Leer o Descargar PDF - Parashá 48 Shoftim – שֹׁפְטִים – Aliyá 5

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Aliyáh 5: (Deuteronomio 18:14-19:13) La responsabilidad de escuchar al profeta enviado por Elohím y las ciudades de refugio para el homicidio involuntario.
Haftaráh: Jeremías 1:1-19 (El llamado de Jeremías como profeta).
Brit Hadasháh: Hebreos 1:1-2 (Elohím ha hablado por medio de Su Hijo).

¡Shalom u’Vrajah! La gracia y la verdad de Adonái nuestro Elohím sean sobre vosotros, estudiantes del Reino de Yeshúa HaMashíaj. Con profundo respeto y diligencia, abordamos la Aliyá 5 de la Parashá Shoftim, una sección de la bendita Torah que ilumina los fundamentos de la justicia divina en la sociedad del pacto. Que el Ruaj HaKodesh nos guíe en este estudio interdisciplinario.

Tema: Leyes sobre los testigos

1. Texto Hebreo Interlineal

Pasaje: Deuteronomio 19:15-20:9

Texto Hebreo OriginalFonética TiberianaTraducción Palabra por PalabraTraducción Literal del Verso
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לֹא-יָקוּם עֵד אֶחָדLo-ya-qum ed e-ḥadNo se levantará un testigo unoNo se establecerá un cargo con un solo testigo
בְּאִישׁ לְכָל-עָוֹןBe-iš le-jol-a-voncontra un hombre por toda iniquidadcontra un hombre por cualquier iniquidad,
וּלְכָל-חַטָּאתU-le-jol-ḥaṭ-ṭaty por todo pecadoo por cualquier pecado,
בְּכָל-חֵטְא אֲשֶׁר יֶחֱטָאBe-jol-ḥeṭ a-šer ye-ḥe-ṭaen todo error que pecare;en cualquier falta que haya cometido.
עַל-פִּי שְׁנַיִם עֵדִיםAl-pi šena-yim e-dimpor boca de dos testigosPor boca de dos testigos,
אוֹ עַל-פִּי שְׁלֹשָׁה עֵדִיםO al-pi šelo-šah e-dimo por boca de tres testigoso por boca de tres testigos,
יָקוּם דָּבָרYa-qum da-varse establecerá un asunto.se establecerá un asunto.
אִישׁ רָשָׁע עֵד חָמָסIš ra-ša ed ḥa-masUn hombre perverso un testigo de violenciaSi un testigo perverso se levanta
יָקוּם בּוֹ לַעֲנוֹתYa-qum bo la-a-notse levantare en él para testificarcontra alguien para acusarlo
סָרָהSa-rahuna rebelión.de rebelión,
וְעָמְדוּ שְׁנֵי הָאֲנָשִׁיםVe-a-med-u šene ha-ana-šimy se mantendrán los dos hombresentonces los dos hombres
אֲשֶׁר לָהֶם הָרִיבA-šer la-hem ha-rivaquellos a quienes el pleitoquienes tienen el pleito
לִפְנֵי יְהוָה לִפְנֵיLif-ne Adonái lif-nedelante de Adonái, delante dese presentarán delante de Adonái, delante de
הַכֹּהֲנִים וְהַשֹּׁפְטִיםHa-ko-ha-nim ve-ha-šof-ṭimlos sacerdotes y los jueceslos sacerdotes y los jueces
אֲשֶׁר יִהְיוּ בַּיָּמִים הָהֵםA-šer yih-yú ba-ya-mim ha-hemque fueren en los días aquellos.que haya en aquellos días.
וְדָרְשׁוּ הַשֹּׁפְטִים הֵיטֵבVe-dar-šú ha-šof-ṭim he-ṭevY buscarán los jueces diligentemente,Y los jueces investigarán diligentemente;
וְהִנֵּה עֵד שֶׁקֶר הָעֵדVe-hin-ne ed še-qer ha-edy he aquí un testigo de falsedad el testigoy si el testigo es un testigo falso,
שֶׁקֶר עָנָה בְאָחִיוŠe-qer a-nah be-a-ḥivfalsamente ha testificado contra su hermano,y ha testificado falsamente contra su hermano,
וַעֲשִׂיתֶם לוֹ כַּאֲשֶׁרVa-a-si-tem lo ka-a-šery haréis a él comoentonces le haréis a él
זָמַם לַעֲשׂוֹת לְאָחִיוZa-mam la-a-sot le-a-ḥivtramó hacer a su hermano;como él tramó hacer a su hermano.
וּבִעַרְתָּ הָרָע מִקִּרְבֶּךָU-vi-ar-ta ha-ra mi-qir-be-qaY quemarás el mal de en medio de ti.Así extirparás el mal de en medio de ti.
וְהַנִּשְׁאָרִים יִשְׁמְעוּ וְיִרָאוּVe-ha-niš-a-rim yiše-me-ú ve-yi-ra-úY los restantes oirán y temerán,Y los que queden oirán y temerán,
וְלֹא יֹסִפוּ לַעֲשׂוֹתVe-lo yo-si-fu la-a-soty no añadirán a hacery no volverán a cometer
עוֹד כַּדָּבָר הָרָע הַזֶּהOd ka-da-var ha-ra ha-zehmás como la cosa la mala estauna cosa mala como esta en medio de ti.
בְּקִרְבֶּךָBe-qir-be-qaen medio de ti.
לֹא-תָחוֹס עֵינְךָLo-ta-ḥos ey-ne-qaNo perdonará tu ojo;Tu ojo no perdonará:
נֶפֶשׁ בְּנֶפֶשׁ עַיִן בְּעַיִןNe-feš be-ne-feš a-yin be-a-yinvida por vida, ojo por ojo,vida por vida, ojo por ojo,
שֵׁן בְּשֵׁן יָד בְּיָד רֶגֶל בְּרָגֶלŠen be-šen yad be-yad re-gel be-ra-geldiente por diente, mano por mano, pie por pie.diente por diente, mano por mano, pie por pie.
כִּי-תֵצֵא לַמִּלְחָמָהKi-te-ṣe la-mil-ḥa-mahCuando salieres a la guerraCuando salgas a la guerra
עַל-אֹיְבֶיךָ וְרָאִיתָAl-oy-ve-qa ve-ra-i-tacontra tus enemigos y vierescontra tus enemigos, y vieres
סוּס וָרֶכֶב עַם רַבSus va-re-qev am ravcaballo y carro un pueblo muchocaballos y carros, un pueblo más numeroso
מִמְּךָ לֹא תִירָא מֵהֶםMi-me-qa lo ti-ra me-hemque tú, no temerás de ellos,que tú, no les temas,
כִּי-יְהוָה אֱלֹהֶיךָ עִמָּךְKi-Adonái Elo-he-qa im-ma-qporque Adonái tu Elohím contigo,porque Adonái tu Elohím está contigo,
הַמַּעַלְךָ מֵאֶרֶץ מִצְרָיִםHa-ma-al-qa me-e-reṣ Miṣ-ra-yimel que te subió de tierra de Mitzrayim.el que te sacó de la tierra de Mitzrayim.
וְהָיָה כְּקָרָבְכֶם אֶל-הַמִּלְחָמָהVe-ha-yah ke-qa-rav-qem el-ha-mil-ḥa-mahY será cuando os acercareis a la guerra,Y será que, cuando os acerquéis para la batalla,
וְנִגַּשׁ הַכֹּהֵן וְדִבֶּרVe-ni-gaš ha-ko-hen ve-di-bery se acercará el sacerdote y hablaráel sacerdote se acercará y hablará
אֶל-הָעָםEl-ha-amal pueblo.al pueblo.
וְאָמַר אֲלֵהֶם שְׁמַע יִשְׂרָאֵלVe-a-mar ale-hem še-ma Yiś-ra-elY dirá a ellos: Escucha Yisra’el,Y les dirá: Oye, Yisra’el,
אַתֶּם קְרֵבִים הַיּוֹםA-tem qere-vim ha-yomvosotros os acercáis hoyvosotros os acercáis hoy
לַמִּלְחָמָה עַל-אֹיְבֵיכֶםLa-mil-ḥa-mah al-oy-ve-qema la guerra contra vuestros enemigos;para la batalla contra vuestros enemigos.
אַל-יֵרַךְ לְבַבְכֶםAl-ye-raq le-vav-qemNo se ablande vuestro corazón,No desfallezca vuestro corazón,
אַל-תִּירְאוּ וְאַל-תַּחְפְּזוּAl-ti-ra-ú ve-al-taḥ-pe-zuno temáis y no os apresuréisno temáis, no os apresuréis,
וְאַל-תַּעַרְצוּ מִפְּנֵיהֶםVe-al-ta-ar-ṣu mi-pe-ne-hemy no os espantéis delante de ellos,y no os amedrentéis delante de ellos,
כִּי יְהוָה אֱלֹהֵיכֶםKi Adonái Elo-he-qemporque Adonái vuestro Elohímporque Adonái vuestro Elohím
הַהֹלֵךְ עִמָּכֶם לְהִלָּחֵםHa-ho-leq im-ma-qem le-hil-la-ḥemel que va con vosotros para peleares el que va con vosotros, para pelear
לָכֶם עִם-אֹיְבֵיכֶםLa-qem im-oy-ve-qempor vosotros con vuestros enemigospor vosotros contra vuestros enemigos
לְהוֹשִׁיעַ אֶתְכֶםLe-ho-ši-a et-qempara salvaros.para salvaros.
וְדִבְּרוּ הַשֹּׁטְרִים אֶל-הָעָםVe-dib-berú ha-šot-rim el-ha-amY hablarán los oficiales al puebloY los oficiales hablarán al pueblo,
לֵאמֹר מִי-הָאִישׁ אֲשֶׁרLe-mor mi-ha-iš a-šerdiciendo: ¿Quién es el hombre quediciendo: ¿Quién es el hombre que
בָּנָה בַיִת חָדָשׁ וְלֹאBa-nah ba-yit ḥa-daš ve-loedificó una casa nueva y noha edificado una casa nueva y no la ha
חֲנָכוֹ יֵלֵךְ וְיָשֹׁב לְבֵיתוֹḤa-na-qov ye-leq ve-ya-šov le-ve-toinauguró? Irá y volverá a su casa,estrenado? Vaya y regrese a su casa,
פֶּן-יָמוּת בַּמִּלְחָמָהPen-ya-mut ba-mil-ḥa-mahno sea que muera en la guerrano sea que muera en la batalla
וְאִישׁ אַחֵר יַחְנְכֶנּוּVe-iš a-ḥer yaḥ-ne-ken-nuy un hombre otro la estrene.y otro hombre la estrene.
וּמִי-הָאִישׁ אֲשֶׁר נָטַעU-mi-ha-iš a-šer na-ṭaY ¿quién es el hombre que plantó¿Y quién es el hombre que ha plantado
כֶּרֶם וְלֹא חִלְּלוֹ יֵלֵךְKe-rem ve-lo ḥil-le-lo ye-leqviña y no la profanó? Iráuna viña y aún no ha disfrutado de su fruto? Vaya
וְיָשֹׁב לְבֵיתוֹ פֶּן-יָמוּתVe-ya-šov le-ve-to pen-ya-muty volverá a su casa, no sea que mueray regrese a su casa, no sea que muera
בַּמִּלְחָמָה וְאִישׁ אַחֵרBa-mil-ḥa-mah ve-iš a-ḥeren la guerra y un hombre otroen la batalla y otro hombre
יְחַלְּלֶנּוּYe-ḥal-le-len-nula profane.disfrute de su fruto.
וּמִי-הָאִישׁ אֲשֶׁר-אֵרַשׂU-mi-ha-iš a-šer-e-raśY ¿quién es el hombre que desposó¿Y quién es el hombre que se ha desposado
אִשָּׁה וְלֹא לְקָחָהּ יֵלֵךְIš-šah ve-lo le-qa-ḥah ye-lequna mujer y no la tomó? Irácon una mujer y no la ha tomado? Vaya
וְיָשֹׁב לְבֵיתוֹ פֶּן-יָמוּתVe-ya-šov le-ve-to pen-ya-muty volverá a su casa, no sea que mueray regrese a su casa, no sea que muera
בַּמִּלְחָמָה וְאִישׁ אַחֵרBa-mil-ḥa-mah ve-iš a-ḥeren la guerra y un hombre otroen la batalla y otro hombre
יִקָּחֶנָּהYi-qa-ḥen-nahla tomará.la tome.
וְהוֹסִיפוּ הַשֹּׁטְרִיםVe-ho-si-fu ha-šot-rimY añadirán los oficialesY los oficiales añadirán
לְדַבֵּר אֶל-הָעָםLe-dab-ber el-ha-ama hablar al puebloa hablar al pueblo
וְאָמְרוּ מִי-הָאִישׁ הַיָּרֵאVe-am-rú mi-ha-iš ha-ya-rey dirán: ¿Quién es el hombre el temerosoy dirán: ¿Quién es el hombre temeroso
וְרַךְ הַלֵּבָב יֵלֵךְVe-raq ha-le-vav ye-leqy blando de corazón? Iráy de corazón débil? Vaya
וְיָשֹׁב לְבֵיתוֹ פֶּן-יִמַּסVe-ya-šov le-ve-to pen-yi-masy volverá a su casa, no sea que se derritay regrese a su casa, no sea que el corazón
לְבַב אָחִיו כִּלְבָבוֹLe-vav a-ḥiv kil-va-voel corazón de su hermano como su corazón.de sus hermanos se derrita como su corazón.
וְהָיָה כְּכַלּוֹת הַשֹּׁטְרִיםVe-ha-yah ke-qallot ha-šot-rimY será al terminar los oficialesY será que cuando los oficiales
לְדַבֵּר אֶל-הָעָםLe-dab-ber el-ha-amde hablar al pueblohayan terminado de hablar al pueblo,
וּפָקְדוּ שָׂרֵי צְבָאוֹתU-fa-qe-dú sa-re ṣeva-oty designarán jefes de ejércitosentonces designarán capitanes
בְּרֹאשׁ הָעָםBe-roš ha-ama la cabeza del pueblo.de las tropas a la cabeza del pueblo.

2. Haftaráh

Pasaje: Yesha’yahu (Isaías) 51:12-52:12

Análisis: La Haftaráh de la Parashá Shoftim, tomada de Yesha’yahu 51:12-52:12, resuena profundamente con el tema de la justicia y la confianza en Adonái, presente en la Aliyá de la Torah. Mientras que la Torah establece los principios de justicia terrenal a través de los jueces y testigos, la Haftaráh eleva la mirada hacia la justicia y la redención de Elohím. Yesha’yahu clama a un Yisra’el afligido a no temer a la opresión humana (Yesha’yahu 51:12-13), recordando la fidelidad de Adonái y Su poder liberador de Mitzrayim, el cual también se manifiesta en la liberación del exilio babilónico.

El Midrash Rabá sobre Devarim (Shoftim, Parashá 5) a menudo enfatiza que la justicia terrenal es un reflejo de la justicia divina. La severidad de las leyes sobre testigos falsos en Deuteronomio 19:16-19 subraya la importancia de la verdad, un pilar para que la sociedad refleje el carácter de Elohím. Yesha’yahu, por su parte, profetiza la llegada de la verdadera justicia y redención de Yerushalayim, llamándola a “despertar, vestirse de tu fuerza, Tziyon” (Yesha’yahu 52:1). Esta visión de una Yerushalayim redimida, donde la injusticia y la mentira serán erradicadas, apunta a la consumación de la justicia que la Torah busca establecer.

El Targum Yonatan sobre Yesha’yahu 52:1 interpreta la “fuerza” de Tziyon como la fuerza de la Torah y los mandamientos, sugiriendo que la adhesión a las leyes divinas, incluyendo aquellas sobre la verdad y la justicia, es esencial para la redención. La Aliyá de la Torah y la Haftaráh se entrelazan para enseñar que la verdadera seguridad no reside en el número de hombres o carros de guerra (Deuteronomio 20:1-4), sino en la confianza en Adonái, el Juez Supremo y Redentor. La promesa de que “Adonái te precederá, y el Elohím de Yisra’el será tu retaguardia” (Yesha’yahu 52:12) espejea la exhortación a no temer en la batalla, pues Elohím mismo lucha por Su pueblo. Así, ambas lecturas nos llaman a vivir en rectitud y confianza en el Adonái de justicia y salvación.

3. Brit Hadasháh (Arameo)

Pasaje: Mattityahu (ܡܬܝ) 18:15-17 (parte de un discurso de Maran Yeshúa)

Texto Arameo (parte):

ܐܢ ܕܝܢ ܢܚܛܐ ܒܟ ܐܚܘܟ̣܂ ܙܠ ܐܟܤܝܗܝ ܒܝܢܝܟ ܘܠܗܘ ܒܠܚܘܕܘܗܝ܂

Fonética Siríaca Oriental:

En dayn neḥṭe bak aḥukh, zel akhseihy baynayk walhu balḥudaway.

Traducción Literal del Verso:

“Si, pues, pecare contra ti tu hermano, ve y repréndelo entre tú y él solos.”

Análisis: Este pasaje de la Brit Hadasháh, del evangelio según Mattityahu, revela una conexión directa y profunda con los principios de justicia y testimonio establecidos en la Torah. Maran Yeshúa, en su enseñanza sobre la disciplina comunitaria, invoca el mismo principio de “dos o tres testigos” que se encuentra en Deuteronomio 19:15. Él establece:

“Si tu hermano peca contra ti, ve y repréndelo a solas. Si te escucha, has ganado a tu hermano. Pero si no te escucha, toma contigo a uno o dos más, para que ‘por boca de dos o tres testigos se establezca todo asunto’ (Mattityahu 18:15-16).”

Aquí, Mar Yeshúa no solo cita la Torah literalmente, sino que la eleva a un nuevo nivel de aplicación dentro de la comunidad de los discípulos del Reino de los Cielos. La ley de los testigos, originalmente para asuntos legales y criminales, es ahora un modelo para la restauración y la reconciliación dentro de la qahal (asamblea) de Mashíaj. La meta no es la condena, sino la redención del hermano.

El Reino de Yeshúa HaMashíaj se construye sobre la verdad y la justicia, y este pasaje subraya que la integridad del testimonio es fundamental para mantener la santidad y la salud de la comunidad. El principio de corroboración, evitar falsas acusaciones y asegurar la verdad es vital para la justicia, tal como lo era en la antigua Yisra’el. Yeshúa HaMashíaj mismo fue un “Testigo Fiel y Verdadero” (Apocalipsis 3:14), y Su Reino se basa en la verdad que Él encarnó y proclamó.

Incluso en textos apócrifos y pseudepigráficos, como el Testamento de Gad (Testamentos de los Doce Patriarcas), se enfatiza la importancia de no guardar rencor y la necesidad de buscar la reconciliación. Aunque no citan directamente Deuteronomio 19:15, el espíritu de restaurar a un hermano a través de la amonestación y el testimonio es una virtud altamente valorada, preparando el camino para una comunidad justa y pacífica, que Yeshúa HaMashíaj vino a establecer en plenitud. La aplicación de este principio en el Reino de los Cielos demuestra que la justicia divina no es meramente retributiva, sino también redentora, buscando la sanidad y la restauración.

4. Contexto Histórico

El pasaje de Deuteronomio 19:15-20:9 se inscribe en el marco de la formulación de leyes y estatutos que Moshéh entregó a la nación de Yisra’el antes de su entrada a la Tierra Prometida. Específicamente, las leyes sobre los testigos (19:15-21) son cruciales para el establecimiento de un sistema judicial justo y equitativo en la teocracia que Adonái estaba formando. En el antiguo Cercano Oriente, los testimonios orales eran la base de los procedimientos legales. Sin embargo, la cultura también era propensa a la difamación y las falsas acusaciones. Por lo tanto, Adonái instituyó salvaguardias rigurosas para proteger al inocente y asegurar la verdad en los tribunales.

Cultura y Sistema Legal:

La sociedad israelita, a diferencia de otras culturas contemporáneas (como la babilónica con su Código de Hammurabi, que también regulaba el testimonio pero a menudo con castigos más severos para los falsos acusadores si no podían probar sus cargos), enfatizaba la responsabilidad individual y la participación comunitaria en la administración de justicia. Los jueces (שֹׁפְטִים, šofṭim) eran nombrados en cada ciudad para resolver disputas, y el testimonio de los testigos era fundamental. La exigencia de “dos o tres testigos” no era única de Yisra’el; códigos como el de Hammurabi también requerían múltiples testigos para ciertos casos. Sin embargo, la Torah eleva esto a un principio universal para cualquier cargo, protegiendo al acusado de la malicia individual.

Personajes y Eventos:

Este cuerpo de leyes es pronunciado por Moshéh a la generación que está a punto de entrar en Canaán, bajo el liderazgo de Yehoshúa. Moshéh, como profeta y legislador de Adonái, está sentando las bases para una sociedad que funcione bajo los principios divinos. Las leyes sobre los testigos buscan evitar la anarquía y la justicia por mano propia, promoviendo un proceso justo y ordenado. La ley del “ojo por ojo” (ayin be-ayin) es malinterpretada a menudo como una licencia para la venganza personal; sin embargo, en su contexto original, es un principio legal que limita la retribución a la ofensa equivalente, impidiendo un castigo excesivo y siendo administrado por el tribunal, no por individuos. Es una ley de justicia retributiva y equitativa, no de venganza personal.

Las leyes de guerra (20:1-9), aunque parecen un cambio abrupto, también forman parte de la preparación de la nación para establecerse en la Tierra Prometida. Adonái, como el Guerrero de Yisra’el (milḥamót Adonái), no solo establece la moralidad interna sino también la forma en que Su pueblo debe enfrentar a sus enemigos. Las exenciones militares (edificar una casa, plantar una viña, desposar una mujer, y el miedo) muestran una consideración por el bienestar y el estado psicológico de los soldados, asegurando que solo aquellos con la mente y el corazón en el lugar correcto participaran en la batalla, lo cual era esencial para una nación que dependía de la confianza en Adonái para la victoria. La arqueología ha revelado la existencia de sistemas legales y prácticas de guerra similares en culturas vecinas, pero la Torah distingue a Yisra’el por su fundamento en la santidad y la justicia de Adonái.

5. Comentarios Proféticos

El pasaje de Aliyá 5 no solo establece leyes para el Yisra’el antiguo, sino que resuena con una profunda voz profética para el Reino de Yeshúa HaMashíaj en la época actual. La ley de los dos o tres testigos (Deuteronomio 19:15) es un baluarte de la verdad y la justicia. Proféticamente, en el Reino de los Cielos, esto subraya la necesidad de una corroboración sólida para cualquier acusación, protegiendo la reputación y la integridad de los miembros de la asamblea. La verdad no es un concepto relativo en el Reino; es la base de todo juicio justo y toda relación redentora.

La advertencia contra el testigo falso (Deuteronomio 19:16-19) y la aplicación de la retribución “como él tramó hacer a su hermano” (Deuteronomio 19:19) es una sombra profética del juicio venidero de Adonái. El “testigo falso” (עֵד שֶׁקֶר, ed šeqer) es una figura de la falsedad y el engaño que Yeshúa HaMashíaj vino a desenmascarar. En los últimos días, antes del establecimiento pleno del Reino en la tierra, habrá testigos falsos que se levantarán contra los fieles de Mashíaj. Sin embargo, Adonái, el Juez Justo, hará que sus propios planes malvados recaigan sobre ellos, revelando la verdad y extirpando el mal (Deuteronomio 19:20). Esta es una promesa para los que sufren persecución injusta en el nombre de Maran Yeshúa.

La ley del “ojo por ojo” (Deuteronomio 19:21), en su contexto profético, no es un llamado a la venganza personal, sino una declaración de la justicia intrínseca de Adonái. Cada acto tiene una consecuencia justa y equivalente en el plan divino. Yeshúa HaMashíaj, aunque enseñó a ir más allá de la retribución personal (Mattityahu 5:38-42), no anuló el principio de la justicia divina. Él mismo encarnó el máximo cumplimiento de esta justicia, tomando sobre Sí el castigo equivalente a los pecados de la humanidad. Su muerte fue el “ojo por ojo” perfecto, el pago justo por la transgresión, abriendo el camino para la misericordia sin comprometer la justicia de Elohím.

Las leyes de guerra (Deuteronomio 20:1-9) también tienen una aplicación profética. El temor en la batalla (20:1) se transforma en la confianza en Elohím en las batallas espirituales que enfrentan los ciudadanos del Reino de los Cielos. No debemos temer a las fuerzas del mal o a los sistemas de este mundo, porque “Adonái Elohéchem ha-holéq immakhem” – “Adonái vuestro Elohím, el que va con vosotros” (Deuteronomio 20:4). Las exenciones de la guerra (20:5-7) nos recuerdan la importancia de la paz interior y la plenitud antes de embarcarse en tareas difíciles del Reino. Y la exhortación a los “temerosos y de corazón débil” (20:8) a regresar a casa, proféticamente habla de la necesidad de fe y convicción en el servicio de Mashíaj; aquellos con duda o miedo pueden debilitar el ánimo de la asamblea. En última instancia, estas leyes apuntan al Reino Mesiánico de Yeshúa HaMashíaj, donde la justicia, la verdad y la victoria sobre el mal serán plenamente establecidas por el Rey que viene.

6. Análisis Profundo

El pasaje de Deuteronomio 19:15-20:9, aunque aparentemente contiene dos secciones distintas (leyes de testigos y leyes de guerra), está unificado por el principio subyacente de la justicia, la verdad y la confianza en Adonái, pilares fundamentales del Reino de los Cielos.

Leyes sobre los Testigos (19:15-21):

La palabra clave es עֵד (ed), “testigo”. Un solo testigo no es suficiente para establecer un cargo (לֹא-יָקוּם עֵד אֶחָד – Lo-ya-qum ed e-ḥad), una salvaguarda crucial contra la malicia. La corroboración por “dos o tres testigos” (עַל-פִּי שְׁנַיִם עֵדִים אוֹ עַל-פִּי שְׁלֹשָׁה עֵדִים – al-pi šena-yim e-dim o al-pi šelo-šah e-dim) garantiza un grado de certeza antes de tomar una acción legal. Este principio es vital para el establecimiento de la verdad (דָּבָר – davar, “asunto” o “palabra”).

El pasaje introduce el concepto de עֵד שֶׁקֶר (ed šeqer), “testigo falso”. La gravedad de su delito es tal que si se demuestra su falsedad, se le debe aplicar la misma sentencia que intentó infligir al acusado (וַעֲשִׂיתֶם לוֹ כַּאֲשֶׁר זָמַם לַעֲשׂוֹת לְאָחִיו – va-a-si-tem lo ka-a-šer za-mam la-a-sot le-a-ḥiv). Esto es conocido como el principio de talión (Deuteronomio 19:21), no como una licencia para la venganza personal, sino como una medida legal de justicia retributiva para el culpable y disuasoria para otros (וְהַנִּשְׁאָרִים יִשְׁמְעוּ וְיִרָאוּ – ve-ha-niš-a-rim yiše-me-ú ve-yi-ra-ú, “y los que queden oirán y temerán”). La meta es “extirpar el mal de en medio de ti” (וּבִעַרְתָּ הָרָע מִקִּרְבֶּךָ – u-vi-ar-ta ha-ra mi-qir-be-qa), un mandamiento recurrente en Deuteronomio que busca la purificación moral y espiritual de la nación.

Leyes de Guerra (20:1-9):

El cambio a las leyes de guerra puede parecer brusco, pero se vincula con el tema de la confianza en Adonái y la pureza del pueblo. La exhortación “לֹא תִירָא מֵהֶם” (lo ti-ra me-hem), “no temerás de ellos”, establece la fe como el fundamento de la victoria. La presencia de Adonái (כִּי-יְהוָה אֱלֹהֶיךָ עִמָּךְ – ki-Adonái Elo-he-qa im-ma-q) es el verdadero poder.

El sacerdote (הַכֹּהֵן – ha-ko-hen) tiene un papel crucial en la moralización del ejército, recordándoles la presencia divina y la ayuda de Adonái. Las exenciones militares (edificación de casa, plantación de viña, desposorio, y el temor) son notablemente humanas y sabias. La exención para el “הַיָּרֵא וְרַךְ הַלֵּבָב” (ha-ya-re ve-raq ha-le-vav), “el temeroso y de corazón débil”, es particularmente reveladora. El Midrash Sifrei Devarim 192 interpreta que esto se refiere no solo al miedo natural a la muerte, sino al miedo de las transgresiones personales que podrían causar la derrota de Yisra’el. La idea es que la presencia de un corazón débil o pecador puede contagiar y desmoralizar a toda la compañía. En el Reino de los Cielos, la integridad individual tiene un impacto colectivo. La pureza y la convicción de cada miembro son esenciales para el éxito en las batallas espirituales.

Targum Onkelos enfatiza la importancia de la ley de los dos testigos al traducir “דָּבָר” (davar) como “todo asunto de litigio”, resaltando su aplicación universal en el sistema legal. Targum Yerushalmi profundiza en el caso del testigo falso, elaborando sobre la vergüenza y el escarnio que caería sobre él, no solo la retribución física. Ambos Targumim reafirman la seriedad con la que Adonái ve la verdad y la justicia.

7. Tema Relevante

Un tema central y relevante de esta Aliyá para el Reino de los Cielos es la Fundamentación de la Verdad y la Justicia en la Comunidad del Pacto.

Las leyes sobre los testigos establecen el principio inmutable de que la verdad debe ser el fundamento de todo juicio y relación humana. Sin una verificación adecuada, cualquier acusación carece de validez (Deuteronomio 19:15). Esto no es solo una regla procesal, sino un principio moral que refleja el carácter de Adonái mismo, quien es la Verdad. La severidad con la que se trata al “testigo falso” (עֵד שֶׁקֶר, ed šeqer) subraya la abominación de la mentira y la difamación ante Elohím. La justicia en el Reino de los Cielos no puede edificarse sobre engaños o testimonios maliciosos.

Para los discípulos de Mashíaj, esto tiene implicaciones profundas. En nuestras interacciones, en la resolución de conflictos dentro de la asamblea, y en cómo testificamos del Reino de Elohím al mundo, la verdad debe prevalecer. Maran Yeshúa dijo: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida” (Yojanán 14:6). Él es la encarnación de la verdad. Vivir en el Reino de los Cielos significa vivir en la verdad, hablar la verdad y buscar la verdad en todos los asuntos. Las leyes de la Torah nos enseñan a proteger a los inocentes de las calumnias y a castigar a aquellos que deliberadamente buscan el mal a través de la falsedad.

La conexión con las leyes de guerra, aunque a primera vista dispares, refuerza este tema. La victoria en la batalla no se logra solo por la fuerza numérica o militar, sino por la confianza en Adonái y la rectitud moral del pueblo. Un pueblo que vive en la verdad y la justicia tiene a Elohím de su lado (Deuteronomio 20:4). Un corazón temeroso o débil (Deuteronomio 20:8), que el Midrash conecta a menudo con la culpa por pecados ocultos, puede comprometer la eficacia de la comunidad. Así, la integridad personal y colectiva, basada en la verdad y la justicia, es vital tanto para la paz interna como para la victoria externa. En el Reino de Yeshúa HaMashíaj, somos llamados a ser “testigos” (Hechos 1:8), y nuestro testimonio debe ser veraz y confiable, reflejando la justicia y la verdad de nuestro Rey.

8. Descubriendo a Mashíaj

El pasaje de Deuteronomio 19:15-20:9 revela aspectos profundos de la vida, obra y persona de Yeshúa HaMashíaj, especialmente en el contexto del Reino de los Cielos.

1. Yeshúa como el Testigo Fiel y Verdadero (עֵד נֶאֱמָן וְאֱמֶת – Ed Ne’eman ve’Emet): Las leyes sobre los testigos, exigiendo la corroboración de dos o tres testigos para establecer la verdad, apuntan a Yeshúa HaMashíaj como el Testigo perfecto de Adonái. Él es la encarnación misma de la Verdad (Yojanán 14:6). Su testimonio sobre el Reino de los Cielos y sobre Su Padre no requiere corroboración externa en el sentido humano, porque Él es el testigo supremo y final. Sin embargo, Su ministerio fue consistentemente corroborado por las Escrituras (Moshéh y los Nevi’im), por Su Padre (kol baṭ-šamayim), y por Sus propios discípulos, estableciendo una triple corroboración.

2. La Injusticia de los Testigos Falsos contra Yeshúa: Profundamente irónico y trágico, Yeshúa HaMashíaj, quien estableció las leyes contra los testigos falsos, fue condenado a muerte precisamente por “testigos falsos” (Mattityahu 26:59-60). A pesar de la ley de Moshéh que exigía que los testigos falsos sufrieran la misma suerte que tramaron para el acusado (Deuteronomio 19:19), aquellos que testificaron falsamente contra Yeshúa no enfrentaron la justicia terrenal en ese momento. Esto subraya la corrupción del sistema judicial de la época y la necesidad del Reino de los Cielos de establecer una justicia perfecta.

3. La Ley del Talión y el Sacrificio de Yeshúa: El principio de “ojo por ojo, diente por diente” (Deuteronomio 19:21) es una expresión de la justicia equitativa de Adonái. En el Reino de Yeshúa HaMashíaj, este principio se cumple de una manera redentora. Yeshúa, siendo inocente, tomó sobre Sí mismo la “retribución” justa por los pecados de la humanidad. Él pagó el precio completo y justo por nuestras transgresiones, una “vida por vida” espiritual, ofreciéndose como el Cordero de Elohím. Su sacrificio satisfizo las demandas de la justicia divina, abriendo un camino de misericordia y perdón que no viola la santidad de Adonái. En el apócrifo 1 Enoc (Etíope), se habla de la justicia de Adonái y de cómo los impíos recibirán su justa retribución, y Yeshúa es el agente final de esta justicia.

4. No Temer en la Batalla del Reino: Las leyes de guerra, que exhortan a no temer porque Adonái va con Su pueblo (Deuteronomio 20:1, 4), encuentran su cumplimiento en la confianza que los discípulos de Yeshúa HaMashíaj tienen en Él. Él es el “Príncipe de Paz” (Sar Shalom), pero también el “León de la Tribu de Yehudá” (Aryeh mi-Ševet Yehudah) que lidera las batallas espirituales. No debemos temer a las fuerzas del mal o a la persecución, porque Yeshúa HaMashíaj está con nosotros, luchando por nosotros y dándonos la victoria en el Reino de los Cielos. El pseudepigráfico Salmo 151, aunque no conecta directamente, refleja la idea de la confianza en Adonái para la victoria contra gigantes, una fe que Yeshúa encarna y otorga a Sus seguidores.

Así, la Aliyá 5 nos invita a ver la sombra de Yeshúa HaMashíaj en los principios de verdad, justicia y confianza en Adonái, principios que Él mismo personificó y perfeccionó en el establecimiento de Su Reino.

9. Midrashim y Targumim

Los Midrashim y Targumim ofrecen perspectivas enriquecedoras sobre Deuteronomio 19:15-20:9, profundizando en la intención y aplicación de estas leyes divinas.

Leyes sobre los Testigos (Deuteronomio 19:15-21):

* Midrashim:

* Sifrei Devarim 187-188: Este Midrash subraya la importancia de la ley de los dos o tres testigos. Argumenta que la Torah, al enfatizar la pluralidad de testimonios, busca la máxima certeza para evitar la condena de un inocente. La justicia humana es falible, por lo que Adonái provee salvaguardias. Sifrei también discute la seriedad de la acusación de “rebelión” (סָרָה – sarah, 19:16), señalando que un falso testigo de rebelión es especialmente grave, ya que el castigo por rebelión era severo.

* Talmud Bavli, Sanhedrín 71a: Se discute que el castigo por el testigo falso (Deuteronomio 19:19, “haréis a él como él tramó hacer a su hermano”) no se aplica si el acusado ya fue ejecutado o recibió el castigo. La intención de la ley es que los testigos falsos reciban la misma pena que intentaron infligir, pero solo si la sentencia no se ha llevado a cabo. Si el acusado ya sufrió, el testigo falso no recibe el “talión” físico, sino un castigo de latigazos, porque la Torah no puede causar la muerte dos veces por el mismo delito. Esto demuestra la minuciosidad rabínica en la interpretación legal para evitar la doble penalidad o una retribución que exceda la justicia.

* Midrash Tanḥuma, Shoftim 8: Este Midrash conecta la ley del “ojo por ojo” con la idea de compensación monetaria en lugar de mutilación literal, especialmente cuando se trata de daños no letales. Argumenta que la ley se refiere al valor de la parte dañada, no a la acción de infligir físicamente el mismo daño. Sin embargo, en el caso de la vida, si un falso testigo causa la muerte, él mismo es pasible de muerte.

* Targumim:

* Targum Onkelos: En Deuteronomio 19:15, “דָּבָר” (davar, “asunto”) es consistentemente traducido como “todo asunto de litigio” (כָּל מִלְתָא דִקְרָבָא – kol milta diqrava), lo que enfatiza la aplicación judicial de la ley de los testigos. Para 19:19, “haréis a él como él tramó hacer” se traduce fielmente, reafirmando el principio del talión aplicado al testigo falso.

* Targum Yerushalmi (Pseudo-Yonatan): Para 19:16-19, este Targum no solo reproduce la ley, sino que a menudo añade un tono más dramático o ético. Subraya que el castigo al falso testigo sirve como un terror para el malvado (וְיִדְחֲלוּן כָּל רַשִׁיעַיָא – ve-yidḥalun kol raššīʿāyā), y que “todos los justos y los que temen al Señor” (וְכָל צַדִּיקַיָא וְדַחֲלֵי שְׁמָא דַיְיָא – ve-kol ṣaddīqayyā ve-daḥale šema dayya) al oír esto, ya no cometerán tal maldad. Esto resalta el propósito ético y disuasorio de la ley.

Leyes de Guerra (Deuteronomio 20:1-9):

* Midrashim:

* Sifrei Devarim 192: Este Midrash explora las exenciones militares. En cuanto al “temeroso y de corazón débil” (Deuteronomio 20:8), el Sifrei no solo lo interpreta como miedo físico, sino también como aquel que teme por sus pecados. Si un hombre ha cometido transgresiones graves y no se ha arrepentido, su conciencia puede debilitarlo y hacerlo un mal ejemplo para sus hermanos, por lo que debe regresar a casa. Esto muestra la profunda conexión entre la moralidad personal y la fuerza colectiva de la nación.

* Talmud Yerushalmi, Sotah 8:10: Describe la ceremonia en la que el sacerdote y los oficiales hablaban a los soldados, enfatizando la importancia de la fe y la confianza en Adonái por encima del poder militar.

* Targumim:

* Targum Onkelos: Para 20:4, “Adonái vuestro Elohím, el que va con vosotros para pelear por vosotros” se traduce como “מימרא דייי אלהכון הולך קדמיכון למלחם לכון עם בעל דבביכון” (Memra d’Adonái Elohekón holek qadmeykón lemeḥlem leḵon im ba’al devavíkón) – “La Palabra de Adonái vuestro Elohím va delante de vosotros para pelear por vosotros contra vuestros enemigos”. Esta traducción es significativa, ya que el “Memra” (Palabra) se ve como la manifestación activa y personal de Adonái, una prefiguración que los creyentes en Yeshúa HaMashíaj ven encarnada en Yeshúa mismo.

Estas interpretaciones demuestran la profundidad del pensamiento rabínico, buscando no solo la aplicación literal de la ley, sino también su significado ético, moral y espiritual, preparando el camino para la comprensión del Reino de los Cielos.

10. Mandamientos

De este pasaje de la Aliyá 5, los discípulos de Mashíaj pueden extraer varios mandamientos (mitzvot) o principios de vida esenciales para el Reino de los Cielos:

1. Exigir y Defender la Verdad en todo Asunto (Deuteronomio 19:15): No aceptar acusaciones o rumores sin corroboración. En el Reino de los Cielos, la justicia y la verdad son fundamentales. Se nos llama a ser escrupulosos en la verificación de los hechos antes de juzgar o condenar a otros.

2. Abstenerse de Testificar Falsamente o Difamar (Deuteronomio 19:16-19): No solo no debemos mentir bajo juramento, sino que debemos evitar cualquier forma de engaño o difamación que pueda dañar a un hermano o hermana. La boca del discípulo de Mashíaj debe ser fuente de verdad y bendición, no de malicia o falsedad.

3. Extirpar el Mal de la Comunidad (Deuteronomio 19:19-20): Cuando se descubre la falsedad o la injusticia, no se debe tolerar. La asamblea debe actuar con diligencia para corregir el mal y proteger la santidad de la comunidad, sirviendo como ejemplo para disuadir a otros. Esto se hace con el fin de preservar la integridad y la pureza del Reino de los Cielos.

4. Confiar en Adonái en Tiempos de Adversidad (Deuteronomio 20:1-4): Ante cualquier “batalla” de la vida, sea espiritual, física o emocional, no debemos temer si Adonái está con nosotros. La seguridad no reside en nuestras fuerzas o recursos, sino en la presencia y el poder de Elohím que lucha por Su pueblo. Esta es una enseñanza vital para cada discípulo.

5. Cultivar un Corazón Valiente y Comprometido (Deuteronomio 20:8): Se nos exhorta a no tener un “corazón temeroso o débil” que pueda desmoralizar a otros. Esto implica trabajar en nuestra fe, arrepentirnos de nuestros pecados y fortalecer nuestro compromiso con Mashíaj, para que seamos una fuente de ánimo y no de desaliento para la asamblea. La fe y el valor son esenciales para el avance del Reino de los Cielos.

Estos principios, aunque enraizados en la antigua Torah, son eternamente aplicables y se magnifican en el contexto del Reino de Yeshúa HaMashíaj, donde el amor y la verdad caminan de la mano.

11. Preguntas de Reflexión

1. ¿Cómo aplicamos el principio de “dos o tres testigos” en la resolución de conflictos o en la evaluación de información dentro de nuestras comunidades en el Reino de Yeshúa HaMashíaj hoy, evitando tanto la credulidad como el juicio precipitado?

2. Considerando la severidad de la ley para el “testigo falso” en Deuteronomio 19:19, ¿de qué manera la honestidad y la integridad de nuestro testimonio diario sobre Yeshúa HaMashíaj impactan la credibilidad del Reino de los Cielos en un mundo escéptico y a menudo engañado?

3. En la luz de Deuteronomio 20:1-4, que nos llama a no temer porque Adonái va con nosotros en la batalla, ¿qué “batallas” espirituales o personales enfrentas actualmente, y cómo puedes cultivar una confianza más profunda en la presencia y el poder de Yeshúa HaMashíaj para superarlas?

12. Resumen

La Aliyá 5 de Parashá Shoftim, Deuteronomio 19:15-20:9, establece los fundamentos divinos para la justicia, la verdad y la confianza en Adonái dentro de la comunidad de Yisra’el, principios que se magnifican en el Reino de Yeshúa HaMashíaj. Las leyes sobre los testigos garantizan la imparcialidad judicial al requerir la corroboración de múltiples testimonios y castigar severamente la falsedad, asegurando así la extirpación del mal. Las leyes de guerra, por su parte, instruyen a la nación a confiar en la presencia de Adonái por encima del poder militar, exhortando a la valentía y a la integridad personal. En el Reino de los Cielos, Yeshúa HaMashíaj encarna la Verdad, es el Juez Justo, y el Redentor que nos capacita para vivir con rectitud, confianza y valor en todas nuestras batallas, reflejando así la luz de Su Reino.

13. Tefiláh (Oración)

Adonái, Elohím de justicia y verdad, te agradecemos por Tu Torah inmutable que nos guía a vivir en rectitud en Tu Reino. Pedimos que la Ruaj HaKodesh nos capacite para ser testigos veraces de Yeshúa HaMashíaj, siempre buscando la verdad y la justicia en todas nuestras interacciones. Fortalece nuestros corazones para no temer ante las adversidades, sino para confiar plenamente en Tu presencia y Tu poder que lucha por nosotros. Ayúdanos a extirpar el mal de nuestras comunidades y de nuestros propios corazones, para que podamos ser un reflejo puro y radiante de Tu Reino de los Cielos, trayendo honor y gloria al nombre de Maran Yeshúa. Amén.

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