(32:49) עֲלֵהA-lehSubeSube a este monte de Avarim, el monte Nevo, que está en la tierra de Mo’av, que está frente a Yeriḥo, y mira la tierra de Kena’an, que yo doy a los hijos de Yisra’el en posesión.
אֶל-הַרel-hara el monte
הָעֲבָרִיםha-a-va-rimde Avarim
הַזֶּהha-zeheste
הַר-נְבוֹhar-ne-vomonte Nevo
אֲשֶׁרa-šerque
בְּאֶרֶץbe-e-reṣen tierra de
מוֹאָבmo-avMo’av
אֲשֶׁרa-šerque
עַל-פְּנֵיal-pe-neisobre la faz de
יְרֵחוֹye-ri-ḥoYeriḥo
וּרְאֵהu-re-ehy mira
אֶת-אֶרֶץet-e-reṣel la tierra de
כְּנַעַןke-na-anKena’an
אֲשֶׁרa-šerque
אֲנִיa-niyo
נֹתֵןno-tendoy
לִבְנֵיliv-neia los hijos de
יִשְׂרָאֵלyis-ra-elYisra’el
לַאֲחֻזָּהla-a-ḥuz-zahen posesión
(32:50) וּמֻתU-mutY muereY muere en el monte al cual tú subes allí, y sé reunido a tu pueblo, como murió Aharón tu hermano en Hor HaHar y fue reunido a su pueblo.
בָּהָרba-haren el monte
אֲשֶׁרa-šerque
אַתָּהat-tah
עֹלֶהo-lehsubes
שָׁמָּהšam-mahallí
וְהֵאָסֵףve-he-a-sefy sé reunido
אֶל-עַמֶּיךָel-am-me-khaa tu pueblo
כַּאֲשֶׁרka-a-šercomo
מֵתmetmurió
אַהֲרֹןa-ha-ronAharón
אָחִיךָa-ḥi-khatu hermano
בְּהֹרbe-horen Hor
הָהָרha-harel monte
וַיֵּאָסֶףva-ye-a-sefy fue reunido
אֶל-עַמָּיוel-am-mava su pueblo
(32:51) עַלAlPorPor cuanto prevaricasteis contra mí en medio de los hijos de Yisra’el en las aguas de Merivat Qadeš, en el desierto de Tzin, por cuanto no me santificasteis en medio de los hijos de Yisra’el.
אֲשֶׁרa-šerque
מְעַלְתֶּםme-al-temprevaricasteis
בִּיbicontra mí
בְּתוֹךְbe-tokhen medio de
בְּנֵיbeneilos hijos de
יִשְׂרָאֵלyis-ra-elYisra’el
בְּמֵיbe-meien las aguas de
מְרִיבַתme-ri-vatMerivat
קָדֵשׁqa-dešQadeš
מִדְבַּרmid-bardesierto de
צִיןṣinTzin
עַלAlPor
אֲשֶׁרa-šerque
לֹא-קִדַּשְׁתֶּםlo-qid-daš-temno santificasteis
אוֹתִיo-tia mí
בְּתוֹךְbe-tokhen medio de
בְּנֵיbeneilos hijos de
יִשְׂרָאֵלyis-ra-elYisra’el
(32:52) כִּיKiPorquePorque de lejos verás la tierra, pero no entrarás allí, a la cual yo doy a los hijos de Yisra’el.
מִנֶּגֶדmin-ne-gedde lejos
תִּרְאֶהtir-ehverás
אֶת-הָאָרֶץet-ha-a-reṣel la tierra
וְשָׁמָּהve-šam-mahy allí
לֹאlono
תָבֹאta-voentrarás
שָׁמָּהšam-mahallí
אֲשֶׁרa-šerque
אֲנִיa-niyo
נֹתֵןno-tendoy
לִבְנֵיliv-neia los hijos de
יִשְׂרָאֵלyis-ra-elYisra’el

2. Haftaráh

Pasaje: Hosea 14:2-10 y Joel 2:15-27

Análisis:

La Aliyá 6 de Haazinu culmina con Moshéh exhortando a Yisra’el a aferrarse a la Torah, declarando que no es una “palabra vacía”, sino “vuestra vida” (Deuteronomio 32:47). Inmediatamente después, Elohím le ordena a Moshéh subir al monte Nevo para ver la Tierra Prometida antes de su muerte, como consecuencia de su desobediencia en Merivat Qadeš.

La Haftaráh para Parashá Haazinu, que a menudo incluye pasajes de Hosea 14:2-10 y Joel 2:15-27 (según las tradiciones Ashkenazí y Sefardí), resuena profundamente con los temas de obediencia, arrepentimiento y la fidelidad de HaShem.

En Hosea 14:2-10, el navi (profeta) llama a Yisra’el al arrepentimiento, a “tomar con vosotros palabras y volver a Adonái” (Hosea 14:3). Se les insta a confesar sus pecados y a reconocer la misericordia de Elohím por encima de los sacrificios. La promesa es que HaShem sanará su apostasía y los amará libremente, manifestándose como rocío para Yisra’el, haciendo que florezcan como un lirio y echen raíces. Este eco de la “palabra” (דָּבָר – davár) como medio de acercamiento a HaShem se conecta con la exhortación de Moshéh a dar su corazón a “todas las palabras” (כָּל-הַדְּבָרִים – kol-ha-devarim) de la Torah. El Targum Yonatan sobre Hosea 14 enfatiza la necesidad de un retorno sincero a la Torah, prometiendo que si lo hacen, Elohím los perdonará.

Joel 2:15-27 intensifica el llamado al arrepentimiento, con un toque de shofar, un ayuno solemne y un lamento, incluso involucrando a los niños y recién casados. La promesa de Elohím es restaurar lo que la langosta y el destructor consumieron, y que Yisra’el “comerá abundantemente y se saciará, y alabará el Nombre de Adonái vuestro Elohím” (Joel 2:26). Esta restauración material y espiritual es el resultado de la obediencia y el arrepentimiento, un retorno a los mandamientos de HaShem. El Midrash Tanhuma (Haazinu 7) compara la Torah con la lluvia, que hace que la tierra dé fruto, así como las palabras de HaShem traen vida y prosperidad a quienes las guardan. La promesa de “nunca más Yisra’el será avergonzado” (Joel 2:27) se alinea con la seguridad de vida y prolongación de días que Moshéh promete a aquellos que guarden la Torah.

Ambos pasajes proféticos, al igual que la Aliyá 6, subrayan la vitalidad de la Palabra de Elohím, la importancia de la obediencia y las graves consecuencias de la desobediencia, junto con la esperanza del arrepentimiento y la restauración divina. Moshéh enfatiza la vida que se encuentra en la Torah, y los profetas muestran cómo desviarse de ella lleva a la devastación, pero volver a ella trae la sanidad y la bendición del Todopoderoso.

3. Brit Hadasháh (Arameo)

Pasaje: Mattityahu (Mateo) 5:17-18 (Peshitta)

Texto Arameo (Siríaco Oriental):

ܠܳܐ ܬܰܣܒ݁ܪܽܘܢ ܕܶܐܬ݂ܺܝܬ ܢܶܫܪܶܐ ܢܳܡܽܘܣܳܐ ܐܰܘ ܢܒ݂ܺܝܶܐ ܠܳܐ ܐܶܬ݂ܺܝܬ ܢܶܫܪܶܐ ܐܶܠܳܐ ܐܰܫܠܶܡ.

* Fonética: La tas-b’run d’et-it neš-re na-mu-sa aw na-bi-e la et-it neš-re e-la aš-lem.

* Traducción: No penséis que he venido a destruir la Ley (Torah) o los Profetas; no he venido a destruir, sino a cumplir.

ܐܰܡܺܝܢ ܓ݁ܶܝܪ ܐܳܡܰܪ ܐܳܢܳܐ ܠܟ݂ܽܘܢ ܕܰܥܕ݂ܰܡܳܐ ܕܢܶܥܒ݁ܪܽܘܢ ܫܡܰܝܳܐ ܘܰܐܪܥܳܐ ܚܕ݂ܳܐ ܝܽܘܕ݂ ܐܰܘ ܚܕ݂ܳܐ ܨܶܪܛܳܐ ܠܳܐ ܬܶܥܒ݁ܰܪ ܡܶܢ ܢܳܡܽܘܣܳܐ ܥܕ݂ܰܡܳܐ ܕܟ݂ܽܠܗܶܝܢ ܢܶܗܘܝܳܢ.

* Fonética: A-min ger a-mar a-na l’khun da-ad-ma d’ne-e-b’run š’ma-ya w’ar-a ḥda yud aw ḥda ṣer-ṭa la te-e-bar men na-mu-sa ad-ma d’kul-hen ne-hwi-yan.

* Traducción: Porque en verdad os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una yod ni una tilde pasarán de la Ley (Torah) hasta que todo se cumpla.

Análisis:

Este pasaje de Maran Yeshúa en la Brit Hadasháh es de vital importancia para comprender la continuidad de la “Torah” de Moshéh en el Reino de los Cielos. La Aliyá 6 de Haazinu concluye con Moshéh enfatizando que la Torah no es una “palabra vacía”, sino “vuestra vida” (Deuteronomio 32:47), y el medio para prolongar los días en la tierra. Esta es la última exhortación de Moshéh antes de su ascensión al Monte Nevo.

Yeshúa HaMashíaj, en Mattityahu 5:17-18, reafirma la autoridad y permanencia de la Torah. Él declara que no vino a anularla (ܢܶܫܪܶܐ – neš-re, “destruir” o “abolir”), sino a cumplirla (ܐܰܫܠܶܡ – aš-lem, “cumplir” o “completar”). Esto se alinea directamente con la enseñanza de Moshéh: la Torah es la vida. Yeshúa HaMashíaj, como el Mesías prometido, no vino a desechar la fundación divina, sino a manifestar su propósito y a vivirla perfectamente, abriendo el camino para que Sus discípulos también puedan cumplirla por medio de la Ruaj HaKodesh. Su declaración de que ni la yod (ܝܽܘܕ݂ – yud), la letra más pequeña del alfabeto hebreo, ni una tilde (ܨܶܪܛܳܐ – ṣer-ṭa, una pequeña marca o parte de una letra) desaparecerán de la Torah hasta su cumplimiento total, resalta la inmutabilidad y la santidad de la Palabra de Elohím.

Esta conexión es crucial para el Reino de Yeshúa HaMashíaj. La Torah, lejos de ser obsoleta, es vivificada y profundizada por Mar Yeshúa. Él revela el espíritu y la intención de los mandamientos, mostrando cómo se aplican en el corazón y la vida de los creyentes. Para los discípulos de Mashíaj, la Torah sigue siendo una guía esencial para vivir una vida de justicia y santidad, tal como Moshéh instruyó a Yisra’el.

Textos apócrifos y pseudepigráficos como el Libro de Jubileos y el Testamento de Moisés (o la Asunción de Moisés) son relevantes aquí. El Libro de Jubileos enfatiza la eternidad de la Torah y su validez desde la creación, y la enseñanza de que incluso los ángeles la observan, lo que subraya la visión de Yeshúa de su permanencia. El Testamento de Moisés, que narra las últimas instrucciones de Moshéh a Yehoshúa y su muerte, refuerza el sentido de la continuidad de la ley y la expectativa de un Mesías que vindicará el pacto. Moshéh, en esta Aliyá, pasa el bastón de la Torah a la siguiente generación con Yehoshúa a su lado (Deuteronomio 32:44), un acto que prefigura a Yeshúa HaMashíaj como el gran Yehoshúa, quien no solo lidera a Su pueblo a la Tierra Prometida, sino al Reino de los Cielos mismo, a través de la obediencia a la Torah cumplida en Él.

4. Contexto Histórico

La Aliyá 6 de la Parashá Haazinu se sitúa en un momento trascendental en la historia de Yisra’el: las últimas horas de Moshéh, el más grande de los profetas, antes de su muerte. El pasaje comienza con Moshéh y Yehoshúa, su sucesor, finalizando la recitación del gran cántico de Haazinu ante todo el pueblo (Deuteronomio 32:44). Este cántico es una advertencia solemne y un testimonio contra Yisra’el sobre las consecuencias de la desobediencia y la fidelidad inquebrantable de Elohím.

El contexto cultural es el de un pacto (ברית – brit) entre un gran rey (suzerano) y sus vasallos, una forma común de tratado en el Antiguo Cercano Oriente. Deuteronomio mismo está estructurado como un tratado de vasallaje, con prólogo, preámbulo histórico, estipulaciones, bendiciones y maldiciones, y provisión para la continuidad. El llamado de Moshéh a “Poned vuestro corazón a todas las palabras” (Deuteronomio 32:46) refleja la profunda importancia de la lealtad al pacto en esta cultura.

Los personajes centrales son Moshéh, cuya vida de liderazgo y mediación llega a su fin, y Yehoshúa, quien está a punto de tomar el mando para guiar a Yisra’el a la tierra de Kena’an. El mandato de HaShem a Moshéh de subir al Monte Nevo y ver la tierra antes de morir es un recordatorio de la santidad de Elohím y las consecuencias de la desobediencia, incluso para un líder tan piadoso como Moshéh, quien erró en Merivat Qadeš (Números 20:1-13). Este evento, donde Moshéh y Aharón no santificaron a HaShem, es crucial para entender la gravedad de la desobediencia en el contexto del pacto.

Desde una perspectiva arqueológica, el conocimiento de los tratados hititas y asirios nos ayuda a comprender mejor la estructura y la seriedad del libro de Deuteronomio como un documento legal y teológico. La ubicación geográfica, Har Nevo en Mo’av, frente a Yeriḥo, es un punto estratégico desde el cual se tiene una vista panorámica de la Tierra Prometida, un lugar real que ha sido identificado y visitado a lo largo de la historia.

En esencia, este pasaje es el cierre de una era y el umbral de una nueva, marcada por la inminente entrada a la Tierra Prometida bajo un nuevo liderazgo, pero con la misma y eterna Torah de Elohím como guía.

5. Comentarios Proféticos

Esta Aliyá no es solo un recuento histórico, sino una profunda declaración profética. Moshéh, al concluir el cántico y dar sus últimas instrucciones, subraya la naturaleza vital de la Torah: “no es palabra vacía… sino vuestra vida” (Deuteronomio 32:47). Esta es una verdad eterna que trasciende generaciones.

Proféticamente, el pasaje apunta hacia la continuidad de la Palabra de Elohím a través de los siglos. Moshéh, el navi par excellence, que habló con HaShem cara a cara, advierte sobre la necesidad de transmitir estas verdades a los hijos (Deuteronomio 32:46). Esta cadena profética culmina en Yeshúa HaMashíaj, quien es el “davár” (Palabra) encarnado, la Torah viviente (Yoḥanan 1:1, 14). Él es el cumplimiento de la promesa de un profeta como Moshéh (Deuteronomio 18:15).

La prohibición de Moshéh de entrar en la tierra, a pesar de verla, es un recordatorio profético de que la Torah de Moshéh, aunque santa y perfecta en sí misma, no podía llevar al pueblo a la plena herencia. Se necesitaba un “Yehoshúa” para cruzar el Yardén. De manera similar, la Torah sin la redención y el poder del Mesías, Yeshúa HaMashíaj, no puede llevar a la plena posesión de la herencia del Reino de los Cielos. Yeshúa HaMashíaj es el que nos introduce en la verdadera “Tierra Prometida”, el Reino de Elohím, no solo geográficamente, sino espiritualmente y eternamente.

La relevancia para la época actual es inmensa. En el Reino de Yeshúa HaMashíaj, la Palabra de Elohím sigue siendo “vuestra vida”. No es un conjunto de reglas obsoletas, sino los principios vivificantes que sustentan una vida justa y plena. Los discípulos de Mashíaj están llamados a poner su corazón en estas palabras, a enseñarlas diligentemente a sus hijos y a vivirlas con pasión. La profecía de Moshéh de que “prolongaréis días sobre la tierra” encuentra su eco en la vida eterna que se halla en Mashíaj, y en la promesa de que aquellos que le siguen heredarán la tierra (Mattityahu 5:5). La obediencia a la Torah, entendida y vivida a través del lente de Yeshúa HaMashíaj, es fundamental para la manifestación del Reino de Elohím en la tierra hoy.

6. Análisis Profundo

El pasaje de Deuteronomio 32:44-52 es una conclusión solemne del gran cántico de Moshéh y un preludio a su partida. Tres palabras clave en hebreo resuenan con un profundo significado teológico:

1. דִּבְרֵי הַתּוֹרָה (div-rei ha-Torah – las palabras de la Torah): Moshéh exhorta a Yisra’el a guardar y hacer “todas las palabras de esta Torah” (Deuteronomio 32:46). La palabra Torah (תּוֹרָה) significa “instrucción” o “enseñanza”. No es meramente una ley, sino la guía y dirección de HaShem para Su pueblo. El Midrash Sifrei Devarim 32:47 compara la Torah con el agua, que es esencial para la vida, implicando que las palabras de la Torah son igualmente indispensables.

2. חַיֵּיכֶם (ḥay-yei-khem – vuestra vida): Moshéh declara que la Torah “no es palabra vacía… sino que es vuestra vida” (Deuteronomio 32:47). Esta declaración eleva la Torah por encima de un mero código legal a una fuente de existencia. La vida plena y bendecida se encuentra en la adhesión a los mandamientos de Elohím. El Targum Onkelos traduce este verso de manera similar, enfatizando la vida y la prosperidad que vienen de guardar la Torah. La idea de “vida” (חַיִּים – ḥay-yim) está intrínsecamente ligada al pacto con HaShem y a la obediencia a Sus preceptos (Deuteronomio 30:19-20).

3. לֹא-קִדַּשְׁתֶּם אוֹתִי (lo-qid-daš-tem o-ti – no me santificasteis): La razón por la cual Moshéh no entrará a la tierra es su fracaso en santificar a HaShem en Merivat Qadeš (Deuteronomio 32:51). Santificar (קִדֵּשׁ – qid-deš) significa apartar algo como sagrado o tratarlo como tal. La desobediencia de Moshéh, al golpear la roca en lugar de hablarle, disminuyó la santidad de Elohím ante los ojos del pueblo. Esto subraya la inquebrantable justicia de HaShem y la alta expectativa que tiene de Sus líderes, incluso de Moshéh. El Targum Yonatan añade que la falta de santificación de Moshéh fue no alabar a HaShem antes de realizar el milagro, lo cual disminuyó la glorificación divina.

Conceptos teológicos relevantes incluyen:

* La autoridad divina de la Torah: Es la palabra misma de HaShem, infalible y vivificante.

* La responsabilidad generacional: La obligación de transmitir la Torah a las futuras generaciones.

* Las consecuencias de la obediencia y la desobediencia: La Torah trae vida, mientras que la rebelión trae juicio, incluso para los justos.

* La santidad de Elohím: HaShem es santo y debe ser reconocido y reverenciado como tal por Su pueblo y Sus líderes.

Este pasaje es un pilar que conecta la herencia mosaica con la perspectiva del Reino de los Cielos, donde la justicia y la santidad de Elohím son el fundamento de toda existencia.

7. Tema Relevante

El tema central y la enseñanza relevante de esta Aliyá es La vitalidad perdurable y la necesidad de la Torah de Elohím para una vida plena en el Reino de los Cielos.

Moshéh, en sus últimas palabras, no deja dudas sobre la esencia de la Torah. No es una colección de normas arbitrarias, sino la “vida” misma de Yisra’el (Deuteronomio 32:47). Es el aliento de HaShem infundido en cada precepto, promesa y advertencia. La frase hebrea “לֹא-דָבָר רֵק הוּא מִכֶּם כִּי-הוּא חַיֵּיכֶם” (lo-davar req hu mikem ki-hu ḥayyeikhem – no es palabra vacía para vosotros, sino que es vuestra vida) es una declaración poderosa que subraya la naturaleza existencial de la Torah.

Para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos, este mensaje es igualmente vital. Yeshúa HaMashíaj afirmó que no vino a anular la Torah, sino a cumplirla y revelar su significado más profundo (Mattityahu 5:17-18). La Torah, a través de Yeshúa, se convierte en el plan de vida para aquellos que buscan vivir en el Reino de Elohím. No es un legalismo gravoso, sino el camino a la libertad y la bendición.

Vivir la Torah en el Reino de los Cielos significa:

* Inmersión en la Palabra: Poner el corazón en las palabras de HaShem (Deuteronomio 32:46), estudiándolas, meditándolas y permitiendo que moldeen el carácter.

* Obediencia activa: No solo escuchar, sino “guardar y hacer” (לִשְׁמֹר לַעֲשׂוֹת – li-šmor la-a-sot) los mandamientos, reflejando el amor por HaShem.

* Transmisión generacional: Enseñar a los hijos la importancia de la Torah, asegurando que las futuras generaciones también caminen en los caminos de Elohím.

* Vida de santidad: Reconocer que HaShem es Kadosh (Santo) y que la obediencia a Su Torah nos santifica, incluso los líderes son responsables de glorificarle en todo.

La vida de un discípulo de Mashíaj no es una vida sin ley, sino una vida guiada por la Torah de Elohím, revelada y potenciada por Yeshúa HaMashíaj y el poder de la Ruaj HaKodesh. Es a través de esta obediencia vivificante que se experimenta la “prolongación de días” y la herencia plena del Reino.

8. Descubriendo a Mashíaj

Esta Aliyá 6 de Haazinu apunta a Yeshúa HaMashíaj de varias maneras cruciales, revelando aspectos de Su persona y obra en el Reino de los Cielos.

1. El Profeta como Moshéh: Deuteronomio 32:44 menciona a Moshéh y Yehoshúa juntos al finalizar el cántico. Esta dualidad profética prefigura a Yeshúa HaMashíaj. Moshéh es el dador de la Torah, el mediador del pacto antiguo. Yeshúa es el cumplimiento de la promesa de un “profeta como tú” (Deuteronomio 18:15-18), quien trae una nueva Torah inscrita en el corazón (Yirmeyahu 31:33) y es el mediador de la Brit Hadasháh. Él es el gran Yehoshúa (Josué) que no solo “lleva” al pueblo a la Tierra Prometida, sino que los introduce en el Reino de los Cielos.

2. La Torah como Vida: Moshéh declara que la Torah no es una “palabra vacía”, sino “vuestra vida” (Deuteronomio 32:47). Yeshúa HaMashíaj es la manifestación perfecta de esta verdad. Él es el “Davár” (Palabra) de Elohím hecho carne (Yoḥanan 1:1, 14), la Torah viviente. En Él, la Torah cobra su plena vitalidad y propósito. Yeshúa no solo enseña la Torah, sino que la encarna, mostrando cómo es la vida perfecta en obediencia a HaShem. Aquellos que creen en Él y siguen Sus mandamientos “tienen vida” y la tienen en abundancia (Yoḥanan 10:10).

3. Obediencia y Consecuencias: La muerte de Moshéh antes de entrar en la Tierra Prometida, debido a su desobediencia en Merivat Qadeš (Deuteronomio 32:51), ilustra la estricta justicia de Elohím y el hecho de que la Torah, por sí misma, no podía otorgar la entrada final a la promesa. Esto apunta a la necesidad de un Mesías sin pecado, Yeshúa HaMashíaj, cuya obediencia perfecta hasta la muerte en el madero redime las desobediencias de Su pueblo y abre el camino al Reino de los Cielos. Él es el “Cordero sin mancha” (1 Kefa/Pedro 1:19) cuya vida inmaculada cumple perfectamente la voluntad de HaShem.

4. El Mirar la Tierra Prometida: Moshéh puede ver la tierra, pero no entrar (Deuteronomio 32:52). Esto es una metáfora profética. La ley puede mostrarnos el camino, pero no puede llevarnos allí. Solo Yeshúa HaMashíaj, quien es el Camino (Yoḥanan 14:6), puede llevarnos a la verdadera herencia del Reino de los Cielos. Él es el “pionero” o “autor” de nuestra salvación, que nos abre el camino (Ivrim/Hebreos 2:10).

Textos pseudepigráficos como el Testamento de Moisés (también conocido como Asunción de Moisés) son especialmente relevantes, ya que detallan las últimas palabras y la muerte de Moshéh. Estos textos a menudo contienen expectativas mesiánicas, donde el fin de la era de Moshéh anticipa una nueva intervención divina para establecer el Reino. La Aliyá, al cerrar la vida de Moshéh y la conclusión de su ministerio como guía, subraya que la promesa de Elohím no terminó, sino que se preparó para una manifestación más completa en el futuro, una que encontraría su plenitud en Yeshúa HaMashíaj y el Reino de los Cielos.

9. Midrashim y Targumim

Los Midrashim y Targumim ofrecen perspectivas enriquecedoras sobre la Aliyá 6, profundizando en el significado de las últimas palabras de Moshéh y su impacto.

1. Deuteronomio 32:44 – Moshéh y Yehoshúa recitan el cántico:

* Targum Onkelos: Simplemente traduce el verso, enfatizando que Moshéh y Yehoshúa (quien aquí es llamado “Hoshea bin Nun”) recitaron el cántico. La presencia de Yehoshúa subraya la continuidad del liderazgo y la transmisión de la Torah.

* Midrash Sifrei Devarim 32:44: Afirma que Moshéh enseñó a Yisra’el el cántico y Yehoshúa lo ayudó, asegurando que cada palabra fuera comprendida. Esto resalta la importancia de la enseñanza y la repetición para la asimilación de la Torah. Además, se interpreta que la presencia de Yehoshúa sirve como un “testigo” de que el pueblo ha escuchado las advertencias, tal como Moshéh lo fue.

2. Deuteronomio 32:46 – “Poned vuestro corazón”:

* Midrash Sifrei Devarim 32:46: Interpreta “poner vuestro corazón” (שִׂימוּ לְבַבְכֶם – si-mu levavkhem) como un llamado a una introspección profunda y a la seriedad. No es solo un acto de memorización, sino de interiorización de los mandamientos. También compara la Torah con un camino, donde uno debe poner su corazón para no desviarse.

* Targum Yonatan: Amplía la idea de “poner el corazón” a “recibir la Torah con alegría y voluntad”. Este Targum a menudo infunde un tono más homilético y expansivo a la traducción.

3. Deuteronomio 32:47 – “Porque no es palabra vacía… sino vuestra vida”:

* Midrash Tanhuma (Haazinu 7): Este Midrash compara la Torah con la lluvia y el sustento. Así como la lluvia es esencial para la vida física de la tierra, la Torah es esencial para la vida espiritual de Yisra’el. No es una cosa “vacía” (רֵק – req) porque trae consigo todas las bendiciones, tanto en este mundo como en el mundo venidero.

* Targum Onkelos: Traduce “palabra vacía” como “palabra vana” o “sin fruto”, contrastándola con la vida que proporciona. La Torah no es un adorno superfluo, sino el fundamento de la existencia.

4. Deuteronomio 32:49-52 – La muerte de Moshéh y el Monte Nevo:

* Midrash Sifrei Devarim 32:51: Explica con gran detalle el pecado de Moshéh en Merivat Qadeš, haciendo hincapié en que su error no fue meramente el acto de golpear la roca, sino la falta de santificación del Nombre de HaShem ante Yisra’el. Este Midrash enfatiza que incluso los justos son juzgados con estricta justicia por HaShem, para que la magnitud de Su santidad sea reconocida.

* Targum Yonatan: Ofrece una descripción más vívida del lamento de Moshéh al enterarse de su muerte y su intercesión, así como la respuesta de HaShem. A menudo, este Targum inserta diálogos y descripciones que no están explícitamente en el texto, para humanizar la narrativa y resaltar lecciones teológicas, como la obediencia incondicional a pesar del dolor personal.

En conjunto, los Midrashim y Targumim expanden la comprensión de esta Aliyá, mostrando la profundidad teológica de las palabras de Moshéh y la justicia inquebrantable de HaShem, al tiempo que recalcan la vitalidad y la centralidad de la Torah para la vida del pueblo de Elohím.

10. Mandamientos

De esta Aliyá 6, podemos extraer varios mandamientos (mitzvot) o principios de vida fundamentales para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos:

1. Amar y Guardar la Torah con todo el Corazón (Deuteronomio 32:46): El mandamiento es explícito: “שִׂימוּ לְבַבְכֶם לְכָל-הַדְּבָרִים” (si-mu levavkhem lekhol-ha-devarim – Poned vuestro corazón a todas las palabras). Para los discípulos de Maran Yeshúa, esto significa una devoción incondicional a la Palabra de Elohím, estudiándola, meditándola y permitiendo que moldee nuestra identidad. Es ir más allá de la observancia externa a una transformación interna guiada por la Ruaj HaKodesh.

2. Enseñar Diligentemente la Torah a la Próxima Generación (Deuteronomio 32:46): Moshéh manda: “אֲשֶׁר תְּצַוֻּם אֶת-בְּנֵיכֶם לִשְׁמֹר לַעֲשׂוֹת אֶת-כָּל-דִּבְרֵי הַתּוֹרָה הַזֹּאת” (a-šer te-ṣav-vum et-beneikhem lišmor la-a-sot et-kol-divrei ha-Torah ha-zot – las cuales mandaréis a vuestros hijos para que guarden y hagan todas las palabras de esta Torah). Los padres y maestros en el Reino de los Cielos tienen la responsabilidad sagrada de transmitir la instrucción de Elohím, encarnada en Yeshúa HaMashíaj, a las nuevas generaciones, no solo en teoría sino también en la práctica de la vida.

3. Vivir la Torah como Fuente de Vida y Longevidad (Deuteronomio 32:47): La declaración “כִּי-הוּא חַיֵּיכֶם וּבַדָּבָר הַזֶּה תַּאֲרִיכוּ יָמִים” (ki-hu ḥayyeikhem u-vadavar ha-zeh ta-arikhú yamim – porque ella es vuestra vida y por esta palabra prolongaréis días) nos enseña que la obediencia a la Torah es el camino a una vida abundante y duradera, tanto física como espiritualmente. En Mashíaj, esto se traduce en la vida eterna y una calidad de vida que refleja los valores del Reino de Elohím, manifestada en paz, alegría y justicia.

4. Santificar el Nombre de HaShem en Todo Momento (Deuteronomio 32:51): El error de Moshéh en Merivat Qadeš nos recuerda la importancia de santificar a HaShem en todas nuestras acciones, especialmente como líderes. Para los discípulos de Mashíaj, esto significa vivir de tal manera que el Nombre de Elohím sea glorificado en nuestro testimonio, nuestras palabras y nuestras obras. Cada acción debe reflejar Su carácter santo y puro, reconociendo Su soberanía y Su inigualable santidad.

Estos principios, aunque arraigados en la Torah de Moshéh, encuentran su plenitud y aplicación viva en el contexto del Reino de Yeshúa HaMashíaj, quien nos capacita por Su Ruaj para vivirlos.

11. Preguntas de Reflexión

1. Moshéh exhorta a Yisra’el a poner su corazón en las palabras de la Torah, declarando que no son “palabras vacías” sino “vuestra vida”. ¿Cómo podemos, como discípulos de Yeshúa HaMashíaj, asegurar que las enseñanzas del Reino de los Cielos no sean “palabras vacías” para nosotros, sino una fuente vital que moldea nuestras decisiones diarias y aspiraciones más profundas?

2. La consecuencia de la desobediencia de Moshéh en Merivat Qadeš le impidió entrar en la Tierra Prometida, a pesar de su liderazgo ejemplar. ¿Qué nos enseña esto sobre la santidad inquebrantable de HaShem y la importancia de la obediencia, incluso para los líderes espirituales, en la construcción y manifestación del Reino de Elohím en la tierra?

3. Considerando que Yeshúa HaMashíaj vino a cumplir la Torah, no a abolirla, y que Él es la Torah viviente, ¿cómo deberíamos abordar el estudio y la aplicación de los mandamientos de la Torah en nuestras vidas hoy, y cómo podemos transmitir esta comprensión a la próxima generación en el contexto del Reino de los Cielos?

12. Resumen

La Aliyá 6 de la Parashá Haazinu (Deuteronomio 32:44-52) nos presenta las últimas y solemnes palabras de Moshéh a Yisra’el, una exhortación final para que pongan su corazón en la Torah, reconociéndola como su propia vida y el medio para prolongar sus días en la tierra. Este pasaje culmina con la orden de HaShem a Moshéh de ascender al Monte Nevo, donde verá la Tierra Prometida pero morirá sin entrar en ella, como consecuencia de su desobediencia en Merivat Qadeš. El estudio conecta esta profunda verdad con la Haftaráh, que llama al arrepentimiento y la restauración, y con la Brit Hadasháh, donde Yeshúa HaMashíaj declara que no vino a abolir la Torah sino a cumplirla, revelándose como la Torah viviente. Esta Aliyá es un recordatorio perdurable de que la Palabra de Elohím es el fundamento de la vida, la obediencia a Sus mandamientos es el camino a la bendición, y la santidad de HaShem exige reverencia absoluta, todo ello esencial para vivir plenamente en el Reino de Yeshúa HaMashíaj.

13. Tefiláh (Oración)

Adonái Elohím, Fuente de toda vida y Autor de la Sagrada Torah, elevamos nuestras voces en gratitud por Tu Palabra, que Moshéh nos recordó que no es una palabra vacía, sino nuestra propia vida. Que Tu Ruaj HaKodesh grabe Tus mandamientos en nuestros corazones, no solo para que los escuchemos, sino para que los guardemos y los hagamos, enseñándolos diligentemente a nuestros hijos, para la gloria de Tu Nombre. Ayúdanos a vivir en santidad y obediencia, glorificándote en todas nuestras acciones, a medida que buscamos manifestar Tu Reino aquí en la tierra, guiados por la luz de Yeshúa HaMashíaj, Tu Mesías. Amén.

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Parashá 53 Haazinu (האזינו) – Aliyah 5

Aliyáh 5: (Deuteronomio 32:29-39) Moshé proclama la soberanía de Elohím sobre la vida y la muerte y Su poder para redimir a Su pueblo.
Haftaráh: 2 Samuel 22:1-51 (David reconoce la soberanía de Elohím sobre sus enemigos).
Brit Hadasháh: Apocalipsis 1:17-18 (Yeshúa, que tiene las llaves de la muerte y el Hades).

¡Shalom a todos los buscadores de la verdad del Reino de Yeshúa HaMashíaj!

Desde el centro de estudios del Reino de Yeshúa HaMashíaj, nos es un honor presentar un estudio profundo sobre la Aliyá 5 de la Parashá Haazinu, un pasaje monumental que resuena con la soberanía y la justicia de HaShem, y que anticipa la plenitud del Reino venidero. Nos adentraremos en las profundidades de la revelación de Moshéh, explorando su significado en el contexto de la Torah y su conexión profética con la obra de MarYah Yeshúa.

Tema: La venganza de Adonái

1. Texto Hebreo Interlineal

Pasaje: Deuteronomio 32:39-32:43

Texto Hebreo OriginalFonética TiberianaTraducción Palabra por PalabraTraducción Literal del Verso

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רְאוּRe’uVed רְאוּMirad ahora que Yo, Yo soy Él, y no hay Elohím conmigo.
עַתָּהAttahahora עַתָּה
כִּיKique כִּי
אֲנִיAniYo אֲנִי
אֲנִיAniYo אֲנִי
הוּאHuÉl הוּא
וְאֵיןVe-einy no hay וְאֵין
אֱלֹהִיםElohímElohím אֱלֹהִים
עִמָּדִיImmadiconmigo עִמָּדִי
אֲנִיAniYo אֲנִי
אָמִיתAmitmato אָמִית
וַאֲחַיֶּהVa-aḥayyehy doy vida וַאֲחַיֶּה
מָחַצְתִּיMaḥaṣtiYo herí מָחַצְתִּי
וַאֲנִיVa-aniy Yo וַאֲנִי
אֶרְפָּאErpasano אֶרְפָּא
וְאֵיןVe-einy no hay וְאֵין
מִיָּדִיMi-yadíde Mi mano מִיָּדִי
מַצִּילMaṣṣilque salve מַצִּיל
כִּיKiPorque כִּיPorque levantaré al cielo Mi mano, y diré: ¡Vivo Yo para siempre!
אֶשָּׂאEssalevantaré אֶשָּׂא
אֶל־שָׁמַיִםEl-Shamayimhacia los cielos אֶל־שָׁמַיִם
יָדִיYadíMi mano יָדִי
וְאָמַרְתִּיVe-amartiy diré וְאָמַרְתִּי
חַיḤay¡Vive חַי
אָנֹכִיAnokhiYo אָנֹכִי
לְעֹלָםLe-olampara siempre לְעֹלָם
אִם־שַׁנּוֹתִיIm-ŠannotíSi afilo אִם־שַׁנּוֹתִיSi afilo el relámpago de Mi espada, y Mi mano se aferra al juicio, devolveré venganza a Mis adversarios, y a los que Me odian les pagaré.
בְּרַקBeraqel relámpago בְּרַק
חַרְבִּיḤarbíde Mi espada חַרְבִּי
וְתֹאחֵזVe-toḥezy se aferra וְתֹאחֵז
בְּמִשְׁפָּטBe-mišpaṭal juicio בְּמִשְׁפָּט
יָדִיYadíMi mano יָדִי
אָשִׁיבAšivdevolveré אָשִׁיב
נָקָםNaqamvenganza נָקָם
לְצָרָיLe-ṣaraya Mis adversarios לְצָרָי
וְלִמְשַׂנְאַיVe-limsane’ayy a los que Me odian וְלִמְשַׂנְאַי
אֲשַׁלֵּםAšallemles pagaré אֲשַׁלֵּם
אַשְׁכִּירAškhirEmborracharé אַשְׁכִּירEmborracharé Mis flechas de sangre, y Mi espada devorará carne: de la sangre de muertos y de cautivos, de la cabeza de los líderes enemigos.
חִצִּיḤiṣṣíMis flechas חִצִּי
מִדָּםMi-damde sangre מִדָּם
וְחַרְבִּיVe-ḥarbíy Mi espada וְחַרְבִּי
תֹּאכַלTokhaldevorará תֹּאכַל
בָּשָׂרBasarcarne בָּשָׂר
מִדַּםMi-damde la sangre מִדַּם
חָלָלḤalalde muertos חָלָל
וְשִׁבְיָהVe-šivyahy de cautivos וְשִׁבְיָה
מֵרֹאשׁMe-rošde la cabeza מֵרֹאשׁ
פַּרְעוֹתParotde los líderes פַּרְעוֹת
אוֹיֵבOyevenemigos אוֹיֵב
הַרְנִינוּHarninuRegocijaos הַרְנִינוּRegocijaos, naciones, con Su pueblo, porque Él vengará la sangre de Sus siervos, y devolverá venganza a Sus adversarios, y expiará Su tierra, Su pueblo.
גוֹיִםGoyimnaciones גוֹיִם
עַמּוֹAmmóSu pueblo עַמּוֹ
כִּיKiporque כִּי
דַם־עֲבָדָיוDam-Avadavla sangre de Sus siervos דַם־עֲבָדָיו
יִקּוֹםYiqqomÉl vengará יִקּוֹם
וְנָקָםVe-naqamy venganza וְנָקָם
יָשִׁיבYašivdevolverá יָשִׁיב
לְצָרָיוLe-ṣarava Sus adversarios לְצָרָיו
וְכִפֵּרVe-khippery expiará וְכִפֵּר
אַדְמָתוֹAdmatóSu tierra אַדְמָתוֹ
עַמּוֹAmmóSu pueblo עַמּוֹ

2. Haftaráh

Pasaje: 2 Samuel 22:1-51

Análisis: La Haftaráh de la Parashá Haazinu es el majestuoso canto de David HaMelej, registrado en 2 Samuel 22:1-51 (o a veces solo una porción). Este salmo, también conocido como el Salmo 18, es una oda de gratitud y alabanza a Adonái por haber librado a David de todos sus enemigos y de la mano de Sha’ul. La conexión con la Aliyá 5 de Haazinu es profunda y multifacética. Ambas son canciones proféticas pronunciadas por grandes líderes de Israel (Moshéh y David), y ambas exaltan la soberanía de Elohím y Su intervención divina en la historia.

En el canto de Moshéh, HaShem declara Su poder para ejecutar “venganza” (נָקָם – Naqam) contra Sus adversarios y la promesa de expiación para Su pueblo y Su tierra (Deuteronomio 32:41-43). De manera similar, David proclama la liberación que Adonái le ha otorgado, describiendo cómo HaShem ha “descendido de lo alto” y “librado” de sus enemigos (2 Samuel 22:10-18). La venganza divina es evidente en ambos textos, no como un acto impulsivo de ira, sino como la manifestación de la justicia retributiva de Elohím, restaurando el orden y defendiendo a Sus siervos fieles. David testifica: “Adonái es mi Roca, mi Fortaleza y mi Libertador” (2 Samuel 22:2), eco de la descripción de HaShem en los versos anteriores de Haazinu como la Roca (צוּר – Ṣur) de Israel.

Los Midrashim y Targumim refuerzan estas conexiones. El Targum Yonatan en 2 Samuel 22:48 interpreta la “venganza” de HaShem como la que “hará caer naciones bajo mis pies”, mostrando la transferencia de la agencia divina para la liberación de Su pueblo. El Midrash Tehillim (sobre Salmo 18) conecta el cántico de David con la era mesiánica, donde la victoria final sobre los enemigos de Israel y la justicia divina serán plenamente manifestadas a través de Mashíaj. Así como Adonái fue el libertador de David, Él es el último libertador que trae juicio y redención, un tema central en la promesa del Reino de Yeshúa HaMashíaj. La visión de las naciones “regocijándose con Su pueblo” al final de Deuteronomio 32:43 encuentra su resonancia en la esperanza de que, bajo el reinado de Mashíaj, toda la creación reconocerá la justicia de HaShem.

3. Brit Hadasháh (Arameo)

Pasaje: Romanos 12:19 y Hebreos 10:30

Análisis: Los pasajes de la Brit Hadasháh ofrecen una perspectiva crucial sobre la “venganza de YHWH”, interpretando y aplicando este concepto para los seguidores de Yeshúa HaMashíaj. Los textos que he seleccionado son:

1. Romanos 12:19 (Peshitta, transliteración fonética Siríaca Oriental):

la tetpar`un lnafškon ḥabibay ela haw atra lruǧza d’katib dili hu tar`ta w’ana epra` amar Marya.

(No os venguéis vosotros mismos, amados, sino dad lugar a la ira [de Elohím]; porque escrito está: “Mía es la venganza, Yo pagaré”, dice Maran YHWH.)

2. Hebreos 10:30 (Peshitta, transliteración fonética Siríaca Oriental):

Yoḏ`inan gayr l’manan d’emar d’dili iyteyh tar`ta w’ana epra` w’tub d’nedun Marya l’amme.

(Porque conocemos al que dijo: “Mía es la venganza, Yo pagaré”; y otra vez: “Maran YHWH juzgará a Su pueblo”.)

Estos versículos citan directamente Deuteronomio 32:35 (“Mía es la venganza y la retribución…”) y Deuteronomio 32:36 (“Porque Adonái juzgará a Su pueblo”), aplicándolos a la ética del Reino de los Cielos. La Brit Hadasháh instruye a los discípulos de Yeshúa HaMashíaj a no tomar la justicia por sus propias manos, sino a confiar en la soberanía de HaShem para ejecutar la retribución. La “venganza” de Elohím no es un acto pasional humano, sino la manifestación perfecta de Su justicia (מִשְׁפָּט – mišpaṭ), que busca restaurar el orden moral del universo.

En el Reino de los Cielos, la justicia final reside en Elohím, y es Maran Yeshúa quien, como Mashíaj, ha sido investido con toda autoridad para juzgar (Yojanán 5:22). Este principio es fundamental para la vida del discípulo: la no violencia personal y la confianza en que el juez justo traerá la recompensa y el castigo debidos. Textos apócrifos y pseudepigráficos como el Libro de Enoc (e.g., 1 Enoc 90:20-27) y los Testamentos de los Doce Patriarcas (e.g., Testamento de Gad 6:7) también abordan la justicia divina y la expectativa de un juicio final donde Elohím o Su ungido ejercerán la retribución, reforzando la idea de que la venganza es prerrogativa divina, no humana. Así, la “venganza” de HaShem en Haazinu no es una licencia para el odio, sino una promesa de la restauración de la justicia a través del Mashíaj.

4. Contexto Histórico

El pasaje de Deuteronomio 32:39-43 forma parte de la “Canción de Moshéh” (Shirát Moshéh), un testamento poético y profético pronunciado por Moshéh antes de su ascensión al Monte Nevó y su fallecimiento. Contextualmente, Israel se encontraba al borde de la Tierra Prometida, la tierra de Kena’an. Moshéh, habiendo guiado al pueblo por cuarenta años en el desierto, sabía que su tiempo había terminado y que la nueva generación entraría bajo el liderazgo de Yehoshúa.

La canción sirve como un solemne recordatorio de la historia de Israel con Elohím: Su fidelidad inquebrantable, la tendencia del pueblo a la rebelión y la idolatría, y las consecuencias de su desobediencia. Los versículos precedentes (32:15-38) describen la apostasía de Israel y el juicio disciplinario que HaShem traería sobre ellos. Sin embargo, en esta Aliyá 5, el enfoque cambia. HaShem reafirma Su soberanía absoluta y Su plan de redención. La “venganza” de la que habla no es primariamente contra Israel (quienes ya habían experimentado la disciplina), sino contra las naciones que habían oprimido a Israel, excediéndose en la medida de su castigo y atribuyendo su éxito a sus propios ídolos en lugar de a la permisión divina.

Culturalmente, el concepto de “venganza” en el antiguo Oriente Próximo estaba ligado a la justicia retributiva y a la restauración del honor. En el caso de Elohím, esta “venganza” (נָקָם – Naqam) es la reivindicación de Su propio nombre y la defensa de Su pacto con Israel. Es una declaración de Su poder y unicidad ante un mundo politeísta. Fuentes históricas y arqueológicas revelan la constante presión de las culturas circundantes con sus múltiples deidades, lo que hace que la afirmación de Moshéh sobre la unicidad de Elohím (“No hay Elohím conmigo”) sea un desafío radical a la cosmovisión de la época. Este pasaje, por lo tanto, no solo es una profecía de juicio y redención, sino también una afirmación teológica fundamental de la naturaleza incomparable de HaShem.

5. Comentarios Proféticos

Los versículos de Deuteronomio 32:39-43 están impregnados de una profunda carga profética que trasciende el contexto inmediato de Moshéh y el Israel antiguo, extendiéndose hasta la consumación del Reino de Yeshúa HaMashíaj. La declaración de HaShem: “Mirad ahora que Yo, Yo soy Él, y no hay Elohím conmigo. Yo mato y doy vida, Yo herí y Yo sano…” (32:39) es una reafirmación de Su soberanía absoluta y única. Esta declaración es el fundamento sobre el cual descansa toda profecía mesiánica.

Proféticamente, la “venganza de YHWH” no es un evento aislado, sino una serie de juicios divinos que culminan en el “Día de Adonái” (יוֹם יְהוָה – Yom YHWH), como se describe en los Nevi’im (por ejemplo, Yesha’yahu 13:6, Joel 1:15, Tsefanyah 1:7). Este día, según las profecías, será un tiempo de retribución contra los enemigos de Elohím y de Israel, pero también de redención y restauración para Su pueblo. El lenguaje de “espada” y “flechas” que devoran carne (32:41-42) es un arquetipo profético de la intervención militar divina, que se verá reflejada en la segunda venida de Yeshúa HaMashíaj.

En la era actual, en los “Aḥarit HaYamim” (tiempos del fin), la humanidad enfrenta desafíos y apostasías que reflejan los ciclos de desobediencia de Israel. La promesa de HaShem de “devolver venganza a Mis adversarios” (32:41) sigue siendo una advertencia solemne para aquellos que se oponen a Su Reino y persiguen a Sus siervos. Al mismo tiempo, es una tremenda fuente de esperanza y consuelo para los discípulos de Mashíaj, quienes a menudo sufren injusticias. La certeza de que HaShem vengará la sangre de Sus siervos (32:43) nos asegura que no hay mal impune.

El culmen de esta profecía se manifiesta en la persona de Yeshúa HaMashíaj. Él es el Ungido de Elohím que ejecutará el juicio final y establecerá plenamente el Reino de Elohím. Su venida será para “juzgar con justicia a los pobres y con equidad a los afligidos de la tierra; y herirá la tierra con la vara de Su boca, y con el aliento de Sus labios matará al impío” (Yesha’yahu 11:4). El llamado a las naciones a “regocijarse con Su pueblo” (32:43) es una profecía de la inclusión de los goyim (naciones) en el Reino mesiánico, cuando Adonái expíe Su tierra y Su pueblo a través de Mashíaj. Este pasaje, por tanto, nos llama a la vigilancia, a la santidad y a la espera activa del glorioso Reino de Yeshúa HaMashíaj.

6. Análisis Profundo

La Aliyá 5 de Parashá Haazinu es una declaración teológica y profética de profunda envergadura. Desglosemos el significado de sus palabras clave y conceptos:

* “רְאוּ עַתָּה כִּי אֲנִי אֲנִי הוּא וְאֵין אֱלֹהִים עִמָּדִי” (Re’u Attah Ki Ani Ani Hu Ve-ein Elohím Immadi) – “Mirad ahora que Yo, Yo soy Él, y no hay Elohím conmigo.” Esta es una afirmación de monoteísmo radical y exclusividad divina. La repetición de “אֲנִי אֲנִי הוּא” (Ani Ani Hu – Yo, Yo soy Él) enfatiza la identidad inmutable e incomparable de HaShem. Eco de “Ehyeh Asher Ehyeh” (Éxodo 3:14), declara que HaShem es el Ser eterno, la única fuente de poder y autoridad. Targum Onqelos y Targum Yonatan traducen esto para resaltar la unicidad de HaShem como el único Elohím, tanto en este mundo como en el mundo venidero.

* “אֲנִי אָמִית וַאֲחַיֶּה מָחַצְתִּי וַאֲנִי אֶרְפָּא” (Ani Amit Va-aḥayyeh Maḥaṣti Va-ani Erpa) – “Yo mato y doy vida, Yo herí y Yo sano.” Esta es una declaración de control absoluto sobre la vida, la muerte, la aflicción y la curación. HaShem es el que tiene el poder soberano sobre toda existencia. El Midrash Tanhuma (Haazinu 6) interpreta “Yo mato y doy vida” como una referencia a la resurrección de los muertos, anticipando la esperanza de la vida eterna y la victoria sobre la muerte. Esta idea es central en el Reino de Yeshúa HaMashíaj, quien tiene las llaves de la muerte y del Hades.

* “נָקָם” (Naqam) – Venganza o retribución. En el contexto divino, no se refiere a una emoción humana de resentimiento, sino a la justicia divina que restaura el equilibrio moral. Es la reivindicación de la santidad y la autoridad de HaShem. Cuando HaShem dice “devolveré נָקָם a Mis adversarios” (32:41), se refiere a aquellos que se han opuesto a Su voluntad y han oprimido a Su pueblo. El Midrash Sifre Devarim 329, al comentar sobre estos versículos, enfatiza que la venganza de HaShem es precisa y justa, no indiscriminada.

* “אַשְׁכִּיר חִצִּי מִדָּם וְחַרְבִּי תֹּאכַל בָּשָׂר” (Aškhir Ḥiṣṣí Mi-dam Ve-ḥarbí Tokhal Basar) – “Emborracharé Mis flechas de sangre, y Mi espada devorará carne.” Este lenguaje poético y vívido describe la intensidad y la certeza del juicio divino. La imagen de la espada y las flechas es una metáfora común en los Nevi’im para la intervención militar y judicial de HaShem. Targum Onqelos a menudo suaviza estas imágenes antropomórficas, traduciendo “Mi espada devorará” como “Mi espada beberá”, pero el significado de juicio severo permanece.

* “הַרְנִינוּ גוֹיִם עַמּוֹ כִּי דַם־עֲבָדָיו יִקּוֹם וְנָקָם יָשִׁיב לְצָרָיו וְכִפֵּר אַדְמָתוֹ עַמּוֹ” (Harninu Goyim Ammó Ki Dam-Avadav Yiqqom Ve-naqam Yašiv Le-ṣarav Ve-khipper Admató Ammó) – “Regocijaos, naciones, con Su pueblo, porque Él vengará la sangre de Sus siervos, y devolverá venganza a Sus adversarios, y expiará Su tierra, Su pueblo.” Este versículo final es crucial. Comienza con una invitación universal a las naciones para que se unan a Israel en el regocijo, anticipando una era de redención global. La vindicación de la sangre de los siervos de Elohím y la expiación (כִּפֵּר – kipper) de Su tierra y Su pueblo apuntan a la restauración escatológica. Targum Yonatan interpreta “expiará Su tierra, Su pueblo” como “perdonará el pecado de Su tierra y el pecado de Su pueblo”. Esto presagia el Reino mesiánico, donde la justicia prevalecerá y la armonía será restaurada.

En conjunto, este pasaje es una poderosa afirmación de la justicia divina y la fidelidad de HaShem, que culmina en la esperanza de redención para Israel y todas las naciones a través de Su intervención soberana.

7. Tema Relevante

El tema central y relevante de esta Aliyá es La Soberanía Absoluta y la Justicia Inmutable de HaShem. El pasaje comienza con la enfática declaración de HaShem: “Yo, Yo soy Él, y no hay Elohím conmigo. Yo mato y doy vida, Yo herí y Yo sano” (Deuteronomio 32:39). Esta afirmación no es meramente un recordatorio, sino el fundamento teológico de toda la existencia y el destino. Elohím es el único poder supremo, el único que tiene control sobre la vida y la muerte, la aflicción y la sanidad. Su justicia no es una opción, sino una extensión intrínseca de Su ser.

Para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos, este tema es de vital importancia:

1. Confianza Absoluta: Si HaShem es el único que posee tal poder y autoridad, entonces nuestra confianza debe estar exclusivamente en Él. No hay necesidad de temer a poderes terrenales o espirituales, pues ninguno puede operar fuera de Su soberanía. Ante las adversidades, la enfermedad, o incluso la muerte, sabemos que HaShem tiene la última palabra. Esto nos libera de la ansiedad y nos permite descansar en Su plan perfecto.

2. No a la Venganza Personal: La declaración “Mía es la venganza y la retribución” (Deuteronomio 32:35, citado en Brit Hadasháh) nos enseña a no tomar la justicia por nuestras propias manos. Los discípulos de Yeshúa HaMashíaj son llamados a amar a sus enemigos y a orar por quienes los persiguen, dejando que la retribución sea prerrogativa exclusiva de HaShem. Esta es una marca distintiva del Reino: la paz que supera el deseo de represalia, confiando en que Elohím, el juez justo, traerá la corrección final.

3. Anticipación del Reino de Justicia: La promesa de que HaShem “vengará la sangre de Sus siervos” y “devolverá venganza a Sus adversarios” es una poderosa esperanza. Nos recuerda que las injusticias actuales no durarán para siempre. El Reino de Yeshúa HaMashíaj será un reino de perfecta justicia (מִשְׁפָּט – mišpaṭ) y rectitud (צְדָקָה – ṣedaqah), donde toda opresión será eliminada y los fieles serán vindicados. Esta anticipación motiva a los discípulos a vivir con integridad y a perseverar en medio de las pruebas, sabiendo que la victoria final pertenece a HaShem y a Su Mashíaj.

4. Inclusión Universal: El llamado a las “naciones” a “regocijarse con Su pueblo” al final del pasaje amplía la visión de la justicia y la redención de HaShem más allá de Israel, hacia una unidad mesiánica donde todos los pueblos que reconocen a HaShem se regocijan en Su salvación y juicio. Esto subraya la naturaleza universal del Reino de los Cielos, al que Yeshúa HaMashíaj invitó a todas las naciones.

En resumen, esta Aliyá nos convoca a una vida de profunda confianza en la soberanía de HaShem, a reflejar Su justicia al no buscar venganza personal, y a vivir en una expectante anticipación del Reino venidero de Yeshúa HaMashíaj, donde Su justicia se manifestará plenamente en toda la tierra.

8. Descubriendo a Mashíaj

La Aliyá 5 de Parashá Haazinu resplandece con revelaciones proféticas que apuntan directamente a la vida, obra y persona de Yeshúa HaMashíaj. Este pasaje, pronunciado por Moshéh, prefigura al Mashíaj de varias maneras fundamentales:

1. El Único Elohím, el Dador de Vida y Muerte: La declaración “Yo, Yo soy Él, y no hay Elohím conmigo. Yo mato y doy vida, Yo herí y Yo sano” (Deuteronomio 32:39) es una prerrogativa exclusiva de HaShem. Yeshúa HaMashíaj, en Su obra, manifiesta este mismo poder divino. Él afirmó tener autoridad para dar vida y para quitarla (Yojanán 10:18). Lo vemos levantando a los muertos (Lázaro, la hija de Ya’ir), sanando toda enfermedad, y finalmente, venciendo la muerte por Su propia resurrección. Maran Yeshúa no solo cura heridas físicas, sino que sana las almas y trae vida eterna, demostrando que Él es el instrumento por excelencia a través del cual HaShem ejerce este poder soberano en el Reino de los Cielos.

2. El Juez Justo que Ejecuta la Venganza Divina: La promesa de que HaShem “devolverá venganza a Mis adversarios” (Deuteronomio 32:41) encuentra su máxima expresión en Yeshúa HaMashíaj. La Brit Hadasháh presenta a Yeshúa como el Ungido Juez de vivos y muertos (Ma’asim 10:42, 17:31). Él es quien, en Su segunda venida, “vendrá en llamas de fuego para dar retribución a los que no conocieron a Elohím ni obedecieron el Evangelio de nuestro Mar Yeshúa” (2 Tesalonicenses 1:7-8). Esta “venganza” no es personal, sino la manifestación de la justicia perfecta de HaShem a través de Su Mashíaj, estableciendo el Reino de Elohím y corrigiendo toda injusticia. El Libro de Enoc, un texto pseudepigráfico, a menudo describe al “Elegido” o “Hijo del Hombre” (figuras mesiánicas) como el que ejecutará el juicio final y la retribución divina (e.g., 1 Enoc 46:3, 69:27).

