Parashá 41 Pinjas (פינחס) – Números 26:52-27:5
Aliyáh 3: (Números 26:52-27:5) Repartición de la tierra por sorteo según las tribus y la solicitud de las hijas de Tzlofjad.
Haftaráh: Isaías 49:8-13 (La promesa de la herencia para el pueblo).
Brit Hadasháh: Gálatas 3:28-29 (En el Mesías no hay distinción, todos herederos según la promesa).
Punto 1. Números 26:52-27:5
Traducción Literal del Verso:
- Números 26:52 Y Adonái habló a Moshé, diciendo:
- Números 26:53 A estos se les dividirá la tierra por herencia, según el número de nombres.
- Números 26:54 A los muchos aumentarás su herencia, y a los pocos disminuirás su herencia; a cada uno según sus contados le será dada su herencia.
- Números 26:55 Solamente por sorteo se dividirá la tierra; según los nombres de las tribus de sus padres heredarán.
- Números 26:56 Conforme al sorteo será dividida la herencia entre los muchos y los pocos.
- Números 26:57 Y estos son los contados de los Levíim por sus familias: de Gershón, la familia de los gershonitas; de Kehat, la familia de los kehatitas; de Merarí, la familia de los meraritas.
- Números 26:58 Estas son las familias de Leví: la familia de los livnitas, la familia de los jebronitas, la familia de los majlitas, la familia de los mushitas, la familia de los korjitas. Y Kehat engendró a Amram.
- Números 26:59 Y el nombre de la esposa de Amram fue Yojeved, hija de Leví, quien le nació a Leví en Egipto; y ella engendró a Amram a Aharón y a Moshé y a Miryam su hermana.
- Números 26:60 Y a Aharón le nacieron Nadav y Avihú, Elazar e Itamar.
- Números 26:61 Y Nadav y Avihú murieron cuando ofrecieron fuego extraño delante de Adonái.
- Números 26:62 Y los contados de ellos fueron veintitrés mil, todo varón de un mes arriba; porque no fueron contados entre los hijos de Israel, pues no se les dio herencia entre los hijos de Israel.
- Números 26:63 Estos son los contados por Moshé y Elazar el Kohén, quienes contaron a los hijos de Israel en las llanuras de Moav, junto al Yardén de Yeriho.
- Números 26:64 Y entre estos no hubo varón de los contados por Moshé y Aharón el Kohén, quienes contaron a los hijos de Israel en el desierto de Sinaí.
- Números 26:65 Porque Adonái les había dicho a ellos: Ciertamente morirán en el desierto. Y no quedó de ellos ningún varón, sino Kálav ben Yefuné y Yehoshúa ben Nun.
- Números 27:1 Y se acercaron las hijas de Tzelofjad ben Jefer ben Guilad ben Majir ben Menashé, de las familias de Menashé ben Yosef; y estos son los nombres de sus hijas: Majláh, Noáh, Jogláh, Milkáh y Tirtzáh.
- Números 27:2 Y se pararon delante de Moshé y delante de Elazar el Kohén, y delante de los príncipes y de toda la congregación, a la entrada del Mishkan de Reunión, diciendo:
- Números 27:3 Nuestro padre murió en el desierto, y él no estuvo en el grupo de aquellos que se juntaron contra Adonái en la asamblea de Kóraj; sino que por su propio pecado murió, y no tuvo hijos.
- Números 27:4 ¿Por qué será quitado el nombre de nuestro padre de en medio de su familia, por no tener un hijo? Danos posesión entre los hermanos de nuestro padre.
- Números 27:5 Y Moshé llevó su causa delante de Adonái.
Punto 2. Haftaráh: Isaías 49:8-13
Traducción Literal del Verso:
- Isaías 49:8 Así dice Adonái: En tiempo de favor te he respondido, y en día de salvación te he ayudado; y te guardaré y te daré por pacto al pueblo, para restaurar la tierra, para hacer heredar las desoladas heredades;
- Isaías 49:9 para decir a los prisioneros: ¡Salgan!; a los que están en la oscuridad: ¡Muéstrense! Por los caminos pacerán, y en todas las alturas habrá para ellos pastos.
- Isaías 49:10 No tendrán hambre ni sed, ni el calor ni el sol los herirá; porque el que tiene piedad de ellos los guiará, y por fuentes de aguas los conducirá.
- Isaías 49:11 Y convertiré todos mis montes en camino, y mis calzadas serán levantadas.
- Isaías 49:12 He aquí, estos vendrán de lejos; y he aquí, estos del norte y del oeste; y estos de la tierra de Sinim.
- Isaías 49:13 ¡Cantad, oh cielos, y alégrate, oh tierra; y prorrumpan en cánticos, oh montes; porque Adonái ha consolado a Su pueblo, y de Sus afligidos tendrá piedad!
Comentario Mesiánico:
La Haftaráh de Isaías 49:8-13 es una profunda profecía mesiánica que resuena con la promesa de redención y restauración para Israel y las naciones, centrada en la figura del Siervo de Adonái, Yeshúa haMashíaj. La frase “En tiempo de favor te he respondido, y en día de salvación te he ayudado” (versículo 8) apunta directamente al tiempo de la venida de Mashíaj, quien es la personificación del favor y la salvación de Elohím. Yeshúa es el “pacto al pueblo” y quien “restaura la tierra” y las “heredades desoladas”, no solo físicamente, sino espiritualmente, liberando a los cautivos del pecado y la oscuridad.
El versículo 9, “para decir a los prisioneros: ¡Salgan!; a los que están en la oscuridad: ¡Muéstrense!”, es una clara prefiguración de la misión de Yeshúa de liberar a aquellos que están en esclavitud espiritual y traer luz a los que moran en tinieblas. Él es la Luz del mundo que ha venido a abrir los ojos de los ciegos (Juan 8:12; Lucas 4:18-19). La promesa de que “no tendrán hambre ni sed” y que serán guiados por “fuentes de aguas” (versículo 10) se cumple en Yeshúa, quien es el Pan de Vida y el Agua Viva que satisface toda necesidad espiritual (Juan 6:35; 7:37-38).
La visión del regreso de los exiliados “de lejos”, del “norte y del oeste”, y de la “tierra de Sinim” (versículo 12), es una profecía de la reunión global del remanente de Israel y las naciones en Mashíaj. Esta congregación es un anticipo de la redención final en el Reino Mesiánico. Finalmente, el cántico de regocijo en el versículo 13, “¡Cantad, oh cielos, y alégrate, oh tierra… porque Adonái ha consolado a Su pueblo, y de Sus afligidos tendrá piedad!”, es el eco de la alegría que acompaña la obra redentora de Yeshúa haMashíaj, quien es el consuelo de Israel y la esperanza de toda la creación.
