Leer o Descargar PDF - Parashá 54 Vezot Habrajá (וזאת הברכה) – Aliyah 6

Listen to this article

Aliyáh 6: (Deuteronomio 33:27-29) Moshé proclama la grandeza de Elohím como protector de Israel y declara la felicidad del pueblo que tiene a Elohím como su refugio.
Haftaráh: Isaías 52:7-10 (La proclamación de la paz y la redención de Israel).
Brit Hadasháh: Romanos 8:31-39 (La seguridad en la victoria y protección en Yeshúa).

Bendiciones sobre ustedes, hermanos y hermanas en el Mashíaj, desde el Reino de Yeshúa HaMashíaj. Es con reverencia y profunda reflexión que abordamos esta porción de la Torah, la Aliyá 6 de la Parashá V’Zot HaBerajá, que nos confronta con la culminación de una vida monumental: la partida de Moshéh de este mundo. Este pasaje, cargado de emoción y significado teológico, no es meramente un relato histórico, sino una profunda revelación de la soberanía de Elohím, la naturaleza del liderazgo y la preparación para la llegada de HaMashíaj. Nos sumergiremos en sus profundidades, buscando las luces que nos guían en el camino del Reino de los Cielos.

Tema: La muerte de Moshéh

1. Texto Hebreo Interlineal

Pasaje: Deuteronomio 34:1-34:12

Texto Hebreo OriginalFonética TiberianaTraducción Palabra por PalabraTraducción Literal del Verso

—————–

—————–

—————–

—————–
וַיַּעַלVa-ya-alY ascendióY ascendió Moshéh desde las llanuras de Moáv al monte Nevo, a la cumbre del Pisgáh, que está frente a Yeriḥo; y le mostró HaShem toda la tierra, la de Gil’ad hasta Dan.
מֹשֶׁהMo-šehMoshéh
מֵעַרְבֹתMe-ar-votdesde llanuras de
מוֹאָבMo-avMoáv
אֶל-הַרel-ha-Haral monte
נְבוֹNe-voNevo
מְרוֹאשׁme-Ro-ašdesde la cabeza (cima) de
הַפִּסְגָּהha-Pis-gahel Pisgáh
אֲשֶׁרa-šerque
עַל-פְּנֵיal-pe-neisobre la faz de
יְרֵחוֹYe-ri-ḥoYeriḥo
וַיַּרְאֵהוּVa-yar-e-huY le mostró
יְהוָהAdonáiHaShem
אֶת-כָּל-הָאָרֶץet-kol-ha-A-reṣtoda la tierra
אֶת-הַגִּלְעָדet-ha-Gil-adla de Gil’ad
עַד-דָּן׃ad-Danhasta Dan.
וְאֵתve-etY todaY toda Naftalí, y la tierra de Efráyim y Menashéh, y toda la tierra de Yehudáh hasta el Mar Occidental.
כָּל-נַפְתָּלִיkol-Naf-ta-liNaftalí
וְאֶת-אֶרֶץve-et-E-reṣy la tierra de
אֶפְרַיִםEf-ra-yimEfráyim
וּמְנַשֶּׁהu-Me-na-šehy Menashéh
וְאֵתve-ety toda
כָּל-אֶרֶץkol-E-reṣla tierra de
יְהוּדָהYe-hu-dahYehudáh
עַדadhasta
הַיָּםha-Yamel mar
הָאַחֲרוֹן׃ha-a-ḥa-ronel último (Occidental).
וְאֶת-הַנֶּגֶבve-et-ha-Ne-gevY el NeguevY el Neguev, y la región, la llanura de Yeriḥo, la ciudad de las palmeras, hasta Tzo’ar.
וְאֶת-הַכִּכָּרve-et-ha-Ki-kary la región (valle/llanura)
בִּקְעַתBiq-atla llanura de
יְרֵחוֹYe-ri-ḥoYeriḥo
עִירIrciudad de
הַתְּמָרִיםha-Te-ma-rimlas palmeras
עַד-צֹעַר׃ad-Tzo-arhasta Tzo’ar.
וַיֹּאמֶרVa-yo-merY dijoY dijo HaShem a él: Esta es la tierra que juré a Avraham, a Yitzḥak y a Yaakov, diciendo: A tu descendencia la daré. Te la he hecho ver con tus ojos, pero allí no cruzarás.
יְהוָהAdonáiHaShem
אֵלָיוe-Lava él
זֹאתZotEsta
הָאָרֶץha-A-reṣla tierra
אֲשֶׁרa-šerque
נִשְׁבַּעְתִּיNiš-ba-tijuré
לְאַבְרָהָםle-Av-ra-hama Avraham
לְיִצְחָקle-Yitz-ḥaqa Yitzḥak
וּלְיַעֲקֹבu-le-Ya-a-qovy a Yaakov
לֵאמֹרle-mordiciendo
לְזַרְעֲךָle-zar-a-khaa tu descendencia
אֶתְּנֶנָּהet-ne-nala daré
הֶרְאֵיתִיךָher-e-i-ti-khaTe la he hecho ver
בְעֵינֶיךָve-e-ne-khacon tus ojos
וְשָׁמָּהve-ša-mapero allí
לֹאlono
תַעֲבֹר׃ta-a-vorcruzarás.
וַיָּמָתVa-ya-matY murióY murió allí Moshéh, siervo de HaShem, en la tierra de Moáv, según la boca de HaShem.
שָׁםšamallí
מֹשֶׁהMo-šehMoshéh
עֶבֶד-יְהוָהE-ved-Adonáisiervo de HaShem
בְּאֶרֶץbe-E-reṣen tierra de
מוֹאָבMo-avMoáv
עַל-פִּיal-Pisegún la boca de
יְהוָה׃AdonáiHaShem.
וַיִּקְבֹּרVa-yiq-borY lo sepultóY lo sepultó en el valle, en la tierra de Moáv, frente a Beit Pe’or; y ningún hombre ha conocido su sepultura hasta el día de hoy.
אֹתוֹo-toa él
בַגַּיba-Gayen el valle
בְּאֶרֶץbe-E-reṣen tierra de
מוֹאָבMo-avMoáv
מוּלMulfrente a
בֵּיתBeitcasa de
פְּעוֹרPe-orPe’or
וְלֹא-יָדַעve-lo-ya-day no conoció
אִישׁhombre
אֶת-קְבֻרָתוֹet-qe-vu-ra-tosu sepultura
עַדadhasta
הַיּוֹםha-Yomel día
הַזֶּה׃ha-Zeheste.
וּמֹשֶׁהu-Mo-šehY MoshéhY Moshéh tenía ciento veinte años cuando murió; no se había oscurecido su ojo, ni había menguado su vigor.
בֶּן-מֵאָהben-me-Ahijo de cien
וְעֶשְׂרִיםve-es-rimy veinte
שָׁנָהša-Nahaños
בְּמֹתוֹbe-mo-Toen su muerte
לֹא-כָהֲתָהlo-kha-ha-tahno se oscureció
עֵינוֹe-Nosu ojo
וְלֹא-נָסve-lo-Nasy no se agotó
לֵחֹהּ׃le-ḥosu vigor.
וַיִּבְכּוּVa-yiv-kuY lloraronY lloraron los hijos de Yisra’el a Moshéh en las llanuras de Moáv treinta días; y se cumplieron los días de llanto del luto por Moshéh.
בְנֵיbeneilos hijos de
יִשְׂרָאֵלYis-ra-elYisra’el
אֶת-מֹשֶׁהet-Mo-šeha Moshéh
בְּעַרְבֹתbe-ar-voten las llanuras de
מוֹאָבMo-avMoáv
שְׁלֹשִׁיםšlo-šimtreinta
יוֹםYomdías
וַיִּתְּמוּVa-yit-muy se cumplieron
יְמֵיye-Meilos días de
בְכִיBe-khillanto
אֵבֶלE-velde luto de
מֹשֶׁה׃Mo-šehMoshéh.
וִיהוֹשֻׁעַvi-Yho-šuaY YehoshúaY Yehoshúa ben Nun estaba lleno del Ruaj de sabiduría, porque Moshéh había puesto sus manos sobre él; y le obedecieron los hijos de Yisra’el, e hicieron como HaShem había mandado a Moshéh.
בִּן-נוּןben-Nunhijo de Nun
מָלֵאma-Lelleno
רוּחַRu-aḥdel Ruaj (espíritu) de
חָכְמָהḥokh-mahsabiduría
כִּי-סָמַךְki-sa-makhporque había puesto
מֹשֶׁהMo-šehMoshéh
אֶת-יָדָיוet-ya-Davsus manos
עָלָיוa-Lavsobre él
וַיִּשְׁמְעוּVa-yiš-me-uy le obedecieron
אֵלָיוe-Lava él
בְּנֵיbeneilos hijos de
יִשְׂרָאֵלYis-ra-elYisra’el
וַיַּעֲשׂוּVa-ya-a-sue hicieron
כַּאֲשֶׁרka-a-šercomo
צִוָּהtzi-Vahhabía mandado
יְהוָהAdonáiHaShem
אֶת-מֹשֶׁה׃et-Mo-šeha Moshéh.
וְלֹא-קָםve-lo-QamY no se levantóY no se levantó más profeta en Yisra’el como Moshéh, a quien HaShem conoció cara a cara.
נָבִיאNa-viprofeta
עוֹדOdmás
בְּיִשְׂרָאֵלbe-Yis-ra-elen Yisra’el
כְּמֹשֶׁהke-Mo-šehcomo Moshéh
אֲשֶׁרa-šera quien
יְדָעוֹye-da-Oconoció
יְהוָהAdonáiHaShem
פָּנִיםPa-nimrostros
אֶל-פָּנִים׃el-Pa-nima rostros.
לְכָל-הָאֹתֹתle-khol-ha-o-TotPor todas las señalesPor todas las señales y las maravillas que HaShem le envió a hacer en la tierra de Mitzráyim, a Paróh y a todos sus siervos y a toda su tierra.
וְהַמּוֹפְתִיםve-ha-mo-af-Timy las maravillas
אֲשֶׁרa-šerque
שְׁלָחוֹše-la-Ḥole envió
יְהוָהAdonáiHaShem
לַעֲשׂוֹתla-a-Sota hacer
בְּאֶרֶץbe-E-reṣen tierra de
מִצְרָיִםMitz-ra-yimMitzráyim
לְפַרְעֹהle-Far-oha Paróh
וּלְכָל-עֲבָדָיוu-le-khol-a-va-Davy a todos sus siervos
וּלְכָל-אַרְצוֹ׃u-le-khol-ar-Tzoy a toda su tierra.
וּלְכֹלu-le-kholY por todaY por toda la mano poderosa y por todo el gran temor que hizo Moshéh a los ojos de todo Yisra’el.
הַיָּדha-Yadla mano
הַחֲזָקָהha-ḥa-za-Qahla fuerte
וּלְכֹלu-le-kholy por todo
הַמּוֹרָאha-mo-Rael temor
הַגָּדוֹלha-Ga-dolel grande
אֲשֶׁרa-šerque
עָשָׂהa-Sahhizo
מֹשֶׁהMo-šehMoshéh
לְעֵינֵיle-e-Neia los ojos de
כָּל-יִשְׂרָאֵל׃kol-Yis-ra-eltodo Yisra’el.