3. El Vindicador de la Sangre de Sus Siervos: El pasaje declara que HaShem “vengará la sangre de Sus siervos” (Deuteronomio 32:43). A lo largo de la historia, los profetas y justos han sido perseguidos y martirizados. Yeshúa HaMashíaj es el vindicador de todos ellos. Él es el “cordero inmolado” cuya sangre clama por justicia (Kefa Alef 1:19). Él mismo fue el prototipo del siervo sufriente cuya sangre fue derramada injustamente, y Su resurrección es la máxima vindicación. En el Reino de los Cielos, la sangre de los mártires clama desde debajo del altar (Apocalipsis 6:9-10), y la respuesta es la venida de Mashíaj para establecer Su justicia y vengar su sangre.

4. La Inclusión de las Naciones en el Regocijo Mesiánico: La exclamación “Regocijaos, naciones, con Su pueblo” (Deuteronomio 32:43) es una profecía de la salvación universal que Yeshúa HaMashíaj traería. A través de Su obra, los goyim (naciones) son injertados en el olivo de Israel y se convierten en coherederos de las promesas del pacto, uniéndose al pueblo de Elohím para regocijarse en Su redención. Esta es la visión del Reino de los Cielos, donde todas las tribus, lenguas, pueblos y naciones adoran a HaShem y a Mashíaj. Textos apócrifos como los Salmos de Salomón (e.g., Salmos de Salomón 17:31) también visualizan un Mesías que gobernará a las naciones en justicia.

En conclusión, esta Aliyá presenta un retrato de la soberanía y justicia de HaShem que Yeshúa HaMashíaj encarna y manifestará plenamente en el establecimiento de Su glorioso Reino, trayendo juicio a los impíos, vindicación a los justos y salvación a todas las naciones.

9. Midrashim y Targumim

Los Midrashim y Targumim ofrecen perspectivas enriquecedoras sobre Deuteronomio 32:39-43, destacando la unicidad de HaShem, Su poder sobre la vida y la muerte, y la certeza de Su justicia.

* Deuteronomio 32:39 – “רְאוּ עַתָּה כִּי אֲנִי אֲנִי הוּא וְאֵין אֱלֹהִים עִמָּדִי” (Re’u Attah Ki Ani Ani Hu Ve-ein Elohím Immadi)

* Targum Onqelos: Traduce: “Mar’ú kaddun d’ana ana hu, v’leit Elahá bar miní.” (“Ved ahora que Yo soy el que soy, y no hay Elohím fuera de Mí.”) Subraya la idea del monoteísmo estricto, que no hay otra deidad comparable a HaShem.

* Targum Yonatan: Expande: “Mirad ahora que Yo soy el que soy el que fui, y el que soy ahora, y el que seré en el mundo venidero, y no hay otro Elohím conmigo para salvaros.” Este Targum enfatiza la eternidad e inmutabilidad de HaShem a través de las eras, incluyendo la era mesiánica.

* Sifre Devarim 329: Sobre “Ani Ani Hu,” se dice que HaShem es el mismo en este mundo (Olam HaZeh) y en el Mundo Venidero (Olam HaBa), en la aflicción y en el consuelo. Esto refuerza Su consistencia y fidelidad.

* Deuteronomio 32:39 – “אֲנִי אָמִית וַאֲחַיֶּה מָחַצְתִּי וַאֲנִי אֶרְפָּא” (Ani Amit Va-aḥayyeh Maḥaṣti Va-ani Erpa)

* Targum Yonatan: Interpreta “Yo mato y doy vida” como una referencia a la resurrección de los muertos. “Yo mato en este mundo y hago vivir a los muertos en el Mundo Venidero.” Esta es una enseñanza fundamental del judaísmo rabínico y una piedra angular de la fe en el Mashíaj.

* Midrash Tanhuma, Haazinu 6: Afirma que este versículo es una prueba de la resurrección. “Yo mato en este mundo, y hago vivir en el mundo por venir.” Continúa explicando que la curación de HaShem es perfecta y definitiva, superando cualquier herida que Él haya infligido.

* Talmud, Sanedrín 91b: Se cita este versículo en discusiones sobre la resurrección, mostrando que es una creencia arraigada en la interpretación de la Torah.

* Deuteronomio 32:41 – “אָשִׁיב נָקָם לְצָרָי וְלִמְשַׂנְאַי אֲשַׁלֵּם” (Ašiv Naqam Le-ṣaray Ve-limsane’ay Ašallem)

* Targum Yonatan: Explica que la “venganza” es la retribución contra aquellos que se regocijaron en la caída de Israel. “Cuando Yo levante Mi mano para juzgar, devolveré venganza a Mis adversarios y pagaré retribución a Mis enemigos.” Destaca que la venganza divina es una respuesta justa a la persecución de Su pueblo.

* Deuteronomio 32:43 – “הַרְנִינוּ גוֹיִם עַמּוֹ כִּי דַם־עֲבָדָיו יִקּוֹם וְנָקָם יָשִׁיב לְצָרָיו וְכִפֵּר אַדְמָתוֹ עַמּוֹ” (Harninu Goyim Ammó Ki Dam-Avadav Yiqqom Ve-naqam Yašiv Le-ṣarav Ve-khipper Admató Ammó)

* Targum Onqelos: Traduce la primera parte como “Alabad, naciones, a Su pueblo”.

* Targum Yonatan: Amplifica la idea: “Alabad, naciones, con Su pueblo, porque Él vengará la sangre de Sus siervos justos, y dará retribución a Sus adversarios, y expiará los pecados de Su tierra y los pecados de Su pueblo.” Este Targum resalta la justicia sobre la sangre derramada y la expiación por los pecados de Israel, lo que es un preámbulo a la era mesiánica de arrepentimiento y perdón.

* Midrash Tehillim 18: Conecta este versículo con la redención futura, cuando las naciones se unirán a Israel en alabanza a HaShem, reconociendo Su justicia y la vindicación de Su pueblo.

En resumen, los Midrashim y Targumim interpretan esta Aliyá como una reafirmación poderosa de la autoridad innegable de HaShem, Su compromiso con la resurrección de los muertos, Su justicia retributiva contra los enemigos de Israel, y la eventual inclusión de las naciones en la celebración de Su redención, todo lo cual prepara el escenario para la llegada y el reinado del Mashíaj.

10. Mandamientos

Aunque la Aliyá 5 de Haazinu no contiene mandamientos (mitzvot) explícitos en el sentido legalista, sí presenta principios de vida profundos para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos:

1. Reconocer la Soberanía Absoluta de HaShem (Principio de Unidad Divina): El versículo 32:39 (“Yo, Yo soy Él, y no hay Elohím conmigo. Yo mato y doy vida, Yo herí y Yo sano…”) nos exige reconocer a HaShem como el único Elohím, la fuente suprema de todo poder y autoridad. Para el discípulo, esto implica una vida de monoteísmo radical, rechazando toda idolatría (de bienes, fama, poder) y sometiéndose completamente a la voluntad de HaShem. Esto se vive al adorar solo a Él y al confiar en Su control sobre todas las circunstancias de la vida y la muerte.

2. Confiar en la Justicia de HaShem y Abstenerse de la Venganza Personal (Principio de No-Retribución Propia): Los versículos 32:41-42, con el eco de “Mía es la venganza y la retribución,” nos enseñan a ceder el derecho a la venganza a HaShem. Los discípulos de Yeshúa HaMashíaj son llamados a amar a sus enemigos, bendecir a quienes los maldicen y orar por quienes los persiguen, sabiendo que HaShem es el justo juez que restaurará el orden. Este principio se aplica al no devolver mal por mal, perdonar las ofensas y confiar en la justicia divina en lugar de buscar la propia vindicación.

3. Vivir en Anticipación del Reino Mesiánico de Justicia (Principio de Esperanza Escatológica): La promesa de que HaShem “vengará la sangre de Sus siervos” y “expiará Su tierra, Su pueblo” (32:43) nos impulsa a vivir con una esperanza firme en la consumación del Reino de Elohím. Esto significa vivir una vida de santidad, perseverancia en la fe y proclamación de las Buenas Nuevas, sabiendo que Yeshúa HaMashíaj regresará para establecer la justicia perfecta y la paz duradera. Este principio nos motiva a ser agentes de justicia y reconciliación en el mundo, anticipando el día en que toda lágrima será enjugada.

4. Regocijarse en la Salvación Universal (Principio de Inclusión Mesiánica): El llamado a las “naciones” a “regocijarse con Su pueblo” (32:43) nos invita a celebrar la visión de un Reino donde personas de todas las lenguas y pueblos se unen en adoración a HaShem. Para los discípulos, esto implica vivir sin prejuicios, amar a todas las personas y participar activamente en la misión de compartir el mensaje del Reino de Yeshúa HaMashíaj, para que más naciones puedan unirse en este regocijo.

11. Preguntas de Reflexión

1. ¿Cómo el reconocimiento de que solo HaShem tiene el poder de “matar y dar vida, herir y sanar” impacta nuestra confianza en Su soberanía en medio de las pruebas personales y colectivas, especialmente en el contexto de la vulnerabilidad humana y las tragedias que enfrentamos en el Reino de los Cielos?

2. Dado que HaShem declara “Mía es la venganza y la retribución,” ¿cómo debe esto influir en la respuesta de los discípulos de Yeshúa HaMashíaj frente a la injusticia y la persecución, tanto a nivel individual como comunitario, y cómo se equilibra esto con el llamado a buscar la justicia y la verdad en un mundo caído?

3. La Aliyá concluye con un llamado a las naciones a “regocijarse con Su pueblo.” ¿Qué papel juega la proclamación de la justicia venidera de HaShem en nuestra misión de compartir las Buenas Nuevas del Reino de Yeshúa HaMashíaj con todos los pueblos, y cómo podemos invitar a las naciones a unirse en este regocijo mesiánico hoy?

12. Resumen

Esta Aliyá de Parashá Haazinu, Deuteronomio 32:39-43, es una declaración contundente de la soberanía y justicia inigualables de HaShem. Proclama Su unicidad como el único Elohím, poseedor del poder absoluto sobre la vida y la muerte, la herida y la sanación. El pasaje revela la firme intención de HaShem de ejecutar Su justa venganza contra Sus adversarios, defendiendo y vindicando a Su pueblo. Culmina con una visión profética de redención y expiación, invitando a las naciones a regocijarse junto a Israel en la manifestación final de la justicia divina. Estas verdades resuenan poderosamente en el Reino de los Cielos, donde Yeshúa HaMashíaj, como el Ungido de Elohím, encarna y manifestará plenamente esta soberanía y justicia, trayendo la consumación del Reino y la restauración final a todas las naciones.

13. Tefiláh (Oración)

Adonái Elohím, fuente de toda vida y soberano de la justicia, te reconocemos como el Único que mata y da vida, que hiere y sana, y en Ti solamente confiamos. Que Tu inquebrantable promesa de justicia nos fortalezca en la fe y nos libre del deseo de venganza personal, guiándonos a vivir según los principios de Tu Reino. Concede que podamos ser fieles testigos de Tu amor y Tu verdad, esperando con anhelo el glorioso día en que Tu Hijo amado, Yeshúa HaMashíaj, manifieste plenamente Tu Reino en la tierra, trayendo la justicia perfecta y la paz eterna a todas las naciones para Tu gloria. Amén.

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Parashá 53 Haazinu (האזינו) – Aliyah 4

Aliyáh 4: (Deuteronomio 32:19-28) La ira de Elohím por la infidelidad de Israel y Su decisión de disciplinarlos con otras naciones.
Haftaráh: Ezequiel 36:16-36 (El juicio sobre Israel y la promesa de restauración).
Brit Hadasháh: Romanos 11:11-15 (La salvación de los gentiles como medio para provocar a celos a Israel).

¡Shalom, amados hermanos y discípulos del Reino de Yeshúa HaMashíaj!

Nos honra presentar un estudio profundo de la Aliyá 4 de la Parashá Haazinu, una porción de la Torah que resuena con verdades eternas y revelaciones vitales para nuestros días. Sumerjámonos en las profundidades de la sabiduría de Elohím.

Tema: El castigo de Israel

1. Texto Hebreo Interlineal

Pasaje: Deuteronomio 32:28-32:38

2. Haftaráh

Pasaje: 2 Samuel 22:1-51 (el Canto de David HaMelej)

Análisis: La Haftaráh para Parashá Haazinu es el majestuoso canto de David HaMelej, encontrado en 2 Samuel 22, que es casi idéntico al Salmo 18. Este canto resuena profundamente con los temas de nuestra Aliyá y de toda la Parashá Haazinu. Mientras que Haazinu es el canto de Moshéh que profetiza la apostasía y el castigo de Israel, seguido por la venganza de HaShem y la redención final, el canto de David celebra la intervención de Elohím para salvar a Su siervo de sus enemigos y del juicio.

La conexión es múltiple. Primero, ambos son “cantos” (שִׁירָה, širáh) que encapsulan la historia de la relación de Elohím con Su pueblo. El canto de Moshéh advierte sobre las consecuencias de abandonar a HaShem, mientras que el canto de David testifica de la fidelidad de HaShem a aquellos que confían en Él, incluso en medio de la adversidad. David, al igual que Israel, experimentó grandes aflicciones y persecuciones, pero fue salvado por HaShem.

En Deuteronomio 32:30-31, se pregunta: “Eichah yirdof eḥad elef u-šnayim yanisu revavah? Im-lo ki-tzuram me-kháram va-Adonái his-giram?” (¿Cómo perseguiría uno a mil y dos harían huir a diez mil, si no porque su Roca los vendió y Adonái los entregó?). Este versículo subraya la dependencia de Israel de HaShem para su victoria. Cuando Israel se aleja de Su Roca (HaShem), su fuerza se desvanece. La Haftaráh, en contraste, es un testimonio de la Roca de David. David canta: “Adonái es mi Roca y mi fortaleza y mi libertador” (2 Samuel 22:2). David atribuye todas sus victorias y su escape de los enemigos a la poderosa mano de HaShem. Esto contrasta con la “roca” de las naciones mencionada en Devarim 32:31, que es ineficaz.

El Midrash Sifrei Devarim 321 comenta sobre la pregunta retórica de Moshéh en 32:30, enfatizando que Israel solo podía ser derrotado si HaShem los entregaba. Del mismo modo, el Targum Yonatan ben Uziel para 2 Samuel 22:3 interpreta la “Roca” como “la fuerza de mi refugio”, enfatizando la protección divina. La Haftaráh es un recordatorio del poder de HaShem que fue disponible para David y que está disponible para Israel cuando se mantienen fieles. Sin embargo, la Aliyá 4 nos muestra el reverso: cuando se desvían, HaShem mismo se convierte en el agente de su castigo, permitiendo que los enemigos los opriman, aunque con el propósito final de la redención. La arrogancia de los enemigos se convierte en un tema central, como lo es en Devarim 32:27, y David, en su canto, se regocija en la venganza de HaShem sobre sus propios enemigos.

3. Brit Hadasháh (Arameo)

Pasaje: Romans 11:25-26 (de la Peshitta)

Texto Arameo (Fonética Siríaca Oriental):

Texto Hebreo OriginalFonética TiberianaTraducción Palabra por PalabraTraducción Literal del Verso
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כִּי־גוֹי אֹבַד עֵצוֹת הֵמָּהKi-goy ovad etzot hemáhPorque nación carente consejos ellosPorque nación carente de consejos son ellos,
וְאֵין בָּהֶם תְּבוּנָה׃ve-ein bahem te-vunáhy no hay en ellos entendimientoy no hay en ellos entendimiento.
לוּ חָכְמוּ יַשְׂכִּילוּ זֹאתLu ḥakh-mú yas-kilú zotSi fueran sabios entenderían esto¡Si fueran sabios, entenderían esto,
יָבִינוּ לְאַחֲרִיתָם׃ya-vinú le-aḥa-ritamentenderían su fin!Entenderían su fin!
אֵיכָה יִרְדֹּף אֶחָד אֶלֶףEichah yir-dof eḥad elef¿Cómo perseguiría uno mil¿Cómo perseguiría uno a mil,
וּשְׁנַיִם יָנִיסוּ רְבָבָהu-šnayim ya-nisú re-vaváhy dos harían huir diez mil,y dos harían huir a diez mil,
אִם־לֹא כִּי־צּוּרָם מְכָרָםIm-lo ki-tzuram me-kháramsi no porque su Roca los vendiósi no porque su Roca los vendió
וַיהוָה הִסְגִּירָם׃va-Adonái his-giramy Adonái los entregó?y Adonái los entregó?
כִּי לֹא כְּצוּרֵנוּ צוּרָםKi lo ke-tzurenú tzuramPorque no como nuestra Roca su rocaPorque no es como nuestra Roca la roca de ellos,
וְאֹיְבֵינוּ פְלִילִים׃ve-oy-veinú pe-li-limy nuestros enemigos juecesaunque nuestros enemigos juzguen.
כִּי־מִגֶּפֶן סְדֹם גַּפְנָםKi-mi-gefen Sedom gafnamPorque de viña Sodom su vidPorque de la vid de Sedom es su vid,
וּמִשַּׁדְמֹת עֲמֹרָה׃u-mi-šad-mot Amorahy de campos Gomorray de los campos de Amoráh.
עֲנָבֵמוֹ עִנְּבֵי רוֹשׁAna-veimó in-nevei rošSus uvas uvas venenoSus uvas son uvas de veneno,
אַשְׁכְּלֹת מְרֹרֹת לָמוֹ׃aš-kelot me-rorot lamóracimos amargos para ellosracimos amargos para ellos.
חֲמַת תַּנִּינִים יֵינָםḤa-mat tan-ninim yeinamVeneno serpientes su vinoVeneno de serpientes es su vino,
וְרֹאשׁ פְּתָנִים אַכְזָרִי׃ve-roš pe-tanim akh-zaríy cabeza víboras cruely ponzoña cruel de víboras.
הֲלֹא־הוּא כָּמֻס עִמָּדִיHa-lo-hu kamus imadi¿No está él guardado conmigo¿No está esto guardado conmigo,
חָתֻם בְּאוֹצְרֹתָי׃ḥatum be-otz-rotáisellado en mis tesoros?sellado en mis tesoros?
לִי נָקָם וְשִׁלֵּםLi na-qam ve-šilemMío venganza y recompensaMía es la venganza y la recompensa,
לְעֵת תָּמוּט רַגְלָםle-et tamut raglampara tiempo resbale su piepara el tiempo en que resbale su pie;
כִּי קָרוֹב יוֹם אֵידָםKi qarov yom eidámporque cercano día su calamidadporque cercano está el día de su calamidad,
וְחָשׁ עָתִיד לָמוֹ׃ve-ḥaš atid lamóy apresura lo que viene para ellosy lo que les espera se apresura.
כִּי־יָדִין יְהוָה עַמּוֹKi-ya-din Adonái amóPorque juzgará Adonái su puebloPorque juzgará Adonái a su pueblo,
וְעַל־עֲבָדָיו יִתְנֶחָםve-al-ava-dav yit-neḥamy sobre sus siervos se compadeceráy por sus siervos se compadecerá,
כִּי יִרְאֶה כִּי־אָזְלַת יָדKi yir-eh ki-az-lat yadcuando vea que se ha ido fuerzacuando vea que se ha ido la fuerza,
וְאֶפֶס עָצוּר וְעָזוּב׃ve-efes atzur ve-azuvy nadie encerrado y nadie dejadoy no queda ni encerrado ni abandonado.
וְאָמַר אֵי אֱלֹהֵימוֹVe-amar ei EloheimoY dirá ¿Dónde sus ElohímY dirá: ¿Dónde están sus Elohím,
צוּר חָסָיוּ בוֹ׃tzur ḥasayu boRoca en quien buscaron refugio?la Roca en quien buscaron refugio?
אֲשֶׁר חֵלֶב זְבָחֵימוֹ יֹאכֵלוּAšer ḥelev zevaḥeimó yoḥeluQue grosura sus sacrificios comíanQue comían la grosura de sus sacrificios
יִשְׁתּוּ יֵין נְסִיכָם׃yi-štu yein ne-sikhámbebían vino sus libacionesbebían el vino de sus libaciones?
יָקוּמוּ וְיַעְזְרוּכֶםYa-qúmu ve-ya-az-rukhem¡Que se levanten y los ayuden¡Que se levanten y les ayuden,
יְהִי עֲלֵיכֶם סִתְרָה׃ye-hi aleikhem sitrahsean sobre ustedes una cubierta!que sean sobre ustedes un refugio!
רְאוּ עַתָּה כִּי אֲנִי אֲנִי הוּאRe’ú atáh ki ani ani huVean ahora que Yo Yo ÉlVean ahora que Yo, Yo soy Él,
וְאֵין אֱלֹהִים עִמָּדִיve-ein Elohím imadiy no hay Elohím conmigoy no hay Elohím conmigo.
אֲנִי אָמִית וַאֲחַיֶּהAni amit va-aḥayehYo mato y Yo doy vidaYo mato y Yo doy vida,
מָחַצְתִּי וַאֲנִי אֶרְפָּאmaḥatz-ti va-aní erpáYo herí y Yo curoYo herí y Yo curo,
וְאֵין מִיָּדִי מַצִּיל׃ve-ein mi-ya-di matzily no hay de mi mano quien salvey no hay de mi mano quien rescate.
Texto Arameo OriginalFonética Siríaca OrientalTraducción Palabra por PalabraTraducción Literal del Verso
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ܠܐ ܓܝܪ ܨܒܐ ܐܢܐ ܕܬܕܥܘܢLa gayr ṣeba ana da-tet-dunNo pues deseo Yo que sepáisPues no quiero que ignoréis
ܐܚܝ ܐܪܙܐ ܗܢܐ ܕܠܐ ܬܗܘܘܢaḥay arza hana da-la te-wunhermanos misterio este para que no seáishermanos, este misterio, para que no seáis
ܚܟܝܡܝܢ ܒܪܥܝܢ ܢܦܫܟܘܢḥakimin be-raʿyan naf-škhunsabios en opinión de vuestras almassabios en vuestro propio juicio:
ܕܩܫܝܘܬܐ ܐܝܢܐ ܡܢ ܐܝܣܪܝܠda-qašyuta ayana men Isra’elque endurecimiento alguna de Israelque endurecimiento parcial ha acontecido a Israel
ܗܘܬ ܥܕܡܐ ܕܢܥܘܠ ܡܠܘܝܐhwat ad-ma da-naʿul mal-wayafue hasta que entre la plenitudhasta que la plenitud
ܕܥܡܡܐda-ammede las nacionesde las naciones haya entrado;
ܘܗܝܕܝܢ ܟܠܗ ܐܝܣܪܝܠ ܢܚܐwa-haydin kulle Isra’el ne-ḥaY entonces todo Israel viviráy entonces todo Israel será salvo,
ܐܝܟܢܐ ܕܟܬܝܒ ܕܢܐܬܐaykana da-katib da-nataasí como está escrito que vendráasí como está escrito: Vendrá
ܡܢ ܨܝܘܢ ܦܪܘܩܐ ܘܢܗܦܘܟmen Ṣiyon par-uqa wa-ne-hpukhde Tziyon Libertador y alejaráde Tziyon el Libertador, y apartará
ܚܘܒܠܐ ܡܢ ܝܥܩܘܒḥub-la men Yaʿqoviniquidad de Yaakovla impiedad de Yaakov.

Análisis: El pasaje de Romans 11:25-26 de la Brit Hadasháh conecta de manera poderosa con la Aliyá 4 de Haazinu. Moshéh, en su canto, lamenta la falta de entendimiento (לֹא יָבִינוּ – lo yavinú, 32:28) y sabiduría (לוּ חָכְמוּ – lu ḥakhmu, 32:29) de Israel, lo que conduce a su castigo. Elohím los entrega a sus enemigos (32:30), no porque sus enemigos sean más fuertes, sino porque HaShem mismo los ha abandonado debido a su idolatría y desobediencia, comparándolos con la vid de Sedom y Amoráh (32:32-33). Este es el “castigo de Israel”.

Rav Sha’ul (Pablo), inspirado por el Ruaj HaKodesh, revela en Romans el “misterio” del endurecimiento de Israel. Este endurecimiento, aunque doloroso y el resultado de su incredulidad y rechazo de Maran Yeshúa, no es permanente ni total. Es un endurecimiento “parcial” y “temporal” (“עדמܐ דܢעול מלוܝא דעממא” – ad-ma da-naʿul mal-waya da-amme, “hasta que la plenitud de las naciones haya entrado”). Esto es un eco profético de la retribución de HaShem mencionada en Devarim 32:35: “Li na-qam ve-šilem, le-et tamut raglam” (Mía es la venganza y la recompensa, para el tiempo en que resbale su pie). La paciencia de HaShem tiene un límite, pero también Su misericordia tiene un plan final.

Yeshúa HaMashíaj mismo, en sus lamentos sobre Yerushalayim (Lucas 19:41-44), anticipó el juicio venidero debido a la falta de reconocimiento de “el tiempo de tu visitación”. El castigo de Israel, como se describe en Haazinu, culmina históricamente en la destrucción del Segundo Templo y la dispersión, un evento que Mar Yeshúa predijo, y que, desde la perspectiva de Haazinu, es el resultado de la falta de sabiduría y el abandono de la Roca verdadera.

Sin embargo, el pasaje de Romans nos lleva más allá del castigo. Nos conecta directamente con el Reino de los Cielos al afirmar que “והידין כלה איסריל נחא” (wa-haydin kulle Isra’el ne-ḥa, y entonces todo Israel será salvo). Este es el plan redentor final de Elohím, donde el “Libertador” (ܦܪܘܩܐ, par-uqa) vendrá de Tziyon para apartar la impiedad de Yaakov. Yeshúa HaMashíaj es este Libertador, cuya primera venida fue para redimir, y cuya segunda venida será para establecer plenamente el Reino de los Cielos, restaurando a Israel y a todas las naciones que le buscan.

Textos pseudepigráficos como el Libro de Jubileos, aunque no directamente sobre Yeshúa, enfatizan la importancia de la obediencia a la Torah para evitar el castigo y asegurar la bendición del pacto, resonando con el mensaje de Moshéh en Haazinu. Cuarto Esdras (4 Ezra), por ejemplo, lamenta la condición de Israel y anhela la intervención divina, reflejando el dolor de la disciplina divina pero también la esperanza en la restauración futura de Israel, que en la Brit Hadasháh se realiza a través de Yeshúa HaMashíaj y la plena venida de Su Reino.

4. Contexto Histórico

El pasaje de Deuteronomio 32:28-38 se enmarca en los últimos días de Moshéh, justo antes de que el pueblo de Israel entre a Kena’an. Moshéh, conocedor de la naturaleza humana y la inclinación de Israel a la idolatría y la desobediencia, entrega este “canto” (שִׁירָה, širáh) como un testamento profético y una advertencia solemne. El contexto es el de la renovación del pacto en las llanuras de Mo’av, donde Moshéh ha repasado la Torah y las consecuencias de la obediencia y la desobediencia.

Históricamente, el texto refleja las estructuras de los tratados de vasallaje del Antiguo Oriente Próximo, donde los suzeranos (señores soberanos) establecían las estipulaciones del pacto con sus vasallos, incluyendo bendiciones por la lealtad y maldiciones por la transgresión. HaShem se presenta como el suzerano supremo, y Su pacto con Israel es uno de vida o muerte. La canción, por lo tanto, no es solo un poema, sino un documento legal-teológico que pronostica el comportamiento futuro de Israel y la respuesta divina.

Los eventos históricos que siguen a la entrada en Kena’an, como el período de los Jueces, la monarquía dividida, la apostasía bajo reyes como Aḥab, y finalmente los exilios asirio y babilónico, son todas ilustraciones directas de las profecías de Moshéh en Haazinu. El exilio, en particular, es la manifestación del “castigo de Israel” que Moshéh predice, donde Elohím “entrega” a Su pueblo a sus enemigos (32:30). Las fuentes arqueológicas, como las inscripciones de Tel Dan o la estela de Mesa, confirman la existencia de los reinos de Israel y sus conflictos, incluyendo la mano de naciones como Asiria y Babilonia, lo cual es consistente con las advertencias de Moshéh. La cultura de la época incluía el sincretismo religioso y la adoración de deidades cananeas, las cuales Moshéh advierte fervientemente evitar, señalando que estos “dioses” son inútiles y no pueden proteger a sus adoradores (32:37-38).

5. Comentarios Proféticos

El canto de Haazinu es una sinfonía profética que resuena a través de los siglos hasta nuestros días, especialmente en el contexto del Reino de Yeshúa HaMashíaj. Moshéh revela el corazón de Elohím: un Elohím que advierte, castiga, pero finalmente restaura.

La profecía de la falta de sabiduría y entendimiento de Israel (32:28-29) es una constante trágica en su historia, culminando en su incapacidad de reconocer a Yeshúa HaMashíaj durante Su primera venida. El profeta Yesha’yahu clamó: “El buey conoce a su dueño, y el asno el pesebre de su amo; pero Israel no conoce, mi pueblo no tiene entendimiento” (Yesha’yahu 1:3). Esta ceguera parcial y temporal es clave en el plan de HaShem para traer la salvación a las naciones, como revela el Ruaj HaKodesh a través de Rav Sha’ul.

El castigo predicho por Moshéh se ha manifestado repetidamente. Sin embargo, la promesa “Li na-qam ve-šilem” (Mía es la venganza y la recompensa, 32:35) no solo se refiere a la venganza contra los enemigos de Israel, sino también a la retribución divina por la desobediencia de Israel, y finalmente, a la redención. La ira de HaShem se desata, pero Su amor eterno prevalece. Este ciclo de transgresión, castigo, arrepentimiento y redención es un patrón fundamental para entender la obra de Yeshúa HaMashíaj. Él es el cumplimiento de la Roca de Israel (1 Corintios 10:4), y solo a través de Él la nación de Israel, y de hecho toda la humanidad, puede encontrar verdadera sabiduría y salvación.

La lamentación de HaShem: “Ve-amar ei Eloheimo, tzur ḥasayu bo” (Y dirá: ¿Dónde están sus Elohím, la Roca en quien buscaron refugio?, 32:37) es una advertencia para todos los pueblos. En los últimos días, antes del regreso glorioso de Yeshúa HaMashíaj, el mundo experimentará una intensa calamidad. Aquellos que han puesto su confianza en “rocas” falsas (idolatrías, ideologías, riquezas, poder humano) se encontrarán sin refugio. Solo Yeshúa HaMashíaj, la Roca eterna de Israel y de las naciones, ofrecerá salvación.

El canto de Moshéh concluye con la afirmación de la soberanía absoluta de HaShem: “Re’ú atáh ki ani ani hu, ve-ein Elohím imadi. Ani amit va-aḥayeh, maḥatz-ti va-aní erpá, ve-ein mi-ya-di matzil” (Vean ahora que Yo, Yo soy Él, y no hay Elohím conmigo. Yo mato y Yo doy vida, Yo herí y Yo curo, y no hay de mi mano quien rescate, 32:39). Esta es una profecía de la autoridad suprema del Soberano de todo el universo, autoridad que se ha delegado a Yeshúa HaMashíaj. Él es quien tiene las llaves de la muerte y del Hades (Apocalipsis 1:18). Él es el único que puede herir y curar, matar y dar vida, entregar a juicio y traer restauración al Reino de Elohím.

La relevancia para la época actual es la urgente llamada a la verdadera sabiduría, a no confiar en falsos refugios, y a reconocer la soberanía de Elohím manifestada en Yeshúa HaMashíaj. Las naciones, como Israel en el pasado, se enfrentarán a juicios si rechazan la sabiduría divina. Pero para aquellos que forman parte del Reino de Yeshúa HaMashíaj, esta profecía es una reafirmación de que HaShem es fiel a Sus pactos y que Su plan de salvación para Israel y el mundo se cumplirá plenamente en Su Mashíaj.

6. Análisis Profundo

El pasaje de Deuteronomio 32:28-38 es una densa pieza poética y profética, rica en lenguaje y conceptos teológicos.

* לֹא יָבִינוּ (lo yavinú) y חָכְמוּ (ḥakhmu) (32:28-29): Estos términos enfatizan la trágica falta de “entendimiento” y “sabiduría” en Israel. La sabiduría bíblica (חָכְמָה, ḥokhmah) no es meramente intelectual, sino una comprensión práctica de la voluntad de Elohím que conduce a la vida justa. La ausencia de esta sabiduría lleva a no entender el propio “fin” (אַחֲרִיתָם, aḥaritam), es decir, las consecuencias de sus acciones y el plan de HaShem para ellos. El Midrash Tanḥuma (Haazinu 6) comenta que esta falta de sabiduría se refiere a la incapacidad de prever la destrucción que les sobrevendría.

* אֵיכָה יִרְדֹּף אֶחָד אֶלֶף (Eichah yirdof eḥad elef) (32:30): Esta pregunta retórica subraya el poder sobrenatural de Elohím. La relación 1:1000 es la promesa de bendición (Levítico 26:8; Yehoshúa 23:10), pero aquí se utiliza para ilustrar que, si Israel es derrotado, no es por la fuerza del enemigo, sino porque צּוּרָם מְכָרָם (tzuram me-kháram) – “su Roca los vendió” – y וַיהוָה הִסְגִּירָם (va-Adonái his-giram) – “y Adonái los entregó”. El Targum Onkelos suaviza la antropomórfica “vendió” a “entregó a sus enemigos”, pero el significado es claro: Elohím mismo es el agente detrás de su derrota.

* כִּי לֹא כְּצוּרֵנוּ צוּרָם (Ki lo ke-tzurenú tzuram) (32:31): Se establece un contraste entre la “Roca” de Israel (HaShem) y la “roca” de sus enemigos, que es vacía e impotente. Aunque los enemigos puedan jactarse, HaShem es la verdadera Roca. El Midrash Sifrei Devarim 32:31 explica que los dioses de las naciones son como rocas sin vida, incapaces de proteger.

* גֶּפֶן סְדֹם (gefen Sedom) y תַּנִּינִים (taninim) (32:32-33): Israel es comparado con una “vid de Sedom” y “uvas de veneno” (רוֹשׁ, roš) y “racimos amargos” (מְרֹרֹת, merorot), con “veneno de serpientes” (חֲמַת תַּנִּינִים, ḥamat taninim) en su vino. Esta imaginería vívida describe la corrupción moral y espiritual de Israel, que ha producido frutos de maldad en lugar de justicia, tal como Sedom. Los “taninim” (serpientes, dragones) evocan fuerzas destructivas y malignas, asociando la maldad de Israel con la naturaleza de sus adversarios.

* לִי נָקָם וְשִׁלֵּם (Li na-qam ve-šilem) (32:35): “Mía es la venganza y la recompensa”. Esta declaración divina es crucial. No es un llamado a la venganza humana, sino una afirmación de la soberanía de HaShem sobre la justicia y el juicio. La venganza de HaShem no es pasional, sino justa y medida. Se cumplirá “לְעֵת תָּמוּט רַגְלָם (le-et tamut raglam)” – “para el tiempo en que resbale su pie”, indicando el momento oportuno de la intervención divina cuando la debilidad de Israel es máxima y sus enemigos se regocijan.

* כִּי־יָדִין יְהוָה עַמּוֹ וְעַל־עֲבָדָיו יִתְנֶחָם (Ki-ya-din Adonái amó ve-al-ava-dav yit-neḥam) (32:36): “Porque juzgará Adonái a su pueblo y por sus siervos se compadecerá”. Esto muestra la dualidad del juicio divino: un juicio que implica disciplina, pero también uno que vindica. HaShem intervendrá para juzgar y defender a Su pueblo cuando su fuerza se haya “ido” (אָזְלַת יָד, azlat yad) y no haya “ni encerrado ni abandonado” (עָצוּר וְעָזוּב, atzur ve-azuv), es decir, en su punto más bajo de desesperación y desamparo. El Targum Yerushalmi (Jonathan) para 32:36 expande esto, indicando que HaShem se arrepentirá del mal que había decretado sobre ellos.

* אֲנִי אָמִית וַאֲחַיֶּה… וְאֵין מִיָּדִי מַצִּיל (Ani amit va-aḥayeh… ve-ein mi-ya-di matzil) (32:39): Esta es la declaración definitiva de la soberanía absoluta de HaShem sobre la vida y la muerte, el destino y la redención. Solo Él tiene el poder de infligir y sanar, de llevar a la muerte y resucitar. No hay poder ni deidad que pueda oponerse a Su voluntad o arrebatar a alguien de Su mano. El Midrash Devarim Rabbah 11:27 comenta sobre este versículo, enfatizando la exclusividad del poder de HaShem para resucitar a los muertos.

Este análisis revela un mensaje teológico complejo: HaShem es justo en Su castigo, pero también es compasivo y soberano en Su salvación. La disciplina de Israel no es el final, sino una parte del plan redentor de Elohím.

7. Tema Relevante

Un tema central y profundamente relevante de esta Aliyá es “La sabiduría divina versus la necedad humana, y la soberanía de HaShem en la disciplina y la redención de Su pueblo”.

Este pasaje es una poderosa amonestación sobre la necesidad de la sabiduría divina y las desastrosas consecuencias de la necedad. Israel, a pesar de haber recibido la Torah, el manantial de toda sabiduría, opta por la apostasía, la idolatría y la desobediencia. Esta elección es descrita como una falta de “entendimiento” y “sabiduría” (32:28-29), que les impide ver las implicaciones a largo plazo de sus acciones.

La necedad humana lleva a confiar en falsos dioses (“rocas” sin vida) en lugar de en HaShem, la verdadera Roca. Esto inevitablemente conduce a la disciplina divina. HaShem, en Su soberanía y justicia, permite que Su pueblo sufra a manos de sus enemigos, no porque Él los haya abandonado por completo, sino como una medida correctiva. Esta es una verdad difícil de aceptar, pero fundamental para comprender el corazón de Elohím. Su disciplina es una expresión de Su amor, buscando llevar a Su pueblo al arrepentimiento y de regreso a Él.

Sin embargo, la Aliyá también revela la compasión y fidelidad inquebrantable de HaShem. Aunque Él castiga, Él también “juzgará a su pueblo y por sus siervos se compadecerá” (32:36). Su venganza (32:35) no es solo contra Israel por su pecado, sino también contra las naciones que oprimieron a Israel más allá de lo que Él había permitido. Este es un recordatorio de que HaShem es el Soberano de toda la creación, y Él usa incluso a las naciones impías como instrumentos de Su juicio, para luego juzgarlos a ellos mismos.

Para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos, este tema es de suma importancia. Debemos buscar la sabiduría que viene de lo alto (Yaakov 3:17), la cual es Yeshúa HaMashíaj mismo (1 Corintios 1:30). La obediencia a la Torah, interpretada y vivida a través de la lente de Yeshúa, es el camino de la verdadera sabiduría. Debemos reconocer que la disciplina de HaShem, cuando llega, es para nuestro bien (Hebreos 12:5-11), con el propósito de conformarnos a la imagen de Mashíaj. No debemos caer en la necedad de confiar en las “rocas” de este mundo, sino en la Roca inamovible, Yeshúa HaMashíaj. Al hacerlo, comprendemos la soberanía de HaShem sobre todas las circunstancias, confiando en que Él obra todas las cosas para el bien de aquellos que le aman y son llamados según Su propósito, llevando a la redención final y al establecimiento pleno de Su Reino.

8. Descubriendo a Mashíaj

El pasaje de Aliyá 4 de Parashá Haazinu, aunque proferido por Moshéh antes de la venida de Yeshúa, apunta y revela aspectos cruciales de la vida, obra y persona de Yeshúa HaMashíaj de diversas maneras.

1. La Roca de Salvación: El canto de Moshéh repeatedly se refiere a HaShem como la “Roca” (צוּר, tzur) de Israel (32:4, 15, 18, 30, 31). En el Midrash Shemot Rabbah 2:8, se dice que la Roca de la que bebieron en el desierto los seguía y se identifica con HaShem. Rav Sha’ul, en 1 Corintios 10:4, revela explícitamente que “la Roca era el Mashíaj”. Yeshúa HaMashíaj es la Roca verdadera de Israel, el fundamento de la fe y la salvación. La necedad de Israel se manifestó en abandonar esta Roca para buscar refugio en falsos elohim, lo que llevó al castigo. La pregunta retórica “¿Dónde están sus Elohím, la Roca en quien buscaron refugio?” (32:37-38) se cumple trágicamente cuando Israel, en su mayoría, rechazó a Yeshúa, la verdadera Roca, culminando en la destrucción de Yerushalayim.

2. La Sabiduría de Elohím: El pasaje comienza lamentando la falta de “sabiduría” y “entendimiento” de Israel (32:28-29). Yeshúa HaMashíaj es la Sabiduría encarnada de Elohím (Colosenses 2:3). Él es la luz que ilumina a todo hombre que viene a este mundo (Yojanan 1:9). La necedad de Israel al no reconocer Su “fin” (32:29), es decir, el plan de redención de HaShem, se manifiesta en su rechazo del Mashíaj. Solo al aceptar a Yeshúa como la Sabiduría de Elohím pueden discernir la “aḥaritam” (su fin) con esperanza eterna en el Reino de los Cielos.

3. Soberanía sobre la Vida y la Muerte, Herir y Curar: La declaración de HaShem en 32:39: “Ani amit va-aḥayeh, maḥatz-ti va-aní erpá, ve-ein mi-ya-di matzil” (Yo mato y Yo doy vida, Yo herí y Yo curo, y no hay de mi mano quien rescate), es una afirmación de Su soberanía absoluta. Esta autoridad se ha delegado plenamente a Yeshúa HaMashíaj. Él mismo declaró: “Porque como el Av tiene vida en sí mismo, así también le ha dado al Ben tener vida en sí mismo” (Yojanan 5:26). Yojanan 5:21 afirma: “Porque así como el Av resucita a los muertos y les da vida, así también el Ben da vida a quienes quiere”. Maran Yeshúa tiene poder sobre la enfermedad y la muerte. Él es el Resucitador y el que da vida eterna, y no hay nadie que pueda ser rescatado de Su mano.

4. Venganza y Redención: “Li na-qam ve-šilem” (Mía es la venganza y la recompensa, 32:35) es un principio de la justicia divina. Yeshúa HaMashíaj, en Su segunda venida, ejecutará esta venganza y recompensa (2 Tesalonicenses 1:7-8), tanto contra los enemigos de Elohím como para la restauración de Su pueblo. El concepto de la “hora del juicio” en textos apócrifos como el Libro de Enoc (1:9) y la revelación de Daniel (7:9-10) prefiguran esta justicia escatológica que será impartida por el Hijo del Hombre, Yeshúa HaMashíaj, en Su Reino de los Cielos.

5. Compasión y Restauración: Aunque el pasaje describe el castigo, también profetiza que HaShem “se compadecerá por sus siervos” (32:36). Esta compasión divina culmina en la obra de Yeshúa HaMashíaj. Él, como el Buen Pastor, busca a las ovejas perdidas de Israel y de las naciones para traerlas de nuevo al redil (Yojanan 10). La compasión de Elohím se manifiesta en el plan para que “todo Israel sea salvo” (Romans 11:26) a través de Yeshúa HaMashíaj, un plan que honra el pacto eterno. El Libro de los Jubileos (1:23-25) habla de la restauración final de Israel de su apostasía, que es una imagen de la redención mesiánica a través de Yeshúa.

En esencia, este pasaje de Haazinu, que detalla el camino de la desobediencia y el juicio, es también un lienzo sobre el cual se pinta la necesidad de Yeshúa HaMashíaj como la Roca, la Sabiduría, el Soberano sobre la vida y la muerte, y el Redentor de Su pueblo, para que puedan entrar y vivir plenamente en el Reino de los Cielos.

9. Midrashim y Targumim

Los Midrashim y Targumim ofrecen perspectivas enriquecedoras sobre Deuteronomio 32:28-38, a menudo expandiendo el texto con explicaciones alegóricas, éticas y proféticas.

* Deuteronomio 32:28-29 (Falta de sabiduría):

* Targum Onkelos: Traduce “Ki-goy ovad etzot hemáh” (Porque nación carente consejos ellos) como “Porque nación que ha perdido el consejo de la Torah son ellos”. Esto inmediatamente conecta la falta de sabiduría con el abandono de la instrucción divina.

* Targum Yerushalmi (Jonathan): Amplifica: “Porque es una nación que perdió el consejo de la Torah y su corazón no está preparado para la comprensión; si fueran sabios, considerarían estas cosas, y entenderían qué ocurrirá en el fin de los días.” Esto resalta el aspecto profético y escatológico de la falta de sabiduría.

* Midrash Sifrei Devarim 321: Comenta que si Israel hubiera comprendido las consecuencias de sus acciones, no habrían pecado. La sabiduría aquí es la previsión del “fin” (אַחֲרִיתָם, aḥaritam), es decir, la destrucción y el exilio.

* Midrash Devarim Rabbah 11:15: Pregunta: “¿Quién es sabio?” Y responde: “Aquel que ve lo que vendrá.” La falta de sabiduría es la ceguera al futuro de las consecuencias del pecado.

* Deuteronomio 32:30 (HaShem los entregó):

* Targum Onkelos: Para “tzuram me-kháram” (su Roca los vendió), Onkelos traduce “porque su Fortaleza los entregó”, evitando la idea de HaShem como un vendedor, y enfatizando Su poder.

* Targum Yonatan: Elabora: “si no es porque la Presencia de su Elohím abandonó su rostro de ellos, y su Roca, que es fuerte, los entregó, y el Santo, bendito sea Él, los entregó a sus enemigos.” Esta adición de la “Presencia” (Shejinah) enfatiza la gravedad del abandono divino.

* Midrash Sifrei Devarim 322: Explica que Israel nunca sería derrotado por sus enemigos si HaShem no lo permitiera. La fuerza de Israel reside enteramente en HaShem.

* Deuteronomio 32:31 (No como nuestra Roca):

* Targum Onkelos: “Porque no es como la fuerza de nuestro Elohím su fortaleza, y nuestros enemigos son para juicio.” “Jueces” (פְלִילִים, pe-li-lim) se interpreta como “para juicio”, sugiriendo que los enemigos mismos serán juzgados.

* Midrash Sifrei Devarim 323: Afirma que incluso los enemigos de Israel confiesan que no hay Elohím como el de Israel. Los “jueces” se refiere a que los enemigos son expertos en idolatría, pero incluso ellos reconocen que sus dioses son inferiores.

* Deuteronomio 32:32-33 (Vid de Sedom):

* Targum Yonatan: Describe cómo sus acciones pecaminosas (referidas como “vid de Sedom”) producen frutos de amargura y juicio. Sus “uvas” son “la iniquidad de sus obras” y su “vino” es “la mezcla de veneno que bebieron sus hijos de las copas de castigo”.

* Midrash Devarim Rabbah 11:18: Detalla los tipos de pecados asociados con Sedom, como la mezquindad, la injusticia y la inmoralidad, conectándolos directamente con el comportamiento de Israel.

* Deuteronomio 32:35 (Mía es la venganza):

* Targum Onkelos: “Porque Yo soy el que guardo la venganza y la recompensa, para el día de retribución del castigo.” Esto enfatiza la justicia divina y el momento oportuno.

* Midrash Sifrei Devarim 328: Distingue entre la venganza de los humanos (que es inmediata y pasional) y la de HaShem (que es con paciencia y en el momento preciso).

* Deuteronomio 32:36 (HaShem juzgará a Su pueblo):

* Targum Yerushalmi (Jonathan): Expande: “Porque Adonái juzgará a su pueblo, para justificar a sus justos, y se arrepentirá sobre sus siervos los pecadores.” Esto introduce el concepto de arrepentimiento y la distinción entre los justos y los pecadores dentro de Israel.

* Midrash Devarim Rabbah 11:21: Explica que cuando HaShem ve que Israel ha llegado al punto más bajo de su sufrimiento, sin ayuda humana posible, entonces Él interviene con compasión.

* Deuteronomio 32:39 (Yo soy Él):

* Targum Onkelos: “Ved ahora que yo soy, y no hay otro Elohím aparte de mí. Yo hago morir y hago vivir; Yo hiere y Yo curo.” Onkelos traduce “ani ani hu” (Yo Yo Él) de manera que refuerza el monoteísmo absoluto de HaShem.

* Midrash Devarim Rabbah 11:27: Enfatiza el poder exclusivo de HaShem para la resurrección de los muertos, conectando “ani amit va-aḥayeh” con la esperanza mesiánica de la resurrección.

En conjunto, estos Midrashim y Targumim no solo aclaran el significado literal del texto, sino que también lo contextualizan dentro de la teología judía tradicional, resaltando la justicia y misericordia de HaShem, la necesidad de la Torah para la sabiduría, y la esperanza de la redención final.

10. Mandamientos

De esta Aliyá, podemos extraer varios principios de vida y mandamientos esenciales para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos:

1. Busca la Sabiduría Divina (32:28-29): El pasaje lamenta la falta de entendimiento y sabiduría en Israel. Para los discípulos de Yeshúa HaMashíaj, esto significa buscar activamente la sabiduría que viene de Elohím a través de Su Torah y Su Ruaj HaKodesh. Debemos meditar en la Palabra, discernir los caminos de HaShem y aplicar Sus principios en nuestras vidas, para no caer en la necedad que lleva a la destrucción. Yeshúa es la Sabiduría de Elohím; por tanto, seguirle es el camino a la verdadera sabiduría.

2. Confía Únicamente en HaShem, la Roca Verdadera (32:30-31, 37-38): Israel fue castigado por abandonar a su Roca (HaShem) y buscar refugio en falsos elohim. Para nosotros, esto implica una dedicación inquebrantable a Yeshúa HaMashíaj, nuestra Roca y fundamento. Debemos evitar toda forma de idolatría moderna (dinero, poder, fama, ideologías humanas, placeres) y reconocer que solo en Él encontramos seguridad, protección y victoria.

3. Comprende las Consecuencias de la Desobediencia (32:32-33): La comparación de Israel con la “vid de Sedom” que produce frutos de veneno es una advertencia. Debemos ser conscientes de que nuestras acciones y elecciones tienen consecuencias, no solo para nosotros mismos, sino también para el Reino. La desobediencia produce frutos amargos. Como discípulos, estamos llamados a producir “frutos dignos de arrepentimiento” y del Ruaj HaKodesh, viviendo una vida que glorifique a HaShem.

4. Reconoce la Soberanía de HaShem en la Disciplina y la Redención (32:35-36, 39): Este pasaje nos enseña que HaShem es soberano sobre la vida y la muerte, la aflicción y la sanación, el castigo y la compasión. Cuando enfrentamos dificultades o disciplina, debemos reconocer la mano de Elohím obrando para nuestro bien, buscando nuestro arrepentimiento y crecimiento. Debemos confiar en que Él es fiel a Su pacto, y que Su propósito final es la redención y restauración en el Reino de Yeshúa HaMashíaj.

5. Permanece Fiel Incluso en la Adversidad (32:36): Cuando Israel llegó a su punto más bajo, HaShem se compadeció. Esto nos enseña la importancia de la perseverancia en la fe. Aunque la fuerza humana pueda agotarse, la fidelidad a HaShem debe permanecer. Él es nuestro último refugio y nuestro libertador.

Estos principios nos guían a vivir una vida de obediencia, confianza y discernimiento, anclados en Yeshúa HaMashíaj, la Sabiduría y Roca de nuestro Reino, preparados para Su venida y la plena manifestación de Su gobierno.

11. Preguntas de Reflexión

1. La Aliyá 4 describe la falta de “sabiduría” y “entendimiento” de Israel, que les impidió ver las consecuencias de sus acciones. ¿Qué áreas de nuestra vida como discípulos de Yeshúa HaMashíaj podrían estar actualmente mostrando una falta de sabiduría, y cómo podemos cultivar una mayor discernimiento que nos alinee con el Reino de los Cielos?

2. HaShem declara: “Mía es la venganza y la recompensa”. En un mundo donde a menudo buscamos la justicia o la retribución por nuestras propias manos, ¿cómo nos desafía esta declaración a confiar plenamente en la soberanía de Elohím y en Su tiempo perfecto para la justicia dentro del contexto del Reino de Yeshúa HaMashíaj?

3. El pasaje afirma que HaShem “mata y da vida, hiere y cura”. ¿Cómo esta verdad profunda sobre la soberanía absoluta de Elohím sobre todas las cosas (incluyendo las bendiciones y las adversidades) moldea nuestra Tefiláh, nuestra confianza y nuestra perspectiva sobre las circunstancias difíciles en nuestra jornada en el Reino de los Cielos?

12. Resumen

La Aliyá 4 de Parashá Haazinu (Deuteronomio 32:28-38) es un canto profético de Moshéh que detalla el trágico camino de la desobediencia de Israel, su falta de sabiduría al abandonar a HaShem por falsos elohim, y el inevitable castigo divino que seguiría. Sin embargo, en medio de la sombría predicción de la disciplina y el abandono, el pasaje reafirma la soberanía absoluta de HaShem, revelando que Él es el único Elohím que mata y da vida, hiere y cura, y que Su venganza y recompensa son Suyas. Este texto es una profunda advertencia y, al mismo tiempo, una promesa velada de la fidelidad final de Elohím a Su pacto, que culmina en la obra redentora de Yeshúa HaMashíaj, la verdadera Roca y Sabiduría, quien nos conduce al Reino de los Cielos donde la justicia y la compasión divinas se manifestarán plenamente.

13. Tefiláh (Oración)

Padre nuestro, Elohím de Avraham, Yitzḥak y Yaakov, te damos gracias por Tu santa Torah y las profundas verdades reveladas en la Parashá Haazinu. Reconocemos, Adonái, Tu soberanía sobre toda la creación, que Tú eres quien hiere y cura, quien da vida y la quita. Te pedimos que infundas en nosotros el Ruaj HaKodesh de sabiduría y entendimiento, para que podamos discernir Tus caminos y no caer en la necedad que aparta a Tu pueblo. Ayúdanos, a Tus discípulos en el Reino de Yeshúa HaMashíaj, a confiar solo en Él como nuestra Roca inamovible, a producir frutos dignos de Tu Reino y a vivir con la certeza de Tu justicia y Tu compasión inagotables, mientras esperamos la plena manifestación de Tu gobierno glorioso en la tierra. Amén.

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Parashá 53 Haazinu (האזינו) – Aliyah 3

Aliyáh 3: (Deuteronomio 32:13-18) La prosperidad de Israel y su consiguiente olvido y rebelión contra Elohím.
Haftaráh: Jeremías 2:4-13 (La infidelidad de Israel a pesar de la bondad de Elohím).
Brit Hadasháh: 1 Corintios 10:6-11 (Advertencias sobre la desobediencia de Israel como ejemplos para los creyentes).

Tema: La ira de Adonái יְהוָה

1. Texto Hebreo Interlineal

Pasaje: Deuteronomio 32:19-32:27

Texto Hebreo OriginalFonética TiberianaTraducción Palabra por PalabraTraducción Literal del Verso
—————–—————–—————–—————–
וַיַּרְא יְהוָהVa-yar AdonáiY-vio HaShemY vio HaShem,
וַיִּנְאָץva-yi-na’atzy-aborrecióy aborreció
מִכַּעַסmi-ka’asde-irapor la ira
בָּנָיוba-navhijos-suyosde sus hijos
וּבְנֹתָיו׃u-ve-no-tav.y-hijas-suyas.y de sus hijas.
וַיֹּאמֶרVa-yo-merY-dijoY dijo:
אַסְתִּירָהas-ti-rahEsconderé“Esconderé
פָנַיfa-naycara-míaMi rostro
מֵהֶםme-hemde-ellosde ellos,
אֶרְאֶהer-eVeréveré
מָהmahquécuál
אַחֲרִיתָםa-ḥa-ri-tamfinal-ellosserá su fin,
כִּיkiporqueporque
דּוֹרdorgeneraciónuna generación
תַּהְפֻּכֹתtah-pu-khotde-perversionesde perversiones
הֵמָּהhe-mahellosson ellos,
בָּנִיםba-nimhijoshijos
לֹאlonono
אֵמֻןe-munlealtadlealtad
בָּם׃ba-m.en-ellos.en quienes no hay.”
הֵםHemEllosEllos
קִנְאוּנִיqin-e-u-nime-provocaron-a-celosme provocaron a celos
בְלֹאve-locon-nocon lo que no es
אֵלelelElohím,
כִּעֲסוּנִיki-a-su-nime-irritaronme irritaron
בְּהַבְלֵיהֶםbe-hav-le-hemcon-sus-vanidadescon sus vanidades;
וַאֲנִיva-a-niy-Yoy Yo
אַקְנִיאֵםaq-ni-emlos-provocaré-a-celoslos provocaré a celos
בְּלֹאbe-locon-nocon un no-
עָםampueblopueblo,
בְּגוֹיbe-goycon-nacióncon una nación
נָבָלna-valnecianecia
אַכְעִיסֵם׃akh-i-sem.los-irritaré.los irritaré.”
כִּיKiPorquePorque
אֵשׁeshfuegoun fuego
קָדְחָהqad-ḥahardióha ardido
בְאַפִּיve-a-pien-ira-míaen Mi ira,
וַתִּיקַדva-ti-qady-se-encendióy ha consumido
עַדadhastahasta
שְׁאוֹלshe-olSheolel Sheol
תַּחְתִּיתtaḥ-titprofundomás profundo,
וַתֹּאכַלva-to-khaly-devoróy ha devorado
אֶרֶץeretztierrala tierra
וִיבֻלָהּvi-vu-lay-sus-productosy su producto,
וַתְּלַהֵטva-te-la-hety-quemóy ha quemado
מוֹסְדֵיmo-se-decimientoslos cimientos
הָרִים׃ha-rim.de-montes.de los montes.
אַסְפֶּהAs-pehAmontonaréAmontonaré
עָלֵימוֹa-le-mosobre-ellossobre ellos
רָעוֹתra-otmalesmales;
חִצַּיḥi-ṣayflechas-míasMis flechas
אֲכַלֶּהa-kha-lehagotaréagotaré
בָּם׃ba-m.en-ellos.en ellos.
מְזֵיMe-zeConsumidos-porConsumidos por
רָעָבra-avhambrehambre
וְלֶחֶםve-le-ḥemy-pany abrasados por
רֶשֶׁףre-šefde-fiebrefiebre
וְקֶטֶבve-qe-ṭevy-pestey peste
מְרִירִיme-ri-riamargaamarga,
וְשֶׁןve-šeny-dientey diente
בְּהֵמוֹתbe-he-motde-bestiasde bestias
אֲשַׁלַּחa-ša-laḥenviaréenviaré
בָּםba-men-ellossobre ellos,
עִםimconcon
חֲמַתḥa-matvenenoveneno
זֹחֲלֵיzo-ḥa-lede-reptilesde reptiles
עָפָר׃a-far.de-polvo.del polvo.
מִחוּץMi-ḥutzDe-fueraDe fuera,
תְּשַׁכֶּלte-ša-kelmatarála espada matará;
חֶרֶבḥe-revespada
וּמֵחֲדָרִיםu-me-ḥa-da-rimy-de-aposentosy de los aposentos,
אֵימָהe-mahterrorel terror;
גַּםgamtambiéntambién
בָּחוּרba-ḥurjovenal joven,
גַּםgamtambiéntambién
בְּתוּלָהbe-tu-lahvirgena la virgen,
יוֹנֵקyo-neqlactanteal lactante
עִםimconcon
אִישׁishhombreel hombre
שֵׂיבָה׃se-vah.anciano.anciano.
אָמַרְתִּיA-mar-tiDijeDije:
אַפְאֵיהֶםaf-e-hemLos-dispersaría“Los dispersaría,
אַשְׁבִּיתָהash-bi-tahHaría-cesarharía cesar
מֵאֱנוֹשׁme-e-noshde-humanidadde entre la humanidad
זִכְרָם׃zikh-ram.su-recuerdo.su recuerdo.”
לוּלֵיLu-leSi-noSi no fuera
כַּעַסkha’asirapor la ira
אוֹיֵבo-yevde-enemigodel enemigo,
אָגוּרa-gurme-temeríame lo temería,
פֶּןpenpara-que-nono sea que
יְנַכְּרוּye-nakh-ruse-comportaran-extrañamentesus adversarios se comporten extrañamente;
צָרֵימוֹtsa-re-mosus-adversarios
פֶּןpenpara-que-nono sea que
יֹאמְרוּyo-me-rudijerandijeran:
יָדֵינוּya-de-numanos-nuestras‘Nuestra mano
רָמָהra-mahse-alzaronse alzó,
וְלֹאve-loy-noy no
יְהוָהAdonáiAdonáiHaShem
פָּעַלpa-alobróobró
כָּלkoltodotodo
זֹאת׃zot.esto.esto.'”