Aplicación Espiritual:
La Haftaráh nos ofrece una poderosa imagen de la esperanza y la redención que Adonái provee. Para los creyentes en Yeshúa haMashíaj, este pasaje es un recordatorio de que somos parte de un plan divino de restauración que va más allá de nuestras circunstancias actuales. Si nos sentimos “prisioneros” o en “oscuridad”, la voz de Mashíaj nos llama a “salir” y “mostrarnos” en Su luz. Él es nuestro Pastor fiel que nos guía y nos provee en todo momento, asegurándonos que nunca tendremos verdadera hambre ni sed espiritual.
La visión de la reunión de los exiliados nos inspira a reconocer la naturaleza global del Reino de Elohím y nuestra unidad en Mashíaj, sin importar nuestra procedencia. Nos anima a vivir con alegría y alabanza, sabiendo que Adonái ha consolado a Su pueblo y Su piedad es eterna. Nuestra esperanza en la redención no es una quimera, sino una promesa firme basada en la fidelidad de Elohím, manifestada plenamente en Yeshúa. Nos llama a ser agentes de consuelo y compasión en un mundo afligido, compartiendo la buena noticia del Mashíaj que arranca, derriba, edifica y planta para la gloria de Adonái.
Punto 3. Brit Hadasháh: Gálatas 3:28-29
Traducción Literal del Verso (Peshita Aramea con Fonética Siríaca Oriental):
- Gálatas 3:28 ܠܝܬ – Līt – No hayܝܗܘܕܝܐ – y’hūḏāyā – judíoܘܠܐ – wa-lā – y noܐܪܡܝܐ – a-rā-māyā – arameo,ܠܝܬ – līt – no hayܥܒܕܐ – ‘aḇ-dā – esclavoܘܠܐ – wa-lā – y noܒܪ – bar – libre,ܠܝܬ – līt – no hayܕܟܪܐ – d’ḵarā – varónܘܠܐ – wa-lā – y noܢܩܒܬܐ – naq-b’tā – hembra;ܐܢܬܘܢ – an-tūn – vosotrosܓܝܪ – gīr – porqueܟܠܟܘܢ – kul-kūn – todos vosotrosܚܕ – ḥaḏ – unoܐܢܬܘܢ – an-tūn – soisܒܡܫܝܚܐ – b’Mashīḥā – en Mashíajܝܫܘܥ. – Yēshūa’. – Yeshúa.
- Gálatas 3:29 ܘܐܢ – W’en – Y siܕܝܢ – dēn – entoncesܕܡܫܝܚܐ – d’Mashīḥā – de Mashíajܐܢܬܘܢ – an-tūn – sois,ܡܟܝܠ – m’ḵīl – entoncesܙܪܥܐ – zar-‘ā – descendenciaܕܐܒܪܗܡ – d’Aḇrāhām – de Avrahamܐܢܬܘܢ – an-tūn – sois,ܘܝܪ̈ܬܐ – w’yār-tē – y herederosܒܡܘܠܟܢܐ. – b’maw-l’ḵānā. – según la promesa.
Comentarios exhaustivos:
Gálatas 3:28-29 es uno de los pasajes más revolucionarios del Brit Hadasháh, proclamando la unidad radical y la igualdad de todos los creyentes en Yeshúa haMashíaj. Desde la perspectiva de la Peshita aramea, la frase “ܚܕ ܐܢܬܘܢ ܒܡܫܝܚܐ ܝܫܘܥ” (ḥaḏ an-tūn b’Mashīḥā Yēshūa’, “uno sois en Mashíaj Yeshúa”) es profundamente significativa. “Ḥaḏ” (Ejad) no solo significa “uno” en el sentido numérico, sino que implica una unidad orgánica, una unidad en esencia y propósito, reflejando la unidad de Adonái mismo. En Mashíaj, las barreras de origen étnico (“judío y arameo” en lugar de “griego” como en el texto griego), estatus social (esclavo y libre) y género (varón y hembra) son abolidas. La verdadera identidad y posición de una persona se encuentran ahora en su relación con Mashíaj.
Conexión con la Toráh y Haftaráh:
La conexión con la Parashá Pinjas (Números 26:52-27:5), con su énfasis en el censo tribal y la herencia de la tierra, es profunda. Mientras que la Toráh establece claras distinciones tribales y reglas de herencia basadas en el linaje físico, Gálatas 3:28-29 revela una nueva dimensión de herencia en Mashíaj, que trasciende el linaje físico. Sin embargo, no la anula, sino que la eleva. Al ser “descendencia de Avraham”, se subraya que la promesa original hecha a Avraham (Génesis 12:3), de que a través de él serían benditas todas las familias de la tierra, se cumple en Yeshúa. La herencia de la tierra de Kenaán, detallada para cada tribu en Números, es un tipo de la herencia espiritual y universal disponible en Mashíaj para todos los que son “uno en Él”.
La Haftaráh de Isaías 49:8-13 también se conecta fuertemente. Isaías profetiza la reunión de los exiliados “de lejos”, del “norte y del oeste”, y de la “tierra de Sinim”, implicando una restauración global del pueblo de Elohím. Gálatas 3:28-29 es el cumplimiento de esta visión profética, donde la restauración en Mashíaj no solo incluye el remanente de Israel, sino también a todas las naciones que son injertadas en el olivo de Israel por medio de la fe. La “restauración de la tierra” y las “heredades desoladas” de Isaías 49 encuentran su cumplimiento en la creación de este nuevo cuerpo en Mashíaj, donde las divisiones son superadas.
Reflexión Mesiánica:
Este pasaje del Brit Hadasháh resalta el papel de Yeshúa haMashíaj como el unificador supremo y el cumplimiento de la promesa a Avraham. Él es el “descendiente” a través de Quien todas las promesas de Elohím son “Sí” y “Amén” (2 Corintios 1:20). En Él, la identidad no se define por el nacimiento o las circunstancias externas, sino por la fe en Su obra redentora. La unidad (“Ḥaḏ”) en Mashíaj Yeshúa es un reflejo de la unidad de Adonái mismo (Ejad), lo que refuerza la Deidad de Yeshúa.
Ser “descendencia de Avraham” no es una cuestión de linaje biológico en este contexto, sino de fe. Aquellos que creen en Yeshúa comparten la misma fe que Avraham, y por lo tanto, participan en la misma promesa. Esto no anula la identidad de Israel, sino que muestra cómo la promesa se expande a través de Mashíaj. Yeshúa es el Mesías de Israel, quien a través de Su sacrificio, ha roto el muro de separación (Efesios 2:14) y ha hecho a judíos y no judíos “uno” en Él, heredando la promesa de Elohím. Así, Yeshúa es el centro indiscutible, uniendo toda la Escritura en un plan redentor cohesivo, donde todas las bendiciones fluyen a través de Él.
Punto 4. Contexto Histórico y Cultural
La Aliyáh 3 de la Parashá Pinjas, que abarca Números 26:52-27:5, se ubica en un momento pivotal en la historia de Israel: el fin de la peregrinación por el desierto y la inminente entrada a la Tierra Prometida. El pasaje comienza con las directrices de Adonái sobre la distribución de la tierra basándose en el censo recién completado (Números 26:52-56). Este censo es de suma importancia cultural y legal, ya que la posesión de la tierra era la piedra angular de la identidad y la economía de Israel. La tierra se dividiría por sorteo, pero el tamaño de la heredad tribal dependería de la población, lo que asegura una distribución justa y equitativa.
Culturalmente, la herencia de la tierra era fundamental. La ley tribal dictaba que la tierra permaneciera dentro de la familia y la tribu, y su posesión era un derecho sagrado, no solo un activo económico. El hecho de que la distribución se realizara por sorteo subrayaba la intervención divina en el proceso, reconociendo que la tierra era un don de Elohím.
Luego, el pasaje se detiene para el censo de la tribu de Leví (Números 26:57-62), que no fue contada para la guerra ni para la herencia de la tierra, sino para el servicio del Mishkan. Esto resalta su rol único y sagrado como guardianes del culto de Adonái. La mención de Moshé, Aharón, Miryam, Nadav y Avihú, y la trágica muerte de los dos últimos por ofrecer fuego extraño, refuerza la santidad del servicio levítico y las consecuencias de la desobediencia.
Finalmente, la Aliyáh concluye con la notable narrativa de las hijas de Tzelofjad (Números 27:1-5), quienes se acercan a Moshé para solicitar una herencia de tierra. Su caso es innovador porque su padre murió sin hijos varones, y la ley no preveía explícitamente la herencia femenina en tales circunstancias. Este episodio es culturalmente significativo, ya que demuestra la capacidad de la Toráh para adaptarse y la disposición de Elohím para escuchar las súplicas de justicia, estableciendo un precedente legal para futuras generaciones.
Mishkan, Primer y Segundo Templo:
En el contexto del Mishkan, la tribu de Leví, tal como se detalla en Números 26:57-62, era la encargada de su cuidado y servicio. Su exclusión del reparto de la tierra subraya su dedicación exclusiva al culto de Adonái. Más tarde, los Kohanim (sacerdotes) y Levíim continuarían desempeñando roles centrales en el Primer y Segundo Templo. La organización y las leyes de herencia establecidas en este pasaje sentarían las bases para la vida civil y religiosa de Israel en la tierra. La pureza de linaje para el servicio sacerdotal, rastreada hasta Aharón, era primordial, como se menciona en el censo levítico.
Qumrán y Escritos Mesiánicos y Nazarenos de los Primeros Siglos:
Las comunidades del Segundo Templo, incluyendo la de Qumrán, valoraban profundamente las leyes de pureza, herencia y el sacerdocio. Los escritos de Qumrán a menudo se referían a la organización de la comunidad de manera similar a la organización tribal de Israel. El caso de las hijas de Tzelofjad, que busca la justicia y la preservación de la herencia familiar, resuena con los valores de estas comunidades que buscaban una aplicación rigurosa de la Toráh y una restauración justa.
Los escritos mesiánicos y nazarenos de los primeros siglos, como el Brit Hadasháh, expanden estas ideas. Gálatas 3:28-29, la Brit Hadasháh de esta Aliyáh, proclama la unidad en Yeshúa haMashíaj que trasciende las divisiones sociales y de género, aunque no elimina las identidades. Esto puede verse como una evolución de la justicia divina, donde la herencia no se limita a la tierra física o al linaje, sino que se extiende a una herencia espiritual universal en Mashíaj. La genealogía de Yeshúa en Mateo y Lucas confirma Su linaje davídico y Su conexión con las tribus de Israel, consolidando Su derecho a la herencia mesiánica.
Textos Fuente y Comentarios Profundos:
La interacción entre Moshé y las hijas de Tzelofjad es un punto clave. El Midrash Rabá Bamidbar (Números) alaba la sabiduría de estas mujeres y la humildad de Moshé al llevar el caso a Adonái. El Sifrei sobre Números y el Talmud (Baba Batra 119b) discuten extensamente las implicaciones legales de este caso, demostrando la naturaleza dinámica y justa de la Toráh.
La Haftaráh de Isaías 49:8-13, que promete la restauración y el consuelo de Israel y la reunión de los exiliados, se conecta directamente con el anhelo del pueblo por su tierra y la herencia. Este pasaje profético, aunque escrito siglos después de Pinjas, refleja la continuidad de la promesa de Adonái de reunir a Su pueblo disperso y llevarlo de regreso a Su herencia, una promesa que encuentra su cumplimiento definitivo en Yeshúa haMashíaj.
El Brit Hadasháh, Gálatas 3:28-29, ofrece una reinterpretación mesiánica de la herencia y la identidad. Ya no es solo la sangre o el género lo que determina la participación en las promesas de Elohím, sino la fe en Mashíaj. Sin embargo, esto no anula el plan de Elohím para Israel, sino que lo amplía, incluyendo a todos en la “descendencia de Avraham” por la fe. Este es el cumplimiento del plan divino, donde la unidad en Mashíaj Ejad trasciende las barreras humanas.
Punto 5. Estudio, comentarios y conexiones proféticas
La Aliyáh 3 de Pinjas (Números 26:52-27:5) es una sección crucial que establece los principios para la distribución de la Tierra de Kenaán y presenta el caso de las hijas de Tzelofjad, un hito en la legislación mosaica.
Comentarios Rabínicos:
Los comentaristas rabínicos han resaltado varios aspectos clave de este pasaje. Rashi (Rabí Shlomó Yitzjakí) explica que el sorteo para la distribución de la tierra no era un acto arbitrario, sino divinamente guiado, ya que el Ruaj Hakodesh estaba sobre Elazar y Yehoshúa, y el sorteo revelaba la porción asignada por Elohím a cada tribu según la bendición de Yaakov (Génesis 49). El Midrash Tanjuma Pinjás enfatiza la sabiduría de las hijas de Tzelofjad, quienes comprendieron la importancia de la tierra para la preservación del nombre de su padre. El Talmud (Baba Batra 119b) discute cómo su sabiduría fue elogiada por Adonái mismo, estableciendo un precedente legal para la herencia femenina cuando no hay herederos varones. Este es un ejemplo de cómo la Toráh es dinámica y responde a las necesidades de justicia.
Comentario Judío Mesiánico:
Desde una perspectiva judío mesiánica, las leyes de herencia de la tierra son un tipo de la herencia espiritual que los creyentes reciben en Yeshúa haMashíaj. La Tierra Prometida, con su distribución justa, es una sombra del Reino Mesiánico, donde Mashíaj mismo es la herencia última. La preocupación por la preservación del nombre de la familia de Tzelofjad (Números 27:4) encuentra su eco en el deseo de Elohím de preservar un nombre y un linaje para Sí mismo a través de Mashíaj.
Las hijas de Tzelofjad, al buscar su herencia, demuestran fe y determinación. Esto es un tipo de la fe activa de aquellos que, sin importar su origen o estatus, claman por su herencia en Mashíaj. El hecho de que Moshé lleve su caso directamente a Adonái y que Adonái responda afirmativamente subraya la justicia divina y la accesibilidad de Elohím. Yeshúa es nuestro intercesor, quien lleva nuestras súplicas delante de Adonái (Hebreos 7:25), y a través de Él, todos los que creen son hechos herederos de la promesa de Avraham (Gálatas 3:29).
Notas de los primeros siglos, resaltando el papel de Yeshúa haMashíaj:
Los primeros creyentes, imbuidos de una comprensión judía de las Escrituras, habrían visto las leyes de herencia como un preludio a la herencia espiritual en Mashíaj. El énfasis en la unidad en Gálatas 3:28-29 (“uno sois en Mashíaj Yeshúa”) no anula la identidad judía o las promesas a Israel, sino que muestra cómo en Mashíaj se supera el “muro de separación” (Efesios 2:14) entre judíos y gentiles, haciéndolos coherederos de la promesa de Avraham. Yeshúa es el cumplimiento de la promesa del “descendiente” de Avraham, en quien todas las naciones serían benditas.
Aplicar las enseñanzas de manera práctica y espiritual:
Este pasaje nos desafía a buscar nuestra herencia en Mashíaj con la misma diligencia que las hijas de Tzelofjad. Nos enseña que la justicia de Elohím se extiende a todos, independientemente de las convenciones humanas. Debemos vivir como coherederos, mostrando unidad y equidad en la Kehiláh, y reconociendo que nuestra verdadera herencia no es de este mundo, sino en el Reino eterno de Mashíaj.
Anotaciones gramaticales, léxicas y Guematría:
La frase “נַחֲלָה בְּתוֹךְ” (najalá betoj), “herencia en medio de”, es crucial en Números 27:4, enfatizando el deseo de las hijas de ser plenamente incluidas en la heredad familiar. La palabra “סֶלַע” (sela’) que significa “roca” o “fuerza” en otros contextos, en hebreo bíblico para el sorteo es goral (גּוֹרָל), y la heredad es najalá (נַחֲלָה). La Guematría de ciertos nombres o frases puede ser explorada por aquellos con experiencia en este campo, pero no es el enfoque principal aquí. La fonética Tiberiana de nombres como “צְלָפְחָד” (Tzelofjad) y “מַחְלָה” (Majláh) es vital para la conexión con el texto original.
Punto 6. Análisis Profundo de la Aliyáh
Análisis y Comentario Judío y Mesiánico de la Aliyáh (Números 26:52-27:5):
Esta Aliyáh es un puente entre el censo de la generación que entrará en la Tierra Prometida y las leyes de herencia que regirán esa distribución. La instrucción de Adonái de dividir la tierra “por sorteo” pero “según el número de nombres” de cada tribu (26:54-55) subraya una dualidad: la soberanía divina en la asignación y la justicia en la proporción. Esto asegura que la herencia es un don de Elohím, pero también que se distribuye de manera equitativa.
La inclusión del censo de los Levíim (26:57-62) es un recordatorio de su estatus único: apartados para el servicio divino, sin herencia de tierra, pero contados para asegurar su rol. La mención de Moshé, Aharón y sus hijos, y la trágica muerte de Nadav y Avihú, resalta la santidad del sacerdocio y la exigencia de pureza en el servicio a Adonái.
El clímax de esta Aliyáh es el caso de las hijas de Tzelofjad (27:1-5). Su petición no es una transgresión, sino una búsqueda de justicia dentro del marco de la Toráh. Al morir su padre sin hijos varones, su linaje y nombre familiar corrían el riesgo de desaparecer de la herencia de la tierra. Su audacia y fe al presentar su caso directamente a Moshé, y la respuesta de Moshé al llevarlo ante Adonái, demuestran la naturaleza viviente de la Toráh y la disposición de Adonái para adaptar y expandir Sus leyes para asegurar la justicia y la continuidad de las promesas. Este episodio es un ejemplo clave de jurisprudencia divina que honra tanto la ley como el espíritu de la ley.
Mesiánicamente, la herencia de la tierra es un tipo de la herencia eterna en Mashíaj. La justicia de la distribución, divinamente guiada, es un reflejo de la justicia perfecta de Yeshúa en Su Reino. Las hijas de Tzelofjad, al buscar su herencia, son figuras de aquellos que, por fe, buscan su porción en Mashíaj. La respuesta de Adonái a su súplica es una prefiguración de la accesibilidad de Yeshúa como nuestro intercesor, quien presenta nuestras necesidades ante el Padre. La mención de que la generación incrédula pereció en el desierto (26:64-65) es una advertencia tipológica: solo a través de la fe en Mashíaj se puede entrar en el verdadero reposo y la herencia de Elohím.
Análisis y Comentario Judío y Mesiánico de la Haftaráh (Isaías 49:8-13):
Esta Haftaráh es una profecía de consuelo y restauración para Israel y, por extensión, para todas las naciones. La promesa de que Adonái “te guardaré y te daré por pacto al pueblo, para restaurar la tierra” (49:8) apunta a un futuro de redención. El “tiempo de favor” y el “día de salvación” son claramente mesiánicos. La liberación de los “prisioneros” y los que están en la “oscuridad” (49:9) describe la obra liberadora de Mashíaj. La provisión de pastos y fuentes de agua (49:10) es una imagen del cuidado pastoral de Elohím y, por tipología, de Yeshúa, el Buen Pastor.
