Leer o Descargar PDF - Parashá 48 Shoftim – שֹׁפְטִים – Aliyá 3

Listen to this article

Aliyáh 3: (Deuteronomio 18:1-5) El sustento de los levitas y su exclusividad en el servicio de Adonái.
Haftaráh: Isaías 61:6-9 (La promesa de bendición sobre los siervos de Adonái).
Brit Hadasháh: 1 Corintios 9:13-14 (El derecho de los que sirven a Elohím a ser sostenidos por la comunidad).

¡Saludos y bendiciones del Reino de Yeshúa HaMashíaj! Nos es un honor presentar un estudio profundo y multifacético de la Aliyá 3 de la Parashá Shoftim, una sección de la Torah que resuena con una advertencia vital para todos los hijos del Reino, tanto en tiempos antiguos como en nuestra era mesiánica. El discernimiento entre la verdad y el engaño, la voz de Elohím y las fábulas humanas, es una piedra angular de nuestra fe y nuestra obediencia a HaShem. Que el Ruaj HaKodesh ilumine nuestro entendimiento al inquirir en estas sagradas palabras.

1. Texto Hebreo Interlineal

Pasaje: Deuteronomio 18:9-18:22

Texto Hebreo OriginalFonética TiberianaTraducción Palabra por PalabraTraducción Literal del Verso
———————-——————-——————————-—————————-
כִּי֩ אַתָּ֨ה בָּ֜אKi a-tah vaCuando tú-entresCuando tú entres
אֶל־הָאָ֗רֶץel ha-a-retza la-tierraa la tierra
אֲשֶׁר֩ יְהֹוָ֨הa-šer Adonáique Adonáique Adonái
אֱלֹהֶ֙יךָ֙Elo-he-jatu-Elohímtu Elohím
נֹתֵ֣ן לָ֔ךְno-ten lajdando a-tite está dando,
לֹא־תִלְמַ֣דlo til-madno aprenderásno aprenderás
לַעֲשׂוֹת֙la-a-śota hacera hacer
כְּתוֹעֲבֹ֣תki-to-a-votcomo abominacionescomo las abominaciones
הַגּוֹיִ֔םha-go-yimlas-nacionesde las naciones
הָאֵ֖לֶּה׃ha-e-lehesasesas.
Versículo 9
לֹא־יִמָּצֵ֣אLo yi-ma-ṣeNo será-halladoNo será hallado
בְךָ֗ve-jaen-tien ti
מַעֲבִ֨ירma-a-virun-que-hace-pasaruno que haga pasar
בְּנֽוֹ־וּבִתּוֹ֙be-no u-vi-toa-su-hijo-o-a-su-hijaa su hijo o a su hija
בָּאֵ֔שׁba-ešpor-el-fuegopor el fuego,
קֹסֵ֣םqo-semadivinadoradivinador
קְסָמִ֔יםqe-sa-mimde-adivinacionesde adivinaciones,
מְעוֹנֵ֥ןme-o-nenagoreroagorero,
וּמְנַחֵ֖שׁu-me-na-ḥešy-observador-de-presagiosy observador de presagios,
וּמְכַשֵּֽׁף׃u-me-ja-šefy-hechiceroy hechicero,
Versículo 10
וְחֹבֵ֖רVe-ḥo-verY-encantadorY encantador,
חָ֑בֶרḥa-verde-encantamientode encantamiento,
וְשֹׁאֵ֥לve-šo-ely-consultory consultor
אוֹב֙ovde-fantasmasde fantasmas,
וְיִדְּעֹנִ֔יve-yi-de-o-niy-espiritistay espiritista,
וְדֹרֵ֖שׁve-do-rešy-consultory consultor
אֶל־הַמֵּתִֽים׃el ha-me-tima-los-muertosa los muertos.
Versículo 11
כִּֽי־תוֹעֲבַ֣תKi to-a-vatPorque abominaciónPorque abominación
יְהֹוָ֔הAdonáide-Adonáide Adonái
כָּל־עֹשֵׂ֥הkol o-śehtodo-el-que-hacees todo el que hace
אֵ֖לֶּהe-lehestasestas cosas,
וּבִגְלַל֙u-vi-glaly-a-causa-dey a causa de
הַתּוֹעֲבֹ֣תha-to-a-votlas-abominacioneslas abominaciones
הָאֵ֔לֶּהha-e-lehestasestas
יְהֹוָ֣הAdonáiAdonáiAdonái
אֱלֹהֶ֔יךָElo-he-jatu-Elohímtu Elohím
מוֹרִ֥ישׁmo-rišdesposeyendodesposeerá
אוֹתָ֖םo-tama-ellosa ellos
מִפָּנֶֽיךָ׃mi-pa-ne-jade-delante-de-tide delante de ti.
Versículo 12
תָּמִ֣יםTa-mimPerfectoPerfecto
תִּֽהְיֶ֔הti-h-yeserásserás
עִ֖םimconcon
יְהֹוָ֥הAdonáiAdonáiAdonái
אֱלֹהֶֽיךָ׃Elo-he-jatu-Elohímtu Elohím.
Versículo 13
כִּי֩KiPorquePorque
הַגּוֹיִ֨םha-go-yimlas-nacioneslas naciones
הָאֵ֜לֶּהha-e-lehesasesas,
אֲשֶׁר־אַתָּ֣הa-šer a-tahque-túque tú
יוֹרֵ֣שׁyo-rešheredarásheredarás,
אוֹתָ֗םo-tama-ellasa ellas,
אֶל־מְעֹנְנִים֙el me-o-ne-nima-agorerosa agoreros
וְאֶל־קֹֽסְמִים֙ve-el qo-se-mimy-a-adivinadoresy a adivinadores
יִשְׁמָ֔עוּyi-šma-uescucharánescucharán;
וְאַתָּ֕הve-a-tahy-túmas tú,
לֹ֣א כֵ֔ןlo jenno asíno así
נָ֥תַןna-tanha-dadoha dado
לְךָ֖le-jaa-tia ti
יְהֹוָ֣הAdonáiAdonáiAdonái
אֱלֹהֶ֑יךָElo-he-jatu-Elohímtu Elohím.
Versículo 14
נָבִ֨יאNa-viProfetaUn profeta
מִקִּרְבְּךָ֤mi-qir-be-jade-en-medio-de-tide en medio de ti,