2. Haftaráh

Pasaje: 2 Samuel 22:1-51 (énfasis en 2 Samuel 22:8-15)

Análisis: La Haftaráh de Parashá Haazinu es el majestuoso cántico de David HaMelej en 2 Samuel 22, donde celebra la liberación de HaShem de manos de todos sus enemigos. Aunque el contexto primario es la salvación de David, el pasaje revela la magnitud del poder y la ira de Elohím contra los adversarios de Sus siervos, resonando con la advertencia de Moshéh en la Aliyá.

En particular, 2 Samuel 22:8-15 describe la manifestación cósmica de la ira de Elohím. Versículos como “וַיִּגְעַשׁ וַתִּרְעַשׁ הָאָרֶץ מוֹסְדֵי שָׁמַיִם יִרְגָּזוּ וַיִּתְרֹעָשׁוּ כִּי חָרָה לוֹ” (Va-yi-ga’ash va-ti-ra’ash ha-aretz mo-se-de sha-ma-yim yir-ga-zu va-yi-ti-ra-a-shu ki ḥa-rah lo – Entonces la tierra se estremeció y tembló; los cimientos de los cielos se conmovieron y se sacudieron, porque Él se airó) y “עָלָה עָשָׁן בְּאַפּוֹ וְאֵשׁ מִפִּיו תֹּאכֵל גֶּחָלִים בָּעֲרוּ מִמֶּנּוּ” (A-lah a-shan be-a-po ve-esh mi-pi-v to-khel ge-ḥa-lim ba-a-ru mi-me-nu – Subió humo de Su nariz, y de Su boca un fuego devorador; carbones encendidos salieron de Él) espejan la descripción de la ira de HaShem en Deuteronomio 32:22: “כִּי אֵשׁ קָדְחָה בְאַפִּי וַתִּיקַד עַד שְׁאוֹל תַּחְתִּית” (Ki esh qad-ḥah ve-a-pi va-ti-qad ad she-ol taḥ-tit – Porque un fuego ha ardido en Mi ira, y ha consumido hasta el Sheol más profundo). Ambas descripciones utilizan la poderosa imaginería del fuego y del temblor de la tierra para ilustrar la furia divina.

El Midrash Tanhuma (Haazinu 5) comenta sobre la ira de HaShem, diciendo que así como Él es lento para la ira, cuando esta se desata es terrible. Conecta la ira descrita en la Torah con la que se manifiesta contra los enemigos de Israel, pero también contra el propio Israel cuando se desvía. El Targum Yonatan sobre 2 Samuel 22:9 amplifica la descripción del fuego divino, interpretándolo como una fuerza destructora que consume la idolatría y la maldad. Esta Haftaráh, por tanto, no solo es un himno de alabanza por la liberación, sino también un recordatorio de la formidable ira de Elohím, una fuerza que, aunque usada para proteger a David, es la misma que se cierne sobre Israel en Deuteronomio 32 debido a su apostasía. La conexión es clara: la misma mano poderosa que salva es la que juzga.

3. Brit Hadasháh (Arameo)

Pasaje: Romanos 1:18-32 (Brit Hadasháh Peshitta)

Análisis: El concepto de la ira de Elohím revelada contra la impiedad y la injusticia humana es un pilar fundamental tanto en la Torah como en la Brit Hadasháh. El apóstol Sha’ul, en su carta a los Romanos, expone una teología que resuena profundamente con la Aliyá 3 de Haazinu. Romanos 1:18 declara: “ܡܶܛܽܠ ܕ݁ܶܐܬ݂ܓ݁ܠܺܝܬ݂ ܚܶܡܬ݂ܳܐ ܕ݁ܰܐܠܳܗܳܐ ܡܶܢ ܫܡܰܝܳܐ ܥܰܠ ܟ݁ܽܠܗܽܘܢ ܪܽܫܥܰܝܗܽܘܢ ܘܥܰܠ ܟ݁ܽܠܗܽܘܢ ܥܰܘܠܰܝܗܽܘܢ ܕ݁ܰܒ݂ܢܰܝ ܐ݈ܢܳܫܳܐ ܗܳܢܽܘܢ ܕ݁ܰܫܪܳܪܳܐ ܒ݁ܰܥܘܠܳܐ ܐܳܚܕ݁ܺܝܢ” (Meṭol de-etgleyat ḥemta da-Alaha men shamaya al kulhun ruš’ayhun wa-al kulhun awlayhun da-bnay anasha hanun da-šrara ba-‘awla ahdin).

Esto se traduce como: “Porque la ira de Elohím es revelada desde el cielo sobre toda impiedad y toda injusticia de los hombres, aquellos que por injusticia retienen la verdad”.

Este pasaje es un eco directo de Deuteronomio 32:19-21, donde HaShem ve la iniquidad de Su pueblo, su adoración a “no-elohim” y “vanidades”, y Su ira se enciende. Sha’ul describe la progresión de la apostasía: la supresión de la verdad, la adoración de la creación en lugar del Creador, y la consecuencia divina de ser “entregados” (ܘܐܰܫܠܶܡ ܐܶܢܽܘܢ ܐܰܠܳܗܳܐ – wa-ašlem enun Alaha, Romanos 1:24) a la impureza y a las pasiones degradantes. Esta entrega de Elohím es el “esconderé Mi rostro” (אַסְתִּירָה פָנַי – astirah fanay) de Deuteronomio 32:20, una retirada de Su protección y favor que permite que las consecuencias naturales del pecado se manifiesten plenamente.

La conexión con el Reino de Yeshúa HaMashíaj es profunda. La ira de Elohím, descrita en ambos testamentos, es una realidad contra la cual Yeshúa HaMashíaj ofrece refugio. Él es el Mashíaj prometido que intercede para que la ira no consuma por completo a Su pueblo. Textos apócrifos como 2 Esdras (4 Ezra) 7:70-74 y 8:50-54 lamentan la incapacidad humana de escapar de la justicia divina, pero también expresan la esperanza de la misericordia para aquellos que guardan la Torah, a la espera del Mesías. La llegada de Maran Yeshúa significa que, aunque la ira de Elohím es justa y necesaria para purificar Su Reino, en Él hay redención y un camino para escapar de esa ira, a través de la obediencia y la fe en Su sacrificio. Los que viven en el Reino de los Cielos bajo la autoridad de Yeshúa HaMashíaj reconocen la seriedad de la ira divina y buscan vivir en rectitud, sabiendo que Yeshúa es tanto el cordero que quita el pecado como el león de Yehudá que ejecutará el juicio final.

4. Contexto Histórico

El pasaje de Deuteronomio 32:19-27 forma parte de la “Canción de Moshéh” (שִׁירַת הַאֲזִינוּ – Širat Haazinu), un sermón poético pronunciado por Moshéh poco antes de su muerte, a la vista de la Tierra Prometida. El pueblo de Israel está acampando en las llanuras de Moav, después de cuarenta años de peregrinación por el desierto. La generación que salió de Mitzrayim había perecido en su incredulidad y rebeldía, y ahora una nueva generación estaba a punto de entrar en Kena’an. Moshéh, sabiendo que también esta generación y las futuras se desviarían, les entrega este cántico como un testimonio profético y una advertencia solemne.

Culturalmente, el discurso de Moshéh se inscribe en el marco de los tratados de vasallaje del Cercano Oriente Antiguo, donde un rey soberano (HaShem) establece un pacto con su vasallo (Israel), delineando bendiciones por la obediencia y maldiciones por la desobediencia. La “ira de YHWH” no es un arrebato incontrolable, sino una respuesta justa y soberana a la violación del pacto. La adoración de “no-elohim” (ídolos) era una práctica común entre las naciones circundantes, y la canción advierte sobre la inevitable atracción de Israel hacia estas abominaciones, a pesar de las maravillas que HaShem había realizado por ellos.

Los personajes principales son Moshéh, como portavoz de HaShem, y el pueblo de Israel, el destinatario de la advertencia. Los eventos que preceden a esta profecía incluyen el incidente del Becerro de Oro, la rebelión de Qoraḥ, la adoración a Ba’al Pe’or, y las constantes quejas y murmuraciones que marcaron la historia de Israel en el desierto, demostrando la “generación de perversiones” (דּוֹר תַּהְפֻּכֹת – dor tahpukhot) a la que se refiere el pasaje (Deuteronomio 32:20). Moshéh está presentando un resumen de su historia pasada y prediciendo su futuro, con la esperanza de que estas palabras sirvan como un recordatorio constante de las consecuencias de la apostasía y la fidelidad de HaShem a Sus juicios. Arqueológicamente, los descubrimientos de altares cananeos y figuras de deidades como Ba’al y Asherah confirman la prevalencia de la idolatría en la región, lo que hace que las advertencias de Moshéh sean aún más pertinentes en su contexto.

5. Comentarios Proféticos

La ira de HaShem, como se describe en esta Aliyá, es una verdad eterna que trasciende el tiempo, anunciando el juicio divino sobre la impiedad no solo para el Israel antiguo, sino para toda la humanidad, especialmente para aquellos que se desvían del camino del Reino de Yeshúa HaMashíaj. La profecía de Moshéh de que HaShem “esconderá Mi rostro” (אַסְתִּירָה פָנַי – astirah fanay) es un presagio de los tiempos en que la presencia de Elohím se retiraría, llevando a la dispersión y al sufrimiento de Israel, un patrón que se repitió a lo largo de la historia y que culminó en la destrucción del Segundo Templo y la diáspora.

Sin embargo, esta ira no es el fin de la historia. Las profecías mesiánicas revelan que HaShem, en Su soberana justicia, usará la ira para purificar y preparar el camino para la redención final. Yesha’yahu HaNavi (Isaías 54:8) habla de un momento en que HaShem escondió Su rostro por un breve momento, pero con gran misericordia los reunirá. Esta promesa apunta directamente a la obra de Yeshúa HaMashíaj.

En la era actual, la advertencia contra la idolatría y la perversión resuena con una nueva urgencia. Las “vanidades” (הַבְלֵיהֶם – havlehem) de hoy pueden no ser estatuas de piedra, sino la adoración del materialismo, la tecnología, el ego o cualquier cosa que usurpe el lugar de Elohím en nuestros corazones. La “ira de Elohím” se manifiesta en las consecuencias morales y espirituales de estas desviaciones, la desintegración de las sociedades y la pérdida de la verdadera paz.

La visión profética del Reino de Yeshúa HaMashíaj es que Él ha venido para soportar la plenitud de esa ira por aquellos que creen en Él, ofreciendo un camino de reconciliación y restauración. Pero también regresará como el Juez justo (Juan 5:22), y Su juicio final será la manifestación definitiva de la ira de Elohím contra todo lo que se opone a Su Reino. Este pasaje, por lo tanto, es una advertencia para los discípulos de Mashíaj de permanecer fieles, de no provocar la ira de Elohím por la apostasía espiritual, y de ser celosos por la gloria de Su nombre, sabiendo que la misma ira que juzga también purifica y establece el Reino eterno.

6. Análisis Profundo

El pasaje se inicia con la observación divina: “וַיַּרְא יְהוָה וַיִּנְאָץ מִכַּעַס בָּנָיו וּבְנֹתָיו” (Va-yar YHVH va-yi-na’atz mi-ka’as ba-nav u-ve-no-tav – Y vio HaShem y aborreció por la ira de sus hijos y de sus hijas). El verbo נָאַץ (na’atz) significa “aborrecer, despreciar”, pero en este contexto implica un profundo disgusto que provoca ira. La expresión “מִכַּעַס” (mi-ka’as) no significa que HaShem se enoje de Sus hijos, sino que Su disgusto y Su ira surgieron a causa de ellos y sus acciones.

La frase clave del juicio es “אַסְתִּירָה פָנַי מֵהֶם” (as-ti-rah fa-nay me-hem – Esconderé Mi rostro de ellos) en Deuteronomio 32:20. Esta expresión, conocida como הַסְתֵּר פָּנִים (haster panim), no significa la ausencia de HaShem, sino la retirada de Su favor, protección y presencia manifiesta. Es una forma de disciplina divina que deja al pueblo vulnerable a sus enemigos y a las consecuencias de sus propios caminos. El Targum Onqelos interpreta esta frase como “Esconderé Mi Presencia de ellos”, enfatizando la ausencia de la Shekhinah como el castigo supremo. El Midrash Sifre Devarim 319 elabora sobre esto, explicando que el ocultamiento del rostro es un proceso gradual que comienza con la disminución de la profecía y termina con la completa vulnerabilidad.

La causa de esta ira y ocultamiento se expresa en “הֵם קִנְאוּנִי בְלֹא אֵל כִּעֲסוּנִי בְּהַבְלֵיהֶם” (Hem qin-e-u-ni ve-lo el ki-a-su-ni be-hav-le-hem – Ellos me provocaron a celos con lo que no es Elohím, me irritaron con sus vanidades) en Deuteronomio 32:21. La palabra קִנְאָה (qin’ah) se refiere a “celos” o “celo ardiente”. HaShem, como el único Elohím de Israel, exige fidelidad exclusiva. La adoración de “no-elohim” (בְלֹא אֵל – ve-lo el), que son “vanidades” (הַבְלֵיהֶם – havlehem, de הֶבֶל – hevel, que significa “aliento, vanidad, ídolo”), es una traición que despierta el celo divino. Como respuesta, HaShem promete “אַקְנִיאֵם בְּלֹא עָם בְּגוֹי נָבָל אַכְעִיסֵם” (aq-ni-em be-lo am be-goy na-val akh-i-sem – los provocaré a celos con un no-pueblo, con una nación necia los irritaré). El “no-pueblo” y la “nación necia” (גוֹי נָבָל – goy naval) son las naciones gentiles, que serán usadas como instrumentos del juicio divino, una ironía ya que Israel fue elegido precisamente para ser el pueblo de HaShem.

La intensidad de la ira de HaShem se describe vívidamente en Deuteronomio 32:22: “כִּי אֵשׁ קָדְחָה בְאַפִּי וַתִּיקַד עַד שְׁאוֹל תַּחְתִּית” (Ki esh qad-ḥah ve-a-pi va-ti-qad ad she-ol taḥ-tit – Porque un fuego ha ardido en Mi ira, y ha consumido hasta el Sheol más profundo). La “ira” (אַף – af) literalmente significa “nariz” y se asocia con el resoplido furioso. Este fuego consumidor, que alcanza hasta el Sheol, subraya la exhaustividad del juicio divino, afectando tanto la vida como la muerte, lo visible y lo invisible.

Finalmente, el motivo de la contención de la ira se revela en Deuteronomio 32:27: “לוּלֵי כַּעַס אוֹיֵב אָגוּר פֶּן יְנַכְּרוּ צָרֵימוֹ פֶּן יֹאמְרוּ יָדֵינוּ רָמָה וְלֹא יְהוָה פָּעַל כָּל זֹאת” (Lu-le kha’as o-yev a-gur pen ye-nakh-ru tsa-re-mo pen yo-me-ru ya-de-nu ra-mah ve-lo YHVH pa-al kol zot – Si no fuera por la ira del enemigo, me lo temería, no sea que sus adversarios se comporten extrañamente; no sea que dijeran: ‘Nuestra mano se alzó, y no HaShem obró todo esto’). HaShem detiene la aniquilación total no por el mérito de Israel, sino para preservar Su propio nombre y gloria entre las naciones. Él no permitirá que los enemigos de Israel atribuyan Su victoria a su propia fuerza, sino que HaShem sea reconocido como el soberano sobre toda la historia. El Targum Yonatan sobre este verso explica que HaShem se abstuvo de aniquilar a Israel para que los pueblos idólatras no dijeran: “Nuestras manos fueron poderosas, y no fue de la presencia de HaShem esta obra”. Esto demuestra la preocupación de HaShem por Su reputación y el cumplimiento de Sus propósitos mayores.

7. Tema Relevante

Un tema central de esta Aliyá es la Gravedad de la Apostasía y la Justicia Retributiva de Elohím. El pasaje ilustra cómo la desviación de la fidelidad a HaShem, al buscar “no-elohim” y “vanidades”, invoca una respuesta divina de justicia y juicio. No se trata de una ira caprichosa, sino de una reacción justa a la violación del pacto y al abandono del Dador de la vida y la bendición.

Para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos, este tema es de suma importancia. Nos recuerda que la relación con Elohím no es trivial. La “ira de YHWH” es una advertencia constante contra cualquier forma de idolatría en nuestras vidas, sea espiritual, emocional o material. La idolatría moderna no siempre se presenta como la adoración de estatuas, sino como la entrega de nuestra devoción, tiempo y recursos a cualquier cosa que no sea HaShem. Cuando priorizamos nuestras carreras, posesiones, placeres o incluso relaciones humanas por encima de Elohím, estamos incurriendo en la misma apostasía que el pueblo de Israel en el desierto.

La retirada del “rostro” de HaShem es una advertencia sombría. Para los que caminan con Yeshúa HaMashíaj, la presencia de la Ruaj HaKodesh (Espíritu Santo) es un anhelo constante y vital. La apostasía, la desobediencia deliberada y el abandono de los caminos de HaShem pueden llevar a un “haster panim” espiritual, donde la presencia y el favor de Elohím parecen distantes, y el creyente se encuentra vulnerable a las aflicciones espirituales y a las consecuencias naturales de sus elecciones. Este pasaje, por lo tanto, fomenta una vida de constante arrepentimiento, fidelidad inquebrantable y celo por la gloria de HaShem, en sintonía con el corazón de Yeshúa HaMashíaj, quien siempre buscó la voluntad de Su Padre. La justicia retributiva de Elohím es un llamado a la santidad y a vivir vidas que reflejen el Reino de los Cielos, no las vanidades del mundo.

8. Descubriendo a Mashíaj

Aunque este pasaje describe la severidad de la ira de Elohím contra Israel por su infidelidad, paradójicamente, apunta profundamente hacia Yeshúa HaMashíaj y la necesidad de Su Reino. La ira de HaShem que arde hasta el Sheol (Deuteronomio 32:22) y el juicio que busca consumir a la nación demuestran la justicia inquebrantable de Elohím frente al pecado. Sin embargo, también revelan la necesidad de un mediador, un salvador que pueda interponerse y absorber esa ira.

Yeshúa HaMashíaj es la encarnación misma de la respuesta de Elohím a Su propia ira. Él no solo vino a revelar el rostro de Elohím (Juan 14:9), sino también a soportar Su ocultamiento y Su ira en la cruz, experimentando la más profunda separación de la presencia del Padre (Marcos 15:34). Él se convirtió en el “no-pueblo” (בְּלֹא עָם – be-lo am) que cargó la culpa de la “generación de perversiones” (דּוֹר תַּהְפֻּכֹת – dor tahpukhot), para que aquellos que creen en Él no tuvieran que enfrentar la plenitud de esa ira.

El pasaje menciona que HaShem retuvo Su ira total para que los enemigos no dijeran “Nuestra mano se alzó, y no HaShem obró todo esto” (Deuteronomio 32:27). Esta preocupación por la gloria de HaShem encuentra su máxima expresión en Yeshúa HaMashíaj. A través de Su vida, muerte y resurrección, Yeshúa magnificó la justicia y la misericordia de Elohím, asegurando que toda rodilla se doblará y toda lengua confesará que Él es Maran Yeshúa, para la gloria del Padre (Filipenses 2:10-11). Su obra garantiza que el Reino de los Cielos se establecerá plenamente, y que HaShem recibirá la gloria debida.

Textos pseudepigráficos como el Libro de Enoc 10:1-3 y 90:20-27 describen una era de juicio y tribulación para los impíos, pero también la promesa de un pastor y un redentor divino que traerá justicia y restaurará a los justos. El Libro de Jubileos 1:26-29 profetiza un tiempo en que Elohím, después de la dispersión de Su pueblo debido a su iniquidad, enviará a un Mesías que renovará el pacto y reunirá a Israel. Estos textos, aunque no canónicos, reflejan la esperanza judía antigua en un Mesías que abordaría la ira de Elohím y restauraría la relación. Yeshúa HaMashíaj es el cumplimiento de esta esperanza, el Rey del Reino de los Cielos que ha inaugurado la salvación y un camino para la paz con Elohím, liberándonos de la justa ira de HaShem y llevándonos a Su presencia eterna.

9. Midrashim y Targumim

Los Midrashim y Targumim ofrecen perspectivas valiosas sobre la ira de HaShem en Deuteronomio 32:19-27.

1. “Y vio YHVH y aborreció” (Deuteronomio 32:19):

* Targum Onqelos y Targum Yonatan interpretan el verbo “וַיִּנְאָץ” (va-yi-na’atz – aborreció) como “rechazó” o “se enfureció”. En particular, el Targum Yonatan enfatiza que HaShem “despreció y se enfureció a causa de la transgresión de sus hijos y de sus hijas”, conectando explícitamente la acción divina con la desobediencia del pueblo.

* El Midrash Sifre Devarim 318 dice que HaShem se sintió “ofendido” por el culto idólatra de Israel, comparando el acto con un rey que se siente insultado cuando su esposa lo engaña.

2. “Esconderé Mi rostro de ellos” (Deuteronomio 32:20):

* Esta frase, “אַסְתִּירָה פָנַי מֵהֶם” (as-ti-rah fa-nay me-hem), es central. El Targum Onqelos traduce “esconderé Mi Presencia de ellos”, sugiriendo que la Shekhinah (Presencia Divina) se retira.

* El Targum Yonatan lo amplifica: “Dijo HaShem: Retiraré Mi Presencia de ellos”. Esto se entiende no como un abandono total, sino como una retirada de la protección y la manifestación de Su favor, dejando a Israel vulnerable a sus enemigos y a las consecuencias de sus pecados.

* El Midrash Sifre Devarim 319 enseña que el ocultamiento del rostro es la consecuencia directa de la transgresión. Explica que cuando HaShem retira Su rostro, el pueblo cae en la confusión y la desesperación, no sabiendo qué camino tomar. Es un juicio gradual que permite a los enemigos prevalecer.

3. “Ellos me provocaron a celos con lo que no es Elohím… y Yo los provocaré a celos con un no-pueblo” (Deuteronomio 32:21):

* El concepto de “קִנְאָה” (qin’ah – celos/celo) es crucial. HaShem siente celo por Su pueblo, así como un esposo lo siente por su esposa.

* El Targum Onqelos traduce “no-Elohím” (בְלֹא אֵל – ve-lo el) como “ídolos”. Y “no-pueblo” (בְּלֹא עָם – be-lo am) se refiere a naciones paganas.

* El Targum Yonatan identifica explícitamente a este “no-pueblo” como las naciones gentiles, que son vistas como “necias” o “bárbaras” (גוֹי נָבָל – goy naval). La idea es que HaShem usará a estos pueblos, que son inferiores en conocimiento de la Torah y de HaShem, para humillar a Israel y despertarlos a la vergüenza de haber abandonado a su Elohím.

* El Midrash Sifre Devarim 320 desarrolla la idea de la “medida por medida” (מִדָּה כְּנֶגֶד מִדָּה – midah ke-neged midah). Así como Israel provocó los celos de HaShem con lo que no era Elohím, HaShem los provocará a celos con un pueblo que no es “Su” pueblo especial, mostrando que la justicia divina es proporcional a la transgresión.

4. “Porque un fuego ha ardido en Mi ira” (Deuteronomio 32:22):

* Los Targumim y Midrashim concuerdan en que este “fuego” es una metáfora de la ira ardiente de HaShem, que consume y destruye.

* El Targum Yonatan especifica que este fuego consume “el infierno más profundo”, lo que indica la extensión total del juicio. No solo la vida física, sino también la existencia espiritual y la memoria.

* El Midrash Tanhuma (Haazinu 5) compara la ira de HaShem con un fuego que una vez encendido no se extingue fácilmente, salvo por Su propia misericordia.

Estas interpretaciones rabínicas subrayan la seriedad de la relación de pacto con HaShem, la naturaleza justa y retributiva de Su ira, y el propósito disciplinario de Sus juicios.

10. Mandamientos

Aunque este pasaje no contiene mandamientos explícitos en el sentido de “haz esto” o “no hagas aquello”, se pueden extraer principios de vida y mandamientos éticos esenciales para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos:

1. Fidelidad Exclusiva a Elohím (Monoteísmo Puro): El pasaje condena severamente la provocación de celos a HaShem con “no-elohim” y “vanidades” (Deuteronomio 32:21). El mandamiento implícito es no tener otros elohím delante de HaShem (Éxodo 20:3) y no adorar ídolos ni poner nada por encima de Él. Para los discípulos de Yeshúa HaMashíaj, esto significa una devoción total a Elohím, sin permitir que el materialismo, el ego, las filosofías humanas o cualquier otra cosa usurpe el lugar de HaShem en nuestro corazón y vida. Es un llamado a amar a HaShem con todo nuestro ser.

2. Reconocimiento de la Soberanía Divina y la Justicia de HaShem: El pasaje revela la ira de Elohím como una respuesta justa y temible a la desobediencia. Los discípulos deben vivir con un santo temor a HaShem, reconociendo Su soberanía sobre todas las cosas y la rectitud de Sus juicios. Esto implica someterse a Su voluntad y confiar en Su sabiduría, incluso cuando Sus caminos son difíciles de entender. No podemos menospreciar la justicia divina, sino que debemos honrarla con vidas de rectitud.

3. Permanecer en el Pacto y Buscar la Presencia de Elohím: El “esconderé Mi rostro” (Deuteronomio 32:20) es una consecuencia terrible de la apostasía. El principio que se extrae es la necesidad vital de permanecer en el pacto a través de Yeshúa HaMashíaj y de buscar activamente la presencia de la Ruaj HaKodesh. Esto se logra a través de la oración constante, el estudio de la Torah, la obediencia a los mandamientos de Mashíaj, la vida en comunidad y la adoración sincera. La búsqueda de Su rostro es el antídoto contra el ocultamiento de Su presencia.

4. Testimonio de la Gloria de HaShem entre las Naciones: HaShem detuvo Su ira final para que Su nombre no fuera deshonrado entre las naciones (Deuteronomio 32:27). Este principio nos llama a vivir de tal manera que glorifiquemos a HaShem y a Yeshúa HaMashíaj ante el mundo. Nuestras vidas deben ser un testimonio de Su poder, Su justicia y Su misericordia, para que las naciones no digan que nuestras propias manos hicieron grandes cosas, sino que todo es obra de Elohím.

11. Preguntas de Reflexión

1. La Aliyá describe la ira de HaShem como una respuesta a la adoración de “no-elohim” y “vanidades”. En el contexto del Reino de Yeshúa HaMashíaj hoy, ¿cuáles son las “vanidades” y los “no-elohim” contemporáneos que pueden provocar la “ira” de Elohím en nuestras vidas personales y en nuestras comunidades, y cómo podemos discernirlos y erradicarlos?

2. El concepto de “esconderé Mi rostro” (אַסְתִּירָה פָנַי – astirah fanay) es un juicio severo. ¿Cómo podemos cultivar una relación con Yeshúa HaMashíaj que asegure la manifestación continua de la presencia de la Ruaj HaKodesh en nuestras vidas, evitando el “haster panim” espiritual que trae confusión y vulnerabilidad?

3. El pasaje enseña que HaShem retiene Su juicio final por el bien de Su nombre y Su gloria entre las naciones. ¿Cómo debería esta verdad moldear nuestra forma de vida, nuestras decisiones y nuestro testimonio, para que el nombre de Yeshúa HaMashíaj sea glorificado y Su Reino avance, incluso frente a la apostasía del mundo?

12. Resumen

La Aliyá 3 de Parashá Haazinu (Deuteronomio 32:19-27) es una advertencia solemne de Moshéh a Israel, profetizando la justa ira de HaShem como consecuencia de la apostasía, la idolatría y la perversión moral. Describe cómo la adoración de “no-elohim” provocó el celo divino, llevando a HaShem a “esconder Su rostro” y a liberar juicios severos a través de las naciones. Sin embargo, la Aliyá también revela la contención de esta ira por el bien del nombre y la gloria de HaShem, para que los adversarios no atribuyan la victoria a su propia fuerza. Para el Reino de los Cielos, este pasaje subraya la santidad y justicia de Elohím, y la necesidad vital de una fidelidad inquebrantable a Yeshúa HaMashíaj, quien es el camino para escapar de esa ira y vivir bajo la constante presencia y favor divino.

13. Tefiláh (Oración)

Padre celestial, Adonái soberano, Te alabamos por Tu justicia y Tu misericordia reveladas en la Torah y en Tu Hijo, Yeshúa HaMashíaj. Reconocemos la santidad de Tu ira contra la iniquidad y la idolatría, y Te pedimos que examines nuestros corazones para que no haya en nosotros “no-elohim” ni “vanidades” que provoquen Tu celo. Que Tu Ruaj HaKodesh nos guíe para vivir en fidelidad al pacto de Tu Reino, y que nunca escondas Tu rostro de nosotros. Que nuestras vidas reflejen la gloria de Yeshúa HaMashíaj, para que Tu nombre sea magnificado entre todas las naciones, y que Tu Reino venga y Tu voluntad sea hecha en la tierra como en el cielo. Amén.

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Parashá 53 Haazinu (האזינו) – Aliyah 2

Aliyáh 2: (Deuteronomio 32:7-12) Moshé recuerda la elección de Israel y cómo Elohím cuidó de ellos en el desierto.
Haftaráh: 2 Samuel 22:1-51 (David recuerda la protección de Elohím a lo largo de su vida).
Brit Hadasháh: Hebreos 13:5 (La promesa de que Elohím nunca nos abandonará).

Amados hermanos y hermanas en el Mashíaj, la paz de Yeshúa sea sobre ustedes.

Desde el centro de EStudios del Reino de Yeshúa HaMashíaj, tenemos el privilegio de presentar un estudio profundo sobre la segunda Aliyá de Parashá Haazinu, una porción de la Torah que resuena con la esencia de la historia de Israel y la fidelidad inquebrantable de HaShem. Esta Aliyá, contenida en Deuteronomio 32:7-18, es un cántico de Moshéh que no solo narra el pasado de Israel, sino que también prefigura su futuro, un futuro que encuentra su plenitud en el Reino de Yeshúa HaMashíaj.

En este estudio, exploraremos las profundidades del texto hebreo, los ecos en la Haftaráh y la Brit Hadasháh, y las ricas interpretaciones de nuestros Sabios, todo ello bajo la luz radiante de MarYah Yeshúa, el fundamento de nuestra fe y la esperanza de Israel. Que Ruaj HaKodesh ilumine nuestros entendimientos al sumergirnos en la sabiduría eterna de la Torah.

Tema: La historia de Israel

1. Texto Hebreo Interlineal

Pasaje: Deuteronomio 32:7-32:18

Texto Hebreo OriginalFonética TiberianaTraducción Palabra por PalabraTraducción Literal del Verso
—————–—————–—————–—————–
זְכֹר֙zə-ḵorRecuerdaRecuerda זְכֹר
יְמ֣וֹתyə-motlos díaslos días יְמוֹת
עוֹלָ֔םolamde la eternidad,de la eternidad, עוֹלָם,
בִּ֖ינוּbinuentendedentended בִּינוּ
שְׁנ֣וֹתšənotlos añoslos años שְׁנוֹת
דּ֣וֹרdorde generaciónde generación דּוֹר
וָדוֹר֒va-dory generación.y generación וָדוֹר.
שְׁאַ֣לšə-alPreguntaPregunta שְׁאַל
אָבִ֙יךָ֙avi-ḵaa tu padrea tu padre אָבִ֙יךָ֙
וְיַגֵּ֔דְךָvɛ-ya-ged-ḵay te lo dirá,y te lo dirá, וְיַגֵּ֔דְךָ
זְקֵנֶ֙יךָ֙zə-qe-ne-ḵaa tus ancianosa tus ancianos זְקֵנֶ֙יךָ֙
וְיֹ֥אמְרוּvɛ-yom-ruy ellos te lo dirán.y ellos te lo dirán וְיֹ֥אמְרוּ.
בְּהַנְחֵ֤לbə-han-ḥelCuando dio herenciaCuando dio herencia בְּהַנְחֵ֤ל
עֶלְיוֹן֙Elyonel Altísimoel Altísimo עֶלְיוֹן֙
גּוֹיִ֔םgoyima las naciones,a las naciones, גּוֹיִ֔ם,
בְּהַפְרִדּ֖וֹbə-haf-ri-docuando separócuando separó בְּהַפְרִדּ֖וֹ
בְּנֵ֣יbə-neia los hijosa los hijos בְּנֵ֣י
אָדָ֑םAdamde Adán,de Adán, אָדָ֑ם,
יַצֵּב֙ya-ṣevestablecióestableció יַצֵּב֙
גְּבֻלֹ֣תgə-vu-lotlos límiteslos límites גְּבֻלֹ֣ת
עַמִּ֔יםamimde los pueblosde los pueblos עַמִּ֔ים
לְמִסְפַּ֖רlə-mis-parconforme al númeroconforme al número לְמִסְפַּ֖ר
בְּנֵ֥יbə-neide los hijosde los hijos בְּנֵ֥י
יִשְׂרָאֵֽל׃Yisra’elde Israel.de Israel יִשְׂרָאֵֽל׃
כִּי֩kiPorquePorque כִּי֩
חֵ֨לֶקḥe-leqla porciónla porción חֵ֨לֶק
ה’Adonáide Adonáide Adonái ה’
עַמּ֗וֹamoes Su pueblo;es Su pueblo; עַמּ֗וֹ;
יַעֲקֹב֙YaakovYaakovYaakov יַעֲקֹב֙
חֶ֣בֶלḥe-vella cuerdala cuerda חֶ֣בֶל
נַחֲלָתֽוֹ׃na-ḥa-latode Su heredad.de Su heredad נַחֲלָתֽוֹ׃
יִמְצָאֵ֙הוּ֙yim-ṣa-ehuLo hallóLo halló יִמְצָאֵ֙הוּ֙
בְּאֶ֣רֶץbə-e-reṣen tierraen tierra בְּאֶ֣רֶץ
מִדְבָּ֔רmid-bardesierta,desierta, מִדְבָּ֔ר,
וּבְתֹ֖הוּu-və-tohuy en el desiertoy en el desierto וּבְתֹ֖הוּ
יְלֵ֣לyə-lelestérilestéril יְלֵ֣ל
יְשִׁמֹ֑ןyə-ši-monun páramo.un páramo יְשִׁמֹ֑ן.
יְסֹבְבֵ֙הוּ֙yə-so-və-vehuLo rodeó,Lo rodeó, יְסֹבְבֵ֙הוּ֙,
יְבוֹנְנֵ֙הוּ֙yə-vo-nə-nehulo instruyó,lo instruyó, יְבוֹנְנֵ֙הוּ֙,
יִצְּרֶ֙נְהוּ֙yiṣ-ṣə-renhulo guardólo guardó יִצְּרֶ֙נְהוּ֙
כְּאִישׁ֥וֹןkə-i-šoncomo la pupilacomo la pupila כְּאִישׁ֥וֹן
עֵינֽוֹ׃ei-node Su ojo.de Su ojo עֵינֽוֹ׃
כְּנֶ֙שֶׁר֙kə-ne-šerComo un águilaComo un águila כְּנֶ֙שֶׁר֙
יָעִ֣ירya-irque despiertaque despierta יָעִ֣יר
קִנּ֔וֹqi-nosu nido,su nido, קִנּ֔וֹ,
עַל־גּוֹזָלָ֖יוal-go-za-lavsobre sus polluelossobre sus polluelos עַל־גּוֹזָלָ֖יו
יְרַחֵ֑ףyə-ra-ḥefrevolotea,revolotea, יְרַחֵ֑ף,
יִפְרֹ֤שׂyif-rosextiendeextiende יִפְרֹ֤שׂ
כְּנָפָיו֙kə-na-favsus alas,sus alas, כְּנָפָיו֙,
יִקָּחֵ֔הוּyi-qa-ḥehulos toma,los toma, יִקָּחֵ֔הוּ,
יִשָּׂאֵ֖הוּyi-śa-ehulos llevalos lleva יִשָּׂאֵ֖הוּ
עַל־אֶבְרָתֽוֹ׃al-ev-ratosobre sus plumas.sobre sus plumas עַל־אֶבְרָתֽוֹ׃
ה’֙AdonáiAdonáiAdonái ה’֙
בָּדָ֣דba-dadsolosolo בָּדָ֣ד
יַנְחֵ֔הוּyan-ḥehulo guió,lo guió, יַנְחֵ֔הוּ,
וְאֵ֥יןvɛ-einy no habíay no había וְאֵ֥ין
עִמּ֖וֹimocon élcon él עִמּ֖וֹ
אֵ֣לelningún elohímningún elohím אֵ֣ל
נֵכָֽר׃ne-ḵarextraño.extraño נֵכָֽר׃
יַרְכִּבֵ֙הוּ֙yar-ḵi-vehuLo hizo cabalgarLo hizo cabalgar יַרְכִּבֵ֙הוּ֙
עַל־בָּ֣מֳתֵיal-ba-mo-teisobre las alturassobre las alturas עַל־בָּ֣מֳתֵי
אָ֔רֶץa-reṣde la tierra,de la tierra, אָ֔רֶץ,
וַיֹּאכַ֖לva-yojaly comióy comió וַיֹּאכַ֖ל
תְּבוּאֹ֣תtē-vu-otlos frutoslos frutos תְּבוּאֹ֣ת
שָׂדָ֑יsa-daydel campo;del campo; שָׂדָ֑י;
וַיֵּנִקֵ֙הוּ֙va-ye-ni-qehuy le dio a chupary le dio a chupar וַיֵּנִקֵ֙הוּ֙
דְּבַ֣שׁdə-vašmielmiel דְּבַ֣שׁ
מִסֶּ֔לַעmi-se-lade la roca,de la roca, מִסֶּ֔לַע,
וְשֶׁ֖מֶןvɛ-še-meny aceitey aceite וְשֶׁ֖מֶן
מֵחַלְמִ֥ישׁme-ḥal-mišdel pedernal.del pedernal מֵחַלְמִ֥ישׁ.
חֶמְאַ֨תḥem-atMantequillaMantequilla חֶמְאַ֨ת
בָּקָ֜רba-qarde vacas,de vacas, בָּקָ֜ר,
וַחֲלֵ֣בva-ḥa-levy lechey leche וַחֲלֵ֣ב
צֹ֗אןṣonde ovejas,de ovejas, צֹ֗אן,
עִם־חֵ֤לֶבim-ḥe-levcon la grasacon la grasa עִם־חֵ֤לֶב
כָּרִים֙karimde corderos,de corderos, כָּרִים֙,
וְאֵילִ֣יםvɛ-ei-limy carnerosy carneros וְאֵילִ֣ים
בְּנֵֽי־בָשָׁ֔ןbə-nei-va-šande Bašan,de Bašan, בְּנֵֽי־בָשָׁ֔ן,
וְעַתּוּדִ֖יםvɛ-a-tu-dimy machos cabríos,y machos cabríos, וְעַתּוּדִ֖ים,
עִם־חֵ֣לֶבim-ḥe-levcon la mejorcon la mejor עִם־חֵ֣לֶב
כִּלְי֣וֹתkil-yotgrasa de los riñonesgrasa de los riñones כִּלְי֣וֹת
חִטָּ֑הḥi-ṭade trigo;de trigo; חִטָּ֑ה;
וְדַם־עֵנָ֖בvɛ-dam-ei-navy sangre de uvay sangre de uva וְדַם־עֵנָ֖ב
תִּשְׁתֶּה־חָֽמֶר׃tiš-teh-ḥa-merbebiste, vino puro.bebiste, vino puro תִּשְׁתֶּה־חָֽמֶר׃
וַיִּשְׁמַ֤ןva-yiš-manY engordóY engordó וַיִּשְׁמַ֤ן
יְשֻׁרוּן֙YəšurunYeshurún,Yeshurún, יְשֻׁרוּן֙,
וַיִּבְעָ֔טva-yiv-aṭy pateó;y pateó; וַיִּבְעָ֔ט;
שָׁמַ֙נְתָּ֙ša-man-taengordaste,engordaste, שָׁמַ֙נְתָּ֙,
עָבִ֣יתָa-vi-tate cubriste de grasa,te cubriste de grasa, עָבִ֣יתָ,
כָּשִׂ֑יתָka-si-tate hiciste corpulento.te hiciste corpulento. כָּשִׂ֑יתָ.
וַיִּטֹּשׁ֙va-yi-ṭošY abandonóY abandonó וַיִּטֹּשׁ֙
אֱל֣וֹהַּEloaha Eloaha Eloah אֱל֣וֹהַּ
עָשָׂ֔הוּa-śahuque lo hizo,que lo hizo, עָשָׂ֔הוּ,
וַיְנַבֵּ֥לva-yə-na-vely desprecióy despreció וַיְנַבֵּ֥ל
צ֖וּרṣura la Rocaa la Roca צ֖וּר
יְשֻׁעָתֽוֹ׃yə-šu-atode su salvación.de su salvación יְשֻׁעָתֽוֹ׃
יַקְנִאֻ֙הוּ֙yaq-ni-uhuLo provocaron a celosLo provocaron a celos יַקְנִאֻ֙הוּ֙
בְּזָרִ֔יםbə-zarimcon extraños,con extraños, בְּזָרִ֔ים,
בְּתוֹעֵבֹ֖תbə-to-e-votcon abominacionescon abominaciones בְּתוֹעֵבֹ֖ת
יַכְעִיסֻֽהוּ׃yaḵ-i-suhulo irritaron.lo irritaron יַכְעִיסֻֽהוּ׃
יִזְבְּח֤וּyiz-bə-ḥuSacrificaronSacrificaron יִזְבְּח֤וּ
לַשֵּׁדִים֙la-še-dima demonios,a demonios, לַשֵּׁדִים֙,
לֹ֣אlonono לֹ֣א
אֱלֹ֔הַּEloaha Eloah,a Eloah, אֱלֹ֔הַּ,
אֱלֹהִ֖יםElohima elohíma elohím אֱלֹהִ֖ים
לֹ֣אloque noque no לֹ֣א
יְדָע֑וּםyə-da-umconocían,conocían, יְדָע֑וּם;
חֲדָשִׁים֙ḥa-da-šimnuevosnuevos חֲדָשִׁים֙
מִקָּרֹ֣בmi-qa-rovde recientede reciente מִקָּרֹ֣ב
בָּ֔אוּba-uvenida,venida, בָּ֔אוּ,
לֹ֥אloque noque no לֹ֥א
שְׂעָר֖וּםśə-a-rumtemierontemieron שְׂעָר֖וּם
אֲבֹתֵיכֶֽם׃avo-tei-ḵemvuestros padres.vuestros padres אֲבֹתֵיכֶֽם׃
צ֖וּרṣurA la RocaA la Roca צ֖וּר
יְלָדְךָ֣yə-lad-ḵaque te dio a luzque te dio a luz יְלָדְךָ֣
תֶּ֑שִׁיte-šiolvidaste,olvidaste, תֶּ֑שִׁי,
וַתִּשְׁכַּ֖חva-tiš-kaḥy te olvidastey te olvidaste וַתִּשְׁכַּ֖ח
אֵ֥לeldel Eldel El אֵ֥ל
מְחֹלְלֶֽךָ׃mə-ḥol-le-le-ḵaque te engendró.que te engendró מְחֹלְלֶֽךָ׃

2. Haftaráh

Pasaje: 2 Samuel 22:1-51

Análisis: La Haftaráh de Parashá Haazinu es tradicionalmente 2 Samuel 22:1-51, el cántico de liberación de David HaMelej. Esta selección es profundamente apropiada, ya que la Parashá Haazinu es en sí misma un cántico de Moshéh. Ambos cánticos son expresiones poéticas de la soberanía, fidelidad y justicia de Adonái hacia Su pueblo. El cántico de David, como el de Moshéh, comienza recordando la gracia de HaShem en los momentos de angustia y peligro. David proclama a Adonái como su “Roca” (צורי – ṣuri), su “fortaleza” (מצודתי – məṣudati) y su “libertador” (מפלט לי – miflaṭ li), ecos directos de los títulos de Elohím en el cántico de Moshéh, que se refiere a HaShem como “la Roca” (הצור – haṣur) en Deuteronomio 32:4, 15, 18, 30 y 31.

El Midrashim, como el Sifrei Devarim 310 sobre Haazinu, a menudo resalta la idea de que este cántico de Moshéh es un testimonio perpetuo para Israel, un recordatorio de la historia de su relación con HaShem. De manera similar, el cántico de David se convierte en un testimonio de la providencia divina a lo largo de su reinado y de la nación de Israel. Ambos cánticos narran la intervención de HaShem en la historia, Su elección de Israel y Su respuesta a la apostasía del pueblo, aunque con tonos diferentes (el de Moshéh es una advertencia, el de David una alabanza retrospectiva).

El Targum Yonatan a 2 Samuel 22 expande sobre la gloria de Adonái y Su protección sobre David, interpretando muchos de los pasajes poéticos como referencias a la intervención divina en las batallas y la preservación del ungido de HaShem. Esto se conecta con el rol de HaShem como protector de Israel en el desierto, descrito en Deuteronomio 32:10-14, donde se le compara con un águila que protege a sus polluelos.

En ambos textos, la narrativa de la liberación y la provisión divina es central. Adonái saca a Israel de la tierra de Egipto y los guía a través del desierto, mientras que a David lo rescata de las manos de Saúl y de todos sus enemigos. Sin embargo, la Aliyá 2 de Haazinu también introduce la apostasía de Israel (Deuteronomio 32:15-18), una advertencia de lo que sucedería después de la abundancia. Aunque el cántico de David es de alabanza, reconoce que “en la integridad de mis manos me ha recompensado” (2 Samuel 22:21), contrastando con la falta de integridad de Yeshurún en Deuteronomio. La Haftaráh, por lo tanto, no solo resalta la fidelidad de Adonái sino también la expectativa de una respuesta de fidelidad por parte de Su pueblo, un tema crucial para el Reino de Yeshúa HaMashíaj, donde la integridad del corazón es primordial.

3. Brit Hadasháh (Arameo)

Pasaje: Matai 21:33-46 (Parábola de los Labradores Malvados)

Análisis: El pasaje de Matai (Mateo) 21:33-46, conocido como la parábola de los labradores malvados, se conecta directamente con la historia de Israel tal como se presenta en Haazinu, especialmente en lo que respecta a la ingratitud y la apostasía del pueblo. Mar Yeshúa, en esta parábola, describe a un hombre que planta una viña, la cerca, construye un lagar y una torre, y luego la arrienda a labradores antes de viajar. Esta viña es un símbolo claro de Israel, como se encuentra en Yesha’yahu HaNavi 5:1-7. Los “siervos” que el dueño envía para recoger los frutos representan a los Nevi’im (profetas) que HaShem envió a Su pueblo a lo largo de la historia de Israel, tal como Moshéh relata la provisión y el cuidado de Elohím en el desierto (Deuteronomio 32:10-14).

La reacción de los labradores —golpeando, matando y apedreando a los siervos— refleja la historia de Israel de rechazar y perseguir a los Nevi’im, una historia de infidelidad que Moshéh ya preveía en su cántico cuando Yeshurún “engordó y pateó” (Deuteronomio 32:15). Finalmente, el dueño envía a su propio hijo, pensando que lo respetarán. Pero los labradores, codiciosos de la heredad, lo matan. Este hijo, sin duda, es Maran Yeshúa HaMashíaj mismo, quien fue rechazado y ejecutado por el liderazgo de Israel.

El Midrash Rabá sobre Deuteronomio 32:15-18 a menudo lamenta la ingratitud de Israel a pesar de la bondad de HaShem. La parábola de Yeshúa resalta esta misma tragedia desde la perspectiva del dueño de la viña, que es HaShem. La pregunta de Yeshúa a los líderes: “¿Qué hará, pues, el dueño de la viña con aquellos labradores?” y la respuesta de ellos: “Los destruirá sin misericordia y arrendará su viña a otros labradores que le entreguen los frutos a su tiempo,” es una profecía directa de la futura destrucción de Yerushalayim y la transferencia del Reino de Elohím a aquellos que producen sus frutos.

En textos apócrifos y pseudepigráficos, como el Libro de Enoc o los Jubileos, se narra la historia del mundo y la elección de Israel, a menudo con un enfoque en la justificación de los juicios divinos debido a la rebelión y el pecado del pueblo. Por ejemplo, 4 Esdras (también conocido como 2 Esdras) lamenta la ruina de Israel pero mantiene la esperanza en la restauración mesiánica. La parábola de Yeshúa se alinea con estas narrativas, mostrando que la paciencia de HaShem tiene un límite ante la constante desobediencia y el rechazo de Su enviado final, Yeshúa HaMashíaj, quien es la Roca de Israel.

La conexión es clara: la historia de Israel, desde la guía paternal de HaShem en el desierto hasta la plenitud de la tierra, culminó en una apostasía que llevó al rechazo del propio Yeshúa HaMashíaj. Sin embargo, Yeshúa también proclama: “La piedra que desecharon los edificadores, esa fue hecha cabeza de ángulo” (Matai 21:42), señalando Su propia resurrección y la edificación del Reino de los Cielos sobre Él, la verdadera Roca de Israel. Esto significa que la promesa de HaShem no falla, sino que se cumple de una nueva manera a través de Yeshúa, invitando a todos, tanto judíos como gentiles, a ser parte de Su viña, el Reino de Elohím.

4. Contexto Histórico

El cántico de Moshéh en Deuteronomio 32 es pronunciado en los momentos finales de su vida, justo antes de que Israel entre a la Tierra Prometida bajo el liderazgo de Yehoshúa. Moshéh sabe que no cruzará el Jordán, y este cántico es su legado profético, una advertencia y un recordatorio para las generaciones futuras. La Aliyá 2 se enfoca en el pasado de Israel, desde su origen como nación hasta su experiencia en el desierto, y anticipa su futuro en la tierra.

Históricamente, el pasaje sitúa a Israel en un momento de transición crítica. Han vagado por el desierto durante cuarenta años, presenciando la fidelidad de Adonái y también las consecuencias de su propia desobediencia. Moshéh les recuerda que Adonái, el Altísimo (עליון – Elyon), asignó a cada nación sus límites y su heredad, pero que Israel fue elegido por HaShem como Su porción especial (Deuteronomio 32:8-9). Esta idea de una “división de las naciones” se remonta al evento de Babel, donde, según Génesis 10 y 11, la humanidad fue dispersada y las naciones divididas. El Midrash, como Pirkei DeRabbi Eliezer, a menudo elabora sobre la idea de que Adonái asignó 70 ángeles para las 70 naciones de la tierra, reservando a Israel para Sí mismo.

La descripción de HaShem hallando a Israel “en tierra desierta, y en el desierto estéril, un páramo” (Deuteronomio 32:10) evoca la experiencia del Éxodo y la subsiguiente travesía. Fuentes arqueológicas, aunque no directamente “prueban” cada detalle de la narrativa bíblica, sí proporcionan un contexto para la vida en el desierto y la formación de entidades políticas en Canaán. Los textos egipcios y mesopotámicos de la Edad del Bronce Tardío (cuando se sitúa el Éxodo y la conquista) documentan la existencia de pueblos seminómadas y el sistema de ciudades-estado en Canaán.

El pasaje culmina con una profecía de la prosperidad de Israel en la Tierra Prometida, descrita con imágenes de abundancia: miel, aceite, la mejor grasa de animales y trigo (Deuteronomio 32:13-14). Sin embargo, esta prosperidad lleva a la apostasía: “Y engordó Yeshurún, y pateó… Y abandonó Eloah que lo hizo” (Deuteronomio 32:15). Esta advertencia de Moshéh anticipa los ciclos de obediencia y desobediencia que caracterizarían la historia de Israel en la tierra, narrados en los Nevi’im (desde Jueces hasta los Reyes) y que finalmente conducirían al exilio. La referencia a sacrificar a “demonios” (לשדים – la-še-dim) y a “elohím que no conocían” (Deuteronomio 32:17) es una clara alusión a las prácticas idolátricas de las naciones circundantes, prácticas que Israel adoptaría en varias ocasiones, como atestiguan los hallazgos arqueológicos de altares y figurillas de deidades cananeas en sitios israelitas.

Este cántico es, por tanto, un resumen teológico y profético de la relación de HaShem con Israel, que abarca desde la creación hasta el cumplimiento de las promesas y las consecuencias de la desobediencia.

5. Comentarios Proféticos

El cántico de Moshéh no es simplemente un relato histórico; es una declaración profética que trasciende el tiempo, resonando con fuerza en la era actual del Reino de Yeshúa HaMashíaj. La historia de Israel es un microcosmos de la relación de HaShem con la humanidad, y las advertencias de Moshéh sobre la apostasía después de la prosperidad son eternas.

El pasaje de Deuteronomio 32:7-9 establece la elección de Israel como la porción de Adonái entre todas las naciones. Esta elección, si bien particular, tiene un propósito universal: ser una luz para las naciones. En el Reino de Yeshúa HaMashíaj, vemos la extensión de esta luz a toda la humanidad, no anulando la elección de Israel, sino expandiéndola a través de Yeshúa, quien es la “luz de las naciones” (Yesha’yahu 49:6, citado en Hechos 13:47). La profecía de Moshéh sobre la división de las naciones “según el número de los hijos de Israel” (Deuteronomio 32:8) es interpretada por algunos Midrashim (como Sifrei Devarim 311) como una referencia a los 70 príncipes celestiales sobre las naciones, mientras que Israel está directamente bajo el gobierno de Adonái. Esta profecía halla su culminación en el Reino de los Cielos, donde la soberanía de Yeshúa HaMashíaj es universal, sobre toda nación y todo pueblo.

La descripción del cuidado de HaShem por Israel en el desierto, comparándolo con un águila que protege su nido (Deuteronomio 32:11-12), es una imagen de la providencia divina que se extiende a todos los que confían en Yeshúa HaMashíaj. Así como Adonái solo guió a Israel, “y no había con él ningún elohím extraño” (Deuteronomio 32:12), así también Yeshúa HaMashíaj es el único Camino, la única Verdad y la única Vida para los que entran en Su Reino.

La trágica profecía de la apostasía de Yeshurún (Deuteronomio 32:15-18), su engordamiento y patada contra HaShem, es una advertencia perenne. ¿Acaso los que hemos sido bendecidos con las riquezas del Reino de Elohím no estamos en peligro de caer en la misma complacencia y abandonar a Aquel que nos hizo? Maran Yeshúa mismo advirtió contra la riqueza y la autosuficiencia espiritual (Marcos 10:23-25, Apocalipsis 3:17). Los “elohím que no conocían” a los que Yeshurún sacrificó, hoy podrían ser los ídolos modernos del materialismo, el orgullo, la autosuficiencia o las ideologías que desvían el corazón de la verdadera adoración a Elohím.

Proféticamente, este pasaje apunta a la segunda venida de Yeshúa HaMashíaj. La infidelidad de Israel, que llevó al exilio y a la dispersión, es parte de un plan redentor mayor que culminará con el retorno de Israel a HaShem y a Su Mashíaj. Las profecías mesiánicas en Yesha’yahu, Yirmeyahu y Yeḥezqel hablan de un tiempo en que HaShem reunirá a Su pueblo, les dará un corazón nuevo y los guiará a caminar en Sus sendas (Yirmeyahu 31:31-34, Yeḥezqel 36:24-27). Esta restauración plena y final de Israel es intrínsecamente ligada al establecimiento completo del Reino de Yeshúa HaMashíaj en la tierra. La historia de Israel, con sus caídas y restauraciones, es un testimonio de la fidelidad de Elohím que, a pesar de la infidelidad humana, siempre cumplirá Sus promesas a través de Su Mashíaj.

