Parashá 43 Masei (מסעי) – Números 33:50-34:15
Aliyáh 3: (Números 33:50-34:15) Instrucciones para la conquista de la tierra y la repartición del territorio.
Haftaráh: Ezequiel 47:13-23 (El reparto de la tierra de Israel entre las tribus).
Brit Hadasháh: Mateo 5:5 (Los mansos heredarán la tierra).
Punto 1. Números 33:50-34:15
Texto Hebreo Original | Fonética Tiberiana | Traducción Palabra por Palabra | Traducción Literal |
Números 33:50 | |||
וַיְדַבֵּר | va-y’dabér | Y habló | Y habló Adonái a Moshéh |
יהוה | Adonái | Adonái | en las llanuras de Moav, |
אֶל־מֹשֶׁה | el-moshéh | a Moshéh | junto al Jordán, frente a Yeriho, diciendo: |
בְּעַרְבֹת | b’arvot | en las llanuras-de | |
מוֹאָב | mo’áv | Moav | |
עַל־יַרְדֵּן | al-yardén | sobre-el-Jordán | |
יְרֵחוֹ | y’rijó | Yeriho | |
לֵאמֹר | lemor | diciendo | |
Traducción Literal: Y habló Adonái a Moshéh en las llanuras de Moav, junto al Jordán de Yeriho, diciendo: | |||
Números 33:51 | |||
דַּבֵּר | dabér | Habla | Habla a los hijos de Yisra’él |
אֶל־בְּנֵי | el-b’néi | a los hijos-de | y diles: Cuando crucéis |
יִשְׂרָאֵל | yisra’él | Yisra’él | el Jordán hacia la tierra de Kena’an, |
וְאָמַרְתָּ | v’amartá | y dirás | |
אֲלֵהֶם | aléhem | a ellos | |
כִּי־אַתֶּם | ki-atém | que vosotros | |
עֹבְרִים | ov’rím | estáis cruzando | |
אֶת־הַיַּרְדֵּן | et-ha-yardén | el-el-Jordán | |
אֶל־אֶרֶץ | el-eretz | a-tierra-de | |
כְּנָעַן | k’na’an | Kena’an | |
Traducción Literal: Habla a los hijos de Yisra’él y diles: Cuando estéis cruzando el Jordán a la tierra de Kena’an, | |||
Números 33:52 | |||
וְהוֹרַשְׁתֶּם | v’horash’tém | Y desposeeréis | Y desposeeréis a todos |
אֶת־כָּל־יֹשְׁבֵי | et-kol-yosh’véi | a todos-los-habitantes-de | los habitantes de la tierra |
הָאָרֶץ | ha-aretz | la-tierra | de delante de vosotros, |
מִפְּנֵיכֶם | mi-p’néijem | de delante-de vosotros | y destruiréis todas sus imágenes de piedra, |
וְאִבַּדְתֶּם | v’ibad’tém | y destruiréis | y destruiréis todas sus imágenes de fundición, |
אֵת | et | a | y derribaréis todos sus lugares altos. |
כָּל־צַלְמֵי | kol-tzal’méi | todas-las-imágenes-de | |
מַסְכִּיתָם | mas’kitám | sus-imágenes-de-piedra | |
וְאֵת | v’et | y a | |
כָּל־צַלְמֵי | kol-tzal’méi | todas-las-imágenes-de | |
נְסֵכָתָם | n’sejotám | sus-imágenes-de-fundición | |
תְּאַבֵּדוּ | t’abedú | destruiréis | |
וְאֵת | v’et | y a | |
כָּל־בָּמוֹתָם | kol-bamotám | todos-sus-lugares-altos | |
תַּשְׁמִידוּ | tash’midú | derribaréis | |
Traducción Literal: Y desposeeréis a todos los habitantes de la tierra de delante de vosotros, y destruiréis todas sus imágenes de piedra, y destruiréis todas sus imágenes de fundición, y derribaréis todos sus lugares altos. | |||
(El texto continúa con instrucciones sobre la división de la tierra y los límites) | |||
Números 34:1 | |||
וַיְדַבֵּר | va-y’dabér | Y habló | Y habló Adonái a Moshéh, |
יהוה | Adonái | Adonái | diciendo: |
אֶל־מֹשֶׁה | el-moshéh | a Moshéh | |
לֵאמֹר | lemor | diciendo | |
Traducción Literal: Y habló Adonái a Moshéh, diciendo: | |||
Números 34:2 | |||
צַו | tzav | Ordena | Ordena a los hijos de Yisra’él |
אֶת־בְּנֵי | et-b’néi | a los hijos-de | y diles: Cuando entréis |
יִשְׂרָאֵל | yisra’él | Yisra’él | en la tierra de Kena’an, |
וְאָמַרְתָּ | v’amartá | y dirás | |
אֲלֵהֶם | aléhem | a ellos | |
כִּי־אַתֶּם | ki-atém | que vosotros | |
בָּאִים | ba’ím | entráis | |
אֶל־אֶרֶץ | el-eretz | a la tierra-de | |
כְּנָעַן | k’na’an | Kena’an | |
זֹאת | zot | Esta | |
הָאָרֶץ | ha-aretz | la-tierra | |
אֲשֶׁר | asher | que | |
תִּפֹּל | tipól | caerá | |
לָכֶם | lajem | para vosotros | |
בְּנַחֲלָה | b’najaláh | en herencia | |
אֶרֶץ | eretz | la tierra | |
כְּנָעַן | k’na’an | Kena’an | |
לִגְבֻלֹתֶיהָ | lig’vulotéyha | para sus límites | |
Traducción Literal: Ordena a los hijos de Yisra’él y diles: Cuando entréis en la tierra de Kena’an, esta es la tierra que os caerá en herencia, la tierra de Kena’an según sus límites. | |||
(El texto continúa con la descripción detallada de los límites de la tierra prometida) |
Punto 2. Haftaráh Ezequiel 47:13-23
Texto Hebreo Original | Fonética Tiberiana | Traducción Palabra por Palabra |
Ezequiel 47:13 | ||
כֹּה | koh | Así |
אָמַר | amar | dijo |
אֲדֹנָי | Adonái | Adonái |
יהוה | Adonái | Adonái |
גְּבוּל | g’vul | El límite |
הָאָרֶץ | ha-aretz | de la tierra |
אֲשֶׁר | asher | que |
תִּתְנַחֲלוּ | tit’najalú | heredaréis |
אֹתָהּ | otáh | a ella |
לְשִׁבְטֵי | l’shiv’téi | a las tribus-de |
יִשְׂרָאֵל | yisra’él | Yisra’él |
שְׁנֵים | sh’néim | dos |
עָשָׂר | asar | diez |
יוֹסֵף | yoséf | Yosef |
חֲבָלִים | javalím | porciones |
Traducción Literal: Así dijo Adonái, Adonái: El límite de la tierra que heredaréis a las doce tribus de Yisra’él; Yosef tendrá dos porciones. | ||
(El texto continúa con la descripción de la distribución de la tierra) |
Comentario Mesiánico:
La Haftaráh de Ezequiel se conecta de manera directa y profética con la Aliyáh. Mientras que Masei describe los límites de la tierra que Yisra’él iba a heredar bajo Moshéh, la Haftaráh de Ezequiel describe la distribución de una tierra mesiánica en la visión profética del Templo y el río de vida que fluye de él. La Toráh presenta la orden para conquistar y poseer la tierra de Kena’an, mientras que Ezequiel presenta una visión de la herencia final y eterna de Yisra’él en un estado redimido. El río que fluye del Templo en Ezequiel 47 y que trae vida y sanidad a los lugares más estériles (incluyendo el Mar Muerto) es un símbolo de la vida del Ruaj Hakodesh que será derramado en la era mesiánica.
La conexión mesiánica es clara: la herencia de la tierra de Kena’an no era el destino final, sino una sombra (tzelalim) de la herencia eterna que los creyentes recibirán en el reino del Mashíaj. Yeshúa haMashíaj es el verdadero “río de agua de vida” que fluye del Trono de Elohím (Apocalipsis 22:1). La división de la tierra en Ezequiel para las doce tribus de Yisra’él, incluyendo a Yosef con dos porciones, es un reflejo de la promesa original que se cumplirá plenamente en la era mesiánica, bajo el gobierno de Yeshúa haMashíaj, cuando todas las promesas del pacto serán consumadas.
Aplicación Espiritual:
La aplicación espiritual de esta Haftaráh es una lección de esperanza y propósito. La Aliyáh de la Toráh nos da la responsabilidad de poseer la herencia terrenal. La Haftaráh nos eleva a una perspectiva celestial, recordándonos que nuestra herencia final es espiritual y eterna. Los creyentes en Yeshúa haMashíaj somos llamados a vivir con esta visión. Así como Yisra’él fue llamado a purificar la tierra de Kena’an de la idolatría, nosotros somos llamados a purificar nuestros corazones y nuestras vidas de todo lo que se opone a Elohím. La promesa de la herencia mesiánica, donde el río de vida de Yeshúa fluye para sanar y restaurar, es la esperanza que nos motiva a vivir vidas de rectitud y justicia, preparándonos para esa herencia eterna.
Punto 3. Brit Hadasháh
Mateo 5:5 (Peshita Aramea)
Texto Arameo Original | Fonética Siríaca Oriental | Traducción Palabra por Palabra |
Mateo 5:5 | ||
ܛܽܘܒܰܝܗܽܘܢ | tubáyhún | Dichosos |
ܠܰܡܟܺܝܟܶܐ | l’majíje | los mansos |
ܕܗܶܢܽܘܢ | d’henún | porque ellos |
ܢܺܝܪܬܽܘܢܳܗ̇ | nirtúno | heredarán |
ܠܰܐܪܥܳܐ | l’ará | la tierra |
Traducción Literal: Dichosos los mansos, porque ellos heredarán la tierra. |
Comentarios exhaustivos:
El pasaje arameo del Brit Hadasháh, Mateo 5:5, es una de las declaraciones más profundas del Mashíaj Yeshúa que se conecta directamente con la Aliyáh. Mientras que Masei da la instrucción para desposeer a los habitantes de la tierra por la fuerza para heredarla, Yeshúa reinterpreta el concepto de “heredar la tierra.” La Aliyáh 3 ordena a Yisra’él a entrar y poseer la tierra, y a erradicar la idolatría. El texto de Yeshúa nos enseña que la herencia final no se logra por la fuerza o el poder militar, sino por la mansedumbre (majíje). Este es un contraste dramático entre la conquista física y la posesión espiritual.
Conexión con la Toráh y Haftaráh:
La conexión es una recontextualización teológica. La Toráh, en la Aliyáh, establece el precedente de la herencia de la tierra como un acto de obediencia a Adonái. Yeshúa, en el Brit Hadasháh, profundiza el significado de esa herencia. No es solo la tierra de Kena’an, sino la “tierra” en un sentido más amplio y espiritual, el reino de Elohím. La mansedumbre no es debilidad, sino la fuerza controlada del Ruaj Hakodesh, la capacidad de someterse a la voluntad de Adonái. La Haftaráh de Ezequiel describe la herencia final de la tierra en el reino del Mashíaj, una herencia que se obtiene no por la guerra, sino por la victoria de Yeshúa, que fluye como un río de vida, sanando a la nación. Yeshúa nos revela que la promesa de la tierra es para aquellos que son mansos, es decir, que confían en Él para su victoria.