La reunión de los exiliados “de lejos” (49:12) es una visión de la reunión final del pueblo de Elohím desde todos los rincones de la tierra, un evento que la fe judío mesiánica ve como parte integral del plan redentor de Mashíaj. La culminación en un cántico de regocijo (49:13) por el consuelo y la piedad de Adonái demuestra la alegría que acompaña la redención mesiánica.
Análisis y Comentario Judío y Mesiánico del Brit Hadasháh (Gálatas 3:28-29):
Este pasaje es la piedra angular de la enseñanza de Shaúl (Pablo) sobre la unidad en Mashíaj. La declaración “No hay judío ni arameo (griego), no hay esclavo ni libre, no hay varón ni hembra; porque vosotros todos sois uno en Mashíaj Yeshúa” (3:28) es una poderosa afirmación de la igualdad fundamental de todos los creyentes en Mashíaj. No significa la abolición de las identidades culturales o de género, sino que en Mashíaj, estas distinciones no son barreras para la salvación o la participación plena en el Cuerpo.
La conexión con la Aliyáh es evidente en el versículo 29: “Y si de Mashíaj sois, entonces descendencia de Avraham sois, y herederos según la promesa.” Esto vincula directamente a los creyentes de todas las naciones con la promesa original hecha a Avraham, que era la base de la herencia de la tierra en la Toráh. En Mashíaj, la herencia se espiritualiza y universaliza, pero sigue enraizada en las promesas de Elohím a Israel. El Mesías es la simiente de Avraham, y a través de Él, todos los creyentes comparten en esa herencia. Este pasaje reafirma la centralidad de Yeshúa como el vínculo Ejad entre Elohím y la humanidad, y entre Israel y las naciones, demostrando la continuidad del plan de Elohím a través de las escrituras.
Punto 7. Tema Más Relevante de la Aliyáh
El tema central de esta Aliyáh es la Justicia Divina en la Distribución de la Herencia y la Adaptabilidad de la Toráh para Asegurar la Continuidad del Pacto.
Este tema es crucial en el contexto de la Toráh por varias razones:
- Garantía de la Promesa: La distribución de la tierra es el cumplimiento fundamental de la promesa a Avraham. El censo y las leyes de herencia aseguran que la tierra será poseída por el pueblo de Adonái.
- Equidad y Orden Divino: La instrucción de que la herencia se base en el número de miembros de la tribu (Números 26:54) y se divida por sorteo (26:55) demuestra el orden y la justicia de Elohím en la asignación de Su bendición.
- Dinamismo de la Toráh: El caso de las hijas de Tzelofjad (Números 27:1-5) es un hito. Muestra que la Toráh, aunque divina y eterna, no es rígida en un sentido que impida la justicia. Adonái responde a una situación nueva y establece una ley que garantiza la herencia femenina en ausencia de herederos varones, asegurando que el nombre y la porción familiar no se pierdan. Esto resalta la compasión y la sabiduría de Elohím.
Este tema se relaciona profundamente con las enseñanzas y la obra de Yeshúa haMashíaj en el Brit Hadasháh:
- La Herencia en Mashíaj: La herencia de la tierra es un tipo de la herencia espiritual que los creyentes reciben en Yeshúa. Él es nuestra porción y nuestra herencia eterna (Colosenses 1:12).
- La Justicia de Mashíaj: Yeshúa vino a establecer la justicia del Reino de Elohím. Así como Elohím escuchó la súplica de las hijas de Tzelofjad para asegurar una herencia justa, Yeshúa es el intercesor que garantiza nuestra herencia eterna a través de Su sacrificio. En Él, no hay distinción en el acceso a la salvación y la herencia espiritual, como se ve en Gálatas 3:28-29.
- La Toráh Cumplida y Expandida: Yeshúa no vino a abolir la Toráh, sino a cumplirla (Mateo 5:17). El caso de Tzelofjad demuestra la capacidad de la Toráh para expandirse y aplicar principios de justicia a nuevas situaciones. En Yeshúa, la Toráh encuentra su cumplimiento más pleno, y Sus enseñanzas amplían nuestra comprensión de la justicia y la misericordia de Elohím, mostrando cómo todos somos herederos de la promesa de Avraham a través de Él. La flexibilidad de la Toráh para asegurar la justicia prefigura la inclusión de los gentiles en la fe a través de Mashíaj.
La continuidad entre la Toráh y el Brit Hadasháh es evidente en la forma en que el principio de la herencia y la justicia divina se mantiene, pero se expande en el ámbito espiritual a través de Mashíaj.
Conexión Temática con los Moedim de Elohím:
La Parashá Pinjas, especialmente esta Aliyáh, se conecta temáticamente con Shavuot y Sucot.
- Shavuot (Fiesta de las Semanas): En Shavuot se celebra la entrega de la Toráh en el Monte Sinaí. El caso de las hijas de Tzelofjad es un ejemplo vivo de la aplicación dinámica de la Toráh, mostrando su relevancia continua y la manera en que Elohím puede revelar y clarificar sus mandamientos para asegurar la justicia. Además, Shavuot es también la fiesta de las primicias de la cosecha, y la distribución de la tierra tiene que ver con la producción de esas primicias. En el Brit Hadasháh, Shavuot es el día en que el Ruaj Hakodesh fue derramado, empoderando a la Kehiláh para vivir y aplicar la Toráh de Mashíaj en sus vidas.
- Sucot (Fiesta de los Tabernáculos): Esta fiesta celebra la provisión de Adonái durante los 40 años en el desierto y la entrada a la Tierra Prometida. La Aliyáh de Pinjas se sitúa justo antes de la entrada a la tierra, lo que la vincula con el cumplimiento de la promesa de la morada segura y la herencia. Sucot es una fiesta de alegría por la cosecha y la residencia en la tierra. Las hijas de Tzelofjad buscan su porción en esta tierra. En el Brit Hadasháh, Sucot tiene profundas connotaciones mesiánicas, apuntando al tiempo en que Mashíaj tabernaculará con Su pueblo y establecerá Su Reino Milenial en la tierra restaurada, la herencia final.
Ambas conexiones subrayan que la promesa de la herencia y la justicia de Elohím son temas centrales que se desarrollan a lo largo del tiempo, culminando en la obra redentora y el futuro Reino de Yeshúa haMashíaj.
Punto 8. Descubriendo a Mashíaj en cada Aliyah
La Aliyáh 3 de Pinjas (Números 26:52-27:5) ofrece múltiples “tavnitot” (patrones redentores) que revelan a Yeshúa haMashíaj, especialmente en el contexto de la herencia, la justicia y la intercesión.