מֵאַחֶ֙יךָ֙me-a-ḥe-jade-tus-hermanosde tus hermanos,
כָּמֹ֗נִיka-mo-nicomo-yocomo yo,
יָקִ֨יםya-qimlevantaráte levantará
לְךָ֜le-jaa-tiAdonái
יְהֹוָ֣הAdonáiAdonáitu Elohím;
אֱלֹהֶ֔יךָElo-he-jatu-Elohíma él escucharéis.
אֵלָ֖יוe-lava-él
תִּשְׁמָעֽוּן׃tiš-ma-unescucharéis
Versículo 15
כְּכֹל֩Ke-jolConforme-a-todoConforme a todo
אֲשֶׁר־שָׁאַ֙לְתָּ֙a-šer ša-al-taque-pedistelo que pediste
מֵעִ֨םme-imde-conde con
יְהֹוָ֤הAdonáiAdonáiAdonái
אֱלֹהֶ֙יךָ֙Elo-he-jatu-Elohímtu Elohím
בְּחֹרֵ֔בbe-ḥo-reven-Ḥoreven Ḥorev
בְּי֥וֹםbe-yomen-el-díaen el día
הַקָּהָ֖לha-qa-halde-la-asambleade la asamblea,
לֵאמֹ֑רle-mordiciendodiciendo:
לֹ֣א אֹסִ֗ףLo o-sifNo añadiré“No añadiré
לִשְׁמֹ֙עַ֙liš-mo-aa-escuchara escuchar
אֶת־קוֹל֙et qolla-vozla voz
יְהֹוָ֣הAdonáide-Adonáide Adonái
אֱלֹהָ֔יElo-haimi-Elohímmi Elohím,
וְאֵ֨שׁve-ešy-fuegoy fuego
גְּדֹלָ֥הge-do-lahgrandegrande
הַזֹּ֛אתha-zotesteeste
לֹֽא־אֶרְאֶ֥הlo er-eno-veréno veré
ע֖וֹדodmásmás,
וְלֹ֥אve-loy-noy no
אָמֽוּת׃a-mutmorirémoriré.”
Versículo 16
וַיֹּ֥אמֶרVa-yo-merY-dijoY dijo
יְהֹוָ֖הAdonáiAdonáiAdonái
אֵלָ֑יe-laia-mía mí:
הֵיטִ֖יבוּHe-i-ti-vuBien-han-hablado“Bien han hablado
אֲשֶׁ֥רa-šerlo-quelo que
דִּבֵּֽרוּ׃di-be-ruhablaronhan hablado.
Versículo 17
נָבִ֨יאNa-viProfetaUn profeta
אָקִ֥יםa-qimlevantaréles levantaré
לָהֶ֛םla-hempara-ellosde en medio
מִקֶּ֥רֶבmi-qe-revde-en-mediode sus hermanos,
אֲחֵיהֶ֖םa-ḥe-hemde-sus-hermanoscomo tú;
כָּמ֑וֹךָka-mo-jacomo-túy pondré
וְנָתַתִּ֤יve-na-ta-tiy-pondrémis palabras
דְבָרַי֙de-va-raimis-palabrasen su boca,
בְּפִ֔יוbe-fi-ven-su-bocay él les hablará
וְדִבֶּ֣רve-di-bery-hablarátodo lo que yo
אֲלֵיהֶ֔םa-le-hema-ellosle mande.
אֵ֖תet
כָּל־אֲשֶׁ֥רkol a-šertodo-lo-que
אֲצַוֶּֽנּוּ׃a-ṣa-ve-nuyo-le-mande
Versículo 18
וְהָיָ֗הVe-ha-yahY-seráY será
הָאִישׁ֙ha-išel-hombreque el hombre
אֲשֶׁ֤רa-šerqueque
לֹא־יִשְׁמַע֙lo yi-šmano-escucharáno escuchare
אֶל־דְּבָרַ֔יel de-va-raia-mis-palabrasmis palabras
אֲשֶׁר֙a-šerqueque
יְדַבֵּ֣רye-da-berhablaráél hablará
בִּשְׁמִ֔יbiš-mien-Mi-Nombreen Mi Nombre,
אָנֹכִ֖י֙a-no-jiYoYo
אֶדְרֹ֥שׁed-rošdemandarése lo demandaré
מֵעִמּֽוֹ׃me-i-mode-con-éla él.
Versículo 19
אַ֣ךְAjSóloSólo
הַנָּבִ֞יאha-na-viel-profetael profeta
אֲשֶׁ֣רa-šerqueque
יָזִ֩יד֩ya-zidactuare-con-presunciónactuare con presunción
לְדַבֵּ֨רle-da-bera-hablarpara hablar
דָּבָ֜רda-varpalabrapalabra
בִּשְׁמִ֗יbiš-mien-Mi-Nombreen Mi Nombre
אֵ֣תet
אֲשֶׁר֙a-šerqueque
לֹא־צִוִּיתִיו֙lo ṣi-vi-tivno-le-mandéyo no le mandé,
לְדַבֵּ֔רle-da-bera-hablara hablar,
א֣וֹooo
אֲשֶׁ֥רa-šerqueque
יְדַבֵּ֖רye-da-berhablaráhable
בְּשֵׁ֣םbe-šemen-nombreen nombre
אֱלֹהִ֣יםElo-himde-Elohímde Elohím
אֲחֵרִ֑יםa-ḥe-rimotrosotros,
וּמֵת֙u-mety-moriráy morirá
הַנָּבִ֣יאha-na-viel-profetael profeta
הַה֔וּא׃ha-huaquelaquel.
Versículo 20
וְכִ֥יVe-jiY-cuandoY cuando
תֹאמַ֖רto-mardigasdigas
בִּלְבָבֶ֑ךָbil-va-ve-jaen-tu-corazónen tu corazón:
אֵיכָה֙e-jah¿Cómo“¿Cómo
נֵדַ֣עne-dasabremossabremos
אֶת־הַדָּבָ֔רet ha-da-varla-palabrala palabra
אֲשֶׁ֛רa-šerqueque
לֹא־דִבְּרֹ֥וlo di-be-rono-hablóno ha hablado
יְהֹוָ֖ה׃AdonáiAdonáiAdonái?”
Versículo 21
אֲשֶׁר֩A-šerQueSi un
יְדַבֵּ֨רye-da-berhablaráprofeta habla
הַנָּבִ֜יאha-na-viel-profetaen Nombre de Adonái,
בְּשֵׁ֣םbe-šemen-nombrey no sucede
יְהֹוָ֗הAdonáide-Adonáila cosa
וְלֹא־יִהְיֶ֣הve-lo yi-h-yey-no-seráni se cumple,
הַדָּבָר֙ha-da-varla-cosaesa no es la palabra
וְלֹ֣אve-loy-noque Adonái ha hablado;
יָב֔וֹאya-vovendrácon presunción
ה֣וּאhuélla habló el profeta;
הַדָּבָ֗רha-da-varla-palabrano le temas.
אֲשֶׁ֤רa-šerque
לֹֽא־דִבְּרֹו֙lo di-be-rono-habló
יְהֹוָ֔הAdonáiAdonái
בְּזָדֹ֣וןbe-za-doncon-presunción
דִּבְּרֹ֥וdi-be-rola-habló
הַנָּבִ֖יאha-na-viel-profeta
לֹ֥אlono
תָג֖וּרta-gurtemerás
מִמֶּֽנּוּ׃mi-me-nude-él
Versículo 22

