Leer o Descargar PDF - Parashá 37 Shelaj Lejá (שלח לך) – Aliyah 5

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Parashá 37 Shelaj Lejá (שלח לך) – Números 15:1-16

Aliyáh 5: (Números 15:1-16) Instrucciones sobre las ofrendas cuando entren a la tierra y la igualdad entre israelitas y extranjeros.
Haftaráh: Isaías 56:1-8 (La inclusión de los extranjeros que guardan el Shabat).
Brit Hadasháh: Efesios 2:11-22 (La unificación de judíos y gentiles en el Mesías).

Punto 1.

Texto HebreoPalabra HebreaFonéticaTraducción Palabra por Palabra
וַיְדַבֵּרVa-ye-da-bérY habló
יְהוָהAdonáiAdonái
אֶל-מֹשֶׁהel-Mo-shéa Moshé
לֵּאמֹר׃le-mórdiciendo:
דַּבֵּרDa-bérHabla
אֶל-בְּנֵיel-b’neia los hijos
יִשְׂרָאֵלYis-ra-élde Israel
וְאָמַרְתָּve-a-már-tay diles
אֲלֵהֶםa-le-héma ellos:
כִּיKiCuando
תָבֹאוּta-vó-uentréis
אֶל-אֶרֶץel-é-retza la tierra
מוֹשְׁבֹתֵיכֶםmo-sh’vo-tei-jémde vuestras habitaciones,
אֲשֶׁרa-shérla cual
אֲנִיa-níYo
נוֹתֵןno-ténos doy;
וַעֲשִׂיתֶםVa-a-si-témy haréis
אִשֶּׁהi-shéhuna ofrenda encendida
לַיהוָהla-Adonáipara Adonái,
עֹלָהo-láhun holocausto
אוֹ-זֶבַחo-zé-vajo un sacrificio,
לְפַלֵּאle-fa-lépara cumplir
נֶדֶרné-derun voto
אוֹoo
כִנְדָבָהjin-da-váhuna ofrenda voluntaria,
אוֹoo
בְּמוֹעֲדֵיכֶםb’mo-a-dei-jémen vuestras festividades,
לַעֲשׂוֹתla-a-sótpara hacer
רֵיחַré-ajun aroma
נִיחֹחַni-jó-ajgrato
לַיהוָהla-Adonáia Adonái
מִבָּקָרmi-ba-kárde ganado
אוֹ-מִצֹּאן׃o-mi-tzóno de ovejas.
וְהִקְרִיבVe-hik-rí-vY el que ofrezca
הַמַּקְרִיבha-mak-rí-vla ofrenda
קָרְבָּנוֹkor-ba-nósu ofrenda,
לַיהוָהla-Adonáipara Adonái,
מִנְחָהmin-jáuna ofrenda de grano,
סֹלֶתsó-letuna décima de efa
בְּלוּלָהb’lu-láhmezclada
בַּשֶּׁמֶןba-shé-mencon aceite,
רֶבַעré-vala cuarta parte
הַהִיןha-hínde un hin.
וְיַיִןVe-yá-yinY vino
לַנֶּסֶךְla-né-sejpara la libación,
רֶבַעré-vala cuarta parte
הַהִיןha-hínde un hin,
תַּעֲשֶׂהta-a-séhofrecerás
עַל-הָעֹלָהal-ha-o-láhcon el holocausto
אוֹoo
עַל-הַזָּבַחal-ha-zá-vajcon el sacrificio,
לַכֶּבֶשׂla-ké-vespor cada cordero.
וְלָאַיִלVe-la-á-yilY para el carnero,
תַּעֲשֶׂהta-a-séhprepararás
מִנְחָהmin-jáuna ofrenda de grano,
שְׁנֵיsh’neidos
עֶשְׂרֹנִיםes-ro-nímdécimas de efa
סֹלֶתsó-letde flor de harina
בְּלוּלָהb’lu-láhmezclada
בַּשֶּׁמֶןba-shé-mencon aceite,
שְׁלִישִׁיתsh’li-shítla tercera parte
הַהִין׃ha-hínde un hin.
וְיַיִןVe-yá-yinY para la libación
תַּקְרִיבtak-rívofrecerás
שְׁלִישִׁיתsh’li-shítla tercera parte
הַהִיןha-hínde un hin
לְרֵיחַle-ré-ajpara un aroma
נִיחֹחַni-jó-ajgrato
לַיהוָה׃la-Adonáia Adonái.
וְכִיVe-jíY cuando
תַעֲשֶׂהta-a-séhprepares
בֶן-בָּקָרben-ba-kárun becerro
עֹלָהo-láhcomo holocausto
אוֹ-זָבַחo-zá-vajo como sacrificio
לְפַלֵּאle-fa-lépara cumplir
נֶדֶרné-derun voto,
אוֹoo
שְׁלָמִיםsh’la-mímofrendas de paz,
לַיהוָה׃la-Adonáipara Adonái:
וְהִקְרִיבVe-hik-rí-vY ofrecerá
עַל-הַבָּקָרal-ha-ba-kárcon el becerro
מִנְחָהmin-jáuna ofrenda de grano,
שָׁלֹשׁsha-lóshtres
עֶשְׂרֹנִיםes-ro-nímdécimas de efa
סֹלֶתsó-letde flor de harina
בְּלוּלָהb’lu-láhmezclada
בַּשֶּׁמֶןba-shé-mencon aceite,
חֲצִיja-tzíla mitad
הַהִין׃ha-hínde un hin.
וְיַיִןVe-yá-yinY vino
תַּקְרִיבtak-rívofrecerás
לַנֶּסֶךְla-né-sejpara la libación,
חֲצִיja-tzíla mitad
הַהִיןha-hínde un hin,
אִשֵּׁהi-shéhuna ofrenda encendida
רֵיחַré-ajde aroma
נִיחֹחַni-jó-ajgrato
לַיהוָה׃la-Adonáia Adonái.
כָּכָהKa-jáAsí
יֵעָשֶׂהye-a-séhse hará
לַפָּרla-párpor cada becerro,
הָאֶחָדha-e-jádpor uno solo,
אוֹoo
לָאַיִלla-á-yilpor el carnero,
אוֹoo
לַכֶּבֶשׂla-ké-veso por el cordero,
אוֹoo
לָעֵז׃la-ézo por la cabra.
כַּמִּסְפַּרKa-mis-párConforme al número
אֲשֶׁרa-shérde lo que
תַּעֲשׂוּta-a-súhagáis,
כֵּןkenasí
תַּעֲשׂוּta-a-súharéis
לָאֶחָדla-e-jádpara cada uno
כְּמִסְפָּרָם׃k’mis-pa-rámconforme a su número.
כָּל-אֵזוֹרKol-e-zórTodo el que es
הָאֶזְרָחha-ez-rájnativo
יַעֲשֶׂהya-a-séhhará
אֶת-אֵלֶּהet-é-lehestas cosas
לְהַקְרִיבle-hak-rívpara ofrecer
אִשֵּׁהi-shéhuna ofrenda encendida
רֵיחַré-ajde aroma
נִיחֹחַni-jó-ajgrato
לַיהוָה׃la-Adonáia Adonái.
וְכִי-יָגוּרVe-jí-ya-gúrY cuando more
אִתְּכֶםit-jémcon vosotros
גֵּרguerun extranjero,
אוֹoo
אֲשֶׁר-בְּתוֹכְכֶםa-shér-b’to-j’jémo el que esté entre vosotros
לְדֹרֹתֵיכֶםle-do-ro-tei-jémpor vuestras generaciones,
וְעָשָׂהve-a-sáhy hiciere
אִשֵּׁהi-shéhuna ofrenda encendida
רֵיחַré-ajde aroma
נִיחֹחַni-jó-ajgrato
לַיהוָהla-Adonáia Adonái,
כַּאֲשֶׁרka-a-shércomo
תַּעֲשׂוּta-a-súvosotros hagáis,
כֵּןkenasí
יַעֲשֶׂה׃ya-a-séhhará él.
קָהָלKa-hálUna misma ley
אֶחָדe-jádhabrá
לָכֶםla-jémpara vosotros
וְלַגֵּרve-la-géry para el extranjero
הַגָּרha-gárque mora
אִתְּכֶםit-jémcon vosotros,
חֻקַּתjuk-kátestatuto
עוֹלָםo-lámperpetuo
לְדֹרֹתֵיכֶםle-do-ro-tei-jémpor vuestras generaciones;
כָּכֶםka-jémcomo vosotros,
כַּגֵּרka-gérasí será el extranjero
יִהְיֶהyih-yéhante
לִפְנֵיlif-néila presencia
יְהוָה׃Adonáide Adonái.
תּוֹרָהTo-ráhUna misma Toráh
אַחַתa-játy una misma
וּמִשְׁפָּטu-mish-pátley
אֶחָדe-jádhabrá
יִהְיֶהyih-yéhpara vosotros
לָכֶםla-jémy para el extranjero
וְלַגֵּרve-la-gérque mora
הַגָּרha-gárcon vosotros.

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Traducción Literal al Español:

Y habló Adonái a Moshé diciendo: Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando entréis a la tierra de vuestras habitaciones que Yo os doy, y hagáis una ofrenda encendida para Adonái, un holocausto o un sacrificio, para cumplir un voto o una ofrenda voluntaria, o en vuestras festividades, para hacer un aroma grato a Adonái, de ganado o de ovejas. Y el que ofrezca su ofrenda para Adonái, una ofrenda de grano, una décima de efa de flor de harina mezclada con aceite, la cuarta parte de un hin. Y vino para la libación, la cuarta parte de un hin, ofrecerás con el holocausto o con el sacrificio, por cada cordero. Y para el carnero, prepararás una ofrenda de grano, dos décimas de efa de flor de harina mezclada con aceite, la tercera parte de un hin. Y vino ofrecerás para la libación, la tercera parte de un hin, para un aroma grato a Adonái. Y cuando prepares un becerro como holocausto o como sacrificio para cumplir un voto, o como ofrendas de paz para Adonái: Y ofrecerá con el becerro una ofrenda de grano, tres décimas de efa de flor de harina mezclada con aceite, la mitad de un hin. Y vino ofrecerás para la libación, la mitad de un hin, una ofrenda encendida de aroma grato a Adonái. Así se hará por cada becerro, por uno solo, o por el carnero, o por el cordero, o por la cabra. Conforme al número de lo que hagáis, así haréis para cada uno conforme a su número. Todo el que es nativo hará estas cosas para ofrecer una ofrenda encendida de aroma grato a Adonái. Y cuando more con vosotros un extranjero, o el que esté entre vosotros por vuestras generaciones, y hiciere una ofrenda encendida de aroma grato a Adonái, como vosotros hagáis, así hará él. Una misma ley habrá para vosotros y para el extranjero que mora con vosotros, estatuto perpetuo por vuestras generaciones; como vosotros, así será el extranjero ante la presencia de Adonái. Una misma Toráh y una misma ley habrá para vosotros y para el extranjero que mora con vosotros.