6. Análisis Profundo

El cántico de Moshéh está cargado de un lenguaje poético y teológico profundo que merece una inmersión detallada.

* זְכֹר יְמוֹת עוֹלָם בִּינוּ שְׁנוֹת דּוֹר וָדוֹר (zə-ḵor yə-mot olam binu šənot dor va-dor – Recuerda los días de la eternidad, entended los años de generación y generación): Este llamado inicial es una invitación a la memoria histórica y teológica. La memoria no es meramente recordar eventos, sino comprender el patrón de la interacción de Elohím con Su pueblo a lo largo del tiempo. “Yemot Olam” (días de eternidad) puede referirse a la antigüedad, a los tiempos primordiales, o incluso a la visión providencial y eterna de HaShem sobre la historia. Los Sabios, en Midrash Tehillim, a menudo enfatizan el poder de la memoria para preservar la identidad y la fe. La instrucción de “preguntar a tu padre y a tus ancianos” (שְׁאַל אָבִ֙יךָ֙… זְקֵנֶ֙יךָ֙ – šə-al avi-ḵa… zə-qe-ne-ḵa) subraya la importancia de la transmisión oral de la Torah y la historia de fe, un principio fundamental en el Reino de los Cielos (Deuteronomio 6:7).

* בְּהַנְחֵ֤ל עֶלְיוֹן֙ גּוֹיִ֔ם… יַצֵּב֙ גְּבֻלֹ֣ת עַמִּ֔ים לְמִסְפַּ֖ר בְּנֵ֥י יִשְׂרָאֵֽל׃ (bə-han-ḥel Elyon goyim… yaṣṣev gə-vu-lot amim lə-mispar bə-nei Yisra’el – Cuando dio herencia el Altísimo a las naciones… estableció los límites de los pueblos conforme al número de los hijos de Israel): La palabra “עֶלְיוֹן” (Elyon – Altísimo) es un título de Elohím que enfatiza Su soberanía universal sobre toda la creación y todas las naciones. Este verso, junto con la mención de “בְּנֵי אָדָ֑ם” (bə-nei Adam – hijos de Adán) se refiere a la dispersión de las naciones en Babel (Génesis 11). El Targum Yonatan y el Targum Pseudo-Jonatán interpretan “el número de los hijos de Israel” como 70, que coincide con el número tradicional de las naciones enumeradas en Génesis 10, implicando que Adonái ordenó el mundo con Israel en el centro de Su plan providencial. En el Reino de los Cielos, esta verdad se expande, pues en Yeshúa HaMashíaj, las barreras entre las naciones son derribadas, y todos pueden entrar en la porción de Adonái (Gálatas 3:28).

* כִּי֩ חֵ֨לֶק ה’ עַמּ֗וֹ יַעֲקֹב֙ חֶ֣בֶל נַחֲלָתֽוֹ׃ (ki ḥe-leq Adonái amo Yaakov ḥe-vel na-ḥa-lato – Porque la porción de Adonái es Su pueblo; Yaakov es la cuerda de Su heredad): Aquí, Israel (Yaakov) es la “porción” (חֵ֨לֶק – ḥe-leq) y la “heredad” (נַחֲלָתֽוֹ – na-ḥa-lato) de HaShem. Esto denota una relación íntima y de propiedad exclusiva. La palabra “חֶ֣בֶל” (ḥe-vel) puede significar “cuerda” o “porción” (como una porción medida con una cuerda). Adonái no solo los eligió, sino que los reclamó como Suyos. Esta es la base de la identidad de los discípulos de Mashíaj: somos la heredad de Elohím en Yeshúa HaMashíaj.

* יִמְצָאֵ֙הוּ֙ בְּאֶ֣רֶץ מִדְבָּ֔ר וּבְתֹ֖הוּ יְלֵ֣ל יְשִׁמֹ֑ן (yim-ṣa-ehu bə-e-reṣ mid-bar u-və-tohu yə-lel yə-ši-mon – Lo halló en tierra desierta, y en el desierto estéril, un páramo): La descripción del desierto como “tóhu ye-lel yə-ši-mon” (desierto de aullidos, páramo) evoca la desolación y el peligro, pero también la presencia de HaShem en un lugar donde no había nada. Adonái encontró a Israel en su estado más vulnerable y lo transformó. Esto es profundamente mesiánico, ya que Yeshúa HaMashíaj busca a los perdidos y desamparados para llevarlos a Su Reino.

* כְּנֶ֙שֶׁר֙ יָעִ֣יר קִנּ֔וֹ… יְרַחֵ֑ף יִפְרֹ֤שׂ כְּנָפָיו֙… יִשָּׂאֵ֖הוּ עַל־אֶבְרָתֽוֹ׃ (kə-ne-šer ya-ir qi-no… yə-ra-ḥef yif-ros kə-na-fav… yi-śa-ehu al-ev-rato – Como un águila que despierta su nido… revolotea, extiende sus alas… los lleva sobre sus plumas): La imagen del águila es una de las metáforas más poderosas del cuidado de Elohím. El águila no solo protege, sino que también enseña a sus crías a volar, las lleva y las sostiene cuando son débiles. El Midrash Tanhuma Buber, sobre Shemot (Éxodo), compara esta imagen con la forma en que Adonái llevó a Israel de Egipto, sobre “alas de águila”. En el Reino de los Cielos, Yeshúa HaMashíaj es nuestro protector y sustentador, quien nos lleva y nos capacita para volar en la fe.

* וַיִּשְׁמַ֤ן יְשֻׁרוּן֙ וַיִּבְעָ֔ט… וַיִּטֹּשׁ֙ אֱל֣וֹהַּ עָשָׂ֔הוּ (va-yiš-man Yəšurun va-yiv-aṭ… va-yi-ṭoš Eloah a-śahu – Y engordó Yeshurún, y pateó… Y abandonó a Eloah que lo hizo): “Yeshurún” (יְשֻׁרוּן֙) es un nombre poético para Israel, que significa “el recto” o “el justo”, un ideal que contrasta con la realidad de su apostasía. La imagen de “engordar y patear” es de un animal bien alimentado que se vuelve obstinado y rebelde. Es la ingratitud que surge de la prosperidad. Este es un punto de inflexión trágico en la historia de Israel, y también una advertencia para los discípulos de Mashíaj. La abundancia material o espiritual sin una base de humildad y dependencia de Adonái puede llevar al olvido y la rebelión.

* יַקְנִאֻ֙הוּ֙ בְּזָרִ֔ים… יִזְבְּח֤וּ לַשֵּׁדִים֙ לֹ֣א אֱלֹ֔הַּ (yaq-ni-uhu bə-zarim… yiz-bə-ḥu la-še-dim lo Eloah – Lo provocaron a celos con extraños… Sacrificaron a demonios, no a Eloah): La adoración a “elohím extraños” y “demonios” (שדים – še-dim) es la traición máxima. El Targum de Onkelos traduce “שדים” como “ídolos”. El Midrash Rabbah sobre este verso enfatiza que estas deidades no tienen existencia, que son vanidad, y sin embargo, Israel se desvió hacia ellas. Esta es la raíz de la idolatría: el olvido de Quien nos creó y nos sostuvo, y la búsqueda de sustitutos falsos. Este principio es crucial para el Reino de Yeshúa HaMashíaj: solo en Yeshúa se encuentra la verdadera adoración y la vida eterna, y cualquier desviación hacia otros “elohím” o ideologías es una forma de idolatría espiritual.

7. Tema Relevante

El tema central y más relevante de esta Aliyá es la fidelidad inquebrantable de HaShem frente a la ingratitud y apostasía de Israel.

Moshéh pinta un cuadro vívido del cuidado paternal de Adonái: Su elección de Israel entre las naciones, Su protección en el desierto como un águila que guía a sus polluelos, y Su provisión milagrosa de abundancia en la tierra. HaShem no solo rescató a Israel, sino que lo nutrió, lo instruyó y lo guardó “como la pupila de Su ojo” (Deuteronomio 32:10). Esta es la cumbre del amor y la dedicación divina.

Sin embargo, el cántico rápidamente se convierte en un lamento por la ingratitud de Yeshurún. Después de haber sido alimentado hasta la saciedad, Yeshurún se rebeló, abandonando a su Creador y Salvador. Este ciclo de bendición, prosperidad y posterior apostasía se convierte en un patrón recurrente en la historia de Israel, una advertencia profética que se extiende a lo largo de los Nevi’im y los Ketuvim.

Para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos, este tema es de vital importancia. A nosotros también se nos ha mostrado una fidelidad inquebrantable por parte de Elohím a través de Yeshúa HaMashíaj. Hemos sido rescatados de la oscuridad, provistos de la Torah y el Ruaj HaKodesh, y se nos ha prometido la heredad del Reino de Elohím. El peligro de la “gordura y la patada” espiritual es real. La complacencia, el orgullo, la autosuficiencia y la distracción por las cosas del mundo pueden llevarnos a olvidar la Roca de nuestra salvación. La adoración de “elohím extraños” hoy se manifiesta no solo en ídolos físicos, sino en la idolatría del ego, del éxito, del placer o de cualquier cosa que ocupe el lugar que solo Elohím debe tener en nuestro corazón.

Esta Aliyá nos llama a una reflexión profunda sobre nuestra propia fidelidad. ¿Estamos respondiendo al amor y la provisión de HaShem con gratitud y obediencia, o estamos cayendo en la trampa de la ingratitud, olvidando al El que nos engendró? El Reino de los Cielos requiere una devoción constante a Yeshúa HaMashíaj, reconociéndolo como la fuente de toda bendición y la única Roca de nuestra salvación.

8. Descubriendo a Mashíaj

El cántico de Moshéh en Haazinu, y en particular esta Aliyá, es rico en alusiones y prefiguraciones de Yeshúa HaMashíaj y el Reino de los Cielos.

1. La Roca de Salvación (צוּר יְשׁוּעָתֽוֹ – ṣur yə-šu-ato): Moshéh se refiere a Elohím como la “Roca de su salvación” (Deuteronomio 32:15). Esta imagen de la Roca es un tema recurrente en los Nevi’im (Yesha’yahu 28:16) y se cumple plenamente en Yeshúa HaMashíaj. Él es la Piedra angular que los edificadores desecharon, pero que HaShem convirtió en la principal piedra del ángulo (Matai 21:42). Es sobre esta Roca, Yeshúa, que se edifica el verdadero Reino de los Cielos, la congregación de los fieles (Matai 16:18).

2. El Pastor y Protector Divino: La descripción de HaShem hallando a Israel en el desierto, rodeándolo, instruyéndolo y guardándolo “como la pupila de Su ojo” (Deuteronomio 32:10), y comparándolo con un águila que cuida a sus polluelos (Deuteronomio 32:11-12), revela el amor protector y paternal de Elohím. Esta imagen encuentra su eco más profundo en Yeshúa HaMashíaj, el Buen Pastor que da su vida por sus ovejas (Yojanán 10:11-15), quien nos reúne bajo Sus alas (Matai 23:37), y quien nos guarda y protege de todo mal, asegurando que ninguno se pierda. En el Reino de los Cielos, Yeshúa es nuestro protector constante.

3. La Provisión Abundante: La descripción de la tierra de Israel como un lugar de miel, aceite, y los mejores frutos (Deuteronomio 32:13-14) prefigura la abundancia espiritual que se encuentra en Yeshúa HaMashíaj. Él es el Pan de Vida (Yojanán 6:35) y el Agua Viva (Yojanán 4:10) que satisface todas nuestras necesidades espirituales. El “vino puro” (Deuteronomio 32:14) puede ser visto como una prefiguración del vino de la comunión, símbolo de la Brit Hadasháh en la sangre de Mashíaj. Esta provisión, sin embargo, debe ser recibida con gratitud y no con la ingratitud de Yeshurún.

4. El Juicio sobre la Apostasía: La advertencia de Moshéh sobre la apostasía de Yeshurún y el abandono de Eloah (Deuteronomio 32:15-18) se cumple trágicamente en el rechazo de Yeshúa HaMashíaj por parte de Israel, como se ilustra en la parábola de los labradores malvados (Matai 21:33-46). Sin embargo, incluso en el juicio, hay un propósito redentor. El “El que te engendró” (Deuteronomio 32:18) que Israel olvidó, es el mismo Elohím que envió a Su Mashíaj para restaurar la relación. Los textos apócrifos como el Libro de Jubileos y 2 Baruch a menudo discuten la necesidad del juicio divino para purificar a Israel y prepararlos para el tiempo mesiánico, un tiempo que se inicia con la venida de Yeshúa HaMashíaj.

5. La Elección de Israel y su Propósito Universal: Aunque el pasaje habla de la elección particular de Israel como la porción de Adonái (Deuteronomio 32:9), el Reino de Yeshúa HaMashíaj revela el propósito universal de esta elección: a través de Israel y de su Mashíaj, la salvación se extiende a todas las naciones. La división de las naciones “conforme al número de los hijos de Israel” (Deuteronomio 32:8) encuentra su significado pleno en la congregación de Yeshúa, donde personas de todas las naciones se unen para formar un solo pueblo bajo la soberanía del Rey Mashíaj, esperando el establecimiento definitivo de Su Reino en Har Tziyon.

9. Midrashim y Targumim

Los Midrashim y Targumim ofrecen perspectivas enriquecedoras sobre la Aliyá 2 de Haazinu, profundizando en el significado del cántico de Moshéh.

* Deuteronomio 32:7 – “Recuerda los días de la eternidad…”:

* Sifrei Devarim 306: Este Midrash enfatiza que Moshéh exhorta a Israel a aprender de la historia. No solo su propia historia, sino la historia de la creación y de los patriarcas, para entender la fidelidad de Adonái. Recordar el pasado ayuda a uno a comprender el presente y anticipar el futuro.

* Targum Onkelos: Traduce “yemot olam” (días de eternidad) como “los días del mundo”, subrayando la amplitud de la memoria que Israel debe tener, desde el principio.

* Targum Yonatan: Expande este verso, sugiriendo que deben recordar las maravillas que Adonái hizo desde el principio de los tiempos, antes de la creación del mundo, y cómo Su plan siempre ha incluido a Israel.

* Deuteronomio 32:8-9 – “Cuando dio herencia el Altísimo a las naciones… la porción de Adonái es Su pueblo”:

* Midrash Tanhuma, Buber Devarim 3: Este Midrash interpreta que Adonái asignó 70 príncipes o ángeles guardianes a las 70 naciones del mundo (según Génesis 10), pero a Israel lo guardó para Sí mismo, directamente bajo Su providencia. La frase “לְמִסְפַּ֖ר בְּנֵ֥י יִשְׂרָאֵֽל” (lə-mispar bə-nei Yisra’el) es interpretada por algunos como el número de las almas de Israel, o el número de los hijos de Yaakov que descendieron a Egipto, lo que refuerza la idea de que Adonái había preordenado el lugar de Israel entre las naciones desde la antigüedad.

* Targum Pseudo-Jonatán: Explica que Adonái dio a cada nación su propia tierra y un ángel gobernante, pero “a Israel el Santo, Bendito sea Él, no los dejó bajo el poder de ningún ángel, sino que Él mismo es Su Rey”. Esto subraya la relación única y directa de HaShem con Israel.

* Deuteronomio 32:10 – “Lo halló en tierra desierta…”:

* Midrash Rabbah Devarim 4:2: Compara el desierto con el estado de Israel antes del Éxodo, esclavizados y sin esperanza. Adonái los encontró en su punto más bajo y los levantó. La frase “יְסֹבְבֵ֙הוּ֙ יְבוֹנְנֵ֙הוּ֙ יִצְּרֶ֙נְהוּ֙” (yə-so-və-vehu yə-vo-nə-nehu yiṣ-ṣə-renhu – Lo rodeó, lo instruyó, lo guardó) se interpreta como el cerco de las nubes de gloria, la enseñanza de la Torah y la protección divina.

* Targum Onkelos: Traduce estos verbos de forma similar, enfatizando la enseñanza y la protección divinas en el desierto.

* Deuteronomio 32:11 – “Como un águila que despierta su nido…”:

* Midrash Tanhuma, Ki Tisa 27: Describe cómo el águila es el más misericordioso de los pájaros con sus crías. Cuando las saca del nido, vuela delante de ellas, llevándolas sobre sus alas si están cansadas. Este Midrash conecta esta imagen con la salida de Egipto (Shemot 19:4), donde Adonái les dijo: “Yo os llevé sobre alas de águilas”. Destaca la paciencia y el cuidado metódico de HaShem para enseñar a Israel a depender de Él.

* Deuteronomio 32:15-18 – “Y engordó Yeshurún, y pateó…”:

* Midrash Rabbah Devarim 4:10: Explica que “Yeshurún” es un nombre dado a Israel cuando es justo y recto. Sin embargo, cuando se desvía, pierde este nombre. La “gordura” (שָׁמַ֙נְתָּ֙ – ša-man-ta) se interpreta no solo como abundancia física, sino también como orgullo y arrogancia que lleva a la rebelión.

* Targum Yonatan: En el verso 17, el Targum elabora sobre los “elohím que no conocían”, refiriéndose a los ídolos de las naciones, a los que los padres de Israel no habían rendido culto. También traduce “שדים” (še-dim) como “falsos elohím” o “demonios”, aclarando que estos eran espíritus malignos o deidades paganas. El Midrash Tanhuma también señala que “elohím nuevos” son aquellos que no habían estado presentes en el Sinaí, enfatizando la ruptura con el pacto original.

* Sifrei Devarim 318: Analiza el “olvido” (וַתִּשְׁכַּ֖ח – va-tiš-kaḥ) de Israel. No es una pérdida de memoria accidental, sino un olvido deliberado y una negligencia del Elohím que los creó y les dio vida. Este olvido lleva a la idolatría y al abandono de la Torah.

Estos Midrashim y Targumim no solo aclaran el texto, sino que también revelan la profunda tristeza de los Sabios ante la historia de la infidelidad de Israel, al tiempo que reafirman la inmutable fidelidad y amor de HaShem, incluso en medio del pecado de Su pueblo. La comprensión de esta tensión es esencial para apreciar la necesidad de Yeshúa HaMashíaj, quien viene a restaurar a Israel y a toda la humanidad a la relación correcta con Elohím.

10. Mandamientos

De esta Aliyá, podemos extraer varios mandamientos o principios de vida esenciales para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos:

1. Mandamiento de la Memoria Histórica y Teológica (Deuteronomio 32:7): “Recuerda los días de la eternidad, entended los años de generación y generación.” Los discípulos de Mashíaj están llamados a recordar la historia de la fidelidad de Elohím a Israel y a la humanidad, desde la creación hasta la redención en Yeshúa HaMashíaj. Debemos aprender de los errores del pasado y de las maravillas de Adonái para fortalecer nuestra fe y evitar la apostasía. La transmisión de esta memoria a las nuevas generaciones es crucial.

2. Principio de Reconocimiento de la Soberanía de Elohím (Deuteronomio 32:8-9): Adonái es el Altísimo que establece los límites de las naciones y elige a Su pueblo. Los discípulos deben reconocer la soberanía absoluta de Elohím sobre toda la creación y sobre la historia. Nuestro lugar en el Reino de los Cielos es un privilegio, no un derecho, y debemos vivir bajo la autoridad de Maran Yeshúa, el Rey de Reyes.

3. Mandamiento de Gratitud y Fidelidad (Deuteronomio 32:10-14): La provisión y protección de HaShem para Israel fueron inmensas. Del mismo modo, Elohím nos ha bendecido abundantemente en Yeshúa HaMashíaj. Se nos manda responder con una gratitud profunda y una fidelidad inquebrantable, no con la ingratitud y la rebelión de Yeshurún. Debemos cultivar un corazón agradecido por la gracia y la provisión de HaShem en nuestras vidas.

4. Principio de Vigilancia contra la Apostasía y la Idolatría (Deuteronomio 32:15-18): La advertencia de Moshéh contra el “engordar y patear” es un mandamiento para estar en guardia. La prosperidad y la comodidad pueden llevar a la complacencia, el orgullo y el olvido de Elohím. Debemos evitar cualquier forma de idolatría, ya sea la adoración de elohím extraños o la idolatría de posesiones, poder o el yo. Yeshúa HaMashíaj debe ser el centro exclusivo de nuestra adoración y devoción en el Reino de Elohím.

5. Mandamiento de Recordar al Creador y Sustentador (Deuteronomio 32:18): “Y te olvidaste del El que te engendró.” Este es un llamado a nunca olvidar a Quien nos dio la vida, tanto física como espiritualmente. Para los discípulos de Mashíaj, esto significa vivir en constante conciencia de que nuestra existencia y nuestra redención provienen de Elohím a través de Yeshúa HaMashíaj, y que Él es la fuente de nuestra identidad y propósito.

11. Preguntas de Reflexión

1. Moshéh insta a Israel a recordar “los días de la eternidad” y la historia de las generaciones. ¿Cómo podemos, como discípulos de Yeshúa HaMashíaj en el Reino de los Cielos, cultivar una memoria histórica y teológica que nos fortalezca contra la apostasía y nos impulse a la fidelidad?

2. La Aliyá describe la fidelidad inquebrantable de Elohím y, en contraste, la ingratitud de Yeshurún cuando “engordó y pateó”. ¿De qué maneras la prosperidad (material o espiritual) en nuestras propias vidas o en la congregación de Mashíaj podría llevarnos a la complacencia o a “patear” contra la fidelidad de HaShem? ¿Cómo podemos evitarlo?

3. Israel abandonó a Eloah por “elohím que no conocían” y “demonios”. En el contexto del Reino de Yeshúa HaMashíaj, ¿cuáles son los “elohím extraños” o “demonios” sutiles que podrían estar compitiendo por nuestra lealtad hoy, y cómo podemos asegurar que Yeshúa HaMashíaj sea el único objeto de nuestra devoción y confianza?

12. Resumen

La Aliyá 2 de Parashá Haazinu, Deuteronomio 32:7-18, es un poderoso cántico profético de Moshéh que encapsula la historia de Israel como un testimonio de la fidelidad inquebrantable de HaShem y, trágicamente, la tendencia del pueblo hacia la ingratitud y la apostasía. Desde la elección de Israel como la porción especial de Adonái hasta Su cuidado paternal en el desierto, Elohím se revela como la Roca de salvación. Sin embargo, la prosperidad lleva a Yeshurún a olvidar a su Creador, sacrificando a elohím extraños. Este pasaje es una advertencia perenne y, a la vez, una promesa de la constante provisión de HaShem, revelando cómo la historia de Israel culmina y encuentra su redención en Yeshúa HaMashíaj, el fundamento del Reino de los Cielos y la Roca eterna de nuestra salvación, llamándonos a una fidelidad consciente y agradecida.

13. Tefiláh (Oración)

Adonái, Elohím de Israel y Padre de nuestro Maran Yeshúa HaMashíaj, elevamos nuestros corazones a Ti en gratitud por Tu inquebrantable fidelidad, revelada a través de las generaciones de Tu pueblo y en la plenitud de Tu Reino. Te damos gracias por Tu cuidado paternal en el desierto de nuestras vidas, por hallarnos en nuestra desolación y guardarnos como la pupila de Tu ojo, y por la provisión abundante que nos das en Yeshúa. Perdónanos, te suplicamos, por las veces que, en nuestra prosperidad o comodidad, hemos caído en la ingratitud, abandonando Tu Torah y desviando nuestros corazones hacia elohím extraños o las vanidades de este mundo. Ayúdanos, por medio de Ruaj HaKodesh, a recordar siempre que Tú eres la Roca de nuestra salvación, a vivir en constante gratitud y obediencia, y a mantener a Yeshúa HaMashíaj como el centro de nuestra adoración y el fundamento de Tu Reino en la tierra, para la gloria de Tu Nombre. Amén.

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Parashá 53 Haazinu (האזינו) – Aliyah 1

Aliyáh 1: (Deuteronomio 32:1-6) Moshé comienza su cántico llamando al cielo y a la tierra como testigos y describiendo la bondad de Elohím y la ingratitud de Israel.
Haftaráh: 2 Samuel 22:1-51 (El cántico de David en agradecimiento a Elohím por Su liberación).
Brit Hadasháh: Romanos 1:20-23 (La revelación de Elohím en la creación y la ingratitud del ser humano).

Tema: La canción de Moshéh

1. Texto Hebreo Interlineal

Pasaje: Deuteronomio 32:1-32:6

Texto Hebreo OriginalFonética TiberianaTraducción Palabra por PalabraTraducción Literal del Verso
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הַאֲזִינוּ הַשָּׁמַיִם וַאֲדַבֵּרָהHa-a-zi-nu ha-ša-ma-yim va-a-da-be-raEscuchad, oh cielos, y hablaréEscuchad, oh cielos, y hablaré
וְתִשְׁמַע הָאָרֶץ אִמְרֵי פִֽי׃ve-tiš-ma ha-a-reṣ im-rei fi.y oiga la tierra las palabras de mi boca.y oiga la tierra las palabras de mi boca.
יַעֲרֹף כַּמָּטָר לִקְחִיYa-a-rof ka-ma-ṭar liq-ḥiGotee como la lluvia mi enseñanzaGotee como la lluvia mi enseñanza
תִּזַּל כַּטַּל אִמְרָתִיti-zal ka-ṭal im-ra-tiDestile como el rocío mi dichoDestile como el rocío mi dicho
כִּשְׂעִירִים עֲלֵי דֶשֶׁאki-se-i-rim a-lei de-šecomo aguaceros sobre la hierbacomo aguaceros sobre la hierba
וְכִרְבִיבִים עֲלֵי עֵשֶׂב׃ve-jir-vi-vim a-lei e-sev.y como gotas sobre el pasto.y como gotas sobre el pasto.
כִּי שֵׁם יְהוָה אֶקְרָאKi šem YHWH eq-raPorque el Nombre de Adonái invocaréPorque el Nombre de Adonái invocaré
הָבוּ גֹדֶל לֵאלֹהֵינוּ׃ha-vu go-del le-lo-hei-nu.Dad grandeza a nuestro Elohím.Dad grandeza a nuestro Elohím.
הַצּוּר תָּמִים פָּעֳלוֹHa-ṣur ta-mim pa-o-loLa Roca, perfecto Su obrarLa Roca, perfecto Su obrar
כִּי כָל־דְּרָכָיו מִשְׁפָּטki jol-de-ra-jav miš-paṭporque todos Sus caminos son justiciaporque todos Sus caminos son justicia
אֵל אֱמוּנָה וְאֵין עָוֶלEl e-mu-na ve-ein a-velEl Elohím de fidelidad y no hay iniquidadEl Elohím de fidelidad y no hay iniquidad
צַדִּיק וְיָשָׁר הוּא׃ṣa-diq ve-ya-šar hu.Justo y recto es Él.Justo y recto es Él.
שִׁחֵת לוֹ לֹא בָּנָיו מוּמָםŠi-ḥet lo lo va-nav mu-mamHan actuado corruptamente contra Él, no Sus hijos, su manchaHan actuado corruptamente contra Él, no Sus hijos, su mancha
דּוֹר עִקֵּשׁ וּפְתַלְתֹּל׃dor iq-qeš u-fe-tal-tol.generación torcida y perversa.generación torcida y perversa.
הַלַה’ תִּגְמְלוּ־זֹאתHa-la-YHWH tig-me-lu-zot¿A Adonái retribuiréis esto?¿A Adonái retribuiréis esto?
עַם נָבָל וְלֹא חָכָםam na-val ve-lo ḥa-jampueblo vil y no sabio.pueblo vil y no sabio.
הֲלוֹא הוּא אָבִיךָ קָּנֶךָHa-lo hu a-vi-ja qa-ne-ja¿Acaso no es Él tu Padre que te adquirió?¿Acaso no es Él tu Padre que te adquirió?
הוּא עָשְׂךָ וַיְכֹנְנֶךָּ׃hu a-se-ja vai-jon-ne-ja.Él te hizo y te estableció.Él te hizo y te estableció.

2. Haftaráh Analizada

Pasaje: Shmu’el Bet 22:1-51

Análisis: La Haftaráh para Parashá Haazinu, según algunas tradiciones, se toma del segundo libro de Shmu’el 22:1-51, que presenta el canto de David HaMelej. Esta elección es profundamente significativa, ya que la Parashá Haazinu es el canto de Moshéh antes de su partida, y la Haftaráh es el canto de David HaMelej después de haber sido librado de todos sus enemigos y de la mano de Shaúl. Ambas son canciones de alabanza y testimonio, pronunciadas al final de una etapa vital de liderazgo y experiencia con HaShem.

El canto de David HaMelej resuena con los temas de fidelidad divina y la justicia de Elohím, tal como Moshéh los presenta en su canto. Moshéh exhorta a los cielos y a la tierra a ser testigos de la rectitud de HaShem y la ingratitud de Israel. De manera similar, David proclama que “Adonái es mi roca, y mi fortaleza, y mi libertador” (Shmu’el Bet 22:2), haciendo eco de la declaración de Moshéh: “Ha-Ṣur ta-mim pa-o-lo” (La Roca, perfecto Su obrar) en Deuteronomio 32:4. Ambos líderes reconocen a Elohím como la fuente inquebrantable de salvación y juicio.

El Midrash Tanhuma (Haazinu 1) conecta el acto de Moshéh de llamar a los cielos y la tierra como testigos con el hecho de que son inmortales y presenciarán el juicio futuro. David, en su canto, también invoca la memoria de las grandes obras de HaShem a lo largo de su vida, sirviendo como testimonio de la continua intervención divina. Targum Yonatan sobre Deuteronomio 32:1 explica que los cielos y la tierra son llamados a atestiguar la validez de la Torah, y que su existencia misma depende de su cumplimiento. Esto se refleja en la canción de David, donde la bendición y el favor de HaShem están directamente relacionados con la obediencia y la rectitud del rey. La conexión subraya la verdad eterna de que Elohím es fiel a Su pacto, y Su carácter es la base tanto de la justicia como de la redención. La canción de David, como la de Moshéh, prefigura la soberanía de Mashíaj, quien también sería un rey y libertador, cuyas palabras serían como la lluvia y el rocío, trayendo vida y juicio.

3. Brit Hadasháh (Arameo)

Pasaje: Rōmāyē 10:1-4 (Corresponde a Romanos 10:1-4)

Análisis: El pasaje de la Brit Hadasháh en Rōmāyē (Romanos) 10:1-4, que en arameo podría leerse así en una traducción conceptualizada:

> ܐܰܚܰܝ̈. ܨܒܽܘܬ݂ܳܐ ܕ݂ܠܶܒ݁ܳܐ ܕ݂ܺܝܠܝ. ܘܒ݂ܳܥܽܘܬ݂ܝ ܠܘܳܬ݂ ܐܰܠܳܗܳܐ. ܚܠܳܦ݂ ܝܶܣܪܳܝܶܠ. ܕ݁ܢܶܫܬ݁ܰܘܙܽܘܢ. (Aḥay. ṣəvūtā dalbā dīli. Uv’ōʿūtī lwat Alāhā. ḥlāf Yīsrāyēl. dənīštawzūn.)

> Mi (lit. mis) hermanos, el deseo de mi corazón y mi súplica a Elohím por Israel, es que sean salvos.

>

> ܟ݁ܽܠܗܽܘܢ ܓ݁ܶܝܪ ܣܳܗܕ݂ ܐܳܢܳܐ ܠܗܽܘܢ. ܕ݁ܛܶܢܳܢܳܐ ܕ݁ܰܐܠܳܗܳܐ ܐܺܝܬ݂ ܒ݁ܗܽܘܢ. ܐܶܠܳܐ ܠܳܐ ܒ݂ܝܰܕ݂ ܝܺܕ݂ܰܥܬ݂ܳܐ. (Kulhūn gīr sāhd ānā lhūn. dṭēnānā dAlāhā īth bhūn. Elā lā bəyaʿd yīdaʿtā.)

> Porque les doy testimonio a todos ellos que celo de Elohím hay en ellos, pero no con conocimiento.

>

> ܦ݁ܰܪܫܶܬ݂ ܓ݁ܶܝܪ ܙܰܕ݁ܺܝܩܽܘܬ݂ܳܐ ܕ݁ܡܶܢ ܐܰܠܳܗܳܐ. ܘܙܰܕ݁ܺܝܩܽܘܬ݂ܳܐ ܕ݁ܰܢܦܰܫܗܽܘܢ ܒ݁ܥܰܘ ܠܰܡܩܳܝܳܡܽܘ. ܘܠܰܙܕ݁ܺܝܩܽܘܬ݂ܳܐ ܕ݁ܡܶܢ ܐܰܠܳܗܳܐ ܠܳܐ ܐܶܫܬ݁ܰܥܒ݁ܰܕ݂ܘ. (Paršeṯ gīr zaḍḍīqūtā dmen Alāhā. wzaḍḍīqūtā dnafšhūn bʿaw lamqāyāmū. Walazḍḍīqūtā dmen Alāhā lā eštaʿbbaḍw.)

> Porque habiendo ignorado la justicia que es de Elohím, y buscando establecer la suya propia, no se sometieron a la justicia que es de Elohím.

>

> ܡܶܛܽܠ ܕ݁ܡܰܫܺܝܚܳܐ ܗܽܘ ܣܽܘܦ݂ܳܐ ܕ݁ܢܳܡܽܘܣܳܐ ܠܟ݂ܽܠ ܕ݁ܰܡܗܰܝܡܶܢ ܠܙܰܕ݁ܺܝܩܽܘܬ݂ܳܐ. (Mēṭṭul dMašīḥā hū sūfā dDīmusā lkul daṁhaymēn lazḍḍīqūtā.)

> Porque Mashíaj es el fin de la Torah para justicia a todo aquel que cree.

La canción de Moshéh en Haazinu establece la fidelidad inquebrantable de HaShem como la Roca y la infidelidad del pueblo de Israel. El pasaje de Rōmāyē, escrito por Shaúl (Pablo), un enviado de Maran Yeshúa, aborda esta misma tensión desde la perspectiva del cumplimiento del Reino de los Cielos. La “justicia de Elohím” (צֶדֶק אֱלֹהִים – ṣedeq Elohím) es un tema central en ambas narrativas. Moshéh lamenta que Israel se haya corrompido, olvidando a Elohím que los creó (Deuteronomio 32:5-6). Shaúl observa un “celo de Elohím” en Israel, pero señala que este celo no estaba “con conocimiento” (Rōmāyē 10:2), lo que les llevó a buscar su propia justicia en lugar de someterse a la que proviene de Elohím a través de Yeshúa HaMashíaj.

Este pasaje de la Brit Hadasháh ilumina la profecía de Moshéh, al revelar cómo la “justicia” de Elohím se manifiesta plenamente en Yeshúa HaMashíaj. Los textos pseudepigráficos como 4 Esdras y Baruc sirio a menudo lamentan la condición pecaminosa de Israel y la necesidad de una intervención divina para la restauración, lo cual resuena con el lamento de Moshéh. La venida de Yeshúa HaMashíaj, según la Brit Hadasháh, es el clímax de esta intervención, la “Roca” de la que Moshéh habló, que ahora se revela como la piedra angular del Reino de los Cielos. En Maran Yeshúa, la justicia de HaShem se cumple y se ofrece a todos aquellos que confían en Él, sin importar su origen. Él es la realización de la promesa y la advertencia en el canto de Moshéh, el cumplimiento de la Torah para la justicia a todos los que creen y entran en Su Reino.

4. Contexto Histórico

La Parashá Haazinu y su Aliyá 1 se sitúan en un momento crucial de la narrativa del pueblo de Israel: Moshéh está al final de su vida, a punto de ascender al Har Nevo y ver la Tierra Prometida sin entrar en ella. Este canto es su testamento final, una exhortación profética a la nación que ha guiado por cuarenta años en el desierto. La generación que salió de Egipto ha fallecido, y una nueva generación está a punto de entrar en Canaán. Moshéh sabe que, a pesar de las maravillas de HaShem y Su liberación, el pueblo tenderá a la idolatría y la rebelión una vez establecido en la tierra fértil.

El contexto cultural es el de una nación en transición, dejando atrás la vida nómada y preparándose para establecerse en una tierra habitada por pueblos cananeos con prácticas religiosas idólatras. Moshéh, como el líder y profeta por excelencia, utiliza el formato de una canción (שִׁירָה – šira) para que su mensaje sea recordado y transmitido de generación en generación. La canción es una forma poderosa de instrucción y advertencia en las culturas antiguas, diseñada para ser memorizada y recitada.

Los personajes principales son Moshéh, el pueblo de Israel, y HaShem. Moshéh, habiendo experimentado de primera mano la persistente desobediencia y la fidelidad de Elohím, emite esta advertencia solemne. El canto actúa como un contrato legal o un pacto, donde los “cielos y la tierra” son llamados como testigos eternos del acuerdo entre HaShem e Israel.

Arqueológicamente, el período de la salida de Egipto y la entrada en Canaán es debatido, pero los temas del pacto, la ley y la adoración a un solo Elohím contrastan fuertemente con las prácticas politeístas y de fertilidad de los cananeos evidenciadas en sitios como Ugarit. Los hallazgos de tablillas cuneiformes que describen mitos cananeos de dioses como Baal y Asherah revelan el tipo de tentaciones espirituales que el pueblo de Israel enfrentaría. El canto de Moshéh es una clara llamada a la distinción y la lealtad exclusiva a HaShem, advirtiendo contra la corrupción de la identidad nacional por la asimilación a estas culturas.

5. Comentarios Proféticos

El canto de Moshéh es eminentemente profético, mirando tanto al pasado como al futuro del pueblo de Israel. Declara la naturaleza inmutable de HaShem como “Ha-Ṣur” (la Roca), cuya obra es perfecta y cuyos caminos son justicia (Deuteronomio 32:4). Esta declaración es una profecía perenne de la coherencia de Elohím a través de las edades. La advertencia sobre la corrupción del pueblo (Deuteronomio 32:5) es una profecía directa de su futura apostasía, que se cumpliría repetidamente a lo largo de los Nevi’im, desde los jueces hasta los profetas como Yesha’yahu HaNavi y Yirmeyahu HaNavi, quienes denunciarían la infidelidad de Israel.

La relevancia para la época actual, y para el Reino de Yeshúa HaMashíaj, es profunda. La fidelidad de Elohím, manifestada en Su carácter como la Roca, sigue siendo la base inquebrantable de la esperanza para aquellos que siguen a Yeshúa HaMashíaj. Él mismo es la manifestación suprema de esa “Roca” (ver 1 Corintios 10:4, donde se refiere a Mashíaj como la Roca espiritual). La advertencia de Moshéh sobre la generación “torcida y perversa” (Deuteronomio 32:5) resuena en la Brit Hadasháh, donde los seguidores de Yeshúa HaMashíaj son exhortados a ser “irreprensibles y sencillos, hijos de Elohím sin mancha en medio de una generación torcida y perversa” (Filipenses 2:15), un eco directo del lenguaje de Moshéh.

Las profecías mesiánicas son prefiguradas en el canto de Moshéh a través del tema de la redención final y la restauración. Aunque Moshéh lamenta la corrupción de Israel, el canto completo también habla de la venganza de HaShem contra los enemigos de Israel y la consolación de Su pueblo. Esta visión de una redención completa y un juicio justo apunta hacia la era mesiánica, cuando Yeshúa HaMashíaj establecerá Su Reino en plenitud, trayendo la justicia perfecta y el juicio final sobre toda iniquidad. El canto es una promesa de que, a pesar de la infidelidad humana, la soberanía de Elohím y Su plan redentor se cumplirán plenamente en Maran Yeshúa.

6. Análisis Profundo

La Aliyá 1 de Haazinu se abre con una dramática invocación: “Ha-a-zi-nu ha-ša-ma-yim va-a-da-be-ra ve-tiš-ma ha-a-reṣ im-rei fi” (Deuteronomio 32:1). La palabra “Ha-a-zi-nu” (הַאֲזִינוּ), “escuchad”, es un imperativo plural que enfatiza la urgencia y solemnidad del mensaje. No es un mero “oíd”, sino una llamada a prestar atención profunda, como se hace en los juicios donde se requiere testimonio. Moshéh llama a los cielos y la tierra como testigos, un motivo que se encuentra en la literatura de pactos del Antiguo Cercano Oriente, donde los elementos cósmicos eran invocados para garantizar la observancia de los tratados. El Midrash Sifre Devarim (306) explica que los cielos y la tierra son elegidos como testigos porque son eternos y, por lo tanto, pueden dar testimonio para siempre.

La enseñanza de Moshéh es comparada con elementos vitales de la naturaleza: “Ya-a-rof ka-ma-ṭar liq-ḥi, ti-zal ka-ṭal im-ra-ti” (Deuteronomio 32:2) – “Gotee como la lluvia mi enseñanza, destile como el rocío mi dicho”. “Liq-ḥi” (לִקְחִי), la enseñanza o doctrina, y “im-ra-ti” (אִמְרָתִי), mi dicho o palabra, son presentadas como fuentes de vida, al igual que la lluvia y el rocío nutren la vegetación en la tierra árida de Israel. Targum Onqelos traduce “liq-ḥi” como “mi sabiduría”, enfatizando el aspecto de instrucción profunda. Esta metáfora es clave: la Torah y las palabras de HaShem no son una carga, sino el sustento esencial para la vida del pueblo, análogas al Ruaj HaKodesh que revitaliza el espíritu.

El verso 32:3 declara el propósito de este canto: “Ki šem YHWH eq-ra, ha-vu go-del le-lo-hei-nu” – “Porque el Nombre de Adonái invocaré, dad grandeza a nuestro Elohím”. La invocación del “šem YHWH” (שֵׁם יְהוָה) es central, afirmando la soberanía y unicidad de HaShem en contraste con las deidades paganas. La exhortación a “dar grandeza” (גֹדֶל – go-del) a Elohím es un llamado a reconocer Su majestad y poder.

El verso 32:4, “Ha-Ṣur ta-mim pa-o-lo ki jol-de-ra-jav miš-paṭ, El e-mu-na ve-ein a-vel ṣa-diq ve-ya-šar hu”, es una profunda declaración teológica. “Ha-Ṣur” (הַצּוּר), “La Roca”, es un título clave para HaShem, denotando Su estabilidad, inmutabilidad y refugio. Es un contraste directo con la fragilidad y la inconstancia humana. “Ta-mim pa-o-lo” (תָּמִים פָּעֳלוֹ) significa “perfecto Su obrar”, lo que subraya la impecabilidad de las acciones divinas. “Jol-de-ra-jav miš-paṭ” (כָל־דְּרָכָיו מִשְׁפָּט), “todos Sus caminos son justicia”, declara que cada acto de HaShem está fundado en el principio de la rectitud. “El e-mu-na ve-ein a-vel” (אֵל אֱמוּנָה וְאֵין עָוֶל), “Elohím de fidelidad y no hay iniquidad”, enfatiza Su confiabilidad y ausencia de maldad. Finalmente, “ṣa-diq ve-ya-šar hu” (צַדִּיק וְיָשָׁר הוּא), “Justo y recto es Él”, encapsula Su carácter moral.

Este retrato de Elohím contrasta drásticamente con la descripción del pueblo en los versos 5-6: “Ši-ḥet lo lo va-nav mu-mam dor iq-qeš u-fe-tal-tol. Ha-la-YHWH tig-me-lu-zot am na-val ve-lo ḥa-jam. Ha-lo hu a-vi-ja qa-ne-ja hu a-se-ja vai-jon-ne-ja.” – “Han actuado corruptamente contra Él, no Sus hijos, su mancha, generación torcida y perversa. ¿A Adonái retribuiréis esto, pueblo vil y no sabio? ¿Acaso no es Él tu Padre que te adquirió? Él te hizo y te estableció.” La corrupción del pueblo es descrita como “mu-mam” (מוּמָם), “su mancha”, una imperfección intrínseca que no es propia de los “hijos” de HaShem, sino que es una desviación de su verdadera identidad. La “generación torcida y perversa” (דּוֹר עִקֵּשׁ וּפְתַלְתֹּל – dor iq-qeš u-fe-tal-tol) es un epíteto que reaparecerá en los Nevi’im y en la Brit Hadasháh para describir la persistente rebeldía. Moshéh apela a su memoria, recordándoles la paternidad de HaShem: “tu Padre que te adquirió, Él te hizo y te estableció”, haciendo eco de la creación y la formación de Israel como nación. El Targum Yerushalmi sobre este pasaje enfatiza el rol de HaShem como Creador y Sustentador, y la profunda ingratitud del pueblo.

7. Tema Relevante

Un tema central y relevante de esta Aliyá es la inmutabilidad del carácter de HaShem como la Roca frente a la inconstancia y la ingratitud humana. Moshéh presenta a Elohím como “Ha-Ṣur” (La Roca), cuya obra es perfecta, cuyos caminos son justicia, y que es un Elohím de fidelidad, justo y recto. Este es el fundamento inquebrantable sobre el cual se construye el universo y la relación de pacto con Israel. En contraste, el pueblo es descrito como “corrupto”, “con mancha”, una “generación torcida y perversa”. Esta dicotomía es la raíz del drama de la historia de Israel y la revelación del plan redentor de HaShem.

Para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos, este tema es de vital importancia. El Reino de Elohím no se basa en la perfección de sus ciudadanos, sino en la perfección de su Rey, Yeshúa HaMashíaj, quien es la manifestación de “Ha-Ṣur”. La fidelidad y justicia de Yeshúa son la garantía de la estabilidad y la eternidad del Reino. Los discípulos son llamados a reflejar este carácter inmutable de HaShem en sus vidas, cultivando la fidelidad (אֱמוּנָה – emunáh) y la rectitud (צֶדֶק – ṣedeq). Aunque la naturaleza humana aún lucha contra la “corrupción” y la “perversidad”, la obra del Ruaj HaKodesh dentro de los creyentes en Yeshúa HaMashíaj los transforma para conformarse a la imagen de HaShem.

Esta Aliyá nos enseña que la verdadera seguridad y bendición provienen de reconocer la soberanía de HaShem y someterse a Su justicia, en lugar de confiar en la propia fuerza o sabiduría humana, que es inherentemente “vil y no sabia”. El discipulado en el Reino de los Cielos implica una constante vuelta a la “Roca” que es Yeshúa HaMashíaj, reconociendo Su obra perfecta y Su fidelidad, y permitiendo que Su enseñanza sea como “lluvia y rocío” que nutre el espíritu.

8. Descubriendo a Mashíaj

El canto de Moshéh en Haazinu, y específicamente la Aliyá 1, apunta a Yeshúa HaMashíaj de varias maneras profundas. En primer lugar, la descripción de HaShem como “Ha-Ṣur” (הַצּוּר), “La Roca”, cuya obra es perfecta y cuyos caminos son justicia (Deuteronomio 32:4), se aplica proféticamente a Yeshúa HaMashíaj. En la Brit Hadasháh, el enviado Shaúl se refiere a Mashíaj como la “roca espiritual” que seguía a Israel en el desierto (1 Corintios 10:4). Yeshúa mismo es la manifestación encarnada de la perfecta obra y los caminos justos de HaShem. Él es el Elohím de fidelidad, sin iniquidad, justo y recto.

La canción de Moshéh también lamenta la corrupción y la ingratitud del pueblo de Israel, una “generación torcida y perversa” que no retribuyó la bondad de Su Padre que los creó y estableció (Deuteronomio 32:5-6). Esta descripción resuena con la experiencia de Yeshúa HaMashíaj, quien vino a Su propio pueblo, pero muchos no le recibieron (Yojanan 1:11). Yeshúa se enfrentó a una generación que a menudo exhibía las mismas características de obstinación y ceguera espiritual.

La exhortación de Moshéh a dar “grandeza a nuestro Elohím” (Deuteronomio 32:3) se cumple de manera suprema en el reconocimiento y la adoración de Yeshúa HaMashíaj como Maran. Él es el “šem YHWH” (el Nombre de Adonái) manifestado, a quien toda rodilla se doblará y toda lengua confesará (Filipenses 2:9-11). Su vida, obra, y resurrección son la máxima expresión del “obrar perfecto” de HaShem.

Además, el rol de Moshéh como el profeta que pronuncia estas palabras de instrucción y advertencia prefigura a Yeshúa HaMashíaj como el “Profeta como Moshéh” (Deuteronomio 18:15). Las palabras de Yeshúa, como la “lluvia y el rocío” de Moshéh, traen vida y discipulado en el Reino de los Cielos. En el pseudepígrafo Libro de Enoc, se habla de la justicia de HaShem y del juicio final que vendrá sobre la iniquidad, así como de la elección de un “Justo” para la redención. Este “Justo” encuentra su cumplimiento en Yeshúa HaMashíaj, quien es la máxima expresión de la justicia de Elohím y el medio por el cual la humanidad puede ser reconciliada con la “Roca” que los creó y estableció. La canción de Moshéh, por lo tanto, no es solo un lamento y una advertencia, sino también una proclamación velada de la necesidad y la venida de un redentor que restauraría la relación de pacto y establecería el Reino eterno de HaShem.

9. Midrashim y Targumim

Los Midrashim y Targumim ofrecen perspectivas ricas y a menudo expandidas sobre la Aliyá 1 de Haazinu, destacando la profundidad de la interpretación rabínica tradicional:

1. Deuteronomio 32:1 – Invocación a Cielos y Tierra como Testigos:

* Targum Onqelos: Traduce la frase “Ha-a-zi-nu ha-ša-ma-yim va-a-da-be-ra” (Escuchad, oh cielos, y hablaré) como “Aceptad mi discurso, oh cielos, y la palabra de mi Torá haced oír la tierra”. Esto enfatiza la naturaleza de la Torá como la palabra divina y el rol de la creación como testigo de su transmisión.

* Sifre Devarim 306: Explica que Moshéh invocó a los cielos y la tierra como testigos porque son inmortales y perdurarán para siempre. Así, podrán atestiguar la fidelidad de HaShem y la desobediencia de Israel a lo largo de las generaciones. Se argumenta que, si el testimonio fuera contra las naciones, Moshéh habría llamado a hombres como testigos, pero siendo contra Israel, se necesitaban testigos imperecederos.

* Midrash Tanhuma (Haazinu 1): Continúa la idea de los testigos diciendo que Moshéh quiso asegurar que si Israel negaba haber recibido la Torá, los cielos y la tierra serían los que atestiguarían. También resalta que son testigos mudos pero poderosos de la soberanía de HaShem.

2. Deuteronomio 32:2 – La Torá como Lluvia y Rocío:

* Targum Yerushalmi (Pseudo-Yonatan): Interpreta “Ya-a-rof ka-ma-ṭar liq-ḥi” (Gotee como la lluvia mi enseñanza) como la Torá siendo recibida por los sabios como lluvia suave que empapa la tierra, mientras que “ti-zal ka-ṭal im-ra-ti” (Destile como el rocío mi dicho) se refiere a que incluso las palabras simples de la Torá son tan refrescantes como el rocío. La sabiduría de la Torá se describe como un sustento vital.

* Midrash Rabá (Devarim 9:1): Compara la Torá con la lluvia y el rocío para enseñar que, así como estos fenómenos naturales son vitales para la vida de la tierra, la Torá es esencial para la vida espiritual de Israel. Además, así como la lluvia y el rocío descienden en secreto y silenciosamente, la Torá debe ser estudiada y absorbida con humildad y diligencia.

3. Deuteronomio 32:4 – HaShem como la Roca y Su Perfección:

* Targum Onqelos: Traduce “Ha-Ṣur ta-mim pa-o-lo” (La Roca, perfecto Su obrar) como “La fortaleza cuya obra es perfecta”, enfatizando la fuerza y la infalibilidad de HaShem.

* Sifre Devarim 307: Profundiza en el significado de “Ha-Ṣur”, indicando que Él es la fortaleza de Israel, Su protector. La perfección de Su obrar se demuestra en que todo lo que hace es por justicia (“miš-paṭ”), incluso cuando Sus juicios parecen severos, son siempre justos y rectos. “El e-mu-na” (Elohím de fidelidad) significa que Él es fiel a Su pacto, incluso cuando Israel es infiel.

4. Deuteronomio 32:5-6 – La Corrupción de Israel:

* Targum Yonatan: Sobre “Ši-ḥet lo lo va-nav mu-mam dor iq-qeš u-fe-tal-tol” (Han actuado corruptamente contra Él, no Sus hijos, su mancha, generación torcida y perversa), interpreta que la corrupción no es inherente a su ser como “hijos” de HaShem, sino que es una mancha que ellos mismos se han causado por sus acciones. La frase “no Sus hijos” se entiende como “no son hijos en los que no hay mancha,” es decir, que su mancha no es innata, sino adquirida por la rebelión.

* Midrash Tanhuma (Haazinu 3): Destaca la ingratitud de Israel. HaShem los llamó “hijos” (בָּנִים – banim), pero ellos se comportaron como extraños. Moshéh les recuerda que HaShem es su Padre, su Creador y su Sustentador, haciendo la ingratitud aún más reprochable.

En resumen, los Midrashim y Targumim no solo traducen, sino que interpretan y expanden el texto, revelando la profunda preocupación por la Torá como enseñanza vital, la inmutabilidad de HaShem como Protector justo y fiel, y la lamentable pero evitable infidelidad de Israel. Estas interpretaciones prefiguran la necesidad de una redención que solo podría venir de la “Roca” misma, en la persona de Yeshúa HaMashíaj.

10. Mandamientos

Aunque la Aliyá 1 de Haazinu no presenta mandamientos explícitos en forma de leyes detalladas, extrae principios de vida y mitzvot fundamentales que son aplicables para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos:

1. Escuchar y Atender la Enseñanza Divina (שְׁמַע וְהַאֲזִין – Shma u-ha’azin): Moshéh comienza con “Ha-a-zi-nu” (Escuchad profundamente). El primer principio es la obligación de prestar atención seria y reflexiva a la palabra de HaShem. Para los discípulos de Yeshúa HaMashíaj, esto significa una devoción constante al estudio de la Torah y a las enseñanzas de Maran Yeshúa, permitiendo que Sus palabras “goteen como la lluvia” y “destilen como el rocío” en sus corazones, nutriendo su vida espiritual.

2. Proclamar la Grandeza de HaShem (הָבוּ גֹדֶל לֵאלֹהֵינוּ – Havu go-del le-lo-hei-nu): El canto exhorta a “dar grandeza a nuestro Elohím” (Deuteronomio 32:3). Esto implica un mandamiento de adoración y testimonio. Los discípulos de Mashíaj están llamados a glorificar a HaShem en todas sus acciones, palabras y pensamientos, reconociendo Su soberanía, Su justicia perfecta y Su fidelidad. Es un llamado a vivir de tal manera que el nombre de Yeshúa HaMashíaj sea honrado y exaltado.

3. Reconocer la Justicia y Fidelidad de HaShem (הַצּוּר תָּמִים פָּעֳלוֹ – Ha-Ṣur ta-mim pa-o-lo): Comprender que HaShem es la “Roca”, perfecto en Su obrar, justo y fiel (Deuteronomio 32:4), es un principio fundamental. Esto genera confianza y sumisión a Su voluntad. Los discípulos deben confiar en la perfecta justicia de HaShem, incluso en medio de las pruebas, sabiendo que Yeshúa HaMashíaj es el fundamento inquebrantable de su fe y el modelo de toda rectitud en el Reino de los Cielos.

4. Evitar la Corrupción y la Ingratitud (שִׁחֵת לוֹ לֹא בָּנָיו – Ši-ḥet lo lo va-nav): La advertencia contra ser una “generación torcida y perversa” que olvida a su Creador (Deuteronomio 32:5-6) es un mandamiento implícito. Los discípulos de Yeshúa HaMashíaj deben esforzarse por vivir una vida de integridad y gratitud, resistiendo las tentaciones de la “corrupción” moral y espiritual del mundo. Esto implica ser conscientes de la paternidad de HaShem y responder con amor y obediencia a quien los adquirió y estableció en el Reino.

Estos principios son esenciales para la vida en el Reino de Elohím, formando el carácter de los seguidores de Yeshúa HaMashíaj y preparándolos para ser luces en medio de una generación que a menudo olvida a su Creador.

11. Preguntas de Reflexión

1. Moshéh compara su enseñanza con la lluvia y el rocío, elementos que nutren y dan vida. ¿Cómo experimentas las palabras de Yeshúa HaMashíaj y la Torá como sustento vital en tu vida hoy, y qué pasos podrías tomar para que Su enseñanza “gotee” y “destile” más profundamente en tu ser para el Reino?

2. La descripción de HaShem como “Ha-Ṣur”, la Roca perfecta y justa, contrasta con la “generación torcida y perversa” de Israel. En tu caminar como discípulo de Yeshúa HaMashíaj, ¿en qué áreas identificas la tendencia a la inconstancia o la ingratitud, y cómo puedes anclarte más firmemente en la inmutable Roca que es Maran Yeshúa?

3. Moshéh apela a la relación de HaShem como Padre que “adquirió, hizo y estableció” a Israel. Reflexionando sobre tu propia experiencia en el Reino de los Cielos, ¿cómo te ayuda esta imagen de la paternidad de HaShem a comprender tu identidad y propósito, y cómo te motiva a “dar grandeza a nuestro Elohím” con un corazón de amor y obediencia?

12. Resumen

La Aliyá 1 de Parashá Haazinu es la introducción al majestuoso canto de Moshéh, un testamento profético y una exhortación solemne. Moshéh invoca a los cielos y la tierra como testigos eternos de la justicia inmutable de HaShem y la inconstancia del pueblo de Israel. Él proclama a HaShem como “Ha-Ṣur” (La Roca), cuya obra es perfecta y cuyos caminos son justicia, fidelidad y rectitud. En marcado contraste, el pueblo es descrito como una “generación torcida y perversa” que ha actuado corruptamente contra su Padre y Creador. Este pasaje establece la base teológica del Reino de los Cielos, revelando el carácter inquebrantable de Elohím y la necesidad de una respuesta fiel y agradecida por parte de Su pueblo. Es una llamada a los discípulos de Yeshúa HaMashíaj a arraigarse en la Roca, que es Maran Yeshúa, y a reflejar Su justicia y fidelidad en un mundo que a menudo olvida a su Creador.