Pasaje: Deuteronomio 34:1-34:12

Texto Hebreo OriginalFonética TiberianaTraducción Palabra por PalabraTraducción Literal del Verso
———————-——————-——————————-—————————-
וַיַּעַלVa-ya’alY subió; `וַיַּעַל` (Vav consecutiva + forma imperativa de `עָלָה` – `alah`, “subir”, en el kal imperfecto, tercera persona singular masculino). Expresa una acción consecutiva en el pasado, indicando el inicio del ascenso de Moshéh. Lingüísticamente, la Vav consecutiva es crucial para la narrativa histórica del Tanaj, conectando eventos secuencialmente.Y subió וַיַּעַל Moshéh מֹשֶׁה desde los llanos מֵעַרְבֹת de Mo’av מוֹאָב hasta אֶל־ la montaña הַר de Nevo נְבוֹ, la cumbre רֹאשׁ del Pisgah הַפִּסְגָּה que אֲשֶׁר está sobre עַל־ las caras פְּנֵי de Yeriḥo יְרֵחוֹ; y le mostró וַיַּרְאֵהוּ Adonái יְהוָה toda אֶת־כָּל־ la tierra הָאָרֶץ, el Gil’ad אֶת־הַגִּלְעָד hasta עַד־ Dan דָּן.
מֹשֶׁהMoshéhMoshéh; `מֹשֶׁה` (nombre propio). El gran líder y profeta de Yisra’el, cuyo nombre se deriva de la raíz `מָשָׁה` (mašah), “sacar” o “extraer”, refiriéndose a su rescate de las aguas del Nilo. Históricamente, Moshéh es la figura central de la salida de Egipto y la entrega de la Torah.
מֵעַרְבֹתMe-arvotdesde los llanos de; `מֵעַרְבֹת` (`מִן` – min, “desde”, + `עַרְבֹת` – arvot, “llanuras” o “estepas”, forma plural constructo de `עֲרָבָה` – aravah). Se refiere a las planicies áridas y semidesérticas, específicamente las que se encontraban al este del río Yardén. El prefijo `מֵ` (me-) indica origen o separación.
מוֹאָבMo’avMo’av; `מוֹאָב` (nombre propio). Región al este del Mar Muerto y del río Yardén, habitada por los moabitas, descendientes de Lot. Geográficamente, era el último campamento significativo de los Benei Yisra’el antes de entrar a Kena’an.
אֶל־el-hasta; `אֶל` (preposición). Indica movimiento hacia un lugar, dirección o destino.
הַרHarla montaña; `הַר` (har, “montaña”, con el artículo definido `הַ` – ha). Se refiere a una elevación topográfica, aquí específica: Har Nevo. Las montañas en las Escrituras a menudo son lugares de revelación y encuentro con Elohím.
נְבוֹNevoNevo; `נְבוֹ` (nombre propio). Una cumbre específica en la cordillera de Avarim, en Mo’av, desde donde Moshéh observó la Tierra Prometida. Su nombre puede estar relacionado con la deidad babilónica Nabu, aunque en este contexto es puramente geográfico.
רֹאשׁRo’šla cumbre de; `רֹאשׁ` (ro’š, “cabeza”, “cima”, “principio”, forma constructo). En este caso, indica la parte más alta de la montaña, la cumbre. La forma constructo lo vincula a la siguiente palabra.
הַפִּסְגָּהHa-Pisgahel Pisgah; `הַפִּסְגָּה` (ha-Pisgah, “la Pisgah”, con el artículo definido `הַ`). Un pico o una sección de la cordillera de Nevo, mencionada como el punto exacto desde donde Moshéh vio la tierra. El término `פִּסְגָּה` (pisgah) significa “cumbre” o “pico”.
אֲשֶׁרašerque; `אֲשֶׁר` (pronombre relativo). Introduce una cláusula relativa, especificando la ubicación de la cumbre.
עַל־al-sobre; `עַל` (preposición). Indica posición “sobre”, “encima de”, o en relación a.
פְּנֵיP’neilas caras de; `פְּנֵי` (p’nei, “caras”, “superficies”, forma plural constructo de `פָּנֶה` – paneh). En este contexto, se refiere a “frente a”, “mirando hacia”.
יְרֵחוֹYeriḥoYeriḥo; `יְרֵחוֹ` (nombre propio). La antigua ciudad de Yeriḥo, “Ciudad de las palmeras”, ubicada en el valle del Yardén, al oeste de Har Nevo, y la primera ciudad que los Benei Yisra’el conquistarían al entrar a Kena’an.
וַיַּרְאֵהוּVa-yar’ehuy le mostró; `וַיַּרְאֵהוּ` (Vav consecutiva + forma hiphil imperfecto, tercera persona singular masculino de `רָאָה` – ra’ah, “ver”, + sufijo pronominal `הוּ` – hu, “a él”). Significa “e hizo ver a él”, “le mostró”. La acción es divina, Elohím le mostró a Moshéh.
יְהוָהAdonáiAdonái; `יְהוָה` (tetragrammaton). El Nombre Inefable de Elohím, aquí vocalizado como Adonái, “Mi Señor”. Representa el aspecto de Elohím como el Ser Eterno y Pactante.
אֶת־כָּל־et-kol-toda; `אֶת־כָּל־` (`אֶת` – et, partícula de objeto directo + `כָּל` – kol, “todo”, “cada”). Indica la totalidad de lo que sigue.
הָאָרֶץHa-aretzla tierra; `הָאָרֶץ` (ha-aretz, “la tierra”, con el artículo definido `הַ`). Se refiere específicamente a la Tierra de Kena’an, la Tierra Prometida.
אֶת־הַגִּלְעָדet-Ha-Gil’adel Gil’ad; `אֶת־הַגִּלְעָד` (`אֶת` + `הַגִּלְעָד` – ha-Gil’ad, “el Gil’ad”). Región montañosa al este del río Yardén, parte de la heredad de Gad y Re’uven, y la mitad de la tribu de Menashéh. Moshéh ya había visto y conquistado esta parte de la tierra.
עַד־ad-hasta; `עַד` (preposición). Indica un límite espacial o temporal.
דָּן׃DanDan; `דָּן` (nombre propio). Una ciudad en el extremo norte de la Tierra de Yisra’el, conocida por su ubicación geográfica como el punto más septentrional de la tierra. (Jueces 18:29).
וְאֵתVe-ety todo; `וְאֵת` (`וְ` – ve, “y”, + `אֵת` – et, partícula de objeto directo). Conecta y añade elementos a la lista de lo que Moshéh vio.Y todo וְאֵת Naftali כָּל־נַפְתָּלִי, y la tierra וְאֶת־אֶרֶץ de Efráyim אֶפְרַיִם y Menashéh וּמְנַשֶּׁה, y toda וְאֵת כָּל־ la tierra אֶרֶץ de Yehudah יְהוּדָה hasta עַד el mar הַיָּם el último הָאַחֲרוֹן.
כָּל־נַפְתָּלִיKol-Naftalitodo Naftali; `כָּל־נַפְתָּלִי` (`כָּל` + `נַפְתָּלִי` – Naftali, nombre de una de las tribus de Yisra’el, cuya heredad estaba en el norte de Kena’an). `כָּל־` aquí significa “todo el territorio de”.
וְאֶת־אֶרֶץVe-et-eretzy la tierra de; `וְאֶת־אֶרֶץ` (`וְ` + `אֶת` + `אֶרֶץ` – eretz, “tierra”, en forma constructo).
אֶפְרַיִםEfráyimEfráyim; `אֶפְרַיִם` (nombre propio). Una de las tribus más prominentes de Yisra’el, cuya heredad se ubicaba en el centro-norte de Kena’an.
וּמְנַשֶּׁהU-Menashéhy Menashéh; `וּמְנַשֶּׁה` (`וְ` – ve, “y”, + `מְנַשֶּׁה` – Menashéh, nombre propio). Otra tribu importante, cuyo territorio se extendía a ambos lados del Yardén.
וְאֵתVe-ety todo; `וְאֵת` (`וְ` + `אֵת`). Repetición para añadir otro elemento.
כָּל־אֶרֶץKol-eretztoda la tierra de; `כָּל־אֶרֶץ` (`כָּל` + `אֶרֶץ`, en forma constructo).
יְהוּדָהYehudahYehudah; `יְהוּדָה` (nombre propio). La tribu más meridional y poderosa de Yisra’el, de la cual provendría la línea mesiánica.
עַדadhasta; `עַד` (preposición).
הַיָּםHa-yamel mar; `הַיָּם` (ha-yam, “el mar”, con artículo definido). Se refiere al Mar Mediterráneo, que formaba el límite occidental de Kena’an.
הָאַחֲרוֹן׃Ha-aḥaronel último; `הָאַחֲרוֹן` (ha-aḥaron, “el último”, con artículo definido). Calificando al mar como el límite occidental, contrastando quizás con el Mar de Kinneret (Galil) o el Yam HaMelaj (Mar Muerto).
וְאֶת־הַנֶּגֶבVe-et-Ha-NegevY el Neguev; `וְאֶת־הַנֶּגֶב` (`וְ` + `אֶת` + `הַנֶּגֶב` – ha-Negev, “el Neguev”). Región semidesértica en el sur de Kena’an.Y el Neguev וְאֶת־הַנֶּגֶב, y el Kikar וְאֶת־הַכִּכָּר, el valle בִּקְעַת de Yeriḥo יְרֵחוֹ, la ciudad עִיר de las palmeras הַתְּמָרִים, hasta עַד־ Ṣo’ar צֹעַר.
וְאֶת־הַכִּכָּרVe-et-Ha-Kikary el Kikar; `וְאֶת־הַכִּכָּר` (`וְ` + `אֶת` + `הַכִּכָּר` – ha-Kikar, “el Kikar”). La “Región del Círculo” o “La Llanura”, refiriéndose específicamente a la llanura del Yardén cerca de Yeriḥo y el Mar Muerto.
בִּקְעַתBiq’atel valle de; `בִּקְעַת` (biq’at, “valle”, “planicie”, forma constructo de `בִּקְעָה` – biq’ah).
יְרֵחוֹYeriḥoYeriḥo; `יְרֵחוֹ` (nombre propio).
עִירIrla ciudad de; `עִיר` (ir, “ciudad”, forma constructo).
הַתְּמָרִיםHa-T’marimlas palmeras; `הַתְּמָרִים` (ha-t’marim, “las palmeras”, con artículo definido, plural de `תָּמָר` – tamar). Yeriḥo era famosa por sus palmeras.
עַד־ad-hasta; `עַד` (preposición).
צֹעַר׃Ṣo’arṢo’ar; `צֹעַר` (nombre propio). Una de las ciudades de la llanura, mencionada en la historia de Lot, ubicada en el extremo sur del Mar Muerto.
וַיֹּאמֶרVa-yomerY dijo; `וַיֹּאמֶר` (Vav consecutiva + forma kal imperfecto, tercera persona singular masculino de `אָמַר` – amar, “decir”). Introduce el discurso directo de Adonái.Y dijo וַיֹּאמֶר Adonái יְהוָה a él אֵלָיו: “Esta זֹאת es la tierra הָאָרֶץ que אֲשֶׁר juré נִשְׁבַּעְתִּי a Avraham לְאַבְרָהָם, a Yitzḥak לְיִצְחָק y a Yaakov וּלְיַעֲקֹב, diciendo לֵאמֹר: ‘A tu descendencia לְזַרְעֲךָ la daré אֶתְּנֶנָּה’. Te la he hecho ver הֶרְאִיתִךָ con tus ojos בְעֵינֶיךָ, pero allí וְשָׁמָּה no לֹא pasarás תַעֲבֹר.”
יְהוָהAdonáiAdonái; `יְהוָה` (tetragrammaton).
אֵלָיוElava él; `אֵלָיו` (`אֶל` – el, “a”, “hacia”, + sufijo pronominal `יו` – av, “él”).
זֹאתZotEsta; `זֹאת` (zot, pronombre demostrativo femenino singular). Se refiere a la tierra.
הָאָרֶץHa-aretzla tierra; `הָאָרֶץ` (ha-aretz).
אֲשֶׁרašerque; `אֲשֶׁר` (pronombre relativo).