2. Haftaráh

Pasaje: Yesha’yahu HaNavi 51:12-52:12

La Haftaráh para la Parashá Shoftim se encuentra en Yesha’yahu HaNavi 51:12-52:12, y su conexión con la Aliyá 3 sobre los falsos profetas es profundamente significativa. Mientras la Torah advierte contra la desviación de la verdad a través de prácticas paganas y profetas engañosos, Yesha’yahu consuela al pueblo de Adonái y les insta a confiar en la palabra verdadera de HaShem.

El profeta Yesha’yahu, el gran “Navi de la consolación”, exhorta al pueblo a no temer a los hombres, sino a confiar en Elohím, Quien “seca el mar” (Yesha’yahu 51:15). Esta exhortación es crucial en un contexto donde los falsos profetas y adivinadores prometían falsas seguridades o infundían temores infundados. El Navi de HaShem proclama: “Yo, yo soy vuestro Consolador. ¿Quién eres tú para que temas al hombre mortal, al hijo del hombre que es como la hierba?” (Yesha’yahu 51:12). Este pasaje resalta la confianza en el Elohím verdadero, en contraste con la dependencia de cualquier otra fuente, ya sea humana o demoníaca, prohibida en Deuteronomio 18.

El Targum Yonatan sobre Yesha’yahu a menudo enfatiza el papel del Ruaj HaKodesh en la inspiración profética, diferenciando claramente entre la auténtica palabra divina y las invenciones humanas. La voz del verdadero profeta de Adonái trae consuelo y guía, mientras que la del falso profeta trae confusión y juicio. El Midrashim sobre Yesha’yahu 51:16, donde Adonái dice: “Puse Mis palabras en tu boca”, directamente alude a la promesa de Moshéh en Deuteronomio 18:18. Esto refuerza la idea de una línea ininterrumpida de profecía auténtica que culmina en Yeshúa HaMashíaj.

La Haftaráh concluye con un llamado a Yerushalayim para que despierte y se vista de su fortaleza (Yesha’yahu 52:1), y a salir de la cautividad, porque “Adonái ha consolado a Su pueblo, ha redimido a Yerushalayim” (Yesha’yahu 52:9). Este es un mensaje de esperanza que contrasta con el peligro de la idolatría y la falsa profecía, que siempre conducen a la esclavitud espiritual y física. Solo al escuchar la voz del verdadero Navi, como lo será el Mashíaj, Israel podría experimentar la verdadera redención y la manifestación del Reino de Elohím. La Haftaráh, por lo tanto, complementa la advertencia de la Torah, no solo identificando el peligro sino también apuntando a la fuente de la verdadera guía y esperanza.

3. Brit Hadasháh (Arameo)

Pasaje: Matay (מַתַּי) 7:15-20

Análisis:

El Maran Yeshúa, el Gran Profeta prometido en Deuteronomio 18:15, 18, advirtió a Sus discípulos con una claridad inconfundible sobre los “falsos profetas”. En el Sermón del Monte, Mar Yeshúa dice:

> “ܐܙܕܗܪܘ ܡܢ ܢܒܝܐ ܕܓܠܐ ܗܢܘܢ ܕܐܬܝܢ ܠܘܬܟܘܢ ܒܠܒܘܫܐ ܕܐܡܪܐ ܡܢ ܠܓܘ ܕܝܢ ܐܝܬܝܗܘܢ ܕܐܒܐ ܚܛܘܦܐ”

> (Ez-da-he-ru men na-vi-ya da-ga-la he-nun da-at-in lu-tej-kun be-le-bu-ša da-am-ra men le-gau den ai-tey-hun da-a-va ḥa-ṭu-fa)

> “Guardaos de los profetas falsos, que vienen a vosotros con vestiduras de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.” (Matay 7:15)

Este pasaje es un eco directo y una aplicación esencial de la Torah en Deuteronomio 18 para el Reino de los Cielos. Yeshúa HaMashíaj no solo reitera la advertencia, sino que también proporciona un método para el discernimiento: “Por sus frutos los conoceréis” (Matay 7:16). Esto se alinea perfectamente con el criterio de la Torah para identificar a un falso profeta: si lo que dice no se cumple, no viene de HaShem (Deuteronomio 18:22). Los “frutos” a los que se refiere Maran Yeshúa no son meros milagros o demostraciones de poder, sino el carácter, las enseñanzas y el impacto a largo plazo de sus vidas y ministerios en el Reino de Elohím.

