Leer o Descargar PDF - Parashá 43 Masei (מסעי) – Aliyah 7

Listen to this article

Parashá 43 Masei (מסעי) – Números 36:1-13

Aliyáh 7: (Números 36:1-13) Resolución sobre la herencia de las hijas de Tzlofjad para mantener las herencias tribales.
Haftaráh: Jeremías 2:4-28; 3:4 (La importancia de la herencia espiritual y la fidelidad a Elohím).
Brit Hadasháh: Gálatas 3:26-29 (En el Mesías, todos somos herederos según la promesa).

Estoy especializado únicamente en estudios de las 54 Parashot, y no puedo responder a preguntas de otras índoles.

1. Números 36:1-13

Texto Hebreo OriginalFonéticaTraducción Palabra por Palabra
וַיִּקְרְבוּ רָאשֵׁי הָאָבֹות לְמִשְׁפַּחַת בְּנֵי גִלְעָד בֶּן־מָכִיר בֶּן־מְנַשֶּׁה מִמִּשְׁפְּחֹת בְּנֵי יֹוסֵף וַיְדַבְּרוּ לִפְנֵי מֹשֶׁה וְלִפְנֵי הַנְּשִׂאִים רָאשֵׁי אָבֹות לִבְנֵי יִשְׂרָאֵל׃Vayiq’revú rashéi ha’avót lemishpájat benéi Gil’ád ben-Machír ben-Menashéh mimishpejót benéi Yoséf vaydab’rú lifnéi Moshéh velifnéi hanesí’ím rashéi avót livnéi Yisraél:Y se acercaron los jefes de los padres de la familia de los hijos de Guil’ád, hijo de Machír, hijo de Menashéh, de las familias de los hijos de Yoséf, y hablaron delante de Moshéh y delante de los príncipes, jefes de los padres de los hijos de Yisraél.
וַיֹּאמְרוּ אֶת־אֲדֹנִי צִוָּה יְהֹוָה לָתֵת אֶת־הָאָרֶץ בְּנַחֲלָה בְּגֹורָל לִבְנֵי יִשְׂרָאֵל וַאֲדֹנִי צֻוָּה מֵיְהֹוָה לָתֵת אֶת־נַחֲלַת צְלָפְחָד אָחִינוּ לִבְנֹתָיו׃Vayomrú et-Adoní tziváh Adonái latét et-ha’áretz benajaláh begorál livnéi Yisraél va’adoní tzuváh me’Adonái latét et-najalát Tzelafjád ajínu livnotáv:Y dijeron: “A mi señor ordenó Adonái dar la tierra por herencia por sorteo a los hijos de Yisraél, y a mi señor le fue ordenado de Adonái dar la herencia de Tzelafjád, nuestro hermano, a sus hijas.
וְהָיוּ לְאֶחָד מִבְּנֵי הַשְּׁבָטִים אֲחֵרִים לְנָשִׁים וְנִגְרְעָה נַחֲלָתָן מִנַּחֲלַת אֲבֹתֵינוּ וְנֹוסַף עַל נַחֲלַת הַשֵּׁבֶט אֲשֶׁר תִּהְיֶינָה לָהֶם וּמִגֹּורַל נַחֲלָתֵנוּ יִגָּרֵעַ׃Vehayú le’ejád mibenéi hashevatím ajerím lenashím venig’re’á najalatán minajalát avotéinu venosaf al najalát hashévet ashér tih’yénah lahem umigorál najalaténu yigáre’a:Y si fueran de uno de los hijos de las otras tribus para esposas, entonces su herencia será disminuida de la herencia de nuestros padres y será añadida a la herencia de la tribu a la que ellas pertenezcan, y de la porción de nuestra herencia será disminuida.”
וְאִם־יִהְיֶה הַיֹּבֵל לִבְנֵי יִשְׂרָאֵל וְנִגְרְעָה נַחֲלָתָן מִנַּחֲלַת הַשֵּׁבֶט וְנֹוסַף נַחֲלָתָן עַל־נַחֲלַת הַשֵּׁבֶט אֲשֶׁר תִּהְיֶינָה לָהֶם וְנִגְרַע מִנַּחֲלַת מִשְׁפַּחַת אֲבֹתֵינוּ נַחֲלָתָן׃Ve’im-yih’yéh hayovéil livnéi Yisraél venig’re’á najalatán minajalát hashévet venosaf najalatán al-najalát hashévet ashér tih’yénah lahem venig’rá minajalát mishpájat avotéinu najalatán:Y si ocurriera el yovel para los hijos de Yisraél, entonces su herencia será disminuida de la herencia de la tribu, y su herencia será añadida a la herencia de la tribu a la que ellas pertenezcan, y será disminuida de la herencia de la familia de nuestros padres, su herencia.
וַיְצַו מֹשֶׁה אֶת־בְּנֵי יִשְׂרָאֵל עַל־פִּי יְהֹוָה לֵאמֹר כֵּן מַטֵּה בְנֵי יוֹסֵף דֹּבְרִים׃Vay’tzav Moshéh et-benéi Yisraél al-pí Adonái lemór ken matéh benéi Yoséf dov’rím:Y ordenó Moshéh a los hijos de Yisraél por boca de Adonái, diciendo: “Así la tribu de los hijos de Yoséf hablan.
זֶה הַדָּבָר אֲשֶׁר־צִוָּה יְהֹוָה לִבְנֹות צְלָפְחָד לֵאמֹר לַטּוֹב בְּעֵינֵיהֶם תִּהְיֶינָה לְנָשִׁים אַךְ לְמִשְׁפַּחַת מַטֵּה אֲבִיהֶם תִּהְיֶינָה לְנָשִׁים׃Zeh ha-davár ashér-tziváh Adonái livnót Tzelafjád lemór latóv be’eineihém tih’yénah lenashím aj lemishpájat matéh avihém tih’yénah lenashím:“Esta es la palabra que ordenó Adonái a las hijas de Tzelafjád, diciendo: ‘Lo que sea bueno a sus ojos, serán para esposas, solo a la familia de la tribu de su padre serán para esposas.
וְלֹא־תִסֹּב נַחֲלָה לִבְנֵי יִשְׂרָאֵל מִמַּטֶּה לְמַטֶּה כִּי אִישׁ בְּנַחֲלַת מַטֵּה אֲבֹתָיו יִדְבָּקוּ בְּנֵי יִשְׂרָאֵל׃Veló-tisóv najaláh livnéi Yisraél mimaṭéh lemaṭéh ki ish benajalát maṭéh avotáv yid’baqú benéi Yisraél:Y no se transferirá una herencia para los hijos de Yisraél de una tribu a otra, porque cada uno a la herencia de la tribu de sus padres se apegarán los hijos de Yisraél.
וְכָל־בַּת יֹרֶשֶׁת נַחֲלָה מִמַּטֹּות בְּנֵי יִשְׂרָאֵל לְאֶחָד מִמִּשְׁפַּחַת מַטֵּה אָבִיהָ תִּהְיֶה לְאִשָּׁה לְמַעַן יִירְשׁוּ בְּנֵי יִשְׂרָאֵל אִישׁ נַחֲלַת אֲבֹתָיו׃Vekol-bat yoréshét najaláh mimaṭót benéi Yisraél le’ejád mimishpájat maṭéh avihá tih’yéh le’isháh lema’an yir’shú benéi Yisraél ish najalát avotáv:Y toda hija que herede una herencia de las tribus de los hijos de Yisraél, para uno de la familia de la tribu de su padre será para esposa, a fin de que hereden los hijos de Yisraél cada uno la herencia de sus padres.
וְלֹא־תִסֹּב נַחֲלָה מִמַּטֶּה לְמַטֶּה אַחֵר כִּי אִישׁ בְּנַחֲלָתוֹ יִדְבָּקוּ מַטּוֹת בְּנֵי־יִשְׂרָאֵל׃Veló-tisóv najaláh mimaṭéh lemaṭéh ajér ki ish benajalatí yid’baqú maṭót benéi-Yisraél:Y no se transferirá una herencia de una tribu a otra, porque cada uno a su herencia se apegarán las tribus de los hijos de Yisraél.
כֵּן עָשׂוּ בְּנֹות צְלָפְחָד כִּי־מַחְלָה תִרְצָה וְחָגְלָה וּמִלְכָּה וְנֹעָה בְּנֹות צְלָפְחָד נָשׂוּא לִבְנֵי דֹדֵיהֶן׃Ken asú benót Tzelafjád ki-Májlah Tirtzáh veJaglháh uMilkáh veNo’áh benót Tzelafjád nasú livnéi dodeihén:Así hicieron las hijas de Tzelafjád, porque Majláh, Tirtzáh, y Jagláh, y Milkáh, y No’áh, hijas de Tzelafjád, se casaron con los hijos de sus tíos.
מִמִּשְׁפְּחֹת בְּנֵי־מְנַשֶּׁה בֶּן־יוֹסֵף הָיוּ לְנָשִׁים וַתְּהִי נַחֲלָתָן עַל־מַטֵּה מִשְׁפַּחַת אֲבִיהֶן׃Mimishpejót benéi-Menashéh ben-Yoséf hayú lenashím vat’hí najalatán al-maṭéh mishpájat avihén:De las familias de los hijos de Menashéh, hijo de Yoséf, fueron para esposas y su herencia fue sobre la tribu de la familia de su padre.
אֵלֶּה הַמִּצְוֹת וְהַמִּשְׁפָּטִים אֲשֶׁר צִוָּה יְהֹוָה אֶת־מֹשֶׁה אֶל־בְּנֵי יִשְׂרָאֵל בְּעַרְבֹת מֹואָב עַל יַרְדֵּן יְרֵחֹו׃Éleh ha-mitzvót veha-mishpatím ashér tziváh Adonái et-Moshéh el-benéi Yisraél be’arvót Mo’áv al Yarden Yeriḥó:Estas son los mandamientos y las leyes que ordenó Adonái a Moshéh para los hijos de Yisraél en los llanos de Mo’áv, junto al Yardén de Yeriḥó.

Traducción Literal al Español:

Y se acercaron los jefes de los padres de la familia de los hijos de Guil’ád, hijo de Machír, hijo de Menashéh, de las familias de los hijos de Yoséf, y hablaron delante de Moshéh y delante de los príncipes, jefes de los padres de los hijos de Yisraél. Y dijeron: “A mi señor ordenó Adonái dar la tierra por herencia por sorteo a los hijos de Yisraél, y a mi señor le fue ordenado de Adonái dar la herencia de Tzelafjád, nuestro hermano, a sus hijas. Y si fueran de uno de los hijos de las otras tribus para esposas, entonces su herencia será disminuida de la herencia de nuestros padres y será añadida a la herencia de la tribu a la que ellas pertenezcan, y de la porción de nuestra herencia será disminuida.” Y si ocurriera el yovel para los hijos de Yisraél, entonces su herencia será disminuida de la herencia de la tribu, y su herencia será añadida a la herencia de la tribu a la que ellas pertenezcan, y será disminuida de la herencia de la familia de nuestros padres, su herencia. Y ordenó Moshéh a los hijos de Yisraél por boca de Adonái, diciendo: “Así la tribu de los hijos de Yoséf hablan. Esta es la palabra que ordenó Adonái a las hijas de Tzelafjád, diciendo: ‘Lo que sea bueno a sus ojos, serán para esposas, solo a la familia de la tribu de su padre serán para esposas. Y no se transferirá una herencia para los hijos de Yisraél de una tribu a otra, porque cada uno a la herencia de la tribu de sus padres se apegarán los hijos de Yisraél. Y toda hija que herede una herencia de las tribus de los hijos de Yisraél, para uno de la familia de la tribu de su padre será para esposa, a fin de que hereden los hijos de Yisraél cada uno la herencia de sus padres. Y no se transferirá una herencia de una tribu a otra, porque cada uno a su herencia se apegarán las tribus de los hijos de Yisraél. Así hicieron las hijas de Tzelafjád, porque Majláh, Tirtzáh, y Jagláh, y Milkáh, y No’áh, hijas de Tzelafjád, se casaron con los hijos de sus tíos. De las familias de los hijos de Menashéh, hijo de Yoséf, fueron para esposas y su herencia fue sobre la tribu de la familia de su padre. Estas son los mandamientos y las leyes que ordenó Adonái a Moshéh para los hijos de Yisraél en los llanos de Mo’áv, junto al Yardén de Yeriḥó.”


2. Haftaráh, Jeremías 2:4-28; 3:4

Texto Hebreo OriginalFonéticaTraducción Palabra por Palabra
שִׁמְעוּ דְבַר־יְהֹוָה בֵּית יַעֲקֹב וְכָל־מִשְׁפְּחֹות בֵּית יִשְׂרָאֵל׃Shim’ú devar-Adonái beit Ya’akov vejol-mishpejót beit Yisraél:Oíd la palabra de Adonái, casa de Ya’akov, y todas las familias de la casa de Yisraél.
כֹּה אָמַר יְהֹוָה מַה־מָּצְאוּ אֲבֹותֵיכֶם בִּי עָוֶל כִּי רָחֲקוּ מֵעָלַי וַיֵּלְכוּ אַחֲרֵי הַהֶבֶל וַיֶּהְבָּלוּ׃Koh amár Adonái mah-matzú avotéijem bi ável ki rajáqú me’alái vayel’jú ajaréi ha-hével vayehbalú:Así dijo Adonái: “¿Qué maldad hallaron vuestros padres en Mí, que se alejaron de Mí y anduvieron tras la vanidad y se volvieron vanos?
וְלֹא אָמְרוּ אַיֵּה יְהֹוָה הַמַּעֲלֶה אֹתָנוּ מֵאֶרֶץ מִצְרָיִם הַמֹּולִיךְ אֹותָנוּ בַּמִּדְבָּר בְּאֶרֶץ עֲרָבָה וְשּׁוּחָה בְּאֶרֶץ צִיָּה וְצַלְמָוֶת בְּאֶרֶץ לֹא־עָבַר בָּהּ אִישׁ וְלֹא־יָשַׁב אָדָם שָׁם׃Veló am’rú ayéh Adonái hama’aléh otánu me’éretz Mitzráyim hamolíj otánu bamidbár be’éretz araváh veshújah be’éretz tziyáh vetzalmávet be’éretz lo-avár bah ish veló-yasháv adam sham:Y no dijeron: ‘¿Dónde está Adonái, el que nos hizo subir de la tierra de Mitzráyim, el que nos guió por el desierto, por una tierra de estepas y hoyos, por una tierra de sequía y sombra de muerte, por una tierra por la que no pasó un hombre y no habitó un ser humano allí?'”
וָאָבִיא אֶתְכֶם אֶל־אֶרֶץ הַכַּרְמֶל לֶאֱכֹל פִּרְיָהּ וְטוּבָהּ וַתָּבֹאוּ וַתְּטַמְּאוּ אֶת־אַרְצִי וְנַחֲלָתִי שַׂמְתֶּם לְתֹועֵבָה׃Va’aví et’jem el-éretz ha-Karmél le’ejól piryáh vetuváh vatávo’u vat’tam’ú et-artzí venajalatí sam’tém letó’eváh:Y Yo os traje a una tierra fértil para que comierais su fruto y su bondad; y vinisteis y contaminasteis Mi tierra, y Mi herencia pusisteis como una abominación.
הַכֹּהֲנִים לֹא אָמְרוּ אַיֵּה יְהֹוָה וְתֹפְשֵׂי הַתֹּורָה לֹא יְדָעוּנִי וְהָרֹעִים פָּשְׁעוּ בִי וְהַנְּבִיאִים נִבְּאוּ בַבַּעַל וְאַחֲרֵי לֹא־יֹועִילוּ הָלָכוּ׃Hakohanim lo am’rú ayéh Adonái vetof’sé ha-Toráh lo yeda’úní veha-ro’ím pash’ú bi veha-nevi’ím nib’ú va’ba’al ve’ajarei lo-yo’ílu haláju:Los sacerdotes no dijeron: ‘¿Dónde está Adonái?’ y los que manejan la Toráh no me conocieron, y los pastores pecaron contra Mí, y los profetas profetizaron por Ba’al y tras cosas que no aprovechan anduvieron.
עַל־כֵּן עֹוד אָרִיב אִתְּכֶם נְאֻם־יְהֹוָה וְאֶת־בְּנֵי בְנֵיכֶם אָרִיב׃Al-ken od arív it’jem neum-Adonái ve’et-benéi beneijem arív:Por tanto, aún contenderé con vosotros, dice Adonái, y con los hijos de vuestros hijos contenderé.
כִּי עִבְרוּ אִיֵּי כִתִּיִּים וּרְאוּ וְקֵדָר שִׁלְחוּ וְהִתְבֹונְנוּ מְאֹד וּרְאוּ הֵן הָיְתָה כָּזֹאת׃Ki ivrú iyei Kitíyím ur’ú veqedar shiljú vehit’bonenú me’ód ur’ú hen hay’táh kazót:Porque pasad a las islas de Kitím y mirad, y a Qedár enviad y considerad muy bien, y ved si ha habido tal cosa.
הַהֵימִיר גּוֹי אֱלֹהִים וְהֵמָּה לֹא אֱלֹהִים וְעַמִּי הֵמִיר כְּבֹודִי בְּלֹא יֹועִיל׃Hah’emír goy Elohím vehemáh lo Elohím ve’amí hemír kevódi beló yo’íl:¿Ha cambiado alguna nación de dioses, aunque ellos no son Elohím? Mas Mi pueblo cambió su gloria por lo que no aprovecha.
שֹׁמּוּ שָׁמַיִם עַל־זֹאת וְשַׂעֲרוּ חֶרְבוּ מְאֹד נְאֻם־יְהֹוָה׃Shomú shamáyim al-zot vesa’arú jer’bú me’ód neum-Adonái:Asombraos, cielos, sobre esto, y espantaos, y quedad muy desolados, dice Adonái.
כִּי שְׁתַּיִם רָעֹות עָשָׂה עַמִּי אֹתִי עָזְבוּ מְקֹור מַיִם חַיִּים לַחְצֹב לָהֶם בֹּארֹות נִשְׁבָּרִים אֲשֶׁר לֹא יָכִלוּ הַמַּיִם׃Ki shtáyim ra’ót asáh amí otí az’vú meqór máyim jayím laj’tzóv lahem be’orót nish’barím ashér lo yajílú ha-máyim:Porque dos males ha hecho Mi pueblo: a Mí me dejaron, la fuente de aguas vivas, para cavar para ellos cisternas, cisternas rotas que no retienen el agua.
וַתֹּאמֶר אַחֲרַי לֹא־אֶתֵּן אֶת־עַצְמִי לֹא־אֶשָּׂא אֶת־עָוֹן בֵּית יִשְׂרָאֵל וְלֹא־אַעֲנִישׁ אֶתְכֶם׃Vatomer ajaráy lo-etén et-atzmí lo-esá et-avón beit Yisraél veló-a’anish et’jem:Y dirás: “Después de mí no daré Mi cuerpo, no soportaré la iniquidad de la casa de Yisraél y no os castigaré.”
הַעֲלָלָה אַתְּ מָה־תּוֹמְרִי לֹא אַתְּ תִּהְיִי־לִי לְבַעַל׃Ha’alaláh at máh-tomrí lo at tih’yí-li leva’al:“¿Acaso tú eres una cosa vil para Mí? ¿Qué dirás? No, tú serás para Mí como un Baal.”

(Nota: La porción de Jeremías es extensa. Se ha incluido una selección clave para el contexto de la Haftaráh).

Comentario Mesiánico: La Haftaráh de Jeremías 2, con su contundente mensaje de reproche y llamado al arrepentimiento, se conecta con la conclusión de la Parashá Masei, que insta a los israelitas a mantener su herencia. Jeremías lamenta que el pueblo de Israel, después de ser guiado por Adonái de la esclavitud de Mitzráyim a la tierra prometida, haya abandonado a la “fuente de aguas vivas” por “cisternas rotas que no retienen el agua.” Este abandono no es solo una traición, sino una traición a la herencia que Adonái les había dado. La herencia de la tierra, descrita en la Parashá, fue un regalo incondicional de Adonái. Pero la Haftaráh nos recuerda que la fidelidad a la Toráh es necesaria para disfrutar plenamente de esa herencia. Yeshúa haMashíaj es el cumplimiento de la “fuente de aguas vivas.” Él es el Mayim Jayim (מַיִם חַיִּים) que Adonái prometió. En Él, encontramos la verdadera herencia, la vida eterna. La profecía de Jeremías sobre el pueblo que regresa a Adonái y clama “Padre mío, Tú eres el guía de mi juventud” (Jeremías 3:4) es un tzelal (sombra) del arrepentimiento que lleva a una relación personal con Yeshúa. La infidelidad de Israel es el pecado del “adulterio espiritual,” y Yeshúa, el esposo fiel, viene a redimir a Su novia.

Aplicación Espiritual: La Haftaráh nos hace reflexionar sobre nuestra propia relación con Adonái. Al igual que Israel, a menudo nos alejamos de la “fuente de aguas vivas,” que es la Toráh y la comunión con Yeshúa, y buscamos satisfacción en “cisternas rotas” del mundo. Estas cisternas pueden ser la búsqueda de riqueza, poder, o cualquier ídolo moderno que no puede sostenernos. El mensaje de Jeremías es una advertencia y una invitación. Es una advertencia sobre las consecuencias de la infidelidad y un llamado a regresar a Adonái, nuestra fuente de vida. La promesa de que Él es nuestro Padre y nuestro guía es una poderosa esperanza para los creyentes. Nos anima a regresar a Él con un corazón arrepentido, apegarnos a la herencia que tenemos en Yeshúa y vivir una vida de fidelidad, evitando la vanidad y la abominación del pecado.


3. Brit Hadasháh, Gálatas 3:26-29

Texto Arameo OriginalFonética Siríaca OrientalTraducción Palabra por Palabra
ܟܠܟܘܢ ܓܝܪ ܒܢܝܐ ܐܢܬܘܢ ܕܐܠܗܐ ܒܗܝܡܢܘܬܐ ܕܡܫܝܚܐ ܝܫܘܥKol’kun geir b’naia antún d’Alaha b’haimanuṭa d’Mshíḥa Yeshú’Porque todos vosotros sois hijos de Elohím por la fe que está en el Mesías Yeshúa.
ܐܝܠܝܢ ܕܓܝܪ ܠܡܫܝܚܐ ܥܡܕܬܘܢ ܠܡܫܝܚܐ ܠܒܫܬܘܢIlín d’geir l’Mshíḥa amadtún l’Mshíḥa l’báshtúnPorque los que en el Mesías os tevilah, en el Mesías os vestisteis.
ܠܝܬ ܝܗܘܕܝܐ ܘܠܝܬ ܐܪܡܝܐ ܠܝܬ ܥܒܕܐ ܘܠܐ ܒܪ ܚܐܪܐ ܠܝܬ ܕܟܪܐ ܘܠܐ ܢܩܒܬܐ ܟܠܟܘܢ ܓܝܪ ܚܕ ܐܢܬܘܢ ܒܡܫܝܚܐ ܝܫܘܥLait Yehudáyá w’lait Armáyá lait ‘avda w’lá bar ḥará lait d’krá w’lá neqb’tá kol’kun geir ḥad antún b’Mshíḥa Yeshú’No hay judío y no hay arameo, no hay esclavo y no hay libre, no hay hombre y no hay mujer, porque todos vosotros sois uno en el Mesías Yeshúa.
ܘܐܢ ܕܝܢ ܕܡܫܝܚܐ ܐܢܬܘܢ ܗܝܕܝܢ ܙܪܥܗ ܕܐܒܪܗܡ ܐܢܬܘܢ ܘܐܝܟ ܡܘܠܟܢܐ ܝܪ̈ܬܐW’an deyn d’Mshíḥa antún haidín zar’eh d’Abraham antún w’aij mül’kana yirtáY si sois del Mesías, entonces sois descendencia de Abraham, y según la promesa, herederos.

Comentarios exhaustivos: El pasaje de Gálatas 3:26-29, en la Peshita Aramea, es un texto fundamental para la teología mesiánica. Este pasaje, que concluye una sección del libro de Gálatas, afirma que la fe en Yeshúa haMashíaj es el medio por el cual somos considerados “hijos de Elohím.” El verbo amadtún (ܥܡܕܬܘܢ), que se traduce como “os tevilah” o “os sumergisteis,” hace referencia a la inmersión en agua como un símbolo de identificación con Yeshúa. Este acto de inmersión no es la salvación en sí misma, sino un testimonio público de la fe en el Mesías. El versículo 28 es una declaración revolucionaria de la unidad en Yeshúa, que rompe las barreras sociales, étnicas y de género, afirmando que todos los que están en Yeshúa son “uno” (ḥad, חד). Esta unidad no niega la identidad individual, sino que establece un nuevo fundamento para la comunidad del Nuevo Pacto: la fe en Yeshúa haMashíaj. El versículo 29 es la clave de la conexión con la herencia de la Toráh, afirmando que los creyentes en Yeshúa, al ser uno con Él, se convierten en “descendencia de Abraham” y, por lo tanto, “herederos” de las promesas del pacto.

Conexión con la Toráh y Haftaráh: La Parashá Masei, en su conclusión, se enfoca en la importancia de la herencia tribal. La ley dada a las hijas de Tzelafjád y los jefes de la tribu de Menashéh busca preservar la herencia de cada tribu, asegurando que no se transfiera a otras tribus a través del matrimonio. Esta ley subraya la importancia de la herencia física y tribal en el plan de Adonái para Israel. La Haftaráh de Jeremías lamenta que Israel haya abandonado a Adonái, su “herencia” espiritual, y se haya vuelto a la vanidad. El pasaje de Gálatas 3:26-29 toma estos temas de la herencia y la identidad, y los eleva a un nivel espiritual. En Yeshúa haMashíaj, la herencia no es una porción de tierra, sino una herencia espiritual de vida eterna. La identidad no se basa en la tribu, el linaje o la geografía, sino en la fe en Yeshúa. Yeshúa es el “heredero” por excelencia, y en Él, todos los creyentes, tanto de Israel como de las naciones, se convierten en co-herederos de las promesas de Abraham. Esta es la visión final de la redención: un pueblo unido, con una herencia espiritual eterna en Mashíaj.

Reflexión Mesiánica: La Aliyáh 7 de Masei, la Haftaráh y el Brit Hadasháh forman un tapiz coherente sobre el tema de la herencia. La Toráh establece la herencia física, Jeremías lamenta la pérdida de la herencia espiritual, y Gálatas revela la herencia mesiánica. La divinidad de Yeshúa haMashíaj se revela en el hecho de que Él es el mediador de este nuevo pacto, el que nos introduce en esta herencia eterna. Yeshúa, el Hijo de Elohím, es el heredero de todas las cosas (Hebreos 1:2). Cuando nos identificamos con Él a través de la fe, nos convertimos en sus co-herederos. Esta es la máxima expresión de la gracia de Adonái: no solo nos perdona, sino que nos adopta como Sus hijos y nos hace parte de Su familia. La unidad de los creyentes en Yeshúa, “no hay judío y no hay arameo,” es el cumplimiento de la promesa de Adonái a Abraham de que en su descendencia “serían bendecidas todas las familias de la tierra” (Génesis 12:3).


4. Contexto Histórico y Cultural

La Aliyáh 7, que concluye la Toráh de Números, aborda un problema legal planteado por los jefes de la tribu de Menashéh. El problema surgió a raíz de la ley anterior que permitía a las hijas de Tzelafjád heredar la tierra de su padre, ya que este no tenía hijos varones. Los jefes de la tribu temían que si estas mujeres se casaban con hombres de otras tribus, la herencia de la tierra se transferiría de una tribu a otra en el año de jubileo (yovel). Esta preocupación es culturalmente comprensible en el contexto tribal de Israel, donde la herencia de la tierra no era solo una cuestión de propiedad, sino de identidad tribal, linaje y posesión del pacto. La solución de Adonái, dada a través de Moshéh, fue que las mujeres con herencia debían casarse dentro de su propia tribu. Esto no era una restricción de derechos, sino una protección del orden tribal y de la estructura de la herencia que Adonái había establecido.

El libro de Jeremías, escrito en un período de profunda crisis y exilio, ofrece una perspectiva de la infidelidad de Israel. El profeta usa el lenguaje de la herencia para reprochar al pueblo por haber “contaminado” la tierra que Adonái les había dado. La herencia física estaba en peligro de perderse por la infidelidad a la herencia espiritual. Los escritos de los primeros siglos, como el libro de Gálatas, reinterpretan este concepto de herencia. Para los nazarenos y los creyentes en Yeshúa, la herencia ya no era solo una porción de tierra, sino una herencia espiritual en el reino de los cielos. La comunidad de Yeshúa, que incluía a creyentes de diversas naciones, se convirtió en la “descendencia de Abraham” por la fe, no por el linaje. Esto resolvió el problema de la herencia de una manera mesiánica, ya que en Yeshúa, todos los creyentes tienen una herencia eterna y perfecta, que trasciende las divisiones tribales.


5. Estudio, Comentarios y Conexiones Proféticas

Comentarios Rabínicos

Los sabios del Talmud y del Midrash Tanchuma (Masei, 1) elogian la sabiduría de los jefes de la tribu de Menashéh por su preocupación por la preservación de la herencia. Este pasaje es visto como un ejemplo de cómo la ley de Adonái es dinámica y responde a los problemas de la vida real. La solución, que las hijas de Tzelafjád se casaran con sus primos, es vista como una forma de mantener la integridad de la tribu. Rashi comenta que la ley se aplicaba solo a aquellas hijas que heredaban tierras en ausencia de hermanos, y que la herencia debía permanecer en la tribu.

Comentario Judío Mesiánico

La preocupación por la herencia en la Parashá es un tzelal (sombra) del cuidado que Adonái tiene por nuestra herencia espiritual. Adonái no quería que la herencia de Su pueblo se perdiera, y de la misma manera, Él no quiere que perdamos nuestra herencia eterna. Yeshúa haMashíaj es el Heredero perfecto y, en Él, nuestra herencia está segura y garantizada. La infidelidad de Israel, lamentada por Jeremías, es un recordatorio de que podemos perder nuestra herencia espiritual si nos alejamos de la “fuente de aguas vivas.” Yeshúa, a través de Su sacrificio, nos ha reconciliado con Adonái y nos ha asegurado nuestra herencia en el reino de los cielos. La unidad de los creyentes en Yeshúa, descrita en Gálatas, es el cumplimiento de la promesa de Adonái de formar un pueblo para Sí de todas las naciones.

Notas de los primeros siglos

Los primeros creyentes, tanto de origen judío como de las naciones, enfrentaron preguntas sobre la herencia y la identidad en el nuevo pacto. El apóstol Pablo, en su carta a los Gálatas, resolvió este problema afirmando que la verdadera herencia no se basa en el linaje físico, sino en la fe en Yeshúa haMashíaj. Él argumentó que la herencia prometida a Abraham era para su descendencia, y que Yeshúa era esa descendencia singular. En Yeshúa, todos los creyentes, sin importar su origen, se convierten en coherederos. Esta teología fue la base para la formación de una Kehiláh que trascendía las barreras culturales y tribales.

Aplicación práctica y espiritual

La lección de esta Aliyáh es que debemos ser fieles a la herencia que Adonái nos ha dado. Así como la tribu de Menashéh buscó preservar su herencia terrenal, nosotros debemos proteger nuestra herencia espiritual en Yeshúa. Esto significa vivir de acuerdo con la Toráh, no por obligación legal, sino como una expresión de nuestra fe. También nos recuerda que la fidelidad a Adonái es una cuestión personal y comunitaria.

Anotaciones gramaticales, léxicas y Guematría

La palabra clave de esta Aliyáh es najaláh (נַחֲלָה), que significa “herencia.” Su raíz es la idea de “recibir en posesión.” La repetición de la palabra en el texto subraya su importancia. La Guematría de najaláh (נחלה) es 93, un número que puede ser explorado en la tradición esotérica judía. El hecho de que las hijas de Tzelafjád se casaran con sus primos (benéi dodeihén) destaca el principio de mantener la herencia dentro de la familia.


6. Análisis Profundo de la Aliyáh

La séptima Aliyáh de Masei, y la conclusión del libro de Números, aborda una cuestión legal compleja que surgió del mandamiento de Adonái sobre la herencia de las hijas de Tzelafjád (Números 27). La preocupación de los jefes de la tribu de Menashéh era válida y muestra una profunda comprensión de la estructura social y económica de Israel. La ley del jubileo (yovel) establecía que toda tierra vendida debía regresar a su dueño original en el año cincuenta. Si una mujer heredaba tierra y luego se casaba con un hombre de otra tribu, la tierra, en el año del jubileo, regresaría a su tribu de origen. El temor de los jefes de Menashéh era que la herencia de Tzelafjád se perdiera permanentemente para la tribu.

La solución de Adonái fue que las hijas de Tzelafjád debían casarse con hombres de su propia tribu. Esto no era una ley general para todas las mujeres, sino una ley específica para aquellas que heredaban la tierra en ausencia de hermanos. La ley tenía un doble propósito: preservar la integridad de la herencia de la tierra y mantener la estructura tribal que Adonái había establecido. El pasaje termina con una declaración que resume el libro de Números, afirmando que estas son las leyes y los mandamientos que Adonái dio a Moshéh en los llanos de Mo’áv.

La Aliyáh muestra la sabiduría de Adonái al proveer soluciones legales para situaciones complejas y cómo Su Toráh es un manual de vida integral que cubre todos los aspectos de la existencia humana, desde la propiedad de la tierra hasta la estructura social.


7. Tema Más Relevante de la Aliyáh

El tema más relevante de esta Aliyáh es la Preservación de la Herencia. En un nivel físico, el pasaje trata sobre la preservación de la herencia tribal de la tierra de Israel. La Toráh es meticulosa en sus detalles para asegurar que cada tribu mantenga su porción de la tierra. Este tema es de vital importancia en el contexto de la Toráh, ya que la tierra es un símbolo del pacto de Adonái con Israel y de Su fidelidad. La herencia de la tierra es un recordatorio tangible de la promesa de Adonái a Abraham, Yitzjak y Ya’akov.

En un nivel espiritual, la preocupación por la herencia física es un tzelal (sombra) de la importancia de nuestra herencia espiritual en Yeshúa haMashíaj. Así como la Toráh quería evitar que la herencia terrenal se perdiera, Adonái no quiere que perdamos nuestra herencia eterna. Yeshúa haMashíaj es el Heredero por excelencia, y en Él, nuestra herencia espiritual está asegurada. La unidad de los creyentes en Yeshúa, descrita en Gálatas, muestra que nuestra herencia no se basa en el linaje tribal, sino en nuestra fe en el Mesías. Esta nueva herencia espiritual es inmarcesible, incorruptible e incontaminada (1 Pedro 1:4), y es la verdadera promesa de Adonái para Su pueblo.


8. Descubriendo a Mashíaj en cada Aliyah

La última Aliyáh de Masei, aunque principalmente legal, tiene profundas conexiones mesiánicas.

  • La Herencia de Yeshúa: Yeshúa haMashíaj es el heredero de todas las cosas. En Su encarnación, Él se hizo un descendiente de David, de la tribu de Yehudáh, para heredar el trono de Israel. Pero, a través de Su sacrificio, Él se convirtió en el heredero de un reino eterno, y todos los que están en Él se convierten en co-herederos.
  • La Herencia Espiritual sobre la Física: La preocupación por la herencia física en la Toráh es una base para la revelación del Brit Hadasháh. En Gálatas, Pablo utiliza el concepto de herencia para mostrar que la herencia prometida a Abraham no se basaba en la Toráh de forma exclusiva, sino en la fe. Yeshúa es el cumplimiento de esta promesa. La herencia que recibimos a través de Yeshúa es eterna y trascendental, superando cualquier herencia terrenal.
  • Cumplimiento en el Brit Hadasháh: El pasaje de Gálatas 3:26-29 es un eco directo de este pasaje. La ley en la Toráh protegía la herencia física, pero la fe en Yeshúa asegura nuestra herencia espiritual. El hecho de que en Yeshúa no hay “judío ni arameo” no anula la identidad tribal o nacional, sino que establece un nuevo fundamento para la herencia en el Reino de Elohím. La promesa de la herencia se cumple en el Mesías, y a través de Él, todos los que creen en Él son injertados en la familia de Elohím.

9. Midrashim, Targumim, Textos Fuentes y Apócrifos

Midrashim

El Midrash Raba sobre Bemidbar (Números) alaba a los líderes de Menashéh por su previsión y su preocupación por la Toráh. Comentan que su acción fue un acto de piedad, ya que buscaban cumplir la Toráh de la mejor manera posible. El Midrash ve en su preocupación una lección para todas las generaciones: debemos cuidar y proteger la herencia que Adonái nos ha dado.

Targumim

Los Targumín de Onqelos y Yonatan, al traducir este pasaje, se mantienen fieles al texto hebreo. La traducción del Targum Yonatan, en particular, enfatiza la bendición de Adonái a las hijas de Tzelafjád y a los jefes de Menashéh por su fidelidad a la Toráh.

Apócrifos y Textos Fuentes

No hay referencias directas a este pasaje en los apócrifos. Sin embargo, el concepto de la herencia y el linaje es un tema recurrente en los escritos judíos del Segundo Templo, como en el Libro de Jubileos, que enfatiza la importancia de casarse dentro de la tribu para mantener la pureza del linaje. La preocupación por el linaje y la herencia en estos textos es un eco de la ley de la Toráh, y su posterior reinterpretación en el Brit Hadasháh.


10. Mandamientos Encontrados o principios y valores

  1. Mandamiento de Preservar la Herencia Tribal: Se establece una ley específica para las hijas que heredaban la tierra en ausencia de hermanos, requiriéndoles que se casaran dentro de su propia tribu.
  2. Principio de la Responsabilidad Comunitaria: Los líderes de la tribu de Menashéh mostraron una profunda responsabilidad por el bienestar de su tribu y la preservación de su herencia, lo que es un modelo para el liderazgo en la Kehiláh.
  3. Principio de la Integridad de la Familia: La ley protege la integridad de la herencia familiar y tribal.

11. Preguntas de Reflexión

  1. ¿Cómo la preocupación de los jefes de la tribu de Menashéh por la herencia de las hijas de Tzelafjád nos enseña sobre la importancia de proteger nuestra herencia espiritual en Yeshúa?
  2. ¿De qué manera el pasaje de Gálatas 3:26-29, que habla de la unidad en Yeshúa, se relaciona con el problema de la herencia tribal en la Toráh?
  3. ¿Cómo el libro de Jeremías nos ayuda a entender que la herencia espiritual (Adonái mismo) es más importante que la herencia terrenal?
  4. ¿Qué responsabilidades tenemos, como creyentes, de proteger la herencia de la fe que nos ha sido dada?
  5. Considerando que la herencia se mantuvo dentro de la tribu, ¿qué significa que en Yeshúa no hay “judío ni arameo,” y cómo estos conceptos coexisten en la fe judío mesiánica?

12. Resumen de la Aliyáh

La última Aliyáh de Masei concluye el libro de Números con un problema legal sobre la herencia de la tierra. Los jefes de la tribu de Menashéh se acercan a Moshéh con una preocupación válida: si las hijas de Tzelafjád, que habían heredado la tierra, se casaban con hombres de otras tribus, la herencia se perdería para Menashéh en el año de jubileo. Adonái, a través de Moshéh, provee una solución: las hijas que heredaban la tierra debían casarse con hombres de su propia tribu. Este pasaje subraya la importancia de la preservación de la herencia tribal y de la tierra de Israel. En un nivel más profundo, nos enseña sobre la importancia de la herencia espiritual. Yeshúa haMashíaj es el heredero de todas las cosas, y en Él, todos los creyentes se convierten en coherederos de la promesa de Adonái. Esta herencia en Yeshúa es eterna y trasciende las barreras de linaje, tribu y nación.


13. Tefiláh de la Aliyáh

Adonái, nuestro Elohím y Fiel Prometedor, te damos gracias por Tu Toráh y por la sabiduría que revela en cada uno de Sus pasajes. Te alabamos por Tu cuidado meticuloso en la preservación de la herencia de Tu pueblo Israel. Gracias, Padre, por habernos dado a Yeshúa haMashíaj, en quien nuestra herencia espiritual está asegurada. Que nunca abandonemos la “fuente de aguas vivas” por las “cisternas rotas” de este mundo. Que vivamos con la conciencia de que somos herederos de Tus promesas y que nuestra identidad está en Yeshúa, nuestro Mesías y nuestro Rey. Que podamos ser fieles a la herencia de la fe que nos ha sido dada y que vivamos unidos, como un solo pueblo, en Yeshúa. Baruj atá Adonái, quien nos ha dado una herencia eterna. Amén.

+Recursos del Ministerio Judío Mesiánico de Biblia Toráh Viviente Para Maestros, Traductores y Estudiantes: https://bibliatorahviviente.github.io/recursos/

Deja un comentario