נִשְׁבַּעְתִּיNišba’tijuré; `נִשְׁבַּעְתִּי` (forma nif’al perfecto, primera persona singular de `שָׁבַע` – šava’, “jurar”). Elohím juró por Sí mismo. La voz nif’al puede indicar una acción pasiva o reflexiva, pero aquí denota la solemnidad de la acción divina.
לְאַבְרָהָםLe-Avrahama Avraham; `לְאַבְרָהָם` (`לְ` – le, “a”, “para”, + `אַבְרָהָם` – Avraham, nombre propio). El primer patriarca, a quien se le hizo la promesa original de la tierra.
לְיִצְחָקLe-Yitzḥaka Yitzḥak; `לְיִצְחָק` (`לְ` + `יִצְחָק` – Yitzḥak, nombre propio). El segundo patriarca, heredero de la promesa.
וּלְיַעֲקֹבU-le-Yaakovy a Yaakov; `וּלְיַעֲקֹב` (`וְ` – ve, “y”, + `לְ` + `יַעֲקֹב` – Yaakov, nombre propio). El tercer patriarca, cuyas doce hijos dieron origen a las doce tribus de Yisra’el.
לֵאמֹרLe’mordiciendo; `לֵאמֹר` (infinitivo constructo de `אָמַר` – amar, “decir”, precedido por `לְ` – le). Se usa comúnmente para introducir una cita o un discurso directo.
לְזַרְעֲךָLe-zar’akhaA tu descendencia; `לְזַרְעֲךָ` (`לְ` + `זֶרַע` – zera’, “descendencia”, “semilla”, forma constructo + sufijo pronominal `כָּךְ` – kha, “tu”, masculino singular). La promesa es para los descendientes de los patriarcas.
אֶתְּנֶנָּהEt’nenahla daré; `אֶתְּנֶנָּה` (forma kal imperfecto, primera persona singular de `נָתַן` – natan, “dar”, + sufijo pronominal `נָה` – nah, “a ella”, femenino singular, refiriéndose a la tierra). Es una promesa categórica de Elohím.
הֶרְאִיתִךָHer’itíkhaTe la he hecho ver; `הֶרְאִיתִךָ` (forma hiphil perfecto, primera persona singular de `רָאָה` – ra’ah, “ver”, + sufijo pronominal `כָּךְ` – kha, “a ti”). Elohím es el sujeto, Moshéh es el objeto indirecto, y la tierra es el objeto directo (implícito).
בְעֵינֶיךָBe’einékhacon tus ojos; `בְעֵינֶיךָ` (`בְּ` – be, “en”, “con”, + `עֵינַיִם` – eináyim, “ojos”, forma dual constructo + sufijo pronominal `כָּךְ` – kha, “tus”). Indica que Moshéh experimentó una visión directa y personal.
וְשָׁמָּהVe-šamahpero allí; `וְשָׁמָּה` (`וְ` – ve, “y”, “pero”, + `שָׁמָּה` – šamah, “allí”, “hacia allí”). Introduce una contraposición a la visión.
לֹאLono; `לֹא` (partícula negativa).
תַעֲבֹר׃Ta’avorpasarás; `תַעֲבֹר` (forma kal imperfecto, segunda persona singular masculino de `עָבַר` – avar, “pasar”, “cruzar”). Esta es la sentencia divina que impide a Moshéh entrar a la Tierra Prometida, debido a su acto de desobediencia en Merivah.
וַיָּמָתVa-yamatY murió; `וַיָּמָת` (Vav consecutiva + forma kal imperfecto, tercera persona singular masculino de `מוּת` – mut, “morir”). Un verbo fundamental que marca el evento central del pasaje.Y murió וַיָּמָת allí שָׁם Moshéh מֹשֶׁה, siervo עֶבֶד de Adonái יְהוָה, en la tierra בְּאֶרֶץ de Mo’av מוֹאָב, por la boca עַל־פִּי de Adonái יְהוָה.
שָׁםŠamallí; `שָׁם` (adverbio de lugar). Se refiere al Har Nevo o la región de Mo’av.
מֹשֶׁהMoshéhMoshéh; `מֹשֶׁה` (nombre propio).
עֶבֶדEvedsiervo de; `עֶבֶד` (eved, “siervo”, “esclavo”, forma constructo). Un título de honor y confianza, reservado para los más fieles servidores de Elohím, como Avraham, David, y Moshéh. Indica una relación de devoción total y obediencia a la voluntad divina.
יְהוָהAdonáiAdonái; `יְהוָה` (tetragrammaton).
בְּאֶרֶץBe-eretzen la tierra de; `בְּאֶרֶץ` (`בְּ` – be, “en”, + `אֶרֶץ` – eretz, en forma constructo).
מוֹאָבMo’avMo’av; `מוֹאָב` (nombre propio).
עַל־פִּיAl-pipor la boca de; `עַל־פִּי` (`עַל` – al, “sobre”, “por”, + `פִּי` – pi, “boca”, forma constructo de `פֶּה` – peh). Esta frase es única para la muerte de Moshéh y es interpretada tradicionalmente como una muerte por “el beso” de Elohím (mitah bi-neshiqah), una transición suave y divina, sin agonía.
יְהוָה׃AdonáiAdonái; `יְהוָה` (tetragrammaton).
וַיִּקְבֹּרVa-yiqborY lo enterró; `וַיִּקְבֹּר` (Vav consecutiva + forma kal imperfecto, tercera persona singular masculino de `קָבַר` – qavar, “enterrar”). El sujeto implícito es Adonái mismo, una acción extraordinaria.Y lo enterró וַיִּקְבֹּר Él en el valle אֹתוֹ בַגַּי en la tierra בְּאֶרֶץ de Mo’av מוּל, frente a בֵּית Pe’or פְּעוֹר; y no וְלֹא־ conoció יָדַע ningún hombre אִישׁ su sepultura אֶת־קְבֻרָתוֹ hasta עַד el día הַיּוֹם este הַזֶּה.
אֹתוֹOtoÉl; `אֹתוֹ` (partícula de objeto directo + sufijo pronominal `תוֹ` – to, “a él”). En este contexto, el `אֹתוֹ` se refiere a “a él”, Moshéh. La ambigüedad de quién lo enterró (Elohím o el narrador) se resuelve en la tradición rabínica como una acción divina.
בַגַּיBa-gayen el valle; `בַגַּי` (`בְּ` – be, “en”, + `הַגַּי` – ha-gay, “el valle”, con artículo definido). Se refiere a una garganta o un valle profundo. La ubicación precisa es desconocida.
בְּאֶרֶץBe-eretzen la tierra de; `בְּאֶרֶץ` (`בְּ` + `אֶרֶץ`, en forma constructo).
מוֹאָבMo’avMo’av; `מוֹאָב` (nombre propio).
מוּלMulfrente a; `מוּל` (preposición). Indica oposición o estar enfrente de algo.
בֵּיתBeitcasa de; `בֵּית` (beit, “casa de”, forma constructo de `בַּיִת` – bayit). Aquí forma parte del topónimo.
פְּעוֹרP’orPe’or; `פְּעוֹר` (nombre propio). Una montaña asociada con el culto a Ba’al Pe’or, donde los Benei Yisra’el cayeron en idolatría y fornicación con las hijas de Mo’av (Números 25).
וְלֹא־יָדַעVe-lo-yada’y no conoció; `וְלֹא־יָדַע` (`וְ` + `לֹא` + `יָדַע` – yada’, “conocer”, forma kal perfecto, tercera persona singular masculino). Afirma que la sepultura permaneció secreta.
אִישׁningún hombre; `אִישׁ` (, “hombre”, “persona”). Enfatiza la completa privacidad del entierro.
אֶת־קְבֻרָתוֹet-q’vuratosu sepultura; `אֶת־קְבֻרָתוֹ` (`אֶת` + `קְבֻרָתוֹ` – q’vurato, “su sepultura”, forma constructo de `קְבוּרָה` – q’vurah, “sepultura”, + sufijo pronominal `וֹ` – o, “su”, masculino singular).
עַדadhasta; `עַד` (preposición).
הַיּוֹםHa-yomel día; `הַיּוֹם` (ha-yom, “el día”, con artículo definido).
הַזֶּה׃Ha-zeheste; `הַזֶּה` (ha-zeh, “este”, pronombre demostrativo masculino singular, con artículo definido).
וּמֹשֶׁהU-MoshéhY Moshéh; `וּמֹשֶׁה` (`וְ` – ve, “y”, + `מֹשֶׁה` – Moshéh). Introduce una descripción de Moshéh al momento de su muerte.Y Moshéh וּמֹשֶׁה tenía cien בֶּן־מֵאָה y veinte וְעֶשְׂרִים años שָׁנָה cuando murió בְּמֹתוֹ; no לֹא־ se había debilitado כָהֲתָה su ojo עֵינוֹ, y no וְלֹא־ había desaparecido נָס su vigor לֵחֹהּ.
בֶּן־מֵאָהBen-me’ahhijo de cien; `בֶּן־מֵאָה` (`בֶּן` – ben, “hijo de”, forma constructo + `מֵאָה` – me’ah, “cien”). Usado para indicar la edad.
וְעֶשְׂרִיםVe-esrimy veinte; `וְעֶשְׂרִים` (`וְ` + `עֶשְׂרִים` – esrim, “veinte”).
שָׁנָהŠanahaños; `שָׁנָה` (šanah, “año”, singular, pero en este contexto se usa con números plurales).
בְּמֹתוֹBe-motoen su muerte; `בְּמֹתוֹ` (`בְּ` – be, “en”, + `מוֹת` – mot, “muerte”, infinitivo constructo de `מוּת` – mut, + sufijo pronominal `וֹ` – o, “su”, masculino singular). Literalmente, “en su morir”.
לֹא־כָהֲתָהLo-khahatahno se había debilitado; `לֹא־כָהֲתָה` (`לֹא` + `כָהֲתָה` – kahatah, forma kal perfecto, tercera persona singular femenino de `כָּהָה` – kahah, “debilitarse”, “oscurecerse”, en referencia a la vista).
עֵינוֹEinosu ojo; `עֵינוֹ` (eino, “su ojo”, forma constructo de `עַיִן` – ayin, “ojo”, + sufijo pronominal `וֹ` – o, “su”, masculino singular). Se refiere a su vista, que no estaba mermada.
וְלֹא־נָסVe-lo-nasy no había desaparecido; `וְלֹא־נָס` (`וְ` + `לֹא` + `נָס` – nas, forma kal perfecto, tercera persona singular masculino de `נוּס` – nus, “huir”, “desaparecer”).
לֵחֹהּ׃Leḥohsu vigor; `לֵחֹהּ` (leḥoh, “su vigor”, “su frescura”, “su savia vital”, forma de `לֵחַ` – leaḥ, “vigor”, “savia”, + sufijo pronominal `הּ` – oh, “su”, masculino singular). Indica su fuerza física y vitalidad no disminuidas.
וַיִּבְכּוּVa-yivkuY lloraron; `וַיִּבְכּוּ` (Vav consecutiva + forma kal imperfecto, tercera persona plural masculino de `בָּכָה` – bakha, “llorar”). Una expresión de duelo y lamento.Y lloraron וַיִּבְכּוּ los hijos בְנֵי de Yisra’el יִשְׂרָאֵל a Moshéh אֶת־מֹשֶׁה en los llanos בְּעַרְבֹת de Mo’av מוֹאָב treinta שְׁלֹשִׁים días יוֹם; y se cumplieron וַיִּתְּמוּ los días יְמֵי del llanto בְכִי de luto אֵבֶל por Moshéh מֹשֶׁה.
בְנֵיB’neilos hijos de; `בְנֵי` (b’nei, “hijos de”, forma constructo de `בָּנִים` – banim, plural de `בֵּן` – ben). Se refiere al pueblo de Yisra’el.
יִשְׂרָאֵלYisra’elYisra’el; `יִשְׂרָאֵל` (nombre propio). El pueblo de la alianza.
אֶת־מֹשֶׁהet-Moshéha Moshéh; `אֶת־מֹשֶׁה` (`אֶת` + `מֹשֶׁה`). Objeto directo del lamento.
בְּעַרְבֹתBe’arvoten los llanos de; `בְּעַרְבֹת` (`בְּ` + `עַרְבֹת`).
מוֹאָבMo’avMo’av; `מוֹאָב` (nombre propio).
שְׁלֹשִׁיםŠlošimtreinta; `שְׁלֹשִׁים` (šlošim, número cardinal, “treinta”). La duración del duelo es significativa.