La Brit Hadasháh (ܟܬܒܐ ܚܕܬܐ – Ketava Ḥadata – Nuevo Pacto) subraya que los falsos profetas no solo aparecerían en el antiguo Israel, sino que serían una amenaza constante para la comunidad mesiánica. El Apocalipsis de Pedro, un texto pseudepigráfico, también advierte sobre aquellos que “engañarán a muchos, y por medio de los cuales la verdad será blasfemada” (Apocalipsis de Pedro 2:2-3, en la versión etíope), describiendo a falsos mesías y falsos profetas que aparecerán en los últimos días. De manera similar, la Didajé (un escrito apócrifo temprano) en su capítulo 11, proporciona pautas prácticas para discernir a los verdaderos profetas de los falsos, enfatizando su comportamiento, sus enseñanzas y si su forma de vida es consistente con la Torah de Yeshúa HaMashíaj. Un falso profeta buscará beneficios materiales y enseñará doctrinas contrarias a la justicia del Reino.

El mensaje de Yeshúa HaMashíaj es que la verdadera profecía siempre conduce a la vida, a la justicia y a la obediencia a HaShem, edificando el Reino de Elohím. Los falsos profetas, por el contrario, desvían, engañan y destruyen, arrastrando a las almas lejos del camino de la Torah del Mashíaj. Los “frutos” son las manifestaciones de la naturaleza espiritual interna de una persona; si el árbol es malo, sus frutos también lo serán, sin importar cuán atractiva pueda parecer su apariencia externa.

4. Contexto Histórico

El pasaje de Deuteronomio 18:9-22 fue entregado por Moshéh al pueblo de Israel mientras se preparaba para entrar en la tierra de Canaán. Esta tierra, rica en sus propios cultos y prácticas religiosas, representaba una profunda amenaza de sincretismo para la fe monoteísta de Israel. La cultura cananea estaba impregnada de diversas formas de adivinación, magia y espiritismo, prácticas consideradas “to’avah” (abominación) para HaShem.

Los versículos 9-14 prohíben explícitamente una lista exhaustiva de estas prácticas:

* Ma’avir be-no u-vi-to ba-eš (מַעֲבִיר בְּנֽוֹ־וּבִתּוֹ֙ בָּאֵ֔שׁ): Hacer pasar hijos o hijas por el fuego, una práctica asociada a sacrificios a deidades como Mólaj, que representaba la máxima depravación espiritual y moral.

* Qosem qe-sa-mim (קֹסֵ֣ם קְסָמִ֔ים): Adivinadores, practicantes de la adivinación para conocer el futuro o la voluntad divina a través de medios ocultos.

* Me’onen (מְעוֹנֵ֥ן): Agoreros, aquellos que buscan presagios en fenómenos naturales o eventos fortuitos.

* Menaḥeš (וּמְנַחֵ֖שׁ): Observadores de presagios, generalmente relacionados con serpientes o augurios.

* Mejašef (וּמְכַשֵּֽׁף): Hechiceros, que utilizan encantamientos o sustancias para influir en los eventos.

* Ḥover ḥaver (וְחֹבֵ֖ר חָ֑בֶר): Encantadores, que usan conjuros para manipular personas o situaciones.

* Šo’el ov (וְשֹׁאֵ֥ל אוֹב֙): Consultor de fantasmas o nigromantes, que buscan comunicarse con los muertos a través de médiums.

* Yidde’oni (וְיִדְּעֹנִ֔י): Espiritista, aquel que dice tener un espíritu de adivinación.

* Doreš el ha-metim (וְדֹרֵ֖שׁ אֶל־הַמֵּתִֽים): Consultor de los muertos, otra forma de nigromancia.

Estas prácticas no solo eran una afrenta a la soberanía de HaShem, sino que también representaban una trampa para Israel, arrastrándolos a la idolatría y la inmoralidad de los pueblos circundantes. Los descubrimientos arqueológicos en lugares como Ugarit han revelado la existencia generalizada de estas prácticas en el Levante cananeo.

En este contexto de prohibición absoluta, Adonái establece el canal legítimo de comunicación: el profeta. Moshéh, como el “Navi par excellence” (el profeta por excelencia), prepara al pueblo para su propia sucesión, no a través de un individuo único e idéntico, sino a través de una institución profética. La promesa de un “Navi mi-qirbeja me-aḥeja kamo-ni” (profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo) era crucial. Este profeta sería la voz autorizada de HaShem, suplantando cualquier necesidad o deseo de recurrir a las prácticas paganas. El pueblo había expresado su temor ante la directa presencia de Elohím en Ḥorev (Sinaí), y Adonái prometió un mediador para futuras revelaciones, como Moshéh había sido.

Así, el pasaje no solo condena las prácticas idólatras, sino que también establece el estándar para la verdadera profecía, asegurando que el pueblo de Israel siempre tuviera acceso a la voluntad pura de Elohím a través de un canal legítimo y probado.

5. Comentarios Proféticos

La advertencia contra los falsos profetas en Deuteronomio 18 resuena con una urgencia particular en la época actual, en vísperas del Reino milenial de Yeshúa HaMashíaj. La Torah de Moshéh establece principios eternos para la comunidad de fe, y estos principios se amplifican y cumplen en Maran Yeshúa.

Proféticamente, el “Navi kamo-ni” (profeta como yo) de Deuteronomio 18:15 y 18, fue entendido por los primeros discípulos y por el propio Yeshúa HaMashíaj como una referencia mesiánica. El Mesías es el Profeta definitivo, la Palabra viva de Elohím. Su venida estableció el estándar supremo de la profecía y la verdad. En el Reino de Yeshúa HaMashíaj, la autoridad no reside en las prácticas oscuras o en la sabiduría humana, sino en la revelación directa del Padre a través del Hijo y el Ruaj HaKodesh.

Hoy, la proliferación de voces en el mundo digital y la confusión en el ámbito espiritual exigen una aplicación rigurosa de estos principios. Los “falsos profetas” no solo son aquellos que se autodenominan profetas, sino cualquiera que habla en nombre de HaShem sin Su autoridad o que distorsiona Su palabra para su propio beneficio o para guiar a las almas por sendas equivocadas. Estos pueden ser líderes religiosos, influyentes espirituales o incluso sistemas de pensamiento que se disfrazan de verdad pero carecen del fundamento de la Torah y del testimonio de Yeshúa HaMashíaj.

El Reino de los Cielos se edifica sobre la verdad. Yeshúa HaMashíaj mismo es “el Camino, la Verdad y la Vida”. Por lo tanto, el discernimiento es una cualidad esencial para cada creyente. La advertencia profética es que en los últimos días, el engaño aumentará (Matay 24:11, 24). Los falsos profetas vendrán con señales y prodigios para engañar, si fuera posible, aun a los escogidos. Esto significa que el criterio no es la mera manifestación de poder, sino la conformidad con la palabra inmutable de Elohím, el carácter del profeta, y el fruto de su mensaje.

La enseñanza de Moshéh es un llamado a la pureza de la fe y a la obediencia exclusiva a HaShem. Para el Reino de Yeshúa HaMashíaj, esto significa una adhesión inquebrantable a Sus enseñanzas, a Su ejemplo y a la guía del Ruaj HaKodesh, rechazando toda forma de espiritualidad sincrética, esotérica o humanista que no proviene del Padre. La promesa de un profeta como Moshéh es un recordatorio de que HaShem siempre proveerá una voz verdadera para Su pueblo, y esa voz, en su plenitud, ha sido revelada en Yeshúa HaMashíaj.

6. Análisis Profundo

El pasaje de Deuteronomio 18:9-22 es una piedra angular en la teología de la profecía y el discernimiento dentro de la Torah. Desglosémoslo:

* To’avah (תּוֹעֲבָה – to-a-vah): Esta palabra, traducida como “abominación”, es clave en los versículos 9 y 12. No es simplemente algo desagradable, sino algo profundamente detestable para HaShem, una afrenta a Su santidad y a Su orden cósmico. Se usa para la idolatría, la inmoralidad sexual y, como aquí, para las prácticas mágicas y adivinatorias. Significa que estas acciones no solo son pecaminosas, sino que corrompen el alma y la tierra, impidiendo la relación correcta con Elohím. El Targum Onqelos a menudo traduce “to’avah” como “šiqquṣ” (שִׁקּוּץ – ši-quṣ), que también significa abominación o cosa detestable, enfatizando la gravedad de estas transgresiones.

* Qesem (קֶסֶם – qe-sem): La raíz de “adivinar” (versículo 10). Se refiere a buscar conocimiento oculto a través de medios sobrenaturales ilegítimos. La prohibición no es contra el conocimiento del futuro per se (HaShem revela el futuro a Sus profetas), sino contra los medios ilegítimos para obtenerlo, que siempre implican el contacto con poderes demoníacos o el engaño.

* Navi (נָבִיא – na-vi): El término para “profeta” (versículos 15, 18, 20, 22). Deriva de una raíz que significa “llamar” o “proclamar”, o posiblemente “uno que burbujea” con el mensaje divino. Un Navi es el portavoz de Elohím. La frase “Navi kamo-ni” (נָבִיא כָּמֹנִי – na-vi ka-mo-ni) para describir al futuro profeta es monumental. Moshéh era el mediador supremo entre HaShem e Israel, el único a quien HaShem habló “cara a cara” (Deuteronomio 34:10). La promesa de un profeta “como Moshéh” establece un estándar altísimo: un mediador directo de la voluntad divina, con una autoridad y una revelación sin precedentes.

* Šama (שָׁמַע – ša-ma): “Escuchar” u “obedecer” (versículos 14, 16, 19). La obediencia a la voz del verdadero profeta es tan crucial como evitar las abominaciones. Escuchar la voz de HaShem es el camino a la vida; desobedecerla, incluso a través de un profeta legítimo, es un pecado grave. La advertencia de que HaShem demandará cuentas (אֶדְרֹ֥שׁ מֵעִמּֽוֹ – ed-roš me-i-mo, “demandaré de él” en el versículo 19) subraya la seriedad de este mandamiento.

* Za-don (זָדוֹן – za-don): “Presunción” (versículo 20). Un falso profeta actúa con presunción, hablando una palabra que no le ha sido mandada por HaShem. Esto no es solo un error, sino una usurpación blasfema de la autoridad divina. Es un desafío directo a la soberanía de Elohím y un engaño intencional al pueblo. El Sifre Devarim (Parashá Shoftim 174) discute extensamente la naturaleza de la profecía y la distinción entre un profeta genuino y uno falso, enfatizando que la presunción es la característica principal de este último.

Los Targumim Yerushalmi y Neofiti a menudo añaden detalles homiléticos a las listas de prohibiciones, explicando cómo estas prácticas se originaron en los cultos cananeos y cuán profundamente arraigadas estaban en las culturas paganas. Subrayan que la pureza de Israel dependía de su separación de estas vías corruptas de conocimiento.

En esencia, el pasaje establece un sistema de discernimiento divinamente ordenado:

1. Negativo: Rechazo absoluto de todas las prácticas ocultistas paganas.

2. Positivo: Confianza y obediencia en el profeta legítimo levantado por HaShem.

3. Criterio: La palabra del verdadero profeta se cumple; la del falso no, o lleva a la desobediencia de HaShem. La autenticidad de un profeta se prueba por la exactitud de sus predicciones y la conformidad de su mensaje con la Torah y el carácter de Elohím.

Este análisis profundo revela que la advertencia no es meramente legalista, sino que es una salvaguardia para la relación del pueblo con su Elohím y para la integridad de su fe en el Reino de los Cielos.

7. Tema Relevante

El tema central de esta Aliyá es el Discernimiento Espiritual y la Obediencia a la Verdadera Voz de HaShem.

En un mundo saturado de voces y afirmaciones espirituales, la capacidad de discernir entre la verdad y el error es fundamental para la vida del discípulo en el Reino de los Cielos. Este pasaje nos enseña que HaShem, en Su infinita sabiduría y amor, no solo nos advierte contra el peligro del engaño (representado por las prácticas paganas y los falsos profetas), sino que también nos proporciona el medio para reconocer Su voz auténtica.

La prohibición de las prácticas ocultas no es solo una lista de tabúes, sino una demarcación clara de lo que corrompe la conexión con Elohím. Buscar conocimiento o poder a través de la adivinación, la hechicería o la nigromancia es una traición a la relación de pacto con HaShem. Implica una falta de confianza en Su providencia y una búsqueda de poder y conocimiento fuera de Su voluntad, abriendo puertas a influencias demoníacas.

Por otro lado, la promesa de un “profeta como Moshéh” y la instrucción de escucharlo, enfatiza la necesidad de una fuente divinamente autorizada de revelación. La obediencia a esta voz legítima es el camino a la vida. Para los discípulos de Mashíaj, esta voz se personifica en Yeshúa HaMashíaj mismo, quien es el cumplimiento de esa profecía. Él es la Palabra hecha carne, el profeta supremo que nos ha revelado la voluntad del Padre en su plenitud.

En el Reino de los Cielos, el discernimiento se ejerce a través del Ruaj HaKodesh, pero siempre anclado en la Torah (la palabra escrita) y el testimonio de Yeshúa HaMashíaj (la palabra viva). Un mensaje que contradiga la Torah de Elohím o el carácter de Yeshúa HaMashíaj, independientemente de las señales o maravillas que lo acompañen, debe ser rechazado como falso. Los discípulos están llamados a ser “tamim” (תָּמִ֣ים – ta-mim), es decir, íntegros o perfectos, con Adonái su Elohím, lo que implica una devoción indivisa y un rechazo total a todo lo que mancha esa relación. Este llamado a la integridad es la esencia de la vida en el Reino, donde la pureza de corazón y mente permite una recepción clara de la guía de HaShem y una resistencia firme al engaño.

8. Descubriendo a Mashíaj

El pasaje de Deuteronomio 18:15-18 es, sin duda, una de las profecías mesiánicas más claras y potentes en la Torah. Es en Yeshúa HaMashíaj donde la promesa de un “Navi kamo-ni” (profeta como Moshéh) encuentra su cumplimiento perfecto.

1. Yeshúa HaMashíaj como el Profeta Prometido:

* Como Moshéh: Yeshúa HaMashíaj, al igual que Moshéh, habló con la autoridad directa de Elohím (“Mis palabras en su boca” – Deuteronomio 18:18). Ambos fueron mediadores de un pacto (Torah a través de Moshéh, Brit Hadasháh a través de Yeshúa). Ambos realizaron milagros poderosos. Ambos fueron líderes y liberadores de su pueblo.

* Testimonio de la Brit Hadasháh: Los discípulos de Yeshúa HaMashíaj entendieron esto. Kefa (Pedro), en Hechos 3:22-23 (referenciando el texto arameo de la Brit Hadasháh), cita Deuteronomio 18:15 y lo aplica directamente a Yeshúa HaMashíaj, afirmando que “todo aquel que no oiga a este profeta, será desarraigado del pueblo.” Yeshúa HaMashíaj mismo se identificó como el Enviado de HaShem, Aquel a Quien se debe escuchar.

2. La Palabra de Yeshúa HaMashíaj es la Palabra de Adonái:

* Deuteronomio 18:19 advierte que HaShem demandará cuentas a quien no escuche al profeta que habla en Su Nombre. Esto se cumple en la enseñanza de Yeshúa HaMashíaj: “El que me rechaza a mí, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero” (Yojanán – Juan – 12:48). La autoridad de Yeshúa HaMashíaj es la autoridad de Elohím mismo.

3. El Criterio Mesiánico y los Falsos Profetas:

* La Torah proporciona un criterio claro para los falsos profetas: su palabra no se cumple, o llevan al pueblo a otros elohím. Yeshúa HaMashíaj amplió esto en el Reino de los Cielos, advirtiendo sobre lobos con piel de oveja, y que “por sus frutos los conoceréis” (Matay 7:15-20). Los frutos de Yeshúa HaMashíaj y de Sus verdaderos profetas son justicia, amor, paz y santidad, que siempre conducen a la glorificación de Elohím y a la edificación del Reino.

* Textos apócrifos y pseudepigráficos como el Libro de Henoch (en el Libro de los Vigilantes) describen la corrupción de la humanidad y la aparición de “gigantes” que engañan y desvían, prefigurando la necesidad de una revelación pura y un Mesías restaurador. Los Testamentos de los Doce Patriarcas, particularmente el Testamento de Levi y de Judá, hablan de la venida de un Sacerdote-Mesías y un Rey-Mesías, Quien traerá una nueva Torah (enseñanza) y juzgará a los impíos, incluyendo a los falsos. Estos textos resaltan la expectativa de una figura mesiánica que rectificaría el engaño y establecería la verdad divina.

Yeshúa HaMashíaj no solo fue un profeta, sino el Profeta. Él no solo habló la palabra de Elohím, sino que era la Palabra de Elohím. En Él, la advertencia contra los falsos profetas adquiere una nueva dimensión: cualquier profecía o enseñanza que no esté alineada con Él y Su Reino es, por definición, falsa. Él es la lente a través de la cual toda profecía debe ser examinada y validada en el Reino de los Cielos.

9. Midrashim y Targumim

Los Midrashim y Targumim ofrecen perspectivas valiosas que enriquecen nuestra comprensión de este pasaje crucial.

Sobre las Prohibiciones (Deuteronomio 18:9-14):

* Midrash Sifre Devarim (Parashá Shoftim 171-173): Detalla extensamente cada una de las prácticas prohibidas, explicando la gravedad de cada una y cómo desvían al individuo de la fe en HaShem. Resalta que Israel debe ser un pueblo distinto, cuyas prácticas estén arraigadas en la Toráh y no en la idolatría de las naciones. El Sifre enfatiza que Elohím desposee a las naciones de Canaán precisamente por estas abominaciones, advirtiendo a Israel que sufrirá el mismo destino si las imita.

* Targum Onqelos: Traduce con precisión las prohibiciones, a menudo utilizando términos arameos que equivalen directamente a las prácticas mágicas y adivinatorias. Su fidelidad al texto hebreo subraya la interpretación literal de estas prohibiciones como mandamientos claros.

* Targum Yerushalmi (Pseudo-Jonathan): A menudo expande estas prohibiciones con explicaciones más elaboradas o ejemplos de cómo se manifestaban estas prácticas. Por ejemplo, al hablar de los “me’onen” (agoreros), puede añadir detalles sobre cómo observaban nubes o pájaros para adivinar el futuro. Para “ḥover ḥaver” (encantador), podría describir rituales específicos de encantamiento. Estos Targumim no solo traducen, sino que a menudo “midrashean”, es decir, interpretan y elaboran para que el pueblo entienda la profundidad de la ley.

Sobre el Profeta como Moshéh (Deuteronomio 18:15-18):

* Midrash Tanhuma (Shoftim 9): Identifica a Yesha’yahu HaNavi y Yirmeyahu HaNavi como profetas que fueron “como Moshéh” en ciertos aspectos, pero la plenitud de la profecía recaería en el Mesías. El Midrashim discute cómo este “Navi” sería el intérprete de la Toráh para las futuras generaciones, resolviendo disputas y revelando la voluntad de HaShem. La identidad del “profeta como Moshéh” fue un tema de gran especulación rabínica, con muchos reconociendo su carácter mesiánico final.

Targum Onqelos y Yerushalmi: Traducen esta sección de manera que enfatizan la autoridad y la inspiración divina del profeta prometido. No lo ven simplemente como un profeta, sino como el* profeta que tendría una relación única con HaShem, similar a Moshéh. A menudo, las traducciones añaden la idea de que este profeta traerá una “nueva ley” o una “interpretación clara” de la ley existente, lo cual, para los discípulos de Yeshúa HaMashíaj, apunta a la profundización y el cumplimiento de la Toráh en la Brit Hadasháh.

Sobre el Discernimiento (Deuteronomio 18:20-22):

* Midrash Sifre Devarim (Parashá Shoftim 175-176): Este Midrash aborda la pregunta del pueblo: “¿Cómo sabremos cuándo una palabra no ha sido dicha por HaShem?” El Sifre elabora sobre el criterio de la no-cumplimiento, pero también añade que un verdadero profeta nunca contradirá la Toráh ya establecida. Si un profeta viene y dice que se puede adorar a otros elohím, incluso si sus señales o prodigios se cumplen, es un falso profeta. El principio de “Lo ta-gur mim-menu” (לֹ֥א תָג֖וּר מִמֶּֽנּוּ – lo ta-gur mi-me-nu, “no le temerás”) se interpreta como no tener miedo de desenmascarar a un falso profeta, incluso si parece tener poder o influencia. La presunción (za-don) se ve como la raíz de la falsa profecía, donde el ego del profeta suplanta la voz de Elohím.

En resumen, los Midrashim y Targumim refuerzan la seriedad de las prohibiciones paganas, elevan el estatus del profeta prometido a una figura mesiánica, y proveen criterios prácticos y éticos para el discernimiento profético, todo ello esencial para mantener la pureza y la integridad del pueblo de HaShem en el Reino.

10. Mandamientos

De esta Aliyá, podemos extraer varios mandamientos (mitzvot) y principios de vida esenciales para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos:

1. Mandamiento Negativo: Rechazar toda forma de Ocultismo y Adivinación (Deuteronomio 18:9-12): Los discípulos de Mashíaj deben abstenerse completamente de participar o consultar cualquier práctica de hechicería, adivinación, espiritismo, necromancia o cualquier forma de magia. Esto incluye horóscopos, lecturas de cartas, brujería, encantamientos, y cualquier intento de obtener conocimiento o poder de fuentes que no sean HaShem. Estas prácticas son una abominación para Elohím y socavan la fe en Su soberanía y Su providencia.

2. Mandamiento Positivo: Ser Íntegro con Adonái Tu Elohím (Deuteronomio 18:13): “Tamim ti-h-ye im Adonái Elo-he-ja” (תָּמִ֣ים תִּֽהְיֶ֔ה עִ֖ם יְהֹוָ֥ה אֱלֹהֶֽיךָ). Este mandamiento llama a una devoción exclusiva y total a HaShem, sin desviar la mirada hacia otras fuentes de guía o poder. Implica una vida de pureza moral, sinceridad de corazón y obediencia completa a Su palabra, reflejando el carácter de Yeshúa HaMashíaj.

3. Mandamiento Positivo: Escuchar al Verdadero Profeta de HaShem (Deuteronomio 18:15, 19): Los discípulos están llamados a reconocer y obedecer la voz del verdadero profeta que HaShem levanta, cuyo mensaje es fiel a Su carácter y a Su Torah, y que se cumple. En el Reino de los Cielos, esto se cumple principalmente en escuchar a Yeshúa HaMashíaj, el Profeta supremo, y a Sus enviados (apóstoles y profetas legítimos del Reino) que proclaman Su palabra con autoridad y verdad.

4. Principio de Discernimiento: Evaluar la Profecía por sus Frutos y el Cumplimiento (Deuteronomio 18:21-22): No se debe temer a un profeta si lo que dice no se cumple o si su mensaje contradice la palabra revelada de HaShem o el testimonio de Yeshúa HaMashíaj. Los discípulos deben ser sabios y escrutadores, aplicando los criterios de la Toráh y del Ruaj HaKodesh para distinguir la verdad del engaño. Un verdadero profeta glorifica a Yeshúa HaMashíaj y guía a la obediencia de Sus mandamientos, no a la desobediencia o la confusión.

Estos mandamientos y principios son esenciales para mantener la pureza del Reino de los Cielos y asegurar que los discípulos de Mashíaj caminen en la luz y la verdad de HaShem.

11. Preguntas de Reflexión

1. Considerando las prácticas prohibidas en Deuteronomio 18:9-12, ¿cómo se manifiestan formas de “ocultismo” o “búsqueda de conocimiento ilegítimo” en la sociedad actual, incluso dentro de las comunidades que profesan seguir a Yeshúa HaMashíaj? ¿Qué pasos concretos podemos tomar como discípulos para mantenernos “tamim” (íntegros) y puros en el Reino de los Cielos?

2. El Maran Yeshúa, el Profeta prometido, nos enseñó a discernir a los falsos profetas “por sus frutos”. Más allá de las predicciones que se cumplen o no, ¿cuáles son los “frutos” espirituales y de carácter que debemos buscar para identificar a un verdadero profeta o maestro en el Reino, y cómo los cultivamos en nuestras propias vidas?

3. Si la desobediencia a la palabra del verdadero profeta (en última instancia, a Yeshúa HaMashíaj) tendrá serias consecuencias, ¿qué implica para nuestra vida diaria como discípulos el mandato de “escucharle” y obedecerle? ¿Cómo podemos asegurarnos de que estamos activamente escuchando y aplicando la Toráh y las enseñanzas de Yeshúa HaMashíaj en cada área de nuestra existencia en el Reino?

12. Resumen

La Aliyá 3 de la Parashá Shoftim, Deuteronomio 18:9-22, es una advertencia crucial y un manual de discernimiento para el pueblo de Elohím. Prohíbe categóricamente una serie de prácticas ocultistas y paganas que son “to’avah” (abominación) para HaShem, instando a Israel a ser “tamim” (íntegro) con Su Elohím. En contraste con estas fuentes engañosas, Adonái promete levantar un “Navi kamo-ni” (profeta como Moshéh) a quien el pueblo debe escuchar. Este pasaje sienta las bases para el discernimiento de la verdadera profecía a través del cumplimiento de la palabra y la fidelidad a la Toráh, con graves consecuencias para los falsos profetas y para aquellos que no escuchan al profeta verdadero. En el Reino de los Cielos, esta profecía encuentra su máxima realización en Yeshúa HaMashíaj, el Profeta supremo, Quien nos ha revelado la plenitud de la voluntad del Padre y nos llama a discernir la verdad de Su palabra y a rechazar todo engaño, edificando así una comunidad pura y obediente a HaShem.

13. Tefiláh (Oración)

¡Oh, Elohím de Avraham, Yitzḥak y Yaakov, Adonái de todo el Reino de los Cielos! Te damos gracias por Tu Toráh y por la sabiduría que nos concedes para discernir entre la luz y las tinieblas, entre Tu voz santa y las fábulas engañosas. Que Tu Ruaj HaKodesh nos capacite, como discípulos de Yeshúa HaMashíaj, para ser “tamim” contigo, apartando toda abominación y falsedad de nuestros caminos. Concédenos oídos atentos y corazones obedientes para escuchar siempre la voz de Tu Profeta supremo, Maran Yeshúa, y para vivir conforme a la verdad de Su Reino, rechazando toda presunción y engaño, para Tu gloria eterna. Amén.

Más Recursos del Reino de Yeshúa HaMashíaj

Para estudios adicionales y recursos, visita nuestro sitio web dedicado al estudio profundo de la Torah desde la perspectiva del Reino de Yeshúa HaMashíaj.

Recursos Biblia Toráh Viviente 2025 


+Recursos del Ministerio Judío Mesiánico de Biblia Toráh Viviente Para Maestros, Traductores y Estudiantes:

TORA DE ESTUDIO
https://torahviviente.com

PARASHÁ DE LA SEMANA
https://laparashadelasemana.torahviviente.com/

ORANDO CON LOS TEHILÍM
https://torahviviente.com/orandotehilim

RECURSOS GRATIS
https://bibliatorahviviente.github.io/recursos

o Chatea con Toráh Viviente en WhatsApp:
https://wa.me/ais/24791720737112363?s=5

Menú Torah Viviente
Messianic Jewish Ministry 
👇👇👇
Chat en vivo, Tehilim Salmos, Biblioteca Pdfs, y Audios, Música, Parashot, Hebreo Fácil, Cinejudio, Amida, Tevilah, aplicaciones de estudio…etc.
Telegram:
t.me/menutorahviviente

OFRENDAS
https://t.me/menutorahviviente/2020

🇮🇱 Am Israel Jai
EN TODOS LOS IDIOMAS
🇺🇸 🇮🇱 🇨🇳 🇮🇳 🇪🇸 🇫🇷  🇧🇷

Deja un comentario