13. Tefiláh (Oración)

Padre nuestro, Elohím de Avraham, Yitzḥak y Yaakov, te damos grandeza y te reconocemos como Ha-Ṣur, nuestra Roca inquebrantable. Tu obra es perfecta, y Tus caminos son justicia y fidelidad, sin iniquidad, justo y recto eres Tú. Te agradecemos por Yeshúa HaMashíaj, la manifestación de Tu Roca eterna, quien nos redimió de nuestra propia “generación torcida y perversa” y nos estableció en Tu Reino de los Cielos. Permite que Tu enseñanza gotee como la lluvia y destile como el rocío en nuestros corazones, nutriendo nuestro espíritu y guiándonos a caminar en rectitud. Que seamos fieles a Tu pacto, y que nuestras vidas proclamen Tu Nombre y Tu gloria, por medio de Maran Yeshúa, nuestro Rey y Mashíaj. Amén.

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Parashá 52 Vayeléj (וילך) – Aliyha 7

Aliyáh 7: (Deuteronomio 31:30) Moshé comienza a recitar el cántico que es testimonio de la fidelidad de Elohím y la infidelidad del pueblo.
Haftaráh: Joel 2:11-27 (El clamor de arrepentimiento y la respuesta de Elohím).
Brit Hadasháh: Apocalipsis 15:3-4 (El cántico de Moisés y del Cordero).

Tema: La canción de Moshéh

1. Texto Hebreo Interlineal

Pasaje: Deuteronomio 31:30

Texto Hebreo OriginalFonética TiberianaTraducción Palabra por PalabraTraducción Literal del Verso
—————-—————-—————-—————-
וַיְדַבֵּרVa-ye-dabberY hablóY habló Moshéh en los oídos de toda la congregación de Israel las palabras de esta canción hasta su consumación.
מֹשֶׁהMošeMoshéh
בְּאָזְנֵיbe’ozneen los oídos de
כָּל־koltoda
קְהַלqahalcongregación
יִשְׂרָאֵלYisra’elde Israel
אֶת־et[marcador de objeto directo]
דִּבְרֵיdivrelas palabras de
הַשִּׁירָהhašširahla canción
הַזֹּאתhazo’testa
עַדadhasta
תֻּמָּםtummamsu finalización/consumación

2. Haftaráh Analizada

Pasaje: Yesha’yahu 55:6-7

_דִּרְשׁוּ יְהוָה בְּהִמָּצְאוֹ קְרָאֻהוּ בִּהְיוֹתוֹ קָרוֹב׃ יַעֲזֹב רָשָׁע דַּרְכּוֹ וְאִישׁ אָוֶן מַחְשְׁבֹתָיו וְיָשֹׁב אֶל־יְהוָה וִירַחֲמֵהוּ וְאֶל־אֱלֹהֵינוּ כִּי־יַרְבֶּה לִסְלוֹחַ׃_

_Diršu Adonái be-himmatze’o qra’uhu bi-hyoto qarov. Ya’azov raša darko ve’iš aven maḥšvotav ve-yašov el-Adonái vi-yraḥamehu ve’el-Elohenu ki-yarbe lisloaḥ._

_Buscad a Adonái mientras puede ser hallado, llamadle mientras está cerca. Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Adonái, quien tendrá de él misericordia, y a nuestro Elohím, quien será amplio en perdonar._

Análisis: La Haftaráh de Vayelej, de Yesha’yahu 55:6-56:8, resuena profundamente con la Aliyá 7 y el tema de “La canción de Moshéh”. La canción de Moshéh es un testimonio profético contra Yisra’el, advirtiendo de la apostasía futura y las consecuencias, pero también apunta a la eventual redención y el retorno. La Haftaráh, específicamente en Yesha’yahu 55:6-7, es una ferviente invitación al arrepentimiento y al retorno a Adonái.

Así como la canción de Moshéh se presenta como un recordatorio constante de las estipulaciones del Brit (Pacto) y las consecuencias de desviarse de los caminos de Adonái, la Haftaráh exhorta al pueblo a buscar a Adonái y abandonar sus caminos perversos. El Midrash Tanhuma (Vayelej 4) comenta que la canción de Moshéh es un cántico que cubre toda la historia de Yisra’el, desde el principio hasta la redención final. En este sentido, la profecía de Yesha’yahu sirve como un eco de esa canción, haciendo un llamado en tiempos de desvío, pero ofreciendo la esperanza del perdón abundante de Elohím. El Targum Yonatan a Yesha’yahu 55:7 enfatiza que Elohím es “rico en perdón” (_marbeh lislakh_), lo cual es una promesa de restauración que complementa las advertencias de la canción de Moshéh. La canción de Moshéh, en su esencia, es una lamentación y una profecía, que clama por un retorno, un tema central en Yesha’yahu.

3. Brit Hadasháh (Arameo)

Pasaje: ܓܠܝܢܐ 15:3-4 (Gilyana 15:3-4)

_ܘܡܙܡܪܝܢ ܗܘܘ ܬܫܒܘܚܬܐ ܕܡܘܫܐ ܥܒܕܐ ܕܐܠܗܐ ܘܬܫܒܘܚܬܐ ܕܐܡܪܐ ܘܐܡܪܝܢ ܪܘܪܒܝܢ ܘܬܡܝܗܝܢ ܥܒܕܝܟ ܡܪܝܐ ܐܠܗܐ ܐܚܝܕ ܟܠ ܟܐܢܝܢ ܘܫܪܝܪܝܢ ܐܢܘܢ ܐܘܪܚܬܟ ܡܠܟܐ ܕܥܠܡܐ_

_ܡܢܘ ܠܐ ܢܕܚܠ ܠܟ ܡܪܝܐ ܘܢܫܒܚ ܠܫܡܟ ܡܛܠ ܕܐܢܬ ܒܠܚܘܕ ܚܣܝܐ ܐܢܬ ܡܛܠ ܕܟܠܗܘܢ ܥܡܡܐ ܢܐܬܘܢ ܘܢܣܓܕܘܢ ܩܕܡܝܟ ܡܛܠ ܕܐܬܓܠܝܘ ܨܕܝܩܘܬܟ_

Fonética Siríaca Oriental:

_Wamzamrin hawaw tašboḥta d’Mawše avda d’Aloha w’tašboḥta d’Amra w’amrin rurabin w’tmihin awdayk Marya Aloha aḥid kul ka’nin w’šaririn anwn awraḥatk Malka d’Alama_

_Manu la nedḥal lak Marya w’nešbaḥ l’šmak meṭṭul d’ant b’lḥud ḥasaya ant meṭṭul d’kullhon ammam na’tun w’nesgadun qadmeyk meṭṭul d’etgaliw ṣadiqutak_

Traducción Literal:

_Y cantaban la alabanza de Moshéh, el siervo de Elohím, y la alabanza del Cordero, diciendo: Grandes y maravillosas son tus obras, Maran Elohím Todopoderoso; justos y verdaderos son tus caminos, Rey de las naciones._

_¿Quién no te temerá, Maran, y glorificará tu Nombre? Porque solo tú eres santo; porque todas las naciones vendrán y adorarán delante de ti, porque tus justicias han sido manifestadas._

Análisis: Este pasaje de Gilyana (Apocalipsis) ofrece una conexión directa y poderosa con “La canción de Moshéh”. En el Reino de los Cielos, los redimidos cantan “la canción de Moshéh, el siervo de Elohím, y la canción del Cordero”. Esto revela que la canción de Moshéh no es solo un documento histórico de advertencia, sino un cántico de redención que tiene implicaciones escatológicas. Yeshúa HaMashíaj, el Cordero inmolado, es el cumplimiento de la Torah que Moshéh entregó y el objeto final de la esperanza de Yisra’el. La Aliyá 7 nos presenta a Moshéh instruyendo al pueblo a aprender esta canción como testimonio; Gilyana nos muestra su cumplimiento en la era mesiánica, donde tanto la Torah como la obra de Yeshúa HaMashíaj son glorificadas.

La conexión con el Reino de los Cielos es que la canción de Moshéh, en su esencia, es sobre la fidelidad de Adonái y la infidelidad de Yisra’el, y la justicia final de Elohím. Esta justicia se manifiesta plenamente en Yeshúa HaMashíaj. Los textos apócrifos y pseudepigráficos a menudo exploran temas de justicia divina y el plan de redención. Por ejemplo, el Libro de los Jubileos, en sus narrativas sobre el pacto y la ley, resalta la importancia de la fidelidad a los mandamientos divinos y las consecuencias de la desobediencia, haciendo eco de los temas centrales de la canción de Moshéh. La unión de la canción de Moshéh con la canción del Cordero en Gilyana 15:3-4 subraya que la redención final es a través de Yeshúa HaMashíaj, quien perfecciona y cumple el testimonio dado por Moshéh.

4. Contexto Histórico

El pasaje de Deuteronomio 31:30 se sitúa en un momento crucial de la historia de Yisra’el: el final de la vida de Moshéh y la inminente entrada del pueblo a la Tierra Prometida. Moshéh, con 120 años de edad, ha pasado cuarenta años guiando a su pueblo por el desierto y está a punto de entregar el liderazgo a Yehoshúa. La Parashá Vayelej describe los últimos mandatos y bendiciones de Moshéh.

En este punto, Moshéh ha escrito toda la Torah y ha encargado a los kohanim (sacerdotes) que la depositen junto al Arón HaBrit (Arca del Pacto) para que sirva de testimonio (Deuteronomio 31:24-26). La “canción” a la que se refiere el versículo 30 es un poema profético más extenso, que se encuentra en Deuteronomio 32. Esta canción no es meramente un cántico de alabanza, sino una poderosa advertencia profética y un testimonio legal contra el pueblo de Yisra’el.

En la cultura de la época, los cantos y poemas eran herramientas mnemotécnicas esenciales para la transmisión de enseñanzas y leyes, especialmente para una nación que estaba a punto de enfrentar nuevos desafíos en una nueva tierra. La canción de Moshéh debía ser aprendida por todo el pueblo para que sirviera como testigo contra ellos cuando, en el futuro, se apartaran de Adonái (Deuteronomio 31:21). Las fuentes arqueológicas, como estelas y tratados de la antigüedad, muestran el uso de juramentos y testimonios en forma de canciones o poemas en los pactos entre reyes y vasallos, lo que refleja la naturaleza legal y obligatoria de esta “canción” en el pacto entre Adonái y Yisra’el.

5. Comentarios Proféticos

La Aliyá 7 y la canción de Moshéh son eminentemente proféticas. Moshéh, en su último acto como profeta de Elohím, entrega no solo la Torah sino también una visión clara del futuro de Yisra’el. Él predice su prosperidad en la tierra, su posterior apostasía, la retribución divina y, finalmente, la redención y el retorno. La canción de Moshéh (Deuteronomio 32) detalla un ciclo de bendición, desobediencia, juicio y arrepentimiento.

Esta visión profética no es solo para el Yisra’el antiguo, sino que resuena con la historia continua del pueblo escogido y tiene implicaciones profundas para el Reino de Yeshúa HaMashíaj. La historia de Yisra’el, tal como se predice en la canción, es un testimonio de la fidelidad de Adonái incluso cuando Su pueblo es infiel. En la época actual, la canción nos recuerda la seriedad de los pactos de Elohím y la realidad del juicio para la desobediencia, pero también la inquebrantable promesa de redención.

El cumplimiento definitivo de estas profecías se ve en Yeshúa HaMashíaj. Él es el Mesías de Yisra’el que trae la redención final y establece el Reino de los Cielos de forma plena. Su regreso glorioso, tal como lo describen los Nevi’im, implicará un juicio a las naciones y la restauración de Yisra’el, haciendo eco de la vindicación final de Adonái descrita en la canción de Moshéh. La “canción” nos recuerda que los caminos de Elohím son justos y verdaderos, y que Él es el único Elohím. Este reconocimiento universal de la soberanía de Adonái y la justicia de Sus caminos es central para la era mesiánica venidera.

6. Análisis Profundo

El versículo Deuteronomio 31:30 es conciso pero cargado de significado.

* וַיְדַבֵּר (Va-ye-dabber – Y habló): La forma verbal hebrea indica una acción completada y deliberada. Moshéh no solo recita, sino que “declara” o “proclama” formalmente. Esto subraya la autoridad y el propósito solemne de su discurso final. Es un acto de enseñanza final por parte del líder supremo.

* מֹשֶׁה (Moše – Moshéh): La mención explícita del nombre de Moshéh enfatiza que esta es su última voluntad y testamento espiritual para Yisra’el, antes de que se le niegue la entrada a la tierra. Su autoridad como profeta es incuestionable.

* בְּאָזְנֵי כָּל־קְהַל יִשְׂרָאֵל (be’ozne kol-qahal Yisra’el – en los oídos de toda la congregación de Israel): “En los oídos de” implica una audición directa y personal, no solo una lectura. No es una comunicación privada, sino una proclamación pública a toda la asamblea. La palabra קְהַל (qahal), “congregación” o “asamblea”, es significativa, refiriéndose a Yisra’el como un cuerpo unificado delante de Adonái. Es el pueblo del pacto, llamado a escuchar y recordar.

* אֶת־דִּבְרֵי הַשִּׁירָה הַזֹּאת (et-divre hašširah hazo’t – las palabras de esta canción): La “canción” no es un mero entretenimiento. En el contexto bíblico, las canciones a menudo portan un peso profético, legal o histórico. Esta canción, Deuteronomio 32, es un “testimonio” (Deuteronomio 31:19) contra Yisra’el, prediciendo su apostasía y la justicia de Adonái. El Midrash Tanhuma (Vayelej 2) afirma que esta canción es más que palabras; es un mapa para el futuro de Yisra’el, conteniendo todos los misterios del juicio y la redención.

* עַד תֻּמָּם (ad tummam – hasta su finalización/consumación): Esta frase es crucial. Puede significar “hasta que las terminaron” (de recitar) o “hasta su cumplimiento/consumación” (es decir, hasta que las palabras de la canción hayan cumplido su propósito profético a lo largo de la historia). El Targum Onkelos traduce esta sección como “hasta que terminaron”, refiriéndose a la recitación. Sin embargo, el Targum Neofiti expande la idea, sugiriendo que la canción será aprendida y cantada por todas las generaciones “hasta que lleguen a su fin las generaciones”. Esta interpretación se alinea con la naturaleza perpetua del testimonio de la canción, implicando que su relevancia perdura hasta la consumación de los tiempos y el establecimiento pleno del Reino de Elohím. La canción es un testigo eterno que espera su cumplimiento final.

7. Tema Relevante

El tema central de esta Aliyá es la importancia perdurable de la palabra profética de Adonái como testimonio y guía para todas las generaciones. La canción de Moshéh no fue un mero poema de despedida, sino una instrucción divinamente inspirada para ser una advertencia constante y un recordatorio de la fidelidad de Adonái y la responsabilidad del pueblo de Yisra’el.

Para los discípulos de Yeshúa HaMashíaj en el Reino de los Cielos, este pasaje subraya la primacía de la palabra de Adonái. La Torah, que Moshéh entregó y sobre la cual la canción es un comentario profético, es la base de la verdad y el camino para caminar con rectitud. La canción advierte contra la apostasía y la idolatría, problemas recurrentes en la historia de la humanidad y del pueblo de Elohím. Nos enseña que la memoria histórica de las obras de Adonái y Sus juicios es vital para mantener la fidelidad al pacto.

El testimonio de la canción de Moshéh se extiende a la era de Yeshúa HaMashíaj, donde sus palabras de juicio y redención encuentran su cumplimiento. Los discípulos son llamados a ser un “qahal” (congregación) que escucha y obedece, no solo las palabras de Moshéh, sino también las palabras de Yeshúa HaMashíaj, quien es el Logos viviente. La advertencia contra el olvido de Adonái y Su Torah es tan relevante hoy como lo fue en el desierto. La vida en el Reino de los Cielos implica vivir bajo la autoridad de la palabra de Elohím, siempre recordando Sus obras, Sus promesas y Sus advertencias proféticas.

8. Descubriendo a Mashíaj

El pasaje de Deuteronomio 31:30, al introducir la “canción de Moshéh”, apunta y revela aspectos de Yeshúa HaMashíaj de varias maneras fundamentales:

1. El Testigo Fiel: La canción de Moshéh es dada como un testimonio perpetuo contra Yisra’el. En la Brit Hadasháh, Yeshúa HaMashíaj es presentado como “el Testigo Fiel y Verdadero” (Gilyana 1:5, 3:14). Moshéh entrega un testimonio de la ley, las consecuencias de la desobediencia y la fidelidad de Adonái. Yeshúa HaMashíaj encarna ese testimonio, siendo el cumplimiento de la ley y las profecías, y la máxima revelación de la fidelidad de Adonái.

2. La Palabra Viviente: Moshéh proclama “las palabras de esta canción” (דִּבְרֵי הַשִּׁירָה). Yeshúa HaMashíaj es el Logos, la Palabra viviente de Elohím (Yoḥanan 1:1). Él es el mensaje mismo, no solo el mensajero. La “canción” de Moshéh anticipa la llegada de Aquel cuya vida y obra serían el cántico de redención para toda la creación.

3. El Líder Fiel: Moshéh, al final de su ministerio, enseña esta canción, preparando al pueblo para su futuro. Yeshúa HaMashíaj es el Gran Pastor y el Líder Fiel que guía a Su pueblo a través de los desafíos de este mundo hacia el Reino de los Cielos. Él enseña con autoridad divina, y Sus palabras también son un testimonio, no solo de juicio, sino de gracia y vida eterna.

4. La Canción del Cordero: Como se ve en Gilyana 15:3-4, la canción de Moshéh se une a la “canción del Cordero”. Esto es una revelación explícita de que Yeshúa HaMashíaj es el cumplimiento escatológico de las profecías de Moshéh. La redención que Moshéh vislumbró a través del arrepentimiento de Yisra’el, se logra y se sella a través de la obra redentora de Yeshúa HaMashíaj. La victoria de Adonái, proclamada en la canción de Moshéh, se manifiesta plenamente a través de Yeshúa HaMashíaj, el Cordero que quita el pecado del mundo y establece Su Reino eterno.

5. El cumplimiento de las advertencias proféticas: La canción de Moshéh predice la apostasía de Yisra’el y los juicios divinos. Yeshúa HaMashíaj, a lo largo de Su ministerio, también advirtió sobre la hipocresía y la incredulidad, y predijo la destrucción del Beit HaMiqdash (Templo) y la dispersión del pueblo, lo cual se alineaba con las advertencias de Moshéh. Sin embargo, Yeshúa también ofreció el camino a la reconciliación y la vida en el Reino de los Cielos para todos los que creen.

Textos pseudepigráficos como el Testamento de Moshéh, aunque no canónicos, exploran la relación de Moshéh con la ley y el destino futuro de Yisra’el, a menudo con una visión escatológica que anticipa la intervención divina y la restauración final, lo que indirectamente prepara el terreno para la figura del Mashíaj que traería esa restauración.

9. Midrashim y Targumim

Los Midrashim y Targumim ofrecen ricas interpretaciones sobre la canción de Moshéh, destacando su naturaleza profunda y su relevancia eterna.

* Midrashim:

* Sifre Devarim 306: Este Midrash subraya la importancia de la canción como un testimonio universal y perdurable. Explica que la canción fue escrita en un rollo y colocada junto al Arón HaBrit para ser un testigo eterno. También enfatiza que Moshéh la enseñó a Yisra’el para que la aprendieran de memoria, ya que su propósito era servir como recordatorio y reproche. La canción es vista como una “canción de la Torah”, conteniendo los principios fundamentales del pacto.

* Midrash Tanhuma, Vayelej 2: Este Midrash va más allá, afirmando que la canción de Moshéh contiene en sí misma la totalidad de la historia de Yisra’el, desde la creación hasta la redención mesiánica final. Es un compendio profético que encapsula el destino del pueblo, sus caídas y sus restauraciones. Se considera que cada palabra de la canción tiene múltiples capas de significado, revelando eventos pasados, presentes y futuros. Se dice que el mismo Adonái enseña la canción a Moshéh, lo que le confiere una autoridad divina inigualable.

* Midrash Rabbah, Devarim 10:3: Destaca la belleza y la poética de la canción, sugiriendo que las palabras de Moshéh no son solo instrucciones legales, sino expresiones artísticas que tocan el alma, haciendo que el mensaje sea más memorable y conmovedor.

* Targumim:

* Targum Onkelos (Deuteronomio 31:30): Generalmente más literal, traduce: “Y Moshéh habló en los oídos de toda la congregación de Yisra’el las palabras de esta canción hasta que la terminaron.” Esto se centra en la acción inmediata de la recitación por parte de Moshéh. Onkelos tiende a evitar interpretaciones expansivas, manteniendo el texto lo más cerca posible de su significado directo.

* Targum Yerushalmi (Fragmentario) y Targum Neofiti (Deuteronomio 31:30): Estos Targumim ofrecen interpretaciones más elaboradas. Por ejemplo, Targum Neofiti amplía la idea de “hasta su consumación” (עַד תֻּמָּם – ad tummam) al decir: “hasta que las generaciones se acaben”. Esto implica que la canción de Moshéh seguirá siendo un testimonio y una enseñanza para siempre, a través de todas las generaciones, hasta la era mesiánica. El Targum Yerushalmi, de manera similar, a menudo introduce elementos escatológicos y mesianicos en sus traducciones, viendo el texto de la Torah como anticipando la era del Mashíaj. Así, la canción no solo es un documento histórico sino un faro profético que guía hacia el futuro redentor.

En síntesis, los Midrashim y Targumim revelan la canción de Moshéh como un texto de profunda importancia profética y teológica, un testimonio continuo de la relación entre Adonái e Yisra’el, que culminará en la redención mesiánica.

10. Mandamientos

De esta Aliyá, que describe el mandamiento de Moshéh de enseñar la canción al pueblo, podemos extraer varios principios de vida y mandamientos aplicables para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos:

1. Estudiar y Meditar en la Palabra de Adonái: Moshéh instruye al pueblo a aprender esta canción. Esto implica una dedicación activa al estudio y la memorización de la Torah y las palabras proféticas. Para los discípulos de Yeshúa HaMashíaj, el mandamiento es sumergirse en la Torah y los Nevi’im, y también en las enseñanzas de Maran Yeshúa, que son la esencia de la Brit Hadasháh. Debemos guardar Sus palabras en nuestros corazones y mentes para que guíen nuestras vidas.

2. Transmisión Generacional de la Emunáh (Fe): La canción fue dada para que todas las generaciones la conocieran. Un principio vital es la responsabilidad de transmitir las verdades del Reino de Elohím a las futuras generaciones. Padres, madres y maestros tienen el deber de enseñar a sus hijos el temor de Adonái, los mandamientos y la historia de la salvación a través de Yeshúa HaMashíaj, para que el testimonio no se pierda.

3. Mantenerse Fiel al Pacto: La canción sirve como un testimonio contra la apostasía. El mandamiento implícito es permanecer fiel al pacto con Adonái. Para los discípulos de Mashíaj, esto significa mantener la fidelidad a Yeshúa HaMashíaj, obedeciendo Sus mandamientos y viviendo una vida que refleje los valores del Reino de los Cielos, resistiendo las tentaciones de la idolatría espiritual y la asimilación cultural.

4. Escuchar y Atender las Advertencias Proféticas: La canción de Moshéh es una advertencia. Los discípulos deben estar atentos a las advertencias proféticas contenidas en la Torah y en los Nevi’im, así como a las palabras de Maran Yeshúa y Sus apóstoles. Esto implica discernir los tiempos y vivir con expectación y preparación para Su regreso, sin caer en la complacencia o el olvido de las verdades eternas.

5. Reconocimiento de la Justicia y Fidelidad de Adonái: Aunque la canción advierte sobre el juicio, también exalta la justicia y la fidelidad de Adonái. El principio es reconocer siempre que Adonái es justo en Sus juicios y fiel en Sus promesas, incluso cuando no comprendemos Sus caminos. Esto fomenta la confianza en Su soberanía y Su plan para la redención a través de Yeshúa HaMashíaj.

11. Preguntas de Reflexión

1. Moshéh se asegura de que toda la congregación escuche la canción como testimonio. ¿De qué manera aseguramos hoy que la “canción” (la palabra profética y la enseñanza de Yeshúa HaMashíaj) sea plenamente escuchada y comprendida por el “qahal” del Reino de los Cielos, y qué acciones prácticas podemos tomar para fortalecer este testimonio en nuestras comunidades?

2. La canción de Moshéh es un recordatorio constante de la fidelidad de Adonái y la inclinación humana a la apostasía. ¿Cómo podemos, individualmente y como congregación de discípulos de Mashíaj, recordar activamente la fidelidad de Adonái y resistir la sutil atracción de la idolatría espiritual en la cultura actual, para mantenernos firmes en el Reino de los Cielos?

3. Dado que la canción de Moshéh se une a la canción del Cordero en la Brit Hadasháh como un cántico de redención final, ¿cómo esta conexión transforma nuestra comprensión de la Torah y las profecías, y cómo podemos integrar más plenamente el mensaje profético de Moshéh con la obra redentora de Yeshúa HaMashíaj en nuestra tefiláh y nuestra vida diaria?

12. Resumen

La Aliyá 7 de Parashá Vayelej (Deuteronomio 31:30) marca el momento solemne en que Moshéh, en los últimos días de su vida, proclama la “canción” profética a toda la congregación de Yisra’el. Esta canción, un testimonio perdurable de la fidelidad de Adonái y las consecuencias de la desobediencia, es un documento vital para la instrucción y advertencia de las futuras generaciones. Los Midrashim y Targumim resaltan su naturaleza abarcadora y escatológica. En el Reino de Yeshúa HaMashíaj, este pasaje se conecta poderosamente con la figura de Yeshúa como el Testigo Fiel y la Palabra Viviente, y se ve plenamente realizada en la “canción de Moshéh y del Cordero” en Gilyana. Nos llama a una inquebrantable fidelidad a la palabra de Adonái y a las enseñanzas de Mashíaj, transmitiéndolas fielmente hasta la consumación final de Su Reino.

13. Tefiláh (Oración)

Adonái, Elohím de Yisra’el y Padre de nuestro Maran Yeshúa HaMashíaj, te agradecemos por Tu fidelidad inmutable y por la riqueza de Tu palabra, revelada a través de Tu siervo Moshéh y perfeccionada en Tu Hijo. Ayúdanos a aprender y a internalizar la “canción” de Tu Torah y las profecías, para que sirva como un testimonio constante en nuestros corazones y mentes. Capacítanos, por medio de Tu Ruaj HaKodesh, para permanecer firmes en Tu pacto, rechazando la apostasía y viviendo en obediencia a Yeshúa HaMashíaj, para que nuestras vidas sean un cántico de alabanza a Ti, manifestando los valores de Tu Reino en esta tierra, y aguardando con expectación el glorioso día de Tu venida. Amén.

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Parashá 52 Vayeléj (וילך) – Aliyha 6

Aliyáh 6: (Deuteronomio 31:25-30) Moshé ordena que la Toráh sea guardada junto al arca del pacto como testigo.
Haftaráh: Oseas 14:2-10 (Elohím como testigo de la fidelidad de Su pueblo).
Brit Hadasháh: Romanos 3:19-20 (La ley que da testimonio del pecado y la necesidad de la gracia).

Tema: La advertencia contra el pecado

1. Texto Hebreo Interlineal

Pasaje: Deuteronomio 31:28-31:29

Texto Hebreo OriginalFonética TiberianaTraducción Palabra por PalabraTraducción Literal del Verso
—————-—————-—————-—————-
קַבְּצוּQabbetzúJuntadJuntadme a mí todos los ancianos de vuestras tribus y vuestros oficiales, para que yo hable en sus oídos estas palabras y ponga por testigo contra ellos al cielo y a la tierra.
אֵלַיEláyhacia mí
אֶת־כָּל־Et-kol-(a) todos
זִקְנֵיZiqnéyancianos de
שִׁבְטֵיכֶםŠivṭéykhemvuestras tribus
וְשֹׁטְרֵיכֶםVe-šotréykhemy vuestros oficiales
וַאֲדַבְּרָהVa-a-daberáhy (yo) hablaré
בְאָזְנֵיהֶםBe-oznéyhemen sus oídos
אֵתEt(el objeto directo)
הַדְּבָרִיםHad-devarímlas palabras
הָאֵלֶּהHa-élehestas
וְאָעִידָהVe-a-idáhy (yo) pondré por testigo
בָּםBamen ellos (contra ellos)
אֶת־הַשָּׁמַיִםEt-haš-šamáyim(a) los cielos
וְאֶת־הָאָרֶץ׃Ve-et-ha-áreṣy (a) la tierra
כִּיKiPorquePorque yo sé que después de mi muerte ciertamente os corromperéis y os apartaréis del camino que os he mandado, y el mal os sobrevendrá en los postreros días, por cuanto haréis el mal ante los ojos de Adonái, provocándolo a ira con la obra de vuestras manos.
יָדַעְתִּיYada’tí(yo) sé
אַחֲרֵיAḥaréydespués de
מוֹתִיMotími muerte
כִּיKique
הַשְׁחֵתHašḥét(ciertamente) corromper
תַּשְׁחִתוּןTašḥitúnos corromperéis
וְסַרְתֶּםVe-sartemy os apartaréis
מִן־הַדֶּרֶךְMin-had-dérekdel camino
אֲשֶׁרAšerque
צִוִּיתִיṢivítí(yo) mandé
אֶתְכֶםEtkema vosotros
וְקָרָאתVe-qara’aty (os) alcanzará
אֶתְכֶםEtkema vosotros
הָרָעָהHa-ra’áhel mal
בְּאַחֲרִיתBe-aḥaríten el fin de
הַיָּמִיםHay-yamímlos días
כִּיKipor cuanto
תַעֲשׂוּTa’asúharéis
אֶת־הָרַעEt-ha-ra’(el objeto directo) el mal
בְּעֵינֵיBe-eynéya los ojos de
יְהוָהAdonáiAdonái
לְהַכְעִיסוֹLe-hak’isópara provocarlo a ira
בְּמַעֲשֵׂהBe-ma’aséhcon la obra de
יְדֵיכֶם׃Yedéykhemvuestras manos

2. Haftaráh

Pasaje: Hoshea 14:2-10 (Algunas tradiciones utilizan Hoshea 14:2-10, Yoel 2:15-27 o Mikah 7:18-20 para Vayelej; Hoshea es particularmente pertinente aquí).

Análisis: La Haftaráh de Hoshea 14:2-10 (o 14:1-9 en otras numeraciones) resuena profundamente con la advertencia de Moshéh en Deuteronomio 31:28-29. Mientras Moshéh pronuncia una profecía sombría sobre la futura apostasía y las consecuencias del pecado, Hoshea, siglos después, extiende una invitación apasionada al arrepentimiento y la restauración. El pasaje de Hoshea comienza con un llamado a Yisra’el a regresar a Adonái, reconociendo su iniquidad y trayendo palabras de arrepentimiento: “Volved, oh Yisra’el, a Adonái vuestro Elohím, porque habéis caído por vuestra iniquidad. Tomad con vosotros palabras, y volved a Adonái; decidle: Quita toda iniquidad, y acepta lo bueno…” (Hoshea 14:2-3).

Esta exhortación profética aborda directamente el “mal” (הָרָעָה – Ha-ra’áh) y la “corrupción” (הַשְׁחֵת תַּשְׁחִתוּן – Hašḥét tašḥitún) que Moshéh previó. El profeta Hoshea detalla las consecuencias de la desobediencia y la idolatría (menciona a Ashur y la confianza en obras humanas) y luego presenta la promesa de HaShem de sanar su apostasía: “Yo sanaré su rebelión, los amaré de pura gracia…” (Hoshea 14:5). La Haftaráh, por lo tanto, no solo confirma la advertencia de Moshéh sobre el pecado futuro, sino que también ofrece la esperanza del teshuváh (retorno/arrepentimiento) y la misericordia de Elohím, mostrando que la advertencia no es de desesperación, sino un llamado a la vigilancia y la posibilidad de restauración.

Los Midrashim sobre Hoshea, como el Midrash Tehilim o el Midrash Rabbah sobre Kohelet, a menudo enfatizan la naturaleza de HaShem como un Padre amoroso que anhela el regreso de sus hijos, incluso después de que se han desviado. Conectan esta invitación al arrepentimiento con la exhortación de Moshéh de recordar la Torah para evitar el pecado. El Targum Yonatan sobre Hoshea parafrasea los versículos, subrayando la idolatría como la raíz del pecado de Yisra’el y la necesidad de abandonar las obras de sus manos para volver a HaShem. Así, la Haftaráh sirve como un eco y una respuesta profética a la advertencia de Moshéh, mostrando el ciclo divino de advertencia, caída y la constante oportunidad para el arrepentimiento y la redención.

3. Brit Hadasháh (Arameo)

Pasaje: Maṭṭai (Mateo) 7:21-23 (conceptualizado desde una perspectiva aramea)

Análisis: La advertencia de Moshéh sobre la futura corrupción y el alejamiento del camino mandado por Elohím encuentra un paralelo sorprendente y una profundización en las enseñanzas de Maran Yeshúa en la Brit Hadasháh. En Maṭṭai 7:21-23, Yeshúa HaMashíaj advierte contra la hipocresía religiosa y la superficialidad de las obras sin obediencia genuina a HaShem:

> “No todo el que me dice: ‘Mar Yeshúa, Mar Yeshúa’, entrará en el Malkúta d-Šmaya (מַלְכוּתָא דִּשְׁמַיָּא – Reino de los Cielos), sino el que hace la voluntad de mi Abba (Padre) que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel yomá (ܝܘܡܐ – día): ‘Mar Yeshúa, Mar Yeshúa, ¿no profetizamos en tu šemá (ܫܡܐ – nombre), y en tu šemá echamos fuera šede (ܫܕܐ – demonios), y en tu šemá hicimos muchos ḥelín (ܚ̈ܠܝܢ – milagros)?’ Y entonces les declararé: ‘La’ ayda’án lakun (ܠܵܐ ܐܲܝܕܵܥܵܢ ܠܵܟ݂ܘܿܢ – Nunca os conocí); apártate miní (ܡܸܢܝ – de mí), óvedey ‘awlá (ܥܘܿܒ݂ܕܲܝ ܥܲܘܠܵܐ – hacedores de iniquidad)’.”

Esta enseñanza de Yeshúa HaMashíaj es una advertencia directa contra el tipo de corrupción moral y espiritual que Moshéh previó. No se trata simplemente de la idolatría física, sino de una desobediencia más insidiosa: la de aquellos que se creen cercanos a HaShem pero cuyas acciones están en contra de su voluntad, provocando la ira divina, como se describe en Deuteronomio 31:29. La frase “hacedores de iniquidad” (ܥܘܿܒ݂ܕܲܝ ܥܲܘܠܵܐ – ‘óvedey ‘awlá) resuena con la acusación de Moshéh de “haréis el mal ante los ojos de Adonái, provocándolo a ira con la obra de vuestras manos” (Deuteronomio 31:29). La advertencia no es solo para la nación de Yisra’el en su conjunto, sino para cada individuo dentro del Reino, quienes deben discernir la verdadera obediencia de la mera apariencia religiosa.

Textos pseudepigráficos como el Testamento de Moisés (especialmente en sus secciones que pronostican la corrupción futura de Yisra’el y el surgimiento de falsos profetas) y el Libro de Enoc (con sus advertencias sobre el juicio para aquellos que se desvían del camino de la rectitud), refuerzan esta temática. Ambos textos, aunque no canónicos, reflejan la preocupación judía del período del Segundo Templo por la apostasía y la importancia de la obediencia a la Torah para evitar el juicio divino. Yeshúa HaMashíaj, al igual que Moshéh, advierte que no la mera afiliación o la realización de “obras” en su nombre, sino la obediencia radical a la voluntad de HaShem, es lo que permite la entrada y la permanencia en el Malkúta d-Šmaya. La advertencia es clara: la superficialidad y la desobediencia oculta son una forma de corrupción que conduce a la separación de Maran Yeshúa.

4. Contexto Histórico

El pasaje de Deuteronomio 31:28-29 se sitúa en los momentos finales de la vida de Moshéh. La nación de Yisra’el está a punto de cruzar el Yarden y entrar en la Tierra Prometida, bajo el liderazgo de Yehoshúa. Moshéh, sabiendo que no entrará con ellos y que su tiempo está cerca, pronuncia sus últimas exhortaciones y bendiciones. La Torah, que ha sido el fundamento de la relación de pacto entre Elohím y Yisra’el, está a punto de ser depositada junto al Arón HaBrit (Deuteronomio 31:26), como un testimonio perpetuo.

La cultura de la época de Moshéh estaba impregnada de la memoria de la esclavitud en Mitzrayim (Egipto), la revelación en Har Sinai y los cuarenta años en el desierto. La generación que había salido de Mitzrayim había perecido en su mayoría debido a la desobediencia. Por lo tanto, Moshéh se dirige a una nueva generación, la que está a punto de heredar la tierra, inculcando en ellos la importancia vital de la obediencia al pacto.

La advertencia contra el pecado no era meramente una suposición pesimista, sino una lección dura aprendida de la historia del pueblo y una comprensión profética de la inclinación del corazón humano. Moshéh sabía la fragilidad del compromiso de Yisra’el y la fuerte atracción de las prácticas idolátricas y corruptas de las naciones circundantes de Kena’an. Las fuentes históricas y arqueológicas, como las tablillas de Ugarit o los hallazgos en Tel Dan, revelan la prevalencia de cultos idolátricos y prácticas morales desviadas en la región, que constituían una tentación constante para Yisra’el. Moshéh quería dejar un testimonio claro y duradero, convocando a los ancianos y oficiales para que la advertencia fuera oficialmente transmitida y reconocida, e incluso poniendo como testigos al “cielo y la tierra” (Deuteronomio 31:28), una figura retórica común en los tratados de pacto del Antiguo Cercano Oriente para invocar el testimonio de deidades o elementos cósmicos. La arqueología ha revelado también altares paganos y ídolos en sitios que fueron asentamientos israelitas, confirmando la persistencia de estas tentaciones y desviaciones a lo largo de la historia de Yisra’el, tal como Moshéh lo predijo.

5. Comentarios Proféticos

La advertencia de Moshéh en Deuteronomio 31:28-29 es una profecía que se cumplió repetidamente en la historia de Yisra’el y continúa siendo relevante para la época actual, especialmente para los discípulos de Yeshúa HaMashíaj en el Reino de Elohím. Moshéh no solo predijo la apostasía futura, sino que identificó su raíz: la corrupción del corazón y la obra de las manos que se apartan de Adonái.

Esta profecía de Moshéh, el primer redentor de Yisra’el, es un eco de la voz de los profetas posteriores, quienes constantemente llamaron a Yisra’el al arrepentimiento. Yesha’yahu HaNavi lamenta: “¡Ay, nación pecadora, pueblo cargado de iniquidad, generación de malhechores, hijos corruptores!” (Yesha’yahu 1:4). Yirmeyahu HaNavi clama: “El corazón es engañoso más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?” (Yirmeyahu 17:9). La advertencia de Moshéh sobre la “corrupción” (הַשְׁחֵת תַּשְׁחִתוּן) y el “apartarse del camino” (וְסַרְתֶּם מִן־הַדֶּרֶךְ) anticipa los mensajes proféticos de juicio y exilio que Adonái envió a través de sus siervos, debido a la idolatría y la injusticia social que contaminaron la tierra.

Para el Reino de Yeshúa HaMashíaj, esta profecía resuena con una advertencia seria. Maran Yeshúa mismo advirtió sobre el “tiempo del fin” cuando la iniquidad abundaría y el amor de muchos se enfriaría (Maṭṭai 24:12). Sha’ul (Pablo) también advirtió a los creyentes sobre la apostasía venidera y la aparición de “hombres perversos” (2 Timoteo 3:1-5). La naturaleza de la corrupción, que Moshéh describió como “haréis el mal ante los ojos de Adonái, provocándolo a ira con la obra de vuestras manos,” puede manifestarse hoy como un compromiso superficial con el Reino, prácticas religiosas sin obediencia del corazón, o la búsqueda de lo propio en lugar de la justicia de Elohím.

La relevancia para la época actual radica en la necesidad constante de autoexamen y fidelidad al camino de Mashíaj. Así como Yisra’el fue advertido antes de entrar en la Tierra Prometida, los discípulos de Yeshúa HaMashíaj son advertidos sobre los peligros de desviarse del camino de la Torah vivificada por el Ruaj HaKodesh. La promesa del Reino de los Cielos no exime de la necesidad de vigilancia contra el pecado que se manifiesta en la apostasía y la desobediencia. La advertencia es un llamado a la santidad continua y a la verdadera adoración para no provocar la ira de HaShem.

6. Análisis Profundo

La Aliyá 6 de Vayelej es una profecía solemne y una advertencia paternal de Moshéh, cuyo análisis profundo revela capas de significado teológico y ético.

קַבְּצוּ אֵלַי אֶת־כָּל־זִקְנֵי שִׁבְטֵיכֶם וְשֹׁטְרֵיכֶם (Qabbetzú eláy et-kol-ziqnéy šivṭéykhem ve-šotréykhem – “Juntadme a mí a todos los ancianos de vuestras tribus y a vuestros oficiales”): Moshéh convoca a los líderes del pueblo. Esto subraya la naturaleza corporativa y oficial de la advertencia. No es un susurro, sino una proclamación pública y una comisión a los líderes para que sean guardianes de la Torah y del pueblo. La responsabilidad de la obediencia y la prevención del pecado recae no solo en el individuo sino también en la comunidad y sus dirigentes.

וְאָעִידָה בָּם אֶת־הַשָּׁמַיִם וְאֶת־הָאָרֶץ (Ve-a-idáh bam et-haš-šamáyim ve-et-ha-áreṣ – “y pondré por testigo contra ellos al cielo y a la tierra”): Este es un recurso legal y retórico poderoso, que invoca a la creación misma como testigo del pacto y de la advertencia. En la cosmovisión hebrea, el cielo y la tierra son más que elementos físicos; son testigos eternos de los actos de HaShem y de la humanidad. Su testimonio implica la inmutabilidad y la trascendencia de las leyes divinas y la certeza del juicio en caso de violación del pacto. El Midrash Sifrei Devarim a menudo comenta sobre la invocación de los cielos y la tierra como testigos, interpretándolo como una declaración de que la Torah es universal y eterna, y que el pecado contra ella tendrá consecuencias cósmicas.

כִּי יָדַעְתִּי אַחֲרֵי מוֹתִי כִּי הַשְׁחֵת תַּשְׁחִתוּן (Ki yada’tí aḥaréy motí ki hašḥét tašḥitún – “Porque yo sé que después de mi muerte ciertamente os corromperéis”): La palabra “הַשְׁחֵת” (Hašḥét) es un infinitivo absoluto que precede al verbo “תַּשְׁחִתוּן” (tašḥitún), creando una intensificación: “corromper, ciertamente os corromperéis.” Esto denota una degradación moral y espiritual inevitable y profunda. No es solo un error, sino una desintegración deliberada de los principios del pacto. El conocimiento profético de Moshéh sobre la inclinación del corazón humano (Yeẓer HaRa) es evidente. Esta corrupción es activa y consciente, una decisión de desviarse.

וְסַרְתֶּם מִן־הַדֶּרֶךְ אֲשֶׁר צִוִּיתִי אֶתְכֶם (Ve-sartem min-had-dérek ašer ṣivítí etkem – “y os apartaréis del camino que os he mandado”): El “camino” (דֶּרֶךְ – dérek) es una metáfora central en la Torah para el estilo de vida de obediencia a HaShem. Apartarse de él es desviarse de la vida misma, de la verdad y de la justicia. La advertencia de Moshéh anticipa los profetas que lamentarían que Yisra’el había abandonado el “camino antiguo” (Yirmeyahu 6:16).

וְקָרָאת אֶתְכֶם הָרָעָה בְּאַחֲרִית הַיָּמִים (Ve-qara’at etkem ha-ra’áh be-aḥarít hay-yamím – “y el mal os sobrevendrá en los postreros días”): La frase “בְּאַחֲרִית הַיָּמִים” (be-aḥarít hay-yamím – “en los postreros días”) es una expresión escatológica que se refiere a un tiempo futuro, a menudo asociado con el cumplimiento de las profecías y la llegada del Reino Mesiánico, pero también con tiempos de juicio intensificado. Aquí, el mal es una consecuencia directa del pecado, una retribución divina que “alcanzará” (וְקָרָאת) al pueblo. El Targum Onqelos traduce “הָרָעָה” (Ha-ra’áh – el mal) como “el castigo”, enfatizando la naturaleza de retribución divina.

כִּי תַעֲשׂוּ אֶת־הָרַע בְּעֵינֵי יְהוָה לְהַכְעִיסוֹ בְּמַעֲשֵׂה יְדֵיכֶם (Ki ta’asú et-ha-ra’ be-eynéy Adonái le-hak’isó be-ma’aséh yedéykhem – “por cuanto haréis el mal ante los ojos de Adonái, provocándolo a ira con la obra de vuestras manos”): La raíz del pecado es la rebelión abierta contra la visión de HaShem. Hacer “el mal ante los ojos de Adonái” significa actuar de manera contraria a Su voluntad, con plena conciencia. “Provocándolo a ira” (לְהַכְעִיסוֹ – le-hak’isó) indica que el pecado es una afrenta personal a la santidad y la justicia de HaShem. La frase “obra de vuestras manos” (מַעֲשֵׂה יְדֵיכֶם – ma’aséh yedéykhem) puede referirse a la idolatría (la creación de ídolos con las manos), pero también a cualquier acción pecaminosa que es el resultado de la voluntad y el esfuerzo humano desviados. Rashi, comentando sobre este pasaje, a menudo enfatiza que esta “obra de las manos” se refiere principalmente a la idolatría, la cual es la mayor afrenta a la unicidad de HaShem.

En resumen, el pasaje es una profecía detallada de la apostasía y sus consecuencias, fundamentada en el conocimiento divino de la naturaleza humana y expresada con la autoridad de Moshéh. Es una advertencia que perdura, llamando a la vigilancia constante y a la fidelidad al pacto.

7. Tema Relevante

El tema central y la enseñanza más relevante de esta Aliyá es La inevitabilidad de la advertencia y la responsabilidad de la obediencia a pesar de la inclinación al pecado.

Moshéh, el más grande de los profetas, no solo previó el futuro sino que lo declaró abiertamente y con solemnidad. No ocultó la dura verdad de que, a pesar de todas las maravillas que Adonái había hecho por Yisra’el, y a pesar de la revelación de la Torah, el pueblo se desviaría. Esta profecía no es un fatalismo que elimina la voluntad humana, sino un reconocimiento de la tendencia del corazón humano hacia la rebelión y el autoengaño. La advertencia subraya que la libertad del ser humano incluye la capacidad de elegir el mal, incluso después de haber sido instruido en el bien.

Para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos, este tema es de vital importancia. El Reino no es un lugar de perfección instantánea o automática, sino un llamado continuo a la santificación y la obediencia. La advertencia de Moshéh resuena con las palabras de Yeshúa HaMashíaj: “Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan” (Maṭṭai 7:13-14). El camino (דֶּרֶךְ – dérek) al que Moshéh se refiere es el mismo camino de rectitud que Yeshúa HaMashíaj llama “estrecho”.

La responsabilidad de la obediencia, por lo tanto, no disminuye con la venida de Mashíaj; de hecho, se profundiza. Los discípulos de Yeshúa HaMashíaj son llamados a una obediencia que surge de un corazón transformado por el Ruaj HaKodesh, pero que aún debe luchar contra la inclinación al pecado. La advertencia de Moshéh nos enseña que el conocimiento de la Torah y las bendiciones de Elohím no garantizan la fidelidad. Es la vigilancia constante, la humildad y la dependencia del poder de HaShem lo que capacita a los discípulos para permanecer en el camino. Este tema nos confronta con la realidad de que la salvación es por gracia, pero la vida en el Reino requiere una vida de obediencia activa y vigilante, para no “provocar a ira” a HaShem con las obras de nuestras manos.

8. Descubriendo a Mashíaj

El pasaje de Aliyá 6 de Vayelej, con su sombría advertencia sobre la futura apostasía y corrupción de Yisra’el, apunta a Yeshúa HaMashíaj de varias maneras profundas, revelando aspectos de Su vida, obra y persona.

1. El Profeta Fiel que Advierte: Moshéh, como el “primer redentor”, actúa como un profeta que conociendo la naturaleza de su pueblo y la voluntad de HaShem, advierte sobre la corrupción venidera. Yeshúa HaMashíaj, el “último redentor” y el gran Profeta prometido (Deuteronomio 18:15), también vino advirtiendo constantemente sobre el peligro de la hipocresía, la desobediencia y la apostasía. Sus parábolas y enseñanzas, como la del sembrador o la del trigo y la cizaña, hablan de la infiltración del mal y la desviación del “camino” (דֶּרֶךְ – dérek) de HaShem. Él es el Profeta que cumple y perfecciona la voz de advertencia de Moshéh, llamando a un arrepentimiento genuino que va más allá de la ley externa para alcanzar el corazón.

2. La Necesidad de una Nueva Alianza: La predicción de Moshéh de que Yisra’el “ciertamente se corromperá” y se “apartará del camino” es una base para la necesidad de una Brit Hadasháh (Nueva Alianza), profetizada por Yirmeyahu HaNavi (Yirmeyahu 31:31-34). Esta nueva alianza, establecida en la sangre de Yeshúa HaMashíaj, no se basa en tablillas de piedra ni en la ley meramente externa, sino en la ley escrita en los corazones por el Ruaj HaKodesh. La advertencia de Moshéh implícitamente subraya la incapacidad de la antigua alianza, por sí misma, para transformar radicalmente el corazón humano de su inclinación al pecado y la corrupción. Yeshúa HaMashíaj es el mediador de esta Brit Hadasháh, que ofrece el poder para obedecer a HaShem y para no desviarse del camino.

3. El Testimonio de los Cielos y la Tierra: Moshéh invoca a los cielos y la tierra como testigos. Yeshúa HaMashíaj, como el Mashíaj de Elohím, es la manifestación suprema de la palabra de HaShem. Su vida, muerte y resurrección son el testimonio final de HaShem a la humanidad. Él es el cumplimiento de la Torah y los Profetas, y Su venida confirma la seriedad de las advertencias de Moshéh sobre el pecado y el juicio, así como la profundidad del amor de Elohím que provee el camino de redención.

4. La Advertencia Escatológica: La mención de “en los postreros días” (בְּאַחֲרִית הַיָּמִים – be-aḥarít hay-yamím) por Moshéh es una frase mesiánica y escatológica. Yeshúa HaMashíaj es el que introduce estos “postreros días”, el tiempo del Reino de los Cielos, pero también un tiempo de grandes desafíos y discernimiento. Sus advertencias sobre los falsos profetas y la apostasía antes de Su regreso (Maṭṭai 24) son el eco de la profecía de Moshéh, mostrando que la lucha contra la corrupción espiritual y la desviación del camino es una característica constante hasta la consumación final del Reino. Él es el Juez que declarará: “Nunca os conocí” a los “hacedores de iniquidad”, tal como Moshéh advirtió sobre aquellos que provocarían a Adonái a ira con la obra de sus manos.

Textos apócrifos y pseudepigráficos como el Testamento de Leví o el Libro de Jubileos también contienen profecías sobre la corrupción futura de los sacerdotes y del pueblo, y la necesidad de un Mesías que venga a corregir estos males y establecer una era de justicia. Estas obras, aunque no canónicas, reflejan la esperanza judía en un Mashíaj que resolvería la crisis de la desobediencia y la corrupción que Moshéh había profetizado. Yeshúa HaMashíaj es el único que verdaderamente puede sanar la profunda corrupción del corazón humano y restaurar a los creyentes a la verdadera obediencia y el camino de HaShem, capacitándolos para vivir una vida que no provoca a ira a HaShem, sino que Le honra dentro del Reino de Elohím.

9. Midrashim y Targumim

Los Midrashim y Targumim ofrecen interpretaciones ricas sobre Deuteronomio 31:28-29, profundizando en la seriedad de la advertencia de Moshéh y la naturaleza de la apostasía de Yisra’el.

Midrash Sifrei Devarim 306:

Este Midrash, un comentario halájico temprano sobre Deuteronomio, enfatiza la solemnidad de la convocatoria de Moshéh a los ancianos. Se explica que Moshéh quería asegurarse de que su advertencia fuera transmitida a todas las generaciones. El Sifrei subraya la autoridad de Moshéh como profeta y el dolor que sentía al prever la futura transgresión de Yisra’el. Se interpreta que la frase “Juntadme a mí a todos los ancianos de vuestras tribus y a vuestros oficiales” (Deuteronomio 31:28) significa que Moshéh quería que los líderes escucharan la advertencia directamente y la internalizaran, para que no pudieran alegar ignorancia. La elección de “cielo y tierra” como testigos se interpreta como una señal de la inmutabilidad de la Torah y la certeza del juicio divino. “Aunque los cielos y la tierra puedan pasar, Mis palabras no pasarán,” dice HaShem. Esto resalta que el pacto es eterno y las consecuencias de romperlo son universales.

Targum Onqelos sobre Deuteronomio 31:29:

El Targum Onqelos, una paráfrasis aramea literal de la Torah, traduce el versículo 29 de la siguiente manera (traducción conceptualizada):

“Porque yo sé que después de mi muerte, ciertamente corrompiéndoos os corromperéis, y os apartaréis del camino que yo os he mandado, y vendrá sobre vosotros la tribulación en el fin de los días, porque haréis el mal ante Adonái para provocarlo a ira con las obras de vuestras manos, adorando ídolos.”

La interpretación clave aquí es que Onqelos especifica la naturaleza del “mal” (הָרָעָה – Ha-ra’áh) y la “obra de vuestras manos” (בְּמַעֲשֵׂה יְדֵיכֶם – be-ma’aséh yedéykhem) como la adoración de ídolos. Esto pone de manifiesto que, para la tradición rabínica, la raíz principal de la corrupción predicha por Moshéh era la idolatría, la cual es la transgresión más grave contra la unicidad y soberanía de HaShem.

Targum Yonatan (Pseudo-Jonathan) sobre Deuteronomio 31:29:

El Targum Yonatan, siendo más expansivo, a menudo añade detalles narrativos y halájicos. Para Deuteronomio 31:29, puede parafrasear y expandir sobre la consecuencia del pecado:

“Porque sé que después de mi muerte, ciertamente corrompiendo os corromperéis, y os apartaréis del camino recto que os he mandado en mi Torah; y vendrán sobre vosotros malos acontecimientos al final de los días, porque haréis lo que es malo ante Adonái vuestro Elohím, para irritarle con las obras de vuestra mano, adorando ídolos de los pueblos.”

Similar a Onqelos, Yonatan enfatiza la idolatría como la principal “obra de las manos” que provoca la ira divina. También especifica que el “camino” (דֶּרֶךְ – dérek) es el “camino recto” y se refiere a la Torah, subrayando la importancia de adherirse a las leyes divinas. La “tribulación” o “malos acontecimientos” se interpreta como las consecuencias directas de esta apostasía, que a menudo se entienden como el exilio y la persecución.

Midrash Tanhuma (Vayelej 2):

El Midrash Tanhuma, en su sección sobre Vayelej, reflexiona sobre el lamento de Moshéh. A menudo se pregunta cómo Moshéh, un profeta tan cercano a HaShem, pudo tener un conocimiento tan doloroso sobre el futuro. Se explica que HaShem le reveló la naturaleza inconstante del corazón humano, y Moshéh, por su gran amor a Yisra’el, se vio obligado a advertirles. El Midrash también puede conectar esta profecía con el concepto de Ḥurban (destrucción del Templo) y el exilio, viéndolos como el cumplimiento de la advertencia de Moshéh. La profecía no es simplemente una predicción, sino una expresión del amor y la preocupación de HaShem por Su pueblo, dándoles la oportunidad de arrepentirse antes de que el “mal” (הָרָעָה – Ha-ra’áh) les alcance.

En esencia, estos textos rabínicos reafirman que la advertencia de Moshéh no era una mera conjetura, sino una visión profética precisa de las futuras caídas de Yisra’el, con la idolatría y el abandono de la Torah como las principales manifestaciones del “mal” que provocarían la ira de Adonái y traerían consecuencias devastadoras en los “postreros días”.

10. Mandamientos

De esta Aliyá, aunque no se presenta un mandamiento explícito en forma de mitzvah positiva o negativa, se pueden extraer principios de vida y mandamientos éticos cruciales para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos:

1. Mandamiento de la Vigilancia Espiritual Continua: Moshéh advierte: “ciertamente os corromperéis y os apartaréis del camino”. Esto implica que los discípulos de Mashíaj deben mantener una vigilancia constante sobre su corazón y sus acciones para no caer en la corrupción. No se puede dar por sentada la fidelidad. Este es un llamado a la sobriedad espiritual, a examinar la propia vida y a no confiar en la propia fuerza.

* Aplicación: Practicar el autoexamen diario, la Tefiláh constante y el estudio de la Torah para discernir las inclinaciones del corazón y corregir el curso antes de desviarse.

2. Mandamiento de la Adherencia Inquebrantable a la Torah de HaShem: Moshéh lamenta que se apartarán “del camino que os he mandado”. El “camino” es la Torah. Para los discípulos de Yeshúa HaMashíaj, esto significa vivir de acuerdo con la Torah de HaShem, tal como Yeshúa la enseñó y encarnó. No es solo conocer los mandamientos, sino vivirlos activamente con el Ruaj HaKodesh.

* Aplicación: Estudiar y meditar en la Torah, y esforzarse por aplicar sus principios de justicia, amor y santidad en todas las áreas de la vida, reconociendo a Yeshúa HaMashíaj como la personificación viviente de la Torah.

3. Mandamiento de la Responsabilidad Corporativa de los Líderes: Moshéh llama a los ancianos y oficiales para que escuchen la advertencia. Esto subraya la responsabilidad de los líderes en el Reino de los Cielos de guiar al pueblo en el camino recto, de ser ejemplos de fidelidad y de advertir contra el pecado y la apostasía.

* Aplicación: Los líderes en las comunidades de Mashíaj deben ser pastores vigilantes, maestros de la verdad de HaShem, y modelos de obediencia, encargados de instruir y exhortar al pueblo a permanecer fiel, y de reconocer las señales de desviación.

4. Mandamiento de No Provocar la Ira de HaShem con Idolatría o Iniquidad: El pasaje culmina con la advertencia de “provocarlo a ira con la obra de vuestras manos”. Esto no solo se refiere a la idolatría literal, sino a cualquier acción que deshonre a HaShem, poniendo cualquier otra cosa (dinero, poder, placer, ego) en el lugar que solo le corresponde a Él.

* Aplicación: Cultivar una relación de adoración exclusiva a Elohím, evitando cualquier forma de idolatría moderna o iniquidad que manifieste un corazón alejado de Sus propósitos, y buscando siempre hacer lo que Le agrada en el Reino de Yeshúa HaMashíaj.

11. Preguntas de Reflexión

1. Moshéh advierte que el pueblo “ciertamente se corromperá”. ¿De qué maneras podemos ver esta tendencia a la “corrupción” y al “apartamiento del camino” manifestarse en nuestras vidas personales o en las comunidades del Reino de Yeshúa HaMashíaj hoy día? ¿Cómo podemos, individual y comunitariamente, contrarrestar activamente esta inclinación profetizada?

2. La advertencia de Moshéh es un recordatorio solemne de que el conocimiento de la Torah y las bendiciones de HaShem no son garantía contra el pecado. ¿Qué significa vivir en el Reino de los Cielos “con temor y temblor” (Filipenses 2:12), y cómo esta advertencia nos ayuda a mantener una humildad constante y dependencia del Ruaj HaKodesh en nuestro caminar con Yeshúa HaMashíaj?

3. Moshéh pone al “cielo y la tierra” como testigos contra el pueblo. ¿Qué implicaciones tiene esta idea de una responsabilidad cósmica ante HaShem para nuestra vida como discípulos de Mashíaj en la actualidad? ¿Cómo esto nos impulsa a vivir con mayor integridad y a dar un testimonio fiel del Reino en el mundo?

12. Resumen

La Aliyá 6 de Parashá Vayelej (Deuteronomio 31:28-29) es una profecía sombría y una advertencia paternal de Moshéh a Yisra’el, previendo su inevitable corrupción y el apartamiento del camino de la Torah después de su muerte. Este pasaje subraya la tendencia del corazón humano hacia el pecado y la idolatría, la cual provocaría la ira de Adonái y traería graves consecuencias en los “postreros días”. La Haftaráh de Hoshea, así como las advertencias de Yeshúa HaMashíaj en la Brit Hadasháh, profundizan en este tema, ofreciendo un llamado al arrepentimiento y una guía para la obediencia genuina. Este estudio resalta la necesidad de una vigilancia espiritual constante y una adherencia inquebrantable a los principios de HaShem para los discípulos de Yeshúa HaMashíaj, reafirmando que la vida en el Reino de los Cielos demanda una obediencia activa y consciente para evitar las trampas de la corrupción espiritual y honrar a Elohím con todo nuestro ser.

13. Tefiláh (Oración)

Adonái Elohím, Padre celestial, Te damos gracias por Tu amor y Tu Palabra, que nos advierte y nos guía en el camino del Reino de Yeshúa HaMashíaj. Reconocemos la verdad de Tu Torah, que nos enseña sobre la inclinación de nuestro corazón a desviarnos y a provocar Tu ira con las obras de nuestras manos. Te pedimos, a través del sacrificio de Yeshúa HaMashíaj y el poder de Tu Ruaj HaKodesh, que fortalezcas nuestra voluntad, purifiques nuestros pensamientos y dirijas nuestros pasos para que no nos corrompamos ni nos apartemos de Tu sendero. Ayúdanos a vivir con vigilancia constante y obediencia genuina, para que nuestras vidas Te glorifiquen y seamos testigos fieles de Tu Reino aquí en la tierra, esperando el día de la consumación de todas Tus promesas en Maran Yeshúa. Amén.

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Parashá 52 Vayeléj (וילך) – Aliyha 5

Aliyáh 5: (Deuteronomio 31:20-24) Moshé escribe un cántico como testimonio contra la futura rebelión de Israel.
Haftaráh: Joel 2:11-27 (La promesa de restauración tras el arrepentimiento).
Brit Hadasháh: Colosenses 3:16 (El cántico de la palabra de Elohím en los corazones).

Tema: La entrega de la canción

Shalom aleijem, amados hermanos y hermanas del Reino de Yeshúa HaMashíaj. Es un honor y un privilegio inmenso adentrarnos en las profundidades de la Torah, la instrucción sagrada que HaShem nos ha legado, para desvelar sus tesoros ocultos y su relevancia eterna en la luz de MarYah Yeshúa. Hoy, dirigimos nuestra atención a la quinta Aliyá de la Parashá Vayelej, un segmento crucial donde Moshéh, en sus postrimerías, se prepara para la entrega de una poderosa canción, un testimonio imperecedero.

1. Texto Hebreo Interlineal

Pasaje: Deuteronomio 31:23-31:27

2. Haftaráh Analizada

Pasaje: Yesha’yahu 55:6-56:8

Análisis: La Haftaráh de la Parashá Vayelej se encuentra en Yesha’yahu 55:6-56:8, y su conexión con la Aliyá 5 es profunda y multifacética. La Aliyá 5 se centra en la instrucción de Moshéh para que Yehoshúa sea fuerte, en la entrega de la Torah a los sacerdotes y ancianos, y en el mandamiento de leer la Torah públicamente cada siete años en Sukkot, para que todos, incluyendo los niños y los extranjeros, escuchen, aprendan y teman a HaShem.

El profeta Yesha’yahu, en su Haftaráh, resuena con este llamado a la escucha y al retorno a HaShem. Versículos como Yesha’yahu 55:6-7, “Buscad a Adonái mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano. Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Adonái, quien tendrá de él misericordia, y a nuestro Elohím, quien será amplio en perdonar,” son un eco directo del propósito de la lectura de la Torah: conducir a Yisra’el a la obediencia y al arrepentimiento. Moshéh entrega la Torah como un testimonio y una instrucción para que el pueblo no se desvíe; Yesha’yahu, siglos después, lamenta que se hayan desviado y los exhorta a regresar.

El Midrashim, como el Midrash Tanhuma (Vayelej 2), enfatiza la importancia de la Torah como el vínculo entre Elohím e Yisra’el, y la entrega de la Torah por Moshéh es vista como un acto de amor supremo. La Haftaráh refuerza esto al hablar de la inquebrantable palabra de HaShem: “Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para lo cual la envié” (Yesha’yahu 55:10-11). Esta certeza en la palabra de HaShem es fundamental, tanto para la Torah entregada por Moshéh como para el mensaje profético de Yesha’yahu. La instrucción de Moshéh de leer la Torah en Sukkot (Devarim 31:10-11) asegura que la palabra de HaShem sea sembrada continuamente en el corazón del pueblo, esperando fruto.

El Targum Yonatan sobre Deuteronomio 31 subraya el carácter perdurable de la Torah como un pacto y un testimonio. De manera similar, en Yesha’yahu 56:7, la visión de HaShem de “mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos,” se alinea con la inclusión de los “extranjeros” (gerim) en la asamblea de lectura de la Torah en Deuteronomio 31:12. HaShem desea que todos, sin excepción, escuchen y se beneficien de Su instrucción. Este universalismo mesiánico prefigura el Reino de los Cielos, donde Yeshúa HaMashíaj extenderá la luz de la Torah a todas las naciones. La Haftaráh, por tanto, no solo lamenta la desobediencia pasada, sino que también ofrece una visión de redención y restauración futura, cuando Yisra’el y las naciones se volverán a la Torah de HaShem, un tema central en la enseñanza del Reino de Yeshúa HaMashíaj.

3. Brit Hadasháh (Arameo)

Pasaje: Gilyana (Revelación) 15:3-4

Texto Hebreo OriginalFonética TiberianaTraducción Palabra por PalabraTraducción Literal del Verso
—————–—————–—————–—————–
וַיְצַו֙Va-ye-ṣavY él ordenóY él ordenó a Yehoshúa ben Nun, y dijo: Sé fuerte y valiente, porque tú traerás a los hijos de Yisra’el a la tierra que les juré; y yo estaré contigo.
אֶת־et-a
יְהוֹשֻׁ֤עַYe-ho-šu-aYehoshúa
בִּן־bin-hijo de
נוּן֙NunNun
וַיֹּ֔אמֶרva-yo-mery él dijo
חֲזַק֙ḥa-zaqSé fuerte
וֶֽאֱמָ֔ץve-e-maṣy sé valiente
כִּֽי־ki-porque
אַתָּ֗הa-ta
תָּבִיא֙ta-vitraerás
אֶת־et-a
בְּנֵ֣יbe-nehijos de
יִשְׂרָאֵ֔לYis-ra-elYisra’el
אֶל־el-a
הָאָ֙רֶץ֙ha-a-reṣla tierra
אֲשֶׁר֙a-šerque
נִשְׁבַּ֣עְתִּֽיniš-ba-tijuré
לָהֶ֔םla-hema ellos
וַאֲנִ֖יva-a-niy yo
אֶהְיֶ֥הeh-yeestaré
עִמָּֽךְ׃i-maḵcontigo
וַיִּכְתֹּ֣בVa-yiḵ-tovY él escribióY Moshéh escribió esta Torah y la dio a los sacerdotes, los hijos de Levi, que llevaban el arca del pacto de HaShem, y a todos los ancianos de Yisra’el.
מֹשֶׁה֩Mo-šehMoshéh
אֶת־et-a
הַתּוֹרָ֨הha-To-rahla Torah
הַזֹּאת֙ha-zotesta
וַֽיִּתְּנָהּ֙va-yi-te-nahy él la dio
אֶל־el-a
הַכֹּהֲנִים֙ha-ko-ha-nimlos sacerdotes
בְּנֵ֣יbe-nehijos de
לֵוִ֔יLe-viLevi
הַנֹּשְׂאִ֕יםha-no-se-imlos que llevaban
אֶת־et-a
אֲר֥וֹןa-ronel arca
בְּרִית־be-rit-del pacto de
יְהוָ֖הAdonáiAdonái
וְאֶל־ve-el-y a
כָּל־kol-todos
זִקְנֵ֥יziq-nelos ancianos de
יִשְׂרָאֵֽל׃Yis-ra-elYisra’el
וַיְצַ֨וVa-ye-ṣavY él ordenóY Moshéh les ordenó, diciendo: Al fin de cada siete años, en el tiempo del año de la remisión, en la fiesta de Sukkot.
מֹשֶׁ֣הMo-šehMoshéh
אוֹתָם֮o-tama ellos
לֵאמֹר֒le-mordiciendo
מִקֵּ֣ץmi-qeṣAl fin de
שֶֽׁבַע־še-va-siete
שָׁנִ֗יםša-nimaños
בְּמוֹעֵד֙be-mo-eden el tiempo de
שְׁנַ֣תše-natel año de
הַשְּׁמִטָּ֔הha-še-mi-ṭahla remisión
בְּחַ֖גbe-ḥagen la fiesta de
הַסֻּכּֽוֹת׃ha-Su-kotSukkot
בְּב֣וֹאBe-voCuando vengaCuando todo Yisra’el venga a aparecer ante el rostro de Adonái tu Elohím en el lugar que él elegirá, leerás esta Torah delante de todo Yisra’el en sus oídos.
כָל־kol-todo
יִשְׂרָאֵ֗לYis-ra-elYisra’el
לֵרָאוֹת֙le-ra-ota aparecer
אֶת־et-ante
פְּנֵי֙pe-neel rostro de
יְהוָ֣הAdonáiAdonái
אֱלֹהֶ֔יךָElo-he-ḵatu Elohím
בַּמָּק֖וֹםba-ma-qomen el lugar
אֲשֶׁ֣רa-šerque
יִבְחָ֑רyiḇ-ḥarél elegirá
תִּקְרָ֞אtiq-raleerás
אֶת־et-a
הַתּוֹרָ֥הha-To-rahla Torah
הַזֹּ֛אתha-zotesta
נֶ֥גֶדne-geddelante de
כָּל־kol-todo
יִשְׂרָאֵ֖לYis-ra-elYisra’el
בְּאָזְנֵיהֶֽם׃be-oz-ne-hemen sus oídos
הַקְהֵ֣לHaq-helReúneReúne al pueblo, los hombres y las mujeres y los niños, y tu extranjero que está dentro de tus ciudades, para que escuchen y para que aprendan y teman a Adonái tu Elohím, y para que cuiden de hacer todas las palabras de esta Torah.
אֶת־et-a
הָעָ֗םha-amel pueblo
הָאֲנָשִׁ֤יםha-a-na-šimlos hombres
וְהַנָּשִׁים֙ve-ha-na-šimy las mujeres
וְהַטָּ֔ףve-ha-ṭafy los niños
וְגֵרְךָ֖ve-ger-ḵay tu extranjero
אֲשֶׁ֣רa-šerque
בִּשְׁעָרֶ֑יךָbi-še-a-re-ḵaen tus ciudades
לְמַ֣עַןle-ma-anpara que
יִשְׁמְע֤וּyi-še-me-uescuchen
וּלְמַ֙עַן֙u-le-ma-any para que
יִלְמְד֗וּyil-me-duaprendan
וְיָרְא֣וּve-ya-re-uy teman
אֶת־et-a
יְהוָה֙AdonáiAdonái
אֱלֹֽהֵיכֶ֔םElo-he-ḵemvuestro Elohím
וְשָׁמְר֣וּve-ša-me-ruy para que cuiden
לַעֲשׂ֔וֹתla-a-śotde hacer
אֶת־et-a
כָּל־kol-todas
דִּבְרֵ֖יdiḇ-relas palabras de
הַתּוֹרָ֥הha-To-rahla Torah
הַזֹּֽאת׃ha-zotesta
וּבְנֵיהֶ֞םU-ṿe-ne-hemY sus hijosY sus hijos, que no la conocen, escucharán y aprenderán a temer a Adonái vuestro Elohím todos los días que viváis en la tierra a la que vais, el Jordán, para poseerla.
אֲשֶׁ֣רa-šerque
לֹא־lo-no
יָֽדְעוּ֒ya-de-ula conocían
יִשְׁמְע֗וּyi-še-me-uescucharán
וְלָֽמְדוּ֙ve-la-me-duy aprenderán
לְיִרְאָה֙le-yir-aha temer
אֶת־et-a
יְהוָ֣הAdonáiAdonái
אֱלֹֽהֵיכֶ֔םElo-he-ḵemvuestro Elohím
כָּל־kol-todos
הַיָּמִ֗יםha-ya-mimlos días
אֲשֶׁ֨רa-šerque
אַתֶּ֣םa-temvosotros
חַיִּים֮ḥa-yimviváis
עַל־al-sobre
הָאֲדָמָה֒ha-a-da-mahla tierra
אֲשֶׁ֨רa-šera la que
אַתֶּ֜םa-temvosotros
עֹבְרִ֥יםoḇ-rimestáis pasando
אֶת־et-a
הַיַּרְדֵּ֗ןha-Yar-denel Jordán
שָׁ֙מָּה֙ša-mahallá
לְרִשְׁתָּֽהּ׃le-riš-tahpara poseerla
Texto Siríaco OrientalFonética Siríaca OrientalTraducción Palabra por PalabraTraducción Literal del Verso
—————-—————-—————-—————-
ܘܰܡܫܰܒܚܺܝܢwa-mšaḇ-ḥinY ellos cantabanY ellos cantaban la canción de Moshéh el siervo de Elohím, y la canción del Cordero, diciendo: Grandes y maravillosas son tus obras, Adonái Elohím Todopoderoso; justos y verdaderos son tus caminos, Rey de las naciones.
ܠܫܺܝܪܬܳܐl-šir-tala canción
ܕܡܽܘܫܶܐd-mu-šede Moshéh
ܥܰܒܕܶܗaḇ-dehsu siervo
ܕܰܐܠܳܗܳܐd-al-ho-ade Elohím
ܘܰܠܫܺܝܪܬܳܐwa-l-šir-tay la canción
ܕܶܐܡܪܳܐd-em-radel Cordero
ܘܳܐܡܪܺܝܢwa-om-riny ellos decían
ܪܰܘܪ̈ܒܺܝܢraw-reḇinGrandes
ܘܡܶܬܕܰܡܪ̈ܳܢw-met-dam-rany maravillosas
ܥܒܳܕܰܝܟaḇ-dayḵtus obras
ܡܳܪܝܳܐMa-ryaMaran
ܐܰܠܳܗܳܐa-lo-ho-aElohím
ܐܰܚܺܝܕa-ḥidel que tiene
ܟܽܠkultodo
ܘܕܳܟܝܳܐw-do-ḵyaY limpias
ܘܰܫܪܺܝܪܳܐwa-šrir-ay verdaderas
ܐܽܘܪ̈ܚܳܬܳܟur-ḥo-taḵtus caminos
ܡܰܠܟܳܐmal-koRey
ܕܥܰܡ̈ܡܶܐd-am-mede las naciones

Análisis: El pasaje de Gilyana (Revelación) 15:3-4 es una conexión monumental y profundamente mesiánica con la Aliyá 5 de Vayelej. La Aliyá 5 habla de la entrega de “La Canción” (Ha-širah) que Moshéh enseñaría a Yisra’el como testimonio. En Gilyana, vemos esta “Canción de Moshéh” cantada en el Reino celestial, pero no sola, sino unida a la “Canción del Cordero”, es decir, Maran Yeshúa.

Esta conjunción es el epítome de la continuidad del pacto y la revelación. La Torah de Moshéh, que incluye esta canción profética, es el fundamento sobre el cual se edifica la Brit Hadasháh. Yeshúa HaMashíaj no vino a abolir la Torah o los Profetas, sino a cumplirla y manifestarla en su plenitud (Mattityahu 5:17). Los redimidos, cantando ambas canciones, testifican que la salvación y la soberanía de Elohím se revelan a través de la instrucción de Moshéh y la obra redentora de Yeshúa.

La “Canción de Moshéh” en Devarim 32 (que Moshéh se prepara para entregar en nuestro pasaje) es una canción de alabanza por la fidelidad de Elohím y, al mismo tiempo, una advertencia profética sobre la infidelidad de Yisra’el y las consecuencias. El hecho de que sea cantada en el Reino de los Cielos subraya su verdad y su cumplimiento en la historia y en la escatología. La “Canción del Cordero” es la alabanza a Yeshúa HaMashíaj por su victoria sobre el pecado y la muerte, y por haber establecido el Reino de Elohím con poder.

Textos apócrifos y pseudepigráficos como el Libro de Enoc a menudo hablan de canciones y liturgias celestiales, y de la alabanza a HaShem por Sus obras justas. En Enoc 96:6, se menciona que “el cielo y la tierra se regocijan” por la justicia de Elohím. Este eco de la alabanza universal por la justicia divina resuena con los versos de Gilyana, donde se proclama: “Grandes y maravillosas son tus obras… justos y verdaderos son tus caminos, Rey de las naciones.” Yeshúa HaMashíaj, como el Rey de las naciones, es quien trae a cumplimiento la visión de un testimonio universal que Moshéh inició al entregar la canción y la Torah. En el Reino de los Cielos, la Torah de Moshéh y la gracia de Yeshúa HaMashíaj no son opuestas, sino dos aspectos gloriosos de un mismo plan divino.

4. Contexto Histórico

El pasaje de Deuteronomio 31:23-27 se sitúa en un momento de transición trascendental en la historia de Yisra’el. Moshéh, el gran líder y profeta que sacó al pueblo de Mitzrayim (Egipto), recibió la Torah en Har Sinái, y los guió por el midbar (desierto) durante cuarenta años, está a punto de concluir su misión terrenal. Tiene 120 años y sabe que no entrará en la tierra prometida (Devarim 31:2).

El contexto es uno de liderazgo inminente. Elohím transfiere la autoridad y la unción de Moshéh a Yehoshúa ben Nun, su fiel servidor. El versículo 23, “Y él ordenó a Yehoshúa ben Nun y dijo: Sé fuerte y valiente, porque tú traerás a los hijos de Yisra’el a la tierra que les juré; y yo estaré contigo,” es la comisión formal de Yehoshúa. Esto no es solo una sucesión política, sino una transferencia espiritual del liderazgo covenantal. Moshéh es el mediador del pacto sinaítico, y Yehoshúa será el que guíe al pueblo a cumplir el pacto en la tierra.

En este mismo período, Moshéh está finalizando la escritura de la Torah. El versículo 24, “Y Moshéh escribió esta Torah y la dio a los sacerdotes, los hijos de Levi, que llevaban el arca del pacto de HaShem, y a todos los ancianos de Yisra’el,” indica la culminación de un proceso monumental. Esta Torah escrita debía ser guardada y transmitida fielmente. La arqueología ha revelado la importancia de los documentos escritos en el antiguo Cercano Oriente como instrumentos de pacto y ley, con cláusulas de almacenamiento y lectura periódica, lo que refuerza la práctica descrita aquí.

La instrucción específica de leer la Torah cada siete años, en Sukkot, durante el año de la remisión (šemiṭah), ante toda la congregación (hombres, mujeres, niños y extranjeros), resalta la intención de HaShem de que Su instrucción sea viva y activa en cada generación. Esta práctica, conocida como Haqhel, era una reafirmación del pacto. El Midrash Sifrei Devarim 31:10 enfatiza que incluso los niños pequeños eran traídos para recibir la “atmósfera de temor a HaShem.”

Finalmente, la referencia a “La Canción” (Ha-širah) en Devarim 31:19, 21-22, que Moshéh debía enseñar a Yisra’el, es crucial. Esta canción (Devarim 32) serviría como un “testimonio” (ed) contra Yisra’el cuando inevitablemente se desviaran del camino de HaShem. Es una medida preventiva y profética, una advertencia y una instrucción que permanece para las generaciones futuras, incluso después de que Moshéh ya no esté entre ellos. El contexto es de herencia y continuidad del pacto, con un énfasis en la enseñanza y la memoria como salvaguardias contra la apostasía.

5. Comentarios Proféticos

Este pasaje es una fuente rica de comentarios proféticos para la época actual, especialmente a la luz del Reino de Yeshúa HaMashíaj.

1. La Sucesión y el Liderazgo Mesiánico: La transferencia de liderazgo de Moshéh a Yehoshúa es un arquetipo profético. Moshéh, quien dio la Torah, prefigura una era de instrucción. Yehoshúa, cuyo nombre significa “HaShem es salvación” (y es el mismo nombre que Yeshúa), es quien guía al pueblo a la herencia. Yeshúa HaMashíaj es el Yehoshúa definitivo, quien no solo nos introduce en la Tierra Prometida espiritual (el Reino de Elohím), sino que Él Mismo es la encarnación de la salvación de HaShem. La orden de ser “fuerte y valiente” (ḥazaq ve-emaṣ) se extiende a los discípulos de Mashíaj que deben ser firmes en la fe y en la misión del Reino.

2. La Torah como Testimonio Eterno: La entrega de la Torah a los kohanim y ancianos, y el mandamiento de su lectura periódica, profetiza la inmutabilidad de la palabra de HaShem. La Torah no es un mero código legal, sino un testimonio vivo. Yeshúa HaMashíaj mismo afirmó: “No penséis que he venido para abrogar la Torah o los Nevi’im; no he venido para abrogar, sino para cumplir” (Mattityahu 5:17). En el Reino de los Cielos, la Torah es la constitución; Yeshúa es su plena expresión y su maestro viviente. Su palabra, como la de HaShem, no pasará (Mattityahu 24:35).

3. La Canción como Profecía y Advertencia: La “Canción” que Moshéh iba a enseñar es un testimonio profético de la futura apostasía de Yisra’el y la fidelidad inquebrantable de HaShem. Esta profecía se ha cumplido repetidamente a lo largo de la historia de Yisra’el y sigue siendo relevante para todos los que profesan seguir a HaShem. Los desafíos a la fe, las desviaciones de la verdad del Reino, y la búsqueda de ídolos modernos (materialismo, relativismo, autoproclamación) son constantes. La canción sirve como un espejo para la humanidad, revelando la naturaleza del corazón humano y la constante necesidad de arrepentimiento y retorno. Para los discípulos de Mashíaj, es un recordatorio de que la fidelidad no es automática, y que el conocimiento de la Torah y la obediencia a Yeshúa son vitales para permanecer en el pacto.

4. Inclusión Universal en el Reino: El mandamiento de que todos escuchen la Torah –hombres, mujeres, niños y extranjeros (gerim)– es profundamente profético de la naturaleza inclusiva del Reino de los Cielos. Desde los días de Moshéh, el plan de HaShem ha sido redimir no solo a Yisra’el, sino a todas las naciones. Yeshúa HaMashíaj abrió las puertas del Reino a todos los que creen, sin distinción de origen o estatus, cumpliendo la visión de los profetas como Yesha’yahu. El Ruaj HaKodesh derramado sobre todas las naciones es el testimonio viviente de este cumplimiento. La lectura de la Torah hoy, en el contexto de Maran Yeshúa, sigue siendo una invitación universal a la obediencia y al temor de HaShem.

6. Análisis Profundo

Desglosemos algunas palabras clave y conceptos teológicos de este pasaje:

* וַיְצַו (Va-ye-ṣav) – “Y él ordenó” (31:23, 31:25): El verbo צָוָה (ṣavah) significa mandar, ordenar. No es una mera sugerencia, sino una instrucción con autoridad divina. Moshéh ordena a Yehoshúa y luego a los kohanim y ancianos. Esto subraya la autoridad y la seriedad de las instrucciones dadas. En el Reino de los Cielos, las “órdenes” o “mandamientos” de Yeshúa HaMashíaj son la guía para la vida de sus talmidim (discípulos), y no son gravosas sino liberadoras (1 Yohanan 5:3).

* חֲזַק֙ וֶֽאֱמָ֔ץ (Ḥazaq ve-emaṣ) – “Sé fuerte y valiente” (31:23): Esta es una frase icónica en los Nevi’im, utilizada a menudo en momentos de gran desafío o transición. Ḥazaq (חזק) implica fuerza física y mental, perseverancia. Emaṣ (אמץ) denota coraje, firmeza, resiliencia. Estas cualidades eran esenciales para Yehoshúa al asumir el liderazgo y entrar en la tierra. Para los discípulos de Mashíaj, esta es una exhortación perenne en la lucha espiritual y en la proclamación del Reino, sabiendo que Yeshúa mismo está con ellos. El Targum Onkelos traduce esta frase con “Sé fuerte en la Torah y valiente en la acción”.

הַתּוֹרָה הַזֹּאת (Ha-Torah ha-zot) – “Esta Torah” (31:24, 31:26): La palabra Torah (תורה) proviene de la raíz ירה (yarah), que significa “enseñar, instruir, guiar”. No es solo “ley”, sino “instrucción divina”. Moshéh escribe esta* Torah, refiriéndose al libro de Devarim y posiblemente a la totalidad de los cinco libros que había compilado. La Torah no se entrega como un simple conjunto de reglas, sino como el manual de vida del pacto de HaShem con Yisra’el. Es la luz (mišlei 6:23) para sus pies. En el Reino de los Cielos, Yeshúa HaMashíaj es la Torah viviente, la encarnación de la instrucción divina, y la Torah se escribe en los corazones de los creyentes por medio del Ruaj HaKodesh (Yirmeyahu 31:33).

* הַשְּׁמִטָּה (Ha-še-mi-ṭah) – “La remisión” (31:10): Se refiere al año sabático, donde la tierra descansa y las deudas se perdonan (Devarim 15:1-2). La lectura de la Torah durante este tiempo subraya la soberanía de HaShem sobre la tierra y la vida social, y la necesidad de recordar la dependencia de Elohím y la justicia social. El concepto de libertad y perdón de deudas apunta a la redención última que Yeshúa HaMashíaj ofrece, liberando del pecado y restaurando la relación con Elohím. El Midrash Tanhuma (Ki Tavo 2) conecta la šemiṭah con la redención y el Shabbat, viendo estos ciclos como anticipos de la era mesiánica de paz y plenitud.

* הַקְהֵל (Haq-hel) – “Reúne” (31:12): La raíz קהל (qahal) significa convocar, congregar. Este mandamiento de “Haqhel” es una asamblea solemne para escuchar la Torah. El objetivo es triple: “para que escuchen y para que aprendan y teman a Adonái vuestro Elohím”. Yišme’u (escuchen), yilmedu (aprendan), yir’u (teman). Esta secuencia es fundamental para la vida en el pacto. La escucha lleva al aprendizaje, y el aprendizaje lleva al temor reverencial de HaShem, que a su vez motiva la obediencia. Esta es la pedagogía divina para el Reino de Elohím. Yeshúa HaMashíaj continuamente llamó a la “escucha” (šema) de Su palabra, que es la Torah encarnada, para aprender y vivir en el temor y amor de Elohím.

* לְעֵדוּת (le-e-dut) – “Como testimonio” (31:26, implicado por el contexto de la canción): La “canción” no es un mero canto, sino un documento legal-profético, un testigo. Cuando Moshéh ordena guardar la Torah junto al Arca del Pacto, lo hace para que sea un “testimonio contra ti” (31:26). Esto significa que la Torah misma atestiguará la fidelidad de Elohím y la infidelidad de Yisra’el. Yeshúa HaMashíaj es el “Testigo Fiel y Verdadero” (Gilyana 3:14), y Su vida y palabras son el testimonio final y perfecto de la voluntad de Elohím.

7. Tema Relevante

El tema central de esta Aliyá es La Torah como un Testimonio Imperecedero y la Urgencia de la Adhesión al Pacto. Moshéh, al final de su vida, no solo transfiere el liderazgo, sino que establece un mecanismo perpetuo para la transmisión de la Torah, con la clara intención de que sirva como un “testimonio” (ed) para las futuras generaciones.

La entrega de la Torah a los kohanim y ancianos, junto con la instrucción de su lectura pública y la enseñanza de la “canción”, son actos deliberados para asegurar que la Palabra de HaShem nunca sea olvidada ni ignorada. El hecho de que se deba guardar junto al Arca del Pacto de HaShem subraya su santidad y su papel central en la vida de Yisra’el. Es un pacto vivo que requiere la atención y el compromiso constante de cada individuo.

La preocupación de Moshéh es clara: anticipa la apostasía del pueblo (Devarim 31:20-21, 29). Sabe que el corazón humano es propenso a desviarse. Por ello, la Torah, y particularmente la “canción” de Devarim 32, está diseñada para ser un recordatorio constante, una “evidencia” que testifique contra ellos cuando fallen, pero también un camino de retorno.

Para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos, este tema es profundamente relevante. La Torah sigue siendo el fundamento de nuestra comprensión de la justicia, la misericordia y la fidelidad de Elohím. La vida de Yeshúa HaMashíaj es la encarnación perfecta de la Torah. Nuestra adhesión al Reino requiere una constante inmersión en la Palabra de Elohím, no solo para escuchar, sino para aprender, temer y, fundamentalmente, hacer (la’aśot) todas sus palabras. Como Yeshúa enseñó, no es solo el oír, sino el obedecer que construye una casa firme (Mattityahu 7:24-27). La Torah, iluminada por el Ruaj HaKodesh y el Mesías, sigue siendo el testimonio de la voluntad de HaShem para la vida de sus hijos, un llamado a la fidelidad y un recordatorio de Su inquebrantable pacto.

8. Descubriendo a Mashíaj

El pasaje de Aliyá 5 de Vayelej apunta y revela aspectos de la vida y obra de Yeshúa HaMashíaj de varias maneras cruciales:

1. El Liderazgo Mesiánico como Yehoshúa: Moshéh instruye a Yehoshúa a ser “fuerte y valiente” y lo comisiona para llevar a Yisra’el a la tierra prometida. Como se mencionó, Yehoshúa (יְהוֹשֻׁעַ) es la forma hebrea del nombre Yeshúa (יֵשׁוּעַ), ambos significando “HaShem es salvación”. Yeshúa HaMashíaj es el verdadero Yehoshúa, el líder que guía al pueblo de Elohím (tanto Yisra’el como las naciones redimidas) a la herencia espiritual del Reino de los Cielos. Él es quien nos introduce en la verdadera “Tierra Prometida”, la plenitud de la presencia y el reinado de Elohím. Él es el que realmente nos dice “Sé fuerte y valiente”, porque Él está con nosotros hasta el fin de los días (Mattityahu 28:20).

2. La Torah como Testimonio en Mashíaj: Moshéh escribe la Torah y la entrega para que sea un “testimonio”. Yeshúa HaMashíaj es el “Testigo Fiel y Verdadero” (Gilyana 3:14). Él es la Torah viviente, la encarnación perfecta de la instrucción de Elohím. La Torah escrita testifica de Él. Yeshúa mismo dijo: “Si creyerais a Moshéh, me creeríais a mí, porque de mí escribió él” (Yohanan 5:46). Así, la Torah entregada por Moshéh no es solo una ley, sino una colección de profecías y revelaciones que apuntan a la persona y obra del Mesías.

3. La Canción Mesiánica como Redención y Juicio: La “canción” que Moshéh iba a enseñar serviría como un testimonio contra Yisra’el por su infidelidad. En Gilyana (Revelación) 15:3, los redimidos cantan la “canción de Moshéh y la canción del Cordero”. Esto sugiere que la canción de Moshéh, que detalla la fidelidad de Elohím y la infidelidad de Yisra’el, encuentra su clímax y su redención en Yeshúa HaMashíaj. La “canción del Cordero” es la alabanza a Yeshúa por Su sacrificio redentor y Su victoria. Juntas, estas canciones proclaman la justicia y la salvación de Elohím, realizadas plenamente en Yeshúa. La advertencia de la canción de Moshéh se cumple en el juicio, y su esperanza se realiza en la redención a través de Mashíaj.

4. Haqhel y la Asamblea del Reino: El mandamiento de “Haqhel”, la asamblea de todo el pueblo para escuchar la Torah, prefigura la congregación universal del Reino de los Cielos bajo Yeshúa HaMashíaj. En Mashíaj, no hay judío ni gentil (Galatiyim 3:28); todos son llamados a escuchar, aprender y temer a HaShem. Textos como el Testamento de Levi 18:9-10 (uno de los Testamentos de los Doce Patriarcas) hablan de un nuevo sacerdocio mesiánico que “establecerá un nuevo pacto para los gentiles” y “brillará en el mundo”, trayendo un conocimiento universal de la ley. Yeshúa es el Gran Rabino de esta asamblea global, el que abre el entendimiento de la Torah por medio del Ruaj HaKodesh. Su sermón del monte es un “Haqhel” mesiánico, donde Él explica la Torah para el Reino.

9. Midrashim y Targumim

Los Midrashim y Targumim ofrecen interpretaciones ricas sobre este pasaje, ampliando su significado y conectándolo con temas centrales de la teología judía.

* Targum Onkelos (Devarim 31:23): Traduce la orden de “Sé fuerte y valiente” (ḥazaq ve-emaṣ) a “Sé fuerte en la Torah y valiente en la acción”. Esto enfatiza que el liderazgo de Yehoshúa no es solo militar, sino profundamente arraigado en la obediencia y aplicación de la Torah. Para el Reino de Yeshúa HaMashíaj, esto significa que el verdadero liderazgo está en la adhesión a las enseñanzas de Mashíaj y en vivir una vida que las encarne.

Targum Yonatan (Devarim 31:24): Aclara que Moshéh “escribió esta Torah completa*”, incluyendo todas sus palabras y preceptos. El Targum subraya la integridad de la revelación de Moshéh. La entrega a los kohanim y ancianos no es solo para su custodia, sino para su estudio y enseñanza. Este compromiso con la totalidad de la Torah es un valor fundamental para los creyentes del Reino, que buscan entender y vivir cada palabra de Elohím a través de la lente de Yeshúa HaMashíaj.

* Midrash Sifrei Devarim 31:10-12 (sobre Haqhel): Este Midrash elabora sobre la importancia de la asamblea de Haqhel.

* Sifrei Devarim establece que la lectura de la Torah era tan crucial que incluso las mujeres, niños y los que no entendían el idioma, debían estar presentes. La justificación para los niños es “para que la recompensa de aquellos que los traen se cumpla”. La idea es inculcar el temor a HaShem desde la más tierna edad.

* También explica que para aquellos que no entendían, el mero hecho de escuchar la voz del pueblo leyendo la Torah generaba una sensación de reverencia y temor hacia HaShem. Esto resalta el poder de la presencia de la Palabra de Elohím, incluso más allá de la comprensión intelectual.

* Para los extranjeros (gerim), su presencia en Haqhel los integraba en la comunidad del pacto y les ofrecía la oportunidad de aprender y temer a HaShem. Esto es una prefiguración poderosa de la visión inclusiva del Reino de los Cielos, donde Yeshúa HaMashíaj abre el camino para que todas las naciones puedan unirse a la asamblea de Elohím.

* Midrash Tanhuma (Vayelej 2): Se enfoca en la entrega de la Torah por Moshéh como un acto de inmenso amor y preocupación por el futuro del pueblo. Destaca la canción (Devarim 32) como una advertencia profética y un consuelo. Cuando Yisra’el se desviara y sufriera, la canción les recordaría que HaShem es fiel y que Su plan de redención prevalecerá. Este Midrash nos enseña que las advertencias de la Torah no son para condenar sin esperanza, sino para guiar de nuevo al arrepentimiento y a la restauración, una verdad central en el mensaje del Reino de Yeshúa HaMashíaj, que predica tanto la justicia como la teshuvá (arrepentimiento).

* Zohar (Parashá Vayelej): El Zohar interpreta la entrega de la Torah a los kohanim y ancianos como una transmisión de la luz y el misterio divino. La Torah no es solo un texto; es una entidad espiritual viva que sostiene el universo. La “canción” (Ha-širah) es vista como un cántico místico que abarca toda la historia de Yisra’el, desde su creación hasta la redención final. La canción es la esencia de la sabiduría divina, revelando los misterios del pasado, presente y futuro. En el contexto del Reino de Yeshúa HaMashíaj, el Zohar nos invita a ver la Torah y la “canción” como revelaciones profundas de la sabiduría de Elohím, cuya plenitud se encuentra en Mashíaj, quien es el Logos, la Palabra preexistente.

Estos textos demuestran que la tradición judía siempre ha considerado la transmisión de la Torah, el liderazgo y la profecía de la “canción” como elementos vitales para la identidad y el futuro de Yisra’el, un legado que el Reino de Yeshúa HaMashíaj abraza y cumple.

10. Mandamientos

De este pasaje de Aliyá 5, podemos extraer varios mandamientos (mitzvot) o principios de vida esenciales para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos:

1. Aceptar y Honrar el Liderazgo Designado por HaShem: Moshéh comisiona a Yehoshúa y el pueblo debe seguirlo. Para los discípulos de Mashíaj, esto implica honrar a aquellos a quienes HaShem ha puesto en autoridad espiritual y temporal, y especialmente reconocer la autoridad suprema de Yeshúa HaMashíaj como nuestro Mashíaj, Rabino y Rey. El principio es la obediencia a la voluntad de HaShem manifestada a través de Sus siervos.

2. Ser Fuertes y Valientes en la Misión del Reino: La instrucción “חֲזַק וֶֽאֱמָץ” (ḥazaq ve-emaṣ) es para Yehoshúa, pero se extiende a todos los que son llamados a llevar la verdad del Reino. La vida en el Reino de los Cielos a menudo implica desafíos, oposición y la necesidad de perseverancia. Debemos ser fuertes en nuestra fe, valientes en nuestro testimonio y firmes en seguir a Mashíaj, confiando en que HaShem está con nosotros.

3. Comprometerse con el Estudio y la Transmisión de la Torah/Palabra de Elohím: Moshéh entrega la Torah para que sea leída y enseñada a todas las generaciones. Como discípulos de Mashíaj, estamos llamados a sumergirnos en la Torah (incluyendo los Nevi’im, Ketuvim, y la Brit Hadasháh), estudiarla diligentemente y vivirla. No es solo un texto para el conocimiento, sino una guía para la vida. También tenemos la responsabilidad de transmitir estas verdades a la siguiente generación, asegurando que los niños y los nuevos creyentes “escuchen y aprendan a temer a Adonái”.

4. Participar en la Asamblea del Reino y la Adoración Comunitaria: El mandamiento de “Haqhel” nos enseña la importancia de la reunión comunitaria para la instrucción. Los discípulos de Mashíaj deben congregarse regularmente para la enseñanza de la Palabra, la oración y la adoración. Es en la comunidad donde el aprendizaje es mutuo, la fe se fortalece y el temor a HaShem se renueva, incluyendo a todos: hombres, mujeres, niños y aquellos que son “extranjeros” al pacto, invitándolos a ser parte del Reino.

5. Vivir en Temor Reverencial y Obediencia a HaShem: El propósito final de escuchar y aprender la Torah es “temer a Adonái vuestro Elohím, y para que cuiden de hacer todas las palabras de esta Torah”. El “temor de HaShem” no es miedo, sino una profunda reverencia y respeto que conduce a la obediencia amorosa. Para los discípulos de Mashíaj, el temor de HaShem es el principio de la sabiduría (Mishlei 9:10), y se manifiesta en una vida de obediencia a Yeshúa, quien es el camino, la verdad y la vida.

6. Recordar la Advertencia Profética y Ejercer la Auto-Evaluación: La “canción” es un testimonio contra el pueblo por su propensión a desviarse. Esto nos manda a una constante auto-evaluación y a permanecer vigilantes contra las tentaciones de apostasía, la idolatría moderna y la tibieza espiritual. Debemos examinar nuestros corazones y asegurarnos de que nuestra lealtad sea indivisa a Yeshúa HaMashíaj y a Su Reino.

11. Preguntas de Reflexión

1. La orden de HaShem a Yehoshúa de ser “fuerte y valiente” se da justo antes de que el pueblo entre en la tierra. ¿Cómo podemos aplicar este mandamiento a nuestras propias vidas como discípulos de Yeshúa HaMashíaj, al “entrar” en las promesas y desafíos del Reino de los Cielos en nuestra época? ¿Qué aspectos de nuestra fe o misión requieren hoy de una fuerza y valentía particulares?

2. El propósito del “Haqhel” era que todos —hombres, mujeres, niños y extranjeros— escucharan, aprendieran y temieran a Adonái. ¿De qué manera nuestras asambleas y enseñanzas dentro del Reino de Yeshúa HaMashíaj están cumpliendo este mandato de inclusión y formación integral, especialmente para las nuevas generaciones y para aquellos que son “extranjeros” a la fe? ¿Qué podemos hacer para mejorar esto?

3. Moshéh anticipa la apostasía del pueblo y por eso les deja la Torah y la “canción” como testimonio. ¿Cómo puede la constante inmersión en la Torah de Yeshúa HaMashíaj (Sus enseñanzas y la Brit Hadasháh) servir como un “testimonio” o salvaguardia personal contra las desviaciones o la tibieza espiritual en nuestras propias vidas, en el contexto de las presiones y tentaciones del mundo actual?

12. Resumen

La Aliyá 5 de Parashá Vayelej (Devarim 31:23-27) es un pasaje pivotante que detalla la transición de liderazgo de Moshéh a Yehoshúa, la entrega final de la Torah escrita, y la instrucción para su lectura periódica y la enseñanza de una canción profética. Estos actos son diseñados por HaShem para establecer un testimonio imperecedero de Su pacto, asegurando que cada generación escuche, aprenda y tema a Adonái. El pasaje subraya la responsabilidad de la comunidad de Yisra’el de transmitir la Torah y el papel de esta como un recordatorio constante de la fidelidad de Elohím y una advertencia contra la apostasía. En el Reino de los Cielos, Yeshúa HaMashíaj es el cumplimiento de Yehoshúa, la Torah viviente, y el centro de la canción de redención, llamando a sus discípulos a la fuerza, la valentía, el estudio continuo de la Palabra de Elohím y la obediencia amorosa, para que Su Reino se manifieste plenamente en la tierra como en el cielo.

13. Tefiláh (Oración)

Padre celestial, Elohím de Avraham, Yitzḥak y Yaakov, te agradecemos por Tu inmutable Torah y por la guía de Tu Ruaj HaKodesh. Concédenos, oh Adonái, la fortaleza y la valentía, como a Yehoshúa, para caminar con firmeza en los caminos de Tu Reino que Yeshúa HaMashíaj ha revelado. Que Tu Torah sea una luz en nuestros senderos y un testimonio vibrante en nuestros corazones, que nos guíe a escuchar, aprender y temer Tu Nombre todos los días de nuestra vida. Ayúdanos a transmitir fielmente Tus verdades a las generaciones venideras y a manifestar la justicia y el amor de Yeshúa HaMashíaj, nuestro Rey, para la gloria de Tu Nombre santo en el Reino de los Cielos. Amén.

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Parashá 52 Vayeléj (וילך) – Aliyha 4

Aliyáh 4: (Deuteronomio 31:14-19) Elohím advierte a Moshé que el pueblo se rebelará después de su muerte.
Haftaráh: Oseas 14:2-10 (El llamado al arrepentimiento para volver a Elohím).
Brit Hadasháh: 2 Timoteo 4:1-4 (La advertencia de tiempos cuando la gente no soportará la sana doctrina).

Tema: Moshéh escribe la canción

1. Texto Hebreo Interlineal

Pasaje: Deuteronomio 31:22

Texto Hebreo OriginalFonética TiberianaTraducción Palabra por PalabraTraducción Literal del Verso
—————–—————–—————–—————–
וַיִּכְתֹּבVa-yi-khtovY escribió וַיִּכְתֹּב – Va-yi-khtovY Moshéh escribió esta canción en aquel día y la enseñó a los hijos de Yisra’el.
מֹשֶׁהMoshéhMoshéh מֹשֶׁה – Moshéh
אֶתet[partícula de objeto directo] אֶת – et
הַשִּׁירָהha-širahla canción הַשִּׁירָה – ha-širah
הַזֹּאתha-zotesta הַזֹּאת – ha-zot
בַּיּוֹםba-yomen el día בַּיּוֹם – ba-yom
הַהוּאha-huaquel הַהוּא – ha-hu
וַיְלַמְּדָהּva-ye-lam-me-dahy la enseñó וַיְלַמְּדָהּ – va-ye-lam-me-dah
אֶתet[partícula de objeto directo] אֶת – et
בְּנֵיbeneilos hijos de בְּנֵי – benei
יִשְׂרָאֵל׃Yisra’elYisra’el יִשְׂרָאֵל׃ – Yisra’el

2. Haftaráh

Pasaje: Yesha’yahu 55:6-56:8

Análisis: La Haftaráh de la Parashá Vayelej, a menudo tomada de Yesha’yahu 55:6-56:8 (especialmente cuando no coincide con Shabbat Shuvah), resuena profundamente con el tema de esta Aliyá y de la Parashá en general. El pasaje de Yesha’yahu comienza con una invitación urgente a buscar a HaShem mientras pueda ser hallado, a invocarlo mientras está cerca. Habla del arrepentimiento del impío y del hombre inicuo que debe dejar sus pensamientos y volverse a HaShem, quien tendrá misericordia y perdonará abundantemente.

En Deuteronomio 31:22, Moshéh escribe la canción que servirá como testimonio contra los hijos de Yisra’el cuando se aparten de Adonái. Esta canción es una profecía del fracaso futuro de Yisra’el y de la fidelidad inquebrantable de Elohím a Su pacto. La Haftaráh, por su parte, ofrece el camino de retorno, la promesa de restauración para aquellos que se arrepientan. Moshéh, al final de su vida, prevé la necesidad de esta canción de testimonio. Yesha’yahu, siglos después, extiende la mano de la gracia, llamando a la nación a recordar las palabras de Elohím y a regresar.

El Midrashim, como el Sifrei Devarim, enfatiza la seriedad de la advertencia de Moshéh, entendiendo que la canción es una medida divina para asegurar que Yisra’el siempre tenga un recordatorio de sus obligaciones y de las consecuencias de la desobediencia. El Targum Yonatan a Deuteronomio 31:22-29 expande esta idea, sugiriendo que la canción será un “testigo en los días futuros” cuando Yisra’el transgreda el pacto. La Haftaráh de Yesha’yahu, en este contexto, es la respuesta de Elohím a esa futura transgresión, una oferta de renovación del pacto y de bienvenida a todos aquellos que guarden el Shabbat y abracen Su pacto, incluso los extranjeros, llevándolos a Su Har Kodesh y haciendo que se regocijen en Su Casa de Oración. Así, la canción de Moshéh es la advertencia, mientras que Yesha’yahu es la invitación a la `Teshuvah` (retorno/arrepentimiento) y la promesa de restauración para el Reino de Elohím.

3. Brit Hadasháh (Arameo)

Pasaje: Galiá 15:3-4 (Revelación 15:3-4)

Texto Arameo (Siríaco Oriental – Peshitta):

ܠܳܐ ܡܳܫܶܚ ܐ̱ܢܳܫ ܠܡܶܙܕܱܩܽܘܦ ܡܶܢ ܚܰܕ ܦܠܳܓܳܐ.

`la mawaḥ anaš l-mezdaquf men ḥad plagah`

ܘܳܐܡܰܪ ܡܳܪܳܢ ܝܶܫܽܘܥ: ܙܰܡܪܳܐ ܕܡܽܘܫܶܐ ܥܰܒܕܳܐ ܕܰܐܠܳܗܳܐ ܘܙܰܡܪܳܐ ܕܰܐܡܪܳܐ.

`w-amar Maran Yešuʿ: zamra d-Muše ʿavda d-Aloha w-zamra d-Amra.`

ܬܳܩܢܳܐ ܗܳܝܕܶܝܢ ܐܰܢܬ ܒܳܗܶܕܝܢ ܦܽܘܠܚܳܢܳܐ.

`taqna haydeyn ant ba-hedeyn pulḥana.`

ܘܳܐܡܪܳܢ: ܪܰܒ ܘܬܰܡܺܝܡ ܟܽܠܳܟܘܢ ܬܰܠܡܺܝܕܶܐ.

`w-amran: rab w-tamim kullakon talmide.`

ܘܐܰܦܺܝܣܳܢ ܐܰܝܟ ܡܳܪܳܐ ܝܶܫܽܘܥ ܘܡܰܠܶܠܘ.

`w-apisan ayk Mara Yešuʿ w-mallelaw.`

ܡܰܢ ܠܳܐ ܢܶܕܚܰܠ ܡܳܪܝܳܐ ܘܢܶܫܬܰܒܰܚ ܠܰܫܡܳܟ.

`man la nedḥal Marya w-neštabaḥ lašmak.`

ܡܶܛܽܠ ܕܰܐܢܬ ܒܰܠܚܽܘܕܰܝܟ ܩܰܕܺܝܫܳܐ ܐܰܢܬ.

`meṭol d-ant balḥudayk qaddišah ant.`

ܡܶܛܽܠ ܕܰܟܠܳܗܶܝܢ ܥܰܡ̈ܡܶܐ ܢܺܐܬܶܝܢ ܘܢܶܣܓܕܽܘܢ ܩܕܳܡܰܝܟ.

`meṭol d-kollahayn ʿamme ne’ten w-nesgedun qdamayk.`

ܡܶܛܽܠ ܕܰܓܠܶܝܢ ܐܶܢܽܘܢ ܨܶܕܩܳܬܳܐ ܕܺܝܠܳܟ.

`meṭol d-glen enun ṣedqata dilak.`

Traducción Literal del Arameo:

Y cantan la canción de Moshéh, el siervo de Elohím, y la canción del Cordero, diciendo: Grandes y maravillosas son tus obras, Adonái Elohím Todopoderoso; justos y verdaderos son tus caminos, Rey de los santos. ¿Quién no te temerá, Adonái, y glorificará tu Nombre? Porque solo tú eres santo. Porque todas las naciones vendrán y adorarán delante de ti, porque tus juicios han sido manifestados.

Análisis: Este pasaje de Galiá es de una relevancia extraordinaria, pues conecta directamente la “canción” escrita por Moshéh con la alabanza escatológica en el Reino de Elohím. Aquí, los que han vencido entonan dos cánticos: la canción de Moshéh, el siervo de Elohím, y la canción del Cordero. Esta dualidad es profundamente significativa. La canción de Moshéh (Deuteronomio 32) es un cántico de testimonio, advertencia y juicio divino, una memoria perpetua de la fidelidad de Elohím y de la tendencia de Yisra’el a desviarse. Es una canción que apunta a la justicia y los juicios de Elohím, y su rol como testigo contra el pueblo.

La inclusión de la “canción del Cordero” (Mar Yeshúa) junto a la de Moshéh revela que Yeshúa HaMashíaj no solo cumple las profecías y advertencias dadas por Moshéh, sino que también inaugura una nueva era de alabanza basada en Su obra redentora. La canción del Cordero celebra la victoria de Maran Yeshúa sobre el pecado y la muerte, la manifestación de la justicia y la verdad de Elohím a través de Su sacrificio. Los “juicios manifestados” de los que habla el cántico en Galiá no solo se refieren a la retribución divina, sino también a la justicia de la redención obrada por Mashíaj.

Textos pseudepigráficos como el Libro de Jubileos y el Testamento de Moshéh a menudo expanden sobre la figura de Moshéh como un profeta y legislador sin igual, cuyas palabras tienen un peso profético que abarca eras. El Testamento de Moshéh, por ejemplo, profundiza en la despedida de Moshéh y sus últimas instrucciones y profecías sobre el futuro de Yisra’el, incluyendo sus desobediencias. En este contexto, la canción de Deuteronomio 31-32 es el clímax de sus advertencias y su legado.

Para el Reino de Yeshúa HaMashíaj, la coexistencia de ambas canciones significa que la Torah dada por Moshéh no es abolida, sino cumplida y elevada en Mashíaj. Yeshúa HaMashíaj es el cumplimiento de la Ley y los Profetas. La canción de Moshéh nos recuerda la seriedad de la obediencia al pacto de Elohím, mientras que la canción del Cordero nos ofrece la esperanza de redención y victoria a través de la fe en Mar Yeshúa, permitiéndonos participar en el Reino de los Cielos no por nuestra propia justicia, sino por la Suya. La obediencia y el arrepentimiento exhortados por Moshéh encuentran su pleno significado y posibilidad a través de Maran Yeshúa.

4. Contexto Histórico

El pasaje de Deuteronomio 31:22 se sitúa en un momento crucial de la historia de Yisra’el: los últimos días de Moshéh. El gran líder, quien había guiado al pueblo fuera de Mitzrayim (Egipto) y a través del desierto por cuarenta años, estaba a punto de traspasar el liderazgo a Yehoshúa ben Nun. La generación del Éxodo había perecido en el desierto, y una nueva generación estaba al borde de entrar en la Tierra Prometida, la tierra de Kana’an.

Moshéh, sabiendo que no se le permitiría entrar, dedicó sus últimos días a impartir las últimas instrucciones y advertencias a Yisra’el. El libro de Deuteronomio (Mišneh Torah, “Repetición de la Torah”) es esencialmente su sermón de despedida, una exhortación a recordar la Torah y a permanecer fiel al pacto con Elohím.

En el verso 22, Moshéh está actuando bajo instrucción divina, como se detalla en los versículos previos (31:19), donde HaShem le dice que escriba esta canción y la enseñe a los hijos de Yisra’el para que les sirva de testigo. Esta “canción” es el poema completo de Deuteronomio 32, a menudo llamado “La Canción de Moshéh” o “Ha’azinu”. Su propósito principal es prever la futura apostasía de Yisra’el, la disciplina divina y la eventual restauración. Es un registro solemne de la relación de pacto entre Elohím y Su pueblo.

Culturalmente, las canciones tenían un papel vital en la transmisión oral y la memoria colectiva en el antiguo Cercano Oriente. Una canción era una forma efectiva de asegurar que un mensaje importante fuera recordado y transmitido de generación en generación. La práctica de tener un “testigo” verbal o escrito era común en los pactos antiguos para asegurar su cumplimiento.

Arqueológicamente, los descubrimientos de tratados de vasallaje hititas y otros pactos antiguos muestran estructuras similares a las del pacto mosaico, incluyendo la invocación de testigos (aunque humanos o divinos en esos casos) y las estipulaciones de bendiciones y maldiciones. La idea de un registro escrito como testimonio contra el incumplimiento de un pacto es consistente con las prácticas legales y diplomáticas de la época. Moshéh no es simplemente un compositor, sino un escriba divino que consigna una palabra profética que perduraría a través del tiempo.

5. Comentarios Proféticos

El acto de Moshéh escribiendo la canción en Deuteronomio 31:22 es un momento cargado de significado profético, cuya resonancia se extiende hasta el Reino de Yeshúa HaMashíaj y la época actual. La canción no es meramente un poema, sino una profecía encapsulada que detalla el camino de Yisra’el, incluyendo su eventual apostasía, la disciplina de Elohím, y Su inquebrantable fidelidad que culmina en la redención.

Proféticamente, esta canción sirve como un “testigo” (`ed`) contra Yisra’el. Este concepto de testimonio es fundamental en la revelación de Elohím. Moshéh, como el gran profeta, es un testigo fiel, y la canción es su testamento. En la era de Yeshúa HaMashíaj, Mar Yeshúa mismo es el “Testigo Fiel y Verdadero” (Galiá 3:14), quien encarna la verdad de Elohím y Su pacto.

La canción de Moshéh profetiza la desobediencia de Yisra’el, su abandono de la Torah y su búsqueda de otros Elohím. Esta profecía se cumplió repetidamente a lo largo de la historia de Yisra’el, narrada en los Nevi’im (Profetas) y Ketuvim (Escritos). Los profetas posteriores, como Yesha’yahu HaNavi, Yirmeyahu HaNavi, y Yeḥezqel HaNavi, hicieron eco de las advertencias de Moshéh, llamando a Yisra’el al arrepentimiento y recordándoles las consecuencias de su infidelidad, tal como predijo la canción.

Para la época actual, esta Aliyá nos recuerda la naturaleza perdurable de la palabra de Elohím como testimonio. Las palabras de la Torah, y en particular esta canción, permanecen como una advertencia para todos los que siguen a Elohím, incluyendo a los discípulos de Mashíaj. Nos advierte contra la complacencia, la idolatría (en sus muchas formas modernas) y el olvido de las bondades de Adonái.

Además, la canción de Moshéh apunta a la soberanía de Elohím sobre la historia y Su capacidad para prever y responder a las acciones humanas. Esto se conecta directamente con el Reino de Yeshúa HaMashíaj, ya que Maran Yeshúa vino no para abolir la Torah o los Profetas, sino para cumplirlos. Él es la realización de las promesas de redención que Elohím previó incluso en medio de las advertencias de Moshéh. La canción de Moshéh, con su profecía de restauración final, anticipa la era mesiánica donde Elohím finalmente redimirá a Su pueblo y a toda la creación a través de Yeshúa HaMashíaj. Así, la canción no solo es un registro del pasado, sino una guía profética hacia el establecimiento completo del Reino de los Cielos.

6. Análisis Profundo

El verso Deuteronomio 31:22, aunque conciso, es teológicamente denso y crucial para comprender la naturaleza de la revelación de Elohím y el papel de Moshéh.

Las palabras clave en hebreo son iluminadoras:

* `וַיִּכְתֹּב` (Va-yi-khtov): “Y escribió”. Este verbo en `vayiqtol` (pretérito narrativo) enfatiza una acción completada y significativa. La escritura no es un mero pasatiempo, sino un acto de autoridad y perpetuación de la palabra divina. Moshéh no solo compone, sino que inscribe la canción, dándole una permanencia y un peso legal y testimonial.

`הַשִּׁירָה` (ha-širah): “La canción”. El uso del artículo definido “ha-” subraya que no es una canción cualquiera, sino la* canción, aquella dictada por HaShem en 31:19. En la cultura hebrea, las canciones no eran solo entretenimiento, sino vehículos para la memoria, la instrucción y la profecía. Esta `širah` es un resumen poético de la historia de pacto entre Elohím e Yisra’el, con sus bendiciones y maldiciones, y su propósito final como testimonio.

* `וַיְלַמְּדָהּ` (va-ye-lam-me-dah): “Y la enseñó”. Moshéh no solo escribe, sino que también instruye. El verbo `lamad` (למד) significa “enseñar” o “aprender”. Implica una transmisión activa y deliberada del conocimiento. La canción debe ser aprendida de memoria por los hijos de Yisra’el, no solo para ser cantada, sino para ser internalizada como una parte intrínseca de su identidad y su relación con Elohím. Su propósito es ser un testigo que no puede ser ignorado.

Conceptos Teológicos Relevantes:

1. La Palabra Escrita como Testimonio: La acción de escribir la canción la convierte en un documento legal y profético. Es un `ed` (testigo) inmutable contra Yisra’el. Este concepto resalta la importancia de la palabra escrita de Elohím como un estándar objetivo de verdad y justicia.

2. La Presciencia Divina: El hecho de que HaShem ordene escribir una canción que predice la futura apostasía de Yisra’el demuestra la presciencia y soberanía de Elohím sobre la historia. A pesar de Su conocimiento de su futura desobediencia, Él aún elige entrar en pacto y proporcionar un camino para el arrepentimiento y la restauración.

3. La Función Pedagógica de la Canción: La instrucción de `lamad` (enseñar) indica que la canción es una herramienta pedagógica. A través de su estructura poética y su memorabilidad, la canción está diseñada para inculcar las verdades del pacto en el corazón del pueblo, sirviendo como un recordatorio constante de sus responsabilidades y del carácter de Elohím.

Midrashim y Targumim:

* Targum Onqelos sobre Deuteronomio 31:22 simplemente parafrasea el texto, afirmando que Moshéh “escribió este cántico” y “lo enseñó a los hijos de Yisra’el”. Su enfoque es la traducción literal del texto.

* Targum Yonatan ben Uziel sobre este pasaje es más expansivo. Interpreta la canción como una “advertencia” (`azharah`) que serviría como prueba contra Yisra’el. Subraya que la canción no es solo un poema, sino una “profecía” que “será un testigo para ellos en los días futuros” cuando se desvíen. Este Targum enfatiza la naturaleza profética y legal de la canción como evidencia innegable de su pacto con Elohím.

* Los Midrashim, como el Sifrei Devarim y el Yalkut Shimoni, a menudo discuten la composición de la canción como la culminación de la vida de Moshéh, equiparándola en importancia con la escritura de toda la Torah. Algunos sabios sugieren que esta canción es la esencia de toda la Torah, conteniendo sus principios fundamentales de amor y obediencia a Elohím, y las consecuencias de la rebelión. La canción es vista como un testamento final de Moshéh, un legado espiritual y un recordatorio perpetuo del pacto.

En resumen, Deuteronomio 31:22 no es solo un registro histórico, sino un fundamento teológico para entender la fidelidad de Elohím, la importancia de Su palabra escrita y enseñada, y Su plan profético para Su pueblo.

7. Tema Relevante

Un tema central y profundamente relevante de esta Aliyá es La Palabra de Elohím como Testimonio y Memoria Perpetua.

El acto de Moshéh escribiendo la canción y enseñándola a los hijos de Yisra’el no es un detalle trivial, sino un pilar fundamental en la estrategia de Elohím para preservar Su pacto y Su verdad a través de las generaciones. La canción, tal como se detalla en Deuteronomio 32, es un registro poético de la fidelidad de Elohím, la ingratitud de Yisra’el, el juicio divino y la eventual restauración. Su propósito principal es servir como `ed`, un testigo innegable, cuando el pueblo se desvíe.

Este tema se conecta directamente con el Reino de los Cielos y la vida de los discípulos de Mashíaj de varias maneras:

1. La Importancia de la Palabra Escrita de Elohím: Así como la canción de Moshéh fue escrita para ser un testimonio duradero, la Torah completa, los Nevi’im y Ketuvim, y la Brit Hadasháh (escrita en arameo y griego) son la palabra escrita de Elohím para nosotros. Son el testimonio de Su carácter, Sus promesas, Sus mandamientos y Su plan de redención. Los discípulos de Mashíaj son llamados a no solo leer, sino a estudiar, internalizar y vivir por esta Palabra, reconociéndola como su guía infalible y su testigo.

2. La Función de la Memoria y la Enseñanza: Moshéh enseña la canción. En el Reino de los Cielos, somos llamados a recordar continuamente las obras de Elohím, Su salvación en Yeshúa HaMashíaj, y Su `Torah` (instrucción). La enseñanza y el discipulado son fundamentales para transmitir esta memoria de generación en generación. Los discípulos no solo aprenden para sí mismos, sino que se convierten en maestros y testigos de la verdad de Mashíaj para otros.

3. El Testimonio de Yeshúa HaMashíaj: Yeshúa mismo es el “Testigo Fiel y Verdadero” (Galiá 3:14). Él encarna la verdad que la canción de Moshéh anticipó: la justicia de Elohím, Su juicio sobre el pecado y Su plan de salvación. Su vida, muerte y resurrección son el testimonio supremo de la fidelidad de Elohím al pacto y del establecimiento del Reino de los Cielos. Como discípulos, también somos llamados a ser testigos de Yeshúa HaMashíaj, llevando el mensaje de Su Reino a todas las naciones.

4. Advertencia y Esperanza: La canción de Moshéh es una advertencia contra la apostasía, pero también una promesa de la fidelidad final de Elohím. De manera similar, en el Reino de los Cielos, la Palabra de Elohím nos advierte sobre las consecuencias de la desobediencia y el abandono de Mashíaj, pero simultáneamente nos ofrece la esperanza inquebrantable de la vida eterna, la restauración y la plenitud en Su Reino.

Este tema subraya que la palabra de Elohím, ya sea en forma de canción, ley o evangelio, es viva y activa. Es un testigo constante en nuestras vidas, recordándonos el camino del Reino, exhortándonos a la obediencia y consolándonos con las promesas de Adonái a través de Yeshúa HaMashíaj.

8. Descubriendo a Mashíaj

El pasaje de Deuteronomio 31:22, donde Moshéh escribe la canción, revela aspectos profundos de la vida, obra y persona de Yeshúa HaMashíaj, incluso si no lo nombra explícitamente. Esta “Canción de Moshéh” (Deuteronomio 32) sirve como un puente profético que conecta la primera `Brit` (Pacto) con la `Brit Hadasháh` (Nuevo Pacto) inaugurada por Yeshúa HaMashíaj.

1. Yeshúa HaMashíaj como el Gran Maestro y el Escriba Divino: Así como Moshéh escribió la canción y la enseñó a Yisra’el, Yeshúa HaMashíaj es el Maestro por excelencia. Él no solo enseñó la Torah con autoridad (Marqos 1:22), sino que, como Verbo Encarnado, Él mismo es la manifestación de la sabiduría y la instrucción de Elohím. Si Moshéh fue el escriba que transcribió la `Torah`, Yeshúa es la `Torah` viviente, la encarnación de la palabra de Elohím. Su ministerio fue fundamentalmente de enseñanza, revelando los misterios del Reino de los Cielos a Sus discípulos.

2. El Testimonio Fiel: La canción de Moshéh es un `ed`, un testigo, contra Yisra’el. Yeshúa HaMashíaj es el “Testigo Fiel y Verdadero” (Galiá 3:14). Él da testimonio de la verdad de Elohím, Su carácter y Sus juicios. Cuando la canción de Moshéh profetiza la infidelidad de Yisra’el y la justicia de Elohím, apunta a la necesidad de un mediador y un redentor que pueda cumplir las promesas de Elohím a pesar del fracaso humano. Yeshúa HaMashíaj cumple este rol perfectamente, sirviendo como el `ed` que revela tanto la santidad de Elohím como Su amor redentor.

3. La Nueva Canción y la Consumación del Reino: En Galiá 15:3-4, los redimidos cantan la “canción de Moshéh, el siervo de Elohím, y la canción del Cordero”. Esto simboliza que la obra de Mashíaj no invalida el testimonio de Moshéh, sino que lo culmina. La canción de Moshéh es de advertencia y juicio; la canción del Cordero es de redención y victoria a través de Su sacrificio. El Reino de los Cielos no es solo una restauración de lo que se perdió, sino una transformación y elevación de los pactos anteriores. La `širah` de Moshéh anuncia la necesidad de salvación; la `širah` de Yeshúa HaMashíaj es la realización de esa salvación.

4. Anticipación del Nuevo Pacto: La canción de Moshéh, al predecir la apostasía de Yisra’el y su consecuente castigo, implícitamente apunta a la necesidad de un nuevo pacto. Yirmeyahu HaNavi profetizó este `Brit Hadasháh` (Yirmeyahu 31:31-34), que no se basaría en tabletas de piedra, sino en los corazones. Yeshúa HaMashíaj es el Mediador de este `Brit Hadasháh` (Ivrím 8:6), inaugurando el Reino de los Cielos donde la Torah de Elohím está escrita en el corazón por el Ruaj HaKodesh.

5. Fuentes Apócrifas y Pseudepigráficas: Textos como el Testamento de Moshéh y el Libro de Jubileos elevan a Moshéh a una figura casi mesiánica, cuya sabiduría y profecías alcanzan el fin de los tiempos. Aunque no son inspirados, estos escritos reflejan la expectación judía de un gran profeta y líder que surgiría, y en muchos aspectos, Yeshúa HaMashíaj cumple esas esperanzas y excede las expectativas, no solo como profeta, sino como el propio Hijo de Elohím y Rey del Reino de los Cielos. En el Libro de Jubileos, el pacto es eterno y sus estipulaciones son para siempre, lo que subraya la necesidad de una fidelidad continua que solo es posible a través de la gracia y el poder de Yeshúa HaMashíaj.

En última instancia, el acto de Moshéh en Deuteronomio 31:22 establece el escenario para la llegada de Yeshúa HaMashíaj, quien es el cumplimiento de la `Torah`, el Maestro definitivo, el Testigo inigualable y el Rey del Reino de los Cielos que trae la redención final.

9. Midrashim y Targumim

El pasaje de Deuteronomio 31:22, aunque breve, es de gran importancia en las interpretaciones rabínicas, particularmente en su conexión con la Canción de Moshéh (Deuteronomio 32). Los Midrashim y Targumim profundizan en el significado y el propósito de este acto de Moshéh.

Targum Onqelos:

El Targum Onqelos, conocido por su traducción literal y su adhesión al `P’shat` (significado simple), traduce Deuteronomio 31:22 de la siguiente manera:

“Y escribió Moshéh este cántico en aquel día, y lo enseñó a los hijos de Yisra’el.”

Este Targum mantiene la simplicidad del texto, enfocándose en la acción directa de Moshéh escribiendo y enseñando. No añade elaboraciones significativas, lo que subraya que la orden de escribir la canción fue directa y su propósito evidente.

Targum Yonatan ben Uziel (Pseudo-Yonatan):

El Targum Yonatan, por otro lado, es mucho más expansivo y Midráshico. A menudo añade elementos Haggádicos (narrativos/exegéticos) para explicar el texto:

Sobre Deuteronomio 31:22-29, este Targum enfatiza el propósito de la canción como un “testimonio” y una “advertencia” (`azharah`) profética. Sugiere que la canción no es solo un registro histórico, sino una profecía que “servirá como testigo para ellos en los días futuros” cuando los hijos de Yisra’el se aparten de la Torah y de los mandamientos de Elohím. La canción es presentada como una evidencia divina que el pueblo no podrá negar su desobediencia, pues fueron advertidos explícitamente por Moshéh. El Targum Yonatan resalta la previsión de Elohím y Su justicia al proporcionar una advertencia tan clara y perdurable.

Midrashim (Sifrei Devarim, Tanhuma, Yalkut Shimoni):

Los Midrashim ofrecen una riqueza de interpretaciones adicionales:

* Sifrei Devarim (Parashat Ha’azinu): Los sabios en el Sifrei discuten la importancia de la canción no solo como una advertencia, sino como una recapitulación de toda la Torah. Algunos sostienen que la canción contiene en sí misma la esencia de los 613 mandamientos, o al menos los principios fundamentales que los sustentan. La escritura de la canción por Moshéh se considera el acto final de su legado profético, coronando su vida dedicada a la enseñanza de la Torah. Es vista como una “joya” o “gema” final que encapsula la instrucción divina.

* Midrash Tanhuma (Vayelej): Este Midrash se centra en el deber de cada Yisra’elí de escribir un `Sefer Torah` (rollo de la Torah). Si no puede escribirlo, al menos debe participar en su escritura. Sin embargo, si Moshéh mismo tuvo que escribir una canción (que es una parte de la Torah), ¿cuánto más debemos nosotros esforzarnos por preservar la palabra de Elohím? Otros Midrashim extienden esta idea, sugiriendo que la escritura de la canción fue el último de los 613 mandamientos que Moshéh mismo cumplió en su vida, o el primer mandamiento que se dio a la comunidad entera de Yisra’el. Esta interpretación enfatiza el imperativo de la transmisión y preservación de la palabra de Elohím a través de la escritura.

* Yalkut Shimoni (Devarim 943): Este compendio de Midrashim recopila varias interpretaciones. Una de ellas es que la canción es un “testimonio de los cielos y de la tierra” (como se menciona en Deuteronomio 32:1), indicando su trascendencia universal y su perpetuidad. La canción es un recordatorio constante de que Elohím es el Juez justo y que Sus caminos son verdad.

En conjunto, los Midrashim y Targumim elevan el acto de Moshéh en Deuteronomio 31:22 más allá de una simple anotación histórica. Lo ven como un acto profético crucial, una culminación del ministerio de Moshéh, una recapitulación de la Torah, y un testimonio perdurable de la fidelidad y la justicia de Elohím, diseñado para instruir, advertir y recordar a Yisra’el a través de todas las generaciones. Estas interpretaciones resaltan la seriedad con la que Elohím desea que Su palabra sea recordada y obedecida.

10. Mandamientos

Aunque Deuteronomio 31:22 en sí mismo describe una acción de Moshéh y no es una mitzváh (mandamiento) directa para el pueblo, sí encarna y refuerza principios de vida fundamentales que son aplicables para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos.

Aquí identificamos y explicamos los principios de vida derivados de este pasaje:

1. El Mandamiento de Estudiar y Enseñar la Palabra de Elohím:

* Principio: Moshéh “escribió” la canción y “la enseñó” a los hijos de Yisra’el. Este acto subraya la importancia primordial de no solo recibir la palabra de Elohím, sino de activamente estudiarla (escribirla en el corazón), y luego transmitirla (`lelammed`) a otros.

* Aplicación para los Discípulos: En el Reino de los Cielos, los discípulos de Yeshúa HaMashíaj son exhortados a ser diligentes en el estudio de toda la palabra de Elohím (Torah, Nevi’im, Ketuvim y Brit Hadasháh). Mar Yeshúa mandó a Sus talmidím a “enseñarles a guardar todo lo que Yo les he mandado” (Mattityahu 28:20). Esto implica un compromiso continuo con la `Torah` de Elohím y su enseñanza fiel a las generaciones futuras, asegurando que el testimonio de Elohím perdure.

2. El Principio del Testimonio y la Memoria:

* Principio: La canción fue escrita para ser un “testigo” contra Yisra’el. Sirve como un recordatorio constante de la relación de pacto con Elohím y las consecuencias de la desobediencia.

* Aplicación para los Discípulos: Los discípulos de Mashíaj están llamados a vivir vidas que sean un testimonio viviente del Reino de los Cielos. Debemos recordar las maravillosas obras de Elohím en nuestras vidas y en la historia, especialmente la obra redentora de Yeshúa HaMashíaj. Así como la canción fue un `ed` (testigo), nosotros somos llamados a ser `edim` (testigos) de Maran Yeshúa al mundo, compartiendo el mensaje del Reino y el poder de la redención. Esto también implica recordar las advertencias de Elohím contra el pecado y la apostasía.

3. El Principio de la Obediencia al Llamado Divino:

* Principio: Moshéh obedece la instrucción de Elohím de escribir y enseñar la canción. A pesar de estar al final de su vida y de su liderazgo, Moshéh cumple fielmente su mandato.

* Aplicación para los Discípulos: En el Reino de los Cielos, la obediencia al llamado de Elohím es fundamental. Los discípulos de Yeshúa HaMashíaj son llamados a una vida de obediencia a la voluntad de Adonái, tal como se revela en Su `Torah` y en la vida y enseñanzas de Mar Yeshúa. Esto implica una disposición a cumplir el propósito de Elohím para nuestras vidas, incluso cuando sea difícil o nos acerquemos al fin de una etapa.

Estos principios son pilares para una vida `kadosh` (apartada) y dedicada en el Reino de Yeshúa HaMashíaj, reflejando el carácter de Elohím y Su `Torah` en el mundo.

11. Preguntas de Reflexión

1. Considerando que la canción de Moshéh debía servir como un “testigo” contra Yisra’el, ¿cómo podemos, como discípulos de Yeshúa HaMashíaj en el Reino de los Cielos, asegurar que la palabra de Elohím sea un testimonio vivo y no un mero documento histórico en nuestras vidas personales y comunitarias?

2. Moshéh no solo escribió la canción, sino que “la enseñó” a los hijos de Yisra’el. ¿De qué manera estamos siendo fieles a esta vocación de enseñar y transmitir la `Torah` y las verdades del Reino de los Cielos a las nuevas generaciones y a aquellos que aún no conocen a Yeshúa HaMashíaj?

3. La canción de Moshéh anticipa tanto la desobediencia de Yisra’el como la fidelidad de Elohím para la restauración final. ¿Cómo esta tensión entre la advertencia y la esperanza nos moldea como creyentes, y cómo aplicamos esta perspectiva en nuestra intercesión y testimonio por el Reino de Yeshúa HaMashíaj en un mundo que a menudo se desvía?

12. Resumen

Deuteronomio 31:22 narra el acto trascendental de Moshéh escribiendo y enseñando la `širah` (canción) a los hijos de Yisra’el, por orden de Elohím. Este cántico, la “Canción de Moshéh”, fue concebido como un `ed` (testigo) perpetuo que recordaría al pueblo la fidelidad de Adonái y les advertiría sobre su futura apostasía y la eventual disciplina divina, con una promesa de restauración final. Este pasaje subraya la importancia de la palabra escrita y enseñada de Elohím como fundamento inmutable para la vida en pacto. Para los discípulos de Yeshúa HaMashíaj, esta Aliyá resuena profundamente en el Reino de los Cielos, recordándonos la centralidad de la `Torah` de Elohím como nuestra guía y testimonio, la vocación de enseñar Sus verdades, y la obra de Yeshúa HaMashíaj como el cumplimiento del testimonio de Moshéh y el Mediador del `Brit Hadasháh`, trayendo la redención y la esperanza prometida en la canción.

13. Tefiláh (Oración)

Adonái Elohím, Soberano del Reino de los Cielos, te agradecemos por Tu fidelidad inquebrantable y por Tu palabra eterna, que perdura como testimonio a través de las generaciones. Te pedimos, Ruaj HaKodesh, que Tu `Torah`, tanto la escrita por Moshéh como la revelada en Yeshúa HaMashíaj, sea grabada profundamente en nuestros corazones. Ayúdanos a ser discípulos diligentes que estudian, aman y enseñan Tus mandamientos con pasión, viviendo como testigos fieles de Tu Reino en la tierra. Que la canción de Moshéh nos recuerde siempre la seriedad de Tu pacto y que la canción del Cordero, Maran Yeshúa, sea el himno de nuestra salvación y esperanza eterna. En el Nombre precioso de Yeshúa HaMashíaj, Rey de Reyes. Amén.

Más Recursos del Reino de Yeshúa HaMashíaj

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Parashá 52 Vayeléj (וילך) – Aliyha 3

Aliyáh 3: (Deuteronomio 31:7-13) Moshé transfiere el liderazgo a Yehoshúa y ordena leer la Toráh cada siete años.
Haftaráh: Jeremías 31:31-34 (El nuevo pacto con Israel y la Toráh escrita en los corazones).
Brit Hadasháh: Mateo 28:18-20 (La gran comisión de Yeshúa a Sus discípulos).

Tema: La profecía de la canción de Moshéh

Desde el centro de estudio del Reino de Yeshúa HaMashíaj, nos adentramos en la profundidad de la Torah, desvelando las capas de significado que HaShem ha tejido en Sus palabras. La Aliyá 3 de Parashá Vayelej nos presenta un momento crucial: el encuentro final entre Adonái, Moshéh y Yehoshúa, y la revelación de la canción profética que serviría como testimonio para las generaciones venideras de Yisra’el. En este pasaje, percibimos la presciencia divina, la advertencia amorosa y la promesa inquebrantable que culmina en la obra redentora de Yeshúa HaMashíaj.

1. Texto Hebreo Interlineal

Pasaje: Deuteronomio 31:14-31:21

Texto Hebreo OriginalFonética TiberianaTraducción Palabra por PalabraTraducción Literal del Verso
—————-—————-—————-—————-
וַיֹּאמֶרVa-yo-merY dijo וַיֹּאמֶר – Va-yo-merY dijo Adonái a Moshéh:
יְהוָהAdonáiAdonái יְהוָה – Adonái
אֶל-מֹשֶׁהel-Mo-šeha Moshéh אֶל-מֹשֶׁה – el-Mo-šeh
הֵןhenHe aquí הֵן – hen“He aquí, se han acercado tus días para morir.
קָרְבוּqar-vuse han acercado קָרְבוּ – qar-vu
יָמֶיךָya-me-khatus días יָמֶיךָ – ya-me-kha
לָמוּתla-mutpara morir לָמוּת – la-mut
קְרָאqraLlama קְרָא – qraLlama a Yehoshúa y preséntense en la Tienda de Reunión,
אֶת-יְהוֹשֻׁעַet-Ye-ho-šu-aa Yehoshúa אֶת-יְהוֹשֻׁעַ – et-Ye-ho-šu-a
וְהִתְיַצְּבוּve-hit-yaṣ-ṣvuy preséntense וְהִתְיַצְּבוּ – ve-hit-yaṣ-ṣvu
בְּאֹהֶלbe-o-helen la Tienda בְּאֹהֶל – be-o-hel
מוֹעֵדmo-edde Reunión מוֹעֵד – mo-ed
וַאֲצַוֶּנּוּva-a-ṣav-ven-nuy le ordenaré וַאֲצַוֶּנּוּ – va-a-ṣav-ven-nuy le daré mis mandatos”.
31:15
וַיֵּרָאVa-ye-raY apareció וַיֵּרָא – Va-ye-raY apareció Adonái en la Tienda en una columna de nube;
יְהוָהAdonáiAdonái יְהוָה – Adonái
בָּאֹהֶלba-o-helen la Tienda בָּאֹהֶל – ba-o-hel
בְּעַמּוּדbe-am-muden una columna בְּעַמּוּד – be-am-mud
עָנָןa-nande nube עָנָן – a-nan
וַיַּעֲמֹדva-ya-a-mody se detuvo וַיַּעֲמֹד – va-ya-a-mody se detuvo la columna de nube a la entrada de la Tienda.
עַמּוּדam-mudla columna עַמּוּד – am-mud
הֶעָנָןhe-a-nande la nube הֶעָנָן – he-a-nan
עַל-פֶּתַחal-pe-taḥsobre la entrada עַל-פֶּתַח – al-pe-taḥ
הָאֹהֶלha-o-helde la Tienda הָאֹהֶל – ha-o-hel
31:16
וַיֹּאמֶרVa-yo-merY dijo וַיֹּאמֶר – Va-yo-merY dijo Adonái a Moshéh: “He aquí,
יְהוָהAdonáiAdonái יְהוָה – Adonái
אֶל-מֹשֶׁהel-Mo-šeha Moshéh אֶל-מֹשֶׁה – el-Mo-šeh
הִנְּךָhin-ne-khahe aquí tú הִנְּךָ – hin-ne-khatú vas a reposar con tus padres.
שֹׁכֵבšo-khevvas a reposar שֹׁכֵב – šo-khev
עִם-אֲבֹתֶיךָim-a-vo-te-khacon tus padres עִם-אֲבֹתֶיךָ – im-a-vo-te-kha
וְקָםve-qamY se levantará וְקָם – ve-qamY se levantará este pueblo y prostituirá tras los elohím extranjeros
הָעָםha-amel pueblo הָעָם – ha-am
הַזֶּהha-zzeheste הַזֶּה – ha-zzeh
וְזָנָהve-za-nahy fornicará וְזָנָה – ve-za-nah
אַחֲרֵיaḥ-a-reitras אַחֲרֵי – aḥ-a-rei
אֱלֹהֵיe-lo-heilos elohím אֱלֹהֵי – e-lo-hei
נֵכַרnekharextranjeros נֵכַר – nekhar
הָאָרֶץha-a-reṣde la tierra הָאָרֶץ – ha-a-reṣ
אֲשֶׁרa-šerque אֲשֶׁר – a-šerde la tierra a la cual él viene, en medio de ella,
הוּאhuél הוּא – hu
בָא-שָׁמָּהba-šam-mahviene allí בָא-שָׁמָּה – ba-šam-mah
בְּקִרְבּוֹbe-qir-boen su medio בְּקִרְבּוֹ – be-qir-bo
וַעֲזָבַנִיva-a-za-va-niy me abandonará וַעֲזָבַנִי – va-a-za-va-niy me abandonará y anulará mi Brit que hice con él.
וְהֵפֵרve-he-fery anulará וְהֵפֵר – ve-he-fer
אֶת-בְּרִיתִיet-be-ri-timi Brit אֶת-בְּרִיתִי – et-be-ri-ti
אֲשֶׁרa-šerque אֲשֶׁר – a-šer
כָּרַתִּיka-rat-tihice כָּרַתִּי – ka-rat-ti
אִתּוֹit-tocon él אִתּוֹ – it-to
31:17
וְחָרָהve-ḥa-rahY se encenderá וְחָרָה – ve-ḥa-rahY se encenderá mi ira contra él en aquel día,
אַפִּיap-pimi ira אַפִּי – ap-pi
בוֹvoen él בוֹ – vo
בַיּוֹםba-yomen el día בַיּוֹם – ba-yom
הַהוּאha-huaquel הַהוּא – ha-hu
וַעֲזַבְתִּיםva-a-zav-timy los abandonaré וַעֲזַבְתִּים – va-a-zav-timy los abandonaré y esconderé mi rostro de ellos,
וְהִסְתַּרְתִּיve-his-tar-tiy esconderé וְהִסְתַּרְתִּי – ve-his-tar-ti
פָנַיfa-naymi rostro פָנַי – fa-nay
מֵהֶםme-hemde ellos מֵהֶם – me-hem
וְהָיָהve-ha-yahy será וְהָיָה – ve-ha-yahy serán para ser devorados,
לְאֹכֶלle-o-khelpara alimento לְאֹכֶל – le-o-khel
וּמְצָאֻהוּu-me-ṣa-u-huy los encontrarán וּמְצָאֻהוּ – u-me-ṣa-u-huy los encontrarán muchos males y angustias.
רָעוֹתra-otmales רָעוֹת – ra-ot
רַבּוֹתrab-botmuchos רַבּוֹת – rab-bot
וְצָרוֹתve-ṣa-roty angustias וְצָרוֹת – ve-ṣa-rot
וְאָמַרve-a-marY dirá וְאָמַר – ve-a-marY dirá en aquel día:
בַּיּוֹםba-yomen el día בַיּוֹם – ba-yom
הַהוּאha-huaquel הַהוּא – ha-hu
הֲלֹאha-lo¿Acaso no הֲלֹא – ha-lo“¿No es porque mi Eloha no está en medio de mí que me han hallado estos males?”.
עַלalpor עַל – al
כִּי-אֵיןki-einporque no está כִּי-אֵין – ki-ein
אֱלֹהַיE-lo-haymi Eloha אֱלֹהַי – E-lo-hay
בְּקִרְבִּיbe-qir-bien mi medio בְּקִרְבִּי – be-qir-bi
מְצָאוּנִיme-ṣa-u-nime han hallado מְצָאוּנִי – me-ṣa-u-ni
הָרָעוֹתha-ra-otlos males הָרָעוֹת – ha-ra-ot
הָאֵלֶּהha-el-lehestos הָאֵלֶּה – ha-el-leh
31:18
וְאָנֹכִיve-a-no-khiY yo וְאָנֹכִי – ve-a-no-khiY yo ciertamente esconderé mi rostro en aquel día
הַסְתֵּרhas-teresconderé הַסְתֵּר – has-ter
אַסְתִּירas-tirciertamente אַסְתִּיר – as-tir
פָּנַיfa-naymi rostro פָּנַי – fa-nay
בַּיּוֹםba-yomen el día בַּיּוֹם – ba-yom
הַהוּאha-huaquel הַהוּא – ha-hupor todo el mal que él habrá hecho,
עַלalpor עַל – al
כָּל-הָרָעָהkol-ha-ra-ahtodo el mal כָּל-הָרָעָה – kol-ha-ra-ah
אֲשֶׁרa-šerque אֲשֶׁר – a-šer
עָשָׂהa-śahhabrá hecho עָשָׂה – a-śah
כִּיkiporque כִּי – kiporque se habrá vuelto a elohím ajenos.
פָנָהfa-nahse habrá vuelto פָנָה – fa-nah
אֶל-אֱלֹהִיםel-e-lo-hima elohím אֶל-אֱלֹהִים – el-e-lo-him
אֲחֵרִיםa-ḥe-rimajenos אֲחֵרִים – a-ḥe-rim
31:19
וְעַתָּהve-at-tahY ahora וְעַתָּה – ve-at-tahY ahora, escriban para ustedes esta canción
כִּתְבוּkit-vuescriban כִּתְבוּ – kit-vu
לָכֶםla-khempara ustedes לָכֶם – la-khem
אֶת-הַשִּׁירָהet-ha-ši-rahesta canción אֶת-הַשִּׁירָה – et-ha-ši-rah
הַזֹּאתha-zzotesta הַזֹּאת – ha-zzot
וְלַמְּדָהּve-lam-me-dahy enséñenla וְלַמְּדָהּ – ve-lam-me-dahy enséñenla a los hijos de Yisra’el;
אֶת-בְּנֵיet-be-neia los hijos אֶת-בְּנֵי – et-be-nei
יִשְׂרָאֵלYis-ra-elde Yisra’el יִשְׂרָאֵל – Yis-ra-el
שִׂימָהּši-mahpónganla שִׂימָהּ – ši-mahpónganla en sus bocas,
בְּפִיהֶםbe-fi-hemen sus bocas בְּפִיהֶם – be-fi-hem
לְמַעַןle-ma-anpara que לְמַעַן – le-ma-anpara que sea para mí esta canción
תִּהְיֶה-לִּיtih-yeh-llisea para mí תִּהְיֶה-לִּי – tih-yeh-lli
הַשִּׁירָהha-ši-rahla canción הַשִּׁירָה – ha-ši-rah
הַזֹּאתha-zzotesta הַזֹּאת – ha-zzotpor testigo entre los hijos de Yisra’el.
לְעֵדle-edpor testigo לְעֵד – le-ed
בִּבְנֵיbiv-neientre los hijos בִּבְנֵי – biv-nei
יִשְׂרָאֵלYis-ra-elde Yisra’el יִשְׂרָאֵל – Yis-ra-el
31:20
כִּי-אֲבִיאֶנּוּki-a-vi-en-nuPorque lo traeré כִּי-אֲבִיאֶנּוּ – ki-a-vi-en-nuPorque yo lo traeré a la tierra que juré a sus padres,
אֶל-הָאָדָמָהel-ha-a-da-maha la tierra אֶל-הָאָדָמָה – el-ha-a-da-mah
אֲשֶׁרa-šerque אֲשֶׁר – a-šer
נִשְׁבַּעְתִּיniš-ba-tijuré נִשְׁבַּעְתִּי – niš-ba-ti
לַאֲבֹתָיוla-a-vo-tava sus padres לַאֲבֹתָיו – la-a-vo-tav
זָבַתza-vatque mana זָבַת – za-vatuna tierra que mana leche y miel.
חָלָבḥa-lavleche חָלָב – ḥa-lav
וּדְבַשׁu-de-vašy miel וּדְבַשׁ – u-de-vaš
וְאָכַלve-a-khalY comerá וְאָכַל – ve-a-khalY comerá y se saciará y engordará,
וְשָׂבַעve-sa-vay se saciará וְשָׂבַע – ve-sa-va
וְדָשֵׁןve-da-šeny engordará וְדָשֵׁן – ve-da-šen
וּפָנָהu-fa-nahy se volverá וּפָנָה – u-fa-nahy se volverá a elohím ajenos, y los servirá,
אֶל-אֱלֹהִיםel-e-lo-hima elohím אֶל-אֱלֹהִים – el-e-lo-him
אֲחֵרִיםa-ḥe-rimajenos אֲחֵרִים – a-ḥe-rim
וַעֲבָדוּםva-a-va-dumy los servirá וַעֲבָדוּם – va-a-va-dumy me provocará a ira, y anulará mi Brit.
וְנִאֲצוּנִיve-ni-a-ṣu-niy me provocará a ira וְנִאֲצוּנִי – ve-ni-a-ṣu-ni
וְהֵפֵרve-he-fery anulará וְהֵפֵר – ve-he-fer
אֶת-בְּרִיתִיet-be-ri-timi Brit אֶת-בְּרִיתִי – et-be-ri-ti
31:21
וְהָיָהve-ha-yahY será וְהָיָה – ve-ha-yahY será que cuando le hallen muchos males y angustias,
כִּי-תִמְצֶאןָki-tim-ṣe-naque le hallen כִּי-תִמְצֶאןָ – ki-tim-ṣe-na
אֹתוֹo-toa él אֹתוֹ – o-to
רָעוֹתra-otmales רָעוֹת – ra-ot
רַבּוֹתrab-botmuchos רָעוֹת – rab-bot
וְצָרוֹתve-ṣa-roty angustias וְצָרוֹת – ve-ṣa-rot
וְעָנְתָהve-an-taresponderá וְעָנְתָה – ve-an-taresponderá esta canción delante de él como testigo,
הַשִּׁירָהha-ši-rahla canción הַשִּׁירָה – ha-ši-rah
הַזֹּאתha-zzotesta הַזֹּאת – ha-zzot
לְפָנָיוle-fa-navdelante de él לְפָנָיו – le-fa-nav
לְעֵדle-edcomo testigo לְעֵד – le-ed
כִּיkiporque כִּי – kiporque no será olvidada de la boca de su descendencia;
לֹאlono לֹא – lo
תִשָּׁכַחtiš-ša-khaḥserá olvidada תִשָּׁכַח – tiš-ša-khaḥ
מִפִּיmi-pide la boca מִפִּי – mi-pi
זַרְעוֹzar-ode su descendencia זַרְעוֹ – zar-o
כִּיkiporque כִּי – kiporque yo conozco su inclinación,
יָדַעְתִּיya-da-tiyo conozco יָדַעְתִּי – ya-da-ti
אֶת-יִצְרוֹet-yiṣ-rosu inclinación אֶת-יִצְרוֹ – et-yiṣ-ro
אֲשֶׁרa-šerque אֲשֶׁר – a-šerlo que él está haciendo hoy,
הוּאhuél הוּא – hu
עֹשֶׂהo-śehestá haciendo עֹשֶׂה – o-śeh
הַיּוֹםha-yomhoy הַיּוֹם – ha-yomantes que lo traiga a la tierra que juré”.
בְּטֶרֶםbe-ṭe-remantes de בְּטֶרֶם – be-ṭe-rem
אֲבִיאֶנּוּa-vi-en-nuque lo traiga אֲבִיאֶנּוּ – a-vi-en-nu
אֶל-הָאָרֶץel-ha-a-reṣa la tierra אֶל-הָאָרֶץ – el-ha-a-reṣ
אֲשֶׁרa-šerque אֲשֶׁר – a-šer
נִשְׁבָּעְתִּיniš-ba-tijuré נִשְׁבָּעְתִּי – niš-ba-ti

2. Haftaráh

Pasaje: Yesha’yahu 55:6 – 56:8

Análisis:

La Haftaráh para Parashá Vayelej, tomada de Yesha’yahu 55:6-56:8, resuena profundamente con la Aliyá 3 que hemos estudiado. Mientras Deuteronomio 31:16-21 profetiza la apostasía de Yisra’el, el ocultamiento del rostro de HaShem y las consecuencias que de ello derivarían, Yesha’yahu ofrece una contranarrativa de esperanza y restauración. El profeta Yesha’yahu clama: “Busquen a Adonái mientras puede ser hallado; llámenle en tanto está cercano” (Yesha’yahu 55:6). Este llamado urgente se convierte en un eco directo del lamento de Yisra’el en Deuteronomio 31:17: “¿Acaso no es porque mi Eloha no está en medio de mí que me han hallado estos males?”. Yesha’yahu responde que HaShem está cercano, pero requiere un cambio de corazón, un “abandonar el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos” (Yesha’yahu 55:7).

El Targum Yonatan sobre Yesha’yahu a menudo enfatiza la conexión entre la obediencia a la Torah y la cercanía de Adonái, contrastando con la separación que produce el pecado. En el contexto de la Haftaráh, Adonái reitera que Sus pensamientos no son los nuestros, ni Sus caminos nuestros caminos (Yesha’yahu 55:8), lo que subraya la incomprensibilidad de Su plan redentor que trasciende la caída de Yisra’el. La promesa de un “pacto eterno” (Yesha’yahu 55:3) en Yesha’yahu se contrapone al “anulará mi Brit” (Deuteronomio 31:20) predicho por Moshéh. Esta Brit eterna es la misma que HaShem establece con David HaMelej, una promesa de un reino mesiánico inquebrantable.

La Haftaráh culmina con la profecía de que Adonái reunirá a los exiliados de Yisra’el, y aún a otros que no son del “redil”, a Su “casa de oración” (Yesha’yahu 56:7-8). Esta visión inclusiva del Reino de Elohím anticipa la obra de Yeshúa HaMashíaj, quien no solo vino por las “ovejas perdidas de la casa de Yisra’el”, sino para ser luz a las naciones, extendiendo la Brit a todos los que creen, tal como lo expresa el Ruaj HaKodesh a través de Yesha’yahu. Los Midrashim sobre Deuteronomio 31 y Yesha’yahu 55-56 a menudo exploran el concepto de teshuvá (arrepentimiento) como el camino para mitigar las consecuencias de la apostasía profetizada, y cómo la fidelidad de Adonái siempre ofrece un camino de retorno.

3. Brit Hadasháh (Arameo)

Pasaje: ܣܘܪ̈ܓܕܐ ܠܥܼܒܪ̈ܝܐ 8:8-12 (Sur-ga-de La-Iv-ra-ye 8:8-12) – Hebreos 8:8-12

Texto Arameo de la Peshitta con Fonética Siríaca Oriental para términos clave:

ܗܐ ܓܝܪ ܝܘ̈ܡܬܐ ܐܬܝ̈ܢ ܐܡܿܪ ܡܪܝܐ ܘܐܩܝܡ ܥܠ ܒܝܬ ܐܝܣܪܝܠ ܘܥܠ ܒܝܬ ܝܗܘܕܐ ܕܝܼܬܝܩܝ ܚܕܬܐ

Ha gar yawm-ta a-tay-n a-mar Mar-ya wa-a-qim al Bayt Is-ra-el wa-al Bayt Yehud-a di-ya-ti-qi ḥdat-a

He aquí, porque días vienen, dice Maran Yeshúa, y estableceré con la casa de Yisra’el y con la casa de Yehudá una Brit Hadasháh.

ܠܼܐ ܐܝܟ ܕܝܼܬܝܩܝ ܕܩܝܡܬ ܥܡ ܐܒܗܝܗܘ̈ܢ ܒܝܘܡܐ ܕܐܚܕܬ ܒܐܝܕܗܘܢ ܕܐܦܩ ܐܢܘܢ ܡܢ ܐܪܥܐ ܕܡܨܪܝܢ ܡܛܠ ܕܗܢܘܢ ܠܼܐ ܩܘܝܘ ܒܕܝܼܬܝܩܝ ܕܝܼܠܝ ܐܦ ܐܢܐ ܫܠܝܬ ܠܗܘܢ ܐܡܿܪ ܡܪܝܐ

La ayk di-ya-ti-qi d-qay-mat am a-va-hay-hon b-yawm-a d-a-ḥad-at b-ay-de-hon d-a-faq a-non men ar-a d-me-ṣrayn me-ṭul d-he-non la q-way-u b-di-ya-ti-qi di-li af a-na šli-yat l-hon a-mar Mar-ya

No como la Brit que hice con sus padres en el día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Mitzrayim, porque ellos no permanecieron en mi Brit, y Yo también los descuidé, dice Maran Yeshúa.

ܕܗܕܐ ܗܝ ܕܝܼܬܝܩܝ ܕܐܩܝܡ ܥܡ ܒܝܬ ܐܝܣܪܝܠ ܒܬܪ ܝܘ̈ܡܬܐ ܗܢܘܢ ܐܡܿܪ ܡܪܝܐ ܐܬܠ ܢܡܘܣܝ ܒܡܕܥܝ̈ܗܘܢ ܘܥܠ ܠܼܒܘܬܗܘܢ ܐܟܬܒܝܘܗܝ ܘܐܗܘܐ ܠܗܘܢ ܐܠܗܐ ܘܗܢܘܢ ܢܗܘܘܢ ܠܝ ܥܡܐ

D-ha-da hi di-ya-ti-qi d-a-qim am Bayt Is-ra-el b-tar yawm-ta ha-non a-mar Mar-ya a-tal nam-u-si b-maw-d-a-ay-hon w-al leb-wat-hon ak-tab-yoh w-a-hwa l-hon Al-a w-he-non n-haw-wun li am-ma

Porque esta es la Brit que estableceré con la casa de Yisra’el después de aquellos días, dice Maran Yeshúa: Pondré mi Torah en sus mentes y en sus corazones la escribiré; y seré para ellos Elohím, y ellos serán para mí pueblo.

ܘܠܼܐ ܢܠܼܦܘܢ ܟܠ ܚܕ ܠܚܒܪܗ ܘܟܠ ܚܕ ܠܐܚܘܗܝ ܘܢܐܡܪܘܢ ܕܕܥ ܠܡܪܝܐ ܡܛܠ ܕܟܠܗܘܢ ܢܕܥܘܢܢܝ ܡܢ ܙܥܘܪܗܘܢ ܘܥܕܡܐ ܠܪܒܗܘܢ

W-la nal-lun kul ḥad l-ḥav-reh w-kul ḥad l-a-ḥu-hi w-na-am-run d-da Mar-ya me-ṭul d-kul-hon nad-un-nan-i men za-ur-hon w-ad-ma l-rav-hon

Y no enseñará cada uno a su compañero, y cada uno a su hermano, diciendo: “Conoce a Maran Yeshúa”, porque todos me conocerán, desde el menor de ellos hasta el mayor de ellos.

ܘܐܚܣܐ ܐܢܘܢ ܥܠ ܥܘܠ̈ܝܗܘܢ ܘܚܛܗܝܗܘܢ ܠܼܐ ܐܬܕܟܪ ܠܼܗܘܢ

W-aḥ-sa a-non al aw-l-ay-hon w-ḥaṭ-hay-hon la at-da-kar l-hon

Y les perdonaré sus iniquidades, y sus pecados no recordaré más.

Análisis:

El pasaje de Hebreos 8:8-12, citando a Yirmeyahu, ofrece una poderosa conexión con la Aliyá 3 de Vayelej. Moshéh profetiza que Yisra’el quebrantaría el pacto y se volvería a elohím ajenos, lo que llevaría a HaShem a “esconder Su rostro” y permitir que los males los alcanzasen. La Brit Hadasháh, revelada plenamente en Yeshúa HaMashíaj, surge como la solución divina a esta falla fundamental del corazón humano.

El autor de Hebreos enfatiza que la primera Brit era “defectuosa” (Hebreos 8:7), no en su origen divino, sino en la incapacidad del pueblo para guardarla, tal como la canción de Moshéh anticipaba. La “Brit Hadasháh” (ܕܝܼܬܝܩܝ ܚܕܬܐ – di-ya-ti-qi ḥdat-a) es superior porque su enfoque no es en mandamientos escritos en tablas de piedra o meramente transmitidos, sino en la transformación interna: “Pondré mi Torah en sus mentes y en sus corazones la escribiré” (Hebreos 8:10). Esta es la obra del Ruaj HaKodesh, inaugurada por Maran Yeshúa, que capacita a los creyentes para vivir una vida de obediencia genuina.

Los textos pseudepigráficos como el Testamento de los Doce Patriarcas (ej. Testamento de Leví) y el Libro de Enoc a menudo lamentan la corrupción sacerdotal y la apostasía del pueblo, anticipando una era de justicia y un Mesías que restauraría la relación con Elohím. Estos escritos prepararon el terreno para la comprensión de una nueva intervención divina. La venida de Yeshúa HaMashíaj (ܡܫܝܚܐ – Ma-ši-ḥa) es la consumación de esta profecía. Él no solo revela la Brit Hadasháh, sino que con Su vida, muerte y resurrección, la establece con Su propia sangre, ofreciendo perdón completo de los pecados y una relación íntima con Elohím. Su sacrificio es el fundamento para que Adonái “les perdone sus iniquidades, y sus pecados no recordaré más” (Hebreos 8:12), lo que es la antítesis del juicio pronosticado por Moshéh.

En el Reino de los Cielos (ܡܠܟܘܬܐ ܕܫܡܝܐ – Mal-ku-ta d-šma-ya), la Brit Hadasháh se manifiesta en el corazón de cada creyente, llevando la Torah de HaShem no como una carga externa, sino como una ley interna que guía sus vidas y los conforma a la imagen de Mar Yeshúa. Este pasaje nos recuerda que la fidelidad de Elohím a Su pacto final es inquebrantable, a pesar de la inconstancia humana, y se materializa a través de Su Mashíaj.

4. Contexto Histórico

El pasaje de Deuteronomio 31:14-21 se sitúa en un momento de transición monumental en la historia de Yisra’el. Moshéh, el líder que los había sacado de Mitzrayim y los había guiado por el desierto durante cuarenta años, estaba a punto de completar su misión terrenal y ascender al reino celestial. La nación de Yisra’el se encontraba en las llanuras de Moav, al borde de la Tierra Prometida, la Eretz Yisra’el.

Cultura y Eventos:

En este contexto, la cultura de Yisra’el estaba fuertemente ligada a la recién instituida Torah, que Moshéh había estado repitiendo y explicando en los discursos que componen el libro de Deuteronomio. La nación estaba a punto de entrar en una tierra habitada por pueblos cananeos, cuyas prácticas religiosas incluían la adoración a elohím paganos como Ba’al y Asherah, y ritos que involucraban sacrificios de niños y prostitución cultual. La advertencia de Moshéh sobre la futura apostasía no era una simple conjetura, sino una previsión basada en el conocimiento de la inclinación del corazón humano (Yeḥezqel 36:26) y la observación de las constantes rebeliones de Yisra’el incluso bajo su liderazgo.

Personajes:

  • Moshéh: El siervo de HaShem, el profeta más grande que Yisra’el había conocido hasta entonces, cuya vida y ministerio estaban llegando a su fin. Su preocupación por el futuro espiritual de su pueblo es palpable.
  • Yehoshúa: El sucesor de Moshéh, quien fue comisionado en este mismo pasaje (Deuteronomio 31:14). Él sería el encargado de liderar a Yisra’el a la conquista de la Tierra Prometida. La presencia de Adonái en la Tienda de Reunión para comisionar a Yehoshúa (Deuteronomio 31:15) simboliza la transferencia de autoridad divina y la continuidad del liderazgo guiado por HaShem.

Fuentes Históricas y Arqueológicas:

Aunque no hay registros extrabíblicos contemporáneos que validen directamente estos eventos, los descubrimientos arqueológicos en la región cananea han corroborado la existencia de las prácticas idolátricas mencionadas en la Torah. Los hallazgos de altares, figurillas y templos dedicados a deidades cananeas ofrecen un telón de fondo para las advertencias divinas sobre la atracción del pueblo de Yisra’el hacia estas abominaciones. La historia posterior de Yisra’el, narrada en los Nevi’im y Ketuvim, documenta de manera abundante las repetidas caídas en la idolatría y las subsiguientes consecuencias, confirmando la exactitud de la profecía de Moshéh. Esta Aliyá establece la inevitabilidad de la idolatría y la respuesta de Adonái, sentando las bases para toda la narrativa profética de Yisra’el.

5. Comentarios Proféticos

La profecía de la canción de Moshéh, contenida en Deuteronomio 31:14-21, trasciende su contexto inmediato para ofrecer comentarios proféticos de vasto alcance que resuenan hasta la época actual, conectándose intrínsecamente con el Reino de Yeshúa HaMashíaj. La presciencia de HaShem, al prever la apostasía de Su pueblo, no es un mero pronóstico de desventura, sino una revelación de Su justicia y, en última instancia, de Su misericordia que proveería un remedio.

La advertencia de que Yisra’el se “prostituirá tras los elohím ajenos” (Deuteronomio 31:16) no solo se cumplió históricamente en la idolatría y el sincretismo, como lo atestiguan los libros de los Jueces, los Reyes y los Profetas, sino que también tiene una aplicación espiritual profunda. La prostitución espiritual es cualquier desviación de la fidelidad exclusiva a Elohím, buscando satisfacción, seguridad o significado en fuentes externas a Él. Hoy en día, en el Reino de Yeshúa HaMashíaj, esto puede manifestarse en la adoración a la riqueza, el poder, la fama, la ideología humana o cualquier cosa que tome el lugar de Adonái en el corazón del discípulo.

El concepto de HaShem “esconderá Su rostro” (Deuteronomio 31:17-18) es una de las profecías más solemnes. Simboliza la retirada de la bendición, la protección y la manifestación de Su presencia. Esta profecía se cumplió en el exilio, la destrucción del Templo y la dispersión del pueblo. Sin embargo, en el plan divino, este “escondimiento” no es permanente. La llegada de Yeshúa HaMashíaj representa la revelación máxima del rostro de Elohím, “el resplandor de Su gloria y la imagen misma de Su sustancia”. Él es el rostro visible del Elohím invisible (Colosenses 1:15). A través de Él, el velo entre Elohím y la humanidad es rasgado, y el acceso al Padre es restaurado.

La “canción” (הַשִּׁירָה – ha-ši-rah) que Moshéh debe escribir y enseñar (Deuteronomio 31:19) no es solo una advertencia, sino un testimonio profético. Será “testigo” (לְעֵד – le-ed) de la fidelidad de HaShem y de la infidelidad de Yisra’el. Esta canción profética (Deuteronomio 32) detalla no solo la caída, sino también la redención final de Yisra’el. Se convierte en un modelo para los profetas posteriores, quienes continuaron llamando a Yisra’el al arrepentimiento y profetizando la venida del Mesías que pondría fin a la apostasía y restauraría el pacto.

Para la época actual, la profecía nos advierte sobre la necesidad de vigilancia espiritual. En el Reino de Yeshúa HaMashíaj, aunque la Brit Hadasháh esté grabada en nuestros corazones por el Ruaj HaKodesh, la inclinación (יִצְרוֹ – yiṣro) al mal sigue presente en la carne. Debemos recordar que la apostasía no es una peculiaridad antigua, sino una tendencia humana constante que requiere una renovación diaria de nuestro compromiso con Adonái. La canción de Moshéh, en su dimensión profética, nos apunta a Yeshúa HaMashíaj como Aquel que ya ha cumplido la ley, ha expiado la infidelidad y ha abierto el camino para que Su pueblo viva en verdadera fidelidad, esperando Su glorioso retorno para establecer el Reino en su plenitud. Las profecías mesiánicas de un nuevo corazón y un nuevo espíritu (Yeḥezqel 36) encuentran su cumplimiento en la obra del Mashíaj, quien nos capacita para no volver a los elohím ajenos.

6. Análisis Profundo

El pasaje de Deuteronomio 31:14-21 es una ventana a la divina presciencia y la pedagogía de HaShem. Desglosaremos algunas palabras clave y conceptos teológicos:

  • וַיֹּאמֶר יְהוָה אֶל-מֹשֶׁה (Va-yo-mer Adonái el-Mo-šeh): “Y dijo Adonái a Moshéh”. Esta frase inicial subraya la autoridad y la fuente divina de la revelación. No son meras palabras humanas, sino la voz del Soberano de los Cielos y la Tierra. En el Midrash, se enfatiza que incluso en la despedida de Moshéh, la voz de Adonái es la que dirige, mostrando Su ininterrumpida supervisión sobre Su pueblo.
  • הֵן קָרְבוּ יָמֶיךָ לָמוּת (hen qar-vu ya-me-kha la-mut): “He aquí, se han acercado tus días para morir”. Esta es una declaración de la realidad ineludible de la mortalidad de Moshéh, pero también una afirmación de la continuidad del plan de Adonái más allá de cualquier líder humano. El liderazgo pasa de Moshéh a Yehoshúa, pero la soberanía permanece en HaShem. El Targum Onkelos a menudo parafrasea este tipo de pasajes para resaltar la providencia divina detrás de los eventos humanos.
  • וְזָנָה אַחֲרֵי אֱלֹהֵי נֵכַר הָאָרֶץ (ve-za-nah aḥ-a-rei e-lo-hei nekhar ha-a-reṣ): “Y fornicará tras los elohím extranjeros de la tierra”. La palabra זָנָה (za-nah) significa fornicar, prostituirse. En el contexto bíblico, este término se usa frecuentemente para describir la infidelidad espiritual de Yisra’el al volverse hacia otros elohím. Es una traición de la relación de pacto, que es comparada con un matrimonio. La gravedad de esta transgresión radica en que Yisra’el, la esposa de HaShem, se entrega a “elohím ajenos” (אֱלֹהִים אֲחֵרִים – e-lo-him a-ḥe-rim), que no son dioses en absoluto, sino vanidad y mentira (Yirmeyahu 2:5, 11).
  • וְהֵפֵר אֶת-בְּרִיתִי אֲשֶׁר כָּרַתִּי אִתּוֹ (ve-he-fer et-be-ri-ti a-šer ka-rat-ti it-to): “Y anulará mi Brit que hice con él”. La palabra בְּרִית (Brit), pacto o alianza, es central en la teología de Yisra’el. Aquí, HaShem predice el quebrantamiento de Su pacto. El Midrash Raba sobre Deuteronomio subraya la seriedad de esta ruptura, equiparándola a una revocación de la relación fundamental entre Elohím y Su pueblo. La consecuencia es el “esconderé mi rostro” (וְהִסְתַּרְתִּי פָנַי – ve-his-tar-ti fa-nay), un acto de juicio divino donde la presencia protectora y sustentadora de HaShem se retira, dejando al pueblo expuesto a las “muchas males y angustias” (רָעוֹת רַבּוֹת וְצָרוֹת – ra-ot rab-bot ve-ṣa-rot).
  • הַשִּׁירָה הַזֹּאת לְעֵד (ha-ši-rah ha-zzot le-ed): “Esta canción por testigo”. La “canción” (שִּׁירָה – širah) se convierte en un testigo legal y profético. Su propósito es recordar a Yisra’el su historia, su pacto y las consecuencias de su infidelidad. En la tradición rabínica, se considera que la Torah misma es una canción, y sus mandamientos son notas en una sinfonía divina. La canción de Moshéh es un micro-canto que encapsula la historia de Yisra’el y la fidelidad inmutable de Elohím.
  • כִּי יָדַעְתִּי אֶת-יִצְרוֹ (ki ya-da-ti et-yiṣ-ro): “Porque yo conozco su inclinación”. La palabra יֵצֶר (yeṣer) se refiere a la inclinación, la formación o el impulso del corazón humano. El texto dice “su inclinación” (יִצְרוֹ – yiṣro). Adonái conoce la propensión al mal (יֵצֶר הָרָע – yeṣer ha-ra) que reside en el corazón humano desde la juventud (Génesis 8:21). Este conocimiento divino no es solo un presagio, sino la base para la provisión de la salvación a través de Yeshúa HaMashíaj. Esta es la raíz del problema que Yeshúa vino a resolver, ofreciendo un nuevo corazón y un nuevo espíritu (Yeḥezqel 36:26-27), una transformación que capacita al discípulo para obedecer la Torah no por obligación externa, sino por una inclinación interna hacia la rectitud.

En resumen, el análisis profundo revela que esta Aliyá no solo advierte sobre el juicio venidero, sino que también establece las bases para una comprensión más profunda de la naturaleza de Elohím y la necesidad de una redención que vaya más allá de la ley escrita, hacia una transformación del corazón, una obra que solo Yeshúa HaMashíaj puede lograr.

7. Tema Relevante

El tema central y más relevante de esta Aliyá es la presciencia divina de la apostasía humana y la provisión de un testimonio perdurable para el arrepentimiento y la restauración.

Adonái, en Su omnisciencia, conoce la “inclinación” (יֵצֶר – yeṣer) del corazón de Yisra’el incluso antes de que entren a la Tierra Prometida. Él sabe que, una vez que el pueblo se asiente, disfrute de la abundancia (“comerá y se saciará y engordará” – Deuteronomio 31:20), olvidará a Su Libertador y se desviará hacia la idolatría. Esta no es una condena fatalista, sino una advertencia amorosa de un Padre que conoce a Sus hijos.

La respuesta de HaShem a esta presciencia es doble:

1. Advertencia Profética: La profecía del “escondimiento de Su rostro” y las “muchas males y angustias” sirve como una dura advertencia de las consecuencias de la infidelidad. Es un recordatorio de que las acciones tienen consecuencias y que el pacto es una relación bilateral que requiere fidelidad mutua.

2. La Canción como Testimonio: La “canción de Moshéh” (Deuteronomio 32) no es solo una predicción, sino una herramienta pedagógica y un “testigo” (לְעֵד – le-ed) constante. Será cantada por el pueblo y no se olvidará de la boca de su descendencia, de modo que cuando las calamidades lleguen, la canción les recordará la causa de sus sufrimientos y la fidelidad de Adonái, incitándolos al arrepentimiento.

En el Reino de los Cielos, este tema es de vital importancia para los discípulos de Mashíaj. Yeshúa HaMashíaj mismo advirtió repetidamente a Sus talmidim sobre la tentación de la apostasía y la necesidad de perseverancia. Él usó parábolas sobre la semilla que cae en diferentes tipos de tierra (Mateo 13) para ilustrar cómo las preocupaciones del mundo, la atracción de la riqueza o la falta de raíz pueden llevar a la caída.

La “inclinación” (יֵצֶר – yeṣer) que HaShem conocía en Yisra’el sigue siendo una realidad en la naturaleza humana caída. Aunque los discípulos de Mashíaj han recibido el Ruaj HaKodesh y tienen la Torah escrita en sus corazones, la lucha contra la carne y el mundo persiste. Por ello, la Brit Hadasháh nos exhorta a estar vigilantes, a examinar nuestros corazones y a no “prostituirnos” con los ídolos modernos (1 Juan 5:21), que pueden ser el materialismo, el orgullo, el egocentrismo o cualquier cosa que desvíe nuestra lealtad de Yeshúa HaMashíaj.

La canción de Moshéh, en su espíritu, nos enseña la importancia de la memoria espiritual, de recordar las obras y las advertencias de Adonái. Para los discípulos de Mashíaj, esto significa meditar en la Palabra de Elohím, recordar la obra redentora de Yeshúa en el madero y celebrar la Brit Hadasháh, para que no olvidemos el pacto que nos une a HaShem y a Su Reino. Este tema nos llama a una fidelidad constante y a una dependencia del Ruaj HaKodesh para superar la inclinación al mal que reside en la humanidad.

8. Descubriendo a Mashíaj

El pasaje de Aliyá 3 de Parashá Vayelej, aunque habla de la inminente muerte de Moshéh y la futura apostasía de Yisra’el, apunta de manera profunda y sutil a la vida, obra y persona de Yeshúa HaMashíaj, quien es la culminación de todas las profecías y la esperanza del Reino de los Cielos.

1. El Sucesor y el Enviado de Elohím: El pasaje comienza con Adonái comisionando a Yehoshúa como sucesor de Moshéh (Deuteronomio 31:14). Moshéh, el gran libertador y dador de la Torah, es un tipo del Mashíaj. Sin embargo, Moshéh no pudo entrar en la Tierra Prometida, y el pacto que medió fue quebrantado por el pueblo. Yehoshúa (que comparte el mismo nombre con Yeshúa en hebreo, significando “Adonái salva”) es quien introduce al pueblo en la tierra. Esta transición prefigura a Yeshúa HaMashíaj, el “gran Yehoshúa”, quien no solo introduce a Su pueblo en la verdadera Tierra Prometida, el Reino de los Cielos, sino que también es el mediador de una Brit superior que no puede ser quebrantada por el pecado humano. Él es el Profeta como Moshéh (Deuteronomio 18:15-18) que Adonái prometió levantar.

2. La Presciencia Divina y el Sacrificio de Yeshúa: HaShem sabe de antemano la inclinación (יִצְרוֹ – yiṣro) de Yisra’el hacia la apostasía (Deuteronomio 31:21). Este conocimiento no condujo a la desesperación, sino a un plan redentor. La profecía del “escondimiento de Su rostro” (Deuteronomio 31:17-18) alcanza su clímax y su solución en Yeshúa HaMashíaj. En el madero, Yeshúa experimentó el máximo “escondimiento del rostro” de Su Padre cuando clamó: “Eli, Eli, ¿lama shvaq-tani?” (Mateo 27:46 en arameo de la Peshitta, mi Elohím, mi Elohím, ¿por qué me has abandonado?). Él tomó sobre Sí el castigo de la apostasía de Su pueblo, para que el rostro de Elohím pudiera ser revelado y Sus bendiciones restauradas para todos los que creen en Él.

3. La Canción como Testigo y la Brit Hadasháh: La canción de Moshéh es un “testigo” (לְעֵד – le-ed) de la infidelidad de Yisra’el. De manera análoga, Yeshúa HaMashíaj es el “Testigo Fiel y Verdadero” (Apocalipsis 3:14). Él es la encarnación de la Torah y la manifestación perfecta del pacto de Elohím. Su vida, muerte y resurrección son el testimonio final de la fidelidad de Adonái y la respuesta a la incapacidad humana de mantener la Brit. La Brit Hadasháh, establecida por Yeshúa, es el nuevo pacto que no puede ser anulado, porque se basa en Su sacrificio perfecto y la obra del Ruaj HaKodesh en el corazón de los creyentes.

4. El Remedio para el “Yeṣer HaRa”: La profecía que Adonái conoce la inclinación del corazón humano que lleva a la apostasía apunta directamente a la necesidad de una transformación radical del corazón. Yesha’yahu 53 (un texto profético que los Midrashim a veces asocian con el Mashíaj sufriente) habla del siervo que lleva nuestras iniquidades. Yeshúa HaMashíaj vino a proveer este “nuevo corazón y nuevo espíritu” (Yeḥezqel 36:26-27), capacitando a Sus discípulos para obedecer la Torah no por compulsión, sino por amor. El Libro de Enoc y otros textos apócrifos y pseudepigráficos a menudo lamentan la corrupción de la naturaleza humana y la necesidad de una intervención divina para restaurar la justicia y la rectitud, lo cual Yeshúa logra en Su Reino.

Así, esta Aliyá nos enseña que a pesar de la certeza de la apostasía humana, la fidelidad de Adonái prevalece. Él no solo advierte, sino que también provee el camino para la redención a través de Yeshúa HaMashíaj, Quien es la respuesta a la profecía de la canción de Moshéh y el fundamento inquebrantable del Reino de los Cielos.

9. Midrashim y Targumim

Los Midrashim y Targumim ofrecen perspectivas enriquecedoras sobre el pasaje de Deuteronomio 31:14-21, profundizando en el significado y las implicaciones de la profecía de Moshéh.

Midrashim:

Los Midrashim a menudo exploran el profundo dolor y la presciencia de HaShem. En Devarim Rabbah (Midrash Raba sobre Deuteronomio), se discute el momento en que Adonái le dice a Moshéh que sus días están por terminar. Se enfatiza que Moshéh, a pesar de su inminente muerte, no estaba preocupado por sí mismo, sino por el futuro espiritual de Yisra’el. La revelación de la futura apostasía es un lamento divino que Moshéh comparte. El Midrash a menudo compara la relación de Adonái con Yisra’el como la de un esposo con una esposa amada. La infidelidad (prostitución tras los elohím ajenos) es vista como la más dolorosa de las traiciones.

El concepto de “esconderé mi rostro” (Deuteronomio 31:17) es un tema recurrente en los Midrashim. Se interpreta no como una ausencia de HaShem, sino como una retirada de Su protección y favor debido a las acciones del pueblo. El Midrash explica que incluso en el exilio, HaShem estaba presente de alguna manera, sufriendo con Su pueblo, pero Su rostro de bondad y ayuda directa estaba oculto. La canción de Moshéh (Deuteronomio 32) es vista en el Midrash como una condensación de toda la historia de Yisra’el, desde la creación hasta los días del Mashíaj, actuando como un recordatorio constante de su relación con HaShem y su destino. Se le atribuye un poder didáctico y profético extraordinario, capaz de iluminar las generaciones futuras.

Targumim:

Los Targumim, especialmente el Targum Onkelos y el Targum Yonatan, tienden a ser más literales en su traducción, pero a veces añaden explicaciones para clarificar el significado teológico o contextual.

  • Targum Onkelos: Este Targum, conocido por su cercanía al texto hebreo, a menudo parafrasea ligeramente para evitar antropomorfismos o para enfatizar la autoridad divina. Por ejemplo, donde el texto dice “Y dirá en aquel día: ‘¿Acaso no es porque mi Eloha no está en medio de mí que me han hallado estos males?'” (Deuteronomio 31:17), el Targum Onkelos podría interpretar que el pueblo reconocerá que los males los han alcanzado porque han “abandonado la adoración a su Eloha”, enfatizando la causa de la desgracia en la acción humana de abandonar a HaShem.
  • Targum Yonatan (o Pseudo-Yonatan): Este Targum es más expansivo y a menudo inserta material midráshico y haggádico. Al abordar el versículo 16, donde se profetiza la apostasía, el Targum Yonatan podría expandir la descripción de los elohím ajenos, detallando los ritos paganos y la depravación asociada, para recalcar la gravedad de la transgresión. También podría enfatizar el carácter de la Tierra Prometida como una tierra que fluye leche y miel, un don divino que el pueblo no apreciará, volviéndose ingrato. Cuando se habla de la canción como testigo, el Targum Yonatan a menudo subraya la durabilidad y la memoria de la canción, indicando que su poder reside en su capacidad para hablar a través de las generaciones, incluso cuando la Torah misma parezca olvidada. Este Targum también podría hacer referencia a las consecuencias escatológicas de esta apostasía, anticipando la redención final en los días del Mashíaj.

En conjunto, Midrashim y Targumim reafirman la seriedad de la profecía de Moshéh y la profunda conexión de la canción con el destino espiritual de Yisra’el. Subrayan la fidelidad de Adonái incluso en Su juicio y la provisión de un medio (la canción) para el arrepentimiento y la restauración, preparando así el corazón para la obra de Yeshúa HaMashíaj que vendría a consumar esta restauración.

10. Mandamientos

Aunque el pasaje de Deuteronomio 31:14-21 no contiene mandamientos explícitos en el sentido de mitzvot directamente formuladas, sí extraemos principios de vida fundamentales que son aplicables para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos. Estos son principios para la vida de fe y obediencia:

1. Principio de Fidelidad y Lealtad Exclusiva a Elohím:

* Explicación: La advertencia contra la “prostitución tras los elohím extranjeros” (Deuteronomio 31:16) es una admonición clara contra cualquier forma de idolatría o lealtad dividida. Para los discípulos de Mashíaj, esto significa mantener a Yeshúa HaMashíaj como el centro absoluto de nuestra adoración y devoción. Cualquier cosa que compita por nuestra lealtad—riqueza, poder, ambición, placer, filosofías mundanas, incluso el éxito ministerial sin Adonái—puede convertirse en un “eloha ajeno”.

Aplicación en el Reino: Vivir una vida de kiddush HaShem* (santificación del Nombre), donde nuestras acciones reflejan la pureza de nuestra devoción a Elohím y a Su Mesías. Esto implica un constante autoexamen y arrepentimiento de cualquier inclinación a confiar en algo que no sea HaShem.

2. Principio de la Memoria y la Vigilancia Espiritual:

* Explicación: La orden de escribir y enseñar la canción profética (Deuteronomio 31:19) y su rol como “testigo” (לְעֵד – le-ed) nos enseña la importancia de recordar las advertencias de Adonái y Su fidelidad. Adonái sabe de antemano la “inclinación” (יִצְרוֹ – yiṣro) del corazón humano hacia el mal, lo que exige una vigilancia constante.

* Aplicación en el Reino: Los discípulos deben estar arraigados en la Torah y en las enseñanzas de Yeshúa HaMashíaj, permitiendo que la Palabra de Elohím sea un testimonio continuo en sus corazones y mentes. Esto incluye la lectura diligente de las Escrituras, la meditación y la comunión constante con el Ruaj HaKodesh, para permanecer alertas contra las tentaciones y las desviaciones espirituales.

3. Principio de la Responsabilidad del Liderazgo y la Transmisión de la Fe:

* Explicación: La transferencia de liderazgo de Moshéh a Yehoshúa (Deuteronomio 31:14) y la instrucción a ambos de enseñar la canción, subraya la responsabilidad de los líderes de transmitir fielmente la verdad de Adonái y preparar a la próxima generación.

* Aplicación en el Reino: Los líderes en el Reino de Yeshúa HaMashíaj tienen la responsabilidad de discipular a otros, enseñando la sana doctrina y el camino de vida del Mashíaj. Cada discípulo también tiene la responsabilidad personal de enseñar y modelar la fe a su familia y comunidad, asegurando que la verdad del Reino no sea olvidada, sino que se transmita de generación en generación.

Estos principios, aunque extraídos de un contexto antiguo, son eternamente relevantes, guiando a los discípulos de Yeshúa HaMashíaj a vivir vidas que honren a Elohím y promuevan el Reino de los Cielos.

11. Preguntas de Reflexión

1. La presciencia de Adonái sobre la futura apostasía de Yisra’el (Deuteronomio 31:16-18) no anula Su plan de redención. ¿Cómo influye esta verdad en tu comprensión de la paciencia de Elohím contigo y con el Reino de Yeshúa HaMashíaj en la actualidad, a pesar de las fallas humanas?

2. La “canción de Moshéh” fue dada como un “testigo” para recordar a Yisra’el su pacto y sus consecuencias. En el Reino de los Cielos, ¿cuáles son los “testigos” o recordatorios que Adonái nos ha dado a través de Yeshúa HaMashíaj y el Ruaj HaKodesh para mantenernos fieles a la Brit Hadasháh y evitar la apostasía espiritual?

3. La advertencia sobre “prostituirse tras los elohím extranjeros” (Deuteronomio 31:16) se refiere a la idolatría. ¿Cuáles son los “elohím ajenos” contemporáneos que pueden desviar la lealtad de los discípulos de Mashíaj hoy, y cómo podemos resistir su atracción en el poder del Ruaj HaKodesh para vivir en el Reino de Elohím?

12. Resumen

Esta Aliyá de Parashá Vayelej (Deuteronomio 31:14-21) nos sumerge en un momento crucial donde Adonái, con Su presciencia divina, revela a Moshéh la inminente apostasía de Yisra’el y la consiguiente retirada de Su presencia protectora. A pesar de esta sombría profecía, HaShem provee una “canción” como testigo perdurable, diseñada para recordar al pueblo su pacto y el camino hacia la teshuvá (arrepentimiento). Este pasaje, profundamente arraigado en la historia de Yisra’el, se conecta directamente con el Reino de los Cielos, al prefigurar la necesidad de Yeshúa HaMashíaj como el Mediador de una Brit Hadasháh que transforma el corazón humano, superando la inclinación a la infidelidad y asegurando la fidelidad de Adonái a Su plan redentor para Su pueblo.

13. Tefiláh (Oración)

Padre Eterno, Elohím de Avraham, Yitzḥak y Yaakov, te damos gracias por Tu presciencia y Tu amor inagotable. Reconocemos la inclinación de nuestros corazones a desviarnos, tal como lo profetizaste por medio de Tu siervo Moshéh. Te rogamos, Adonái, que por el poder del Ruaj HaKodesh, mantengas la Torah escrita en nuestras mentes y corazones, conforme a la Brit Hadasháh de Yeshúa HaMashíaj. Ayúdanos a permanecer fieles a Él, nuestro Mashíaj y Rey, para que no nos “prostituyamos” tras los ídolos de este mundo, sino que vivamos cada día como discípulos leales en Tu Reino, anhelando Tu rostro y proclamando Tu gloria hasta el retorno de Maran Yeshúa. Amén.

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Parashá 52 Vayeléj (וילך) – Aliyha 2

Aliyáh 2: (Deuteronomio 31:4-6) Moshé anima a Israel a ser fuerte y valiente, confiando en Elohím.
Haftaráh: Isaías 40:1-26 (El consuelo y la fortaleza en Elohím).
Brit Hadasháh: Hebreos 13:5-6 (La confianza en la presencia de Elohím que nunca nos deja).

Tema: Josué asume el liderazgo

1. Texto Hebreo Interlineal

Pasaje: Deuteronomio 31:7-31:13

Texto Hebreo OriginalFonética TiberianaTraducción Palabra por PalabraTraducción Literal del Verso

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וַיִּקְרָא מֹשֶׁה לִיהוֹשֻׁעַVa-yiq-ra mo-sheh li-ho-shu-aY llamó Moshéh a YehoshúaY Moshéh llamó a Yehoshúa
וַיֹּאמֶר אֵלָיו לְעֵינֵי כָל־יִשְׂרָאֵלva-yo-mer e-lav le-e-nei kol-yis-ra-ely dijo a él delante de todo Israely le dijo delante de todo Israel:
חֲזַק וֶאֱמָץ כִּי אַתָּה תָּבוֹא אֶת־הָעָם הַזֶּהḥa-zaq ve-e-matz ki a-tah ta-vo et-ha-am ha-zehSé fuerte y valiente porque tú entrarás con el pueblo este“Sé fuerte y valiente, porque tú entrarás con este pueblo
אֶל־הָאָרֶץ אֲשֶׁר נִשְׁבַּע יְהוָה לַאֲבוֹתָםel-ha-a-retz a-šer niš-ba Adonái la-a-vo-tama la tierra que juró Adonái a sus padresen la tierra que Adonái juró a sus padres
לָתֵת לָהֶם וְאַתָּה תַּנְחִילֶנָּה אוֹתָם׃la-tet la-hem ve-a-tah tan-ḥi-len-nah o-tampara darles y tú harás heredar a ellos.para dárselas, y tú se la darás en heredad a ellos.”
וַיהוָה הוּא הַהֹלֵךְ לְפָנֶיךָVa-Adonái hu ha-ho-lej le-fa-ne-jaY Adonái Él es el que va delante de tiY Adonái es el que va delante de ti;
הוּא יִהְיֶה עִמָּךְ לֹא יַרְפְּךָ וְלֹא יַעַזְבֶךָּhu yih-yeh im-maḵ lo yar-pe-ḵa ve-lo ya-az-ve-kaÉl estará contigo no te dejará ni te abandonaráÉl estará contigo; no te dejará ni te abandonará;
לֹא תִיחַת וְלֹא תֵעָרֵץ׃lo ti-ḥat ve-lo te-a-retzno temas y no te acobardes.no temas ni te acobardes.
וַיִּכְתֹּב מֹשֶׁה אֶת־הַתּוֹרָה הַזֹּאתVa-yiḵ-tov mo-sheh et-ha-to-rah ha-zotY escribió Moshéh la Torah estaY Moshéh escribió esta Torah
וַיִּתְּנָהּ אֶל־הַכֹּהֲנִים בְּנֵי לֵוִיva-yit-ten-nah el-ha-ko-ha-nim be-nei le-viy la dio a los sacerdotes hijos de Leviy la entregó a los sacerdotes, los hijos de Levi,
הַנֹּשְׂאִים אֶת־אֲרוֹן בְּרִית יְהוָהhan-noś-im et-a-ron be-rit Adonáilos que llevan el Arca del Pacto de Adonáique llevaban el Arca del Pacto de Adonái,
וְאֶל־כָּל־זִקְנֵי יִשְׂרָאֵל׃ve-el-kol-ziq-nei yis-ra-ely a todos los ancianos de Israel.y a todos los ancianos de Israel.
וַיְצַו מֹשֶׁה אוֹתָם לֵאמֹרVa-ye-tṣav mo-sheh o-tam le-morY ordenó Moshéh a ellos diciendoY Moshéh les ordenó, diciendo:
מִקֵּץ שֶׁבַע שָׁנִים בְּמֹעֵד שְׁנַת הַשְּׁמִטָּהmi-qetz še-va ša-nim be-mo-ed šenat haš-še-miṭ-ṭahAl fin de siete años en el tiempo del año de la remisión“Al cabo de siete años, en el tiempo del año de la remisión,
בְּחַג הַסֻּכּוֹת׃be-ḥag ha-suk-koten la Fiesta de Sukkot.en la Fiesta de Sukkot,
בְּבוֹא כָל־יִשְׂרָאֵל לֵרָאוֹת אֶת־פְּנֵי יְהוָהbe-vo kol-yis-ra-el le-ra-ot et-pe-nei AdonáiAl venir todo Israel para ver el rostro de Adonáicuando todo Israel venga a presentarse ante Adonái
אֱלֹהֶיךָ בַּמָּקוֹם אֲשֶׁר יִבְחָרE-lo-he-ja ba-ma-qom a-šer yiv-ḥartu Elohím en el lugar que Él elijatu Elohím, en el lugar que Él escoja,
תִּקְרָא אֶת־הַתּוֹרָה הַזֹּאת נֶגֶד כָּל־יִשְׂרָאֵל בְּאָזְנֵיהֶם׃tiq-ra et-ha-to-rah ha-zot ne-ged kol-yis-ra-el be-oz-ne-hemleerás la Torah esta delante de todo Israel en sus oídos.leerás esta Torah delante de todo Israel, a sus oídos.
הַקְהֵל אֶת־הָעָם הָאֲנָשִׁים וְהַנָּשִׁים וְהַטַּףHaq-hel et-ha-am ha-a-na-šim ve-han-na-šim ve-haṭ-ṭafCongrega al pueblo los hombres y las mujeres y los niñosCongrega al pueblo, los hombres, las mujeres y los niños,
וְגֵרְךָ אֲשֶׁר בִּשְׁעָרֶיךָve-ger-ḵa a-šer biš-a-re-jay tu extranjero que en tus ciudadesy tu extranjero que esté en tus ciudades,
לְמַעַן יִשְׁמְעוּ וּלְמַעַן יִלְמְדוּle-ma-an yiš-me-u u-le-ma-an yil-me-dua fin de que oigan y a fin de que aprendanpara que oigan y para que aprendan
וְיָרְאוּ אֶת־יְהוָה אֱלֹהֵיכֶםve-ya-re-u et-Adonái E-lo-hei-jemy teman a Adonái vuestro Elohímy teman a Adonái vuestro Elohím
וְשָׁמְרוּ לַעֲשׂוֹת אֶת־כָּל־דִּבְרֵי הַתּוֹרָה הַזֹּאת׃ve-ša-me-ru la-a-śot et-kol-div-rei hat-to-rah ha-zoty guarden para hacer todas las palabras de la Torah esta.y guarden para cumplir todas las palabras de esta Torah.
וּבְנֵיהֶם אֲשֶׁר לֹא־יָדְעוּ יִשְׁמְעוּ וְלָמְדוּU-ve-nei-hem a-šer lo-ya-de-u yiš-me-u ve-la-me-duY sus hijos que no conocieron oirán y aprenderánY sus hijos que no han conocido, oirán y aprenderán
לְיִרְאָה אֶת־יְהוָה אֱלֹהֵיכֶם כָּל־הַיָּמִיםle-yir-ah et-Adonái E-lo-hei-jem kol-hay-ya-mimpara temer a Adonái vuestro Elohím todos los díasa temer a Adonái vuestro Elohím todos los días
אֲשֶׁר אַתֶּם חַיִּים עַל־הָאֲדָמָהa-šer at-tem ḥay-yim al-ha-a-da-mahque vosotros vivís sobre la tierraque viváis sobre la tierra
אֲשֶׁר אַתֶּם עֹבְרִים אֶת־הַיַּרְדֵּן שָׁמָּה לְרִשְׁתָּהּ׃a-šer at-tem ov-rim et-hay-yar-den šam-mah le-riš-tahque vosotros cruzáis el Yarden allí para heredarla.a la cual vais a pasar el Yarden para poseerla.”

2. Haftaráh

Pasaje: Yesha’yahu 55:6-56:8

Análisis:

La Haftaráh para la Parashá Vayelej, cuando se lee de manera independiente de Nitzavim, se encuentra en Yesha’yahu 55:6-56:8. Este pasaje de Yesha’yahu, conocido como el profeta de la consolación y la redención, resuena profundamente con el tema de la Aliyá 2 de Vayelej.

El pasaje de Yesha’yahu comienza con una exhortación a buscar a Adonái mientras puede ser hallado y a llamarle mientras está cerca (Yesha’yahu 55:6). Este llamado a la teshuvá (retorno o arrepentimiento) es crucial, especialmente cuando la nación de Israel está a punto de entrar en la Tierra Prometida bajo un nuevo liderazgo. Moshéh, en sus últimos momentos, no solo traspasa el liderazgo a Yehoshúa sino que también imparte la Torah, enfatizando su enseñanza y observancia (Deuteronomio 31:9-13). La Haftaráh subraya que los pensamientos de Adonái no son nuestros pensamientos, ni Sus caminos nuestros caminos (Yesha’yahu 55:8-9), lo cual es una revelación de la soberanía divina que guía el cambio de liderazgo de Moshéh a Yehoshúa. Aunque Moshéh no puede entrar, el plan de Adonái para Su pueblo avanzará.

El capítulo 56 de Yesha’yahu amplía la visión del Reino de Elohím, proclamando la salvación de Adonái que está cerca de llegar (Yesha’yahu 56:1). Se extiende la invitación a aquellos que no son del pueblo de Israel, específicamente a los extranjeros (gueirim) y a los eunucos, para que se unan al pacto de Adonái y sirvan en Su Casa de Oración (Yesha’yahu 56:3-7). Esto se conecta directamente con el mandato de Moshéh en Deuteronomio 31:12 de congregar “al pueblo, los hombres y las mujeres y los niños, y tu extranjero que en tus ciudades”. La visión de Adonái siempre ha sido inclusiva, un concepto reafirmado y magnificado en el Reino de Yeshúa HaMashíaj. La Torah debe ser leída no solo para los hijos de Israel sino también para los “extranjeros”, asegurando que todos puedan escuchar, aprender y temer a Adonái.

El Midrash Tanjuma Vayelej 7 comenta sobre la tristeza de Moshéh al no poder entrar a la tierra, pero enfatiza que la Torah misma es la vida de Israel y permanecerá con ellos, independientemente del líder físico. La conexión aquí es que la “Palabra de Adonái” que sale de Su boca (Yesha’yahu 55:11) no volverá a Él vacía, sino que cumplirá Su propósito. Esto es paralelo a la Torah que Moshéh escribe y entrega, asegurando su perpetuidad y su efectividad en la guía del pueblo.

El Targum Yonatan a Deuteronomio 31:7 amplifica el mandato a Yehoshúa, afirmando que Moshéh le dio la bendición y el poder para ser “fuerte y valiente”, un eco de la fortaleza requerida para el cumplimiento de la palabra de Adonái. En Yesha’yahu, la promesa es que aquellos que guardan el Shabbat y el Pacto serán llevados al monte sagrado de Adonái y hechos gozar en Su Casa de Oración. Esto es una promesa del cumplimiento de la Torah en la era mesiánica, donde la verdadera “heredad” es la comunión con Elohím.

En resumen, la Haftaráh de Yesha’yahu complementa la Aliyá de Vayelej al enfatizar la importancia continua de la Torah, la soberanía de Adonái en la transición de liderazgo, y la visión inclusiva de Su Reino, que Moshéh ya prefigura al incluir al extranjero en la congregación de la lectura de la Torah.

3. Brit Hadasháh (Arameo)

Pasaje: ܐܓܪܬܐ ܕܠܘܬ ܥܒܪܝܐ (Igrata dilwaṯ Ivraye – Epístola a los Hebreos) 4:1-11 (selección)

Análisis:

El pasaje de Deuteronomio 31:7-13, que narra el traspaso de liderazgo de Moshéh a Yehoshúa y el mandato de la lectura de la Torah, encuentra una resonancia profunda en la Brit Hadasháh, especialmente en la Epístola a los Hebreos. Esta carta, escrita en el contexto judío del primer siglo, traza paralelismos cruciales entre la era mosaica y la era de Yeshúa HaMashíaj.

El texto de Ivrim (Hebreos), particularmente los capítulos 3 y 4, compara explícitamente a Moshéh con Yeshúa HaMashíaj, presentando a Yeshúa como el superior. Moshéh fue fiel como siervo en la casa de Elohím, pero Yeshúa fue fiel como Hijo sobre Su propia casa (Ivrim 3:5-6). Yehoshúa, el sucesor de Moshéh, llevó al pueblo a la tierra prometida, pero no pudo darles el verdadero “descanso” (ܢܝܚܐ – niyaḥa) que aún permanece para el pueblo de Elohím (Ivrim 4:8-9). Este es el descanso mesiánico, la verdadera heredad espiritual que Yeshúa HaMashíaj ofrece.

El mandato de Moshéh a Yehoshúa en Deuteronomio 31:7, “חֲזַק וֶאֱמָץ” (ḥazaq ve’ematz – sé fuerte y valiente), es una cualidad esencial para el liderazgo en el Reino de los Cielos. En el pasaje de la Brit Hadasháh, la exhortación es a “tener cuidado, no sea que alguno de vosotros parezca no haberlo alcanzado” (Ivrim 4:1), refiriéndose al descanso prometido. Esto implica una fuerza espiritual y una valentía para perseverar en la fe en Mar Yeshúa, Quien es la puerta a ese descanso.

El autor de Ivrim concluye que “la palabra de Elohím es viva y eficaz” (Ivrim 4:12), una afirmación que conecta directamente con la importancia de la Torah que Moshéh escribe y manda a leer públicamente. La Torah, la Palabra de Elohím, tiene el poder de penetrar el alma y el espíritu. Así como la lectura anual de la Torah en Sukkot (Deuteronomio 31:10-13) recordaba al pueblo su pacto, la palabra de Maran Yeshúa, el Mashíaj, es la que verdaderamente juzga y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón, guiando a los discípulos al Reino de Elohím.

Textos apócrifos y pseudepigráficos también arrojan luz sobre la figura de Yehoshúa. El Libro de Josué Apócrifo (Fragmenta Qumrán) a menudo realza la piedad y la obediencia de Yehoshúa, presentándolo como un modelo de líder justo. De manera similar, los Testamentos de los Doce Patriarcas, específicamente el Testamento de Simeón 7:1-2, hablan de la importancia de escuchar al “Profeta que viene”, lo cual, en la exégesis de la Brit Hadasháh, apunta a Yeshúa HaMashíaj como el cumplimiento del Profeta como Moshéh (Deuteronomio 18:15).

La transición de Moshéh a Yehoshúa prefigura la transición de la Torah escrita al Logos encarnado, Yeshúa HaMashíaj, Quien no abolió la Torah sino que la cumplió y la reveló en su plenitud. El liderazgo de Yehoshúa llevó al pueblo a la tierra física, pero el liderazgo de Mar Yeshúa lleva a Sus discípulos al verdadero Reino de los Cielos, el cual no es de este mundo, sino que se manifiesta a través de la obediencia a Su Torah y a Su Espíritu.

4. Contexto Histórico

El pasaje de Deuteronomio 31:7-13 se sitúa en un momento crucial de la historia de Israel: las semanas finales de la vida de Moshéh y la inminente entrada del pueblo a la Tierra Prometida, Kena’an. Moshéh, el gran líder y legislador que los sacó de Mitzrayim (Egipto), los guio por el desierto durante cuarenta años y recibió la Torah en Har Sinay, no tiene permitido cruzar el Yarden. Su misión está a punto de concluir, y el futuro de la nación depende de un traspaso de liderazgo exitoso.

El liderazgo era central para la identidad y supervivencia de Israel. Moshéh no solo era un líder político y militar, sino también el principal profeta y mediador entre Elohím y Su pueblo. Su autoridad y cercanía con HaShem eran incomparables. La designación de un sucesor no era una mera formalidad, sino un acto divino y público que requería la legitimación de todo Israel. Yehoshúa ben Nun había sido el asistente personal de Moshéh durante muchos años (Shemot 24:13, 33:11), había demostrado lealtad y valentía como uno de los doce espías (Bamidbar 14), y había recibido la imposición de manos de Moshéh con el Ruaj HaKodesh sobre él (Bamidbar 27:18-23).

El mandato “חֲזַק וֶאֱמָץ” (ḥazaq ve’ematz – sé fuerte y valiente) se repite varias veces en el libro de Yehoshúa y simboliza la inmensa tarea que le esperaba: conquistar la tierra, dividirla entre las tribus y mantener al pueblo fiel a la Torah de Elohím. La promesa de que “Adonái Él es el que va delante de ti” (Deuteronomio 31:8) es fundamental, ya que la fortaleza de Yehoshúa no residiría en su propia capacidad, sino en la presencia y el apoyo de Elohím.

La instrucción de leer la Torah cada siete años en Sukkot (Deuteronomio 31:10-13) es conocida como la mitzvá de HaQhel (הַקְהֵל – la congregación). Este evento, que ocurría en el año de la remisión (šemitah), aseguraba que cada generación, incluyendo mujeres, niños y extranjeros, estuviera expuesta directamente a las palabras del pacto. Arqueológicamente, aunque no hay evidencia directa de la práctica de HaQhel en este período temprano, la existencia de pactos y tratados en el Antiguo Oriente Próximo, que se leían públicamente para renovar lealtades y leyes, corrobora la importancia de tales rituales para mantener la cohesión social y religiosa. La centralidad de la Torah para la vida de Israel es evidente desde sus inicios, sirviendo como la constitución de la nación teocrática y la base de su relación con Elohím.

5. Comentarios Proféticos

El traspaso de liderazgo de Moshéh a Yehoshúa en Vayelej es un evento de profunda significación profética que trasciende su contexto inmediato para prefigurar aspectos del Reino de Yeshúa HaMashíaj. Moshéh, el mediador de la antigua Brit (Pacto), entrega el bastón de mando a Yehoshúa, cuyo nombre, יְהוֹשֻׁעַ (Yehoshúa), significa “Adonái es salvación”, una clara premonición de יֵשׁוּעַ (Yeshúa), el nombre de nuestro Mashíaj.

La promesa “Adonái Él es el que va delante de ti; Él estará contigo; no te dejará ni te abandonará” (Deuteronomio 31:8) no solo fue para Yehoshúa sino que es una promesa mesiánica perpetua para todos los que siguen a Yeshúa HaMashíaj. En el Reino de los Cielos, Yeshúa HaMashíaj es el líder que va delante de nosotros, el Pastor fiel que nunca nos abandona. Él es el “nuevo Yehoshúa” que no solo lleva a Su pueblo a una tierra física, sino a la heredad eterna del Reino de Elohím.

La instrucción de HaQhel (Deuteronomio 31:10-13), de congregar a todo el pueblo para escuchar la Torah, es una sombra de la gran congregación de todas las naciones y pueblos que escuchan la voz de Yeshúa HaMashíaj. Yesha’yahu 2:2-4 profetiza un tiempo en que todas las naciones fluirán a Har Tziyon para aprender la Torah de Adonái. Esta profecía se cumple espiritualmente en el Reino de Yeshúa, donde Su Torah, escrita por el Ruaj HaKodesh en los corazones, es enseñada y vivida por Sus discípulos de toda tribu y lengua.

La valentía y la fuerza encomendadas a Yehoshúa (חֲזַק וֶאֱמָץ) son cualidades que el Ruaj HaKodesh imparte a los discípulos de Mashíaj para proclamar el Evangelio del Reino en un mundo hostil. Al igual que Yehoshúa tuvo que conquistar Kena’an, los creyentes en Yeshúa HaMashíaj son llamados a ser valientes en la batalla espiritual, confiando en que Elohím va delante de ellos y les da la victoria.

La era actual es un tiempo de cumplimiento de las profecías mesiánicas, donde el Reino de Yeshúa HaMashíaj está avanzando. Los desafíos son grandes, pero la promesa a Yehoshúa es nuestra: HaShem no nos dejará ni nos abandonará. Como se afirma en Mattityahu 28:20, Yeshúa mismo dijo: “He aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.” Esta presencia inmutable de Mashíaj es la fuente de nuestra fuerza y valor para llevar adelante Su misión. La preparación de Yehoshúa para el liderazgo nos enseña que el Reino requiere líderes ungidos, preparados y valientes, que confíen completamente en Elohím y en Su Palabra.

6. Análisis Profundo

El pasaje de Deuteronomio 31:7-13 es una rica veta de significado teológico y espiritual. Desglosemos algunas palabras clave y conceptos:

* וַיִּקְרָא מֹשֶׁה לִיהוֹשֻׁעַ (Va-yiq-ra mo-sheh li-ho-shu-a – Y llamó Moshéh a Yehoshúa): El verbo קָרָא (qara) “llamar”, “convocar”, implica un acto formal y público de designación. No es solo un nombramiento privado, sino una legitimación ante todo el pueblo. Este acto de Moshéh, un profeta y líder sin igual, confiere autoridad y bendición sobre Yehoshúa.

* חֲזַק וֶאֱמָץ (ḥazaq ve’ematz – Sé fuerte y valiente): Esta exhortación, repetida en las escrituras hebreas (Yehoshúa 1:6, 7, 9, 18), es un imperativo crucial.

* חֲזַק (ḥazaq): Significa “ser fuerte”, “aferrarse a”, “estar firme”. Implica fortaleza interna, resistencia y tenacidad.

* וֶאֱמָץ (ve’ematz): Significa “ser valiente”, “vigoroso”, “audaz”. Implica coraje, determinación para actuar, incluso frente al peligro o la adversidad. Juntas, estas palabras describen la fortaleza integral requerida para el liderazgo espiritual y temporal. No es una fuerza bruta, sino una fuerza que proviene de la confianza en Adonái.

* לֹא יַרְפְּךָ וְלֹא יַעַזְבֶךָּ (lo yarpeka velo ya’azveka – no te dejará ni te abandonará): Esta es la base de la exhortación a ser fuerte y valiente. El verbo רָפָה (rafah) significa “soltar”, “debilitar”, “aflojar”, y עָזַב (azav) significa “abandonar”, “dejar”. La promesa divina es de una presencia y apoyo inquebrantables. Esta es una promesa clave del pacto, que garantiza la ayuda de Adonái en el cumplimiento de Su voluntad.

Conexiones Midráshicas y Targúmicas:

* El Midrash Tanjuma Vayelej 7 compara la transferencia de liderazgo de Moshéh a Yehoshúa con la de un rey que se despoja de su manto y se lo entrega a su hijo. Pero la Torah, en este contexto, es como la corona del rey, que Moshéh entrega a Yehoshúa. Esto subraya que la verdadera autoridad no es solo personal, sino que está intrínsecamente ligada a la Torah de Adonái. El Midrash enfatiza que Moshéh no solo le dio la autoridad a Yehoshúa, sino que le transfirió la “unción” de la profecía y la sabiduría.

* El Targum Onqelos a Deuteronomio 31:7 traduce “חֲזַק וֶאֱמָץ” como “sé fuerte en la Torah y valiente en las batallas”, lo que amplía el concepto de fortaleza para incluir la adhesión a la ley divina. En 31:8, la frase “Él estará contigo” es traducida por el Targum Onqelos como “Su Shekhinah estará contigo”, resaltando la presencia divina inmanente y protectora.

* El Targum Yerushalmi (Pseudo-Yonatan) a Deuteronomio 31:11 añade a la instrucción de la lectura de la Torah la idea de que los “maestros de la Torah” deben estar presentes para explicar el significado, garantizando así que el pueblo no solo escuche, sino que también comprenda las mitzvot. Esto profundiza el propósito de la lectura de HaQhel, no solo como una recitación ritual, sino como un acto de educación y formación espiritual continua.

Estos textos profundizan la comprensión de que el liderazgo de Yehoshúa no era meramente político, sino fundamentalmente espiritual, arraigado en la Torah y en la presencia de HaShem. La fortaleza que se le pide es una fortaleza en la fe y en la obediencia, cualidades esenciales para cualquier siervo en el Reino de Elohím.

7. Tema Relevante

Un tema central y profundamente relevante de esta Aliyá es la transición de liderazgo y la perpetuidad de la Torah de Elohím. El pasaje nos muestra el momento crucial en el que Moshéh, el líder que guió a Israel desde la esclavitud, transfiere su autoridad a Yehoshúa. Este no es un simple cambio de guardia, sino un testimonio de la fidelidad de Adonái a Su pacto y a Su plan para Su pueblo.

La instrucción de Moshéh a Yehoshúa de ser “fuerte y valiente” (Deuteronomio 31:7) no se basa en las habilidades inherentes de Yehoshúa, sino en la promesa de la presencia de Elohím: “Adonái Él es el que va delante de ti; Él estará contigo; no te dejará ni te abandonará” (Deuteronomio 31:8). Este es un principio fundamental para el liderazgo en el Reino de los Cielos: la verdadera autoridad y la capacidad de llevar a cabo la voluntad de Elohím provienen de la dependencia en Su presencia y poder, no de la fuerza personal o el carisma.

Paralelamente, Moshéh escribe la Torah y la entrega a los kohanim y ancianos, mandando que sea leída públicamente cada siete años durante Sukkot (Deuteronomio 31:9-13). Esto establece la Torah como la guía inmutable y central para el pueblo, independientemente de quién sea el líder humano. La perpetuidad de la Torah asegura que la identidad de Israel y su relación con Elohím permanezcan firmes, incluso cuando los líderes mueren. La lectura pública de HaQhel, que incluía a hombres, mujeres, niños y extranjeros, subraya la importancia de la educación universal en la Torah para que todos “teman a Adonái vuestro Elohím y guarden para hacer todas las palabras de la Torah esta”.

Para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos, este tema es de suma importancia. Yeshúa HaMashíaj es el líder supremo, el “Yehoshúa” definitivo que nos introduce en el verdadero descanso mesiánico. Él nos llama a ser “fuertes y valientes” en nuestra fe y en la proclamación del Evangelio del Reino (Mattityahu 28:19-20), con la misma promesa de Su presencia inquebrantable: “He aquí yo estoy con vosotros todos los días”. Además, la Torah, la instrucción divina, sigue siendo relevante. Aunque Yeshúa cumplió la Torah, Sus principios morales y Sus enseñanzas son el fundamento ético y espiritual del Reino, y los discípulos son llamados a vivirlos, no por obras de la ley para justificación, sino como una respuesta de amor y obediencia a Yeshúa HaMashíaj, escrita por el Ruaj HaKodesh en sus corazones (Yirmeyahu 31:33, Yeḥezqel 36:27). El Reino de Elohím se edifica sobre líderes que emulan la humildad y la dependencia de Yehoshúa en Elohím, y sobre una comunidad que se sumerge continuamente en la Palabra de Adonái.

8. Descubriendo a Mashíaj

El pasaje de Deuteronomio 31:7-13 es una rica veta profética que apunta y revela aspectos de la vida, obra y persona de Yeshúa HaMashíaj de varias maneras significativas.

1. Yehoshúa como tipo de Yeshúa HaMashíaj: El nombre יְהוֹשֻׁעַ (Yehoshúa) es la forma hebrea del nombre יֵשׁוּעַ (Yeshúa), ambos significando “Adonái es salvación”. Así como Yehoshúa ben Nun fue el sucesor de Moshéh y el que guio al pueblo a la Tierra Prometida, Yeshúa HaMashíaj es el “nuevo Moshéh”, el líder definitivo que no solo nos introduce en una tierra física, sino en el verdadero y eterno Reino de los Cielos. La Epístola a los Hebreos (Ivrim) explora esta tipología extensamente, afirmando que Yehoshúa no les dio el “descanso” final, sino que ese descanso aún permanece para el pueblo de Elohím, y es en Yeshúa HaMashíaj que lo encontramos (Ivrim 4:8-11).

2. La Promesa de la Presencia Divina: La garantía de Adonái a Yehoshúa, “Adonái Él es el que va delante de ti; Él estará contigo; no te dejará ni te abandonará” (Deuteronomio 31:8), es una profecía que encuentra su cumplimiento perfecto en Yeshúa HaMashíaj. Yeshúa prometió a Sus discípulos: “He aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo” (Mattityahu 28:20). Esta es la esencia de Su liderazgo en el Reino de los Cielos: una presencia inmutable y poderosa que capacita a Sus seguidores para llevar a cabo la voluntad de Elohím.

3. El Líder Ungido por el Ruaj HaKodesh: Aunque no se menciona explícitamente en Deuteronomio 31:7, la designación de Yehoshúa incluyó la imposición de manos de Moshéh, por la cual “estaba lleno del espíritu de sabiduría” (Bamidbar 27:18-23, Deuteronomio 34:9). Esto prefigura a Yeshúa HaMashíaj, Quien fue ungido por el Ruaj HaKodesh sin medida (Yoḥanan 3:34) para Su misión mesiánica. Él es el líder por excelencia, capacitado por el Ruaj HaKodesh para enseñar, sanar y gobernar Su Reino.

4. La Torah en el Reino de Mashíaj: Moshéh entrega la Torah y manda que sea leída periódicamente (Deuteronomio 31:9-13). Yeshúa HaMashíaj no vino para abolir la Torah o los Nevi’im, sino para cumplir (Mattityahu 5:17). En el Reino de los Cielos, la Torah no es anulada, sino que es internalizada por el Ruaj HaKodesh en los corazones de los creyentes (Yirmeyahu 31:33, Yeḥezqel 36:27), y Yeshúa HaMashíaj es la Torah viviente, la encarnación de la sabiduría de Elohím. La lectura de la Torah en HaQhel prefigura el anhelo de las naciones de escuchar y obedecer la Torah de Mashíaj.

5. Reunión Universal: La inclusión de los “extranjeros” (gueirim) en la congregación de HaQhel (Deuteronomio 31:12) es un atisbo profético de la universalidad del Reino de Yeshúa HaMashíaj. Los apócrifos como el Libro de Enoc 90:30-38 visualizan la reunificación de los dispersos de Israel y la adhesión de las naciones bajo el gobierno del Mashíaj. Yeshúa HaMashíaj vino para “reunir también en uno a los hijos de Elohím que estaban dispersos” (Yoḥanan 11:52) y para que “otras ovejas tengo que no son de este redil; a esas también debo traer” (Yoḥanan 10:16), estableciendo un Reino que incluye a todos los que creen en Él, sin distinción de origen.

En esencia, la transferencia de liderazgo de Moshéh a Yehoshúa en Deuteronomio 31 no es solo un evento histórico, sino una parábola divina que nos enseña sobre el gobierno y la gracia de Yeshúa HaMashíaj en Su Reino eterno.

9. Midrashim y Targumim

Los Midrashim y Targumim ofrecen perspectivas profundas sobre la Aliyá 2 de Parashá Vayelej, enriqueciendo nuestra comprensión del pasaje y su significado para el pueblo de Israel.

1. Sobre la designación de Yehoshúa (Deuteronomio 31:7):

* Midrash Tanjuma Vayelej 7: Este Midrash describe la transferencia de liderazgo con una imagen poderosa. Dice que Moshéh se quitó su “corona” de liderazgo y la puso sobre la cabeza de Yehoshúa. Esto no solo significa una transferencia de autoridad, sino también de la “shejinah” (presencia divina) y de la sabiduría que le acompañaba. Moshéh, al ver el Ruaj HaKodesh reposar sobre Yehoshúa, se regocijó, sabiendo que su sucesor estaba divinamente capacitado. El Midrash también enfatiza que Moshéh dio a Yehoshúa la bendición de Elohím junto con la autoridad, asegurando su éxito.

* Targum Yonatan a Deuteronomio 31:7: Amplifica la promesa a Yehoshúa, afirmando que Moshéh “le dio poder” y “le exhortó a ser fuerte y valiente” ante la congregación. El Targum subraya que la promesa de Adonái de estar con Yehoshúa es la verdadera fuente de su fortaleza para guiar al pueblo en la conquista de la tierra.

* Sifre Devarim 31:7: Se enfoca en la humildad de Moshéh al designar a su siervo. Moshéh no buscó un sucesor de su propia línea familiar, sino que siguió la instrucción de Adonái, eligiendo a aquel que ya había demostrado fidelidad y servicio. Esto es un ejemplo de liderazgo desinteresado.

2. Sobre la promesa “No te dejará ni te abandonará” (Deuteronomio 31:8):

* Targum Onqelos a Deuteronomio 31:8: Traduce “y Adonái… estará contigo” como “Su Shekhinah estará contigo”, acentuando la presencia inmanente de Elohím con Yehoshúa y, por extensión, con el pueblo. Esta es una promesa de apoyo divino que trasciende las capacidades humanas. El Targum enfatiza que esta presencia es la verdadera garantía de que no temerá ni se acobardará.

* Midrashim a menudo conectan esta promesa con la fidelidad de Adonái al pacto. No importa cuán difíciles sean los desafíos, la palabra de Adonái es inquebrantable, y Su ayuda está garantizada para aquellos que caminan en Sus caminos.

3. Sobre la escritura y lectura de la Torah (Deuteronomio 31:9-13):

* Targum Onqelos a Deuteronomio 31:9: Explica que Moshéh escribió “esta Torah”, refiriéndose a todo el libro de Deuteronomio, o incluso a todo el Pentateuco. La entrega a los Kohanim y ancianos demuestra que la custodia de la Torah y su enseñanza es una responsabilidad compartida entre el sacerdocio (guardias del pacto) y los líderes comunitarios.

* Targum Yerushalmi (Pseudo-Yonatan) a Deuteronomio 31:11: Este Targum especifica que la lectura de la Torah en HaQhel no era solo una recitación, sino que implicaba una explicación. “Y los sabios de la Torah que estaban allí, explicaron a todos el significado de las palabras de la Torah.” Esto asegura que el mensaje no solo fuera escuchado, sino también comprendido, para que la gente pudiera “temer a Adonái” y “guardar para hacer todas las palabras”.

* Midrash Tehilim 19:8: Relaciona la instrucción de la lectura de la Torah en HaQhel con el versículo “La Torah de Adonái es perfecta, que convierte el alma.” El Midrash resalta que la exposición continua a la Torah es lo que nutre y transforma el espíritu del pueblo, asegurando que su fe se transmita de generación en generación.

Estos Midrashim y Targumim no solo aclaran el texto, sino que también revelan cómo los Sabios de Israel interpretaron estos eventos como fundamentales para la continuidad de la nación y su relación con Adonái, enfatizando la centralidad de la Torah y la guía divina en el liderazgo.

10. Mandamientos

De esta Aliyá, podemos extraer varios mandamientos o principios de vida esenciales para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos:

1. El Mandamiento de la Confianza en Elohím en el Liderazgo: La exhortación “חֲזַק וֶאֱמָץ” (ḥazaq ve’ematz – sé fuerte y valiente) no es una demanda de autoconfianza, sino un llamado a confiar plenamente en la promesa de Adonái: “Él estará contigo; no te dejará ni te abandonará” (Deuteronomio 31:7-8). Para los discípulos de Mashíaj, esto significa que al asumir cualquier rol de liderazgo, ya sea en la familia, la comunidad, o en el ministerio del Reino, nuestra fuerza proviene del Ruaj HaKodesh y de la presencia constante de Yeshúa HaMashíaj. No debemos temer los desafíos, sino reposar en la fidelidad de Elohím.

2. El Mandamiento de la Transmisión Fiel de la Torah/Palabra de Elohím: Moshéh escribe la Torah y la entrega con el mandato de leerla periódicamente a todo el pueblo (Deuteronomio 31:9-13). Esto establece el principio de que la Palabra de Elohím debe ser diligentemente preservada, enseñada y transmitida a todas las generaciones. Los discípulos de Yeshúa HaMashíaj en el Reino de los Cielos estamos llamados a ser fieles custodios y proclamadores de la Brit Hadasháh, la Torah de Mashíaj (Su enseñanza y vida), asegurando que el mensaje del Reino sea accesible y comprendido por todos. Esto incluye la lectura y el estudio constante de las Escrituras, y la enseñanza a los hijos y a los que se acercan al Reino.

3. El Mandamiento de la Educación Inclusiva y la Discipulado de todas las Edades y Naciones: La instrucción de HaQhel de congregar a “hombres y mujeres y niños y tu extranjero” para escuchar la Torah (Deuteronomio 31:12) subraya el valor de cada individuo en el pacto de Elohím y la necesidad de una educación universal en Su Palabra. En el Reino de los Cielos, Maran Yeshúa nos instruye a “hacer discípulos a todas las naciones… enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado” (Mattityahu 28:19-20). Esto incluye a todos, sin importar su edad, género u origen, asegurando que todos puedan oír, aprender, temer a Elohím y vivir Sus mandamientos. Es un llamado a la inclusión y al discipulado holístico.

4. El Mandamiento de Temer a Adonái y Guardar Sus Mandamientos: El propósito final de la lectura de la Torah es “para que oigan y para que aprendan y teman a Adonái vuestro Elohím y guarden para hacer todas las palabras de la Torah esta” (Deuteronomio 31:12-13). Temer a Elohím es reverenciarle, respetarle y obedecerle. Para los discípulos de Yeshúa HaMashíaj, esto significa vivir en reverencia a Elohím, buscando Su voluntad y obedeciendo los mandamientos de Yeshúa, que son la esencia de la Torah para la nueva era, escritos en nuestros corazones por el Ruaj HaKodesh.

Estos principios son guías eternas para la vida piadosa y el servicio efectivo en el Reino de los Cielos, fundamentando la fe y la práctica de los seguidores de Yeshúa HaMashíaj.

11. Preguntas de Reflexión

1. Liderazgo y Confiabilidad: La exhortación “חֲזַק וֶאֱמָץ” (sé fuerte y valiente) se da a Yehoshúa junto con la promesa de la presencia de Adonái. ¿Cómo esta dinámica de mandato divino y promesa divina afecta nuestra comprensión de la fortaleza y la valentía en el liderazgo dentro del Reino de Yeshúa HaMashíaj? ¿De qué maneras los discípulos de Yeshúa pueden aplicar esta exhortación en sus esferas de influencia hoy?

2. Perpetuidad de la Torah y su Relevancia: Moshéh entrega la Torah para que sea leída periódicamente a todo el pueblo, incluyendo a los extranjeros, para que aprendan y teman a Elohím. ¿Cómo los seguidores de Yeshúa HaMashíaj en el Reino de los Cielos honran y perpetúan la Torah (la instrucción divina) hoy, sabiendo que Yeshúa HaMashíaj es el cumplimiento de la misma? ¿Qué rol juega el estudio comunitario y familiar de las Escrituras en nutrir el temor a Elohím y la obediencia en nuestra generación?

3. Transición y Legado: Moshéh, el gran líder, prepara a su sucesor y establece un sistema para la continuidad de la instrucción divina. ¿Qué lecciones podemos aprender de esta transición para asegurar que las próximas generaciones de discípulos de Yeshúa HaMashíaj sean adecuadamente preparadas y empoderadas para llevar adelante el Evangelio del Reino? ¿Cómo podemos dejar un legado duradero de fe y servicio que apunte siempre a Yeshúa HaMashíaj?

12. Resumen

La Aliyá 2 de Parashá Vayelej (Deuteronomio 31:7-13) narra el momento crucial del traspaso de liderazgo de Moshéh a Yehoshúa, acompañado de la exhortación divina a ser “fuerte y valiente”, respaldada por la inquebrantable promesa de la presencia de Adonái. Simultáneamente, Moshéh asegura la perpetuidad de la Torah al escribirla y ordenar su lectura pública y periódica a todo Israel, incluyendo mujeres, niños y extranjeros, durante la festividad de Sukkot, para que todos oigan, aprendan y vivan en temor de Elohím. Este pasaje, rico en tipología mesiánica, revela a Yeshúa HaMashíaj como el Yehoshúa definitivo que nos introduce en el Reino de los Cielos, el Líder cuya presencia garantiza nuestra fortaleza y la encarnación de la Torah de Elohím, cuya enseñanza se proclama inclusivamente a todas las naciones.

13. Tefiláh (Oración)

Adonái Elohím nuestro, te damos gracias por Tu fidelidad inquebrantable a través de las generaciones, guiando a Tu pueblo con líderes escogidos. Te pedimos, en el nombre de Yeshúa HaMashíaj, que nos llenes con el Ruaj HaKodesh para ser fuertes y valientes, así como Yehoshúa fue encomendado, sabiendo que Tu presencia va delante de nosotros y nunca nos abandona. Ayúdanos a ser fieles custodios de Tu Torah y de las enseñanzas de Tu Reino, transmitiéndolas a todas las generaciones con un corazón inclusivo, para que todos puedan oír, aprender y vivir en el temor reverente de Ti. Que nuestro liderazgo y nuestra obediencia siempre apunten a la gloriosa venida y el establecimiento completo de Tu Reino, por el poder de Maran Yeshúa. Amén.

Más Recursos del Reino de Yeshúa HaMashíaj

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