Reflexión Mesiánica:
La promesa de que “los mansos heredarán la tierra” es el corazón de la enseñanza mesiánica sobre la herencia. Yeshúa haMashíaj es el manso por excelencia, el Cordero que fue inmolado, y a través de Su mansedumbre y obediencia, Él ha heredado el reino de los cielos y de la tierra. Su mansedumbre no es la de un líder débil, sino la de MarYah (Adonái) mismo que se humilló a Sí mismo. La herencia de la tierra se logra a través de la obra redentora de Yeshúa, no a través de la fuerza humana. La divinidad de Yeshúa se manifiesta en este cambio de perspectiva: Él tiene la autoridad para reinterpretar la Toráh y revelar el significado más profundo de las promesas de Elohím. La herencia prometida en la Toráh encuentra su cumplimiento total en el reino del Mashíaj.
Punto 4. Contexto Histórico y Cultural
La tercera Aliyáh se sitúa en un momento crucial de la historia de Yisra’él: la víspera de la entrada a la tierra prometida. La generación del desierto había muerto y la nueva generación estaba lista para cruzar el Jordán. Las instrucciones detalladas sobre la desposesión de los habitantes y la destrucción de la idolatría eran fundamentales. Culturalmente, la práctica de erradicar los ídolos era una directiva para mantener la pureza monoteísta de Yisra’él en un mar de politeísmo. En el periodo del Segundo Templo, la discusión sobre los límites de la tierra era un tema importante, especialmente en los escritos de Qumrán, donde la comunidad se veía a sí misma como los verdaderos herederos de la promesa. Los primeros creyentes mesiánicos entendieron que la “guerra santa” contra la idolatría era ahora una batalla espiritual contra las obras de la carne y los poderes de las tinieblas.
Punto 5. Estudio, Comentarios y Conexiones Proféticas
Comentarios Rabínicos: Los sabios del Midrash comentan que la orden de desposeer a los habitantes de la tierra no era un acto de crueldad, sino un acto de purificación espiritual para Yisra’él. La presencia de la idolatría sería un “lazo” para el pueblo (Números 33:55). Rashí comenta que si no cumplían la orden, la idolatría sería una “espina en vuestros ojos y aguijones en vuestros costados.” El Sefer HaHinuj enumera el mandamiento de destruir la idolatría de la tierra, un mandamiento que tiene como objetivo la santificación del pueblo y la preservación de su pacto con Adonái.
Comentario Judío Mesiánico: La orden de purificar la tierra de la idolatría es un profundo tipo mesiánico. La tierra de Kena’an representa el corazón humano, y los ídolos de la tierra representan las pasiones y deseos de la carne que se oponen a Elohím. La entrada a la tierra prometida es una sombra de la entrada del creyente al reino del Mesías. La desposesión de los habitantes y la destrucción de los ídolos son una figura de la batalla espiritual que cada creyente debe librar, con la ayuda del Ruaj Hakodesh, para purificar su corazón. El verdadero Mesías, Yeshúa haMashíaj, nos da la victoria sobre estos “habitantes” del corazón que nos alejan de Adonái.
Notas de los primeros siglos: Los escritos nazarenos y de los padres de la Kehiláh, como la Didajé, enfatizan que el “reino” no es de este mundo, sino que se manifestará en la era venidera. La herencia de la tierra se interpreta en un sentido espiritual, como se ve en Mateo 5:5. Yeshúa es el “manso” que heredará la tierra, y nosotros, como Sus seguidores, la heredaremos con Él.
Anotaciones Gramaticales y Léxicas: La palabra “horash’tém” (וְהוֹרַשְׁתֶּם) significa “desposeeréis,” pero también está relacionada con la palabra “yarash” (יָרַשׁ), que significa “heredar.” Esta conexión lingüística es crucial: el acto de desposeer a los idólatras es una condición necesaria para heredar la tierra. El juicio de Adonái sobre la idolatría es un acto de justicia que precede a la bendición de la herencia.
Punto 6. Análisis Profundo de la Aliyáh
La tercera Aliyáh marca el fin de la peregrinación y el inicio de la era de la conquista y la posesión. Adonái da instrucciones claras a la nueva generación: no solo deben entrar en la tierra, sino que deben purificarla de toda forma de idolatría. La tierra, al igual que el pueblo, debe ser santa para Adonái. El texto describe los límites exactos de la tierra (Números 34:1-12) y establece que los líderes de las tribus serían responsables de la división. Este es un momento de transición de la teocracia del desierto a la teocracia en la tierra. La orden de purificación es un acto de amor de Adonái por Su pueblo, protegiéndolos de la corrupción espiritual. El creyente mesiánico ve en esta orden un llamado a la santidad, a purificar nuestras vidas de todo lo que nos aleja de Yeshúa haMashíaj, el único Adon.
Punto 7. Tema Más Relevante
El tema más relevante de esta Aliyáh es la Conquista y la Santificación de la Herencia. La entrada a la tierra prometida no es pasiva; requiere una acción decisiva para erradicar la idolatría y poseer la tierra. Este tema es vital para la Toráh porque subraya la naturaleza condicional del pacto. La bendición de vivir en la tierra está ligada a la obediencia de Adonái y a la santidad del pueblo. La idolatría era la antítesis de la Toráh, y su presencia contaminaría la tierra y al pueblo.
Este tema se relaciona profundamente con la obra de Yeshúa. La herencia final que se nos promete es el reino celestial, la “patria celestial” de Hebreos 11. La conquista de esta herencia no es una guerra física, sino la victoria espiritual que Yeshúa haMashíaj logró en el Madero. Él nos ha dado la autoridad para “desposeer” a las fuerzas espirituales de maldad y a los ídolos en nuestros corazones. La santificación de la tierra se refleja en la santificación del creyente a través de la sangre de Yeshúa y el poder del Ruaj Hakodesh. La conexión con los Moedim es clara, especialmente en Shavuot, la fiesta que conmemora la entrega de la Toráh en Sinái, que es el fundamento de la santidad que se requiere para heredar la tierra prometida.
Punto 8. Descubriendo a Mashíaj en cada Aliyah
Profecías Mesiánicas y Reflexión:
La promesa de la tierra y la orden de purificarla son una profecía del reino mesiánico. La tierra de Israel es una profecía del reino del Mashíaj, donde toda idolatría será erradicada y la justicia reinará. Yeshúa haMashíaj es el que purificará la tierra y el que nos dará la victoria sobre el pecado.
Métodos para descubrir al Mashíaj:
- Tipos y Sombras: La conquista de Kena’an es una sombra (tzelalim) de la victoria espiritual que Yeshúa nos ha dado. Así como el pueblo debía desposeer a los habitantes idólatras, nosotros debemos desposeer a los ídolos de nuestros corazones. El mismo acto de “heredar” la tierra es un tipo de la herencia que tenemos en el Mashíaj.
- Cumplimientos Tipológicos: La promesa de Yeshúa de que los “mansos heredarán la tierra” es un cumplimiento tipológico de la promesa de la Toráh. La verdadera herencia se obtiene a través de la mansedumbre y la obediencia al Mesías.
- Paralelismos Temáticos: El tema de la santidad de la tierra se refleja en la santidad del Templo y, en el Brit Hadasháh, en el cuerpo del creyente como el templo del Ruaj Hakodesh. La orden de purificación es un llamado a la santificación del cuerpo y el alma, algo que solo es posible a través de la obra de Yeshúa.
Punto 9. Midrashim, Targumim, Textos Fuentes y Apócrifos
Los Midrashim enfatizan la importancia de la destrucción de los ídolos para la santidad del pueblo. El Midrash Tanhuma (Bamidbar 29) dice que la tierra de Israel es santa, y no puede coexistir con la idolatría. Los Targumím, como el de Neofiti, a menudo paráfrasean las instrucciones, enfatizando el mandamiento de no dejar ninguna forma de idolatría. El Libro de Josué, considerado un texto apócrifo para algunas tradiciones, pero canónico para la mayoría, narra el cumplimiento de estas órdenes, mostrando la fidelidad de Adonái y la victoria de Yisra’él.
Punto 10. Mandamientos Encontrados o Principios y Valores
En esta Aliyáh se encuentran mandamientos (mitzvot
) explícitos:
- Destruir toda idolatría en la tierra: “y destruiréis todas sus imágenes de piedra, y destruiréis todas sus imágenes de fundición, y derribaréis todos sus lugares altos” (Números 33:52). Este es un mandamiento activo.
- Desposeer a los habitantes de la tierra: “Y desposeeréis a todos los habitantes de la tierra de delante de vosotros” (Números 33:52).
- Dividir la tierra por sorteo: “Mas a los que entren en la tierra, la repartiréis por suerte en heredad” (Números 34:13).
Estos mandamientos se aplican en el Brit Hadasháh a la vida espiritual. La destrucción de la idolatría se convierte en el abandono de los ídolos del corazón. La desposesión de los habitantes es la victoria sobre el pecado y la carne. La división de la herencia es la promesa de nuestra herencia eterna en Yeshúa haMashíaj.
Punto 11. Preguntas de Reflexión
- ¿De qué manera la orden de purificar la tierra de idolatría nos llama a examinar nuestros propios corazones y a desposeer a los ídolos que nos alejan de Adonái?
- ¿Cómo se relaciona la promesa de Yeshúa de que “los mansos heredarán la tierra” con la orden de la Toráh de desposeer a los habitantes de Kena’an?
- La Aliyáh nos enseña que el fracaso en la obediencia trae consecuencias. ¿Qué “espinas” y “aguijones” en nuestras vidas pueden ser el resultado de nuestra falta de obediencia?
- Si la tierra es una tipología del reino de Elohím, ¿cómo debemos prepararnos para heredar esa “tierra” prometida, no con armas, sino con las armas de nuestra milicia espiritual?
- ¿Qué nos enseña la descripción detallada de los límites de la tierra en el contexto de nuestra propia herencia espiritual en el Mashíaj, que también tiene sus límites y promesas definidos?
Punto 12. Resumen de la Aliyáh
La tercera Aliyáh de Masei es una sección de transición, que pasa de la peregrinación del desierto a las instrucciones para la conquista y herencia de la tierra. Adonái ordena a Yisra’él que purifiquen la tierra de Kena’an de toda idolatría, un mandamiento fundamental para mantener la santidad del pacto. Esta orden es una figura de la batalla espiritual que el creyente mesiánico debe librar para purificar su corazón. El pasaje del Brit Hadasháh en Mateo 5:5 reinterpreta la herencia de la tierra, afirmando que es a través de la mansedumbre de Yeshúa haMashíaj, nuestro líder, que finalmente heredaremos el reino de los cielos y de la tierra.
Punto 13. Tefiláh de la Aliyáh
Adonái, MarYah de Yisra’él, te agradecemos por Tu sabiduría y por las instrucciones que diste a Tu pueblo para heredar la tierra. Te pedimos que nos des la fortaleza para desposeer de nuestros corazones toda idolatría y toda pasión que nos aleja de Ti. Que Tu Ruaj Hakodesh nos guíe en la batalla espiritual, para que podamos vivir vidas de santidad. Ayúdanos a ser mansos, como Yeshúa haMashíaj, para que podamos heredar la tierra que nos has prometido. Que nuestra vida sea un reflejo de Tu reino, purificado y santificado por Tu presencia. Amén.
+Recursos del Ministerio Judío Mesiánico de Biblia Toráh Viviente Para Maestros, Traductores y Estudiantes: