Leer o Descargar PDF - Parashá 41 Pinjas (פינחס) – Aliyah 2

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Parashá 41 Pinjas (פינחס) – Números 26:5-51

Aliyáh 2: (Números 26:5-51) Detalles del censo de las tribus de Israel, listando a cada una de las familias.
Haftaráh: Jeremías 1:1-10 (El llamado de Jeremías y la responsabilidad del pueblo).
Brit Hadasháh: Apocalipsis 7:4-8 (El censo de los 144,000 de las tribus de Israel).

Punto 1. Números 26:5-51

Traducción Literal del Verso:

  • Números 26:5 Los hijos de Rubén, el primogénito de Israel: Jenoc, de él la familia de los jenocitas; Falú, de él la familia de los faluitas;
  • Números 26:6 Jeztzón, de él la familia de los jeztzonitas; Karmi, de él la familia de los karmitas.
  • Números 26:7 Estas son las familias de los rubenitas; y los contados de ellos fueron cuarenta y tres mil setecientos treinta.
  • Números 26:8 Y los hijos de Palú: Eliav.
  • Números 26:9 Y los hijos de Eliav: Nemuel y Datán y Aviram. Estos son Datán y Aviram, los convocados de la congregación, quienes contendieron contra Moshé y contra Aharón en la asamblea de Kóraj, cuando contendieron contra Adonái.
  • Números 26:10 Y la tierra abrió su boca y los tragó a ellos y a Kóraj cuando murió el grupo, cuando el fuego consumió a doscientos cincuenta hombres, y sirvieron como señal.
  • Números 26:11 Pero los hijos de Kóraj no murieron.
  • Números 26:12 Los hijos de Simeón por sus familias: de Nemuel, la familia de los nemuelitas; de Yamín, la familia de los yaminitas; de Yajín, la familia de los yajinitas;
  • Números 26:13 de Zeraj, la familia de los zerajitas; de Saúl, la familia de los saulitas.
  • Números 26:14 Estas son las familias de los simeonitas, veintidós mil doscientos.
  • Números 26:15 Los hijos de Gad por sus familias: de Tzefón, la familia de los tzefonitas; de Jaguí, la familia de los jaguitas; de Shuní, la familia de los shunítas;
  • Números 26:16 de Oznit, la familia de los oznitas; de Erí, la familia de los eritas;
  • Números 26:17 de Aród, la familia de los aroditas; de Arelí, la familia de los arelitas.
  • Números 26:18 Estas son las familias de los hijos de Gad, por los contados de ellos, cuarenta mil quinientos.
  • Números 26:19 Los hijos de Yehudá: Er y Onán. Pero Er y Onán murieron en la tierra de Kenaán.
  • Números 26:20 Y fueron los hijos de Yehudá por sus familias: de Sheláh, la familia de los shelahitas; de Peretz, la familia de los peretzitas; de Zéraj, la familia de los zerajitas.
  • Números 26:21 Y fueron los hijos de Peretz: de Jetztzón, la familia de los jeztzonitas; de Jamúl, la familia de los jamulitas.
  • Números 26:22 Estas son las familias de Yehudá por los contados de ellos, setenta y seis mil quinientos.
  • Números 26:23 Los hijos de Yisajar por sus familias: de Tolá, la familia de los tolaítas; de Puvá, la familia de los puvitas;
  • Números 26:24 de Yashuv, la familia de los yashuvitas; de Shimrón, la familia de los shimronitas.
  • Números 26:25 Estas son las familias de Yisajar por los contados de ellos, sesenta y cuatro mil trescientos.
  • Números 26:26 Los hijos de Zevulún por sus familias: de Séred, la familia de los sereditas; de Elón, la familia de los elonitas; de Yajleel, la familia de los yajleelitas.
  • Números 26:27 Estas son las familias de los zevulunítas por los contados de ellos, sesenta mil quinientos.
  • Números 26:28 Los hijos de Yosef por sus familias: Menashé y Efráyim.
  • Números 26:29 Los hijos de Menashé: de Majir, la familia de los majiritas; y Majir engendró a Guilad; de Guilad, la familia de los guiladitas.
  • Números 26:30 Estos son los hijos de Guilad: de Iézer, la familia de los iezeritas; de Jelek, la familia de los jelekitas;
  • Números 26:31 y Asriel, la familia de los asrielitas; y Shejem, la familia de los shejemitas;
  • Números 26:32 y Shemida, la familia de los shemidaitas; y Jefer, la familia de los jeferitas.
  • Números 26:33 Y Tzelofjad, hijo de Jefer, no tuvo hijos, sino hijas; y los nombres de las hijas de Tzelofjad son Majláh, y Noáh, Jogláh, Milkáh y Tirtzáh.
  • Números 26:34 Estas son las familias de Menashé, y los contados de ellos, cincuenta y dos mil setecientos.
  • Números 26:35 Estos son los hijos de Efráyim por sus familias: de Shutélaj, la familia de los shuelajitas; de Béjer, la familia de los bajritas; de Taján, la familia de los tajanitas.
  • Números 26:36 Y estos son los hijos de Shutélaj: de Erán, la familia de los eranitas.
  • Números 26:37 Estas son las familias de los hijos de Efráyim por los contados de ellos, treinta y dos mil quinientos. Estos son los hijos de Yosef por sus familias.
  • Números 26:38 Los hijos de Binyamín por sus familias: de Bela, la familia de los belaitas; de Ashbel, la familia de los ashbelitas; de Ajiram, la familia de los ajiramitas;
  • Números 26:39 de Shufám, la familia de los shufamitas; de Jufám, la familia de los jufamitas.
  • Números 26:40 Y fueron los hijos de Bela: Ard y Naámán; de Ard, la familia de los arditas; de Naámán, la familia de los naamánitas.
  • Números 26:41 Estos son los hijos de Binyamín por sus familias, y los contados de ellos, cuarenta y cinco mil seiscientos.
  • Números 26:42 Estos son los hijos de Dan por sus familias: de Shujám, la familia de los shujamitas. Estas son las familias de Dan por sus familias.
  • Números 26:43 Todas las familias de los shujamitas, por los contados de ellos, sesenta y cuatro mil cuatrocientos.
  • Números 26:44 Los hijos de Asher por sus familias: de Imná, la familia de los imnitas; de Ishví, la familia de los ishvitas; de Beriáh, la familia de los beriaítas.
  • Números 26:45 De los hijos de Beriáh: de Jeber, la familia de los jeberitas; de Malkiel, la familia de los malkielitas.
  • Números 26:46 Y el nombre de la hija de Asher es Séraj.
  • Números 26:47 Estas son las familias de los hijos de Asher por los contados de ellos, cincuenta y tres mil cuatrocientos.
  • Números 26:48 Los hijos de Naftalí por sus familias: de Yajtzeel, la familia de los yajtzeelitas; de Guní, la familia de los gunitas;
  • Números 26:49 de Iétzer, la familia de los iezeritas; de Shilém, la familia de los shilemitas.
  • Números 26:50 Estas son las familias de Naftalí por sus familias, y los contados de ellos, cuarenta y cinco mil cuatrocientos.
  • Números 26:51 Estos son los contados de los hijos de Israel, seiscientos un mil setecientos treinta.

Punto 2. Haftaráh: Jeremías 1:1-10

Traducción Literal del Verso:

  • Jeremías 1:1 Palabras de Irmiyahu ben Jilkiyahu, de los Kohanim que estaban en Anatot en la tierra de Binyamín;
  • Jeremías 1:2 a quien vino la palabra de Adonái en los días de Yoshiyahu ben Amón, rey de Yehudá, en el decimotercer año de su reinado.
  • Jeremías 1:3 Y vino también en los días de Yehoyakim ben Yoshiyahu, rey de Yehudá, hasta el fin del undécimo año de Tzidkiyahu ben Yoshiyahu, rey de Yehudá, hasta el exilio de Yerushaláyim en el quinto mes.
  • Jeremías 1:4 Y vino la palabra de Adonái a mí, diciendo:
  • Jeremías 1:5 Antes de formarte en el vientre, te conocí; y antes de que salieras de la matriz, te santifiqué; como profeta para las naciones te di.
  • Jeremías 1:6 Y dije: ¡Ay, Adonái Elohím! He aquí, no sé hablar, porque soy joven.
  • Jeremías 1:7 Y Adonái me dijo: No digas: “Soy joven”; porque a todo lo que te envíe irás, y todo lo que te mande dirás.
  • Jeremías 1:8 No temas delante de ellos, porque contigo estoy para librarte, dice Adonái.
  • Jeremías 1:9 Y Adonái extendió Su mano y tocó mi boca; y Adonái me dijo: He aquí, he puesto Mis palabras en tu boca.
  • Jeremías 1:10 Mira, te he puesto hoy sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y para derribar, para destruir y para derrocar, para edificar y para plantar.

Comentario Mesiánico:

La Haftaráh de Jeremías 1:1-10 resalta el llamado divino y la comisión de un profeta. Este pasaje, aunque dirigido a Irmiyahu, resuena profundamente con la figura de Yeshúa haMashíaj. Así como Irmiyahu fue conocido y santificado antes de nacer para ser profeta de las naciones (Jeremías 1:5), Yeshúa también fue preordenado por Elohím desde antes de la fundación del mundo para ser el Cordero de Elohím y el profeta por excelencia. La misión de Irmiyahu de “arrancar y derribar, destruir y derrocar, edificar y plantar” (Jeremías 1:10) es una sombra de la autoridad de Mashíaj sobre todo poder terrenal y espiritual. Yeshúa, a través de su vida, muerte y resurrección, derribó las fortalezas del pecado y de la muerte, y edificó el Reino de Elohím, plantando Su Toráh en los corazones de aquellos que Le siguen. Las promesas mesiánicas de una nueva relación con Elohím y una Toráh escrita en el corazón (Jeremías 31:31-34) encuentran su cumplimiento en la obra de Yeshúa haMashíaj, quien es el fundamento de esta nueva edificación. La certeza de la presencia de Adonái con Irmiyahu (“contigo estoy para librarte”) prefigura la promesa de Yeshúa de estar siempre con Sus discípulos (Mateo 28:20).

Aplicación Espiritual:

La Haftaráh nos invita a reflexionar sobre nuestro propio llamado y propósito en el plan de Elohím. A menudo, como Irmiyahu, podemos sentirnos inadecuados o “demasiado jóvenes” para la tarea que Adonái nos ha encomendado. Sin embargo, este pasaje nos recuerda que la capacitación viene de Elohím, y Su presencia es nuestra garantía. Para los creyentes en Yeshúa haMashíaj, esto significa reconocer que Él nos ha dado autoridad y un propósito en Su Reino. La esperanza en la redención se manifiesta al entender que la misma autoridad que fue dada a Irmiyahu para transformar naciones, es la que Yeshúa ejerce hoy para transformar vidas. Nuestro rol es ser fieles a la palabra de Adonái que ha sido puesta en nuestra boca, sin temor, confiando en Su liberación. En un mundo que busca derribar los fundamentos de la fe, somos llamados a edificar y plantar con la esperanza inquebrantable en la venida y el reinado de Mashíaj, quien restaurará todas las cosas.

Punto 3. Brit Hadasháh: Apocalipsis 7:4-8

Traducción Literal del Verso (Peshita Aramea con Fonética Siríaca Oriental):

  • Apocalipsis 7:4 ܘܫܡܥܬ – Wa-sh’ma’t – Y oíܡܢܝܐ – m’nīā – el númeroܕܪ̈ܫܝܡܐ – d-ra-shī-mē – de los sellados,ܡܐܐ – m’ā – cienܘܐܪ̈ܒܥܝܢ – w-ar-bə’īn – y cuarentaܘܐܪ̈ܒܥܐ – w-ar-bə’ā – y cuatroܐܠܦܝܢ – al-pīn – milܕܐܬܪܫܝܡܘ – d’at-rā-shī-mū – que fueron selladosܡܢ – men – deܟܠ – kul – todaܫܪ̈ܒܬܐ – sh’ra-bā-tā – la tribuܕܒ̈ܢܝ – d’b’nī – de los hijosܕܐܝܣܪܐܝܠ܀ – d’Is-rā’īl. – de Israel.
  • Apocalipsis 7:5 ܡܢ – Men – Deܫܪܒܬܐ – sh’ra-b’tā – la tribuܕܝܗܘܕܐ – d’Y-hū-dā – de Yehudáܬܪ̈ܥܣܪ – tar-‘as-ar – doceܐܠܦܝܢ – al-pīn – milܕܪ̈ܫܝܡܐ – d’ra-shī-mē. – sellados.ܡܢ – Men – Deܫܪܒܬܐ – sh’ra-b’tā – la tribuܕܪܘܒܝܠ – d’Rū-bīl – de Rubénܬܪ̈ܥܣܪ – tar-‘as-ar – doceܐܠܦܝܢ – al-pīn – milܕܪ̈ܫܝܡܐ. – d’ra-shī-mē. – sellados.ܡܢ – Men – Deܫܪܒܬܐ – sh’ra-b’tā – la tribuܕܓܕ – d’Gaḏ – de Gadܬܪ̈ܥܣܪ – tar-‘as-ar – doceܐܠܦܝܢ – al-pīn – milܕܪ̈ܫܝܡܐ܀ – d’ra-shī-mē. – sellados.
  • Apocalipsis 7:6 ܡܢ – Men – Deܫܪܒܬܐ – sh’ra-b’tā – la tribuܕܐܫܝܪ – d’A-shīr – de Asherܬܪ̈ܥܣܪ – tar-‘as-ar – doceܐܠܦܝܢ – al-pīn – milܕܪ̈ܫܝܡܐ. – d’ra-shī-mē. – sellados.ܡܢ – Men – Deܫܪܒܬܐ – sh’ra-b’tā – la tribuܕܢܦܬܠܝ – d’Naf-tal-ī – de Naftalíܬܪ̈ܥܣܪ – tar-‘as-ar – doceܐܠܦܝܢ – al-pīn – milܕܪ̈ܫܝܡܐ. – d’ra-shī-mē. – sellados.ܡܢ – Men – Deܫܪܒܬܐ – sh’ra-b’tā – la tribuܕܡܢܫܐ – d’M’nash-ā – de Menashéܬܪ̈ܥܣܪ – tar-‘as-ar – doceܐܠܦܝܢ – al-pīn – milܕܪ̈ܫܝܡܐ܀ – d’ra-shī-mē. – sellados.
  • Apocalipsis 7:7 ܡܢ – Men – Deܫܪܒܬܐ – sh’ra-b’tā – la tribuܕܫܡܥܘܢ – d’Sh’ma’ōn – de Simeónܬܪ̈ܥܣܪ – tar-‘as-ar – doceܐܠܦܝܢ – al-pīn – milܕܪ̈ܫܝܡܐ. – d’ra-shī-mē. – sellados.ܡܢ – Men – Deܫܪܒܬܐ – sh’ra-b’tā – la tribuܕܠܝܘܝ – d’Līw-ay – de Levíܬܪ̈ܥܣܪ – tar-‘as-ar – doceܐܠܦܝܢ – al-pīn – milܕܪ̈ܫܝܡܐ. – d’ra-shī-mē. – sellados.ܡܢ – Men – Deܫܪܒܬܐ – sh’ra-b’tā – la tribuܕܐܝܣܟܪ – d’Is-kār – de Isacarܬܪ̈ܥܣܪ – tar-‘as-ar – doceܐܠܦܝܢ – al-pīn – milܕܪ̈ܫܝܡܐ܀ – d’ra-shī-mē. – sellados.
  • Apocalipsis 7:8 ܡܢ – Men – Deܫܪܒܬܐ – sh’ra-b’tā – la tribuܕܙܒܘܠܘܢ – d’Z’bū-lūn – de Zevulúnܬܪ̈ܥܣܪ – tar-‘as-ar – doceܐܠܦܝܢ – al-pīn – milܕܪ̈ܫܝܡܐ. – d’ra-shī-mē. – sellados.ܡܢ – Men – Deܫܪܒܬܐ – sh’ra-b’tā – la tribuܕܝܘܣܦ – d’Yō-sep̄ – de Yosefܬܪ̈ܥܣܪ – tar-‘as-ar – doceܐܠܦܝܢ – al-pīn – milܕܪ̈ܫܝܡܐ. – d’ra-shī-mē. – sellados.ܡܢ – Men – Deܫܪܒܬܐ – sh’ra-b’tā – la tribuܕܒܢܝܡܝܢ – d’B’nī-yam-īn – de Binyamínܬܪ̈ܥܣܪ – tar-‘as-ar – doceܐܠܦܝܢ – al-pīn – milܕܪ̈ܫܝܡܐ܀ – d’ra-shī-mē. – sellados.

Comentarios exhaustivos:

Apocalipsis 7:4-8 presenta una visión de los 144.000 sellados de todas las tribus de los hijos de Israel. Este pasaje, desde la perspectiva aramea de la Peshita, subraya la continuidad y la fidelidad de Elohím hacia Su pueblo, Israel. La mención específica de las doce tribus (con la omisión de Dan y la inclusión de Leví y Yosef, representando a Efráyim y Menashé) recalca que la salvación y el plan de Elohím tienen sus raíces y cumplimiento dentro del marco del pueblo elegido.

Conexión con la Toráh y Haftaráh:

La conexión con la Parashá Pinjas (Números 26:5-51), que detalla el segundo censo de los hijos de Israel, es fundamental. Ambos textos tratan con el conteo y la organización de las tribus de Israel. En Números 26, el censo se realiza para la distribución de la tierra y la organización militar y civil antes de entrar a Kenaán. En Apocalipsis 7, el sellamiento de los 144.000 de las tribus de Israel es un acto de preservación divina en los últimos días. Esta conexión tipológica es clara: Elohím siempre ha tenido un remanente fiel dentro de Israel, preservado y contado para Su propósito.

La Haftaráh de Jeremías 1:1-10 habla del llamado de Irmiyahu como profeta a las naciones, con la autoridad de “arrancar y derribar, para edificar y plantar”. La visión de Apocalipsis 7 es una manifestación de esta autoridad de Mashíaj, quien edifica Su Kehiláh (Comunidad Mesiánica) de entre Israel y las naciones. La preservación de los 144.000 sellados representa la fidelidad de Elohím a Sus pactos y promesas, mostrando que Su plan de redención abarca tanto la restauración de Israel como la inclusión de las naciones, todo centrado en Mashíaj.

Reflexión Mesiánica:

Este pasaje en Apocalipsis 7 resalta el papel de Yeshúa haMashíaj como el centro de todas las escrituras y el Ejecutor del plan redentor de Elohím. La identidad de los 144.000 como “sellados” indica protección divina y pertenencia a Mashíaj. Es a través de Yeshúa que la promesa a las tribus de Israel halla su cumplimiento definitivo. Él es el León de la tribu de Yehudá, quien abre el rollo y los sellos (Apocalipsis 5). Él es el Gran Pastor que reúne a Sus ovejas dispersas, como se menciona en la Haftaráh (Jeremías 10:16, aunque no es el pasaje aquí, la temática es relevante).

La obra de Yeshúa haMashíaj es la clave para entender cómo todas las promesas hechas a Israel se cumplen en Él. La lista de las tribus, aunque con algunas variaciones respecto a las listas del Tanakh, enfatiza la realidad de un Israel redimido y restaurado a través de Mashíaj. Esta visión subraya que la salvación es de los judíos (Juan 4:22) y que Elohím no ha rechazado a Su pueblo (Romanos 11:1). Los sellados son aquellos que han reconocido a Yeshúa como el Mesías prometido y están bajo Su protección y autoridad, demostrando que Él es uno con Adonái, Ejad, manifestando la plenitud de la Deidad.

Punto 4. Contexto Histórico y Cultural

La Parashá Pinjas, específicamente el censo de Números 26:5-51, se sitúa cronológicamente en el umbral de la entrada a la Tierra de Kenaán, al final de los cuarenta años de peregrinación por el desierto. Este censo, el segundo en el libro de Números (el primero en Números 1), tiene un propósito fundamentalmente diferente. El primer censo se realizó al inicio del Éxodo para organizar el pueblo para la marcha y el servicio del Mishkan (Tabernáculo). Este segundo censo, en las llanuras de Moav, tiene como objetivo principal la distribución de la tierra prometida, como se menciona en Números 26:52-56. Solo aquellos de veinte años o más que fueron contados en este censo (con la excepción de Kálav ben Yefuné y Yehoshúa ben Nun) entrarían en la tierra. Este evento marca un punto de inflexión generacional, donde la generación del desierto, castigada por su incredulidad, ha perecido, y una nueva generación está lista para heredar la promesa.

Mishkan: En este período, el Mishkan seguía siendo el centro de la vida espiritual y el lugar de la presencia de Elohím. El censo, al organizar las tribus, también reafirmaba el rol central de los Levíim en el servicio del Mishkan, aunque no se contaban para la guerra o la herencia de la tierra de la misma manera que las otras tribus. La pureza y el orden dentro del campamento eran esenciales para la presencia divina, y el censo contribuía a mantener este orden.

Primer y Segundo Templo: Aunque el censo de Pinjas precede la construcción del Primer Templo, el concepto de censos y registros tribales mantuvo su relevancia. El Primer Templo (construido por Shlomo) y el Segundo Templo (reconstruido después del exilio babilónico) fueron las sucesivas moradas permanentes de la presencia de Elohím en Yerushaláyim. Los registros genealógicos eran cruciales para la identidad sacerdotal y tribal en estos períodos. Los Kohanim (sacerdotes) debían probar su linaje levítico para servir en el Templo, una práctica que continuó hasta la destrucción del Segundo Templo en el 70 E.C. Los registros tribales también eran importantes para la herencia de la tierra y la identificación de la ascendencia, especialmente la de Mashíaj.

Qumrán y Escritos Mesiánicos y Nazarenos de los Primeros Siglos:

Los hallazgos de Qumrán, hogar de la comunidad esenia y los Rollos del Mar Muerto, revelan un judaísmo del Segundo Templo con diversas expectativas mesiánicas. Estos textos, como el “Rollo de la Guerra” o el “Comentario de Habacuc”, muestran una fuerte expectativa de un Mashíaj sacerdotal y un Mashíaj real. Aunque no se refieren directamente al censo de Números 26, el énfasis en la pureza de linaje y la organización de la comunidad reflejan principios similares a los del censo.

Los escritos mesiánicos y nazarenos de los primeros siglos, que incluyen el Brit Hadasháh y textos como los escritos de los Padres de la Kehiláh, continúan esta tradición de importancia genealógica y tribal. El Brit Hadasháh, al presentar las genealogías de Yeshúa haMashíaj (Mateo 1, Lucas 3), subraya Su linaje davídico y Su conexión con las promesas de Israel. El libro de Apocalipsis, con su visión de las doce tribus selladas, refuerza la continuidad del plan de Elohím para Israel, incluso en el contexto de la nueva era mesiánica. La exclusión de la tribu de Dan y la inclusión de Leví y Yosef (en lugar de Efráyim y Menashé por separado) en Apocalipsis 7 ha sido objeto de debate, pero en general subraya la idea de un Israel restaurado, con un remanente fiel en el tiempo del fin.

Textos Fuente y Comentarios Profundos:

La Parashá Pinjas, con su segundo censo, sirve como un espejo de la fidelidad de Elohím y la necesidad de obediencia. El Midrash Rabá sobre Números 26 enfatiza la misericordia de Elohím al no destruir a toda la generación, sino al permitir que la nueva generación entrara en la tierra. Los comentaristas rabínicos como Rashi y Rambán (Najmánides) discuten la significancia de cada familia tribal, su fuerza militar y su futura porción de la tierra.

La Haftaráh de Jeremías 1:1-10 resalta el llamado profético, no solo para Israel sino para las naciones. Irmiyahu, a pesar de su juventud, es investido con autoridad divina. Este pasaje, leído en el contexto de Pinjas, puede simbolizar la purificación y el nuevo comienzo para Israel, donde Adonái levanta nuevos líderes y profetas. Los Targumín (Onkelos y Yonatán) para Números 26 se adhieren a la literalidad del censo, mientras que para Jeremías 1, añaden matices sobre la resistencia del profeta y el empoderamiento divino.

El Brit Hadasháh en Apocalipsis 7:4-8, aunque presenta un censo de las tribus de Israel, lo hace en un contexto escatológico. Los 144.000 sellados son un remanente fiel de Israel que testifica a Mashíaj en los últimos días. Esta lista de tribus difiere de las listas del Tanakh, lo que ha llevado a interpretaciones variadas. Sin embargo, su significado central es la preservación de un número completo y simbólico de Israel para el servicio de Elohím, mostrando que la redención de Elohím se extiende a todas las tribades de Israel. La obra de Yeshúa haMashíaj es el cumplimiento de todas las promesas y pactos hechos a Israel, y a través de Él, el pueblo de Elohím es restaurado y sellado para la eternidad.

Punto 5. Estudio, comentarios y conexiones proféticas

El censo en Parashá Pinjas (Números 26:5-51) no es una mera lista demográfica; es un acto teológico y profético que subraya la continuidad del pacto de Elohím con Israel a través de las generaciones. Este recuento se realiza después de la plaga causada por el pecado de Baal Peor, que diezmó a la generación anterior. Es una demostración de la fidelidad de Adonái: a pesar de la transgresión, Él preserva a Su pueblo y lo prepara para cumplir la promesa de la tierra.

Comentarios Rabínicos:

Los sabios del judaísmo han enfatizado la meticulosidad del censo como señal del cuidado de Adonái por cada individuo de Israel. El Midrash Tanjuma (Pinjás 12) compara el censo con un pastor que cuenta sus ovejas diariamente para asegurarse de que ninguna se haya perdido. Rashi (Rabí Shlomó Yitzjakí) explica que el censo se realizó “por las familias de sus padres” para establecer la pureza de la ascendencia y la herencia de la tierra. Ibn Ezra (Rabí Abraham ben Meir Ibn Ezra) destaca que el censo también tenía un propósito militar, para conocer la fuerza de los hombres aptos para la guerra. El Talmud (Baba Batra 120a) discute cómo la tierra sería dividida por sorteo según el número de personas en cada tribu, asegurando una distribución equitativa.

Comentario Judío Mesiánico:

Desde una perspectiva judío mesiánica, el censo de Números 26 apunta a la soberanía de Elohím sobre Su pueblo y Su plan de redención. La transición de la generación del desierto a la generación que entrará en la tierra es un tipo de la transición de la era de la Ley a la era de la Gracia a través de Yeshúa haMashíaj. Los que perecieron en el desierto por incredulidad (Números 26:65) son un recordatorio de que solo la fe en la provisión de Elohím permite entrar en Su reposo.

La meticulosidad con la que Elohím cuenta a cada familia y a cada individuo resalta Su amor y cuidado por cada uno de Sus hijos. En Yeshúa, cada creyente es “contado” y valorado en el Reino de Elohím. Él es el buen pastor que conoce a Sus ovejas por su nombre (Juan 10:3). La herencia de la tierra, central en este censo, es una sombra de la herencia eterna que los creyentes en Mashíaj reciben en el Reino de los Cielos (Colosenses 1:12).

Notas de los primeros siglos:

Los primeros creyentes, muchos de ellos judíos nazarenos, veían en la continuidad del plan de Elohím para Israel, tal como se refleja en el censo, una confirmación de la autenticidad de Yeshúa como el Mesías. Las genealogías de Yeshúa en el Brit Hadasháh (Mateo 1, Lucas 3) no solo demuestran Su linaje davídico, sino también Su conexión con todas las tribus de Israel a través de Su ascendencia, lo que Le califica como el Mashíaj universal. La preservación de las tribus y su conteo prefiguran la futura restauración de todo Israel, como se profetiza en Romanos 11.

Aplicación Espiritual:

Este pasaje nos enseña la importancia de la fidelidad y la obediencia. Aunque la generación anterior falló, Elohím no abandonó a Su pueblo, sino que levantó una nueva generación preparada para heredar Sus promesas. Para nosotros hoy, esto significa que, a pesar de nuestras fallas, la misericordia de Adonái permanece, y en Yeshúa haMashíaj tenemos la oportunidad de un nuevo comienzo y la capacidad de caminar en obediencia. Somos llamados a vivir como la “generación del Mishkan”, organizada y preparada para el propósito de Elohím, listos para entrar en Su promesa espiritual. La importancia de la comunidad (Kahal) y la identidad en Mashíaj se reflejan en el censo, recordándonos que somos parte de un cuerpo con un propósito divino.

Anotaciones gramaticales, léxicas y Guematría:

El hebreo de Números 26 utiliza repetidamente la frase “לְמִשְׁפְּחֹתָם” (l’mishpejotam), “por sus familias”, lo que enfatiza la estructura tribal y la continuidad genealógica. La palabra “מִסְפַּר” (mispar), “número” o “conteo”, es central, indicando un registro exacto. La Guematría (numerología hebrea) de los nombres de las tribus y sus sumas individuales no tiene un significado explícito en el texto, pero la suma total de 601.730 (שש מאות אלף ושבע מאות ושלושים – shesh me’ot elef v’sheva me’ot u’shloshim) demuestra el crecimiento y la bendición de Adonái a pesar de las adversidades del desierto. La fonética Tiberiana de los nombres propios como “פינחס” (Pinjas) o “יוסף” (Yosef) es crucial para su correcta pronunciación y conexión con las tradiciones judías.

Punto 6. Análisis Profundo de la Aliyáh

Análisis y Comentario Judío y Mesiánico de la Aliyáh (Números 26:5-51):

Esta Aliyáh se centra en el segundo censo de los hijos de Israel, un evento crucial que precede la entrada a la Tierra Prometida. A diferencia del primer censo en Números 1, que contaba a los aptos para la guerra, este censo tiene un propósito divinamente ordenado para la distribución de la tierra. La meticulosidad con la que se enumeran las familias y sus descendientes destaca la importancia de la herencia y la continuidad generacional. Es un registro de la fidelidad de Elohím a Su pacto con Avraham, Yitzjak y Yaakov, ya que, a pesar de las muertes en el desierto (y la mención explícita de Datán y Aviram, versículos 9-10), una nueva generación se levanta, numerosa y lista para poseer la tierra.

Desde una perspectiva judía, el censo es un testimonio de la bendición de Elohím. Los comentaristas rabínicos, como el Sifrei Zuta sobre Números, señalan que el censo también sirve para infundir miedo en los enemigos de Israel al revelar la magnitud de su ejército. Además, es un recordatorio de que la Tierra de Israel no se obtiene por conquista militar solamente, sino por herencia divina, lo cual se distribuye según la asignación tribal. La mención de Tzelofjad y sus hijas (versículos 33) es un interludio importante, que sienta las bases para las leyes de herencia de la tierra en Números 27, destacando la justicia de Elohím y el derecho de las mujeres a heredar en ausencia de herederos varones.

Desde la óptica mesiánica, este censo es una poderosa tipología. La generación que pereció en el desierto representa aquellos que, por incredulidad, no pudieron entrar en el reposo de Elohím. La nueva generación que es contada y preparada para la tierra prometida simboliza a aquellos que, a través de la fe en Yeshúa haMashíaj, entran en la herencia de las promesas celestiales. El sellamiento de cada individuo en el censo es un preludio del sellamiento del Ruaj Hakodesh (Espíritu Santo) que reciben los creyentes en Yeshúa, garantizando su herencia eterna. La fidelidad de Elohím en preservar a Israel a través de las generaciones apunta a Su fidelidad en la salvación final de todo Israel a través de Mashíaj.

Análisis y Comentario Judío y Mesiánico de la Haftaráh (Jeremías 1:1-10):

La Haftaráh de Jeremías 1 presenta el llamado profético de Irmiyahu. La juventud y la renuencia inicial del profeta (“soy joven y no sé hablar”) contrastan con la poderosa comisión de Elohím (“Antes de formarte en el vientre, te conocí… te santifiqué; como profeta para las naciones te di”). La autoridad dada a Irmiyahu para “arrancar y derribar, para destruir y para derrocar, para edificar y para plantar” es una metáfora de la soberanía de Elohím sobre las naciones y reinos, y del poder transformador de Su palabra.

Mesiánicamente, el llamado de Irmiyahu resuena con el llamado de Yeshúa haMashíaj. Yeshúa también fue preordenado por Adonái para Su misión (1 Pedro 1:20). Él es el profeta más grande, quien con Su palabra tiene la autoridad de establecer y derribar reinos espirituales y terrenales. Él es quien derribó el reino de la oscuridad y edificó el Reino de Elohím. La imposición de las palabras de Adonái en la boca de Irmiyahu prefigura la verdad que Yeshúa encarnó y proclamó. Así como Irmiyahu fue enviado con un mensaje de juicio y restauración a Israel y las naciones, Yeshúa vino con un mensaje de juicio sobre el pecado y la promesa de restauración para todos los que creen en Él.

Análisis y Comentario Judío y Mesiánico del Brit Hadasháh (Apocalipsis 7:4-8):

La visión de los 144.000 sellados de las tribus de Israel en Apocalipsis 7 es profundamente significativa. Este número, doce mil de cada tribu, simboliza la plenitud y la perfección del remanente de Israel que es preservado divinamente. La lista de las tribus difiere de las tradicionales del Tanakh (omitiendo Dan e incluyendo Leví y Yosef en lugar de Efráyim y Menashé por separado), lo que ha generado muchas interpretaciones. Algunos sugieren que la exclusión de Dan podría ser por su temprana apostasía (Jueces 18), mientras que la inclusión de Leví subraya su restauración sacerdotal. En cualquier caso, el enfoque está en la preservación de un “Israel espiritual” o un remanente fiel.

Desde una perspectiva judío mesiánica, estos 144.000 son un testimonio viviente de la fidelidad de Elohím a Sus promesas con Israel, incluso en los tiempos finales. Ellos son el cumplimiento de la profecía de la restauración de Israel. Su sellamiento los identifica como siervos de Elohím y seguidores de Mashíaj, protegidos durante la gran tribulación. Yeshúa haMashíaj es el que sella a Su pueblo con el Ruaj Hakodesh, y esta visión confirma que la salvación viene de los judíos (Juan 4:22) y que Elohím tiene un plan específico y final para Su pueblo terrenal, Israel, que es inseparable de Su plan universal de redención. Yeshúa es la clave para la identidad y el destino de Israel, uniendo el Tanakh y el Brit Hadasháh en un plan redentor Ejad.

Punto 7. Tema Más Relevante de la Aliyáh

El tema central de la Aliyáh de Pinjas, específicamente en Números 26:5-51, es la Continuidad de la Promesa y la Fidelidad de Elohím a Través de las Generaciones.

Este tema es de suma importancia en el contexto de la Toráh porque demuestra que, a pesar de las fallas y la incredulidad de la generación del desierto, Adonái permanece fiel a Su pacto con Avraham, Yitzjak y Yaakov. El censo no es solo un recuento demográfico, sino una reafirmación divina de la preparación del pueblo para heredar la tierra prometida. La generación que pereció por su desobediencia es reemplazada por una nueva generación, contada y organizada para el propósito de Elohím. Esto subraya que la promesa de Elohím no depende de la perfección humana, sino de Su inmutable carácter y pacto. La herencia de la tierra de Kenaán, central en la Toráh, se asegura a través de este censo, mostrando la provisión y el cumplimiento divino.

Este tema se relaciona profundamente con las enseñanzas y la obra de Yeshúa haMashíaj en el Brit Hadasháh. Yeshúa es la encarnación de la fidelidad de Elohím a Sus promesas. Así como una nueva generación se levantó para heredar la tierra, en Yeshúa haMashíaj se levanta una nueva creación (2 Corintios 5:17), una “generación elegida” (1 Pedro 2:9) que hereda las promesas espirituales del Reino de Elohím. La incredulidad de la generación del desierto es un tipo de aquellos que no aceptan a Mashíaj y, por lo tanto, no entran en Su reposo (Hebreos 3-4). Yeshúa mismo es el cumplimiento de la promesa de la tierra, ya que Él es el “Príncipe de la Paz” que establecerá Su Reino eterno.

La continuidad entre la Toráh y el Brit Hadasháh se demuestra en cómo el plan de Elohím se desarrolla a través de las edades. La promesa de la tierra física es un tipo de la herencia espiritual en Mashíaj. El censo en la Toráh prepara al pueblo para su herencia terrenal; el sellamiento en Apocalipsis 7 prepara a un remanente para la herencia eterna en el Reino de Mashíaj. Ambas narrativas ilustran la provisión y protección de Adonái para Su pueblo escogido, Israel, y su extensión a través de Mashíaj para incluir a las naciones.

Conexión Temática con los Moedim de Elohím:

La Parashá Pinjas se conecta temáticamente con Rosh HaShaná (Cabeza del Año) y Yom Kipur (Día de la Expiación).

  • Rosh HaShaná: Es un tiempo de recuento y evaluación. Así como Adonái “cuenta” a Su pueblo en el censo de Pinjas para determinar quién entrará en la tierra, Rosh HaShaná es el día en que Elohím juzga al mundo y decide quién será inscrito en el Libro de la Vida. Es un momento de un nuevo comienzo, de una “nueva generación” espiritualmente, similar a la nueva generación que se levanta en Números 26 para heredar las promesas.
  • Yom Kipur: Es el día de la expiación y la purificación. El censo de Pinjas sigue a la plaga de Baal Peor, que fue una consecuencia del pecado. Pinjas, a través de su celo, trajo expiación y detuvo la plaga. Yom Kipur es el día en que Elohím provee expiación por los pecados de Su pueblo. La idea de una purificación y un nuevo comienzo para una generación limpia para entrar en la tierra resuena con la purificación que se busca en Yom Kipur. Yeshúa haMashíaj, como nuestro sumo sacerdote, es la expiación perfecta, permitiéndonos a todos, tanto judíos como gentiles injertados, entrar en el reposo y la herencia de Elohím. Su sacrificio en el Madero es el último y perfecto Yom Kipur.

La conexión con Pinjas subraya que la purificación y la renovación son necesarias para entrar en la plenitud de las promesas de Elohím, tanto las terrenales como las celestiales, y que esta purificación es provista divinamente, culminando en la obra redentora de Yeshúa.

Punto 8. Descubriendo a Mashíaj en cada Aliyah

La Aliyáh de Pinjas, con su segundo censo en Números 26:5-51, es rica en tipos y patrones redentores que apuntan a Yeshúa haMashíaj.

Profecías Mesiánicas y Reflexión:

Aunque no hay una profecía mesiánica directa en este pasaje, el censo mismo es un patrón de la obra de Mashíaj. La preservación de Israel a través de este censo, a pesar de la plaga y la incredulidad, habla de la inquebrantable fidelidad de Elohím hacia Su pacto, una fidelidad que encuentra su máxima expresión en Yeshúa. La idea de una “nueva generación” que hereda las promesas es profundamente mesiánica.

Métodos para descubrir a Mashíaj en cada Aliyah:

  • Tipos (Tipologías): La generación que es contada y preparada para entrar en la Tierra Prometida es un tipo de la Kehiláh (Comunidad Mesiánica) en Yeshúa. Así como la tierra era la herencia prometida a Israel, la herencia espiritual en el Reino de los Cielos es prometida a aquellos que están en Mashíaj. La muerte de la generación del desierto por incredulidad (mencionada al final del capítulo 26) es un tipo de las consecuencias de rechazar la provisión de Elohím.
  • Sombras (Tzelalim): El censo es una sombra de cómo Elohím “cuenta” a Su pueblo para Su propósito. La organización tribal es una sombra de la unidad en Mashíaj, donde todos los creyentes, aunque diversos, forman un cuerpo Ejad.
  • Figuras: La figura de Moshé liderando la nueva generación hacia la tierra es una figura de Yeshúa, el verdadero Líder y Pastor que guía a Su pueblo a la herencia eterna.
  • Patrones Redentores (Tavnitot): El patrón de juicio seguido por la renovación de la promesa y un nuevo comienzo es un patrón recurrente en la narrativa bíblica que culmina en la obra de Yeshúa. El juicio sobre el pecado (plaga de Baal Peor) es seguido por la purificación (celo de Pinjas) y la preparación para la herencia. Este patrón se refleja en la muerte expiatoria de Yeshúa por nuestros pecados, seguida por la resurrección y la promesa de vida eterna para los que creen.
  • Nombres y Títulos Proféticos: Aunque no hay nombres mesiánicos directos en Números 26, el nombre “Yosef” (José), que representa a las tribus de Efráyim y Menashé, es significativo. Yosef es una figura mesiánica que sufrió y fue exaltado, salvando a su pueblo. La inclusión de sus dos hijos en la cuenta enfatiza la bendición y el crecimiento dentro de Israel.
  • Eventos Simbólicos: El censo en sí mismo es un evento simbólico de la soberanía de Elohím sobre Su pueblo y Su plan para cada individuo y familia. La capacidad de Elohím para levantar una nueva generación de entre los restos de la anterior es un símbolo de Su poder para dar vida nueva en Mashíaj.
  • Análisis Lingüístico: La repetición de “l’mishpejotam” (por sus familias) subraya la importancia de la identidad genealógica y comunitaria, que en el Brit Hadasháh se transfiere a la identidad en la familia de Elohím a través de Mashíaj.
  • Midrashim Mesiánicos: Aunque no hay Midrashim directamente mesiánicos sobre este censo en el sentido explícito de apuntar a Yeshúa, la tradición rabínica que enfatiza la providencia de Elohím en el censo puede ser reinterpretada mesiánicamente como la providencia de Elohím a través de Yeshúa en la vida de cada creyente.
  • Cumplimientos Tipológicos en el Brit Hadasháh:
    • La entrada a Kenaán después del censo es un tipo de la entrada en el Reino de los Cielos a través de Yeshúa (Hebreos 4).
    • El cuidado meticuloso de Elohím por cada individuo en el censo se cumple en Yeshúa, quien conoce a Sus ovejas por nombre y no pierde a ninguna (Juan 10:27-29).
    • La herencia de la tierra por suerte (Números 26:55) es un tipo de la herencia que los creyentes reciben en Mashíaj por la gracia inmerecida de Elohím (Efesios 1:11).
  • Paralelismos Temáticos: La preservación de un remanente fiel en Pinjas, a pesar de la apostasía de la mayoría, encuentra un paralelismo en el remanente de Israel que acepta a Yeshúa como Mesías, y en el concepto de los 144.000 sellados en Apocalipsis 7, quienes son el remanente fiel de Israel en los últimos días. Ambos demuestran que Elohím nunca abandona Su pacto con Su pueblo.

Cumplimiento en el Brit Hadasháh:

Yeshúa haMashíaj es el centro de las Escrituras, y el censo de Pinjas lo revela como el Cumplidor de las promesas de Elohím. Él es el verdadero Censo, el que “cuenta” a Su pueblo para la vida eterna. A través de Su sacrificio, Él purifica y prepara a una nueva generación para heredar el Reino de Elohím. Los 144.000 sellados en Apocalipsis 7 son el remanente mesiánico de Israel, un testimonio de que la fidelidad de Adonái a Su pueblo terrenal se cumple a través de Yeshúa, quien es el vínculo Ejad entre Elohím y la humanidad. Él es el que asegura nuestra herencia y nos introduce en el reposo prometido.

Punto 9. Midrashim, Targumim, Textos Fuentes y Apócrifos

La Aliyáh de Pinjas (Números 26:5-51) y los pasajes asociados ofrecen un vasto campo para explorar las tradiciones orales y escritas más allá del texto bíblico directo.

Midrashim:

Los Midrashim ofrecen interpretaciones y expansiones significativas. Para Números 26, el Midrash Rabá Bamidbar (Números) es una fuente principal. Se detalla cómo el censo fue un acto de amor de Elohím, quien cuenta a Su pueblo para mostrar Su afecto por ellos, al igual que un rey cuenta sus tesoros. Otro Midrash (citado en Rashi) enfatiza que el censo también era un honor para cada persona, siendo reconocida individualmente por Adonái. La historia de las hijas de Tzelofjad (versículo 33), aunque más detallada en el siguiente capítulo (Números 27), es introducida aquí y fue un tema popular de discusión midráshica, resaltando la justicia y la sensibilidad de la Toráh hacia los derechos de herencia de las mujeres, y cómo se presentaron ante Moshé y Eleazar, y Adonái les concedió su petición.

Targumim:

Los Targumim, paráfrasis arameas de la Toráh, complementan y enriquecen el texto.

  • El Targum Onkelos sobre Números 26 es en gran parte una traducción literal del texto hebreo, manteniendo la sencillez y la claridad del censo. Su valor reside en preservar la comprensión directa y autoritativa de la Toráh en arameo.
  • El Targum Yonatán ben Uziel (o Pseudo-Yonatán) es más expansivo y a menudo incluye material midráshico. Aunque no hay adiciones dramáticas en el pasaje del censo de Números 26, el Targum Yonatán a menudo expande los nombres y las genealogías con detalles adicionales, o clarifica el significado de ciertos términos. Por ejemplo, en el contexto de la rebelión de Kóraj (mencionada en los versículos 9-10), el Targum Yonatán elabora sobre el destino de los rebeldes y la justicia de Elohím.

Para la Haftaráh de Jeremías 1:1-10, los Targumim, como el Targum Yonatán sobre los Profetas, expanden el diálogo entre Irmiyahu y Adonái. Pueden añadir énfasis sobre la resistencia inicial de Irmiyahu a su llamado debido a su juventud, y cómo Adonái lo fortalece y lo prepara. La mano de Adonái tocando la boca de Irmiyahu (versículo 9) es a menudo interpretada como una investidura directa de la capacidad profética y la autoridad para hablar en nombre de Adonái.

Para el Brit Hadasháh, aunque no hay Targumim para Apocalipsis como los hay para el Tanakh, el propio texto de la Peshita aramea sirve como una fuente primaria y refleja una perspectiva semítica que se conecta con el pensamiento y la lengua de la Toráh y los Profetas. La lista de las tribus en Apocalipsis 7:4-8, aunque con variaciones, es una continuación de la tradición de enumerar las tribus de Israel, que se remonta a Génesis y Números.

Textos Fuentes y Apócrifos:

Mientras que no hay libros apócrifos que se centren directamente en el censo de Números 26, el tema de los censos y la organización tribal se encuentra en varios textos extra-canónicos que reflejan la mentalidad de la época. Por ejemplo, el Libro de Jubileos y el Libro de Enoc, aunque no relacionados directamente con el censo de Pinjas, a menudo enfatizan la importancia del orden divino y las genealogías.

El concepto del “sellamiento” y el “remante” en Apocalipsis 7:4-8 tiene paralelos en la literatura intertestamentaria y en los escritos de Qumrán. Los Manuscritos del Mar Muerto, como el Documento de Damasco y el Rollo de la Guerra, hablan de un remanente escogido y sellado por Elohím, que se distingue de los apóstatas. Estos textos a menudo reflejan una fuerte dualidad entre los “hijos de la luz” y los “hijos de la oscuridad”, y la idea de un grupo electo que será preservado al final de los días.

La sabiduría de Sirac (Eclesiástico) y el Libro de los Salmos de Salomón, aunque no directamente relevantes para este pasaje, proporcionan una visión del pensamiento judío en el período del Segundo Templo, donde la fidelidad a la Toráh y la esperanza en el Mesías eran temas centrales. La mención de las doce tribus en Apocalipsis 7 es una referencia a la plenitud de Israel, y estos textos apócrifos a menudo refuerzan la idea de la unidad y el destino de Israel como pueblo de Elohím. No se utiliza aquí la Cábala, sino un enfoque en los textos históricos y apócrifos que reflejan el contexto de los primeros siglos.

Punto 10. Mandamientos Encontrados o principios y valores

La Aliyáh de Pinjas (Números 26:5-51), aunque se centra en un censo, contiene principios y valores fundamentales y mandamientos implícitos que tienen una aplicación profunda en el contexto del Brit Hadasháh.

Mandamientos Implícitos y Principios:

  1. Obediencia al Mandato Divino del Censo (Números 26:5-51): El censo se realiza por orden expresa de Adonái.
    • Aplicación en el Brit Hadasháh: En Mashíaj, la obediencia no es solo a leyes específicas, sino a la voluntad y al llamado de Elohím en nuestras vidas. Yeshúa mismo fue el ejemplo supremo de obediencia a la voluntad del Padre (Filipenses 2:8). Los creyentes somos llamados a la obediencia de la fe (Romanos 1:5), no por legalismo, sino por amor a Quien nos redimió.
  2. Importancia de la Continuidad Generacional y la Herencia (Números 26:52-56, aunque fuera del pasaje, es el propósito del censo): El censo se realiza para la distribución de la tierra por herencia, asegurando la continuidad de las promesas de Elohím a través de las familias.
    • Aplicación en el Brit Hadasháh: En Mashíaj, la herencia se transforma de una física a una espiritual y eterna. Somos coherederos con Mashíaj (Romanos 8:17), y nuestra herencia es imperecedera (1 Pedro 1:4). La continuidad generacional en el Brit Hadasháh se manifiesta en la transmisión de la fe de una generación a otra, formando una “linaje escogido” (1 Pedro 2:9) en Mashíaj.
  3. Justicia en la Distribución de la Herencia (Números 26:54): La tierra se repartiría según el número de personas en cada tribu, asegurando equidad.
    • Aplicación en el Brit Hadasháh: Yeshúa enseña sobre la justicia del Reino de Elohím (Mateo 5:6). La justicia en Mashíaj no es solo distributiva, sino también restauradora. Él es nuestra justicia (Jeremías 23:6). En la Kehiláh, se promueve la equidad y el cuidado por todos los miembros, sin favoritismos (Santiago 2:1-4).
  4. Conciencia de las Consecuencias del Pecado y la Fidelidad de Elohím (Números 26:10-11, 64-65): La mención de la rebelión de Kóraj y la muerte de la generación del desierto por incredulidad sirve como una advertencia, pero también se destaca que los hijos de Kóraj no perecieron, mostrando la misericordia de Elohím.
    • Aplicación en el Brit Hadasháh: El pecado trae consecuencias (Romanos 6:23), pero la fidelidad de Elohím provee salvación a través de Yeshúa haMashíaj. La mención de los hijos de Kóraj es un tipo de la gracia de Elohím, quien no destruye indiscriminadamente, y en Yeshúa, hay un camino de redención y un nuevo comienzo, incluso para aquellos cuyas raíces están marcadas por la desobediencia.
  5. Reconocimiento de la Soberanía de Elohím sobre la Vida y la Muerte: El censo, especialmente después de la plaga, reafirma que la vida y la muerte están en manos de Adonái.
    • Aplicación en el Brit Hadasháh: Yeshúa haMashíaj tiene la autoridad sobre la vida y la muerte (Juan 5:21). En Él, la muerte es vencida, y se ofrece vida eterna (Juan 11:25-26). Este principio nos llama a vivir con un sentido de propósito y reverencia ante la soberanía de Elohím.

En resumen, los principios de obediencia, herencia divina, justicia, y las lecciones sobre el pecado y la gracia son fundamentales en esta Aliyáh, y todos ellos encuentran su plenitud y aplicación en la persona y obra de Yeshúa haMashíaj, quien es el cumplimiento de la Toráh y el fundamento del Nuevo Pacto.

Punto 11. Preguntas de Reflexión

Aquí hay 5 preguntas para la reflexión y el debate profundo sobre la Aliyáh de Pinjas (Números 26:5-51):

  1. El censo en Números 26 se realiza para la herencia de la tierra. ¿Cómo podemos aplicar el concepto de “herencia” en el contexto de nuestra fe en Yeshúa haMashíaj hoy? ¿Qué implica ser “herederos” del Reino de Elohím?
  2. La Aliyáh enfatiza la continuidad de la promesa de Elohím a través de las generaciones, a pesar de las fallas de la generación anterior. ¿Cómo nos ayuda esto a entender la fidelidad de Adonái y Su plan para Israel, incluso en el presente?
  3. La mención de las hijas de Tzelofjad, que se presentarán para heredar la tierra, ¿qué nos enseña sobre la justicia de Elohím y la adaptabilidad de la Toráh a las necesidades humanas? ¿Cómo se refleja esta justicia en la obra de Yeshúa?
  4. El censo excluye a aquellos que murieron en el desierto por incredulidad. ¿Qué lecciones espirituales podemos extraer de esto sobre la importancia de la fe y la obediencia en nuestra vida como creyentes en Mashíaj?
  5. Considerando el censo de las tribus en Números 26 y el sellamiento de las tribus en Apocalipsis 7, ¿cómo estos pasajes, separados por milenios, demuestran la continuidad del plan de Elohím para Israel y el papel central de Yeshúa haMashíaj en la redención de todo Su pueblo?

Punto 12. Resumen de la Aliyáh

La Aliyáh 2 de Parashá Pinjas, que abarca Números 26:5-51, detalla el segundo censo de los hijos de Israel en las llanuras de Moav, justo antes de su entrada a la Tierra Prometida. Este recuento es crucial porque determina la distribución de la tierra de Kenaán entre las tribus según el número de sus miembros. A diferencia del primer censo, esta es una nueva generación, ya que la anterior había perecido en el desierto debido a su incredulidad y desobediencia, como se recalca con la mención de Datán y Aviram, y la declaración de que ninguno de los contados en el censo anterior, excepto Kálav y Yehoshúa, sobrevivió. El censo meticuloso de cada familia tribal, desde Rubén hasta Binyamín, y luego Dan, Asher y Naftalí, subraya la fidelidad inquebrantable de Elohím a Su pacto con los patriarcas, asegurando que la promesa de la tierra se cumpliría a través de esta nueva generación.

En Mashíaj, esta Aliyáh es un poderoso patrón redentor. La “nueva generación” que está a punto de heredar la tierra tipifica a aquellos que, por fe en Yeshúa haMashíaj, son hechos una nueva creación y herederos de las promesas espirituales de Elohím. La meticulosidad del censo refleja el conocimiento íntimo que Yeshúa tiene de cada uno de Sus seguidores, conociéndolos por nombre y asegurando su lugar en Su Reino. La preservación del remanente de Israel, a pesar de las transgresiones de la mayoría, apunta a la fidelidad de Elohím para con Su pueblo y Su plan de redención a través de Yeshúa, el Mesías de Israel y la Luz de las naciones. Él es quien trae la verdadera herencia y el reposo eterno a todos los que confían en Él, cumpliendo así las promesas de la Toráh de una manera más profunda y universal.

Punto 13. Tefiláh de la Aliyáh

Adonái Elohím Ejad, Rey del universo, te damos gracias por Tu inquebrantable fidelidad y Tu amor eterno que se extiende a través de todas las generaciones. En esta Parashá de Pinjas, recordamos cómo contaste a Tu pueblo, Israel, en el desierto, no solo para conocer su número, sino para asegurar su herencia en la Tierra Prometida. Reconocemos que Tu cuidado por cada familia y cada individuo es un testimonio de Tu soberanía y Tu providencia.

Te pedimos, Oh Adonái, que así como preparaste a una nueva generación para entrar en la tierra, nos prepares a nosotros, Tu Kehiláh, para heredar las promesas que tenemos en Yeshúa haMashíaj. Ayúdanos a caminar en obediencia y fe, aprendiendo de los errores del pasado, para que no caigamos en incredulidad, sino que persevere en Tu senda. Que Tu Ruaj Hakodesh nos guíe y nos selle, confirmando nuestra identidad como Tus hijos y coherederos con Yeshúa.

Agradecemos por el llamamiento de Tu profeta Irmiyahu, y por la autoridad que pusiste en su boca para edificar y plantar. Te pedimos que uses nuestras vidas para edificar Tu Reino y plantar semillas de verdad en los corazones de aquellos que nos rodean, sin temor, confiando en Tu presencia y Tu liberación.

Miramos con esperanza hacia el día en que todas las tribus de Israel, selladas y redimidas, se unan en adoración a Ti, MarYah, bajo el liderazgo de Yeshúa haMashíaj. Que Él sea el centro de nuestra vida, nuestro gozo y nuestra herencia eterna. Que podamos siempre reflejar Tu justicia y Tu amor en nuestras vidas.

Baruj Atáh Adonái, bendito eres Tú, Adonái, Quien es fiel a Sus promesas y nos asegura nuestra herencia en Mashíaj. Amén.


+Recursos del Ministerio Judío Mesiánico de Biblia Toráh Viviente Para Maestros, Traductores y Estudiantes:

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