יוֹםYomdías; `יוֹם` (yom, “día”, singular). En hebreo, `יוֹם` se usa a menudo con números plurales.
וַיִּתְּמוּVa-yitmuy se cumplieron; `וַיִּתְּמוּ` (Vav consecutiva + forma kal imperfecto, tercera persona plural masculino de `תָּמַם` – tamam, “terminar”, “completar”). Indica que el período de duelo llegó a su fin.
יְמֵיY’meilos días de; `יְמֵי` (y’mei, “días de”, forma constructo de `יָמִים` – yamim, plural de `יוֹם`).
בְכִיB’khillanto de; `בְכִי` (b’khi, “llanto”, forma constructo de `בֶּכִי` – bekhi).
אֵבֶלEvelluto de; `אֵבֶל` (evel, “luto”, forma constructo).
מֹשֶׁה׃MoshéhMoshéh; `מֹשֶׁה` (nombre propio).
וִיהוֹשֻׁעַVi-Yehoshúa’Y Yehoshúa; `וִיהוֹשֻׁעַ` (`וְ` – ve, “y”, + `יְהוֹשֻׁעַ` – Yehoshúa’, nombre propio). El sucesor de Moshéh, cuyo nombre significa “Adonái es salvación”.Y Yehoshúa וִיהוֹשֻׁעַ hijo בִּן־ de Nun נוּן estaba lleno מָלֵא del espíritu רוּחַ de sabiduría חָכְמָה, porque כִּי־ Moshéh סָמַךְ había puesto מֹשֶׁה sus manos אֶת־יָדָיו sobre él עָלָיו; y lo escucharon וַיִּשְׁמְעוּ a él אֵלָיו los hijos בְּנֵי־ de Yisra’el יִשְׂרָאֵל, e hicieron וַיַּעֲשׂוּ como כַּאֲשֶׁר Adonái צִוָּה había mandado יְהוָה a Moshéh אֶת־מֹשֶׁה.
בִּן־נוּןBin-Nunhijo de Nun; `בִּן־נוּן` (`בֵּן` – ben, “hijo de”, + `נוּן` – Nun, nombre propio). Identifica a Yehoshúa por su patronímico.
מָלֵאMalelleno de; `מָלֵא` (male, adjetivo, “lleno”, “colmado”). Aquí, en un sentido espiritual, “lleno del espíritu”.
רוּחַRuajespíritu de; `רוּחַ` (ruaj, “espíritu”, “viento”, “aliento”, forma constructo). Se refiere al Ruaj HaKodesh, la presencia divina que capacita.
חָכְמָהḤakhmahsabiduría; `חָכְמָה` (ḥakhmah, “sabiduría”). Una de las cualidades esenciales para el liderazgo.
כִּי־Ki-porque; `כִּי` (conjunción causal). Explica la razón por la que Yehoshúa estaba lleno de espíritu de sabiduría.
סָמַךְSamakhhabía puesto; `סָמַךְ` (samakh, forma kal perfecto, tercera persona singular masculino de `סָמַךְ` – samakh, “apoyar”, “imponer”, “ordenar”). La imposición de manos es un acto de transmisión de autoridad y bendición.
מֹשֶׁהMoshéhMoshéh; `מֹשֶׁה` (nombre propio).
אֶת־יָדָיוet-yadavsus manos; `אֶת־יָדָיו` (`אֶת` + `יָדָיו` – yadav, “sus manos”, forma dual de `יָד` – yad, “mano”, + sufijo pronominal `וֹ` – av, “su”, masculino singular). El acto físico de la imposición de manos.
עָלָיוAlavsobre él; `עָלָיו` (`עַל` + sufijo pronominal `יו` – av, “él”).
וַיִּשְׁמְעוּVa-yišm’uy lo escucharon; `וַיִּשְׁמְעוּ` (Vav consecutiva + forma kal imperfecto, tercera persona plural masculino de `שָׁמַע` – šama’, “escuchar”, “obedecer”). La obediencia del pueblo a su nuevo líder.
אֵלָיוElava él; `אֵלָיו` (`אֶל` + sufijo pronominal `יו`).
בְּנֵי־יִשְׂרָאֵלB’nei-Yisra’ellos hijos de Yisra’el; `בְּנֵי־יִשְׂרָאֵל` (forma constructo de “hijos de Yisra’el”).
וַיַּעֲשׂוּVa-ya’asue hicieron; `וַיַּעֲשׂוּ` (Vav consecutiva + forma kal imperfecto, tercera persona plural masculino de `עָשָׂה` – asah, “hacer”, “actuar”). La acción de obediencia.
כַּאֲשֶׁרKa-ašercomo; `כַּאֲשֶׁר` (`כְּ` – ke, “como”, + `אֲשֶׁר`). Conjunción comparativa.
צִוָּהṢivahhabía mandado; `צִוָּה` (ṣivah, forma pi’el perfecto, tercera persona singular masculino de `צָוָה` – ṣavah, “mandar”, “ordenar”). El pi’el intensifica la acción, denotando una orden clara y deliberada.
יְהוָהAdonáiAdonái; `יְהוָה` (tetragrammaton).
אֶת־מֹשֶׁה׃et-Moshéha Moshéh; `אֶת־מֹשֶׁה` (`אֶת` + `מֹשֶׁה`).
וְלֹא־קָםVe-lo-qamY no se levantó; `וְלֹא־קָם` (`וְ` + `לֹא` + `קָם` – qam, forma kal perfecto, tercera persona singular masculino de `קוּם` – qum, “levantarse”, “surgir”). Una declaración enfática sobre la singularidad de Moshéh.Y no וְלֹא־ se levantó קָם profeta נָבִיא más עוֹד en Yisra’el בְּיִשְׂרָאֵל como כְּמֹשֶׁה Moshéh, a quien אֲשֶׁר conoció יְדָעוֹ Adonái יְהוָה cara פָּנִים a cara אֶל־פָּנִים.
נָבִיאNaviprofeta; `נָבִיא` (navi, “profeta”). Aquel que habla por Elohím, mensajero divino.
עוֹדOdmás; `עוֹד` (adverbio). “Todavía”, “aún”, “más”.
בְּיִשְׂרָאֵלBe-Yisra’elen Yisra’el; `בְּיִשְׂרָאֵל` (`בְּ` + `יִשְׂרָאֵל`).
כְּמֹשֶׁהKe-Moshéhcomo Moshéh; `כְּמֹשֶׁה` (`כְּ` – ke, “como”, + `מֹשֶׁה`). Comparación que subraya la superioridad y singularidad de Moshéh.
אֲשֶׁרašera quien; `אֲשֶׁר` (pronombre relativo).
יְדָעוֹYeda’oconoció; `יְדָעוֹ` (yeda’o, forma kal perfecto, tercera persona singular masculino de `יָדַע` – yada’, “conocer”, + sufijo pronominal `וֹ` – o, “a él”). El conocimiento de Elohím es íntimo y personal.
יְהוָהAdonáiAdonái; `יְהוָה` (tetragrammaton).
פָּנִיםPanimcara; `פָּנִים` (panim, “rostro”, “cara”, plural, pero a menudo se traduce como singular en expresiones idiomáticas).
אֶל־פָּנִים׃el-Panima cara; `אֶל־פָּנִים` (`אֶל` + `פָּנִים`). La frase idiomática “cara a cara” denota una comunicación directa, íntima y sin intermediarios, una prerrogativa única de Moshéh.
לְכָל־הָאֹתֹתLe-khol-Ha-ototPor todas las señales; `לְכָל־הָאֹתֹת` (`לְ` – le, “por”, “en cuanto a”, + `כָּל` – kol, “todo”, + `הָאֹתֹת` – ha-otot, “las señales”, con artículo definido, plural de `אוֹת` – ot). `אוֹת` (ot) se refiere a un signo, maravilla o prodigio que demuestra el poder divino.Por todas לְכָל־ las señales הָאֹתֹת y los prodigios וְהַמּוֹפְתִים que אֲשֶׁר le envió שְׁלָחוֹ Adonái יְהוָה a hacer לַעֲשׂוֹתָם en la tierra בְּאֶרֶץ de Mitzrayim מִצְרָיִם, a Par’oh לְפַרְעֹה y a todos וּלְכָל־ sus siervos עֲבָדָיו y a toda וּלְכָל־ su tierra אַרְצוֹ.
וְהַמּוֹפְתִיםVe-ha-moftimy los prodigios; `וְהַמּוֹפְתִים` (`וְ` + `הַמּוֹפְתִים` – ha-moftim, “los prodigios”, “los portentos”, con artículo definido, plural de `מוֹפֵת` – mofet). `מוֹפֵת` (mofet) es un milagro, una maravilla que causa asombro y sirve como prueba.
אֲשֶׁרašerque; `אֲשֶׁר` (pronombre relativo).
שְׁלָחוֹŠ’laḥole envió; `שְׁלָחוֹ` (š’laḥo, forma kal perfecto, tercera persona singular masculino de `שָׁלַח` – šalaḥ, “enviar”, + sufijo pronominal `וֹ` – o, “a él”, masculino singular). El sujeto implícito es Adonái.
יְהוָהAdonáiAdonái; `יְהוָה` (tetragrammaton).
לַעֲשׂוֹתָםLa’asotama hacerlos; `לַעֲשׂוֹתָם` (`לְ` – le, “a”, + `עֲשׂוֹת` – asot, “hacer”, infinitivo constructo de `עָשָׂה` – asah, + sufijo pronominal `הֶם` – hem, “ellos”, masculino plural, refiriéndose a las señales y prodigios).
בְּאֶרֶץBe-eretzen la tierra de; `בְּאֶרֶץ` (`בְּ` + `אֶרֶץ`, en forma constructo).
מִצְרָיִםMitzrayimMitzrayim; `מִצְרָיִם` (nombre propio). Egipto, el lugar de la esclavitud y de las plagas.
לְפַרְעֹהLe-Far’oha Par’oh; `לְפַרְעֹה` (`לְ` + `פַּרְעֹה` – Par’oh, nombre propio). El faraón de Egipto, el principal antagonista.
וּלְכָל־עֲבָדָיוU-le-khol-avadavy a todos sus siervos; `וּלְכָל־עֲבָדָיו` (`וְ` + `לְ` + `כָּל` + `עֲבָדָיו` – avadav, “sus siervos”, plural de `עֶבֶד` + sufijo pronominal `יו` – av).
וּלְכָל־אַרְצוֹ׃U-le-khol-artzoy a toda su tierra; `וּלְכָל־אַרְצוֹ` (`וְ` + `לְ` + `כָּל` + `אַרְצוֹ` – artzo, “su tierra”, forma constructo de `אֶרֶץ` + sufijo pronominal `וֹ` – o).
וּלְכֹלU-le-kholY por toda; `וּלְכֹל` (`וְ` + `לְ` + `כֹּל` – kol, “todo”, “toda”). Continúa la enumeración de las proezas de Moshéh.Y por toda וּלְכֹל la mano הַיָּד la fuerte הַחֲזָקָה, y por todo וּלְכֹל el terror הַמּוֹרָא el grande הַגָּדוֹל que אֲשֶׁר hizo עָשָׂה Moshéh מֹשֶׁה ante los ojos לְעֵינֵי de todo כָל־ Yisra’el יִשְׂרָאֵל.
הַיָּדHa-yadla mano; `הַיָּד` (ha-yad, “la mano”, con artículo definido). A menudo usado en las Escrituras como metáfora del poder y la autoridad.
הַחֲזָקָהHa-ḥazaqahla fuerte; `הַחֲזָקָה` (ha-ḥazaqah, “la fuerte”, adjetivo femenino singular, con artículo definido). Califica a la “mano”, enfatizando el poder divino manifestado a través de Moshéh. “Mano fuerte” (`יָד חֲזָקָה` – yad ḥazaqah) es una frase recurrente para la liberación de Mitzrayim.
וּלְכֹלU-le-kholy por todo; `וּלְכֹל` (`וְ` + `לְ` + `כֹּל`).
הַמּוֹרָאHa-mora’el terror; `הַמּוֹרָא` (ha-mora’, “el temor”, “el terror”, con artículo definido). Se refiere al asombro y reverencia (y a veces miedo) que las obras de Elohím infundían.
הַגָּדוֹלHa-gadolel grande; `הַגָּדוֹל` (ha-gadol, “el grande”, adjetivo masculino singular, con artículo definido). Califica al terror, indicando su magnitud.
אֲשֶׁרašerque; `אֲשֶׁר` (pronombre relativo).
עָשָׂהAsahhizo; `עָשָׂה` (asah, forma kal perfecto, tercera persona singular masculino de `עָשָׂה` – asah, “hacer”).
מֹשֶׁהMoshéhMoshéh; `מֹשֶׁה` (nombre propio).
לְעֵינֵיLe’eineiante los ojos de; `לְעֵינֵי` (`לְ` + `עֵינֵי` – einei, “ojos de”, forma dual constructo de `עַיִן`). Significa “a la vista de”, “en presencia de”.
כָל־יִשְׂרָאֵל׃Kol-Yisra’eltodo Yisra’el; `כָל־יִשְׂרָאֵל` (`כָּל` + `יִשְׂרָאֵל`). Enfatiza que todo el pueblo fue testigo de sus milagros.

2. Haftaráh

Pasaje: Yehoshúa 1:1-18

Análisis:

La Haftaráh para V’Zot HaBerajá, que a menudo se lee en Simḥat Torah, es tradicionalmente Yehoshúa 1:1-18. Este pasaje es una elección profundamente significativa y directamente ligada a la Aliyá 6 de la Parashá, ya que narra la transición de liderazgo de Moshéh a Yehoshúa y el encargo divino para la conquista de la Tierra Prometida.

El pasaje de la Haftaráh comienza con las palabras de HaShem a Yehoshúa después de la muerte de Moshéh, Su siervo: “Moshéh, Mi siervo, ha muerto; ahora, pues, levántate y pasa este Yardén, tú y todo este pueblo, a la tierra que Yo les doy a los hijos de Yisra’el” (Yehoshúa 1:2). Esto establece una continuidad ininterrumpida de la misión divina, a pesar de la ausencia del líder más grande. La muerte de Moshéh no significa el fin de la promesa, sino el paso a una nueva fase de su cumplimiento.

El tema central de la Haftaráh es el llamado a la obediencia a la Torah y la promesa de la presencia constante de Elohím. HaShem instruye a Yehoshúa: “Sé fuerte y valiente; solo sé muy fuerte y valiente, para que cuides de hacer conforme a toda la Torah que te mandó Moshéh Mi siervo; no te apartes de ella ni a la derecha ni a la izquierda, para que seas prosperado en todo lo que emprendas” (Yehoshúa 1:7). Este eco resuena con la vida de Moshéh, quien dedicó su existencia a la entrega y enseñanza de la Torah. La Haftaráh subraya que, aunque el líder cambia, la fuente de la autoridad y la guía divina (la Torah) permanece inalterable.

Desde la perspectiva de los Midrashim, la conexión es aún más profunda. El Midrash Tanḥuma (Vayiqrá 10) y el Midrash Devarim Rabá (11:6) a menudo enfatizan que, si bien Moshéh no entró a la tierra físicamente, su “Torah” sí lo hizo y guía a Yehoshúa. La fuerza de Yehoshúa proviene de la Torah de Moshéh. El Targum Yonatan ben Uziel sobre Deuteronomio 34:9 destaca que Yehoshúa fue “lleno del Ruaj de sabiduría” debido a la imposición de manos de Moshéh, lo que lo capacitó para liderar. Esto resalta la transmisión del Ruaj HaKodesh y de la autoridad, un tema crucial en la teología del Reino.

La Haftaráh y la Aliyá 6 nos enseñan que el liderazgo en el Reino de Elohím es un servicio y una administración de la voluntad divina. Moshéh prepara el camino y Yehoshúa lo continúa, ambos bajo la autoridad de HaShem y Su Torah. Esta transición es un modelo profético de cómo HaShem levanta líderes en diferentes eras, siempre manteniendo Su pacto y Su propósito.

3. Brit Hadasháh (Arameo)

Pasaje: Mattityahu 17:1-8

Análisis:

El pasaje de Mattityahu 17:1-8, que describe la Transfiguración de Yeshúa HaMashíaj, ofrece una conexión profunda y reveladora con la Aliyá 6 de V’Zot HaBerajá, y con la persona y obra de Maran Yeshúa.

ܘܠܘܟܐ ܕܟܐܦܐ ܐܬܚܙܝ ܠܗܘܢ ܐܝܠܝܐ ܘܡܘܫܐ – `u-lu-ka da-Kaf-a et-ḥzay l-hon i-li-ya u-Mu-še`

“Y, he aquí, aparecieron ante ellos Eliyahu y Moshéh” (Mattityahu 17:3a)

En esta escena gloriosa, Moshéh, el más grande de los profetas y legislador de Yisra’el, aparece junto a Eliyahu HaNavi (el arquetipo de los profetas que anuncian al Mashíaj) hablando con Yeshúa. La presencia de Moshéh en la Transfiguración no es casualidad; simboliza la Ley (Torah) y los Profetas (Nevi’im), los pilares de la revelación de Elohím a Yisra’el, ahora en conversación con Yeshúa HaMashíaj.

La Aliyá 6 describe la muerte de Moshéh y su sepultura desconocida, marcando el fin de su ministerio terrenal. Sin embargo, su reaparición gloriosa en el Har (monte) de la Transfiguración demuestra que su legado y su persona tienen una relevancia eterna en el plan de Elohím. Moshéh, que no pudo entrar en la Tierra Prometida, ahora aparece en la presencia del Rey del Reino de los Cielos dentro de esa misma tierra, validando la obra de Yeshúa HaMashíaj como la consumación de todo lo que la Torah y los Profetas anunciaron.

La voz de Elohím desde la nube, proclamando: “ܗܢܐ ܗܘ ܒܪܝ ܚܒܝܒܐ ܕܒܗ ܐܬܒܨܪܬ” – `ha-na hu b-ri ḥa-bi-ba d-beh et-ba-ṣrat` (“Este es Mi Hijo, el amado, en quien tengo Mi complacencia; a Él escuchad”) (Mattityahu 17:5), es el punto culminante. Esta declaración no solo exalta a Yeshúa sobre Moshéh y Eliyahu, sino que también establece que la autoridad final reside en Maran Yeshúa. Moshéh trajo la Torah, pero Yeshúa trae la plenitud de esa Torah, la gracia y la verdad. El mandamiento “a Él escuchad” resuena con Deuteronomio 18:15, donde Moshéh profetizó sobre un profeta como él a quien debían escuchar. Yeshúa es ese Profeta.

Textos apócrifos y pseudepigráficos como la Asunción de Moshéh (fragmentos latinos y griegos) relatan una disputa entre el arcángel Mijael y el acusador sobre el cuerpo de Moshéh. Aunque no canonizado, este texto refleja la gran reverencia y el significado místico atribuido al cuerpo y la sepultura de Moshéh. Su sepultura oculta por Elohím mismo (Deuteronomio 34:6) es un tema de especulación en el judaísmo y añade un velo de misterio a su final. Esta especulación se resuelve en la Transfiguración, donde Moshéh aparece en cuerpo glorioso, sugiriendo que Elohím no solo lo sepultó, sino que también lo preservó para un propósito mayor en el Reino de los Cielos.

La aparición de Moshéh con Yeshúa HaMashíaj subraya que el Reino de los Cielos no abroga la Torah, sino que la eleva y la cumple a través de Yeshúa. Él es el “objetivo” (telos) de la Torah, como nos enseña la Brit Hadasháh. La muerte de Moshéh marcó el fin de una era de mediación por medio de un profeta terrenal, pero su reaparición gloriosa apunta al Mediador celestial, Yeshúa HaMashíaj, quien es superior a Moshéh y cuya mediación abre el camino a una relación más íntima con Elohím en el Reino.

4. Contexto Histórico

El pasaje de Deuteronomio 34:1-12 marca el final de los cuarenta años de peregrinación de los hijos de Yisra’el por el desierto, un período que comenzó con la liberación de Mitzráyim. Moshéh, el líder que HaShem levantó para sacar a Su pueblo de la esclavitud, darles la Torah en el Har Sinay, y guiarlos a las puertas de la Tierra Prometida, está a punto de concluir su vida.

El pueblo de Yisra’el se encuentra en las llanuras de Moáv, frente a Yeriḥo, al este del Yardén. Esta ubicación es estratégica, ya que desde allí se puede divisar la tierra que les ha sido prometida a sus padres, Avraham, Yitzḥak y Yaakov. HaShem había prohibido a Moshéh entrar en la tierra debido a su desobediencia en Merivá (Números 20:12), donde golpeó la roca en lugar de hablarle, aparentemente quitando algo de la gloria a Elohím.

La cultura de la época de Moshéh y de los hijos de Yisra’el en el desierto se caracterizaba por una teocracia en formación, donde la Torah era la ley suprema y la relación con HaShem era central. Moshéh era la figura de autoridad incuestionable, el mediador entre Elohím y el pueblo. La muerte de un líder de tal magnitud era un evento trascendental que requería una transición ordenada y divinamente orquestada, para asegurar la continuidad del pacto y la misión.

Arqueológicamente, los sitios mencionados como las llanuras de Moáv (Transjordania) y la región del Har Nevo son consistentes con la geografía bíblica. El Har Nevo, en la actual Jordania, ofrece vistas panorámicas de la Tierra de Kena’an, corroborando la descripción de Moshéh viendo la tierra desde allí. La ausencia de la tumba de Moshéh es un hecho narrativo único que refuerza la intervención divina en su final.

El período era de consolidación nacional y preparación para la guerra de conquista. Los hijos de Yisra’el estaban a punto de pasar de una vida nómada a una sedentaria, con las implicaciones culturales, sociales y espirituales que esto conllevaba. La vida de Moshéh en su totalidad, y su muerte en particular, sirvieron como un testimonio de obediencia, fe y las consecuencias de la desobediencia, incluso para el más grande de los hombres.

5. Comentarios Proféticos

La muerte de Moshéh no es simplemente un evento histórico, sino un acto profundamente profético que resuena a lo largo de las eras y apunta directamente al Reino de Yeshúa HaMashíaj.

En primer lugar, el hecho de que Moshéh, el dador de la Torah, no pueda entrar en la Tierra Prometida es una poderosa lección profética. Simboliza que la Ley por sí sola no puede llevar al pueblo de Elohím a su herencia final. La Torah es santa y justa, pero revela el pecado y no puede otorgar la vida eterna ni la entrada plena al Reino de los Cielos. Se necesita una obra mayor, un “nuevo” Moshéh que sí pueda introducir al pueblo en la herencia. Este es Yeshúa HaMashíaj. Moshéh fue el “primer redentor”, pero Maran Yeshúa es el Redentor final, quien nos introduce no en una tierra terrenal, sino en el Reino celestial.

La elección de Yehoshúa como sucesor también es profética. Su nombre, יְהוֹשֻׁעַ (Yehoshúa), significa “HaShem es salvación”, y es una forma arcaica del nombre יֵשׁוּעַ (Yeshúa). Esta similitud nominal no es una coincidencia. Yehoshúa llevó al pueblo a la tierra, pero Yeshúa HaMashíaj lleva a Su pueblo a la verdadera herencia del Reino. En cierto sentido, Yehoshúa prefigura a Yeshúa, siendo el líder que finalmente cumple la promesa de Avraham de una tierra, aunque de manera imperfecta y temporal.

El verso 10, “Y no se levantó más profeta en Yisra’el como Moshéh, a quien HaShem conoció cara a cara”, es una declaración definitiva sobre la singularidad de Moshéh. Sin embargo, esta declaración proféticamente anticipa a Aquel que sería más grande que Moshéh: Yeshúa HaMashíaj. Moshéh conoció a HaShem “cara a cara” en el sentido de una revelación y comunicación directas y profundas, pero Yeshúa es la “imagen exacta” de Elohím (Ivrim 1:3), Aquel que es Elohím manifestado en carne. Él no solo conoce a Elohím “cara a cara”, sino que es el Rostro de Elohím. Su relación con el Padre es ontológica, no solo de mediación.

Para nuestra época actual, la muerte de Moshéh nos recuerda la necesidad de ceder el paso a la nueva obra de Elohím. Los líderes terrenales tienen un tiempo y un propósito, pero el liderazgo supremo es de Yeshúa HaMashíaj. El Ruaj HaKodesh nos capacita, como Yehoshúa fue capacitado, para continuar la misión del Reino. Debemos permanecer firmes en la Torah de Elohím, entendida a través de la lente de Yeshúa HaMashíaj, mientras avanzamos hacia el cumplimiento final de las profecías mesiánicas, cuando Maran Yeshúa establezca plenamente Su Reino sobre toda la tierra desde Yerushalayim. La lección es clara: el camino de la salvación y la entrada al Reino no es por la Ley de Moshéh (que nos señala nuestro pecado), sino por la fe en Yeshúa HaMashíaj, quien es el cumplimiento y la realidad de todas las promesas de Elohím.

6. Análisis Profundo

El pasaje de la muerte de Moshéh es rico en significado y conceptos teológicos profundos.

Har Nevo (הַר נְבוֹ): La ascensión de Moshéh a este monte simboliza el punto final de su peregrinación y el pináculo de su revelación. Desde allí, HaShem le permite ver “toda la tierra” (כָּל-הָאָרֶץ – kol-ha-A-reṣ*). Este acto es tanto una recompensa por su servicio como un recordatorio de la promesa hecha a los Patriarcas (Avraham, Yitzḥak, Yaakov). El Midrash Devarim Rabá (11:3) compara esta visión con la visión profética de Yesha’yahu o Yeḥezqel, una vista que abarca el pasado, presente y futuro de Yisra’el. HaShem revela a Moshéh no solo la geografía sino el destino de Su pueblo.

“Sobre la boca de HaShem” (עַל-פִּי יְהוָה – al-Pi Adonái): Esta frase en el versículo 5 sobre la muerte de Moshéh es única. Normalmente, se refiere a una orden o un decreto divino. En este contexto, el Targum Onqelos lo traduce como “con un beso de la boca de HaShem”. Esta interpretación, adoptada por muchos Midrashim (como el Midrash Sifré Devarim 339), sugiere una muerte sin dolor, un tránsito directo del Ruaj a la presencia de Elohím, un privilegio que solo Moshéh poseía. Es una metáfora de la intimidad suprema entre Moshéh y su Creador, una “muerte por beso” (mitat neshiká*), que es la forma más elevada de partida de este mundo. Esto subraya la relación sin precedentes de Moshéh con Elohím.

Sepultura Secreta (וְלֹא-יָדַע אִישׁ אֶת-קְבֻרָתוֹ – ve-lo-ya-da iš et-qe-vu-ra-to*): El ocultamiento de la tumba de Moshéh por HaShem mismo (Deuteronomio 34:6) es un misterio con múltiples interpretaciones rabínicas. El Midrash Pirkei de-Rabbi Eliezer (17) sugiere que HaShem quería evitar que su tumba se convirtiera en un lugar de idolatría o de peregrinación para aquellos que pudieran rendirle culto. Otra interpretación (Targum Yonatan ben Uziel) postula que fue para evitar que Yisra’el se lamentara excesivamente o que las naciones se burlaran de ellos. Teológicamente, subraya que la gloria pertenece solo a Elohím, y que Moshéh, por grandioso que fuera, era solo un siervo. Además, esta tumba oculta contribuye a la leyenda y a la reverencia en torno a su figura.

Vigor Inalterado (לֹא-כָהֲתָה עֵינוֹ וְלֹא-נָס לֵחֹהּ – lo-kha-ha-tah e-No ve-lo-Nas le-ḥo*): El versículo 7 enfatiza que a los 120 años, Moshéh murió con su vista intacta y su vigor sin menguar. Esto es un testimonio de la gracia divina y de su devoción inquebrantable. El Targum Neofiti expande esto, diciendo que su mente estaba tan clara como cuando era joven. Esto no es solo una descripción física, sino un símbolo de su plenitud espiritual y mental hasta el último momento, contrastando con la degeneración natural que acompaña a la vejez. Su muerte no fue por debilidad, sino por un decreto divino y por la voluntad de HaShem.

Transmisión del Ruaj (וִיהוֹשֻׁעַ בִּן-נוּן מָלֵא רוּחַ חָכְמָה – vi-Yho-šua ben-Nun ma-Le Ru-aḥ ḥokh-mah*): El versículo 9 destaca que Yehoshúa fue lleno del “Ruaj de sabiduría” debido a la imposición de manos de Moshéh. Este es un momento crucial de sucesión apostólica. Moshéh no solo transfiere autoridad, sino también la unción y la capacidad espiritual necesarias para el liderazgo. El Ruaj HaKodesh, que habitaba en Moshéh, ahora reside en Yehoshúa para capacitarlo. Esto es un principio fundamental del Reino de los Cielos, donde la autoridad y la unción se transmiten a través de la imposición de manos y la manifestación del Ruaj HaKodesh.

Singularidad Profética (וְלֹא-קָם נָבִיא עוֹד בְּיִשְׂרָאֵל כְּמֹשֶׁה – ve-lo-Qam Na-vi Od be-Yis-ra-el ke-Mo-šeh): El versículo 10 sella la incomparable posición de Moshéh como profeta. Su relación “cara a cara” (פָּנִים אֶל-פָּנִים – Pa-nim el-Pa-nim*) con HaShem, su capacidad de realizar señales y maravillas, y su rol como dador de la Torah lo hicieron único. Este elogio final es un reconocimiento de su papel central en la historia de la salvación de Yisra’el, y un punto de referencia para cualquier profeta posterior, hasta la llegada de Aquel que superaría incluso a Moshéh: Yeshúa HaMashíaj.

7. Tema Relevante

Un tema central y relevante de esta Aliyá es la transición del liderazgo y la continuidad de la promesa divina a través de la obediencia a la Torah.

La muerte de Moshéh es el epílogo de una era y el prólogo de otra. El gran líder, el mediador del Pacto de Sinay, se va, pero la obra de Elohím no se detiene. Este pasaje nos enseña que el Reino de los Cielos no depende de un solo individuo, por más ungido y poderoso que sea, sino de la soberanía de Elohím y de la obediencia de Su pueblo a Su voluntad revelada en la Torah.

Moshéh completó su parte, fielmente, hasta el final. Su visión de la Tierra Prometida, aunque sin entrada física, simboliza la culminación de su misión: preparar al pueblo y presentarle el destino que Elohím había dispuesto. La transición a Yehoshúa no es un reemplazo de la Torah o de la promesa, sino una continuación de la misma bajo un nuevo liderazgo, con el mismo Ruaj de sabiduría. La obediencia del pueblo a Yehoshúa es, en última instancia, obediencia a la voluntad de HaShem tal como fue revelada a Moshéh.

Para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos, este tema es vital. Nos recuerda que:

1. El liderazgo es un servicio temporal: Los líderes son levantados por Elohím para propósitos específicos y por tiempos determinados. Su influencia es profunda, pero su tiempo en la tierra es finito. Esto nos invita a honrar a los líderes, pero a poner nuestra fe última en Yeshúa HaMashíaj, la cabeza eterna del Reino.

2. La Palabra de Elohím permanece: Aunque los siervos de Elohím puedan partir, Su Palabra, Su Torah, y Sus promesas son eternas. La guía del Ruaj HaKodesh para la aplicación de la Torah en nuestras vidas es constante. La “Torah de Moshéh” es el fundamento sobre el cual Yehoshúa construyó y sobre el cual Yeshúa HaMashíaj ha establecido Su Reino de los Cielos.

3. La sucesión del Ruaj: El Ruaj de sabiduría que capacitó a Yehoshúa mediante la imposición de manos de Moshéh es un modelo de cómo Elohím equipa a Sus siervos. Los discípulos de Mashíaj son llenos del Ruaj HaKodesh para llevar a cabo la misión del Reino, cada uno en su tiempo y función.

4. Enfocarse en el destino final: Moshéh vio la tierra. Nosotros, por fe, vemos el Reino de los Cielos, la Nueva Yerushalayim. Debemos mantener la mirada fija en nuestra verdadera herencia, sabiendo que Yeshúa HaMashíaj nos guiará a ella.

En esencia, la Aliyá 6 es un testimonio de la fidelidad de Elohím a Su pacto, de la necesidad de la obediencia humana, y de cómo, a pesar de los cambios de liderazgo, el propósito divino avanza inexorablemente hacia su gloriosa consumación en el Reino de Yeshúa HaMashíaj.

8. Descubriendo a Mashíaj

La Aliyá 6 de V’Zot HaBerajá, que narra la muerte de Moshéh, está intrínsecamente ligada a la vida, obra y persona de Yeshúa HaMashíaj, revelando profundos aspectos mesiánicos.

1. Moshéh como tipo de Yeshúa: Moshéh fue el mediador del pacto, el legislador y el libertador de Mitzráyim. En Deuteronomio 18:15, Moshéh mismo profetizó: “Un profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, levantará HaShem tu Elohím; a él escucharéis.” Yeshúa HaMashíaj es el cumplimiento de esta profecía. Él es el Profeta definitivo, superior a Moshéh. Moshéh condujo a Yisra’el a la frontera de la Tierra Prometida, pero Yeshúa conduce a Su pueblo al Reino de los Cielos, a la verdadera herencia que dura para siempre. Moshéh no pudo introducir al pueblo, lo que proféticamente indica que la Torah, aunque santa, no puede dar acceso a la vida eterna; se requiere un Mediador mayor.

2. La muerte de Moshéh y el velo de la Torah: La muerte de Moshéh y su sepultura desconocida sugieren un misterio divino. Es como si HaShem estuviera ocultando el fin del “régimen” del legislador para que nadie se aferrara a él como el fin en sí mismo. En el Reino de los Cielos, la muerte de Moshéh es un símbolo de que el pacto antiguo, aunque glorioso, debía dar paso a algo mayor. Yeshúa HaMashíaj es el cumplimiento de la Torah, y a través de Él, el velo que cubría la faz de Moshéh y que representaba la gloria que se desvanecía, es quitado (2 Corintios 3:13-16). En Yeshúa, la gloria permanece y es accesible para todos.

3. La Transfiguración como revelación post-mortem de Moshéh: Como vimos en la sección de Brit Hadasháh, la aparición de Moshéh con Eliyahu junto a Yeshúa en la Transfiguración (Mattityahu 17:1-8) es crucial. Moshéh, que murió y fue sepultado por Elohím, aparece en gloria. Esto no solo valida la resurrección y la vida después de la muerte, sino que también establece la autoridad de Yeshúa HaMashíaj sobre la Torah y los Profetas. La voz de Elohím dice “a Él escuchad”, elevando a Yeshúa por encima de Moshéh y Eliyahu. Yeshúa es la revelación final del Padre, y la entrada al Reino de los Cielos se logra a través de Él.

4. Yehoshúa (יְהוֹשֻׁעַ) prefigura a Yeshúa (יֵשׁוּעַ): La sucesión de Yehoshúa, cuyo nombre tiene la misma raíz de “salvación” que Yeshúa, es una poderosa prefiguración. Yehoshúa fue el que finalmente introdujo al pueblo en Kena’an, cumpliendo la promesa terrenal. Yeshúa HaMashíaj es el que introduce a Su pueblo en la salvación eterna y en el Reino espiritual de los Cielos. En el Libro de Jubileos (1:26), Moshéh se lamenta de no entrar a la tierra, pero se le asegura una “buena memoria” y una “corona de vida” en el futuro. Esta esperanza es cumplida y trascendida en Yeshúa HaMashíaj, quien ofrece vida eterna y una herencia celestial. El Testamento de Moshéh (1:14) también habla de la ascensión de Moshéh a la presencia de Elohím, mostrando una continuidad de su vida más allá de su muerte terrenal, un concepto que encuentra su plenitud en la victoria de Yeshúa sobre la muerte.

5. La Muerte de Moshéh y la Muerte de Yeshúa: Ambas muertes fueron bajo la soberanía divina. Moshéh murió “sobre la boca de HaShem”; Yeshúa entregó Su Ruaj al Padre. Ambas fueron muertes con un propósito redentor, una preparando el camino para una herencia terrenal, y la otra abriendo la puerta al Reino de los Cielos. La muerte de Moshéh marca el fin de la era de la Ley, la muerte y resurrección de Yeshúa marcan el comienzo de la era de la gracia y el establecimiento del Reino de los Cielos.

En definitiva, la partida de Moshéh no es un final sombrío, sino una señal profética que apunta con claridad hacia Yeshúa HaMashíaj como el Mediador superior, el verdadero Líder que introduce a Su pueblo en la vida abundante y la herencia eterna del Reino de los Cielos.

9. Midrashim y Targumim

Los Midrashim y Targumim ofrecen perspectivas ricas y a menudo místicas sobre la muerte de Moshéh, destacando la singularidad de este evento y su protagonista.

Targum Onqelos (Deuteronomio 34:5): Este Targum arameo es uno de los más autorizados y traduce “על-פי יהוה” (al-Pi Adonái, “según la boca de HaShem”) como “בנשיקה דייי” (b’neshiká di-Adonái*, “con un beso de HaShem”). Esta interpretación ha sido fundamental para la idea rabínica de “Mitat Neshiká” (מִיתַת נְשִׁיקָה – “muerte por beso”), una muerte sin dolor y en íntima comunión con Elohím, reservada solo para los justos más eminentes. Esta exégesis resalta la profunda relación personal de Moshéh con HaShem.

* Targum Yonatan ben Uziel (Deuteronomio 34:6): Sobre la sepultura desconocida, este Targum especula que fue HaShem mismo quien sepultó a Moshéh, en compañía de los ángeles. Menciona que el cuerpo de Moshéh fue cubierto por los ángeles de gloria y que su sepulcro no sería conocido para evitar que los hijos de Yisra’el lo veneraran y cayeran en idolatría. Esta interpretación se alinea con la teología de la exclusividad del culto a Elohím.

* Midrash Sifré Devarim (339): Este Midrash elabora sobre la idea de la “muerte por beso”, explicando que Moshéh murió de la boca de HaShem, lo que significa que su Ruaj fue tomada por un beso divino. Compara esta muerte con una vela cuya llama se apaga suavemente, sin resistencia. También describe a Moshéh suplicando a HaShem para entrar en la tierra, pero la decisión de Elohím era inamovible, enfatizando la soberanía divina incluso sobre el mayor de los profetas.

* Midrash Devarim Rabá (11:1-10): Este Midrash ofrece una narrativa dramática sobre la muerte de Moshéh. Relata que Moshéh se resistió a morir, argumentando que había servido fielmente a Elohím y que deseaba entrar a la tierra. HaShem tuvo que “persuadirlo” con palabras de consuelo, mostrándole su recompensa en el Mundo Venidero. Se narra que HaShem mismo descendió con los ángeles Mijael, Gavri’el y Zagzagel para llevarse el alma de Moshéh, y que HaShem secó las lágrimas de los ojos de Moshéh. Esta narrativa subraya la inmensa pena por la partida de Moshéh, incluso para los seres celestiales. También menciona que el Har Nevo se le reveló a Moshéh en su totalidad, dándole una visión profética de todas las generaciones de Yisra’el, hasta el tiempo de Mashíaj.

Talmud Bavli, Sotah 14a: El Talmud comenta sobre la imposibilidad de que Moshéh entrara a la tierra, a pesar de sus ruegos. También menciona la disputa sobre el cuerpo de Moshéh, que se hace eco de la tradición apócrifa de la Asunción de Moshéh*, donde el arcángel Mijael disputa con Sama’el (el acusador) por el cuerpo de Moshéh. Esto refuerza el carácter especial y único de Moshéh, incluso en su muerte.

* Targum Yerushalmí (Deuteronomio 34:7): Sobre el vigor inalterado de Moshéh, este Targum enfatiza que sus ojos no estaban nublados y que su boca no había cesado de hablar palabras de Torah y profecía, y que su corazón no había cesado de entender el conocimiento de la sabiduría. Esto recalca que su sabiduría y claridad mental no disminuyeron, siendo un testimonio de su capacidad de liderazgo hasta el último aliento.

En resumen, los Midrashim y Targumim no solo explican el texto literal, sino que lo enriquecen con capas de significado teológico y narrativo, elevando la figura de Moshéh a un estatus casi celestial y preparando el terreno para la comprensión de un Mediador aún mayor que vendría: Yeshúa HaMashíaj, quien no solo vería la Tierra Prometida, sino que traería el Reino de los Cielos a la tierra.

10. Mandamientos

Aunque este pasaje describe la muerte de Moshéh, podemos extraer principios de vida y mandamientos que son profundamente aplicables para los discípulos de Mashíaj en el Reino de los Cielos:

1. Honra el legado del liderazgo piadoso (Deuteronomio 34:7-8): Los hijos de Yisra’el lloraron a Moshéh por treinta días, un período de luto prolongado que refleja su profundo respeto y dolor por la pérdida de un líder tan extraordinario. Para los discípulos de Yeshúa HaMashíaj, esto nos enseña a honrar y apreciar a aquellos líderes que Elohím ha puesto en nuestras vidas, quienes nos han enseñado la Torah y nos han guiado. Reconocemos que el liderazgo piadoso es un don del Reino de los Cielos.

2. Acepta la voluntad soberana de Elohím (Deuteronomio 34:4-5): Moshéh no pudo entrar en la Tierra Prometida a pesar de su deseo y suplicación. Aprendemos que, incluso los siervos más fieles, deben someterse a la voluntad soberana de HaShem. Hay propósitos divinos que no siempre entendemos, pero debemos confiar en la sabiduría de Elohím. Esto es crucial en el Reino de los Cielos, donde la voluntad del Padre es la ley suprema, y a menudo requiere que renunciemos a nuestras propias ambiciones por el plan mayor de Elohím.

3. Prepárate para la transición y la continuidad (Deuteronomio 34:9): Moshéh puso sus manos sobre Yehoshúa, transmitiéndole el Ruaj de sabiduría, asegurando la continuidad del liderazgo y la misión. Como discípulos de Mashíaj, somos llamados a preparar a la próxima generación de líderes y siervos. Esto implica mentoría, discipulado y la transmisión de conocimiento y unción (Ruaj HaKodesh) para asegurar que la obra del Reino de los Cielos continúe con fidelidad. No somos dueños de la obra, sino administradores.

4. Permanece fiel a la Palabra de Elohím (Deuteronomio 34:9b): Los hijos de Yisra’el escucharon a Yehoshúa e hicieron “como HaShem había mandado a Moshéh”. Esto subraya la autoridad inmutable de la Torah. Aunque el líder cambie, la Palabra de Elohím es eterna. Para los seguidores de Yeshúa HaMashíaj, esto significa una adhesión constante a las enseñanzas de la Torah y los Profetas, entendidas y vividas a través de la revelación de Yeshúa. La obediencia a la Torah es la base para vivir en el Reino de los Cielos.

5. Reconoce la singularidad del Mashíaj (Deuteronomio 34:10-12): La declaración de que “no se levantó más profeta como Moshéh” en Yisra’el, sirve para exaltar la figura de Moshéh, pero también para establecer un estándar insuperable hasta la llegada del Mashíaj. Para nosotros, esto es un mandamiento a reconocer la supremacía de Yeshúa HaMashíaj, quien no solo es como Moshéh, sino superior a él. Él es el cumplimiento de todas las profecías y la máxima revelación de Elohím. Debemos centrar nuestra fe y obediencia en Él, el Rey del Reino de los Cielos.

Estos principios nos guían a vivir una vida de sumisión a HaShem, honrando a los que nos han precedido y preparando a los que nos seguirán, siempre anclados en la Palabra de Elohím y en la persona de Yeshúa HaMashíaj.

11. Preguntas de Reflexión

1. ¿Cómo la imposibilidad de Moshéh de entrar en la Tierra Prometida, a pesar de su fidelidad, nos enseña sobre la naturaleza de la gracia y la ley en el Reino de los Cielos de Yeshúa HaMashíaj?

2. Considerando la transición de Moshéh a Yehoshúa, ¿qué responsabilidades tenemos como discípulos de Mashíaj en la preparación y el apoyo de la próxima generación de líderes en el Reino de Elohím?

3. La Aliyá destaca que “no se levantó más profeta como Moshéh”. ¿De qué manera Yeshúa HaMashíaj supera y cumple la singularidad profética de Moshéh, y cómo esta comprensión fortalece nuestra fe en Él como el Rey del Reino de los Cielos?

12. Resumen

La Aliyá 6 de la Parashá V’Zot HaBerajá narra el conmovedor final de la vida terrenal de Moshéh, el más grande profeta de Yisra’el. Desde el Har Nevo, HaShem le permite vislumbrar la Tierra Prometida antes de que muera “sobre la boca de HaShem”, siendo sepultado en un lugar desconocido. El pasaje destaca su vigor inalterado, el luto de Yisra’el y la unción de Yehoshúa ben Nun con el Ruaj de sabiduría, asegurando la continuidad del liderazgo. Este relato no solo marca el fin de una era, sino que proféticamente subraya la insuficiencia de la Ley para introducir la herencia final y apunta hacia Yeshúa HaMashíaj, quien es el Profeta superior, el cumplimiento de la Torah, y el verdadero Guía que introduce a Su pueblo en la plenitud del Reino de los Cielos, donde Su autoridad supera la de Moshéh, como se reveló en la Transfiguración.

13. Tefiláh (Oración)

Adonái Elohím, soberano del Reino de los Cielos, te alabamos por Tu fidelidad inquebrantable a través de todas las generaciones. Agradecemos por la vida y el servicio de Moshéh, Tu siervo, cuya partida nos recuerda que Tu Palabra y Tu propósito son eternos. Capacítanos, por el Ruaj HaKodesh, para honrar los legados piadosos, someternos a Tu perfecta voluntad, y preparar el camino para las futuras generaciones, siempre con nuestros ojos fijos en Maran Yeshúa HaMashíaj, el Rey de Tu Reino, en cuyo Nombre oramos. Amén.

Más Recursos del Reino de Yeshúa HaMashíaj

Para estudios adicionales y recursos, visita nuestro sitio web dedicado al estudio profundo de la Torah desde la perspectiva del Reino de Yeshúa HaMashíaj.

+Recursos del Ministerio Judío Mesiánico de Biblia Toráh Viviente Para Maestros, Traductores y Estudiantes:

INSTALA TORAH VIVIENTE


https://t.me/menutorahviviente/48

TORA DE ESTUDIO


https://torahviviente.com

PARASHÁ DE LA SEMANA


ORANDO CON LOS TEHILÍM


https://torahviviente.com/orandotehilim

424 PROFECIAS MESIANICAS


https://torahviviente.com/profecias

MAS RECURSOS GRATIS


https://bibliatorahviviente.github.io/recursos

CHATEA CON TORÁH VIVIENTE


en WhatsApp:
https://wa.me/ais/24791720737112363?s=5

ESTUDIOS JUDÍO MESIÁNICOS


t.me/audiotecatoraviviente

MENÚ TORAH VIVIENTE


Messianic Jewish Ministry
t.me/menutorahviviente

TORAH VIVIENTE EN VIVO


t.me/bibliatoraviviente

OFRENDAS


t.me/menutorahviviente/2020

🇮🇱 Am Israel Jai
TODOS LOS IDIOMAS
🇺🇸 🇮🇱 🇨🇳 🇮🇳 🇪🇸 🇫🇷 🇧🇷

Deja un comentario