Profecías Mesiánicas y Reflexión:
Aunque no hay profecías mesiánicas directas en este censo, el tema subyacente de la herencia y el destino de Israel se relaciona profundamente con Mashíaj. La promesa de la tierra es un tipo de la herencia eterna que se realiza en Yeshúa. La fidelidad de Elohím para con Su pacto, incluso después de la desobediencia de la generación anterior, prefigura Su fidelidad al enviar a Mashíaj.
Métodos para descubrir a Mashíaj en cada Aliyah:
- Tipos (Tipologías):
- La Herencia de la Tierra: La distribución de la Tierra de Kenaán es un tipo de la herencia espiritual que los creyentes reciben en Mashíaj. Así como la tierra fue prometida a Avraham y su descendencia, el Reino de los Cielos y la vida eterna son nuestra herencia prometida a través de la fe en Yeshúa.
- Las Hijas de Tzelofjad: Ellas son un tipo de aquellos que, por fe y audacia, buscan su herencia en Elohím. Su petición por una porción de la tierra es un eco de nuestra súplica por nuestra porción en el Reino de Mashíaj. Representan a aquellos que, históricamente, pueden haber sido excluidos por las normas humanas, pero que son incluidos por la justicia divina.
- Sombras (Tzelalim):
- El sorteo para la distribución de la tierra, guiado por la mano divina, es una sombra de la soberanía de Elohím en la asignación de bendiciones y dones en el Cuerpo de Mashíaj.
- La exclusión de la generación del desierto por incredulidad (Números 26:64-65) es una sombra de la necesidad de fe en Mashíaj para entrar en el verdadero reposo de Elohím (Hebreos 3-4).
- Figuras:
- Moshé como Intercesor: Moshé, llevando el caso de las hijas de Tzelofjad ante Adonái, es una figura de Yeshúa haMashíaj, nuestro sumo intercesor, quien presenta nuestras oraciones y necesidades ante el Padre (Romanos 8:34; Hebreos 7:25).
- Patrones Redentores (Tavnitot):
- El patrón de la justicia divina manifestándose a través de la Toráh para incluir a los aparentemente “excluidos” (como las mujeres sin hermanos varones) es un patrón que se expande en Mashíaj para incluir a los gentiles en la promesa de Avraham (Efesios 2:11-22).
- El paso de una generación que muere en el desierto a una nueva generación que entra en la promesa refleja el nuevo nacimiento en Mashíaj, donde la vieja naturaleza muere y una nueva vida comienza en Él.
- Nombres y Títulos Proféticos:
- El nombre Yehoshúa ben Nun (Números 26:65), el único que sobrevive de la generación anterior junto con Kálav, es proféticamente significativo. “Yehoshúa” (יְהוֹשֻׁעַ) es la misma raíz que “Yeshúa” (יֵשׁוּעַ), que significa “Adonái salva”. Yehoshúa guía al pueblo a la tierra; Yeshúa guía a Su pueblo al verdadero reposo y a la herencia eterna. Él es el verdadero Yehoshúa.
- Eventos Simbólicos:
- El censo de los Levíim y la mención de sus antepasados, incluyendo a Aharón, Moshé y Miryam, y las muertes de Nadav y Avihú, simbolizan la santidad del sacerdocio y la pureza requerida para acercarse a Adonái. Yeshúa, nuestro Sumo Kohén (Sacerdote), es el único que satisface perfectamente estas demandas de santidad.
- Análisis Lingüístico: La palabra “נַחֲלָה” (najalá – herencia) es central. En hebreo, Najalá no es solo una propiedad, sino una posesión duradera y un derecho de propiedad que se pasa de generación en generación. Esto resalta la permanencia de la herencia en Mashíaj.
- Midrashim Mesiánicos: Si bien no hay midrashim clásicos que conecten directamente este pasaje con Yeshúa, la tradición judía que exalta la sabiduría y la justicia de las hijas de Tzelofjad puede ser vista como una preparación para la justicia más amplia y la inclusión que Yeshúa trae a Su Reino.
- Cumplimientos Tipológicos en el Brit Hadasháh:
- La unidad y la igualdad en Mashíaj (Gálatas 3:28) cumplen el espíritu de la justicia mostrada a las hijas de Tzelofjad, rompiendo barreras humanas para que todos accedan a la herencia.
- Ser “descendencia de Avraham” y “herederos según la promesa” (Gálatas 3:29) directamente cumple la promesa dada a Avraham, mostrando que en Yeshúa, creyentes judíos y gentiles comparten la misma herencia espiritual.
- La promesa de Isaías 49:8-13 de reunir a los exiliados y restaurar la tierra encuentra su cumplimiento en la obra de Mashíaj de reunir a todos los elegidos en Su Cuerpo.
Cumplimiento en el Brit Hadasháh:
Yeshúa haMashíaj es el cumplimiento de la herencia. Él es la sustancia de la promesa, y a través de Su obra en el Madero, todos los que creen son injertados en el linaje de Avraham por fe, convirtiéndose en herederos de las promesas divinas. Él es el que asegura que nadie que busque su herencia en Él será excluido. La justicia de Elohím, revelada en la Toráh a través del caso de las hijas de Tzelofjad, se manifiesta plenamente en Yeshúa, quien intercede por nosotros y nos garantiza la entrada a nuestra herencia eterna. Él es Ejad con Adonái, el que provee la herencia para todos Sus hijos.
Punto 9. Midrashim, Targumim, Textos Fuentes y Apócrifos
La Aliyáh de Pinjas (Números 26:52-27:5) ha sido un tema fértil para la expansión y el comentario en diversas fuentes judías.
Midrashim:
El Midrash Rabá Bamidbar (Números) dedica considerable atención al caso de las hijas de Tzelofjad. Destaca su sabiduría y su piedad, argumentando que su petición no surgió de un espíritu de litigio, sino de un profundo deseo de no perder la porción de su padre en la Tierra de Israel, lo que era visto como un derecho divino. Rabí Natan, en el Sifrei, dice: “Las hijas de Tzelofjad eran sabias, eran intérpretes de la Toráh, y eran justas”. El Midrash compara su sabiduría con la de Moshé, señalando que, a pesar de la grandeza de Moshé, no había considerado este caso específico, y Adonái lo revela directamente a él. Esto subraya que la Toráh es viviente y que Elohím revela nuevas aplicaciones a medida que surgen las necesidades.
Targumim:
Los Targumim, como traducciones y paráfrasis arameas, a menudo arrojan luz sobre el texto.
- El Targum Onkelos sobre Números 26:52-27:5 se mantiene bastante literal, reproduciendo las instrucciones sobre la distribución de la tierra y el relato de las hijas de Tzelofjad de manera directa. Su valor principal es su fidelidad al texto hebraico.
- El Targum Yonatán ben Uziel (Pseudo-Yonatán) es más expansivo. En Números 27:1, al presentar a las hijas de Tzelofjad, el Targum Yonatán puede añadir detalles sobre su piedad y su linaje, reforzando su derecho a la herencia. El diálogo entre ellas y Moshé a menudo se embellece con expresiones que enfatizan la justicia de su causa y la atención de Moshé. Para el censo de Leví, puede incluir detalles sobre el mérito de sus familias, especialmente la de Kehat y la importancia de los Kohanim.
Para la Haftaráh de Isaías 49:8-13, el Targum Yonatán sobre los Profetas expande la visión de restauración. Por ejemplo, la “tierra de Sinim” (49:12) a veces se interpreta como una tierra lejana o un lugar mítico, pero el Targum puede ofrecer interpretaciones geográficas o simbólicas, subrayando la universalidad de la redención. La promesa de liberación para los “prisioneros” se interpreta como la liberación del exilio.
Para el Brit Hadasháh, como se mencionó anteriormente, no hay Targumim para Apocalipsis o Gálatas. Sin embargo, la Peshita aramea de Gálatas 3:28-29 es en sí misma un texto fuente que refleja una comprensión semítica del mensaje de Shaúl. La elección de “arameo” en lugar de “griego” para contrastar con “judío” en el versículo 28 subraya que la unidad en Mashíaj trasciende las divisiones lingüísticas y culturales predominantes en el mundo semítico, no solo el greco-romano.
Textos Fuentes y Apócrifos:
Aunque no hay libros apócrifos dedicados exclusivamente a este pasaje, el tema de la herencia de la tierra y el rol de las mujeres en la sociedad judía del Segundo Templo se discute en varios escritos. El Libro de Tobit, por ejemplo, aunque no aborda la herencia de la tierra, sí ilustra la importancia de la familia y el linaje en el judaísmo intertestamentario. El Libro de Judith presenta a una heroína fuerte y piadosa, reflejando la capacidad y el rol de las mujeres en la fe.
El concepto de un “tiempo de favor” y “día de salvación” en Isaías 49:8 se encuentra en la literatura de Qumrán. Los Manuscritos del Mar Muerto, como el Comentario de Habacuc o el Rollo de la Guerra, a menudo hablan de los “últimos días” y un “tiempo final” donde Elohím actuará para salvar a Su pueblo. Estos textos reflejan una intensa expectativa mesiánica y un sentido de la inminencia de la redención divina.
Las enseñanzas de Yeshúa en los Evangelios, aunque no apócrifas, son textos fuente primarios que se conectan con esta Aliyáh. La preocupación de Yeshúa por los marginados y Su proclamación de que “los últimos serán los primeros” (Mateo 20:16) resuenan con la justicia de Elohím para las hijas de Tzelofjad, que estaban en una posición legalmente vulnerable. La parábola de la viuda persistente que busca justicia (Lucas 18:1-8) también tiene un eco temático, mostrando la importancia de la persistencia en la súplica a un Juez justo, que en el caso de Tzelofjad, es Elohím mismo.
Punto 10. Mandamientos Encontrados o principios y valores
La Aliyáh de Pinjas (Números 26:52-27:5) contiene mandamientos y principios fundamentales que son atemporales y se aplican en el contexto del Brit Hadasháh.
- Mandamiento de Distribuir la Tierra según el Censo y por Sorteo (Números 26:52-56):
- Principio: La herencia de la tierra prometida es un don de Elohím, y Su distribución debe seguir Sus directrices divinas de justicia y equidad. El sorteo enfatiza la soberanía de Elohím en la asignación.
- Aplicación en el Brit Hadasháh: En Mashíaj, nuestra “herencia” es espiritual y eterna (1 Pedro 1:4). Así como la tierra fue una herencia física, el Reino de los Cielos es nuestra herencia en Yeshúa. Este principio nos enseña que Elohím es quien determina nuestra porción espiritual, y que Él es justo y equitativo en la distribución de dones y llamamientos en Su Cuerpo, la Kehiláh (Romanos 12:4-8). Debemos confiar en Su soberanía y aceptar nuestra porción con gratitud.
- Principio del Servicio Dedicado de los Levíim (Números 26:57-62):
- Principio: La tribu de Leví fue apartada específicamente para el servicio de Adonái y el Mishkan, sin herencia de tierra entre las demás tribus, lo que subraya su dedicación exclusiva. La mención de Nadav y Avihú sirve como advertencia sobre la santidad en el servicio.
- Aplicación en el Brit Hadasháh: Todos los creyentes en Yeshúa somos un “sacerdocio real” (1 Pedro 2:9) llamados a servir a Elohím y a los demás. Aunque no tenemos un sacerdocio tribal físico, la vida del creyente debe ser una de servicio dedicado. La advertencia sobre Nadav y Avihú nos recuerda la importancia de la reverencia, la pureza y la obediencia en nuestra adoración y servicio a Adonái, reconociendo a Yeshúa como nuestro Sumo Kohén (Hebreos 4:14-16).
- Mandamiento de No Contar a los Levíim entre los Hijos de Israel para la Herencia de la Tierra (Números 26:62):
- Principio: Los Levíim tenían una función distinta y una provisión diferente (las ciudades levíticas y los diezmos), reflejando un orden divino para su sustento.
- Aplicación en el Brit Hadasháh: Aunque en Mashíaj “no hay judío ni arameo” en cuanto a la salvación (Gálatas 3:28), todavía hay roles y llamamientos diversos dentro del Cuerpo de Mashíaj (1 Corintios 12:12-27). Este principio nos enseña a valorar la diversidad de funciones y a reconocer que cada parte tiene un propósito único en el plan de Elohím, y que Él provee para cada uno según su llamado.
- Principio de la Justicia Divina y la Escucha de Súplicas Justas (Números 27:1-5):
- Principio: Elohím es un Juez justo que escucha las peticiones de justicia, incluso si implican una nueva aplicación o clarificación de la ley existente. El caso de las hijas de Tzelofjad establece un precedente legal crucial.
- Aplicación en el Brit Hadasháh: Yeshúa es nuestro abogado y juez justo (1 Juan 2:1). Él enseña la importancia de la justicia y la equidad (Mateo 5:20). El caso de Tzelofjad nos anima a acercarnos a Elohím con nuestras peticiones, confiando en Su justicia y misericordia. En la Kehiláh, somos llamados a buscar la justicia y a defender a los oprimidos, reflejando el carácter de Elohím.
- Principio de las Consecuencias de la Incredulidad (Números 26:64-65):
- Principio: La generación que murió en el desierto lo hizo por incredulidad, un recordatorio sombrío de las consecuencias de la desobediencia y la falta de fe en la promesa de Adonái.
- Aplicación en el Brit Hadasháh: Este pasaje sirve como una advertencia para los creyentes a no caer en la misma incredulidad, sino a perseverar en la fe en Yeshúa haMashíaj para entrar en Su reposo prometido (Hebreos 3:7-4:11). La fe en Mashíaj es esencial para heredar la vida eterna y las promesas de Elohím.
Estos mandamientos y principios, aunque arraigados en el contexto de la Toráh, encuentran su cumplimiento y una aplicación más profunda y universal en la vida y obra de Yeshúa haMashíaj, quien es el fundamento de toda justicia y el que nos asegura nuestra verdadera herencia en el Reino de Elohím.
Punto 11. Preguntas de Reflexión
Aquí hay 5 preguntas para la reflexión y el debate profundo sobre la Aliyáh de Pinjas (Números 26:52-27:5):
- El censo determina la herencia de la tierra. ¿Cómo definimos nuestra “herencia” en Mashíaj hoy, y de qué manera esta herencia espiritual se relaciona con las promesas de Elohím a Israel sobre la tierra física?
- La tribu de Leví no recibió herencia de tierra, sino que fue apartada para el servicio. ¿Qué nos enseña esto sobre el servicio a Adonái en el contexto del Brit Hadasháh, donde todos los creyentes son un “sacerdocio real”?
- El caso de las hijas de Tzelofjad llevó a una nueva ley para asegurar la justicia en la herencia. ¿Cómo este evento demuestra la naturaleza viviente de la Toráh y la disposición de Elohím para responder a las súplicas justas, y cómo se relaciona esto con la obra de Yeshúa como nuestro intercesor?
- La generación del desierto, excepto Kálav y Yehoshúa, murió por incredulidad. ¿Qué implicaciones prácticas tiene esta advertencia para nuestra vida de fe en Yeshúa haMashíaj y cómo podemos asegurarnos de entrar en Su reposo?
- Considerando la unidad en Mashíaj declarada en Gálatas 3:28-29 (“no hay judío ni arameo, etc.”), ¿cómo reconciliamos esto con la importancia de las identidades tribales y la herencia de la tierra que se enfatiza en la Parashá? ¿Cómo se unen estas verdades en la persona y obra de Yeshúa?
Punto 12. Resumen de la Aliyáh
La Aliyáh 3 de Parashá Pinjas (Números 26:52-27:5) aborda las instrucciones de Adonái a Moshé y Elazar sobre la distribución de la Tierra Prometida entre las tribus de Israel. La tierra sería dividida por sorteo, pero proporcionalmente al número de miembros de cada tribu, asegurando una asignación justa y equitativa de la herencia divina. Este censo también incluye un recuento separado de la tribu de Leví, reafirmando su rol único y exclusivo en el servicio del Mishkan, sin herencia de tierra entre las otras tribus. La sección culmina con la notable y pionera historia de las hijas de Tzelofjad (Majláh, Noáh, Jogláh, Milkáh y Tirtzáh). Su padre murió en el desierto sin hijos varones, y ellas, con sabiduría y determinación, se acercaron a Moshé para pedir una porción de la herencia de su padre, para que su nombre no se perdiera. Moshé llevó su caso directamente a Adonái, demostrando la naturaleza dinámica y justa de la Toráh, quien responde afirmativamente a su súplica, sentando un precedente legal crucial para la herencia femenina en tales circunstancias. El pasaje cierra con la sombría pero importante declaración de que, de la generación original que salió de Egipto, solo Kálav ben Yefuné y Yehoshúa ben Nun habían sobrevivido, el resto pereció por incredulidad.
En Mashíaj, esta Aliyáh revela patrones esenciales de redención. La herencia de la tierra es un tipo de la herencia espiritual y eterna que los creyentes tienen en Yeshúa haMashíaj. Así como Elohím aseguró la porción terrenal para Su pueblo con justicia, Él garantiza nuestra porción celestial en Mashíaj. Las hijas de Tzelofjad son una figura de aquellos que, con fe y persistencia, buscan su herencia en el Reino de Elohím, sin importar las barreras humanas. La respuesta favorable de Adonái a su súplica prefigura a Yeshúa como nuestro Sumo Intercesor, quien presenta nuestras necesidades ante el Padre. La advertencia sobre la incredulidad de la generación del desierto es un llamado a la fe en Yeshúa, Quien es el único camino hacia el verdadero reposo y la herencia prometida. La unidad de la Kehiláh en Mashíaj, donde “no hay judío ni arameo (griego), ni esclavo ni libre, ni varón ni hembra” (Gálatas 3:28), encuentra eco en la justicia de Elohím que trasciende las distinciones para que todos sean herederos según la promesa de Avraham en Yeshúa, Quien es Ejad con Adonái y el cumplimiento de todas las promesas.
Punto 13. Tefiláh de la Aliyáh
Adonái Elohím, Fuente de toda justicia y herencia, Te agradecemos por las profundas enseñanzas de esta porción de Tu Toráh en Parashá Pinjas. Reconocemos Tu soberanía al distribuir la tierra y Tu equidad al considerar a cada tribu y familia. Te alabamos porque Tu Toráh es viviente y responde a las necesidades de Tu pueblo, como lo demostraste al escuchar la justa súplica de las hijas de Tzelofjad.
Te pedimos, Oh Adonái, que nos ayudes a buscar nuestra herencia en Yeshúa haMashíaj con la misma diligencia y fe que ellas. Que podamos vivir en la plenitud de la herencia espiritual que tenemos en Él, sabiendo que somos coherederos de Tus promesas. Que Tu Ruaj Hakodesh nos guíe para discernir Tu justicia en todas las situaciones y nos impulse a actuar con equidad y compasión en nuestras comunidades.
Danos la gracia para servirte con la dedicación de los Levíim, reconociendo que nuestra vida es un servicio a Ti. Protege nuestros corazones de la incredulidad, para que no perezcamos en el desierto de este mundo, sino que entremos plenamente en el reposo y la vida eterna que nos has prometido en Yeshúa, el verdadero Yehoshúa. Que en Él, todas las divisiones sean superadas y que seamos uno, glorificando Tu nombre Ejad.
Baruj Atáh Adonái, bendito eres Tú, Adonái, nuestro Justo Juez y nuestro Fiel Proveedor de Herencia. Amén.
+Recursos del Ministerio Judío Mesiánico de Biblia Toráh Viviente Para Maestros, Traductores y Estudiantes: