Leer o Descargar PDF - Parashá 54 Vezot Habrajá (וזאת הברכה) – Aliyah 2

Listen to this article

Aliyáh 2: (Deuteronomio 33:8-12) Bendición a Leví por su servicio en el Mishkán y a Benjamín, el amado de Elohím.
Haftaráh: 1 Samuel 12:6-25 (La fidelidad de Elohím al pueblo de Israel).
Brit Hadasháh: Hebreos 7:1-10 (Yeshúa como el sumo sacerdote según el orden de Melquisedec).

Tema: La bendición de la tribu de Leví y Benjamín

Saludos cordiales desde el Reino de Yeshúa HaMashíaj. Es con profundo gozo y reverencia que nos adentramos en la luz de la Torah, desvelando los ricos misterios de la Aliyá 2 de la Parashá V’Zot HaBerajá. Esta sección nos presenta la majestuosa bendición que Moshéh, el fiel siervo de HaShem, pronuncia sobre la tribu de Leví, y brevemente sobre Benjamín. Cada palabra de esta bendición está cargada de significado profético y tipológico, resonando a través de las edades y encontrando su cumplimiento más sublime en la persona y obra de Yeshúa HaMashíaj, el Gran Sumo Sacerdote según el orden de Malki-Tzedeq.

1. Texto Hebreo Interlineal

Pasaje: Deuteronomio 33:8-33:12

Texto Hebreo OriginalFonética TiberianaTraducción Palabra por PalabraTraducción Literal del Verso
—————–—————–—————–—————–
וּלְלֵוִיU-le-LeviY para LevíY para Leví וּלְלֵוִי
אָמַרa-mardijodijo אָמַר:
תֻּמֶּיךָTu-me-khaTus TumimTus Tumim תֻּמֶּיךָ
וְאוּרֶיךָve-U-re-khay tus Urimy tus Urim וְאוּרֶיךָ
לְאִישׁle-išpara hombrepara el hombre לְאִישׁ
חֲסִידֶךָḥa-si-de-khatu piadoso (fiel)tu fiel חֲסִידֶךָ,
אֲשֶׁרa-šerquienquien אֲשֶׁר
נִסִּיתוֹni-si-totú lo probastetú lo probaste נִסִּיתוֹ
בְּמַסָּהbe-ma-sahen Masáen Masá בְּמַסָּה;
תְּרִיבֵהוּte-ri-ve-hutú contendiste con éltú contendiste con él תְּרִיבֵהוּ
עַלalsobresobre עַל
מֵיmelas aguaslas aguas מֵי
מְרִיבָה׃me-ri-vahde Meriváde Merivá מְרִיבָה.
Análisis Detallado:Deuteronomio 33:8
וּלְלֵוִי (U-le-Levi):Esta es una conjunción (וְ – u, “y”) seguida de la preposición (לְ – le, “para” o “a”) y el nombre propio לֵוִי (Levi). El prefijo `ו` es el waw conjuntivo, indicando una adición a las bendiciones anteriores, marcando el inicio de la bendición específica para Leví. `ל` es la preposición que indica la dirección o el destinatario de la acción, en este caso, la bendición. לֵוִי es el nombre de la tribu, que significa “unido” o “adherido”, un significado que se explorará en su lealtad a HaShem.
אָמַר (a-mar):Es la forma Qal perfecto, tercera persona singular masculino de la raíz אָמַר (amar), que significa “decir” o “hablar”. Aquí, el sujeto implícito es Moshéh, quien es el que pronuncia la bendición. Gramaticalmente, es una acción completada, ya dicha por Moshéh.
תֻּמֶּיךָ (Tu-me-kha):Esta palabra es תֻּמִּים (Tumim) con el sufijo posesivo de segunda persona singular masculino (-ךָ – kha, “tu/tus”). Tumim, junto con Urim, son objetos misteriosos asociados con el pectoral del sumo sacerdote. Derivados de la raíz תָּמַם (tamam), que significa “ser completo”, “perfecto” o “inocente”, los Tumim representaban la perfección moral y la integridad necesaria para el juicio divino. Históricamente, se usaban para discernir la voluntad de Elohím.
וְאוּרֶיךָ (ve-U-re-kha):Similarmente, es la conjunción (וְ – ve, “y”) seguida de אוּרִים (Urim) con el sufijo posesivo (-ךָ – kha, “tu/tus”). Urim, de la raíz אוֹר (or), que significa “luz”, representaban la iluminación divina y la revelación. Juntos, Urim y Tumim significan “luces y perfecciones”, indicando la capacidad sacerdotal de obtener guía divina clara y sin errores. La referencia aquí implica que la tribu de Leví, a través de su sacerdocio, era la custodio de estos medios de revelación divina.
לְאִישׁ (le-iš):Preposición (לְ – le, “para” o “a”) seguida de אִישׁ (iš), que significa “hombre”. En este contexto, se refiere a un individuo específico o al cuerpo sacerdotal en general, destacando la personificación de la tribu a través de sus líderes.
חֲסִידֶךָ (ḥa-si-de-kha):Es el sustantivo חָסִיד (ḥasid), que significa “piadoso”, “leal”, “fiel” o “santo”, con el sufijo posesivo de segunda persona singular masculino (-ךָ – kha, “tu/tuyo”). Se refiere al hombre que es fiel a HaShem, aquel que guarda el pacto. La raíz חָסַד (ḥasad) implica misericordia, lealtad y bondad del pacto. La tribu de Leví se ganó este título por su lealtad durante el incidente del becerro de oro.
אֲשֶׁר (a-šer):Partícula relativa que significa “quien”, “el cual”, “que”. Introduce una cláusula relativa que describe o califica al “hombre piadoso”.
נִסִּיתוֹ (ni-si-to):Del verbo נָסָה (nasah), “probar”, “tentar”. Está en forma Piel perfecto, segunda persona singular masculino con el sufijo pronominal de tercera persona singular masculino (-וֹ – o, “él/lo”). Significa “tú lo probaste”. La referencia es a la prueba a la que HaShem sometió a la tribu de Leví, especialmente en Masá y Merivá, o quizás a la prueba de lealtad durante el becerro de oro.
בְּמַסָּה (be-ma-sah):Preposición (בְּ – be, “en”) seguida de מַסָּה (masah), que es un nombre propio, “Masá”, que significa “prueba” o “tentación”. Este lugar es conocido por la murmuración del pueblo contra HaShem y Moshéh por falta de agua (Éxodo 17:7).
תְּרִיבֵהוּ (te-ri-ve-hu):Del verbo רִיב (riv), “contender”, “disputar”. Está en forma Hifil imperfecto, segunda persona singular masculino con el sufijo pronominal de tercera persona singular masculino (-הוּ – hu, “él/lo”). Significa “tú contendiste con él”. Se refiere a la contención que HaShem tuvo con la tribu o con el pueblo a través de la tribu en el lugar de Merivá.
עַל (al):Preposición que significa “sobre”, “acerca de”, “contra”.
מֵי (me):Es la forma constructo de מַיִם (mayim), “agua”. Aquí significa “las aguas de”.
מְרִיבָה׃ (me-ri-vah):Nombre propio, “Merivá”, que significa “contención” o “disputa”. Al igual que Masá, es un lugar donde el pueblo contendió con HaShem y Moshéh por el agua (Números 20:13). Estos eventos son cruciales para entender el contexto de la “prueba” y “contención” de Levi.
הָאֹמֵרha-o-merEl que diceEl que dice הָאֹמֵר
לְאָבִיוle-a-viva su padrea su padre לְאָבִיו,
וּלְאִמּוֹu-le-i-moy a su madrey a su madre וּלְאִמּוֹ:
לֹאloNoNo לֹא
רְאִיתִיוre-i-tivyo lo he vistoyo lo he visto רְאִיתִיו;
וְאֶתve-ety ay a וְאֶת
אֶחָיוe-ḥavsus hermanossus hermanos אֶחָיו
לֹאlonono לֹא
הִכִּירhi-kirél conoció (reconoció)él reconoció הִכִּיר;
וְאֶתve-ety ay a וְאֶת
בָּנָיוba-navsus hijossus hijos בָּנָיו
לֹאlonono לֹא
יָדָעya-daél conocióél conoció יָדָע.
כִּיkiPorquePorque כִּי
שָׁמְרוּšam-ruellos guardaronellos guardaron שָׁמְרוּ
אִמְרָתֶךָim-ra-te-khatu palabratu palabra אִמְרָתֶךָ,
וּבְרִיתְךָu-ve-rit-khay tu pactoy tu pacto וּבְרִיתְךָ
יִנְצֹרוּ׃yin-ṣo-ruellos guardan (observan)ellos guardan יִנְצֹרוּ.
Análisis Detallado:Deuteronomio 33:9
הָאֹמֵר (ha-o-mer):Es el artículo definido (הַ – ha, “el”) más el participio activo masculino singular de אָמַר (amar), “decir”. Significa “el que dice”. Aquí se refiere a la disposición de los levitas de poner la lealtad a HaShem por encima de los lazos familiares más íntimos.
לְאָבִיו (le-a-viv):Preposición (לְ – le, “a”) más אָב (av, “padre”) con el sufijo posesivo de tercera persona singular masculino (-יו – iv, “su”). Significa “a su padre”.
וּלְאִמּוֹ (u-le-i-mo):Conjunción (וְ – u, “y”) más preposición (לְ – le, “a”) más אֵם (em, “madre”) con el sufijo posesivo de tercera persona singular masculino (-וֹ – o, “su”). Significa “y a su madre”.
לֹא (lo):Partícula de negación, “no”.
רְאִיתִיו (re-i-tiv):Del verbo רָאָה (ra’ah), “ver”. Está en forma Qal perfecto, primera persona singular (“yo he visto”) con el sufijo pronominal de tercera persona singular masculino (-יו – iv, “él/lo”). Literalmente, “yo no lo he visto”. En este contexto, no significa ceguera literal, sino una negación de reconocimiento o identificación, poniendo la obligación divina por encima de los lazos de parentesco.
וְאֶת (ve-et):Conjunción (וְ – ve, “y”) más la partícula de objeto directo (אֶת – et).
אֶחָיו (e-ḥav):Es el sustantivo אָח (aḥ, “hermano”) con el sufijo posesivo de tercera persona singular masculino (-יו – av, “sus”). Significa “sus hermanos”.
לֹא (lo):Partícula de negación, “no”.
הִכִּיר (hi-kir):Del verbo נָכַר (nakar), “reconocer”, “conocer”. Está en forma Hifil perfecto, tercera persona singular masculino. Significa “él no conoció” o “él no reconoció”. Esto refuerza la idea de desapego familiar en aras de la obediencia divina.
וְאֶת (ve-et):Conjunción (וְ – ve, “y”) más la partícula de objeto directo (אֶת – et).
בָּנָיו (ba-nav):Es el sustantivo בֵּן (ben, “hijo”) en plural (בָּנִים – banim) con el sufijo posesivo de tercera persona singular masculino (-יו – av, “sus”). Significa “sus hijos”.
לֹא (lo):Partícula de negación, “no”.
יָדָע (ya-da):Del verbo יָדַע (yada), “saber”, “conocer”. Está en forma Qal perfecto, tercera persona singular masculino. Significa “él no conoció” o “él no supo”. Este verso describe la radical lealtad de los Levitas a HaShem, incluso cuando esto significaba actuar contra sus propios parientes, como en el incidente del becerro de oro (Éxodo 32:26-29).
כִּי (ki):Conjunción que significa “porque”, “que”, “ciertamente”. Introduce la razón de su lealtad.
שָׁמְרוּ (šam-ru):Del verbo שָׁמַר (šamar), “guardar”, “observar”, “custodiar”. Está en forma Qal perfecto, tercera persona plural masculino. Significa “ellos guardaron”. Se refiere a la acción pasada y continuada de la tribu de Leví.
אִמְרָתֶךָ (im-ra-te-kha):Es el sustantivo אִמְרָה (imrah), “palabra”, “dicho”, con el sufijo posesivo de segunda persona singular masculino (-ךָ – kha, “tu/tuyo”). Significa “tu palabra”, refiriéndose a los mandatos de HaShem.
וּבְרִיתְךָ (u-ve-rit-kha):Conjunción (וְ – u, “y”) más בְּרִית (berit), “pacto”, con el sufijo posesivo de segunda persona singular masculino (-ךָ – kha, “tu/tuyo”). Significa “y tu pacto”. Los Levitas no solo guardaron las palabras, sino el pacto completo.
יִנְצֹרוּ׃ (yin-ṣo-ru):Del verbo נָצַר (naṣar), “guardar”, “vigilar”, “preservar”. Está en forma Qal imperfecto, tercera persona plural masculino. Significa “ellos guardarán” o “ellos observarán”. El uso del imperfecto indica una acción continua o habitual, un compromiso perpetuo con el pacto de HaShem.
יוֹרוּyo-ruEllos enseñaránEllos enseñarán יוֹרוּ
מִשְׁפָּטֶיךָmiš-pa-te-khatus juiciostus juicios מִשְׁפָּטֶיךָ
לְיַעֲקֹבle-Ya-a-qova Yaakova Yaakov לְיַעֲקֹב,
וְתוֹרָתְךָve-To-ra-te-khay tu Torahy tu Torah וְתוֹרָתְךָ
לְיִשְׂרָאֵלle-Yis-ra-ela Israela Israel לְיִשְׂרָאֵל;
יָשִׂימוּya-si-muellos pondrán (colocarán)ellos pondrán יָשִׂימוּ
קְטוֹרָהqe-ṭo-rahinciensoincienso קְטוֹרָה
בְּאַפֶּךָbe-a-pe-khaen tu nariz (ira)en tu nariz בְּאַפֶּךָ,
וְכָלִילve-kha-lily ofrenda quemaday ofrenda quemada וְכָלִיל
עַלalsobresobre עַל
מִזְבְּחֶךָ׃miz-be-ḥe-khatu altartu altar מִזְבְּחֶךָ.
Análisis Detallado:Deuteronomio 33:10
יוֹרוּ (yo-ru):Del verbo יָרָה (yarah), en forma Hifil imperfecto, tercera persona plural masculino. Significa “ellos enseñarán”, “ellos instruirán” o “ellos lanzarán” (como una flecha para mostrar el camino). La instrucción y la enseñanza de la Torah son funciones primordiales del sacerdocio levítico.
מִשְׁפָּטֶיךָ (miš-pa-te-kha):Es el sustantivo מִשְׁפָּט (mišpat), “juicio”, “sentencia”, “derecho”, con el sufijo posesivo de segunda persona singular masculino (-ךָ – kha, “tu/tuyo”). Significa “tus juicios” o “tus estatutos”. Los levitas eran los encargados de interpretar y aplicar la ley divina.
לְיַעֲקֹב (le-Ya-a-qov):Preposición (לְ – le, “a” o “para”) seguida del nombre propio יַעֲקֹב (Yaakov). Aquí se refiere a la nación de Israel, descendientes de Yaakov.
וְתוֹרָתְךָ (ve-To-ra-te-kha):Conjunción (וְ – ve, “y”) más תּוֹרָה (Torah), “ley”, “instrucción”, “enseñanza”, con el sufijo posesivo de segunda persona singular masculino (-ךָ – kha, “tu/tuyo”). Significa “y tu Torah”. La Torah es el corazón de la revelación de HaShem.
לְיִשְׂרָאֵל (le-Yis-ra-el):Preposición (לְ – le, “a” o “para”) seguida del nombre propio יִשְׂרָאֵל (Yisra’el). Sinónimo de Yaakov en este contexto.
יָשִׂימוּ (ya-si-mu):Del verbo שׂוּם (sum), “poner”, “colocar”, “establecer”. Está en forma Qal imperfecto, tercera persona plural masculino. Significa “ellos pondrán” o “ellos colocarán”. Se refiere a la función sacerdotal de ofrecer sacrificios.
קְטוֹרָה (qe-ṭo-rah):Sustantivo femenino que significa “incienso” o “humo de sacrificio”. El incienso era una parte esencial del servicio del Templo, simbolizando las oraciones que ascienden a Elohím y la dulzura de la presencia divina.
בְּאַפֶּךָ (be-a-pe-kha):Preposición (בְּ – be, “en”) más אַף (af), que puede significar “nariz” o “ira”, con el sufijo posesivo de segunda persona singular masculino (-ךָ – kha, “tu/tuyo”). En este contexto de ofrendas, se refiere a la “nariz” de HaShem, es decir, un aroma agradable a HaShem, aplacando Su ira o provocando Su favor.
וְכָלִיל (ve-kha-lil):Conjunción (וְ – ve, “y”) más כָּלִיל (kalil), “todo”, “completo”, usado como sustantivo significa “ofrenda quemada totalmente”, un holocausto. Este tipo de ofrenda era enteramente consumida en el altar, simbolizando la dedicación completa a HaShem.
עַל (al):Preposición que significa “sobre”.