2. Haftaráh, Isaías 56:1-8:

Texto HebreoPalabra HebreaFonéticaTraducción Palabra por Palabra
כֹּהKohAsí
אָמַרa-márdijo
יְהוָהAdonáiAdonái:
שִׁמְרוּShim-rúGuardad
מִשְׁפָּטmish-pátel juicio
וַעֲשׂוּva-a-súy haced
צְדָקָהtze-da-káhjusticia,
כִּי-קְרוֹבָהki-k’ro-váhporque cerca
יְשׁוּעָתִיye-shu-a-tíestá mi salvación
לָבוֹאla-vópara venir
וְצִדְקָתִיve-tzid-ka-tíy mi justicia
לְהִגָּלוֹת׃le-hi-ga-lótpara ser revelada.
אַשְׁרֵיAsh-réiBienaventurado
אֱנוֹשׁe-nóshel hombre
יַעֲשֶׂה-זֹּאתya-a-séh-zótque hace esto,
וּבֶן-אָדָםu-ven-a-dámy el hijo de hombre
יַחֲזִיקya-ja-zíkque se aferra
בָּהּbaha ello;
שֹׁמֵרsho-mérque guarda
שַׁבָּתsha-bátel Shabat
מֵחַלְּלוֹme-jal-le-lósin profanarlo,
וְשֹׁמֵרve-sho-méry que guarda
יָדוֹya-dósu mano
מֵעֲשׂוֹתme-a-sótde hacer
כָּל-רָע׃kol-rátodo mal.
וְאַל-יֹאמַרVe-al-yo-márY no diga
בֶּן-הַנֵּכָרben-ha-ne-járel hijo del extranjero
הַנִּלְוָהha-nil-váhque se ha unido
עַל-יְהוָהal-Adonáia Adonái,
לֵאמֹרle-mórdiciendo:
הַבְדֵּלHav-délCiertamente me apartará
יַבְדִּילַנִיyav-dí-la-níAdonái de Su pueblo;
יְהוָהAdonái
מֵעַלme-ál
עַמּוֹam-mó
וְאַל-יֹאמַרve-al-yo-máry no diga
הַסָּרִיסha-sa-rísel eunuco:
הֵןhenHe aquí,
אֲנִיa-níyo soy
עֵץetzun árbol
יָבֵשׁ׃ya-véshseco.
כִּי-כֹהKi-jóhPorque así
אָמַרa-márdijo
יְהוָהAdonáiAdonái
לַסָּרִיסִיםla-sa-ri-síma los eunucos
אֲשֶׁרa-shérque
יִשְׁמְרוּyish-me-rúguarden
אֶת-שַׁבְּתוֹתַיet-shab-be-to-táymis Shabatot,
וּבָחֲרוּu-va-ja-rúy escojan
בַּאֲשֶׁרba-a-shérlo que
חָפָצְתִּיja-fá-tze-tiYo quiero,
וּמַחֲזִיקִיםu-ma-ja-zi-kímy se aferren
בִּבְרִיתִי׃biv-ri-tía mi pacto:
וְנָתַתִּיVe-na-ta-tíYo les daré
לָהֶםla-hémen mi casa
בְּבֵיתִיb’vei-tíy dentro
וּבְחוֹמֹתַיu-v’jo-mo-táyde mis muros
יָדyadun monumento
וָשֵׁםva-shémy un nombre
טוֹבtovmejor
מִבָּנִיםmi-ba-nímque hijos
וּמִבָּנוֹתu-mi-ba-nóte hijas;
שֵׁםshemun nombre
עוֹלָםo-lámeterno
אֶתֶּן-לוֹet-tén-loles daré
אֲשֶׁרa-shérque
לֹאlono
יִכָּרֵת׃yi-ka-rétserá cortado.
וְבְנֵיU-v’neiY a los hijos
הַנֵּכָרha-ne-járdel extranjero
הַנִּלְוִיםha-nil-vímque se unan
עַל-יְהוָהal-Adonáia Adonái
לְשָׁרְתוֹle-shar-tópara servirle,
וּלְאַהֲבָהu-le-a-ha-váhy para amar
אֶת-שֵׁםet-shemel nombre
יְהוָהAdonáide Adonái,
לִהְיוֹתlih-yóthpara ser
לוֹlosus
לַעֲבָדִיםla-a-va-dímsiervos,
כָּל-שֹׁמֵרkol-sho-méra todos los que guardan
שַׁבָּתsha-bátel Shabat
מֵחַלְּלוֹme-jal-le-lósin profanarlo,
וּמַחֲזִיקִיםu-ma-ja-zi-kímy que se aferran
בִּבְרִיתִי׃biv-ri-tía mi pacto:
וַהֲבִיאוֹתִיםVa-ha-vi-o-tímYo los traeré
אֶל-הַרel-hara mi monte
קָדְשִׁיkod-shísanto,
וְשִׂמַּחְתִּיםve-sim-maj-tímy los alegraré
בְּבֵיתb’veiten mi casa
תְּפִלָּתִיte-fi-la-tíde oración;
עוֹלֹתֵיהֶםo-lo-tei-hémsus holocaustos
וְזִבְחֵיהֶםve-ziv-jei-hémy sus sacrificios
לְרָצוֹןle-ra-tzónserán aceptados
עַל-מִזְבְּחִיal-miz-be-jísobre mi altar,
כִּיkiporque
בֵיתִיbei-tími casa
בֵּית-תְּפִלָּהbeit-te-fi-láhserá llamada casa de oración
יִקָּרֵאyi-ka-ré
לְכָל-הָעַמִּים׃le-jol-ha-am-mímpara todos los pueblos.
נְאֻםNe-úmDice
אֲדֹנָיAdonáiAdonái
יְהוִהElohímElohím,
מְקַבֵּץme-ka-bétzel que reúne
נִדְחֵיnid-jéa los dispersos
יִשְׂרָאֵלYis-ra-élde Israel:
עוֹדodAún
אֲקַבֵּץa-ka-bétzreuniré
עָלָיוa-lávotros
נִדְחָיוnid-jáva los suyos
עִם-נִדְחָיו׃im-nid-jávya reunidos.

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Traducción Literal al Español:

Así dijo Adonái: Guardad el juicio y haced justicia, porque cerca está mi salvación para venir y mi justicia para ser revelada. Bienaventurado el hombre que hace esto, y el hijo de hombre que se aferra a ello; que guarda el Shabat sin profanarlo, y que guarda su mano de hacer todo mal. Y no diga el hijo del extranjero que se ha unido a Adonái, diciendo: Ciertamente me apartará Adonái de Su pueblo; y no diga el eunuco: He aquí, yo soy un árbol seco. Porque así dijo Adonái a los eunucos que guarden mis Shabatot, y escojan lo que Yo quiero, y se aferren a mi pacto: Yo les daré en mi casa y dentro de mis muros un monumento y un nombre mejor que hijos e hijas; un nombre eterno les daré que no será cortado. Y a los hijos del extranjero que se unan a Adonái para servirle, y para amar el nombre de Adonái, para ser sus siervos, a todos los que guardan el Shabat sin profanarlo, y que se aferran a mi pacto: Yo los traeré a mi monte santo, y los alegraré en mi casa de oración; sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptados sobre mi altar, porque mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos. Dice Adonái Elohím, el que reúne a los dispersos de Israel: Aún reuniré otros a los suyos ya reunidos.

Comentario Mesiánico:

La Haftaráh de Isaías 56:1-8 se conecta profundamente con la Parashá Shelaj Lejá al expandir el tema de la inclusión y la igualdad en el pacto de Elohím. Mientras la Toráh, en Números 15, establece que los extranjeros que moran en Israel deben seguir las mismas leyes de ofrendas que los nativos, la Haftaráh de Isaías profetiza un tiempo en el que la casa de oración de Adonái será para “todos los pueblos”. Esto es una promesa mesiánica clara de la expansión del Reino de Elohím más allá de las fronteras étnicas de Israel. La profecía habla de eunucos y extranjeros que, a pesar de sus limitaciones físicas o de origen, si guardan el Shabat y se aferran al pacto de Adonái, recibirán un “nombre eterno” y serán bienvenidos en la casa de Elohím. Este pasaje anticipa el Mesías Yeshúa, quien no solo vino a redimir a Israel, sino también a todas las naciones, para que se unan al pueblo de los pactos, rompiendo las barreras que separaban a las personas de Elohím y entre sí. Yeshúa mismo citó Isaías 56:7 cuando dijo que Su casa sería casa de oración para todas las naciones (Marcos 11:17), confirmando esta visión inclusiva del Reino mesiánico. La obediencia a los mandamientos, como guardar el Shabat y practicar la justicia, se convierte en el camino para que tanto Israel como los gentiles sean parte de la redención y reciban las bendiciones de Adonái.

Aplicación Espiritual:

La Haftaráh nos llama a reflexionar sobre la relevancia de la inclusión y la obediencia en nuestra vida espiritual actual. Para los creyentes en la actualidad, Isaías 56:1-8 es un recordatorio poderoso de que la salvación y la cercanía con Elohím no están limitadas por el linaje o el estatus social, sino por la obediencia a Su Toráh y la fe en Él. La promesa de un “nombre eterno” para aquellos que se aferran al pacto de Adonái, incluso para los extranjeros y eunucos, nos habla de la redención y la esperanza que Yeshúa haMashíaj ofrece a todos los que creen. En Yeshúa, las distinciones que antes separaban se desvanecen, y todos somos coherederos de las promesas de Elohím. Este pasaje nos anima a vivir una vida de justicia y rectitud, a guardar el Shabat como señal de nuestro compromiso con Elohím, y a recibir a todos aquellos que buscan a Adonái con un corazón sincero, reconociendo que la comunidad del Mesías es un lugar de bienvenida y transformación para todos los pueblos. Es un llamado a la unidad y a la práctica de una fe activa que se manifiesta en obediencia y amor.

3. Brit Hadasháh, Efesios 2:11-22:

Texto Arameo (Siríaco Oriental)Fonética Siríaca OrientalTraducción Palabra por Palabra
ܗܳܟ݂ܰܝܠHa-khaylPor tanto,
ܐܰܬ݁ܽܘܢat-tunvosotros
ܥܗܰܕ݂ܘoh-had-urecordad
ܕ݁ܰܡܠܳܐd’ma-laque antes
ܙܰܒ݂ܢܳܐzav-naen otro tiempo
ܥܰܡ݈ܡܶܐam-megentiles
ܗ݈ܘܰܝܬ݁ܽܘܢhwai-tunerais;
ܒ݁ܰܒ݂ܣܰܪb’vas-aren la carne
ܘܶܡܶܬ݂ܩܰܪܶܝܢw’me-th’qa-rayny erais llamados
ܥܰܪ̈ܠܽܘܬ݂ܳܐar-lu-taincircuncisos
ܡܶܢmenpor aquellos
ܐܰܝܠܶܝܢai-leynque se llaman
ܕ݁ܡܶܬ݂ܩܰܪܶܝܢd’me-th’qa-rayncircuncisión,
ܓ݁ܙܽܘܪܬ݁ܳܐgzúr-tahecha
ܒ݁ܰܒ݂ܣܰܪb’vas-aren la carne
ܒ݁ܺܐܝܕ݂̈ܰܝb’i-daypor manos.
ܒ݁ܢܰܝܢܳܫܳܐ܂b’nai-na-shade hombres.
ܘܰܗܘܰܝܬ݁ܽܘܢWa-hwai-tunY estabais
ܒ݁ܥܰܕ݂ܢܳܐb’ad-naen aquel tiempo
ܗܰܘhaw
ܕ݁ܠܳܐd’lasin
ܡܫܺܝܚܳܐMshi-jaMashíaj,
ܘܰܡܫܰܠܚܺܝܢw’m’shal-jíny excluidos
ܡܶܢmendel
ܛܰܟ݂ܣܶܗtak-seestado
ܕ݁ܺܐܝܣܪܳܐܶܝܠd’Is-ra-elde Israel,
ܘܰܢܽܘܟ݂ܪ̈ܳܝܶܐwa-nu-jra-yey extranjeros
ܡܶܢmende los
ܕ݁ܺܝܰܬ݂ܺܝܩܳܐdi-ya-ti-qapactos
ܕ݁ܡܽܘܠܟ݁ܳܢܳܐd’múl-ka-nade la promesa,
ܘܰܕ݂ܠܳܐwad-lay sin
ܣܰܒ݂ܪܳܐsav-raesperanza,
ܘܕ݂ܰܠܳܐw’da-lay sin
ܐܰܠܳܗܳܐA-la-haElohím
ܒ݁ܥܳܠܡܳܐ܂b’ol-maen el mundo.
ܗܳܫܳܐHa-shaPero ahora
ܕ݁ܶܝܢdeynen
ܒ݁ܝܶܫܽܘܥb’Yi-shuYeshúa
ܡܫܺܝܚܳܐMshi-jaMashíaj,
ܐܰܢ݈ܬ݁ܽܘܢan-tunvosotros
ܕ݁ܡܶܢd’menque antes
ܩܕ݂ܺܝܡq’dímestabais
ܪܰܚܺܝܩܺܝܢra-jí-qínlejos,
ܗ݈ܘܰܝܬ݁ܽܘܢhwai-tunhabéis sido
ܩܪ̈ܺܝܒ݂ܺܝܢq’rí-vínacercados
ܒ݁ܰܕ݂ܡܳܐb’vad-mapor la sangre
ܕ݁ܰܡܫܺܝܚܳܐ܂d’Mshi-jadel Mashíaj.
ܗܽܘHuPorque Él
ܓ݁ܶܝܪgeires
ܗ݈ܘhunuestra
ܫܠܳܡܰܢsh’la-manpaz,
ܕ݁ܥܰܒ݂ܕ݁d’av-adel que hizo
ܬ݁ܰܪ̈ܬ݁ܰܝܗܶܝܢtar-tei-heynde los dos
ܚܕ݂ܳܐj’dauno,
ܘܰܣܬ݂ܰܪw’sa-thary derribó
ܣܝܳܓ݂ܳܐsyá-gala pared intermedia
ܕ݁ܰܒ݂ܨܳܥܬ݂ܳܐd’va-tza-tade separación,
ܘܒ݂ܳܨܰܠw’va-tzalla enemistad,
ܐܶܟ݂ܕ݁ܳܢܽܘܬ݂ܳܐej-da-nu-taen su carne;
ܒ݁ܰܒ݂ܣܰܪܶܗ܂b’vas-rehaboliendo la ley
ܘܢܳܡܽܘܣܳܐw’na-mu-sade los mandamientos
ܕ݁ܦ݂ܽܘܩܕ݁ܳܢܶܐd’pu-qa-neen orden a las ordenanzas;
ܒ݁ܰܦ݂ܘܽܩܕ݁ܳܢܶܐb’pu-qa-nepara crear
ܕ݁ܥܰܠd’alen sí mismo
ܟ݁ܽܠkulun solo
ܡܶܢܗܽܘܢmen-hunhombre nuevo
ܒ݁ܢܳܐb’nade los dos,
ܚܰܕ݂ܬ݁ܳܐja-th’tahaciendo
ܒ݁ܩܰܢܽܘܡܶܗb’qa-nu-mehpaz;
ܘܢܰܥܒ݁ܶܕ݂w’na-e-bedy reconciliar
ܫܠܳܡܳܐ܂shla-maa ambos
ܘܢܰܪܥܶܐw’nar-een un solo
ܬ݁ܪ̈ܰܝܗܽܘܢtrey-huncuerpo
ܒ݁ܚܰܕ݂b’jadcon Elohím
ܦ݁ܰܓ݂ܪܳܐpa-grapor medio
ܠܰܐܠܳܗܳܐl’A-la-hadel madero,
ܘܰܕ݂ܒ݂ܰܚw’d’vajmatando
ܒ݁ܨܠܺܝܒ݂ܶܗb’tzli-vehen él la enemistad.
ܐܶܟ݂ܕ݁ܳܢܽܘܬ݂ܳܐ܂ej-da-nu-ta
ܘܶܐܬ݂ܳܐW’e-thaY Él vino
ܣܰܒ݁ܰܪsa-bary anunció
ܫܠܳܡܳܐshla-mapaz
ܠܟ݂ܽܘܢl’kuna vosotros
ܠܰܪ̈ܚܺܝܩܶܐla-r’jí-qelos que estabais lejos,
ܘܠܰܩܪ̈ܺܝܒ݂ܶܐ܂w’la-q’rí-vey a los que estaban cerca.
ܡܶܛܽܠMet-tólPorque por
ܕ݁ܒ݂ܶܗd’vehmedio de Él
ܗ݈ܘhutenemos
ܠܰܢlanacceso
ܬ݁ܪ̈ܰܝܗܽܘܢtrey-hunambos
ܒ݁ܚܰܕ݂b’jaden
ܪܽܘܚܳܐRu-jaun mismo Ruaj
ܠܘܳܬ݂l’watha la presencia
ܐܰܒ݂ܳܐ܂A-vadel Padre.
ܗܳܟ݂ܰܝܠHa-khaylAsí pues,
ܠܳܐlaya no
ܗ݈ܘܰܝܬ݁ܽܘܢhwai-tunsois
ܐܰܢ݈ܬ݁ܽܘܢan-tunextranjeros
ܐܰܝܢܳܣܰܝai-na-sayni advenedizos,
ܘܰܢܽܘܟ݂ܪ̈ܳܝܶܐwa-nu-jra-yesino
ܐܶܠܳܐe-laconciudadanos
ܒ݁ܢܰܝb’naide los
ܡܕ݂ܺܝܢ݈ܬ݁ܳܐm’dí-n’tasantos,
ܕ݁ܩܰܕ݁ܺܝܫܶܐd’qa-dí-shey miembros
ܘܰܒ݂ܢܰܝwa-bnaide la casa
ܒ݁ܰܝܬ݁ܳܐbai-tade Elohím;
ܕ݁ܰܐܠܳܗܳܐ܂d’A-la-ha
ܘܶܐܬ݂ܒ݁ܢܺܝܬ݁ܽܘܢW’et-b’ní-tuny habéis sido edificados
ܥܰܠalsobre
ܫܶܬ݂ܳܐshe-thael fundamento
ܕ݁ܰܫܠܺܝ̈ܚܶܐd’shli-jede los apóstoles
ܘܰܢܒ݂ܺܝ̈ܶܐw’na-vi-ey profetas,
ܘܰܗܘܳܐwa-hwasiendo
ܪܺܫܳܐri-shaYeshúa
ܕ݁ܰܩܪܳܢܳܐd’qa-ra-naMashíaj
ܟ݁ܺܐܦ݂ܬ݂ܳܐki-thamismo
ܝܶܫܽܘܥYi-shula principal
ܡܫܺܝܚܳܐMshi-japiedra
ܗܽܘhudel ángulo.
ܒ݁ܶܗBehEn Él
ܟ݁ܽܠܶܗkul-lehtodo el
ܒ݁ܶܢܝܳܢܳܐben-ya-naedificio,
ܡܶܬ݂ܪܰܟ݁ܰܒ݂met-ra-kabbien concertado,
ܘܪܳܒ݂ܶܐw’ra-veva creciendo
ܠܗܰܝܟ݁ܠܳܐl’hai-klapara ser un templo
ܩܰܕ݁ܺܝܫܳܐqa-di-shasanto
ܒ݁ܡܳܪܝܳܐ܂b’Mar-Yahen MarYah.
ܘܰܐܢ݈ܬ݁ܽܘܢWa-an-tunEn Él también
ܒ݁ܶܗbehvosotros
ܡܶܬ݂ܒ݁ܢܶܝܢmet-b’neynsois
ܐܰܢ݈ܬ݁ܽܘܢan-tunjuntamente
ܠܡܰܥܡܳܪܳܐl’ma-a-mo-raedificados
ܕ݁ܰܐܠܳܗܳܐd’A-la-hapara morada
ܒ݁ܪܽܘܚܳܐ܂b’Ru-jade Elohím en el Ruaj.

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Comentarios exhaustivos:

El pasaje de Efesios 2:11-22, desde la perspectiva del Arameo Peshita, es una revelación profunda de la obra de Yeshúa haMashíaj en la unificación de judíos y gentiles. El texto comienza recordando a los gentiles su condición previa de “incircuncisos” y “extranjeros” de los pactos y promesas de Israel. Esta separación, referida como una “pared intermedia de separación” (סܝܓא דבצצותא, syá-ga d’va-tza-ta), no solo era física en el Templo, sino también espiritual y social, impidiendo el pleno acceso de los gentiles a la comunidad de Elohím. La palabra “MarYah” (ܡܳܪܝܳܐ) utilizada aquí para el Señor, es un título arameo para la Deidad que se aplica a Yeshúa, reafirmando Su divinidad y Su papel central en esta reconciliación.

El apóstol Shaul (Pablo) enfatiza que Yeshúa, por medio de Su sacrificio en el madero (בצליבה, b’tzli-veh), abolió la “enemistad” (אכדנותא, ej-da-nu-ta) y la barrera de los mandamientos que dividía a la humanidad. Esto no significa la abolición de la Toráh en sí, sino la abolición de la enemistad que surgía de la aplicación legalista y divisoria de la ley, y que impedía el acceso a Elohím a aquellos que no eran de Israel por nacimiento. En Yeshúa, tanto judíos como gentiles son reconciliados en un solo “cuerpo” (פגרא, pa-gra) con Elohím y tienen acceso al Padre por un mismo Ruaj Hakodesh (רוחא, Ru-ja). Esto subraya la unidad en el Mesías y la participación compartida en la vida de Elohím.

La culminación de esta reconciliación es la edificación de una nueva “morada de Elohím en el Ruaj” (למעמרא דאלהא ברוחא, l’ma-a-mo-ra d’A-la-ha b’Ru-ja), donde los creyentes gentiles ya no son “extranjeros ni advenedizos”, sino “conciudadanos de los santos y miembros de la casa de Elohím”. Este nuevo edificio espiritual está fundamentado en los “apóstoles y profetas”, con Yeshúa haMashíaj mismo como la “principal piedra del ángulo” (רישא דקרונא כאפתא, ri-sha d’qa-ra-na ki-tha), indicando Su posición fundamental y la cohesión que Él proporciona a toda la estructura.

Conexión con la Toráh y Haftaráh:

Este pasaje del Brit Hadasháh se conecta directamente con la Parashá Shelaj Lejá al desarrollar el concepto de inclusión. En Números 15, Elohím instruye que las ofrendas y las leyes de las primicias se aplican tanto al “nativo” (האזרח, ha-ez-ráj) como al “extranjero” (גר, guer) que mora entre el pueblo de Israel, estableciendo “una misma ley” (תורה אחת ומשפט אחד, Toráh a-ját u-mish-pát e-jád) para ambos. Esto sienta las bases para una comunidad donde la obediencia a Elohím y la participación en Sus mandamientos no están exclusivamente ligadas al nacimiento, sino también a la voluntad de unirse a Su pacto.

La Haftaráh de Isaías 56:1-8 expande esta idea proféticamente, declarando que la casa de oración de Adonái será para “todos los pueblos” y que los “extranjeros” que se unan a Adonái y guarden Su pacto tendrán un lugar y un nombre eterno en Su casa. Esta visión profética, que rompe con las limitaciones humanas de exclusión, encuentra su cumplimiento pleno en el Brit Hadasháh.

Efesios 2:11-22 explica cómo esta inclusión se logra a través de Yeshúa haMashíaj. Él no solo hizo posible que los gentiles participaran en las bendiciones de Israel, sino que derribó la “pared de separación” que dividía a los dos grupos, creando un “hombre nuevo” en Él. Así, los gentiles no son simplemente añadidos, sino que son “coherederos” y “co-miembros del cuerpo” en el Mesías, siendo injertados en la comunidad de Israel por medio de la fe en Yeshúa y la obra del Ruaj Hakodesh. Este pasaje, por lo tanto, muestra que la visión inclusiva de la Toráh y los profetas culmina en el Mesías, quien une a todos los que creen en Él en un solo Kahal, una sola comunidad espiritual.

Reflexión Mesiánica:

El papel de Yeshúa haMashíaj como centro de todas las Escrituras se manifiesta de forma gloriosa en Efesios 2:11-22. Él es la encarnación de la paz (שלמא, sh’la-ma) que reconcilia lo separado y es el medio por el cual la “enemistad” entre judíos y gentiles es destruida. La Toráh estableció la posibilidad de la inclusión de los extranjeros a través de la obediencia, y los profetas vislumbraron una era de completa bienvenida universal en la casa de Elohím. Yeshúa no solo predicó esta paz, sino que la realizó a través de Su sacrificio en el madero. Su carne (בבסרה, b’vas-reh) se convirtió en el medio por el cual la “ley de los mandamientos en orden a las ordenanzas” fue abolida en el sentido de su capacidad para dividir y excluir, no en su validez moral o de principios. En Él, la Toráh encuentra su cumplimiento y su propósito redentor para toda la humanidad.

La Deidad de Yeshúa, reflejada en el uso de “MarYah”, subraya que esta obra de reconciliación no es una simple acción humana, sino una intervención divina. Solo el Eterno mismo, manifestado en Yeshúa, podría haber derribado una barrera tan profunda y haber creado una unidad tan radical. La obra del Ruaj Hakodesh (רוחא, Ru-ja) en dar acceso al Padre a ambos grupos reafirma la unidad de Adonái en Sus manifestaciones. Yeshúa es la “piedra del ángulo” (כאפתא, ki-tha) sobre la cual se edifica el nuevo Templo espiritual, un templo no hecho de manos, sino de creyentes, donde Elohím mora por Su Ruaj. Así, el plan redentor de Elohím, desde la instrucción de las ofrendas para los extranjeros en Números hasta la visión de la casa de oración para todas las naciones en Isaías, se centra y se cumple perfectamente en la persona y obra de Yeshúa haMashíaj. Él es el camino, la verdad y la vida para la totalidad de la humanidad.

4. Contexto Histórico y Cultural.

La Parashá Shelaj Lejá, específicamente Números 15:1-16, se sitúa en el contexto del desierto, después del incidente de los espías que dudaron de la capacidad de Adonái para entregarles la Tierra Prometida. Este pasaje, a primera vista, parece un interludio normativo que introduce leyes sobre ofrendas, pero su ubicación estratégica y su contenido son cruciales. Después de la rebelión y el decreto de que la generación del desierto no entraría a Canaán, este texto reafirma la certeza de la entrada a la tierra para la siguiente generación. Adonái no abandona Su plan ni a Su pueblo, sino que recalibra las expectativas y les da instrucciones para cuando, finalmente, lleguen a la tierra prometida. La repetición de “cuando entréis a la tierra de vuestras habitaciones que Yo os doy” (כי תבאו אל ארץ מושבותיכם אשר אני נתן) es un recordatorio de la fidelidad de Elohím a Su pacto, a pesar de la desobediencia del pueblo.

Culturalmente, las ofrendas de grano (minjáh) y libación (nesekh) eran comunes en el Antiguo Cercano Oriente como adiciones a los sacrificios de animales. Sin embargo, en el sistema de la Toráh, estas ofrendas complementarias eran integrales y simbolizaban la devoción total y el agradecimiento a Elohím, ofreciendo los frutos de la tierra y del trabajo. La novedad y el significado profundo de este pasaje residen en la inclusión explícita del “extranjero” (גר, guer) en estas leyes de ofrendas. En las sociedades antiguas, los extranjeros residentes (metecos) solían tener derechos limitados. En Israel, sin embargo, la Toráh consistentemente promueve la justicia y la hospitalidad hacia el extranjero. Aquí, la ley va más allá de la hospitalidad y les permite a los extranjeros la misma participación en las ofrendas voluntarias y festividades que a los nacidos en Israel. Esto es un testimonio del diseño inclusivo de la comunidad de Elohím desde sus inicios.

En el periodo del Primer y Segundo Templo, la participación de los gentiles en la vida religiosa del Templo evolucionó. Durante el Primer Templo, aunque no había una prohibición estricta, la práctica de ofrendas por parte de gentiles no era tan institucionalizada como se vislumbra aquí. En el Segundo Templo, especialmente en el Herodianum, había un “Atrio de los Gentiles”, lo que indica una clara distinción física, pero también un espacio reconocido para su presencia. No obstante, las inscripciones en este atrio advertían a los gentiles, bajo pena de muerte, que no avanzaran más allá de cierto punto, lo que reflejaba la tensión entre la inclusión y la santidad del Templo. A pesar de estas limitaciones físicas, la ley de Números 15:14-16 permitía a los extranjeros ofrecer sacrificios voluntarios, lo que sugiere que la participación espiritual era más importante que el linaje étnico. Este pasaje de la Toráh sentó un precedente que sería fundamental en el desarrollo posterior de la teología de la inclusión en el judaísmo y, posteriormente, en el Brit Hadasháh.

Los escritos mesiánicos y nazarenos de los primeros siglos heredaron esta tensión y la resolvieron en la persona de Yeshúa haMashíaj. Para ellos, Yeshúa es el Mesías de Israel, y la “luz de las naciones”, el cumplimiento de la promesa de Adonái de que Su casa sería “casa de oración para todos los pueblos” (Isaías 56:7). La comunidad mesiánica temprana, compuesta por judíos y gentiles, se vio a sí misma como la realización de esta visión, donde la circuncisión física ya no era la marca distintiva principal, sino la fe en Yeshúa y la obediencia a Su Toráh, escrita en el corazón por el Ruaj Hakodesh. Las ofrendas, en este nuevo pacto, tomaron un carácter espiritual, siendo los creyentes mismos los “sacrificios vivos” presentados a Elohím (Romanos 12:1), y sus vidas de obediencia y amor, el aroma grato (Filipenses 4:18).

5. Estudio, comentarios y conexiones proféticas.

La Aliyáh 5 de Shelaj Lejá (Números 15:1-16) introduce instrucciones detalladas sobre las ofrendas de acompañamiento a los sacrificios principales, como la ofrenda de grano (minjáh) y la libación de vino (nesekh). Sin embargo, el punto más relevante de este pasaje es la explícita declaración de que estas leyes, y por extensión la Toráh misma, deben aplicarse tanto al “nativo” (האזרח, ha-ez-ráj) como al “extranjero que mora” (גר הגר, guer ha-gár) en medio de Israel, bajo la premisa de “una misma Toráh y una misma ley” (תורה אחת ומשפט אחד, Toráh a-ját u-mish-pát e-jád).

Comentarios Rabínicos:

  • Rashi comenta que la repetición de “cuando entréis a la tierra” (ki tavo’u el Eretz) después del castigo de los espías es una promesa y una afirmación de que, a pesar de sus errores, el pueblo de Israel, o al menos la siguiente generación, definitivamente entrará en la tierra. Este versículo sirve como un consuelo y una reafirmación de la fidelidad de Adonái a Su pacto.
  • El Ibn Ezra señala que las ofrendas de libación de vino y las ofrendas de grano son anexas a los sacrificios de animales, y su propósito es hacer la ofrenda más “agradable” o “grata” a Adonái (ריח ניחוח, réaj ni-jóaj). Destaca la importancia de estas adiciones en el ritual.
  • Nahmánides (Rambán) profundiza en la inclusión del “extranjero” (גר). Argumenta que esto demuestra que las leyes de las ofrendas eran universales en su aplicación, extendiéndose a todos los que se unían a la comunidad de Israel. Esto no era solo una cuestión de hospitalidad, sino de plena participación religiosa, un principio revolucionario en la antigüedad. La igualdad ante la ley de Adonái se aplica no solo en términos de justicia social, sino también en el ámbito del culto.
  • El Midrash Tanjuma (Shelaj 13) enfatiza que la provisión de una ley uniforme para el nativo y el extranjero demuestra la equidad de Adonái. Si un extranjero aceptaba los mandamientos, era considerado en igualdad de condiciones en la mayoría de las áreas rituales, lo que lo elevaba en estatus dentro de la comunidad de Israel.

Comentario Judío Mesiánico:

Este pasaje es fundamental para la teología mesiánica, ya que establece un precedente divino para la inclusión de los gentiles en la comunidad de Elohím a través del Mesías Yeshúa. La frase “una misma Toráh y una misma ley será para vosotros y para el extranjero que mora con vosotros” (תורה אחת ומשפט אחד יהיה לכם ולגר הגר אתכם) es un principio profético que se cumple en el Brit Hadasháh.

  • Vínculo con Yeshúa haMashíaj: Yeshúa es el cumplimiento de la promesa de Adonái de que Su casa sería para todas las naciones. Como se menciona en la Haftaráh (Isaías 56:7), la “casa de oración para todos los pueblos” es una visión que Yeshúa reafirmó (Marcos 11:17). En Él, la distinción entre judío y gentil se anula en términos de acceso a Elohím y participación en Su redención.
  • Cumplimiento Profético en el Brit Hadasháh: Efesios 2:11-22, como se analizó, explica que Yeshúa rompió la “pared de separación” (referencia al muro en el Templo que separaba a gentiles de judíos, y también a la enemistad espiritual) y creó de ambos “un solo hombre nuevo”. Esta unidad en el Mesías no anula la identidad judía o gentil, sino que las subsume en una nueva identidad en Yeshúa, donde todos son coherederos de las promesas de Israel. La obediencia a la Toráh, ahora escrita en el corazón por el Ruaj Hakodesh, es el distintivo de esta nueva comunidad, donde el espíritu de la ley se aplica a todos los creyentes.

Notas de los primeros siglos:

Los escritos de los primeros creyentes en Yeshúa, tanto judíos como gentiles, reflejan la realización de esta profecía. Hechos 10 y 11, por ejemplo, narran la visión de Kefa (Pedro) y la conversión de Cornelio, un gentil que temía a Elohím y cuyas oraciones y limosnas “subieron para memoria” ante Elohím (Hechos 10:4). Este evento marcó un punto de inflexión en la expansión del Brit Hadasháh a los gentiles, confirmando que Elohím “no hace acepción de personas” y que “en toda nación, el que le teme y hace justicia le es acepto” (Hechos 10:34-35). Esto es un eco directo de la Toráh que establece una “misma ley” para el nativo y el extranjero.

Aplicación práctica y espiritual:

La enseñanza de la Aliyáh 5 nos exhorta a la inclusión y a la igualdad dentro de la Kehiláh mesiánica. No debe haber barreras basadas en etnia, origen o estatus social en la participación en la adoración y el servicio a Elohím. La obediencia a la Toráh, especialmente en sus principios de justicia y equidad, es fundamental. Para los creyentes hoy, esto significa:

  • Hospitalidad radical: Recibir y valorar a todos los que buscan a Elohím, sin importar su origen.
  • Obediencia compartida: Entender que la Toráh, en su esencia mesiánica, es para todos los que siguen a Yeshúa, y que la obediencia es una expresión de amor y fidelidad.
  • Unidad en el Mesías: Reconocer que en Yeshúa, las antiguas divisiones se superan, y todos somos un solo cuerpo, con un mismo Ruaj y un mismo Padre.

Anotaciones gramaticales, léxicas y Guematría:

  • תורה אחת ומשפט אחד (Toráh a-ját u-mish-pát e-jád): Esta frase, “una misma Toráh y una misma ley/juicio”, es gramaticalmente enfática. El uso de “uno” (אחד, e-jád) en masculino para ambos sustantivos, a pesar de que Toráh es femenino, subraya la unidad y la indivisibilidad de la ley para todos. La Toráh es una guía, y el mishpat es su aplicación práctica en la vida.
  • גר הגר (guer ha-gár): “Extranjero que mora”. La repetición de la raíz (גור) enfatiza la condición de residente foráneo, pero la ley le otorga igualdad.
  • ריח ניחוח (réaj ni-jóaj): “Aroma grato/agradable”. Esta frase se usa frecuentemente para describir la aceptación de las ofrendas por Adonái. Lexicalmente, implica satisfacción y agrado divino. En el Brit Hadasháh, esto se traduce a menudo como la vida de obediencia del creyente, o el sacrificio de Yeshúa, que es “fragancia agradable” a Elohím (Efesios 5:2).
  • Guematría: La Guematría de “אחד” (e-jád), “uno”, es 13. Esta palabra es clave en el Shemá Israel (“Adonái Elohímnu, Adonái Ejad” – Adonái nuestro Elohím, Adonái es Uno), enfatizando la unidad de Adonái. En este contexto, la unidad de la ley para nativos y extranjeros refleja la naturaleza única y justa de Elohím, quien no hace acepción de personas. La palabra “אהבה” (a-ha-váh), “amor”, también suma 13, sugiriendo que la unidad de la Toráh y la inclusión del extranjero están arraigadas en el amor de Elohím.

6. Análisis Profundo de la Aliyáh.

La Aliyáh 5 de Parashá Shelaj Lejá (Números 15:1-16) se presenta como un conjunto de instrucciones sobre las ofrendas de grano y libación que deben acompañar a los sacrificios de animales. A primera vista, puede parecer una sección técnica y meramente ritual, sin embargo, su profundidad radica en dos aspectos cruciales: la reafirmación del pacto de Adonái con Israel a pesar de su reciente pecado, y la sorprendente y progresiva inclusión del “extranjero” en las mismas leyes de ofrenda que el “nativo”.

Análisis y Comentario Judío y Mesiánico:

  1. Contexto post-rebelión y reafirmación del Pacto: La colocación de estas leyes inmediatamente después del desastre de los espías y el decreto de que la generación actual moriría en el desierto es sumamente significativa. En lugar de abandonar a Israel o invalidar Sus promesas, Adonái les da instrucciones sobre lo que deben hacer cuando entren en la tierra. La frase “Cuando entréis a la tierra de vuestras habitaciones, la cual Yo os doy” (כי תבאו אל ארץ מושבותיכם אשר אני נתן) no es una mera suposición, sino una declaración de la certeza del plan de Elohím. Esto demuestra la inquebrantable fidelidad de Adonái a Su pacto, incluso frente a la incredulidad y la desobediencia de Su pueblo. Es una palabra de esperanza y restauración, recordándoles que Su propósito redentor prevalecerá.
  2. Detalles de las Ofrendas Suplementarias: La Toráh especifica las proporciones exactas de flor de harina (סולת, sólet) mezclada con aceite (שמן, shemen) y vino (יין, yá-yin) para las libaciones, dependiendo del tipo de animal sacrificado (cordero, carnero o becerro). Estas ofrendas de grano y libación no eran sustitutos del sacrificio de sangre, sino complementos que enriquecían el acto de adoración. Simbolizaban la dedicación de los frutos de la tierra y la alegría de la comunión con Adonái. El “aroma grato” (ריח ניחוח, réaj ni-jóaj) para Adonái no era un sentido de Elohím complaciéndose en el olor literal, sino en la obediencia y la devoción del corazón del oferente.
  3. La Inclusión del Extranjero (גר): Este es el punto culminante de la Aliyáh. El verso 14 declara explícitamente: “Y cuando more con vosotros un extranjero, o el que esté entre vosotros por vuestras generaciones, y hiciere una ofrenda encendida de aroma grato para Adonái, como vosotros hagáis, así hará él”. Y el verso 15 y 16 lo refuerzan: “Una misma ley (jukkat olam) habrá para vosotros y para el extranjero que mora con vosotros, estatuto perpetuo por vuestras generaciones; como vosotros, así será el extranjero ante la presencia de Adonái. Una misma Toráh y una misma ley habrá para vosotros y para el extranjero que mora con vosotros”.
    • Implicación para Israel: Esta instrucción fue revolucionaria en el contexto del antiguo Cercano Oriente, donde los extranjeros no solían tener los mismos derechos religiosos que los ciudadanos nativos. Adonái estaba enseñando a Israel a trascender las barreras étnicas y a entender que Su comunidad no estaba basada exclusivamente en el linaje de sangre, sino en la fe y la obediencia al pacto.
    • Implicación Mesiánica: Desde una perspectiva mesiánica, esta inclusión profetiza la universalidad del Reino de Yeshúa haMashíaj. La “pared de separación” (mencionado en Efesios 2:14-16) que existía entre judíos y gentiles, y que se manifestaba incluso en el Templo (con el Atrio de los Gentiles y el muro divisorio), fue derribada por el sacrificio de Yeshúa. En Él, los gentiles no son meros “simpatizantes” o “prosélitos” de segunda clase, sino coherederos de las promesas de Israel, injertados en el olivo de Israel (Romanos 11). La “misma Toráh y misma ley” de Números 15 se realiza en la unidad del Ruaj Hakodesh, donde todos los creyentes, judíos y gentiles, comparten el mismo acceso al Padre y la misma vocación de vivir en santidad y obediencia a la Toráh del Mesías.

Haftaráh (Isaías 56:1-8) asociada a esta Aliyáh:

La Haftaráh refuerza la temática de la inclusión universal. Isaías 56:3-7 aborda directamente la preocupación de los eunucos (que no podían tener descendencia física, lo que era visto como una maldición en Israel) y los extranjeros (que temían ser excluidos del pueblo de Adonái). La profecía declara que si guardan el Shabat y se aferran al pacto de Adonái, Él les dará un “nombre eterno” y los traerá a Su “monte santo” y los alegrará en Su “casa de oración”, que será llamada “casa de oración para todos los pueblos”. Esto es una clara validación profética del principio establecido en Números 15. La aceptación no se basa en el linaje o la capacidad física de reproducir una descendencia, sino en la obediencia del corazón y la adhesión al pacto de Elohím. El Mesías, Yeshúa, es el que cumple esta promesa, extendiendo la mano de redención a todos, sin importar su origen.

Brit Hadasháh (Efesios 2:11-22) asociada a esta Aliyáh:

El pasaje de Efesios es el cumplimiento teológico y práctico de la inclusión del extranjero vislumbrada en la Toráh y profetizada en la Haftaráh. Shaul (Pablo) explica que los gentiles, que antes estaban “lejos” y “extranjeros de los pactos de la promesa”, han sido “acercados por la sangre del Mashíaj”. Yeshúa es la paz que derribó la “pared intermedia de separación” (refiriéndose a la división entre judíos y gentiles, tanto en el Templo como en la enemistad espiritual). Al hacer esto, Yeshúa creó de ambos, judíos y gentiles, “un solo hombre nuevo” en Sí mismo, reconciliándolos con Elohím en un solo cuerpo por medio de Su sacrificio en el madero. Los gentiles ahora son “conciudadanos de los santos y miembros de la casa de Elohím”, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, con Yeshúa como la principal piedra del ángulo. Este pasaje confirma que la visión inclusiva de Números 15 y Isaías 56 es el plan redentor de Elohím que se manifestó plenamente en Yeshúa haMashíaj, quien une a todos los que creen en Él en una sola Kehiláh, una sola morada de Elohím en el Ruaj Hakodesh.

7. Tema Más Relevante de la Aliyáh.

El tema más relevante de la Aliyáh 5 de Parashá Shelaj Lejá (Números 15:1-16) es la inclusión universal en el pacto de Adonái y la igualdad de ley para el nativo y el extranjero que mora en Israel.

Este tema es de suma importancia en el contexto de la Toráh por varias razones:

  1. Reafirmación de la Fidelidad de Elohím: Después de la desobediencia del pueblo en el incidente de los espías y el decreto de que la generación del desierto no entraría a la Tierra Prometida, la instrucción “Cuando entréis a la tierra de vuestras habitaciones” (כי תבאו אל ארץ מושבותיכם) es una potente reafirmación de que el plan de Elohím para Su pueblo se cumplirá. A pesar de sus fallas, Adonái permanece fiel a Su pacto. Esto establece un marco de esperanza y la continuidad de las promesas divinas.
  2. Principios de Justicia y Equidad: La Toráh consistentemente enseña la justicia y la misericordia hacia el extranjero, el huérfano y la viuda. Sin embargo, en este pasaje, la inclusión va más allá de la protección social; se extiende al ámbito religioso y sacrificial. La declaración de “una misma Toráh y una misma ley” (תורה אחת ומשפט אחד) para el nativo y el extranjero en cuanto a las ofrendas establece un principio fundamental de igualdad espiritual ante Adonái. Esto es notable en un contexto antiguo donde las distinciones étnicas y religiosas eran rígidas. Elohím no desea una comunidad exclusiva, sino una donde todos los que se unan a Él por fe y obediencia sean tratados con el mismo nivel de acceso y responsabilidad en el culto.
  3. Anticipación Mesiánica: Este principio de inclusión es una prefiguración profética de la obra del Mesías. La Toráh, en este punto, planta la semilla de una comunidad que trasciende las barreras de nacimiento. Adonái siempre tuvo un plan para redimir a “todas las familias de la tierra” (Génesis 12:3), y esta instrucción es un paso clave en la revelación de ese plan.

Relación con las enseñanzas y la obra de Yeshúa en el Brit Hadasháh:

El tema de la inclusión universal es fundamental en las enseñanzas y la obra de Yeshúa haMashíaj, y demuestra la continuidad entre la Toráh y el Brit Hadasháh:

  • Derribando la Pared de Separación: En Efesios 2:11-22, Shaul (Pablo) expone cómo Yeshúa haMashíaj derribó la “pared intermedia de separación” (סייגא דבצצותא, syá-ga d’va-tza-ta) que dividía a judíos y gentiles. Esta “pared” no solo se refería al muro físico en el Templo que prohibía a los gentiles acceder a ciertas áreas, sino también a la enemistad espiritual y social. Yeshúa abolió esa enemistad en Su carne, creando de los dos “un solo hombre nuevo”. Esto es el cumplimiento pleno de la “misma ley” para nativos y extranjeros de Números 15:16, donde la distinción no se basa en el nacimiento, sino en la fe en el Mesías.
  • Casa de Oración para Todas las Naciones: La Haftaráh de Isaías 56:1-8, que se conecta con esta Aliyáh, profetiza que la casa de Elohím sería una “casa de oración para todos los pueblos” (בית תפילה לכל העמים, beit te-fi-láh le-jol ha-am-mím). Yeshúa mismo citó esta profecía (Marcos 11:17) al purificar el Templo, criticando que se hubiera convertido en “cueva de ladrones” en lugar de un lugar de adoración para todas las naciones. Su acto y Sus palabras validaron la visión universal de Isaías y la inclusión profetizada en la Toráh.
  • No Más Extranjeros: En el Brit Hadasháh, los creyentes gentiles ya no son considerados “extranjeros ni advenedizos” (איינסי ונכראיי, ai-na-say w’nuj-ra-ye), sino “conciudadanos de los santos y miembros de la casa de Elohím” (בני מדתא דקדישא ובני ביתא דאלהא, bnai m’dí-n’ta d’qa-di-sha w’bnai bai-ta d’A-la-ha). Esto subraya que la membresía en la Kehiláh del Mesías es plena e igualitaria para todos los que han sido redimidos por Su sangre.

Conexión Temática con los Moedim de Elohím:

El tema de la inclusión universal resuena profundamente con varios Moedim (Festividades) de Elohím:

  • Shavuot (Semanas/Pentecostés): Tradicionalmente, Shavuot celebra la entrega de la Toráh en el Sinaí. Aunque la Toráh fue dada a Israel, el evento en el Monte Sinaí es descrito con fenómenos que sugieren la presencia de Adonái ante “toda la tierra”. En el Brit Hadasháh, Shavuot es el día del derramamiento del Ruaj Hakodesh (Hechos 2), que permitió que judíos de “todas las naciones bajo el cielo” entendieran el mensaje del evangelio en sus propias lenguas. Este evento simboliza la escritura de la Toráh en los corazones de creyentes de todas las etnias, haciendo posible la “misma ley” en el espíritu.
  • Sucot (Tabernáculos): Esta festividad es inherentemente universalista. En el Templo, durante Sucot, se ofrecían 70 toros en total, representando a las 70 naciones del mundo (según la tradición rabínica). Esto simboliza la redención final de todas las naciones y su peregrinaje para adorar a Adonái en Su Reino Mesiánico (Zacarías 14:16-19). La Aliyáh de Shelaj Lejá establece el fundamento para esta futura reunión, donde todas las naciones unidas a Israel participarán en la adoración a Elohím.
  • Pésaj (Pascua): Aunque Pésaj celebra la liberación de Israel de Egipto, la Toráh ya preveía la participación de los “extranjeros” en la cena pascual bajo ciertas condiciones (Éxodo 12:48-49). En Yeshúa, el Cordero de Pésaj (1 Corintios 5:7), Su sacrificio redime no solo a Israel sino a toda la humanidad, abriendo el camino para que “quienquiera que crea en Él no se pierda” (Juan 3:16). Su sangre es la marca que libera a todos, sin importar su origen étnico, cumpliendo la promesa de inclusión universal.

En resumen, la Aliyáh de Shelaj Lejá establece un principio de inclusión en el culto a Adonái que trasciende las barreras étnicas. Este principio se expande proféticamente en Isaías y se realiza plenamente en Yeshúa haMashíaj, quien une a judíos y gentiles en un solo cuerpo, la Kehiláh, la morada de Elohím en el Ruaj Hakodesh, reflejando el plan universal de redención de Adonái que se manifiesta en los Moedim.

8. Descubriendo a Mashíaj en cada Aliyáh.

En la Aliyáh 5 de Parashá Shelaj Lejá (Números 15:1-16), la figura de Mashíaj se revela a través de varios métodos de descubrimiento mesiánico, destacando Su papel fundamental en la inclusión universal y la plenitud de la Toráh.

Profecías Mesiánicas y Reflexión:

Aunque no hay una profecía directa de Yeshúa en este pasaje, el principio de la “misma Toráh y misma ley” (תורה אחת ומשפט אחד, Toráh a-ját u-mish-pát e-jád) para el nativo y el extranjero es una promesa profética de la futura inclusión de las naciones en el pacto de Elohím y en el puelo de las pactos. Esta visión es precursora de lo que se manifestaría plenamente en el Mesías.

Métodos para descubrir al Mashíaj en esta Aliyáh:

  1. Patrones Redentores (Tavnitot): La instrucción de ofrecer ofrendas complementarias para el “extranjero” establece un patrón de redención y acercamiento que culmina en Yeshúa. Si bien en el antiguo pacto la plena inclusión requería la circuncisión y la observancia de la Toráh, aquí se vislumbra que la aceptación de Adonái no está exclusivamente ligada al nacimiento. Este patrón anticipa la era mesiánica donde la fe en Yeshúa sería el único requisito de entrada para todos.
  2. Análisis Lingüístico: La frase clave “תורה אחת ומשפט אחד יהיה לכם ולגר הגר אתכם” (Números 15:16), “Una misma Toráh y una misma ley habrá para vosotros y para el extranjero que mora con vosotros”, es fundamental. La unidad (אחד, e-jád) de la Toráh para ambos grupos apunta a un futuro donde las barreras serían superadas. En Yeshúa, esta “unidad” se hace realidad, ya que Él mismo es la encarnación de la Toráh viviente y el medio por el cual la Toráh se inscribe en los corazones de todos los creyentes, sean judíos o gentiles (Jeremías 31:33; Hebreos 8:10).
  3. Cumplimientos Tipológicos en el Brit Hadasháh:
    • Inclusión de los Gentiles: El Brit Hadasháh, especialmente en los escritos de Shaul (Pablo), es el cumplimiento de esta tipología de inclusión. Efesios 2:11-22 (la Brit Hadasháh de esta Aliyáh) es el texto más claro. Shaul explica que los gentiles, antes “extranjeros a los pactos de la promesa”, han sido “acercados por la sangre del Mashíaj”. Yeshúa “derribó la pared intermedia de separación” (סייגא דבצצותא, syá-ga d’va-tza-ta), creando “un solo hombre nuevo” de judíos y gentiles. Este es el cumplimiento directo del principio de “una misma ley” para todos ante Elohím.
    • El Templo de Elohím para Todos: La Haftaráh de Isaías 56:7 profetiza que la casa de Adonái será “casa de oración para todos los pueblos”. Yeshúa cita esta profecía (Marcos 11:17) al purificar el Templo. Él, como el Mesías, estaba estableciendo la verdad de que el acceso a Elohím no sería limitado a un grupo étnico o un lugar físico, sino que estaría abierto a todos a través de Él. Él mismo se convierte en el verdadero Templo donde Elohím habita (Juan 2:19-21).
  4. Paralelismos Temáticos: El tema de la “hospitalidad” y la “aceptación” del extranjero en la Toráh (Deuteronomio 10:19, Levítico 19:34) encuentra su máxima expresión en el amor de Yeshúa por toda la humanidad. Su misión y ministerio no se limitaron solo a “las ovejas perdidas de la casa de Israel”, sino que desde el principio hubo indicaciones de Su llamado a los gentiles (Mateo 8:10-12; Juan 10:16). Él es el Gran Anfitrión que invita a todos a Su banquete (Mateo 22:1-10).

En conclusión, Yeshúa haMashíaj es el cumplimiento supremo de la visión de inclusión establecida en Números 15:1-16. Él no solo hizo posible que los gentiles se unieran a la comunidad de Elohím, sino que los unió con el pueblo de Israel en un solo cuerpo espiritual, formando un solo Kahal bajo Su liderazgo. Él es la esencia de la “misma Toráh y misma ley” que se aplica a todos los que creen en Él, no por coacción legalista, sino por un nuevo corazón y el Ruaj Hakodesh que opera en ellos.

9. Midrashim, Targumim, Textos Fuentes y Apócrifos.

La Aliyáh 5 de Parashá Shelaj Lejá (Números 15:1-16) ofrece un terreno fértil para el estudio de Midrashim, Targumim y otros textos antiguos que arrojan luz sobre el significado de la inclusión del extranjero en el culto de Israel.

Midrashim:

  • Midrash Tanjuma, Shelaj 13: Este Midrash subraya la equidad y la justicia de Elohím al otorgar las mismas leyes de ofrenda al nativo y al extranjero. Compara la Toráh con una mesa real dispuesta para todos: “Así como la mesa del rey está abierta a todos los que deseen comer, así es la Toráh de Elohím abierta a todos, tanto al judío como al gentil, para que vengan y aprendan.” Este pasaje enfatiza la accesibilidad de la Toráh y las prácticas sacrificiales, no como un privilegio exclusivo de Israel por nacimiento, sino como un camino abierto a la fe y la obediencia.
  • Sifré Bamidbar 107: Este midrash comenta el versículo “Una misma ley habrá para vosotros y para el extranjero que mora con vosotros”. Resalta que, en el futuro mesiánico, los gentiles se unirán a Israel y se convertirán en parte integral del pueblo de Adonái. La frase “como vosotros, así será el extranjero” es interpretada como una plena igualdad, lo que tiene profundas implicaciones para la era mesiánica y la unidad de los creyentes en Yeshúa.

Targumim:

Los Targumim, traducciones y paráfrasis arameas del Tanakh, a menudo añaden elementos interpretativos que reflejan el entendimiento rabínico temprano del texto.

  • Targum Onkelos (Números 15:14): El Targum Onkelos traduce “והכי יגור אתכם גיר” (V’khi ya-gúr it-khém guer) como “Y cuando un prosélito se convierta entre vosotros”. Esto es significativo porque el Targum especifica que el “extranjero” al que se refiere el pasaje es un prosélito, es decir, un gentil que ha aceptado la fe de Israel y se ha convertido. Esto refuerza la idea de que la inclusión en el culto no era para cualquier extranjero, sino para aquellos que se habían unido al pacto. Sin embargo, el espíritu del texto hebreo original (“גר”, guer) es más amplio y puede incluir a residentes foráneos que aún no se han convertido completamente pero desean honrar a Elohím.
  • Targum Yonatán (Números 15:14): Similarmente, el Targum Yonatán parafrasea y enfatiza que la ofrenda del extranjero es “para el agrado” (לרעותא, le-ra-u-ta) de Adonái, en consonancia con la ofrenda de Israel. Esto confirma que Elohím aceptaba sus ofrendas en la misma medida que las de los nativos, siempre que fueran hechas con la misma intención de obediencia y honor.

Textos Fuentes y Apócrifos:

  • Libro de Tobit (13:11): Aunque no se refiere directamente a este pasaje de Números, el Libro de Tobit, un texto apócrifo del período del Segundo Templo, contiene una profecía que refleja la visión universalista: “Muchos pueblos vendrán de lejos a la luz de tu nombre, y los dones traerán a tus manos.” Este pasaje apócrifo muestra que la esperanza de una adoración universal, donde los gentiles se acercarían a Elohím, era una expectativa presente en el pensamiento judío de la época, en línea con la inclusión de Números 15 y las profecías de Isaías.
  • Libro de los Jubileos (2:30-31): Este texto, también apócrifo y de gran importancia en Qumrán, enfatiza la santidad del Shabat. Al hablar de la universalidad del pacto, algunos de sus pasajes sugieren que la observancia de la Toráh era un medio de conexión para todos. Aunque más enfocado en la estricta observancia, el espíritu de la inclusión de los que “escogen el camino de Elohím” puede encontrarse tangencialmente.
  • Rollos del Mar Muerto (Qumrán): La comunidad de Qumrán, aunque estricta en su auto-concepción como el verdadero remanente de Israel, también tenía textos que hablaban de la venida de gentiles. Algunos de los rollos proféticos encontrados allí, aunque con interpretaciones particulares, no contradicen la idea de la futura adhesión de gentiles a la comunidad de Elohím, lo que muestra que la idea de inclusión universal era un tema de debate y expectativa en el judaísmo del Segundo Templo. Sin embargo, a menudo la inclusión se entendía como una total asimilación a las leyes y costumbres judías, incluyendo la circuncisión para los hombres. La gran contribución del Brit Hadasháh es reinterpretar esta inclusión a través de la fe en Yeshúa sin la necesidad de convertirse en judíos étnicos.

Estos textos complementan y enriquecen la comprensión de Números 15:1-16, mostrando cómo el principio de inclusión del extranjero en la adoración a Adonái fue un tema importante y profético que encontró su máximo cumplimiento en la obra de Yeshúa haMashíaj y la formación de la Kehiláh mesiánica, donde la distinción de “una misma ley” para todos los que siguen a Elohím es una realidad viviente.

10. Mandamientos Encontrados o principios y valores.

En la Aliyáh 5 de Parashá Shelaj Lejá (Números 15:1-16), se encuentran varios mandamientos y principios fundamentales que son relevantes tanto en el contexto de la Toráh como en su aplicación en el Brit Hadasháh.

Mandamientos (Mitzvot):

  1. Mandamiento de Ofrecer Ofrendas y Libaciones al Entrar a la Tierra (Números 15:2-12): Este pasaje instruye sobre la obligación de ofrecer ofrendas encendidas (olah, zebaj), ya sean holocaustos o sacrificios, junto con ofrendas de grano (minjáh) y libaciones de vino (nesekh), una vez que el pueblo entre en la Tierra Prometida. Las cantidades específicas de harina, aceite y vino se detallan según el animal sacrificado (cordero, carnero, becerro).
    • Contexto en la Toráh: Estas ofrendas complementarias eran esenciales para el culto en el Mishkán y, posteriormente, en el Templo. Simbolizaban la totalidad de la vida del oferente, agradecimiento y dedicación a Adonái, y eran un “aroma grato” (ריח ניחוח, réaj ni-jóaj) a Él.
    • Aplicación en el Brit Hadasháh: En el Brit Hadasháh, los sacrificios de animales encuentran su cumplimiento definitivo en Yeshúa haMashíaj, quien es el Cordero de Elohím que quita el pecado del mundo (Juan 1:29) y el sacrificio perfecto y único (Hebreos 9:26, 10:14). La ofrenda de grano y libación, que representan los frutos del trabajo y la vida, se transforman en “sacrificios espirituales” que los creyentes deben ofrecer. Romanos 12:1 exhorta a presentar nuestros cuerpos como “sacrificio vivo, santo y agradable a Elohím”, que es nuestro “culto racional”. Filipenses 4:18 habla de las ofrendas materiales como “fragancia de olor grato, sacrificio acepto, agradable a Elohím”. Esto nos enseña que la esencia de estas ofrendas en el Nuevo Pacto es una vida de obediencia, servicio y adoración que brota de un corazón agradecido, ofreciendo nuestro todo al Eterno.
  2. Mandamiento de Igualdad Legal y de Culto para el Extranjero (Números 15:14-16): Este es el mandamiento más destacado y progresivo en esta Aliyáh. Se establece explícitamente que el extranjero (גר, guer) que mora entre el pueblo debe hacer las mismas ofrendas que el nativo, y que habrá “una misma Toráh y una misma ley” (תורה אחת ומשפט אחד, Toráh a-ját u-mish-pát e-jád) tanto para el israelita de nacimiento como para el extranjero.
    • Contexto en la Toráh: Este principio de igualdad contrasta con las normas de otras naciones antiguas y destaca el carácter inclusivo del pacto de Adonái. No se trata solo de derechos civiles, sino de participación en el culto a Elohím.
    • Aplicación en el Brit Hadasháh: Este mandamiento encuentra su cumplimiento más profundo y radical en la obra de Yeshúa haMashíaj. Como se explica en Efesios 2:11-22, Yeshúa derribó la “pared intermedia de separación” que dividía a judíos y gentiles, creando en Él “un solo hombre nuevo”. En el Mesías, no hay judío ni griego, ni esclavo ni libre, ni hombre ni mujer, porque todos somos uno en Yeshúa haMashíaj (Gálatas 3:28). Esto significa que la “misma Toráh y misma ley” se aplica a todos los creyentes por medio de la fe y el Ruaj Hakodesh, y todos tienen el mismo acceso a Elohím a través de Yeshúa. Este principio llama a la Kehiláh mesiánica a ser una comunidad inclusiva, que valora a cada miembro sin importar su origen étnico o social, y que vive en unidad y amor, reconociendo que todos comparten el mismo estatus ante Adonái por la gracia de Yeshúa.

Principios y Valores:

  • Fidelidad de Elohím: La reiteración de la promesa de entrar en la Tierra Prometida, a pesar de la incredulidad del pueblo, subraya la fidelidad inquebrantable de Adonái a Su palabra y Su pacto.
  • Obediencia y Voluntad de Adoración: Los mandamientos sobre las ofrendas enfatizan la importancia de la obediencia a las instrucciones de Elohím y la voluntad de adorarle con todo lo que se tiene.
  • Equidad y Justicia Social (Universalismo): El principio de “una misma ley” para todos, nativos y extranjeros, revela el valor de equidad y justicia inherente en el carácter de Elohím, que se extiende a todos los que desean unirse a Su pacto.

Estos mandamientos y principios no son meras reglas antiguas, sino fundamentos de la vida en la comunidad del Mesías, que nos llaman a una adoración sincera y a una inclusión amorosa.

11. Preguntas de Reflexión.

Aquí hay 5 preguntas para la reflexión y el debate profundo sobre la Aliyáh 5 de Parashá Shelaj Lejá (Números 15:1-16):

  1. ¿Cómo la reiteración de Adonái de que Israel entrará en la Tierra Prometida, justo después del incidente de los espías, nos enseña sobre la fidelidad de Elohím a Su pacto y promesas, incluso frente a la desobediencia y la incredulidad humana? ¿Qué implicaciones tiene esto para nuestra fe hoy?
  2. El pasaje de Números 15:14-16 establece “una misma Toráh y una misma ley” para el nativo y el extranjero en cuanto a las ofrendas. ¿De qué manera esta instrucción fue revolucionaria en el contexto antiguo y cómo prepara el terreno para la inclusión de los gentiles en el Brit Hadasháh, tal como se describe en Efesios 2?
  3. Si las ofrendas en el Tanakh eran un “aroma grato” a Adonái, ¿cómo se traduce este concepto de “aroma grato” en la vida del creyente en Yeshúa hoy, considerando que Yeshúa es el sacrificio perfecto y definitivo?
  4. La Haftaráh de Isaías 56:1-8 profetiza que la casa de Adonái será “casa de oración para todos los pueblos”, incluyendo a los eunucos y extranjeros que guarden el Shabat. ¿Cómo Yeshúa haMashíaj, a través de Su vida y obra, confirmó y amplió esta visión, y qué significa esto para la diversidad y unidad dentro de la Kehiláh mesiánica?
  5. Considerando el principio de “una misma Toráh y una misma ley” para todos los que se acercan a Elohím, ¿cómo podemos, como Kehiláh, asegurarnos de que nuestras prácticas y nuestra mentalidad reflejen esta igualdad e inclusión en Yeshúa, evitando cualquier forma de favoritismo o exclusión basada en el origen o el estatus?

12. Resumen de la Aliyáh.

La Aliyáh 5 de Parashá Shelaj Lejá (Números 15:1-16) se centra en las instrucciones detalladas para las ofrendas de grano y libación que debían acompañar los sacrificios de animales cuando Israel entrara en la Tierra Prometida. La colocación de estas leyes es crucial, ya que reafirma la fidelidad inquebrantable de Adonái a Su promesa de entregar la tierra, a pesar de la reciente rebelión del pueblo en el incidente de los espías. El punto más significativo de esta Aliyáh es la declaración explícita de que estas leyes de ofrendas, y el principio de la Toráh en general, se aplicarían por igual al israelita nativo y al “extranjero que mora” (גר הגר, guer ha-gár) entre ellos, estableciendo “una misma Toráh y una misma ley” (תורה אחת ומשפט אחד, Toráh a-ját u-mish-pát e-jád) para ambos.

En Mashíaj, este pasaje encuentra su cumplimiento más profundo. Yeshúa haMashíaj, como el Cordero de Elohím, es el sacrificio definitivo que hace posible el acceso a Elohím para todos. La promesa de “una misma ley” para nativos y extranjeros se realiza en la unidad del cuerpo del Mesías, donde, como enseña Efesios 2, Yeshúa derribó la “pared intermedia de separación” que dividía a judíos y gentiles. En Él, ambos son reconciliados en un solo cuerpo y tienen acceso al Padre por el mismo Ruaj Hakodesh. Así, la visión profética de una “casa de oración para todos los pueblos” de Isaías 56 (la Haftaráh de esta sección) se materializa en la Kehiláh mesiánica, donde la adoración y la vida en obediencia a la Toráh de Elohím son accesibles y aplicables a todos los creyentes por igual, sin distinción de origen, ya que todos son coherederos de las promesas divinas en Yeshúa.

13. Tefiláh de la Aliyáh.

Adonái Elohím de Israel, Te damos gracias por Tu inquebrantable fidelidad, que se revela incluso en medio de nuestra desobediencia. Como nos muestras en Parashá Shelaj Lejá, Tú reafirmas Tu promesa de llevarnos a la Tierra, a pesar de nuestras fallas, y nos das instrucciones para cuando lleguemos allí. Te alabamos porque Tu plan redentor nunca es frustrado por nuestra incredulidad.

Te agradecemos, Adonái, por Tu justicia y equidad que establecen “una misma Toráh y una misma ley” para el nativo y para el extranjero que mora entre Tu pueblo. Este principio, tan revolucionario en tiempos antiguos, nos habla de Tu corazón universal y de Tu deseo de que todos los pueblos Te conozcan y Te adoren.

Bendito seas, Yeshúa haMashíaj, porque en Ti esta gloriosa visión se ha cumplido. Tú derribaste la pared de separación, haciendo de judíos y gentiles un solo hombre nuevo en Tu cuerpo. Te reconocemos como el Cordero de Elohím, el sacrificio perfecto que nos da acceso a Ti y al Padre. Por medio de Tu sangre, los que antes estábamos lejos hemos sido acercados, y los extranjeros hemos sido hechos conciudadanos de los santos y miembros de la casa de Elohím.

Ruaj Hakodesh, te pedimos que sigas guiándonos para que nuestra Kehiláh sea un reflejo de esta verdad. Ayúdanos a vivir en amor y unidad, recibiendo a todos sin distinción de origen, y a reflejar Tu carácter de justicia y misericordia en todas nuestras interacciones. Que nuestra adoración y nuestras vidas sean un “aroma grato” a Ti, un sacrificio vivo que Te honre.

Que Tu casa, Adonái, sea verdaderamente una casa de oración para todos los pueblos, donde la Toráh sea vivida en plenitud por el poder de Tu Ruaj, y donde Yeshúa haMashíaj sea el centro de toda adoración. Amén.

+Recursos del Ministerio Judío Mesiánico de Biblia Toráh Viviente Para Maestros, Traductores y Estudiantes:https://bibliatorahviviente.github.io/recursos/

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