מִזְבְּחֶךָ׃ (miz-be-ḥe-kha):Es el sustantivo מִזְבֵּחַ (mizbeaḥ), “altar”, con el sufijo posesivo de segunda persona singular masculino (-ךָ – kha, “tu/tuyo”). El altar era el centro del culto sacrificial y el lugar de encuentro entre Elohím y Su pueblo.
בָּרֵךְba-rekhBendiceBendice בָּרֵךְ
יְהוָהYHVHYHVHYHVH יְהוָה
חֵילוֹḥe-losu fuerza (riqueza)su fuerza חֵילוֹ,
וּפֹעַלu-fo-aly la obray la obra וּפֹעַל
יָדָיוya-davde sus manosde sus manos יָדָיו
תִּרְצֶהtir-ṣehtú acepta (aprueba)tú aprueba תִּרְצֶה.
מְחַץme-ḥaṣAplastaAplasta מְחַץ
מָתְנַיִםmat-na-yimlos lomoslos lomos מָתְנַיִם
קָמָיוqa-mavde sus adversariosde sus adversarios קָמָיו,
וּמְשַׂנְאָיוu-me-san-a-vy de sus aborrecedoresy de sus aborrecedores וּמְשַׂנְאָיו,
מִןmindepara que no
יִקוּמוּן׃yi-qu-munque se levantense levanten מִן יִקוּמוּן.
Análisis Detallado:Deuteronomio 33:11
בָּרֵךְ (ba-rekh):Del verbo בָּרַךְ (barakh), “bendecir”. Está en forma Qal imperativo, segunda persona singular masculino. Es una súplica directa de Moshéh a HaShem para que bendiga a Leví.
יְהוָה (YHVH):El Tetragrammaton, el Nombre inefable de Elohím, aquí representado como Adonái. Es el Nombre del pacto, que indica Su fidelidad y poder soberano.
חֵילוֹ (ḥe-lo):Es el sustantivo חַיִל (ḥayil), que significa “fuerza”, “poder”, “riqueza”, “ejército” o “virtud”, con el sufijo posesivo de tercera persona singular masculino (-וֹ – o, “su”). Significa “su fuerza” o “su prosperidad”. Moshéh ora por la prosperidad y fortaleza de la tribu de Leví en su servicio a HaShem.
וּפֹעַל (u-fo-al):Conjunción (וְ – u, “y”) más פֹּעַל (po’al), “obra” o “trabajo”.
יָדָיו (ya-dav):Es el sustantivo יָד (yad), “mano”, en dual (יָדַיִם – yadaim), con el sufijo posesivo de tercera persona singular masculino (-יו – av, “sus”). Significa “de sus manos”. La obra de sus manos se refiere a todo el trabajo sacerdotal y de servicio que realizaban los levitas.
תִּרְצֶה (tir-ṣeh):Del verbo רָצָה (raṣah), “agradar”, “aceptar”, “aprobar”. Está en forma Qal imperfecto, segunda persona singular masculino. Significa “tú aceptarás” o “tú aprobarás”. Es la esperanza y la oración de que HaShem acepte con agrado el servicio de los levitas.
מְחַץ (me-ḥaṣ):Del verbo מָחַץ (maḥaṣ), “aplastar”, “herir”, “romper”. Está en forma Qal imperativo, segunda persona singular masculino. Es una súplica para que HaShem destruya a los enemigos de Leví.
מָתְנַיִם (mat-na-yim):Es el sustantivo מָתְנַיִם (motnaim), “lomos”, en dual. Los lomos son una parte vital del cuerpo, símbolo de fuerza y poder. Aplastar los lomos de los enemigos significa despojarlos de su fuerza y poder.
קָמָיו (qa-mav):Es el participio activo masculino plural de קוּם (qum), “levantarse”, usado como sustantivo que significa “adversarios” o “los que se levantan contra” con el sufijo posesivo de tercera persona singular masculino (-יו – av, “sus”). Significa “de sus adversarios”.
וּמְשַׂנְאָיו (u-me-san-a-v):Conjunción (וְ – u, “y”) más el participio activo masculino plural de שָׂנֵא (sane), “odiar”, usado como sustantivo que significa “los que odian” o “sus aborrecedores” con el sufijo posesivo de tercera persona singular masculino (-יו – av, “sus”). Significa “y de sus aborrecedores”.
מִן (min):Preposición que significa “de” o “desde”, pero aquí tiene un sentido negativo o de propósito, “para que no”.
יִקוּמוּן׃ (yi-qu-mun):Del verbo קוּם (qum), “levantarse”, “surgir”. Está en forma Qal imperfecto, tercera persona plural masculino, con un nun paragogicum, que enfatiza la acción. Significa “ellos se levanten”. La oración es que los enemigos sean tan completamente destruidos que no puedan volver a levantarse.
לְבִנְיָמִןle-Vin-ya-minY para BenjamínY para Benjamín לְבִנְיָמִן
אָמַרa-mardijodijo אָמַר:
יְדִידye-didAmadoAmado יְדִיד
יְהוָהYHVHde YHVHde YHVH יְהוָה
יִשְׁכֹּןyiš-konél habitaráél habitará יִשְׁכֹּן
לָבֶטַחla-ve-ṭaḥcon seguridadcon seguridad לָבֶטַח
עָלָיוa-lavsobre élsobre él עָלָיו;
חֹפֵףḥo-fefÉl lo cubrirá (protegerá)Él lo cubrirá חֹפֵף
עָלָיוa-lavsobre élsobre él עָלָיו
כָּלkoltodotodo כָּל
הַיּוֹםha-yomel díael día הַיּוֹם;
וּבֵיןu-veny entrey entre וּבֵין
כְּתֵפָיוke-te-favsus hombrossus hombros כְּתֵפָיו
שָׁכֵן׃ša-khenÉl moraÉl mora שָׁכֵן.
Análisis Detallado:Deuteronomio 33:12
לְבִנְיָמִן (le-Vin-ya-min):Preposición (לְ – le, “a” o “para”) seguida del nombre propio בִּנְיָמִן (Binyamin), “Benjamín”, que significa “hijo de mi diestra”.
אָמַר (a-mar):Forma Qal perfecto, tercera persona singular masculino de אָמַר (amar), “decir”. El sujeto implícito es Moshéh.
יְדִיד (ye-did):Sustantivo que significa “amado”, “querido”. Es un término de afecto y favor divino.
יְהוָה (YHVH):El Tetragrammaton, Adonái, indicando que Benjamín es amado por HaShem mismo.
יִשְׁכֹּן (yiš-kon):Del verbo שָׁכַן (šakan), “habitar”, “morar”. Está en forma Qal imperfecto, tercera persona singular masculino. Significa “él habitará”. Esta es una promesa de residencia segura para Benjamín.
לָבֶטַח (la-ve-ṭaḥ):Preposición (לְ – la, “a”) más בֶּטַח (betaḥ), “seguridad”, “confianza”. Significa “con seguridad” o “en confianza”.
עָלָיו (a-lav):Preposición (עַל – al, “sobre”) con el sufijo pronominal de tercera persona singular masculino (-יו – av, “él”). Significa “sobre él”.
חֹפֵף (ḥo-fef):Del verbo חָפַף (ḥafaf), “cubrir”, “proteger”, “cernirse sobre”. Está en forma Qal participio activo masculino singular. Significa “cubriendo” o “protegiendo”. Se describe a HaShem como aquel que protege continuamente a Benjamín.
עָלָיו (a-lav):Preposición (עַל – al, “sobre”) con el sufijo pronominal de tercera persona singular masculino (-יו – av, “él”). Significa “sobre él”.
כָּל (kol):Adjetivo o sustantivo que significa “todo”, “cada”.
הַיּוֹם (ha-yom):Artículo definido (הַ – ha, “el”) más יוֹם (yom), “día”. Significa “todo el día”, indicando una protección constante.
וּבֵין (u-ven):Conjunción (וְ – u, “y”) más בֵּין (ben), “entre”. Significa “y entre”.
כְּתֵפָיו (ke-te-fav):Es el sustantivo כָּתֵף (katef), “hombro”, en dual (כְּתֵפַיִם – ketefayim), con el sufijo posesivo de tercera persona singular masculino (-יו – av, “sus”). Significa “sus hombros”. La expresión “entre sus hombros” a menudo se refiere a la ubicación del Templo en Yerushalayim, que estaba en el territorio de Benjamín, o en la frontera entre Benjamín y Yehudá.
שָׁכֵן׃ (ša-khen):Del verbo שָׁכַן (šakan), “habitar”, “morar”. Está en forma Qal participio activo masculino singular. Significa “morando” o “el que mora”. Aquí se refiere a la Shejináh, la presencia de HaShem, que habitaría en medio del territorio de Benjamín, un honor supremo.

2. Haftaráh

Pasaje: Yehoshúa (Joshua) 1:1-18

Análisis según Torah Viviente:

La Haftaráh para Parashá V’Zot HaBerajá, que se encuentra en Yehoshúa 1:1-18, establece una conexión vital y profunda con la bendición de Leví y el espíritu de la Parashá. V’Zot HaBerajá concluye la Torah con la muerte de Moshéh y el traspaso del liderazgo a Yehoshúa. La Haftaráh inicia precisamente con HaShem comisionando a Yehoshúa después de la muerte de Moshéh, enfatizando la continuidad de la dirección divina y la importancia de la fidelidad a la Torah.

La bendición de Leví en Deuteronomio 33:8-11 subraya la dedicación inquebrantable de esta tribu a HaShem, su papel como maestros de la Torah y su servicio sacerdotal. Se les elogia por su lealtad, incluso por encima de los lazos familiares, y por su función de “enseñar tus juicios a Yaakov y tu Torah a Yisra’el” (Deuteronomio 33:10). Esta dedicación a la palabra de HaShem es el eje central de la comisión de Yehoshúa. HaShem le instruye repetidamente: “Solamente sé fuerte y muy valiente para tener cuidado de hacer conforme a toda la Torah que te mandó Moshéh mi siervo; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra” (Yehoshúa 1:7). Esta es la misma fidelidad que HaShem demandó de Leví y que Yehoshúa ahora encarna como nuevo líder.

Los Targumim, como el Targum Onqelos y el Targum Yonatan, a menudo amplifican la narrativa bíblica, y en este caso, recalcan la obediencia de Yehoshúa a Moshéh y, por extensión, a la Torah. Reconocen en Yehoshúa la figura de un siervo justo y un líder piadoso, cualidades que Moshéh bendijo en Leví. El Midrashim sobre Deuteronomio 33, como el Sifrei Devarim, resalta que la bendición de Leví no era solo por su servicio sacerdotal, sino por su celo en la aplicación de la justicia divina, incluso en el incidente del becerro de oro, donde “no conoció a su padre ni a su madre, ni reconoció a sus hermanos ni a sus hijos” (Deuteronomio 33:9). Este celo por HaShem es un tipo profético del liderazgo que Yehoshúa debía ejercer.

Las conexiones mesiánicas son profundas. Yehoshúa ben Nun, cuyo nombre significa “HaShem es salvación” (la misma raíz que Yeshúa), es un tipo de Yeshúa HaMashíaj. Así como Yehoshúa asumió el liderazgo para guiar a Yisra’el a la Tierra Prometida, Yeshúa HaMashíaj es el líder que guía a Su pueblo al Reino de los Cielos, el cumplimiento final de la Tierra Prometida. El énfasis en la meditación de la Torah “día y noche” (Yehoshúa 1:8) es un patrón redentor que prefigura a Mashíaj mismo, quien es la Torah viviente, la encarnación de la Palabra de Elohím. Yeshúa HaMashíaj no solo enseñó la Torah, sino que la vivió y la cumplió perfectamente (Mateo 5:17-18).

La Haftaráh, al presentar a Yehoshúa como el sucesor divinamente nombrado, quien debe ser fuerte y obediente a la Torah, establece un patrón de liderazgo bajo la autoridad divina. Este patrón culmina en Yeshúa HaMashíaj, quien es el Sacerdote-Rey definitivo, el cumplimiento de las expectativas de un líder que enseñaría la Torah de HaShem con autoridad y que ofrecería una expiación perfecta. Los Levitas servían en el Templo terrenal, pero Yeshúa es el Templo mismo, y Su sacerdocio es eterno. Por lo tanto, el llamado a la lealtad y al servicio desinteresado de Leví, y el liderazgo firme y dependiente de la Torah de Yehoshúa, convergen en Yeshúa HaMashíaj como el cumplimiento supremo de estos roles. La promesa de que HaShem estará con Yehoshúa “como estuve con Moshéh” (Yehoshúa 1:5) es una sombra de la promesa de que HaShem siempre está con Yeshúa HaMashíaj, Su Hijo amado, en quien mora toda la plenitud de la Divinidad.

3. Brit Hadasháh (Nuevo Testamento)

Pasaje: Hebreos 7:11-28

Análisis según Torah Viviente:

El pasaje de Hebreos 7:11-28 proporciona una conexión mesiánica fundamental y el cumplimiento definitivo de la bendición de Leví en Yeshúa HaMashíaj. La bendición de Moshéh a Leví en Deuteronomio 33:8-11 celebra el sacerdocio levítico, su dedicación a la Torah y su papel mediador para Yisra’el. Sin embargo, Hebreos revela la insuficiencia de este sacerdocio para lograr la perfección y presenta el sacerdocio superior de Yeshúa HaMashíaj.

La bendición de Leví menciona los Urim y Tumim (Deuteronomio 33:8), símbolos de la revelación divina y el discernimiento que solo los sacerdotes podían acceder. Yeshúa HaMashíaj es el cumplimiento de estos símbolos, pues Él es la luz del mundo (Yojanán/Juan 8:12) y la verdad absoluta (Yojanán 14:6), la perfecta revelación de Elohím (Colosenses 2:9). Su sacerdocio no depende de una genealogía terrenal (Hebreos 7:13-14) o de sacrificios repetidos (Hebreos 7:27), sino de un poder de vida indestructible (Hebreos 7:16), estableciéndose según el orden de Malki-Tzedeq (Hebreos 7:11, 17).

El texto de Hebreos argumenta que si la perfección pudiera alcanzarse a través del sacerdocio levítico, no habría necesidad de que se levantara “otro sacerdote, según el orden de Malki-Tzedeq, y no según el orden de Aarón” (Hebreos 7:11). Esto demuestra que el sacerdocio levítico era una sombra, un tipo temporal, que apuntaba a un cumplimiento mayor. El Midrashim sobre el sacerdocio levítico a menudo enfatiza su santidad y su papel indispensable en el Templo, pero no lo presenta como una realidad final. Sin embargo, textos pseudepigráficos como el Testamento de Leví, aunque con sus propias particularidades, hablan de un futuro sacerdote-rey ideal, un ungido que traerá salvación y juicio, lo que, en su esencia, apunta a la figura de Yeshúa.

Yeshúa HaMashíaj, como el “sacerdote para siempre según el orden de Malki-Tzedeq” (Hebreos 7:17, citando Salmos 110:4), encarna la perfección y la eternidad que el sacerdocio levítico no podía ofrecer. Su sacrificio único y perfecto (Hebreos 7:27) anula la necesidad de los sacrificios diarios de los levitas, trayendo un acceso directo y eterno al Reino de los Cielos para aquellos que creen. La obediencia radical de Leví a HaShem (Deuteronomio 33:9), al elegir a Elohím por encima de los lazos familiares, es bellamente tipificada y superada por la obediencia perfecta de Yeshúa HaMashíaj hasta la muerte en el madero, por la cual “aprendió obediencia por lo que padeció” (Hebreos 5:8).

En el Reino de los Cielos, el sacerdocio de Yeshúa HaMashíaj no es una mera función, sino una realidad esencial. Él es el intercesor perpetuo, que vive “siempre para interceder por ellos” (Hebreos 7:25). Esta intercesión es el cumplimiento máximo del papel mediador de los sacerdotes levitas. La ley levítica era “débil e inútil” (Hebreos 7:18) para perfeccionar a los hombres, pero Yeshúa, por medio de su sangre, nos ha hecho “reino y sacerdotes para nuestro Elohím” (Ḥizqayon/Apocalipsis 5:10), permitiéndonos entrar con confianza al trono de la gracia (Hebreos 4:16). Por lo tanto, la bendición de Leví, con su énfasis en el servicio, la instrucción de la Torah y la mediación, encuentra su glorioso y eterno cumplimiento en Maran Yeshúa, el centro de todas las Escrituras, quien nos ha constituido en un sacerdocio real para Elohím.

4. Contexto Histórico y Arqueológico

Según Torah Viviente: La Aliyá 2 de V’Zot HaBerajá, que abarca la bendición de Leví (Deuteronomio 33:8-11) y Benjamín (33:12), está enmarcada en los últimos momentos de Moshéh antes de su muerte y la entrada de Yisra’el a la tierra de Kena’an. Este contexto es crucial para comprender la significancia de estas bendiciones. Las tribus estaban a punto de heredar la tierra, y sus roles y bendiciones, profetizadas por Moshéh, delineaban sus funciones futuras en la teocracia israelita.

La tribu de Leví, a diferencia de las otras, no recibió una herencia territorial fija, sino ciudades dispersas y un rol sagrado y exclusivo. Esta particularidad histórica se remonta al incidente del becerro de oro (Éxodo 32), donde los levitas se mantuvieron fieles a HaShem mientras el resto del pueblo apostataba. Este acto de lealtad radical, descrito en Deuteronomio 33:9 (“el que dijo a su padre y a su madre: ‘No los he visto’; y a sus hermanos no reconoció, ni a sus hijos conoció”), les valió el privilegio de ser los sacerdotes y ministros del Santuario. La arqueología ha revelado la importancia central del culto en las sociedades antiguas del Cercano Oriente, y Yisra’el no era una excepción. Los descubrimientos de altares y lugares de culto en asentamientos israelitas de la Edad del Hierro, como Tel Dan y Beersheva (aunque estos eran periféricos al culto central), subrayan la existencia de un sistema sacerdotal activo. Los levitas, por lo tanto, no eran meros funcionarios, sino el pilar religioso y social de la nación.

La mención de los Urim y Tumim (Deuteronomio 33:8) conecta con las prácticas de adivinación y discernimiento divino en el antiguo Cercano Oriente. Aunque los detalles de su funcionamiento no se describen explícitamente, su presencia en el pectoral del sumo sacerdote (Éxodo 28:30) está documentada, y su función era obtener la voluntad de HaShem. Textos egipcios y mesopotámicos mencionan prácticas oraculares que involucraban objetos sagrados, aunque el uso y significado de los Urim y Tumim eran únicos para la relación de pacto de HaShem con Yisra’el. La fidelidad de Leví en Masá y Merivá (Deuteronomio 33:8), donde el pueblo contendió con HaShem, solidificó su rol como guardianes de la Torah y mediadores.

En cuanto a Benjamín (Deuteronomio 33:12), la bendición lo presenta como el “amado de YHVH” que habitaría “con seguridad” y sobre cuyos hombros HaShem moraría. Históricamente, el territorio de Benjamín era estratégico, al norte de Yehudá, e incluía sitios vitales como Yerushalayim (o al menos sus límites, como la colina de la ciudad de David y el Templo, que se encontraban en la frontera entre Benjamín y Yehudá). La promesa de que HaShem “moraría entre sus hombros” se interpreta como la Shejináh, la presencia divina, que residiría en el Templo, ubicado en parte del territorio de Benjamín. La arqueología en Yerushalayim ha confirmado la antigüedad y la centralidad de este lugar para el culto israelita desde los tiempos de David HaMelej y Shelomó HaMelej. La bendición de Benjamín, por lo tanto, profetiza el honor de ser la sede de la presencia divina entre Yisra’el. Ambas bendiciones, la de Leví y la de Benjamín, destacan el plan redentor de HaShem para su pueblo, a través del sacerdocio y la residencia de Su gloria, todo lo cual apunta, en última instancia, al Reino de Yeshúa HaMashíaj.

5. Profecías Mesiánicas y Tipos Bíblicos

Según Torah Viviente: La bendición de Leví y Benjamín en Deuteronomio 33:8-12 está cargada de profundas profecías mesiánicas, tipos y patrones redentores que encuentran su glorioso cumplimiento en Yeshúa HaMashíaj. La tribu de Leví, consagrada al servicio de HaShem, es un tipo del sacerdocio de Yeshúa, pero también del sacerdocio espiritual de todos los creyentes en el Reino de los Cielos.

Los “Tumim y Urim” (Deuteronomio 33:8), símbolos de la luz y la perfección, eran el medio por el cual el sumo sacerdote discernía la voluntad de HaShem. Yeshúa HaMashíaj es el definitivo Urim y Tumim. Él es la “luz verdadera que alumbra a todo hombre” (Yojanán 1:9) y la encarnación perfecta de la verdad y la justicia de Elohím. En Él, no hay oscuridad ni imperfección. Él es la revelación suprema de HaShem, el “resplandor de Su gloria y la imagen misma de Su sustancia” (Hebreos 1:3). La búsqueda de la guía divina a través del sacerdote levítico era una sombra de la guía que ahora obtenemos directamente a través de nuestra relación con Yeshúa.

El “hombre piadoso” (חֲסִידֶךָ, ḥa-si-de-kha) a quien se le confía esta tarea proféticamente apunta a Yeshúa. Él es el “Santo de Elohím” (Yojanán 6:69), el Ḥasid por excelencia, cuya vida de perfecta obediencia y devoción a HaShem superó la lealtad de cualquier levita. El pasaje destaca la lealtad radical de Leví, que “no conoció a su padre ni a su madre” (Deuteronomio 33:9), poniendo a HaShem por encima de los lazos familiares. Este celo tipifica el llamamiento de Yeshúa a Sus discípulos a amar a Elohím por encima de todo, incluso de la familia (Mateo 10:37, Lucas 14:26), y, más profundamente, prefigura la obediencia sin par de Yeshúa mismo a la voluntad de Su Padre, incluso hasta la muerte, para establecer el Reino.

La función levítica de “enseñar tus juicios a Yaakov y tu Torah a Yisra’el” (Deuteronomio 33:10) se cumple de manera suprema en Yeshúa HaMashíaj, el Gran Maestro. Él no solo enseñó la Torah, sino que la interpretó con una autoridad sin precedentes (Mateo 7:29) y la encarnó plenamente. Su vida fue la Torah viva, y Su enseñanza reveló el corazón y el espíritu de los mandamientos de HaShem. Él es el Divino Maestro que guía a Yisra’el y a todas las naciones al conocimiento de HaShem.

Los sacrificios y el incienso ofrecidos por Leví (Deuteronomio 33:10) son tipos claros del sacrificio único y perfecto de Yeshúa en el madero y de Su intercesión perpetua. Él es el “Cordero de Elohím que quita el pecado del mundo” (Yojanán 1:29), y Su sacrificio es la ofrenda que verdaderamente agrada a HaShem y que aplaca Su ira. El incienso simboliza las oraciones que ascienden a Elohím, y Yeshúa HaMashíaj es nuestro sumo sacerdote que presenta nuestras oraciones y es nuestro intercesor ante el Padre (Hebreos 7:25).

La bendición de Benjamín (Deuteronomio 33:12), “el amado de YHVH”, y la promesa de que HaShem “morará entre sus hombros” (refiriéndose a la ubicación del Templo en Yerushalayim), es una poderosa sombra de la presencia del Ruaj HaKodesh que habita en los creyentes en Yeshúa HaMashíaj. Nuestro cuerpo es templo del Ruaj HaKodesh (1 Corintios 6:19), y Yeshúa prometió que Él y el Padre vendrían a morar en aquellos que le aman y guardan Su palabra (Yojanán 14:23). Así, la promesa de la morada divina, inicialmente ligada a un lugar físico, se expande proféticamente para incluir la morada espiritual de Elohím en cada discípulo de Mashíaj. Todos estos elementos apuntan inexorablemente a Yeshúa HaMashíaj como el cumplimiento escatológico y el centro de la redención.

6. Análisis Lingüístico y Midrashim Mesiánicos

Según Torah Viviente: El análisis lingüístico de Deuteronomio 33:8-12 revela capas de significado que enriquecen nuestra comprensión de las conexiones mesiánicas.

El término תֻּמֶּיךָ וְאוּרֶיךָ (Tu-me-kha ve-U-re-kha), “Tus Tumim y tus Urim”, del v. 8 es crucial. תֻּמִּים (Tumim) viene de la raíz תָּמַם (tamam), “ser completo, perfecto, inocente”. אוּרִים (Urim) de אוֹר (or), “luz”. Juntos, significan “luces y perfecciones”. El Midrashim, como el Sifrei Devarim, a menudo discute la naturaleza misteriosa de estos objetos, asociándolos con la capacidad del sumo sacerdote de obtener una respuesta clara de HaShem. En el contexto mesiánico, Yeshúa HaMashíaj es el verdadero Urim y Tumim. Él es la luz perfecta de HaShem que ilumina toda verdad (Yojanán 1:9, 8:12), y en Él mora toda la plenitud y perfección de Elohím (Colosenses 2:9). No necesitamos objetos mediadores, porque Yeshúa es la mediación perfecta.

La frase לְאִישׁ חֲסִידֶךָ (le-iš ḥa-si-de-kha), “para el hombre tu piadoso/fiel”, en el v. 8 se refiere al sumo sacerdote levítico. La palabra חָסִיד (ḥasid), “piadoso, leal, fiel”, de la raíz חָסַד (ḥasad), que evoca la misericordia y la lealtad del pacto. El Targum Onqelos traduce esto como “el hombre que es fiel a Ti”, enfatizando la devoción. Este título es el epítome de Yeshúa HaMashíaj. Él es el Ḥasid de Elohím por excelencia, el “Santo de Elohím” (Yojanán 6:69), quien cumplió perfectamente toda la voluntad de HaShem, incluso ofreciéndose a sí mismo como el sacrificio final.

El v. 9 subraya la lealtad radical de Leví: “El que dice a su padre y a su madre: ‘No los he visto’; y a sus hermanos no reconoció, ni a sus hijos conoció.” Este pasaje alude al celo levítico en el incidente del becerro de oro (Éxodo 32:26-29) y quizás también a las pruebas en Masá y Merivá. El verbo רָאָה (ra’ah), “ver”, y נָכַר (nakar), “reconocer”, y יָדַע (yada), “conocer”, se utilizan aquí metafóricamente para denotar una renuncia a los lazos familiares cuando estos entran en conflicto con la lealtad a HaShem. El Midrash Raba sobre este pasaje enfatiza la elección de Elohím por encima de los afectos terrenales como la razón de su santificación. Mesiánicamente, esto prefigura a Yeshúa HaMashíaj, quien enseñó la primacía del Reino de Elohím sobre todo lo demás, incluyendo la familia, y cuya propia vida demostró una obediencia absoluta al Padre, incluso en el abandono aparente. Los Manuscritos del Mar Muerto, especialmente textos como 1QSa (la Regla de la Congregación) o el Documento de Damasco, a menudo enfatizan una dedicación comunitaria a la Torah que podría implicar un desapego similar a las lealtades externas para aquellos que se unían al “verdadero” sacerdocio o comunidad.

El v. 10 describe las funciones de Leví: יוֹרוּ מִשְׁפָּטֶיךָ לְיַעֲקֹב וְתוֹרָתְךָ לְיִשְׂרָאֵל (yo-ru miš-pa-te-kha le-Ya-a-qov ve-To-ra-te-kha le-Yis-ra-el), “Ellos enseñarán tus juicios a Yaakov y tu Torah a Yisra’el”. El verbo יוֹרוּ (yoru) de la raíz יָרָה (yarah) significa “enseñar, instruir”, la misma raíz que תּוֹרָה (Torah). Esta es la función central del sacerdocio. En Yeshúa HaMashíaj, tenemos al gran Maestro que no solo enseña la Torah, sino que es la personificación de la misma, trayendo una enseñanza viva y transformadora que revela el corazón de Elohím.

Finalmente, la bendición de Benjamín en el v. 12, יְדִיד יְהוָה יִשְׁכֹּן לָבֶטַח עָלָיו… וּבֵין כְּתֵפָיו שָׁכֵן (ye-did YHVH yiš-kon la-ve-ṭaḥ a-lav… u-ven ke-te-fav ša-khen), “Amado de YHVH, habitará seguro sobre él… y entre sus hombros morará”. La palabra שָׁכֵן (ša-khen), “morar”, está conectada con la שְׁכִינָה (Shejináh), la presencia gloriosa de HaShem. El Midrash Tanhuma y el Zohar asocian esta promesa con la ubicación del Templo en el territorio de Benjamín. Mesiánicamente, Yeshúa es el “Amado de Elohím” (Mateo 3:17, 17:5), y Él promete que la Shejináh, el Ruaj HaKodesh, morará en Sus discípulos, haciendo de cada creyente un templo viviente de Elohím (1 Corintios 6:19). Él es el lugar donde la presencia divina habita entre nosotros.

7. Paralelismos Temáticos y Conexiones Redentoras

Según Torah Viviente: Esta Aliyá 2 de V’Zot HaBerajá, con la bendición a Leví y Benjamín, establece varios paralelismos temáticos y conexiones redentoras que resuenan a través de todas las Escrituras y culminan en el Reino de Yeshúa HaMashíaj y la vida de Sus discípulos.

Un tema central es la lealtad incondicional a HaShem. La tribu de Leví es bendecida por su celo ardiente en el servicio a Elohím, incluso si eso significaba desatender los lazos familiares, como se observa en el incidente del becerro de oro. Este es un patrón redentor que se repite: la primacía de Elohím sobre cualquier otra lealtad. Yeshúa HaMashíaj modeló esta lealtad suprema, enseñando que “el que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; y el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí” (Mateo 10:37). Los discípulos de Mashíaj son llamados a una lealtad similar, poniendo el Reino de los Cielos como su máxima prioridad, demostrando que seguir a Yeshúa a menudo requiere un desapego de las comodidades y seguridades terrenales, incluso familiares.

Otro paralelismo es la función de mediación y enseñanza. Leví fue apartado para enseñar la Torah y los juicios de HaShem a Yisra’el y para interceder por el pueblo a través de los sacrificios y el incienso. Este es un patrón redentor de mediación divina. En el Reino de los Cielos, Yeshúa HaMashíaj es el único y perfecto Mediador entre Elohím y la humanidad (1 Timoteo 2:5). Su sacrificio en el madero es la expiación definitiva, y Él es nuestro Sumo Sacerdote que intercede continuamente por nosotros (Hebreos 7:25). Además, los discípulos de Mashíaj son llamados a ser un “sacerdocio real” (1 Kefa/Pedro 2:9), llevando las buenas nuevas del Reino a todas las naciones y enseñando los mandamientos de Yeshúa. Así, el rol levítico de enseñanza y mediación se cumple y se expande en Mashíaj y en Su cuerpo.

La morada de la presencia divina es otro tema poderoso. La bendición de Benjamín prometió que HaShem “morará entre sus hombros”, una clara referencia a la ubicación del Templo en Yerushalayim. Este patrón de la Shejináh, la presencia de Elohím habitando entre Su pueblo, se desarrolla desde el Mishkán (Tabernáculo) hasta el Beit HaMikdash (Templo). La conexión redentora es evidente en Yeshúa HaMashíaj, quien es “Emanu-El” (Elohím con nosotros) (Mateo 1:23), la morada viviente de Elohím. Él prometió enviar el Ruaj HaKodesh, la misma presencia de Elohím, para morar en los corazones de Sus discípulos (Yojanán 14:16-17, 23). De este modo, cada creyente en Yeshúa se convierte en un templo viviente del Ruaj HaKodesh, y la comunidad de creyentes es el Templo espiritual donde Elohím mora (Efesios 2:21-22). Este es un cumplimiento glorioso que transforma la geografía de la presencia divina en una realidad personal y comunitaria en el Reino.

Finalmente, la victoria sobre los adversarios (Deuteronomio 33:11) es un patrón mesiánico. La oración de Moshéh por la destrucción de los enemigos de Leví prefigura la victoria de Yeshúa HaMashíaj sobre todos los poderes de la oscuridad, el pecado y la muerte. A través de Su resurrección, Yeshúa “despojó a los principados y a las autoridades, y los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz” (Colosenses 2:15). En el Reino de los Cielos, los discípulos de Mashíaj también participan en esta victoria, a través del poder de Yeshúa, para vencer al maligno y avanzar el Reino de Elohím en la tierra.

8. Descubriendo a Mashíaj – Cumplimientos Tipológicos

Según Torah Viviente: La Aliyá 2 de V’Zot HaBerajá es un tesoro de cumplimientos tipológicos que revelan aspectos profundos de la vida, obra y persona de Yeshúa HaMashíaj. Cada elemento de la bendición a Leví y Benjamín apunta a Él como el centro de todas las Escrituras.

El sacerdocio levítico, con sus Tumim y Urim (Deuteronomio 33:8), era un tipo del sacerdocio de Yeshúa. Yeshúa no necesitó de objetos externos para discernir la voluntad de HaShem, porque Él es la Sabiduría y la Verdad encarnada (1 Corintios 1:30, Yojanán 14:6). Él es la fuente de toda luz y revelación perfecta (Yojanán 1:4-5), superando los símbolos. El sacerdote levítico ofrecía sacrificios que cubrían temporalmente los pecados, pero Yeshúa es el Gran Sumo Sacerdote según el orden de Malki-Tzedeq (Hebreos 7:11-28), cuyo sacrificio único y eterno logró la purificación completa y perfecta de una vez por todas (Hebreos 9:11-14). El incienso y las ofrendas quemadas (Deuteronomio 33:10) eran sombras de Su propia vida perfecta y de Su muerte como una ofrenda fragante a Elohím (Efesios 5:2).

La descripción del levita como “el hombre tu piadoso (ḥa-sid-ekha)” (Deuteronomio 33:8) es un título que, tipológicamente, se aplica de manera superlativa a Yeshúa HaMashíaj. Él es el Ḥasid por excelencia, el Santo de Elohím, quien vivió una vida de perfecta santidad, sin pecado (Hebreos 4:15). Su fidelidad a HaShem fue absoluta, incluso hasta el punto de la cruz, demostrando el amor y la lealtad del pacto de Elohím en Su persona.

La lealtad radical de Leví (Deuteronomio 33:9), al poner a HaShem por encima de los lazos familiares más íntimos, es un evento simbólico que prefigura la devoción sin compromiso de Yeshúa a la voluntad de Su Padre. Más aún, Yeshúa llamó a Sus discípulos a una lealtad similar, a dejar todo para seguirle (Lucas 14:26). Este es un patrón redentor que se repite en la vida de los que entran en Su Reino. Yeshúa mismo enseñó que Su verdadera familia son aquellos que hacen la voluntad de Su Padre (Marcos 3:31-35).

La función de enseñanza de Leví (“enseñarán tus juicios… y tu Torah a Yisra’el”, Deuteronomio 33:10) encuentra su cumplimiento en Yeshúa como el Maestro por excelencia. Él no solo enseñó la Torah con autoridad (Mateo 7:29), sino que fue la personificación viviente de la Torah, revelando su verdadero significado y espíritu. Su enseñanza es la que lleva a la vida eterna y la que establece el fundamento del Reino de los Cielos.

La bendición de Benjamín como “el amado de YHVH” y la promesa de que la presencia de HaShem “morará entre sus hombros” (Deuteronomio 33:12) son cumplimientos tipológicos de la manifestación de la Shejináh. Yerushalayim, con el Templo, estaba en la frontera del territorio de Benjamín, simbolizando la morada física de Elohím. Este es un tipo del hecho de que Yeshúa HaMashíaj es la morada de la plenitud de la Divinidad corporalmente (Colosenses 2:9). Además, Yeshúa prometió y envió el Ruaj HaKodesh para morar en Sus discípulos (Yojanán 14:16-17, 23), haciendo de cada creyente un templo viviente del Ruaj HaKodesh (1 Corintios 6:19). Los textos apócrifos y pseudepigráficos, como los rollos de Qumran que hablan de un “Maestro de Justicia” o de un sacerdocio ideal, aunque con matices propios, expresan la expectativa de una figura que restauraría la verdadera enseñanza y el sacerdocio, expectativa que Yeshúa superó y cumplió divinamente.

Así, desde los sacerdotes levitas que buscaban la voluntad de HaShem, hasta la morada de Su presencia en el Templo, cada aspecto de esta Aliyá señala a Yeshúa HaMashíaj, quien es la perfecta luz, la verdad encarnada, el Sumo Sacerdote fiel, el Maestro divino, el sacrificio sin mancha y la morada eterna de Elohím entre Su pueblo.

9. Midrashim, Targumim y Textos de Qumran

Según Torah Viviente: La bendición de Leví y Benjamín en Deuteronomio 33:8-12 ha sido objeto de una rica exégesis en la tradición judía, con Midrashim y Targumim que, aunque no siempre explícitamente mesiánicos en el sentido de Yeshúa, ofrecen interpretaciones que preparan el terreno para el entendimiento de los cumplimientos en Mashíaj.

Los Midrashim (como Sifrei Devarim 346 y Tanhuma B, Va’etḥanan 6) sobre el v. 8 (תֻּמֶּיךָ וְאוּרֶיךָ לְאִישׁ חֲסִידֶךָ, “Tus Tumim y tus Urim para el hombre tu piadoso”) enfatizan que HaShem escogió a Leví por su santidad y su dedicación a la Torah. Reconocen que los Tumim y Urim eran un medio sobrenatural para el discernimiento divino, un oráculo viviente a través del cual la presencia de Elohím se manifestaba. Algunos Midrashim sugieren que estos eran los nombres de Elohím escritos en el pectoral. La frase “tu piadoso” (ḥa-si-de-kha) es aplicada no solo a Aarón, sino a toda la tribu por su compromiso. Este énfasis en la revelación y la santidad del mediador es clave para entender a Yeshúa HaMashíaj como la revelación perfecta y el Sumo Sacerdote sin mancha.

El v. 9, que describe la lealtad de Leví al decir “no conocieron a su padre ni a su madre”, es uno de los pasajes más comentados. El Midrash Tanhuma (Ki Tissa 19) y el Sifrei Devarim interpretan esto como la acción de los levitas durante el incidente del becerro de oro (Éxodo 32:26-29), cuando Moshéh los llamó a “ponerse del lado de HaShem” y castigar a los idólatras, sin distinción de parentesco. Esta fue una elección radical de HaShem sobre la familia, lo que santificó a la tribu. Rabí Shimon bar Yoḥai, citado en el Midrash, llega a decir que los levitas se ganaron el sacerdocio por esta acción. Aunque la tradición rabínica no lo vincula directamente con Yeshúa, esta “lealtad suprema” es una cualidad mesiánica por excelencia. Yeshúa mismo declaró la primacía de la voluntad de Elohím sobre los lazos familiares, y Su vida ejemplificó una obediencia total a Su Padre celestial.

Los Targumim (Targum Onqelos y Targum Yonatan) sobre el v. 10 ( “Ellos enseñarán tus juicios a Yaakov y tu Torah a Yisra’el”) amplían el papel de Leví como maestros. El Targum Yonatan, por ejemplo, destaca que los levitas serían los “escribas y maestros” que “enseñarían a Israel la Ley”. También enfatizan que los levitas “ofrecerán la ofrenda de incienso delante de Ti para un aroma de paz y ofrendas quemadas completas sobre Tu altar”. Esta función de enseñanza y mediación cultual, con el propósito de traer paz y agrado a HaShem, prepara la comprensión del Gran Maestro y Sumo Sacerdote, Yeshúa, quien es nuestra paz y nuestra ofrenda.

La bendición de Benjamín en el v. 12, donde se dice que HaShem “morará entre sus hombros”, es consistentemente interpretada en la tradición rabínica como una referencia a la ubicación del Beit HaMikdash (Templo) en el territorio de Benjamín. El Talmud Bavlí (Yoma 12b) y el Midrash Raba (Devarim 11:2) discuten cómo la mayor parte del Templo, incluido el Lugar Santísimo, estaba en el territorio de Benjamín, mientras que el altar y el atrio de las mujeres estaban en el territorio de Yehudá, uniendo así a las dos tribus. Esta morada de la Shejináh en un lugar geográfico es un tipo de la morada de Elohím en Yeshúa HaMashíaj (Colosenses 2:9) y, a través de Él, en cada creyente por medio del Ruaj HaKodesh (1 Corintios 6:19).

En cuanto a los Textos de Qumran, aunque no comentan directamente sobre este pasaje de Deuteronomio 33, sus escritos, como la Regla de la Comunidad (1QS) y el Documento de Damasco (CD), revelan una profunda preocupación por un sacerdocio puro y una interpretación correcta de la Torah. La comunidad de Qumran esperaba la venida de un “Maestro de Justicia” y, en algunos casos, dos Mesías: uno davídico (rey) y otro aarónico (sacerdote). Esto refleja una expectativa de un sacerdocio y una enseñanza mesiánicos que superarían las fallas del sacerdocio existente. Aunque sus interpretaciones son distintas, la sed de un sacerdocio y una guía divinas, perfectamente fieles a la Torah, se cumple en Yeshúa HaMashíaj como el Rey y Sumo Sacerdote que encarna la verdadera justicia y luz.

10. Mandamientos y Principios de Vida

Según Torah Viviente: De la bendición de la tribu de Leví y Benjamín en Deuteronomio 33:8-12, se desprenden principios de vida y mandamientos profundos para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos, que reflejan la esencia de la vida en Yeshúa.

1. Prioridad Absoluta de Elohím y Su Palabra: El celo de Leví, que los llevó a poner la lealtad a HaShem por encima de los lazos familiares (Deuteronomio 33:9), establece un principio fundamental del Reino. Yeshúa HaMashíaj enseñó: “El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; y el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí” (Mateo 10:37). El mandamiento implícito es: Amarás a Adonái tu Elohím con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente (Mateo 22:37). Para los discípulos, esto significa una devoción inquebrantable a Yeshúa, dispuestos a dejarlo todo por Su causa y por el avance de Su Reino. La Palabra de HaShem, Su Torah, debe ser nuestra máxima autoridad, y nuestra obediencia a ella debe ser sin reservas, tal como Leví “guardaron tu palabra y tu pacto” (Deuteronomio 33:9).

2. Servicio Fiel y Enseñanza de la Verdad: La función de Leví de “enseñar tus juicios a Yaakov y tu Torah a Yisra’el” (Deuteronomio 33:10) subraya la importancia del servicio dedicado y la transmisión fiel de la verdad divina. Los discípulos de Mashíaj son un “sacerdocio real” (1 Kefa/Pedro 2:9), llamados a participar en la misión de Yeshúa de hacer discípulos de todas las naciones, enseñándoles “todo lo que os he mandado” (Mateo 28:19-20). El principio es claro: debemos ser custodios diligentes de la verdad de la Palabra de Elohím, viviendo según ella y compartiéndola con integridad y pasión. Nuestro “trabajo de manos” (Deuteronomio 33:11), nuestro servicio y ministerio, debe ser hecho con excelencia y pureza, para que HaShem lo acepte con agrado.

3. Dependencia de la Protección y Presencia Divina: La bendición de Benjamín como el “amado de YHVH” que habitará “con seguridad” y sobre quien HaShem “morará” (Deuteronomio 33:12) nos enseña a vivir en plena dependencia de la protección y presencia de Elohím. Yeshúa HaMashíaj nos asegura: “Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo” (Mateo 28:20). El mandamiento y el principio es confiar en la provisión y el cuidado de HaShem, buscando Su presencia en todo momento. Nuestra seguridad no reside en las circunstancias terrenales, sino en que somos los amados de Yeshúa HaMashíaj y Él, a través del Ruaj HaKodesh, mora en nosotros. Esta conciencia de Su morada debe guiarnos a una vida de santidad y comunión constante, sabiendo que somos el templo viviente de Elohím.

Estos principios, arraigados en la bendición de Moshéh a las tribus, encuentran su expresión más plena y su poder transformador en la vida de los que han sido llamados al Reino de Yeshúa HaMashíaj, capacitándolos para vivir una vida de propósito y fidelidad que honra a Elohím y extiende Su gloria en la tierra.

11. Preguntas de Reflexión Mesiánica

Según Torah Viviente: Para un estudio personal o grupal profundo, las siguientes preguntas nos invitan a reflexionar sobre la Aliyá 2 de Parashá V’Zot HaBerajá a la luz de Yeshúa HaMashíaj:

1. La radical lealtad de Leví (Deuteronomio 33:9) fue el fundamento de su sacerdocio. En el Reino de Yeshúa HaMashíaj, ¿cómo se manifiesta esta “lealtad suprema” en nuestra vida diaria, poniendo a Mashíaj y Su Reino por encima de los lazos familiares, las comodidades personales o las ambiciones mundanas? ¿Qué ídolos contemporáneos compiten por nuestra lealtad hoy, y cómo Yeshúa nos capacita para superarlos?

* Esta pregunta busca que el estudiante examine su propia escala de valores y cómo la primacía de Mashíaj debe impactar decisiones prácticas y relaciones. Se espera una reflexión sobre el costo del discipulado y cómo el Ruaj HaKodesh nos empodera para vivir con esa misma radicalidad que caracterizó a Leví, pero con la motivación del amor de Mashíaj. Invita a identificar los “becerros de oro” modernos (materialismo, reputación, éxito, etc.) que pueden desviar la devoción a HaShem.

2. Los Tumim y Urim de Leví (Deuteronomio 33:8) representaban la luz y la perfección para discernir la voluntad de HaShem. Si Yeshúa HaMashíaj es el cumplimiento perfecto de los Urim y Tumim, ¿cómo buscamos Su guía y revelación en nuestras vidas? ¿De qué manera la lectura de las Escrituras, la oración y la comunión con el Ruaj HaKodesh nos permiten experimentar Su “luz y perfección” para vivir conforme a la voluntad del Reino hoy?

* Esta pregunta invita a una reflexión sobre la práctica espiritual del creyente. Profundiza en cómo Yeshúa, como la Palabra encarnada y la Luz del mundo, nos ofrece un acceso directo a la sabiduría divina que antes requería mediadores y objetos sagrados. Se busca conectar la bendición levítica con la experiencia de la guía divina personal a través de Yeshúa y el Ruaj HaKodesh, y cómo esta guía se aplica en situaciones concretas.

3. La promesa de la morada de HaShem “entre los hombros” de Benjamín (Deuteronomio 33:12) tipificaba la presencia divina en el Templo. Considerando que en el Reino de Yeshúa HaMashíaj, cada creyente es un templo del Ruaj HaKodesh, ¿cómo esta verdad impacta nuestra identidad, nuestras acciones y nuestra responsabilidad de vivir vidas santas que reflejen la gloria de Mashíaj? ¿Cómo vivimos conscientemente como portadores de la Shejináh en un mundo secular?

* Esta pregunta se centra en la aplicación de la verdad teológica de la morada del Ruaj HaKodesh en el creyente. Anima a la reflexión sobre la identidad en Mashíaj y las implicaciones prácticas de ser un templo viviente. Se espera que el estudiante considere cómo su comportamiento, sus elecciones y su testimonio diario deben ser un reflejo de la santidad y la presencia de Elohím que mora en él, y cómo esto difiere del sacerdocio levítico enfocado en un lugar físico.

12. Resumen de Conexiones Mesiánicas

Esta Aliyá 2 de la Parashá V’Zot HaBerajá, que contiene la bendición de Moshéh a Leví y Benjamín, es un tapiz rico en conexiones con el Reino de los Cielos, revelando que Yeshúa HaMashíaj es el centro inmutable de todas las Escrituras. La lealtad radical de Leví, su rol de enseñanza de la Torah y su servicio sacerdotal con los Urim y Tumim, encuentran su glorioso cumplimiento en Yeshúa: Él es el Sumo Sacerdote perfecto según el orden de Malki-Tzedeq, la encarnación de la Luz y la Verdad de Elohím, quien vivió una vida de obediencia suprema a Su Padre y ofreció el sacrificio único y eterno que nos reconcilia con HaShem. Asimismo, la bendición de Benjamín, con la promesa de la morada divina en su territorio a través del Templo, prefigura la venida de Yeshúa como “Emanu-El”, Elohím con nosotros, y el don del Ruaj HaKodesh que permite a la Shejináh morar en cada creyente, transformándonos en templos vivientes. Así, esta porción de la Torah no solo celebra el pasado, sino que proféticamente revela la obra redentora de Mashíaj y la expansión de Su Reino, donde todos Sus discípulos son llamados a una lealtad, servicio y comunión divinos.

13. Tefiláh (Oración)

Oh, Adonái, Elohím de Avraham, Yitzḥak y Yaakov, te damos gracias por la profunda revelación de Tu Palabra en la Aliyá 2 de V’Zot HaBerajá. Nos maravillamos ante la fidelidad de la tribu de Leví, su celo por Tu Torah y su servicio consagrado, que fueron una sombra gloriosa del sacerdocio perfecto de Yeshúa HaMashíaj. Agradecemos que en Maran Yeshúa tenemos el cumplimiento de los Urim y Tumim, la Luz y la Perfección de Tu voluntad, y que Él es nuestro Gran Sumo Sacerdote que intercede perpetuamente por nosotros. Bendito seas, HaShem, por haber hecho de Yeshúa el “Amado de YHVH”, y por Su Espíritu, el Ruaj HaKodesh, morar no en un solo lugar, sino en los corazones de todos Tus discípulos, haciendo de nosotros templos vivientes de Tu Shejináh. Concédenos, por el poder de Yeshúa, vivir con la misma lealtad radical, la pasión por enseñar Tu verdad y la conciencia de Tu santa presencia, para que nuestro “trabajo de manos” sea aceptable ante Ti y avancemos Tu Reino con poder y gloria. ¡Baruj HaShem, por Yeshúa HaMashíaj, nuestro Rey y Redentor! Amén.

Más Recursos del Reino de Yeshúa HaMashíaj

+Recursos del Ministerio Judío Mesiánico de Biblia Toráh Viviente Para Maestros, Traductores y Estudiantes:

INSTALA TORAH VIVIENTE


https://t.me/menutorahviviente/48

TORA DE ESTUDIO


https://torahviviente.com

PARASHÁ DE LA SEMANA


ORANDO CON LOS TEHILÍM


https://torahviviente.com/orandotehilim

424 PROFECIAS MESIANICAS


https://torahviviente.com/profecias

MAS RECURSOS GRATIS


https://bibliatorahviviente.github.io/recursos

CHATEA CON TORÁH VIVIENTE


en WhatsApp:
https://wa.me/ais/24791720737112363?s=5

ESTUDIOS JUDÍO MESIÁNICOS


t.me/audiotecatoraviviente

MENÚ TORAH VIVIENTE


Messianic Jewish Ministry
t.me/menutorahviviente

TORAH VIVIENTE EN VIVO


t.me/bibliatoraviviente

OFRENDAS


t.me/menutorahviviente/2020

🇮🇱 Am Israel Jai
TODOS LOS IDIOMAS
🇺🇸 🇮🇱 🇨🇳 🇮🇳 🇪🇸 🇫🇷 🇧🇷

Deja un comentario